El Grito del Sur Nº82 Agosto 2021 - "Okupas" de la vida real

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Periódico barrial

Constitución, Monserrat, San Cristobal, San Telmo, Parque Patricios y Barracas

Distribución gratuita 3.000 ejemplares mensuales Agosto 2021 ISSN 2451-7178

Año - 08

Número 82

Foto: Fotografías Emergentes

“Okupas” de la vida real

Las estadísticas oficiales invisibilizan a quienes padecen de forma más urgente el problema habitacional en territorio porteño. Sin embargo, solo entre enero y junio de este año se produjeron al menos 170 desalojos, un promedio de uno por día. Pág. 6

Libertarios rumbo a las urnas

La Memoria en pandemia

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02 · Sumario / Editorial

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Lanzan un “Observatorio de las Violencias” hacia las personas en situación de calle ,

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¿Qué dicen las proyecciones sobre intención de voto en la Ciudad? ,

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Libertarios rumbo a las urnas ,

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“Queremos un gobierno que se parezca cada vez más a su pueblo”

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La Memoria en pandemia

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Ni princesas ni superhéroes: voces de tres ilustradoras feministas ,

Problemática habitacional y desalojos en la Ciudad

Editorial

La foto del Presidente en Olivos y la sociedad transgresora La credibilidad se construye sobre la pandemia. tarias adoptadas por las autoridades queda en «offside» por cuestiones que las propias palabras y actos. Sin embargo, el Gobierno está haciendo todo lo posible para dilapidar esa confianza -entre sus propios votantes y ajenos- a partir de hechos que delatan lo impensado tiempo atrás: «haz lo que yo digo pero no lo que yo hago». Las visitas a la Quinta de Olivos durante la cuarentena más estricta no se limitaron a cuestiones laborales, sino que incluyeron reuniones sociales que rompían el distanciamiento social exigido al resto de la sociedad para frenar el avance de

Así lo reconoció Santiago Cafiero, tras conocerse una foto del festejo de cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yañez, en la residencia presidencial el 14 de julio del año pasado. «Hubo un evento social que no debió haber ocurrido», admitió el Jefe de Gabinete. El impacto de la noticia tiene fuertes repercusiones políticas y habla de una sociedad transgresora en la cual están involucradas también las más altas autoridades del país. La violación de las medidas sani-

competentes reviste mayor gravedad cuando el protagonista es el propio Presidente de la República. Allá por julio de 2020, Alberto Fernández señalaba que «vamos a pedirles a todos que vuelvan a aislarse en sus casas y sólo salgan para buscar provisiones que hacen falta para la vida cotidiana». Sin embargo, la foto de celebración del cumpleaños de Yañez da cuenta que esta exigencia no incluyó al entorno presidencial. No es la primera vez que el Gobierno

atañen a la ética política. En febrero de este año, el periodista Horacio Verbitsky reveló que por su amistad con el entonces ministro de Salud Ginés González García -quien luego dio un paso al costado- había sido vacunado por personal del Hospital Posadas. La lista de beneficiados por la «vacunación VIP» incluyó al menos a unas 70 personas inmunizadas con la Sputnik V.

El Grito del Sur- Fundado el 23 de sepiembre de 2012 en el natalicio de Mariano Moreno - Registro ISSN 2451-7178 - Director Propietario: Yair Cybel - Tirada 3.000 ejemplares - Registro de la Propiedad Intelectual 5295866 Agosto 2021 - Número 82 - Domicilio legal: Camarones 1549 CABA - contacto: elgritodelsur@gmail.com Impreso en Editora del Plata S.R.L. - España 221, CP 2820 (Gualeguaychú, Entre Ríos) Registro de Medios Vecinales CABA - Se autoriza la reproducción del material publicado, citando la fuente.


Situación de calle / Violencia institucional · 03

Una nueva perspectiva en Derechos Humanos

Lanzan un “Observatorio de las Violencias” hacia las personas en situación de calle Cada vez surgen más registros de violencias hacia las personas en situación de calle, muchas veces a cargo de los gobiernos. Con la intención de visibilizar la situación, organizaciones sociales lanzan un nuevo observatorio. Texto: El Grito del Sur

L

as violencias hacia las personas en situación de calle vienen siendo una constante en la Ciudad de Buenos Aires. Abarcan desde operativos del Ministerio de Espacio Público porteño coordinados con la Policía de la Ciudad hasta hechos cada vez menos aislados y con mayor ensañamiento, como el femicidio de una mujer que dormía bajo la autopista 25 de Mayo, en Constitución, el año pasado. Las organizaciones populares que asisten a ese sector de la población se dieron la tarea de sistematizar algunas de esas situaciones, de las que son testigos, además de los relatos de la propia gente en calle, para dar cuenta de un crecimiento preocupante de casos, no sólo en la Ciudad, sino en los principales centros urbanos de todo el país. Con esa premisa, lanzarán la tercera semana de agosto el «Observatorio de las Violencias», a través del cual buscan visibilizar «la estigmatización y las violencias» que se producen «a diario», para generar una nueva perspectiva -y un nuevo sujetoen materia de derechos humanos. «En la Ciudad, por ejemplo, la ley de Derechos de las Personas en Situa-

ción de Calle, de 2012, obliga al Gobierno porteño a promover políticas para erradicar las violencias hacia las personas en situación de calle. Sin embargo, el Estado porteño no solo incumple esa ley, sino que ejerce parte de esas violencias», dijeron a El Grito del Sur desde la Asamblea de Personas en Situación de Calle, que impulsa la iniciativa. Los datos más preocupantes sobre la situación surgieron en los dos Censos Populares realizados por las organizaciones, en 2017 y 2019. Durante aquel primer relevamiento, el 70 por ciento de las personas encuestadas declaró haber sido víctima de violencia institucional y de otras formas de violencia. Dos años después, el 56 por ciento denunció haber sufrido violencia institucional «por parte de las fuerzas de seguridad y/o funcionarios del Estado». En 2019, las organizaciones contaron 7251 personas en la calle, siete veces más que las que detectó la Ciudad este año. Varias de esas situaciones de violencia institucional se recrudecieron poco antes de que el Gobierno porteño realizara este año su censo oficial de personas en calle. “Entristece e indigna escuchar a nuestrxs compañerxs que

nos cuenten que pasó Espacio Público, que nos relaten que ‘se llevaron el colchón‘, ‘me tiraron mis cosas’ y que cada día nos pidan a las organizaciones ropa de abrigo, frazadas, colchones, zapatillas”, denunció la Asamblea pocos días antes del relevamiento. El objetivo del nuevo Observatorio, que cuenta con el apoyo de la Secretaría de Derechos Humanos de Nación, «es reunir evidencia y sistematizarla de manera colectiva, con el fin de exigir la implementación de políticas públicas que efectivamente protejan los derechos de las personas en situación de calle», afirmaron. “El Observatorio surge de la necesi-

dad de contar con un registro propio, no sólo desde lo catártico, sino al servicio de la denuncia y la visibilización de los ataques que sufren las personas en situación de calle, desde lo más cotidiano como la desatención en salud hasta la violencia física, que no sólo surge del fascismo aislado, sino que también es violencia institucional”, explicó a este medio Jorgelina Di Iorio, referente de la Asamblea e investigadora del Conicet en ocasión del homenaje que se realizó a un año del femicidio de Verónica. “Se trata de transformar ese dolor que nos generan muertes como la de Verónica en organización colectiva”, agregó.


