Propaganda de Guerra y Opinión Pública Mediática Transdisciplinariedad en Harold Dwight Lasswell Resumen. El artículo muestra la personalidad académica de Harold D. Lasswell y el ambiente profesional de su tiempo, exalta la figura sine qua non desde su juventud incrustada en los orígenes del conductismo político o bihaviorismo político, en paralelo con el movimiento del pragmatismo social a principios del siglo XX, poniendo énfasis en la docena de clásicos que fueron sus colegas. Se presentan sus trabajos señeros en el escenario de la Primera Guerra Mundial y el análisis de la política de comunicación social al que subyace preguntarse cuál es el rol de la propaganda en la arena de la comunicación de guerra y cómo contribuyo a la ampliación de la opinión pública. A lo largo del texto se reflexiona sobre la evolución de las ciencias sociales y las humanidades. El enfoque metodológico combina las ideas heterodoxas como acostumbraba Lasswell, poniendo énfasis en el enfoque epistemológico de la filosofía de la ciencia, junto al impacto que su trayectoria aportó a ciertas ciencias sociales con enfoque humano. Palabras clave: propaganda, comunicación, política, político, opinión pública, política pública Propaganda of War and Mediate Public Opinion Harold Dwight Lasswell’s Transdisciplinarity Abstract The paper show the academic personality who is Harold D. Lasswell and the context of his professional environment, exalts the sine qua non figure since by young and the origin of scientific political behaviorism in parallel with social pragmatic movement at beginning of twenty century, to emphasize the dozens of classical erudite contemporary colleagues. The scene were World War I and his early works that are classics of analytical policy social communication whit the question what was the role of propaganda on the arena of mediate communication war and how contribute to open public opinion. In all space is scattered the reflexive evolutionary process of social and human sciences. Heterodox highlights combine Lasswell´s ideas like her habit stressing epistemological focus across scientific philosophy of knowledge and the impact of his trajectory consolidating some social and human sciences. Kywords: propaganda, communication, policy, politics, public opinion, public policy. Introducción A 90 años de Propaganda Technique in Wold War (1927) To Maty Guevra
El objeto del artículo es conocer la trascendente figura de Harold Dwight Lasswell. Primero, como uno de los multifascéticos científicos sociales estadounidense de principios del siglo XX, que desde el horizonte de la filosofía social pragmática y el naciente conductismo, aportó al estudio de la
comunicación, de la psicología y es un clásico del análisis de la propaganda. A lo largo del artículo se destaca su relación con los científicos que se rodeo y que juntos se volvieron emblemáticos de la tradición científica norteamericana. El contenido está sistematizado con una visión heterodoxa de la ciencia, a semejanza de la filosofía de la ciencia de Harold D. Lasswell, mezcla de paradigmas científicos sociales que desbordan la hechura de la ciencia normal1 de fines del siglo XIX. Se reivindica como precursor del conductismo en las ciencias sociales y humanas, en construcción a inicios del siglo XX, así como un clásico del estudio de la comunicación política mediática en las ciencias de la comunicación y la psicología social. Se abordan sus aportes como un científico transdisciplinario que contribuye a la consolidación de algunos paradigmas científicos en ciernes a fines del siglo XIX, en contraste con los clásicos del positivismo comteano como son el derecho, la sociología y la administración, entre otros, como ciencias modernas. Se trata de la psicología (social) política de masas, la ciencia de la comunicación (social) política e hipotéticamente de la antropología (social) política. En general se le quiere dar a conocer como un científico avant-garde, bajo un uso del espacio estocástico, contrastando el punto de partida de la primera etapa de su pensamiento como joven científico, con los clásicos de su tiempo. Se realiza un feedback constante a su obra fundadora de la mediación propagandística, ubicada en la Primera Guerra Mundial y el tiempo de alta incertidumbre con la política de posguerra y el regreso a la confrontación mediática en la Segunda Guerra Mundial. Se aborda el pensamiento libertador del tiempo de guerra fría con el desarrollo intelectual sui géneris de Lasswell, que se aborda con la luz retrospectiva que ilumina el entendimiento en el actual regreso al ciclo de confrontación comunicativa, con la técnica del escándalo del magnate Donald Trump como presidente norteamericano; Lasswell está en boga. Finalmente el artículo pone el acento en el fenómeno de la propaganda mediática que surge en la Primera Guerra Mundial y que estudia Lasswell como una guerra comunicacional que impacta en la evolución de la opinión pública al integra a cada vez más sectores de la población, logrando que madure la esfera pública y se fortalezca el ámbito público del proceso de la política. 1
Thomas Kuhn, La Estructura de las Revoluciones Científicas, FCE, 1962, Capítulo 2.
Al divulgar la figura de Lasswell, más allá de cómo se ha delimitado el objeto de este artículo, se quiere superar el estereotipo de unicidad y de conocimiento fragmentado que se tiene de su obra, al tiempo que se le reivindique como visionario del poder público de la sociedad. En lo particular interesa divulgar su aporte a tres grandes campos de las ciencias humanas modernas –la comunicación, la psicología y la antropología social. Historia de vida del científico sine qua non y sui géneris Nació en Donnellson, Illinois, en 1902. De niño estudió física con su tío y desde sus primeros años Lasswell destacó por su capacidad de apropiarse el conocimiento en un contexto educativo informal o formal, familiar comunitario e institucional-escolar, respectivamente. La biografía memorable de Gabriel Almond de 19872, destaca que en high school fue editor de la revista escolar y entró a la universidad en 1918 a los 16 años. Cursó licenciatura en filosofía y economía concluyendo en 1922, en 1926 obtuvo el Phylosofical Doctorate (PhD.) en la Universidad de Chicago. De adulto estudió en diferentes universidades de Europa en cursos de verano que complementó con el ejercicio autodidacta que se impuso con disciplina. Se conoce en diccionarios (Larousse) como sociólogo3. En general se le ubica como uno de los fundadores del paradigma sociológico norteamericano en el departamento de sociología de la Universidad de Chicago 4 y de Yale. Su vida académico-científica estuvo marcada por muchos de sus coetáneos ilustres, fue Charles Edward Merriam (1874-1953), fundador de la ciencia política conductista y gran professor de varias generaciones, quien lo marcó epistemológicamente hablando5. Es discípulo de dos grandes figuras de la ciencia social norteamericana de fines del siglo XIX e inicios del XX, igual de prominentes que él en Chicago; universidad emblemática de estudios en
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Harold Dwight Lasswell 1902-1978. A biographical Memoir, National Academy of Sciences, Washington, D. C., 1987. Es conocido por sus aportes a la comunicación, a veces se le identifica como politólogo, en diccionarios de psicología no siempre aparece, los politólogos y antropólogos sociales no lo contemplan, en psicología social se le estudia y dista de ser considerado por los médicos. 4 Se funda en 1890 con personajes como Robert Ezra Park, reportero de periódico en Denver, Chicago, Detroit, New York y Minneapolis. Obtuvo su posgrado con J. Dewey en la Universidad de Michigan, lo presenta con Franklin Ford y fundan el periódico The Thought News sobre opinión pública. En 1904 obtuvo el PhD. en Heilderberg con George Simmel. Destaca su defensa a injusticias raciales –muckraking journalist: "the historical process by which civilization, not merely here but elsewhere, has evolved, drawing into the circle of its influence an ever widening circle of races and peoples.". Llegó al departamento de antropología y sociología de la Universidad de Chicago en 1914. https://www.lib.uchicago.edu/projects/centcat/fac/facch17_01.html 5 Merriam formó a Herbert Simon (1916-2001) premio Nobel de economía en 1978. 3
