Dialogo Entre Masones A r t í c u l o s Masónicos Seleccionados Año 4 - N° 38
Febrero 2017
Herbert Oré Belsuzarri Mario López Rico Vicente Alcoseri Julio Villarreal III - La secreta conexión México………………………………1 - Historia de la masonería checa………………………..5 - Alphonse Mucha: El masón modernista víctima de los nazis…………………………………………………………….8 - La biblia, corazón universal del Templo Masónico y de la masonería……………………………………………..14 - Apuntes sobre la masonería mexicana: Masones y desarrollo moderno en México……………30 La masonería, la represión anticatólica y la rebelión armada de los cristeros en México (I)………………….42 La masonería, la represión anticatólica y la rebelión armada de los cristeros en México (II)………………….47 Historia de la masonería mexicana (una aproximación histórica………………………………………51 Una historia de la masonería en México………………57 La revista agradece la difusión de los artículos publicados, mencionando la fuente y la autoría.
Valle de Lima Febrero 2017
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Por siglos ya, México ha sido visitado por muy extraños personajes, muchos de ellos vinculados con la Masonería; estos personajes de alguna manera influyeron poderosamente en la Humanidad. Llegaban a México, como tratando de encontrar la veta de Oro de un poderoso saber oculto y ancestral. México tierra de pirámides, México lleno de chamanes, México lleno de enigmas. México fue invadido, mutilado, reconvertido, y siempre políticamente tenso, pero México nunca pierde su enigmática magia. Justo ayer quien escribe estas líneas, ya de noche salía a caminar por las faldas del Cerro de la Silla, y fue cuando percibí un ambiente cargado de una invisible electroestática, y más de alguna vez he visto personas por las cañadas haciendo ritos chamánico, y es que desde años recorro las faldas del cerro de la silla y he escuchado decenas de relatos de cuevas llenas de tesoros, y habitadas por extraños seres custodios. De hecho alguna persona se me acercó y de manera muy seria me decía me invitaba a conocer a los habitantes extraterrestres del Cerro de la Silla, argumentando que él los conocía. Pero volvamos al relato, de esos personajes esotéricos que visitaron México, y que han influenciado a millones de personas; sin duda habrá muchísimos pero hoy enunciaré a los para mi más relevantes. Guillén de Lampart que llegó a México en el siglo XVII, un personaje que quedaría inmortalizado inspirando a la Novela del Zorro de Johnston McCulley, e históricamente fue el primer hombre en proclamar la independencia de la Nueva España. Se afirma fue un masón irlandés su tierra natal, y que llegó a México atraído por la Brujería Mexicana. Helena Blavatsky llegó a México entre los años de 1851 y 1852 y contactó con chamanes mexicanos, seguro en busca de esa conexión 2
Mágica, Blavatsky una influyente ocultista que inspiró entre otros al esoterismo nazi. A ella se le vincula con la Masonería. Otro de ellos fue Alesiter Crowley que arribó a México en 1900. Un personaje de gran influencia en el Ocultismo y que ayudo a los aliados a derrotar a Hitler, mediante rituales mágicos, fue en México donde Crowley se inicia Masón. Durante su estancia en México fundó la Orden Secreta de la Lámpara de la Luz Invisible [Sacred Order of the Lamp of the Invisible Light] y le otorgó en México su grado 33° de la masonería. Otro de ellos fue Carlos Castaneda, cuyo nombre original es Carlos César Salvador Arana Castañeda, fue un antropólogo y escritor peruano nacionalizado estadounidense, autor de una serie de libros que describirían el chamanismo Mexicano, llega a México a principios de los años 60´s para realizar su tesis doctoral sobre chamanismo nagual, sus libros han influenciado a millones de personas. Otro de ellos fue el controvertido gnóstico Samael Aun Weor o Víctor Manuel Gómez Rodríguez un colombiano que llegó a México a mediado en los años 70´s, igual este escritor ha influenciado a millones de personas alrededor del Mundo, sin duda llega a México atraído por ese magnetismo oculto que la región posee. Uno no menos importante fue Rodney Collin un escritor de libros esotéricos referentes al Cuarto Camino, que llegó a México en la década de los 50´s para establecer escuelas esotéricas y para investigar los antiguos misterios de los antiguos mexicanos, se interesó en el tema de las catedrales góticas y su relación con la Masonería Moderna. Tras la muerte de Ouspensky su maestro publica uno de sus libros “El desarrollo de la luz, y emigraría a México, diciendo es terreno fértil para el sistema Gurdjieff. 3
En Tepoztlán, Morelos, proyectarían la creación de la editorial Sol, iniciando las primeras traducciones al español de los libros de Ouspensky y Gurdjieff En Tepoztlán México funda su escuela sobre el Cuarto Camino, iniciando un fuerte trabajo con alumnos mexicanos, desarrollando investigaciones y estudios paralelos en astrología, eneagrama, Tarot, medicina tradicional. El Maestro Rodney Collin recorre México, realizando estudios de campo en las pirámides y sitios sagrados como Teotihuacán, estaba convencido de que los diversos centros del México precolombino fueron diseñados por personajes de gran inteligencia, pertenecientes a la Humanidad Consciente, ya desaparecida, como aquellos que proyectaron las pirámides de Egipto y las catedrales góticas europeas, erigidas por masones operativos. Tal vez usted que me lee, recuerde a otros más, pero este es un breve repaso de los enigmáticos personajes relacionados con el esoterismo y la Masonería, que llegaron a México. Sin duda usted que vive en otras naciones, espero que por mi conducto reciba los efluvios de esta energía mexicana, que con gusto les comparto. 4
HISTORIA DE LA MASONERÍA CHECA La Francmasonería se introdujo en los países checos durante la década de 1,740 en Praga y algunos otros lugares en Bohemia y Moravia, en ese momento bajo el dominio austriaco. Floreció durante la segunda mitad del siglo 18, que trabaja tanto en la artesanía y grados más altos templarios bajo el sistema de la Estrecha Observancia. A raíz de los acontecimientos revolucionarios trágicos que tienen lugar en Francia y la amenaza política asumida representado por la masonería, la orden masónica fue suprimida en 1,795 por un edicto del emperador Francisco II, prohibición que duró más de un siglo en el imperio austrohúngaro. La luz de la masonería se reavivó después de la creación del estado de Checoslovaquia en 1,918. El Nacional Checoslovaca Gran Logia (NCGL) fue consagrado en 1,923. En el verano de 1,938, la membresía masónica en el país era de aproximadamente 3,000. La Masonería fue reprimida de nuevo durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la 2ª Guerra Mundial, la Gran Logia reanudó sus actividades en Praga con 640 Hermanos sobrevivientes, pero todos sus activos habían 5
sido destruidos o había desaparecido. El re-desarrollo pleno de la Francmasonería duró poco cuando, en febrero de 1,948, el golpe de estado comunista se llevó a cabo. La situación se hizo cada vez más insoportable y en 1,951 en su Asamblea General de la Gran Logia votó a favor de un estado de latencia una vez más. Cuando el régimen comunista se derrumbó cuarenta años más tarde, en 1,989, sólo había 28 masones checoslovacos restantes. El Prof. Dr. Jiri Syllaba, que se había iniciado en 1,926, fue elegido Gran Maestro de la re-despertada Gran Logia de Checoslovaquia en 1,991. Dos años más tarde, en 1,993, el país se dividió en la República Checa y la República Eslovaca. La Gran Logia de Checoslovaquia fue renombrada en la Gran Logia de la República Checa. Históricamente, ha habido muchos masones notables en las tierras checas, WA Mozart y el presidente de Checoslovaquia E. Benes son sólo dos ejemplos. Será tan sólo 25 años, en noviembre de 2,016 que la masonería Checoslovaca ha sido reconstituida por tercera vez desde 1,919. Es importante tener en cuenta la similitud que existe entre el clima social que existía después de la creación de la República de Checoslovaquia en 1,918 y el clima, que aparecido después de la Revolución de terciopelo en 1,989. Estos dos acontecimientos históricos de la sociedad liberada y las condiciones favorables creadas para el desarrollo de todo tipo de actividades, como la masonería. Cuando miramos un par de años atrás, podemos ver con satisfacción que la historia parece repetirse y, como resultado, están experimentando un crecimiento renovado y sostenido de la masonería. 6
La pintura que cuelga en el cuarto de la L.: Hiram. Fue pintado por Alphonse Mucha. Él era un reconocido artista Art Nouveau que vivió el final del 1,800’s y el principio del 1,900´s. Él fue un personaje importante de la masonería Checa. Esta pintura masónica fue escondida durante el régimen Nazi y hoy luce orgullosamente colgada en el cuarto de la Logia.
Logia Hiram N° 12 de Praga Jurisdicción de la Gran Logia de la República Checa Trabaja en el Rito Emulación http://www.hiramlodge.cz/hist_cf.html Logia Hiram (nombre original Hiram zu den drei Sternen, Hiram y las Tres Estrellas) fue fundada el 17 de noviembre de 1,909 en Praga. Hubo 42 miembros fundadores. La consagración ritual se llevó a cabo el 2 de mayo de 1,910 en Bratislava. 7
ALPHONSE MUCHA: EL MASÓN MODERNISTA VÍCTIMA DE LOS NAZIS Javier García Blanco
Sus inconfundibles carteles publicitarios que tanta fama le dieron durante el 'boom' del Art Nouveau son sin duda sus obras más conocidas. Sin embargo, el artista checo dejó tras de sí una importantísima producción artística que abarcó la pintura, la joyería o la escenografía teatral. Lo que poca gente sabe es que el genial artista checo fue además un destacado masón y esoterista. Una singular faceta que, unida a su carácter progresista y a sus ideales nacionalistas, terminó por incomodar a los nazis. 8
Mucha había nacido en 1,860 en una pequeña localidad de Moravia (en aquel entonces todavía parte del Imperio Austríaco), pero su pasión por el dibujo y la pintura le llevaron a trasladarse a Viena para completar sus estudios artísticos. Con apenas veinte años regresó a su región natal y comenzó a trabajar realizando pinturas decorativas y algunos retratos, y fue entonces cuando un noble local, el conde Kart Khuen, le encargó la decoración de su castillo.
Mucha realizó un trabajo tan soberbio que el conde decidió sufragar sus gastos como estudiante en la Academia de Bellas Artes de Múnich y, desde allí, el joven artista acabaría trasladándose a París, auténtico centro artístico y cultural de la época. Fue en la capital francesa donde Mucha se convirtió en uno de los mayores representantes del Art Nouveau, saltando a la fama gracias a un cartel publicitario realizado para la actriz Sarah Bernhardt y su obra teatral 'Gismonda'. 9
Desde ese momento, la popularidad de Mucha fue en aumento, creando numerosos carteles, escenografías teatrales, joyas y notables pinturas decorativas. Fue en aquellas fechas de finales de siglo, concretamente en 1,898, cuando Mucha se inició en la masonería. Un paso nada extraño si tenemos en cuenta que durante sus años parisinos había estado en contacto estrecho con muchos simbolistas, muy aficionados a ideas y corrientes esotéricas. Este interés por las cuestiones herméticas y místicas —se sabe que también mostró interés por el espiritismo— se vio reflejado en sus obras, y en especial en su libro 'Le Pater' (1,899), que él mismo ilustró, y en el que podemos ver un padrenuestro aderezado con una evidente simbología ocultista.
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Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, su querida Checoslovaquia logró su independencia, y Mucha, de claros ideales nacionalistas, decidió regresar a su tierra. Allí realizó numerosos encargos para el nuevo gobierno, incluyendo billetes, sellos y, sobre todo, lo que él mismo consideró como su obra maestra: 'La épica eslava', veinte pinturas de gran formato en los que plasmó la historia de los checos y el pueblo eslavo.
En todos aquellos años de estancia en su tierra natal, Mucha nunca perdió el interés por las cuestiones esotéricas y la masonería. De hecho, a él se debe la aparición de multitud de logias en el país, llegando a convertirse en Gran Maestro de la Gran Logia de Checoslovaquia, ostentando el grado 33. Sin duda alguna, fueron sus ideas progresistas, masónicas y nacionalistas las que le pusieron en el punto de mira cuando, en el año 1,939, los nazis invadieron Checoslovaquia. 11
Mucha estuvo entre los primeros en ser detenidos por la temible Gestapo y, mientras estaba preso, el anciano pintor —contaba entonces con 79 años— enfermó de una neumonía de la que nunca se recuperaría. Aunque los nazis decidieron liberarle, ya era demasiado tarde. Alphonse Mucha, genio modernista y Gran Maestre de la masonería checa, fallecía el 14 de julio de 1,939, víctima de una afección pulmonar. https://es.noticias.yahoo.com/blogs/arte-secreto/alphonse-mucha-elmas%C3%B3n-modernista-v%C3%ADctima-los-nazis115951472.html “La esencia misma de la doctrina masónica es que todos los hombres en este mundo están en busca de algo en su propia naturaleza que se ha perdido, pero que con la instrucción adecuada y por su propia paciencia y trabajo pueden encontrar”. WL Wilmshurst, 12
LA BIBLIA, CORAZÓN UNIVERSAL MASON
Fernando La
Desde hace unos ciento cuarenta años se viene discutiendo el uso de la Biblia al interior de las logias masónicas centro y sudamericanas, francesas y españolas. El precepto que dispone la necesidad usar la Biblia en los templos masónicos está contenido en el Landmark N° 21 de los 25 antiguos límites definidos por Albert G. Mackey, y aceptados por el 95% de las logias masónicas del mundo.
