Herbert Oré Belsuzarri Mario López Rico Vicente Alcoseri Julio Villarreal III
-La formación del Gran Oriente Latinoamericano…3 -El gatiguampo y las leyendas urbanas de la masonería………………………………………………………….6 - El luminoso mundo iniciático y el nefasto mundo profano…………………………………………………………… 10 - Los santos coronados……………………………………..19 Los cuatro santos coronados……………………………….20 Conoce quienes son los cuatro santos coronados…..26 La leyenda de los cuatro mártires coronados………..31 -Solsticios………………………………………………………… 36 Las puertas solsticiales……………………………………….38 Solsticio de invierno, iniciación y masonería………..44 Acerca de los dos San Juan………………………………….51 Comentarios sobre las puertas solsticiales……………55 Las puertas solsticiales del inca………………………….60 -Hiram Abif: Disección de un mito a través de varias lecturas…………………………………………………………. 106 -Algunas virtudes que todo masón debería tener.129 La revista agradece la difusión de los artículos publicados, mencionando la fuente y la autoría.
Valle de Lima Junio 2017
LA FORMACION DEL GRAN ORIENTE LATINOAMERICANO Francisco Ortiz Espinoza
Homenaje escrito a Don Edgardo Enríquez Frodden desde una perspectiva mitológica.
Siempre han existido héroes, que han sido la envidia de los grandes dioses, o guardianes del Olimpo. El Gran Oriente Latinoamericano (G:.O:.L:.A) es fundamentalmente una creación humana; de un semidiós, más humano que divino que supo triunfar y sobreponerse a las peores adversidades que nos pudiera brindar la vida; demostrando con ello, valentía y he3
roísmo, virtudes que a su vez dependen de una gran fuerza colosal VOLUNTAD, de bellos rasgos de la personalidad TENACIDAD y de una sabiduría ancestral INTELIGENCIA. (TRIADA) ¿Cómo puede un hombre e iniciado en nuestros misterios formar tan vasta y maravillosa obra? ¿Qué lo hace levantarse después de saber que su hijo ha muerto, producto de la brutalidad humana y la intolerancia política? ¿Cuáles serán los móviles psicológicos para mantener fraternidad pese al exilio y la tortura? ¿Por qué sigue creyendo en el ideal iniciático de la Masonería, pese al cierre de varias puertas en templos europeos? Quizás hubiera contestado raudamente hace 20 años, pero actualmente, reflexiono sobre tal hazaña. Siendo padre de dos hermosos varones... mis respuestas, creo, son insuficientes, y más bien dudosas. Es por eso que he querido representar la formación del G:.O:.L:.A:. como se hubiera representado un verso o una tragedia en la Grecia de Homero. El anfiteatro serán ustedes, los lectores de este pequeño homenaje al forjador y creador del G:.O:.L:.A:. o Gran Oriente chileno en el exilio como partió nombrándose esta magna obra. Don Edgardo Enríquez Frodden representa ese arquetipo ancestral del HEROE materializado en un hombre que vivió intensamente los años finales del siglo XX. El héroe griego, y posteriormente romano que simboliza, desde mi perspectiva, la unidad humana- divina que puede ser entendida y descrita mediante las respuestas al cuestionario antes propuesto CUATERNARIO. No es el verbo el que define al quijote sino sus actos. Es la acción GENERADORA y REGENERADORA que nos despoja del manto pútrido de una sociedad corrupta y nos da luces para actuar frente a vicisitudes que nos enfrentamos a diario. ¿Cuándo se inicia verdaderamente un Francmasón? 4
La respuesta es inmediata: si actuamos en sociedad como Don Edgardo Enríquez Frodden. Este médico, no se convierte en HÉROE hasta que encarniza y demuestra en hechos como un verdadero FRANCMASON, enfrenta la INTOLERANCIA, VIOLENCIA, EXILIO y ASESINATO No se puede trascender sino no nos replanteamos y a su vez contestamos las tres grandes preguntas que caracterizan la existencia humana: 1 ¿Quién soy? 2 ¿De dónde vengo? 3 ¿Y Hacia dónde voy? Estas tres preguntas representan para muchos iniciados las tres grandes cabezas de Cerbero, el famoso perro guardián del Hades (infierno) derrotado por Hércules en su última tarea. ¿No es eso el G:O:.L:.A::? La gesta heroica del señor Enríquez. Finalmente el G:.O:.L:.A:. representa una institución viva y progresista que constantemente evita el anacronismo mediante la práctica de sus nobles ideales de FRATERNIDAD, LIBERTAD , IGUALDAD, LAICICIDAD, y VERDAD. Nuestros bellos rituales, encriptados en hermosísimas liturgias nos refuerzan el egregor de nuestro origen a través de un acondicionamiento adquirido y el reflejo masónico en sociedad. No venimos de discursos fantasiosos y ostentosos que nos remontan a ciertas ordenes caballerescas y monárquicas. No nos originamos de la fastuosidad QQHH:. sino de la VERDAD histórica, de una sólida MORAL y de principios impresos mediante la experiencia vivida por nuestro Hércules, por nuestro fundador. 5
EL GATIGUAMPO Y LAS LEYENDAS URBANAS DE LA MASONERIA Julio Mario Villarreal III
El escritor Francés, Montaigne, en una ocasión afirmó que “Las personas por lo general creemos ciegamente en las afirmaciones de temas que desconocemos”. Ciertas afirmaciones y creencias pasan de generación en generación, por lo que la gente las repite automáticamente sin un razonamiento lógico. Internet se ha convertido en “El Mataburros Electrónico” por excelencia por casi todas las personas que tienen acceso a una computadora y a la Red Global de Comunicación, sobre todo para las personas crédulas y estudiantes perezosos. No todo lo que aparece en Internet es cierto, por muy veraz que parezca, en especial en temas de Masonería. Ya he perdido la cuenta de las veces que he leído y escuchado presentaciones y trazados por parte de aprendices y compañeros respecto a algún tema que les haya sido dejado por sus respectivos vigilantes. En ellas he me he percatado algunas veces de la mezcolanza de conceptos de diferentes ritos que no tienen nada que ver con el rito del taller donde se presenta la plancha, incluyendo en algunos 6
casos exposiciones donde se presentan posturas de logias irregulares que confunden al que escucha o lee estas planchas. Nuestra razón de ser y de nuestro deber es muy sencillo, pues se fundamenta en que venimos a la Masonería a dominar nuestras pasiones e instruirnos para ser mejores hombres, buscando la luz de la divina sabiduría, trabajando por la Gloria del Gran Arquitecto del Universo y en beneficio de la Humanidad, sin embargo los antiguos enemigos de siempre no cesan de su tarea como Teóricos de la Conspiración en contra nuestra fraternidad y cuelgan en el Internet información falsa sobre los masones. Estos grupos se han vuelto cada vez más sutiles y si no pueden con el enemigo, tratan de unirse a él para destruirlo por dentro y esto lo realizan sembrando malas semillas entre la buena cimiente, introduciendo conceptos errados a lecturas que parecen llevar el correcto sentir del Arte Real pero con elementos equívocos que poco a poco confunden, desvirtúan y tratan de oscurecer la luz de la sabiduría que pretendemos alcanzar. Por todo lo anterior, es un deber ineludible de los vigilantes de cada taller el supervisar, analizar y aclarar a los aprendices y compañeros cualquier duda que pueda afectar el nivel o la plomada, no sea que estemos construyendo un edificio espiritual desaplomado. Recuerdo todavía la siguiente anécdota de una vieja revista Selecciones que trataba sobre un maestro que enseñaba ciencias naturales y medio ambiente en el colegio, quien un día de clases cualquiera le presentó a sus alumnos el tema de una criatura llamada “Gatiguampo”, un animal adaptado al medio biológico, que se extinguió durante la era de glaciaciones. El maestro hizo pasar un cráneo de mano mientras explicaba el tema. Todos tomaban notas y, más tarde contestaron un cuestionario sobre la lección. Luego del examen, uno de los alumnos quedó boquiabierto al observar una enorme equis roja que tachaba cada una de sus respuestas. ¿Calificación?: ¡Reprobado! 7
Luego supo que todos sus compañeros de clase habían reprobado la misma lección. ¡Debía de haber algún error! - se decía - En las respuestas había repetido al pie de la letra las palabras del maestro. - ¿Qué había ocurrido? - se atrevieron algunos a preguntar. - Muy sencillo -, les explicó el maestro: Él había inventado ese cuento del “Gatiguampo”. Jamás había existido tal especie. Por lo tanto, cada uno de los datos de las notas tomadas por los estudiantes era incorrecto. Y agrego: - ¿Acaso… querían que los aprobara por contestar falsedades? – Sobra decir que los estudiantes se pusieron furiosos, y se preguntaban: - ”¿Qué clase de prueba era esa? ¡Y qué clase de Maestro era ese?” El maestro prosiguió, - Tendrían que habérselo imaginado: mientras circulaba entre ustedes el cráneo, que era de gato, ¿Acaso no les había dicho que: “¿No había quedado ningún vestigio del animal? ¿No les 8
hable de su asombrosa visión nocturna, del color de su piel y de otras muchas características de las que no podía haberme enterado? Para colmo, siguió - le puse un nombre ridículo, y ni siquiera maliciaron la artimaña. Recuerdo, y a veces se me olvida, que el maestro agregó que esperaba que hubieran aprendido algo de la experiencia: “Los maestros, los entrenadores y los libros de texto no son infalibles. Y nadie lo es. Y les recomendó no permitir que sus mentes se adormecieran y tener siempre el valor de expresar nuestra inconformidad cuando el maestro. El profesor, el entrenador, el portal del Internet o el libro de texto nos parecieran errados.” Recordemos las palabras de Rene Descartes: “La Duda es el Método del Conocimiento”. Si tienen dudas de vuestra instrucción, de las lecturas que encuentran en Internet, o de algún libro en particular, consulten a un Maestro Mason de vuestra confianza, y si aún no se sienten cómodos con las respuestas, indaguen otras fuentes y continúen la búsqueda de la verdad.
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El Luminoso Mundo Iniciático y el Nefasto Mundo Profano Vicente Alcoseri
Se cuenta que hace milenios en la antigua Babilonia el Sabio Shamash empezó a reflexionar por cuenta propia, por decirlo así. Y llegó a la conclusión que todas las enseñanzas precedentes eran erradas, y finalmente estableció una crítica y una nueva técnica para realmente ayudar al ser humano. 10
Fue digamos su auto descubrimiento. Descubrió cuál era su meta en la vida por medio de sus propios esfuerzos y auto observaciones llegó a Conocerse a Sí Mismo ; y se puso a trabajar para inventar el medio más eficiente para llevar a cabo un cambio que impactaría en el futuro de la Humanidad. Esto digamos fue un esfuerzo consciente". "El sistema del Antiguo Héroe Babilónico Solar llamado Shamash define una meta superior para cada individuo, que es: el logro de la conciencia de sí y cierto grado de razón objetiva. La idea es, en última instancia, poder relacionar toda acción con la conducta intencional, que puede, ella sola, dar sentido a una vida que de otro modo sería mecánica e inconsciente. El orgullo legítimo comienza con el trabajo del 'Yo Interior'. Esta es la 'satisfacción de Ser' de haber realizado un esfuerzo". "El Mítico Héroe Solar Shamah comenzó a cuestionar su propia capacidad para formular un método para salvar a los seres del planeta Tierra de una degeneración que va en aumento. Después de mucho trabajo sobre sí mismo, después de mucha reflexión y dándose cuenta que él mismo había sido condicionado por la sociedad, la religión, la ciencia y la política , fue capaz de traspasar las capas de su educación deformada y, en un estado de objetividad y de imparcialidad, comenzó a formular su misión. Shamash creó la Antigua Sociedad Secreta Sarmung, la más antigua de las sociedades de su tipo que existe hasta el día de hoy; dejó una enseñanza especializada para un linaje de iniciados, de los cuales quedan hoy representantes en varios lugares del planeta". "Recuerden que, todas las enseñanzas iniciáticas, todo tiene tres significados y siete aspectos". "Shamash fue el fundador de lo que diríamos la casta de iniciados' ". Shamash se liberó de todas las asociaciones, y pudo ser imparcial. Examinó los resultados de las religiones fundadas sobre la Fe, el dogmatismo y el error, y vio que los seres humanos ya no tenían la posibilidad de recibir sus influencias iniciáticas con facilidad; y que ya no era posible recurrir a fórmulas para hacerlos reflexionar. Se dijo a sí mismo – Es inútil predicar la cordura a los fanáticos. Cuestionó todas nuestras emociones así como nuestras ideas fijas respecto a la ciencia y el arte; y llegó a la conclusión de que aún quedaba, sepultado en la esencia del ser humano, algo que no 11
es adquirido, sino que es nuestro y no ha sido corrompido: la Conciencia Objetiva". "Shamash el Héroe Solar eligió treinta y tres seres humanos provenientes de diferentes escuelas monásticas, pensadores independientes individuales. La palabra "monasterio" procede del griego monasterion, de la raíz mono ("uno solo"), es decir monásticos capaces de pensar en contra de las tendencias sociológicas en curso, en contra de las tendencias de su propio organismo y de las del mundo alrededor de ellos. (Todo pensador independiente vive en un 'monasterio'). Shamash enseñó el Método a los treinta y tres, de manera que fueran capaces de hablar desde su propia experiencia, no basándose en los libros; y que fueran capaces de ayudar a otros a hacer lo mismo". "Durante un largo período su organización floreció, ya que sus ideas seguían siendo transmitidas por los iniciados. Finalmente las ideas de Shamash fueron deformadas, pero siempre quedaron quienes res12
guardaron las enseñanzas tal cual fueron dichas por él. En cada uno de nosotros hay una parte que rechaza las idas iniciáticas. Así llegará un tiempo en que algunas personas se interesen del sistema enseñado por Shamash , pero sin la comprensión necesaria, harán uso de las ideas para sus propios propósitos subjetivos; las distorsionarán y las cambiarán, engañándose a sí mismas en cuanto a que están en el 'Camino Correcto'. Pero, siempre, permanecerá un núcleo de los que comprenden verdaderamente y que mantendrán el Método y el Sistema tal como Shamash el iniciado los enseñó". "En nuestro tiempo, todos los llamados a la Fe, la Esperanza y el Amor tienen un tono de sentimentalismo y fanatismo, y provocan cierto asco; intelectualmente estamos en guardia contra ellos. Pero somos tan civilizados como los babilonios de su tiempo e igualmente corruptos, y exigimos pruebas racionales y convincentes de lo que es la religión, pero entendemos que la religión es una forma para regular la sociedad". "Con respecto al llamado a la razón ordinaria tenemos, por ejemplo, a Buda, reconocido como el mayor dialéctico, razonador sutil y lógico del mundo, que fue tan malentendido por la segunda o tercera generación de sus seguidores comenzaron a malinterpretarlo". "Shamash se dio cuenta de que los maestros que le habían precedido, y que habían recurrido a la Fe, a la Esperanza y al Amor habían fracasado; al igual que los que vinieron después y que recurrieron a lo mismo fracasaron, y propuso recurrir a algo que no hemos racionalizado todavía, y de lo cual pocos, salvo en circunstancias desesperadas, tendríamos experiencia". “¿Por qué un fanático político o religioso es siempre un fanático? ¿Por qué se comporta como un fanático de ideas políticas tontas? ¿Por qué no se comporta, por decirlo así, razonablemente? Se comporta como lo hace porque está obligado a ser lo que es un fanático, cualquiera sea el resultado. Si está subiendo o cayendo en la escala del fanatismo político, a si está 13
multiplicándose o extinguiéndose, o si está mutando de fanático político por la mañana y fanático religioso por la tarde. Es fanático por ignorancia, o fanático por conveniencia"." El fanático es como el mineral, el vegetal, el animal, obedecen a la ley de su especie- ser siempre lo que son. 'Todos inclinan la cabeza bajo el yugo que la Naturaleza impone en su subordinados'. Para ellos no hay mal en significado de la palabra fanático, no hay necesidad para ellos de esfuerzo psicológico; su especie es fanática por naturaleza. El hombre es inalterable exteriormente, pero psicológicamente tiene en sí todas las especies de fanatismo. Puede ser fanático, según la ocasión, un fanático de la ciencia, un fanático de algún partido político, un fanático deportivo; obsérvese a sí mismo y a sus amigos. El fanático es la nota 'discordante ' en el concierto. Esta nota es precaria, es un estado de responsabilidad, una octava en la que el fanático puede ya sea subir o bajar en la escala. ¿Puede hacerse el esfuerzo por medio del cual ascenderá al nivel siguiente? Esto es el Horror de la Situación del Fanatismo, porque si no se hace el esfuerzo, el fanático puede descender y degenerar”. "Shamash introduce la idea de un Dios No Antropomórfico -lo cual determina que el hombre debería desarrollar sus potencialidades en dirección ascendente-.Las especies por debajo del hombre no necesitan esto. El hombre es la primera especie biológica en ocupar este punto crucial en la evolución interior, y su función cósmica es cooperar en el plan impuesto al Universo por el Creador: la evolución de este mismo Universo". "Shamash enseñó un método, el Método por medio del cual el hombre podría llegar a ser un hombre normal, un ser despierto, en vez de existir, como hace ahora, como una simple máquina para la formación de ideas absurdas. Parte del plan requería que en cierto momento debería aparecer una cierta cantidad de agentes conscientes de sí mismos, no simples sirvientes, que cooperarían en llevar a cabo este plan arbitrario. Shamash el héroe solar de la antigua Babilonia proponía traer conciencia a la vida, y partir de allí". 14
"El diagnóstico del hombre y su condición psíquica es que, como raza, está sufriendo, en diversos grados, de una personalidad dividida y adormecida. Por ejemplo, es imposible recordarle a un hombre su condición normal cuando está ebrio o bajo la influencia de una droga, o de una fuerte emoción como el amor o el odio. Es meta y propósito de todos los maestros iniciados verdaderos recordarle al hombre su estado normal -un estado en el cual la persona promedio tiene, a veces, al menos una vislumbre momentánea y un momento de recuerdo parcial de un estado de conciencia verdadera-. Hay una historia hindú sobre un niño en el vientre que cantaba: 'Déjenme recordar quién soy yo'. Y su primer grito después de nacer fue: '¡Oh, lo he olvidado!' Esta idea le es familiar a los seguidores de la religión cristiana en la historia del Hijo Pródigo, basada en el antiguo 'Himno de la Túnica de la Gloria' gnóstico, el cual, como otras historias, consideramos que sucede en los 'tiempos bíblicos'. No lo aplicamos a nosotros mismos, o lo vemos a la luz de la moral subjetiva". "Shamash el Maestro Solar de Justicia enseñó a sus alumnos un método por medio del cual podían 'despertar' al hecho de que estaban viviendo en el remoto país del Hijo Pródigo, el cuerpo planetario, y por medio del cual, con el tiempo, podrían dejar de identificarse con sus innumerables deseos y anhelos, y regresar a su verdadero ser. El Método era lo que llamamos la técnica de la sensación de sí, del recuerdo de que el Ser Humano es Luz, de la observación constante sobre uno mismo; es el despertar; un método muy simple y, sin embargo, al mismo tiempo muy difícil. ¿Por qué? Porque la totalidad de la vida, junto con otras cosas en nosotros mismos, es una conspiración para hacernos olvidar quienes somos en realidad, para mantenernos en un estado de sueño. Igualmente, es peligroso que una persona intente siquiera usar el Método a partir de una descripción verbal parcial, sin mencionar cualquier tipo de texto; sin embargo, lo encontrarán registrado en todas las grandes enseñanzas". "Si recordamos al grupo original que fundó los Caballeros Templarios, o la Orden de Caballería, cuando los grandes nobles consideraban un privilegio recibir el permiso para trabajar siquiera en la cocina, o al grupo 15
desconocido de albañiles que, con herramientas e instrumentos sencillos pero con un saber secreto, construyeron el milagro de la catedral de Ely en una ciénaga de una isla en un remoto lugar de Inglaterra, tendremos algo comparable al grupo de Shamash". "Los fundadores de estos grupos templarios y masónicos tenían, en un alto grado, voluntad verdadera, conciencia verdadera, individualidad verdadera –el triángulo del Eneagrama, contra el flujo que desciende la escala de la ley de octava-"."En los relatos masónicos que circulan por las logias se cuenta de , un personaje que caminaba por una calle de Reforma por la ciudad de México , , y vio en una placa sobre una puerta: Martin Gómez , Deseducador'. La profesión Martin Gómez era ayudar a la gente a que desaprendiera la basura que habían acumulado con la educación en la UNAM Universidad Nacional Autónoma de México. Nosotros como masones tenemos que desaprender, y ser reeducados si es que pretendemos llegar a algo como masones".
"Shamash enseñaba que un hombre debería tener el sentido de la obligación de cumplir el deber para el cual ha sido creado, y que tal hombre evolucionaría sólo hasta el grado en el cual cumpliera esta obligación. Al hacer esto tendría que abandonar todo tipo de cosas que estimaba necesarias para una 'buena vida' -puntos de vista, poder exterior, conocimiento, 16
vanidad, falso orgullo, egoísmo- los cuales, además del amor por el dinero y el sexo, constituyen la verdadera lujuria de la carne". "La crítica del mundo profano departe de Shamash fue la de un buen filósofo y, sin embargo, un racionalista puro: Razón Objetiva sin Conciencia Objetiva. Su opinión era que si un hombre era creado para servir era, en consecuencia, un esclavo. Verosímil y astutamente, propuso repudiar este servicio y alcanzar la libertad absoluta. Consideraba posible alcanzar esto sin hacer el esfuerzo vinculado al trabajo consciente y al logro voluntario. En un sentido, Shamash fue el precursor de nuestros ancestros espirituales, los griegos y los romanos, que nosotros consideramos como el principio de la civilización -poco antes que fueran bárbaros e inhumanosPero la Historia es Clara y dice que la antigua civilización babilónica fue anterior y muy superior a la griega, de la cual ésta desciende. De nosotros los masones, lo profano trata de deshacer el trabajo iniciático- lo profano una fuerza inconsciente que trabaja contra una fuerza consciente-"."En este Trabajo Masónico, el trabajo en sí cual estamos comprometidos, algunas personas en las que el conocimiento ha dejado rezagada a la comprensión pueden no ser capaces de soportar la fuerza que viene después si dejan de lado lo inicíatico: sentimiento de culpa, remordimiento, reproche a sí mismas, desesperación de sentir que son incapaces de hacer algo con respecto a sí mismas. Esta es la noche obscura del alma. Algunos pueden irse por la tangente, buscando un camino más fácil en lo profano, el camino de una escuela filosófica, por ejemplo; o un culto oriental no adaptado para la psiquis occidental; o pueden volverse antimasónicos y, con las mejores razones egoisticas, oponerse en realidad al trabajo masónico. Este trabajo es un positivo fuerte y, como se dice, 'un fuerte positivo provoca un fuerte negativo". "El Mundo Profano es la personificación en nosotros de la renuencia a soportar el duro esfuerzo que es necesario para obtener la Conciencia Objetiva paralela a la obtención de la Razón Objetiva"."Dios tiene un plan. En este plan están involucrados los seres humanos, y parte del plan consiste en dar al elegido la oportunidad de trabajar para sí mismo y al 17
mismo tiempo para El. Es un elevado y vasto plan; y el nivelde sufrimiento está en proporción a la importancia de dicho plan. ¿Quiénes son los elegidos? Todo aquel que está dispuesto a pagar el precio del esfuerzo consciente y el sufrimiento voluntario”. “El Mundo Profano decidió trabajar con gente sencilla, de buenos sentimientos, que no habían alcanzado la Razón Objetiva –los insatisfechos que empezaban a pensar que no había esperanza de acceder a la Razón Objetiva en base al esfuerzo-. En lugar de la gran meta, enseñó que la cosa más importante en la vida era la búsqueda de la felicidad, y la felicidad consistía en no ser obligado a hacer esfuerzos constantes e incesantes. En ciertos estados de ánimo podemos sentirnos dispuestos a estar de acuerdo. El Mundo Profano recurrió a dos características de personas: el que desea obtener algo por nada, y que tiene la idea de ser libre sin alcanzarlo nunca, o de una libertad para lograr la felicidad en el futuro. El Mundo profano no es un monstruo ni un traidor consciente, sólo es un mecanismo ideado hace milenios para que el ser humano no se convierta en un riesgo para la estabilidad de otros seres. No tomemos en cuenta el plano emocional superior. En tal estado un hombre no puede hacer el mal; la Conciencia Objetiva está despierta; se halla en un estado de recuerdo de que somos luz-de recogimiento de sí-. En nuestra razón profana ya hay lo suficiente para derrotar a Buda, a Jesucristo, y cualquiera que trate de enseñar algo superior, y hacernos creer que las Universidades son necesarias y que la Religión es indispensable. La debilidad del Mundo Profano fue no tener la urgente necesidad de comprender el 'por qué', por estar satisfecho con el saber parcial y con lo que es 'cómo se dice que el 'por qué' es para lo que se desconoce, aunque al mismo tiempo exista" la gente por ello se siente satisfecha con morir sin haber obtenido absolutamente nada, pero hay algunos que no soportan el sentido ordinario del mundo profano y es cuando buscan algo más, y es por insatisfechos por las explicaciones del mundo profano que surgieron los Masones. 18
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LOS CUATRO SANTOS CORONADOS Las fiestas de los dos San Juan, el Evangelista y el Bautista de la tradición cristiana, identificados con los solsticios de invierno y verano, el “Juan que ríe” y el “Juan que llora” de la tradición popular, y con el dios Jano de la tradición romana de los collegia fabrorum, son las dos fiestas que aún conserva la Masonería moderna, heredadas de la antigua Masonería medieval.
