Corazón de Poesía
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“Palpar las emociones es la mayor labor del escritor; sentir en cordial unión con el pensar”. Gloria Mazza.
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Soy feliz, soy valiente. Soy feliz, confío, me siento agradecida.
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A mi hija FELICITAS en nuestros tiempos de llanto. A mi familia. A Edda. A mi hermano ADRIÁN. Con amor en el camino.
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Corazón de poesía es un gran amor, un libro que me llevó seis años realizar. Posee dos mitades, una, es un canto al amor dolido y la otra, trata de unir a mujeres que integraron e integran mi familia. Una entrega completa, de alma a la poesía.
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Prólogo
Gloria Mazza, en su obra poética “CORAZÓN DE POESÍA”, encadena palpitantes sentimientos y emociones en una prosecución de recuerdos, desvelos, quimeras, vivencias, fantasías, munida de gran sentido estético y mucha
sensibilidad, con
original enunciado y vuelo libre en el decir, seguido de singular maestría expresiva, propia de la corriente surrealista. Celebra los versos poéticos con pasión efectiva y estética. “Todos los días/ busco un rostro: /el tuyo/ que vive en mi memoria. / y se hace piel en mis pensamientos. / Todos los días/ me despojo del alrededor/ menos mi mente…” Y bajo el amparo de esas premisas socavadas del alma o de las vigilias, crea el canto poético con palabras claras… u oscuras, a veces, para testimoniar el grito de la esencia que se perfila para celebración del vuelo libre de la palabra, en el canto y las voces mucho tiempo contenidas, en el desvelo de la vida, que no se detiene y horada huellas en los perfiles del alma. Se oyen voces, /a lo lejos, / las cinceladas/ del alejamiento/ y la locura/ de una boca ciega. / ¡Ay, vida mía, si supieras!... Como indeleble hilo, el amor al otro hilvana y une todos los matices del sentir: como hija, hermana, mujer, madre, y hasta nieta, para unir lazos estremecidos en vuelos del alma de cálidas vivencias. Gris. /El olor del sueño, / anida, /el luto que arranca del silencio / vestido de día,/ y muestra, / lazos que saben, caer en el colchón del cielo/… y desplazarse en el punto suspensivo/ de las campanas del letargo… Mientras leía los poemas, pude identificar el grito personal de Gloria en cada uno de sus versos y vi la mirada que la trasciende y marca huella, para volverse de nuevo y enlazar su propia orilla. Así, / cielo en escape/ huye del último grito,/ y su vestido blanco abandona / el burbujeo de sus labios. / Anclas / besaron,/ el llanto de la soledad./ Gloria Mazza crea desde la esencia y logra la diversidad del sentir. Roza el perfil de la poesía en la diversidad de matices de sus versos, y a través de ellos, podemos asomarnos a su mundo interior y a la médula de la poesía que sublima y atrae. Y nos permite compartir sus universos.
Prof. Edda Ottonieri
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INDICE Primera parte….…………………………………………………….12 Brújula para el amor. Norte………………………………………..13 Reminiscencias. Sentidos……………………………………………15 Muelle. Agua…………………………………………………………17 Sueños. Pesadillas……………………………………………………18 Piélagos……………………………………………………………….19 Horizonte. Trabajo…………………………………………………..20 Atardecer. Silencio...…………………………………………………21 Vientos. Aire……………………………………………………...…..22 Mi tierra. Mi universo…...………………………………………….23 Efigie. Tu dorso………………………………………………………24 Salto. Tu mirada……………………………………………………...25 Latidos. Oídos...………………………………………………………26 Lapso. Coronar…...…………………………………………………..27 Al abrigo de tus ojos………………………………………………….28 Tiempo. Revolución…...……………………………………………...29 Escuché. Abrazar……………………………………………………..30 Tu felicidad. La mía…………………………………………………..31 Atardecer. Respirar……..……………………………………………32 Quinqués de luz……………………………………………………….33 Brotes. Cuentas en rosario……………………………………………34 Un círculo. Camino ascendente……………………...……………….35 Eternidad. Mi mar…………………………………………………….36 Hacer letras. Amor…………………………………………………….37 Fuego. Mi amor…...……………………………………………………38 Dudas. Decidir………………………………………………………….39 Solsticio. Mi razón……………………………………………………..40 Silueta. Luz……………………………………………………………..41 Amor. En confianza……………………………………………………42
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Segunda parte………………………………………………………….43 A Felicitas………………………………………………………………44 Primeras Lunas……………………………………...…………………45 Guadalupe. Sentirte……………………...…………………………….46 Calor Jujeño. Legado…………………………………………………..47 En esencia. En herencia………………………………………………..48 Estela. Amor…………………………………………………………….49 En el fragmento. Esperanza……………………………………………50 Ellos. Nosotros…………………………………………………………..51
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Primera parte…
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Brújula para el amor. Norte
Todos los días busco pronunciar palabras. Al aire viajan mis anhelos, para crear una línea entre las calles y así llegar más rápido a tu corazón.