L DEL TEMPLO MASÓNICO Y DE LA NERÍA
aredo Cárter
El fenómeno ha ido de la mano con el proceso de secularización de la sociedad occidental. El alma de este hemisferio se ha descristianizado a gran velocidad, y no ha dejado de afectar la vida interior de las logias. Para evitar el predominio de esas tendencias agnósticas, ateas, y francamente anti-teistas o anti-cristianas del mun-
do contemporáneo, las logias reaccionaron definiendo por escrito una larga nómina de Landmark, los que anteriormente se aceptaban y se transmitían en forma de tradición oral o de leyes consuetudinarias, pues nadie las discutía. Pero esas antiguas marcas o antiguos límites de la tradición, que identifican la esencia espiritual de la masonería y sus elementos diferenciadores respecto de otras instituciones no han sido suficientes para evitar los conflictos y las divisiones dentro de la institución. Se han introducido preceptos dudosos e incluso falsos en materias religiosas y metafísicas, que inducen malos entendidos en numerosos temas dentro de los talleres, tanto de las logias azules como de las logias capitulares. Tales preceptos han entrado en contradicción con los landmarks de esencia religiosa, y sin embargo nadie o muy poca gente parecen observar tal contradicción. El autor de esta monografía ha escuchado a maestros masones chilenos y argentinos que hace gala de ser ateos, y que afirman no ser necesario el uso de la Biblia sobre el ara de los talleres masónicos. Y también masones creyentes que afirman lo mismo. Tales afirmaciones causan grave perturbación en la mente y el corazón de aprendices e incluso de profanos, que realmente esperan algo mejor en personas que buscan la sabiduría o que ya han avanzado algo dentro de los templos de la Augusta y varias veces centenaria Orden. Ha resultado una especie de escándalo (piedra de tropiezo) esta actitud anti-bíblica en medios externos a la masonería. Y como tal ha servido de pretexto para que grupos evangélicos y católicos las emprendan contra las enseñanzas espirituales de la francmasonería, acusándola de institución atea, satanista y luciferina. Y eso, para los que saben, está muy lejos de ser verdad. Para no dar lugar a más escándalos, ni alimentar prejuicios y detener el avance de la ignorancia en el mundo, e incluso para orientar a algunos 16
masones despistados por sus propios hermanos mayores, vamos a destinar este trabajo a aclarar las razones profundas que obligan absolutamente al uso de la Biblia como la primera joya que debe adornar el ara de los templos masónicos, junto a la escuadra y al compás. Primero. Debe quedar claro que este trabajo no está escrito desde el punto de vista confesional o el de la defensa de alguna militancia en iglesias específicas. Está escrito desde el punto de vista de la coherencia interna de la doctrina masónica consigo misma, de su propia cosmovisión, que tiene una sólida posición supra-confesional, pero que se apoya y deriva de confesiones religiosas pre-existentes y ya consolidadas en el tiempo. La biblia es la piedra fundamental del edificio de esa coherencia y unidad espiritual. Sin ella se desploma todo el edificio doctrinal, toda su lógica espiritual, y todo su simbolismo pedagógico. Es decir, no está puesta en el ara por razones arqueológicas, o de mera defensa de una tradición vacía de significado. No hay masonería sin la biblia abierta en los templos masónicos. Sin la biblia la masonería sería un cuerpo sin corazón, o un buque sin brújula y sin timón. Vamos a explicar paso a paso aquello, pues es importante ese análisis. El objetivo central de este estudio es demostrar que todo el simbolismo arquitectónico o constructivo de la masonería y su doctrina esotérica surgen de la Biblia. Y que, por eso, toda la argumentación presentada por diversos tratadistas contrarios a la presencia de la Biblia en los talleres no hace más que arañar y resbalar sobre el edificio espiritual de la masonería. Por eso serán siempre argumentos externos y fútiles, basados en superficialidades y en un enorme incomprensión acerca del misterio sagrado que esconde la Augusta Institución. Es muy lamentable que grandes racionalistas hayan perdido su tiempo en disparar contra la presencia de la Biblia dentro de las logias, y al hacerlo muestran su ceguera, tal como si su venda iniciática aún no hubiese caído de los ojos. 17
A la entrada de todos los templos masónicos existen dos columnas grandes, generalmente doradas, o negra y blanca, o de otros colores, sobre cuyos capiteles se observa un globo terráqueo y un globo celeste, con los mapas de las estrellas inscrito. Una de las columnas se llama Boaz y la otra Jakin. Según los ritos pueden que Boaz esté a la izquierda del que entra o a la derecha, y lo opuesto Jakin. Pero los nombres de esas dos columnas y su ubicación a la entrada de los templos vienen de la Biblia, del libro de Reyes y de las Crónicas (2° Libro de Crónicas 3,1517). Allí se describen las columnas y sus nombres y su ubicación a la entrada del templo de Dios en Jerusalén, construido por mandato del rey Salomón. Las logias azules se llaman logias de san Juan Bautista, pues la J y la B del nombre de san Juan Bautista están precisamente indicados por la J y la B de las dos columnas del templo masónico. Elimine Ud. La Biblia y no sabríamos porque están dentro del templo esas dos columnas. Elimine Ud. Esas dos columnas y ya no tendríamos templo de Salomon. En el libro del Profeta Amós se dice que Dios ha puesto una plomada de albañil en medio de su pueblo Israel (Amós 7,7-8). Así los israelitas construirán sus muros espirituales siguiendo la verticalidad de la ley de Dios. 18 Zacarías, predicando ante un El profeta auditorio judío que contempla una Jerusalén semi-destruida y un templo en insipiente proceso de construcción, dice que Dios ha
El profeta Zacarías, predicando ante un auditorio judío que contempla una Jerusalén semi-destruida y un templo en insipiente proceso de construcción, dice que Dios ha prometido alzar la plomada sobre la ciudad y habitarla espiritualmente de nuevo, y llamarla Ciudad de la Verdad y de la Paz. Si ese no es un lenguaje y una clara doctrina masónica o constructiva en sentido moral y físico, algo grave hay en nuestra cabeza (Zacarías 8, 3 y 8, 16-17). Veamos en palabras textuales algunas de las inspiradas palabras de Zacarías: "Así ha dicho Yahvéh, yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia, en ella será edificada mi casa, dice Yahvéh Tsabaot, y la plomada será tendida sobre Jerusalén" (Zacarías 1,16). Y agrega: "Y se unirán muchas naciones a Yahvé, en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti…". Zacarías 2,11). El texto es una clara alusión la unión de las naciones bajo el estandarte constructivo y espiritual de la masonería. Construir la ciudad de la verdad y de la paz es un deber de todos los masones del mundo. En otro texto del libro sagrado se dice que el altar de sacrificios de Israel ha de ser construido con doce Piedras brutas, o sin labrar, sin pulir, no tocadas por herramientas de hierro (Deut. 27,5-6). Si esto no es simbolismo masónico no sabemos que será. Pues tanto la plomada como la piedra bruta están dentro de todos los templos masónicos del mundo. Justamente en el lado meridional del templo masónico se exhibe una piedra bruta a los pies del sitial del Segundo Vigilante. Y se enseña que esa piedra bruta ha de ser devastada y pulida hasta convertirse en una piedra cúbica, con la ayuda del mazo, del cincel y de la escuadra. Y junto al sitial del Primer Vigilante se ve una plomada colgando de un triángulo que también sirve de nivel. En el libro del Exodo se dice que el altar de los perfumes dentro del tabernáculo de Dios ha de ser un mueble o Ara de doble cubo, o de base cuadrada y con el doble de alto que de ancho. Y precisamente esas son las medidas de un verdadero altar central masónico o Ara de los juramentos (Exodo 30,1-2). 19
Las palabras Tubal-caín, boaz, jakin, shibbolet, moab, Yah, Elohim, Emanuel, Yahvéh, Noé, INRI, Kadosh, Nahash, Tsabaot, Enoc, Eheíeh ashr Eheíeh, Elí, Rafael, Hiram, Salomón, Nueva Jerusalén y muchas otras, tomadas de los textos bíblicos por profundas razones morales y teológicas, sirven en diversos grados masónicos como palabras sagradas y de reconocimiento o de santo y seña o de palabras de pase, para entrar en academias superiores de trabajo masónico. Eliminemos la Biblia y entonces, ¿Qué palabras usaremos? Por podar tanto las ramas, nos quedaremos sin árbol. El profeta Isaías dice que el templo de Dios de Jerusalén es "casa de Dios para todas las naciones" (Isaías 56,7). Cuando el Rey Salomón eleva una poderosa oración al Dios del cielo, no sólo reza para consagrar el templo de Jerusalén a la gloria de Dios y para el bien de Israel, sino también para que cualquier ser humano de otras naciones que mire y ore hacia el templo de Jerusalén reciba su cuota de bendición y de guía divina (2° libro de Crónicas 6,32-33 y 1° de Reyes 8,41-43). No hay por lo tanto un separatismo o exclusivismo religioso, sin por el contrario ya existe una mirada universalista sobre la humanidad ya en la mente de Salomón y en la de Isaías, 900 y 700 años antes de Cristo. Mirada universalista que desde luego no es ajena a la inspiración divina de esos hombres y de los textos sagrados escritos por su mandato. Justamente son las palabras del profeta Isaías las que iluminan y adornan el salón principal del Edificio de las Naciones Unidas en Nueva York: "…Y VOLVERAN SUS ESPADAS EN REJAS DE ARADO, Y SUS LANZAS EN HOCES, NO ALZARÁ ESPADA NACION CONTRA NACIÓN, NI SE ADIESTRARÁN MÁS PARA LA GUERRA" (Isaías 2,4). Las palabras de Isaías son reforzadas por las del profeta Zacarías, mencionadas anteriormente. Tal vez algunos masones del Gran Oriente de Francia y sus admiradores de Sudamérica como el Gran Oriente Federal Argentino y el Uruguayo, quisieran sacar ese texto de la entrada al salón de las Naciones Unidas, 20
porque está tomado de la Biblia, actuando del mismo modo como han actuado dentro de sus templos eliminando la Biblia y toda referencia al Gran Arquitecto del Universo en sus rituales. Incluso en el Corán y en la tradición islámica se hace respetuosa y piadosa mención del templo Dios de Jerusalén, desde donde el Profeta Mohamed inició su esotérico viaje astral por los siete cielos, después de conversar con Jesús, Moisés y Abraham, montado en su caballo místico Al-Burák y acompañado de Gabriel. Mohamed asciende a los siete cielos por la mística escalera que narra Jacob cap. 28 del Génesis, escala espiritual que la tradición masónica sitúa sobre el Ara central del templo, o altar de los juramentos, y apoyada sobre la Biblia, se alza hacia aquella dimensión que está más allá del tiempo y del espacio, en la eternidad, poniendo al alma del masón en contacto con El Eterno mismo. Justamente por amor a Dios, y por veneración al lugar impregnado de santidad donde estuvo el templo de Salomón, el califa Omar ordenó construir allí mismo la famosa Mezquita Al Aqsa o Mezquita de "la Roca" de Jerusalén. Y allí también se desplegó un gran caudal de conocimientos geométricos y arquitectónicos, como antaño hizo el maestro Hiram Abí. Justamente las medidas matemáticas de ese templo de Salomón deberían ser las medidas de todos los templos masónicos del mundo. Diez metros de ancho y treinta de largo. O bien en codos, como dice el texto sagrado. Veinte codos de ancho y sesenta codos de largo (ver 2° Libro de Crónicas 3,3). No hay duda que existen super-templos masónicos con medidas dos y tres y hasta cuatro veces más grandes que los mencionados aquí. Verdaderas Catedrales masónicas. Pero existen decenas de miles de templos pequeños en todo el mundo civilizado con medidas cercanas a las del templo primitivo de Jerusalén. Es la gran mayoría. Pero los hay incluso más pequeños. 21
Estas medidas en codos señaladas por la Biblia son muy importantes, pues si se mencionaran en metros, se pierde el mensaje numerológico cabalístico de los textos sagrados. Los masones hablan mucho acerca del cubo sagrado, o el cubo de oro, como ser el cubo de Mitatrón, y de la piedra cúbica en sus doctrinas iniciáticas, por ser esa la forma del lugar santísimo del templo de Salomón (1° Libro de Reyes 6,20) Y por ser la forma de la Nueva Jerusalén, arquetípica ciudad de oro, que baja del cielo para manifestarse en la tierra como la civilización divinamente iluminada del amor, la paz y la verdad (Apocalipsis 21,16 y 21,2). Como sabe toda persona culta no existe kabalah o esoterismo judaico ni kabalah cristiana sin Biblia. Justamente los estudios kabalísticos, tanto de vertiente judía como cristiana, son parte de importantes e inseparable de los estudios masónicos, sobre todo en los grados superiores. Es más, gran parte de la estructura física y de los movimientos rituales en todos los grados masónicos, son de inspiración bíblica y kabalística. Pero como la gente no conoce la Biblia, y muchos masones la leen con un solo ojo, debiendo utilizar tres, no pueden ver estas cosas ni comprenderlas. Observando ahora la Biblia como Libro de la Ley Divina o de la Ley Moral Universal, no hay duda que los diez mandamientos de Dios, transmitidos por Moisés, son de aplicación planetaria. ¿Puede haber acaso una sociedad donde se rinda culto a la mentira y al falso testimonio? ¿o una sociedad donde se deshonre por principio al padre y a la madre? ¿O donde se rinda culto al asesinato? ¿O donde se cultive como un valor superior a la codicia? Con esas preguntas pretendo asentar que no puede existir vida humana civilizada sin los preceptos básicos de la ética, sintetizados en el famoso Decálogo. Es un error tremebundo pensar que esos mandamientos pertenecen a una o a dos religiones y no a toda la humanidad. Es lo mismo que la Biblia. Algunos masones, cegados por sus propias ideas anti-eclesiásticas o antirreligiosas, no se han dado cuenta que en perspectiva masónica la Biblia ya no es sólo patrimonio de 22
una religión determinada, sino que pertenece a toda la humanidad que anhela construir un mundo mejor y una civilización más elevada. Construir sabiamente un templo de piedras humanas vivientes unificadas por el amor fraternal y abierto al Infinito Ser Trascendente y Eterno, representado en la inmensidad y la luminosidad de la bóveda celeste que se muestra en todos los templos masónicos del mundo. Esa es la meta que honestamente persigue la Augusta Orden sobre la tierra. Cada religión tiene su propia versión de los diez mandamientos, con muy pequeñas variantes. Por lo tanto la Biblia no deja de estar en sintonía con una moral universal. Los errores morales que el texto sagrado contiene son para mostrarlos como pecados, no para ser imitados. Se equivocan por eso quienes rechazan la Biblia por sus narraciones supuestamente inmorales. Es la palabra Dogma lo que dificulta el buen entendimiento de estas cosas. En su origen griego ese vocablo indica UNA DOCTRINA FIJADA por un grupo o escuela filosófica, religiosa o política, incluso científica. Existen dogmas de todos colores y tamaños. Se trata de una doctrina o enseñanza fijada o mantenida como dato permanente de referencia para la dirección del pensamiento de escuelas como la Masonería, el Pitagorismo, el Platonismo, el Catolicismo, o el Budismo, el Hermetismo o el Taoísmo. En masonería los ritos, el simbolismo, los landmark, la biblia y las leyendas referidas a la construcción del templo de Dios en Jerusalén, junto a sus palabras sagradas y de pase, tomadas de la biblia, y la ley moral, son LOS DOGMAS DE REFERENCIA OBLIGADA. A esos elementos fijados se agregan en los grados capitulares la Historia de Noé y de Enoc, y la de Moisés con su serpiente de bronce, y la de Jesús junto a la nueva Jerusalén. Si todos esos elementos se toman de la biblia, ¿Por qué no ha de estar ella en el altar central del templo? Sería incoherente e incongruente que no estuviera. Las otras religiones y sus libros sagrados NO USAN EL 23
SIMBOLISMO CONTRUCTIVO O ARQUITECTONICO COMO EJE DE SUS ENSEÑANZAS COMO LO HACE LA MASONERIA. Por eso su uso es indispensable. Por eso se dice que es irregular la logia que trabaja sin Biblia abierta en el ara. Cosa que no impide que se AGREGUE otro libro sagrado cuando corresponda jurar a un creyente de otra religión. Pero la Biblia está puesta porque resume y contiene un conjunto de símbolos arquitectónicos vinculados a una visión espiritual del mundo y de la vida humana. Y es más, pues el uso del simbolismo arquitectónico en la Biblia no se restringe al Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento también hay numerosos ejemplos de ese tipo de lenguaje simbólico constructivista: Juan, Pedro y Jacobo el Mayor ERAN CONSIDERADOS COMO LAS TRES COLUMNAS EN QUE SE ASENTABA LA IGLESIA PRIMITIVA (Gálatas 2,9) La misma iglesia es presentada por Pablo COMO COLUMNA Y BALUARTE DE LA VERDAD. Cristo es presentado como la Piedra Viva a la cual se deben unir las piedras vivas de cada creyente (1° Carta de Pedro 2,4-5). "Acercaos a él, PIEDRA VIVA, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo". El propio Jesucristo habla de su cuerpo como de un templo, en el cap. 2°, 19-21 del Evangelio de san Juan, cuando dice a sus adversarios: "…Destruir este templo y en tres días lo levantaré". Dijeron los judíos: en cuarenta y seis años fue edificado este templo y tú en tres días lo levantarás?. Más él hablaba del templo de su cuerpo". Cada discípulo de Cristo es un Templo de Dios o un Templo del Espíritu Santo (1° Corintios 3,16-17). Y el Propio Jesucristo es presentado por san Juan en el Apocalipsis como LA ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA, es decir, como la Estrella Flamígera con la G, al oriente de todos los templos masónicos del mundo (Apoc. 22,16). 24
Incluso el concepto de Dios como Arquitecto es utilizado por San Pablo, cuando comenta la fe y la esperanza de notables creyentes del pasado, dice en Hebreos 11,10" ….Porque esperaba LA CIUDAD QUE TIENE FUNDAMENTOS, CUYO ARQUITECTO Y CONSTRUCTOR ES DIOS". Y en la Epístola a los Efesios Pablo hace un discurso netamente masónico, cuando dice: "Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, EDIFICADOS SOBRE EL FUNDAMENTO DE LOS APOSTOLES Y PROFETAS, SIENDO LA PRINCIPAL PIEDRA DEL ANGULO JESUCRISTO MISMO, EN QUIEN TODO EL EDIFICIO, BIEN COORDINADO, VA CRECIENDO PARA SER TEMPLO SANTO EN EL SEÑOR, EN QUIEN VOSOTROS TAMBIÉN SOIS JUNTAMENTE EDIFICADOS PARA MORADA DE DIOS EN EL ESPÍRITU" (Efesios 2,19-22). Pablo se considera a si mismo maestro arquitecto, cuando afirma, en la Primera Carta a los Corintios 3,9-11: "Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, EDIFICIO DE DIOS. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, YO TAMBIEN, COMO MAESTRO ARQUITECTO PUSE EL FUNDAMENTO, Y OTRO EDIFICA ENCIMA; PERO CADA UNO MIRE COMO SOBREEDIFICA, PUES NADIE PUEDE PONER OTRO FUNDAMENTO QUE EL QUE ESTA PUESTO, EL CUAL ES JESUCRISTO". Y muy justificadamente, para que Jesucristo no sea piedra de tropiezo para personas creyentes pero no cristianas, la masonería moderna ha puesto el énfasis en lo que se llama EL VERBO o el LOGOS de Dios. Es decir, en un concepto más filosófico y teológicamente más amplio y universal que el Jesús como Hombre Histórico. Así el Jesús Dios es la Razón infinita o Logos cósmico, que ordena el universo con sus leyes y lo limpia de la escoria del pecado. Por eso se jura sobre el Primer Capítulo del Evangelio de san Juan. 25
Allí dice: "En el Principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios y Dios era el Verbo". O bien. En el Principio era el Logos y el Logos era con Dios y Dios era el Logos". En una interpretación más Hermética podemos decir: En el Principio era el Pensamiento, y el Pensamiento era con Dios y Dios era el Pensamiento. Hegel lo interpretaría como "En el Principio era la Razón, y la Razón era con Dios y Dios era la Razón". Así hasta Heráclito estaría de acuerdo con nosotros. Esa noción del Verbo de Dios sirve hasta para entroncar con el Bhagavad Guita, donde se nos dice que el propio Sri Krisna es la palabra AUM creadora, preservadora y destructora del universo.