Los cuatro Santos Coronados. Esculturas de Nanno di Banco, iglesia de Orsanmichele, siglo XIV, Florencia
Sin embargo, otra celebración importante para la antigua Masonería de oficio fue, hasta el mismo siglo XVIII, la fiesta de los Santos Coronados, 20
también conocidos como los Cuatro Santos Coronados, por ser cuatro, de nombres Severo, Severiano, Carpóforo y Victorino, los santos mártires que murieron en tiempos del emperador Diocleciano, azotados con plomadas por negarse a esculpir ídolos paganos; esto según cuenta la Leyenda dorada del dominico Jacobo de la Vorágine, escrita en el siglo XIII, junto a la del martirologio cristiano del monje inglés Beda el Venerable, del siglo VIII, que fueron las versiones que eligieron para sí los gremios de constructores, pese a que la advocación, dada su antigüedad, tuvo también otras variantes en su origen y otros nombres que dejaremos aparte. Su festividad fue fijada en el siglo IV por el Papa Melquíades en el octavo día tras la fiesta de Todos los Santos, o sea el 8 de noviembre, siendo representados con los útiles propios de su oficio, es decir, escuadra, compás, escoda de picapedrero, etc., pues según dice su hagiografía eran trabajadores de las canteras que el emperador Diocleciano poseía en Panonia, en la región del Danubio medio. Su devoción, extendida pronto por toda Europa, y su oficio, talladores de piedra o escultores, hizo que fueran adoptados como santos patronos de las corporaciones de constructores, de tal modo que es posible rastrear la importancia de su festividad y de su culto, entre los gremios de masones a través de sus antiguos textos y estatutos, conocidos como Old Charges, en inglés, o “Antiguos Deberes”. En los Estatutos de la Asociación de Talladores de Piedras de Ratisbona, de 1459, se dice: «En el nombre de Dios, Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y Santa María, madre de Dios, de sus bienaventurados santos servidores, los cuatro santos coronados de eterna memoria, consideramos que para conservar la amistad unión y obediencia, fundamento de todo bien, de toda utilidad y provecho para todos, príncipes, condes, señores, localidades y conventos, en el presente y en el futuro, Iglesias, edificios de piedra o construcciones, debemos constituir una comunidad fraternal». También son citados en los Estatutos de la Compañía de Constructores de Londres, redactada en 1481, donde se especifica que en el día de su festividad todos los miembros del gremio están obligados a celebrarla con una misa. Pero donde aparecen nombrados con mayor extensión y prolijidad es en el manuscrito Regius, fechado en 1390 dice así: 21
Virgen con el niĂąo rodeado de los santos Claudio, Castorio, Martino y Girolamo. En lo alto, Cristo entre MarĂa y san Juan. Tabla pintada por el Maestro della Pala dei Muratori (1476). Pinacoteca Nacional de Bolonia
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“Oremos a Dios omnipotente y su madre María, a fin de que podamos seguir estos artículos y los puntos, todos juntos, como hicieron los cuatro santos mártires, que en este oficio tuvieron gran estima. Fueron ellos tan buenos masones como pueda hallarse sobre la tierra, escultores e imagineros también eran, por ser de los obreros los mejores, y en gran estima el emperador los tenía; deseó éste que hicieran una estatua que en su honor se venerara; tales monumentos en su tiempo poseía para desviar al pueblo de la ley de Cristo. Pero ellos firmes permanecieron en la ley de Cristo, y sin compromisos en su oficio; amaban bien a Dios y a su enseñanza, y se habían volcado a su servicio para siempre. En aquel tiempo fueron hombres de verdad, y rectamente vivieron en la ley de Dios; ídolos se negaron a erigir, y por muchos beneficios que pudieran reunir; no tomaron a este ídolo por su Dios y rechazaron su construcción, pese a su cólera; por no renegar de su verdadera fe y creer en su falsa ley, sin demora el emperador los hizo detener, y en una profunda cárcel los encerró; cuanto más cruelmente los castigaba, más en la gracia de Dios se regocijaban. Viendo entonces que nada podía les dejo ir a la muerte; quien lo desee, en el libro puede leer de la leyenda de los santos, los nombres de los Cuatro Coronados. Su fiesta es bien conocida por todos, el octavo día tras Todos los Santos”. Aún hoy día se pueden ver multitud de restos y detalles de su iconografía en las capillas de catedrales e iglesias de toda Europa construidas desde la Edad Media hasta el siglo XVIII. Uno de los rasgos más significativos de la advocación de los Cuatro Santos Coronados es justamente la elección precisa de su número, sobre todo cuando diferentes versiones iniciales de la leyenda varían de entre 5 y 9 los nombres de los santos que se barajan, hasta que su culto queda finalmente reducido y fijado a 4 mártires. Los ritos que se llevan a cabo a la hora de diseñar y construir un edificio, tales como la colocación de la primera o la última piedras, son una imitación del orden y los ritmos del Cosmos, así como de la labor y sacrificio del Principio divino al dar lugar a la manifestación, lo cual se refleja en la dimensión cósmica que toma cuerpo a su vez en múltiples formas 23
arquitectónicas, haciendo de la construcción del edificio una verdadera imitación de la creación del mundo. Así, mientras las formas circulares, o esféricas relacionadas con el arco o la cúpula se identifican con el cielo, las formas cuadradas o cúbicas, relacionadas con la base y los cimientos del edificio se relacionan con la tierra. La construcción del edificio se ve entonces como el retorno y dependencia de la multiplicidad de la manifestación, equivalente a los 4 ángulos o piedras de fundación de la base, con la unidad del Principio creador, equivalente a la clave del arco o la piedra angular de la sumidad de la cúpula, siendo esta operación la inversa al paso de la unidad del Principio a la multiplicidad de la manifestación, obra directa del Gran Arquitecto del Universo en la Creación. Estas dos operaciones, solidarias de la solución y la coagulación herméticas, se asociaban en Geometría a los problemas de la circulación del cuadrado y la cuadratura del círculo, respectivamente. Y, de igual manera que los 4 elementos de la naturaleza, fuego, tierra, aire y agua, que componen el mundo parten o se reúnen en una quintaesencia, las 4 piedras fundamentales sobre las que se asienta el edificio, orientadas según los ángulos intermedios a los 4 puntos cardinales, deben reunirse y ordenarse en la sumidad de la piedra angular donde el conjunto del edificio encuentra su trabazón y es llevado a su perfección; piedra angular que, como dice la Sagrada Escritura, había sido rechaza por los albañiles al inicio de la construcción. La colocación por tanto de la primer piedra del edificio, o piedra fundamental, se llevaba a cabo en el ángulo noreste, lugar donde hoy se sitúa en nuestra logia el aprendiz masón al término de su iniciación, representando la salida del sol; el resto de las 3 piedras de fundación que delimitaban el contorno y la base del edificio eran colocadas siguiendo el recorrido del sol: la segunda al sureste, la tercera al suroeste y la cuarta al noroeste. Lejos por tanto del capricho, o del azar, el hecho de que la advocación señale a 4 el número de los Santos Coronados y no otro, obedece a la 24
identificación de estos mártires, patrones del oficio de la masonería, con el simbolismo y rito de la colocación de las 4 piedras de fundación, identificadas con el simbolismo de la tierra y con el arte de la escuadra, que es la herramienta con la que se escuadran los bloques de piedra, sobre los que se alza la base de la edificación; mientras el compás se dedica a las labores del trazado de arcos, bóvedas y cúpulas, las cuales representan el cielo en la construcción. Precisamente, en la antigua Masonería de oficio, existían dos grandes divisiones, recibiendo el nombre de Masonería de la Escuadra, aquella en la que sus miembros solamente dominaban los conocimientos que permitían establecer los cimientos, en base a la orientación sobre los 4 puntos cardinales y la correspondiente delimitación de los Landmarks, o postes, de la edificación sobre el terreno, realizando luego las elevaciones sobre esta base; mientras que se conocía con el nombre de Masonería del Arco, a aquellos masones, que habiendo pasado del dominio de la escuadra al compás, poseían además los conocimientos para edificar la techumbre que cubriría el edificio, mediante arcos, bóvedas y cúpulas. Esta identificación de los Cuatro Santos Coronados con las 4 piedras de fundación del edificio aparece señalada en muchas de las capillas dedicas a éstos, donde sus efigies aparecen representadas, reunidas los 4, en la piedra angular que corona la cúpula de tales capillas, dando precisamente a entender que esta piedra, identificada según los 4 Evangelios con Cristo, o con el Gran Arquitecto del Universo, supone la reunión de las 4 piedras de fundación del edificio, cuyo entramado está ordenado a ella, representando el retorno a la unidad del Principio, y reconociendo que el mundo encuentra sus fundamentados gracias a Él, el Principio del que depende todo. Tomado de: http://www2.uned.es/dpto-hdi/museovirtualhistoriamasoneria/4origenes_masoneria/los%204%20santos%20coronados.htm
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Hay en Roma según se va del Coliseo hacia la basílica de San Juan de Letrán, una estrecha callejuela que lleva el nombre de los Cuatro Santos Coronados. Viene a terminar en una pequeña plaza, donde se eleva un edificio característico que tiene el aspecto de una fortaleza medieval. Pasando por debajo de esta torre, se llega a un primer pórtico, y después a un segundo, en el que son visibles las columnas de la iglesia anterior, que era más amplia que la actual, la de los Cuatro Santos Coronados. Levantada en el siglo IV y destruida por los normandos, fue levantada de nuevo, reduciendo sus dimensiones, por el papa Pascual II en 1111, y finalmente restaurada en el año de 1914. El interior tiene tres naves y su ábside está decorado con notables frescos de Juan de San Giovanni (1630), representando la Historia de los Cuatro Coronados y la Gloria de todos los santos. Y allí mismo, en la confesión, se halla la tumba de los Cuatro Santos. Mucho se ha discutido sobre quiénes fueran estos Santos, a quienes los cristianos dieron en un principio el nombre genérico de Coronados. Por tradición se sabe que fueron revelados sus nombres en tiempos del papa Honorio, quien les mandó erigir una iglesia, a la que más tarde San Gregorio el Grande (590-604) iba a elevar a la dignidad de título cardenalicio. En el pontificado de León IV (847-855), en las reparaciones que se hicieron en el templo, fueron encontradas las santas reliquias, que fueron colocadas debajo del altar, donde hoy día se veneran. Los nombres de los cuatro, según la revelación, son los de Severo, Severino, Carpóforo y Victorino. La historia de estos mártires ha ofrecido siempre no pequeñas dificultades. En el mismo día celebra la Iglesia la fiesta de otros cinco, que padecieron martirio casi por los mismos años en la Panonia, en tiempos del emperador Diocleciano. Tal vez habría que distinguir, por tanto, en este día tres grupos de mártires y no cuatro mártires; primeramente los cinco canteros de Panonia: Simproniano, Claudio, Nicóstrato, Cástor y Simplicio. Luego cuatro Cornicúlarii, o, como diríamos hoy, cuatro suboficiales de caballería, martirizados por la fe; finalmente, otros cuatro santos de Albano, los nuestros, que se conocen con el nombre de Coronados. Las actas de estos últimos aparecen alteradas en algunos puntos, pero no dejan de tenerse como antiguas y auténticas. 27
Diocleciano
Era por el año de 304, cuando arreciaba con más encono en Roma la persecución contra los cristianos. Se habían dado decretos para que todos los súbditos del imperio sacrificasen públicamente a los dioses, pero donde el emperador Diocleciano había mostrado más interés era en lo que tocaba a las clases militares, especialmente, en aquellos que tocaban más de cerca su misma guardia y persona. Muy conocidos eran en la ciudad cuatro hermanos, que militaban todos ellos bajo las águilas imperiales, y que eran tenidos como unos excelentes servidores y soldados. Los cuatro tenían sendos puestos honoríficos en la corte, pero llevaban consigo una tacha en aquellos tiempos imperdonable: los cuatro, Severo, Severiano, Carpóforo y Victorino, eran cristianos. Como la Iglesia había llegado a tener unos días de paz y de apogeo, tanto éstos como sus hermanos de Roma se dedicaban al culto del verdadero 28
Dios con toda entereza y valentía. Asistían a las reuniones y a los oficios divinos. Socorrían a los pobres, se comunicaban con los presbíteros, y ora en las catacumbas, donde de ordinario se solían tener los divinos misterios, ora en algunas iglesias, que ya entonces se habían edificado en la misma ciudad, no se desdeñaban nunca de asistir aun con las insignias de los soldados del emperador. Esto provocaba, sin embargo, la indignación de los paganos y más aún de los que merodeaban con altos puestos en los aledaños del Palatino y de las oficinas imperiales. Cuando por fin salen los decretos de persecución, son en seguida apresados los cuatro Santos para ser llevados a la presencia del emperador. Este, siguiendo una política de atracción, prefiere mostrarse condescendiente con los cuatro jóvenes, a quienes estimaba, por otra parte, por su lealtad y buenos servicios. No le interesaba, sin embargo, sembrar la desolación entre sus mismas filas de soldados, pues bien sabía que en aquellos tiempos eran muchos los que, sin el menor miedo a la muerte, seguían las doctrinas del Crucificado, y era necesario andar en este asunto con suma cautela. Diocleciano les hace ver la locura con que procedían al mantenerse aferrados a una secta que nunca les podría ofrecer las ventajas que él les prometía de seguir a su servicio. Los hermanos no aceptan tales ofrecimientos, y entonces, como último recurso, manda que les lleven delante de una estatua del dios Esculapio, donde, ante toda la multitud, era difícil que se negaran a sacrificar, si bien fuera por las insignias militares que llevaban consigo. Tampoco le resulta la estratagema, pues los heroicos mártires se niegan en absoluto a tomar unos granos de incienso para arrojarlos en los pebeteros encendidos. Solamente aquello les hubiera justificado ante el emperador, pero no quieren contaminar con la menor sombra de cobardía la clara fe que habían manifestado ante todos. Es más, allí mismo proclaman abiertamente sus doctrinas y hacen desprecio de la estatua del dios, que era para ellos un medio más de la maldad y de la astucia del demonio. Enterado el emperador, no solamente ordena que sean relevados de todos sus puestos y degradados de sus honores militares, sino que ordena que, 29
en caso de pertinacia, sean allí mismo azotados hasta que fueran cambiando de parecer. No contaba con la fortaleza de estos héroes, que ya de antes estaban dispuestos a dar toda su sangre hasta el último sacrificio. Como resultaran infructuosas todas las invitaciones, les arrastran despechados hacia una de las columnas del templo, les despojan de sus vestiduras, y, llamados los verdugos, empiezan a infligir a los cuatro hermanos el tremendo suplicio de la flagelación. Ya no les bastan las correas ordinarias y los látigos, que hacen salir la sangre a borbotones. Para más ensañarse les aplican los terribles azotes de púas lacerantes, las plomadas, las largas varas de acero, que se incrustan en su piel, arrancándoles trozos de carne ensangrentados. Cuando se dan cuenta, ya la vida se les va saliendo a los cuatro Santos, y de este modo, entre espasmos de dolor, entregan su alma al cielo. Cuando los verdugos se han cansado de martirizar aquellos cuerpos ensangrentados, les llevan a empujones hasta la misma plaza, donde los exponen a la voracidad de los hambrientos perros. Pero, prodigio de Dios, éstos no se atreven a tocar las sagradas reliquias, y allí permanecen durante cinco días, hasta que fueron recuperados por los cristianos. Una noche, en el sigilo de la persecución, logran sacarlos de Roma y los llevan a dar sepultura a tres millas de ésta en un arenal de la vía Labicana. Allí estaban enterrados también los restos de los cinco mártires escultores, que desde este momento iban a seguir la misma ruta que la de los Santos Cuatro Coronados. La fama de estos cuatro soldados se había extendido por Roma. Con la paz empiezan a darles culto y el papa Melquiades manda que se celebre su fiesta el 8 de noviembre. Las reliquias son llevadas al templo que estaba construyendo en su honor el papa Honorio. Después de las repetidas restauraciones de la basílica, todavía en tiempos del papa Paulo V fueron encontradas en la misma situación, como un homenaje que el cielo había reservado a la valentía de estos esforzados hermanos. http://reportecatolicolaico.com/2015/11/conoce-quienes-son-los-cuatro-santos-coronados/ 30
LA LEYENDA DE LOS CUATRO MÁRTIRES CORONADOS (que fueron Nueve) José Schlosser 31
El nombre de Quatuor Coronati es famoso en los medios masónicos por llevar ese nombre la primera y más importante Logia de Investigación del mundo, la No. 2076 de Inglaterra, fundada en 1886 y cuyo primer Venerable fue Sir Charles Warren. En sus "Transactions" publicadas bajo el título de "Ars Quatuor Coronatorum" figuran importantes trabajos y las consiguientes discusiones a que estos dieron lugar, contribuyendo de manera decisiva al conocimiento histórico y doctrinario de la Orden. Sin embargo, no es muy conocido el origen del nombre que adoptó esta Logia, sumido en la historia del primitivo arte de la construcción en Europa. He aquí pues la leyenda de los "Cuatro" Mártires Coronados "Ars Quatuor Coronatorum", Vol. XXXI, art. de Gordon Hills.
Los cinco santos escultores 32
Los Cinco Claudio, Nicóstrato, Sinforiano, Castorio (y el ayudante de este último Simplicio) eran cristianos secretos y destacados operarios en las canteras de piedra de Diocleciano, en Panonia, región del Danubio medio. La leyenda agrega el romántico detalle de que su excelente trabajo se explicaba por que era hecho en honor a Dios. Recordemos que Diocleciano fue emperador romano desde el 284 al 305 d.C. y que reorganizó el Impero de acuerdo a un sistema jerárquico, la Tetrarquía. Su yerno y luego Emperador Valerio Maximiliano Galerio lo instaron a desatar una dura persecución contra los cristianos. Diocleciano ordenó a estos expertos que tallasen una estatua en honor a Esculapio (dios pagano de la medicina, hijo de Apolo). Firmes en su fe, ellos se negaron perdiendo el favor del emperador. Fueron condenados a una horrible muerte: se los encerró vivos en ataúdes de plomo, lanzándolos al río el 8 de noviembre del 287 d.C.(?). Un correligionario escondió los restos en su propia casa. Los Cuatro Cuando Diocleciano regresó a Roma edificó un templo para el culto de Esculapio, ordenando que los soldados romanos y especialmente los Milicianos de Roma le rindieran culto y quemaran incienso ante su imagen. Cuatro soldados cristianos que se negaron fueron azotados hasta morir y sus cuerpos arrojados a los perros. Los cadáveres de Severus, Severianus, Corpophorus y Victorinus, -nombres con los que se les conoció posteriormente,- fueron sin embargo rescatados y enterrados junto a otros Santos. Los Nueve Continúa la leyenda contando que pasaron doce años y el Obispo edificó en memoria de los nueve una Iglesia con el nombre de Cuatro Mártires Coronados. Como lo dice el título, los Cuatro Mártires fueron en realidad nueve! 33
Veneración Los relatos dicen que "reliquias" de los Santos fueron depositadas en la Iglesia: sierra, martillo, mazo, compás y escuadra (los gremios de carpinteros también tenían a estos Santos por Patronos: recordemos que gran parte de los edificios de la época se construían con madera). Estas mismas herramientas junto a una corona y a la imagen de un perro o un lobo (que rehusaron comer los cuerpos y los defendieron de otros carniceros) forman la insignia de los Santos. La Iglesia Católica dedicó el 8 de noviembre para homenajearlos y los santificó. San Jerónimo (Sofronio Aurelio Jerónimo, autor de la versión latina "Vulgata" de la Biblia, 347-420) ya se refiere a ellos. Masonería En siglos posteriores (VI) se organizan los Collegia Fabrorum: sus integrantes ocupaban la retaguardia de los ejércitos romanos que destruían a su paso todo lo existente en sus acciones de conquista por Europa, Asia y el norte de Africa. La misión de los "collegiati" era la de reconstruir. Dentro de esos Collegii, se veneró la memoria de los Santos y sus herramientas se convirtieron en sus emblemas. A simple efecto informativo y si quisiéramos aceptar una línea de continuidad, -muchas veces argumentada pero totalmente infundada,- entre hechos históricos cuyo origen, causa y estructura son totalmente distintos, cabría mencionar que los Maestros "Comacinos" (arquitectos aislados en el Lago de Como en la época en que se disgrega el Imperio, legendarios precursores de los masones medievales), el franco (francos: tribus de Germania, hoy Alemania) Carlomagno (742-814), Emperador de Occidente, el Reino Germánico (843), el Sacro Imperio Romano (962), fueron los puentes por lo que pasó la leyenda para llegar a los "freemasons" ingleses (s. XII, "guildas", que para complacer a la Iglesia se colocaban bajo la amparo de un rey o un santo) y a los "steinmetzen" (canteros alemanes) del medioevo (s. XII, quienes bajo la maestría de Erwin de Steinbach construyeron la Catedral de Estrasburgo), que adoptaron a los Quatuor Coronati como patrones santos del Gremio Operativo. 34
Documentos El "Manuscrito Regio" es el más antiguo documento normativo masónico conocido hasta ahora, data de 1390 y fue encontrado por Jones O. Haliwell, de quien toma su nombre, en 1839. Es un poema de 794 versos conteniendo ricas lecciones éticas y armonizadas enseñanzas de tolerancia y fraternidad, tendiendo un puente entre la masonería operativa, a la que se refiere, y la especulativa que practicamos. Su título es "HIC INCIPIUNT CONSTITUTIONES ARTIS GEOMETRAE SECUNDUM EUCLIDEM". En su conclusión dice: "Roguemos ahora al Dios Todopoderoso y a su madre la dulce Virgen María, que nos ayuden a observar estos artículos y estos puntos en todas sus partes, como lo hicieron otras veces los Cuatro Coronados, santos mártires, que son la gloria de la comunidad. Buenos masones, elegidos, tambien ellos fueron escultores y tallistas de piedra. Eran obreros dotados de todas las virtudes. El emperador los llamó cerca de sí, y les mandó que labrasen la imagen de un falso dios y que la adorasen como si fuera el Dios supremo ..." Tras relatar la leyenda, dice: "Su fiesta se festeja ocho días después de la de Todos los Santos ..." Los "Estatutos de los Canteros Alemanes", constituciones de los Steinmetzen, "jurados en la Asamblea de Ratisbona (Regesburg, Alemania) en 1459 y aprobados por el Emperador Maximiliano I, comienza con la siguiente invocación: "En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y de nuestra Madre la graciosa María, y de sus santos servidores, los Cuatro Mártires Coronados de perdurable memoria". La constancia de la Leyenda en estos dos documentos constituye una prueba terminante del origen común de la masonería operativa en Inglaterra y el continente.