Todos los días busco gritar, para no llorar, para no amar.
Todos los días busco los sentimientos que se vuelven burbujas, que aplanan mi vientre.
¡Me duele soltar!
Todos los días busco un rostro: el tuyo que vive en mi memoria. y se hace piel en mis pensamientos.
¡La templanza me quiere presa!
Todos los días me vuelvo sagaz en tu odio.
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Las emociones pelean y ninguna permanece en su lugar.
Todos los días me despojo del alrededor menos mi mente
Camino hacia la prosperidad y solo llevo conmigo a mi hija de la mano.
Estoy descalza.
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Reminiscencias. Sentidos
En la verdad agito, el olvido, para un mañana de frutos.
¡Ay vida mía si supieras!
El amor sin medida, no tiene color, ni sabor, para la evocación viva.
¡Ay vida mía si supieras!
Se oyen a lo lejos, las cinceladas del alejamiento y la locura de una boca ciega.
¡Ay vida mía si supieras!
Es desabrida, la ternura al tacto, y arruga las ojeras del recuerdo, 15
y es triste, la vista que encierra mentiras y son dulces los suspiros que aún sostienen al espíritu.
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Muelle. Agua
Ausente alma mía, estás, ¿me oyes?
Tu sonrisa me llama.
¡Déjame!, constelada, en el silencio lejano. distante, al atardecer para rastrear tu mirada nocturna, y así mi saeta, podrá encontrar esos ojos de luto, que extrañan, mi áspera vida.
Tres cruces en la extensión del océano, en incendio, me guían, me trasladan a los barcos graves, de tu muelle mi amor, que se perdió, al blanquear arena de agua de mar, porque es mi timón, el de las voces calladas, perdidas en la figura del mapa, que aún te buscan. 17
Sueños. Pesadillas
Tiembla el silencio en la noche sepulcral, los ojos se cierran, la respiración se empapa, de la fragancia del descanso. El corazón abatido, sin consuelo, pide perdón al ser, se entrega a la noche. Los huesos se deshacen, sueltan la vida. Los músculos suspendidos enredan la sangre, calientan, abrazan los latidos. Gris. El olor del sueño, anida, al luto que arranca al silencio, el vestido del día, muestra, lazos de acciones, y suben, para caer en el colchón del cielo. Y desplazarse en el punto suspensivo de las campanas del letargo.
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Piélagos
Las gaviotas, ebrias, treparon por el dolor de los riscos.
El temporal en desenredo y el barco de sus cabellos, hicieron mar por alucinación en su cintura.
Así, cielo en escape, huye del último grito, y su vestido blanco abandonó el burbujeo de sus labios.
Anclas besaron, El llanto de la soledad.
Fatiga de la vida.
La orilla guardó las estrellas del “TE AMO”.
Los colores huían del arco de sus ojos.
Las gaviotas, ebrias, treparon por el dolor de los riscos.
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Horizonte. Trabajo
Luna fósil que adormece camino a Madrid.