A ambos lados del Venerable Maestro de los talleres masónicos puede verse un sol dorado y una blanca luna. Entre los dos símbolos se muestra 26
un gran triángulo con un ojo al centro. Ese sol y esa luna, como símbolos del padre y de la madre, aparece en los sueños del patriarca José, hijo de Jacob, en el libro del Génesis, capítulo 37, vers. 9 y 10. Y con ese mismo significado han sido puestos dentro del templo, para representar la masculinidad y la femineidad como arquetipos celestes. Y las dos columnas del templo como sus respectivas proyecciones terrestres. Si esas representaciones del sol y de la luna están dentro del templo, y con el mismo significado que en la Biblia, para qué eliminar la Biblia, que contiene la interpretación precisa del símbolo? Y prácticamente con los mismos significados se usa en el lenguaje alquímico, al cual se le agregan los metales equivalentes del oro y de la plata. Los que también se mencionan en el texto sagrado, por ejemplo, diciendo que el silencio es oro y la palabra es plata. Si se enseña que la masonería es alegórica en sus enseñanzas, ¿Por qué eliminar la Biblia, que es fuente de excelentes alegorías morales y teológicas? En realidad, si todas las logias del mundo desaparecieran por alguna catástrofe cósmica o política, y se salvara una sola Biblia, sería posible reconstituir a partir de su texto la masonería entera y sus templos, con todo su riquísimo simbolismo y enseñanza espiritual, pues la Biblia contiene el ADN de la masonería universal. Cierro esta nutrida exposición, citando un documento oficial del Gran Oriente Nacional de España, donde se afirma que la masonería española "RECONOCE Y PROCLAMA LA ARMONIA DE LOS MUNDOS, CREADA Y SOSTENIDA POR EL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO, QUE ES CAUSA ETERNA, LEY PRIMORDIAL Y SUPREMA RAZÓN DEL UNIVERSO" (Pág. 125 del Libro "Fundamentos Masónicos", leyes tradicionales y principios modernos, de Benjamín Oviedo, edición 1992, para circulación entre las logias adscritas a la Gran Logia de Chile). Tomado de: http://www.monografias.com/trabajos88/bibliacorazon-universal-templo-masonico/biblia-corazon-universaltemplo-masonico.shtml#ixzz4VN5z9dtU 27
MASONES Y DESARROLLO MODERNO EN MÉXICO Jorge Isauro Rionda Ramírez SUMARIO PRINCIPALES IDEAS: • El proyecto liberal mexicano se cuece desde tiempos de Benito Juárez en adelante, no sin encontrar continuos tropiezos al atentar contra las bases de una sociedad que hereda costumbres conservadores propias del esquema estamental. • Organizar a la sociedad mexicana no es tarea fácil, no solo porque existían básicamente dos anhelos distintos de nación y contrarios, la de los conservadores y la de los liberales, sino que la nación vivía regionalismos de fragmentación y desarticulación que parten de intereses locales liderados por caudillos, cuyas razones de movilización y disrupción son muy particulares y distintas. 30
• Los prejuicios positivistas de concebir al capitalismo como un orden natural de inspiración divina (el orden de Dios), son parte del fundamento filosófico del pensamiento liberal masónico. • El fundamento que pretenden los masones desde el siglo XVIII en Europa, es la de crear una moral contrapeso del sistema de creencias atávicas al feudalismo, propiamente el cristianismo católico, como de su orden social (la sociedad estamental por una sociedad democrática). La masonería fortalece y alienta los intereses burgueses contra la aristocracia, al paralelo que excluye y margina a los trabajadores y sus organizaciones. • En los tiempos de la postguerra la masonería deja el liberalismo radical y pasa a una ideología más heterodoxa. La intención es lograr la síntesis entre el liberalismo y la ideología social demócrata (que no es necesariamente socialista), y cuyo resultado, primeramente ecléctico, es una falacia ideológica revolucionaria, donde la revolución se institucionaliza (contradicción) en la procuración de lograr un partido político fuerte. • Propagan su ideología mediante la exotería organizando conferencias, reuniones abiertas, conferencias y todo tipo de evento social que logre ir posicionando sus valores como los legítimos, propios y adecuados a la sociedad moderna liberal. • El inicio de la secularización de las instituciones del país, iniciada por los masones va por la parte exotérica de su doctrina, donde las revistas masónicas mexicanas plantean ideales de una sociedad, más que liberal en el sentido económico, relativas a temas de cultura e ideología. • Hay implícitamente un compromiso de la masonería con la liberación del pueblo de toda forma de fanatismo, creencias y costumbres fuera del orden natural (ética) y de adicciones degenerativas, así como de relaciones serviles y de sumisión. DESARROLLO. Es bien sabido que la masonería en México es un pilar muy importante en el desarrollo económico, especialmente desde el siglo XIX. El liberalismo arriba a la nación tutelado por las logias masónicas, desde inicios de dicha centuria. 31
El proyecto liberal mexicano se cuece desde tiempos de Benito Juárez en adelante, no sin encontrar continuos tropiezos al atentar contra las bases de una sociedad que hereda costumbres conservadores propias del esquema estamental. Asimismo, organizar a la sociedad mexicana no es tarea fácil, no solo por que existían básicamente dos anhelos de nación distintos y contrarios, la de los conservadores y la de los liberales, sino que la nación vivía regionalismos de fragmentación y desarticulación que parten de intereses locales liderados por caudillos, cuyas razones de movilización y disrupción son muy particulares y distintos. Incluso, la enajenación de tierras baldías, comunales como terrenos rústicos, muchos de ellos propiedad de la Iglesia católica (al menos el 50%), y otras más de pueblos indígenas, para soportar en un régimen de propiedad privada el despegue del capitalismo en el país, es causa principal del resentimiento campesino en el sur del país por el empobrecimiento y la enorme desigualdad que se gesta entre campesinos indígenas desposeídos, y hacendados terratenientes latifundistas, cuyas riquezas crecen agigantadamente de 1880 a 1910. Si en la Reforma promovida por Benito Juárez se hubiera concebido el cambio de propiedad sin afectar a los campesinos indígenas y repartiendo entre los mismos los enajenados a la Iglesia católica, y no dándoseles a los Hacendados, muy posiblemente el ascenso al capitalismo nacional hubiera sido por un camino menos tortuoso para la sociedad mexicana. Pero en la historia los “hubiera” no existen. Los prejuicios positivistas de concebir al capitalismo como un orden natural de inspiración divina (el orden de Dios), son parte del fundamento filosófico del pensamiento liberal. El exacerbado naturalismo propio del positivismo, son inspiración de tesis evolucionistas tales como la eugenesia social o darwinismo social. Donde el tema racial es un juicio importante para explicar el éxito o atraso de las naciones. Se afirma que las logias masonas en su seno guardan creencias racistas y de exclusión social puesto que sus miembros debían ser caucásicos y mínimo de clase media, con un alto nivel de instrucción. Afirmación que se cuestiona cuando se veía que el mismo Benito Juárez era de origen indígena y humilde. Al parecer, la hermandad en un país de mestizos no hereda los prejuicios de las 32
logias europeas. Lo que sí es bien sabido es que un pilar fundamental para ingresar a la logia es el ser liberal en estricto sentido. La razón o fundamento que pretenden los masones desde el siglo XVIII en Europa, es la de crear una moral contrapeso del sistema de creencias atávicas al feudalismo, propiamente el cristianismo católico, como de su orden social (la sociedad estamental por una sociedad democrática). Cambiar los juicios de secularización e igualdad entre los hombres frente al absolutismo feudal. La intensión es el debilitamiento de toda forma de gobierno despótico, absolutista y, aunque el término es más moderno, fascista. La formulación del pensamiento liberal, positivista es basamento para una nueva ética donde el Estado, como sujeto económico, cambia su papel, como la organización social del trabajo y la producción. Qué mejor expresión de esto que el libro de Adam Smith “La riqueza de las naciones” publicado en 1776, mismo año de la independencia de las colonias inglesas norteamericanas para formar los EE.UU. La revolución francesa (1789) parte de la idealidad liberal relativa a la igualdad social y la tolerancia de creencias y credo. Es de hecho la primer revolución de corte liberal en el mundo, y hay quien afirma que es donde inician los llamados tiempos modernos, que más bien es la caída de un régimen de regulación despótico eclesiástico por el nuevo régimen de regulación liberal laico. La masonería fortalece y alienta los intereses burgueses contra la aristocracia, al paralelo que excluye y margina a los trabajadores y sus organizaciones. Pronto enfrentan una grave contradicción puesto que el sustento de la democracia es la totalidad del pueblo, quien no se manifiesta ni liberal ni demócrata cuando éste se sume en la ignorancia y la ignominia. Por ello, los masones ven la necesidad de tomar las riendas de la educación laica, democrática y gratuita para ilustrar al pueblo y que con ello, este cause la formulación de una sociedad democrática y justa (Urías, 2007; 171). La masonería pronto gesta la llamada derecha mexicana, cuyo pensamiento liberal y democrático legitima el orden capitalista burgués, en sociedades donde la educación entre líneas debe ser garante del propio sistema, y crear la ética y valores propios que legitimen el régimen de explotación. Chocan directamente con la Iglesia Católica quien es la principal institución de las sociedades estamentales despóticas, como la responsable de la educación y 33
moralización del pueblo trabajador. La secularización es por ello, una labor educativa que la masonería procura para debilitar el servilismo que la sociedad da al Clero. En el Artículo tercero de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos queda velado el interés por arrebatarle a la Iglesia la batuta de la educación de los mexicanos, y los ministerios de educación de entonces que forma la actual SEP, enarbolan el proyecto liberal de gestar una sociedad libre y democrática, donde el poder lo ostenta la burguesía. El sinarquismo, como respuesta de los grupos conservadores del país, adeptos y seguidores de la Iglesia Católica, ven como sacrílego el pensamiento liberal que atenta contra hasta entonces la intocable investidura eclesiástica. Movimiento contestatario que se encona en 1926 a efecto de la guerra cristera en el país. Paralelo, pronto los movimientos socialdemócratas fortalecidos por la revolución mexicana y las organizaciones obreras, así como del corporativismo estatal post revolucionario, obligan a los masones a acotar su pensamiento liberal por simpatizar con razones propias de los trabajadores, sus intereses y sus organizaciones sindicales. Las logias masónicas son espacios de “parapolítica”, laboratorios que gestan nuevos modelos de asociación que promueve orientaciones en pro del orden procurado, dados los antagonismos existentes que causan los protagonismos sociales. Parte de planteamientos individualistas basados en la conciencia del hombre moderno y de su libertad, a formulaciones corporativistas de colectividades que conforman los grupos políticos del país. Son alianza cívica que une a masones con protestantes, y personas de otro sistema de creencias, bajo la bandera de libertad, en contra de las instituciones eclesiásticas, en la procuración de poder erigir la modernización y la secularización de la sociedad y la economía de la nación desde mediados del siglo XIX. Aunque es muy aventurado afirmar el papel que tiene la masonería en la conformación de la sociedad moderna mexicana (Bastian, 1990; 439 – 460), no obstante existen algunas evidencias que se pueden obtener de ediciones hechas por los propios masones (Mateos, 1972; Navarrete, 1962 y Martínez, 1967). Con Porfirio Díaz, el Estado incorpora y controla a las logias masónicas gracias a la Gran Dieta Simbólica de los Estados Unidos Mexicanos, encabezada por Díaz. No obstante surgen otras logias fuera de este control, muchas de ellas 34
subversivas a la dictadura de éste, y en la procuración del aliciente democrático, tal como lo es Francisco I, Madero y sus seguidores. Desde luego, el pensamiento masónico tuvo una gran influencia en la vertiente ideológica revolucionaria, la cual deja de mella en artículos tan fundamentales como el 3º, 27º y 123 Artículo constitucional. De 1872 a 1911 el pensamiento liberal se funde con intereses de asociación, especialmente en la provincia mexicana y alienta sentimientos contra el despotismo, más aún desde 1880 contra la dictadura. La burguesía provinciana se confabula contra el régimen mediante la formación de logias locales. Irónicamente las logias controladas por el Estado mediante la Gran Dieta Simbólica, se enfrenta contra las logias no alineadas de provincia, así se ven enfrentados Porfirio Díaz, Francisco I. Madero, Victoriano Huerta y otros tantos personajes en la contienda revolucionaria. En 1817 muchos de los constitucionalistas son masones. Presidentes post revolucionarios también pertenecen a esta cofradía tales como Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Lázaro Cárdenas. En tiempos posteriores es el caso de Ernesto Zedillo Ponce de León. Dos componentes simbólicos de la masonería de conjugan para crear los emblemas de la revolución mexicana, en tiempos post revolucionarios: el esoterismo y el exoterismo. El esoterismo enarbola el arte y las corrientes ideológicas que deben seguirse en la búsqueda de legitimar el nuevo régimen, y donde se fijó un pretérito a la desigualdad y la injusticia, donde implícitamente se erige y admite lo nuevo y moderno como efecto del sacrificio revolucionario y como condición históricamente consecuente, mejor y superior a la prevaleciente antes de 1910. El misticismo es el indigenismo, el campesinismo y el nacionalismo exacerbado, mítico, y folclórico. En lo exotérico, el régimen se proyecta ante el pueblo como fundamento del orden, la paz, la igualdad y la justicia. Se crea una cultura revolucionaria, y el arte es el instrumento de la manipulación ético y estética de la memoria histórica en la mitificación y fetichización de la revolución mexicana, y el carácter modernizador y “democrático” de los gobiernos post revolucionarios, donde la intensión no es propiamente la legitimación sino el corporativismo, la identidad y la imagen. 35
Así con ello, se tiene que aún la ruptura entre las logias alineadas a la dictadura, y las logias que procuran el anhelo democrático, en la fase post revolucionaria vuelven a volverse un cuerpo consistente, como instrumento de control, asociación y comunión ideológica, donde la derecha mexicana obtiene un bastión importante que le da fuerza. Por otra parte, el efecto de la revolución mexicana en la masonería es la adopción de nuevas corrientes ideológicas donde la ortodoxia liberal queda en el pasado. La intención es lograr la síntesis entre el liberalismo y la ideología social demócrata (que no es necesariamente socialista), y cuyo resultado, primeramente ecléctico, es una falacia ideológica revolucionaria, donde la revolución se institucionaliza (contradicción) en la procuración de lograr un partido político fuerte. Más adelante logrará recomponer la ideología social demócrata en la procuración de los derechos de libertad laboral y no en materia de justicia en el reparto económico, así, la social democracia en México, pronto se aleja de la social democracia europea, más de corte socialista que en la procuración de derechos y prestaciones laborales. Con ello, el movimiento obrero nacional, desideologizado, procura patentar y ganar prestaciones y derechos laborales en términos de libertad laboral y salario, en sí, de la formalización e institucionalización de la proletarización en México y la formulación de sindicatos, como fórmulas de control corporativista del Estado, y clientelismo político. Es por ello quien dice que la izquierda en México realmente no encuentra su acomodo en la socialdemocracia del país. Por otra parte, la educación socialista posterior, confunde la ideología auténticamente socialista, con una cultura laborista pro capitalista. No obstante, la heterodoxia ideológica lograra hacia dentro de las logias una apertura y tolerancia que deja de lado los apasionamientos políticos y los fanatismos por una cultura democrática basada en la libertad de pensamiento y la democracia. Por ello es que los masones, fundadores de la derecha mexicana no llegan a las expresiones de radicalización como lo hacen los ulteriores grupos de ultraderecha. Incluso se puede sostener que los masones coquetean con ideologías de centro - izquierda y de centro - derecha, moderadas y poco beligerantes. La organización masónica emerge como una nueva moral política en la procuración de la secularización de la vida social y pública del país, así como en la procuración de una espiritualidad del pueblo mexicano más diversa. Las 36
logias finalmente fueron casas de entrenamiento donde se prepara a las nuevas clases políticas del país y se adoctrina con base a las tesis del liberalismo clásico, casas de contratación, pronto ocupan los principales puestos públicos del país donde el baluarte es la laicidad espiritual, le secularización, el amor al trabajo y el espíritu empresarial. Mediante los ritos masónicos surge la sacralización del poder político y la legitimación del mismo mediante la promoción donde el simbolismo masónico establece las jerarquías del poder en el Estado mexicano moderno. Se trata de una ingeniería social que trata de forjar una sociedad cuya ideología y ética se rija bajo los baluartes liberales, propios y propicios para el capitalismo industrial, y necesarios para dar las bases valorales de una sociedad católica que no ve con buenos ojos la avaricia, el trabajo, el lucro, entre otras prácticas que son fundamento del sistema de acumulación excedentaria. La masonería por otra parte no admite la mediocridad, el servilismo, la sumisión, la obediencia, ni la falta de convicciones. Por ello, rechaza de entre sus miembros a miserables, analfabetas y personas con bajo nivel de instrucción y capacidad laboral. Admite a las clases medias, integrada por empresarios, profesionistas, políticos, cuyo rol social es destacable ante el resto de la población sumisa, que solo reproduce el sistema y es incapaz de reinventarlo. La naturaleza de la masonería es doble: excluyente con las personas que considera no están en posibilidad de transformar la sociedad, tal como son los indígenas, extranjeros, mujeres y menores de edad, así como poblaciones que son sujetas de “perversiones” que consideran fuera del orden natural, tal como homosexuales, lisiados y minusválidos. O vicios degenerativos como el alcoholismo y los narcodependientes. Son por otra parte incluyentes de clases que son ilustres, destacados empresarios e intelectuales, reconociéndoles como la población que tiene en sus manos la capacidad de transformar a la sociedad. La educación es el tema central de su atención en el gobierno, no se olvide que finalmente el pensamiento liberal como el positivista tiene por raíz la cosmovisión idealista desde Kant hasta Hegel. Sostienen que el hombre es consciente, inteligente, moral, sabio y libre de elegir, por lo que es el artífice de su propio destino. Por ello no cuestionan la desigualdad social como una expresión de injusticia, sino que la ven como parte de un orden natural donde cada quien, al ser libre y saber lo que le conviene o no, es responsable de su situación. Para los masones, como para los liberales, los humildes como los ricos son responsables de situación. No hay injusticia alguna. 37