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SOLST
Varios A
TICIO
Autores
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LAS PUERTAS SOLSTICIALES 1 Rene Guenon
Hemos dicho que las dos puertas zodiacales, que son respectivamente la entrada y la salida de la “caverna cósmica” y que ciertas tradiciones designan como “la puerta de los hombres” y la puerta de los dioses”, deben corresponder a los dos solsticios, debemos ahora precisar que la primera corresponde al solsticio de verano, es decir, al signo de Cáncer, y la segunda al solsticio de invierno, es decir, al signo de Capricornio. Para comprender la razón, es menester referirse a la división del ciclo anual en dos mitades, una “ascendente” y otra “descendente”: la primera es el período del curso del sol hacia el norte (uttaràyana), que va del solsticio de invierno al de verano; la segunda es la del curso del sol hacia el sur (dakshinàyana), que va del solsticio de verano al de invierno 2 . En la tradición hindú, la fase “ascendente” está puesta en relación con el deva-yâna [‘vía de los dioses’], y la fase descendente con el pitr-yâna [‘vía de los padres (o antepasados)’] 3, lo que coincide exactamente con las designaciones 1 2
Publicado en É. T., mayo de 1938 Cabe notar que el Zodiaco figurado frecuentemente en el portal de las iglesias medievales está dispuesto de modo de señalar netamente esta división del ciclo anual. 3 Véase especialmente Bhágavad-Gîtâ, VIII, 23-26; cf. L’Homme et son devenir selon le Vêdânta, cap. XXI. Una correspondencia análoga se encuentra en el ciclo mensual, pues el período de la luna creciente está también en relación con el deva-yâna, y el de la luna menguante con el pitr-yâna; puede decirse que las cuatro fases lunares
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de las dos puertas que acabamos de recordar: la “puerta de los hombres” es la que da acceso al pitr-yâna, y la “puerta de los dioses” es la que da acceso al deva-yâna; deben, pues, situarse respectivamente en el inicio de las dos fases correspondientes, o sea la primera en el solsticio de verano y la segunda en el solsticio de invierno. Solo que, en este caso, no se trata propiamente de una entrada y una salida, sino de dos salidas diferentes: esto se debe a que el punto de vista es otro que el referente de modo especial al papel iniciático de la caverna, bien que en perfecta conciliación con éste. En efecto, la “caverna cósmica” está considerada aquí como el lugar de manifestación del ser: después de haberse manifestado en ella en cierto estado, por ejemplo en el estado humano, dicho ser, según el grado espiritual al que haya llegado, saldrá por una u otra de las dos puertas; en un caso, el del pítr-yâna, deberá volver a otro estado de manifestación, lo que estará representado, naturalmente, por una nueva entrada en la “caverna cósmica” considerada así; al contrarío, en el otro caso, el del deva-yâna, no hay ya retorno al mundo manifestado. Así, una de las dos puertas es a la vez una entrada y una salida, mientras que la otra es una salida definitiva; pero, en lo que concierne a la iniciación, esta salida definitiva es precisamente la meta final, de modo que el ser, que ha entrado por la “puerta de los hombres”, debe salir, si ha alcanzado efectivamente esa meta, por la “puerta de los dioses” 4. Hemos explicado anteriormente que el eje solsticial del Zodíaco, relativamente vertical con respecto al eje de los equinoccios, debe considerarse como la proyección, en el ciclo solar anual, del eje polar norte-sur; según la correspondencia del simbolismo temporal con el simbolismo espacial de los puntos cardinales, el solsticio de invierno es en cierto modo el polo norte del año y el solsticio de verano su polo sur, mientras corresponden, en un ciclo más restringido, a las cuatro fases solares que son las cuatro estaciones del año. 4 La “puerta de los dioses” no puede ser una entrada sino en el caso de descenso voluntario, al mundo manifestado, sea de un ser ya “liberado”, sea de un ser que representa la expresión directa de un principio “supracósmico”. [Sobre este punto, ver Initiation et réalisation spitituelle, cap. XXXII: “Réalisation ascendante et descendante”]. Pero es evidente que esos casos excepcionales no entran en los procesos “normales” que aquí encaramos. Haremos notar solo que se puede comprender fácilmente así la razón por la cual el nacimiento del Avatâra se considera como ocurrido en la época del solsticio de invierno, época que es la de la fiesta de Navidad en la tradición cristiana.
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que los dos equinoccios, el de primavera y el de otoño, corresponden respectivamente, y de modo análogo, al este y al oeste 5. Empero, en el simbolismo védico, la puerta del deva-loka [‘mundo de los dioses’] está situada al noreste, y la del pitr-loka al sudoeste; pero esto debe considerarse solo como una indicación más explícita del sentido en que se efectúa la marcha del ciclo anual. En efecto, conforme a la correspondencia recién mencionada, el período “ascendente” se desarrolla de norte a este y luego de este a sur; análogamente, el período “descendente” se desarrolla de sur a oeste y luego de oeste a norte 6; podría decirse, pues, con mayor precisión aún, que la “puerta de los dioses” está situada al norte y vuelta hacia el este, que se considera siempre como el lado de la luz y de la vida, y que la “puerta de los hombres” está situada al sur y vuelta hacia el oeste, que, análogamente, se considera como el lado de la 5 En el día, la mitad ascendente es de medianoche a mediodía, la mitad des-
cendente de mediodía a medianoche: medianoche corresponde al invierno y al norte, mediodía al verano y al sur; la mañana corresponde a la primavera y al este (lado de la salida del sol), la tarde al otoño y al oeste (lado de la puesta del sol). Así, las fases del día, como las del mes, pero en escala aún más reducida, representan analógicamente las del año; ocurre lo mismo, de modo más general, para un cielo cualquiera, que, cualquiera fuere su extensión, se divide siempre naturalmente según la misma ley cuaternaria. De acuerdo con el simbolismo cristiano, el nacimiento del Avatâra ocurre no solamente en el solsticio de invierno, sino también a medianoche; está así, pues, en doble correspondencia con la “puerta de los dioses”. Por otra parte, según el simbolismo masónico, el trabajo iniciático se cumple “de mediodía a medianoche”, lo que no es menos exacto si se considera el trabajo como una marcha efectuada de la “puerta de los hombres” a la “puerta de los dioses”; la objeción que se podría estar tentado de hacer, en razón del carácter “descendente” de este período, se resuelve por una aplicación del “sentido inverso” de la analogía, como se verá más adelante. 6 Esto está en relación directa con la cuestión del sentido de las “circumambulaciones” rituales en las diferentes formas tradicionales: según la modalidad “solar” del simbolismo, ese sentido es el que indicamos aquí, y la “circumambulación” se cumple teniendo constantemente a la derecha el centro en torno del cual se gira; según la modalidad “polar”, se cumple en sentido opuesto al anterior, o sea teniendo el centro siempre a la izquierda. El primer caso es el de la pradákshinâ, tal como está en uso en las tradiciones hindú y tibetana; el segundo se encuentra particularmente en la tradición islámica; quizá no carezca de interés señalar que el sentido de esas “circumambulaciones”, respectivamente de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, corresponde igualmente a la dirección de la escritura en las lenguas sagradas de dichas formas tradicionales. En la masonería, en su forma actual, el sentido de las “circumambulaciones” es solar; pero parece, al contrario, haber sido “polar” en el antiguo ritual “operativo”, según el cual el “trono de Salomón” estaba además situado a occidente y no a oriente.
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sombra y la muerte; y así quedan exactamente determinadas las dos vías permanentes, la una clara, la otra oscura, del mundo manifestado; por la una, no hay retorno (de lo no-manifestado a lo manifestado); por la otra, se vuelve atrás (a la manifestación) 7. Falta aún, empero, resolver una apariencia de contradicción, a saber: el norte se designa como el punto más alto (úttara), y, por lo demás, hacia este punto se dirige el curso ascendente del sol, mientras que su curso descendente, se dirige hacia el sur, que aparece así como el punto más bajo; pero, por otra parte, el solsticio de invierno, que corresponde al norte en el año y señala el inicio del movimiento ascendente, es en cierto sentido el punto más bajo, y el solsticio de verano, que corresponde al sur, donde ese movimiento ascendente concluye, es, en el mismo respecto, el punto más alto, a partir del cual comenzará en seguida el movimiento descendente, que concluirá en el solsticio de invierno.
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Bhágavad-Gitâ, VIII, 26. Puede observarse que la “claridad” y la “oscuridad”, que caracterizan respectivamente a estas dos vías, corresponden exactamente a los dos principios complementarios, yang y yin, de la tradición extremo-oriental.
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La solución de esta dificultad reside en la distinción que cabe establecer entre el orden “celeste”, al cual pertenece el curso del sol, y el orden “terrestre”, al cual pertenece, al contrario, la sucesión de las estaciones; según la ley general de la analogía, ambos órdenes deben, en su correlación misma, ser mutuamente inversos, de modo que el más alto para un orden es el más bajo para el otro, y recíprocamente; así, según la expresión hermética de la Tabla de Esmeralda, “lo que está arriba (en el orden celeste) es como lo que está abajo (en el orden terrestre)”, o también, según las palabras evangélicas, “los primeros (en el orden principial) serán los postreros (en el orden manifestado)” 8 . No por eso es menos cierto, por lo demás, que en lo que concierne a los “influjos” vinculados a esos puntos siempre el norte permanece “benéfico”, ya se lo considere como el punto hacia el cual se dirige el curso ascendente del sol en el cielo o, con relación al mundo terrestre, como la entrada del deva-loka; y análogamente, el sur permanece siempre “maléfico”, ya se lo considere como el punto hacia el cual se dirige el curso descendente del sol en el cielo, o, con relación al mundo terrestre, como la entrada del pitr-loka 9. Ha de agregarse 8
A este doble punto de vista corresponde, entre otras aplicaciones, el hecho de que en figuraciones geográficas o de otro orden el punto situado arriba pueda ser el norte o el sur; en China es el sur, y en el mundo occidental ocurrió lo mismo entre los romanos y durante parte del Medioevo; este uso, en realidad, según lo que acabamos de decir, es el más correcto en lo que concierne a la representación de las cosas terrestres, mientras que al contrario, cuando se trata de las cosas celestes, el norte debe normalmente situarse arriba; pero va de suyo que el predominio de uno u otro de esos dos puntos de vista, según las formas tradicionales o según las épocas, puede determinar la adopción de una disposición única para todos los casos indistintamente; y, a este respecto, el hecho de situar el norte o el sur arriba aparece generalmente vinculado sobre todo con la distinción de las dos modalidades, “polar” y “solar”, siendo el punto que se sitúa en lo alto el que se tiene orientándose según una u otra de ellas, como lo explicaremos en la nota siguiente. 9 Señalemos, incidentalmente, otro caso en que un mismo punto conserva también una significación constante a través de ciertos cambios que constituyen aparentes inversiones: la orientación puede tomarse según una u otra de las dos modalidades, “polar” y “solar’, del simbolismo; en la primera, mirando hacia la estrella polar, o sea volviéndose hacia el norte, se tiene el este a la derecha; en la segunda, mirando el sol sobre el meridiano, o sea, volviéndose al sur, se tiene el este a la izquierda; las dos modalidades han estado en uso, particularmente, en China en épocas diferentes; así, el lado al cual se dio la preeminencia fue a veces la derecha y a veces la izquierda, pero, de hecho, fue siempre el este, o sea el “lado de la luz”. Agreguemos que existen además otros modos de orientación, por ejemplo volviéndose hacia el sol levante; a éste se refiere la designación
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que el mundo terrestre puede considerarse aquí, por transposición, como una representación del “cosmos” en conjunto, y que entonces el cielo, según la misma transposición, representará el dominio “extracósmico”; desde este punto de vista, la consideración del “sentido inverso” deberá aplicarse al orden “espiritual”, entendido en su acepción más elevada, con respecto no solamente al orden sensible sino a la totalidad del orden cósmico 10.
sánscrita del sur como dákshina o ‘lado de la derecha’; y es también el que, en Occidente, fue utilizado por los constructores de la Edad Media para la orientación de las iglesias. [Sobre todas las cuestiones de orientación de que se trata en este capítulo, se re-
mite a La Grande Triade, cap. VII]. 10 Para dar un ejemplo de esta aplicación, por lo demás en relación estrecha con
aquello de que aquí se trata, si la “culminación” del sol visible ocurre a mediodía, la del “sol espiritual” podrá considerarse simbólicamente como ubicada a medianoche; por eso se dice de los iniciados en los “grandes misterios” de la Antigüedad que “contemplaban el sol a medianoche”; desde este punto de vista, la noche no representa ya la ausencia o privación de la luz, sino su estado principal de no-manifestación, lo que por lo demás corresponde estrictamente a la significación superior de las tinieblas o del color negro como símbolo de lo no-manifestado; y también en este sentido deben entenderse ciertas enseñanzas del esoterismo islámico según las cuales “la noche es mejor que el día”. Se puede notar además que, si el simbolismo “solar” tiene una relación evidente con el día, el simbolismo “polar”, en cambio, tiene cierta relación con la noche; y es también muy significativo a este respecto que el “sol de medianoche” tenga literalmente, en el orden de los fenómenos sensibles, su representación en las regiones hiperbóreas, es decir, allí mismo donde se sitúa el origen de la tradición primordial.
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SOLSTICIO DE INVIERNO, INICIACIÓN Y MASONERIA Carlos Flores Herrera.
Es fácil y sencillo bajar a las profundidades del Averno, pues la tenebrosa puerta del sepulcro está abierta día y noche; sin embargo, el regreso hacia arriba, a la clara atmósfera del cielo, pasa por un sendero duro y doloroso Virgilio: La Eneida VI Desde los inicios del tiempo, para la humanidad, conocer la magnitud del cosmos, sus fenómenos y sus misterios, ha constituido fuente de curiosidad inagotable y, en este ejercicio de conocimiento, empírico primero y luego científico, el hombre ha encontrado las respuestas para desarrollar diversas prácticas, tanto productivas, como ritualísticas, lúdicas, poéticas, entre otras. Estas prácticas cognitivas, empezaron hace 5 mil años, aproximadamente, cuando descubrieron que en determinada época del año, el Sol se movía y cambiaba de posición. En las dos posiciones de solsticio (invierno y verano) la declinación del sol se mantiene durante varios días casi sin moverse; de ahí el nombre de "solsticio", que significa 44
en latín "Sol quieto" o “Sol Invictus.”El solsticio de invierno, que es el que ahora estamos tratando, ocurre el 21 de diciembre, momento en el que el sol en su movimiento aparente por la eclíptica, alcanza el punto de mayor declinación sur sobre el ecuador terrestre y comienza a ascender nuevamente. Este punto es el que se identifica en la tierra como Trópico de Capricornio; en esta época los días son cortos y las noches largas y frías en el hemisferio norte. La importancia de este fenómeno cósmico fue asumida por diversas culturas que desarrollaron prácticas mágico – religiosas de veneración al Sol, visto como benefactor y dador de vida y, como constancia histórica, dejaron elementos arquitectónicos, pictóricos y ritualísticos, todos ellos amalgamados con otros elementos que posibilitaron la construcción de una visión mítica del Sol Las culturas agrarias precristianas, como la egipcia o la griega, ubicaron el nacimiento de sus principales dioses Osiris y Baco- en el solsticio de invierno. No es casual que se haya fijado también el nacimiento de Jesús por estas mismas fechas y que hasta el siglo IV se haya conmemorado el nacimiento del Sol Invictus en el imperio romano; aspecto del cual podemos inferir que existió una clara intencionalidad mítica religiosa en el sentido de englobar a los mitos solares como aquellos centrados en la presencia de un dios joven, que cada año muere y resucita encarnando en sí los ciclos de la vida en la naturaleza. Además de los dioses citados, está también el Mitra hindú, el Huitzilopochtli azteca y el Shiva y, por supuesto, esta similitud la encontramos de igual forma en la cultura incásica. En el solsticio de invierno, los romanos, celebraban las fiestas religiosas en honor a Saturno, dios de la agricultura. Popularmente, estas fiestas serán conocidas como saturnales y duraban una semana, obviamente estas festividades estaban vinculadas a la recolección. Después de las ceremonias y banquetes del primer día se intercambiaban visitas y regalos, posiblemente este sea el origen de las costumbres navideñas actuales. En estas fecha, los romanos acostumbraban a conceder a los esclavos libertades poco corrientes, como la de ocupar la cabecera de la mesa para ser servidos por sus amos (no sé por qué me recuerda la fiesta del aprendiz); es decir, en estos banquetes se suprimían las distinciones de clases. Sintetizando, podemos decir que todos los pueblos encontraron puntos en el tiempo, que celebraban de acuerdo a sus calendarios ritualísticos. Era 45
en esos puntos significativos cuando se realizaban los ritos, vivificando con ellos los mitos y trayendo al presente aquel tiempo perdido en que la tierra se regía por las leyes del cielo. Estos pueblos antiguos sacralizaron esos puntos y los representaron de forma física a través de templos y ciudades, construcciones que guardaban armonía con los puntos cardinales y con las estaciones, aspecto que la masonería ha tomado en cuenta al momento de construir sus templos. La celebración del solsticio en la masonería y algunos elementos relevantes. No podemos hablar del simbolismo del solsticio, particularmente del de invierno, sin asociarlo al de verano; pues, en términos masónicos están indisolublemente unidos y son parte constitutiva de una estructura simbólica asociada a la tradición iniciática, es por esto que en el desarrollo de la plancha, necesariamente tendré que referirme también al solsticio de verano, a fin de tener una visión integral del simbolismo solsticial. Las dos fiestas más importantes que se celebran en nuestra Orden son las de los dos solsticios, de verano y de invierno, que corresponden respectivamente al Sur y al Norte, al mediodía y a la medianoche y a los signos zodiacales de Cáncer y de Capricornio. Estos dos puntos del tiempo eran llamados por los griegos Puerta de Los Hombres (verano) y Puerta de Los Dioses (invierno). La tradición hindú los identificaba como el Pitr-Loka y el Deva-Loka y también están relacionados con los dos perfiles del Jano de los romanos y con los dos Juan (bautista y evangelista) de la tradición cristiana. Se decía que por la primera de las puertas salían las almas de los no iniciados que después de la muerte habrían de retornar a otro estado de manifestación y que, por la segunda, las de los que, gracias a la muerte y al proceso iniciático, habían conocido los estados múltiples del ser y las diversas dimensiones del tiempo y el espacio; logrando de este modo realizar el retorno a la Unidad, donde se recuperaba la inmovilidad del Origen y se obtenía la Gran Luz, oculta en la inmanifestación. A esto se debe el sentido esotérico de nuestros trabajos que van de mediodía a medianoche; según Rene Guénon, “para el profano, la mayor luz se halla en el mediodía o en el solsticio de verano..., para el iniciado, la Gran Luz la encuentra en el solsticio de invierno, pues en su búsqueda interna se 46
ha dirigido hacia el conocimiento del Sol de Medianoche”...... Traspolando este argumento, encontramos que en la tradición cristiana esto se refleja..... “en el sentido simbólico de que el Cristo nazca justamente a las cero horas, en el solsticio invernal de Capricornio y que, a partir de ese nacimiento, el tiempo comience a contarse de nuevo”. Por otra parte, el simbolismo griego de las dos puertas solsticiales, fue asumido particularmente por los pitagóricos y entre los latinos, estaba esencialmente vinculado con el mito astronómico de Janus, que se constituyó en uno de los símbolos fundamentales de las tradiciones gnóstica e iniciática de la antigüedad y, de manera particular, del cristianismo, en donde, el Jano romano, dios bifronte, patrón de los constructores, se desdobla en los dos San Juanes: San Juan Bautista, que preside el solsticio de verano y San Juan Evangelista, que preside el solsticio de invierno, o el que abre la puerta de los dioses, que según Julio Pauls “representa la salida de la cueva iniciática, cuyo acceso sólo es posible para aquellos que han realizado la primera parte de la iniciación, lo que se conviene en llamar los pequeños misterios" o los misterios menores. Este desdoblamiento, mediatizado por razones principalmente teológicas, permitió a la tradición juanítica y al esoterismo cristiano, señalar una estrecha relación entre Jesús, nacido en el solsticio de invierno y San Juan Evangelista, aspecto que marcó un giro en la estructura de significación cristiana El cristianismo, según José González, adaptó la tradición Juanítica primitiva a la mitología Crística, logrando con esto ocupar un lugar preponderante. Paralelamente, suprimió o eliminó las fiestas “saturnales” de invierno para cambiarlas por las fiestas de San Juan Evangelista. Con lo mencionado hasta aquí, se evidencia esa estrecha relación simbólica entre solsticio e iniciación, en donde Jano, con sus llaves –símbolo axial por excelencia- cumplía la función de abrir y cerrar las puertas solsticiales que daban acceso a las dos mitades, ascendente y descendente, del ciclo zodiacal o a “las dos vías”, que los pitagóricos representaban con la letra Y. Estas dos llaves, una de oro y otra de plata, representaban a los “grandes misterios” y a los “pequeños misterios”, respectivamente. En efecto, Jano era el dios de la iniciación y esta atribución era de las más importantes, porque existía una conexión manifiesta sobre la función propiamente iniciática de la caverna y las puertas solsticiales. Debido a esta atribu47
ción, Jano presidía los Collegia Fabrorum romanos, que eran depositarios de las iniciaciones y estaban dedicados al arte de la construcción; aspecto que, lejos de desaparecer con la antigua civilización romana, continuó en el Cristianismo. Como todos sabemos, la tradición de los antiguos Collegia Fabrorum, se transmitió a las corporaciones medievales, las que conservaron el mismo carácter iniciático, en especial la de los constructores; que posteriormente, asumirían como patronos a los dos San Juanes, de lo cual proviene la expresión de “Logia de San Juan” que la masonería moderna todavía conserva. Es por esto que la Orden, en su etapa especulativa, conserva como uno de los testimonios más explícitos de su origen las fiestas solsticiales, consagradas a los dos San Juanes, después de haberlo estado a los dos rostros de Jano; así, la doctrina tradicional de las dos puertas solsticiales, con sus conexiones iniciáticas, se ha mantenido viva a través de dos elementos fundamentales: el rito y el símbolo. Las fiestas solsticiales tienen su presencia en la iconografía de los templos masónicos, de ahí la presencia del sol, la luna y la bóveda celeste. Los solsticios están representados por las dos columnas que figuran a Occidente, estas marcan la marcha del sol durante los doce meses del año, representados por los doce signos zodiacales que se encuentran alrededor del templo, que a su vez representan en su aspecto numérico los doce trabajos de Hércules, cuyos viajes tienen igualmente por límite dos columnas semejantes a las que adornan la entrada de la Logia. Solsticio y tradición iniciática Como hemos visto, existe un paralelismo entre estos dos elementos simbólicos, y me parece importante detenernos a señalar ciertos aspectos sobre la tradición iniciática y la relación con la masonería, además que esto nos permitirá recordar que la iniciación es un proceso en constante movimiento. La iniciación, del latín “initium”, es, por definición, el comienzo o la entrada en algo. Es el paso de lo profano a lo sagrado, en términos simbólicos; es decir, es la regeneración del Ser. Según Parraguéz, “el conjunto de los ritos, simbolismos, alegorías y lecciones iniciáticas 48
tienen.... como finalidad la mutación radical en la experiencia espiritual del sujeto iniciado”. El proceso iniciático, desde sus orígenes, ha estado mediatizado por pruebas de carácter simbólico que guardaban características similares en los distintos ritos de la antigüedad. Al respecto M. Eliade señala: “las pruebas de la iniciación revelan, en forma plástica y dramática, el acto mismo por el que el espíritu trasciende un cosmos condicionado y fragmentario, para volver a la unidad fundamental. Equivale a una mutación ontológica del régimen existencial, de manera que al final de las pruebas el neófito goza de una vida totalmente diferente a la que tenía antes de la iniciación, se ha convertido en otro”. Las bases de la tradición iniciática en Occidente las encontramos en diversas fuentes que van desde los misterios egipcios, fenicios y los de Eleusis, hasta la doctrina pitagórica, pasando por los esenios, la Kabbalah e incluso por la tradición alquímica. Por lo mencionado, podemos afirmar que toda iniciación en los misterios es una reactualización del mito, visto como estructura de sentido y que la iniciación, como tal, es la estructuración en torno a la muerte y a la resurrección, el paso de la oscuridad a la Luz. En síntesis, la construcción de la tradición iniciática tiene como basamento diferentes elementos que la Orden ha sabido amalgamarlos, formando de esta manera una estructura simbólica de carácter ecléctico. Es decir, recoge los elementos más sobresalientes y de mayor fuerza simbólica, para incorporarlos en los rituales de los diferentes grados existentes. Conclusiones Las leyendas sobre las que reposan los misterios y cultos de los antiguos pueblos están fundadas en la marcha aparente del Sol declinando hacia el ocaso, como expresión figurada de que es vencido por las tinieblas, para luego reaparecer vencedor y resucitado, esto no es más que una representación alegórica de la lucha eterna entre la vida y la muerte, entre el día y la noche, principios presentes en todas las religiones. Todo esto no hace más que demostrar la universalidad del culto solar y la importancia que adquirió en la antigüedad. Al celebrar y simbolizar el solsticio, los masones sacralizamos el tiempo 49