04 · Elecciones 2021 / Política

Entre la campaña electoral y la batalla de ideas

Libertarios rumbo a las urnas En lo que puede ser el año de despegue para Milei y Espert en la arena electoral, dos especialistas analizan las utopías libertarias de derecha y las características de su electorado conformado por una gran cantidad de jóvenes.

Texto: Sebastián Furlong

E n las elecciones presidenciales de 2019, una parte del éxito del Frente

de Todos en las urnas se construyó a partir de la captura del voto joven, en un contexto en el que les millenials y les votantes de la «generación Z» fueron uno de los grupos demográficos más afectados por el crecimiento de la pobreza y el desempleo en la Argentina de Mauricio Macri. Casi en paralelo con la asunción del nuevo gobierno llegó la pandemia y con ésta un progresivo agotamiento de les jóvenes respecto a las medidas de aislamiento social. En ese marco, sectores opositores al Gobierno buscaron capitalizar el descontento y salieron a las calles desde mayo del año pasado para agitar el fin de la cuarentena, minimizar los efectos del coronavirus en la salud pública y reclamar «libertad». Tras un año y medio de gestión de Alberto Fernández, el Gobierno corre el riesgo de padecer la actitud esquiva de los sub-29 y dejar de ser la fuerza política más votada entre les jóvenes. Sus principales amenazas no son por el momento Juntos por el Cambio ni tampoco el Frente de Izquierda, sino los libertarios que vienen incrementando su adhesión en este segmento desde 2019 hasta la actualidad. Ya en dicho año, el candidato presidencial José Luis Espert se jactaba de tener una base de jóvenes en sus filas y organizaba una «hackaton por la libertad» con el objetivo de viralizar sus contenidos en las redes sociales. Lo cierto es que 2021 puede ser el año de despegue y consolidación para los libertarios. A la oferta de Espert en la Provincia de Buenos Aires, se sumó la postulación de Javier Milei como precandidato a diputado nacional por la Ciudad. El mediático economista de pelo largo lanzó su campaña en el barrio de Palermo y sorprendió la presencia de miles de jóvenes que arengaron sus polémicas consignas: desde «sacar a los políticos con patadas en el culo» hasta «quemar el Banco Central». ENTRE LA CAMPAÑA ELECTORAL Y LA BATALLA DE IDEAS En su reciente libro «¿La rebeldía se volvió de derecha»?, el historiador Pablo Stefanoni analiza los puentes entre libertarios y extrema derecha a partir de un «esfuerzo de captar la novedad y la potencia de este libertarismo contemporáneo para presentarse ¨rebelde¨ frente al statu quo, lo que el progresismo muchas veces ya no logra, y construir una narrativa, aunque a menudo rocambolesca, acerca del mundo actual». ¿Existe una verdadera acogida para el

tipo de propuestas enarboladas por Milei y Espert? «Ese electorado se está conformando de dos maneras distintas: una tiene que ver con jóvenes que se incorporan a la política desde ese lado y esa es una novedad importante. No es toda gente que se desgajó a Cambiemos, sino que hay muchos jóvenes que votarán por primera vez o que incluso no habían votado por derecha pero ahora se sienten más cerca de esas opciones. Otra parte del electorado tiene que ver con gente que venía de diferentes recorridos de derecha y hoy ven en la opción llamada libertaria una alternativa frente a algo que significó un desencanto para ellos, el gobierno de Cambiemos. Finalmente aparecen votantes fluctuantes: gente que vota esperando cambios y que a lo mejor en algún momento votó al kirchnerismo o Alberto Fernández. Es un votante bastante heterogéneo», define en diálogo con El Grito del Sur Sergio Morresi, doctor en Ciencia Política por la Universidad de San Pablo y autor del libro «La nueva derecha argentina y la democracia sin política». El fenómeno libertario está avalado por un cúmulo de pensamientos denominados minarquistas o anarcocapitalistas. Además de cultivar ideas ultra-conservadoras en materia de género, personajes como Agustín Laje y Nicolás Márquez creen que debe haber una participación mínima del Estado hasta el punto de promover directamente su abolición. Un dato no menor de cara a estas elecciones par-

lamentarias es que Laje llamó a votar por Javier Milei en la Ciudad y por Juan José Gómez Centurión en la Provincia. De acuerdo con Ezequiel Saferstein, licenciado en Sociología y doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires, este pronunciamiento público reviste una novedad. «Hoy vemos la conjunción de discursos de apertura del mercado con manifestaciones nacionalistas reaccionarias, lo cual ya se había dado previamente con los golpes de Estado en Argentina pero que no se había presentado con tanta claridad desde la crisis de 2001. La alianza actual entre Javier Milei y Juan José Gómez Centurión muestra que dicha convivencia no es tan problemática”, plantea el investigador en diálogo con este medio. En la actualidad, las utopías libertarias de derecha están reforzadas por un cierto estancamiento en los progresismos argentinos (y latinoamericanos) para prometer y concretar futuros más igualitarios. Morresi señala que «los progresismos parecen muy atados al pasado y en ese sentido parecen muy poco progresistas. Hay más bien una defensa conservadora de lo adquirido y, al no aceptar el statu quo, la rebeldía se vuelve de derecha como dice el título del libro de Pablo Stefanoni. Otra novedad a nivel local es que las calles, las plazas y los espacios públicos están siendo ocupados por estas expresiones de derecha». «Lo que venimos viendo desde 2019 hacia acá es cierto cortejo para que

sectores que alguna vez integraron Cambiemos ingresen a la coalición oficial, como es el caso de López Murphy. En cuanto al discurso más radicalizado por fuera de la alianza Cambiemos, está por verse si tendrán una representación parlamentaria que va a disolverse dentro de una gran coalición de centro-derecha como Juntos por el Cambio o si tendrán peso propio dentro de dos años», agrega el doctor en Ciencia Política. “Más allá de la cantidad de votos que saquen, lo notorio es que personajes como Milei logran ampliar el universo de lo decible y marcar cierta agenda. Quizás no tanto en el mainstream, pero sí en las redes sociales. En la Argentina sigue predominando la polarización, pero a nivel mundial se están viendo estas expresiones antisistema porque la pandemia habilitó un poco eso. Hoy la izquierda está siendo vista como parte del statu quo y las expresiones rupturistas provienen desde la derecha”, concluye Saferstein.