La diferencia estriba entre humildes y ricos en su base valoral. Por ello, la educación es el medio de forjar conciencias, por lo que le designan un papel central en la tarea de gobierno. Los regímenes post revolucionarios, liderados por los masones, dan a la educación un peso fundamental en materia del papel del Estado. Distinto a la visión liberal, el Estado según los masones debe procurar la debida orientación valoral de la sociedad, por lo que adquiere un papel de educador. La formación de un masón lleva básicamente una dualidad inseparable, la formación del Hombre en cuanto su formación teológica como ontológica, de libre pensamiento y en procuración de la igualdad; y la formación cívica, donde el respeto al orden, a las instituciones, como la forja de las mismas, son misión del hombre como ente social. Las voluntades polacas entonces obedecen a esta visión de la civilización bajo el orden natural, donde los hombres deben adquirir conciencia y ética de lo natural, viendo a lo natural como una práctica despreciable, enferma, degenerativa y reprobable. Esa es la nueva moral de la masonería. En ello la cuestión simbólica es esencial, de donde parte el fundamento esotérico de su cosmovisión y la relación ético-religioso y teológico de su filosofía. La esotería de los masones es efecto de la libertad de pensamiento que sustentan donde se admite que el ser humano, aún desconoce mucho de la obra de Dios, y admite que existen áreas de ignorancia que deben ser consideradas como tierra virgen de nuevo conocimiento. Exploran la astrología, la numerología, incluso la magia y la brujería son materia de su interés. Propagan su ideología mediante la exotería organizando conferencias, reuniones abiertas, conferencias y todo tipo de evento social que logre ir posicionando sus valores como los legítimos, propios y adecuados a la sociedad moderna liberal. No importa la filiación ideológica sino la convicción que es un pilar importante dentro de su formación. Bien se trate de liberales, socialistas, anarquistas, sinarquistas, religiones distintas, paganismos, laicismos, ateos y agnósticos, como panteistas. Esoterismo formativo como exoterismo educador, son ante todo posturas de concientización y secularización. Búsquedas de implantar la nueva moral más de corte iconoclasta que católica, las logias protestantes siguen la línea yorkina y las católicas la escocesa. Nuevas logias surgen llamadas indígenas que tratan 38
de incorporar cosmovisiones locales a la visión occidental del masón y su orden, no obstante, las logias finalmente pretenden el poder como medio para la concientización, donde la finalidad es procurar el orden natural establecido por el arquitecto universal. Coadyuvar con la obra de Dios. El inicio de la secularización de las instituciones del país, iniciada por los masones va por la parte exotérica de su doctrina, donde las revistas masónicas mexicanas plantean ideales de una sociedad, más que liberal en el sentido económico, relativas a temas de cultura e ideología. Arriban con la revolución del pensamiento antropológico donde la transformación racial de la población, propiamente étnica, donde el interés central estriba en forjar una nueva sociedad de hombres libre pensadores, moralmente regenerada, físicamente superior a las generaciones anteriores y con valores cívicos, urbanos y de civilidad que fundan una nueva ciudadanía (Revista Ariel Monterrey, 1933, 15 de mayo; 1). Hay implícitamente un compromiso de la masonería con la liberación del pueblo de toda forma de fanatismo, creencias y costumbres fuera del orden natural (ética) y de adicciones degenerativas, así como de relaciones serviles y de sumisión. La liberalización del pueblo donde el fundamento principal es la reorganización de la vida pública, tan pregonada por Plutarco Elías Calles en sus discursos, sobre las bases de una depuración progresiva pero radical de nuestras costumbres y prácticas políticas (Manjarrez, 1931 diciembre; 45, citado por Urías, 2007; 176 – 177). En esta nueva corriente relativa a la revolución antropológica sustentan la existencia de leyes evolutivas, lo que es el marco teórico que usan para explicar el atraso de los indígenas en el país. Entre líneas desde luego se deja ver el pensamiento de Herbert Spencer, el darwinismo social y la eugenesia social. Por ello, el indígena es considerado por los masones como inferior, lo que explica que no puede ingresar a la hermandad, así como los menesterosos. El rival inmediato que enfrentan en su tarea de secularización de la vida pública y política del país, mediante la exotería masónica que debe inscribirse en los programas de educación pública del país, es necesariamente la Iglesia católica, tradicional educadora de las principales clases socio económicas del país, quien ya ha podido establecer una conciencia ciudadana donde las fundamentaciones ético católicas rigen la vida social de los mexicanos. Consideran la obra de esta Iglesia como un engaño a la conciencia del Hombre y su enajenación a una relación servil del pueblo a la misma, mediante el 39
fanatismo,el dogma y la promoción de la ignorancia. Por ello, la redención espiritual del Hombre libre debe partir de la lucha contra toda forma de fanatismo, servidumbre e ignorancia o engaño religioso. De donde nazca la moral laica donde el nuevo compuesto valoral sea el propio del pensamiento iconoclasta protestante, tal como el amor al trabajo, la educación e instrucción científica, la procuración de la verdad objetiva, o los buenos hábitos tales como el ahorro y la disciplina. A esto se le nombra la propuesta masónica con base a la eugenesia social de una modernizadora regeneración social. Surge por ello la Sociedad Eugénica Mexicana, organización compuesta por la hermandad. El fundador de la Sociedad Eugénica Mexicana es el Dr. Alfredo Saavedra. Mediante esta organización se establece un abierto vínculo entre la masonería y los eugenesistas. La organización de la sociedad moderna mexicana debe partir de un orden donde el corporativismo es el medio por el cual el Estado puede descansar en fórmulas sindicales y cooperativas que parten de una visión positivista del método y el sistema. Asimismo, los eugenesistas ven una especialización y división social del trabajo con base, principalmente, al género. Las mujeres deben formar hogares perfectos y funcionales, integrados y armoniosos, donde la moral es la guía de la convivencia. Así, la masonería, casada con una ideología eugenista, inicia de 1920 a 1945 un programa de ingeniería social acorde a sus prejuicios exotéricos neopositivistas, eugenesitas, racistas y machistas. CONCLUSIÓN. El proyecto de construcción social de los masones en México propone una sociedad cuya ética es propia del pensamiento protestante liberal. El cientismo y el liberalismo, así como la noción del método y el sistema, rigen la disciplina de su pensamiento neopositivista, donde heredan prejuicios de raza, género, condición social e intolerancia de credo implícitos en su protagonismo como fundadores de la derecha en el país. La pretendida secularización y su abierta beligerancia contra la Iglesia católica les enfrentará como fuerza política no solo en 1926, con la guerra cristera en el occidente de México, sino posteriormente a partir de los años 60 donde alianzas cívicas y otras fraternidades cuyo pensamiento es el estamentario católico, con las mismas estrategias les hacen frente (MURO, Yunques, y tantas más). 40
Cofradías que contrariamente procuran la evangelización de las instituciones, como de la vida pública y social de la nación, y con un pensamiento atávico al siglo XVI, oscurantista, dogmático, fanático, acientista, teológico religioso e intolerante. Donde los prejuicios de los masones se reproducen con otras expresiones o fundamentaciones. Intolerantes a los homosexuales, machistas, cerrados a la verdad y a la ciencia, tradicionalistas y fervientes de las “buenas costumbres”, todos ellos de doble moral, como de moral torcida, castradores de la sexualidad humana, donde la caridad suple a la justicia y la bondad es el fundamento de la convivencia humana. Mojigatos, racistas, pro capitalistas, fundan la ultraderecha del país, donde evidentemente las inconsistencias de su pensamiento son graves y profundas. FUENTES BIBLIOGRÁFICAS: 1. BASTIAN, Jean – Pierre (1990) “Una ausencia notoria: la francmasonería en la historiografía mexicanista”, en Historia Mexicana. Colegio de México. Vol. XLIV, Núm. 3, enero – marzo 1995. México. 2. MANJARREZ, Froilán (1931, diciembre) “El sentido de la política y la masonería” en Revista Cronos. Año 2. Tomo III. México. 3. MARTÍNEZ Zaldúa, Ramón (1967) Historia de la masonería en Hispanoamérica. B. Costa-Amic Editor. 2ª. Edición. México. 4. MATEOS, José María (1972) Historia de la masonería en México desde 1806 hasta 1884, s.e. México. 5. NAVARRETE, Félix (1962) La masonería en la historia y las leyes de Méjico. Jus. 2ª. Edición. México. 6. URÍAS Horcasitas, Beatriz (2007) “La masonería: un portavoz de la revolución antropológica” en Historias secretas del racismo en México (1920 – 1950). Colección de Historia. TiempoTusQuetsEditores. México. Páginas 264. FUENTE HEMEROGRÁFICAS: 1. REVISTA ARIEL MONTERREY (1933, 15 de mayo) “La crisis moral tiende a desaparecer”. Núm. 33. Año 4, 2ª época. Núm. 117. México. P. 1. Tomado de la Revista:
Vol. 8 Número 20, Agosto 2016
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La masonería, la represión anticatólica y la rebelión armada de los cristeros en México (I) Alex Rosal Una revuelta popular que no contó con líderes, ni fue auspiciada por políticos, banqueros o eclesiásticos. Una acción que no recabó ayudas de otros países ni tuvo el apoyo de lobbys o grupos de presión. Alex Rosal
Algo muy grave pasó en el México de 1926 para que 20.000 campesinos dejaran sus familias y se echarán al monte sin dinero, armas y organización militar para hacer la guerra a un ejército de 80.000 hombres, con buenas pagas, profesional y armado hasta los dientes. Un verdadero suicidio. Una revuelta popular que no contó con líderes, ni fue auspiciada por políticos, banqueros o eclesiásticos. Una acción que no recabó ayudas de otros países ni tuvo el apoyo de lobbys o grupos de presión. Un levantamiento que no fue preparado ni pensado con cálculos humanos. Un movimiento espontáneo surgido del pueblo que dijo “¡Basta ya!” a los atropellos continuados del poder político. Una epopeya heroica y 42
desesperada por defender las propias convicciones y creencias católicas, ante unos políticos empeñados en arrasarlas con enseñamiento y mala fe. Nada de ello se puede entender sin la acción de la masonería, que en México ha sido más transparente e influyente que en ningún otro país, ostentando un amplísimo poder durante más de un siglo. Ya lo decía en Presidente mexicano Portes Gil en 1929: “En México, el Estado y la masonería son una misma cosa”. En aquella época era raro, raro o muy raro que ministros, gobernadores, senadores, diputados u otros cargos de responsabilidad pública no fueran masones. El propio Portes Gil fue Gran Maestre, lo mismo que el Presidente Ortiz Rubio. Y masonería y catolicismo, ya se sabe, son antagónicas. “La lucha es eterna. La lucha se inició hace veinte siglos”, proclamaba en público Portes Gil. Por eso no es de extrañar que desde la independencia de México en 1824 y hasta mediados del siglo veinte, prácticamente todos sus presidentes tuvieran en común una afinidad o pertenencia a la masonería, unido a una feroz legislación anticatólica. Comienza la persecución religiosa Al hacerse con el poder el indio zapoteca Benito Juárez en 1855 –que aprendió a leer y escribir gracias a un lego carmelita, e incluso se postuló como novicio, se da el pistoletazo de salida a la persecución oficial de la Iglesia desde el Estado mexicano. La Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma de 1859 son toda una declaración de intenciones: se suprimen las órdenes religiosas, se confiscan los bienes de la Iglesia y se secularizan cementerios, hospitales y centros de caridad. Además, se intenta crear una Iglesia cismática, llamada “Iglesia mexicana”, separada de Roma y de sus obispos, y controlada directamente por el poder político. A Juárez le sustituye en el poder Lerdo de Tejada (1872-76), que habiendo sido seminarista en su juventud sigue la estela de su predecesor en eso de ensañarse con la Iglesia: expulsa del país a las Hijas de la Caridad que atendían diariamente a más de 15.000 pobres y mendigos, y mantiene con firmeza todas las leyes anticatólicas. Resultado: miles de campesinos se alzan en armas contra el Gobierno por un periodo de tres años. Se les llamó Religioneros, y son los precursores de los Cristeros. El también ex seminarista Porfirio Díaz se hizo con el poder tras una violenta revolución armada y permaneció en él por un periodo de treinta años (1877-1910). Aunque fue más tolerante con la Iglesia no reformó ninguna ley anticatólica e impulsó una educación de corte antirreligiosa. El general Venustiano Carranza inicia una nueva revolución que le llevará a la Presidencia de la República (1916-20). 43
Su gobierno destacará por impulsar una nueva persecución contra la Iglesia. Su ejército, de camino al poder, se hace notar por sus tropelías: quema de iglesias, múltiples robos y violaciones, secuestro de sacerdotes y monjas… Según el sacerdote e historiador navarro José María Iraburu “todavía hoy en México carrancear significa robar, y un atropellador es un carrancista”. Pero lo más curioso del “pontificado” político de Carranza fue la actitud de sus gobernadores con respecto a la religión: imponían en sus Estados unas leyes más propias de Groucho Marx que de un político con un par de dedos de frente. A saber: ningún sacerdote podía administrar legalmente el sacramento de la penitencia, salvo a los moribundos, para lo cual se solicitaba la presencia de un empleado del Gobierno con el fin de que escuchara, junto al sacerdote, la confesión del enfermo, que debía decir sus pecados en voz alta. Más: se prohibía la celebración de la Eucaristía durante la semana y se permitía la del domingo siempre y cuando se dieran una serie de requisitos, siempre subjetivos y a merced del Gobernador de turno. Sin embargo, en los funerales era ilegal oficiar la Misa, así como conservar el agua de las pilas bautismales.
Porfirio Díaz
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Con Carranza en el poder el Estado mexicano se asienta en su orientación anticristiana al promulgar la Constitución de 1917 que imponía lo siguiente: educación laica obligatoria; reafirmación en la confiscación de todos los bienes de la Iglesia; prohibición de colegios religiosos, obispados, seminarios o conventos, así como la existencia de órdenes religiosas. Estaba prohibido proclamar el Evangelio u oficiar cualquier acto religioso fuera de los templos o de las casas particulares. El gobierno del General Obregón (1920-24) es continuador de la política de Carranza en su inquina antirreligiosa manteniendo el espíritu y la letra de la Constitución de 1917. Un miembro de su Gabinete tuvo la ocurrencia de poner una bomba al pie del altar de la Virgen de Guadalupe, sin lograr el resultado de que saltará la imagen en mil pedazos –el cuadro quedó milagrosamente intacto-, además de expulsar del país al Delegado apostólico del Papa en México. “El enemigo número uno de los católicos”
Plutarco Elías Calles.
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Pero quién da una vuelta más a la tuerca de la persecución religiosa y se abandera como “el enemigo número uno” de los católicos será el general Plutarco Elías Calles (1924-29), más conocido como “Calles”. Reforma el Código Penal en la llamada “Ley Calles 1926” para expulsar a todos los sacerdotes católicos extranjeros y sancionar con multas o penas de cárcel a los que enseñen religión, vistan de sotana o traje talar, y proclamen públicamente el Evangelio. A ello se suma la reinstauración de la Iglesia cismática de México, que controlará directamente Calles. Al igual que con Carranza, los gobernadores de Estado de Calles estarán prestos a seguir la política antirreligiosa del Presidente instaurando en sus territorios leyes curiosas, como la del gobernador de Tabasco, que exigirá al clero casarse para continuar con su labor pastoral, o la del gobernador de Chiapas, que amenaza con encerrar en cárceles y manicomios a todo sacerdote que no tenga autorización legal para ejercer su función. Fue la gota que derramó el vaso de la paciencia de los obispos mexicanos. De forma unánime, el episcopado publica una Carta Pastoral que era todo un aviso para navegantes: “Trabajaremos para que el Decreto y los artículos antirreligiosos de la Constitución sean reformados. Y no cejaremos hasta verlo conseguido”. La contestación del Presidente Calles tampoco se queda corta: “Nos hemos limitado a hacer cumplir las leyes que existen, una desde el tiempo de la Reforma, hace más de medio siglo, y otra desde 1917… Naturalmente que mi Gobierno no piensa siquiera suavizar las reformas y adicciones al código penal”. El episcopado replica a las palabras de Calles, y con la autorización del Vaticano, “ordena la suspensión del culto público en toda la República”. Los templos se cierran, se suspenden las Eucaristías y los sagrarios se quedan vacíos… El pueblo se queda sin sacramentos. Calles, encolerizado, ordena la expulsión de doce obispos del país, entre ellos el Arzobispo de México. La tragedia se intuye. El levantamiento popular está cerca… Alex Rosal. Tomado de: http://www.u.arizona.edu/~aversa/modernism/cristeros.html
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La masonería, la represión anticatólica y la rebelión armada de los cristeros en México ( II) Álex Rosal Para sorpresa de todos, la comisión eclesial encargada de negociar, contraviniendo las instrucciones dadas por el Vaticano, prescinde de la opinión y consejo del episcopado mexicano, así como de los líderes cristeros. ¿Qué logró la Iglesia a cambio? Poco, muy poco (Álex Rosal).
El mayor error que pudo cometer el Gobierno de Calles fue creer que la Iglesia en México estaba compuesta por beatas, ancianos y niños. Los asesores del Presidente mexicano le convencieron de la debilidad del cuerpo eclesial y de la falta de reacción del pueblo si forzaba a suspender el culto, logrando que los católicos se quedaran sin Eucaristía y sacramentos, y con los templos e iglesias cerrados a cal y canto. ¡Qué gran metedura de pata! El mexicano de a pie se revolvió contra la enésima cacicada del poder y adoptó rápidamente el grito de “¡Viva Cristo Rey!” como santo y seña de un malestar que tocaba a lo más íntimo de su ser. De forma espontánea, los tenderos colocan a la entrada de sus establecimientos carteles con el rótulo de ¡Viva Cristo Rey!, en claro desafío hacia el poder, y muchas familias hacen lo propio en sus balcones… El ambiente se caldea y los asesinatos selectivos llaman a la puerta. A un anciano de la ciudad de Puebla le vuelan la cabeza por el grave delito de poner a la entrada de su tienda el citado lema “subversivo”. En Chachihuites, al párroco y a otros tres 47
seglares les dan el paseo reglamentario. Muchos campesinos intuyen lo que se avecina y comienzan a recolectar hachas, machetes y viejas escopetas para alzarse en armas contra un ejército de 80.000 hombres, perfectamente jerarquizado y con abundante munición. Una locura. Entre agosto y diciembre de 1926 se producirán 64 alzamientos armados, sin conexión alguna entre ellos; todo espontáneo. Poco a poco se crea un movimiento cristero algo más organizado que llegará a contar con 30.000 hombres. Sin dinero ni armas, los campesinos cristeros, con una estrategia de guerra de guerrillas, van arrinconando al ejército de Calles y se hacen fuertes en buena parte del país. La Iglesia ante el alzamiento armado Pero, ¿y qué posición adopta la Iglesia ante alzamiento armado de estos católicos campesinos? El episcopado mexicano declara de forma unánime que “el movimiento cristero es lícito, laudable, meritorio y de legítima defensa armada”. Los obispos dejan claro que no tienen nada que ver con el alzamiento armado, pero, a su vez, manifiestan que “hay circunstancias en la vida de los pueblos en que es lícito a los ciudadanos defender por las armas los derechos legítimos que en vano han procurado poner a salvo por medios pacíficos”. El movimiento cristero se consolida y a mediados de 1928 alcanza la cifra de 25.000 hombres medianamente armados. “No podían ser vencidos –escribirá el historiador Meyer-, lo cual constituía una gran victoria; pero el Gobierno, sostenido por la fuerza norteamericana, no parecía a punto de caer”. El mismo parecer tiene el sacerdote e historiador navarro José María Iraburu: “A mediados de 1929 se veía claramente que, al menos a corto plazo, ni unos ni otros podían vencer. Sin embargo, en este empate había una gran diferencia: en tanto que los cristeros estaban dispuestos a seguir luchando el tiempo que fuera necesario hasta obtener la derogación de las leyes que perseguían a la Iglesia, el Gobierno, viéndose en bancarrota tanto en economía como en prestigio ante las naciones, tenía extremada urgencia de terminar el conflicto cuanto antes. Eran, pues, éstas unas favorables condiciones para negociar el reconocimiento de los derechos de la Iglesia…”. Ante esta situación se abre un debate en el episcopado mexicano sobre la licitud o no de seguir amparando moralmente al movimiento cristero. Los obispos ya habían considerado que la rebelión armada de los campesinos era lícita al “haber respondido a una causa grave y haberse agotado todos los medios pacíficos”. Sin embargo, una parte sustancial de los prelados consideran que la doctrina tradicional de la Iglesia señala también que la rebelión armada, transcurridos ya 48
tres años de guerra, no podía considerarse aceptable “si la violencia empleada produce males mayores que los que se pretenden remediar, y que el alzamiento armado no tuviera probabilidades de éxito”.