Y viaja, en tren sobrenatural hacia la prosperidad. Y las manos dichosas por el sol, Sobre el ombligo lúgubre por nacer, quiebran el llanto la noche el adiós. Y la pluma navegante, con tinta personal en recorrido.
Primavera tramposa tiempo perspicaz, de innumerables dudas.
¡Busca futuro!
Y pan para el heredero.
¿Se podrá?
Luna fósil que adormece, camino a Madrid. 20
Atardecer. Silencio
Desgarran los silencios desafiantes, en gotas de lirios. Y suavizan el verde, que crece en mañana de invierno. Las mariposas sollozan por atrapar los aromas rojos. Y una lágrima cae, y pinta el horizonte, se levanta de espaldas.
Saluda. Besa. Anida despedida, gira, se desmorona.
Enrosca y suelta, hace silencio, se duerme, acaricia, vive y Sopla en cono a las vértebras que juzgan las estaciones, Para esperar, la llegada del sonido de la primavera.
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Vientos. Aire
El susurro del viento penetra en mis oídos, Guía mis impulsos, me ahoga en exigencias.
Crezco. Creo en el renacimiento. Pasa el día, la tarde, voy marchitándome en noches de oscuridad inmensa.
Me encierro en mantos de olvido Tu nombre sigue llegando a mí, Con anuncios de silencios, el aire te nombra.
Vuelve tu rostro a mis ojos.
El susurro del viento penetra en mis oídos, guía mis impulsos, te buscan, me consuelan.
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Mi tierra. Mi universo
Enmaraña savia el globo azul, Y los astros rodean su neutralidad. Baúl de subsistencia. Lugar en donde se mezclan, los fósiles, las cenizas y la carne dormida, tiempo perdido y aniquilado en hundimiento. Y vida nueva, crecimiento, brotes de hoy, pulpas de luz, se desgarran praderas perpetuas. Mapa. Anuncia el mar su bañado, para la fusión.
Se menean los continentes. ¿Y la tierra? Infinito verso para infinita templanza
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Efigie. Tu dorso
Los pinceles harán amor, en la fantasía y los besos ocultos, en la guerra.
La efervescencia al óleo lleva color y nubla al núcleo del viento que oculta furia y toma, la cintura, para pintar flores, de fecunda inspiración y tu espalda, menea los sentimientos.
¡Arte y letras!
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Salto. Tu mirada
Enrosco, estiro revuelvo toco suelto.
La escalera de mis pulgares, retroceden, en los cristales de mis ojos.
¿O de los tuyos?
El iris solo se oculta, detrás de la mirada y una lágrima que hace artificio salta al pómulo rosa, porque extraña la sonrisa de tus ojos.
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Latidos. Oídos
El corazón, hambriento para ojos viajeros. Clareó en tu cama y matizó la memoria con desliz de olvido.
Perpetuidad.
Los ojos infinitos que laten, que suavizan los oídos, hicieron dibujos.
Los latidos observan la piel y el otoño, pinta flores desmembradas.
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Lapso. Coronar
Noche para empapar lentos pujos de luz. Sol, para teñir las arterias, tiempo de tildes, que adormezco por anudar las horas La mañana, suave, con mezclas de violetas, que abrigan el hábito de color en las sillas del olvido. La tarde, para mecer el cuerpo en los sonidos de las letras. Madrugada agitan los glóbulos quiebran los terciopelos de la noche suaves, a los azabaches de la sonrisa.
Horas, pájaros en vuelo que llevan cosecha a los crepúsculos pasares de la templanza.
Tiempo, revolución de versos impresos en la membrana de la memoria.
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Al abrigo de tus ojos
Me quedo en tus pupilas, deshilo paseos. creo, muerdo, con sangre en mis labios. Y calzo en tu corazón. Y me recuesto en tus plegarias de primavera inertes por colores estampados en memorias. Y me amarro al grito de tus ojos. Y me hago perdurable porque creo en lo próximo, Y digo sí. Y hago escala en tu bálsamo. Y me derramo a tu semblanza. Y me despierto en la realidad de tu dibujo. Y soy miel en tus venas. Y soy sol en tu nube de tristeza. Y soy el mañana en tu ayer. Y soy esperanza en tu pérdida. Y me hice tamo eterno en las incómodas pruebas de la duración, para creer que las lágrimas nunca volverán a mis ojos. para verte sonreír en un segundo corrido de la realidad post-moderna.