Economía popular / UTEP · 05

Marcha de San Cayetano

“Queremos un gobierno que se parezca cada vez más a su pueblo” Unas 300 mil personas volvieron a peregrinar a Plaza de Mayo en el día de San Cayetano. Las organizaciones sociales ratificaron su poder de movilización, apoyaron el rumbo del Gobierno y reclamaron la implementación del "Salario Único Universal". Texto: Julieta Bugacoff Foto: Facundo Nívolo

N

– o sé si San Cayetano es real. Lo cierto es que en medio de una pandemia, es la única figura que nos promete acceder a un laburo digno. Me movilizo porque quiero un futuro digno, con obra social y jubilación como cualquier otra trabajadora. La que habla es Natalia. Tiene 32 años y forma parte de la rama cartonera del Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE). Su testimonio deja entrever que -más allá de la carga religiosa- el Día de San Cayetano posee un fuerte significado político. El sábado 7 de agosto, las organizaciones sociales y políticas que forman parte de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) marcharon desde la Iglesia de San Cayetano, ubicada en el barrio de Liniers, hasta Plaza de Mayo. Si bien no hay cifras exactas, se habla de que participaron más de 300.000 personas. En esta ocasión, la consigna principal fue “Tierra, techo, trabajo y salario universal”. El vínculo del Santo con la política existe desde hace varias décadas. La figura de San Cayetano se volvió popular a principios de los ‘80. El 7 de noviembre de 1981, 20.000 personas se acercaron al santuario a pedir Paz, Pan y Trabajo. El evento había sido convocado por Saúl Ubaldini -Secretario General de la CGT- y fue la primera manifestación masiva en contra de la dictadura militar. En 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri, los movimientos sociales aprovecharon la fecha para anunciar la fundación de la UTEP. En ese contexto, el foco de los reclamos estuvieron puestos en el hambre y los altos niveles de desocupación. A las 7 de la mañana, las calles cercanas a la estación de tren de Liniers estaban repletas de gente. La mayoría de las personas concurrieron con vestimenta de trabajo. Si se tuviese la posibilidad de observar la escena desde un dron, lo más probable sería que la postal se viera como un océano de cascos amarillos, uniformes marrones y canastos. Era frecuente ver mujeres acompañadas por sus hijxs. Cada tanto, alguna se apartaba de la columna para amamantar o cambiar un pañal. Es difícil hacer una síntesis del componente etario: había jóvenes que recién salían del secundario, ancianos y muchísimas familias. De lo que no caben dudas es de que la mayoría de ellxs pertenecían al pueblo trabajador. En “Las formas elementales de la vida religiosa”, Emile Durkheim afirma que la principal característica de los fenómenos religiosos es la capacidad de generar una visión dual del universo

conocido a partir de la división entre lo sagrado y lo profano. Siguiendo esta lógica, podemos afirmar que para aquellxs que se movilizaron el sábado, los derechos laborales ocupan el lugar de lo sagrado, mientras que la injusticia social es profana. –A las travestis nos cuesta participar en espacios religiosos. Muchas la pasamos muy mal y lo espiritual es un punto de amparo. En las iglesias nos rechazan por nuestra identidad de género, y para cierto feminismo, es difícil aceptar la fe como una posibilidad. Llegué a la conclusión de que no me importaba lo que dijera el resto. Creo en San Cayetano, y si hoy tengo trabajo es gracias a él. Izabella llegó a Liniers a las cuatro de la mañana. Es militante del colectivo travesti-trans y participa en varios espacios del Movimiento Evita. Hace cuatro años, la mujer de 35 años estaba desempleada y acudió al santuario de Liniers acompañada por su mamá. Dos semanas después, la convocaron para trabajar de recepcionista en un consultorio médico. Ese mismo momento, decidió que jamás iba a faltar al Día de San Cayetano. Las historias de los concurrentes varían, pero todas se vinculan al mundo del trabajo. Algunxs hablan de la necesidad de acceder a mejores condiciones, mientras que otrxs rezan por el fin del desempleo. No está de más mencionar que, según un estudio realizado por UNICEF, en 2020, el 38% de los hogares en Argentina atravesó por

situaciones de inestabilidad laboral. El porcentaje asciende al 44% en el caso de las mujeres. Daniel Menéndez, coordinador de Somos-Barrios de Pie, hoy integrado al Movimiento Evita, explicó que para las organizaciones populares hacer una marcha en el Día de San Cayetano es una forma de expresar que el trabajo es el horizonte y el anhelo para un futuro más justo. Además agregó: “Movilizarse luego de un año y medio de pandemia es una forma de desahogo. Podemos hacerlo gracias a las enormes campañas de vacunación, y también es una forma de recordar a los militantes que le pusieron el cuerpo a la pandemia en los momentos más riesgosos. A ellos los sentimos como parte de la lucha histórica de nuestro pueblo». Al mediodía, muchas de las columnas aún no habían llegado a Plaza de Mayo, pero de cualquier manera, la zona se encontraba colmada de gente. El humo de los choripanes se filtraba entre las banderas de las distintas organizaciones políticas. De fondo, se escuchaban bombos y trompetas. Nahuel atravesó el Obelisco a upa de su mamá. Cuando vio la fuente de agua sobre la 9 de Julio, el nene de cuatro años no vaciló y se desprendió de los brazos de Marcela. A los pocos minutos, ya tenía la cabeza empapada y había sumergido una gran parte del cuerpo. Mientras tanto, otros chicxs -y unos pocos adultxs- hacían lo mismo. Para los sectores vinculados al peronismo, el gesto de los pies metidos en las

fuentes del centro porteño tiene una connotación especial. La imagen habla de la forma en que los sectores populares colmaron los espacios urbanos que, hasta ese momento, se encontraban monopolizados por la burguesía urbana. Sería un error histórico comparar el 17 de octubre de 1945 y la movilización del sábado. Aún así, hay simbologías que sobreviven al paso del tiempo e incomodan a las clases acomodadas de la misma manera. El acto de cierre comenzó a las tres de la tarde. Se leyó un documento consensuado, y se le dio la palabra a varios oradores. Dina Sánchez, vocera nacional de Frente Popular Darío Santillán, expresó: “Aquí estamos ni más ni menos quienes fuimos excluidos y descartados del sistema. Pero ahora tenemos un sindicato para conquistar nuestros derechos”. Luego agregó: “Hay muchos que no entienden quiénes somos, y nos tratan de vagos o planeros, a ellos les decimos que somos quienes sostenemos las tareas esenciales y fundamentales en un contexto de pandemia”. Por último, Esteban Castro, secretario general de la UTEP, remarcó: “Queremos un gobierno que se parezca cada vez más a su pueblo». Además, destacó que el próximo paso es la discusión sobre el salario básico universal: “El nivel de pobreza tras cuatro años de macrismo y dos de pandemia hace que no podamos esperar más”.


06 · Ciudad de la furia / Inmobiliaria Pro

Invisibilización y falta de estadísticas oficiales

Problemática habitaciona

La serie del momento sigue denunciando la precaria situación habitacional en la Ciudad: se produce un desalojo por día. El Estado carece de estadísticas que describan la profundidad de la problemática y permitan elaborar políticas públicas. Organismos anuncian una "crisis de desalojos" por venir.

