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Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkaria Revista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

Haritu 09 junio de 2007ko ekaina

El evangelio de la paz

EstĂ­baliz Ruiz de Azua & Iker Armentia Carlos Taibo Arias Bakearen haziak ereiten lagunduz Treinta aĂąos luchando por la vida

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Sumario Aurkibidea

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Haritu 09 Editorial La prioridad es el proceso de paz Pies de foto Mahai-jokoan berriz Al hilo El evangelio de la paz Ezbaian Iñigo Bullain & Inmaculada Castilla de Cortazar Alegiak «Las realidades se tocan», Imanol Carballo En primera persona Carlos Taibo Arias A dos bandas Dos en la carretera

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Estíbaliz Ruiz de Azua & Iker Armentia Orratza Bakearen haziak ereiten lagunduz Opinión El duelo en los niños, Rakel Mateo Munduari so Treinta años luchando por la vida

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Zuzendariak: María Lizardi eta Alvaro González - Erredakzioa: Itziar Fernandez, Garazi Landa, Ana Elvira, Paul Ríos, Miguel Sarratea eta Ruth Soria. Ale honetako kolaboratzaileak: Rakel Mateo, Juan Sánchez, Iñigo Bullain, Inma Castilla de Cortazar, Imanol Carballo eta Lokarriren Donostiako Foroa. - Maketazio eta diseinua: Lokarriko diseinu taldea. Ilustrazioak: Srinavasa Ramanujan. - Azaleko argazkia: Srinavasa Ramanujan. Inprimategia: Antza (industrialdea 2. pab. - 20160 Lasarte) - Lege gordailua: SS-1142/06 - ISSN: 1134-8038 Haritu no se responsabiliza de las opiniones emitidas por sus colaboradores. Para la edición de esta revista se utilizan papeles libres de cloro. Aldizkari hau moldatzeko klororik gabeko papera erabiltzen da.

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Editorial

La prioridad es el proc Una vez celebradas las elecciones municipales y forales del pasado 27 de mayo, que han centrado todo el debate político durante los últimos meses, se pueden extraer diversas conclusiones. La primera y la más evidente es que los resultados de las elecciones son un reflejo de la amplia pluralidad política de la sociedad vasca. Las fuerzas políticas están obligadas a hacer un esfuerzo de entendimiento y acuerdo para formar los gobiernos de las distintas instituciones que puede ser aprovechado para mejorar la confianza y reforzar los espacios de diálogo que permitan abrir nuevas oportunidades al proceso de paz. Una lectura de dichos resultados también permite afirmar que, sin ningún genero de duda, las fuerzas políticas que apuestan por un proceso dialogado de paz y normalización han obtenido un respaldo mayoritario de la ciudadanía. Es cierto que esta afirmación puede ser matizada, pero esta realidad encierra un llamamiento ciudadano de más derechos humanos, más diálogo y más acuerdo. Después de todo lo ocurrido en el último año, nuestra sociedad ha otorgado su confianza a las fuerzas políticas que han apoyado el proceso y aquellas que han negado o rechazado las vías de diálogo han visto reducido su apoyo. En este sentido, es especialmente importante el respaldo obtenido en Na-

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varra por aquellas formaciones políticas que apuestan por una convivencia plural y sin exclusiones. También es destacable que, repitiéndose lo ocurrido en las elecciones de 2003, como resultado de la anulación de candidaturas de ANV en muchas de las instituciones de la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral Navarra algunas fuerzas políticas estarán sobrerrepresentadas mientras que otras no tendrán la representación correspondiente al apoyo ciudadano obtenido. No hay que olvidar tampoco que los hechos ocurridos durante la campaña electoral en forma de ataques a candidatos y partidos e ilegalización de candidaturas vulneran la voluntad ciudadana de poner fin a la violencia y de lograr un marco de convivencia sin exclusiones. Representan situaciones del pasado cuando la sociedad vasca está empeñada en construir su futuro. Ahora la prioridad de los partidos políticos es lograr los pactos y acuerdos que permitan gobernar las instituciones. Esta importante tarea no debe ser un obstáculo para comenzar desde ya a tratar de poner las condiciones que hagan posible reactivar el proceso de paz y de normalización. Es imprescindible dar pasos unilaterales que hagan posible


ceso de paz clarificar la situación. En este sentido, la cercanía de las próximas elecciones generales no puede ser una excusa para la falta de acción. Responder a las ansias de paz, acuerdo y diálogo que la sociedad vasca demanda debe ser el referente y la prioridad de instituciones, partidos políticos y agentes sociales. En esta tarea de clarificar la situación y desbloquear el proceso de paz ETA tiene que escuchar los deseos mayoritarios de la sociedad vasca. La mejor aportación que puede hacer ETA al proceso de paz es presentar una oferta clara, concreta y viable para poner fin a la violencia que permita generar las condiciones que hagan posible el proceso. Por su parte, los gobiernos e instituciones deben trabajar intensamente para superar las dificultades y remover obstáculos que dificultan el desarrollo del proceso de paz. La actividad de ETA no puede utilizarse como excusa para no dar pasos decididos que garanticen el respeto a todos los derechos humanos y libertades democráticas básicas. También los partidos políticos deben intensificar el diálogo encaminado a diseñar una hoja de ruta compartida que contribuya a superar la indefinición y desbloquear el camino hacia la paz. Lokarri tiene la firme convicción de que la voluntad social mayori-

taria de fin de la violencia, diálogo sin exclusiones y acuerdo plural es el pilar más firme para garantizar el inicio, desarrollo y culminación de un proceso de paz y normalización. Esta voluntad social mayoritaria es también la principal oportunidad para desbloquear el proceso de paz. La celebración de una consulta popular es el modo más directo y democrático de conseguir que las voluntades sociales mayoritarias sean escuchadas y respetadas. Por esta razón, Lokarri está trabajando intensamente para lograr el apoyo social a la solicitud de convocatoria de una consulta popular. En definitiva, la receta de Lokarri para desbloquear el proceso de paz es: fin de la violencia, intensificar el diálogo y consultar a la ciudadanía. Utilizando un ejemplo futbolístico de gran actualidad, en relación al proceso de paz nos estamos jugando el descenso. Igual que las aficiones de los equipos implicados, el conjunto de esta sociedad debe seguir animando y empujando para que el proceso de paz sea una realidad irreversible y evitar el descenso a un pasado en forma de violencia y exclusión que nadie quiere.

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Pies de foto

Mahai-jokoan berriz La historia se repite 2007/4/17, Donostia Iragan maiatzaren 27ko foru eta udal hauteskundeak, duela lau urtekoak, 2005ean Eusko Legebiltzarra hautatzekoak... Badirudi garaiak ez direla aldatzen, azken urteetan behintzat, eta hala, argazki berarekin irudika genitzake hauteskundeak: eztabaidaren eta ernegazioaren mahaijokoaren argazkiarekin. Espainiako Auzitegi Konstituzionalak ezker abertzalearen hainbat hautagaitza zerrenda baliogabetzeko erabakia ohiko bihurtzen ari da, eta ondorioz datozen erantzunak ere bai. Batzuek ahal duten bitartean, bestetzuek ez. Eta jarraian, kexuak, minak, erasoak, aurkaritzak... demokraziaren at diren guztiak. Miguel Sarratea La historia ha vuelto a repetise dentro de la escena política vasca, y con los mismos ingredientes de crispación y polémica. La decisión de ilegalizar las candidaturas de ASB y ANV nos ha vuelto a «regalar» unos comicios municipales y forales a golpe de pancarta. Despliegue de carteles reivindicando el derecho a la participación electoral ante las urnas que guardaban secretamente nuestro devenir político. Despliegue de insultos, de amenazas, de dolor, de impotencia por parte de unos y de otros... A algunos es la ley, justa o injusta, la que les obliga a abandonar el circuito político y a otros la siempre malvenida y cruenta enfermedad. Ruth Soria

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Al hilo

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A. B. López de Lerena Texto

El evangelio de la paz Los de Juan María Uriarte, Roger Etxegaray, Joseba Segura o incluso Alec Reid son sólo algunos de los nombres de religiosos a los que se ha situado tras el diálogo entre ETA y el Gobierno, devolviendo al debate actual la histórica relación entre el clero vasco y el diálogo en busca de la paz.

«Os invito a rezar para que todos intensifiquéis vuestros esfuerzos por consolidar los horizontes de paz que parecen abrirse en el País Vasco y en toda España, y a superar los obstáculos que puedan presentarse». Con esta solemne frase, Benedicto XVI saludaba desde el Vaticano el alto el fuego que ETA había declarado oficialmente hacía poco más de una semana, a la vez que mostraba su apoyo al diálogo que ya se intuía en los fogones del proceso vasco. Desde Euskadi, el obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, recogía el testigo y ofrecía «la disposición» de la Iglesia vasca a volver a hacer «una especial contribución» a la búsqueda de la paz. Durante los meses que ha durado la tregua de ETA, la tesis de que la Iglesia ha jugado un importante papel a la hora de facilitar el diálogo entre los diferentes agentes implicados en el conflicto vasco ha estado muy presente en casi todos los foros. De hecho, cuando el proceso atravesaba sus momentos más difíciles, 400 curas de todas las diócesis del País Vasco hicieron público un manifiesto en el que

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Al hilo

«Es una obligación compartir estas cosas y traer la paz a este país» Alec Reid, párroco irlandés mediador en el conflicto de Irlanda del Norte.

Ordóñez aseguraran incluso que los prelados vascos «defienden a los terroristas».

Encuentro Otegi saludando a Alec Reid durante el acto que el Foro de Firmantes del Acuerdo Democrático de Bases celebró en Iruñea en abril de 2006.

se ofrecían públicamente para volver a «impulsar» el diálogo. De igual manera, la jerarquía eclesiástica quiso sumarse al esfuerzo común de sostener la esperanza y sacó a sus fieles a las calles de Bilbao bajo el lema «Muévete por la paz». Y lo hizo al mismo tiempo que el Foro de Ermua se concentraba en Madrid para defender lo contrario, lo que hizo que asociaciones como la Fundación Gregorio

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La experiencia de Suiza A esta supuesta mediación se le han atribuido muchos apellidos, entre los que destacan los de Alec Reid, Joseba Segura, Roger E-txegaray o el propio obispo Uriarte, que ya intervino directamente en los contactos que el Ejecutivo de José María Aznar mantuvo con representantes de ETA durante la tregua de Lizarra-Garazi. Entonces, quienes eran ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, solicitaron su mediación aprovechando la amistad forjada entre Oreja y el propio Uriarte, lo que le llevó a estar presente en la reunión que tuvo lugar en la localidad suiza de Vevey en mayo de 1999. En aquella mesa, Uriarte se sentó acompañado por el que fuera su mano derecha en sus tiempos de obispo auxiliar de la capital vizcaína, Joseba Segura; un hombre de fe intelectual, joven, formado en el extranjero y con mucho predicamento en la curia vasca, que conoció entonces al jefe del aparato político y negociador de ETA, Mikel Antza. Poco después de que se celebrara esta cita, el diálogo entre ambas partes quedó bloqueado y, finalmente, Mayor Oreja decidió quemar el proceso de diálogo revelando públicamente que Uriarte había estado detrás de estas reuniones y promoviendo la detención de algunos de los que habían sido interlocutores de ETA en Vevey, que se


«Cuando hay una sincera voluntad de resolver el conflicto y llegar a acuerdos, se hallan las soluciones, pero es imposible cuando una parte se quiere guardar un as en la manga» Haritu: ¿podría explicarnos qué es la Comunidad de San Egidio? Jesús Romero: es una asociación de laicos de la Iglesia católica que se fundó en 1968, que está esparcida por más de 70 países de todo el mundo, que trabaja principalmente por los pobres y que también desarrolla proyectos concretos promoviendo iniciativas de paz. Haritu: y en la Europa del siglo XXI, ¿cómo se entiende que el conflicto vasco siga vivo? J. R.: la violencia es siempre un misterio que viene del corazón del hombre. En Europa, después de la Segunda Guerra Mundial, pensábamos que estábamos libres de la violencia; que sería algo residual o propio de sociedades más primitivas. Sin embargo, nos encontramos con la guerra en Yugoslavia y yo creo que eso nos ha hecho replantearnos que nunca se está libre de la violencia, a pesar de que vivamos en una sociedad del bienestar. En el caso vasco, por ejemplo, persiste esa violencia del corazón que viene de una falta de entendimiento que lleva, al final, a tomar las armas como forma de intentar resolver un conflicto; algo que nunca debería suceder. Haritu: ¿qué puede ofrecer la Iglesia en la resolución de conflictos? J. R.: yo pienso que muchísimo, porque, precisamente, la Iglesia habla siempre al corazón. Habla de paz y de reconciliación, y no en un sentido naïf, sino en uno muy profundo. El amor a los enemigos es uno de los elementos principales del cristianismo. Esto no significa que haya que olvidarse de todo en un absurdo ejercicio de buenismo, sino que es necesario tener una voluntad de convivencia que vaya por encima de las dificultades, la enemistad y la violencia. Además, después del acuerdo político tiene que venir una reconciliación, o al menos una superación de los odios, y aquí la Iglesia puede jugar un papel vital. Haritu: ¿cómo valora su implicación en el conflicto vasco?

J. R.: a partir de las pastorales de reflexión por la paz que organizan los obispos vascos, creo que hacen una labor muy importante. El problema de la violencia es que es como una especie de remolino en el que una vez que estás dentro, lo único que haces es dar vueltas alrededor de ti mismo. La Iglesia vasca, sin salir del contexto y conociendo la realidad, es capaz de poner esa situación dentro del contexto mundial y ver que, si la paz ha sido posible en tantos países en los que parecía inalcanzable, por qué no va a serlo aquí. La dimensión universal de la Iglesia ayuda mucho a no pensar que tenemos que resignarnos a que esto sea para siempre.

Jesús Romero, responsable de trabajo por la paz de la Comunidad de San Egidio. sea el objetivo. En la Comunidad de San Egidio, por ejemplo, la mayor parte de las intervenciones que hacemos nunca se conocen. Lo importante es que las cosas prosperen, y a veces, si uno se pone demasiado delante, su protagonismo puede restar eficacia al trabajo realizado. Estoy seguro de que la Iglesia vasca está realizando un trabajo de mediación entre los corazones para que en el País Vasco no se vuelva a la violencia nunca.

Haritu: pero, más allá de su postura general, ¿cómo valora su implicación directa como mediadora, o facilitadora del diálogo? ¿Puede o debe jugar este papel? J. R.: yo ahí no opinaría mucho... (ríe) Lo que sí digo es que sus miembros son valientes. Yo creo que entienden claramente que todos sus hijos son parte del pueblo de Dios, aunque unos hayan ido por una parte y otros por otra. Creo que son valientes al intentar acercar posturas como padres de todos sus fieles. Luego, a nivel práctico o ejecutor, yo personalmente valoro de forma muy positiva lo que ha hecho monseñor Uriarte, por ejemplo. Le conozco personalmente y me parece que es una persona que sabe jugársela. Y eso es muy de agradecer.

Haritu: ¿es optimista? J. R.: sí, sí, sí. En varias de las mediaciones en las que he participado he visto situaciones terribles. Hace poco estuve en Nepal, donde se ha desatado una guerra civil con 15.000 muertos, con una guerrilla maoista muy activa... y actualmente, los guerrilleros están en un gobierno de unidad nacional y se presentan a las elecciones como partido político. Y te aseguro que hace tres años nadie daba un duro por esta situación, así que yo pienso que sí, que tarde o temprano, todo esto terminará.

Haritu: ...lo preguntaba porque hace poco el padre Alec Reid echó de menos públicamente una mayor implicación de la Iglesia en la resolución del conflicto vasco. ¿Comparte esta pequeña crítica? J. R.: estamos en un momento en el que los políticos han asumido totalmente el protagonismo del diálogo, o al menos eso parece. Y en ese camino de diálogo y mediación, yo estoy seguro de que la Iglesia tiene mucho papel y está presente. A mi no me cabe duda de que hay gente hablando, gente animando... ¿Que no se tenga un liderazgo mediático?, pues probablemente. Pero tampoco creo que ese

Haritu: ¿alguna pista de por dónde empezar a construir el camino hacia la paz? J. R.: lo importante es hablar con los interlocutores que tienen autoridad por ambas partes, y muchas veces se habla de oídas y se opina de oídas. Es vital tener claras las posiciones y verificar que por ambas partes hay una voluntad inequívoca de resolver el conflicto y de alcanzar un acuerdo. Una vez que existe esa voluntad, se encuentran las soluciones, y lo hemos visto en muchísimos países. Cuando no funcionan las cosas es cuando una de las partes intenta guardarse un as en la manga. Si no hay sinceridad, las partes a veces construyen su imaginario desde una interpretación de lo que el otro piensa y se corrompe la comunicación.

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Al hilo

«El propio Jesús estaría dispuesto a dialogar con ETA» Joaquín Perea, director del Instituto diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao.