en nuestras tenidas, al trabajar ritualísticamente de mediodía a medianoche, nos salimos del tiempo uniforme del mundo profano e ingresamos a otro tiempo en el que todo se hace simbólico. El proceso iniciático de nuestra Orden recrea simbólicamente muchas de las claves de los mitos y leyendas de la Tradición; es convertir al Iniciado en alguien que ha vencido a la muerte, entendida como la superación de la condición profana. La representación del solsticio y otros símbolos que encontramos en la Logia, simbolizan el Orden y el misterio que revelan, debe cumplirse en el interior del iniciado. En la masonería, el rito es el símbolo mismo en movimiento, que tiene la finalidad de hacer participar al iniciado en el misterio de la muerte y la resurrección. El simbolismo del solsticio o el Jano bifronte, encierra un aspecto de temporalidad, es la representación del pasado y el porvenir; es decir, en términos masónicos, el Reconocimiento y la Esperanza. Finalmente, QQ:. HH:. Es nuestro deber como masones buscar la verdad, descubrir, mediante la develación de los símbolos, los auténticos significados y virtudes del proceso iniciático. Bibliografía Julio Pauls, SOLSTICIO DE INVIERNO, documento, 2001 Rene Guénon SÍMBOLOS FUNDAMENTALES DE LA CIENCIA SAGRADA, Eudeba, Buenos Aires, 1976 Pedro Rodríguez, RITOS Y MITOS DE LA NAVIDAD, Ediciones Barcelona, Barcelona, 1997 Galo Flor Pinto, MUERTE DE ISIS, Quito, 1986 Frau Abrines, DICCIONARIO ENCICLOPEDICO DE LA MASONERIA, 1ra.Edición, México, 1989 Mircea Eliade, TRATADO DE HISTORIA DE LAS RELIGIONES, 3ra Edición, Ediciones Moreta, Madrid, 1974 González José, MITOS Y SÍMBOLOS, México 2003 Luis Parraguéz, LA INICIACIÓN, UN ESTADO DE LA CONCIENCIA, doc. 2001
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ACERCA DE LOS DOS SAN JUAN Aunque el verano sea considerado generalmente como una estación alegre y el invierno como una triste, por el hecho de que el primero representa en cierto modo el triunfo de la luz y el segundo el de la oscuridad, los dos solsticios correspondientes tienen, en realidad, un carácter exactamente opuesto al indicado. Puede parecer que hay en ello una paradoja harto extraña, aunque es muy fácil comprender que sea así desde que se posee algún conocimiento sobre los datos tradicionales acerca del curso del ciclo anual. En efecto, lo que ha alcanzado su máximo no puede ya sino decrecer, y lo que ha llegado a su mínimo no puede, al contrario, sino comenzar a crecer, acto seguido . Por eso, el solsticio de verano señala el comienzo de la mitad descendente del año, y el solsticio de invierno, inversamente, el de su mitad ascendente. Esto explica también, desde el punto de
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vista de su significación cósmica, las palabras de San Juan Bautista, cuyo nacimiento coincide con el solsticio estival: "Él (Cristo), nacido en el solsticio de invierno, conviene que crezca, y que yo disminuya" . Es sabido que, en la tradición hindú, la fase ascendente se pone en relación con el deva-yâna, y la fase descendente con el pitr-yâna. Por consiguiente, en el Zodíaco, el signo de Cáncer, correspondiente al solsticio de verano, es la "puerta de los hombres", que da acceso al pitr-yâna, y el signo de Capricornio, correspondiente al solsticio de invierno, es la "puerta de los dioses", que da acceso al deva-yâna. En realidad, el período "alegre", es decir, benéfico y favorable, es la mitad ascendente del ciclo anual, y su período "triste", es decir, maléfico o desfavorable, es su mitad descendente. El mismo carácter tiene, naturalmente, la puerta solsticial que abre cada uno de los dos períodos en que se encuentra dividido el año por el sentido mismo del curso solar. Se sabe, por lo demás, que en el cristianismo las fiestas de los dos San Juan están en relación directa con los dos solsticios , y, cosa 52
muy notable, aunque nunca la hayamos visto indicada en ninguna parte, lo que acabamos de recordar está expresado, en cierto modo, por el doble sentido del nombre mismo de "Juan" . En efecto, la palabra hebrea hanán tiene a la vez el sentido de 'benevolencia' y 'misericordia' y el de 'alabanza' (es por lo menos curioso comprobar que, en nuestra misma lengua, palabras como "gracia(s)" tienen exactamente esa doble significación). Por consiguiente, el nombre Yahanán [o, más bien, Yehohanán] puede significar 'misericordia de Dios' y también 'alabanza a Dios'. Y es fácil advertir que el primero de estos dos sentidos parece convenir muy particularmente a San Juan Bautista, y el segundo a San Juan Evangelista. Por lo demás, puede decirse que la misericordia es "descendente" y la alabanza, "ascendente", lo que nos reconduce a su respectiva relación con las dos mitades del ciclo anual . En relación con los dos San Juan y su simbolismo solsticial, es interesante también considerar un símbolo que parece peculiar de la masonería anglosajona, o que al menos no se ha conservado sino en ella: es un círculo con un punto en el centro, comprendido entre dos tangentes paralelas; y estas tangentes se dice que representan a los dos San Juan. En efecto, el círculo representa la figura del ciclo anual, y su significación solar se hace más manifiesta por la presencia del punto en el centro. La misma figura es a la vez el signo astrológico del sol y las dos rectas paralelas son las tangentes a ese círculo en los dos puntos solsticiales, señalando así su carácter de "puntos límite", ya que estos puntos son como los límites que el sol no puede jamás sobrepasar en el curso de su marcha. Como esas líneas corresponden así a los dos solsticios, puede decirse también que representan a los dos San Juan. Hay, sin embargo, en esta representación simbólica, una anomalía, por lo menos parcial: el diámetro solsticial del ciclo anual debe considerarse, según hemos explicado en otras ocasiones, como relativamente vertical con respecto al diámetro equinoccial, y solo de esta manera, las dos mitades del ciclo, que van de un solsticio al otro, pueden aparecer respectivamente como ascendiente y descendiente, pues entonces los puntos solsticiales 53
constituyen el punto más alto y el punto más bajo del círculo. En tales condiciones, las tangentes a los extremos del diámetro solsticial, al ser perpendiculares a éste, serán necesariamente horizontales. Sin embargo, en el símbolo que ahora consideramos, las dos tangentes, al contrario, se representan como como verticales. Hay, pues, en este caso especial, una modificación aportada al simbolismo general del ciclo anual, que se explica de modo bastante sencillo, siendo evidente que se ha producido por la analogía establecida entre esas dos paralelas y las dos columnas masónicas. Éstas, que naturalmente no pueden ser sino verticales, tienen, en virtud de su situación respectiva al norte y al mediodía, al menos desde cierto punto de vista, una relación efectiva con el simbolismo solsticial. Este aspecto de las dos columnas se observa claramente, sobre todo en el caso del símbolo de las "columnas de Hércules" . El carácter de "héroe solar" de Hércules y la correspondencia zodiacal de sus doce trabajos son cosas demasiado conocidas para que sea necesario insistir en ellas. Está claro que precisamente ese carácter solar justifica la significación solsticial de las dos columnas a las cuales está vinculado su nombre. Por eso, la divisa "non plus ultra", referida a esas columnas, aparece dotada de doble significación: no solamente expresa, según la interpretación habitual, propia del punto de vista terrestre, que aquéllas señalan los límites del mundo "conocido". Es decir que, en realidad, son los límites que no era permitido sobrepasar a los viajeros, por razones cuya investigación podría resultar de interés analizar. Indica, al mismo tiempo y ante todo, que, desde el punto de vista celeste, son los límites que el sol no puede franquear y entre las cuales, como entre las dos tangentes de que tratábamos antes, se cumple interiormente su curso anual (8). Estas últimas consideraciones pueden parecer bastante alejadas de nuestro punto de partida, pero, a decir verdad, no es así, puesto que contribuyen a explicar un símbolo expresamente referido a los dos San Juan. Por otra parte, puede decirse que, en la forma cristiana de la tradición, todo lo que concierne al simbolismo solsticial está también en relación con ambos santos. 54
Comentarios sobre LAS PUERTAS SOLSTICIALES. Hombre de Mercurio
Norte y Sur son puntos geográficos que están relacionados a la astrología en el sentido de que corresponden: el norte o invierno a Capricornio y el sur o verano a Cáncer, los dos solsticios; en tanto que en el este o primavera se situará a Aries y en el oeste u otoño a Libra, los dos equinoccios. Estos signos astrológicamente pertenecen a un elemento: Capricornio a la tierra, Cáncer al agua, Aries al fuego y Libra al aire, entre otras relaciones que tienen que ver con el cuaternario. Para la explicación y las variadas correspondencias con la simbólica de las dos puertas zodiacales ubicadas al norte y al sur, es decir, referidas a los solsticios, podría ser adecuado retomar algunos planteamientos de la obra de René Guénon y que están estrechamente vinculados a la entrada y salida del Templo, denominándose en varias doctrinas respectivamente como “la puerta de los hombres” y “la puerta de los dioses”. La primera corresponde, como hemos ya dicho, al solsticio de verano y al signo 55
de Cáncer, en tanto, que la segunda será la del solsticio de invierno y del signo de Capricornio. En el simbolismo constructivo se les vincula, respectivamente, con la puerta del templo y la apertura situada en la cúpula donde se coloca la piedra de toque, forzosamente desde afuera del templo. Retomando el simbolismo astrológico, el ciclo anual podemos ver se “divide” en dos mitades: una etapa descendente y otra ascendente, en la primera el sol va hacia el norte, se encamina hacia el solsticio de invierno y en la segunda el sol va hacia el sur, o sea, rumbo al solsticio de verano. En la tradición hindú la fase ascendente se relaciona con el deva-yâna (vía de los dioses) y la descendente con el pitr-yâna (vía de los padres o antepasados). El solsticio de invierno será, por tanto, el polo norte y el solsticio de verano el polo sur, marcando la línea vertical de la rueda en donde al sur le corresponde el mediodía y al norte la medianoche. De ahí el sentido esotérico de que los trabajos iniciáticos comiencen a mediodía y cierren a medianoche, es el lapso para realizar el ritual, saliendo uno del tiempo lineal, uniforme y plano del mundo profano e ingresando a otro tiempo en el que todo se hace de acuerdo al rito y, por ende, al símbolo. Los dos solsticios marcan, entonces, la división del ciclo anual en dos mitades, una ascendente y otra descendente, que reflejan de alguna manera la ley universal aplicable a todo lo existente, el yin y el yang, sístole y diástole, masculino y femenino, positivo y negativo. Pero también los dos puntos en los cuales se “suspende” el movimiento y por lo tanto el tiempo. Estas dos puertas solsticiales están vinculadas al simbolismo de Jano. Jano es el ianitor (portero) que abre y cierra las puertas (ianuae) del ciclo anual, con las llaves que son uno de sus principales atributos, la llave como simbolismo axial que lo conecta a Jano con la parte Suprema. Sus dos rostros se consideran como la representación del pasado y el porvenir, sin embargo, entre el pasado que ya no es y el porvenir que no es aún, el verdadero rostro de Jano es aquel que mira el presente, el instante permanentemente frente a nuestros ojos o realidad, que es verdaderamente lo único que nos conforma. En efecto, ese tercer rostro, es 56
invisible porque el presente, en la manifestación temporal, no constituye sino un inaprehensible instante, aunque, nos recuerda Guénon, “cuando el ser se eleva por sobre las condiciones de esta manifestación transitoria y contingente, el presente contiene, al contrario, toda realidad.” A Jano se le conoce también como “el Señor del triple tiempo”. Este tercer rostro de Jano corresponde, en otro simbolismo, el de la tradición hindú, al ojo frontal de Shiva, invisible también, ojo que figura “el sentido de eternidad”. Jano () ha dado su nombre al mes de enero (), que es aquel con el que abre el año (solsticio de invierno). Jano “Señor del triple tiempo” (atributo igualmente asignado a Shiva), es también, el “Señor de las dos vías”, esas dos vías, de derecha y de izquierda (que los pitagóricos representan con la letra Y -Épsilon-) y que son idénticas al deva-yâna y al pitr-yâna; y que aquí igualmente, habrá que mencionar, hay una tercera vía no visible que se relaciona precisamente con el tercer rostro de Jano. Jano era el dios de la iniciación y presidía los Collegia Fabrorum, escuela iniciática vinculada con el ejercicio de las artesanías. Jano era un antiguo dios asirio-babilónico, que para los romanos, precedía todo nacimiento ya sea de los hombres, del cosmos o de las acciones ha emprenderse. Lleva consigo dos llaves y por ello se le relaciona con una deidad de aperturas o de inicios, en el cristianismo las fiestas solsticiales de Jano se han convertido en las de los dos San Juan y estas se celebran siempre en las mismas épocas, es decir, en las postrimerías de los solsticios de invierno y de verano, las llaves de Jano, en la simbólica cristiana, abren y cierran el “Reino de los cielos” y el de la tierra, una llave es de oro y la otra es de plata. En la sucesión de los antiguos Collegia Fabrorum, igualmente es Guénon al que nos remitimos, se transmitió regularmente a las corporaciones que, a través de todo el medioevo, mantuvieron el mismo carácter iniciático y en especial a la de los constructores. La masonería ha conservado como uno de los testimonios más explícitos de su origen las fiestas solsticiales consagradas a los dos San Juan, después de haberlo estado a los dos rostros de Jano. Estos rostros que marcan ciclos y tiempos específicos 57
señalan, en su lado izquierdo el pasado, quizás recordando que en una primera etapa los iniciados deben de tomar conciencia de lo que se requiere cambiar u operar en la construcción de su templo interno. En tanto que el lado derecho corresponde al porvenir y tal vez, hable, entre otras cosas, de lo que está por saberse y aprehenderse. Estas fiestas que se han celebrado por variadas culturas y pueblos se sitúan en realidad un poco después de la fecha exacta de los solsticios, una vez que el descenso y el ascenso han comenzado; a esto corresponde, en el simbolismo védico, el hecho de que las puertas del Pitr-loka (de los antepasados) y el Deva-loka (de los dioses), se consideren situadas, respectivamente, hacia el sudoeste y el nordeste. Podría decirse, comenta Guénon, con mayor precisión, que “la puerta de los dioses” está situada al norte y vuelta hacia el este y que “la puerta de los hombres” está situada al sur y vuelta hacia el oeste. Ahora bien, el doble sentido del nombre mismo de Juan es interesante y probablemente relevante para otros: el nombre Yehohanán, puede significar “misericordia de Dios” y también “alabanza de Dios”. El primer concepto se ha vinculado a San Juan Bautista, en tanto que el segundo se le ha designado más frecuentemente a San Juan Evangelista. La misericordia es atributo descendente en tanto que la alabanza requiere de un esfuerzo ascendente. Al Bautista, en la masonería, nos comentan los siete maestros masones en su libro, se le relaciona con la escuadra y el nivel, herramientas indispensables para que la base del edificio a construir este perfectamente allanada y encuadrada, sea esta imagen perfecta del trabajo que nosotros como aprendices hemos de realizar, es decir, la rectificación que cada uno debe ejercer consigo mismo. En tanto al Evangelista, “el águila de Dios” y “el discípulo bien amado” se le considera el apóstol que da testimonio de la luz –del conocimiento– y por ende se le encarga bautizar con el fuego del espíritu. La masonería, nos seguimos refiriendo al mismo libro, le asigna la perpendicular y el compás, y con esto, la posibilidad de trazarnos como instrumentos tales que enlacemos con el eje vertical que va del centro del templo hasta su sumidad más alta donde reside la clave de bóveda. 58
Hay un símbolo en la masonería (en particular en la anglosajona) que es un círculo entre dos tangentes paralelas, estas tangentes, entre otros significados, representan a los dos San Juan. Estas líneas o marcas, también señalan un límite al ir y venir del sol, son los dos solsticios que nos indican que el sol no puede sobrepasar su curso anual, y también, pueda ser, nos remita al signo correspondiente y al recordatorio que al estar entre columnas no hay que sobrepasarlas. También se le ha dado a estas líneas una relación con las dos columnas del árbol sefirótico y, en su carácter exotérico, se le puede ver como las “columnas de Hércules”, ya que es un héroe solar sosteniendo los dos pilares. Existe una divisa, de nuevo Guénon, que nos dice non plus ultra y que está referida a estas columnas y que, no solamente, expresa o señala los límites del mundo “conocido”. Como hemos comentado a Jano se le puede observar como el “Señor de la Eternidad”, que probablemente sea uno de sus aspectos más importantes, esto se relaciona con el principio (alfa) y con el fin (omega) de todas las cosas y esto, nos pueda remitir, al evangelio de San Juan que inicia con estas palabras: “En el principio era ya el Verbo, y el Verbo estaba en Dios y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio en Dios. Por él fueron hechas todas las cosas: y sin él no se ha hecho cosa alguna de cuantas han sido hechas, en él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres: Y esta luz resplandece en medio de las tinieblas, y las tinieblas no la han recibido” (I, 1-5). O bien la referencia a Cristo como el principio y el fin de todas las cosas, el alfa y el omega. Jano es igualmente “el Señor de las dos vías” por consecuencia inmediata de su carácter de “Señor de Conocimiento”, lo que nos remite de nuevo a la idea de la iniciación de los misterios. Initiatio, nos recuerda Guénon, deriva de in-ire “entrar”, lo que se vincula igualmente con el simbolismo de la puerta y con Jano (Ianus) que contienen la misma raíz que el verbo ire, “ir”; esta raíz se encuentra en sánscrito con el mismo sentido que en latín, es la palabra yâna, “vía”, cuya forma esta próxima a la del nombre Ianus, y que faculta la iniciación, initiatio; en el extremo oriente la palabra Tao significa vía, y sirve para designar al Principio Supremo. Tomado de: http://porlatradicion.com/psolsticiales.html 59
 
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Antes de la llegada de los europeos a Sudamérica, las culturas y pueblos que vivían en él se desarrollaron libres de cualquier injerencia exógena, así las diferentes culturas que darán origen posterior al imperio de los incas vivían su propia realidad, ideología y religión. Todas ellas aportaron lo mejor de sí, en una amalgama socio cultural producto de sus conflictos internos cuyo foco civilizatorio más antiguo es Caral (3,000 a.C), seguido de otras culturas como: Chavín (2,000 a.C.), Tiahuanaco (1,500 a.C.), Paracas (400 a.C.), Nazca (100 d.C.), Moche (100 d.C.), Wari (600 d.C.), Sican (700 d.C.), Chimú (1,200 d.C.), y paralelo a este desarrollo se fue difundiendo la religión de la deidad más importante de esta parte del continente: Viracocha, el creador del mundo, creador del Sol y la Luna. Viracocha era conocido con distintos nombres así tenemos: Wiracocha, Kon Ticsi Wiracocha, Pachayachachi, Qon Raya Wiracochan y Pachacamac. Los españoles le denominaban: Padre del Sol, Verdadero Sol, Nombre Honroso del Sol y Fuerza Vital.
Cusco ombligo del mundo terrenal y supraterrenal
Los incas absorbieron todo lo mejor de sus antecesores y lo mejoraron más aún, no prohibieron el culto de los dioses de las diferentes culturas del imperio, pero antepusieron al dios Viracocha y el Sol de quienes decían ser descendientes. Y en verdad ninguna de estas culturas puso mayor 62
resistencia al dios Viracocha que ya lo conocían desde Caral, así como tampoco al dios Sol que era el hijo de Viracocha. De manera tal que si adoraban al Sol también lo hacían a Viracocha y de manera inversa si adoraban a Viracocha lo hacían también al Sol, y en ambos casos por la fuerza o por medios pacíficos aceptaban la divinidad del Inca. El prestigio de este imperio era tal, que llegaron a él los guaranís en busca de “la tierra sin mal”, esperanzados de encontrar la tierra prometida en el centro del imperio, en el ombligo del mundo el Cuzco. Era asombroso como un imperio tan vasto podía administrar sus recursos eficientemente (no había hambre, ni pobreza en el imperio), el imperio en verdad era una especie de paraíso, y así es como lo conocieron a su llegada los españoles. Dentro de los soldados europeos que llegaron en la conquista, había “masones operativos”11 , quienes pudieron observar que los incas tenían sus propios “masones operativos”, y que en este imperio había ritos iniciá11 Los constructores o albañiles medievales, denominados masones, disponían de lugares de reunión y cobijo, denominados logias, situados habitualmente en las inmediaciones de las obras. Era común a los gremios profesionales de la época el dotarse de reglamentos y normas de conducta de régimen interior. Solían también seguir un modelo ritualizado para dar a sus miembros acceso a ciertos conocimientos o al ejercicio de determinadas funciones. Los masones destacaron especialmente en estos aspectos. Los gremios de constructores, albañiles y arquitectos son mencionados en varios de los más antiguos códigos de leyes, incluido el de Hammurabi (1,692 a.C.). Pero suele considerarse que el primer código regulador específicamente masónico fue el que el rey Athelstan de Inglaterra dio a estas corporaciones en el año 926, denominado Constituciones de York. Este manuscrito se perdió en el siglo XV y fue reescrito de memoria por los que lo conocían. Por este motivo, la Carta o Estatutos de Bolonia, redactados en 1,248, son el documento masónico original más antiguo que se conoce. Trata de aspectos jurídicos, administrativos y de usos y costumbres del gremio. Le siguen en antigüedad otros documentos, como el Poema Regius o Manuscrito Halliwell (1,390), el Manuscrito Cooke (1,410), el Manuscrito de Estrasburgo (1,459), los Estatutos de Ratisbona (1,459), los de Schaw (1,598), el Manuscrito Iñigo Jones (1,607), los de Absolin (1,668) y elSloane (1,700). Todos estos manuscritos se refieren a la “masonería operativa” o gremial, de la que especifican sobre todo las reglas del “oficio”, y los historiadores suelen referirse a ellas en un sentido genérico como “constituciones góticas”. 63
ticos asociados como en otras partes del mundo, a la religión que practicaban, muchos de ellos eran realizados en forma pública y otros en forma reservada. Las más notorias festividades eran las cuatro fiestas del Raymi, dos de ellas coincidían con los solsticios y dos con los equinoccios, igual al que ellos practicaban en Europa, e intentaron comprender las fiestas solsticiales e equinocciales del nuevo mundo que los europeos practicaban, como una herencia ancestral del paganismo cuyos orígenes se perdía en la noche del tiempo. En Europa y el Oriente se conocían las Puertas Solsticiales, como las dos puertas zodiacales que son respectivamente la entrada y la salida de la “caverna cósmica” que algunas tradiciones designan como “la puerta de los hombres” y “la puerta de los dioses” y que corresponden a los dos solsticios. Debemos precisar que la primera corresponde al solsticio de verano, es decir, al signo de Cáncer, y la segunda al solsticio de invierno, es decir, al signo de Capricornio para el hemisferio norte del globo terráqueo. Rene Guenón, matemático, filósofo y esoterista francés, iniciado en la masonería nos dice: Para comprender la razón, es menester referirse a la división del ciclo anual en dos mitades, una “ascendente” y otra “descendente”: la primera es el período del curso del sol hacia el norte (uttaràyana), que va del solsticio de invierno al de verano; la segunda es la del curso del sol hacia el sur (dakshinàyana), que va del solsticio de verano al de invierno. En la tradición hindú, la fase “ascendente” está puesta en relación con eldeva-yâna [“vía de los dioses”], y la fase descendente con el pitr-yâna [“vía de los padres (o antepasados)”], lo que coincide exactamente con las designaciones de las dos puertas que acabamos de recordar: la “puerta de los hombres” es la que da acceso al pitr-yâna, y la “puerta de los dioses” es la que da acceso al deva-yâna; deben, pues, situarse respectivamente en el inicio de las dos fases correspondientes, o sea la primera en el solsticio de verano y la segunda en el solsticio de invierno. El eje solsticial del Zodíaco, relativamente vertical con respecto al eje de los equinoccios, debe considerarse como la proyección, en el ciclo solar 64
anual, del eje polar norte-sur; según la correspondencia del simbolismo temporal con el simbolismo espacial de los puntos cardinales, el solsticio de invierno es en cierto modo el polo norte del año y el solsticio de verano su polo sur, mientras que los dos equinoccios, el de primavera y el de otoño, corresponden respectivamente, y de modo análogo, al este y al oeste. De acuerdo con el simbolismo cristiano, el nacimiento del (Mesías) Avatâra ocurre no solamente en el solsticio de invierno, sino también a medianoche; está así, pues, en doble correspondencia con la “puerta de los dioses”.