Texto: Matías Ferrari Foto: Fotografías Emergentes

E

“ n mi carácter de oficial de justicia me constituyo a efectos de intimar a los ocupantes para que procedan a desalojar el inmueble por su propia voluntad. Caso contrario, se procederá

al uso de la fuerza pública”. La escena inaugural de Okupas, en su reestreno veinte años después, no perdió vigencia. Sigue describiendo una situación que sufren de forma cotidiana los sectores populares -y también la clase media- en la Ciudad de Buenos Aires, y que la mayoría de las veces se da a plena luz del día. Solo entre enero y junio

de este año, se produjeron al menos 170 desalojos en territorio porteño, un promedio de uno por día. Ese número, estimativo, es el que manejan en el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, pero describe apenas una porción del fenómeno: la cartera que conduce María Migliore sólo interviene a pedido de la Justicia en desalojos numerosos, que implican algún tipo de movilización de la ayuda social cuando varias familias quedan en la calle. Sobre el resto (todo el universo de pequeños desahucios dentro del marco legal, y todos aquellos que se producen por fuera de la ley) la información es escasa o nula: las estadísticas oficiales invisibilizan a quienes padecen de forma más urgente el problema habitacional en territorio porteño. Desde el Consejo Asesor del Plan Nacional de Suelo Urbano, que depende

del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de Nación, vienen haciendo un gran esfuerzo para esquivar las trabas burocráticas a la hora de generar estadísticas confiables sobre desalojos, una tarea que consideran “extremadamente compleja”. Hasta ahora, sólo la Cámara Civil y Comercial de la Nación se tomó el trabajo de aportar al Ejecutivo alguna información que pueda dar cuenta de la profundidad de la problemática: entre enero y abril de este año, se iniciaron 357 causas de desalojo, un promedio de más de cuatro por día. Pero la Cámara no lleva registro, al menos hasta ahora, de cuántos se llegaron a concretar. No obstante, al menos sirven para dar cuenta de un fenómeno reciente. Según esos mismos datos de la Cámara Civil, hubo un marcado descenso de los causas de desalojo iniciadas, que coincide temporalmente con la pan-


Ciudad de la furia / Inmobiliaria Pro · 07

al y desalojos en la Ciudad demia, la cuarentena y los meses en que tuvo vigencia el DNU presidencial que los prohibió. La serie anual marca que en 2020 hubo un total de 1467 causas abiertas, un promedio de cuatro por día, similar al de este año. Es un número alto, pero bastante menor que en 2019, año en que se acumularon 3297 causas, casi nueve por día, y aún menos que en 2018, en que se contaron 3330. El problema está en que, pese a que bajaron los expedientes desde la pandemia, las causas estructurales que derivan en los desalojos están lejos de ser resueltas, por lo que se espera que se produzca un nuevo aluvión de demandas en estos meses y los que vienen. De hecho, hay cada vez más familias consultando por mediaciones y apoyo legal para afrontarlos, según contaron extraoficialmente ante la consulta de El Grito del Sur. De acuerdo con una encuesta que realizaron el CELS y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) para un informe sobre la problemática publicado en septiembre del año pasado, el 65% de los inquilinos del AMBA consultados había perdido ingresos, y el 80% había contraído deudas para costear “gastos cotidianos”. “Estamos en emergencia frente a un escenario inminente de multiplicación de desalojos”, concluye el informe, que además señala la “falta de precisión y de comprensión de la dimensión y urgencia del problema” que arrastra el Estado. Los datos que aporta la Cámara Civil, de todos modos, son parciales: apenas refieren a causas iniciadas por falta de pago, vencimiento de contrato de alquiler, ruptura de comodatos y otras yerbas del estilo. Sobre las expulsiones que dicta el Fuero Penal (que interviene en usurpaciones de hecho) no hay información: a ese sector de la Justicia no parece interesarle demasiado contar con estadísticas de tipo social. Lo mismo sucede con los desalojos que se dan en el marco de causas por sucesiones o quiebras. Nadie lleva la cuenta. “Está claro que hay una serie de inconsistencias en la información disponible que sólo permite una estimación de la dimensión del problema, que no para de crecer. Y que es realmente necesaria para que el Estado desarrolle una política de acceso al techo desde una perspectiva de derechos humanos, como la que se intenta llevar a cabo”, explicó a este medio Sebastián Tedeschi, abogado, docente y coordinador del Programa de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Defensoría General de la Nación. Esa carencia de números no sólo invisibiliza al sector de la población que padece más que ningún otro el problema habitacional, sino que dificulta la elaboración de políticas públicas. “La

Ciudad de Buenos Aires tiene desde hace quince años un único programa, que es el subsidio para personas en situación de calle, que reemplazó al viejo programa de derivación a hoteles. Es una mala política, porque no resuelve nada y las familias van de un hotel a otro como en un círculo vicioso, sin resolver su problema habitacional. Con los años, además, se endurecieron los requisitos y perdió su valor real”, explica Jorge Abasto, referente de la Coordinadora de Inquilinos de Buenos Aires (CIBA).

. . . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . Esa carencia de números no sólo invisibiliza al sector de la población que padece más que ningún otro el problema habitacional, sino que dificulta la elaboración de políticas públicas.

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A agosto de este año, la Ciudad paga 8.000 pesos a personas solas y hasta 13.000 si se trata de una familia numerosa para poder alquilar una pieza de hotel, cuyo valor llega a duplicar esos montos. Según el propio Ministerio de Hábitat porteño, lo cobran alrededor de diez mil beneficiarios y beneficiarias. UN PROBLEMA HISTÓRICO La Coordinadora de Inquilinos de Buenos Aires (CIBA) existe desde los primeros años de la vuelta de la democracia. Fue fundada con el nombre “Centro de inquilinos de Buenos Aires” y ya en los 90 tomó las siglas que mantiene hasta hoy. En esa época se sumó Jorge Abasto, que ya perdió la cuenta, dice, de cuántos desalojos le tocó asistir desde su organización. “Podemos ubicar tres grandes oleadas de desalojos en la Ciudad en la historia reciente. La primera es a fines de los años 90 y hasta el 2001, que curiosamente coincide con la serie que todos están viendo ahora. En esos años hubo centenares de desalojos sobre barrios que eran populares y pasaron a ser turísticos y de clase media alta, como Palermo y San Telmo, que estaban llenos de conventillos donde hoy hay cervecerías. También sucedió en el Abasto, con la llegada del Shopping. Podríamos decir que esa primera ola vino de la mano de la crisis de la convertibilidad, donde el mercado inmobiliario, totalmente desregulado, era una oportunidad de negocios en medio de la crisis social. Después hubo una segunda, por efecto de una burbuja inmobiliaria que generó el crecimiento económico del país en los años 2005, 2006, que fue terrible, llegó a haber

casi un desalojo grande, de cientos de familias, por semana. Y una tercera, ya más reciente, con Mauricio Macri como Jefe de Gobierno, y de la mano de la especulación y la construcción VIP, entre 2009 y 2012, también muy intensa”, describe Abasto. “Pero hoy la cosa está más tranquila. Podemos decir que en la Ciudad quedó una resaca de familias que pudieron resistir esas oleadas y el proceso de gentrificación, de expulsión de los sectores populares. Pero son los menos”, agrega. La Dirección de Estadísticas y Censos porteña confirma la descripción de Abasto, de acuerdo a los sucesivos informes sobre “Distribución porcentual de la población, los hogares y las viviendas por tipo de vivienda”. Mientras que al 2020, último dato disponible, solo el 0,8 por ciento de la población vive en inquilinatos y conventillos y el 1,4 en una pieza de hotel o pensión, en 2006, una década y media atrás, esos mismos índices daban un 3 y un 2,2 por ciento respectivamente. Una diferencia notoria. ¿A dónde fueron a parar esas familias después del desalojo? “Es un círculo vicioso, un reciclaje de situaciones”, explica Abasto. “Un porcentaje cobra un subsidio habitacional. Muchas veces, de acuerdo a la negociación política, cobran todos los meses juntos, en efectivo, en la mano. Con eso, no siempre, se puede volver a otro hotel y volver a alquilar una habitación, pero no es lo más común. La mayoría, en todos estos años, se da la estrategia de alquilar en las villas, que tienen menos requisitos y donde operan otro tipo de negociaciones. Luego hay un resto que se va a la provincia, al tercer cordón del conurbano, y finalmente otro pequeño grupo, muchas veces, queda en situación de calle”.

