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El sistema digestivo y su función

Lectura de 5 min. Por: Dr. Mercola

El tracto gastrointestinal es el hogar de millones de bacterias, algunas son beneficiosas y otras dañinas. Estas bacterias son importantes para tu salud en general. Entender cómo tu cuerpo procesa los alimentos y elimina los desperdicios puede motivarte a realizar cambios en tu alimentación, lo que resulta en mejoras para tu salud. El estreñimiento es un reto incómodo y puede llegar a ser doloroso. En algunos casos, las heces pueden atascarse en los intestinos causando un bloqueo. Hay varios factores necesarios para tener una rutina de evacuación saludable. Puede que te preguntes detalles como: ¿cuál es la cantidad correcta? ¿Qué afecta la frecuencia con la que vas al baño? Y quizás, la pregunta más importante puede ser: ¿qué puedes hacer para evacuar con regularidad? El proceso de evacuación es la forma que tiene el cuerpo de deshacerse de los alimentos y productos de desecho que no fueron digeridos. Tener evacuaciones regulares afecta positivamente a tu estado emocional, el procesamiento correcto de la información en tu cerebro e, incluso, reduce los brotes y la hinchazón de la piel. El tamaño, forma y color de las heces ofrecen mucha información sobre tu estado de salud. La apariencia y la frecuencia te dan pistas sobre la salud de tu tracto gastrointestinal y pueden darte una señal temprana de procesos relacionados con enfermedades, tales como problemas digestivos e, incluso, un cáncer.

Todo comienza en tu boca

Tan pronto como tomas un bocado y comienzas a masticar, la saliva empieza a mezclarse con la comida. Las enzimas en tu saliva comienzan el proceso de reducir las partículas de los alimentos a un tamaño más pequeño. Tu lengua trabaja para moldear los alimentos en una pequeña bola con el fin de que sea más fácil de engullir. Este es un proceso complejo que involucra a casi 50 pares de músculos y varios nervios para preparar los alimentos y dirigirlos de la boca hacia el estómago. Después de masticar, la lengua empuja la comida hacia la parte posterior de tu boca para desencadenar la respuesta de deglución. Para este punto, tus cuerdas vocales se cerrarán herméticamente y la respiración se detendrá para evitar que los alimentos o líquido entren en tus pulmones. Después de ser engullidos, los alimentos ingresan al esófago, que es el tubo que lleva la comida desde tu boca hacia el estómago. El estómago es como un costal con paredes musculares reforzadas. A medida que la comida entra, tu estómago puede expandirse. Además de retener la comida, también la mezcla y secreta un potente ácido y enzimas para continuar con el proceso de descomposición. La duración de los alimentos en el estómago varía entre cada persona y, entre hombres y mujeres. Después de comer, puede que los alimentos tarden entre seis y ocho horas para pasar por el estómago y llegar hasta el intestino delgado.

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