Los “arreglos” entre la Iglesia y el Gobierno Así las cosas, la Santa Sede decide intervenir señalando que “los obispos deben abstenerse de apoyar la acción armada de los cristeros y permanecer fuera de todo partido político”. A continuación, nombra a una comisión para que negocie con el Gobierno el fin de la guerra. Encabezada por monseñor Ruiz y Flores, estaba compuesta por el obispo Díaz y Barreto, probablemente el único obispo mexicano que había mostrado un decidido empeño en pactar con el Gobierno. Como asesores se encontraban el sacerdote estadounidense Parsons y el padre jesuita Walsh. Para sorpresa de todos, la comisión eclesial encargada de negociar, contraviniendo las instrucciones dadas por el Vaticano, prescinde de la opinión y consejo del episcopado mexicano, así como de los líderes cristeros. Resultado: los representantes de la Iglesia llegan a un acuerdo con el Gobierno para poner fin a la guerra cristera, sin lograr que los políticos derogaran las leyes vigentes que habían provocado el alzamiento armado, y sin obtener garantías escritas para salvaguardar la vida de los cristeros. ¿Qué logró la Iglesia a cambio? Poco, muy poco. Tan sólo “arrancó” de los gobernantes unas vagas palabras de conciliación y buena amistad, y que se aplicarán las leyes vigentes “sin 49
tendencia sectaria y sin perjuicio alguno”. Muchos se preguntaron, ¿para eso han muerto 30.000 cristeros? Nueva represión gubernamental El jefe supremo de los cristeros, el general Jesús Degollado Guízar, como fiel hijo de la Iglesia, obedeció las instrucciones de los prelados y mandó desarbolar el movimiento armado, licenciando a sus tropas con un último discurso: “La Guardia Nacional (cristeros) desaparece, no vencida por nuestros enemigos, sino, en realidad, abandonada por aquellos que debían recibir, los primeros, el fruto valioso de sus sacrificios y abnegación. ¡Ave, Cristo! Los que por Ti vamos a la humillación, al destierro, tal vez a la muerte gloriosa, víctimas de nuestros enemigos, con el más fervoroso de nuestros amores, te saludamos y, una vez más, te aclamamos: Rey de nuestra Patria. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Santa María de Guadalupe! Dios, Patria y Libertad”. Eran palabras premonitorias. A los pocos días se iniciaba la represión contra los cristeros. En unos meses 1.500 serían asesinados fríamente, de los cuáles 500 ostentaban el rango de teniente al de general. Murieron más líderes cristeros tras la firma de los famosos “arreglos” que en los combates. “Nos engañaron”, declarará con amargura el obispo Díaz años más tarde. Y monseñor Ruiz y Flores, firmante del acuerdo, “lloró de verdad cuando se vio burlado, cuando miró el fracaso de aquellos Arreglos”, cuenta el padre Ochoa. “Yo mismo he visto llorar al Papa Pío XI –escribirá el cardenal Boggianicuando trata el asunto de los arreglos en México”. El movimiento cristero llega a su fin. Se cerraba así una de las páginas más gloriosas e idealistas del siglo pasado. Miles de hombres, unidos a sus familias, con mucho que perder y poco que ganar, se habían alzado en armas contra un régimen totalitario para defender su fe cristiana, conscientes de que hacían la voluntad de Dios. Habían desafiado la muerte, la persecución y la pobreza por un ideal. ¿Valió la pena? El México de hoy, sobre todo a nivel eclesial y político, no se puede entender sin el alzamiento de los cristeros. Álex Rosal Tomado de: http://www.u.arizona.edu/~aversa/modernism/cristeros.html 50
HISTORIA DE LA MASONERIA MEXICANA (Una aproximación histórica)
Orígenes: Los orígenes de la masonería en México se remontan a finales del siglo XVIII, cuando llegaron a nuestro país un nutrido número de súbditos franceses de la corte del Virrey, algunos escapando de la represión europea contra los jacobinos. No pocos habían estado previamente en Inglaterra, en contacto con las logias británicas. La Inquisición detuvo a Juan Laussel, cocinero del Virrey, y por sus confesiones se supo que en la relojería de Juan Estrada Laroche había conocido al Dr. Durrey y a los peluqueros Lulie y Du Roy, identificándolos “por las señas estatuidas por la fraternidad”. Con ellos, según se dijo, llegó a celebrar el solsticio de verano de 1791. La primera logia formal, sin embargo, la fundó Enrique Muñiz en la casa No.5 de la calle de las Ratas (ahora Bolívar núm.73), en la ciudad de México, domicilio del regidor Manuel Luyando. Época insurgente y Primer Imperio: En 1812 Ramón Cerdeña y Gallardo, el canónigo más antiguo de la catedral de 51
Guadalajara, fundó en la ciudad de Xalapa la logia “Caballeros Racionales”, lo que le valió ser procesado por el Santo Oficio. En sus declaraciones afirmó haber sido inducido por Vicente Acuña, un agente de la Sociedad de Americanos fundada en España por el argentino Carlos Alveras. Las primeras logias mexicanas no fueron sino una transferencia de las logias españolas, y su principal tendencia fue la política, ostensible entre los militares y los políticos emigrados. Hacia 1817 se fundaron las logias “Arquitectura Moral” en la capital de la Nueva España, “Amigos Reunidos núm. 8” y “Reunión de la Virtud No. 9” en Campeche, con patentes de Luisiana. En 1821, a la llegada del último virrey, Don Juan O’Donojú, el Dr. Manuel Codorniú estabelció la Logia “El Sol”, cuyo objetivo era sostener el Plan de Iguala y excluir al clero de toda intervención en la educación. En 1823 el Gral. Guadalupe Victoria, primer presidente de la República, fundó en Xalapa la “Gran Legión del Aguila Negra” junto con el betlemita cubano Simón de Chávez. Su objetivo era ridiculizar al clero y destruir la teología católica. Sólo admitían personas simpatizantes con la independencia y deseosas de expulsar a los españoles. El caudillo insurgente Vicente Guerrero fundó en 1825 la logia “Rosa Mexicana”, que juntó con otras cuatro inició sus trabajos sin obtener patente de algún organismo oficialmente reconocido. Para ello requirió el apoyo de Joel R. Poinsett, diplomático norteamericano quien obtuvo las tres patentes pero del rito yorkino. Esto provocó disputas entre los recién yorkinos (progresistas, federalistas y liberales) y los escoceses (simpatizantes de los realistas y encabezados por Nicolás Bravo). Tras estas disputas irreconciliables, algunos mexicanos encabezados por Guillermo Gardet, José Ma. Mateos y Carlos Rinaldi fundaron el Rito Nacional Mexicano (RNM) libre e independiente en su régimen interior respecto a otros ritos, como lo es la Nación Mexicana a las demás potencias. En 1826 dio cartas patentes a cinco logias: “Meridiano Anahuacense”, “Igualdad”, “Terror de los Tiranos”, “Despreocupación Indiana” y “Luz Mexicana”. El conflicto escoceses-yorkinos tomó un giro inesperado con la proclamación del Plan de Ocotumba, donde los escoceses lidereados por Bravo pedían la abolición de las sociedades secretas. Los yorkinos encabezados por Vicente 52
Guerrero no pudieron detenerlos y el 25 de octubre de 1828 expidieron una ley que prohibía la masonería. Yorkinos y miembros del Rito Nacional (RNM) apoyaron a Vicente Guerrero en la carrera presidencial. Los escoceses apoyaron a Manuel Gómez Pedraza quien finalmente ganó la elección. Sin embargo, tras el acoso de Guerrero terminó por huir dejándole la presidencia. Los yorkinos volverían al poder con el ascenso del Gral. Antonio López de Santa Anna, quién había presentado a la asamblea general del RNM un programa que comprendía los siguientes puntos: Libertad absoluta de opiniones y supresión de las leyes limitantes de la prensa. Abolición de los fueros al clero y a la milicia. Supresión de las instituciones monásticas y de las leyes que atribuyen al clero el conocimiento de los negocios civiles. Abolición de la pena de muerte por condenas políticas. Y la garantía de la integridad del territorio por la creación de colonias que tengan por base el idioma, los usos y las costumbres mexicanas. En 1838, a raíz de la primera guerra con Francia, todos los ritos decidieron unirse en aras de la defensa nacional. Sin embargo en 1846, ante la inminente invasión norteamericana, algunos masones comandados por Santiago Xicoténcatl intentaron reinstalar la monarquía como mejor arma contra los invasores yankees. Todos los ritos reiniciaron viejas rencillas y dicha división facilitó la derrota de nuestro ejército ante los soldados del Gral. Scott. Segundo Imperio y Reforma. El 15 de enero de 1847 en el salón del Senado de la República, habilitado especialmente como recinto masónico, se inició como aprendiz de la logia “Independencia Núm.2” el licenciado Benito Pablo Juárez García. En 1855, los masones apoyaron la candidatura de Juan Alvarez siempre y cuando actuara conforme a los principios liberales del Rito Nacional Mexicano. En 1857 se promulgó una nueva constitución con significantes aportaciones de Juárez, Ocampo, Arriaga, Comonfort, Iglesias, Gómez Farías y otros, tras lo cual el RNM comenzó a decaer al consumarse jurídicamente sus anhelos. En octubre de 1865 se constituyó la Gran Logia del Valle de México, organizando por primera vez a la masonería mexicana en un cuerpo nacional y 53
cuya presidencia fue ofrecida a Maximiliano de Habsburgo, Segundo Emperador de México, mismo que la rechazó en favor de algún masón nacional. En 1868 se fundó el Supremo Consejo de Grandes Inspectores Generales del 33, último grado del R:.E:.A:. y A:. abriendo sus puertas a masones escoceses y del rito nacional. Sin embargo, el escocés mantuvo su espíritu religioso manifiesto en su lema A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, mientras los nacionales mantuvieron su tendencia ateísta en el apotegma Al triunfo de la verdad y al progreso del género humano. En 1875 el Convento de Lausana (reunión de los supremos consejos de Inglaterra, Gales, Bélgica, Holanda, Cuba, Francia, Hungría, Italia, Portugal y Suiza) desconoció al Rito Nacional Mexicano lo cual provocó su desquebrajamiento, y aunada a las persecuciones que tuvo al triunfo de la rebelión de Tuxtepec, quedó reducido a un solo taller: “La Luz” de la Cd. de México. El 27 de mayo de 1883 el Supremo Consejo del R:.E:.A:. y A:. delegó su autoridad sobre los cuerpos regionales en un documento promovido por el mismísimo Porfirio Díaz y por el Gral. Mariano Escobedo. El 12 de agosto de 1895 se iniciaron las primeras logias femeninas auspiciadas por la Gran Dieta Simbólica Escocesa de los Estados Unidos Mexicanos. Revolución y principios del siglo XX. En 1912, Francisco I. Madero, José Ma. Pino Suárez y otros revolucionarios se afiliaron a la logia “Lealtad No.15” de la Ciudad de México. Los miembros del Consejo Kadosh conspiraron en su contra y promovieron la rebelión de Félix Diaz. En 1917 otro masón, Venustiano Carranza, redactaría la Constitución vigente hasta nuestros días. Tras él otros masones ocuparían la presidencia, como fue el caso de Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Lázaro Cárdenas. Epoca actual: En 1987 existían 24 grandes logias con jurisdicción en los diversos estados de México. Para efectos administrativos se agrupan en la Confederación de Grandes Logias de la República Mexicana. La Gran Logia Valle de México es 54
la más importante y con mayor número de afiliados, opera en el Distrito Federal y en Aguascalientes, Guanajuato, Guerrero, Morelos, Puebla, Tlaxcala y Zacatecas. El Supremo Consejo de México del Grado 33 del Rito Escocés, con sede en Lucerna núm. 56, en la ciudad de México, es el organismo máximo de los grupos filosóficos masónicos en la República desde hace 137 años. Nadie sabe a ciencia cierta cuándo y dónde se inició la masonería. La tradición afirma que la antigua masonería se inició en Egipto, entre los maestros y arquitectos que dirigían la construcción de las grandes pirámides. Otros ubican sus orígenes en Israel en la época en que los judíos construían el Templo de Salomón, dado el recurrente simbolismo alusivo en las logias actuales. El primer indicio de su existencia, sin embargo, aparece en el siglo XIII, cuando grupo de albañiles (en francés, maçons) queriendo emanciparse de la tutela de los frailes, en especial los benedictinos, constituyeron gremios que llegaron a monopolizar la construcción. Para conservar los secretos y las técnicas del gótico instituyeron tres grados: aprendiz, compañero y maestro e implantaron ceremonias de iniciación y de fidelidad. A principios del siglo XIV algunos maestros alemanes viajaron a Inglaterra a construir catedrales, pero los aprendices ingleses que trabajaban con ellos organizaron talleres propios y de este modo redactaron la primera ley masónica (La Constitución de York) y fundaron la Orden Fraternidad de los Masones Libres. Cien años más tarde se importó a las islas británicas el estilo renacentista italiano, por cuya causa los talleres masónicos, dedicados exclusivamente al gótico, estuvieron a punto de desintegrarse. Sin embargo, deseosos de conservar su organización, estos grupos comenzaron a admitir gente rica e influyente bajo la denominación de hermanos patronos, por lo cual cambió el nombre a Fraternidad de los Masones Libres y los Aceptados. En el siglo XVIII varios intelectuales y científicos crearon una orden identificada con una rosa y una cruz (rosacruces), que incorporó principios del agnosticismo, judaísmo y maniqueísmo, popularizaron los símbolos de la escuadra y el compás, practicaron la alquimia y la teosofía. El 24 de junio de 1717 se fusionaron las cuatro logias de la Fraternidad con la Sociedad de Alquimistas Rosacrucianos. Al conjunto se le llamó Gran Logia Unida de Inglaterra y se adoptó el nombre de francmasonería (de franç, que quiere decir “libre”).
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En 1786 Federico de Prusia reorganizó las órdenes masónicas, las reunificó, reglamentó su funcionamiento, su liturgia, y estructuró los grados. Desde esas fechas la fraternidad, dividida en diversos ritos como el escocés, el yorkino, el francés, el egipcio, el templario y el nacional mexicano, se ha extendido por los 5 continentes y actualmente se encuentra presente en más de 100 países, agrupando entre sus filas a varios millones de masones. ALGUNOS ILUSTRES MASONES MEXICANOS SON: Miguel Alemán.- Abogado, Gobernador del Estado de Veracruz 1936-1940 Alfonso Sierra Partida.- Intelectual Mexicano Ignacio Allende.- Prócer de la Independencia Mexicana Ignacio Manuel Altamirano.- Poeta, abogado y Coronel Mexicano Anastasio Bustamante.- Presidente de México Plutarco Elías Calles.- Presidente de México Lázaro Cárdenas del Río.- Presidente de México Vicente Guerrero.- Prócer de la independencia Mexicana y Presidente de México Miguel HIdalgo y Costilla.- Sacerdote y Prócer de la independencia Mexicana Benito Juárez García.- Presidente de México, Benemérito de las Américas Francisco I. Madero.- Prócer de la Revolución Mexicana José María Morelos y Pavón.- Sacerdote y Prócer de la Independencia Mexicana Mario Moreno “Cantinflas”.- Actor cómico mexicano Fray Servando Teresa de Mier.- Jurisconsul mexicano Matías Romero.- Embajador en E.U.A. en la época del Presidente Juárez Tomado de:
https://18gaia18.wordpress.com/
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UNA HISTORIA DE LA MASONERÍA EN MÉXICO Por La York Grand Lodge of México PRIMERAS LOGIAS La Francmasonería llegó a México en algún momento en los últimos veinte años del siglo 18. La escasez de documentación no es sorprendente si recordamos que nuestros antiguos hermanos trabajaban bajo la sombra de la Santa Inquisición. Al llegar la independencia en 1821, se sabe o se cree que muchos de los principales actores eran Masones, pero no había organización de Gran Logia como tal. La primera Logia cuya existencia se conozca en México se reunía en la tienda del relojero francés Juan Esteban Laroche, hasta que la Inquisición los arrestó mientras celebraban el Solsticio de Verano en 1791. La siguiente noticia de Francmasonería en México es en 1806. Ese año, se estableció una Logia en la Ciudad de México en la residencia de Don Manuel de Cuevas Moreno de Monroy Guerrero y Luyando en la Calle de las Ratas (hoy Calle Bolívar). Desgraciadamente, los archivos de esta Logia se perdieron y se derribaron sus “columnas” entre 1808 – 1809, y se desconoce el nombre de la Logia y demás detalles. Tampoco se conoce bajo cual Rito trabajaba la Logia, y no hay fundamento para la creencia a veces expresadas de que era el Rito de York. Con la disolución de esta Logia, no se sabe nada positivo sobre la Masonería Mexicana hasta 1813, cuando se enviaron a México fuerzas militares españolas en ayuda de su Dominio Colonial. Estas fuerzas introdujeron el Rito Escocés, y establecieron las primeras Logias bajo ese Rito en México. Sin embargo, estas Logias eran exclusivas para españoles, y para mexicanos de linaje noble que se adherían a la causa española. Durante varios años, estas Logias se reunieron en forma estrictamente secreta, pero la Orden siguió floreciendo y, aunque se desconoce el número, se establecieron varias Logias. El Rito de York o Americano se introdujo inicialmente en México en 1816 cuando la Gran Logia de Luisiana otorgó patente a la Logia “Amigos Reunidos n° 8” en Veracruz y, en 1817, a “Reunida La Virtud n° 9” en Campeche. Aunque no se dispone de datos exactos, se puede suponer que estas Logias de Luisiana tuvieron una existencia corta. En 1823, Nueva York autorizó “Triunfo de la 57
Libertad n° 363”, también en Veracruz, y en 1824, Pennsylvania constituyó “Hermanos Legítimos de la Luz de Papaloapan n° 191” en Alvarado, que trabajó hasta 1837. Debido a la distancia geográfica estas tres Logias no influyeron en la introducción del Rito de York en la Ciudad de México. En 1821, ya establecida la Independencia de México, las Logias pudieron reunirse más libremente y, poco a poco, los mexicanos empezaron a retirarse de las Logias españolas para formar sus propias Logias dirigidas por el General Nicolás Bravo. De esta manera, el Rito Escocés se propagó a través de México, y a los pocos años los españoles finalmente trabajaban amistosamente con los mexicanos. Deseando reformar la Institución Masónica, 36 Maestros Masones celebraron una reunión para el fin de organizar Logias bajo el Rito de York, como protesta contra la participación en política de los demás cuerpos en esa época. Una comisión de este cuerpo visitó al Embajador de Estados Unidos, Sr. Joel R. Poinsett, quien eventualmente obtuvo Patentes de la Gran Logia de Nueva York para las cinco Logias: “Rosa Mexicana”, “Federalista” e “Independencia” en 1825, así como “Tolerancia n° 450” y “Luz Mexicana n° 451” in 1826. Después de recibir estas Patentes, las Logias se constituyeron y los oficiales fueron instalados por el Hermano Poinsett. Estas Logias formaron entonces una Gran Logia que quedó constituida y debidamente instalada en 1825, bajo el nombre de “La Gran Logia Nacional Mexicana” con Don Ignacio Esteva como Gran Maestro. La Gran Logia emitió Dispensas y Patentes por todo el país, y en 1828 habían 112 Logias registradas, 90 de las cuales se reunían regularmente, mientras que las otras no estaban activas por uno u otro motivo. Entre los miembros había muchos Generales, Coroneles y demás Oficiales del Ejército, así como Senadores, Congresistas, Clérigos, Empleados del Gobierno y Comerciantes. Inicialmente, estas Logias se limitaron a las ceremonias del Rito así como a Caridad y Benevolencia. Y, no pasó mucho tiempo para que se encontraran con oposición de otros Ritos, lo que las provocó a actos de resistencia, y poco después autodefensa, y tomaron una parte activa y práctica en la política del país. Unas 10 o 12 de estas Logia estaban compuestas por Oficiales del Ejército que se desplazaban a través del país, y parece que en este período no se prestaba mucha atención a la calidad de los miembros, siendo la cantidad la finalidad de estas Logias. 58
Los miembros del Rito Escocés también tenían una actividad considerable para incrementar su membresía, temerosos de las tendencias liberales del liderazgo del Rito de York. Por lo tanto, apareció una fuerte oposición entre los dos Ritos, y ambos pretendían trabajar para el beneficio y elevación de la humanidad. Así, las ilusiones del Rito de York se perdieron en la controversia. En la lucha aparece un incidente curioso que nos permite vislumbrar el carácter de los tiempos y el extraño espíritu masónico de aquellos Hermanos. Los miembros del Rito Escocés tenían celebraciones religiosas en honor de la Virgen del Pilar y Santiago de Compostela, mientras que los del Rito de York hacían demostraciones en honor de la Virgen de Guadalupe. Se usaban los púlpitos para lanzar insultos entre los dos cuerpos por el clero, y en las calles de la capital, no era insólito ver procesiones Masónicas – Católicas en que los mandiles y estandartes de las Logias se codeaban con cirios, portacirios procesionales, crucifijos, incensarios, etc. El ambiente cargado explotó en 1827, cuando el General Nicolás Bravo, Gran Maestro del Rito Escocés, se rebeló contra el Gobierno, y el General Vicente Guerrero, Gran Maestro del Rito de York, marchó para combatir contra el rebelde. Bravo fue vencido en Tulancingo, y esta acción resultó prácticamente en la extinción de ambos Ritos, porque el 25 de octubre de 1828, el Congreso (compuesto en su mayor parte por Masones del Rito Escocés) decretó una prohibición contra la existencia de sociedades secretas en el país. Durante los siguientes 15 – 20 años, la Masonería real llegó a su punto más bajo. PRIMERAS GRANDES LOGIAS Y RITOS DIFERENTES Regresando un poco en el tiempo, observaremos otro aspecto de los eventos masónicos de esa época. En 1825, cuando el nuevo Rito de York había caído a su nacimiento en la más grave lucha política, nueve Hermanos llenos de idealismos, cinco del Rito Escocés y cuatro del Rito de York, se esforzaron por formar una Logia sujeta a los verdaderos principios masónicos. Sin embargo, encontraron dificultades para obtener dispensas de uno u otro de los dos Ritos. Por lo tanto, decidieron fundar un nuevo Rito para alcanzar sus metas y, el 22 de agosto de 1825, una asamblea estableció los principios de la nueva organización al establecer los tres grados simbólicos de la Masonería Universas y seis grados filosóficos especiales. También, esta convención autorizó cinco Logias que a su vez constituyeron la Gran Logia “La Luz” del Rito Nacional Mexicano, que se instaló el 26 de marzo de 1826. En 1830, este Rito fue aceptado en todas partes del país, ya que muchas de las Logias del Rito de York 59
estaban en sueños. Un buen número de estos miembros pasaron a la nueva organización, y para 1831 había dos Grandes Logias adicionales bajo este nuevo Rito, una en Guadalajara con seis Logias subordinadas y una en Toluca, también con seis Logias subordinadas. En 1833, una asamblea general de estos cuerpos abogó por muchos cambios sociales. Pronto fue evidente que estos cambios serían difíciles de lograr, y sin embargo se lograron estas reformas, costando “ríos de sangre”. La invasión norteamericana de 1847 causó que este cuerpo cesara sus trabajos temporalmente, y entonces en 1850 la epidemia de cólera también interfirió gravemente con su trabajo.