Las puertas solsticiales
Según el simbolismo masónico, el trabajo iniciático se cumple “de mediodía a medianoche”, lo que no es menos exacto si se considera el trabajo como una marcha efectuada de la “puerta de los hombres” a la “puerta de los dioses”; la objeción que se podría estar tentado de hacer, en razón del carácter “descendente” de este período, se resuelve por una aplicación del “sentido inverso” de la analogía, como se verá más adelante. 65
En el día, la mitad ascendente es de medianoche a mediodía, la mitad descendente de mediodía a medianoche: medianoche corresponde al invierno y al norte, mediodía al verano y al sur; la mañana corresponde a la primavera y al este (lado de la salida del sol), la tarde al otoño y al oeste (lado de la puesta del sol). Así, las fases del día, como las del mes, pero en escala aún más reducida, representan analógicamente las del año; ocurre lo mismo, de modo más general, para un ciclo cualquiera, que, cualquiera fuere su extensión, se divide siempre naturalmente según la misma ley cuaternaria. Tal simbolismo se encuentra igualmente entre los griegos. También entre los romanos, donde está esencialmente vinculado con el simbolismo de Jano. Jano, en el aspecto de que ahora se trata, es apropiadamente el ianitor (“portero”) que abre y cierra las puertas (ianuae) del ciclo anual, con las llaves que son uno de sus principales atributos; y recordaremos a este respecto que la llave es un símbolo “axial”. En efecto, Jano (Ianus) ha dado su nombre al mes de enero (ianuarius), que es el primero, aquel por el cual se abre el año cuando comienza, normalmente, en el solsticio de invierno; además, cosa aún más neta, la fiesta de Jano, en Roma, era celebrada en los dos solsticios por los Collegia Fabrorum. Como las puertas solsticiales dan acceso a las dos mitades, ascendente y descendente, del ciclo zodiacal, que en ellas tienen sus puntos de partida respectivos, Jano, a quien hemos visto aparecer como el “Señor del triple tiempo” (designación que se aplica también a Çiva en la tradición hindú), es también, por lo dicho, el “Señor de las dos vías”, esas dos vías, de derecha y de izquierda, que los pitagóricos representaban con la letra Y, y que son, en el fondo, idénticas al deva-yána y al pitr-yâna respectivamente. Por lo demás, Jano presidía los Collegia Fabrorum, depositarios de las iniciaciones que, como en todas las civilizaciones tradicionales, estaban vinculadas con el ejercicio de las artesanías; y es muy notable que esto, lejos de desaparecer con la antigua civilización romana, se haya continuado sin interrupción en el propio cristianismo, y que de ello, por extraño que parezca a quienes ignoran ciertas “transmisiones”, pueden 66
aún encontrarse vestigios en nuestros mismos días. En el cristianismo, las fiestas solsticiales paganas de Jano se han convertido en las de los dos San Juan, y éstas se celebran siempre en las mismas épocas, es decir en los alrededores inmediatos de los solsticios de invierno y verano. Señalemos aún, de paso y a título de curiosidad, que la expresión popular francesa “Jean qui pleure et Jean qui rit” (“Juan que ríe y Juan que llora”) es en realidad una reminiscencia de los dos rostros opuestos de Jano. Y es también muy significativo que el aspecto esotérico de la tradición cristiana haya sido considerado siempre como “johannita”, lo cual confiere a ese hecho un sentido que sobrepasa netamente, cualesquiera fueren las apariencias exteriores, el dominio simplemente religioso y exotérico. La sucesión de los antiguos Collegia Fabrorum, por lo demás, se transmitió regularmente a las corporaciones que, a través de todo el Medioevo, mantuvieron el mismo carácter iniciático, y en especial a la de los constructores; ésta, pues, tuvo naturalmente por patronos a los dos San Juan, de donde proviene la conocida expresión de “Logia de San Juan” que se ha conservado en la masonería, pues ésta no es sino la continuación, por filiación directa, de las organizaciones a que acabamos de referirnos. Recordaremos que la “Logia de San Juan”, aunque no asimilada simbólicamente a la caverna, no deja de ser, como ésta, una figura del “cosmos”; la descripción de sus “dimensiones” es particularmente neta a este respecto: su longitud es “de oriente a occidente”; su anchura, “de mediodía a septentrión”; su altura, “de la tierra al cielo”; y su profundidad, “de la superficie al centro de la tierra”. Es de notar, como relación notable en lo que concierne a la altura de la Logia, que, según la tradición islámica, el sitio donde se levanta una mezquita se considera consagrado no solamente en la superficie de la tierra, sino desde ésta hasta el “séptimo cielo”. Por otra parte, se dice que “en la Logia de San Juan se elevan templos a la virtud y se cavan mazmorras para el vicio”; estas dos ideas de “elevar” y “excavar” se refieren a las dos “dimensiones” verticales, altura y profundidad, que se cuentan según las mitades de un mismo eje que va “del cenit al nadir”, es decir, a las dos tendencias del ser, hacia los Cielos (el templo) y hacia los Infiernos (la mazmorra), tendencias que están aquí 67
más bien “alegorizadas” que simbolizadas en sentido estricto, por las nociones de “virtud” y “vicio”. En el simbolismo masónico, dos tangentes paralelas a un circulo se consideran, entre otras significaciones diversas, como representación de los dos San Juan; si se ve al Círculo como una figura del ciclo anual, los puntos de contacto de las dos tangentes, diametralmente opuestos entre sí, corresponden entonces a los dos puntos solsticiales. La masonería operativa y especulativa, ha conservado siempre, como uno de los testimonios más explícitos de su origen, las fiestas solsticiales, consagradas a los dos San Juan después de haberlo estado a los dos rostros de Jano; y así la doctrina tradicional de las dos puertas solsticiales, con sus conexiones iniciáticas, se ha mantenido viva aún, por mucho que sea generalmente incomprendida, hasta en el mundo occidental actual. La Puerta de los Hombres, que cruzamos conscientemente en el Solsticio de Verano, nos ha permitido el viaje interior, el descenso a la caverna cósmica, lugar donde el Ser se manifiesta en su Totalidad. Ese viaje iniciático, los pitagóricos consideran que se realiza de la Puerta de los Hombres (solsticio de cáncer) a la Puerta de los Dioses (solsticio de Capricornio) develando nuestra verdadera imagen desde el centro del mismo Cosmos. Los cambios interiores se han reflejado en el cielo haciéndonos comprender que la realidad relativa de lo manifestado (forma-materia) es un reflejo de la Realidad Absoluta de lo inmanifestado (Espíritu). Mientras nos dirigimos al solsticio de Capricornio, reconocemos que observando y conociendo al hombre encontramos a Dios (en su interior), y somos capaces entonces del proceso alquímico y la manipulación del tiempo-espacio. La Tríada de Eclipses y la Triple Cruz Cósmica que se han mostrado en el cielo, han revelado como nuestro trabajo meditativo ha ido rasgando 68
los tres velos de la humanidad (capas alquímicas), que se manifestaban en la materia como limitaciones y que en el universo velaban los límites de un plano al otro. Esta rasgadura de los velos, gracias al trabajo individual y al servicio de todos los Hombres de Luz, ha ido atrayendo la comprensión del propósito, que como potente corriente energética ha impactado en nuestra mente, insinuándonos que la perfección, cuando se pretende se consigue. Iluminando nuestros estados mentales somos capaces de iluminar la materia y regirla como parte del todo indivisible del que formamos parte. Los meses (Signos zodiacales) y sus energías nos han mostrado desde el interior de la caverna cósmica la triplicidad humana y universal, este conocimiento ilumina la triple función planetaria de todos los hombres: “El Camino, La Verdad y la Vida” en su vehículo materia y su cualidad en su vehículo emocional “lo Bueno, lo Verdadero y lo Bello.” Mediante la meditación en los plenilunios, aprendemos a utilizar las energías y a derramarlas para que el propósito sea cumplido en armonía por y para todos. Durante el Festival de Géminis iniciamos el descenso hacia el auto-conocimiento verdadero “La Puerta de los Hombres”. El plenilunio de Cáncer nos nutre con las energías necesarias para que los nuevos descubrimientos sobre la completa e indivisible Entidad que encarnamos fuesen anexionados y empezásemos a trabajar en perfecta sintonía y síntesis con el vehículo físico y el etérico. Entendemos que son partes indivisibles del Ser Humano y fuentes de sabiduría de nuestro Ser. Construimos así “una casa iluminada donde morar”. Leo desde el centro etérico de nuestro Ser (la casa iluminada o vehículos vibraciones etéricos), nos hace reconocer y percibir que somos Materia y Espíritu. Aceptamos y celebramos que “Yo soy aquello y aquello soy Yo”. 69
La Luna de Virgo impregna la forma y la materia de los conocimientos anteriores y asienta en nuestra conciencia, sin fricción ni resistencia de los velos alquímicos: “Soy la Madre y el Niño. Soy Materia. Soy Dios”. Es durante este equinoccio que recogemos los frutos de este potente trabajo evolutivo que hemos realizado. Actuamos. Hacemos ya, conscientes de nuestra Presencia física etérica y espiritual. Conocernos a nosotros mismos nos muestra la cualidad del Ser, la Existencia, y es reconociendo todo el potencial que reside en nuestro interior, que seremos capaces de trascender la materia para enfocarnos en las virtudes y dones que darán lugar al libre juego de la existencia (salir-hacia). Mostrarnos, la grandeza multidimensional que ha permanecido dormido durante tanto tiempo y empezar el camino verdadero de la existencia, revelar la Esencia, el propósito, la vía, el sendero del Nuevo Tiempo. Cuando decidamos salir-hacia, seremos plenamente conscientes de lo que significa Existir y dejaremos de “vivir simplemente”, para entregarnos a la eterna exploración y creación del Todo del que formamos parte. La Esencia como energía integradora (Alma) manifestará los escenarios perfectos para la Ascensión y su Presencia de Amor nos permitirá plasmar el Todo tríadico y unitario que creará un Nuevo Movimiento. Ese Nuevo Movimiento abstracto, vibrante y sensible, permitirá la Existencia en un plano espacio-tiempo totalmente distinto al que hemos percibido hasta el momento. Todo lo oculto, será revelado y la verdad nos hará libres de existir en una Tierra Nueva. Esta filosofía, producto del estudio de la ciencia en un espacio y tiempo, cuyas evidencias más remotas están escritas en las tablillas sumerias y de allí difundidas por el mundo antiguo a través de las escuelas de misterios o sociedades iniciáticas, que guardaron celosamente todo entre sus adeptos. De él, trasciende a otras culturas, así los egipcios, hindúes, griegos 70
y romanos en su tiempo, también lo fueron difundiendo en un secretismo iniciático entre los constructores, más conocidos como masones y lo mantuvieron hasta llegar a nuestros días. Sin embargo en el nuevo mundo y a partir de Caral, conocimientos similares se usaban entre los iniciados de esta parte del mundo en un conocimiento iniciático, que resume todo ello en un concepto: PACHA. En nuestro libro “Los Dioses Incas” 12 decíamos que “para entender la historia mítica o legendaria del mundo andino (período de hechos heroicos, donde los humanos, dioses y demonios conviven en el mismo mundo), es necesario entender su concepto de espacio-tiempo, que es definido como “PACHA”, que es “tiempo” en su connotación andina. PACHA, según la traducción de los lingüistas, hace referencia a tiempo y espacio, pero para el andino más bien, esta palabra va más allá del tiempo y el espacio, implica superar el tiempo y el espacio; una forma de vida, una forma de entender el universo”.
Los caralinos con su “espiral representaban la noción del “tiempo” como la unión de lo cíclico con lo infinito”. Los incas hablaban de la Pacha, como concepto de tiempo en tres ciclos: 12 En el libro “Los Dioses Incas”, se analiza en detalle todo el misticismo de las diferentes culturas previas e inca. 71
NAYRA PACHA el pasado. JICHHA PACHA el presente, ahora y aquí. QHIPA PACHA el futuro. Pero la Pacha como concepto de espacio también dividía en tres el universo: Hanan Pacha Kay Pacha Uku Pacha
: El mundo de arriba (Cielo) : Nuestro mundo (Tierra) : El inframundo (El infierno)
El Imperio Inca se halla ubicado en el hemisferio sur del globo terráqueo, y el mundo iniciático inca, al igual que las otras culturas antiguas del mundo tenía una puerta de ingreso para el hombre, que se apertura en el solsticio de verano zodiaco de capricornio, marcado con la fiesta del Qapac Raymi, la fiesta del hombre, la fiesta del huarachico. Y la puerta de salida, por donde emergían los dioses se habría en el solsticio de invierno, zodiaco de cáncer, con la fiesta del Inti Raymi, la fiesta del Dios Inti. El Capac Raymi (Qapac Raymi) fue documentado por Guillermo Prescott, quién compara esta festividad al rito iniciático de los caballeros medievales europeos, orden militar que fue muy connotada en Europa, siendo el más célebre la Orden de los Caballeros Templarios. Otro de los cronistas españoles que recabo información de primera mano es el Bernabé Cobo, quién narra aún con mayor detalle este rito de iniciación guerrera inca que se hacía en la puerta de entrada solsticial del hombre. CAPITULO XXV De la fiesta llamada Capac-Raymi, que hacían los Incas el primer mes del año. Tenían los Incas dos maneras de fiestas y solemnidades, unas ordinarias y otras extraordinarias; las primeras estaban estatuidas en ciertos 72
tiempos del ano, cada mes la suya, por su orden, para diversos efectos y con particulares ritos y sacrificios; y las segundas no tenían tiempo determinado, porque solo se hacían por causas ocurrentes: como cuando faltaban las aguas, cuando se comenzaba alguna guerra de importancia, en la coronación del rey, y en otras ocasiones semejantes. La fiesta más solemne de las ordinarias se llamaba Capac-Raymi, que quiere decir “Fiesta rica o principal”; y era entre ellos como la Pascua entre nosotros. Celebraban la el primer mes del año, llamado Raymi, y en ella se dedicaban los muchachos Incas y armaban caballeros; los cuales eran deudos y descendientes por línea recta de los reyes Incas, hasta el príncipe que había de suceder en la corona y sus hermanos; si los tenia; y no se daba esta insignia de nobleza a otros. Donde principalmente y con más concurso y aparato se hacia esta fiesta y ceremonia, era en la ciudad del Cuzco; porque el número de los que se armaban caballeros era grande. Hacianla también al mismo tiempo todos los gobernadores de la sangre real que estaban en el gobierno de las provincias, cada uno donde se hallaba, armando caballeros a sus hijos y demás mancebos nobles de su generación. Recibían este grado y orden de caballeros los muchachos de edad de doce a quince años, y las ceremonias sustanciales con que se les daba eran horadarles las orejas y ponerles las guaras y panetes que usaban por zaragüelles o calzones. Empezabanse a hacer mucho antes grandes prevenciones de vestidos, galas y lo demás necesario para tan solemne fiesta. Ante todas cosas cogían un buen número de doncellas nobles desde doce hasta trece o catorce años, que, vestidas ricamente, sirviesen en ella; las cuales, algunos días antes, se estaban en el cerro de Chacaguanacauri hilando el hilo para los rapacejos de las guaras que se habían de poner los muchachos que se armaban orejones o caballeros; y ellos también iban al dicho cerro por cierta paja que habían de llevar en los bordones; y la que sobraba de la que traían, repartían sus parientes entre sí; y todo el tiempo que las dichas doncellas gastaban en esta ocupación en aquel cerro, estaba puesta en el la guaca o ídolo de Guanacauri. Lo demás que para esta solemnidad era menester preve73
nían los padres y parientes de los mancebos, como era el sacrificio que habían de ofrecer, los dones que les habían de presentar, la chicha para los bailes y regocijos, y los vestidos e insignias con que habían de salir, que eran desta suerte; por calzado unas ojotas hechas de cierta paja muy delgada y de color de oro, llamada coya; las camisetas eran cortas, de lana leonada fina, con rapacejos negros, largos palmo y medio, de lana también, que parecía seda; mantas blancas de dos palmas de ancho y largas hasta las espinillas; estas ataban al cuello con un nudo, y de allí salía un cordón grueso de lana con una borla colorada al cabo; llautos negros en las cabezas, y unas hondas en las manos, de cabuya y nervios de carneros; porque decían, que sus antepasados, cuando salieron de la cueva de Pacaritampu, las traían de aquella manera. También sus padres y parientes salían de particular traje y librea, con mantas leonadas y plumajes negros. Llegado el primer día del mes, se juntaban todos los principales Incas en el templo del sol, y allí concertaban la fiesta y todo lo que se había de hacer ella. Mandaban salir fuera de la ciudad todos los forasteros, y ninguno entraba en ella hasta el fin de la fiesta. Señalabaseles, así a los que salían como a los que venían a la Corte, cierto lugar en la entrada del camino que estaba diputado para esto, y en cada uno de aquestos lugares estaba la gente de aquel suyu para donde iba el dicho camino. Allí se iban juntando y recogiendo los tributos y hacienda de la Religión, que en esta sazón traían de todas las provincias del reino, esperando los que las traían hasta que los ministros del rey y de las guacas los iban a recibir. Este mismo día traía cada uno de los nobles los muchachos que tenía para hacer orejones, y presentabanlos en el templo del sol; en cuya plaza se ponían las estatuas del Viracocha, sol, luna y trueno en unos escaños bajos adornados con muchas plumas, los cuales afirman algunos que eran de oro. Sacaban asimismo a la dicha plaza todos los cuerpos embalsamados de los señores muertos los que los tenían a cargo; y esto de poner en público los dichos ídolos y cuerpos embalsamados hacían todos los días solemnes así deste como de los otros meses. El fin para que sacaban estos cuerpos muertos, era para beber con ellos sus descendientes 74
como si estuvieran vivos; y en esta ocasión particularmente, para que los que se armaban caballeros les pidiesen que los hiciesen tan valientes y venturosos como ellos habían sido. Hecho esto, salía el Inca de su casa muy acompañado, y llegando adonde las estatuas estaban, se asentaba junto a la del sol y cerca de los grandes señores y caballeros que se hallaban en la corte, puestos en rueda y muy cerrados. Luego traían con gran solemnidad cien carneros grandes escogidos entre todos los que se habían recogido aquel año, que fuesen sanos y sin lesión alguna y tuviesen la lana larga y las colas muy empinadas y derechas. Levantabase a este tiempo el sacerdote principal del sol, y haciendo reverencia primero al Viracocha y luego a las demás estatuas, hacia dar con los carneros cuatro vueltas alrededor de ellas, y tras esto, los ofrecía de parte del sol al Viracocha, y ofrecidos, los entregaba a treinta indios que estaban diputados para esto, y cada día sacrificaban tres; de manera que al cabo del mes se venían a consumir todos, sacrificando algunos días a cuatro; y hacianse el sacrificio desta manera: encendían una gran hoguera de leña de quínoa, muy limpia y labrada, y partido el carnero en cuatro cuartos, sin perderse nada de la sangre ni de otra cosa, lo echaban en el fuego y esperaban a que se quemase muy bien; los huesos que quedaban por quemar los molían muy bien y tomaba cada uno un poco de aquel polvo y lo soplaba diciendo ciertas palabras, y lo que sobraba lo llevaban a un buhio, que estaba en el barrio de Pomachupa, donde estaba el deposito desto muchos anos guardado con gran veneración; y al tiempo que se quemaba el dicho carnero, echaban en el fuego maíz blanco, ají molido y coca. El segundo día del mes traían seis carneros muy viejos, que llamaban aporucos13 , a los cuales llevaban de cabestro seis indios cargados con maíz y coca, cada uno el suyo, diciendo que era comida para ellos; y traianlos cuatro días con cierta solemnidad, y al quinto salían a la plaza todos los que se habían de armar caballeros, acompañados de sus padres 13 El aporuco era un carnero blanco, que criaban para que participe en sus
ceremonias, a este nunca lo mataban, en ocasiones le sacaban sangre de su brazo para sus ceremonias. Es menester decir que los incas no conocieron el carnero u ovino, los españoles llamaron carneros a las llamas y alpacas de fibra larga, que tienen una apariencia de carnero.