boga de gobierno y políticas públicas. Lasswell es el padre fundador del paradigma 6 de la filosofía de la ciencia de las políticas públicas como ciencia social y humana. Por un lado, está su relación con el filósofo, sociólogo y psicólogo social George Herbert Mead (1863-1932) padre de la teoría del conductismo social o interaccionismo simbólico, fundador del paradigma prístino de la escuela sociológica norteamericana pragmática, por influencia del lógico y matemático Charles Sanders Pierce (1839-1914) 7, con quien estudiaron otras dos grandes figuras de las que también abrevó: William James clásico de la psicología funcional (Principios de psicología 1890) y John Dewey fundador de la ciencia de la educación pragmática y la reforma educativa progresista norteamericanas, así como de la psicología funcional8. Por otro lado, está su maestro personal y primer decano de ciencia política (1900), Merriam padre del método del comportamiento (behavioral approach) político, de la corriente conductista para el estudio de lo político e identificado en la literatura como el paradigma del behaviorismo político9: “The behavior of man, with all of its refinement and complexity, forms only a part of the behaviorist's total scheme of investigation." 10 Merriam es el primer politólogo de la escuela de pensamiento norteamericana. Influye en el joven Lasswell para que innove en el estudio y análisis del poder y el control social desde la mediación de los new media de principios del siglo XX y el contexto de guerra. El Dr. Harold (como se le nombraba en el ambiente universitario) en la primera parte de su carrera, ejercita una filosofía de la ciencia política pragmática, empírica sustentada en la observación participante, el análisis de los mass media y la reflexividad, con el fin de escudriñar el entorno organizacional que hereda del siglo XIX y en el que opera la generación de la propaganda pública. Se inmiscuye en decodificar la
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Tomas Kuhn estudio química, acuñó el concepto de paradigma que referir a un cuerpo teórico-metodológico, un modelo que la comunidad científica acepta y lo divulgó enseñando historia de la ciencia a legos en Norteamérica, op.cit. 7 Schaffhauser, Philippe, “El pragmatismo en la sociología: ¿hacia un nuevo giro epistemológico?”, Intersticios Sociales, núm. 7, El Colegio de Jalisco, Zapopan, México, 2014, pp. 1-33. 8 Cfr. Charles Wright Mills, discípulo de J. Dewey, transitó de la filosofía a la sociología como muchos del momentum, Divulgador de la filosofía pragmática y el desarrollo de la sociología del conocimiento estadounidense. En Sociología y pragmatismo (1968) contextualiza la academia científico pragmática que rompe con el idealismo alemán y francés del siglo XIX y cómo se seculariza la mayor parte de las universidades estadounidenses de renombre, que surgieron anidando el estudio del protestantismo. 9 El bihaviorismo en Norteamérica fue desarrollado, entre otros, por el psicólogo John Broadus Watson (1878-1958), iniciando con estudios en animales a la Pavlov. Su artículo fundante, conocido como manifiesto del bihaviorismo, Psychology as the Behaviorist Views It, fue presentado en 1913 en la Universidad de Columbia, cuando era editor de la Psichological Review, Para entonces ya era parte del movimiento filosófico pragmático y del bihaviorismo social, había sido atraído por J. Dewey y había estudiado en la Universidad de Chicago. 10 John B. Watson, op. cit. p. 1.
opinión pública, así como atender los malestares que conlleva a la ciudadanía una sociedad intercomunicada con nuevas tecnologías; aporta a la psiquiatría social. A la luz de nuestros días, Lasswell hace antropología psicosocial aplicada a reformar la política de las instituciones de comunicación política pública y de comunicación social masiva, dejando de lado el enfoque clásico de la filosofía moral, el estudio de la legitimidad del estado y el ejercicio del poder gubernamental, para centrar el análisis comunicacional en el llamado cuarto poder, en relación al modelo estatal tripartito de frenos y contrapesos del régimen presidencial norteamericano. Esto desencadena que en una segunda etapa de su trayectoria científica, profundice su interés epistémico por entender y divulgar las patologías psicosociales de la guerra. En la Universidad de Chicago fue compañero de estudios de sus coetáneos Robert Redfield (antropólogo), Louis Wirth (urbanólogo discípulo de Ezra Park) y Herbert Blumer (sociólogo). A fines de los años 20´s y principios de los 30´s se dio a conocer como decano de ciencia política, sin embargo también contribuye al desarrollo del paradigma de la psicología clínica y social. Coadyuva al gran paradigma de las ciencias de la comunicación; la comunicación de masas, la comunicación política y social. En su juventud y primera fase de su vida al servicio de la inteligencia nacional en tiempos de la primera gran guerra, el joven Dr. Harold desde la academia actúo cívicamente como científico para desempacar los métodos, directos e indirectos, de persuasión con los que el gobierno germano legitimó sus formas de ejercer el poder y controlar el discurso en torno a sus pretensiones imperialistas. Vinculó su estudio con expertos científicos de su tiempo vinculados a la comunicaciones11, desde diversas disciplinas estudiando el asunto de la guerra con diferentes perspectivas12, principalmente se retroalimentó con Merriam; esa experiencia fue resultado su investigación doctoral13. En la Segunda Guerra Mundial realizó plenamente el sueño presagiado por el prístino politólogo Merriam de que la ciencia sirviera a la nación. Encabezó el análisis de la política gubernamental de comunicación social desde el horizonte de la academia, era una labor que requería su país al enfrentar nuevamente la guerra mediática alemana que enajenaba al mundo con su supuesto triunfo. 11
W. N. Maxwell, A Psychological Retrospective of the Great War, George Allen & Unwin, USA, 1923. Harold Dwight Lasswell, Propaganda Technique in the World War, Peter Smith, New York, 1938. 13 Almond, op. cit. p. 252. 12
Lasswell entendió que la importancia del rol que jugaba la propaganda alemana, estaba en moldear el ánimo en contra del enemigo, manteniendo relaciones fraternas con los países neutrales y los aliados, favoreciendo las percepciones de los neutrales en contra de los enemigos y disolviendo el antagonismo con el enemigo14. Analizó la guerra mediática que engañosamente ganaron los alemanes con la estrategia propagandística, pero en la que geopolíticamente ganó Gran Bretaña, quedando debilitada en lo económico e impactando en la economía yanqui. A partir de ese momento su trayectoria científicopractica aporta a todas las ciencias sociales y las humanidades con el enfoque behaviorista al servicio de una filosofía social. En la Segunda Guerra Mundial como Director de la Agencia de Investigaciones sobre Comunicación con sede en la Librería del Congreso de Estados Unidos de Norteamérica, nuevamente analizó las estrategias mediáticas que utilizaban los nazis 15, pero esta vez concentró a todos los clásicos norteamericanos. Esta experiencia sería la base de su inspiración para fundar el paradigma de las políticas públicas e independizarlo de la ciencia política. Como professor en diferentes universidades aporta a diversos paradigmas de las ciencias sociales y humanas, destacando la metodología para la información de primera mano. Son muy significativos sus estudios en psicología. Su posdoctorado lo realizó con una beca del Social Science Research Council de 1927-1929. En su madurez también colaboró en la Universidad de Yale en la facultad de derecho y ciencia política. Terminó como consultor en agencias gubernamentales. Es un científico que construye puentes y desborda la hechura de lo que Kuhn llama ciencia normal; barrido16. Su enfoque de política pública desbordará la ciencia capitalista de la demanda masiva ingenua. Por todo ello, destaca su participación en grandes sociedades de científicos al ser Presidente de la American Political Science Association (APSA) y de la Word Academic of Art and Science (WAAS). En la biografía que hace Gabriel Almond documenta perteneció a la National Academy of Science (NAS) y fue considerado uno de los más creativos, productivos e innovadores científicos políticos de las ciencias sociales en el siglo XX.
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Op. cit. p. 10. “Nelson Rockefeeller, que fue responsable de asuntos inter-americanos durante la Segunda Guerra Mundial, manifestaba en 1969 ante el Senado americano: “Existen probablemente pocas personas entre las presentes que recuerden que en 1940 los nazis ocupaban la posición dominante entre los militares de todas las repúblicas americanas, a excepción de los Estados Unidos, tano en materia de entrenamiento y equipamiento como, cosa mucho más importante, en materia ideológica”.”, Armand Mattelart, “Los Aparatos Culturales del Imperialismo”, Revista Mensual, Vol. 1, núm. 78, Hacer, Barcelona, 1978, pp. 2-3. 16 Idem. 15
Ambiente y entorno que gestiona su vocación intelectual: lo político El círculo sociocultural norteamericano que forma al niño y adolescente Harold D. Lasswell, lo involucra en un contexto científico positivista (A. Comté) multidisciplinario. Pertenece a la clase social blanca, educada, científica e inmigrante que hace de las universidades (que consolidan su secularización) un trampolín, que les permite ser minoría étnica que logra ejercer la ciudadanía democrática plena. Su ambiente familiar está lejos de formar parte de la clase marginada estadounidense, inmigrantes que buscan el sueño americano, conforma las minorías blancas acomodadas con las que a la fecha se ha creado el mito de una sociedad en la que predominan las clases medias 17. Vive las secuelas de la American Civil War o guerra secesionista (1961-1965); apología para un norte nacional de blancos con vocación industrial, financiera, tecnológica y un sur de negros esclavos, campesinos y analfabetas18. Se puede decir que Lasswell se forma en un ambiente multi e interdisciplinario entre estudiosos de filosofía, medicina, derecho, economía y psicología, disciplinas tradicionales en las universidades decimonónicas, que en Norteamérica en su momentum, se están alejando de las religiones protestantes. Es el tiempo de la camada de académicos e intelectuales, así como de la naciente tecnocracia científica, que ha dejado el sedimento protestante como plataforma ideológica, para desde el laicismo consolidar la ciudadanía democrática y hacer ciencia aplicada al servicio de la sociedad. Se inclina por aprehender el ámbito de estudio del comportamiento político, la dimensión aristotélica del zoon politikon, es decir, la naturaleza innata que implica la evolución humana al desbordar cíclicamente los valores éticos, el status quo, el stablishment, poniendo el acento en las nuevas formas cívicas con las que se reproduce el poder público, la realpolitik y su procesamiento en los mass media; la opinión pública.
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Después de un siglo de nacer Lasswell y con trabajo de campo de 20 años, la socióloga y psicoterapista Lillian Rubin, documenta la falsa prenoción de que USA sea un país de clase media; ver Worlds of Pain: Life on the Working-Class Family, Basic Books, New York, 1976 y Families on the Fault Line: America´s Working Class Speaks About the Family, the Economy, Race, and Ethnicity, Harper Collins, New York, 1994. 18 Lo retrata la novela de Harper Lee, To kill a Mockingbird (1960,); ver película, Director Robert Mulligan con Gregory Peck como primer actor.
Está preocupado por cómo se controla el entorno político comunicacional con los recursos de uso común19, estratégicos para los otros, con base en tecnologías innovadoras de inicios del siglo XX 20, como el(la) radio, el televisor y la televisión21, relacionadas con el aparato y los contenidos, respectivamente, haciendo de sus fines informativos, educativos y de entretenimiento, así como comerciales, un proceso de socialización que impacta el desarrollo y pluralizando la opinión pública local, regional y nacional e internacional. Se logra incluir al ciudadano lego o de a pie, en el entendimiento del complejo entramado de la política nacional, dejando atrás la tradición milenaria de una política nacional para ciudadanos ilustres e incrementa la conciencia pública masiva del vulgo, recreando el imaginario colectivo masivo popular mundial. Por ello, se le puede considerar un clásico del estudio del naciente mundo público occidental, interconectado globalmente como lo soñó la Roma clásica y de la que es precursora la Iglesia Católica en el desarrollo de la comunicación mediática internacional. “El modelo de las fases sucesivas del proceso político depende de la tecnología disponible culturalmente y de las funciones que han sido institucionalizadas en el corazón del sistema político” 22 Su tratamiento de lo político público y no la política gubernamental, es de un carácter epistemológico que atañe a la antropología política, que estudia la política informal entre ciudadanos con reglas ético-morales consuetudinarias, propias del ethos de la cultura que corresponda y que corre paralela al entramado institucional formal de la política. Lo político es la política que se hace desde el horizonte de la cuadra en un barrio, colonia o suburbio. El tema se apuntala desde 1964 en el estudio de Anthropologie Politique de George Balandier23, consolidando el paradigma del enfoque teórico procesualista, el procesualismo político 24, distinto del enfoque 19
Elinor Ostrom, El Gobierno de los Bienes Comunes. La Evolución de las Instituciones de Acción Colectiva, FCE, México, 2011. Primera mujer premio Nobel de economía, 2009. 20 Ver el concepto de poder y control en Richard Newbold Adams, La Red de la Expansión Humana, Casa Chata, México, 1978. Trabajó antropología aplicada en Guatemala, en México colabora con Ángel Palerm B. y Roberto Varela, divulgador del paradigma con estudio de caso en Morelos. 21 “Es abusivo convertir a la televisión, como parece hacer Pasolini, en el agente exclusivo de una nueva ordenanza de la realidad del control, pues ello nos llevaría a hacer mcluhanismo sin McLujan. La televisión no es más que uno de los agentes de centralización, acaso el más fácilmente identificable cuando nos ceñimos a un concepto tradicional de cultura.”, Mattelart, op.cit. pp. 12-13. 22 Edwin Winckler 1969, p. 330 en José Antonio González Alcantud, Antropología (y) política. Sobre la Formación Cultural del Poder, Anthropos, Barcelona, 1998, p. 35. 23 George Balandier, Anthropologie Politique, PUF, Paris, 1964. 24 Se entiende como “el entrecruce del poder con los fenómenos culturales, tal como lo han señalado estos autores y, en su oportunidad, Swartz (1968), Balandier (1969), Cohen (1979) y Varela (2006)” Pablo Castro y Luis Rodríguez, “Antropología de los procesos políticos y del poder”, Alteridades, 19(38), UAMI, México, 2009, p. 108. Para el procesualismo comunicacional normativo y liderazgo, Cfr. Andrew Arno, “Structural Communication and Control
politológico de David Easton de 195325; la primera ve el poder político de abajo hacia arriba y la segunda a la inversa. Lasswell es un clásico de la antropología mediática, por la naturaleza epistémica de la antropología social que articula un campo del conocimiento social comunitario y la condición humana 26. En este caso la comunicación política masiva y la psicología social de las enfermedades mentales y las patologías, en el ámbito de lo político 27 que conlleva el proceso de la política como la lucha por el poder mediado por la propaganda, como mecanismo de argumentación y persuasión28. La antropología mediática reflexiona con la información del torbellino de la opinión pública, atiende los flujos de información, los sistematiza y analiza la gestión del consenso, del medio al individuo y de ahí al grupal focal, que valora y revalora el mensaje, junto al impulso inconsciente, que difiere de la dimensión consciente del poder coercitivo, bajo presión, por mandato 29 -enforcement- y la presión moral: jurídica 30. La visión lasswelliana considera los impulsos y sentires, la percepción y la búsqueda de consenso situacional al interior del grupo31 -engagement- al nivel de la calle, que hacia afuera de la localidad es fuerza política legítima yuxtapuesta consuetudinariamente en pro o en contra del marco decisional macropolítico. El analizar los efectos de la propaganda compete a la micropolítica del poder y saber ser ciudadano pleno32, decidir desde lo personal consensando con todos, para que cada opinión sea objetivada y revalorada subjetivamente y el voto de cada uno cuente en y para el bien de la comunidad política local; diferente es el enfoque de la political community de Easton o yunque político. Es el tema del estudio y análisis de la organización política local, que la antropología social estudia en las
Communication: And Interactionist Perspective on Legal and Customary Procedures for Conflic Management”, American Anthropologist, Vol. 87, Issue 1, 1985, pp. 40-55. 25 Political Anthropology: An inquiry to the state of Political Science, Alfred A. Knopf, New York, 1953. 26 Hanna Arendt, La Condición Humana, Paidós, España, 1993. 27 Cfr. José Antonio González Alcantud, Antropología (y) Política. Sobre la Formación Cultural del Poder, Anthropos, Barcelona, 1998. 28 Giandomenico Majone, Evidencia, Argumentación y Persuación, CNCPyAP-FCE, México, 1997, Cap. II. 29 Ted C. Lewellen, Political Anthropology. An Introduction, Praeger, London, 2003, p. 35. 30 Rafael E. Aguilar y Joaquín González, “Derecho, Verdad y Poder en la teoría político-jurídica de Michel Foucault” [en línea], A Parte Rei, núm. 74, Creative Commons, España, 2011, pp. 1-12. Disponible en http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/portales74.pdf, DOI: http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei [Fecha de consulta: 16 agosto, 2017. 31 Max Gluckman, Analysis of a Social Situation in Modern Zululand, Manchester, Manchester University PressRhodes-Livingstone Institute, 1958. 32 Cfr. El punto de partida es la filosofía social de Michel Foucault y Gilles Deluze.
sociedades primitivas antes de que fuera revalorada por la cultura de occidente 33, enajenada por la evolución del poder político del estado moderno desde arriba. Es la interacción política de ciudadanos que cuenta para el orden local y el amplio de la política, son decisiones puntuales que impactan el proceso político desde abajo y debiendo influir en la toma de decisiones elitistas desde arriba. Lasswell es un clásico de cómo en sociedades urbanas complejas, se empieza a invertir el flujo del poder público como suponemos inició en la sociedad primitiva: esto apoyado en los estudios de la antropología social sobre nuestros primitivos contemporáneos34. “The goal is, briefly, to grasp the native´s point of view, his relation to life, to realize his vision of his word. We have to study man, and must study what concerns him most intimately, that is, the hold which life has on him. In each culture, the values are slightly different; people aspire after different aims, follow different impulses, yearn after a different form of happiness. In each culture, we find different institutions… by which he satisfies his aspirations… To study the institutions, customs, and codes or to study the behavior and mentality without the subjective desire of feeling by what these people live, of realizing the substance of their happiness –is, in my opinion, to miss greatest reward which we can hope to obtain from the study of man” 35 El pasaje refleja el influjo antropológico al estudiar el comportamiento nativo público local, está en la senda del conductismo naciente y de la filosofía social pragmática 36. El entorno de Lasswell también está directamente impregnado de la filosofía de la educación progresista, pragmática, de raigambre empirista inglesa deweyana; el filósofo John Dewey fue su coetáneo como estudiante en la Universidad de Vermont37. Se apuesta por una formación experimental e interactiva, significativa, que redunde en un incremento, diría Bourdieu, del capital humano y con ello el capital social, para hacer de todo ciudadano agente de cambio38. Con la visión de la educación pragmática se quiere dotar al ciudadano con capacidad para reinventarse y con él la sociedad toda, mejorar el proceso civilizatorio que han estudiado Norbert Elías, Edgar Morin y Darcy Riveiro, entre otros. El enfoque deweyano cuestiona el analfabetismo 33
M. Gluckman, op.cit. Cfr. Clásicos de la antropología social, inicios siglo XX: Evans Prittchard, Bronislaw. Malinowski, Claude Lévi‐ Strauss, Alfred R. Radcliffe‐Brow. 35 Bronislaw Malinowski, Argonauts of the Western Pacific. An Account Native Enterprise of Adventure in the Archipelagoes of Melanesian New Ginea, Routledge & Kegan Paul LTD, London, 1922, p. 25. 36 Malinowski cursó studios doctorales de filosofía, matemáticas y física en Cracovia, Polonia y en la London School of Economics cursa el doctorado en antropología; desarrolla el método etnográfico. 37 John Dewey, Democracia y Educación. Una Introducción a la filosofía de la Educación, Morata, Madrid, 2004 (1916). 38 Pierre Bourdieu, Capital Cultural, Escuela y Espacio Social, Siglo XXI, Argentina, 1997. 34
funcional que genera la educación tradicional, pasiva acumulativa y repetitiva, que no realiza el sueño americano en todo lugar y espacio. Lasswell está comprometido con una sociedad de oportunidades para todos sin distinción de clase, raza, etnia, credo e ideologías. La educación se consolida y debe ser la revolución pública que proyecta la participación desde lo político; no solamente estaba impregnado del estudio freudiano, tenía ideas marxistas pacifistas, su investigación está del lado de la buena voluntad cultural39. Se desenvuelve en un contexto político que los Caucus como organización política partidista legitima a través de unos cuantos educados en las localidades, está en crisis como lo refleja The Adventures in Wonderland de Lewis Carrol, "A Caucus-Race and a Long Tale" 40. La radio es el nuevo vehículo o medio de comunicación que facilita y potencia la gesta de la opinión pública, hasta entonces periodística y está en ciernes la nueva configuración comunicativa, para llegar más lejos a más personas, así como sectores de la sociedad en tiempo real; se tiene un mayor radio de expansión: la primera radiodifusión conocida por el mundo desde Massachusetts fue en 1906. La radio se transforma desde la Primera Guerra Mundial en el principal y más accesible instrumento de comunicación humana en masa que allá existido antes del internet y de la revolución cibernética en Silicon Valley en la segunda mitad del siglo XX 41; todavía rivaliza con el televisor en relación al calificativo de medio caliente el primero y frío el segundo42. En la era digital tiene audiencias por debajo del televisor e internet, subsiste pese al vuelco del torbellino que terminó refrescándola, se recepciona con nuevas tecnologías y es del gusto tanto de nativos como de inmigrantes digitales 43; es accesible virtuosamente en todo lugar y espacio, que haya señal wireless o inalámbrica por medio de disímbolos gadgets. La carrera armamentista impulsa la tecnología e implica reeducación al analfabeta funcional, así como “una ciencia política nueva a un mundo enteramente nuevo”44, para mejorar la cultura cívicoética y que participe todo ciudadano. Norteamérica en tiempos de Lasswell todavía ve la democracia mítica griega como una utopía alcanzable. Como registra Robert Dahl, hay una 39
Pierre Bourdieu, La Distinción. Criterio y Bases Sociales del Gusto, Taurus, México, 2002, Capítulo 6. Charles Lutwidge Dodgson, seudónimo Lewis Carrol, Capítulo 3, McMillan & Co, 1865. 41 Manuel Castells, La Sociedad Red, Vol. 1: La Era de la Información. Economía, Sociedad y Cultura, Siglo XXI, 1999, pp. 66-74. 42 Marshal McLujan, Comprender los medios de comunicación. La Extensión del Hombre, McGraw-Hill, 1964, Capítulo 2. 43 Alejandro, Piscitelli, “Nativos e inmigrantes digitales. ¿Brecha generacional, brecha cognitiva, o las dos juntas y más aún?”, Revista Mexicana de Investigación Educativa, vol. 11, núm. 28, CMIE, México, 2006, pp. 179-185. 44 Alexis de Taqueville, La Democracia en América, FCE. México, 1996 (1835), p. 4. 40
tradición de los federalistas en la que república y democracia son lo mismo y gobierna la élite 45. La democracia es representativa y usa el término Polyarchy46. Lasswell es una analista de la mediación manifiesta que considera la virtuosa autoridad informal legítima local, cotidiana y la formal estatal, organizacional e institucional federal de la mass media culture, que reproduce vertiginosamente la opinión pública como bola de nieva, no como teléfono descompuesto, como gestora de un ambiente psicológico que estudia Kurt Levin 47; que crea felicidad (eudaimonía) e infelicidad sociocultural; patología. Evolución de la comunicación masiva y propaganda pública Harold D. Lasswell está preocupado por elucidar la naturaleza ontológica de la opinión pública, desarrollada por las técnicas de la propaganda de guerra, como mediación que utilizan las naciones para construir en el imaginario colectivo, una idea difuminada de lo apocalíptico que resulta la lucha imperialista. Está frente a un mundo con aparatos culturales imperialistas que norman el deber ser de una sociedad competitiva a costa de la guerra48. Los estados en conflagración quieren ganar su legitimidad social en torno de la justificación del estado de guerra, median con la propaganda como recurso para reducir al mínimo los efectos psicológicos; prevén altos grados de psicosis colectiva. Mucha de la propaganda de guerra está cargada subliminalmente de esperanzas de triunfo, la propaganda es una tecnología que busca crear cooperación pasiva y activa. Es una política innovadora del estado como mediación para legitimar la guerra permanente entre la generación lasswelliana. Además él mismo vive la disyuntiva de juez y parte en la mediación del conflicto desde su posición estratégica gestionando conocimiento. Sirve a la nación para analizar el problema detectando que entre la población abierta hay quienes ven con cinismo o con decepción el papel que juega la propaganda; la sociedad se divide en apocalípticos e integrados49.
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La Democracia. Una Guía para los Ciudadanos, Taurus, Madrid, 1999, pp. 23-26. Robert A. Dahl, Polyarchy. Participation and Opposition, Yale University Press, London, 1971. 47 Eric Roth, “Psicología ambiental: interfase entre conducta y naturaleza”, Ciencia y cultura, núm. 8, Universidad Católica de Bolivia, La Paz, 2000, pp. 63-78. 48 Mattelart, op.cit. 49 Humberto Eco, Apocalípticos e integrados, Lumen, México, 1968. 46
El Dr. Harold se pregunta, quizá frente a sus alumnos, si la propaganda es un arma psicológica que ataca directamente la psicología del hombre-masa 50, dado que percibe un sentimiento de desconfianza y enojo que predomina en el imaginario colectivo51. Recordemos que en la gran guerra (1914-1919) las naciones participantes tuvieron entre dos y tres millones de soldados muertos en promedio. Como hombre de su tiempo estudia el ser de la propaganda y el devenir de la opinión pública como conciencia libertaria, más allá del derecho positivo vigente y la razón legalista que la configura objetivamente como un ejercicio de plena libertad. La propaganda de guerra y las nuevas tecnologías amplifican el mercado de la publicidad gubernamental, detona la mercadotécnica gubernamental, al tiempo que amplía la esfera pública 52 consolidando el mundo de la propaganda como un espacio público de libre competencia. Se exalta la lucha social perene por distinguir la vida privada de la pública, que se trasminan hasta el escándalo 53 en el escenario de la opinión pública. Surgen dilemas epistémicos para la filosofía de las ciencias jurídicas y el proceso de humanizar las relaciones sociales, hasta llegar a la epistemología Queer54. Como profesor asistente de ciencia política en Chicago, en 1927 el Dr. Harold saca a la luz su investigación Propaganda Technique in the World War, por un lado, influido por Merriam que participa como director del staff que cubrió la información pública de guerra en Roma y que dispuso en el joven discípulo. Por otro lado, por el boom de libros del estudio propagandístico entre las naciones implicadas: Alemania, Francia, Inglaterra y Estados Unidos de Norteamérica. Los estudiosos del mundo analizan el fenómeno de la propaganda, por ejemplo Ferdinan Tönnies y su noción gemeinschaft que refiere a la tradición y al ethos. En las grandes universidades (Stuttgart, Paris, London y Stanford) hay un apogeo de cursos sobre las técnicas de la propaganda. He consolidated his earlier interest in propaganda research by collaborating with R. D. Casey and B. L. Smith in the preparation of an annotated bibliography of some 4,500 items. It was published in 1935 as a book – Propaganda and
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Ortega y Gasset, La rebelión de las masas, Calypso, París, 1987. Lasswell, Propaganda… Idem, p. 4. 52 Hanna Arendt, op. cit. p. 70. 53 Johan Brookshire Thomson, “Los Límites Cambiantes de la Vida Pública y Privada”, Comunidad y Sociedad, núm. 15, Universidad de Guadalajara, 2011, pp. 11-42. 54 Cfr. Michel Foucault, Surveiller et Punir, Gallimar, Paris, 1975. Ver la biografía de Eve Kosofsky Sedgwick. 51
Promotional Activities: An Annotated Bibliography- with an introduction on the theory of propaganda by Lasswell.” 55 Lasswell y su equipo transdisciplinario, como think tank evalúan y monitorean la propaganda mundial, analizan cómo se hacen notar las estrategias de comunicación política en las relaciones diplomáticas. Con la propaganda como vehículo de comunicación social, surge una agenda de cuestionamientos sociales que confronta a la élite político-militar y genera presión psíquica. La inteligencia académico-científica presta servicio codificando el mensaje aliado y decodifica el enemigo. La propaganda y sus efectos positivos y adversos se tornan un asunto público, public issues, temas que demanda atender la sociedad desde sus diversos horizontes interpretativos. Al nivel de la percepción de cada ciudadano el tema se torna un nouveaux enjeux56. El Dr. Harold como actor público enseña cómo se puede estudiar la configuración de la guerra mediática, que genera percepciones debatibles sobre las consecuencias como “ruidos” que distorsionan el deber ser. La propaganda quiere dirimir el malestar, crear entusiasmo de los hechos publicitados por los líderes políticos y los representantes sociales de los estados; la opinión pública influye. Las mediaciones tecnológicas mediáticas en el campo político, se sustentan en medios multimedia e incrementan vertiginosamente el poder mediático de los mass media. La respuesta social se torno disímbola57, nutre la opinión pública, los media adquieren un poder alterno al tradicional, reproducen metamediaciones que surgen de todos los sectores intervinientes dislocando los acuerdos tradicionales face to face. La interacción mass mediática desborda el poder central hegemónico; unilateral vía el telégrafo y teléfono en boga (ver imagines en la internet). La radio encumbra y recrea desde abajo la opinión pública creando cultura cívica participativa e incentiva la participación en políticas públicas58, se vuelve quien intercede por el bien de la política gubernamental; la mediación previene un cull de sac.
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G. Almond. Idem, p. 259. Sylvia, Meichsner, “El campo político en la perspectiva teórica de Bourdieu”, Revista de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana, Tomo 3, Vol. II, núm. 3, Universidad Iberoamericana, México, D.F., 2007, p. 11. 57 “Los trabajos de Bourdieu sobre el campo político fueron inspirados por Max Weber (1956 y 1972a), Robert Michels (1970) y Antonio Gramsci (1974). Por medio de ellos, Bourdieu quería rendir cuentas a la relación entre un político y sus electores. El quería demostrar las reglas del juego escondidas del campo político, para animar a participar a las personas excluidas de ello (Bourdieu 2000: 70)”, op.cit. 58 Manuel Canto Chac, Participación Ciudadana en las Políticas Públicas, BBAPDF, Siglo XXI, 2010, p. 18 56
Al seguir la trayectoria del joven Dr. Harold como académico, científico y ciudadano comprometido se prospecta la importancia de la publicidad. El compromiso por hacer del quehacer científico en el campo de lo político un habitus59 societal, nutre la relación entre ciencia y esfera de lo público. De ahí la ciencia emergente de las políticas públicas60 como filosofía de la ciencia integradora que construye un marco para la justicia epistemológica que soñaron las “gafas” de Popper61. Con la filosofía lasswelliana en boga, zaga popperiana, está latente el anhelo de la futura consolidación de la arena de la opinión pública como espacio público social utópico neutro, que haga la diferencia consensual con pluralidad por excelencia y que a vistas del interés público ejercite el ideal de la experiencia democrática, distopía desde la antigüedad hasta el imperialismo posmoderno del siglo XXI62. Sus trabajos seminales sobre la propaganda de guerra se pueden ubicar, por un lado, como contribuciones precursoras para el estudio del paradigma general de la psicología social de masas en la vertiente conductista y marxista freudiana63 y la comunicación social, en particular para el campo del paradigma de la comunicación política. En ambos está en el centro el estudio de la naturaleza de la publicidad, la mercadotecnia social y su relación con la política pública de comunicación social. Subyace la demanda de una explicación de la disputa imperial por el mundo y la forma en que se gesta la reproducción de la opinión pública mass mediática:
Propaganda Technique in the World War 1927 World Revolutionary Propaganda 1939 6 4
Son publicaciones que centran el análisis comunicacional en la dinámica cultural de reproducción del poder hegemónico, la cultura hegemónica (A. Gramsci) mediática. En World Revolucionary Propaganda se discute el potencial que tiene la publicidad socialista y cómo se eleva la incertidumbre de la ideología social demócrata para el capitalismo monopólico estadounidense, 59
Pierre Bourdieu, Habitus, Code et Codification, 1986 en Actes de Recherche en Sciences Sociales No. 64, p. 40-44; Meichsner, op. cit. p. 20. 60 Harold D. Lasswell, La Concepción emergente de las ciencias de políticas en Luis Fernando Aguilar Villanueva, El Estudio de las Políticas Públicas, Antología de Políticas Públicas, Tomo 1, Migue Ángel Porrúa, 1992, pp. 105-117. 61 Karl Popper, La Sociedad Abierta y sus Enemigos, Paidós Ibérica, Barcelona, 2006. 62 Jorge Vergara Estévez, “La utopía neoliberal y sus críticos” [ en línea ], POLIS, núm. 6, CISPO, Revista Latinoamericana, 2003. Disponible en < https://polis.revues.org/6738> , DOI: http//polis.revues.org/6738 [fecha consulta: 17 agosto 2017] 63 Ver Teoría Crítica de la escuela de Frankfurt, por ejemplo, Hebert Marcuse y Erich Fromm, entre otros muchos. Lasswell tenía presente al utópico materialista Karl Marx. 64 Harold D. Lasswell & Dorothy Blumenstock, World Revolutionary Propaganda. A Chicago Study, Alfred A. Knopf, New York, 1939.
individualista en contraposición con el colectivismo comunista. Este texto situado en la gran depresión de 1929, atiende las técnicas de los slogans, el manejo de símbolos y la técnica publicitaria de la propaganda de guerra. En ambos estudios se fermenta cómo la élite política (ver teorías de élite: G. Mosca, V. Pareto, R. Michells) conduce la comunicación social de guerra y el estado de legitimidad para la toma de decisiones, ya sean unilaterales, bilaterales y/o trilaterales, en busca de un posicionamiento geopolítico local, regional y mundial imperialista65: “La cultura en el momento actual, está determinada por un nuevo modo de presencia y de interacción de los diferentes terrenos y los diferentes agentes del imperialismo.” 66 Su aproximación axiológica discute cómo entran en juego y cambian los valores de la civilidad, cuál es la capacidad pública de manipularlos o reforzarlos, en contraste con el argumento de la élite política y militar, está en concordancia con la apología utópica popperiana de la sociedad abierta67. Lasswell precede la reflexividad libertaria filosófico social de Popper, que desde el pragmatismo pugna por un “ciencia política profesional obligada a descubrir o inventar una “política de la prevención””68 y un bienestar de la dignidad humana. La pregunta epistémica es qué conlleva la propaganda masiva como un arte comunicativo en que media la tecnología de masas69. Qué están posibilitando las tecnologías multimedia, los nuevos argumentos radiofónicos y visuales, para incidir en la legitimidad cívica para la toma de decisiones de estado; la propaganda se vuelve el médium de la estratégica política gubernativa. El tiempo de guerra genera una expansión de los mercados de la publicidad, como actos que racionalizan el posicionamiento geopolítico de las corporaciones, en un mundo indubitabĭlis; mediado. El poder político comunicacional es la capacidad que tienen diferentes actores de (re)crear una agenda pública. Agenda en la que se concentran los deseos, sentires, necesidades y demandas varias (en tipo, dimensiones y tiempos) en un contexto de pluralidad propagandística, pero también de incertidumbre, ya sea desde diferentes horizontes, credos e ideologías con el fin de persuadir a la 65
Cfr. la tesis pionera de V. Lenin, también coetáneo de Lasswell, sobre el imperialismo como la etapa superior del capitalismo. 66 Mattelart, Idem, p. 13. 67 Op. cit. 68 G. Almond, op.cit. p. 256. 69 En la historia de la comunicación y la propaganda moderna, el proceso evangelizador con base en la Propaganda Fide (1622) del Papa Gregorio VI, es precursor de la propaganda de guerra del siglo XX.
gente y que tome partido entre opciones; opniones. Todo parte de que el agente que quiere hacerse visible, tenga su turno, el tiempo y la capacidad de digestar la demanda, por ejemplo de explicaciones en tiempo de guerra y crisis económica y sepa sortear el movimiento pendular entre la gobernabilidad y la ingobernablidad del entorno: Enthrone the public and dethrone the king¡ Pass the sceptre to the wise¡ 70 Los estudios de Lasswell nos permiten asociar el poder político como comunicación política que atiende una agenda sistémica de de la sociedad, que el gobierno en turno tiene que atender involucrando diferentes tipos de públicos según la coyuntura, con la acción de diversas instancias de la administración pública federal, estatal y local, así como con el outsourcing de la iniciativa privada corporativa y/o microempresaria, burocrática (Max Weber), al tiempo que se involucre la sociedad civil, universidades, artistas, periodistas e inmigrantes, incluyendo todas los grupos genómicos y religiosos que están atentos al acontecer nacional e internacional, haciendo que la opinión pública fluya incluyente, atraiga al público con sus diversas resultantes simbólicas; es el nacimiento de las políticas públicas comunicacionales. Identificó el poder político como un proceso social en el que expertos y/o los directamente vinculados a los asuntos públicos, como pueden ser los managers del gobierno, los grupos de interés-presión y los ciudadanos comunes, así como organizaciones sociales, se informan por civilidad y se comprometen, en el marco de la ley y en el contexto de la tradición, a ejercer ciudadanía democrática participando directa e indirectamente en la (re)solución de los asuntos de interés público71. Análisis de la opinión pública posmediática Harold Lasswell es un precursor para entender cómo se gesta la opinión pública desde el poder político mediático de la sociedad y su relación con la existencia inexorable de una agenda mínima, generada públicamente en el espacio virtual de la internet, que está posibilitando la cultura publicitaria del gobierno y el parlamenta abiertos, alejados de la caja burocrática, así como con la participación del actuar disímbolo de la participación social y las organizaciones de la sociedad
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Lasweell, Idem, p. 4. Cfr. Andrew Arno, “Structural Communication and Control Communication: And Interactionist Perspective on Legal and Customary Procedures for Conflic Management”, American Anthropologist, Vol. 87, Issue 1, USA, 1985, pp. 40-55. 71
civil, superando la directriz comunicacional del estado welfare o benefactor72; se incentiva el empoderamiento para la gobernanza. Es interesante definir el concepto de opinión pública, una de las madres gestoras es la Iglesia Católica, ella con siglos procurando el espacio público comunitario para evangelizar, reconoce es imposible hacerlo satisfactoriamente; Herbert Simon estaría de acuerdo73. En el “documento “Comisión social y formación cristiana de la opinión pública” de la Comisión Pontificia de la Comunicación Social (1986),” lo reconoce. Adopta la formulada por el Papa Pío XII del III Congreso de la Prensa Católica del 18 de febrero de 1950: “La opinión pública es el eco natural, de la resonancia común, más o menos espontánea, de los sucesos y de la situación actual en los espíritus y en los juicios de los hombres” 74 El Dr. Harold y su método de inquirir la fuente informativa, evalúa el ambiente comunicativo “democrático” y cuál es su déficit, qué tanta pluralidad tienen los gobiernos conservadores, la economía cerrada a la Donald Trupp75; es cíclica la derrota de la multiculturalidad, el led de la opinión pública del periodo entre guerras y el actual gobierno del tirano norteamericano nos deja ver los ambiguos derechos de las minorías en la escena pública posmoderna76. Propuso el método para el análisis político básico e inicial, para ubicar las fuentes de la información que influye desde la esfera de lo público y hacen de la política una arena de discusión que se nutre vía la opinión pública, desde de los diversos horizontes públicos de una sociedad. El modelo teórico simplemente parte de tag questions: WHO GETS, WHAT, WHEN, HOW? Al publicar Politics: Who Gets, What, When, How en 1936, el Dr. Harold está en una de sus etapas más productivas, el estudio presagia el carácter imperial del entorno de guerra inminente. Establece una especie de silogismo que permite la hermenéutica de los flujos del poder político público que encabezan las élites constructoras, inexorabĭlis, de una supuesta atmósfera de bien común, 72
Charles Elder y Roger Cobb, La Formación de una Agenda. El Caso de la Política de los Ancianos, en Luís F. Aguilar, El Estudio de las Políticas Públicas, Antología de Políticas Públicas, Tomo 2, Migue Ángel Porrúa, 1992, pp. 77-104. 73 Desarrolló el concepto de satisfacción en oposición al racionalismo de la eficiencia y la eficacia. 74 Raúl Rivadeneira Prada, La Opinión Pública. Análisis, Estructura y Método para su Estudio, Trillas, México, 1995, p. 48. 75 Cfr. Fichte, Johann Gottlieb El estado comercial cerrado, Tecnos, Madrid, 1991 (1800). 76 Wyll Kimlicka, Ciudadanía multicultural. Una Teoría Liberal de los Derechos de las Minorías, Paidós, Barcelona, 1996, p. 5 y ver Capítulo 3.
demagógica, pesa a las distorsiones que genera el ruido de las clases menos favorecidas por la crisis económica. Es una teoría de alcance medio, según Robert Merton teórico del estructuralfuncionalismo, por su capacidad inductiva del manejo y sistematización de la información pública; de la pedagogía del procesamiento de las fuentes que construyen el mensaje propagandístico77. Almond documenta el ambicioso proyecto que realizó el Dr. Harold en Polítics, dice es un libro de texto que le llevó seis años y consta de tres libros. Al conocer la biografía de Almond sobre Lasswell, suponemos inspiró su estudio The Civic Culture. Political Attitus and Democracy in Five Nations (con Sidney Verba) de 196378, tema diferente de la cultura política79, que pertenece al campo de lo político y no de la política al estudiar la percepción y la persuasión que motiva la baja participación en el proceso de la política desde abajo para el cambio político80. Con su desarrollo humano el Dr. Harold ilustra la forma de hacer ciencia aplicada, demuestra la utilidad social de las universidades para la inteligencia social y cómo la teoría para la práctica es un contrapeso más al divulgan la creación científica de modelos que logren dar entendimiento el mundo. Desarrolla un modelo del proceso comunicacional de la propaganda que es en general un método para todo proceso comunicacional en que el perceptor, desde un enfoque psicológico, está sometido a estímulos que conllevan una reacción y tiene efectos psíquicos en el destino o sujeto, grupo u organización, por ejemplo, los simbólicos con respecto a las señales y los signos del muro de Trump; decodifica la efectividad semiótica (Pierce). Esta propuesta innovadora de Lasswell es un modelo clásico de gran utilidad y se asemeja al manual de estrategia, logística y táctica de herencia milenaria que compila Sun Tzu, hace dos mil, recuperando lo hecho por generaciones en papiros y que intitula El Arte de la Guerra. Ambas creaciones son un instrumento (de su tiempo) para la decodificación de la estrategia enemiga y hacerla inversamente recíproca confrontando la inmediación de la creatividad humana, por ejemplo, entre Corea del Norte y Norteamérica. 77
R. King Merton, es el padre de la teoría de las funciones latentes y manifiestas en 1949 en Teoría y estructuras sociales, FCE, México, 1992, pp. 92-116 (ver capítulo 3). Es un destacado sociólogo de tradición funcionalista que inició estudios en una universidad religiosa y terminó su formación en Harvard. Criticó a sus maestros Émile Durkheim, Alfred Reginald Radcliffe-Brown y Bronisław Malinowski. Publicó Mass Persuation en 1946. Se jubiló en la Universidad de Columbia y su hijo Robert Carhart Merton ganó el premio Nobel de economía en 1997. 78 En México le compete al Instituto Nacional Electoral (INE) impartir la educación cívica ciudadanía para ejercer los derechos electorales. 79 La cultura cívica refiere al capital cultural, social y simbólico (Bourdieu), para ejercer derechos civiles e incluye los políticos. La cultura política es la capacidad ciudadana de ejercer derechos políticos, formales e informales, vinculados al sistema político, pero también a las libertades civiles políticas consuetudinarias. 80 Gabriel Almond and Sidney Verba, The Civic Culture. Political Attitus and Democracy in Five Nations, SAGE, USA, 1963, p. 8.
A Lasswell como a muchos pensadores de la teoría de la comunicación se le ha querido asociar a la teoría falaz de la aguja hipodérmica o de la bala mágica, que en realidad no se le puede atribuir a pensador alguno. El pensamiento lasswelliano junto a otros teóricos asociados a esta falsa teoría 81, dista de ser ingenuo (Popper) en torno del conductismo y pensar que un mensaje pueda inocular nuestro consciente e inconsciente en una sola aplicación. A veces sí nos vemos influidos por un mensaje, pero al reflexionar su literalidad y transliterarlo con la experiencia se procesa de la objetivo a lo subjetivo y ello descarta la teoría. Además las noticias las tomamos como mensajes de bona fide delegando en la fuente la responsabilidad social; de ahí la importancia posmoderna del método lasswelliano. Posteriormente serán los politólogos quienes profundicen en el estudio de los fenómenos electorales y los métodos repetitivos para incidir en una preferencia u otra y se distinguirá entre audiencias pasivas como en la sociedad anterior a Lasswell o audiencias activas como la sociedad posmoderna82. Es indudable que en el siglo XXI el asunto de la argumentación y la persuasión es álgido en los mercados de la política electoral virtual y las encuestas vrituosas, campo en que también incide), sin embargo, la opinión pública ha madurado a velocidad luz y es difícil que en la arena política prevalezca la ingenuidad. La inoculación comunicacional mecánica sería un reduccionismo conductista desde la teoría de lo político. “But scholars began very son to modify the Bullet Theory. It did not did not square with the facts. The audience, when it was hit by the Bullet, refuse to fall over. Sometimes the Bullett had an effect that was completely unintended.” 83. El trabajo de Lasswell de 1927, termina con la aleccionadora hipótesis de que la lucha comunicacional con base en la propaganda de guerra fue una lucha entre conjeturas que buscaba reprimir impulsos. Su tecnología argumental para construir un discurso se basó en tres aspectos: conocer y reconocer los prejuicios culturales que podían, si eran atacados objetivamente, socavar el ánimo, construir un discurso que conectara con los deseos e intereses o ambiciones del otro y que cambiar el estado de ánimo en con base en su estructura simbólica.
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Gustav Le Bon, J. Watson, Ivan Pavlov, Wilburg Schramm, Karl Hoveland, Charles Osgood, John Barone, Kantz y Lazarsfeld y muchos otros como Michel Mattelart y Humberto Eco. 82 Wilburg Schramm, The Nature of Communication Between Humans, Urbana University of Illinois Press, 1954, p. 9. 83 Idem.
La metodología para analizar la opinión pública de Lasswell, es clásica y no pasará de moda, trasciende su utilidad84, estará en el futuro inmediato en la lucha por el poblamiento democrático del espacio exterior al planeta tierra, que ya inició. Tema este último que explora Lasswell antes de su muere en 1978 en Nueva York, especulando con teorizar y crear conceptos explicativos para atender los asuntos públicos relacionados con la astropolítica. Su interés lúdico lo articula con la teoría de la justicia (Rawls, Rorty) y conlleva especular científicamente sobre las consecuencias de la comunicación a distancia espacial ante el inminente poblamiento de la Luna (planeta) y de Marte, así como la cohabitación con las colonias de un “hombre máquina” como llamó a los robots humanoides que ya se venden85. Conclusiones El interés de Harold D. Laswell en el campo de estudio de la teoría de las ciencias de la comunicación fue implementar una epistemología pragmática para desarrollar la ciencia de la comunicación de masas o masiva, dentro del paradigma lo que se ha dado en llamar la comunicación social, que no se reduce a la intra comunicación en y entre agencias públicas como se connota en la burocracia. Es un clásico para las ciencias de la comunicación porque pone el ojo en la evolución de la comunicación masiva, no solo documentando el proceso, sino creando la tradición epistémica más poderosa que haya visto la humanidad para alejar la ciencia de la manipulación vulgar. Su trabajo en que la propaganda se vuelve un espacio público por excelencia que debe ser la academia. Lasswell centra su proyecto en el puente en construcción que vive la humanidad, articula el paradigma científico de la opinión pública y las políticas públicas, nos lleva de un entendimiento durkheimiano de la solidaridad mecánica de las políticas públicas del estado paternalista, a una visión de la solidaridad orgánica en la que la inteligencia social comande las políticas con justicia humana.
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B. L. Smith, H. D. Lasswell y R. D. Casey, Communication and Public Opinion, Princeton University Press, USA, 1946. 85 En Suecia hay un rápido desarrollo transdisciplinario epistémico sobre la relación del humano con la robótica en física, matemáticas, educación y antropología.
El estudio de la propaganda, la opinión pública y las políticas públicas como ciencias y no como acción gubernamental, comparten el hecho epistémico que tiene como punto de partido el horizonte de la esfera pública, son temas de una filosofía de la ciencia que reflexiona la condición humana, sus métodos de conocimiento gnoseológicos para dar a conocer que la naturaleza del proceso de construcción de la esfera pública se traslada de las élites del poder al poder público comunitario en pos del comunitarismo. Harold D. Lasswell si bien aporta al análisis de la construcción de la opinión pública y su resultante en la ciencia de las políticas, conocidas como las políticas públicas, teoría y práctica que humaniza la toma de decisiones de acción colectiva (Mancur Olson) en pro del bienestar público construyendo utopías que se desvanecen en la implementación (Aaron Wildavsky), la importancia de sus estudios es, en conjunto con sus coetáneos, el aporte del siglo a una filosofía de la ciencia social pragmática, humana con salud pública de por medio y en pos de la consolidación de la calidad democrática de los regímenes políticos mundiales, sobre todo en el campo de lo político y la gestión del conocimiento. La opinión pública como las políticas públicas, son escenario del “taxi” público que espera sentado a Godot. Dada su praxis ruidosa desenlazan en la distopía de la organización humana a través de la influencia de los grupos de interés-presión que median, rememoremos el caso mediático Charly Ebdo. Están en el juego de la legitimidad mediando, el andamiaje institucional se desvanece; con ellas, cae el telón de fondo de la libertad con el estruendoso aplauso caluroso, el derecho humano es continuum. Referencias Bibliográficas y Hemerográficas Adams, Richard Newbold, La Red de la Expansión Humana, Casa Chata, México, 1978. Aguilar, Rafael E., y González, Joaquín, “Derecho, Verdad y Poder en la teoría político-jurídica de Michel Foucault” [en línea], A Parte Rei, núm. 74, Creative Commons, España, 2011, pp. 1-12. Disponible en http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/portales74.pdf, DOI: http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei [Fecha de consulta: 16 agosto, 2017]. Almond, Gabriel, Harold Dwight Lasswell 1902-1978. A biographical Memoir, National Academy of Sciences, Washington, D. C., 1987 Arendt, Hanna, La Condición Humana, Paidós, España, 1993.
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