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Tiempo. Revolución
Destino despiadado marea tus cartas, exactas. Inevitable armonía, envuelta en perezosas figuras, pauta tiempo, hacia el escondrijo que menea al futuro. Para enmarañarle sabor, a eso que aún no llega.
¡Desesperada buscas!
¡Pero está escrito!
El tiempo revuelve, prepara, ahí donde aún nadie ha logrado descifrar, futuro verdadero.
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Escuché. Abrazar
Alguien me conto que te han visto feliz, que cuando se apaga la luz del día, te abraza el encanto.
Y me pierdo en tu sombra porque necesito verte bien.
Alguien me conto que manejas el tiempo, que suspiras entre roces, y en tus afanes abrazas el universo.
Y cierro una etapa.
Alguien me conto que caminas tangible, que la tibieza se apodero de tu cuerpo, que en tu savia, ya hay deseos plenos.
Y me siento aire.
Alguien me conto que ya no te pierdes, que la expresión se quedó en tu vida.
Y me duele.
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Tu felicidad. La mía
Cuando hay amor, se desprende la razón.
Cuando hay amor, arden los instantes
Cuando hay amor, permanezco en una unidad.
Cuando hay amor, tengo pluralidad en movimientos.
Cuando hay amor, crecen y se unen los crepúsculos en cada una de las fuerzas emitidas por la luz. Cien versos se pueden enlazar. Cien alas te pueden introducir en las venas de la inmensidad de la aventura. Cien años no son suficientes.
Cuando hay amor todo lo demás camina y se hace tiempo en los sinónimos de la felicidad.
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Atardecer. Respirar
Lágrimas de rey, y sus pequeños besos en la oscuridad. Pared blanca en enredadera de horas, que tiene ganas de ser madrugada.
Inicio de la noche.
Luz en diamante partido, con remolino de lazos. Crepúsculo, en cristal que se funde. Razón de DIOS para nuestra creencia… Nuestro rezo.
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Quinqués de luz
Albas en armonía, desinflan deseos envueltos por amaneceres cincelados en pétalos tristes. No digo adiós. Al regreso de mariposas nacientes, en mis vísceras abolidas, por la ternura en racimos, que provoca tu recuerdo. Sonrío, en instantes de permutación. Porque no te eximo y desanudo posibilidades al viento, por amarte, Ahora y siempre.
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Brotes. Cuentas en rosario
Duele al sentirte en cada paso estoy perdida al crear.
¿Cómo hago para despedirme?
En cada segundo inundo mis venas con adrenalina para evitar el desgano y la tristeza arrebatada por los te amo que jamás contaste.
Voy en busca de aquello que alguna vez soñé pero aún estás, en mis vínculos internos.
Me superan los enredos rojos pero logro soltarlos Aunque es real el no sé, sé que desaparecerán. Siento algo al verte pasar por ahí con espíritu libre. ¿Qué será? Tiempo más tiempo. Debo buscar paz, ¿para continuar? Quizás en las próximas lunas sepa cómo y cuánto te he amado y qué me pasó.
O quizás no, O quizás sí, ¿Quién sabe? De todas formas se hizo agua cada plegaria elevada que mi alma elevaba para no resignarme.
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Un círculo. Camino ascendente
Cierro los ojos, latidos que trotan.
Cierro los recuerdos, se desplaza el olvido.
Cierro los pensamientos, aumenta la esperanza.
Cierro el pasado, crece la libertad.
Cierro las puertas, se terminó el ayer y mis alas enardecidas, a vuelo inmortal, a pájaro en flor, a cielo abierto, te besan, con suspiros tibios.
Para recordar que el amor siempre permanecerá intacto en los vaivenes del desencuentro.