De conformidad con el decreto emitido por el Congreso el 25 de octubre de 1828, la Gran Logia Nacional Mexicana (el Rito de York) emitió una circular pidiendo obediencia a la Ley (prohibiendo las sociedades secretas) y declaró sus Logias en suspenso hasta mejores tiempos. A pesar de esto, varias Logias, de los Ritos tanto de York como Escocés, siguieron trabajando hasta ser cerradas por la policía. Después de varios años con poco trabajo activo, en 1848 hay indicios de una Logia alemana bajo la Gran Logia de Hamburgo, y en 1845 indicio de una Logia bajo la Gran Logia de Francia. En 1859, un miembro del Gran Oriente de Nueva Granada llegó a la Ciudad de México y se unió a miembros de la Logia francesa para establecer una Logia “Unión Fraternal” con patente del Gran Oriente de Nueva Granada. El primer Maestro fue James C. Lohse, un comerciante en la ciudad. El Hermano Lohse, nacido en Nueva York, recibió sus grados en Friendship Lodge No.247 en Blossborg, Pennsylvania. Durante este período había muchos reaccionarios entre los partidos políticos y la Logia fue atacada inmediatamente. Los Hermanos eran insultados y molestados, el trabajo de la Logia era perturbado por hombres armadas, y sus miembros eran arrestados. Se distribuían volantes que representaban a Masones 60
atacando a la Santa Madre Iglesia, capitaneados por el Hermano Lohse con cañones dirigidos hacia la puerta de la Iglesia. Estas acciones avivó las llamas, y la membresía de la Logia creció espectacularmente. En junio de 1863, las tropas entraron a la Ciudad de México y mientras que la Logia “Unión Fraternal” se quedó en la ciudad, otras Logias huyeron. A fines de 1863, la Logia sumaba unos 200 miembros, formados por mexicanos, españoles, norteamericanos, ingleses y alemanes. Muchos de los oficiales y soldados del Ejército Francés, Masones entusiastas, se afiliaron con la Logia. Una gran armonía prevaleció bajo el liderazgo del Hermano Lohse. En 1864, un portugués, Manuel Reis, llegó a la Ciudad de México. Se inició en la Masonería en Río de Janeiro en 1844, emigró a Nueva York en 1856 y se afilió al Consistorio de Nueva York y recibió su Grado 32. En 1858, pasó a La Habana, Cuba, siendo más o menos activo en la organización de Logias, etc. Cuando llegó a la Ciudad de México tenía 44 o 45 años de edad, y tenía un conocimiento perfecto del ritual masónico. Se afilió eventualmente a la Logia “Union Fraternal”, y debido a su extenso conocimiento de la Masonería se convirtió en el motor de la Logia. Eventualmente organizó el Consejo Supremo 33º, y también sugirió dividir la Logia “Unión Fraternal” en tres Logias. Se logró esto con una Logia trabajando en inglés, una en francés y una en alemán. En 1865, estas tres Logias formaron la Gran Logia bajo el nombre de “Gran Logia Valle de México”. El Hermano Lohse fue el primer Gran Maestro, un cargo que desempeñó hasta 1872. Habiendo sido debidamente organizada la Gran Logia Valle de México, empezó a ejercer sus funciones al emitir Dispensas y Cartas Patente a través del país y así inició su carrera legítima. EL GRAN ORIENTE En 1820, se publicó en Nueva York un libro bajo el título de “Manual de Francmasonería”. Llegó a tener 14 ediciones y logró una amplia circulación desde el Río Bravo hasta el Cabo de Hornos. El libro contenía los Estatutos de Nápoles” con un código de unos 300 artículos, en gran parte fantásticos, todos imprácticos y en muchos casos absolutamente nada masónicos. Sin embargo, se debe al autor el concepto de GRAN ORIENTE. Según esta “joya” constitucional, el Gran Oriente es la Gran Logia Madre, gobernado por un consejo que consiste de un Gran Comendador, un Maestro de la Orden, Representantes de los grados desde el 4º hasta el 33º, y también representantes de las Grandes Logias de los Grados Simbólicos o Azules. Este cuerpo hace el 61
gobierno supremo de la Orden, que según sus estatutos fue aprobado por el Gran Oriente de Nápoles en 1820, pero no se puede encontrar rastro de que se haya llevado a la práctica en ese territorio. De hecho, la designación de Gran Oriente se remonta al Siglo 18. En aquella época, la Francmasonería francesa, dividida contra sí misma, desconocida por la Gran Logia Madre de Inglaterra y atacada por la Iglesia Católica Romana, estaba en desorden. Su reorganización tuvo lugar en 1772 y, por algún motivo, se tomó la decisión de usar el nombre de Gran Oriente como substituto del de Gran Logia. Sin embargo, todavía se trataba de una Gran Logia bajo un nombre diferente, con los tres grados de la Masonería Simbólica gobernados por un Gran Maestro elegido. La novedad perversa de la invención napolitana fue emborronar la distinción entre la Masonería Simbólica y los otros grados y destruir el concepto de soberanía e independencia de la Gran Logia. Esta ha sido la base para los intentos recurrentes, por lo menos en países latinos, y como veremos más adelante, de imponer la autoridad de los Supremos Consejos del Grado 33 sobre las Grandes Logias, hasta nuestros propios días. El Supremo Consejo de México rechazó las ideas expuestas en esta obra, pero varios miembros franceses no quedaron satisfechos con esta decisión, y la Logia “Emules d’Hiram” se retiró de la jurisdicción del Supremo Consejo. En 1868 varias otras Logias descontentas por el rechazo de los Estatutos de Nápoles por el Supremo Consejo también se retiraron y formaron “El Soberano Gran Oriente del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para la República de México.” En 1870, sólo quedaban cinco Logias bajo este supuesto Gran Oriente, todas situadas en la Ciudad de México. Las demás Logias y sus Grandes Logias se mantuvieron leales al Supremo Consejo. Las Logias de la ciudad “Unión Fraternal”, “Paz y Concordia” y “Toltecas”, se unieron bajo los auspicios del Supremo Consejo y reorganizaron la Gran Logia Valle de México. Se invitó a los miembros rebeldes a volver al redil, pero optaron por lo hacerlo y, en febrero de 1871, organizaron otro cuerpo independiente mencionado anteriormente, el “Rito Escocés Antiguo y Reformado,” que tenía tres grados arriba de Maestro Masón. El Rito Nacional Mexicano reconoció a este cuerpo, y el Supremo Consejo protestó sin resultado contra este acto inamistoso. Este Rito fue reconocido por el Gran Oriente de Spain, el Supremo Consejo de Colón, y diversos otros cuerpos. Sin embargo, finalmente, cuando se le negó a entrada al representante de este Rito en la Convención de Lausanne Convention de 1874, y esta noticia llegó a México, 62
sus Logias empezaron a decaer. En esa misma Convención el Rito Nacional Mexicano fue declarado irregular y eventualmente se disolvió en 1884. Posteriormente, en los últimos años del Siglo 19 o primeros del 20 se autoconstituyó otro cuerpo con ese mismo nombre. Continuó la intriga con la Gran Logia cuando, en enero de 1878, bajo Ignacio M. Altamirano, Gran Maestro de la Gran Logia Valle de México, sus miembros encontraron una carta en circulación firmada por varios de sus oficiales, declarando que los miembros en general no estaban satisfechos con el gobierno del Supremo Consejo. Únicamente dos Logias, “Cosmos” y “Aztecas”, apoyaron el movimiento. Hubo otras maniobras en diversas Logias y se formó otra Gran Logia, que procedió a erigir el “Gran Oriente de México. El primer manifiesto de este cuerpo se emitió en diciembre de 1878, proclamándose a sí mismos como los redentores de la Masonería, se separaron de los cuerpos legítimos del Rito Escocés, estandarizaron los primeros tres grados de la Masonería Simbólica, y finalmente determinaron que para liberarse del Supremo Consejo, organizarían otro Supremo Consejo para hacer Masones 33º. Parece ser que Altamirano, siendo Gran Maestro de la Gran Logia Valle de México, se declaró a sí mismo Soberano Gran Inspector del nuevo Supremo Consejo, y confirió grados 33 hasta que hubieran miembros suficientes para constituir el llamado “Supremo Consejo del Gran Oriente de México”. En su primer decreto emitido el 1 de enero de 1879, declararon irregular e ilegítimo al Supremo Consejo regular. El gobierno supremo de la Orden residía en el Gran Oriente. El efecto de las diversas acciones de este cuerpo fue la destrucción de las Grandes Logias en todo el país y la concentración de poder en el Gran Oriente. Atrajeron a hombres de buena reputación al grupo ofreciendo otorgar grados desde el 4º hasta el 33º, y estos hombres atrajeron a otros. El resultado fue que estos hombres bien intencionados se afiliaron al movimiento irregular. Para 1880, pretendían tener 120 Logias y fueron reconocidos por muchos cuerpos de Gran Oriente en todo el mundo. Este grupo admitía mujeres en sus rangos, y tenía una Logia de mujeres que trabajaban en los tres grados, algunas avanzando hasta el grado 14º. No empleaban la Biblia en el Altar, y cambiaron tanto el trabajo que no quedaba nada para identificarlo con cualquier sistema de Francmasonería. Al pasar el tiempo, las ocupaciones personales de Altamirano se volvieron imperantes y no tuvo tiempo para dedicarlo a la Orden, y las operaciones cayeron en manos de Ermilo G. Cantón, un amigo. En 1898, la disolución del 63
Gran Oriente comenzó. Cantón se acercó al Supremo Gran Comendador del Supremo Consejo para proponerle una fusión de los dos cuerpos. Nadie parecía estar enterado de esto hasta que se emitió una circular con copias del Tratado de Fusión. Se aceptó el Tratado para evitar un nuevo escándalo, y el Supremo Consejo y el Gran Oriente se unificaron. Como era de esperar, varios grupos quedaron insatisfechos, y se organizaron a sí mismos en grupos de “Yorkinos” y “Templarios.” Durante todo este tiempo, la Gran Logia Valle de México siguió trabajando normalmente hasta tener control sobre unas 48 Logias, incluyendo varias diseminadas a través de los estados y territorios de México. En mayo de 1883, el Supremo Consejo emitió su Balaustre No. XXXII, mismo que concedía a las Grandes Logias el dominio y gobierno absoluto e incontestable sobre las Logias Simbólicas, encomendándoles ser responsables ante el Mundo Masónico por el orden, disciplina, moral, progreso, dogma, etc. El traspaso de poder tomó efecto el 24 de enero de 1883, y era para siempre. LA GRAN DIETA Apenas secaba la tinta en el Tratado de Fusión entre el Supremo Consejo y el Gran Oriente cuando comenzó un movimiento para anular la cláusula principal del Tratado: que para todos fines y propósitos el Gran Oriente está muerto y enterrado. Sin embargo, mientras todo esto parecía hacerse de buena fe, los dirigentes del difunto Gran Oriente aparecieron y convocaron a una reunión de todas las Grandes Logias y demás pertenecientes a la Masonería Simbólica, regular o irregular, para formar un “Cuerpo Supremo” que se llamaría “La Gran Dieta Simbólica de los Estados Mexicanos.” Este cambio importante a todo el sistema simbólico, y la violación del reciente decreto del Supremo Consejo, era tan sorprendente y ridículo que pocos le prestaron atención. Sin embargo, había muchos que no estaban a favor de la fusión según arreglada entre ambos cuerpos y reclamaban que había bases suficientes para convocar a una Asamblea Masónica general para discutir las cuestiones. La maquinaria funcionó bien en la Capital. Se imprimieron, sellaron y distribuyeron credenciales, y se convocó a la reunión para el 15 de febrero de 1890. Se reunieron quince delegados, incluyendo uno que llevaba la representación de 30 Logias (sin duda muchas de ellas en sueños), y la Gran Dieta empezó a funcionar. Los promotores de la Gran Dieta, para disfrazar sus acciones y fieles a sus instintos, proclamaron a esta como una Convención Masónica y aceptaron el decreto del Gran Oriente como la base para la fundación de la Gran Dieta, de lo cual se hizo una amplia 64
proclamación en el “Boletín Masónico”. La Constitución de la Gran Dieta se promulgó durante 1890, y la firmaron quienes pretendían representar a 127 Logias y algunas Grandes Logias. Corría el rumor de que algunas de las firmas de aplicaron sin conocimiento ni consentimiento de las Logias afectadas. Una de las firmas que se alegó haber sido puesta era la del General don Porfirio Díaz. Sin conocer a fondo el carácter del nuevo cuerpo, el General Díaz fue nombrado jefe nominal como Gran Maestro, siendo esta la razón por la que muchos se unieron al movimiento, aunque se declara que el General nunca asistió a alguna de las reuniones. El señor Cantón atendía todos los asuntos, actuando en ese tiempo como Maestro de la Logia “Benito Juárez” al igual que Gran Maestro de la Gran Logia Valle de México y Gran Secretario de la Gran Dieta. El 31 de octubre de 1892, un Masón entusiasta, Ignacio A. de la Peña, se presentó en la reunión de la Gran Dieta para proferir cargos contra Cantón por abuso de su autoridad, al haberse presentado Cantón en una Logia subordinada, y sin causa ni razón justa suspendió a los oficiales de la Logia. Se refirieron estos cargos a un comité para ser investigados, pero antes de que el comité tuviera tiempo de investigar o reportar, Cantón convocó una asamblea de la Gran Logia Valle de México el 7 de diciembre y, sin proceso, expulsó sumariamente a Peña de la Fraternidad, por perjurio y traición. En 1894, la Logia Toltec, que había venido trabajando desde 1882 bajo una Carta Patente de la Gran Logia de Missouri, recibió órdenes de devolver esa Patente y recibir una Patente de la Gran Dieta, para trabajar como “Toltec Lodge n° 214”. Hay que observar que la Gran Dieta, al igual que el Gran Oriente, emitía Patentes independientemente de la Gran Logia bajo la cual la Logia iba a trabajar y, naturalmente recibía todos los dineros. La Gran Dieta cerró sus sesiones el 16 de julio de 1894 y no se volvió a reunir hasta abril de 1895, debido a enfermedad del señor Cantón. Durante el período en que la Gran Dieta no se reunión todo el poder quedó investido en el Gran Secretario. Aquí se omite una cantidad de pequeñas quejas contra este Gran Secretario, todas las cuales indican un descontento general. Cuando se reanudaron las sesiones en abril de 1895, se promulgó un nuevo “Código de Estatutos” para el gobierno de la Gran Dieta como habiendo sido adoptado en octubre de 1894, lo que naturalmente causó bastante sorpresa. (Durante estos años un buen número de Hermanos norteamericanos e ingleses se había afiliado con las Logias bajo la Gran Logia Valle de México y se habían constituido varias Logias de habla inglesa, con la esperanza de que los 65
problemas se arreglarían y que el resultado sería una Masonería limpia.) Las nuevas acciones de Cantón provocaron vigorosas protestas de la membresía, especialmente la de habla inglesa, siendo el resultado que muchos de los Hermanos obtuvieron sus planchas de quite, otros se negaron a atender a las reuniones y otros decidieron oponerse al poder usurpado por Cantón. En junio de 1895 acciones adicionales de Cantón precipitaron una crisis. Cuando “Toltec Lodge” había devuelto su Carta Patente a la Gran Logia de Missouri en 1894, Cantón había prometido que no habría Logias femeninas en la jurisdicción, pero para una celebración, en junio de 1894, Cantón invitó a las mujeres a estar presentes. Cuando los Masones extranjeros encontraron mujeres presentes en esta reunión, cortésmente salieron del edificio. En todos sus actos y decretos Cantón tuvo el respaldo de la Logia “Benito Juárez”. Las Logias de habla inglesa empezaron a recopilar datos para iniciar una acción para la Libertad y se preparó una carta abierta que una comisión entregó al General y Presidente don Porfirio Díaz el 1 de agosto de 1895. Este recibió a la comisión con su cortesía acostumbrada y prometió que mandaría hacer una investigación y remediaría el problema. Se envió una copia de esta carta a todas las Logias y Grandes Logias bajo la Gran Dieta, e inmediatamente se recibió una marejada de contestaciones, exponiendo otros cargos y soportando los ya hechos. Se hizo una auditoría de los libros, y se encontró un déficit de entre $10,000 y $15,000 en el Tesoro de la Gran Dieta. No se pudo encontrar rastro de los gastos. Se celebró una Comunicación Convocada de la Gran Logia Valle de México en la noche del 13 de agosto de 1895. Cantón, ahora conocido como el “Chico Napoleón” decidió que acabaría con las Grandes Logias. En día anterior (12 de agosto) emitió un decreto en nombre de la Gran Dieta, en que declaraba haber otorgado Cartas Patentes a cuatro Logias femeninas, pero haberlas ahora anulado. También desde esa fecha, la Biblia al igual que el Libro de Constituciones debería estar sobre los Altares de todas las Logias. En la asamblea de la Gran Logia Valle de México, celebrada en la Ciudad de México, se declaró que tenían entonces 28 Logias con Carta Patente. En esta asamblea, sólo las Logias de la ciudad estaban representadas personalmente y siete Logias foráneas estaban representadas por poder. Se abrió entonces la Logia por el entonces Gran Maestro, Muy Venerable Hermano Ramón Y. Guzmán, y el Gran Secretario leyó el decreto de la Gran Dieta. Todos los presentes sabían que no había habido reunión de la Gran Dieta el día anterior. Las opiniones de los presentes no eran tanto contra el decreto como contra la manera en que se les 66
