PATRIA
ZAPOTECA AÑO II
No. 77
12 DE ENERO 2014
SUPLEMENTO CULTURAL
+ Gráficos Fidel Cruz Santiago
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“Boda memorable”. De izquierda a derecha: los novios, Natalia Nader y Teodoro Toledo; los padrinos de velación, Alfa Ríos y Andrés Henestrosa, quienes toman de la mano a su hija Cibeles. Cortesía de la familia Toledo Nader.
Dos proyectos del Comité Melendre en el Top 10 de Poderato.com - Sonidos de la Nación Zapoteca y Nuestros Pueblos, Nuestra Historia estuvieron en quinto y octavo lugar, respectivamente, en los podcast de la semana de Poderato.com Pág 3
COLABORACIONES Andrés Henestrosa: el hombre que dispersó sus sombras
6 El 10 de enero de 1851, José Gregorio Meléndez lanzó un plan rebelde en el pueblo de Juchitán, como consecuencia de la rebelión que había iniciado el 14 de abril de 1850. Dicho plan exponía, en su artículo tercero, la intención de separar al Departamento de Tehuantepec del Estado de Oaxaca; anhelo que se alcanzaría dos años después —el 29 de mayo de 1853— luego de sumarse a la rebelión de Jalisco y tomar la ciudad de Oaxaca.
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Claudia Gómez Haro
Algunas palabras sobre La Micaela y La Martiniana
Trigésima quinta emisión: Plan del 10 de enero de 1851
Gubidxa Guerrero
Juquila Ramos Muñoz
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REDES SOCIALES +1 = 572 +19 =1013 + 12 = 1062 +7 = 1147 +3 = 1155 +7 =1281 +26 = 1347 +11 = 1386 +6 = 1,587 +3 = 1,630 +28= 1,752 +9 = 1, 762 + 31 = 2020
NUESTROS PUEBLOS, NUESTRA HISTORIA
REVISTA GUIDXIZÁ
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GUIDXIZÁ
Foto: Tamara Almazán
SUPLEMENTO CULTURAL
Natalia Cruz, Tlalok Guerrero, Beatriz Cruz y Gubidxa Guerrero presentando la Revista Guidxizá, número 16, en el Museo Nacional de Culturas Populares en el Distrito Federal. 26 de agosto de 2011.
“Somos esencialmente memoria. Somos palabra y somos canto”.
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ueden derruirse los edificios pero quedan las palabras. Pueden matar a miles de personas pero pervive el conocimiento. Los pueblos son, básicamente, cultura. Teniendo en cuenta lo anterior, podremos valorar el legado del zapoteca universal Andrés Henestrosa, quien falleció el 10 de enero del año 2008. En el marco de su aniversario luctuoso le dedicamos este número, deseando que las nuevas generaciones conozcan y se nutran de su legado, porque recordándolo en la lectura, Henestrosa no morirá. En esta ocasión Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos comparte un texto de Clau-
Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos es un suplemento cultural semanal, sin fines de lucro, a cargo del Comité Autonomista Zapoteca “Che Gorio Melendre”, editado para EL SUR, Diario independiente del Istmo, con la finalidad de contribuir a la divulgación cultural de nuestros pueblos. El contenido de este suplemento es Patrimonio Cultural de los zapotecas. Comentarios y colaboraciones: comitemelendre@hotmail.com Tel. (044/45) 971 728 71 73 www.twitter.com/comitemelendre www.facebook.com/comitemelendre www.comitemelendre.blogspot.com
dia Gómez Haro, a propósito del aniversario luctuoso del escritor ixhuateco; la Revista Guidxizá reproduce un artículo de Gubidxa Guerrero que aborda una vieja polémica que envuelve al personaje; Juquila Ramos recomienda la más reciente emisión de Nuestros Pueblos, Nuestra Historia . En la Cartelera, publicamos una convocatoria nacional de fotografía dedicada a todos los artistas de la lente. En los Gráficos presentamos al ixhuateco Fidel Cruz Santiago. Somos esencialmente memoria. Somos palabra y somos canto. Andrés Henestrosa fue una figura emblemática que conjuntó en sí mismo estas tres cualidades para gloria de nuestra Patria Zapoteca.
Consejo Directivo del Comité Melendre 2014 Gubidxa Guerrero Luis / Juchitán Cristian Tónchez Orozco /Mixtequilla Elvis Valdivieso López / Juchitán Responsables Comunicación: Juquila A. Ramos Muñoz / Juchitán Finanzas: Rafael Pacheco Jiménez / San Blas Atempa Logística: Beatriz Morales Ruiz / Juchitán Registro Audiovisual: Ana Laura Palacios Cepeda / Juchitán Biblioteca Digital de Historia Zapoteca: Beatriz Cruz López / Villa Díaz Ordaz Coordinador en Oaxaca: Salomón Cruz López / Juchitán Colectivo Victoria Guzmán Cabrera / Ixtaltepec Aurelia Guerra Martínez/ Juchitán Geovanny Alonso Palomec / Ixtepec Bianni C. Matus Gómez / Juchitán Manuel López Esteva / Juchitán Arianna S. Martínez Cruz / Tehuantepec Néstor Matus López / Juchitán María Martínez Jaimes · Guiee Niza López Castillo · Juan Manuel Alegría · Tlalok Guerrero Luis · Maura Matus Ortega · Andrea Antonio Montaño · Alexis de la Cruz Tónchez · Maritza Elena Enríquez Licón · Helen Toledo Castillejos · Andrés A. Sánchez Cruz · Liliana Fuentes Cervantes · Juan Carlos Gómez Rementería · Marco Antonio Guerra López · José Marconi Ruiz Gallegos · Karla Guzmán Martínez · Luis Manuel Amador · Gonzalo Jiménez López · Nadxielii López Diosdado · Claudia Daowz · Natalia Cruz · Clemente Vargas Vásquez.
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Dos proyectos del Comité Melendre en el Top 10 de Poderato.com Sonidos de la Nación Zapoteca y Nuestros Pueblos, Nuestra Historia estuvieron en quinto y octavo lugar, respectivamente, en los podcast de la semana de Poderato.com DE LA REDACCIÓN
Poderato.com es el sitio de podcast más importante en América Latina y la Península Ibérica. Con más de 24 mil usuarios, este sitio aloja más de 150 mil episodios, con un total de 26 millones 517,129 descargas. Entre los convenios de colaboración con que cuenta, están los suscritos con la UNAM y iTunes, respectivamente. Mediante el primero, la máxima casa de estudios del país aloja algunos de sus contenidos de Descarga Cultura, y con el segundo, las cuentas destacadas de Poderato.com pueden compartirse desde el sitio más importante de descarga de música y podcast del mundo: iTunes. Semanalmente, Poderato.com anuncia sus podcast de la semana. Lo hace mediante un listado con los diez episodios más populares en toda su plataforma. En varias ocasiones Sonidos de la Nación Zapoteca, fonoteca virtual del Comité Melendre, ha aparecido en este selecto grupo, debido a la gran cantidad de descargas de las canciones que periódicamente com-
parte. El programa de radio, Nuestros Pueblos, Nuestra Historia ha llegado a ocupar el doceavo lugar. Esta semana, los dos proyectos antedichos ocuparon el quinto y octavo lugar, respectivamente, en el Top 10 de Poderato, lo que confirma la aceptación del programa radiofónico, así como de la fonoteca virtual. Las nuevas herramientas informativas deben aprovecharse para divulgar la cultura. Asimismo pueden usarse las redes sociales, como Facebook o Twitter, que han resultado muy útiles en esta tarea. Les recomendamos escuchar y/o descargar gratuitamente más de 300 canciones de Sonidos de la Nación Zapoteca, fonoteca que lleva al momento más de 280 mil descargas. También los invitamos a oír y/o guardar más de 30 emisiones radiofónicas con entrevistas, músicas y temas culturales de interés que se transmiten, además, por más de diez estaciones comunitarias. Todo completamente gratuito. ¿Qué esperan?
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El Comité Melendre es un colectivo de personas que busca la transformación positiva de la sociedad binnizá. Se fundó el 8 de mayo de 2004 por jóvenes zapotecas de diferentes comunidades. Realiza proyectos culturales y diversas actividades como recitales de música, torneos deportivos, conferencias, cine comunitario, publicación de libros y revistas. Tiene, además, un programa de radio llamado Nuestros Pueblos, Nuestra Historia y un suplemento cultural que circula cada semana con el nombre de Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos. El Comité Melendre desempeña cada una de sus acciones por medio del trabajo voluntario. Todos sus gastos económicos siempre han corrido a cuenta de sus integrantes, quienes aportan cooperaciones voluntarias.
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Andrés Henestrosa: el hombre que dispersó sus sombras Claudia Gómez Haro
“Al final de la vida sólo nos queda un poco de ceniza en la palma de la mano” Andrés Henestrosa Texto publicado en el diario La Jornada el viernes 11 de enero de 2008, al día siguiente de la muerte de Andrés Henestrosa. Las páginas de esta sección están dedicadas al arte y a la cultura de nuestros pueblos. En cada plana compartimos un poco de cada una de las disciplinas que hemos explorado los integrantes y voluntarios del Comité Melendre. Sin embargo, existe mucho más que merece divulgarse. Hay otras perspectivas enriquecedoras que nos pueden permitir contar con más elementos para conocernos y fortalecer la tarea de reivindicar nuestra identidad. Aquí tienen cabida otras voces: la de escritores, investigadores, periodistas y personas con la sensibilidad necesaria para ofrecer algo enriquecedor desde su campo de conocimiento. Con ello, todos ganamos: lectores y editores.
Andrés Henestrosa nació el 30 de noviembre de 1906 en el pueblo de San Francisco Ixhuatán, en el Istmo de Tehuantepec, en el seno de una familia donde conviven las tres sangres de México: la india, la blanca, la negra, además de la huave y la filipina. Andrés nos dice en las primeras líneas de su autobiografía inédita; “Soy un grito: el grito de Martina Henestrosa al darme a luz repentinamente”. Nació a mediodía a la hora en que según algunos, vienen al mundo los locos. Su madre fue una importante presencia en él y de ella aprende el zapoteco, junto con las tradiciones y leyendas indígenas. En el rancho de la familia, entre Ixhuatán y el mar, vive sus primeros seis años en descalza libertad y salvajemente asombrado por el vasto horizonte y las maravillas de la naturaleza que lo rodea. Andrés Henestrosa llega a la ciudad de México el 28 de diciembre de 1922 a buscar a José Vasconcelos Calderón (1881-1959) entonces secretario de Educación Pública durante la presidencia de Álvaro Obregón, para pedirle una beca. Los primeros tiempos del joven Andrés en la ciudad fueron de aventura, azar, encuentros y lecturas afortunadas. Inicia sus estudios en la Escuela Nacional de Maestros, en la preparatoria y estudia leyes y letras en la universidad. A veces, sin tener qué comer, a veces sin saber dónde dormir, vive azarosamente. El pintor Manuel Rodríguez Lozano (1895-1971) y luego Antonieta Rivas Mercado (1900-1931) lo protegen y esta última lo lleva a vivir a su casa y lo introduce en la literatura y los clásicos. Todas estas selectas lecturas lo ayudan a consolidar el dominio del castellano. Es una etapa decisiva en su formación (desde 1927 hasta 1929). De ahí sale para encontrarse con José Vasconcelos, candidato a la Presidencia. En todos estos episodios Andrés sale a flote, como dice Adolfo Castañón, gracias a la vivacidad de su ingenio, su lengua afilada y su gusto por la vida, ¡tremendo hedonista! desde entonces. Su prodigiosa memoria de trovador deslumbraba en fiestas y convivios, declamando poemas y coplas con singular naturalidad y talento. En 1929, Henestrosa publica su legendario libro Los hombres que dispersó la danza. Veintiséis relatos ricos en sabiduría y magia, de los modernos zapotecos. Miguel León Portilla, en el prólogo del facsimilar de la edición príncipe de 1929, muy acertadamente nos habla de ese doble venero en que se nutre el alma de Andrés. En ese mismo año conoce a Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Gilberto Owen, Celestino Gorostiza, Julio Castellanos, Julio Jiménez Rueda, entre otros. También en 1929 se inicia la campaña de Vasconcelos en busca de la Presidencia de la República, a la cual Henestrosa se une. Con su enorme ingenio, simpatía y humor se granjea simpatías, pero también enemistades. Recordemos cuando del presidente Pascual Ortiz Rubio dijo que “era un hombre tan calculador que hasta la tibia la tenía fría…”
Otra anécdota muy simpática es cuando, según consigna Alfonso Reyes, en un concierto alguien le gritó a Carlos Chávez “¡Beethoven!”, por su enorme parecido con el músico alemán y Henestrosa responde “qué hubiera pensado Beethoven si alguien le hubiese gritado ¡Chávez!...” En 1936, el jueves 18 de julio ―día en que cae la República en España― Andrés Henestrosa, becado por la Fundación Guggenheim para realizar estudios acerca de la significación de la cultura zapoteca, sale del país a Estados Unidos donde conoce al antropólogo Franz Bloom, a quien, al volver a México le presenta a Gertrude. También en Nueva York se encuentra con Alfonso Reyes, Eugenio Florit y Jorge Mañach. Por esos años, Henestrosa hace amistad con muchos de los escritores refugiados republicanos que vienen a México. Esa otra Nueva España, compuesta por José Bergamín, León Felipe, Pedro Garfias, Juan Rejano, Francisco Giner de los Ríos, entre otros. También en estos tiempos frecuenta a Renato Leduc y Juan de la Cabada, con quienes comparte la vida bohemia y trasnochada. Trata familiarmente a Diego y Frida, a Rosa y Miguel Covarrubias, a quienes acompaña en sus viajes al istmo de Tehuantepec, “donde las mujeres visten almidonadas enaguas que revolotean al compás de las notas musicales de La Sandunga o La Llorona y bailan cadenciosamente con gracia y donaire elevándolas y luciendo sus más caras joyas”.... En 1940, Andrés se casó con Alfa Ríos en Juchitán. Esa fiesta es una de las páginas más ricas en su vida y en las de la literatuEn 1940, ra mexicana. La ceremonia fue objeto de fantásticas crónicas, como la de Agustín Yáñez, des- Andrés se casó crita en Espejismo de Juchitán, y con Alfa Ríos recordemos también a Luis Cardoza y Aragón, quien evoca esa “fiesta donde el ser mexicano en Juchitán. cobra un aire de oriente…” Henestrosa se establece en Esa fiesta es México y trabaja incansablemente escribiendo en diversos una de las periódicos y como profesor de literatura mexicana e hispanopáginas más americana. Alfa fue su compañera de aventuras, su apoyo y pilar de esa casa poblada de in- ricas en su vida numerables libros, cuadros, ecos y en las de y huellas de amigos entrañables, como Miguel Covarrubias y Pablo Neruda. la literatura Su territorio común se afirma y amplía cuando en 1941 nace mexicana”. Cibeles Henestrosa Ríos, hija única de ambos, quien con gran devoción se ocupa del escritor, una vez fallecida su madre, convirtiéndose en su fiel compañera hasta el día de su muerte. En 1964 Henestrosa ingresa a la Academia Mexicana de la Lengua. El tema de su lectura de ingreso fue “Los hispanismos en el idioma zapoteco”, discur-
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so que es, como bien dice Adolfo Castañon, también miembro de número de la Academia, un alarde de conocimiento profundo de los pliegues y repliegues de que está hecha la identidad cultural y lingüística mexicana. Al mismo tiempo, el texto sienta las bases para su futuro proyecto: la redacción de un vocabulario zapoteco-español/español-zapoteco que no se había hecho desde la Colonia, con fray Juan de Córdoba. No en balde solía decir: “Aún sueño y maldigo en zapoteco”. Es uno de los últimos juglares, malabarista de la palabra y escritor de poemas, ensayos, canciones y corridos. Si bien la mayoría de las En 1964 Henestrosa antologías poéticas no han sabido incluir sus versos, la ingresa a la tradición popular ha recogido sus poemas musicados, como Academia Mexicana La Martiniana, La Paulina, La Vicenta, La Ixhuateca, de la Lengua. El Los juchitecas: oro, coral y bambú, La Llorona, interpre- tema de su lectura de tados entre otros por Álvaro ingreso fue “Los Guerra, el Trío Montalbán, Tehua, Susana Harp, Georgihispanismos en na Meneses, Lila Downs. Tenemos también que el idioma zapotemencionar su importantísima labor como periodista y croco”, discurso que nista. Escribe más de 20 mil artícues, como bien dice los en columnas y secciones como “Alacena de minucias”, Adolfo Castañon, “Reloj literario”, “Divagar” en diarios como Novedades, también miembro de Excélsior, El Universal, El Día, El Popular, unomásu- número de la Acadeno … Su labor de periodista está mia, un alarde de coligada a su tarea como editor y bibliófilo. No sólo dirigió y nocimiento profundo fundó revistas o colecciones como Neza, Didza, La letras de los pliegues y repatrias, Mar abierto, El libro y el pueblo, sino como editor pliegues de que está también hace posible la serie hecha la identidad de Bibliófilos Oaxaqueños, la Colección Mar Abierto y los libros del Fondo Bruno cultural y lingüística Pagliai. mexicana”. Su infatigable tarea de erudición, bibliofilia e historia lo llevan a ser uno de los escritores mexicanos que con mayor profundidad y conciencia conocen y dominan la memoria mexicana de la cual es portador y depositario. En 1946, Henestrosa se afilia al PRI y dirige el departamento de Literatura del INBA de 1952 a 1958. Fue diputado federal de 1958 a 1961 y de 1964 a 1967. Hace su campaña política en Oaxaca y la mayoría de las veces se dirige a los indígenas en lengua zapoteca ―la única que muchos entienden. Vale recordar que cuando se afilia al PRI es severamente criticado por sus amigos progresistas de izquierda, ya que Henestrosa había sido un hombre de avanzada que entre otras cosas dirigió en sus primeros tiempos el Boletín cultural editado por la embajada soviética en México. La carta dirigida a Griselda Álvarez ―amiga de aquellos días en los cuales Juan Rejano dirigía el suplemento literario de El Nacional― titulada “Los cuatro abuelos”, es algo más que una respuesta a esas críticas, puesta a esas críticas, es una joya poética. Miguel Ángel Porrúa, amigo y editor de Andrés, acertadamente comenta en el documental realizado por la Fundación Pro Academia
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Mexicana de la Lengua en conmemoración de sus cien años, que entre lo más bello de la obra literaria de Henestrosa está su epistolario. Entre 1982 y 1988 es senador de la República, pero en el orden político lo que el escritor siempre desea es ser gobernador de Oaxaca. En alguna ocasión comentó: “creo que una buena administración pública vale más que la mejor novela…” Para Henestrosa ahí se juntan sus dos grandes repúblicas: la literaria y la política. Sabía que Oaxaca no podía más: “Es una tierra maravillosa, llena de ríos, de montañas, y como dice la canción, ‘da el oro y la espiga, el mármol y el laurel’, rica en música, danza, ceremonias, allá hasta los entierros son alegres… pero Oaxaca ya no puede más... En 1992 recibe el Premio Internacional Alfonso Reyes; en 1993, la medalla al Mérito Benito Juárez, entre muchos premios, reconocimientos y galardones. En 2001, Andrés Henestrosa entrega a la ciudad de Oaxaca su vasta biblioteca ―unos 40 mil volúmenes. Sin embargo resguarda un ejemplar que para él era la “joya de la corona” de su amplia biblioteca: Los versos sencillos , de José Martí, en una edición “príncipe”, dedicada de puño y letra, al escritor mexicano Manuel Gutiérrez Nájera, para después, a fines de 2001, donarlo a la Biblioteca Nacional de La Habana. Tuve el privilegio de acompañarlo al homenaje que se le hizo en La Habana por tan generosa donación: “Ahora que lo entrego siento que se desprende de mi corazón un pedazo de mi vida. Doy esta joya a Cuba, que es para mí una segunda patria, y en correspondencia a Martí, quien tuvo en México una de sus patrias”. En 2006, Andrés Henestrosa cumple cien años y es celebrado y homenajeado durante todo el año. “No está en mis planes morir”, comentó. Y es cierto; el narrador, periodista, político y poeta se había convertido ya en un “árbol centenario” de gran lozanía y lucidez que estaría con nosotros para siempre. “Amo, sufro y espero, igual que todos los hombres. Pero, ¿qué espero? Nada, y como la nada no existe, existiré yo”, afirmó el autor de Los hombres que dispersó la danza en aquel homenaje que por sus 100 años le hicimos en Casa Lamm con la Fundación Pro Academia Mexicana de la Lengua. Lo que más le gustó fue vivir y no perdió ningún día de su vida. “No hay cosa que más ame que la vida, ni situación que más tema que la muerte… pero tenemos que morir, Andrés por eso debemos jugar al escondite con la muerte, burlarla hasta darle la Henestrosa, el hombre vuelta... No pienso morirme, no está en mis planes, está descartado”. que durante más de un El argentino Leopoldo Lugones escribió: “Pasó Grecia, pero quedó siglo dispersó sus Homero. Los pueblos pasan, pero los hombres que dijeron una palabra sombras... hermosa, que dijeron una verdad, se quedan”. Y Andrés Henesquedará por siempre en esos trosa, el hombre que durante más de un siglo dispersó sus sombras... nuestros quedará por siempre en nuestros corazones. corazones”. Querido Andrés, descansa en paz.
PROYECTOS
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DATO
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REVISTA GUIDXIZÁ
Algunas palabras sobre La Micaela y La Martiniana Gubidxa Guerrero
Texto publicado en la Revista Guidxizá, número 17, junio de 2012 La Revista Guidxizá es una publicación cultural del Comité Melendre. Tiene el objetivo de servir de espejo al pueblo zapoteca y ser una ventana por donde el mundo pueda mirarnos con otros ojos. Es un espacio de creación literaria y visual, que impulsa a las nuevas generaciones de escritores y pintores. Es, también, el medio idóneo para difundir trabajos de investigación especializados en la historia y cultura zapoteca; tanto escritos por miembros de nuestra comunidad, como por conocedores originarios de otras latitudes. La Revista Guidxizá es producto del trabajo voluntario de zapotecas originarios de diferentes regiones. Se elabora con papel cultural, en interiores; y la portada en papel kraff, a una tinta.
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Andrés Henestrosa
El año pasado tuve el honor de presentar la Revista Guidxizá (Nación Zapoteca) en la Casa de la Cultura de Tehuantepec, recinto edificado con autorización regia y eclesiástica en el Siglo XVI, pero financiado por el entonces Cacique de Tehuantepec, Don Juan Cortés, Cosijopi II. Menciono el hecho porque en la mesa de los presentadores se encontraba ―además de los poetas Alfonso Carballo y Santiago Ruiz Santos― el profesor Mario Mecott Francisco, quien obsequió al Comité Melendre una serie de ejemplares de la revista Guiengola que dirigiera Carlos Iribarren Sierra y un documento musical cuya introducción viene suscrita por este mismo personaje. El texto se llama “Micaela sí, Martiniana no”, y tiene como principal propósito denunciar el cambio de nombre de un son que se volvió muy popular en la década de los sesentas. El son referido se llama La Micaela, de autor anónimo, sobre el que el escritor zapoteca Andrés Henestrosa escribiera unos versos con el título de La Martiniana. En su momento, la música de La Micaela dejó de escucharse, más no por ello cayó en el olvido, pues viejos artistas recordaban la melodía con la denominación original. Sin embargo, Henestrosa la popularizó con una nueva denominación y con versos de su autoría. ¿Es esto un plagio? Si éste se atribuyó la paternidad de la música, sí lo sería; pero si sólo le compuso letra, aunque a muchos les pese reconocerlo, no sería así. Los sones zapotecas del Istmo vivieron un proceso peculiar, ya que en la mayoría de los casos las letras se escribieron con posterioridad a las melodías. Siempre que el compositor de las letras reconociera que la música no era suya, se estaría actuando debidamente. No obstante, el yerro de Andrés Henestrosa estuvo (concediendo las afirmaciones que dicen esto) en no hacer la aclaración pertinente. Personalmente ignoro si él alguna vez dijo que La Martiniana fuera suya en letra y música. En los discos y textos que he podido consultar, aparecen los créditos sólo en la letra, y para la música la frase: son istmeño. Lo que nos hace pensar, más que en un plagio, en una confusión.
He escuchado a varios amigos criticar el “robo” del son, diciendo que La Martiniana no es de Andrés Henestrosa. Cuidado, que no se corregirá una confusión generando otra. Los famosos versos de La Martiniana son de la autoría de Ta Andrés, pero están escritos sobre una melodía llamada La Micaela que ya existía. ¿Es este un caso extraordinario? No lo es. Muchos compositores se animaron a escribir versos sobre antiguos sones, tal como algunos lo siguen haciendo. El mismo Carlos Iribarren Sierra compuso varias canciones magníficas sobre la música de otros virtuosos, como Margarito M. Guzmán. Hoy en día, Antonio Santos Cisneros ha puesto letra a sones de antaño. Ambos son tehuanos. Alguno tal vez diga que ellos siempre han otorgado el crédito correspondiente al compositor de la música. Pero las confusiones no se generan por dolo o mala fe, sino por ignorancia. Por eso es que muchos piensan que El son de los cocos es de Antonio Santos en letra y música (no porque Ta Toño se la adjudique, sino porque ignoramos que había una melodía anterior). Otros dirán: “pero a los viejos sones no se les debería cambiar de nombre”. Y concuerdo con esa postura; pero desafortunadamente sucede. Eustaquio Jiménez Girón compuso varias letras para antiguos sones, y siempre respetó el nombre original. Lo hizo, muy probablemente, para evitar confundir a los escuchas. Pero otras personas no lo hicieron así. El mismo Carlos Iribarren Sierra escribió Fan Bidxaa, sobre una melodía llamada Guetabiade sidi. De hecho, para la música de ese son tradicional existen cuatro letras: la referida Fan Bidxaa, La Ixhuateca (de Andrés Henestrosa), La Paisanita (de Saúl Martínez), y Guetabiade sidi, (de Manuel Reyes Cabrera, Ta Rey Baxa). Vemos, pues, que el caso de Micaela-Martiniana no es único. ¿Otro ejemplo? En el siglo XIX nació un maravilloso son llamado La Juchiteca, sobre el que Eustaquio Jiménez Girón, varias décadas después, escribió unos versos con igual nombre (comienza: “Juchiteca, luz plenilunar/ tú deslumbras con típico traje de seda/ y encaje, que en policromía/ bordas con tu magistralidad”). No obstante, esa letra no alcanzó tanta popularidad. Pero algunos años después, Jesús Henestrosa, apodado Chu Yodo, escribió unos versos sobre el mismo son, al que denominó Zo’pe huelu. Esta canción se popularizó tanto, que hoy muchos juchitecos dicen cuando escuchan la tonada: “es el Zo’pe huelu”, lo cual es inexacto, pues la música se llama La Juchiteca. Pero la semilla de la confusión está sembrada. Y así podríamos citar más ejemplos, como Laureana, versos escritos por Maurilio López Guerra, Mou Deeme, sobre la música original llamada La Sanjuanera, dedicada a las mujeres de San Juan Guichicovi. Además, sobre la misma música, el compositor ixtepecano Luis Martínez Hinojosa escribió La Vela San Juan, canción dedicada a El Espinal. Reitero: la confusión nace de la ignorancia, y para que no existan dichas confusiones, es deber de los compositores de versos hacer las aclaraciones pertinentes; y es obligación de quienes amamos nuestra música, referir los créditos correspondientes, aunque nos cueste más trabajo. Así, si alguno va a citar los versos de La Martiniana, tiene que escribir Letra: Andrés Henestrosa. Música: son tradicional istmeño llamado La Micaela. ¿Y si lo que escucharemos es sólo la música? Referir el título del son. Para el ejemplo antedicho, debemos presentarla como La Micaela, pues no se cantará (quienes al presentar la pura música refirieran que tocarán La Martiniana, estarán en una equivocación; tal vez no movida por dolo, pero equivocación al fin). Igualmente para todos los demás sones. La intención del zapoteca universal Carlos Iribarren Sierra, fue aclarar y evitar malos entendidos. Por eso en su dedicatoria escribió: “A la niñez, a la juventud y al Pueblo Istmeño Zapoteca dedicamos esta publicación aclaratoria, que esperamos sirva de ejemplo a los futuros ciudadanos, para que sepan cuidar sus valores materiales y espirituales y situar a los individuos que traten de hollar sus campos”. No podemos más que seguir su ejemplo.
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NUESTROS PUEBLOS, NUESTRA HISTORIA
Trigésima quinta emisión: Plan del 10 de enero de 1851 Juquila A. Ramos Muñoz Estamos entrando a enero y con el mes avanza uno más de los proyectos de nuestra organización. Esta semana el equipo de Nuestros Pueblos, Nuestra Historia se llevó la sorpresa al posicionarse en el Top 10 de descargas de Poderato.com, lo que renueva nuestras ganas de hacer cada vez mejor nuestra labor. El 10 de enero es una fecha significativa para nuestro pueblo zapoteca, por dos razones: ese día, del año 2008, falleció el célebre escritor Andrés Henestrosa; y en 1851 José Gregorio Meléndez promulgó un plan rebelde en el que exigía la separación del Departamento de Tehuantepec con respecto el Estado de Oaxaca. De esto último trató el tema de la semana. Y como la música no puede faltar, en esta emisión incluimos a cuatro grandes exponentes de nuestro canto: iniciamos con La Paulina, tema interpretado por Mario López, con el acompañamiento de la Banda Princesa Donají, para recordar al maestro Andrés Henestrosa; en seguida presentamos el tema de la semana en la fonoteca virtual del Comité Melendre, La Petrona, en voz de Saúl Martínez, acompañado por la Banda Ada; para no olvidarnos de nuestros hermanos serranos escuchamos a Jaime Luna con La Hierberita; y para despedir el programa y a nuestros hermanos que retornaron a sus lugares de estudio, de trabajo o residencia, pusimos Sicarú chéu, con la peculiar interpretación de Felipe Toledo. Invitamos a todos nuestros lectores a escucharnos por radio o internet. Hay más de diez estaciones que semanalmente nos transmiten, y pueden descargar cada programa desde Poderato.com, iTunes o www. comitemelendre.blogspot.com. No hay pierde.
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DATO En esta sección compartimos anuncios de las actividades culturales organizadas por el Comité Melendre. También divulgamos informes de conferencias, cursos, talleres o convocatorias de varias instituciones académicas o culturales, relacionadas con el conocimiento de nuestra estirpe. Esperamos que este espacio sea de utilidad para que nuestros hermanos dispongan de información necesaria.
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Fidel Cruz Santiago Nació en Guidxiyaza, Guidxizá (Ixhuatán, Nación Zapoteca) el 26 de junio de 1971. Es arquitecto de profesión, egresado del Instituto Tecnológico de Querétaro, pero con habilidades en el diseño gráfico e industrial. Obtuvo Mención Honorífica en diseño arquitectónico en la ENEA, en Puebla; segundo lugar en sketch arquitectónico en el ITESM, Campus Querétaro; y otras participaciones variadas, relacionadas a la exposición de dibujos arquitectónicos en el Museo de Arte de Querétaro. Trabajó en el Taller de Diseño Focus One, en Las Vegas, Nevada, EE.UU. De entonces le viene el gusto por la fotografía, convirtiéndose en su aliada natural por el gusto por la perspectiva. Es un fotógrafo autodidacta, con inclinación a la fotografía urbana, de edificios antiguos y de personas. Procura que sus imágenes no se queden en el puro goce estético sino que éstas transmitan mensajes al observador.
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