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Simon Catchpole
una evaluación de partes, desde el nivel más amplio posible: determinada región, con la óptica de la sostenibilidad? ¿Cuál es la manera más sostenible de atender o resolver determinado problema o demanda de cierto bien o servicio? Si pasamos a niveles más específicos de la evaluación de impactos de los proyectos, entre dos o más propuestas para solucionar determinado problema, ¿cuál es la más sostenible o cuál es la localización más aceptable para un determinado proyecto?
Se puede pensar en un caso hipotético, uno concreto que ocurre en muchos lugares. Es muy frecuente que haya inundaciones urbanas, y siempre se discute cómo se va a resolver ese problema. Si vamos a pensar en términos de evaluación estratégica, la pregunta sería: ¿cómo reducir los efectos negativos de las inundaciones urbanas?, y ¿qué nivel estratégico vamos a elegir para tratar este problema? Por ejemplo, ¿vamos a pensar en términos de construir más infraestructura, como canales o estructuras de retención de agua de lluvia o de escurrimientos superficiales, o vamos a pensar en términos de infraestructura verde, en contraposición a la conocida como infraestructura gris? Cada vez se habla más de utilizar soluciones basadas en la naturaleza.
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Hay una lista general y reducida de factores críticos para tomar decisiones, macropolíticas estratégicas relevantes para el tipo de decisión que vamos a tomar; qué podemos sacar de esas macropolíticas en términos de orientación para la sostenibilidad y cómo pueden ser aplicadas en términos prácticos en la formulación del problema, en la toma de información, en los estudios básicos para que se pueda tener una base adecuada para recomendaciones de decisión.
Cuando pensamos en evaluaciones estratégicas e infraestructura sostenible, hay que pensar que la potencial contribución es en términos de siempre elegir o ayudar a elegir proyectos más sostenibles, aunque trabajemos en evaluaciones estratégicas en escala de políticas, o más frecuentemente planes y programas que están relacionados o que a menudo son la fuente de esos proyectos que queremos que sean más sostenibles.
Qué es la infraestructura sostenible
SIMON CATCHPOLE Geólogo con maestría y diplomados en Ingeniería ambiental y en Gestión de riesgos de negocios. Director de la empresa Ámbitos Andinos, dedicada a asesorar empresas privadas y agencias del gobierno en gestión de riesgos de negocios y temas ambientales.
Primero quiero referirme a la sostenibilidad como concepto, para introducir el tema de riesgos. La infraestructura tiene como propósito apoyar las actividades humanas tanto en el ámbito público como en el privado. Ahora bien, si esa infraestructura resulta una carga para la sociedad en vez de un apoyo, no estaría cumpliendo su función. Esa carga para la sociedad, o para la vida humana o para la vida silvestre la hace no sostenible. Ese es el enfoque que se tendrá en esta exposición. Considero que no deberíamos preguntar si la infraestructura es sostenible, sino si la infraestructura hace sostenible el mundo en que vivimos. Esta pregunta entonces examina esta cuestión: si la infraestructura es un apoyo o una carga; si es una carga, se supone que tiene efectos potenciales negativos en lo social y en lo ambiental. Es así como pasamos de sostenibilidad a riesgos. En el caso de mi profesión, se trata de riesgos socioambientales.
Ahora bien, como buenos ingenieros sabemos que el riesgo tiene una faceta negativa y otra positiva, aunque suele identificarse la faceta negativa más fácilmente que la positiva. Es así que, cuando hay un proyecto que evidentemente tiene riesgo, porque existe incertidumbre respecto a cómo se va a comportar en el futuro o el efecto que va a tener, la gente se enfoca en la faceta negativa del riesgo. Con el término “la gente” me refiero al público en general. Ha habido muchos conflictos sociales relacionados con proyectos de infraestructura, conflictos que han resultado en atrasos e, incluso, en rechazos de proyectos.
Tengo entendido que es conocido para el CICM el documento del Banco Interamericano de Desarrollo que hace un inventario de los conflictos mayores que se han visto en las Américas sobre proyectos de infraestructura. Se trata de Lecciones de cuatro décadas de conflicto en torno a los proyectos de infraestructura en América Latina y el Caribe. Es muy llamativo cómo se relatan estos conflictos y la magnitud que tienen.
Ahora bien, el llamado nuestro, como ingenieros de estos proyectos, es reconocer estos riesgos socioambientales y tomarlos en cuenta en las decisiones estratégicas sobre los proyectos, tanto en su diseño como en su construcción y en su operación; así podremos minimizar los peligros y maximizar las oportunidades. ¿Cómo es que la infraestructura tiene tanto peligros como oportunidades? Es fácil de visualizar cuando consideramos la infraestructura lineal. Mi mayor experiencia es con infraestructura de líneas eléctricas, carreteras, ferrocarriles, canales. Si se examina el ejemplo de una carretera, se puede ver que presenta la oportunidad de unir dos puntos distantes, porque facilita el tránsito de personas y bienes entre ellos; también facilita adosar otras infraestructuras lineales, como de telecomunicaciones o ductos de agua, y se genera todo un corredor de infraestructura. Sin embargo, cuando se ve en otra dimensión y se mira a través de la infraestructura lineal, se observa que divide comunidades, divide ambientes, divide cursos de agua, complica las actividades humanas del sector e impide la migración de especies de un lado a otro. Por lo tanto, cuando se examina infraestructura lineal como este ejemplo de carreteras, es preciso mirarla desde los dos la-