estaba siendo impuesto. El Gran Maestro declaró en esencia que el decreto no sería acatado y que no se reconocía a la Gran Dieta como autoridad suprema de la Masonería Simbólica de los Estados Unidos Mexicanos. Tuvo lugar una gran conmoción y el Diputado Gran Maestro de la Gran Dieta declaró suspendidos al Gran Maestro y a sus partidarios. Al ver que eran imposible continuar el trabajo, el Gran Maestro cerró la Gran Logia y se retiró. El 17 de agosto, Cantón convocó una asamblea de la Gran Logia Valle de México para una presunta reorganización de la Gran Logia con él mismo como Gran Maestro, y a sus partidarios como Primer Gran Vigilante y Secretario. Declararon que los demás oficiales quedaban destituidos de su cargo y expulsados de la Fraternidad, y al mismo tiempo cerraron las Logias “Cosmos”, “Aztecas” y “Pedro Ogazón”. En la noche del 24 de agosto se convocó a una reunión especial de la gran Dieta. En esta reunión se aprobó el decreto rechazado el día 13 por la Gran Logia Valle de México. Las expulsiones del Gran Maestro y otros oficiales de la Gran Logia más fuerte del país llamaron la atención de toda la Fraternidad, especialmente por aquellos que trataban de reconstruir la Orden. Poco después, el Presidente General don Porfirio Díaz, anunció muy cortésmente pero firmemente su renuncia como cabeza de la Gran Dieta, y esto fue seguido inmediatamente por la renuncia de otros, y el retiro de todos los mejores elementos. El resultado fue que para noviembre de 1895, la Gran Dieta estaba prácticamente extinta, aunque todavía tenía unas cuatro Grandes Logias ubicadas en el interior del país. Después de la expulsión del Muy Venerable Gran Maestro Guzmán y sus oficiales, estos convocaron a una reunión y organizaron una Gran Logia llamada “Gran Logia del Distrito Federal de México”. Se permitió inmediatamente a esta Gran Logia reunirse en un departamento proporcionado por el Supremo Consejo, y continuó sus actividades hasta 1898, cuando dejó de existir. La Gran Dieta, sin embargo, siguió funcionando. En 1899, el Hermano Cantón cesó sus labores, y en 1901 el 30 de abril, la Gran Dieta, en una Comunicación Extraordinaria, deseando que la Masonería Simbólica en esta República no encontrara obstáculos que detuvieran su marcha hacia la perfección, bajo las leyes primitivas de la Fraternidad, por voto unánime de los representantes de las Grandes Logias confederadas presentes, aprobó lo siguiente. “La Confederación de la Gran Dieta Simbólica de los Estados Unidos Mexicanos queda por el presente disuelta.” . “La fecha en que la Gran Dieta terminará sus labores se fija hoy, 30 de abril de 1901.” 67
LA GRAN LOGIA Es acaso simbólico que la Gran Dieta haya desaparecido al nacer el Siglo 20. El H. Richard Edward Chism, miembro de nuestra propia Toltec Lodge n° 1, publicó un volumen en 1899, “Una Contribución a la Historia Masónica de México”,en que se refiere a la Gran Dieta como un vampiro de la Masonería en el país “.chupando su sangre y su vida.” Palabras fuertes, talvez, pero bien podemos suponer que la Gran Dieta no fue echada de menos, y la Gran Logia quedó libre de su dominación. En aquel entonces, el nombre de la Gran Logia era: Muy Respetable Gran Logia de Antiguos, Libres y Aceptados Masones “Valle de México”. En 1907 tenía unos 1400 miembros con 33 logias activas: 16 trabajando en español en los Rituales Escocés y Francés; 16 trabajando en ingles con el Ritual York o Americano; y 1 en alemán trabajando en el Ritual de San Juan (Johannislogen). Las dos Logias más numerosas, Toltec n° 214 y Anahuac n° 141 trabajaban en ingles con 186 y 143 miembros, respectivamente. Son hoy nuestras propias Tolteca n° 1 y Anahuac n° 3. La jurisdicción de la Gran Logia era el Distrito Federal y los Territorios Federales, pero tenía el derecho de otorgar patentes a Logias en cualquier parte del país donde no estuviera operando alguna Gran Logia Regular. Una estimación aproximada pero oficial es que 75% de los miembros eran de habla inglesa. Las principales preocupaciones de la Gran Logia en aquel momento (19071910) parecen haber sido las tres siguientes: 1. Obtener reconocimiento oficial a nivel mundial. En 1900 no tenía un solo reconocimiento de Grandes Logias extranjeras, y para Abril de 1908 había logrado ganar 50 reconocimientos, incluyendo el de la Gran Logia Madre, la United Grand Lodge of England. 2. Aplicar estrictamente para su trabajo los Landmarks básicos del Gremio: – El uso de la Biblia sobre el ara; – Soberanía de Gran Logia, o sea, no estar subordinada directa o indirectamente a cualquier otro cuerpo, rito o autoridad. Un interés tan profundo trajo consigo muchas fricciones con otros cuerpos, en su mayor parte considerados como “irregulares” (por ej., controlados por un cuerpo externo tal como un Supremo Consejo 33º, Grandes Logias clandestinas que no respetaran los arriba citados Landmarks, o que invadieran los territorios de Grandes Logias Regulares). 68
3. Acercar más la constitución al Rito de York. El Gran Maestro J.C. Moorhead, ayudado por otros, tomo la iniciativa de redactar una nueva Constitución, tomando como normas las de Nueva York, Pennsylvania, Texas y Nuevo México, combinado con un cuidadoso estudio de la de la Gran Logia de Inglaterra. Aunque el proceso fue lento y tardó aparentemente por lo menos 3 años, la adopción de una nueva Constitución en la Gran Comunicación de Abril de 1910 fue un elemento en la secesión que tuvo lugar en esa ocasión. LA DIVISIÓN A principios de 1910, el Hermano Moorhead falleció, y su labor fue continuada por el Diputado Gran Maestro, Hermano J. J. Reynoso, que fue elegido Gran Maestro. Los registros hasta esa fecha indican 32 Logias activas: 16 de habla inglesa, 11 en español, 1 en alemán y otras 4 en español bajo dispensa. Estuvieran representadas en la Gran Logia 27 Logias, de las cuales 16 de habla inglesa, 10 español y 1 alemán. El Hermano Manuel Levi presentó una moción para permitir a las Logias bajo dispensa tener votos en Gran Logia. Al someterse a votación, la propuesta fue rechazada por la Gran Logia. En la misma Gran Comunicación, se adoptó una Constitución estrictamente York. Una de sus características era que desde entonces el cargo de Gran Maestro podría estar abierto a candidatos que no residieran en el Distrito Federal, lo que causaba una pérdida de control sobre la Gran Logia por cierto número de Masones locales y presuntamente, a través de ellos, por el Supremo Consejo 33º en la Ciudad de México. Hay poca duda que fue la perspectiva de esta pérdida de control, como resultado de la recién adoptada Constitución, lo que disparó la secesión. La asamblea procedió con la elección de Grandes Oficiales, con este resultado: – M.W. Gran Maestro Hno. José J. Reynoso – R.W. Diputado Gran Maestro Hno. G.W. Stevens – R.W. Primer Gran Vigilante Hno. Adolfo Fenochio – R.W. Segundo Gran Vigilante Hno. W.H. Seamon – R.W. Gran Tesorero Hno. H.W. Selover – R.W. Gran Secretario Hno. Alberto Pro 69
– El M. R. Gran Maestro electo tomó entonces su juramento de cargo antes del Past Grand Master, Alberto Pro. Inmediatamente al darse a conocer el resultado de la elección de Gran Maestro, el P. G. M. Levi junto con los representantes de cinco Logias mexicanas con patente y dos bajo dispensa “salieron precipitadamente de la Gran Logia sin signo ni ceremonia y en gran desorden, expresando su inconformidad con la elección del Hermano J. J. Reynoso. Quedó una representación 20 Logias, que constituían una mayoría y la labor de la Gran Logia continuó en orden.” Los miembros que se rebelaron contra la elección de José J. Reynoso, él mismo mexicano, estaban formados en su mayor parte de los que eran anteriormente miembros de la Gran Logia “Santos Degollado”. Véanse también las palabras del entonces Gran Maestro Levi en el año 1902 cuando dijo en referencia a la fusión de las dos Grandes Logias. “Pregunta. ¿Provocaría la alianza propuesta un desacuerdo entre nosotros mismos? Respuesta: Tenemos que esperarlo,.” El Hno. Reynoso, en sus palabras a la Gran Logia de 1911, dijo: “En la última Sesión anual de este cuerpo teníamos 32 Logias, cuatro de las cuales estaban bajo dispensa, con una membresía total de 1,425; en esa sesión, lamentamos decir que los representantes de siete Logias se expresaron insatisfechos con la elección según decidida por un fuerte voto mayoritaria, y abandonaron el salón de la Gran Logia, y comenzaron a agitar para la separación de las Logias que trabajan bajo el Ritual Escocés de las que trabajan bajo el Ritual de York.” “Se creía que una tal separación se podría arreglar amistosamente, y la discusión de un tal arreglo entre las partes interesadas había incluso llegado al punto de redactar una base de separación, etc. , cuando el 23 de junio de 1910 nos quedamos atónitos al enterarnos de que las siete Logias de Ritual Escocés arriba mencionadas habían celebrado una reunión secreta sin avisar a las demás Logias de la Jurisdicción, y ahí mismo habían declarado a la Sesión Anual de la Gran Logia irregular y a las elecciones ilegales, y procedieron a elegirse a sí mismos como Oficiales de la Gran Logia “Valle de México.” Entre estos representantes estaba nuestro Gran Secretario, Alberto Pro, quien había sido anteriormente Gran Maestro de la Gran Logia “Santos Degollado”, y que entregó a los secesionistas las oficinas y registros del Gran Maestro y el Gran Secretario. Entonces exigieron a las demás Logias de la jurisdicción por telégrafo que dichas Logias se les unieran dentro de tres días o fueran declaradas irregulares.” 70
El 5 de julio, las Logias secesionistas recibieron el apoyo del Supremo Consejo del 33º, lo que condujo al Gran Maestro J. J. Reynoso a declararlas irregulares el 7 de julio. Él mismo puso un ejemplo de congruencia y espíritu masónico al renunciar a sus grados del Rito Escocés desde el 4 hasta el 33, por considerar que esos cuerpos estaban en conflicto con el Grado de Maestro Masón. Finalmente, a las Logias secesionistas se les unieron 6 más de la Jurisdicción, dando un total de 13. Tuvieron lugar varias acciones, “que resultaron en automáticamente limpiar a la Gran Logia de la porción menos deseable de su membresía, dejando a este cuerpo con sus 18 Logias verdaderamente Masónicos, más fuerte que nunca en su historia.” En la Comunicación Anual de la Gran Logia en 1911, se tomó por unanimidad el siguiente acuerdo. “Se acuerda por el presente que el nombre de esta Gran Logia cambie del de “Muy Respetable Gran Logia Valle de México, A. L. y A. M.” a “The Most Worshipful York Grand Lodge of Mexico, of F. and A. M.” Es interesante observar que la población extranjera en la Gran Logia Valle de México había aumentado de 55.6% en 1904 a 73.1% en 1910. En cierta medida esto puede haber contribuido al comportamiento rebelde. Sea como sea, desde entonces no ha habido fricción adicional entre las dos nacionalidades. La York Grand Lodge continuó su trabajo, y los secesionistas siguieron por su propio camino bajo el nombre de Gran Logia Valle de México. La historia de la York Grand Lodge es muy complicada, y a veces las fuerzas del mal han prevalecido, y el Gremio se vio obligado a seguir trabajando bajo las circunstancias más difíciles. En toda nuestra historia hay evidencia suficiente para convencernos de que la Fraternidad nunca quedó totalmente desterrada, desde el tiempo de la primera Logia hasta el presente, y después de todas las amargas controversias, ha florecido una Gran Logia limpia, vigorosa y saludable, conocida como la York Grand Lodge of Mexico, F. & A. M., cumpliendo con los Antiguos Cargos, y en toda forma cumpliendo con los requerimientos y principios de la Fraternidad. LA RENOVACIÓN – 1911 -1919 Al entrar a su nueva vida con su nuevo nombre, la York Grand Lodge of Mexico, la Revolución Mexicana había empezado. Las condiciones de vida en México en esos tiempos eran inestables y peligrosas: viajar era incierto y 71
arriesgado, en la medida en que en un cierto año el Gran Maestro ni siquiera pudo asistir a la Gran Comunicación Anual. Algunas de las Logias no podían hacer llegar sus informes o tenían que reunirse en tiempos diferentes de lo usual. Los procedimientos se imprimían con omisiones o errores, ya que, “es algo difícil para los impresores ser exactos cuando las balas estaban volando todo el día”. Un resultado fue que un buen número de residentes extranjeros dejaron el país en busca de climas más saludables. Tales eran los tiempos en que la recién nombrada York Grand Lodge of Mexico explicó claramente y declaró en que terreno estaba parada y cuales iban a ser sus principios y formas de trabajo. Su membresía era de 1,188 con 18 Logias en diciembre de 1910, justo después de que la mayor parte de sus miembros que practicaban el Rito Escocés en español la hubieron abandonado para establecer lo que ha sido desde entonces la Gran Logia Valle de México. Desde 1913, la membresía de la York Grand Lodge of Mexico había empezado a caer en forma lenta y constante. Para diciembre de 1918 era un poco más de mil, concretamente 1,012, con virtualmente sólo 15 Logias. El período desde enero de 1911 hasta abril de 1919 ilustra tres ángulos diferentes: – La Definición de una Personalidad – La Selección de Principios – El Inicio de una Reducción de Membresía. LA DEFINICIÓN DE UNA PERSONALIDAD En abril de 1912, el recién instalado Gran Maestro indicó: “En mi corto viaje a los EE.UU. en octubre y noviembre pasados, descubrí para mi sorpresa que la Masonería Mexicana era el tema general de conversación en casi todas las Grandes Jurisdicciones, y los errores de apreciación que se encontraron al respecto eran casi increíbles”. Algunas Grandes Logias consideraban que “Parecería que la Gran Logia Valle de México se ha desintegrado permanentemente” o inclusive que “la Masonería en México ha llegado a su fase final”. Otros simplemente no comprendían lo que estaba sucediendo: “parece que los asuntos Masónicos en México como todo lo demás en esta. República, están tan seriamente revueltos que resulta difícil, si es que no 72
imposible, saber realmente qué es autoridad y qué no lo es”. Todas las Grandes Logias de EE.UU. menos dos, Nebraska y Louisiana, con las cuales la anterior Gran Logia Valle de México había tenido relaciones fraternales, recibieron el cambio de nombre a York Grand Lodge of Mexico con “reconocimiento halagador”. Se tomó alguna acción para explicar, así como justificar, la situación peculiar de la York Grand Lodge of Mexico.” En aquellos tiempos, una gran parte de las comunicaciones oficiales entre Grandes Logias, a nivel mundial, se hacía a través de sus comentarios mutuos sobre sus procedimientos, comentarios emitidos por el Comité sobre Correspondencia Extranjera de cada Gran Logia e impresos en sus procedimientos anuales. He aquí como la York Grand Lodge of Mexico, bajo la pluma del H. Wayne A. White (tres veces Gran Maestro, 1914, 1915 y 1916, y dos veces Gran Secretario, 1917-1918) definió en forma frecuentemente drástica los lineamientos de lo que podríamos llamar su personalidad. a) La York Grand Lodge of Mexico es la continuación de la Gran Logia Valle de México, ya que 70% de aquella Gran Logia Valle de México permaneció (después de que el 30% se hubo separado en abril del 1910), que cambió su nombre. La formación de la Gran Logia Valle de México en 1865 fue reconocida por la Gran Logia de Nueva York, que confirmó que era legítima. b) La York Grand Lodge of Mexico trabaja según las leyes y rituales del Rito de York. Se decidió – en 1910 – adoptar el Rito de York ya que prácticamente todos sus miembros eran extranjeros, en su mayor parte norteamericanos. Ser tan exclusivos en cuanto al Rito de York llevó a que por lo menos una Gran Logia de los EE.UU. acusara a la York Grand Lodge of México de ser sectaria. c) La York Grand Lodge of Mexico no reconoce a ningún cuerpo como su superior, ni reconocerá nunca la autoridad de cualquier supuesto cuerpo para gobernar o limitar su autoridad. La York Grand Lodge of Mexico ya había tenido anteriormente algunas dificultades con el Supremo Consejo 33º que confiscó sus derechos sobre el Templo Masónico en la Ciudad de México después de la secesión, y además “como norma en todos los países latinos, el Supremo Consejo controlaba a las Logias Azules”. Esta postura de independencia hizo que algunos oficiales de la York Grand Lodge of México vieran con desfavor al Rito Escocés donde apareciera e incluso al Shrine. 73
