10 minute read

Dante y la Divina Comedia. II Parte

P A R T E II DANTE

y La Divina Comedia

POR CRISTINA SÁNCHEZ CORREA

Profesora de Estado en Castellano, U. de Chile Magister en Educación c/m en Informática Educativa, U. de Chile. Académica de la Universidad Central y de la Escuela de Investigaciones Policiales, PDI.

EL PURGATORIO

La llegada de Dante al Purgatorio es un hecho extraordinario, porque es la única persona viviente, después de Eneas y Cristo en atravesar el sueño de la muerte (Seco, Esperanza). Es una montaña de gran altura situada en una isla, en dirección diametralmente opuesta a Jerusalén, posee nueve mesetas o terrazas que Dante nombra como girones, con la cumbre truncada donde se encuentra el Edén, lugar paradisíaco que literariamente corresponde al tópico literario del locus amoenus; en su falda está el antepurgatorio donde se encuentra Catón –escritor romano símbolo del paganismo–, que oficia de custodio y que aconseja a Virgilio como debe conducir a Dante en esta ascensión. Los poetas van subiendo los círculos que representan cada uno de los pecados capitales desde el más grave al más leve, cada uno de ellos con un ángel custodio; esta ascensión se hace menos penosa a medida que se acercan a la cima donde se encuentra Beatriz, la amada de Dante. Es aquí donde Virgilio por su condición pagana debe separarse del poeta florentino y será Estacio, poeta latino, quien conducirá a Dante a la verde cima donde Matilda, anticipación de la figura de Beatriz, lo relevará en esta conducción.

EL PARAÍSO

Es un mundo inmaterial etéreo dividido en nueve cielos y la ciudad de Dios. Cada uno de los cielos se corresponde con un planeta del sistema solar: la luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno. El octavo son las estrellas fijas y el noveno el Empíreo o Cielo Quieto. En este Paraíso todo pecado desaparece y las sombras felices viven en comunión espiritual con el amor. Beatriz lleva a Dante hasta el Empíreo, espacio inmóvil donde contemplará la Rosa Mística formada por Dios y sus elegidos. La voluntad de Dios da la paz y es el término de todos los deseos humanos. Las referencias a las esferas, al primer motor revelan el conocimiento astrológico de este poeta, sobre todo de cosmología aristotélica y así lo han constatado con sus frecuentes referencias al Cosmos tal como este se entendía de acuerdo al conocimiento de su época. También se torna interesante que cada una

LA PLAYA DE LOS VIOLENTOS CONTRA DIOS Y NATURALEZA. DORÉ

de sus cánticas termina con la palabra estrella.

Es una deliciosa tarea tratar sobre esta obra, pero no menos fatigosa debido a su gran complejidad desde distintos ámbitos: desde lo lingüístico, lo poético, desde sus diversas adaptaciones realizadas por los traductores como por los diferentes niveles de lectura que presenta. Esta obra posee cuatro niveles de lectura: literal, moral, alegórico y el anagógico1 . Daniela Wirth dice de su sentido alegórico: “Es el más profundo y complejo de los anteriores, se refiere a un conocimiento que no puede ser adquirido sino por la experiencia, y que solamente puede ser transmitido a través de un lenguaje polisémico y simbólico, que permita al espíritu vislumbrar aquello que la mente es incapaz de comprender”.

Jorge Luis Borges decía que el hijo de Dante afirmaba que su padre se había propuesto mostrar el mundo de los pecadores bajo la imagen del Infierno, la vida de los penitentes bajo la imagen

1 Sentido místico de la Sagrada

Escritura, encaminado a dar idea de la bienaventuranza eterna/ Elevación y enajenamiento del alma en la contemplación de las cosas divinas. del Purgatorio y la vida de los justos bajo la imagen del Cielo. Esta multiplicidad de lecturas contribuye a la riqueza de significados y es una característica propia del medioevo.