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Eternidad. Mi mar
Tiemblan los destinos por el aire que rodea el océano.
Y yo aquí sentada en la arena en espera de alcanzar.
Mis pies sumergidos en el agua, alivian, el frío de un alma alada.
Mi reflejo en fulgores hace espuma en la oscuridad.
Y yo aquí sentada en la arena en espera de reaccionar.
Mi mirada se pierde. El blanco silencio, oprime la tristeza para no sangrar por los recuerdos.
Y yo aquí sentada en la arena, logro vislumbrar. ¡AHORA SÍ!
Es hora de navegar hacia un futuro con un puñado de eternidad.
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Hacer letras. Amor
Y sí, decidí hacer el amor, contigo, entre LETRAS desordenadas.
Porque me acentúo en verbos y me despeino entre comas, plena, entre diálogos textuales, para adentrar léxico en tu boca, o palpar, tus errores entre elipsis, o sudores, oscuros de sonidos orgásmicos.
¡Decime que sí! total, la mala ortografía, ya la tengo.
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Fuego. Mi amor
Mis ojos rozan tu piel se maceran mis poros, con el sudor del amor y tu sonrisa amanecida.
Mis manos abrazan tu calor para crujir en deseos. Mis dedos tiñen sentimientos y tus besos vienen a mis labios.
Puntillosos aromas se estrellan, en cada segundo de adoración porque necesitan llevar los impulsos alados de nuestro amor.
Palpo y me enredo en tus palabras. Quiero nacer en tus soplos, dejarme enlazar por el sudor de tus besos y navegar en tu respiración agitada.
¡Medito y me detengo! Desarmo mis escudos, entre tus brazos, al lecho de eternidad.
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Dudas. Decidir
Mi hombre, ¿Por qué no? Si de todas formas, en mis venas, infladas de esperanza corre sangre que te ingresa en mi alma.
Mi hombre, ¿Por qué no? Sí de todas formas, Te INSTALÉ en mis neuronas y te hice mío. ¿Libre de elección? ¡NO! ¿Para qué? Soy dueña.
Mi hombre, porque sí, porque quiero.
Mi hombre, para seducir, enredarme. y así me oculto y me entrego.
Hoy, solo por esta vez. DECIDO YO.
(Mi primera canción)
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Solsticio. Mi razón
El sol quebró la nostalgia. La hizo agua en las gotas, nacientes de la esfera mundo.
Los rayos penetraron la oscuridad, que trajo el pasado a mi vida.
Su calor me acunó, para que la memoria solo retenga la felicidad.
Iluminó, a la semblanza de la savia.
Me inclinó a las vísperas de la prosperidad y con su lazo de oro me arrancó de la tristeza, para crear otra vez.
Me devolvió la fosforescencia que mi alma tenía guardada. para sazonar la vida.
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Silueta. Luz
¿Soy esa? Que pone al descubierto su corazón, Mareada de las sinuosas curvas que rodean mi alma.
¿Soy ésta? Prendida de tentaciones con emociones distorsionadas. ¿Seré aquella? Que carga al destino, encorvada por el tumulto de las disimulos, que tuerce el equilibrio de la vida.
¡Soy esta que veo! Con este envase, que me gusta costumbres hembras, pero que sabe que el tiempo se termina, que solo existe, hoy. Con coloridas ropas, existencia simple, pocas cuestiones y necesidad complacida.
¡Soy esta! Integra Que sabe quién es, que anhela y hacia donde corre.
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Amor. En confianza
Alba. Tibio el aire me envuelve con tiempo.
Abrazo, tu recuerdo. en penumbras.
Hastío con intermedios de sonidos que provienen de tu voz.
Mutan las formas, TU FORMA. te alejas, me despido, te dejo ir.
Amor, amar.
Con esfuerzo de a poco, vuelvo a recorrer el sendero que me lleve a un encuentro con el alma que tanto anhelo.
Desplego alas para iluminar la confianza en los latidos que llevan hacia un destino breve pero seguro.