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y parientes; y hecha reverencia a los ídolos y al Inca, que ya estaban puestos en sus lugares por el orden que queda dicho, pedían al Inca licencia para ir a hacer los sacrificios y ceremonias que en esta fiesta se acostumbraba hacer. Habida la licencia, se partían para el cerro de Guanacauri con el mismo acompañamiento que habían traído de sus deudos. Llevaban delante de toda la gente las insignias reales, que eran un carnero y el estandarte o guion, llamado Sunturpaucar. El carnero era muy blanco, vestido de una camiseta colorada y con unas orejeras de oro, y con el dos mamaconas diputadas para esto con los cantaros de chicha a cuestas; porque tenían ensenado a este carnero a beberla y a comer coca, y decían que significaba el primero de su especie que había salido después del Diluvio, y figurabanle así blanco. Tenían siempre depósitos destos carneros para este efecto, y a este nunca lo mataban, antes, cuando se moría, lo enteraban con solemnidad. Y junto con este carnero iban los aporucos. Cada uno de los mancebos llevaba en la mano izquierda una honda de las que habían prevenido, y en la derecha, una vedija de cabuya, que era su cáñamo. Dormían aquel día al pie del cerro, y el siguiente, al salir del sol, subían a lo alto, donde estaba el templo y guaca, a cuyos ministros entregaban las hondas, los cuales se las volvían otro día, diciéndoles que la guaca se las daba, con que peleasen; y luego sangraban aquellos aporucos de cierta vena que está arriba del brazo derecho, y sin tocar la mano, paraban los muchachos al rostro y untabanse con aquella sangre; y cuando todos lo habían hecho, cerraban las heridas a los carneros y vestianlos con camisetas y orejeras. Quemaban la ropa y demás cosas que se habían llevado para el sacrificio, juntamente con seis corderos que llevaban del ganado del sol y otros que los muchachos llevaban para este efecto. No mataban luego estos seis corderos, sino sangrabanlos de cierta vena y dejabanlos desangrar, trayendolos alrededor del cerro; y donde caían muertos, allí los quemaban; y antes de matarlos, arrancaban los sacerdotes una poca de lana de cada uno, y repartianla entre los mozos que se armaban caballeros y los principales que los acompañaban; y ellos la soplaban al aire mientras se ofrecía el sacrificio, rogando al ídolo de Guanacauri por la salud y prosperidad del Inca, y que a ellos los favoreciese y tuviese de su mano. 76
Item, daba el Inca seis orejuelas pequeñas de plata y oro para este sacrificio, las cuales enterraban en la guaca sobredicha. Hecho esto, se volvían con los aporucos e insignias reales del carnero y sunturpaucar, y en una quebrada que está en el camino, sus padres y deudos, quitándoles las hondas que llevaban en las manos, con ellas los azotaban en los brazos y piernas, diciéndoles: “Sed hombres de bien y valientes como nosotros, y recibid esta virtud y gracia que nosotros tenemos, para que nos imitéis”. Luego les tornaban a dar las hondas y hacían un baile cantando, llamado guari; el cual acabado, se venían al Cuzco con el mismo acompañamiento y solemnidad con que habían salido. Llegados a la plaza principal, dicha Aucaypata, hacían reverencia a las guacas, y sus padres y parientes los volvían a azotar con las hondas como antes. Tras esto, hacia toda la gente que allí se hallaba el dicho taqui o baile llamado guari, tocando unos caracoles grandes de la mar, al cual se seguía el dar los mozos de beber a sus padres y deudos. Acabado el baile y bebida, mataban los sacerdotes con ciertas ceremonias los carneros aporucos, y repartían su carne entre los dichos mancebos, dando a cada uno una pequeña parte, la cual comían cruda, diciendo que con ella recebian fuerza para siempre. Concluido con esto, se iban todos a sus casas y los sacerdotes volvían a sus lugares los ídolos del sol y demás dioses. Los seis días siguientes no entendían en cosa más que en holgarse en sus casas y los muchachos en descansar de los trabajos pasados y aparejarse para los venideros. A mediado el mes, tornaban a la plaza con sus padres y parientes como la primera vez, y puestos en la presencia del Inca, les daba el sacerdote del sol ciertas vestiduras: camiseta bandeada de colorado y blanco y manta blanca con cordón azul y borla colorada, y los parientes las ojotas dichas de la paja llamada coya. También daba el sacerdote del sol otro vestido colorado y blanco a cada una de las doncellas señaladas para servir en esta fiesta; y toda esta ropa que se debe a los unos y a los otros era de la que se hacía de tributo para la Religión, y por eso la repartía el sacerdote en nombre del sol. Vestidos desta librea los mancebos, tomaban en las manos unos bordones de palma llamados yauri, que en lo alto tenían unas cuchillas de cobre, y algunos de oro, a 77
manera de hacha, de los cuales colgaba una poca de lana, las guaracas o hondas y la paja que arriba dijimos; y teniéndolos derechos como pica, hacían adoración a las guacas y el acatamiento acostumbrado al Inca, y se partían con sus parcialidades y deudos al cerro de Anaguarque, que está cerca del de Guanacauri. En este acompañamiento iban las doncellas que habían recebido los vestidos, cargadas de unos cantarillos pequeños de chicha, para dar de beber a la gente del, y las insignias reales sobredichas del sunturpaucar y carero vestido, con otros seis oporucos como los de arriba, y hacían con ellos lo mismo, y otros seis corderos pequeños que sacrificaban como en Guanacauri. La razón por que iban a este cerro y adoratorio, era porque se habían de probar en correr, y hacían aquí esta ceremonia, porque contaban que esta guaca quedo tan ligera desde el tiempo del Diluvio, que corría tanto como volara un halcón. Llegados a la dicha guaca, los muchachos ofrecían un poco de lana y los sacerdotes hacían las mismas ceremonias y sacrificios que en el primer cerro. Tornabanlos a azotar con las hondas los viejos sus parientes, diciéndoles que no fuesen perezosos en el servicio del Inca, avisándoles que serían castigados por ello, y trayéndoles a la memoria la causa por que se hacía aquella solemnidad y las victorias que habían habido los Incas mediante el esfuerzo de sus padres. Lo cual acabado. Se sentaba toda la gente y hacían el taqui llamado guari; y mientras se hacía, estaban en pie los caballeros noveles con sus bordones en las manos, que eran las armas que les daban. Después del dicho taqui, se levantaban todas las doncellas y bajaban corriendo hasta el pie del cerro, y allí esperaban con sus cantaros de chicha a los mancebos, para darles de beber; a los cuales empezaban a llamar a voces, diciendo: “Venid presto, valientes mancebos, que aquí os estamos esperando.” Y luego ellos se ponían en muchas hileras, unos en pos de otros, y detrás de cada hilera de los dichos mozos otra de hombres mayores, que servían de apadrinarlos, cada uno de los cuales tenía cuenta con el caballero a quien había de ayudar, si se cansase. Delante de todas las hileras se ponía un indio vestido galanamente, y daba una 78
voz, a la cual partían de carrera todos con gran furia, y algunos solían lastimarse pesadamente. Llegados abajo, daban las doncellas de beber primero a los padrinos y después a los ahijados. Iban también al cerro de Sabaraura, y quemaban otros seis corderos y enterraban otros tantos, y allende desto, cada uno ofrecía lo que llevaba. Tornabanlos a azotar como las otras veces, y de allí volvían al Cuzco, y entrando en la plaza, iban haciendo su humillación a las guacas y al Inca, y sentándose las parcialidades de Hanancuzco y Hurincuzco, cada una aparte, quedándose en pie los caballeros mozos por espacio de un rato, volvían a hacer el dicho baile y cantar guari, y tornaban a azotarlos por la forma dicha. Ya que era hora de recogerse, se iba el Inca a su palacio acompañado de la gente cortesana, y los caballeros mancebos, con el mismo acompañamiento que antes, se partían para el cerro de Yavira, que está en derecho de Carmenga, donde ofrecían el sacrificio que en los otros y recebian las guaras, que eran sus zaraguelles o panetes, los cuales no se podían poner hasta aquel tiempo y con aquellas ceremonias. Ponianles también ciertas celadas en las cabezas, y de parte del Inca les daban unas orejeras de oro, que se ataban a las orejas, diademas de pluma y patenas de plata y de oro, que se colgaban del cuello; lo cual acabado, hacían otra vez el baile dicho y azotaban a los mancebos; con que daban la vuelta para el Cuzco, y entrando en la plaza, hacían la reverencia acostumbrada a los guacas. Después de todas las ceremonias dichas, iban estos caballeros a bañarse a una fuente llamada Calispuquiu, que está detrás de la fortaleza, casi una milla de la ciudad, y vueltos a la plaza, les ofrecían dones sus parientes, comenzando el tío más principal, que daba a su sobrino una rodela, una honda y una maza con que pelease en la guerra, y tras él le iban ofreciendo los demás parientes; con que siempre venía a quedar remediado y rico el que se armaba caballero. Dabale cada uno de los que ofrecían un azote, y le hacía una breve platica, aconsejándole que fuese valiente y leal al Inca y tuviese gran cuenta con el culto y veneración de las guacas. Cuando se armaba caballero el príncipe que había de suceder en el rei79
no, le hacían grandes y ricas ofrendas todos los caciques principales que se hallaban presentes en toda la tierra. Rematabase la solemnidad de este día con cierto sacrificio que hacían a las guacas. A los últimos días del mes, sacaban a los dichos nuevos caballeros a las chacaras y les horadaban las orejas, que era la postrera ceremonia que con ellos hacían en armarlos caballeros. Por fin y remate deste mes y fiesta, se juntaba todo el pueblo en la plaza a un regocijo y baile que llamaban Aucayo. Hacían para el gran cantidad de bollos de harina de maíz amasada con sangre de los carneros que aquel día sacrificaban en cierta forma y con particular solemnidad, y mandaban entrar en la ciudad a la gente forastera que estaba detenida de todas las provincias del Perú. Puestos, pues, en sus lugares por su orden los ministros destos sacrificios, que eran del ayllu y linaje de Tarpuntay, daban a cada uno de los presentes un bocado de aquellos bollos, diciéndolos que comiesen aquel manjar que les daba el sol para contentarlos, y que no dijesen que no tenía cuenta con ellos, como con los demás que habían hecho aquella fiesta. Sacaban estos bollos en unos platos grandes de plata y oro de vajilla del sol, que estaban dedicados para esto, y todos los recibían agradeciéndolo mucho al sol con palabras y ademanes. En habiéndolos comido, les decían los sacerdotes: “Esto que os han dado es manjar del sol, y ha de estar en vuestros cuerpos por testigo, si en algún tiempo dijieredes mal del o del Inca, para manifestarlo y que seáis castigados por ello.” Y ellos prometían que no lo harían en su vida, y que debajo desta condición recibían aquella comida. Gastaban en estos bailes algunos días, bebiendo siempre sin descansar. Hacían el son con cuatro tambores grandes del sol, y cada tambor tocaban cuatro indios principales vestidos de muy particular librea, con camisetas coloradas hasta los pies con rapacejos blancos y colorados; encima se ponían unas pieles de leones desollados enteros y las cabezas vacías, en las cuales les tenían puestas unas patenas, zarcillos en las orejas, y en lugar de sus dientes naturales, otros del mismo tamaño y forma, con alforjas en las manos, lo cual todo era de oro. Ponianselas de 80
manera que la cabeza y cuello del león les sobrepujaban sobre sus cabezas, y el cuerpo les caía en las espaldas; y estos, para empezar el baile, sacrificaban dos corderos, entregándolos a cuatro viejos deputados para esto, que los ofrecían con mil ceremonias. Esto concluido, traían del ganado del Inca treinta carneros, y repartianlos en los que tenían cargo de los sacrificios; a los cuales mandaba el Inca que los sacrificasen en su nombre a todas las guacas del Cuzco; y así se repartían entre ellos con treinta piezas de ropa. Allende lo cual tomaban treinta haces de leña labrada y, vestidos como hombres y mujeres, los quemaban y ofrecían al sol, por la fuerza de los que se habían horadado las orejas y porque viesen muchos días como aquellos. El postrero día del mes iban a la plaza del cerro de Puquin, llevando dos carneros grandes, uno de plata y otro de oro, seis corderos y otros tantos aporucos vestidos, con seis corderos de oro y plata, conchas de la mar, treinta carneros blancos y otras tantas piezas de ropa, y lo quemaban todo en el dicho cerro, excepto las figuras de oro y plata. Y con esto se daba fin a la fiesta de Capac-Raymi, que era la más grave y solemne de todo el año. Era de tanta estimación y honra entre esta gente el horadarse las orejas, que si acaso se le rompían a alguno al tiempo de horadárselas, o después, lo tenían por muy desdichado; y tenían puesto su mayor cuidado en que los horados fuesen muy grandes; y para que fuesen dando de si y haciéndose mayores, metían en ellos unos hilos de algodón, y cada día los iban poniendo más gruesos, con que venían a crecer tanto los horados, que traían encajados en ellos por zarcillos unos rodetes mayor cada uno que un real de a ocho. Esta y otras narraciones de la ceremonia, refieren que los jóvenes para ser iniciados, eran recibidos por todos los dioses, presidido por Viracocha, al que acompañaba el sol y los otros dioses. Esto no deja duda del conocimiento iniciático que tenían los incas, la planificación de la ceremonia y la pulcritud de los participantes, muestran lo refinado y solemne de los actos, que conforme va evolucionando el conjunto de eventos, van integrándose a ella nuevos elementos y personajes, así como el cambio de la vestimenta y el acto de horadar las orejas, los transformaban en su 81
subconsciente como únicos y diferentes. Cuando llegaron los españoles y se contactaron con el inca, notaron que este y sus acompañantes tenían unos rodetes en los lóbulos de las orejas, por ello los llamaron “orejones” sin entender porque este grupo de hombres los tenían, mientras el común de los habitantes no. Los orejones preferían morir en las batallas antes que rendirse, por el compromiso juramentado que habían contraído con el dios supremo Viracocha, el creador del mundo, padre del sol y la luna, cuyos hijos, los incas gobernaban en su representación al imperio. Esta ceremonia prolongada impregnaba en el subconsciente del iniciado, el convencimiento de que era un hombre diferente y superior al común de los hombres, la misma que se expresaba en forma simbólica e iniciática por las camisetas coloradas que vestían hasta los pies con rapacejos blancos y colorados; encima del cual se ponían pieles de leones (Uturuncu) desollados enteros y las cabezas vacías, en las cuales les tenían puestas unas patenas, zarcillos en las orejas, y en lugar de sus dientes naturales, otros del mismo tamaño y forma, con alforjas en las manos, lo cual todo era de oro. Los vestían de tal manera que la cabeza y cuello del león les sobrepujaban sobre sus cabezas, y el cuerpo les caía en las espaldas Estos iniciados vivían su esoterismo en un mundo iniciático, al que ingresaban en el solsticio de verano (Diciembre) y salían por la puerta por donde salen los dioses renacidos, cuyo umbral se hallaba en el solsticio de invierno (Junio). Este ingreso y salida lo hacían en forma simbólica cada vez que se reunían. La puerta de salida del mundo cósmico, que iniciáticamente el umbral era el solsticio de invierno, en el imperio de los incas se realizaba la fiesta del Inti Raymi, la fiesta del dios Sol, el hijo del creador del mundo Viracocha, que era enviado a la tierra para renovarla en un ciclo anual permanente, tal como lo había realizado Viracocha al inicio, cuando creó el mundo, creo al sol y la luna y finalmente al hombre (runa). La fiesta del Inti Raymi, se hacía, cuando se abría la puerta de salida del 82
mundo iniciático inca, para que surja el dios Sol, para perennizar su llegada y permanencia cíclica eterna en este mundo, con el cual se renovaba en forma iniciática el periodo de las cuatro estaciones del año. La solemnidad iniciática de esta fiesta, era tal, que solo lo hacían el Inca y los varones del ayllu de sangre real, y no entraban en ella ni sus propias mujeres, que se quedaban fuera en un patio. Les daban de beber las mamaconas mujeres del sol, y todos los vasos en que comían y bebían eran de oro. Ofrecían a las estatuas de los dioses, de parte de los Incas treinta carneros: diez a la del Viracocha, otros diez a la del sol y otros diez a la del trueno; y treinta piezas de ropa de cumbi muy pintada. En el Cerro Manturcalla, donde se celebraba esta fiesta, se hacían gran cantidad de estatuas de leña de quishuar, labrada, y vestidas de ropas ricas; estas estaban allí desde el principio de la fiesta, al fin de la cual les ponía fuego y las quemaban, junto a seis aporucos que acompañaban. Las cenizas y restos de huesos se recogían y regaban en un llano cerca del cerro a donde solo podían ingresar los que lo llevaban. Luego del cual se bebía y comía en la plaza de la ciudad del Cuzco hasta que anochecía y el Inca se recogía en su casa y todos se marchaban a la suya. Si quisiéramos hacer comparación de esta festividad con respecto a la fiesta del hemisferio norte, diremos que el 24 de junio nacía en forma simbólica el dios Sol, en el hemisferio sur, mientras en el hemisferio norte los dioses nacían el 25 de diciembre. Para los iniciados Incas lo que era la puerta de salida en el hemisferio norte, era la puerta de entrada. Y lo que era la puerta de entrada en el hemisferio norte, era la puerta de salida. Hace muchos años, escuche a mi abuelo decir con mucho orgullo: Los conquistadores europeos que llegaron a América son los descendientes de Adán y Eva, aquellos que fueron expulsados del Jardín del Edén. Nosotros somos descendientes directos de Viracocha y de sus hijos El Sol y la Luna. A nosotros nadie nos expulsó del Jardín del edén, ¡Aún vivimos en él! 83
Retomando el pensamiento judeo cristiano, la Iniciación 14 existe porque el hombre perdió el Paraíso y desea volver a él. Esta pérdida del Paraíso ha sido denominada de maneras distintas en las culturas del viejo medio oriente y Europa, siendo la denominación más familiar: La Caída del Hombre.
Los hebreos autores del génesis bíblico, no supieron ofrecer una interpretación ni descripción simbólica adecuada de dicho acontecimiento, solo esbozaron ese infausto “acontecimiento histórico”, centrando la atención a los acontecimientos que suceden tras la muerte del hombre, pero no consideraron lo qué sucedió antes del nacimiento. El hombre, instintivamente, teme el más allá: lo que primero viene a su imaginación son los infiernos y no el paraíso. Un calco de la vida presente, una especie de sueño donde desaparece todo aquello que da a la existencia su relieve y su sabor, un reino de las sombras poblado de fantasmas errantes sin alegría. Un lugar donde hay tormentos, gobernado por un “ente” castigador, que administra ese lugar lúgubre hasta más no poder. Así le pusieron diversos nombres a este castigador: Satanás, lucifer, diablo, el ángel caído, y un largo etc. 14
El bautismo es una forma de iniciación religiosa. 84
“Los incas creían en la resurrección universal sin imaginar penas ni gloria, sino una vida similar a la que tenemos aquí, porque su espíritu no se elevaba más allá de esta vida presente”. Para ellos, la descendencia equivale prácticamente a la inmortalidad 15: los muertos viven en los que continúan en la vida amándolos y alimentándose de ellos; la cadena vital que hace vivos a los muertos funciona por el amor: “El muerto vive en el arrullo de quien le ama, desde cuyos ojos seguirá admirando la luz, desde esos ojos podrá llorar... Y esto en un espacio sin tiempo, en estancia sin principio ni fin”. Esta filosofía estaba presente en el respeto, manutención y adoración de las momias de sus antepasados, quienes después de muertos habitaban en el Uku Pacha, que era regido por el Supay, una divinidad ambivalente, muy distinta al diablo de los conquistadores y de su religión judeo cristiana.
Dibujo de Guamán Poma de Ayala. Representa el mapa del espacio tiempo andino se puede ver el “mayu”, la vía láctea y el ciclo del agua y la energía, recorrido del sol y la luna desde el Titicaca hasta el mar. La Yaq’ana orina sobre la tierra y el arco iris hace circular la energía.
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La ciencia actual ha demostrado que en nuestros genes, se mantiene los códigos genéticos de nuestros antepasados u ancestros. ¿Sabían de esto los Incas? Y por esta razón cuidaban de sus ancestros momificados, o es una simple coincidencia.
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El Sol cuando nace en el oriente (este), surge del Uku Pacha y se eleva al Hanan Pacha donde permanece durante el día vitalizando el Kay Pacha, y al término del día se dirige al poniente (oeste), nuevamente al Uku Pacha. Es decir el eterno nacer y morir del dios Sol, es semejanza al nacer y morir del hombre. El Sol permanece ausente del Hanan Pacha, que es velada por su esposa la Luna, mientras su existencia transcurre en un mundo que no era tenebroso, donde están todos los muertos, que renacerán conforme a los designios de sus dioses. Su permanencia en el inframundo estaba regido por el Supay y la Pacha mama (madre tierra) necesita de la ayuda del dios Inti (Sol), Quilla (Luna), Lluvia (Kon) y otros para lograr el milagro de la vida y su desarrollo cíclico del mundo, todo ello supeditado a la voluntad de Viracocha el creador del mundo y su hijo el Sol, quienes gobernaban el mundo a través del Inca que vivía en el ombligo del mundo el Cuzco. Por esta razón todos estos dioses vivían en armonía, y los hombres imitándolos hacían lo mismo. Aún a riesgo de sesgar nuestro punto de vista, debemos decir que no todas las religiones pintan a sus deidades con el halo de omnisciencia (saberlo todo) e inmortalidad que otorga el cristianismo a su dios. Si bien los dioses mesopotámicos (3,700 a.C.) eran invisibles a los ojos humanos, eran antropomorfos, y también tenían necesidades humanas, como lo indican sus representaciones. Ellos habitaron este mundo mucho antes que los seres humanos, practicaban la minería, agricultura y construyeron los sistemas de riego para cubrir sus necesidades. Tuvieron entonces que trabajar en la construcción y mantenimiento de los canales de agua, en la siembra y en la cosecha de sus productos. Salvo los dioses principales -que no pasaban de cuatro: Anu, Enlil, Enki y Ninnusarg-, todas las divinidades cumplieron tales tareas. La humanidad, entonces, fue creada por ellos para servirlos y evitarles la rudeza del trabajo. Así narra las tablillas sumerias. Los egipcios e hindúes también en forma similar narran de sus dioses que convivieron con el hombre, sea como su rey, sea como su dios, o peleando guerras entre ellos, donde los vencidos cual humano eran eliminados o desterrados. Algunos de estos dioses ampararon al hombre y 86
se enemistaron de sus congéneres, otros simplemente usaban al hombre para su servicio. Esta percepción de lo divino es ajena al Cristianismo y a otras religiones que tienen como patriarca a Abraham. Esta manera de comprender el universo y lo sobrenatural, en Mesopotamia, India y Egipto, no hacía insalvable al hombre su divinización, al menos para la clase dirigente. Un conquistador extranjero podía ser aceptado como gobernante divino o semidivino si en la relación con sus súbditos manejaba, al menos, los elementos simbólicos que habían usado sus predecesores. En Egipto funcionaron como faraones el persa Cambises y el griego Alejandro Magno. Los incas y aztecas, dicen que llegaron sus dioses, que vivieron con ellos enseñándoles la agricultura, ganadería, el arte de construir y otros aspectos de sus culturas, al término de ello, partieron con la promesa de volver. Por esta razón cuando llegaron los conquistadores españoles, los incas y aztecas que esperaban el retorno de sus dioses que había sido prometido, los confundieron, así los incas consideraban que era el retorno de Viracocha 16 y los aztecas el retorno de Quetzalcóatl 17. 16 La profecía del retorno de Viracocha fue anunciado por el Inca Huayna
Capac. En su lecho de muerte, que se dirigió a sus sacerdotes y funcionarios de la siguiente manera: “Nuestro padre el sol me ha revelado que después de un reinado de doce Incas, de sus propios hijos, aparecerán en nuestro país una raza desconocida de hombres que sepultará nuestro imperio. Ellos, sin duda, pertenecen a las personas cuyos mensajeros han aparecido en nuestra orilla. Asegúrense de ella, estos extranjeros llegarán a este país a cumplir la profecía.” 17 El retorno de Quetzalcóatl fue anunciado a Moctezuma de la siguiente manera: Señor y rey nuestro, es verdad que han venido no sé qué gentes y han llegado a las orillas de la gran mar [...] y las carnes de ellos muy blancas, más que nuestras carnes, excepto que todos los más tienen barba larga y el cabello hasta la oreja les da. Moctezuma estaba cabizbajo, que no habló cosa ninguna, y se creyó que éste era el dios Quetzalcóatl. Como oyó la nueva, Moctezuma despachó gente para el recibimiento de Quetzalcóatl, porque pensó que era el que venía, porque cada día le estaba esperando, y como tenía relación que Quetzalcóatl había ido por la mar hacia el oriente, y los navíos venían de hacia el oriente, por esto pensaron que era él... Muchos presagios funestos se habían presentado en aquellos días, y esto mantenía pensativo a Moctezuma. El tlatoani de Tenochtitlan se apresura a enviarle
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Ni aztecas ni incas comprendieron en un principio, la distancia insalvable con los españoles, ni pudieron entender que los conquistadores eran a la vez soldados y misioneros de una fe religiosa, de una religión que los hacía, incluso a ellos mismos, pecadores por el solo hecho de haber nacido (pecado original por ser descendientes de Adán y Eva). Eso fue y es aún difícil de comprender, no había salvación terrena o divina fuera de la Iglesia Católica. Todos los habitantes de América estaban en las filas de los enemigos de Dios, por el solo hecho de haber nacido o vivido antes de la llegada de Colón. Este era un continente donde la relación con sus semejantes convertía al hombre en culpable, “por haber nacido en el nuevo mundo”. El cristianismo español no hizo concesiones y apoyó sin reparos la construcción de un estado, convirtiéndose en su sostén ideológico. Los espacios de respiro a las religiones no cristianas solo existieron cuando la magnitud del territorio y el volumen incluso decreciente de los indígenas hacían imposible que se cumpliese la compulsiva labor misionera. El comportamiento de los oficiales de la iglesia cristiana se nutría también de varios factores: el más visible era la condición de ser parte de la hueste conquistadora y tener, por lo tanto, derecho a imponer condiciones. Había también razones jurídicas: una bula papal daba legalidad al ejército de ocupación e imponía como condición la conversión al catolicismo de los reyes derrotados y de todos sus súbditos. Esta convicción de ajustarse a la ley hizo pensar, incluso a los historiadores modernos, que el lenguaje jurídico era expresión de la realidad; por eso tenemos millares de publicaciones que describen la jurisprudencia como correlato preciso del funcionamiento de instituciones y personas. Las panacas (familias nobles descendientes de los Incas) cuzqueñas vacilaron entre una adaptación humillante, pero conveniente, y una revoa Cortés varios obsequios, como los atavíos de algunos dioses, entre ellos los de Quetzalcóatl. Según fray Bernardino de Sahagún, las palabras de Moctezuma fueron: Mirad que me han dicho que ha llegado nuestro señor Quetzalcóatl. Id y recibidle [...] Veis aquí estas joyas que le presentéis de mi parte, que son todos los atavíos sacerdotales que a él le convienen...
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lución libertadora que restaurase sus privilegios. Desde 1,569 los nietos de los Incas reclamaban sus derechos siguiendo las reglas de la legalidad europea. Fue así que “se presentaron ante el Licenciado Juan de Ayllón para solicitar que se recibiera una información probando su ascendencia real y las conquistas de Tupac Yupanqui”. Estos nobles habían asumido su condición de soberanos en desgracia y reclamaban, al menos, parte de las ventajas que se otorgaban a los nobles de España en situaciones parecidas. Para hacerlo debió descartar su propio universo religioso, por lo menos en lo que se refiere a la vida pública, y dar muestras de ser buenos cristianos. Esto significaba dar importantes donativos a las iglesias locales e inclusive retratos suyos y de su familia adorando al dios español. Pero no todos los nobles incas se comportaron así, Manco Inca, hijo de Huayna Capac y Mama Runtu, permaneció en la mítica Vilcabamba (ubicada en lo que hoy es Espíritu Pampa por algunos estudiosos) hasta su muerte en 1,554. Sus hijos más notorios, Sayri Tupac, Tupac Amaru y Titu Cussi Yupanqui, ocuparon su lugar en muy distintos momentos liderando lo que se ha llamado resistencia incaica. No sabemos mucho acerca de la vida al interior de Vilcabamba, incluso su ubicación exacta todavía es debatida. En verdad las estrategias de los Incas mencionados variaron notablemente, desde la confrontación abierta hasta varios acuerdos con las autoridades de la Colonia medianamente cumplidos. Todo acabó cuando el virrey Toledo ordenó el exterminio de lo que consideró un foco de subversión, más por lo que podía representar frente a los antiguos seguidores de los Incas que por la amenaza concreta que significaban. Lo importante es que al mismo tiempo que la nobleza vencida asumía la rebeldía como bandera, otro grupo -no menos visible en su liderazgo- prefería jugar la carta de la legalidad europea y por lo tanto renunciaba a sus dioses para obtener magros pero reales beneficios. Estos eran los caminos de los descendientes de las panacas reales, nacidos en su mayoría en el Cuzco. Muchos de ellos fueron conscientes del poder de la escritura (la legal y la sagrada), y se rodearon de traductores 89
y asesores, incluso españoles, para medir y acrecentar sus bienes y sus ambiciones. Todo esto nos indica que los rebeldes, o sumisos, de la clase dirigente incaica ya eran conscientes de que la presencia europea era inevitable y aun en rebeldía había que pactar con ella. El virrey Toledo cambió esta línea de negociaciones al invadir Vilcabamba y redujo a los incas sumisos a la lista de los muchos -españoles, criollos, mestizos o indígenas- que clamaban mercedes por méritos a la Corona. Ninguno de estos esfuerzos o gestos militares o cortesanos eran accesibles a los tributarios. Sus jefes locales o curacas vivían tratando de mantener el complicado equilibrio de ser funcionarios coloniales y esquilmar a su propia gente al tiempo que los protegían escondiendo a un grupo de ellos y declarando cifras falsas de tributarios y contribuciones. El juego era peligroso, ni el corregidor de indios ni el doctrinero confiaban en él y en ocasiones las nacientes autoridades indígenas paralelas a su mando, como envarados y alcaldes, le hicieron la vida imposible. A veces los propios indígenas delataban su siempre compleja red de arreglos ilegales. Luego de la Conquista, ser curaca era invariablemente el resultado de una negociación. Cuando de quebró el orden impuesto por la guerra de los encomenderos, se aceleró las migraciones internas: mitimaes y yanaconas debieron optar por volver a sus lugares de origen o permanecer en donde residían, pero sobre la base de necesidades inmediatas o premuras bélicas. Sobre esta complicada e impredecible movilidad espacial era muy difícil constituir una autoridad que negociase con los invasores, si esto se lograba poco importaba si su poder tenía el sustento incaico o colonial o era el fruto de una improvisación afortunada. La supervivencia no dejaba espacio a reflexiones elaboradas. Había que crear o reforzar lealtades. Como las bases en que se movía la ética o moral de los europeos -cuyas actitudes tropezaban abiertamente con su prédica- eran incomprensibles, las alianzas entre los curacas y sus súbditos tenían que asentarse en lo que aún hoy se llama “la costumbre”; es decir, la milenaria escala de valores andinos que bajo la presión de las circunstancias iba construyendo lo que en un par de siglos más - hacia 90
el final del virreinato - sería el eje de la religión andina contemporánea. Antes de la llegada de los europeos, los sacerdotes y los iniciados (El Inca, los hijos de la clase noble y escogidos) simbólicamente marcaron las puertas de ingreso y salida de su mundo iniciático, en los solsticios, al igual que otras culturas ancestrales del mundo. El dios que regía este mundo del uku pacha era el Supay, Saqra, China, Tew, Tío o como quiera denominársele, no era un dios odiado o repudiado, aunque si inspiraba temor, se podía tratar con él para obtener favores mediante un pago u ofrenda que se hacía en un ritual o suerte de misa denominada la “mesada” 18 donde entregaba licor (chicha fermentada), hojas de coca escogidas (quintos), llampu (piedra caliza), tejidos, mullu (concha de abanico), semillas y otros. Esta forma de trato entre los dioses y el hombre también fue practicado por los sumerios y egipcios, antes que los caralinos difundieran su práctica por el mundo andino. El Supay, Zupay o Diablo andino, es un dios originario de las mitologías quechua, aimara e inca, puede ser malo o bueno. Es un ser que habita en las profundidades de la tierra y el inframundo de los muertos (Uku Pacha). El Zupay es una figura ambivalente, definida por el sincretismo de la cultura cristiana como el diablo, pero que también es adorado como señor de las profundidades, el dios de las explotaciones mineras. A diferencia de lo que sucede con el Diablo cristiano, “el inca no repudiaba al Supay sino que temiéndole, lo invocaba y rendía culto para evitar que le hiciera daño. Esta expresión de “cariño-respeto” se mantiene latente aún hoy, en el Perú y Bolivia en la fiesta de la “diablada” que se festeja en los carnavales de la Meseta del Collao, donde los diablos y las diablas, así como un conjunto de variados personajes mezcla de la cultura hispana y an18 Literalmente es una mesa servida para ofrecer ofrendas, que se hace en el suelo, colocando una manta y sobre ella las ofrendas para el dios o las divinidades ancestrales. 91
dina expresan la lucha entre en bien y el mal en un sincretismo único y posiblemente hasta absurdo para algunos católicos, por igual en esta se encuentra a los ángeles, los diablos y los humanos en algarabía sin precedentes, departiendo amistosamente. Esta festividad que mantiene viejas tradiciones, absorbió las nuevas que llegaron, para evitar ser perseguidos, y continuar con su tradiciones disfrazada de catolicismo, actualmente es el Patrimonio Inmaterial de la Comunidad Andina.
