Hacia una cultura de la informalidad: el caso del comercio ambulante en el Centro Histórico del la ciudad de México. Mtro. Gustavo Gutiérrez de Hoyos Si bien ya se tienen dos estudios previos con marcos teóricos conceptuales diversos, una vez más es necesario y se justifica renovar las lentes teórico-metodológicas, pero también proponer la construcción de un puente para echar una vez más una nueva mirada al mismo fenómeno de la cultura urbana en cuestión, tener el tiempo y los recursos para buscar construir, reconstruir un mayor y mejor o más apto aparato teórico conceptual que permita alcanzar la descripción densa, el entendimiento comprensivo y la explicación multifactorial del fenómeno. Los datos y la información generada a través del re-estudio con base en el trabajo de campo, son la mejor manera de gestar una nueva y reelaborada explicación racional del aparente fenómeno irracional de la dinámica de la expansión del comercio informal y así formular una agenda que coadyuve a revalorar la cultura urbana, así como a consolidación la política regulatoria vía el PRCVP-98. Solo un re-estudio empírico y teórico permitirá arribar a la posibilidad de lograr decodificar, descifrar puntualmente en el nivel de la modelación con base en tipos ideales weberianos, la lógica de la reproducción de la cultura de la informalidad y sus mecanismo, las redes de relaciones que están detrás de ella y que a simple vista no están presentes mediando la realidad, pero que sí se han
podido ver de cerca en los anteriores estudios, pero que en parte por estrategia profesional y en parte por falta de cálculo moral, solo se han podido documentar a grandes rasgos. Dada su delicada forma de reproducción, las redes de diferentes tipos se deberán manejar con la coherencia académica del rigor científico y la ética profesional debida, aunque dejando ver las entrañas de ese tipo de cultura urbana con base en la modelación conceptual cuidando no vulgarizar los mecanismo de sobrevivencia que involucra el fenómeno, porque en esencia estamos hablando de lo que está detrás de todo proceso humano de sobrevivencia, resistencia y adaptación al cambio, ya sea activa o pasivamente. En esta parte será de suma utilidad el libro de Emilio Duhau y Angela Giglia, Las reglas del desorden: habitar la metrópoli: la Ciudad de México a principios del siglo XXI (2008). Del enfoque tradicional a la innovación Segunda parte. La cultura de la informalidad: Como herramientas teórico-conceptuales para abordar en el terreno el desciframiento de la cultura de la informalidad creando un argumento sistemático, coherente y lógico que permita cifrar los resultados de la investigación según los cánones de la Antropología social, como una disciplina que construye literatura científico humanista, se propone echar mano de la gran tradición clásica de los estudios antropológicos urbanos en México, desarrollada por antropólogos norteamericanos como por
mexicanos. A su vez, se requerirá hacer una revisión exhaustiva del concepto de cultura desde los estudios antropológicos clásicos como el de Tylor, los Kluckon, Webster y otros, así como de los contemporáneos como Clifford Geertz y Néstor García Canclini, entre otros referentes como el de la cultura cívica de Almond y Verba y la cultura política en autores como Thompson, Ellis y Wildavsky. Esto con la intención de presentar un amplio recuento de la evolución en el estudio del concepto de cultura sobre todo poniendo en el centro una visión operativa para el estudio en cuestión, en donde la cultura de la informalidad se relaciona con la reproducción, conservación y difusión del patrimonio cultural, siendo fundamental el estudio de Eduardo Nivón, La política cultural. Temas, problemas y oportunidades1.