Comenzar otra vez.
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Segunda parte…
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A FELICITAS…
Cuando
te conocí,
descubrí que puedo amar, tener, efímera libertad, vuelo sempiterno, esencia en cristal rojo, armonía. Cuando te conocí, descubrí, que el corazón, tiene Fe. Dios, tu nacimiento, mi verdad, mi amor, hija, F.
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Primeras Lunas
Estar trepada en el cerezo de mis anhelos, en la casita de mis sueños, sin preocupaciones.
Duerme el sol, con risas guardadas, envueltas en aires de sierras.
¡Menear el tiempo y saltarlo, de la tarea del siguiente día, y avivar mi niñez, y entrar en burbujas!
En pequeñas lunas de tiempo empapados de primavera, van los recuerdos, enlazados de acurruco y rondas, con besos de buenas noches y abrazos de caramelo.
(Mis sierras, mi aire, Córdoba)
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Guadalupe. Sentirte
Tiemblan las pupilas en el frío del desierto.
Abatida, la tristeza, cabalga en futuro.
Sofía, María y Benicia llevan a puje la esperanza.
Cuatro mujeres, cuatro suspiros.
Abatida, la tristeza, cabalga en futuro.
Las manos en las riendas querien ser alas.
Estrella inmemorial en el horizonte jujeño.
Gauchos en salvación de almas.
Indios en ataque eterno.
Tres niñas, una mujer en viaje a pelo. ¡Valentía impresa en la nostalgia!
(Cruce de mi tatarabuela de Catamarca a Jujuy)
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Calor Jujeño. Legado
Me elevo al naranjo de la mañana.
Subo en el matiz de la lágrima. Me despierto en la nobleza de tus enseñanzas Y vuelan los azules de los cerros, crece la distancia, como penas en la mano.
Ruego a Dios volver a verte.
¡Ay cómo te extraño querida madre!
Me abraza el ciruelo de la infancia, y me besa la higuera oculta en la cicatriz, porque bailo en los mangos de la tarde. con el aroma del mate cocido y los panes de la merienda, para dormir, en el regazo de mi abuela.
(A mi abuela Herminia)
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En esencia. En herencia
Los aromas de la cocina en cielo táctil. Me atrapan, endulzan, abrazan.
Una cinta y tus manos blancas. y tu sonrisa y tus ojos.
La ternura de consuelo en la suavidad de los perfumes.
La calidez de las palabras en el cielo de tu mirada.
¡Ojalá en algún momento pueda contarte cuánto eh madurado!
(A mi abuela Dominga)
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Estela. Amor
Allí en las complicidades, te encuentro.
Allí en los consejos, te encuentro.
Saberes, experiencias/ tiempo en tus venas. hicieron de un aprendizaje,
un regalo a mi corazón, que viajó desde tu vida a la mía. Me enseñaste…
Vos allá, en ese cielo infinito,
y yo acá sabemos seguras, que no nos separara jamás.
(A mi tía TONA)
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En el fragmento. Esperanza
¡Quiero correr a verlos! Como viajan las nubes en los cerros grandes.
Y me desarmo en los auras. Y pinto tornasoles para amarlos. Y así, me hago color en sus caritas. Y me hago estirpe en la herencia materna. Y me hago suspiro en la contemplación que retengo cuando me despido. Y me hago sollozo en las pétalos de lianas. Y me hago emisión en las cañas de azúcar.
Porque los amo, como se ama la vida. Porque son míos.
(A mis sobrinos)
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Ellos. Nosotros
Los abrazo, incluyo, rodeo. En la línea del tiempo…
Los amo, siento, elevo.
¿Es posible comprender que en sus venas corre parte de mí?
Los enaltezco, acompaño
Y AMO…
(A mis sobrinos)
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“Si esta vida me enseñó algo es, a creer…” Saber que existe DIOS. Dar amor en cada acción y labor, porque cuando menos lo imaginamos la vida recompensa y es entonces, cuando el AMOR TOMA TU VIDA.
gloriamazza@38gmail.om 52
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