En esta zona de la “diablada”, los Tiahuanaco tienen la llamada “Puerta de la Luna”, la misma que originalmente se ubicaba a la entrada del cementerio, que simbólicamente es la puerta de ingreso al uku pacha o “puerta de los hombres” y otra llamada la “Puerta del Sol” que simbólicamente es la “puerta de los dioses” y en ella esta retratado el dios Viracocha que bendice la salida de su hijo el dios Inti (Sol) al Hanan Pacha cuyos rayos divinos bendecirá el kay pacha donde gobernó el Inca en representación de ellos. 92
Puerta de la Luna – Puerta de los Hombres.
Puerta del Sol – Puerta de los Dioses.
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Otra manera de llamar al demonio es el Saqra que en quechua significa; travieso, saltarín, alegre y bromista. Durante la festividad de la Virgen del Carmen, los saqras simbolizan al personaje que con hábiles y entretenidos movimientos en la ejecución de su coreografía alegran la fiesta y realizan la acción de la tentación a la Virgen del Carmen desde los balcones y techos de las casas durante las procesiones. Es debido a la fusión cultural entre la religión católica y la religión andina que surgen diversas formas de interpretación al demonio, aunque el concepto no fue ni es entendido a cabalidad por la cultura andina, la representación de Lucifer se atribuye a los saqras aunque algunos dicen que lo más cercano a este concepto debía ser la palabra supay. La danza representa una versión humanizada, parodiada y humorística del diablo de acuerdo a la concepción mestiza acerca del demonio. En suma el diablo encarnación del mal para el mundo europeo y oriental, no lo es para el mundo sudamericano ya que es un ente ambivalente que puede comportarse bien o mal conforme a las circunstancias.
Aún pervive otra expresión iniciática andina entre el Supay y el Runa en la ceremonia que realizan los Danzantes de Tijera (Supay Huasin Tusuj = El danzante de la casa del diablo) de Huancavelica, Ayacucho y Apurímac, antes de realizar sus acrobáticos enfrentamientos entre ellos, que el observador inmediatamente considera que esta poseído por el diablo. 94
Según los sacerdotes de la colonia, su lado mágico obedece a un pacto con el diablo, debido a las sorprendentes pruebas que ejecutan en la danza. Estas pruebas se denominan Atipanacuy. El instrumento central de la danza son las tijeras elaborados de dos placas independientes de metal de aproximadamente 25cm de largo y que juntas tiene la forma de un par de Tijeras de punta roma.
Los poseídos danzan sin fatigarse, realizando actos inverosímiles parados sobre las puntas de los pies o de los talones, introduciéndose una serie de objetos punzo cortantes en la boca y fosas nasales, clavándose espinas en el cuerpo, o tragándose sapos y culebras literalmente, introduciéndose clavos y otros objetos metálicos bajo la piel, para luego amarrar a ello objetos y arrastrarlos, o coger objetos pesado con los dientes e incluso personas para hacerlos girar a su alrededor, mientras van produciendo música con una tijera y los dedos de su mano, acompañados por un arpa y violín, mientras son observados por una concurrencia absorta y sorprendida. Ellos dicen que ser un “Dansaq” (danzante) es un acto de fe (sobra el comentario sobre la fe y al personaje al que se refieren). 95
Los danzantes de tijeras descienden de los “tusuq laykas” que eran sacerdotes, adivinos, brujos y curanderos prehispánicos, quienes durante la colonia fueron perseguidos durante la extirpación de las idolatrías, para asesinarlos e implantar su fe religiosa cristiana, en esta etapa colonial se les llamo “supaypa wawan” (hijo del diablo) y fueron perseguidos cruelmente con bendición de la iglesia cristiana y para evitar su muerte se refugiaron en las zonas más altas e inaccesibles. Con el paso del tiempo, los colonizadores al no poder eliminarlos del todo, aceptaron que volvieran, condicionándoles a danzar para sus santos y al dios cristiano. Durante la colonia la danza es influenciada por los trajes de luces españoles. Existen evidencias documentales de que en el año 1,600 la danza de las tijeras ya era practicada extensamente. Actualmente es una danza ritual y mágico-religiosa que representa a través de sus coreografías a los espíritus de la pachamama, yacumama, hanan pacha, uku pacha y otros wamanis.
Si bien es posible apreciar en la danza de las tijeras rezagos de un ritual mágico-religioso, en sus ceremonias iniciáticas pervive toda su magia 96
y religiosidad andina. La participación en las ceremonias iniciáticas de los nuevos danzantes, así como en la bendición y pago al Supay, es solo para los danzantes y sus músicos, presididos por un brujo o curandero (Alto misayocc) que realiza una mesada para el Supay, quién bendecirá al nuevo iniciado y le proporcionará energía inagotable para la danza. Si el danzante quiere fuerza sobre humana hace un pacto con el Supay y entrega su alma como pago, para que more en el uku pacha al servicio del Supay cuando deje este mundo (kay pacha). Los quechuas y aimaras no aceptaron la imposición de la religión cristiana de los conquistadores, mantuvieron la suya, sincretizando la fe del conquistador en la fe del hombre andino. Otros estudiosos están convencidos que no hay tal sincretismo de lo andino con lo cristiano. La danza de tijeras es una muestra de ello, que es netamente andino, es el último reducto puro de la religiosidad inca y su esoterismo iniciático. Antes de la llegada de los europeos las ceremonias de purificación incluían un baile, o bien la danza denunciaba la necesidad de los ritos para calmar la crisis de los enfermos. No son claros los documentos, en todo caso se llamaba taki onqoy o sara onqoy, que estaba ligado a los confesores andinos, llamados para calmar la enfermedad (onqoy). En algunas partes esta enfermedad de baile que llaman taki onqoy, o sara onqoy, era atendido por los hechiceros, que eran llamados o van a ellos para que hagan mil supersticiones y hechicerías, practican la idolatría, y se confiesan con los hechiceros y practican otras ceremonias. Fiesta, baile y canto están ligados también a la expiación o limpieza a partir de lo que en la Colonia se vio como actividad de “confesores” indígenas y quizá en lo que hoy es todavía materia a ser tratada por un maestro curandero. El taki onqoy como actividad terapéutica pervive como tal. En 1,585 predicadores indígenas sermoneaban a su arrepentida audiencia acerca del abandono del ritual que sufrían las huacas, nombre genérico con que se denominaba a toda manifestación religiosa indígena y sobre 97
todo a los dioses prehispánicos. Las huacas exigían la recomposición de su culto y el olvido de su ritual explicaba la presencia de estos males. Es interesante que las voces se alzaran en lugares de importancia precolombina, al menos dos de ellos tienen antecedentes de cultos no cristianos: Huaquirca (Antabamba, Apurímac), zona cubierta de andenes que recuerdan a Pisac, no muy lejos de la cueva de Alhuanzo decorada con dibujos rupestres. El otro espacio de predicación fue Vilcashuamán cuya importancia no necesita mayor explicación; no en vano los incas lo usaron como nuevo centro administrativo, eran tierras que habían pertenecido al dominio Wari y a los chancas. Los documentos llaman moro oncoy (muru onqoy) a la epidemia que dejaba manchas sobre la piel de los enfermos, calificada en términos generales como “viruelas” por los europeos. No fue esta la primera plaga que azotó a los nativos, víctimas del contagio europeo desde los tiempos de Huayna Capac. Es importante resaltar que los hechiceros a esta enfermedad lo asociaban con la presencia de los invasores. El ritual para curar comprendía ofrendas a la deidad andina, que indicaba la vigencia de antiguos ceremoniales, como parte del rechazo o asimilación del adoctrinamiento cristiano. Las fechas cronológicas de la reacción indígena por el muru onqoy nos hablan de su conexión ideológica con el movimiento mesiánico del taki onqoy y, al mismo tiempo, reflejan el carácter mestizo de ambas conductas. Si este último tenía sus raíces indígenas en un ritual preestablecido ante la amenaza de las plagas es algo que tiene sentido, aunque falte documentación para probarlo. Lo importante es que en 1,565, cuando se descubrió el movimiento, la expectativa mesiánica había rebasado los límites del ritual de curación. Los predicadores y conversos habían elaborado un cuidadoso discurso que explicaba la relación de Cristo y España contra la que se alzaban victoriosos los Dioses Andinos y los Taqui Ongos, como los llaman las crónicas y otros documentos. A inicios de la década de 1,560 la situación era similar en la Nueva España: los mayas del estado de Yucatán llevaron a cabo un levantamiento que tuvo como protagonistas a indígenas que ya habían sido educados 98
en parroquias católicas. Su líder, Pablo Be, atacaba a la Iglesia Católica en sus bases negando la validez del bautismo y, en general, la prédica misionera. El verdadero dios Hunab Ku se comunicaba con él en éxtasis shamánicos de los que regresaba para incitar la rebelión contra los cristianos. Al norte de México otros movimientos anunciaron el retorno de sus antepasados, sus profetas: Tenamaxtle, conocido como Diego el zacateco, y Francisco Aguilar, cacique de Nochistlán, llevaron a cabo una rebelión anticristiana. Anunciaban a sus seguidores que renunciando a las enseñanzas de los sacerdotes católicos y siguiéndolos a ellos volverían a ser jóvenes y tendrían varias esposas, no solamente una, y además que si llegaban a envejecer volverían a procrear. El dios Tecoroli (o Tlatol) viajaría a donde hubiese cristianos para matarlos a todos. Los andinos quedaron a la espera de una señal divina que les dijera que efectivamente todas las iglesias y capillas del reino, habían sido derrotado y quemado, que habían resucitado todas las huacas. Esta señal partiría de Pachacamac, y la otra de la huaca del Titicaca; que todas andaban por el aire, ordenando dar batalla al Dios cristiano, y vencerle. Que cuando el marqués (Francisco Pizarro) entró en esta tierra, había su Dios vencido a las huacas, y los españoles a los indios; empero que ahora, daba la vuelta el mundo; y que los españoles y su dios quedaban vencidos esta vez, y todos los españoles muertos, y las ciudades de ellos anegadas; que la mar había de crecer, y los habría de ahogar, para que de ellos no hubiese memoria. No se conserva la prédica en quechua o aimara de los profetas andinos; sin embargo, en la versión hispana la frase “daba la vuelta el mundo”, pudo ser la traducción aproximada de pachakuti, concepto de significado complejo que fue traducido por González Holguín como “El fin del mundo, o grande destrucción, pestilencia, ruina, o pérdida, o daño común”. En aimara tenemos una traducción similar: “Tiempo de guerra”. Y también lo toman para significar el “juicio final”. El mal ya no era remediable, se necesitaba otro pachakuti para recrear el universo que tampoco sería copia del prehispánico sino el producto de 99
una destrucción. Con los restos de todo lo existente, lo antiguo y lo moderno, lo indígena y lo europeo, habría que construir una nueva sociedad. La guerra a la que alude había desatado todo su furor y los escuadrones andinos, comandados por Pachacamac y Titicaca, estaban derrotando al dios cristiano. No es la primera vez que en el surgimiento de una religión se alude a la figura simbólica de un combate. En el Eluma elish de los babilonios, Marduk, el nuevo campeón de los dioses derrota a la diosa Tiamat o el triunfo de Horus sobre Seth en el Egipto. En el taki onqoy la guerra se explicaba como la revancha de una derrota anterior, se enfrentaban nuevamente los dioses creadores de ambos bandos: los resucitados comandados por Pachacamac (Viracocha), el dios oracular del valle de Lurín y en general de la costa del Pacífico, y Titicaca, la pacarina u origen de los seres vivientes ubicada en el Collao, en la sierra sur del Perú y Bolivia. Al frente estaba el dios cristiano “que había hecho a los españoles”. Esta confrontación se había dado porque las huacas habían recobrado sus fuerzas gracias a la renovación del ritual. Como en casi todas las religiones la energía de los dioses se sustentaba en la constancia con que los fieles mantenían la vida ceremonial en su honor. El ritual es el alimento divino. Puede ser sangre humana -como lo creyeron mayas y aztecas- o el humo que consume las plantas o animales en su honor -como se pensaba en Mesopotamia- o las entrañas de las llamas -como razonaban los andinos- o el sacrificio de la Misa -como piensan los católicos- pero la eficacia de las deidades depende de la continuidad de cualquiera de las formas sacrificiales que se adopten. Cuando se persigue a los creyentes o -por cualquier otra razón- estos dejan de practicar el ritual, en la mayoría de las religiones se percibe a los dioses como hambrientos o faltos de poder y, por lo tanto, enojados y agresivos contra sus criaturas y sus perseguidores, “las huacas andaban por el aire, secas y muertas de hambre; por que los indios no le sacrificaban ya, ni derramaban chicha”. Pero su falta no concluía en este abandono, iba más allá pues los indios se habían bautizado entregándose al ritual católico. 100
La venganza no se haría esperar. Las huacas “habían sembrado muchas chacras de gusanos, para plantarlos en los corazones de los españoles, ganados de Castilla y los caballos y de los indios que permanecen en el cristianismo”. Para evitar tamaña desgracia había que renunciar a todo lo aprendido en la doctrina, solo así “vivirían en prosperidad, gracia y salud”. El mismo océano, la Mamacocha de los andinos, ahogaría con sus aguas a los individuos y a sus cultivos para lavar de la faz de los Andes su enfermiza presencia. Pero el castigo y la redención comenzaban por el cuerpo: los gusanos, es decir la condición de podredumbre, atacarían al motor de la vida y receptáculo de lo espiritual, el sonqo (corazón) del quechua hablante: “conciencia, juicio, razón, memoria”. El camino de la salvación comenzaba con repetir fórmulas conocidas en los antiguos rituales prehispánicos: ayuno de varios días que implicaba no comer sal, ají ni maíz de colores y no tener relaciones sexuales. Además convenía evitar todo trato con la parroquia, no comer alimentos de origen europeo, ni vestir ropas ajenas a su tradición -”camisa, sombrero, alpargatas”-, desoír el llamado de los sacerdotes católicos ausentándose de la Misa, olvidar el nombre de bautismo y, por supuesto, no practicar 101
ninguno de los sacramentos de la iglesia católica. Los andinos se retraían del trato con los europeos pensando que los matarían para robarles el “unto” o grasa del cuerpo. Esto probablemente sea el origen remoto de las modernas versiones de lik’eri okharisiri entre los aymaras y de los pishtacos o ñacaq entre los quechua hablantes. Se trata de seres fantasmales, ajenos a las comunidades, que trafican con la grasa del cuerpo de quienes son sorprendidos en parajes alejados de su pueblo. El producto, extraído mágicamente del cuerpo es vendido para su uso industrial; de acuerdo a los relatos recogidos hace un siglo el unto hacía sonar mejor las campanas de las iglesias, años después se suponía que eran parte de la tecnología que permitía el vuelo de los satélites. Aun cuando son pocos las proclamas del taki onqoy que llegaron a nuestra época, podemos apreciar lo que quería el hombre andino sobre su situación, los españoles y sus dioses en la siguiente proclama reflexiva en un álbum musical del argentino Víctor Heredia, en homenaje al movimiento milenarista, político-religioso (1,560 – 1,572) contra la aculturación española, que recuerda este movimiento y la lucha de los pueblos americanos por su libertad. ¿DÓNDE ESTÁN NUESTROS HIJOS AHORA QUE VIENTO LOS BARRIO? ¿DÓNDE NUESTROS MAIZALES DE ORO MECIÉNDOSE EN EL SOL? ¿QUE FUE DE NUESTRAS HUACAS SAGRADAS QUE FUE DE NUESTRA PAZ? LLORO POR TITICACA Y LA LUZ AMADA DE PACHACAMAC DIGO TAKI ONGOY, SUEÑO UN CAMINO, VIRACOCHA ENTENDERÁ CUANTO DOLOR ENCIERRA MI CORAZÓN. GRITO TAKI ONGOY, PREPARO MIS ARMAS MANCO INCA SONREIRÁ 102
LAS FLORES EN LOS VALLES REVIVIRÁN HABRÁ EN SUS OJOS TAL REGOCIJO TANTA FELICIDAD QUE NUESTRAS ALMAS DE LAS ESTRELLAS AL MUNDO BAJARAN. Y EN MACHU-PICCHU, CIUDAD SAGRADA SE CORPORIZARÁN: AZTECAS, MAYAS, INCAS, CHIMÚES. CONVOCARÁN AL SOL. ESTE ES EL DÍA DEL AÑO JUSTO. YA TERMINO EL DOLOR. VENGO A CANTARLES LA PROFECÍA. EL INDIO NO MURIÓ. El nombre del movimiento y en general todo su discurso califican de enfermedad a todo lo que había arribado con Pizarro; no debe sorprendernos las ceremonias de adhesión al taki onqoy, a la danza de tijeras.
Esta forma de entender las fuerzas del mal y del bien, las características de los dioses andinos, lo acercan más a las culturas primigenias más antiguas del mundo: los sumerios, egipcios e hindúes y naturalmente a su esoterismo y escuelas de misterios, que fueron las más adelantadas e imitadas en todo el orbe, llegando incluso a la actualidad a través de diversas escuelas iniciáticas, donde en complejas explicaciones, alegorías y simbolismo llegan a similar conclusión sobre el significado y valor de este, 103
en el mundo iniciático, que las religiones por sus propias conveniencias han distorsionado a través del tiempo. La noche del 21 de junio, millones de hogueras se encienden en todo el mundo lanzando su cántico de fuego a la Luna, con la finalidad de darle fuerza al sol ya que a partir de esa fecha los días serán más cortos. Todas las culturas y pueblos celebran el solsticio desde la Mesopotamia, el Antiguo Egipto, el Lejano Oriente, el mundo celta de los druidas y otros. Es la noche mágica por excelencia, de los milagros y de las curaciones; la noche del amor, en la que todos los ritos y encantamientos son pocos para conseguir todo aquello que se desea...
En el mundo andino es la noche en que los huaqueros buscan las hogueras de fuego que producen los tesoros escondidos de los “gentiles”, la danza alrededor del fuego para purificarnos ahuyentando el mal, la quema de todo lo inservible para auspiciar la llegada del bien, mientras los quechuas festejen el Inti Raymi, para rememorar sus antiguas tradiciones y su fe religiosa a sus milenarios dioses. HOB. 104
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HIRAM ABIF: DISECCIÓN DE UN MITO A TRAVÉS DE VARIAS LECTURAS... Victor Guerra.