.. .. .. .. .. .. .. .. ............... “Podemos decir que en la Ciudad quedó una resaca de familias que pudieron resistir esas oleadas y el proceso de gentrificación, de expulsión de los sectores populares. Pero son los menos”

. .. .. .. .. .. .. .. ................ TRES CASOS EMBLEMÁTICOS -Hotel Santa Cruz: En Santa Cruz 140, Parque Patricios, unas 100 familias (foto) conviven hace por lo menos dos años con la amenaza de un desalojo inminente. El «Hotel», si se lo puede llamar así, es en verdad una fábrica abandonada que a fines de los 90 fue utilizada por las familias para tener un techo donde vivir. Un empresario ligado al negocio de los inquilinatos,

Leonardo Ratuschny, lo compró con la gente adentro y pelea el desalojo, sin éxito por ahora: las familias se organizaron y se mantienen firmes. «Empresarios como ese hay unos cuantos y en general son unos chantas ligados al negocio con la complicidad del Gobierno porteño. Hay otros nombres, además de Ratuschny, como Hugo Kleisner, que aparecen como denunciantes en buena parte de los juicios por desalojo que se abren en la Ciudad. Detrás de los desalojos siempre hay un negocio mayor: una oportunidad inmobiliaria o una venta», describe Abasto. -Hotel Zavalía: Se ubica en el corazón de Constitución, en Garay al 400, y viven allí más de 300 personas repartidas en 94 habitaciones, en condiciones deplorables. El hotel está clausurado por riesgo de derrumbe. Pero sigue siendo un hogar para cientos de trabajadores y trabajadoras informales. Fue uno de los primeros hoteles en que se confirmaron casos de Covid durante la primera ola. Pese a los intentos de la Asesoría Tutelar para que el Gobierno porteño implementara un protocolo sanitario en Hoteles Familiares -tal como lo hizo para las villas y asentamientos-, no hubo caso. Un informe de 2018 de la propia Asesoría Tutelar sobre las condiciones de 87 de estos hoteles, incluido el Zavalía, concluye que el 98 por ciento tiene baño y cocina compartidos por varios grupos familiares, y un 93 por ciento no tienen calefacción. -De la Villa 15 a la ONU: Un caso extraño si los hay. Un grupo de seis familias que habían sido desalojadas del «Elefante Blanco», donde hoy funciona el Ministerio de Desarrollo porteño, se organizaron para alquilar un inmueble en la zona. Tiempo después, el dueño apareció para pedirles desalojo, pero ellas no tenían dónde ir. Agotadas todas las instancias de la Justicia local y con la soga al cuello, consiguieron llevar el caso hasta el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, que les falló a favor. Más tarde, la Justicia local hizo caso al Comité y las familias se quedan donde están.


08 · Ciudad de la furia / Elecciones 2021

Encuestas CABA

¿Qué dicen las proyecciones sobre intención de voto en la Ciudad? Una pareja (Vidal vs. Santoro) pelea por la punta y una sorpresa se repite en el tercer puesto. El Grito del Sur analizó y comparó cinco encuestas para saber cuál será el escenario electoral en la Ciudad de Buenos Aires. Texto: Yair Cybel

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reer o reventar. Las encuestas electorales han dado probada cuenta de su falibilidad: son pocas las honrosas excepciones de estudios electorales que pueden predecir de alguna forma el comportamiento de los votantes. Sin embargo y a pesar de los cambios en la tecnología, siguen siendo una de las herramientas más utilizadas para tomar decisiones de campaña. A un mes de la realización de las PASO en la Ciudad, El Grito del Sur recopiló algunas de las principales estimaciones cuantitativas para analizar el escenario y estimar luego (ya con el diario del lunes) cuánto arrima el bochín cada una. Management&Fit realizó un estudio de 2.200 casos en todo el país durante la semana del 26 de julio al 2 de agosto. Los números en CABA traen algunas sopresas, entre ellas la estrecha diferencia que separa a Leandro Santoro de María Eugenia Vidal. El candidato del Frente de Todos alcanza los 27 puntos, mientras que la exgobernadora apenas llega a 29. Sin embargo, el recorte parcial de la foto no muestra la complejidad del cuadro: sumado a las otras dos líneas internas (14,2% López Murphy y 5,2% de Adolfo Rubinstein), Juntos por el Cambio se ubica en 47,5%, nuevamente cerca de alcanzar la mitad del electorado porteño. La gran novedad es la alta intención de voto de Javier Milei, quien se ubica en 9,2%, casi cuatro veces más que el Frente de Izquierda que acumula un 2,7%. Por su parte, CB Consultora Opinión Pública avizora una distancia mayor entre oficialismo y oposición en CABA: en su estudio de 925 casos realizado entre el 7 y el 9 de agosto, Juntos por el Cambio se posiciona con 48,3% de la intención de los votos (Vidal 34,5%, López Murphy 10,4% y Rubinstein 3,4%); mientras que el Frente de Todos alcanza un 22,5%. El tercer puesto se repite: Javier Milei aglutina el 7,6% de las voluntades, superando al 3% que cosecharían Myriam Bregman y el Frente de Izquierda. En cuanto a imagen, CB encuentra que Vidal suma un 58,8% de imagen positiva y 38,5% de negativa, mientras que su competidor más directo, el legislador de origen radical Leandro Santoro, tiene 33,4% de imagen positiva y 31,5% de negativa. Otro estudio cuantitativo fue realizado por el Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la UBA. En este trabajo se da una situación particular: sin proyección de indecisos, Leandro Santoro superaría a María Eugenia Vidal por 23,9% a 23,8%. Sin embargo, la diferencia sigue siendo amplia si se computan las otras vertientes macristas: López Murphy con 10,7% y Adolfo Rubinstein con 2,6%. Un 17,2% declara que aún no ha defi-

nido el voto y Milei reafirma su tercer puesto, aglutinando un 12% de los votos. Cuarta, pero mucho mejor que en otras mediciones, aparece la abogada trotskista Myriam Bregman con el 6,4% de las voluntades. La encuestadora Clivajes refrenda la tendencia: Juntos por el Cambio muy arriba, por encima del 40%, seguido por el Frente de Todos y con un Javier Milei instalado en el tercer escalafón. Los resultados del estudio muestran a Vidal casi cinco puntos por encima de su competidor más directo, con 34,3% para la exgobernadora y 29,4% para el legislador del Frente de Todos. La suma de las demás listas internas del macrismo le aportan un importante 8%: Ricardo López Murphy alcanza un 5,2% y Adolfo Rubinstein un 2,8%. Por último, el trabajo de Giacobbe & Asociados realizado entre el 27 y 29 de julio vuelve a confirmar que María Eugenia Vidal (33,5%) se impondría en primer lugar, seguida por Leandro Santoro (23,3%) del Frente de Todos. La encuesta también posiciona a López Murphy alrededor de los 10 puntos (11,1%) y a la fórmula del exsecretario de Salud, Adolfo Rubinstein, con 4,9%. Tercero y cómodo, el mediático ultraderechista Javier Milei, que acumula el 7,8% de la intención de voto. Al fondo de la tabla pelean las representaciones de la izquierda trotskista: Bregman con 4,7% y Luis Zamora que conserva su nicho duro de representación y acumula 2,7%. Los números varían, pero abonan a una lectura general. Por el lado del oficialismo, no caben dudas que la Ciudad seguirá siendo macrista. Vidal tendrá una interna interesante con un López Murphy fortalecido y una lista de Rubinstein que está lejos de ser testimonial. El Frente de Todos apostará por mejorar la performance de 2017, aunque aún está muy lejos de discutir

la hegemonía del PRO en la Ciudad de Buenos Aires. La sorpresa, sin lugar a dudas, será el economista Milei, que no solo terminará tercero sino que incluso puede capitalizar algunos de los votos

de la interna PRO en una segunda vuelta. La izquierda continúa en su margen habitual debajo del 5%, sin unidad y lejos de constituirse en tercera fuerza, el anhelo de los dirigentes del FIT.

DE LA COSTANERA A LAS URNAS El sábado 7 de agosto en Costa Salguero, a la vera del río, el Frente de Todos (FdT) presentó a sus precandidatos a diputados nacionales y legisladores porteños, cuyas listas encabezan Leandro Santoro y Gisela Marziotta y Alejandro Amor y Victoria Montenegro, respectivamente. La presentación estuvo acompañada por dirigentes, militantes y actuales parlamentarios de la fuerza política como Mariano Recalde, senador nacional y presidente del Partido Justicialista de la Ciudad de Buenos Aires. “Tenemos el desafío de salir a convencer a vecinos y vecinas de que no solamente voten una lista, sino que acompañen un sistema de valores que defiende los intereses de las grandes mayorías populares -convocó Santoro-. Volvamos a creer en la política, volvamos a creer en nosotros, volvamos a creer en la Argentina que queremos”. El primer precandidato a diputado nacional destacó que el FdT “nunca puso en tela de juicio el compromiso electoral del 10 de diciembre” de 2019 y, a pesar de la pandemia, se logró sancionar en el Congreso la modificación del impuesto a las ganancias – “un compromiso que había asumido

el macrismo” y no cumplió-; el aporte extraordinario a las grandes fortunas; se bajaron las tasas de interés y se implementó la Tarjeta Alimentar. “Y ya se empiezan a ver las primeras señales de recuperación”, agregó. “La vida que queremos es esencialmente el reconocimiento del otro, no es solamente la realización individual porque entendemos que la salida a la crisis y la realización de nuestros sueños se da de manera colectiva”, aseguró el precandidato a diputado. Gisela Marziotta, por su parte, señaló que la presentación de la lista de candidatos se realizó en Costa Salguero para demostrar “el compromiso que tenemos con este espacio, con los espacios verdes”. El FdT es la principal fuerza política que busca frenar la privatización del terreno a manos de Juntos por el Cambio para que se cree un parque público con salida al río. “Tenemos por delante una campaña extraordinaria, distinta, una campaña en pandemia y por eso también este aire libre, esta distancia a la que los militantes no estamos acostumbrados”, afirmó la precandidata.


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10 · Coronavirus / DDHH

El desafío de seguir existiendo

La Memoria en pandemia

Los Espacios para la Memoria cerraron sus puertas al inicio de la pandemia. Representantes de tres entidades cuentan cómo se organizaron frente al aislamiento y en qué condiciones se encuentran para retomar la presencialidad.

Texto: Ludmila Ferrer

A

l inicio de la pandemia, los Espacios para la Memoria se vieron obligados -al igual que todes- a cerrar sus puertas y quedarse en casa. Más de

un año y medio después, algunos sitios como la ex-ESMA pudieron reabrir, mientras que otros todavía no tienen las condiciones sanitarias ni edilicias para hacerlo. Representantes de tres ex Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio cuentan a El Gri-

to del Sur cómo lograron mantenerse activos durante el aislamiento y cómo encaran esta nueva realidad.

MUSEO SITIO DE LA MEMORIA ESMA “La pandemia nos puso el desafío de tener que pensar cómo seguíamos existiendo y con la incertidumbre, en ese momento, de no saber cuándo se volvía a abrir el espacio”, dice a este medio Alejandra Naftal, directora ejecutiva del Museo Sitio de la Memoria ESMA, y señala que los Espacios “fueron concebidos para que las personas tengan una vivencia física y atraviesen

con el cuerpo, que es algo irreemplazable”. Al igual que la mayoría de las instituciones, las actividades del Museo pasaron a la digitalidad. Naftal cuenta que, entre otras cosas, mantuvieron “las clásicas visitas de las 5”. “El último sábado de cada mes hicimos una recorrida en primera persona con sobrevivientes y familiares. Después fuimos tomando voces de otras personas, como académicos, científicos, gente joven. Descubrimos que, en lugar de tener el límite espacial de 200 personas, teníamos a 600 que nos veían de todas partes del mundo”, afirma la directora de la entidad. Ese crecimiento también se vio refle-


Coronavirus / DDHH · 11 jado en las redes sociales. Naftal asegura que tanto en las cuentas Facebook, Instagram y Twitter aumentaron los seguidores y que las charlas, una vez subidas al canal de YouTube del Museo, tenían “muchísimas reproducciones más con el correr del tiempo”. “Ahora estamos con una presencialidad cuidada. Tenemos un turnero en la página con un cupo de 15 personas por día que se cierra cuando llega al límite y se abre al día siguiente. Los sábados y domingos tenemos dos visitas. Lo que me impresiona es que se llena inmediatamente -celebra Naftal-. También habilitamos visitas especiales con clubes de fútbol o sindicatos que se contactan con nosotros y tenemos la agenda completa hasta fin de año. Son con todos los cuidados, cupos de 15 personas y se toma la fiebre al ingresar. Los espacios muy chicos, como Capuchita, no están habilitados”. Para la directora del Museo Sitio de la Memoria ESMA “nada reemplaza la presencialidad”, pero cree que “vamos hacia un modelo híbrido de funcionamiento”. “Lo positivo es que tenemos mucha más llegada con estas actividades. La pandemia nos abrió un panorama distinto de cómo trabajar la virtualidad”, reflexiona.

programa de terminalidad de educación primaria que se mantuvo de forma remota. “Tenemos varias personas que egresan este año”, cuenta Andino. La trabajadora del Espacio para la Memoria detalla que “una parte muy grande del público que se acercaba estaba vinculado a las escuelas de todos los niveles”. “Recibimos alumnos de mitad de la primaria, educación media, terciaria, universitaria, incluso con bachilleratos populares hemos hecho visitas nocturnas. Después teníamos las visitas nuestras a las escuelas. Esas dos patas muy fuertes fueron suspendidas”, lamenta. Con el regreso lento de la presencialidad, Andino asegura que, además de las condiciones sanitarias y edilicias, se debe garantizar un protocolo. “Para les trabajadores estatales tenemos uno, pero necesitamos los elementos para cumplirlo y uno diferenciado para invitades porque en Cevallos no podemos hacer recorridos con más de 3 o 4 personas. El espacio es muy pequeño”, concluye.

“Ahora estamos con una presencialidad cuidada. Tenemos un turnero en la página con un cupo de 15 personas por día que se cierra cuando llega al límite y se abre al día siguiente”. Alejandra Naftal - Museo Sitio de la Memoria ESMA

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..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VIRREY CEVALLOS Pero la realidad de otros Espacios para la Memoria es muy distinta. “Una vez que se cerraron, los sitios no fueron mantenidos. Las condiciones de trabajo antes de la pandemia no eran óptimas, pero ahora se necesita una limpieza a fondo, una desratización, y esas cosas todavía no aparecieron. Todes tenemos ganas de volver, pero no en estas condiciones”, dice a El Grito del Sur Georgina Andino, trabajadora del Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos ex Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio «Virrey Cevallos». Andino asegura que “en ningún momento dejamos de trabajar” y que, al igual que otros compañeros, tuvieron que “repensar, resignificar y armar actividades por Zoom”. “Hicimos zooms para hablar de literatura y memoria, actividades lúdicas, culturales, encuentros con invitados. Teníamos un recorrido virtual y se armó uno nuevo, se armó un video y se tejieron muchos lazos”, enumera. La digitalidad permitió hacer actividades en conjunto con otros Espacios de la Ciudad de Buenos Aires, pero también con los que están ubicados en provincias como Córdoba, Tucumán o Mendoza. “Pudimos vincularnos más entre nosotres, participar de actividades, retroalimentarnos”, reflexiona Andino. En Cevallos, además, funciona un

nadas y con ganas de contar cosas que no habían contado. Esas devoluciones reconfortan”, afirma Cerruti.

. .. .. .. .. .. .. .. ................ “La pandemia nos dio la posibilidad de que, aunque tengamos ‘la boca tapada’, poder generar la palabra con todas estas actividades. Todo esto es romper el silencio”. Isabel Cerruti - Ex Olimpo

. .. .. .. .. .. .. .. ................ Las visitas presenciales al ex Olimpo terminan en la sala Historias de Vida, donde hay carpetas con las historias de detenides desaparecides que estuvieron en el centro. “No tenemos todas las historias y las hacemos con ayuda de las familias. Eso lo seguimos haciendo por Zoom con las familias. Esas carpetas no se terminan porque siempre

aparece alguien que dice ‘yo fui al secundario con esta persona’, aparecen fotos, información”, cuenta. “La pandemia nos dio la posibilidad de que, aunque tengamos ‘la boca tapada’, poder generar la palabra con todas estas actividades. Todo esto es romper el silencio, que es lo que tenemos que hacer – sintetiza Cerruti-. Esto no es el pasado, los sitios de la memoria son un lugar de encuentro, de trabajo social, no es algo del pasado, sino que atendemos cosas del presente, como asistir ante situaciones de violencia institucional o hacer trabajo barrial. Todo lo que hacemos tiene como objetivo la promoción de los Derechos Humanos y eso es siempre actual. Los sitios de la memoria no le damos vuelta la cara a las cosas que suceden y las gestiones, sean del color que sean, tienen que garantizar la sustentabilidad de los sitios”.

. . . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . “Pudimos vincularnos más entre nosotres, participar de actividades, retroalimentarnos”. Georgina Andino - Sitio de la Memoria “Virrey Cevallos”

EX OLIMPO Isabel Cerruti, una de las coordinadoras del ex Olimpo, también manifiesta su preocupación por las condiciones edilicias y sanitarias de los Espacios. Al igual que los otros sitios, su actividad principal consistía en las visitas presenciales y el trabajo con las comunidades educativas porteñas, aunque siempre con una fuerte impronta y presencia barrial que lograron mantener a pesar de la pandemia. “Una de las cosas que hicimos entre 5, 6 sobrevivientes fue un glosario que constaba de una palabra asociada a un recuerdo o una emoción. Lo mandábamos por WhatsApp y ahora lo estamos reenviando porque el 16 de agosto de 1978 es la fecha en la que empezó a funcionar el centro clandestino”, cuenta Cerruti a este medio. En la actividad online que hicieron el año pasado por el aniversario lograron reunir a 3500 personas. También se hicieron cursos, actividades con escuelas y presentaciones de libros a través de Zoom. “En la presentación del libro de una compañera había 300. Si lo hubiéramos presentado en el sitio sabemos que no vienen más de 100 personas un sábado a las 5 de la tarde”, opina. Además, se hicieron entrevistas a personas vinculadas a la recuperación de los sitios de la memoria. Todos los encuentros se subieron al canal de YouTube del ex Olimpo. “Hicimos un libro que se llama Posdata, que reúne historias de sobrevivientes del Banco y de Olimpo y que apunta la resistencia, la esperanza y la vida. Este año a unos compañeros se les ocurrió hacer un podcast que también se llama Posdata con los relatos abreviados. Hay personas que nos mandan mensajes muy emocio-

UNA MUESTRA VIRTUAL RETRATA A LAS VÍCTIMAS SOBREVIVIENTES DEL ATENTADO A LA AMIA Organizada por el área de Arte y Producción de la AMIA, con curaduría de Elio Kapszuk y fotografías de Alejandra López, la muestra “Ese día” propone un ejercicio de memoria desde la imagen: “Ellas y ellos son el testimonio de lo que pasó, nos pueden transportar a ese momento y a ese lugar, son el reservorio de la memoria y su visibilización es la prueba fehaciente del horror”, apunta el texto de la presentación. A los 26 retratos que conforman la exhibición interactiva, junto con los testimonios audiovisuales, se puede acceder a través del sitio web http://esedia.amia.org.ar/. “Ese día” será también (más adelante, aseguran desde la organización) una exposición que podrá verse de manera presencial con la peculiaridad de que las fotografías serán impresas sobre un papel artesanal hecho a base de diarios y fotocopias con las noticias posteriores a

la fecha del atentado. “Conciso y contundente, el nombre de la exposición corrobora el momento bisagra que representó la explosión de la bomba, en cada persona que, el 18 de julio de 1994, logró salir con vida de la masacre”. Las historias de los sobrevivientes se entretejen y permiten reconstruir cómo fue ese día en el que Argentina sufrió el mayor atentado de su historia, en donde hubo 85 muertos y 300 heridos. 27 años después, y sin condenas ni justicia, la muestra de AMIA es un esfuerzo más para interpelar a la sociedad y evitar ceder hacia el olvido, buscando construir memoria colectiva. “No se trata de representar la tragedia, sino de cómo modificó las vidas de las personas que la atravesaron”. “Cómo somos atravesados por lo que nos toca vivir y por cómo elegimos continuar. Eso lo sabe un sobreviviente más que nadie”.