Sobre los simbolismos presentes en esta obra, podemos mencionar el del número tres: se divide en tres partes, cada una de ellas consta de 33 cantos (múltiplo de tres) y está escrita en tercetos: estrofa de tres versos endecasílabos, es decir de once sílabas, en total cada estrofa tiene 33 sílabas. El Infierno, el Purgatorio y el Paraíso se dividen a su vez en nueve círculos –nueve es múltiplo de tres–, pero a los 33 cantos hay que sumarles uno que es el de la introducción: nos da cien, número interesante y sagrado ya que es diez veces diez.

Dante, Virgilio y Beatriz es la triada que mueve este mundo, se considera al poeta florentino como el hombre o la Humanidad, a Virgilio como la Razón y a Beatriz como la Fe. Se evidencia una analogía con la Santísima Trinidad que aparece en su forma negativa en las tres cabezas que presenta Lucifer. El aspiraba a ser Dios, pero ahora solo es una monstruosa parodia del opuesto a la Trinidad. Si las características divinas

son la divina potestad, la suma sabiduría y el primer amor (Inf. III, vv. 5-6), aquellas de Satanás serían, entonces, por contraste: impotencia, ignorancia y odio. Cada una de estas tres cabezas tiene tres colores diferentes que algunos estudiosos interpretan como una antítesis de las tres virtudes teologales que son la Fe, la Esperanza y la Caridad: blanco, rojo y verde. Sus alas tenían tres pares de copias que son características de los ángeles serafines2, clase de ángeles a la que pertenecía Lucifer. Los vientos que congelaban el lago Cocito eran tres y se originaban con el batir de estas alas. Cerbero era un perro tricéfalo y, así, se puede seguir encontrando este número en relación con numerosos pasajes de la obra. Otro aspecto interesante es el viaje, motivo antiguo dentro de la literatura universal y el devenir del ser humano, como por ejemplo: Éxodo de Moisés hacia la Tierra Prometida, Odiseo en su regreso a Ítaca, don Quijote de la Mancha en su misión caballeresca, los viajes de Gulliver y muchos más. Hay diferentes tipos de viajes, uno de ellos es el descenso al Infierno. Georges Minois (1994) dice que el Infierno no tiene partida de nacimiento, con esto alude a que sus orígenes se pierden en el tiempo. En la religión judeocristiana se asocia a las faltas morales que deben recibir un castigo impuesto por poderes sobrehumanos o como resultado de un poder vengador, todo esto es producto de nociones más elaboradas de este concepto en el ámbito moral y en la creencia de la supervivencia del alma. Por su temor al más allá, el ser humano instintivamente piensa más en el infierno que en el Paraíso y, por lo menos, literariamente pueden visitarlo. Minois lo describe como una especie de sueño donde desaparece todo aquello que es amable para uno, poblado de sombras y sin alegrías. ¿Quiénes descendieron a los Infiernos? Gilgamesh, Orfeo, Ovidio, Eneas, Hércules, Ulises, Jesús, don Quijote y, por supuesto, Dante y Virgilio. Este viaje deviene de la concepción platónica de la vida humana, lo que implica una descripción detallada tanto del infierno como la de los seres que habitan en él. En esta primera Cántica hay una mezcla de paganos, cristianos, héroes legendarios y de personajes históricos contemporáneos y coetáneos de Dante. Pero hay que considerar que son los pecados los que Dante introduce ahí, las personas se citan a modo de ejemplo. Llama la atención que Dante se erige en un juez implacable con algunos, en

2 Los serafines son una clase de ángeles. Esta palabra,

“seraph” significa “seres ardientes”, se supone que es en alusión a su amor ardiente. Son descritos con alas, rostros y pies, lo que es un antropomorfismo, y son criaturas poderosas que hacen la voluntad de Dios. Isaías 6:2, 6: “2

Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. 6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas” (Edición Reina Valera: 60). cambio con otros muestra compasión hasta el punto que no puede observarlos sin que las lágrimas rueden por su rostro, tal como cuando contempla a Francesca y Paolo de Remini3: los amantes desdichados.