El reto es poder encontrar la
acepción que mejor se adapte al tipo de estudio que se propone, explorando el aportar algún constructo innovador para los fines que se persiguen en torno al fenómeno en estudio. La configuración de la cultura de la informalidad plantea el reto de reestudiar el paradigma de la cultura de la pobreza que desarrolló Oscar Lewis en sus diferentes obras como Cinco familias, Los hijos de Sánchez y La cultura de la pobreza2, incluido su estudio crítico de Tepoztlán, sobre todo en función de explorar la re-utilización del concepto del continuum folk urbano como el referente clave que puede ayudar a 1
Colección Intersecciones, CONACULTA, p. 107. Ver Claudio Lomnitz, 2011 Prologue to the 50th anniversary commemorative edition of Oscar Lewis, Los hijos de Sánchez, and Death in the Sánchez Family, Mexico City, Fondo de Cultura Económica. 2
entender la lógica de la reproducción de la cultura de la informalidad, dando continuidad a uno de los debates clásicos y más trascendentales de la antropología urbana en México. Esto partiendo del hecho de que los comerciantes subempleados en la ciudad como comerciantes informales provienen en su mayoría de las zonas suburbanas que rodean la ciudad, mismas que se han poblado de inmigrantes del medio rural. Se propone que el estudio del comportamiento de las concentraciones de comercio informal, parta de la identificación de su confinamiento en áreas en las que se da una alta articulación entre el mundo rural y el urbano, a través del área suburbana que circunda la urbe. Esos lugares se están localizando como los puntos críticos a estudiar realizando un importante trabajo de campo, teniendo como punto de partida del estudio el supuesto y/o premisa inicial de que en ellas se puede modelar o crear un constructo que las contemple, para fines metodológicos, como pequeñas sociedades cerradas en el entendido de que se crean ambientes herméticos de secrecía y construcción de redes de lealtad y complicidad, que gestan pequeños mundos en los que la naturaleza en la que se lleva la vida cotidiana y el proceso de socialización, está al margen de los circuitos de la reproducción de la vida cotidiana que transcurre en entornos institucionales formales, regulados y relacionados con el pago de impuestos y el registro de empresas y sociedades jurídicas varias. Por lo anterior, se retomarán las discusiones en torno a los primeros estudios de la escuela de Chicago, los aportes de Louis Wirth, de Ezra Park y cómo
Robert Redfield en 1930 creó el concepto de continuum folk urbano y cómo fue criticado por Oscar Lewis en su re-estudio de Tepoztlán en 1951. Asimismo, se utilizará la vertiente del estudio de redes de relaciones personales que desarrolló la escuela de Manchester con Clide Mitchell (1969, 1973, 1974) que discute cómo reflejan las interacciones, la intensidad, la durabilidad, la frecuencia y el contenido. La formación de redes de relaciones en estrella y los diversos órdenes de Barnes (1969), el estudio de las relaciones múltiples con objetivos diferenciados que detectó Gluckman (1955), las variables morfológicas, de intercambio y flujo direccional de Kapferer (1969), entre otros, incluyendo las críticas de sus contemporáneos y quizá las misma revisión de ellos en años posteriores3. Con base en esta metodología se identificarán diversos aspectos de las redes de relaciones informales de la cultura de la informalidad, su creación, expansión, contracción y extinción y reestructuración en el tránsito a la formalidad, articulando las redes de relaciones complejas que conciernen a comerciantes con líderes populares con base en arreglos personales al margen de la normatividad aplicable y de éstas con los burócratas que deben resguardar el espacio público, junto con los demás funcionarios delegaciones de confianza responsables de supervisar el cumplimiento del PRCVP-98.
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Hannerz, op. cit., pp. 188-228.
Se ha identificado lo útil que será para esta etapa el estudio de Emilio Duhau y Angela Giglia, Las reglas del desorden: habitar la metrópoli: la Ciudad de México a principios del siglo XXI (2008)4, para poder definitivamente alcanzar el arte de la ciencia antropológica modelando de la mejor manera posible la lógica y la naturaleza de las articulaciones entre redes que permite dar vida y reproducir las diferentes configuraciones que contiene la cultura de la informalidad, a través de los mecanismos de las redes de relaciones personales e impersonales de reclutamiento, permanencia y expansión de esa cultura urbana, así como la gestión informal que la incentiva y la reproduce en el ámbito de la administración pública local. Poniendo la mira en el amplio mercado de interacciones, materiales, simbólicas y de poder, recíprocas o no bajo la lógica de un toma y daca, do ut des o quid pro quo asimétrico de suma cero en relaciones informales que subyacen a la norma (PRCVP-98). Interacciones que articula el mercado de bienes de consumo para el abasto popular informal en espacios al aire libre con altos flujos de transeúntes que usan la ciudad con diferentes fines, pero que se vuelven consumidores potenciales formando parte del fenómeno. Al articular algunos de los modelos teóricos de los estudios urbanos de la escuela de Chicago con la escuela de Manchester, se forma el marco teórico sustantivo que dota de un herramental que servirá como andamiaje teórico-metodológico apto para el estudio en cuestión, dado 4
Editado en Siglo XXI México.
que provee de referentes conceptuales operacionales para estructurar las diferentes manifestaciones que adquiere el objeto de estudio en el terreno. Además, se está proponiendo que el puente que tradicionalmente se construye con esas dos tradiciones pueda ser legítimamente enunciado como el marco teórico de la antropología política urbana del siglo XX; enfoque que se inicia en la costa este de Norteamérica a principios del siglo XX, se desarrolla en África a mediados del siglo XX y se consolida en México después de la segunda mitad del siglo XX. A su vez, de la escuela de Manchester y como parte del trabajo de la reconstrucción de hechos observados en campo, así como con base en los modelos conceptuales de las redes de relaciones de la cultura de la informalidad en acción, se propone con base en la teoría interaccionista simbólica que desarrolló Erving Goffman, recrear las redes que se modelen a través de la perspectiva de las representaciones que hacen los actores que las conforman. Redimensionarlas, animarlas por medio del complejo arte de las representaciones meta teatrales de las diversas personalidades que colaboran en el meta teatro de la apropiación informal del espacio público y analizar cómo un individuo utiliza una máscara en el ámbito formal, institucional y otra en el ámbito informal a través de reglas informales consuetudinarias callejeras que articulan en una persona más de una máscara, para sobrevivir en el complejo entramado de redes de relaciones informales que tejen la telaraña de la cultura de la informalidad. Cómo cada persona hace ajustes de su
personalidad situacionalmente en diferentes contextos con diversos fines, al frente y detrás del escenario, manipulando diferentes representaciones de su persona en la vida cotidiana reproduciendo la cultura de la informalidad y cómo en contexto institucionales, formales, por ejemplo, el líder callejero adecua y readecua su “máscara” entre escenarios ganando el reconocimiento de la autoridad y cómo el burócrata retoma su rol según el estatus que debe jugar en el entramado institucional al que pertenece y al que se debe originalmente, como es el caso de los funcionarios públicos que operan el PRCVP-98 y que se involucran en la lógica de la reproducción de una gestión de la política informal de la cultura de la informalidad. Para analizar las “escenas” y los enmascaramientos que están detrás de lo que se ha denominado la etnografía del hampa en donde se engaña a los otros, se utilizarán dos trabajos de Goffman, el relacionado con The Presentation of Self in Everyday Life de 1959 y “On Cooling the Mark Out: Some Aspects of Adaptation to Failure” de 1952 que se ha traducido en Cómo apaciguar al papanatas5, ya que en estos estudios se trabajan las formas rituales de la sinceridad y el engaño y las habilidades para manejar las impresiones en el doble escenario –al frente y detrás- de la vida cotidiana, sirviendo como metodología para decodificar la cultura de la informalidad a través de sus actores y las formas estratégicas en la “distribución desigual de la
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Hannerz, op. cit., pp. 240-241.
información personal”6 y su relación con el control normativo de la política regulatoria. También de la escuela de Manchester se retomarán los estudios de Max Gluckman, por ejemplo el clásico de Analysis of a Social Situation in Modern Zululand de 1940, dado que el tema de la reproducción del comercio informal solamente se explica en el contexto de relaciones de simulación entre actores que tiene que legitimarse actuando de cierta forma ante las cámaras y de otra gestando una opinión pública, con el fin de mantener un orden social dado evitando la confrontación violenta queriendo ganar lo más posible de prestigio. A su vez, se quiere hacer una apropiación metodológica de la idea de método del estudio de caso ampliado que Max Gluckman establece en sus análisis y del cual refiere Hannerz van Velsen realizó estudios, pero sin caer en la polémica de la sinonimia entre análisis situacional y estudio de caso ampliado que polemiza el mismo Hannerz7, para salvar el infortunio que se señala se referirá al estudio de caso ampliado como la estrategia de hacer reestudios de estudios de caso en el tiempo, lo cual es exactamente lo que se propone hacer en esta investigación al tratar de hacer un estudio con base en dos estudios de caso de los dos lados de la misma moneda o problema, como es el sociocultural y el político e institucional, realizando un re-estudio con el método de caso ampliado que articule a los dos anteriores, los actualice y sirvan como sustrato para aspirar a la consolidación de lo que se ha dado en 6 7
Ibídem, p. 271. Ídem, p. 154.
llamar desde entonces la cultura de la informalidad. En consonancia con el estudio de caso ampliado con el sentido que se le quiere dar, la investigación amplia sus lentes e integra dos aspectos: 1) la investigación ya no se limita al centro de la ciudad ahora se expande a estudiar concentraciones del objeto de estudio en diversas delegaciones del D.F.; 2) se incorpora a un nuevo actor, la ciudadanía que como consumidora situacional genera una demanda inacabable e infinita buscando satisfacer necesidades que en los circuitos del mercado formal no satisface, al menos en relación a los millones de ciudadanos de los sectores populares que diariamente usan la ciudad y sus centros de confluencia, incluidos todos aquellos que diariamente arriban de la zona metropolitana.
El futuro de la tradición en los estudios urbanos Definitivamente se quiere asumir el reto de incrementar las aspiraciones para que el estudio trascienda y se tiene a favor, por un lado, la confianza ganada con algunos actores clave del gremio, por otro, se conoce el organigrama gubernamental vinculado para detectar a los funcionarios clave. Así se buscarán a los informantes clave, estratégicos, para reconstruir las redes de la reproducción de la cultura urbana de la informalidad y su relación con la gestión pública de la regulación del trabajo informal.
Producto de la amplia experiencia de trabajo de campo en cinco periodos en el pasado, se espera poder tener un acercamiento cada vez más estratégico, racional a los procesos irracionales que genera la supervivencia de la cultura de la informalidad, no solo en el ámbito de lo que corresponde al horizonte de acción y corresponsabilidad de los comerciantes necesitados de trabajo, sino también de la ciudadanía que también forma parte de las redes de relaciones que reproducen la cultura de la informalidad. Con base en modelos tipo ideal weberianos, se podrá desmenuzar la aparente maraña que conllevan las redes de complicidad, corrupción y/o tolerancia, de ayuda y prestigio, así como de sobrevivencia y reciprocidad y satisfacción de necesidades que mantiene a miles de personas en vilo teniendo la esperanza de al otro día tener empleo o encontrar la oferta y mantener el empleo, ya que se articulan y benefician diferentes consumidores, grupos de interés, públicos y actores como los que tienen responsabilidades institucionales formales, los que representan al gremio del comercio formal y la diversas industrias, ente otros que también manipulan al gremio con fines electorales a través de componendas y dádivas, los que mediatizan la opinión pública y toman iniciativas que colateralmente materializan el uso “legitimo” de la vía pública contribuyendo a la gesta de la cultura de la informalidad. Propongo ir más allá de lo que se ha venido haciendo en los dos estudios anteriores que son fundamentales y complementarios para dar este paso y coadyuvar a la comprensión cultural del fenómeno y a la mejora en
general de la política regulatoria. Por un lado, se desea arribar al horizonte de la madurez conceptual del fenómeno queriendo definir, estructurar, caracterizar e identificar las dinámicas, así como establecer las configuraciones que toma eso que se identifica como la cultura de la informalidad en diferentes zonas de la ciudad, pero que se sustenta en diversas variables constantes como su articulación a los liderazgos barriales y a los actores institucionales con competencias administrativa y jurídicas. Se postula que con el arte de la modelación de esa cultura urbana sea factible pensar en términos de una antropología aplicada que ayude a poder reducir las redes de corrupción e integre una visión prospectiva de cómo en armonía hacer del comercio una tradición digna que pueda aspirar, vía la política de gestión cultural, a formar parte del patrimonio cultural de la humanidad en lugares bien delimitados, por ejemplo como se ha venido haciendo con base en plazas comerciales. Entendiendo que “la expresión “antropología aplicada” generalmente (describe un papel) que un antropólogo desempeña de vez en cuando, más que una especie distinta de científico”8. De la sistematización puntual del estudio de la cultura de la informalidad, se podrá derivar la hechura de una agenda pública mínima, gubernamental y ciudadana, bien acotada que permita que todos los miembros de la comunidad colaboren para atender el re-encausamiento que puede tener un problema que sí tiene soluciones prácticas, por ejemplo la desarticulación de los
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Ibídem.
intermediarios políticos informales que se vuelven los gestores tradicionales que se traducen en líderes políticos informales y formales, que han sido reconocidos por la autoridades en quienes la sociedad delega su atención y no lo hacen de la mejor forma posible utilizando el recurso público, sino por el contrario tergiversan la oportunidad del cambio cultural. Se quiere incidir en que la antropología del siglo XXI, el estudio antropológico y el mismo antropólogo, se sumen como agentes directos del cambio trabajando de la mano con la comunidad en estudio y que como grandes intérpretes de la decodificación del comportamientos y los patrones culturales, sean impulsores de vehículos generadores de información de primera mano para dirigir el cambio con base en intervenciones prácticas, que finalmente y para siempre el gremio antropológico escale su papel social para ser un agente que la comunidad solicite y que junto a ella entendiendo al Otro y juntos repiensen más allá del think thang del gobierno, cuáles son sus verdaderas y auténticas oportunidades para construir en conjunto y de la mejor manera posible eso que Malinowski llamó un mundo feliz, que forma parte del estudio que Krotz sobre la otredad entre utopía y ciencia en América, sentando las bases de lo que se ha gestado como una mentalidad científica que ha venido revolucionando el papel del antropólogo como gestor en y de la humanidad.
En concordancia con Jean Schensul, ganador del premio Malinowski en 2010, esta investigación y el reto de estudiar las compleja aristas de la cultura de la informalidad, plantea la necesidad no solo de revisar las diferentes tradiciones que ha tenido la investigación en acción desde los trabajos de Sol Tax en la década de 1940, los movimientos por los derechos civiles desde la década de 1960 y los movimientos ambientalistas y de salud en lo local entre la década de 1980 y 1990, sino de insertar los estudios académicos y de investigación de la cultura urbana a la solución de problemas en la comunidad a la que se pertenece, transformando a la universidad en una agencia autónoma pública experta en corresponsabilizase directamente en la mejora de la calidad de vida entre los coetáneos que le dan vida. Prospectando saberes..
De las hipótesis conclusión..? -La fundamentación, definición y caracterización de las prácticas de lo que se denomina desde estudios anteriores la cultura de la informalidad, permitirá crear una propuesta teórico conceptual con la que se acceda a un entendimiento racional de la reproducción irracional y anárquica del fenómeno mal denominado popularmente comercio “ambulante” dado que no todo comerciante deambula. La configuración de una cultura de la informalidad dependerá de la posibilidad de reconstruir bajo el concepto
del tipo ideal (Weber) las estrategias y las redes de política informal que se han configurado situacionalmente entre los diversos partidos políticos en el gobierno central y las 16 delegacionales políticas, los funcionarios de confianza, la burocracia y la ciudadanía, ya sea como intermediarios, líderes o comerciantes. A su vez, dependerá de la contrastación entre las formas lógicas o no de la reproducción que ha tenido el comercio “ambulante” en el pasado y en el presente, es decir, en cómo se han venido entremezclando tanto las relaciones corporativas tradicionales constituidas durante todo el tiempo que el PRI gobernó la ciudad bajo un régimen hegemónico y cómo esa cultura se relaciona con las nuevas configuraciones que reproducen la cultura de la informalidad, en el marco de un régimen que genera por primera vez la alternancia política y busca la consolidación democrática, dando como resultado la supervivencia de mecanismo autoritarios que juegan como lastre para alcanzar una democracia de calidad relacionada a una incipiente cultura de la ciudadanía más allá de la responsabilidad de la autoridad.
Hipos particulaores…
-En el pasado la lógica de reproducción del comercio “ambulante” solamente se explica con base en la reconstrucción de las redes de relaciones corporativas partidistas priístas como lo documentó Casto Nieto, mismas
que durante la segunda mitad del siglo XX fomentaron la expansión de la informalidad como parte de una fuerza informal de apoyo partidista en actos de legitimación política. -La economía informal como una práctica al aire libre, tiene su sedimentación históricamente construida desde el México prehispánico hasta el presente. De una forma de vida tradicional se ha transformado en un modus operandi de las élites políticas, así como de la PEA desempleada, tanto por falta de instrucción y capacidades para insertarse a los mercados de trabajo, como por la falta de fuentes de empleo. -El corporativismo es un hecho ya que pervivido a la alternancia política y está siendo utilizado al igual que el PRI por el partido de izquierda PRD, como una estrategia de sobrevivencia de los liderazgos políticos informales y la gestación de organizaciones de comerciantes de segundo que tradicionalmente hacen del sector desempleado de la población y la falta de oportunidades en los mercados de trabajo, una alternativa de empleo que genera legítimas oportunidades de sobrevivencia para los más necesitados. -En el presente existe una política pública que regula, reordena y formaliza el comercio “ambulante” en el ciudad y ella permite entender cómo este fenómeno ha cambiado su forma de reproducción, transitando del corporativismo partidista a una manipulación de una política pública que si bien ha tenido éxito en hacer transitar el “ambulantaje” hacia la economía formal también se sigue dando una implementación de la política de forma discrecional con altos grados de tolerancia de la informalidad en zonas
estratégicas, sin importar el perfil partidista del gobierno en cada delegación en los últimos 15 años en los que ya ha existido una política regulatoria puntual; PRCVP-98. -El PRD es el pionero en la “implantación” de una política pública regulatoria de formalización del comercio informal desde 1997 en toda la ciudad, pero no ha consolidado el proceso en 20 años a través del instrumento del PRCVP-98, continua haciendo del sector informal un ejército de reserva que manipula bajo mecanismos corporativos tradicionales aleatoriamente. A pesar de la alternancia política democrática fomenta y tolera la reproducción de la cultura de la informalidad, pero ahora bajo nuevas configuraciones que no tienen relación con los actos tradicionales de legitimación política en los que tradicionalmente participaban los “ambulantes” en el régimen hegemónico como lo explica Claudio Lomnitz.