12 · Feminismo / Historietas

Entre lo cursi y lo carnal

Ni princesas ni superhéroes: voces de tres ilustradoras feministasando ESI rima con barrio En diálogo con este medio, tres ilustradoras feministas se animaron a charlar sobre su trabajo, la decisión de mostrarse vulnerables en redes sociales y las estrategias para abrirse paso en un terreno históricamente masculinizado. Texto: Dalia Cybel Ilustración: Flo Meije

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uerpos de palotes, colores planos, ojos redondos, frases escritas con caligrafía infantil. Entre lo cursi y lo carnal, hace algunos años las ilustradoras feministas comenzaron a ganar visibilidad a través de las redes sociales. Anécdotas cotidianas, romances fallidos y angustias frecuentes son algunas de las historias que narran estas viñetas virales donde los personajes, lejos del prototipo de superhéroe, se equivocan, se muestran vulnerables o tienen síndrome de la impostora. Así, apelando a una franqueza descarnada, estos dibujitos lograron cristalizar las experiencias comunes y manifestar sentimientos que de otra forma serían políticamente incorrectos. Pero, ¿quién está detrás de estas imágenes? El Grito del Sur habló con tres ilustradoras feministas sobre su trabajo, la decisión de mostrarse vulnerables en redes sociales y las estrategias para abrirse paso en un terreno históricamente masculinizado. Murió de exagerada es el título del primer libro de María José Corbelle, más conocida como Doña Batata. Diseñadora de imagen y sonido, aunque dibuja desde chiquita, Corbelle terminó de adentrarse en la ilustración cuando decidió crear sus propias telas estampadas para hacer encuadernación artesanal. “Siempre me gustó dibujar pero no me imaginaba dedicándome a esto”, explicó la joven que se formó de la mano de Power Paola. “Yo pensaba que todo el mundo dibujaba bien menos yo, hasta que entendí que no existía ni dibujar bien o mal, sino que se trataba de encontrar lo que tenía para decir. Todo ese proceso me llevó un tiempo: entender qué tenía para decir, cómo lo quería decir y después animarme a mostrarlo”. Entre imágenes de Leo Mattioli, diskettes y modelos de celulares old school, la ilustradora porteña que alcanza los 345 mil seguidores en Instagram publica frases tan reales como “Fan de creerme incapaz de hacer cosas que sé que puedo hacer”. “Yo dibujaba un montón cuando era chica, pero después en la adolescencia lo dejé. Una vez jugando al Pictionary me gustó un dibujo, lo subí a Twitter y la gente comenzó a compartirlo”, contó desde Córdoba Gabuleta, quien está a punto de editar un libro con sus ilustraciones. “A veces me arrepiento de no haber tomado las decisiones con más tiempo, pero es algo que me gustó y fue formando una identidad.

Yo podría intentar dibujar de manera realista pero este es mi estilo, me gusta y no me quiero correr”, aseguró la creadora de la tienda Filigrana de ideas donde imprime almohadones, tazas y cuadernos con imágenes de gatitos y chicas con pelo de colores pastel. Si bien desde el siglo XX las vanguardias demostraron que no hacía falta pintar de forma mimética para crear una obra de arte, el ideal hiperrealista sigue pregnando en el inconsciente colectivo. En ese sentido, las entrevistadas admitieron que construir un lenguaje propio y apostar por una estética personal, muchas veces más similar a la espontaneidad del boceto o la frescura del garabato cotidiano, fue todo un desafío. “Para les que crecimos sin Internet, la referencia siempre fue el dibujo hiperrealista. Ahora hay un espectro mucho más amplio que está buenísimo, porque no solo ves lo que te muestran los medios hegemónicos -agregó Doña Batata-. No hay una sola manera de contar algo, yo no tengo que dibujar todos los detalles para expresar lo que me pasa. Está bueno que cada uno conozca las características que tiene para aceptarlas y trabajar con eso. Tiene que haber lugar para todos, no sirve que el dibujo sea un ámbito reducido para cierto grupo de virtuosos”. Sobre animarse a compartir las experiencias personales, especialmente aquellas vergonzosas, Gabuleta entiende que debería normalizarse, ya que puede ser una herramienta para que otres se sientan identificades y se adentren en temas tabú. “Yo no tuve una vida fácil, tuve que dejar la carrera por la ansiedad, me cuesta viajar por la agorafobia y otras cosas que hacen que a veces lidie con algunas dificultades. En mis dibujos no me dan ganas de ocultar eso y tampoco puedo fingirlo. No me gustaría representar a una persona que tiene todo bajo control, porque la gente tampoco empatiza con eso. Me interesa abordar la salud mental porque capaz alguien puede ver la viñeta y empatizar más que con una nota de diario”, afirmó. “La figura del artista ya de por sí es de un egocentrismo total, así que lógico que me inspiren mis propios sentimientos y emociones”, explicó a este medio Flo Meije, dibujante e ilustradora que traslada a la cerámica sus diseños kitsch con stickers y logos de golosinas. “Me interesa investigar cómo expresar exactamente lo que me pasa, la vulnerabilidad, la ternura, la tristeza, el enojo, todo eso contado de

la forma más honesta que se pueda en el momento. Ahí es donde ayuda aprender herramientas nuevas y conocer cómo resuelven otres artistas (no necesariamente ilustradores) la presentación y representación de esas emociones”, narró la joven que, aseguró, nunca quiso dedicarse a otra cosa. “Me tomo muy poco en serio las cosas que pasan así que si alguien opina me río”, bromeó Doña Batata. «Al principio me costaba o me daba más vergüenza contar cosas personales que cualquiera podía ver, desde mi mamá hasta un desconocido. Pero después me di cuenta que es normal, que la gente siempre va a hablar, pueda o no identificarse”. En 2018, con el primer debate parlamentario del aborto, muchas ilustradoras feministas se juntaron para pronunciarse a favor de la ley y acompañar tanto desde la calle como en las redes. De esta manera se generaron alianzas a nivel federal que quedaron plasmadas en páginas como Línea Peluda. Estas iniciativas permitieron que mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries dentro del mundillo gráfico trazaran redes para ganar terreno en un espacio donde lo femenino suele estar desvalorizado. “Como en muchos ámbitos, la historieta es un ambiente machista donde se bastardea el dibujo asociado a lo femenino y se entiende que está un nivel más abajo. Que tengan tanto público las ilustradoras feministas está buenísimo para demostrar que ese material vale. Además, aparecen personajes que

generan otras referencias en quienes las leen, ya no son solo los superhéroes clásicos, sino protagonistas con las cuales las mujeres se pueden identificar”, afirmó Gabuleta. “Me parece que es importante darnos cuenta que podemos contar algo desde nuestro lugar y es válido. Yo mucho tiempo pensé que a nadie le importaba lo que tenían las mujeres para decir, por suerte eso está cambiando. Es bueno que podamos hablar de nuestras experiencias desde nosotras mismas y que no venga un tipo a retratarnos, como pasó siempre”, sostuvo Doña Batata. Acerca de qué le pasa cuando tanta gente se siente representada por un dibujo suyo, Flo aseguró: “Me pone contenta ver que les guste lo que hago, lo valoro mucho. También trato de no perder de vista que el valor que tienen esas ilustraciones que subo a redes no tiene que ver con si se compartió mucho o poco porque eso te saca ganas de crear. Me divierte dibujar para mí también, ahora estoy dibujando en libretas con fibras, son cosas que no ve casi nadie, pero me ayuda a tener un espacio para probar cosas sin estar preocupada por la mirada de les demás”.


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