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Una meditación guiada para el amor propio
Por: Samantha Feller de Yoga International
Meditar sobre el amor propio me permite ser real y vulnerable conmigo misma. Sentarme a experimentar mis pensamientos y sentimientos en lugar de alejarlos, es en sí mismo un acto de amor. Cuando me enfoco en mi corazón, soy capaz de crear un espacio compasivo en el cual puedo sentir, sin juzgar, lo que sea que necesite sentir. Durante ese tiempo, no me estoy castigando por lo que creo que hice mal o por cualquier situación en la que pienso que no estuve a la altura. Simplemente, me permito ser humana.
1. Primero, ponte cómodo. Puedes acostarte de espaldas con un Bolster debajo de las rodillas y una manta doblada detrás de la cabeza. Una vez que estés preparado, cierra los ojos y fíjate también si te sientes tenso o relajado, pero tampoco intentes cambiarlo.
2. Inhala por la nariz y luego exhala por la boca. Continúa haciendo respiraciones profundas y completas por la nariz y sacando el aire por la boca. Mientras respiras, toma conciencia del estado de tu cuerpo y tu mente. ¿Dónde se acumula la tensión? ¿Te sientes cerrado o apagado emocionalmente? ¿Dónde está tu mente? ¿Deambula por ahí o está aquí, con la respiración? ¿Está tu mente tranquila o inquieta, llena de negatividad y dudas?
3. Coloca las manos sobre tu corazón y continúa inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Pregúntate: ¿Cómo me siento al poner mis manos sobre esta área sensible, este lugar donde experimento amor por mí y por los demás? Deja que tu respiración se haga más suave y fácil y comienza a inhalar y exhalar por la nariz. Siente el flujo de aire que entra en tus pulmones y luego vuelve al mundo.
4. Con cada exhalación, imagina que estás liberando cualquier pensamiento negativo que haya quedado vagando por tu mente.
5. Continúa centrándote en la respiración. En cada inhalación piensa "Yo soy digno", y en cada exhalación, "Yo soy suficiente". Deja que cada inhalación traiga el amor propio y cada exhalación libere lo que ya no te sirve. Tómate unos minutos para respirar y recitar este mantra en tu interior. Observa cómo te sientes al decirte a ti mismo estas palabras.
6. Ahora visualízate de pie frente a un espejo y mira a tus propios ojos. ¿Qué ves? ¿Dolor y tristeza? ¿Amor y alegría? ¿Neutralidad? No importa lo que aparezca en el reflejo, simplemente di: "Te amo, eres hermoso y mereces ser completamente feliz".
7. Comprende que lo que ves en el espejo en este momento puede ser diferente de lo que veas la próxima vez. Imagina ahora que puedes respirar con el corazón. Visualiza el amor entrando desde tus manos hacia tu corazón. Deja que este amor te entibie y te impregne desde el centro del corazón y ocupe el resto de tu cuerpo.
8. Siente la comodidad y calma viajando subiendo por el pecho hacia el cuello y la cabeza, yendo hacia los hombros, brazos y manos y luego hacia las costillas, el vientre, la pelvis, las piernas y los pies.
9. Permite que una sensación de calidez te invada de pies a cabeza. Respira aquí y comprende que el amor estará disponible para ti siempre que lo necesites.
10. Cuando estés listo, toma algunas respiraciones más conscientes y profundas y luego abre suavemente los ojos. Siéntate por unos momentos y reconoce la experiencia única que has tenido durante esta meditación. Vuelve a esta práctica (O a cualquier otro recurso que te sea útil) cada vez que necesites crear un espacio amoroso para ti mismo.
11. Esta es una hermosa oportunidad para aprender algo nuevo sobre ti y conectar con tus necesidades físicas y emocionales. Deja que el amor propio te permita construir una relación más fuerte contigo mismo y mostrarte plenamente en tu vida.