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Luis Montañez Cartaxo
planeación llegamos a la conclusión de que es momento de definir un enfoque, de definir una forma de planear la infraestructura, de aprender de la historia y de las experiencias de otros países.
Finalmente en el último panel se abordó el resultado de una buena o mala planeación en el caso del transporte intermodal. Se habló de casos de éxito en los que se atendieron tres cosas fundamentales: el largo plazo, la certeza jurídica y el alineamiento de intereses y objetivos de los participantes.
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Se comentó que un proyecto no tiene sentido cuando no responde a aspectos esenciales, y aunque ingenierilmente sea muy atractivo, no se debe hacer; debemos partir, pues, del sentido común, para lo cual no necesitamos ser ingenieros o profesionales; eso es lo que decía Rodrigo Jiliberto, que deberíamos partir del sentido común de establecer con claridad la necesidad del proyecto, pero a partir de políticas y de estrategias integrales, que contemplen las necesidades básicas de la población y que los proyectos resuelvan problemas sentidos. Estas estrategias integrales son las que un eventual instituto de planeación debería generar.
Curiosamente, Rui Cartaxo comenta que Portugal recibe de la Unión Europea, a través de su organismo de planeación, guías para la planeación de infraestructura que comparte con todos los países europeos que integran la UE. Portugal, obviamente, decide qué proyecto, pero respetando esas guías.
Coincidieron Ricardo Exsome, Carlos Morales, Julio Estrada y Fernando Torre en que se necesita un instituto o agencia que dicte políticas y guías para evitar que los proyectos sean ocurrencias y asegurar que se planeen con los plazos suficientes que demanda la infraestructura; de otra manera, los proyectos o se suspenden, como Julio Estrada afirmó, o no se hacen, se abandonan o se hacen mal. El ejemplo del nuevo aeropuerto de Berlín es aleccionador. Su varias veces postergada inauguración Rui Cartaxo la atribuye a una mala gobernanza del proyecto.
Hemos tocado múltiples temas y aristas de cada uno de ellos, porque la planeación es eso: es abarcadora, incluye aspectos técnicos, ambientales, sociales, políticos, económicos, y esta complejidad es la que nos motiva a seguir en el Comité de Planeación del Colegio de Ingenieros Civiles de México a seguir reflexionando, analizando y proponiendo ideas para que nuestros proyectos de infraestructura se planeen adecuadamente.
LUIS MONTAÑEZ CARTAXO Ingeniero civil, maestro en Ingeniería, diplomado en Tecnología y administración ambiental y en Dirección de empresas. Presidente del Consejo Mexicano para la Evaluación de Impactos y coordinador del Comité de Medio Ambiente y Sustentabilidad del CICM.
SHUTTERSTOCK
Felipe Ochoa y José Luis Fernández Zallas se refirieron a la agenda 2030 y sus objetivos de desarrollo sostenible; preguntaba José Luis Fernández Zallas: ¿cómo estamos progresando?, y él mismo se contestaba: “Estamos progresando mal, si es que podemos decir progresando.” Yo creo que es así, que se necesita orientar el desarrollo del país con base en los objetivos de desarrollo sostenible y sé que no es una tarea fácil; todos los países prácticamente, como decía José Luis Fernández Zallas, vamos retrasados en el cumplimiento de los objetivos propuestos.
En México hay un Consejo Nacional de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible; ése debería estar en el frente de batalla y mostrándonos cómo vamos jalando la carreta; ahí estamos atrás a pesar que desde el Legislativo hay un grupo impulsando el cumplimiento de este proyecto de agenda 2030.
Se comentó en un par de sesiones la participación pública a todos los niveles, no sólo en el nivel de proyecto, sino desde la elaboración de políticas, planes y programas. Yo creo que algo que no se tocó directamente es la evaluación del impacto social, y en ese sentido la participación pública es clave. Curiosamente, como muchos saben, en México sólo es necesaria la evaluación de impacto social para proyectos del sector energético, para los demás no, pero aunque no sea forzoso hacerlo desde el punto de vista legal, sí es desde el punto de vista de planeación, de desarrollo de proyectos de infraestructura hacer participar a los posibles interesados y afectados, como se dijo en la última sesión, que mencionó Esteban Figueroa: un proyecto que no es necesario, que no tiene quien lo vaya a ocupar o aprovechar, no tiene sentido realizarlo, por más interés que tengamos los ingenieros en hacerlo.
Se mencionó –vuelvo al tema de planeación integral de la infraestructura– un programa con horizonte de 20 a 25 años