El agua mineral, el mejor remedio contra la sed

Los médicos aconsejan ingerir al día, como mínimo, 2 litros de líquido, especialmente agua, con lo que el cuerpo dispondrá no sólo del líquido necesario, sino también de todos los minerales imprescindibles para la supervivencia. Si la alimentación es pobre en sales, se debe prestar atención sobre todo al contenido en cloruro de sodio, uno de los componentes minerales abundantes en el agua. Es especialmente recomendable en este caso un agua que contenga menos de 20mg de sodio por litro.

El agua mineral, que carece de microorganismos perjudiciales y de contaminantes químicos, puede también emplearse para preparar biberones, si bien para este uso se debería elegir un agua con un contenido de flúor no superior a 1.5mg. En efecto, un excesivo contenido de flúor, en determinadas circunstancias y a la larga, produce unas manchas características en los dientes, además de estropear el esmalte dental. Cuando hace mucho calor, debemos tratar de que no se produzca la primera sensación de sed. Antes de que esto suceda, procuraremos tener, a lo largo de todo el día, un nivel equilibrado de líquido, de lo contrario, el cuerpo se secará al poco tiempo.