Existen personajes que se supondría no deberían estar y que se encuentran allí, como Mahoma que permanece en el círculo de la discordia. Y a propósito de esto, no podemos dejar de mencionar que Gherush92, una organización internacional de investigadores y profesionales que cumple funciones especiales de consultoría en la ONU para cuestiones de derechos humanos y educación para el desarrollo, recomienda que la Divina Comedia de Dante Alighieri sea excluida

3 Noble italiana, hija de Guido da Polenta, gobernante de

Rávena (1275–1290) y nació probablemente en aquella ciudad. Contrajo matrimonio en 1275 con Gianciotto

Malatesta de Rímini fundamentalmente porque esta unión era importante por razones políticas para su padre. Francesca se sintió atraída por el hermano menor de Gianciotto, Paolo, de quien se hizo amante. Cuando su marido descubrió la relación que ambos mantenían, asesinó a la pareja.

de la enseñanza escolar por antisemita, antislámica y homófoba. Añade además que no ejerce ninguna clase de censura (Savater, 2012). Curioso, porque Umberto Eco no deja de señalar que Miguel Asin Palacios en su obra Escatología musulmana en la Divina Comedia dedica cientos de páginas a documentar las asombrosas semejanzas entre el alegórico ascenso de Dante del Infierno al Paraíso y las travesías descritas por variados textos dentro de la tradición islámica, especialmente las varias versiones del viaje nocturno del profeta Mahoma al infierno y su ascenso al paraíso. Polémico y delirante fueron, por lo menos, los adjetivos que le dedicaron a Asin Palacios, adjetivos de los que tampoco se libró René Guenon en sus interpretaciones sobre esta obra.

En el recorrido por el Purgatorio se encuentran los que han sido víctimas de los siete pecados capitales, y que, a través del arrepentimiento, reflexión y redención de estos, las almas que allí deambulan tristemente, pero sin perder la esperanza, pueden aspirar a elevarse. Esta forma de presentar el Purgatorio la Iglesia jamás la aceptó. El autor de la Divina Comedia asigna a este lugar la función de purgar los siete pecados capitales, idea que no está presente entre los teólogos, quienes hablan de que el purgatorio es para enmendarse de los pecados veniales, que Dante apenas menciona.

La búsqueda de la verdad puede vislumbrarse en la llegada de Dante al Paraíso y específicamente al Empíreo. Beatriz ya no está a su lado, pero no está ausente de su pensamiento y alma. Beatriz, la amada, es la que le permite acceder a la gran Luz. Como se aprecia a través de estos viajes, demasiados son los vicios que han asolado a la humanidad desde el principio de los tiempos y bajo los que han sucumbido espíritus nobles y esclarecidos, ergo, es la verdad la que nos hará libres.

REFLEXIONES FINALES

La Divina Comedia reviste una importancia fundamental en la cultura occidental, presente en el arte a través de las pinturas de Sandro Boticelli y Miguel Ángel Buonarotti o en excelentes ilustraciones de Gustav Doré. Algunos fragmentos de esta obra fueron musicalizados por el compositor italiano Antonio Rossini y el músico Robert Schumann, el húngaro Franz Litz4 se inspiró en ella para componer un poema sinfónico. En literatura, se dice que El Paraíso Perdido de Milton “complementa el imaginario teológico que Dante legó al mundo a través de su Divina Comedia”. Actualmente, esta obra se editó en versión manga como una forma de acercarla a nuevos lectores. Ha pasado a nuestro lenguaje como un adjetivo: dantesco, que puede acuñar significados tales como ‘grandioso’, ‘terrible’, ’espeluznante’, infernal’.

Su riqueza expresiva y simbólica la confirma como una obra iniciática; ya lo sostuvo Dante al reafirmar el sentido analógico de ella. Su lectura nos enfrenta a una magnífica creación del espíritu humano.

4 Escrita en estilo romántico, representa el viaje de Dante a través del infierno y del purgatorio. La obra carece significativamente de un tercer movimiento “Paraíso”. Esto es debido a que Richard Wagner convenció a Liszt de que tal lugar estaba fuera del alcance de las habilidades humanas de cualquier compositor.

This article is from: