PATRIA
ZAPOTECA AÑO II
No. 85
17 DE MARZO 2014
SUPLEMENTO CULTURAL
+ Gráficos Gerardo Nigenda
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Bunker Roy, fundador del Barefoot College (Universidad Pies Descalzos), el día que visitó Cachimbo y seleccionó a las cuatro mujeres que se irían a estudiar a la República India. 20 de junio de 201
Hoy vuelven de la Teet Net Püm, exposición fotográfica India las “abuelas solares” de Cachimbo de Fidel Cruz Santiago - A las 19:00 horas de hoy lunes 17 de marzo se espera su arribo
COLABORACIONES
Convidado en la palabra
- El jueves 20 de marzo se inaugurará en el Corredor Sur de la Casa de la Cultura de Juchitán
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Víctor Fuentes
6 El 12 de marzo de 1793 nació José Gregorio Meléndez en Juchitán. Desde su juventud encabezó las reivindicaciones de su pueblo, pero fue hasta 1847 que dirigió la defensa de los derechos de distintas comunidades zapotecas de la planicie costera. De 1850 a 1853 sostuvo una rebelión contra el Gobierno de Oaxaca exigiendo la restitución de las salinas costeras así como la elevación del Departamento de Tehuantepec a Territorio Federal, anhelo que se conseguiría el 29 de mayo de 1853, mismo día de su muerte.
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REDES SOCIALES +3 = 619 +7 = 1087 + 13 = 1115 +1 = 1173 +8 = 1187 +7 =1327 +10 = 1412 +16 = 1524 +26 = 1,657 +16 = 1,707 +16 = 1,822 +14 = 1,866
+ 34 = 2163
REVISTA GUIDXIZÁ
¿Quién fue José Gregorio Meléndez? Gubidxa Guerrero Pág. 7
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GUIDXIZÁ
SUPLEMENTO CULTURAL
17 DE MARZO 2014
Gubidxa Guerrero Luis Responsable
Ana Laura Palacios Cepeda Diseño
Cristian Tónchez Orozco Coordinador Editorial
Foto: Gubidxa Guerrero
Imagen de la despedida en el embarcadero de Cachimbo, el miércoles 23 de octubre de 2013, cuando toda la comunidad salió a despedir a las “abuelas solares”
Edición
“ Rosa Elvia, María Aidee, Olga Lilia y Norma son mujeres huaves-zapotecas que dejaron familia y una vida en su pequeña comunidad con tal de adquirir conocimientos con los cuales poder electrificar su pueblo.”.
N
ada es más satisfactorio que ver una ilusión cumplirse. Hoy seremos testigos de la materialización de un gran sueño, cuando cuatro ejemplares mujeres regresen de la República India, después de haber dedicado cientos de horas al aprendizaje de saberes nuevos. Rosa Elvia, María Aidee, Olga Lilia y Norma son mujeres huaves-zapotecas que dejaron familia y una vida en su pequeña comunidad con tal de adquirir conocimientos con los cuales poder electrificar su pueblo. El sueño de ellas estará realizado cuando retornen sanas y salvas. El anhelo de Cachimbo estará cumplido cuando ellas mismas electrifiquen las modestas casas de sus habitantes. Para el Comité Melendre es un honor ser parte del esfuerzo colectivo que hizo posible
Juan Manuel Alegría
Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos es un suplemento cultural semanal, sin fines de lucro, a cargo del Comité Autonomista Zapoteca “Che Gorio Melendre”, editado para EL SUR, Diario independiente del Istmo, con la finalidad de contribuir a la divulgación cultural de nuestros pueblos. El contenido de este suplemento es Patrimonio Cultural de los zapotecas. Comentarios y colaboraciones: Tel. (044/45) 971 728 71 73 comitemelendre@hotmail.com www.twitter.com/comitemelendre www.facebook.com/comitemelendre www.comitemelendre.blogspot.com
este paso importante. En esta ocasión Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos presenta una colaboración del maestro Víctor Fuentes, por el gusto de convidar la palabra. Texto dedicado ―y bien merecido― a la poeta Irma Pineda. En el marco del natalicio de José Gregorio Meléndez, se reproduce un artículo de Gubidxa Guerrero, publicado originalmente en la Revista Guidxizá. En los Gráficos, se rinde un modesto homenaje a Gerardo Niguenda, fotógrafo ciego recién fallecido. Todo sacrificio merece un estímulo. Por ello, será bueno que quienes podamos acompañar moral y físicamente a las “abuelas solares”, lo hagamos. Ellas darán ejemplo a muchas mujeres y personas de comunidades marginadas de que con voluntad y con espíritu de servicio todo es posible.
Consejo Directivo del Comité Melendre 2014 Gubidxa Guerrero Luis / Juchitán Cristian Tónchez Orozco /Mixtequilla Elvis Valdivieso López / Juchitán Responsables Comunicación: Ana Laura Palacios Cepeda/ Juchitán Finanzas: Rafael Pacheco Jiménez / San Blas Atempa Logística: Victoria Guzmán Cabrera / Ixtaltepec Proyectos Culturales: Beatriz Cruz López / Villa Díaz Ordaz Trabajo Social: Beatriz Morales Ruiz / Juchitán Acción Ciudadana: Juquila A. Ramos Muñoz/ Juchitán Coordinador en Oaxaca: Salomón Cruz López / Juchitán Colectivo Aurelia Guerra Martínez/ Juchitán Geovanny Alonso Palomec / Ixtepec Juan Manuel López Alegría / Tehuantepec Bianni C. Matus Gómez / Juchitán Néstor Matus López / Juchitán Arianna S. Martínez Cruz / Tehuantepec Manuel López Esteva / Juchitán María Martínez Jaime/ Juchitán Guiee Niza López Castillo · Tlalok Guerrero Luis · Maura Matus Ortega · Andrea Antonio Montaño · Alexis de la Cruz Tónchez · Maritza Elena Enríquez Licón · Helen Toledo Castillejos · Andrés A. Sánchez Cruz · Liliana Fuentes Cervantes · Juan Carlos Gómez Rementería · Marco Antonio Guerra López · José Marconi Ruiz Gallegos · Karla Guzmán Martínez · Luis Manuel Amador · Gonzalo Jiménez López · Nadxielii López Diosdado · Claudia Daowz · Natalia Cruz · Clemente Vargas Vásquez.
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SUPLEMENTO CULTURAL
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Hoy vuelven de la India las “abuelas solares” de Cachimbo
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A las 19:00 horas de hoy lunes 17 de marzo se espera su arribo DE LA REDACCIÓN
Después de cinco meses de ausencia, este lunes 17 de marzo de 2014 retornarán a su país de origen Rosa Elvia Hernández Vicente, Norma Guerra Ramos, Olga Lilia Pimentel Moralez y María Aidee López Díaz, mujeres originarias de la pequeña comunidad de Cachimbo, en San Francisco Ixhuatán, de donde partieron en busca de conocimiento para beneficio de su pueblo. A finales de octubre se marcharon. Una lancha las llevó de Cachimbo a La Gloria (agencia municipal de Arriaga, Chiapas) de donde partieron para la Ciudad de México, haciendo primero una escala en Juchitán. Dejaron esposos, hijos y nietos. También amigos entrañables. Ellas tienen entre 40 y 55 años de edad y sólo cuentan con educa-
ción básica. Hasta antes de la visita de Bunker Roy, fundador del Barefoot College (Universidad Pies Descalzos), no tenían más expectativas que continuar con el comercio de pescados y mariscos que sus maridos capturan en el Mar Muerto. Vivían apaciblemente en un pueblo sin luz eléctrica ni agua potable; pero el 20 de junio de 2013 su futuro cambió. Bunker Roy en persona las seleccionó para irse con todos los gastos pagados a estudiar a la India. El Comité Autonomista Zapoteca “Che Gorio Melendre” se encargó de los trámites para que ellas se marcharan cinco meses a estudiar los secretos para el aprovechamiento de la energía solar. Aunque se enfrentaron a la incredulidad de muchas personas de la cabecera mu-
nicipal y de poblaciones vecinas, ellas confiaron en que todavía existe gente buena en el mundo. Tuvieron dificultades con los trámites, pues al vivir en una comunidad marginada no contaban con la documentación en regla. El 25 de octubre volaron con rumbo a la República India, haciendo escala en Frankfort, Alemania. Después, recorrieron cientos de kilómetros en jeep hasta llegar a su destino en Tilonia, Rajashtán. Allí conocieron los detalles de una lámpara solar, así como las partes componentes de un panel generador de energía. Ensamblaron, soldaron, unieron cables y adquirieron la pericia suficiente para que próximamente ellas mismas electrifiquen su pueblo natal. Parece un sueño, pero este proyecto es toda una realidad. Estas cuatro valientes mujeres aterrizarán en unas cuantas horas en el Aeropuerto Inter-
nacional de la Ciudad de México para continuar adelante con esta maravillosa historia de superación colectiva, que las tiene a ellas como protagonistas, quienes sin el apoyo gubernamental mexicano lograron romper con varios prejuicios juntos: de clase, de género y de edad. El jueves 20 estarán en Juchitán, en donde participarán en una entrevista radiofónica por la mañana. A las 5 de la tarde ―después de la proyección de una conferencia de Bunker Roy en el TED y un documental elaborado por TvMelendre― darán una rueda de prensa en la Casa de la Cultura para luego fungir como madrinas de inauguración de la exposición fotográfica Teet Net Püm-Sol de Cachimbo de Fidel Cruz Santiago. Todo es posible cuando hay voluntad y un grupo de personas e instituciones que lo hace posible. ¡Felicidades!
El Comité Melendre es un colectivo de personas que busca la transformación positiva de la sociedad binnizá. Se fundó el 8 de mayo de 2004 por jóvenes zapotecas de diferentes comunidades. Realiza proyectos culturales y diversas actividades como recitales de música, torneos deportivos, conferencias, cine comunitario, publicación de libros y revistas. Tiene, además, un programa de radio llamado Nuestros Pueblos, Nuestra Historia y un suplemento cultural que circula cada semana con el nombre de Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos. El Comité Melendre desempeña cada una de sus acciones por medio del trabajo voluntario. Todos sus gastos económicos siempre han corrido a cuenta de sus integrantes, quienes aportan cooperaciones voluntarias.
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Teet Net Püm , exposición fotográfica de Fidel Cruz Santiago El jueves 20 de marzo se inaugurará en el Corredor Sur de la Casa de la Cultura de Juchitán DE LA REDACCIÓN
En el marco de la llegada de las “abuelas solares” al Istmo de Tehuantepec será inaugurada la exposición fotográfica de Fidel Cruz Santiago denominada Teet Net Püm, palabra en idioma ikoot que significa Sol de Cachimbo. La cita es en el Corredor Sur de la Casa de la Cultura de Juchitán, el jueves 20 de marzo, a las 6 de la tarde. La muestra está compuesta por veinte piezas hechas especialmente para la ocasión, con la finalidad de lograr una aproximación visual entre el público asistente y la comunidad de Cachimbo, al oriente istmeño. Esta pescadería, agencia municipal de San Francisco Ixhuatán, fue devastada a fines de mayor por el huracán Bárbara. Si de por sí se encontraba en un lamentable estado de marginación, después del meteoro quedó en un estado deplorable. En junio llegó Bunker Roy, fundador del Barefoot College, a la comunidad. Llevó esperanzas donde otros habían dejado promesas. Y desde entonces nació el proyecto que llevó a cuatro mujeres del pueblo a capacitarse a la República India en los secretos de la energía solar. Aunque mucha gente ha escuchado hablar de Cachimbo, sobre todo después de Bárbara y del viaje de las “abuelas solares” a la Universidad Pies Descalzos, muy pocos saben cómo es esta comunidad. Al ser prácticamente una isla, se mantiene incomunicada con el resto de las poblaciones istmeñas. Fidel Cruz Santiago no es ajeno a la población. Conoció Cachimbo en su
niñez, pues él y sus padres son de San Francisco Ixhuatán y crecieron en un rancho cercano. A invitación del Comité Melendre se dedicó a documentar la vida en la comunidad, así como las casas del pueblo, el mar, sus habitantes… Por la lente de su cámara pasaron escenas cotidianas del pueblo, como la captura de jaibas por los niños del lugar, o las asambleas comunitarias para definir los pormenores del proyecto y recibir los informes del Comité Melendre. La muestra se llama Sol de Cachimbo en honor al astro rey (Teet Net/’Padre Sol’) que dará energía eléctrica al pueblo en algunos meses. Fidel pone énfasis en los niños, que son el presente y futuro de la comunidad. Ellos tendrán en sus manos la decisión de continuar por la ruta de la sustentabilidad que, sin romper con la naturaleza circundante, les permita gozar de electricidad de forma renovable y gratuita. Cachimbo es un pueblo enclavado en una isla de mayor tamaño ―la Isla de León― de más de 70 kilómetros de longitud, por 1 o 2 kilómetros de ancho. En la exposición fotográfica también se verán escenas de esa parte todavía menos conocida. La muestra se hizo con dos criterios elementales: el estético y el documental. Fidel logró conciliar armoniosamente ambos requerimientos con su ojo experimentado. La entrada al recinto es gratuita, por lo que no hay pretextos para conocer Cachimbo a través de la mirada de este fotógrafo ixhuateco.
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DATO En esta sección compartimos anuncios de las actividades culturales organizadas por el Comité Melendre. También divulgamos informes de conferencias, cursos, talleres o convocatorias de varias instituciones académicas o culturales, relacionadas con el conocimiento de nuestra estirpe. Esperamos que este espacio sea de utilidad para que nuestros hermanos dispongan de información necesaria.
COLABORACIONES
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17 DE FEBRERO 2014
Convidado en la palabra
Víctor Fuentes
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Las páginas de esta sección están dedicadas al arte y a la cultura de nuestros pueblos. En cada plana compartimos un poco de cada una de las disciplinas que hemos explorado los integrantes y voluntarios del Comité Melendre. Sin embargo, existe mucho más que merece divulgarse. Hay otras perspectivas enriquecedoras que nos pueden permitir contar con más elementos para conocernos y fortalecer la tarea de reivindicar nuestra identidad. Aquí tienen cabida otras voces: la de escritores, investigadores, periodistas y personas con la sensibilidad necesaria para ofrecer algo enriquecedor desde su campo de conocimiento. Con ello, todos ganamos: lectores y editores.
Para Irma Pineda Tejedora de la palabra como las sabias mujeres zapotecas; ellas, las bordadoras de flores, hilanderas de guie’ chaachi, mujeres que echan la mano al horno para deleitarnos con su guiso, quizás un pescado orneado, o muchos totopos. Es una línea tan frágil la que vibra entre lo que escribe Irma Pineda y lo que sucede en las acrobáticas manos de esta nuestras mujeres. Al girar el totopo, como trompo al aire, sabias remojan la mano al meterla al horno, y quizás la aguda visión para ensartar el hilo a la cabeza de la aguja, así la filigrana de la palabra de esta poeta za, se va entretejiendo en este gozo meticuloso tan ancestral, mano y cuerpo y espíritu. ¿Cuándo aprendió la poeta a distinguir el valor de la palabra? Es una pregunta que vuelca el sentir y la desesperación, ante la antigua desigualdad de las mujeres que la anteceden, de las que comparte el mundo zapoteca, las mujeres de enagua que caminan descalzas por la vida. Quizás la fuerza que la empuja sea el silencio de éstas ante la asombrosa poesía. Ella va cantando lo que callan, anuncia nuevos amaneceres ante la oscuridad del alba; muy especial si estás son agraviadas, como en el poemario Guie’ ni zinebe. En muchos de los poemas, Irma reclama a flor de poesía, la desigualdad, la actitud oscura ante la injusticia, así escribió: “Cadi cayuuba di ra gucana’ya’/ casi riuuba guendarigani/sti’ ca binni ni ruyadxí si cuxhalecabe guidiladidu/riuudiagasica’ caxidxi calaa dxita ladi/ ne ti gului’ nuuca xizaa/risiá ca’ rinni xhii layú/ti qui naca’ gacabiidi telayú. No duelen las heridas/como el silencio/ de los que miran mientras nos abren la piel / escuchan resignados el crujir de huesos/y para decir que les importa/limpian la sangre derramada/porque no quieren ensuciar el alba. La profundidad de esta desigualdad es reclamada con la palabra hecha de flores, ―como decimos en zapoteco a la poesía: diidxa guie’― porque sólo la flor muestra nuestro acercamiento puntual, y en los ojos de Irma esto se traduce en defensa, en perpetuar la fuerza de las mujeres zapotecas, quizás de todas las mujeres del mundo.
Para no seguir calladas, para no seguir silenciadas de sus pensamientos y acciones, para encontrarse a sí mismas. Esta es la tarea más noble que atisbo en la escritura de Irma, en hacernos reconocer el potencial demoledor y descubridor de la poesía. Leer de por sí, y más escuchar leer a Irma, acerca a estas mujeres a la otra oportunidad de sentirse reconocidas, el acento poético que desborda la lectura de sí misma; alienta esperanzas, construye alternativas no sólo de creación sino de realidades posibles para las mujeres, para nosotros mismos. Acercarnos a la palabra de la poeta, es saber que otro mundo dentro de éste nos espera. Aprendió a fuerza de ver pasar la nostalgia guindada de su ventana, aprendió Irma que con pocas partencias se desafía el mundo, con un guie’ tiqui en el centro del patio, puede ver morir las tristezas, pero también ver nacer la alegría de la vida. Una hamaca en vaivén es el descanso en el que gozamos su palabra, hecha belleza, hecha de sabias caricias, de momentos de arrebato a la noche su pereza, no sé si un remolino de ideas bullan en la cabeza de la poeta, pero de algo sí estoy seguro, en sus letras hay demasiada humildad para hacernos sentir que también somos poesía. No hay otro camino. Amamos estas letras o las ignoramos. Puedo perdonarle a quienes nunca la han leído o escuchado, pero no justificaría indiferencia a quienes su palabra nos ha alcanzado. No hay razón para el descuido, la indiferencia o el olvido. De hacerlo, traicionaríamos a la mujer zapoteca, a los binnizá. Nuestra indiferencia no apaga la sed de Irma. Cada día se acerca a la palabra como la primera vez en la que comprendió que su voz podría mostrarnos la sonrisa de las letras, puestas en armonía como las bordadoras de flores, color y ritmo aceleran el pulso amoroso de sus versos. El acento se amplia, se acerca y se multiplica en las páginas que han recogido los poemas. En la red se puede escuchar a Irma, afortunadamente a cualquier hora del día. Para mí es una nueva oración al poder, al poder que nos convoca su desafío, su pausada pero contante construcción poética. El canto a la palabra zapoteca se celebra en esta mujer, que es belleza y arquitectura de la palabra. No hay arquetipos que simbolicen su esencia; todavía no la hay ―no puedo describir lo que es enigmático― como no la hay para definir lo que es poesía. Sé reconocer en la letra de Irma Pineda a una mujer emancipada. Y lo que es más, sé advertir que su palabra atañe a muchas mujeres en el silencio de sus habitaciones tan profundas y desvanecidas; advertir, también, que el gozo es mutuo, es llevadero, es arriesgado pero certero. Por ello evoco su osadía, su lucidez, su entrega. Al parecer cada verso reza un camino diferente, dentro de muchos bifurcados. Irma puede llevar la voz aunque lleve una mantilla en la cabeza, aunque el tápalo sea oscuro. El dolor es consciente para que no duela o duela menos, o para que aprendamos a llevarlo lo menos doloroso posible.
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Gubidxa Guerrero
¿Quién fue José Gregorio Meléndez?
REVISTA GUIDXIZÁ El desconocimiento de la historia zapoteca es alarmante. Conforme avanza el tiempo, los personajes que entregaron sus vidas por nuestros pueblos van olvidándose. Las nuevas generaciones ignoran los nombres y hechos de quienes tanto hicieron porque hoy la planicie costera del Istmo de Tehuantepec tuviera las condiciones mínimas de vida decorosa. ¿Quién recuerda a José Gregorio Meléndez? ¿Alguien sabe sobre Pedro Gallegos o sobre Cosme Damián Gómez? ¿Qué conocemos de Máximo Ramón Ortiz o de Cristóbal Salinas? ¿Hemos escuchado hablar del cura Miguel López, de Albino Jiménez o de Benigno Cartas? ¿Sabemos algo sobre Mateo Jiménez o sobre Fray Mauricio López? Todos ellos fueron hombres valientes, dignos, honorables. La mayoría ofrendó su vida luchando por lo que consideraba mejor para sus pueblos. Hablaré sobre el primero de los antedichos. Che Gorio Melendre le apodaban (por la zapotequización de su nombre). Nació el 12 de marzo de 1793 en el rancho La Palma , Juchitán; día de San Gregorio Magno (en honor a este Santo le pusieron el nombre). Peleó en la Guerra de Independencia de México, cuando el líder insurgente Mariano Matamoros estuvo en nuestra región (Matamoros fue comisionado por Morelos para levantar el Istmo y para detener el ataque realista proveniente de Guatemala). Siendo muy joven, José Gregorio Meléndez organizó a los muchachos de su tiempo para luchar a favor de los insurgentes. Desde entonces destacó de entre los suyos . Cuando el virreinato de Nueva España se independizó en 1821, comenzó un periodo caótico. México, como nuevo país, se enfrentó a revueltas internas, sufrió golpes de Estado, bancarrota, corrupción… Y entre las consecuencias de esos años complejos estuvo el despojo que sufrieron las comunidades istmeñas de sus recursos naturales. Los dos bienes estratégicos de que disponían los pueblos les fueron arrebatados por “vía legal”: salinas costeras y terrenos comunales . Hoy quizá nos parezca increíble ver en ese mineral motivo de derramamiento de sangre; pero si consideramos que en torno a la sal giró buena parte de la vida económica de los zapotecas-binnizá, podremos tener una mejor idea. Con ese bien intercambiaron productos durante todo el siglo XIX, contrabandearon con Guatemala y se hicieron de recursos económicos para sostenerse. La sal de las costas istmeñas llegó a manos mixes, chontales, zapotecas de la sierra y de los valles, y a regiones más apartadas, que la utilizaron como conservador y como condimento . El Gobierno del Estado percibió de los impuestos a la sal buena parte de los recursos para su sostenimiento, y las minas mexicanas la utilizaron para sus procesos de purificación metalúrgica. Pero los pueblos zapotecas no iban a permitir tan fácilmente que un grupo de prominentes negociantes y políticos mexicanos los despojaran de lo que les había pertenecido por casi 400 años; por lo que se vivieron numerosos levantamientos armados en el Istmo . Desde 1827 comenzaron las rebeliones . Igualmente 1834 , 1844-45 , 1847 , y 1850-53 , fueron años de rebeliones. Al principio, los alzados sólo exigían que los dejaran trabajar en paz, y que les permitieran usufructuar lo que era costumbre. Pero ante la cerrazón de los gobiernos de Oaxaca y de la Federación, ampliaron sus demandas, solicitando también la independencia del Departamento de Tehuantepec respecto del Estado de Oaxaca. José Gregorio Meléndez dirigió casi todos los mo-
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vimientos antedichos. Fue, asimismo, autor del plan (fechado el 10 de enero de 1851 ) que pedía crear una Entidad Federativa en el Istmo. De todas las guerras que encabezó, la más cruenta fue la que dio comienzo el 14 de abril de 1850 , que terminó en febrero de 1853 . En ella murieron miles de personas. Las batallas más importantes se pelearon en Juchitán, Tuxtla Gutiérrez, Tehuantepec, Ixtaltepec y la ciudad de Oaxaca. El 19 de mayo de 1850, Juchitán fue incendiado por soldados de la Guardia Nacional. La prensa nacional habló de mil muertos , los rebeldes aseguraron que la mitad de la población pereció. En julio, los sublevados atacaron Tehuantepec , en noviembre Ixtaltepec , en diciembre nuevamente se peleó una fuerte batalla en Guizii . Los enfrentamientos se daban esporádicamente. En agosto de 1851 se levantó en armas Máximo Ramón Ortiz, en Tehuantepec . Por razones distintas, Ortiz y Meléndez luchaban contra el Gobierno estatal. En 1852, ambos se unieron entre sí, adhiriéndose al Plan de Jalisco, que pedía la caída del Presidente de la República . Se sumaron con la condición de que, cuando el movimiento nacional triunfara, el Departamento de Tehuantepec sería independiente, y los zapotecas recuperarían las salinas . En enero de 1853 cayó la Villa de Tehuantepec en manos rebeldes . En febrero, tecos, tehuanos, guiatis, jeromeños, gente de Huilotepec, de Mixtequilla y de cada uno de los pueblos zapotecas istmeños, tomaron la ciudad de Oaxaca . Derrocaron al Gobernador; el Congreso del Estado se disolvió , e impusieron un nuevo orden. En abril tomó posesión un nuevo Presidente de México — Antonio López de Santa Anna—, que el 29 de mayo del mismo año proclamó la creación del Territorio Federal del Istmo . Por ironías del destino, ese mismo día murió Meléndez , cerrándose el ciclo de uno de los más grandes líderes zapotecas. Ésta, que es la rebelión más importante del sureste mexicano en los últimos 200 años, permanece en el olvido. ¿Razón? El Gobernador que en ese entonces dirigía los destinos de Oaxaca se llamaba Benito Juárez. Fue él quien ordenó el envío de cientos de soldados de la Guardia Nacional hacia el Istmo, y fue también quien se puso del lado de los acaudalados personajes de origen extranjero que apetecían nuestras riquezas. De Juárez se destaca todo aquello que lo deje bien parado ante la Historia, y se omite aquello que pueda generar algún tipo de crítica o reproche. Es tanta la ignorancia sobre nuestro pasado, que el parque central de Juchitán se llama Benito Juárez, y hasta su señora esposa, que no tuvo ninguna relevancia histórica, tiene un busto en ese lugar. Che Gorio Melendre, en cambio, que luchó toda su vida por defender nuestros derechos ancestrales, no tiene efigies, ni monumentos, ni plazas, ni escuelas, ni calles céntricas. Colonias tampoco. Pervive apenas en el recuerdo de los ancianos, nietos de quienes lucharon con él; o en las plumas de algunos cronistas. José Gregorio Meléndez, o cualquiera de los personajes mencionados antes, vale más que todos los políticos corruptos juntos (que hoy abundan en nuestra región), y que como dictadores, llaman a las colonias con sus propios nombres. Recuperemos nuestra memoria histórica; pues sólo conociéndola podremos valorarla y aprender de ella. Rindamos honor a quien honor merece; en este caso, a José Gregorio Meléndez, el gran Che Gorio Melendre.
DATO Texto publicado en la en Revista Guidxizá (Nación Zapoteca), núm. 16, junio de 2011. La Revista Guidxizá es una publicación cultural del Comité Melendre. Tiene el objetivo de servir de espejo al pueblo zapoteca y ser una ventana por donde el mundo pueda mirarnos con otros ojos. Es un espacio de creación literaria y visual, que impulsa a las nuevas generaciones de escritores y pintores. Es, también, el medio idóneo para difundir trabajos de investigación especializados en la historia y cultura zapoteca; tanto escritos por miembros de nuestra comunidad, como por conocedores originarios de otras latitudes. La Revista Guidxizá es producto del trabajo voluntario de zapotecas originarios de diferentes regiones. Se elabora con papel cultural, en interiores; y la portada en papel kraff, a una tinta.
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Gerardo Nigenda Es el más importante fotógrafo ciego mexicano. Perdió la vista a los 25 años y se inició en la fotografía en 1999, a los 32 años. Fotografiaba con una cámara de bolsillo que le regaló la documentalista norteamericana Mary Ellen Mark. Nigenda intervenía las impresiones con textos en braille. En ellas conjuntaba descripciones ajenas y recuerdos propios, la información gráfica y la escritura cifrada. Participó en exposiciones colectivas e individuales en México y el extranjero, e impartió el “Taller de percepción no visual” en varios estados de la República. Murió el pasado 9 de mayo, dejando inconcluso un proyecto sobre las mujeres de Juchitán. .
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