4 minute read
Qué hubiera sido?
ALEJANDRO GARCÍA SANCHO GARAYZAR
Soy aquel que hubiera sido a quien llamarás hermano, y como no lo sabes, hermano es aquella persona con quien compartes la misma sangre y los mismos padres, y más que un vínculo sanguíneo, los hermanos comparten una unión que difícilmente se puede describir, pero lo intentaré. Hubieras tenido a la mejor madre, hubiera dado todo por ti, como lo ha dado por mí, te hubiera corregido cuando hicieras mal y apoyarte al momento de necesitarlo, habrías crecido de su mano y al momento de soltarla te asustarías tanto, pero a pesar de todo, gracias a ella hubieras avanzado.
Advertisement
Habrías tenido un padre que a pesar de las dificultades trabajó para sacarte adelante, hubieras tenido problemas con él, sí, pero te ayudaron a crecer a pesar de haber sufrido, a pesar de haber sentido que perdiste el tiempo por simples cosas superficiales, poco a poco la vida les daría la oportunidad de recuperar lo perdido y vivir momentos felices. Habrías tenido a la mejor hermana del mundo, te hubieras enamorado de la vida el día que la viste nacer, en ella encontrarías una razón para sonreír cada día que a casa debieras volver.
Hubieras sido mi hermano mayor, y como no lo sabes, te lo explico en una forma de expresión que en el mundo terrenal llamamos poesía, y como no conoces lo que es poesía, te lo describo de una manera muy sencilla, para que a pesar de no haber vivido un solo día puedas llegar a sentir una pequeña chispa del inmenso fuego que siento por dentro al momento de recitar la mía. La poesía es vida, la expresión de los pensamientos y emociones plasmadas con pluma y papel deberían ser el pan de cada día, la poesía provoca que en rostros tristes se pinte una sonrisa y hace que en caras sonrientes se derramen lágrimas de empatía. Desde pequeño he sido una persona emocional, propensa a llorar y llena de pensamientos qué expresar, pero hasta que conocí la poesía, supe lidiar todo lo que el día a día te puede provocar.
Baruc, así te quise llamar, porque a pesar de nunca haber nacido, tu nombre significa que por Dios has sido bendecido y la ironía de esto es que probablemente te bendijo omitiendo tu única oportunidad de vida, y ahora que lo pienso a pesar de que la vida es bella y que hay experiencias hermosas, la vida también es cruel y puede hacerte mal, te dicen que todo pasa con el propósito de avanzar aunque muchas veces es muy difícil que lo puedas lograr.
En algún momento te habrías de enamorar, y lamento contarte que probablemente no lo entenderás, porque es algo tan único y tan difícil de explicar que solamente viviéndolo lo puedes descifrar, el amor es lo más poderoso que le puedes entregar a alguien, tanto que tu propio cuerpo te pide a gritos sus caricias, te pide a gritos su esencia, te pide a gritos estar con ella, pero cuando tu mente y tu corazón no van de la mano es tan difícil ser el ideal de alguien más, así que terminas estropeando la oportunidad de ser feliz con ella o con él. Hubieras tenido días en los que solamente quieres llorar, días en que lo más difícil es poderte levantar y no tienes idea de cómo vas a mejorar, sientes que te queda grande el mundo y no llenas las expectativas de nadie, ni de ti mismo. Porque déjame te cuento, que te hubieras envuelto en una sociedad de hipócritas, llena de falsas amistades y gente cambiante que con el simple hecho de verte en suelo prefiere pisotearte en lugar de extender su mano y levantarte. Abrirías un perfil en las redes sociales para encajar en una sociedad doble moral, cuando en realidad todo es una falsedad, llena de filtros que esconden las inseguridades de la gente para complacer a otros.
Te habrías dado cuenta que poco a poco la vida se acorta y mientras pasa el tiempo las alas que creías que tenías cuando soñabas con ser grande, te las cortan, pero en esta paradoja es cuando te darías cuenta que la diferencia entre aquellos que viven y quienes no, es que aquellos que viven y deciden hacerlo a pesar de toda esta basura que ocurre en el mundo que te rodea.
Hermano, esto que llamamos vida es un dilema, y me quedo tranquilo, pero siempre pensando, ¿qué hubiera sido de mí, de haberte tenido aquí?