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Orden, la clave de la eficacia
C. P. y MDN Ramón Ceseña Bañaga*
En tiempos tan cambiantes y competitivos como los actuales, es sumamente importante tener bien claras nuestras metas, ya que de ellas dependerán las estrategias y tácticas a desarrollar, para aprovechar las oportunidades que se nos presentan y con ello, poder sortear de la mejor manera las amenazas del entorno.
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Decían los antiguos romanos “que si cuidas el orden, el orden te cuidará a ti”, y no hay nada más cierto, por eso es tan importante el respeto al marco regulatorio que tenemos en nuestro país, porque a través de él podemos aspirar a un desarrollo integral y sustentable, lo más armonioso y equitativo posible para todos; en este punto es donde las empresas juegan un papel vital para la generación de este desarrollo, para ello, las mismas deben observar reglas que le permitan su autorregulación que propicie y potencialice su consolidación.
En este apartado, es importante hacer mención que existen lineamientos administrativos que establecen un marco sobre el cual la empresa puede crecer de manera ordenada y consistente; estos lineamientos se conocen como las “Mejores Prácticas Corporativas”.
Según el Instituto Mexicano de Mejores Prácticas Corporativas, estas prácticas se definen como “una serie de metodologías, sistemas, herramientas y técnicas aplicadas y probadas con resultados sobresalientes en empresas que han sido reconocidas como de clase mundial”, pero que no son privativas de este tipo de empresas, sino lo más importante, pueden y deben ser adaptadas a las MiPymes.
La implementación de las Mejores Prácticas Corporativas, permite a las empresas eficientar y/o potencializar procesos estratégicos, operativos y administrativos de forma metódica, lo que se traduce en lo que nosotros conocemos como incremento de la productividad, que al mediano y largo plazo genera empresas humana y financieramente sanas.
Conceptos como gobierno corporativo, filosofía corporativa, dirección estratégica, administración de riesgos, cumplimiento regulatorio, innovación y mejora continua, comunicación y capital humano, tecnologías de la información y supervisión y monitoreo, son los fundamentos sobre los cuales se estructuran las mejores prácticas corporativas, y su aplicación y desarrollo dentro de las empresas, genera y construye un cimiento sólido sobre el cual se puede alcanzar el desarrollo sustentable de la célula económica de la sociedad: la empresa.
El conocimiento y la necesidad de la aplicación de estas metodologías, son resultado de nuestra inclusión dentro de la globalización; la apertura y disposición mostrada por nuestra parte para llevar a cabo una serie de intercambios con una serie de países, no solo de mercancías y de inversiones, si no de ideas y conocimientos, definitivamente que potencian a nuestra economía cuando cono-
cemos y aplicamos herramientas como la de este tipo, para la mejora y consolidación de las empresas mexicanas.
Para la instrumentación y desarrollo de estas “Mejores Prácticas Corporativas”, es necesario que dentro de las organizaciones contemos con una administración fuerte y desarrollada, ya que la misma es la puerta a la Sustentabilidad o Sostenibilidad de las empresas.
Según James Stoner y Edward Freeman, la Administración es el “Proceso de planear, organizar, liderar y controlar el trabajo de los integrantes de una empresa u organización; y de utilizar la totalidad de los recursos organizacionales para alcanzar las metas establecidas”.
Este proceso está compuesto, dependiendo del autor administrativo, en un número diferente de fases, pero todos convergen en que el mismo, tiene como base las siguientes cuatro: Planificar, es la herramienta para administrar las relaciones con el futuro:
3 Organizar, dividir el trabajo y atribuir responsabilidades y autoridad a las personas.
3 Dirección, consiste en realizar actividades mediante la aplicación de energía física, intelectual e interpersonal para ofrecer productos, servicios e ideas.
3 Control, es el proceso de producir información para tomar decisiones sobre la realización de objetivos.
3 Del análisis de las fases anteriores podemos llegar, desde mi punto de vista, a las siguientes conclusiones:
Planificar nos permite y facilita la toma de decisiones en el presente y en el futuro, ya que en esta fase definimos la razón de ser de la empresa, conocida como Misión; su proyección y “personalidad”, si se me permite la expresión, de la organización, la cual se conoce como visión, y finalmente, su código de conducta, que es el marco de valores a vivir y experimentar por la entidad para la generación de su cultura organizacional, lo que originará su ambiente y clima laboral.
Todos estos puntos enmarcan la base de la toma de decisiones de los directivos y de cualquier persona dentro de la organización, en base al contexto social y económico que se le presente a la empresa.
En base a la planificación, la empresa puede prever y obtener los máximos beneficios de los recursos con que cuenta y definir el capital humano que requiere contratar o desarrollar, y que se materializan dentro de la fase de organización y que será el responsable de ejecutar las acciones y obtendrán los resultados establecidos en los objetivos estratégicos, tácticos y operativos que establezca la Alta Dirección de la empresa.
Lo que no se mide, no se controla, y lo que no se controla no se mejora o se pierde. Esta es la acción esencial de la fase de Control, generar métricas de los resultados obtenidos por la empresa y ver si cumplen con los esperados por la entidad y que le indiquen que los esfuerzos operativos de la empresa, van por la ruta correcta para llegar a la meta deseada.
Hoy en día necesitamos forzosamente adaptarnos a tiempos dinámicos y cambiantes; la creatividad y la innovación juegan un papel fundamental para lograr posicionarnos en el mercado en el cual competimos, aprovechando las oportunidades que se nos presentan, o tal vez el generarlas, tiene que ver en mucho con nuestra preparación y proactividad como emprendedores, empresarios o personas, con nuestra capacidad de respuesta a los desafíos presentes y futuros, el organizarnos para crecer empieza primero por saber quiénes somos y a donde vamos; diseñar y concretar un plan que sea factible para alcanzar nuestros sueños y metas empieza por “cuidar el orden para que el orden nos cuide a nosotros”.
*Maestro en Administración, Derecho y Comercio In-
ternacional y Aduanas Campus Ensenada.