d) La York Grand Lodge of México es la única Gran Logia que puede tener jurisdicción sobre los Masones del Rito de York en toca la República de México, y ejerce tal jurisdicción y seguirá ejerciendo tan jurisdicción hasta que se organicen otras Grandes Logias de Rito de York en los Estados de México. Además de esta exclusividad para dispensar el Rito de York, también se citó un punto histórico para justificar una jurisdicción sobre todo el país: “Cuando la Gran Dieta (una Gran Logia nacional de México suprema sobre todas las Grandes Logias Estatales regulares, de igual forma que la Gran Logia Unida de Inglaterra era suprema sobre las Grandes Logias Provinciales) se disolvió el 30 de abril de 1901, todas sus Logias en los diversos estados fueron entregadas a la Gran Logia Valle de México.” Algunas Grandes Logias en los EE.UU. no aceptaran tal jurisdicción sobre toda la República de Mexico, de forma que o bien dejaron de reconocer a la York Grand Lodge of Mexico, o pospusieron su reconocimiento. Sentían que era ir más allá de los límites de su territorio normal dentro de las jurisdicciones de otras Grandes Logias Estatales de México que ya habían sido reconocidas – aunque estas trabajarían según el Rito Escocés. Sus miembros seguían, sin embargo, siendo aceptados como visitantes por la York Grand Lodge of Mexico. Parece haber habido una ampliación real de la jurisdicción geográfica de la Gran Logia Valle de México antes de 1910 a la York Grand Lodge of Mexico después de 1910, ya que la Gran Logia de México según existía antes de la separación era según las línea mantenidas por la Gran Logia de Louisiana, o sea, “tenía en sus registros Logias de todos los Ritos Legítimos en la Francmasonería” y así no podía haber invadido las Jurisdicciones de Grandes Logias Estatales donde y cuando existieran en México, y a las cuales había reconocido. e) La York Grand Lodge of Mexico está tiene por modelo las Grandes Logias de Estados Unidos, “para trabajar en el Rito de York o Americano”. Así lo entienden las Grandes Logias en los EE. UU., ya que hace algún tiempo “cierto número de miembros destacados del American Reviewers Guild habían frecuentemente sugerido el establecimiento (in México) de una Gran Logia según el modelo de las Grandes Logias de Estados Unidos”: ven a los Hermanos de la York Grand Lodge of Mexico como elevando la Masonería en México. Estos Hermanos en México están a su vez de acuerdo e indican que se habían “estando esforzando por llevarlos (a los Masones Mexicanos) a las normas de Estados Unidos” y que son realmente “los únicos 74
representantes en México de la Masonería Simbólica según conocida en los Estados Unidos” y “practican el Rito de York en plena concordancia con el Sistema Americano, que es su modelo”. f) La York Grand Lodge of Mexico es una Gran Logia compuesta por Masones Anglosajones verdaderos. Prácticamente todos sus miembros (hacia 1918) son extranjeros. En su mayoría fueron hechos Masones en Logias de los Estados Unidos e Inglaterra. g) La York Grand Lodge of Mexico no quiere saber de política. Se mencionan mucho las actividades políticas de otros cuerpos Masónicos en México y desde el punto de vista de la York Grand Lodge of Mexico, la política parece ser la razón principal por la que los latinos entran a la Masonería en la medida en que “ellas (las Logias latinas bajo el Rito Escocés) se quedan dormidas cuando la actividad política está por debajo de lo normal”. La York Grand Lodge of México, apegada a esa premisa de no meterse en política, no comentó las cuestiones de la primera Guerra Mundial, lo que hizo que una Gran Logia de EE.UU. se quejara de que “no alienta simpatía o buena voluntad para los Estados Unidos o sus aliados en esta guerra: parece ser estrictamente neutral”. LA SELECCIÓN DE PRINCIPIOS Los principios expuestos por la York Grand Lodge of Mexico como sus metas Masónicas son, o bien declarados directamente por sus Oficiales en sus informes anuales, o se vuelven a citar, con aprobación, tomados de los procedimientos de otras Grandes Logias. a) Alcance. “La Masonería debe seguir a la cabeza del Mundo en su marcha hacia una civilización superior”, “es en verdad una organización mundial para promover la paz y buena voluntad de todos los hombres”. Esto significa que la York Grand Lodge of México “. es representante de la Masonería Verdadera en esta República, y nos corresponde a todos asegurarnos de que no se contamine”. b) Bases. El elemento constituyente de la Masonería es “confianza en y lealtad hacia Dios, y el compañerismo de los Masones”. De forma que sus ideales son “La hermandad del hombre. y la verdad reconocida universalmente de la Paternidad de Dios” y como tal “refuerza los vínculos de unión y Hermandad entre Masones y entre hombres”. Esto se traduce en “La Masonería trabaja incesantemente hacia su idea de Hermandad universal, esforzándose por elevar el nivel de humanidad y 75
civilización. indica el camino en que los miembros de esa familia pueden ser iguales entre sí y dignos de la Paternidad de Dios”. c) Técnicas. “Para ser fiel a sí misma, la Masonería debe ser activa” y “En todas las fases de la actividad humana, debe sostener enérgicamente todos los movimientos que tiendan a elevar el nivel de la humanidad, hacer libres a los hombres, e inducir igual compañerismo y hermandad y oponerse a aquellos que tienen a crear clases, esclavizar las mentes o almas de los hombres y destruir a la fraternidad”. “El valor verdadero de la Francmasonería no está en el misticismo o la filosofía, sino en su práctica que es el noble Amor Fraternal, Auxilio y Verdad. La vida es un servicio”. Una palabra de cautela: “La Masonería logra su gran obra a través del esfuerzo individual, no conjunto.” En la práctica, la York Grand Lodge of Mexico “hace su trabajo en debida forma. y en estricta conformidad con su ritual y los antiguos usos de la Orden”. d) El Aspecto Social. “En el pasado, el espíritu de la Masonería ha sido la cuna de la libertad civil”. Así, la Masonería parece profundamente involucrada en la evolución social de la Humanidad. Y como tal “sin ser reconocida en su labor, la Francmasonería, producirá a la larga “el tipo más elevado de hombre. el superhombre de justicia, verdad, moralidad”. Los Landmarks se citan una sola vez, en una extensa reproducción del largo informe de otra Gran Logia, como siendo de antigüedad inmemorial, universalidad e irrevocabilidad absoluta. Se recomienda una lista de siete, a saber: 1. Creencia en Dios; 2. Creencia en la persistencia de la personalidad; 3. Un “Libro de la Ley” como parte esencial del amueblado de toda Logia; 4. La leyenda del Tercer Grado; 5. Secreto; 6. El simbolismo del arte operativo; 7. Que un Masón debe ser un hombre, libre de nacimiento, y mayor de edad. EL INICIO DE LA REDUCCIÓN Una de las primeras acciones de la York Grand Lodge of Mexico fue renumerar a sus Logias. Las Logias con números inferiores a 18 conservaron sus antiguos números, de forma que no se siguió estrictamente el orden cronológico. 76
Aquellas cuyo número no cambió fueron Washington 2, Cananea 4, Hiram 5, Sufragio Libre 8, Jalisco 9, Tampico 10, Esperanza 11, Sonora 12, Tehuantepec 14. Ningún puente con los “Separatistas” Una segunda acción, que no se ve claramente en los procedimientos, fue una tendencia a volver a abrir contacto con los Hermanos de la Gran Logia Valle de México. Se presenta primero en abril de 1912 como una “insinuación por parte de los separatistas”, de que la York Grand Lodge of Mexico “no había tenido fricción con las Logias Mexicanas”, pero “nada salió de las breves negociaciones”. Un lento cambio de Tendencia Después de 1913, comenzó una disminución de su membresía, como se puede ver en las cifras siguientes: Membresía Número de Masones Diciembre 31: Antes de la Secesión 1907 1,196 1908 1,377 1909 1,500 1910 1,188 1910 1,188 1911 1,203 1912 1,172 1913 1,281 1914 1,084 1915 1,149 1916 1,131 1917 1,033 1918 1,012 De las 33 Logias en 1909 y 18 en 1910, sólo quedaban 15 en abril de 1919. Se habían organizado algunas Logias y después habían sido cerradas poco después, tales como Chiapas (1911-1912) y Solomon (1918-1919), debido a condiciones adversas. Otras habían devuelto sus patentes debido a la dispersión o salida de 77
sus miembros, tales como Tehuantepec n° 14 y Aguascalientes n° 15 en 19141915, y Creston n° 15 en 1918, o debido a un comportamiento inaceptable como en el caso de una de las dos Logias de habla española, Sufragio Libre No. 8, cuya patente se revocó en abril de 1917. Tampico Lodge n° 10 fue la única Logia que aumentó su membresía de 35 miembros en 1909 a 173 en 1918. Su éxito se explica por el “ingreso sin precedente de norteamericanos en el Puerto, debido a los depósitos de petróleo.” LOS DESAFIOS (1920 -1929) Después que la Primera Guerra de Mundo estaba sobre, la asociación en la Albañilería aumentada espectacularmente, en México así como también los estados unidos. Se informó eso “los Alojamientos mexicanos aparecen casi por la noche por todas partes el país.” En los estados unidos, esto vino a un pico con un aumento de acerca de Albañiles de 2 millones de Magistrales en 1919 a 2,667,231 en 1922 y entonces una disminución a 2,490,050 en 1929. Mientras tanto, en México, en el centro de huelgas y crisis revolucionaria, y sin la estadística para ser informado, allí podría ser encontrado “dispersado a través de la República, miles de Albañiles y cuentas mexicanos de Alojamientos Grandes, a veces dos o tres que ocupa la misma jurisdicción.” En 1926, la Abuela Logia Valle de México, eso había comenzado con 13 Alojamientos de disidente en 1910 listó oficialmente en periódico 37 Alojamientos. En cuanto a la York el Alojamiento Grande de México, progreso y había asegurado el reconocimiento de 60 Alojamientos Grandes en diciembre 1929 contra 43 en diciembre 1919. Por otro lado, el número de sus Alojamientos había caído de 15 en 1919 a 13 en 1929, y su asociación, aunque mejorar levemente de una depresión hacia abajo a 888 en 1925, estado debajo de la 1919 figura de 978: 927 miembros en 1929. Allí aparezca ser tres razones para tal falta del progreso numérico: tres desafíos que tuvo que vencer durante el veinte, a saber: – La condenación del Rito escocés – La condenación del Alojamiento Grande de Tejas – La falta de miembros potenciales, ampliamente debido a las condiciones turbulentas en el país LA CONDENACION DEL RITO ESCOCES 78
El comienzo: Albañiles americanos contra la York el Alojamiento Grande En el 14 de noviembre de 15 y 16 de 1919, los Grados escoceses del Rito se consultaron sobre una clase de York el Alojamiento Grande de México Albañiles de s, del 4 al 32nd. Tres días posteriores, en noviembre 19, el Concilio Supremo del Rito escocés de México publicó su Decreta (Balaustre) n° 79 que declaró la York el Alojamiento Grande de México para ser un cuerpo irregular, y expresó que todos sus miembros tendrían que regularizar a sí mismo afiliando con algún Alojamiento Grande mexicano. Curiosamente suficiente, el ataque contra la Gran Logia de York de México fue dirigido por americanos. Ellos eran Albañiles 33° del Concejo Supremo de México, Potentados aún Pasados del Relicario; uno era Comendador de un Consistorio de Caballeros Templarios; otro era miembro de una logia de San Francisco y Past Master de una Logia de la Ciudad de Kansas, todos ellos comisionados para investigar las condiciones de la Masonería en México o por Altos Cuerpos de los Estados Unidos o por el Concejo Supremo del Rito escocés en México; El tercero era Past Master y Secretario de Toltec N° 1 de la Gran Logia de York, así como también Secretario de un Consistorio de Comendadores. Todavía, un hecho interesante no se debe subestimar: el Gran Secretario del Concejo Supremo del Rito escocés, Alberto Pro, había sido el Grande Maestro de la Gran Logia Valle de México en 1908, antes de la fundación en 1910 de la Gran Logia de York. Más tarde, en el tiempo de la secesión, cuando el Gran Secretario de la misma, había entregado todos los registros de la Gran Logia a su sucesor. El Amo Grande de la York el Alojamiento Grande de México entonces expulsó siete Hermanos implicados, seis de quién Albañiles 33rd de Grado, en el primer de diciembre de 1919. Esos, junto con su sympathizers organizaron inmediatamente un Alojamiento Anglófono, la Ciudad de México Nº 35, bajo la obediencia nominal de la Abuela Logia Valle de México. Nominal, porque en caso del conflicto entre ese Alojamiento y ese Alojamiento Grande, el Alojamiento Grande de Canadá debía ser consultado para una decisión final. Un arreglo excepcional, no decir más. Unos pocos días posteriores, el 26 de diciembre de 1919, uno de los extranjeros arriba mencionados, el Sacerdote Alto de de México N Capítuloº 225 de R. UN. M. publicó una carta circular conforme a Balaustre Nº 79 visitas que prohiben de York el Alojamiento Grande de miembros de México a ese Capítulo, todavía 79
otro paso para condenar al ostracismo nuestro Alojamiento Grande. Podemos sólo especula en el motivo de esos hermanos, pero no es farfechted para asumir que la perspectiva de recipiente el cubrió el Grado 33rd, que puede sólo sea obtenido del Concilio Supremo, era un elemento clave. Qué siguió lobbying, por el correo y contactos personales, ejercitado sobre los EE.UU. Los Alojamientos grandes por ambas la Abuela Logia Valle de México y la York el Alojamiento Grande de México, el completar postrero su trabajo con folletos y su 1920 por 1924 anual Procede. Varias razones parecerían explicar la acción del Rito escocés el Concilio Supremo, del deseo para ejercer el control total sobre la Albañilería Hecha a mano en México, hacia abajo a motivos financieros o profanar los intereses políticos. Cualquier el caso, la York el Alojamiento Grande de México “clavó la bandera a su palo y estuvo preparado sus fusiles.” Dentro del año que sigue el comienzo de la crisis, uno de los hermanos americanos ya mencionados que dirigieron el ataque fueron cargados y fueron tratados por su propio Alojamiento Grande de Missouri. Mientras tanto el Sacerdote Alto Grande de Tejas, bajo cuyo de la jurisdicción N México Capítulo 225 trabajaban, dirigieron que el decreta contra la York el Alojamiento Grande de México sea retirado. Al mismo tiempo, un segundo hermano fue suspendido de la Albañilería en su propio Alojamiento en San Francisco. Durante 1922 y 1923 los Grandes maestros de la Gran Logia de York tuvieron contactos no oficiales con los hermanos de la Logia 35 de la Cd. de México, sin resultados. Apoyo a la Gran Logia de York En 1925 el Consejo Supremo, bajo el liderazgo de un nuevo Comendador, revocó el Balaustre n° 79 y aceptó a la Gran Logia de York como regular en su circular n° 251 del 8 de julio. El 7 de septiembre de 1925, el Gran Maestro de la Gran Logia de York de México publicó un edicto para liberar a sus miembros de las prohibiciones de comunicación Masónica con sus hermanos del la Logia Ciudad de México n° 35. Como una consecuencia, durante 1926, varios antiguos miembros de las Logias Tampico n° 10 y Washington n° 6, que se habían retirado en 1919, se reafiliaron en sus Logias de origen. En la capital, en febrero 1927, el Gran Maestro de la 80
G. L. De York “tuvo una reunión informal con el Gran Excelentísimo Maestro y miembros prominentes de la Logia Ciudad de México n° 35, informando que serían cordialmente bienvenidos en caso de querer afiliarse a las logias de la G. L. De York de México. Si embargo, el 13 de febrero de 1928 dos años y medio después del retiro de la proscripción, y ocho años después de que sucedieron las expulsiones, ocho antiguos miembros de la Logia Ciudad de México n° 35 recibieron el juramento de la afiliación en la Logia Toltec n° 1 en presencia del Gran Maestro. En un comunicado de la Gran Logia del 5 de abril de 1919, los Past Grandes Maestros que habían infligido las suspensiones en 1919 impulsaron la revocación de las suspensiones, lo cual fue aprobado unánimemente por aclamación. Desde entonces y hasta 1930, reinstalaciones y afiliaciones de unos 40 antiguos miembros de la Logia Ciudad de México n° 35 se siguieron dando, en su mayor parte a favor de la Logia Tolteca n° 1. Tomado de:
https://18gaia18.wordpress.com/
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