Arantzazu El friso de los apóstoles de Oteiza, en el Santuario de Oñati, ha sido testigo de varios encuentros para configurar un marco de convivencia pacífica.

vieron sorprendidos por un control de carreteras «rutinario» en suelo francés. Al tiempo, formalmente, Uriarte -entonces obispo de Zamora- trasladó a su entorno más cercano la sospecha de que había estado siendo seguido durante todas sus gestiones como mediador entre el Gobierno y ETA, por lo que, rota la necesaria confianza, decidió abandonar su papel en el proceso de paz. En cualquier caso, el canal de comunicación entre los dirigentes del clero vasco y los agentes en liza quedaba abierto. El amigo irlandés y el «enviado especial» del Papa Muchos apuntan a que el acompañante de Uriarte durante la experiencia de Suiza, Joseba Segura, ha sido el vínculo que ha conectado desde entonces la voluntad mediadora del clero vasco con el apoyo irlandés que ofrece desde hace casi una década el párroco irlandés Alec Reid, que en el año 2000 -una vez rota la anterior tregua de ETA y después de dejar encarrilado el proceso de paz en el Ulster a través de los acuerdos de Viernes Santo (abril de 1998)- se trasladó al País Vasco. A su llegada, fue acogido por la diócesis de

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Bilbao y se instaló en la Casa de Espiritualidad del barrio de Begoña, donde comenzó a trabajar codo con codo con Segura para, de forma discreta, mantener vivo el rescoldo de la esperanza. La teoría pacificadora del padre Reid se basa en lo que se llamado «el espíritu del diálogo», que se fundamenta en que las partes en conflicto se escuchen «desde el corazón, no desde la cabeza» para lograr entender las motivaciones, necesidades y limitaciones de cada uno, y acercarse así desde el plano humano a unas negociaciones que, según afirma, puedan desembocar «en un acuerdo que recoja los derechos de todos». Basándose en su experiencia en Irlanda, Reid asegura que «es una obligación compartir estas cosas y traer la paz a este país». Su teoría del diálogo desde el corazón ha ido recabando apoyos durante estos años de trabajo. Los padres franciscanos crearon Baketik en Arantzazu para, bajo la dirección del histórico dirigente de Elkarri, Jonan Fernández, estudiar las vías para alcanzar la paz en los conflictos a través de la «espiritualidad de la reconciliación». «La Iglesia puede y debe promover todas las vías posibles para conseguir la reconciliación», afirmó recientemente Uriarte. Respecto a la intervención del Vaticano también se han dicho muchas cosas, sobre todo en el último tramo de mandato del difunto Juan Pablo II, conocido como el Papa de la paz. Cuentan los mentideros de la cocina del proceso de paz que ahora hiberna que los contactos entre el Movimiento de Liberación Nacional Vasco y el Gabinete Zapatero comenzaron poco después de que éste llegara al palacio de La Moncloa, cuando «personas relevantes» de la izquierda abertzale y del PSOE empezaron a reunirse de forma habitual para tomarse el pulso mutuamente. Cuentan también que en alguna de esas reuniones se coló una oferta en la que ETA ofrecía una tregua para hacer posible que arrancara un diálogo resolutivo en ausencia de su violencia y sus chantajes. El PSOE se mostró receptivo a este planteamiento, pero solicitó que esta oferta le fuera remitida por escrito. Y cuentan que el encargado de hacer llegar esta propues-


El vínculo de Mikel Antza

ta formal al propio presidente del Gobierno español fue Roger Etxegaray, que el 23 de agosto de 2004 visitó el palacio de La Moncloa. A sus 85 años, este veterano párroco nacido en la localidad labortana de Ezpeleta ha mediado en todos los grandes conflictos de las últimas décadas, desde Irak donde intentó reconducir la situación con los embajadores de Sadam Hussein, hasta Kosovo, pasando por otros lugares en conflicto como Chiapas, Timor o Israel. Juan Pablo II le llamaba «mi enviado especial». En el escenario vasco, Etxegaray trabó relación con personalidades como monseñor Setién, o Rouco Varela, y se dice que es amigo personal de Uriarte e incluso del presidente de la Conferencia Episcopal Española, el bilbaíno Ricardo Blázquez, quien afirmó recientemente que, si alguien se dirigía a la Iglesia española, ésta «no negaría nunca una mediación». Así las cosas, Etxegaray cumpliría, sin lugar a dudas, con los principales requisitos que debe tener un mediador -conoce el entorno y a los agentes implicados, goza de su confianza como agente de paz y tiene una larga experiencia y mucho prestigio para intervenir en estas cuestiones- y se ajustaría al perfil de hombre independiente que sirve de enlace para el trabajo del centro suizo Henry Dunant con cuya participación en este proceso tanto se ha especulado. La Iglesia siempre ha apostado por el diálogo y la reconciliación entre quienes están enfrentados, por pura fidelidad a los principios recogidos en los evangelios, en la buena nueva que traía Jesús de Nazaret. El director del Instituto diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao, Joaquín Perea, aseguró no hace mucho que «el propio Jesús dialogaría con ETA», por lo que, aunque después del atentado de Barajas algunas figuras como la de Segura se hayan distanciado del trabajo de cocina que venían realizando (el 2 de febrero fue enviado a Ecuador por tres años), habrá que seguir confiando en que todos los que están o han estado implicados en el conflicto vasco sigan trabajando de buena fe para que pronto nos podamos hacer eco de esa buena nueva que tanto se hace esperar: la paz.

A mediados de febrero de 2005, la Guardia Civil y la Gendarmería francesa llevaron a cabo una sorprendente operación coordinada en la que detuvieron a dos monjes benedictinos de los monasterios de Lazkao, en Gipuzkoa, y Belloch, en Urt: Juan José Agirre Begiristain y Marcel Etxandi. La abadía vascofrancesa acogió en 1962 la primera asamblea de ETA, y según la Policía, el nombre de Etxandi apareció en una nota recogida en la casa en la que vivían los dirigentes de la banda Mikel Albizu «Antza» y Soledad Iparragirre «Anboto» detenidos unos meses antes en Salieres de Bearn. En la nota, se informaría a Etxandi, de 70 años, de que Aguirre, de 74, iba a viajar a Belloch a recoger «un paquete», presumiblemente lleno de información sobre los contactos exploratorios que se estaban produciendo. Los dos religiosos quedaron en libertad unas horas después de ser arrestados, pero la operación demostró que la Policía andaba tras la relación entre el aparato político de ETA, que dirigía Antza, y la mediación de la Iglesia vasca. Cabe destacar que fue también este dirigente de ETA quien se sentó a la mesa de diálogo de Vevey con representantes del Gabinete Aznar en 1999, y que fue allí, en aquellas circunstancias, donde conoció al obispo Juan María Uriarte y a su mano derecha, Joseba Segura, que ejercieron como fedatarios y facilitadores del diálogo hasta que éste quedó bloqueado.

Detención

El monje benedictino Juan José Aguirre Begiristain, detenido en

febrero de 2005 por la Guardia Civil y la Gendarmería francesa.

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Ezbaian

Ilegalización Las elecciones del pasado 27 de mayo se han visto empañadas por una fuerte polémica debido a la resolución del Tribunal Supremo, que anuló todas las agrupaciones electorales de Abertzale Sozialistak y 133 de Acción Nacionalista Vasca. Dos docentes de universidad ligados a temas de política y actualidad opinan en estas líneas sobre estas impugnaciones, que algunos consideran «un atropello de derechos civiles y políticos» y otros «una decisión coherente y racional».

ETA ya ha vuelto a las instituciones. Es el hecho incuestionable. ETA gobernará en 31 Ayuntamientos (17 con mayoría absoluta y 14 sin ella) con la friolera de 437 concejales. Lo decía Penando Barrena: «la izquierda abertzale vuelve reforzada». ETA vuelve con sus objetivos de siempre, con su prepotencia de siempre. Esta vez ETA, con el «atuendo» de ANV, ni siquiera ha necesitado un disfraz. Todos sabíamos que ANV es Batasuna, como sabemos que Batasuna es ETA. Ahí, desde las instituciones, ETA cuenta con la «legitimidad» que ya Rodríguez Zapatero le había Inma Castilla de proporcionado con «su proceso de cesión»; dispone Cortazar Profesora de Fisiología de los datos del censo electoral para tenernos bien localizados; y sobre todo, cuenta con el acceso al presuMédica puesto (mil millones de euros para la hucha) que financie todos los frentes estratégicos de la banda terrorista. En esta holgada situación, ETA multiplicará su apoyo social, reforzará sus redes de extorsión, incrementará sus subvenciones, ampliará su falaz publicidad para difundir cuán oprimidos estamos los vascos desde hace siglos por esos dos Estados colonizadores (Francia y España); y seguirá avanzando implacablemente en su totalitario objetivo de independencia, anexionismo e impunidad. ¿Por qué utilizo deliberadamente el adjetivo «totalitario», además de por su ideología sabiniano-leninista?, muy sencillo, porque si las pretensiones de la banda hubieran sido alguna vez democráticas, ETA no habría necesitado matar y extorsionar, le habría bastado con persuadir. Era evidente que ETA/Batasuna tenía como prioridad volver a las instituciones en estas elecciones municipales y forales de 2007. Lo había anunciado con descaro y reiteración. Dos encapuchados se lo exigieron como ultimátum al insólito Gobierno de Zapatero. Otegi alardeaba de la marca electoral que les permitiría volver «como lo que somos». Además, la «operación retorno con ANV» estaba descrita (y escrita) por Mikel Antza. «Como lo que somos», ciertamente, ANV/EAE, Eusko Abertzale Ekintza: así es, tenemos amplia (818, si mal no recuerdo) experiencia del preciso significado del término «Ekintza». En fin, una delicia de «democracia». Algunos argumentan que es mejor legalizar lo que responde a una realidad social, como acredita el respaldo recibido en las urnas. Según este persuasivo argumento, podemos disponernos a legalizar los malos tratos, el robo, la violencia de género, la violación, la pederastia y cualquier otra lamentable realidad social. La cuestión es si este enorme retroceso para la democracia se podría haber evitado. El Gobierno reitera la vigencia de la Ley de Partidos. Sin embargo, todas las posibilidades de fraude ensayadas por ETA/Batasuna, utilizando trucos diversos (listas blancas, agrupaciones electorales, revitalización de un partido momia, como ha sido el caso de ANV…), están previstas y prohibidas expresamente por la «vigente» Ley de Partidos, aprobada por una mayoría sin precedentes (94%) en el Congreso de los Diputados en junio de 2002. ¿Cuál ha

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sido entonces la debilidad de esta Ley? Sencillamente una, que no contempló que el Gobierno de España pudiera estar, alguna vez, en connivencia con ETA, como ocurre bajo la presidencia de Rodríguez Zapatero. Al no considerar esta posibilidad, es sólo el Gobierno, con su Fiscalía General y su Abogacía, el único legitimado, por ley, para instar al Tribunal Supremo a ilegalizar un partido, como es el único legitimado para impugnar unas listas electorales. Es decir, este rotundo éxito de ETA al que acabamos de asistir sólo ha sido posible por la explícita voluntad política de Zapatero de ceder a esta anunciada exigencia de ETA: volver a las instituciones. El Gobierno reiteró que no habría «precio político» en su nefasto proceso de paz con ETA. En todas las cesiones del actual Gobierno a ETA, Zapatero se ha parapetado en alguna institución, en un intento mediático de esquivar responsabilidades. Lo hizo en una retahíla de cesiones camufladas al permitir que los presos de ETA volvieran a la UPV/EHU desde 2003; o que el PCTV accediera al Parlamento vasco en 2005, mientras simulaba firmeza impidiéndoselo a AG, siendo idénticos los expedientes de ambos partidos políticos, que acreditaban su vinculación con Batasuna. Esa misma apariencia de legalidad y consenso la desplegó el Gobierno al llevar su proceso con ETA al Congreso y forzar una resolución que incumplió a continuación, donde se exigía «la ausencia de toda violencia» para iniciar el diálogo. Luego, hemos sabido (gracias a ETA) que esa resolución era incumplible ya que sus conversaciones ya habían empezado en 2003. Repitió la estrategia accediendo a «internacionalizar el conflicto» llevando su «proceso» al Parlamento Europeo en 2006. En la camuflada excarcelación de Iñaki de Juana o en el indulto encubierto a Arnaldo Otegi la estrategia ha sido similar. No parece importar el descrédito de las instituciones. En el caso de ANV, fue el Tribunal Supremo la instancia afectada. Si quería contentar a ETA, el Gobierno podría haber derogado la Ley de Partidos y dejar expedita la senda a Batasuna. Si el Gobierno hubiera querido mantener sus compromisos del supuestamente «vigente» Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, debía haber instado al Tribunal Supremo a ilegalizar a ANV, acogiéndose a la Ley de Partidos. Podría incluso haber impugnado todas las listas de ANV según la Ley Electoral. Pero el camuflaje en este caso consistió en impugnar sólo algunas listas de ANV y no impugnar otras (en premeditada y medida selección), en una supuesta aplicación de la Ley Electoral, sin recurrir a la Ley de Partidos. El Tribunal Supremo denunció explícitamente esta chapuza en el procedimiento, pero poco más pudo hacer. ¿Puede un tribunal actuar si no es instado a hacerlo, si no está legitimado para actuar «de oficio»? Inutilizando la Ley de Partidos, el fraude de ley se había consumado, con la apariencia de legalidad por parte del Gobierno, que desplazaba hábilmente toda responsabilidad al Tribunal Supremo. ¿Es posible diseccionar un partido, considerándolo democrático en algunas de sus listas y terrorista en otras? ¿Puede acaso el mismo animal ser un conejo en Llodio y una perdiz en Vitoria? Esta operación gubernamental me recordó la frecuente expresión de un buen profesor de mis años de Universidad: «…sería tan estúpido como diagnosticar ‘un poquito de embarazo’. O es o no es».

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de candidaturas políticas La ilegalización de partidos o candidaturas electorales, como el cierre de periódicos (Egin, Egunkaria) o la encarcelación de políticos (Mesa nacional de HB) son hechos muy graves que no suelen caracterizar a las democracias. Una cultura democrática necesita de personas y de instituciones que actúen conforme a valores democráticos, y no es tarea sencilla para una sociedad asumir y organizarse conforme a ciertos principios: división e independencia de poderes, respeto a los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, garantías para una opinión pública plural, control sobre la partidocracia, ejercicio de transparencia sobre los asuntos públicos... Sin duda, la democracia española, lastrada por una herencia cultural de hábitos intolerantes, no está como para jugar una «Champions» de Estados democráticos, y prácticas como la tortura y los malos tratos la desplazan más bien a divisiones inferiores. Sin embargo, las agresiones más graves contra la democracia y contra la convivencia, el mayor obstáculo para que una educación y una cultura democrática puedan consolidarse en Euskal Herria como lo ha hecho en otras partes de Europa provienen de la ideología y de la actividad de un movimiento político-militar, que lleva generando violencia ininterrumpidamente desde hace ya casi 50 años. El MLNV (Movimiento de Liberación Nacional Vasco) cuenta con la estructura clásica de los movimientos de liberación nacionales, donde, además de una organización política y de un frente popular para el activismo social, hay un grupo armado. Aunque, a diferencia de lo que algunos agentes jurídicos y políticos pretenden, Batasuna y sus sucesivas transfiguraciones no sean equivalentes a ETA son partes diferenciadas de una misma figura-, no debiera resultar difícil de entender que en una democracia parlamentaria no haya sitio para un movimiento con estas características, o que resulte disparatado reclamar que a una estructura político-militar le sea reconocido un amparo legal. Las distintas sentencias ilegalizadoras sobre HB y sucesores deben situarse en este contexto, si bien el procedimiento empleado en esta ocasión no parece el más adecuado, ya que carece de lógica que ANV (coyuntural ersatz sustitutorio) pueda concurrir a las elecciones en un municipio y no pueda hacerlo en el ayuntamiento vecino. Limitar los derechos electorales de miles de ciudadanos no es una cuestión intranscendente, pero una democracia no puede reconocer legalmente a una organización que emplea la violencia como método político, o a sus distintas tapaderas. Por otro lado, la voluntad del MLNV por estar presente en las instituciones no tiene que ver con un interés por defender la democracia parlamentaria, en la que no cree, sino con procurarse recursos (institucionales, económicos) para seguir acosándola y poder algún día sustituirla por una «democracia popular», eufemismo con el que habitualmente se autodenominan las dictaduras dirigidas por partidos comunistas. El MLNV no parece dispuesto a emprender un proceso de revisión ética y estratégica sobre la utilización de la violencia como arma política, al tiempo que como consecuencia del terrorismo son varios miles los ciudadanos vascos -algunos, miembros de diversos partidos políticos- que tienen mermados, de una manera particularmente intensa, sus derechos civiles y políticos básicos. Por el contrario, sigue empleando una batería de recursos dialécticos para manipular a la opinión pública y hacer creer que busca la paz, quiere la democracia o que confía en la negociación política, cuando en realidad (en la práctica) no ha renunciado a seguir empleando la violencia para condicionar la voluntad de la población y continuar con su guerra revolucionaria permanente hasta la independencia y el socialismo. Puede recordarse que especulaciones sobre la voluntad de renunciar a la lucha arma-

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da no sólo se han manejado últimamente, también se emplearon hace diez años con ocasión de la anterior tregua, o hace veinte durante las conversaciones de Argel, o hace treinta en relación con la Amnistía. No parece percibirse o no se quiere entender, incluso entre sus propios simpatizantes, que manifestar una voluntad de paz resulta indispensable para poder mantener la guerra... Por otro lado, se sostiene confusamente que la violencia es expresión de un conflicto político, cuando es evidente que la mayoría de los vascos queremos un autogobierno pacífico y pretendemos tratar de resolver nuestras diferencias nacionales, políticas o sociales civilizadamente, sin estar sujetos a la coacción y a la amenaza de un grupo fantasmagórico carente de legitimidad para emplear la violencia sobre la población. Sin embargo, el MLNV pretende imponer el desarrollo de su proyecto revolucionario y mantener una estructura político-militar amparándose en el conflicto nacional, que en otros lugares de Europa como Catalunya, Escocia, Flandes está afortunadamente encauzado por vías democráticas. También pretende representar la voluntad auténtica del Pueblo Iñigo Bullain Vasco cuando no puede representar sino a sus electores, alre- Profesor de Derecho dedor de 180.000 votantes; es decir, un 6% de la Euskal He- Constitucional rria bonapartiana. y Europeo de la Las críticas a las decisiones judiciales sobre la participación UPV/EHU electoral han sido dirigidas por un eficaz aparato de propaganda contra el carácter democrático de las elecciones (pucherazo) y, como es habitual, contra la generalidad de las fuerzas políticas y sus dirigentes. Se trata de otra muestra del mismo discurso anti-sistema construido durante décadas y que se ha empleado para justificar y persuadir sobre la necesidad de la violencia. Discurso que, dada la existencia de una organización armada, no es un mero ejercicio retórico, sino que tiene trágicas consecuencias. Precisamente, la crítica y revisión del discurso de la violencia me parece imprescindible para acometer la pacificación. Se utilizan inter altre los abusos del imperialismo americano, que se muestra como representativo de la cultura occidental, o las enormes desigualdades e injusticias que acompañan al ser humano en el planeta, o los despropósitos del más rancio nacionalismo español, para justificar y proponer una ética y estética que, aparentando una voluntad emancipadora quiere incorporar, especialmente a la juventud vasca, a un proyecto deshumanizador cuya experiencia histórica tanto en Europa como en otras partes del mundo es desoladora. Si bien desde una ética de violencia «revolucionaria» no cuenta el daño y el dolor que se provoca sino la rentabilidad política que se obtiene, la amenaza, la extorsión, y el asesinato son una catástrofe moral y conducen a la degradación personal de quien practica la violencia y del grupo humano que convive con ella. Desde mi punto de vista, las pretensiones de contar con una representación política pasan por competir por la voluntad de los ciudadanos en condiciones de igualdad con el resto de fuerzas políticas, es decir, sin recurrir al apoyo de una organización armada. En una democracia parlamentaria no hay lugar para estructuras y estrategias político-militares. Para acabar, quisiera señalar que me es difícil compartir la creencia de aquellos que confían en que el MLNV, donde hay personas de gran valía, esté capacitado para acometer una revisión de la utopía sangrienta de la que es adicto y liberarse de su fatal influencia. Por el contrario, tanto su praxis como su trayectoria hacen temer que no va a renunciar al poder que así ha adquirido y que maneja, y que lo más probable es que pretenderá continuar haciendo política y ganando más poder utilizando la violencia, conforme al diseño estratégico-organizativo que corresponde a un movimiento de liberación nacional.

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Alegiak

Las realidades se tocan

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Imanol Carballo Escritor Ramanujan Dibujos

6:53 AM Como a diario, Alvaro Retamal ha comenzado el día siete minutos antes de que el despertador que descansa sobre la única mesilla de la habitación, en el lado opuesto de la cama, lejos de la reposada y profunda respiración femenina que yace sobre la almohada, despierte para advertir que su hora ha llegado. Alvaro, despierta! Pero esto no suele ocurrir. Ni siquiera en verano, en vacaciones, cuando acostarse tarde y dormir hasta que el sol repose el cielo es una obligación y disfrutar de ello un deber. Alvaro Retamal no deja de abrir los ojos minutos antes de que el reloj marque las siete de la mañana. Es inevitable. Es necesario. Es simplemente así. Se viste bajo la obtusa oscuridad que domina el dormitorio, casi mecánicamente, como si así lo hiciera cada día desde hace muchos años. Y realmente lo hace, o a él le parece, desde siempre, a pesar de su relativa juventud. 40 años, ni joven ni viejo, es una edad difícil de clasificar. Pero él se siente joven aún, tan joven como aquel día en el que agarró una ajada mochila con las cuatro primeras prendas que encontró en su armario y se lanzó a la carretera para recorrer la costa del Cantábrico a golpe de dedo gracias a la buena voluntad de amables turistas y camioneros. Su mujer parece no haberse despertado, aunque… quién sabe.

condimentado de la medida precisa de achicoria en el filtro de papel, y agua clorosa y clara, del grifo, que llena el depósito respetando siempre el límite que religiosamente marca una delgada línea roja. Una delgada línea roja. Pulsa el botón. Luz Roja. Como cada día, tras lavarse la cara con agua bien fría, hiriente, tanto que en los días más fríos de invierno consigue retorcerse de dolor, tras vestirse apáticamente y volver de un salto a la cocina, Alvaro Retamal ha encendido la vieja radio que de novios había traído de Portugal. De pronto, la inconfundible e incisiva voz de Mariano Ferrer lo ha retrotraído a la realidad, la otra realidad, la de fuera, la realidad oficial. Nada nuevo. La violencia es una fuerza expansiva que aplasta todo aquello que nace a su alrededor, piensa. Es un repentino cambio de factores tan radical, tan extremo, que produce una traumática alteración del curso natural de las cosas, los acontecimientos y procederes. Por eso, donde hay violencia no existe lugar para nada más. Por eso, la sangre tiñe los informativos en sus titulares más destacados. En ocasiones pienso que muchas de las reglas del universo desde su mismo origen se rigen por ecuaciones de mecanismos brutales, y el patrón se repite como las ondas gemelas de un impacto sobre el agua de un estanque. Quizá sea cierto que el tiempo sólo es cambio y la violencia, al servicio del cambio, sólo un instrumento que contribuye al fin. La destrucción sólo acelera los procesos. Es una reflexión demasiado determinista para estas horas de la mañana. La cosa es que los noticiarios sólo hablan de muerte y condena, de tortura y de impunidad, de ataques y manipulaciones. Luego, salgo a la calle y todo parece estar en su lugar adecuado.

7:00 AM La cafetera le sonríe desde el fondo de la encimera. Está lista y a punto para hacer su trabajo, con la cantidad exacta de café tostado

7:28 AM A través del filtro de la ventana, la calle parece una vieja postal gris, la instantánea de una fugaz realidad que nunca se repite, pero parece

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Alegiak

ser la misma una vez más. Alvaro Retamal observa la luna, perezosa, que recoge sus brillos de seda ante el inminente crepúsculo. Es invierno, 15 de diciembre. Parece que hoy no va a llover. En su abstracción, Alvaro sufre una de esas sutiles experiencias que pronto se olvidan. Sólo ha sido una sensación, tan efímera como lo puede ser una estatua de humo y niebla moldeada frente a un molino de viento, un momentáneo brillo lanzado por la luna; un guiño, nada más. Es hora de salir. 7:33 AM -Vivimos donde nos toca vivir. -Vivimos en la época que nos toca vivir- contesta rápidamente Alvaro. Le gusta provocar a Josetxo, aunque después, de tanto en cuando, se pueda llegar a arrepentir.

- Matar gente y ganar dinero. Es su cultura, es lo que siempre han conocido. Por ejemplo, no pidas a un niño africano que ha crecido en medio de una guerra tan larga que se convierte en familiar, algo común, de todos los días, donde vivir o morir es solo cuestión de azar, rodeado de muerte, de atrocidades sin escrúpulos, de supervivencia en su estado más animal; no le pidas que comprenda tan fácilmente la diferencia entre el bien y el mal- Josetxo comienza a acalorarse, pero Alvaro no quiere cejar en su empeño de tirarle de la lengua. -Ese niño ha vivido una época que ha conocido la guerra y la miseria- dice. Josetxo parece no escuchar. -Pero, ¿quién tiene la convicción moral tan sólida como para dibujar la línea que los separa? -¿El bien y el mal?

Josetxo, más conocido en el barrio como «El Quiosquero», es un audaz vendedor de prensa que jamás ha tenido un quiosco en propiedad. Desde hace veintisiete años es dueño de un minúsculo local donde el horror vacui logra allí su esplendor más intenso y claustrofóbico. Además de ser un hombre tenaz y meticuloso, su velocidad mental es capaz de acorralar a la reflexión más contundente en un delgado laberinto de contradicciones.

-Muchos lo han intentado por creerse capaces, incluso obligados, pero todos ellos se contradicen en algún punto, a pesar de sus incorrompibles convicciones.

-Donde hay guerra muere gente- apuntilla refiriéndose a la otra realidad, la oficial, la impresa en grandes titulares destacados que abren los diarios que frondosamente lo rodean-, es inevitable. Mira lo que ocurre en los Estados Unidos.

-La pregunta correcta sería: ¿es alguno de ellos portador de la verdad? Quizá no exista una recta línea que divida el bien del mal. Las teorías de esos sabios se demuestran equivocadas constantemente, al igual que las teorías matemáticas.

-¿Por qué miramos siempre a aquel loco país?

-¿Y quién de ellos tiene la razón?- Alvaro insiste sonriente.

-Definitivamente, me he perdido en el auténtico laberinto que es tu cabeza, Josetxo. ¿Me hablas de grandes pensadores o de físicos?

-Porque son los más ricos. -La física no es más que otro lenguaje que sirve para explicar las cosas. -Dirás poderosos. -Los físicos nunca han explicado el amor a una tierra. -No. Digo ricos, que no es lo mismo, pero es igual. Lo que digo es que allí cualquier desequilibrado consigue un arma antes que una simple receta, y las balas (te lo recuerdo) se han hecho con un único fin, querido amigo. - Atravesar la carne.

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-Hay quien dice que hay energía en todas las cosas. 7:38 AM Poco a poco comienza la actividad entre los pequeños ciudadanos de la gran ciudad. Los primeros rayos de sol asoman por entre los rapados


«La violencia es un repentino cambio de factores tan radical, tan extremo, que produce una traumática alteración natural de las cosas, los acontecimientos y procederes»

edificios, verdes, blancos y amarillos. Alvaro Retamal camina, como cada día, a través de la avenida que, larga y recta, lo conduce a su oficina. Josetxo es, en ocasiones, un hombre demasiado difícil de seguir, pero tiene razón en muchas de las cosas que dice, piensa. Es capaz de desgajar fibra a fibra esa realidad oficial. Yo no suelo ser capaz de conectar mi realidad, llena de sensaciones, de recuerdos que distorsiona amablemente la memoria, con los entresijos a veces tan complicados de la otra realidad. Quizá es que no quiero cruzar ese umbral. 7:48 AM Semáforo rojo. Alvaro Retamal ha detenido sus pasos al borde de la carretera de cuatro carriles que corta transversalmente la avenida. Observa la dura carretera. Una hoja de un árbol se debate inconsciente en el asfalto mientras la ausencia de viento no impide que flote sobre la carretera. Electricidad estática, piensa. Alvaro piensa. Al fin y al cabo, hay energía en todas las cosas. ¿Qué te parece? Mientras la imagen de esa hoja muerta que flota sobre la dura carretera parece gravarse en sus pupilas, Alvaro Retamal ve claro al fin la inevitable respuesta que une la realidad oficial con su realidad, mi realidad, llena de sensaciones, de recuerdos amables: su primera bicicleta roja y verde que tantas lágrimas le costó, su primer sueldo en la vieja herrería, su mujer con vestido rojo que le mira desde la atalaya donde le declaró su amor. Los recuerdos son intemporales pero vivos: el nacimiento de su hija, los primeros pasos de su hija, el primer «aita» de su hija. Al fin y al cabo, hay energía en todas las cosas. Después unos pasos a su espalda, una sombra, el contacto del duro metal en su nuca, un aliento sobrecogido y un dedo que descerraja el súbito impacto.

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En primera persona

Carlos Taibo Arias Profesor de Ciencia Política en la UAM Con más de una veintena de libros que retratan el incierto orden mundial que nos acecha («Guerra entre barbaries», «La desintegración de Yugoslavia», «La explosión soviética» o «Cien preguntas sobre el nuevo desorden»), Carlos Taibo Arias es un reputado analista habitual de la actualidad internacioanl. Escucharle es como asomarse al pozo de la sabiduría. Profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en países del Este, esta vez su voz y palabra se asoman a las páginas de Haritu para mostrar algunas claves sobre el trasfondo de los acontecimientos que impregnan el conflicto vasco.

Haritu: ¿cómo ve la actual situación del proceso de paz en el País Vasco, si es que cree que sigue existiendo en estos momentos? Carlos Taibo: está provisionalmente paralizado. Quienes ven con malos ojos cualquier suerte de negociación, en un lado como en el otro, se han salido por el momento con la suya, aunque es dudoso que consigan mantener en el tiempo su éxito. Creo firmemente que siguen siendo mayoría los ciudadanos españoles que entienden que, como quiera que es impensable que ETA se autodisuelva, es preciso algún tipo de negociación. Las cosas como fueren, y pese a la desilusión generada, el escenario actual es preferible con mucho, a mi entender, al de antes del inicio de la tregua de marzo de 2006. Haritu: ¿el proceso emprendido se vio truncado con el atentado de Barajas? ¿Qué significado cree que tuvo la acción de ETA en el aero-

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puerto madrileño? El atentado se saldó con dos víctimas y más tarde ETA manifestó que su objetivo no era matar, que si hubo víctimas fue debido a un accidente. Carlos Taibo: creo que, se diga lo que se diga, quienes en ETA se inclinaban en 2006 por la negociación recibieron pocos estímulos del gobierno español. Eso le dio alas a la posición de quienes, dentro de esa organización, miraban con recelo el «proceso de paz». Parece fuera de discusión, de cualquier modo, que ETA no es hoy una instancia monolítica. Si eso configura, en una clave, un progreso con respecto al pasado, en otra nos emplaza ante una instancia de comportamientos a menudo impredecibles. Y al respecto no es de mayor consuelo certificar que lo más probable es que ETA no desease provocar muertos en Barajas: por razones obvias, el atentado ha generado un escenario difícil para que la negociación progrese.

Haritu: ¿cómo valora la gestión del proceso de paz y del alto el fuego que hizo el gobierno en su momento?

Carlos Taibo: el gobierno Español no estuvo a la altura de las circunstancias, y eso que las presuntas demandas que recibió -relegalización de Batasuna, medidas de gracia con los presos, apertura de mesas de negociación- eran bastante hacederas. Y, sin embargo, el gobierno de Rodríguez Zapatero no dio ningún paso perceptible en ninguno de esos terrenos. Qué llamativo es que todavía hoy José Blanco presuma de que la presión policial y judicial en 2006 fue mayor que la registrada en etapas anteriores en las cuales ETA operaba como sabemos. Queda pendiente de determinar el porqué de la conducta de las autoridades españolas. Si unos aducen que en realidad éstas nunca creyeron en la negociación, otros sugieren que estimaron que ETA estaba tan debilitada que


María Lizardi Texto Karlos Corbella Fotografías

«Creo en el derecho de autodeterminación, y entiendo que éste debe reconocerse como tal, como un derecho democrático, sin que sea el resultado ni de la acción violenta de ETA, ni del fin de esta última»


En primera persona

no era preciso mover pieza. Agreguemos que sobran los motivos para concluir que el PSOE, timorato en éste como en otros terrenos, sucumbió a las presiones del Partido Popular y de su aparato mediático, e hizo otro tanto ante las ejercidas por sectores importantes del propio Partido Socialista. Haritu: ¿considera que el conflicto vasco es de naturaleza fundamentalmente política? Carlos Taibo: hay, naturalmente, un conflicto político, que nace de percepciones diferentes en lo que se refiere a la condición futura del País Vasco. Al respecto conviene deshacer una confusión que nace cuando los detractores del «proceso de paz» subrayan que no puede haber contrapartidas políticas para conseguir que

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ETA desaparezca. Creo en el derecho de autodeterminación, y entiendo que éste debe reconocerse como tal, como un derecho democrático, sin que sea el resultado ni de la acción violenta desarrollada por ETA, ni del final de esta última. Si los manifestantes convocados en tantos lugares por el Partido Popular tienen pleno derecho a repudiar el terror ejercido por ETA, convendría que se lo pensasen dos veces a la hora de rechazar ontológicamente toda fórmula de autodeterminación y, en su caso, de independencia para el País Vasco. Claro es que en un eventual referendo de autodeterminación que cobrase cuerpo una vez desaparecida la violencia, esos manifestantes a los que me refiero estarían también en su derecho de defender, cómo no, un País Vasco integrado en España.

Haritu: ¿qué opinión le merece la Ley de Partidos? Carlos Taibo: aunque no soy un experto, considero que hay muchos motivos para dudar de la legalidad de esa ley, cuestión que a pocos preocupa en un escenario en el que desde los poderes del Estado ha sido sopesada simplemente en virtud de su innegable eficacia. Hoy, de cualquier manera, la Ley de Partidos es un obstáculo lamentable. Sólo quienes se sienten sorprendentemente cómodos en la disputa de los últimos decenios pueden pensar que es preferible que la izquierda abertzale no esté en las instituciones. En este ámbito creo que el PSOE, que años atrás se ató a sí mismo de pies y manos, debe revisar su apoyo a esa ley.


Haritu: ¿desprueba, entonces, que el Tribunal Supremo anulara más de trescientas candidaturas de la izquierda abertzale en el País Vasco denegando su participación electoral? Carlos Taibo: la decisión me parece muy desafortunada, aunque, probablemente, se ajusta a las leyes vigentes. No creo que lleven razón, por otra parte, quienes sugieren que Batasuna quedó razonablemente satisfecha al haber conseguido «colar» unas decenas de listas de ANV: con toda certeza a Batasuna lo que le habría gustado es concurrir a las elecciones con sus cabezas de fila y sin tapujos. Bien es verdad que a estas alturas sería muy saludable que la dirección de Batasuna diese también un paso adelante y condenase la violencia. Aunque, de nuevo, y cosas de la vida, tengo la sospecha de que la derecha española, cada vez más ultramontana, prefiere que Batasuna no dé ese paso. Haritu: ¿qué efectos cree que puede tener la sentencia del Supremo en el proceso de paz? Carlos Taibo: es un obstáculo más, premeditada e inteligentimente colocado, aun cuando intuyo que hoy por hoy, y en comparación con otras disputas, no es ésta la cuestión de mayor relieve. Haritu: ¿cómo se debe responder desde el Estado de derecho al terrorismo, ya sea de ETA o internacional? Carlos Taibo: entiendo que, las reglas como están, no puede pedirse al Estado que renuncie a su designio de preservar el weberiano monopolio legítimo de la violencia. Pero los poderes públicos deben abrir horizontes que permitan superar los problemas, como deben preguntarse por qué existen éstos; la sugerencia de que todos esos problemas son el producto, sin más, del capricho insano de unos asesinos me parece poco fértil. El escenario se completa con el hecho de que entre nosotros es muy común olvidar que todos los desafueros que se atribuyen, con razón o sin ella, a los «naciona-

lismos de la periferia» se revelan también en un nacionalismo español habitualmente esencialista e intolerante. No creo, por lo demás, que ETA vaya a desaparecer en virtud de medidas de cariz policial-represivo. Hay que buscar un fin negociado que conduzca a su desaparición, en el buen entendido, claro, de que ningún horizonte de pacificación y de autodeterminación -sea cual sea el resultado de esta última- en el País Vasco puede concebirse con ETA de por medio. Haritu: ¿qué peso específico tiene realmente la UE a nivel internacional y en concreto en el País Vasco como agente comprometido con la causa de la paz? Carlos Taibo: ninguno. La soberanía de los Estados permanece incólume y no se me ocurre que ninguna instancia comunitaria pueda sentir hoy por hoy la tentación de asumir algún ejercicio de injerencia, por menor que sea, en los asuntos internos, en el terreno que ahora nos ocupa, de uno de los miembros de la UE. Otro gallo cantaría, claro, si el gobierno Español demandase alguna suerte de intermediación.

Haritu: si tenemos en cuenta que en Irlanda se puede dar por solucionado el conflicto, mientras que en Euskal Herria persiste, a pesar de tener la misma edad, ¿inicialmente podemos pensar que ellos han sido más hábiles? Carlos Taibo: no soy tan optimista con respecto al futuro de Irlanda del Norte. El escenario es, en cualquier caso, bastante diferente y, por añadidura, lo suyo es reconocer que en Irlanda agentes políticos fundamentales han dado pasos que en Euskal Herria no se han registrado. Haritu: en la década de los 90 se independizaron Croacia, Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina, Montenegro el año pasado, en Gran Bretaña los galeses reivindican sus

costumbres e idioma tan distintos al inglés, idem Escocia e Irlanda del Norte... Parece que hay deseos claros de una creciente autonomía y de una auténtica independencia de regiones europeas. ¿A qué se debe? Carlos Taibo: a razones varias, y entre ellas la mala inserción de muchos grupos humanos en los Estados existentes, las secuelas de un sinfín de fórmulas autoritarias desplegadas en muy diversos escenarios, el deseo general de descentralizar el poder, los intereses de determinadas elites políticas, los movimientos acometidos por connotadas potencias foráneas o, en fin, las secuelas de una globalización manifestamente uniformizadora. Me gustaría que a las razones anteriores hubiese que agregar una más: la conciencia de que en un Estado democrático debe buscarse una salida al problema que se deriva de la certificación de que una buena parte de los habitantes de un país -y no nos perdamos en elucubraciones sobre las comunidades políticas y sus límites- se siente incómoda en el Estado en el que vive. Haritu: ¿se configurará una Europa de pequeños estados independientes? Carlos Taibo: si ése es el deseo de los ciudadanos y se formula libre, pacífica y democráticamente, no veo por qué no habría de ser así. Haritu: ¿podremos ver si algún gobierno se lleva el trofeo de la paz en el País Vasco?, ¿será un sueño hecho realidad algún día? Carlos Taibo: quiero creer que ese momento está más cerca de lo que parece. A mi entender, el trofeo de la paz debe llevar consigo una conquista: la de que, sea cual sea la forma polítco-territorial a la postre resultante, todos puedan sentirse cómodos y nadie experimente un menoscabo de sus derechos. Ya sé, bien es cierto, que no faltan quienes se sienten molestos, de un lado y del otro de la trinchera, ante la posibilidad de que ese horizonte cobre cuerpo.

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Hilvanando

Hari-muturrak...

«Hay que intentarlo»

Haciendo camino

La falta de discreción de un grupo de periodistas hizo que el pasado día 9 de mayo se filtraran a la prensa unas interesantes declaraciones del Rey de España, Juan Carlos I, sobre cómo cree que deben resolverse los conflictos. El monarca estaba charlando de forma informal durante una visita a la base central de la Guardia Civil, rodeado de tricornios, cuando al abordar los recientes avances logrados en el proceso irlandés aseguró con una cierta envidia sana: «Hay que intentarlo. Requiere mucho tiempo y estas cosas a veces salen y otras no, pero hay que intentarlo». Inmediatamente, muchos vieron tras estas palabras un apoyo implícito al proceso de diálogo emprendido por el Gobierno de Zapatero hace un año y nació la polémica. El caso es que estas declaraciones no son ninguna novedad, porque hay que recordar que ya cuando hace ocho años Aznar abrió vías de contacto con ETA, Juan Carlos expresó públicamente su apoyo al proceso de diálogo -incluso después de que se produjeran incidentes violentos- resumiéndolo en la frase «hablando se entiende la gente» y abogando por actuar políticamente con «tranquilidad, generosidad y sosiego». En cualquier caso, una importante aportación hecha por quien es el Jefe de Estado español, y en un momento delicado en el que apuestas por el diálogo como ésta cotizan a la baja.

Irlanda del Norte sigue ofreciendo fotografías que da gusto mirar. Y es que detrás de las carcajadas nerviosas de Martin McGuiness e Ian Paisley se esconden muchos años de diálogo, paciencia y trabajo bien hecho que han llevado a esta región irlandesa a la etapa final de un largo proceso de pacificación y normalización política. Ahora, el beligerante comandante del IRA y el sacerdote intransigente que gritaba «never, never, never» en la cara del diálogo, comparten gobierno y responsabilidad. Es cierto que aún queda mucho trecho por recorrer para que la paz y la normalidad política sean una realidad consolidada en el Ulster, y que aún queda todo un proceso de reconciliación por emprender, pero también lo es que Irlanda vuelve a ofrecer un espejo en el que el País Vasco bien podría mirarse. Aunque sea de lejos.

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...hilos sueltos

El tiempo de los comicios electorales

En un contexto electoral dominado por las sombras del proceso de pacificación interrumpido y de la participación legal de la izquierda abertzale representada por Batasuna, el pasado domingo 27 de marzo los electores de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa respondieron a su cita con las urnas para elegir a sus representantes más cercanos. En la Comunidad Autónoma Vasca la alta abstención, el ascenso del PSE y el castigo de los ciudadanos a la ruptura de la coalición PNV-EA sobresalieron como las notas más destacadas de la jornada electoral. En Nafarroa lo fue la irrupción de Nafarroa Bai en el Parlamento Foral y el Ayuntamiento de Iruñea como segunda fuerza, y las posibilidades de cambio que eso abre, no únicamente a la hora de descabalgar del poder a la UPN de Miguel Sanz, sino también de cara a inaugurar una nueva forma de hacer política en el territorio que podría ayudar mucho al proceso de normalización política y social. Más allá de los resultados, lo más destacable quizá hayan sido las pugnas internas que se han desatado practicamente en todos los partidos. En el PNV se adivinan las casi inminentes elecciones para el Euzkadi Buru Batzar y muchos mirarán hacia estos resultados electorales a la espera de ver si se reedita la batalla entre las almas de Imaz y Egibar, que vuelven a dibujar el juego jeltzale del péndulo patriótico. En el PSE, los buenos resultados ayudarán a cerrar las heridas abiertas por socialistas como Rosa Díez o Gotzone Mora, que aprovecharon la campaña para anunciar la creación de un nuevo partido con el apoyo de otros personajes sociales como Fernando

Savater. En EA tendrán que recomponer la unidad interna afectada por la decisión de concurrir en solitario a las elecciones, y en Aralar y Ezker Batua se encuentran con la tarea de demostrar a quienes lo han puesto en duda que son capaces de ejercer de manera coherente su papel como coalición. Ante este panorama, sólo queda esperar a que los partidos devuelvan las aguas a sus respectivos cauces. Pero, cuanto menos tiempo necesiten para hacerlo, antes se podrá retomar un diálogo transversal que sigue siendo necesario y urgente para avanzar en el terreno de la normalización de la situación política; más aún teniendo en cuenta que PP y PSOE pronto se enroscarán en una nueva precampaña de cara a las generales que nos esperan a la vuelta de 2008. Las elecciones son el diapasón y el tiempo corre a su ritmo.

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Hemeroteka

Umorea

Montxo Berria. 28 de mayo.

Tasio Berria. 28 de mayo.

Ripa Deia. 30 de mayo

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Esandakoak «Los resultados electorales significan que a buena parte de la sociedad vasca no le ha parecido tan mal el proceso de negociación con ETA y la presencia de Batasuna en las urnas, y autoengañarse sería un error. Hay que ser consciente de lo que pasa».

Antonio Basagoiti, presidente del Partido Popular en Bizkaia.

«Estoy satisfecho de los resultados electorales y veo que el Partido Popular también. Estas son las cosas positivas que tiene la democracia. ¡Qué mejor que todos estemos satisfechos!».

José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español.

«En el proceso vasco se están olvidando los derechos humanos. No parece que en ambos bandos preocupen lo necesario las personas que han sufrido alguna violación de estos (...) y así es imposible llegar a ningún tipo de solución».

Héctor Zalama, portavoz de Amnistía Internacional en Vitoria.

«A pesar de las impugnaciones y de la vulneración del derecho al sufragio universal, 187.000 voluntades le dijeron [al Gobierno] en primera persona que debe acabar con su política de ilegalización, porque es fundamental para que en este país en algún momento, y ojalá sea a la mayor brevedad posible, pueda haber un proceso de resolución viable».

Pernando Barrena, portavoz de Batasuna.

«Zapatero está poniendo en cuestión consensos básicos de la transición para volver a algo tan peligroso y tan sencillo como lo siguiente: que media España no acepta a la otra media. Y eso que nos condujo a lo peor de nuestra historia hace 70 años es el esquema político que se quiere repetir ahora».

José María Aznar, ex presidente del Gobierno español y presidente de las FAES.

«Hemos ganado ideológicamente a UPN en la defensa de la pluralidad. En este contexto de pluralidad es donde tenemos que hacer la defensa del vasquismo como una opción personal».

Patxi Zabaleta, candidato de Nafarroa Bai a presidir el Gobierno navarro.

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A dos bandas

Alvaro González Texto David Moreno Fotos

Dos en la carretera Estíbaliz Ruiz de Azua & Iker Armentia Estíbaliz Ruiz de Azua comenzó su andadura profesional en la Cadena SER, donde conoció a Iker, y ahora es una de las caras más conocidas de los servicios informativos de ETB. Iker Armentia dio sus primeros pasos en la Cadena COPE y ha terminado siendo una de las principales voces de la SER en Alava, donde conoció a Estíbaliz. Ahora, las curvas del camino les vuelven a juntar alrededor de un café en el parque gasteiztarra de La Florida. Como ellos dicen, los periodistas somos «la infantería» de la noticia; hoy aquí y mañana allí, pero se alegran mucho de reencontrarse. Y como tal primera línea que se saben, se calzan el casco a pocas horas de que se abrieran los colegios electorales, y ponen al día sus opiniones.

Haritu: la campaña electoral da sus últimos coletazos y, para cuando la revista vea la luz, ya se habrán producido las elecciones. ¿Sois de los que siguen la campaña con interés? Estíbaliz: pues, la verdad es que, de no ser por mi profesión, no creo que lo hiciera. Además, ésta ha sido de perfil muy bajo. En cualquier caso, no creo que sirvan de mucho, porque la gente ya tiene decidido a quién votar. La verdadera campaña, a mi parecer, es la gestión que han hecho de la confianza que los diferentes representantes recibieron durante los últimos cuatro años.

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Iker: de hecho, yo creo que lo que es la campaña es peligrosa para los partidos. Dicen los expertos que la gente de izquierdas es más propensa a quedarse en casa, y en Vitoria se ha visto cómo el equipo de Alfonso Alonso ha intentado hacer una campaña baja, tranquila, intentando no picar al contrario para no motivar a la gente a ir a votar. Y es algo que creo que está haciendo también Rajoy, que ha visto el efecto que causa la estridencia que provoca, por ejemplo, Aznar... Estíbaliz: sí; es que en una campaña puede suceder como pasó en aquellas autonómicas de

2001, en las que se produjo una enorme movilización nacionalista en contra de Mayor Oreja.

Haritu: en campaña ha estado muy presente la Ley de Partidos, y su aplicación ha hecho que se vivan de nuevo momentos de tensión, enfrentamientos... ¿qué os ha parecido esta situación? Estíbaliz: me parece muy triste. Es triste que algunos tengan que andar con escolta enfrentados con otros que les siguen con pancartas y gritando. Pero es triste también que no hayan sido legalizados, porque con esos estatu-


tos y otro nombre, seguramente se hubieran podido presentar.

la falta de acuerdo ante un proceso de paz que poco a poco se va diluyendo.

Iker: yo creo que todos pensábamos que ibamos a llegar a este momento electoral en una mejor situación, pero, después de lo de Barajas, se complicó todo y ha sido muy duro. Todos desearíamos que la izquierda abertzale pudiera presentarse a todas las instituciones, pero... En realidad, ha habido cosas rarísimas, con el Fiscal General del Estado, por ejemplo, diciendo a este respecto un día una cosa y al siguiente la contraria, y al final tenemos la foto de siempre; la del conflicto y

Estíbaliz: la izquierda abertzale debe poder presentarse con las siglas que quiera. Que se presente quien quiera y como quiera. No se les puede decir, «bueno, tenéis a Aralar, o a EA...»; tendrán que votar lo que quieran ellos. Y una vez en las urnas, a ver quién tiene más votos, pero no se puede intentar borrar una realidad social que es un hecho. Haritu: ¿cómo creéis que inciden en la voluntad de voto los brotes de violencia que se

han producido a lo largo de la campaña? (el día en que se realizó esta entrevista, un artefacto casero había explotado bajo el coche de un socialista en Zarautz). Estíbaliz: además de ser hechos intolerables, sea una bomba o un simple petardo, al final, lo que parece es que pretenden dar argumentos al contrario para que les machaquen, o machaque a un tercero.

Iker: todos estos sucesos manchan cualquier aspiración legítima que tenga la izquierda abertzale. Y no casa con lo que Batasuna, co-

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A dos bandas Iker Armentia

«Creo que es importante que los medios hagamos un esfuerzo por trasladar la cultura de la paz, de la reconciliación» mo partido, está intentando trasladar en los últimos meses. Además, comparto contigo que, por ejemplo el PP, que está buscando el voto del miedo, no necesita más que esto para que quien esté indeciso acabe votando Partido Popular.

Haritu: ¿creéis que el panorama informativo vasco refleja la pluralidad de nuestra sociedad? Estíbaliz: sí, más o menos. No sólo en Euskal Herria, sino en todo el Estado, está muy marcada la línea ideológica de cada medio, y cada vez más, pero yo creo que sí que existe una oferta suficientemente amplia en este sentido. Iker: de hecho, en nuestros kioskos, la oferta es mayor que en los del resto del Estado; más incluso que en los de Cataluña. En otros sitios no te encuentras la pluralidad de medios y de líneas editoriales diferentes e incluso contradictorias entre sí que hay aquí, porque las empresas no se sostendrían, porque no se lee tanta prensa como aquí ni existe tanta preocupación por la información. Estíbaliz: otra cosa es que algunos echen de menos cosas como, por ejemplo, que haya más medios euskaldunes, que es verdad que hay pocos. Pero la pluralidad ideológica creo que está cubierta. Haritu: ¿afecta la crispación de los políticos a los periodistas?

Estíbaliz: más que otra cosa, lo que afecta a veces es la lucha empresarial y de dinero que está entablada. Las grandes empresas de comunicación del Estado están en guerra, y eso a veces se deja ver en el periodista, pero éste hoy está en la SER y mañana en ETB... Somos la infantería de la noticia, pero somos profesionales y tenemos que serlo. Para ponerte un ejemplo de la guerra empresarial que creo ver tras todo esto, en el último debate que hici-

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mos sobre el 11-M los enfrentamientos terminaron consistiendo en un «tú has publicado esto»; «ya, pero tú en su día dijiste que tal y cual»... En definitiva, lo que intentaban era desacreditar al otro medio; era un debate de empresa, más que uno sobre los terribles atentados que habían tenido lugar. Iker: creo que existe el peligro, como ya advirtió en su día Iñaki Gabilondo, de que la gente entienda que hay una correa de transmisión entre los partidos políticos y los medios, como muchas veces se establece, por poner un ejemplo y que sea el de uno mismo, entre el PSOE y la Cadena SER, algo que, sinceramente, yo nunca he vivido porque nunca he recibido ni media consigna de nadie. Pero existe esa sensación y tendríamos que evitarlo, aun entendiendo que todos los medios privados tienen su línea y hay que respetarla. Por otra parte, hay programas concretos, como el de Federico Jiménez Losantos, que cada mañana están embarrando más el terreno de juego. Además, la crispación que existe en los políticos responde a una especie de esquizofrenia, porque están a matar ante el micrófono, pero luego les ves que podrían irse juntos de vacaciones a Cádiz perfectamente. Haritu: ¿qué papel debe jugar el periodismo en una sociedad que vive un conflicto como el nuestro?

Estíbaliz: por lo menos, el de no asustar más, porque a veces oyes cosas que no son informar, sino atacar y plantear una situación de guerra abierta, de crisis absoluta, que luego en la realidad no existe. Iker: sí. Hay una peligrosa mezcla entre información y opinión de la que Losantos puede ser el principal exponente, y lamento personalizar tanto mis críticas en él. La profesión se regula por sí misma, y en Euskadi creo que se hace así, pero como no existe un código deontológico, a veces en el Estado se entra en el terre-

no de la desinformación, la mentira y el ataque por el ataque. Haritu: habéis apuntado la ausencia del código ético deontológico para el ejercicio del periodismo en el caso vasco y es un debate que hace poco planteamos en Haritu. ¿Creéis que es algo deseable?

Iker: los códigos deontológicos están escritos y todos tratamos de dar información veraz, contrastar los datos y demás. Pero sí se


Estíbaliz Ruiz de Azua

«Hace un año, me tocó dar el avance del anuncio del alto el fuego de ETA, y me lo creí tanto que me pareció un sueño cumplido» reció un sueño cumplido. En ese momento te parece ver que todo es posible, que se abre la esperanza... Ahora ya no sé qué pedir, porque si viene otro alto el fuego, no nos lo vamos a creer como sociedad, con que no sé. Tendría que ser algo así como que ETA decide entregar las armas, o algo que sea distinto y que aporte el paso definitivo hacia la paz. Iker: yo, vista la foto de Irlanda con envidia sana, igual me decantaría por algo de eso, porque efectivamente, la del alto el fuego es una noticia que ya parece que queda corta; sobre todo después de las dos desilusiones que supusieron la ruptura de la tregua de hace nueve años, y ésta.

Estíbaliz: es cierto; es que ver a los enemigos de toda una vida, Ian Paisley y Martin Mc Guiness -cuyas vidas han girado casi por completo en torno a luchar contra el otro-, riéndose juntos y listos para un gobierno conjunto es una gozada. Haritu: ¿y más allá de la actividad de ETA, saliendo o sin salir del conflicto vasco?

Iker: a mi, más que dar una noticia, igual me gustaría no darla; me encantaría no tener que hablar, por ejemplo, de los inmigrantes, porque no tienen que cruzar el estrecho arriesgando sus vidas, porque se ha solucionado el problema de Africa. está planteando elaborar un código que contemple incluso sanciones a quienes lo infrinjan. El problema es que lo están planteando y debatiendo los políticos, y creo que eso supone el peligro de que quieran de alguna forma atar a la prensa demasiado. Por eso la autorregulación igual es el sistema menos malo, aunque ya vemos que algunos hacen de todo menos autorregularse. Estíbaliz: me parece difícil que todos los medios lo acepten, y si así fuera, me parecería

casi más difícil que lo cumplan. Otra cosa es que, por ejemplo, haya habido medios que han tenido una determinada información durante el proceso de paz y no la hayan sacado para no perjudicarlo. Haritu: ¿qué noticia os gustaría dar y aún no habéis podido hacerlo?

Estíbaliz: yo quisiera informar de que se ha creado una corriente desmilitarizadora por la que los países más desarrollados deciden uno tras otro dejar de invertir tanto dinero en armamento, y se deciden por fin a echar un vistazo a las enormes necesidades del tercer mundo. Sólo este cambio, por difícil que sé que es, podría cambiar tantas cosas...

Estíbaliz: pues, mira: hace un año, me tocó dar el avance del anuncio del alto el fuego de ETA, y es que me lo creí tanto que me pa-

Iker: ah, y hablando de noticias exclusivas que nos gustaría dar: ¡que Piterman venda el Alavés! (Risas).

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A dos bandas

«Batasuna nos acusa de asumir la Ley de Partidos y los otros de lo contrario. ¿Será que en el medio está la virtud?» Apenas unas horas antes de la entrevista, candidatos de ANV interrumpieron su Políticamente Incorrecto para participar, aunque no estaban invitados. Paradójicamente, ella cree que fueron muy correctos al hacerlo. Así es ella; un encanto al que, sin embargo, algunos ven cara de «nacionalistona mala» y «sonrisa de torturadora nazi»... Haritu: empecemos con un tópico: ¿te consideras una mujer políticamente incorrecta? Estíbaliz: (ríe) para nada; soy tremendamente previsible y se me ve llegar desde lejos. Haritu: ¿no crees que ser un poco políticamente incorrecto puede ser un antídoto contra el pensamiento único? Estíbaliz: bueno, sí, en cierta manera. Y por lo menos es lo que se intenta en el programa. Que oigamos los discursos de todos, nos gusten más o menos y aunque no sea lo que estamos acostumbrados a oir. Haritu: entre todas las ramas que hay, ¿por qué periodismo político? Estíbaliz: en realidad, llegué a él totalmente por casualidad. Yo empecé en el año 92 dando información local en la SER, y eso es hacer un poco de todo: política, cultura... Allí estuve hasta 2001, cuando me ofrecieron ir a la tele a presentar un debate. Ante ese reto, ya sabes que hay programas que duran una semana y bajan la persiana, pero me animé porque la idea era también un poco crear un cajón de sastre y abordábamos todos los temas. ¡Incluso los deportes!, porque recuerdo que entonces había elecciones en el Athletic y salió Lamikiz... Después, yo creo que fue la propia situación política la que nos ha ido llevando a con-

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vertir el programa en lo que hoy en día es Políticamente incorrecto. De todas formas, respecto a lo de hacer información política, yo lo que hago es presentar un informativo y moderar un debate, así que no creo que sea ni una creadora de opinión ni mucho menos. Haritu: hace unos años un hombre interrumpió el Teleberri en directo y apareció tras de ti con una pancarta denunciando la exclusión de la entonces SA de la información de EITB. Ayer mismo, dos miembros de ANV interrumpieron la grabación del programa pidiendo participar. ¿Estamos condenados a vivir constantemente en esta especie de bucle, de día de la marmota? Estíbaliz: bueno, en realidad, fueron situaciones muy distintas. En la primera me asusté, porque era en directo y no entendía que nadie se hubiera colado hasta dentro, no sabía sus intenciones... En la de ayer, entraron de una forma muy civilizada sin gritar y literalmente llamaron a la puerta, «oye, ¿podemos pasar?», yo les expliqué que la cadena no les había invitado, a pesar de que eran candidatos legales a Diputado General de Álava como el resto, que yo sólo estaba trabajando, y quedó ahí. Pero sí es cierto que parece mentira que tropecemos siempre en la misma piedra. Haritu: en tu opinión, ¿podían haber tenido cabida en el debate?

Estíbaliz: sí. Lo que pasa es que en los debates siempre hemos metido a partidos que tenían representación antes de que se produzcan las elecciones . No era su caso, yo acaté la decisión que había tomado la cadena y sin más. ¿Tener cabida? Desde luego. Pero ANV y también los del nuevo partido de Ladrón de Guevara (Innovación Democrática). Y hubiera quedado más plural, pero... Haritu: de todas formas, la izquierda abertzale ha criticado muchas veces a EITB por excluir su discurso, pero al mismo tiempo, os han atacado por lo contrario. De hecho, Iñaki Ezkerra llegó a decir que habías ascendido a cuenta de saber poner cara «de nacionalistona mala»... Estíbaliz: ...y de tener sonrisa de torturadora de la Gestapo... Haritu: ¿cómo se llevan esas críticas? Estíbaliz: la izquierda abertzale nos ha acusado de asumir la Ley de partidos y demás, pero sinceramente creo que somos casi los únicos que hablan de su actividad política. Y la otra parte te dice que sólo hablas de los proetarras... No lo sé. ¿Será que en el medio está la virtud? Respecto a las críticas de Ezkerra, que las escribe en La Razón, cuando las vi me quedé de piedra y se las enseñé a un compañero, bueno al jefe de política de ETB. Y se


empezó a reir. Y dije: pues es verdad, me tengo que reir, porque lo que diga este señor tiene la importancia que tiene y no más. Te duele, pero es distinto de cuando te hacen alguna crítica por no haber moderado bien el debate o o que sea, que lo piensas y ves si puede tener razón y debes cambiar de forma de actuar. Pero ¿ante eso?... Haritu: quien tampoco salía muy bien parada de aquella columna era Uxue Barkos, que también hacía el Teleberri. ¿Cómo la ves en su nueva faceta de política?

Estíbaliz: en realidad, no coincidí mucho con ella, porque entonces estaba trabajando de corresponsal en Madrid. Pero sí que es verdad que choca verla ahí, ¿no? Mira, el otro día, cuando estábamos preparando el programa de elecciones, encontramos vídeos de hace unos años y salía Uxue presentándolos. ¡Y ahora es ella la que está al otro lado! De todas maneras, a mi me parece muy bien que, si ella pensaba que podía aportar algo tomando esa decisión, haya tenido la valentía de dar ese paso.

Haritu: ¿te ves algún día siguiendo sus pasos y saltando la barrera? Estíbaliz: uf, que va! No me considero lo suficientemente firme en mis ideas políticas como para defenderlas ante nadie. Tienes que estar muy convencido del conjunto de ideas de uno u otro partido para dedicarte a defenderlas, y no es mi caso en absoluto. No encajaría en ningún partido y además yo, personalmente, creo que no disfrutaría tanto haciendo eso como lo que disfruto haciendo lo que hago.

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«El desapego entre la sociedad y sus políticos podría ser un antídoto para que no se nos contagie la crispación» Iker Armentia es la voz del mítico Hora 14 de la Cadena SER en Alava y además bucea en la política municipal una vez por semana con sus principales protagonistas. Desde su micrófono, echa de menos un mayor nivel en la clase política, y echa de más la tensión y el enfrentamiento que algunos se empeñan en transmitir a diario.

Haritu: presentas cada semana una tertulia con los máximos representantes de los partidos en Alava. ¿Qué tal clase política tenemos? Iker: ahora mismo hay una clase de políticos distinta de la que había antes. Los Carrillo, Arzalluz, González y demás quizá eran gente más natural que la que tenemos ahora, que son mucho más mediáticos y se parecen más entre ellos. Luego, en general, sí parece que hay un sentimiento general muy comentado entre los periodistas de que ha bajado el nivel de la clase política en los últimos años. Y quizá de ahí se derive el creciente desapego de la sociedad hacia ella. Haritu: en tu debate local, ¿los políticos son capaces de ceñirse a esos temas, o se los tapa el contexto del conflicto? Iker: hombre, la situación política influye en todo. Desde el momento de establecer las alianzas para gobernar, hasta incluso para reformar una carretera. En la tertulia hablamos de cosas muy concretas y los políticos que hay ahora, al menos en Vitoria, tienen una clara vocación municipalista. Pero es inevitable que muchos días terminamos hablando de un atentado que se ha producido, o un comunicado, o un paso del Gobierno...

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Haritu: de todas formas, a la tertulia no van representantes de todos los partidos, ¿no? Iker: no. Al debate no va el Partido Popular desde hace un año. Cuando comenzó la tertulia venían todos, y era curioso porque invitábamos a todos los que tenían representación, y por aquel entonces venían de Euskal Herritarrok y del PP, dejándonos una foto curiosa hace unos ocho años. Después, un día los populares dejaron de venir porque entendieron que no conseguían nada, ya que el resto de partidos estaban contra ellos. Bueno; es su decisión y de momento no han vuelto a venir. Veremos lo que pasa en las elecciones, porque también es cierto que a quien gobierna le interesa menos debatir con la oposición. Haritu: ¿en qué quedó aquel boicot a la SER que anunció el PP hace unos meses como respuesta a unas declaraciones de su presidente, Jesús de Polanco? Iker: el boicot se ha producido, y de forma especial en Madrid y en Euskadi, porque las razones que dan para justificarlo se refieren principalmente a la información que hemos estado dando sobre el conflicto político y el posicionamiento del PP ante él. En otros puntos del Estado no se ha dado tanto, y de hecho en Alava también se empieza a romper lentamente y ya

nos meten alguna publicidad, nos conceden alguna entrevista... Pero hay un nucleo fuerte del PP en esta provincia dispuesto a no darnos ni agua. A nivel personal, mucha gente del partido se nos ha acercado a decirnos que esto no tiene mucho sentido y que si fuese por ellos, no lo harían. Pero mandan los jefes. De todas formas, a mi un boicot en estos días me parece simple y llanamente un atentado directo contra la libertad de expresión y la libertad de información que debemos tener todos los medios. Haritu: ¿En cuaquier caso, compartes lo que dijo el presidente del grupo PRISA, que levantó esta polémica al afirmar que «es muy difícil ser neutral cuando una de las partes considera que todo vale con tal de recuperar el poder»? Iker: yo lo que no entiendo es que se diga que los medios tienen que ser como un folio en blanco: objetivos, neutrales... Desde el momento en que eliges dar una noticia u otra, la SER, como la COPE, Radio Euskadi, o cualquiera, da una visión de la vida que refleja su línea editorial. Y la de PRISA es progresista, lo que lleva a la SER, o a El País a dar informaciones que pueden molestar al PP, pero eso debe ser parte de la normalidad democrática ¿Lo de Polanco? A mi no me parece tan grave como para tomar semejante decisión.


Haritu: Polanco también dijo que le daba «miedo» que volviera al poder un PP que está en posiciones de recuperar el fantasma de la Guerra Civil... Iker: sentados aquí tomando un café con hielos, respiro tranquilidad y veo que la gente no está crispada, por mucho que lo estén y lo transmitan los políticos. Esa crispación se refleja poco a poco en los medios y de ahí, el paso natural es que pase a la sociedad. Por eso, ahora no me da miedo, pero desde luego, si los políticos insisten en meterse en trincheras y estar siempre con el discurso del miedo, puede calar en la gente y eso sería muy peligroso.

Haritu: ¿cosas como que alguno estaba ahí «para hacer carrera política»? Iker: claro; pero es que se está viendo clarísimamente y de hecho algunos de esos elementos se presentan por un partido político y van en sus listas. ¡Que me parece muy bien! Pero siempre que se haga una vez que has dejado de representar a las víctimas. No aprovechándote de ello y enmierdando las demandas de las víctimas, que son que se reconozca su dolor y que a quien ha delinquido, se le aplique la ley. Pero la ley que está vigente, no la que a cada uno y en cada momento nos pueda apetecer o interesar más.

Haritu: y ¿cómo podríamos reconducir esta situación, tanto como periodistas, como como ciudadanos? Iker: yo creo que rebajando la tensión. Informando con la dureza que sea necesaria, cuando lo sea, pero sin entrar en el discurso del insulto y el enfrentamiento en el que algunos andan metidos. De todas formas, y volviendo a lo comentado antes, como la gente ha cogido distancia con la clase política, creo que podrá ser incluso un antídoto para que no se les contagie tan fácilmente la crispación de éstos y no terminemos todos entrando en su juego.

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Bakeare haziak ereiten lagunduz

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en Goibel da azken boladan Bake itxaropenaren zerua, lainoturik. Noizean behin, baina, badirudi ostarteak ageri direla, gizarteak bere konpromisoa agertzen duenean. Iragan maiatzean halakorik ikusteko zoria izan genuen, izan ere, hainbat jardunaldi eta ekitaldi egin ziren Euskal Herrian bakearen alde. Artamugarriak ekimen artistikoa, Iruñeko Psikoanalisi Institutua eta Eusko Ikaskuntzako Zuzenbide Saila aritu ziren bakea eraikitzen laguntzeko haziak ereiten.

Testua:

Garazi Landa

Gizakion erronka nagusia da bakea, munduko hainbat herrialdetako egoerari, tartean Euskal Herrikoari, gainbegiratua emanez gero justu aurkakoa dirudien arren. ETAk duela urtebete su-etena iragarri zuenean, gatazkaren konponbideak lortzeko aukerak inoiz baino hurbilagoa zirudien gurean. Arrazoiak baziren hori pentsatzeko. Bakera iristeko zubiak eraikitzea zen nahia. Konponbiderako metodologian, ñabardurak ñabardura, ados zeuden eragile politiko gehienak: alderdien mahaia esparru politikoaz negoziatzeko, eta ETAren eta Gobernuaren mahaia gatazka armatuari dagozkionak tratatzeko. Aurreko esperien-tzietan ez zen halako adostasunik izan. Itxaropena, haatik, lausotua dago askorentzat une honetan. Gizarteak, hala eta gutztiz ere, ez dio etsi bere helburuari eta erakunde, institutu eta elkarte ugariren artetik bakea lortzeko eginahalak iristen zaizkigu egunetik egunera. Iragan maiatzean, Artamugarriak ekimen artistiko independientea, Iruñeko Psikoanalisi Institutua, «Letrahora» aldizkariarekin elkarlanean, eta Eusko Ikaskuntzaren Zuzenbide saila aritu ziren bakea eraikitzen laguntzeko haziak ereiten Euskal Herriko gure «lur-sailean». Artearen ahalbideari jarraiki Euskal bake prozesua eta partaidetza-demokraziaren alde dauden artista eta hiritarron Artamugarriak izeneko ekimen artistiko independienteak hainbat ekitaldi gauzatu zituen iragan hilean. Hasteko, maiatzaren 5ean Azalpenak Sustatzeko izeneko ekintza egin zuten Iruñeko Gaztelu Plazan. Egun horretako euri-jasak parte-hartzaileak beren ba-

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«Kapitalismoaren hizketak maitasunaren mitoa bultzatzen du»

ke-nahi eta gogoak kioskoan ipinitako «urna metafisikoan» bozkatzera behartu zituen. Artea eta Bakearen Topaketa izan zen Artamugarriak erakundeak egindako bigarren urratsa iragan hilabetean, maiatzaren 12an, Huarteko Buldain Fundazioa hartuta eszenatokitzat. Eguraldi bikainak lagunduta, goizean «Artamugarriak» izendatutako hauteskundeetarako bideoa aurkeztu zuten bildutako jendearen txaloen artean. Bake-prozesuaren metafora moduan aurkeztuta, ZONA O eta «A chairy tale», Norman Mclaren-na, erakusketa birtualak ere ikusi zituzten eta ondoren etorri zen elkarrizketan prozesuaren krisia eta erakunde zein herritarren partaidetzaren eta koordinazioaren beharra izan zituzten mintzagai. 13:00etan erakusketa nagusia zabaldu zuten Huarteko Zubiarte espazioan, zenbait lagunek egindako irudi, bideo, idazki eta olerkiekin. Bakea, bake-prozesua, bortizkeria, partaidetza, nafar ikurrak eta ikonografia, lurraldea, nortasun-ezaugarriak, aniztasuna, nafar kultura, nafar politika, Nafarroako demokrazia, Nafarroako arazoak eta Nafarroari buruzko bestelako ikusgarriak dira, besteak beste, talde-erakusketa anonimo honen oinarriak. Arratsaldean, behin bazkari oparoa egin ondoren eta Bardeetako Tiro Poligonoaren aurkako Plataformako kide Txema Mauleonek parte hartuta, Bardeetako proto-ekintzari buruzko bideoak erakutsi zituzten. Milakabilaka herri-ekimenekoei talde kontraproposamen bat egiteaz ere solastu ziren; hain zuzen ere, elkarlaneko ekitaldiren batean «Bake prozesurako aulkien biribila» delako ekintza antolatzeaz, eta aintzat

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Mahai-ingurua Bakearen Kultura Zikloan hizlari aritu ziren adituak Iruñeko Psikoanalisi Institutuak antolatutako mahai-inguruan.

hartu zuten egitasmora beste erakunde batzuk gonbidatzea; hala nola, Batzart! taldekoak. Psikoanalisiaren ikuspuntutik Oso ohikoa ez den eran heldu zioten bakearen erainkuntzari Atarrabian maiatzaren 9an, 10ean eta 16an egin zen Bakearen Kultura Zikloan. Izan ere, Iruñeko Psikoanalisi Institutuak antolatuta, gehienbat psikoanalisiaren ikuspuntutik landu baitzuten gaia. Zientzia horrekin lotutako «Letrahora» aldizkariarekin elkarlanean antolatu zen zikloa. Arturo Cisneros iruindarrak zuzendutako «Bagdad Rap» dokumentalaren emanaldiak zabaldu zituen jardunaldiak. Hain justu, bakeari buruz hitz egiteko, gerra ardatz duen filma hautatu zuten antolatzaileek. Tropa estatubatuarrak Iraken sartu aurretik filmatu zen pelikula eta Euskal Herriko brigadisten eta Irakeko biztanleen adierazpenak jasotzen ditu, rap musikarekin nahastuz. Cisnerosek berak emanaldiaren ondorengo mahai-inguruan adierazi zuenez, filma bereziki gazteei zuzenduta dago, «haiek alda dezaketelako mundua», baina baita «hiriko publiko eta tribu guztiei», haien artean aldaketarako eta ilusiorako bideak irekitzearren. Ikus-entzunezko ekoizpena militantzia soziala bere bizitzaren parte izateko baliatu zuela azpimarratu zuen zinema-zuzendariak. Horren haritik, nabarmendu egin zituen merkatuan sartzeko eragozpenak, zirkuitu kapitalistetan ibiltzeari dagokionez. «Gizakien arteko elkarrizketa eta bere mugak» deitutako mahai-inguruak honako adituak bildu zituen maiatzaren 16an ziklo beraren baitan:

Pedro Muerza (Iruñeko Psikoanalisi Institutua), Ioseba Eceolaza (Nafarroako fusilatuen senitartekoen Elkartea), Fernando Armendariz (Amnistia Internacional), Jose Slimobich (Buenos Airesko Analytica taldeko kide psikoanalista) eta Enrique Pastrana (Iruñeko Psikoanalisi Institutua). «Utopikoa ematen du bakearen kultura bat irudikatzeak, munduari gainbegirada bat ematen badiogu. Haatik, eutsi egiten diogu nahi horri eta biolentzia, hilketak, bazterketa eta hondamena baztertzen duten bestelako elkarbizitza-esparruak bilatzeko gogoak, konpromisoak bultzatzen gaitu», azaldu zuen Enrique Pastranak. «Psikoanalistak garen aldetik, badakigu gizatiarra deitzen duguna ez dela existitzen ez bada giza harremanen baitan, beraz, besteekiko dugun harremanarekin lotuta, eta horrek alternatibak bilatu beharra dakar, erabateko idealak agertzen ez dituzten alternatibak. Deseroso jartzen gaitu bilaketa horrek, estutu egiten gaitu, pertsonak edo subjektuak ez baitira kokatu behar lasaitasun-jarreran zerbait lortzeko. Egitean, ekintzan dago gakoa, besteekiko ekintzan», gaineratu zuen psikoanalistak. Pedro Muerzaren azalpenetan, «elkarrizketak hizketakide bat eskatzen du, eta hizketakidea da ez erantzuten duelako, hizketan jarraitzeko interesa agertzen duelako baizik. Elkarrizketak bestearekiko aldeak, dauden ezberdintasunak, agertzea esan nahi du, baina ezberdintasun horiek ematen dute bestearekiko ezinbestekoa den distantzia. Benetako elkarrizketa ezin da gauzatu idenditatearen bidez, besteak alteritatea galtzen baitu modu horretan eginez gero eta, ondorioz, bestea men-

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Miramar

Donostiako jauregian egin ziren Zuzenbide Estatuaren Mugak Indarkeria Antolatuaren Aurrean jardunaldiak.

pean hartzen da». Kapitalismoaren hizketak maitasunaren mitoa bultzatzen duela azpimarratu zuen Muerzak: «ezinezkoaren zin-egite puruaren itxurapean agertzen du maitasunaren mito hori. Eta hitzaren bitartekaritza hori desagertzen denean, orduan agertzen da gorrotoa. Gorroto hori dela eta, isildu egiten dira hainbat gai, hala nola politikoak. Eta isiltasunak sustatu egiten du liskarrak, aurre emateak...». Zuzenbide Estatua Eusko Ikaskuntzaren Zuzenbide Sailak Antolatuta, «Zuzenbide Estatuaren mugak indarkeria antolatuaren aurrean: Estatu arrazoiak vs. Zuzenbide arrazoiak» jardunaldiek izan zuten leku iragan maiatzaren 31n eta ekainaren 1ean Donostiako Miramar jauregian. Terrorismo eta indarkeria antolatuaren aurka borrokatzeko edozein baliabide onargarria den pertzepzioa hedatu egin da azken garaiotan; hala eta guztiz ere, erakundeek zenbait muga kontuan hartu beharra dute gisa horretako delituak erreprimitzerakoan. Muga horiek oinarrizko eskubideen babesari dagozkio, baita Zuzenbide Estatua deitutakoa-

ri eusten dion balio sistemaren aurka ager daitekeenaren eskubideei ere. Eskubide eta balio horiek izugarrizko ahaleginen ondorioz ezarri ziren behin betiko, eta basakeriaren aurkako lorpentzat hartu zen. Horiek mantentzea eta errespetatzea ez da soilki betekizun formalen kontua, benetako edukiena baizik. Hori da, hain zuzen ere, Miramar Jauregian bildutako epaile, fiskal, katedradun eta irakasleek jardunaldietan hainbat ikuspegitatik landutakoaren muina. Ondorengo adituak izan ziren Gipuzkoako hiriburuan hitzaldiak ematen: Teresa del Valle, Eusko Ikaskuntzaren Gipuzkoako Lehendakariordea; Jon Mirena Landa, Eusko Jaurlaritzako Giza Eskubideen Zuzendaria; Nekane San Miguel, Magistragua; J. Ignacio Lacasta Zabalza, Zuzenbidearen Filosofiako Katedraduna Zaragozako Unibertsitatean eta oinarrizko eskubideetan aditua; Carlos Jimenez Villarejo, Ganbara Fiskal ohia eta Ustelkeriaren aurkako Fiskal Nagusi ohia; Carmen Lamarca, Madrilgo Carlos I. unibertsitatean irakasle, eta lege antiterroristaren inguruko aditua; Ignacio Muñagorri EHUko irakaslea, inkomunikazioaren eta torturaren inguruan hainbat azterketa egin di-


«Legegileak hedadura zabalagoa eman dio terrorismoaren kontzeptu ‘konstituzionalari’»

Antolakuntza

Teresa del Valle, Eusko Ikaskuntzako arduradunetako bat.

tuena; Jose Ricardo de Prada Solaesa, Magistratua-Nazioarteko Epaile Bosnia-Herzegovinako Gerra Hilketen Aretorako, eta Ramon Saez Valcarcel, duela bi hilabetetik Espainiako Auzitegi Nazionalean zigor arloko 1. salako epaile dena. Ez zuzenbide arloko jendearentzat bakarrik, gaiaren inguruan interesa duen ororentzat egon ziren irekiak hitzaldiak. Jose Ricardo de Pradak terrorismo kontzeptua batzuek eta besteek nola maneiatzen duten azaldu zuen bere agerraldian: «Legegileak hedadura zabalagoa eman dio terrorismoaren kontzeptu ‘konstituzionalari’ eta bestelako jarrera terroristak finkatu ditu. Tribunalek terrorismotzat jo dute lehen deitura horren pean hartzen ez ziren hainbat ekintza. Horrekin batera, terrorismo delituak gauzatu direla baieztatzeko eta frogatzeko ‘berezitasunak’ gaineratuz joan dira. Hori guztia terrorismoaren aurkako Zuzenbide Estatu ‘armatuaren’ baitan». Askatasunekin lotuta, salbuespen eta arauari buruzko teoriaren inguruan filosofia juridikoaren azalpen-sarrera bat egin ondoren, Zuzenbidearen Filosofiako Katedradun Jose Ignacio Lacasta Zabalzak pentsamenduaren historian izan diren eztabaida nagusiak (Carl Schmitt,

Partaidetza

Carlos Jimenez Villarejo, Ustelkeriaren aurkako Fiskal ohia.

Kelsen, Walter Benjamin eta Weimarren errupublikaren salbuespenari buruzko eztabaida) mahaigaineratu zituen gaurkotasunera iristeko: «Salbuespena beti aurkezten da bere horretan, den bezala, funtzionamendu eta lege-eraginkortasun arrazoiengatik, baina denbora batez indarrean izan ondoren, funtzionamenduan, azkenean kutsatu egiten du sistema juridiko osoa. Horren adibideen artean dugu espainiar espetxe-sistemaren egoera, izan ere, terrorismoaren aitzakiapean, kutsatuta baitago espetxeraturik dauden eskubideei dagokienez».

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Opinión

El duelo en los niños

«Ahora no es momento de pensar en lo que tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que hay» Hemingway

42 Haritu

Como ya he mencionado en algún otro artículo, la muerte es un tema tabú en la sociedad actual y tal vez más en los niños. Enseñamos a nuestros pequeños a leer, escribir, sumar, restar... Todo esto es realmente importante, pero deberíamos ser conscientes de que las pérdidas son inevitables y que, sin embargo, no solemos enseñarles a hacer frente a los sentimientos que éstas producen. En varias ocasiones me he encontrado con dolientes que deben enfrentarse al amargo trance de dar una mala noticia a sus hijos y, la mayoría de las veces, no saben cómo deben hacerlo. Pensamos, porque socialmente se nos ha enseñado así, que los niños son emocionalmente frágiles y muchas veces les ocultamos o les maquillamos la realidad para que no sufran. Sin embargo, yo me pregunto de dónde viene el miedo: ¿de su sufrimiento o del nuestro como adultos? En estas líneas, pretendo dar unas breves pinceladas de cómo hablar a nuestros niños sobre la muerte, siendo totalmente consciente de que la única realidad es que cualquier pérdida produce dolor y tal vez lo realmente importante es ser consciente de ello y aceptarlo como tal. Ha-


Rakel Mateo Psicopedagoga especialista en procesos de duelo

blar de la muerte y del dolor que conlleva es un paso esencial para convertirse en un adulto sano. El concepto de muerte es abstracto y complejo, de ahí que la forma de abordarlo y comprenderlo dependa de varios aspectos como la edad, el nivel de desarrollo, la educación, las creencias… Para que los niños comprendan que la muerte es universal (le pasa a todo el mundo), irreversible (imposible de modificar) y permanente (para siempre), han de entender conceptos tales como el tiempo (pasado-presente-futuro) y el funcionamiento del organismo vivo. Ciertamente, no podemos abordar el tema de la misma manera con un niño de 4 años que con uno de 12, pero sí que podemos hablar de unas sugerencias que tal vez sirvan a todos por igual: -Ser completamente honesto. Ayudar a un niño en duelo significa no apartarle de la realidad que está viviendo. Los niños son sensibles a la reacción del adulto y se dan cuenta de que algo está sucediendo a su alrededor. -Informar de lo sucedido lo antes posible. Aunque resulte muy dolo-

roso, es positivo informarles de lo que pasa con palabras sencillas y sinceras. «Ha sucedido algo muy triste, papá ha muerto y ya no estará más con nosotros porque ha dejado de vivir». -Explicarles cómo ocurrió la muerte. Ocultarlo no sirve de nada, ya que, antes o después, pueden enterarse. Es mejor explicarles y dar respuesta a todas sus preguntas. -Permitirles que participen en los ritos funerarios. Darles la oportunidad -si así lo desean- les puede ayudar a comprender qué es la muerte y comenzar de una manera que resulte saludable su proceso de duelo. Es muy importante explicarles que sucederá en ellos y el porqué de los mismos. -Animarles a expresar todo lo que sientan. -Mantenerse física y emocionalmente cerca del niño.

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Foros

Easo Ederretik bakeari deika Elkarriren baitan lehen urratsak egin zituzteneko itxaropen eta ilusioari eutsiz lan egiten du gaur egun Lokarriren Donostiako Foroak. Talde-jarduera da bere kideen filosofiaren premisa oinarrizkoa itxaropen horren argia pizturik iraunarazteko. «Bake eta elkarbizitza jatorra lortzeko gogoak» batzen dituela azaltzen dute, iritzi eta pentsamolde mota ororen gainetik, eta proprosamen interesgarria da beraiena: «herrietako foro guztiak bildu, gure ekarpenak kontrajarri eta, ondoren, Lokarriren bidez gizarteari ezagutzera eman».

Donostian, era eta maila ezberdinean baina ilusioz eta itxaropenez lan egiten zuten Elkarriko bost tailer zeuden. Elkarrik bere ibilbidea amaitu eta Lokarri jaio zenean, oraingoak baino garai hobeak ziruditen arren, ilusioari eta itxaropenari eutsi beharra zegoela pentsatuz, aurrera nola jarrai genazakeen aztertzeko bilera egin genuen Donostiako tailerretako zenbait kidek. Gure artean, Elkarriren bukaera zela-eta sortu zen geldialdi moduko giro hartan, giza mugimendua garenez, zer egin behar dugun inork esateko zain egon ordez, zerbait egitea pentsatu genuen. Bestalde, eraketa gehiegi zehaztu gabe ere, aurreikusia zegoen foroak sortzeko aukera Lokarriren antolakuntzan. Hauek izan ziren, besteak beste, hasierako hausnarketan erabilitako iritziak: alde batetik, sarean lan eginez bakarrik Lokarriko kide izaten jarraitzea ez zitzaigun nahikoa iruditzen, zerbait gehiago nahi genuen. Taldeko lana eta horrek sortzen dituen harremanak eta iritzi eta hausnarketen trukaketa aberasgarriak direla ezin ukatu. Itxaropena, ilusioa, iritziak, proposamenak, kritikak eta abar taldean egiaztatzea aberasgarri bilakatzen da. Ez genekien oso ondo zertarako izango zen sortu behar genuen foroa, baina ikusten genuen Donostiako Elkarriko kideek nolabait osatzen zuten ilusio eta itxaropen guneari eustea ona zela etorkizunerako. Gainera, behin sakabanatuz gero,

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zailagoa zatekeen berriz biltzea. Gizarte Mugimendua denez, gizartearen partaidetza erraztea da Lokarriren egitekoa eta partaidetzarako era egokia izan daiteke. Etsita, aspertuta edo nekatuta, ahalegina bertan behera uzteko gogoari aurre egitearren taldearen laguntza behar da, bakarka ez baita batere erraza. Lokarriren helburuak lortzeko lan taldeak prest edukitzea komeni da. Behatoki txiki bat izan daiteke foro bakoitza. Hitz gutxitan esanda: itxaropenaren argia pizturik iraunarazteko eta Lokarriren jardueran zuzenago eta eraginkorrago parte hartu ahal izateko. Horrela erabaki genuen Donostiako foroa sortzea. Foroen jarduera utopia dirudien zerbaiten esperientzia xumea izan daiteke. Taldea iritzi ezberdinetako pertsonaz osatua dago. Egoera politikoari, bake prozesuari, Lokarriren jarduerari eta, nola ez, foroen eginbeharrari ñabardura asko egiten dizkiegu gutako bakoitzak. Bake eta elkarbizitza jatorra lortzeko gogoak batzen gaitu, eta ez da gutxi. Hamazazpi kidek eman zuten izena hasieran, baina bileretara hamar bat etorri izan gara arrazoi batengatik edo besteagatik. Foroaren arduraduna ere badugu, deialdiak egiteko, bilerak zuzentzeko, Koordinazio Batzordearekin harremanak izateko eta abar.


HARITU, Rosi Garrido eta Donostiako Lokarriren Foroaren gainerako kideen testu batean oinarrituta

Hilean behin biltzen gara, bigarren asteartean. Foroa sortu zenean, ondorengo egiteko hauek zehaztu genituen guztion artean: -Egoera politikoaren eta bake prozesuaren martxa aztertu. -Lokarriren jarduerari buruzko hausnarketa egin. -Lokarrik sortutako Behatokiak hiru hilabetean behin egingo dituen txostenak aztertu. -Horri guztiari buruzko proposamenak Koordinazio Batzordeari egitea. Bileretako mintzagai zerrenda aipatu gai horren ingurukoa izaten da eta bilera bakoitzean gutxienez ados jartzen saiatzen gara, Lokarriren Koordinazio Batzordeari proposamena egiteko. Gutako bakoitzak zernolako Euskal Herria nahiko lukeen aztertzen ari gara baita ere, azkenean, posible balitz, gutxieneko hitzarmen bat lortzea helburu. Gure taldeak ezaugarri duen aniztasuna kontuan izanik, ariketa interesgarria izan daitekeela uste dugu. Bilera bakoitzaren laburpena egiten dugu. Laburpena kide guztiei eta Koordinazio Batzordeari bidaltzen zaie. Gipuzkoako Koordinatzailearekin ere izan ditugu harremanak eta

gure kezka eta proposamenen erantzuna jasotzen dugu. Ikus daitekeen bezala, gure jarduera ahal den neurrian eraginkorra izan dadin saiatzen gara eta Lokarriren jardueran txertatuta egoten eta parte hartzen saiatzen gara; izan ere, giza mugimendua garenez, nahitaezkoa da kideen partaidetza. Foroetako lana Lokarriren sarean parte hartzearen osagarri gertatzea nahi genuke eta horretan saiatzen gara. Gure ustez, herrietako foroen lana eraginkor bilaka dadin indartu, gomendioak eman eta antolakuntza prestatu behar ditu Lokarrik. Horretan lagun dezake gurearen eta beste foroen esperientziak. Foro guztien ekarpenak kontrajarriz edo bestela egiaztatuz, guk landu dugun iritzia Lokarriren bidez gizartera daiteke. Lan hau foro askok egingo bagenu eta Lokarrin bildu, gizarteari iritzi landuen ekarpena egingo genioke. Badakigu orain arte izan duguna baino arduraldi gehiago beharko genukeela, taldean Lokarriren dokumentuak aztertu, ekarpenak egin eta Lokarriren jardueran hobeto txertatzeko. Kideek bileretara dugun bertaratzea ere hobetu beharko genuke. Ekainean ikasturteko jardueraren azterketa egiteko asmoa dugu, horretan jardungo gara. Orduan ikusiko dugu zer egin dugun, zer egin dezakegun eta zer egin nahi dugun aurrerantzean.

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Campaña

Firmando por la paz Cada vez son más las adhesiones que en Lokarri estamos recibiendo para convocar una consulta popular en la que los ciudadadanos expresen su postura sobre el fin de la violencia, el respeto a todos los derechos humanos, la apuesta por el diálogo como método democrático para solucionar problemas y la necesidad de alcanzar un acuerdo plural y sin exclusiones. Las calles de Bilbo, Barakaldo, Galdakao, Lekeitio, Portugalete, Donostia y Zarautz fueron testigo el mes pasado de sendos actos de recogidas de firmas con el fin de ir completando las 50.000 que necesitamos como apoyo para acudir a los parlamentos de Gasteiz e Iruñea y solicitar, ejerciendo el Derecho de Petición, la convocatoria de una consulta.

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La incesante lluvia no impidió que la mañana del pasado 5 de mayo Lokarri saliera a la plaza Circular de Bilbo para recoger firmas que aboguen por una consulta popular con el fin de retomar un proceso de paz que en estos momentos se encuentra bloqueado, amenazado por nuevas dificultades y obstáculos. Un buen número de personas se acercaron cobijadas bajos sus paraguas a colocar su sello perso-

nal para que antes del 31 de octubre la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta acuda con el apoyo de 50.000 firmas al Parlamento de la Comunidad Autónoma Vasca y al Parlamento de Navarra con el fin de solicitar formalmente la convocatoria de la consulta. En las localidades de Lekeitio y Portugalete, el 6 de mayo, Barakaldo, el 9 de mayo, y Galdakao, el día 10, hicieron lo propio y la partici-

pación y el compromiso mostrados por la gente también resultaron satisfactorios a tenor de las firmas que se están contabilizando. En territorio gipuzcoano, Zarautz (4 de mayo) y Donostia (5 de mayo) fueron los escenarios elegidos para la recogida de firmas pública. En ambas localidades, muchos viandantes hicieron un alto interesados por el lema de los paneles de la campaña («Ante la falta de avan-

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ces, la sociedad quiere decidir») y por la gente congregada alrededor de las mesas en la que se podía estampar la rúbrica por el acuerdo. Por otro lado, muchas de las personas que no firmaron en el momento pero que sí recogieron el folleto en el que se publica el manifiesto de la consulta junto con la posibilidad de incluir cinco firmas nos lo están haciendo llegar por correo postal. Otra de las vías que está utilizando la gente para mostrar su compromiso con la iniciativa es la página web de Lokarri (www.lokarri.org), donde se ofrece la posibilidad de firmar. Día a día estamos recibiendo nuevas adhesiones en favor de la iniciativa social. Ha llegado el momento de que nuestra sociedad tenga la oportunidad de expresarse directa y democráticamente sobre los principios que nos permitan avanzar hacia la paz y la normalización de nuestra convivencia. La amenaza de la violencia y la exclusión, las vulneraciones de los derechos humanos y la

Finalizada la vorágine de las elecciones municipales y forales, Lokarri acomete la segunda fase de la Iniciativa social para la convocatoria de una consulta popular con la intención de recuperar el ámbito público y dar durante el mes de junio un fuerte impulso a la campaña de recogida de firmas. Con ese objetivo, dos furgonetas recorrerán desde el 8 de junio hasta el 7 de julio nuestra geografía informando de la iniciativa y trabajo de Lokarri y recogiendo adhesiones a la iniciativa. Para ello, estarán equi-

La consulta, sobre ruedas Furgoneta 1 Cubre: Gipuzkoa y Nafarroa Lunes

Martes

Miércoles

JUNIO

Jueves

Viernes

Sábado

Domingo

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8

9

10

Donostia- San Martin

Hondarribia

Donostia - Amara Berri Donostia - Boulevard 11

12

13

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15

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17

Errenteria

Azpeitia

Donostia- Gros

Donostia - Antiguo

Donostia - Egia

Andoain

Zarautz

Irun

Donostia- Boulevard

Hernani

Donostia- Egia

Donostia-San Martin

19

20

21

22

23

24

Iruña

Iruña

Altsasu

Tafalla

Iruña

Bera

Deba

Iruña

Donostia

Barañain

Burlata

Mutriku

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30

Beasain

Ordizia

Donostia- Gros

Donostia-Amara Zaharra Donostia- Boulevard

Lasarte-Oria

Bergara

Arrasate

Elgoibar

Eibar

Donostia- San Martin

2

3

4

5

6

7

Donostia- Egia

Donostia- Amara Zahar Donostia-Boulevard

Donostia- Boulevard

Tolosa

Donostia

Legazpi

Donostia

Donostia- Boulevard

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JUNIO / JULIO

JULIO

Zumarraga

48 Haritu

Pasaia

1 Oñati


crispación son cosas del pasado. La sociedad ya ha repetido incansablemente que quiere el fin de la violencia, el respeto a todos los derechos humanos, el inicio de un proceso de diálogo sin exclusiones y definir un acuerdo plural que permita gestionar nuestra convivencia de manera pacífica y democrática. La voluntad de la ciudadanía debe ser respetada. La sociedad debe tener la oportunidad de expresarse directa y democráticamente. La convocatoria de una consulta popular es necesaria para evitar que el bloqueo del proceso de paz se mantenga de manera indefinida. No estamos dispuestos a ver cómo la oportunidad de alcanzar la paz se nos escapa de las manos. Por eso, desde Lokarri, nos comprometemos a presentar antes del 31 de octubre al menos 50.000 firmas en los parlamentos vasco y navarro para solicitar formalmente la convocatoria de una consulta popular en ejercicio del derecho de petición, recogido en la Constitución.

padas con un mostrador donde se podrá firmar. Una de las furgonetas recorrerá Gipuzkoa y Nafarroa y la otra Bizkaia y Araba, siguiendo un itinerario y un horario fijados previamente. A expensas de que pueda sufrir modificaciones y a la espera para obtener los pertinentes permisos, el calendario de fechas y localidades previsto es el siguiente (los cambios que se vayan produciendo pueden consultarse en el número de teléfono 902 42 10 10 y en la web de Lokarri <www.lokarri.org> ): Lunes

Martes

Furgoneta 2 Cubre: Bizkaia y Araba Miércoles

JUNIO

11

Jueves

Viernes

Sábado

Domingo

7

8

10 Agurain

Sestao

9 Gasteiz Gasteiz

12 PRESENTACIÓN Bilbo

13

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Gasteiz

Bilbo-Santutxu

Santurtzi- mercadillo

Portu

Argantzon

Basauri 19 Bilbo

Erandio 20 Gasteiz

Barakaldo 21 Bilbo-Deusto

Getxo 22 Bilbo

Bilbo-Arenal 23 Zornotza

Trapagaran

Araia

Argantzon Bilbo 18

JUNIO / JULIO

JULIO

Ermua

Ortuella

Galdakao

Leioa

Bilbo

25

26 Bilbo

27 Gasteiz

28 Bilbo

29 Laudio

30 Balmaseda

Durango

Amurrio

Mungia

Alegria - Dulantzi

Lekeitio

2

3

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5

6

7

Gernika

Bilbo

Algorta

Bilbo

Gasteiz

Bilbo

Barakaldo

Bilbo

Bilbo

Ondarru

24 Bermeo

1 Plentzia

Playa de la Arena

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Munduari so

Treinta a単os

de lucha por l

50 Haritu


Texto: Juan Sánchez

la vida Con nocturnidad y alevosía se llevaron los milicos a sus hijos e hijas. Aquel día, decidieron volver a tejer un cordón umbilical que los mantuviera vivos. Hoy, treinta años después, ni las balas asesinas ni el verdugo del olvido, han podido segar ese hilo de vida.

La historia de las Madres de la Plaza de Mayo surge de una feliz casualidad, la de ser madre de unas personas que querían dar vida a un nuevo mundo, a una nueva Argentina, y de un trágico destino, también compartido, el de la desaparición forzosa de sus hijos e hijas. Se conocieron en las comisarías, en los cuarteles, en la Iglesia, en el Ministerio del Interior... En los largos viajes, en las lentas colas y largas esperas, fueron descubriendo casos ajenos similares al padecido en carne propia. Golpearon mil y una puertas en busca de los suyos. En todas encontraban el silencio, las evasivas, por respuesta. Hasta que un día, varias de ellas, viendo que todo aquello no era más que una cruenta pérdida de tiempo, resolvieron acudir a la Plaza –se halla junto a la Casa Rosada, sede gubernamental– y realizar una carta para pedir una audiencia que diera respuesta a la desesperante búsqueda de sus hijos. De tú a tú, sin centinelas, burócratas, ni despachos de por medio, encontraron comprensión mutua en una época que sus familias eran señaladas por mucha gente como las de los «terroristas», de los «subversivos» y «antinacionales». Allí, por primera vez se sintieron todas iguales, todas compartían una misma y dolorosa experiencia y habían acudido a los mismos lugares. La Plaza las agrupó. Por eso decidieron convocar a otras madres de desaparecidos en los mismos sitios que ellas se habían conocido: en el Departamento de Policía, en el Ministerio del Interior, incluso llegaron a ir casa por casa, puerta por puerta, venciendo los razonables miedos y recelos con que eran recibidas. Así, poco a poco, la Plaza fue creciendo. En un primer momento no caminaban, se reunían sentadas alrededor de los bancos que había en mitad de la

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Munduari so

Plaza, hasta que un día la policía les obligó a marcharse: «Bueno, esto ya es una reunión, acá no pueden estar, váyanse», entre palos y empujones. Se levantaron, pero no se fueron. Comenzaron a caminar por la Plaza, en círculo. De esta forma, las Madres se convertían en el primer repudio público a una férrea dictadura militar que acababa de implantarse en el país. No fue sencillo, pues el acoso de la policía era constante: uno de aquellos primeros jueves, la policía requirió la documentación a una de las Madres, a lo que ella, temerosamente, accedió. La incertidumbre y el miedo cundió entre ellas, sobre todo cuando el episodio se volvió a repetir la semana siguiente. La tercera ocasión que se le pidió la documentación a una Madre, decidieron entregárselo las más de 300 que se hallaban en la plaza. Esta acción colectiva, aparte de frustrar el intimidatorio acoso de la policía, consiguió unirlas como grupo y consolidar la Plaza como lugar de resistencia. Pero en muchas ocasiones no les fue fácil defenderla, como cuando tuvieron que hacer frente a un pelotón de militares armados que las llegaron incluso a apuntar con sus armas para tratar de impedir que las Madres mostraran su repulsa durante la visita de Terence Todman, diplomático norteamericano del Departamento de Estado. No consiguieron echarlas, y tampoco consiguieron

que mucha prensa extranjera que había allí con motivo de la visita del diplomático se fijase y se interesase por ellas. Hay imágenes de aquella época que dieron la vuelta al mundo, pero pasaron desapercibidas en Argentina, donde la dictadura ejercía un férreo control

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sobre la prensa que no era fácil sortear. Una vez lo consiguieron, mediante la publicación en el diario argentino «La Nación» de un listado de los desaparecidos, realizados por las propias Madres y familiares. La respuesta de quienes ostentaban el poder no se hizo esperar: el secuestro y desaparición de tres de las Madres, de varios familiares y de varias monjas que habían colaborado con la aportación de dinero para pagar la relación de desaparecidos.

Intentos por hacerse escuchar Tratando de romper esa censura, ese cerco desinformativo, las Madres comenzaron a acudir a grandes eventos con la intención de hacerse ver y escuchar, de hacer saber a la población que había gente que estaba desaparecida. Así, decidieron acudir a una gran marcha de más de un millón de personas que convocaba la Iglesia en Luján. Fue ahí donde, para identificarse, las Madres comenzaron a usar ese pañuelo blanco, hoy convertido en todo un símbolo, y que no era otra cosa que los pañales de sus hijos desaparecidos. De esta manera, las Madres, pusieron en conocimiento, entre gritos y rezos por sus hijos, que existían los desaparecidos. En otra marcha, esta vez organizada por organismos que trabajaban en el ámbito de los derechos humanos, más de 300 Madres fueron detenidas y trasladadas a comisaría, donde tuvieron la ocurrencia de pedir rezando por sus hijos desaparecidos y porque no las torturasen. De esta manera tan osada, entre padresnuestros y avemarías, se permitieron tildar de asesinos y torturadores a la cara de los milicos que, temerosos de Dios, no se atrevieron a decirles nada. El Mundial de fútbol de 1978, celebrado en Argentina, también fue utilizado por las Madres para hacer oír su voz, a pesar de la desaprobación por parte de mucha gente que las tildaba de antinacionales y de la persecución policial que trataba, una y otra vez, de desalojarlas, mediante perros y gases lacrimógenos, de una Plaza donde habían encontrado un pedacito de libertad en un país encarcelado. Poco después, las Madres realizaron, sin saber si podrían regresar, su primer viaje a Europa y Estados Unidos. Allí, consiguieron reunirse con diversos representantes políticos e institucionales. Y también lograron, tras varios intentos, audiencia con el Papa. A su retorno a Argentina, la represión hacia ellas se acentuó. Todos los jueves las llevaban detenidas de la Plaza: también en esta ocasión, decidieron que, si los militares querían detener a una de ellas, tendrían que detenerlas a todas. En 1979, la situación se hizo insostenible: ya ni siquiera podían entrar en la Plaza, pero, para no perderla del todo, hacían apariciones esporádicas un jueves a la mañana, o un viernes por la tarde. Ante la imposibilidad de reunirse allí, empezaron a juntarse en algunas iglesias.


También ese año, las Madres prepararon la visita de la OEA (Organización de Estados Americanos), y lograron, a diferencia de otros organismos, concertar entrevista para todas ellas, más de 150 Madres, y no para una simple comisión. En el año 1980 resolvieron recuperar, costase lo que costase, la Plaza. Así, acudieron un jueves, a la hora de siempre, y cogieron desprevenida a la policía. La semana siguiente, sin embargo, les estaban esperando con perros y ametralladoras apuntándolas desde cada árbol. Pero lograron quedarse. Todo un desafío que para ellas suponía recuperar el futuro, recuperar un estado de derecho que les habían robado. Lograron, además, publicar su primer boletín, y, gracias a la ayuda recibida por parte de los grupos de apoyo que se habían formado en Europa, consiguieron hacerse con su primera oficina.

«Aparición con vida» También en 1980 afirmaron, contradiciendo algunas voces de la cultura argentina que pregonaban en Europa que los desaparecidos estaban muertos, su famosa consigna de «Aparición con Vida». Sin un ápice de ingenuidad, las Madres pretendían de esta forma no ofrecer la posibilidad a la dictadura de darlos ellas mismas por muertos cuando todavía nadie les había dicho qué había pasado con ellos. Así, llenaron de contenido un lema tan difícil de mantener y, en apariencia, caprichoso y carente de sentido. En 1981, en solitario y sin lograr apoyo de otros organismos opositores al gobierno militar, las Madres realizaron su primera Marcha de la Resistencia. Un puñado de decenas de Madres resistieron 24 horas en la

Plaza a una ilegítima dictadura. Al terminar, un grupo pequeño de ellas, aunque apoyadas por el resto, tomaron la catedral de Quilmes y realizaron un ayuno de 10 días, tratando de resistir, de buscar un espacio que les permitiera salir de la oscura noche en que unos deshumanizados militares habían sumergido al país. Durante la Guerra de las Malvinas (1982), en que Argentina y Gran Bretaña se disputaron la posesión de ese pequeño archipiélago de soberanía británica a pesar de estar junto a las costas argentinas, las Madres fueron acusadas, otra vez, de antinacionales. Su oposición a la guerra y su denuncia de que no era más que una maniobra del gobierno militar para tapar otros graves problemas no gustaron a mucha gente. Se solidarizaron con las madres de los soldados que estaban en las Malvinas, pero siguieron denunciando la mentira de la guerra y la dictadura militar con lemas como «Las Malvinas son argentinas, los desaparecidos también», a pesar de la oposición de una buena parte del país. Después de esta guerra, perdida por Argentina, comenzó el declive de la dictadura militar. En medio de esta crisis, agudizaron las reuniones entre todos los partidos políticos del país, más conocidas como Multipartidaria, con el objetivo de la reinstauración del sistema democrático. Las Madres también estuvieron presentes en la Multipartidaria: entrando por la puerta principal, por la de atrás, con invitación, sin invitación… pero consiguieron estar presentes para pedirles a los partidos políticos que no heredaran los 30.000 desaparecidos. Tristemente, se encontraron con que muchos de ellos no les querían apoyar, no les importaba heredar los desaparecidos porque un gran número de ellos también habían participado,

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de una forma o de otra, con el mantenimiento de la dictadura. Buen ejemplo de ello es cuando, tras las elecciones convocadas en 1983, el presidente electo Alfonsín, recibió a las Madres. Muy simpático y cordial, les dio esperanzas al afirmar que él creía que había desaparecidos con vida, y que los iba a buscar. Desgraciadamente, su forma de buscarlos se limitó a mandar un radiograma a diferentes mandos del ejército para preguntarles si sabían algo de los desaparecidos. Ellos, cínicamente, le respondieron que no, y ahí quedó la cosa. Las Madres, sin embargó, mantuvieron la presencia de los desaparecidos en la calle, por medio de las siluetas y las fotografías. También hicieron su primer cartel donde reivindicaban la lucha de sus hijos. Las Madres no se quedaban quietas, no se conformaban y exigían responsabilidades. Eso las llevó a rechazar la CONADEP (Comisión Nacional sobre la desaparición de personas), aparato creado por Alfonsín, así como las exhumaciones que empezaban a practicarse, que no eran, según ellas, más que una forma del presidente de ganar tiempo y desviar la lucha colectiva, como la que habían mantenido las Madres, hacia una lucha individualista, de pedir entre todas justicia a reclamar cada una los huesos de tal o cual familiar desaparecido. Estas absoluciones llevaron a las Madres a pedir una entrevista explicatoria con el presidente Alfonsín, que las citó un día festivo, el

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día de Gardel. Acudieron 25 Madres de todo el país, pero Alfonsín no las recibió, aduciendo que tenía que ir a escuchar a Gardel. Ellas decidieron quedarse a esperarlo, y así tomaron de forma pacífica la Casa de Gobierno por más de 20 horas con el objetivo de que alguien las atendiera. Ese mismo año, las Madres realizaron una gran marcha bajo el lema «Déle una mano a los desaparecidos», donde recibieron una notable solidaridad internacional: miles y miles de siluetas en forma de mano provenientes de todo el mundo fueron colgadas en las Plaza de Mayo y principales avenidas de Buenos Aires, demostrando, una vez más, que mucha gente no dejaba solos ni a las Madres ni a sus hijos.

Contra el olvido y buscando a los responsables Al año siguiente, realizaron la Marcha de los Pañuelos y organizaron campañas contra la Ley del Punto Final iniciada por el gobierno, y que no era otra cosa que la pretensión de pasar página a las responsabilidades de la dictadura militar y a la memoria de los desaparecidos mediante exhumaciones de tumbas, homenajes póstumos, y reparaciones económicas. Con el dolor y sufrimiento que ello conllevaba, las Madres rechazaron todos y cada de los telegramas enviados por Alfonsín con las localizaciones que apuntaban dónde estaban enterrados sus hijos, o paquetes con los restos mortales adjudicados a sus vástagos: el aceptar esas muertes sin ningún tipo de explicación sobre quién los secuestró y asesinó era, para ellas, volverlos a asesinar.


Por eso las Madres repudiaron leyes como ésta del Punto Final, o la de Obediencia Debida aprobada poco después, en que se exculpaba a cientos de militares responsables de atroces violaciones de derechos humanos bajo la excusa de que actuaron por órdenes de sus superiores, de la misma forma que también criticaron con dureza las leyes de indulto a militares condenados realizadas por el gobierno de Menem en 1991. Además de soportar las frecuentes críticas vertidas sobre ellas por parte de los sectores más conservadores de su país, en ocasiones han tenido que ver cómo en el exterior también se las colocaba en el punto de mira, tal y como sucedió aquí, en el Estado español, a raíz de una carta en la que las Madres criticaban la dispersión de los presos y presas vasca, al tiempo que se solidarizaba con sus allegados y familiares. Esto les valió descalificaciones como la vertida por el antiguo fiscal de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, que las acusó de ser «favorables a HB y ETA». Varios medios de comunicación, así como toda la cúpula del PP, por aquel tiempo (1999) en el Gobierno central, se sumaron a aquella campaña de injurias y desacreditaciones. Su ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, llegó a exigir a las Madres una rectificación, «o serán personas non gratas para los españoles». Las Madres no rectificaron, pero se vieron obligadas a aclarar que, pese a no compartir la violencia practicada por ETA, ello no les iba a impedir criticar una dispersión que atentaba contra el derecho internacional, o mostrarse esperanzadas en que la tregua y el entonces floreciente Pacto de Lizarra pudieran poner las bases para una paz justa y duradera. Sin embargo, son muchas más los agradecimientos y los apoyos que los agravios. En la actualidad existen numerosos Grupos de Apoyo a las Madres repartidos por todo el mundo. Han recibido galardones como el Premio UNESCO de Educación para la Paz o la Orden del Mérito de Ecuador, y hoy calles y plazas de países tales como Alemania, España, Francia u Holanda, llevan su nombre. Pero a las Madres no les interesa que se recuerde a sus hijos mediante una plaquita diciendo «aquí estudió», «aquí trabajó». No quieren que se les olvide, tampoco quieren que se repita esta trágica historia que les ha tocado vivir. Lo que de verdad pretenden las Madres es que se imite a sus hijos. A lo largo de estos años, estas mujeres que, como indican ellas, «nunca habían salido de la cocina», experimentaron una fuerte transformación política y toma de conciendia que las llevó a recoger el testigo de la lucha ejercida por sus hijos, hasta el punto de afirmar que fueron éstos los que realmente les parieron a ellas. Fue el nacimiento, pasados los setenta, de unas revolucionarias implicadas en la realidad social que las rodea a través de la organización y creación de poder popular. Sin pretender acaparar espacios políticos ni la conquista del poder, las Madres trabajan cada día tejiendo redes de transformación social. Para ello, han dado forma a lo largo de todos estos años a múltiples

proyectos: hoy en día disponen de su propio periódico, de su propia editorial y librería, y han creado una Universidad Popular que alberga a más de dos mil jóvenes en la que ofertan diversas titulaciones, además de impartir talleres y charlas con relevantes personalidades. Estas incansables y juveniles viejitas no dudan en ocupar y hacerse con una radio abandonada, o en construir viviendas para familias sin techo de los barrios más desfavorecidos de Buenos Aires. Aunque el contexto político de Sudamérica es muy diferente al que había hace trerinta años, ellas no han dejado de luchar ni un minuto, de reivindicar, de crear un mundo más justo y solidario, una mejor distribución de la riqueza. Según ellas, sus hijos les enseñaron que para luchar hay que creer, amar y sobre todo, ser feliz. En todas estas décadas ningún verdugo, ningún político, ningún juez ha conseguido robarles la ilusión ni borrarles la sonrisa. En 1977 les arrebataron a sus hijos, y decidieron socializar la maternidad, convertirse en Madres de todos los desparecidos. Hoy treinta años después,

siguen dando a luz miles y miles de hijos que las acompañan cada jueves en la Plaza, marchando siempre, aunque sea en círculo, hacia algún sitio. Con esa sólida herencia, con esa numerosa descendencia, las Madres siguen regalando ternura en ese espacio de resistencia, de libertad: en la misma Plaza en la que otros quisieron imponerles la muerte.

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Los amigos del barrio pueden desaparecer, los cantores de radio pueden desaparecer, los que están en los diarios pueden desaparecer, la persona que amas puede desaparecer. Los que están en el aire pueden desaparecer en el aire, los que están en la calle pueden desaparecer en la calle. Los amigos del barrio pueden desaparecer, pero los dinosaurios van a desaparecer. Charly García, «Dinosaurios»

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El proceso de Reorganización Nacional Argentina no fue ajena la convulsión social que vivía Sudamérica en los años 70. Eran tiempos de guerra fría, y los sectores más reaccionarios de los países latinoamericanos, así como Estados Unidos, veían el fantasma del socialismo, de la subversión, hasta debajo de las piedras. Ante este temor generalizado, no dudaron en derrocar a través de las armas gobiernos democráticos y abolir los derechos civiles y políticos de millones de ciudadanos. En ello tuvo gran responsabilidad el gobierno norteamericano, que apoyó con tecnología y cobertura política la instauración y mantenimiento de muchas dictaduras del Cono Sur del continente americano. A través del llamado «Plan Cóndor», se tejió una compleja red de terrorismo de estado que unía a dictaduras militares como Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, y también Argentina. En este país, la dictadura se bautizó con el nombre de Proceso de Reorganización Nacional por el que, a través del golpe de Estado que derrocaría al gobierno constitucional de Isabelita Perón, los militares pretendían reconducir la situación de un país, según ellos, abocado a la anarquía y la subversión. Para ello, instalaron una Junta Militar presidida por los comandantes de las tres Fuerzas Armadas: Videla (Ejército), Massera (Armada) y Agosti (Fuerza Aérea); y que contó con el apoyo explícito del gobierno estadounidense, cuyo secretario de Estado, Henry Kissinger, llegó a avalar el golpe de estado como medio para «erradicar la amenza del comunismo». Para borrar la amenaza de la subversión, los militares no dudaron en utilizar el terrorismo de estado como fórmula. Más de 30.000 personas fueron desaparecidas bajo un gobierno en que instauró la represión sistemática como método a seguir. Sus técnicas son muestra de un horror y sadismo que se presuponen ajenos a la condición humana. Más de 600 campos de concentración y hacinados centros clandestinos de detención fueron utilizados para torturar a miles de personas, también ancianos y niños, mediante técnicas difícilmente imaginables: descargas eléctricas; arrancamiento de uñas; violaciones y vejaciones sexuales; simulacros de fusilamiento; ataque con perros; presencia de familiares en las torturas; rotura de órganos internos; latigazos y cadenazos; introducción de ratas vivas en el ano y vagina de las mujeres... Hasta tal punto llegaron su crueldad y deshumanización que, al igual que la famosa inscripción a la entrada de Auschwitz con el lema «El trabajo os hará libres», llegaron a colocar carteles en la puerta de la sala de tortura del tipo de «Sala de terapia intensiva: no se admiten enfermos» o «si lo sabe cante, si no aguante». Tras la sistemática tortura, gran parte de estos detenidos eran hechos desaparecer mediante los macabros vuelos de la muerte, que consistí-

an en arrojar al mar, vivos y sedados, a los detenidos. Si sus cuerpos, por efecto de las corrientes, aparecían en alguna costa, eran rápidamente catalogados como NN (No Name) y arrojados a cualquier fosa común. Esta práctica de la desaparición sistemática de los opositores fue práctica común del Proceso de Reorganización Nacional, tal y como señala el propio Videla en una entrevista a la periodista María Seoane: «No, no se podía fusilar. Pongamos un número, pongamos cinco mil. La sociedad argentina, cambiante, traicionera, no se hubiere bancado los fusilamientos: ayer dos en Buenos Aires, hoy seis en Córdoba, mañana cuatro en Rosario, y así hasta cinco mil, 10 mil, 30 mil. No había otra manera. Había que desaparecerlos. Es lo que enseñaban los manuales de la represión en Argelia, en Vietnam. Estuvimos todos de acuerdo. ¿Dar a conocer dónde están los restos? Pero ¿qué es lo que podíamos señalar? ¿El mar, el Río de la Plata, el Riachuelo? Se pensó, en su momento, dar a conocer las listas. Pero luego se planteó: si se dan por muertos, enseguida vienen las preguntas que no se pueden responder: quién mató, dónde, cómo». El propio dirigente militar, lanzando balones fuera, culpa a los propios opositores a la dictadura de las desapariciones: «Debemos aceptar como una realidad que en la Argentina hay personas desaparecidas. El problema no está en asegurar o negar esa realidad, sino en saber las razones por las cuales estas personas han desaparecido. Hay varias razones esenciales: han desaparecido por pasar a la clandestinidad y sumarse a la subversión; han desaparecido porque la subversión las eliminó por considerarlas traidoras a su causa». Otro sello característico de la represión militar era el rapto e identificación de cientos de bebés: se postergaba el asesinato de las mujeres detenidas y se producía un parto clandestino, sin ningún tipo de registro. Posteriormente, se despojaba de su identidad al recién nacido y se le daba una nueva, mediante su entrega a familias directamente relacionadas con la represión, o incluso con la posterior ejecución de su progenitor. Además de la represión y las torturas, el Proceso de Reorganización Nacional estableció una férrea censura de prensa y cultural que le llevó, al igual que en el Berlín de los años treinta, a la masiva quema de libros. Obras de autores como Pablo Neruda o García Márquez fueron arrojadas a la hoguera para, según decían, «que no pueda seguir engañando a la juventud sobre nuestro más tradicional acervo espiritual: ‘Dios, Patria y Hogar’». Se distribuyó a los padres de los alumnos manuales como el titulado «Cómo reconocer la infiltración marxista en las escuelas», que afirmaba cosas como la siguiente: «Lo primero que se puede detectar es la utilización de un determinado vocabulario que, aunque no parezca muy trascendente, tiene mucha importancia para realizar este ‘trasbordo ideológico’ que nos preocupa. Así, aparecerán frecuentemente los

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vocablos diálogo, burguesía, proletariado, América latina, explotación, cambio de estructuras, capitalismo». Se llegó también a censurar obras como la Gran Enciclopedia del Saber y el Diccionario editadas por Salvat: «Las dos obras revelan un proceso editorial sistemático, en el cual la Enciclopedia y el Diccionario cumplen la función expresa de ofrecer al estudiante (...) un léxico definitivamente marxista». La cultura, pues, se convertía en enemiga, como indicaba el Almirante Armando Lambruschini: «Para obtener sus objetivos (los subversivos) han usado y tratan de usar todos los medios imaginables: la prensa, las canciones de protesta, las historietas, el cine, el folklore, la literatura, la cátedra universitaria, la religión...»; o el teniente general Roberto Viola: «El teatro, el cine y la música se constituyeron en un arma temible del agresor subversivo». Aunque dirigida por el ejército, la dictadura militar contó con el inestimable apoyo de políticos que aportaron cuadros para la administración del régimen, y de empresarios y multinacionales que financiaron el gobierno y se aprovecharon de la falta de libertades sindicales y civiles de sus trabajadores para incrementar sus beneficios. También contó con el cómplice silencio, cuando no la colaboración activa de la Iglesia. En los centros de detención había normalmente capellanes o sacerdotes. Estos y otras autoridades eclesiásticas tenían conocimiento de lo que estaba pasando, tal y como demuestran las declaraciones recogidas en el informe Nunca Más editado por la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) del marino arrepentido Adolfo Scilingo, que participó en los vuelos de la muerte: «Se consultó a la jerarquía eclesiástica y se adoptó un método que la Iglesia consideraba cristiano, o sea, gente que despega en un vuelo y no llega a destino. Ante las dudas de algunos marinos, se aclaró que ‘se tiraría a los subversivos en pleno vuelo’. Después de los vuelos, los capellanes nos trataban de consolar recordando un precepto bíblico que habla de ‘separar la hierba mala del trigal’». Las responsabilidades por tan horribles crímenes cometidos durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional han sido, hasta la fecha, escasas y controvertidas. Con la reinstauración del sistema democrático, se procesó en 1985 a los miembros de las tres primeras Juntas Militares: cinco de sus integrantes fueron condenados y cuatro absueltos. En 1986 se decretaron las leyes del Punto Final y de Obediencia Debida, que ponían fin a los enjuiciamientos por crímenes de lesa humanidad, al mismo tiempo que eximían de responsabilidades a muchos militares implicados en violaciones de Derechos Humanos. El gobierno de Medem, además, decretó en 1990 unas leyes de impunidad que beneficiaban a muchos responsables del régimen militar. Esta situación de impunidad en Argentina forzó a muchos familiares de desparecidos a buscar apoyo exterior. Así a fines de los ochenta y en los noventa se iniciaron procesos penales contra miembros de la dictadura militar en países como España, Italia,

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Alemania y Francia. Altos mandos militares directamente implicados en el terrorismo de Estado, como Videla, Massera o Astiz, se empezaron a ver acosados por la justicia, también en Argentina, donde en 2003 las leyes de Punto Final y Obediencia Debida fueron derogadas por el Congreso y se reabrieron numerosos juicios, al tiempo que la Justicia declaraba inconstitucionales los crímenes cometidos por lesa humanidad.

Medianoche, nuestros hijos e hijas fueron cortados y arrancados de nosotros Escuchen sus latidos Escuchamos sus latidos En el viento escuchamos su risa En la lluvia vemos sus lágrimas Escuchen sus latidos Escuchamos sus latidos (U2, «Mothers of the dissappeared»)




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