CÓMO ACTUAR EN CASO DE CAÍDAS Y TRAUMATISMOS En el caso de las caídas de altura o traumatismos de cráneo, donde hay pérdida de la conciencia, se debe tener en cuenta que la movilización del niño puede acarrear más complicaciones si ésta no se realiza con pericia. Rotar o trasladar a un niño inconsciente sin proteger su columna cervical (cuello) puede desestabilizar una lesión en esta zona y agravarla. Según la magnitud del traumatismo, puede ocasionarse daño de piel y partes blandas, herida cortante, fractura o contusión de órganos internos. En la mayoría de los traumatismos leves y moderados, es común la formación de un “moretón” o “chichón”. Para limitar la formación de hematomas, se coloca frío (hielo cubierto con un paño, agua helada o gel refrigerado), comprimiendo en la piel afectada. Si hay signos de fractura de alguna extremidad y necesidad de trasladar al niño, inmovilizar la zona y controlar la hemorragia, si la hubiese, ejerciendo presión sobre ésta con paños limpios. Concurrir inmediatamente a una guardia pediátrica si el niño se siente mareado, somnoliento en exceso o irritable, si sufre de vómitos inexplicables sin sensación nauseosa previa o tiene movimientos incontrolados. Si no hubo pérdida de conciencia y el traumatismo fue de tarde o de noche, dejarlo dormir naturalmente y despertarlo dos o tres veces en la noche para controlar su estado.
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