-.Nuestra francmasonería, como dice André Kervella, «posee una tradición que tiende a ocultar su historia, lo cual es su mayor problema»[1], y no le falta razón, sí a ello unimos la permanente tentación de levantar iconos tópicos acerca de la historia masónica, por parte de escritores, ensayistas, masones y profanos, metidos todos ellos en el laburo de la construcción mítica masónica. En este sentido, por ejemplo, hay un libro editado en España, el cual se ha conformado en el libro de cabecera de la masonería adogmática, y se puede decir que incluso lo empiezan a manejar masones dogmáticos, los cuales hasta ahora estaban un tanto alejados de los temas de sociabilidad masónica. Pero se conoce que ciertos marchamos dan prestigio y ahí tenemos el libro: La Masonería, Escuela de Formación del Ciudadano, el 106
cual ha pasado a constituirse en un texto esencial para muchos masones, sin que haya habido hasta ahora una revisión crítica, sobre esa constructione que ha hecho su autor el jesuita Pedro Alvarez Lázaro, sobre los grados masónicos del REAA, a modo de una idealizada construcción masónica del ciudadano. Es muy posible que Alvarez Lázaro esté en lo cierto, pero es curioso que nadie haya puesto objeción alguna, o se hayan abordado reseñas críticas al texto, y eso que han mediado veintiún años de su edición y, por tanto, a mí me extraña que hoy se siga indicando tal obra como el culmen, de una cabal construcción mítica proveniente del REAA, de cara a la conformación de una «cierta» ciudadanía. Toda esta reflexión que expongo, proviene de la lectura de una serie de textos que están sobre mi mesa, y que versan sobre la mítica masónica, y sobre manera sobre aquella, tal vez la más importante de la historia de la francmasonería: Hiram Abif y la leyenda del Tercer Grado. Algo que, para mí, desde que me inicié me ha suscitad dudas e interrogantes acerca de los claros y oscuros que se dan con relación a las mitificaciones masónicas, y en concreto con respecto al modelo arquetípico de Hiram Abif. Hasta ahora era difícil de encarar, al menos en España, estos temas dada la falta de bibliografía erudita al respecto, más allá de las cuatro notas tópicos al uso, y también como no, a la falta de preparación para poder plantear adecuadamente tan complejas, como controvertidas cuestiones. La Bibliografía española Han pasado los años, y las lecturas se han ido acumulando, y por tanto, no deja de ser una realidad que la mítica del Maestro Hiram Abif, cuenta hoy por hoy, con una serie de materiales bibliográficos, capaces de aportar muy diversos enfoques y orientaciones, e incluso situarnos ante perspectivas novedosas, y hasta provocativas, sí en verdad queremos traspasar algunos umbrales prospectivos. 107
Entre el monto bibliográfico que expongo, indicar que los textos en lengua castellana son más que escasos, ya que solo contamos, desde apenas hace tres años, con un texto que publicó la Editorial Masónica. Es: ¿Quien fue Hiram Abif?, de JSM. Ward, traducido por Manuel Corral Baciero. Libro que una vez introducido en él, pronto nos remite a las antiguas tradiciones y ser pierde en los mil y un vericuetos de las hipotéticas tradiciones simbólicas de la antigüedad, en las cuales, según Ward, pudieran rastrearse míticas paralelas o restos de la existencia de un Gran Arquitecto o Jefe de Obra, al estilo de Hiram Abif. Y poco más tenemos, más allá de lo que expone el Museo Virtual de la Masonería en su página web, eso sí, al margen de los miles de ríos de tinta sobre tal mítica, plasmado en varias y variadas reflexiones, planchas y otros quehaceres expositivos. Es más, si vamos a la ficha de la Wikipedia de Hiran Abif, nos daremos cuenta de la dificultad del tema, con tan solo ver las referencias bibliográficas y citas, ya podemos tener una idea de las dificultades. Bibliografía Francesa En cambio, la bibliografía francesa, es mucho más rica y madura que la nuestra, ya que huye en buena medida, de los entusiasmos universitarios tan en boga en España de querer explicar desde la profanidad la historia masónica. Por otro, lado el caudal bibliográfico francés nos aporta interesantes trabajos, de los cuales reseño aquellos que tengo al alcance de la mano: Le Mythe d’Hiram - J P Login; Le Chantier de Maître Hiram de Yann Druet; Maître Hiram et le Roi Salomon, de Christian Jacq ; Le Plan Secret d’Hiram de Marc-Reymond Larose; La Légende d´ Hiram et les Initiations Traditionnelles de Daniel Béresniak; Le Livre d’Hiram de Christopher Knight, Robert Lomas; Le pardon d’Hiram de Hervé Ghannard; Michel Barone Hiram et le enfants del a Veuve ; o los trabajos de Gérard de 108
Nerval; La clé d’Hiram revisitée de Christopher Knight ; Hiram de Jean Nomis ; La Ballade d’Hiram de Pierre Davy; Hiram et le temple de Salomon de Marc Halévy . En fin, como se puede ver hay una importante pléyade de trabajos de muy distinta tendencia y profundidad, materiales ideales para poder confrontar y contrastar informaciones, y poder de este modo obtener las nociones básicas, y no tan básicas, a la hora de comprender la complejidad de una figura, por otro lado, tan controvertida como es la de Hiram Abif, que está directamente relacionada con la aparición del grado del Maestro Masón. Aunque para mí, los libros más interesantes de toda esta saga que expongo, y que son las pieza claves para entender la mítica de Hiram Abif y sus proyecciones, tergiversaciones, desde la perspectiva masónica son: La Légende d ´Hiram par les textes - Guy Chassagnard ; Roger Dachez, Hiram Abif y sus fréres; Hiram et le Temple de Salomón de Marc Halévy; La Légende d’Hiram de Claude Guérillot; y sobre todo el trabajo Philippe Langlet: Les Sources chrétiennes de la légended´Hiram, toda esta batería bibliográfica la completaría a modo de provocación, con el libro de Cavaignac, François, sobre Les Mythes Maçonniques revisités. Ni que decir, que es importante tener claras tales referencias, aunque sea extranjeras, dada la permanente tentación que existe por parte de los elaboradores de panegíricos que nos vamos encontrando a nuestro paso y en nuestro país, que, bajo la firma de pomposos cursos y másteres, con un temita y tres citas bibliográficas ya hacen una ponencia, y con cinco citas bibliográficas más el prólogo de un ilustre, ya publican una tesis. Tal vez por eso, la bibliografía española tiene esos rasgos tan cuartelariamente salmantinos, a lo que hay que sumar el cuño de algunas escuelas que ha marcado tendencia, y tal vez por eso, y claro está por la intervención del GADU, temas tan complejos como el de Hiram Abif, quedan fuera del alcance de aplicados cursillistas masónicos de tres semanas y cuarto. 109
Roger Dachez y la leyenda Hirámica Volviendo al tema que nos interesa, decir que la mítica de Hiram Abif, no aparece en el origen de la francmasonería, lo que lleva a Roger Dachez rastrear su figura a través de los viejos manuscritos, los Old Charges de los siglos XVI y XVII, cuya búsqueda nos pone en comunicación con otros conceptos a tener en cuenta como Incorporación, o la Aceptación, o las simples ceremonias de trasmisión de la Mason´s Word, haciendo mención de las alusiones indirectas o alusivas de las distintas divulgaciones sobre la mítica del Hiram Abif, lo cual ya de buenas a primeras, presenta algunos problemas de manejo, y sobre todo con relación a la pretendida coherencia con el tercer grado, que muchos autores dan por hecho como una temática coherentemente bien explicada. Sobre el tema primero: Hiram Abif, pese a la intensa búsqueda de paralelismos por parte de Ward, a través de las antiguas tradiciones, la conclusión primera es que estamos ante una mítica masónica con poca sustentabilidad, sobre la cual los distintos documentos, en general muy fragmentarios, son por lo general muy alusivos, incluso con informaciones hasta contradictorias. Entre aquellos materiales que aportan parte de un relato tendríamos el Dumfries 1390, o el Cooke, 1420 los cuales «indican numerosas citas bíblicas y patrísticas, pero no mencionan la existencia de un arquitecto del Templo de Salomón, y menos con ese nombre» (DACHEZ 2,010). El Cooke, lo presenta de forma alusiva como el hijo del Rey de Tiro, era de Maestro masón; el Grand Lodge, por su parte indica que el hijo del rey Iram se llamaba Aynone y que era Maestro geómetra; y el Dumfries, habla de un artista sabio de valor excepcional y de una generosidad extrema, él era el Maestro del temple de Salomón. Pero siempre se le presenta de una forma alusiva. Otras fuentes, nos hablan de la existencia de un «Maestro en Geometría», que algunos autores refieren como alusivo a Hiram Abif, a este respecto me pregunto: ¿Podría ser, que esa referencia no fuese sobre Hiram Abif, sino sobre el maestro Euclides? 110
En este sentido es interesante leer la reseña del provocativo libro de François Cavaignac, y sobre cuyo trabajo publiqué en el Blog Masonería Siglo XXI. Revisión de las míticas masónicas, cuando nos habla del Maestro Euclides y su desaparición del cartulario masónico, que empieza a denotarse a partir de Ms Cooke de 1400. En esas variadas fuentes que maneja Dachez, aparecen eso sí, otros nombres como Amon, Aynon, Aymon y hasta un tal A Man, etc, cuyas corrupciones lingüísticas, retorciendo bastante el tema, pudieran llevarnos hasta el Hiram bíblico, las cuales, por otro lado, sitúan a tal personaje dentro del modelo, en tanto que son materiales antiguos empelados tras diversos procesos de simplificación o condensación, de los cuales en masonería parecen quedarnos bastantes restos. Entre esos restos del personaje del que trato, este empieza tomar carta de naturaleza, primero en las Constituciones de Roberts 1722, y luego en una cita en las Constituciones de Anderson de 1723, por primera vez con su nombre Hiram Abi, como el «masón más cumplidor de la tierras[…] como un hombre hábil e inteligente[…] universalmente apto para toda especie de masonería» , para finalmente aparecer como un modelo ya consolidado en Masonry Dissetecd, de 1730, eso sí tras un intenso periplo como fundidor de bronce, arquitecto, rey de Tiro, etc. Aquí en el Masonry…, ya es Maestro Masón situado al frente de la construcción del Templo de Salomón, cuyos trabajos suele visitar de forma habitual al mediodía, etc., y en cuyo emplazamiento se desarrolla la mítica hirámica. Por otro lado, hay quien se empeña en legitimar el modelo, en base a buscar y hallar los aspectos formales, como la tipología del personaje, su genealogía etc. Dejando de lado, que tal vez sea conveniente considerar a Hiram y su muerte, como la metáfora de un síntoma presente en todas las civilizaciones, como es la maldad, puesto que el personaje se resiste, a la luz de muy diversos materiales expuestos por importantes masonólogos, a ser tratado bajo los actuales enfoques, a un plano más hagiográfico, lo cual, por otra parte, resiste pocas lecturas críticas. Quien nos va situando en la raíz de esa búsqueda de los orígenes, es pre111
cisamente Roger Dachez, y lo hace mediante un libro que publicó en el 2,010, en el cual llegar a situar la figura de Hiram a modo de un Cristo, lo cual parece «perfectamente coherente en el seno de la literatura tipológica medieval […] las glosas, los comentarios alegóricos bíblicos» al igual que se hizo con Adonhiram, lo que llevó a Walafried Strabo a escribir de una manera directa Hic est Christus. Hiram y sus Hermanos: la fundación de la leyenda Pero independientemente de estas aserciones tal vez un tanto crísticas, nada extrañas por otro lado, teniendo en cuenta las incardinaciones de R. Dachez, en la rama masónica rectificada, aunque no por ello, hay que negar que este autor deja bien planteadas las fuentes y algunas dudas en cuanto a la mítica de Hiram Abif. Claude Guérillot y Guy Chassagnard, a modo de notarios Unos años antes, Claude Guérillot (2003) escribió un intenso librito La leyenda de Hiram. Según el rito de Perfección y el REAA. En este caso se encuadra la figura de Hiram, en un marco ritual muy determinado, y por tanto, incide en que la «leyenda mítica del Maestro tiene un trasfondo histórico: David, Salomón, Hiram de Tiro, que son los actores de la historia», por tanto, el gran trabajo de Guérillot, está basado tanto en el manuscrito Francken 1783, y los Cuadernos del REAA de 1085, bajo la forma de la Leyenda de Grado, y el Discurso Histórico. De hecho, repasa en su libro, las signaturas historicistas de David, Salomón y el Templo de Jerusalén, para situarse en la leyenda de Nuestro Maestro Hiram (pag 51), al cual sitúa dentro de las Escrituras, según el Libro I de Reyes, y el II de Crónicas. Digamos que Guérillot, no se plantea ninguna duda, tan solo expone lo que hay en torno al personaje Hiram Abif, y sus contornos, aunque a veces sean fuentes o cuestiones más bien alusivas. 112
Fuera de ese contexto, y yendo a los manuscritos masónicos, indicar que al Maestro Hiram, se le encuentra, como ya nos advertía Roger Dachez, de una forma sugerida tanto en el Dumfries nº 4 de 1710, incluso el autor busca dichos ancestros míticos en el libro del Éxodo, bajo la fórmula de Betsabel , en parte siguiendo la estela que desarrolla Ward en su libro, sin olvidar el manuscrito Graham de 1726, donde se hace una vaga referencia alusiva, y por tanto reinterpretable. Esta situación, se rompe en 1730 con la aparición del Masonry Dissected de Prichard, que recoge los rituales de la logia de los «Modernos» de Londres, pero evidentemente en dicha divulgación, Hiram Abif desarrolla un rol diferente al que le otorga el relato bíblico, aunque en el caso de Guérillot no se adentra en más tesituras, digamos que levanta acta notarial del estado de la cuestión, y ahí lo deja, en tanto que el estudioso francés (Dachez) tiene otra idea, la cual expone de tal modo, que Hiram «forma parte de un todo armonioso, que nos conduce progresivamente a una leyenda iniciática, a un mito esotérico» Otro texto referencial, más cercano en el tiempo, es el de Guy Chassagnard: La leyenda de Hiram (2013). Guy, a diferencia de Guérillot, nos traslada a la mítica de Hiram a través de los documentos ya citados, pero también lo presenta dentro de otras fuentes, como son los rituales: Parfait Maçon de 1744, el Sceau Rompu 1745, o en los rituales como el Élus Parfaits 1750; Les Trois Coups Distincts 1765; el Marquis de Gages (1765), Rite Ecossais Rectifie 1782; Ancienne Maitrise 4º-12º de 1783; Ancienne Maitrise Royal Arche 1783; Rituel de Duc de Chartres 1784, Les Trois Premiers Grades 1788; Le Régulateur du Maçon 1801; Régulateur du Maçon Élu 1801; Régulateur du Maçon Ecossais 1801; Rituel Ecossais Ancien 1805; Le Voyage en Orient 1853; REAA 1991; Rituel Français (GODF) 2002. La importancia del texto de Chassagnard, se basa fundamentalmente en que, para los trabajos comparativos para buscar las diferencias o convergencias, este libro es esencial, porque nos presenta los textos más representativos a la hora de ir comparando, cómo cada rito y cada ritual, tratan la leyenda de Maestro Hiram, que, por cierto, no es igual para todos, ni se 113
conforma la hagiografía de la misma manera, a veces la leyenda de unos y otros, no contienen ni los mismos elementos simbólicos. En ese sentido es una obra interesante, para poder ver y contrastar los detalles de cómo los rituales más representativos, tanto «Modernos» como «Antiguos» tratan la figura del Hiram y el Tercer Grado. La visión masónica regular de Marc Halévy En el año 2016, el Hermano Marc Halévy, que viene de la regularidad masónica, digamos que de la esclarecida, y no de la ultramontana peninsular que sigue levantando panteones de masones y logias, en este caso Halévy marca la diferencia en la reflexión filosófica, presentando esta obra: Hiram y el templo de Salomón, en la cual el autor en una nota Avertissement, nos anuncia que los puntos vertidos en el libro «son fruto de una francmasonería regular y universal, en lucha por la laicidad, con lo que se nos macha a tontas y a locas». Como podemos ver Halévy, no se esconde para decir que «la laicidad, es un juego institucional típicamente francés entre la Iglesia y el Estado, herencia de la neurosis del siglo XIX republicano y cientifista». Partiendo de estas posiciones, podemos leer en su denso trabajo que los «francmasones son los vehículos de una espiritualidad cristiana anclada en el esoterismo, es decir de la hermenéutica adogmatica de los textos de los signos, de las obras y de las imágenes». Parece claro que Halévy, debe ser algo así como un talibán, al menos para los masones regulares españoles, [los cuales no acaban de encontrar su identidad perdida entre el deseo y la realidad], puesto que el masonólogo francés indica que la «francmasonería regular no es universal y por supuesto no es igualitarista, ya que se basa en una aristocracia basada en la coaptación, la excelencia y la ejemplaridad» e indica que el objeto de esta «masonería no es salvar al género humano, sino construir el Templo del Gran Arquitecto del Universo a su gloria y a la del hombre» 114
Desde esta perspectiva Halévy, ya marca su particular acercamiento al mito de Hiram, desde una peculiar vertiente filosófica lo cual hace complementando dicho acercamiento con las temáticas de Salomón, el Templo, y la elevación al grado de Maestro Masón, contextual con otros autores, aunque este finaliza su aproximación, con el desarrollo de un capítulo dedicado al Desarrollo del Escocismo, digamos que Hiram Abif, le sirve a Halévy para dar un repaso a todo un conglomerado de cuestiones que tienen bastante que ver con la filosofía que mantiene la masonería regular continental. Aunque no por ello, deja de hace un acercamiento importante a algunos momentos, como por ejemplo el momento luctuoso de la mítica hirámica ¿quién mata al Maestro, porqué y en qué forma?, no hace una reflexión profunda al respecto, pero deja de manifiesto algunas incongruencias, y que parecen importantes, cuando uno se adentra en la mítica hirámica. Lo que estoy exponiendo, es a la vez mi propia evolución lectora y de comprensión de la mítica hirámica, y tal como fue aconteciendo… Philippe Langlet, una verdadera disección del mito y el modelo. Quien en parte culminó este contexto de conocimiento, y también de dudas, y de nuevas incógnitas, fue Philippe Langlet, quien dio vuelta como a un calcetín al tema de Hiram Abif, por cierto, un investigador que pese a su peso y conocimiento paradójicamente su libro no está en casi ninguna relación bibliográfica de los autores antes mencionados, pese a que lo publicó en el 2009, siendo reeditado en el 2014: Les sources chétiennes de la légende d´ Hiram. En este sentido lo que hizo de diferente, fue acometer una compleja disección completa tanto del modelo como de la leyenda, de tal manera que de buenas a primeras en la introducción del libro nos advierte acerca de los distintos ángulos de ataque, que hay o que se están dando, con relación a las cuestiones míticas y la construcción de los modelos en cuestión. 115
Realiza en su libro, una interesante reflexión y exposición al respecto de Hiram Abif como figura central, eso sí se puede decir que no solo es larga, sino muy minuciosa, compleja y profunda, en estructura y en la lectura, puesto que aborda una paciente disección en la que nos van planteando a lo largo de casi 400 páginas el cuadro puzle que conforma la mítica hirámica en su conjunto, luego en un CD adjunto al libro aporta otras 400 páginas de documentos anexos: manuscritos, rituales, etc. Tanto, Philippe Langlet, como François Cavaignac, insertan variantes, novedosas, y no previstas, a modo de realidades o propuestas de estudio que están fuera de las ópticas del resto de los investigadores, como es el tema del Compañerismo, no tanto como grado, sino como función masónica operativa, y lo hacen claro está, fuera de la «inflamada imaginación romántica de la llamada vulgata de la transición». Langlet, en primer lugar, se va a remitir al rito de fundación, en el sentido de la construcción, en un intento de la presentar la leyenda de Hiram, como la «inmolación de una víctima que deviene en el genio protector de una construcción, cuestión muy frecuente en las leyendas occidentales». Sin embargo, pese a que el ritual del Maestro y la leyenda de Hiram conservan una importante pero aparente unidad, hasta tal punto que «dos Maestros, no se darán cuenta de que han practicado dos ritos diferentes» (C. GAGNE). Realmente el modelo, de Hiram reúne muchas concomitancias con los presupuestos míticos de otras culturas: la violencia sagrada, que reúne en torno a sí mismo y su muerte, la dimensión iniciática, que en el caso de Hiram, vendrá a explicarnos que su condena morir, se realiza como víctima de un sacrificio para redimir toda la violencia de la sociedad, lo cual también es un tema muy universal, de tal modo que E. P. Muller, sostenía en un texto publicado por la Ars Quatuor Coronatorum (1978) que le idea de la leyenda de Hiram, estaba inspirada en la historia y muerte del 4º Califa del Islam. En esa misma corriente de universalidad pretendida, se haya el arquetipo 116
de la tumba desaparecida, lo cual también se haya implícito Hiram Abif, así como la propia muerte y la resurrección, que nos llevaría a la mítica del Pelícano, que tanta omnipresencia tiene en la masonería, proveniente yo creo, que, del entorno universal, y no del religioso, tal y como otros autores pretenden. Aunque en el caso de Hiram, sí que hay una singularidad y sería el pandemónium contrastable en la presencia de un cadáver-una marcha- y el levantamiento mediante los 5 puntos, que como indica Langlet, nos podría llevar al Crimen Fundador, que para culturas más paganas vendría a ser el renacimiento anual del dios- el sol adorado, planteado por Max Müller y Depuis. (1859). Hay otro tema interesante, y es el clivaje en como Hiram se divide, por efecto del estudio exhaustivo que se realiza Langlet, en el marchamo de varias doctrinas que van de desde el arquetipo antimasónico con la representación de Hiram a modo del arquetipo luciferino, pasando por las doctrinas secretas cristianas, en parte representadas por la leyenda de origen medieval francesa, que tiene su origen en la obra los cuatro hijos de Aymon. Tanto es así que sobre 1720, se difunde una cierta corriente de opinión acerca de la leyenda de Hiram, a modo de una «historia secreta trabajada en el interior de la francmasonería». Lo cual lleva a algunos eruditos, a plantear la necesidad de examinar la leyenda de Hiram y la del Tercer Grado, en el seno de los rituales masónicos, desde otras perspectivas, en base a los métodos antropológicos, pero también teológicos, con el objeto de obtener cuantas más piezas posibles de este complejo puzle que es Hiram Abif. En este contexto en el que nos estamos desenvolviendo, nos tropezamos de nuevo con la Geometría, y por tanto volvemos a la noria que presentaba François Cavaignac, de cómo las artes liberales que tanto predicamento habían tenido en la primigenia masonería operativa, de las cuales, según él, se desprendía un cierto estatus de agnosticismo, mediante la 117
racionalización del ensayo y el error, estas artes habían sido e sucumbiendo paulatinamente frente a otras propuestas, digamos más, espiritualistas. Lo que nos envía de algún modo a una cuestión esencial, ya tratada, como es la masonería de práctica, y la masonería de teoría, y no se debieran perder de vista estos dos niveles, que volveremos a recuperar a la hora de analizar la muerte del Maestro Hiram. Y no debemos olvidar que hay dos concepciones dentro de esas siete artes liberales, una la que permitiría al alma liberarse del cuerpo, a modo de un concepto neoplatónico (methodus Hybernica) (masonería de practica) y la otra, la que recogen los rituales masónicos, fundada sobre la manipulación de los objetos de la lengua, sobre una práctica de la palabra, fin último del conocimiento de las realidades espirituales. (Masonería de teoría), cuestión esta que está inserta en el ritual de los Modernos, y su codificación de 1785, conocida como el Régulateur du Maçon. Frente a la leyenda de Hiram Abif Indica muy lucidamente P. Langlet que «lectura literal de la leyenda conduce a numerosos masones a considerar los personajes como personas, como un cuento de hechos concretos, y las peripecias como realidades, la lejanía de la cultura religiosa refuerza esta actitud ya que se carece de las herramientas de abstracción del entorno cristiano, donde la enseñanza reposa sobre el uso constante de las parábolas, o de la pasajes parabólicos, y su lectura a partir de las los cuatro sentidos tradicionales de la exégesis». Es evidente que esto conlleva a muchas confusiones en el seno del entorno logial y lo que enseña la leyenda, sin olvidar, el peso que tiene la teoría de la transición masónica, en la filiación directa entre los constructores de catedrales, (operativos), y los constructores del Ser, (especulativos masones simbólicos). Una realidad, que por otra parte vemos y palpamos a diario en nuestras logias, con esa permanente búsqueda por iglesias y catedrales de posibles 118
restos o marcas de los masones. El trabajo que desarrolla Philippe Langlet, le lleva a diseccionar aquellas partes de la leyenda que no varían, lo que él denomina «invariants» llegando a constatar hasta 35 puntos inventariados en el conjunto de textos anexados a su trabajo, entre los que se encuentran: 1. El cuadro principal de la leyenda es la construcción del Templo de Salomón. 2. El fin de la obra. 3. Hiram se define como Maestro Masón. 4. Definición de los obreros: Masones, Compañeros. 5. El secreto de Hiram Abif, la «palabra de los maestros». 6. La costumbre habitual de entrar solo en la construcción del templo. 7. La presencia de los 3 criminales, no maestros Y así hasta 35 cuestiones más… De este modo Langlet, va diseccionando la estructura de la leyenda y la v confrontado entre los distintos documentos y rituales, hallando tanto las convergencias o como las discordancias, por ejemplo, en algunos textos se nos habla de un incierto número de Hermanos que se lanzan a la búsqueda `del Maestro], otras indican que 15 Hermanos devotos, otros que doce (textos ingleses) o en número de, nueve, muy específico de los textos franceses. El examen no se queda ahí, sino que se introduce en los elementos bíblicos que presenta la leyenda, y que el autor remarca como se marcan los conceptos, al modo de que Hiram es un personaje de la biblia, al igual que Salomón, o que Jerusalén en la villa santa por excelencia, o que la esencialidad en la construcción es el Santo de los Santos. Sin dejar de lado, los temas «reinvertidos» como la confusión de dos personajes en los entornos masónicos como Hiram y Adoniram, o la semejanza con Noé, que se presenta como un elemento esencial en la construcción de la mítica hirámica, uno construye el Arca (un premodelo arquitectónico del templo), y el otro el Templo en sí mismo, uno realiza 119
una alianza con Dios, y porta una nueva filosofía equilibrada de derechos y deberes, y el otro posee la palabra, que es el nombre de Dios en hebreo; y lo que hace, en este caso Hiram es relevar el marchamo noaquita en la masonería por el hirámico. El erudito francés, analiza a su vez, los puntos de convergencia, aunque lo interesante es cuando nos plantea que detrás de esta leyenda, hay una doble trama, en tanto que las reformas calvinistas han incidido en las tramas bíblicas, y por tanto presentan la ֿ «leyenda de Hiram como un cuento redactado de manera deliberada, con todo conocimiento de causa, y no como la relación de una historia de verdad en un mundo real y luego alegorizado». Para completar el inventario diseccionador, presenta a Hiram Abif, como un mártir de la fé, describiendo a su vez lo que para Langlet, son las estaciones de su pasión, con el triunfo de la vida, a la vez que lo desentierra para el estudio al modo de una cierta mítica de fundador de una comunidad, puesto que Hiram es la pieza fundamental de la masonería especulativa y que transforma de forma radical a la masonería de cuño escocés (1690-1720) agrupada en dos grados, y cuya leyenda crea un modelo en tres grados, con una reorientación como es el tema de la iniciación, y cuya mítica va a ser adoptada por toda la masonería universal. Aunque el trabajo no deja de recordarnos, que hay una parte de la trama, que tiene fragmentos de una historia inventada, que el autor se encarga de presentarnos y describirnos analizando sus orígenes. El trabajo de Philippe Langlet, diría que es inabarcable, en tanto que su disección entra en aspectos casi que secundarios, que no se dejan de lado como las reliquias, la sustitución, los poderes de la tumba, el templo en sus distintos conceptos tanto bíblico como simbólico, sin menospreciar temas menos apreciables como la recuperación del cadáver, la arquitectura de la muerte y la gloria y sus dos concepciones, y dedicando finalmente un largo capítulo a Hiram y la palabra, con subcapítulos más cortos, sobre temáticas como la rama de acacia, las herramientas de la muerte, los impactos sobre el Maestro, etc. Temas si se quiere menores, pero no exentos de peculiaridades y de pautas de conocimiento. 120
Un intenso inventario de situaciones, que puedo decir que es la primera vez que veo plasmada todas esas variantes que uno entrevé en la lectura de los rituales, pero el gran trabajo de Philippe Langlet, es haber descuartizado todo el trama en piezas a modo de un puzle, cuyo cuadro a modo de leyenda no dejaba traslucir nada más que una determinada concepción de la leyenda, casi que univoca, solo en ocasiones alterada en base a ciertas disonancias cuando este cuadro se comparaba con algo otro gran cuadro de la leyenda hirámica, procedente de otro rito o texto. Lo que ha hecho Langlet, es trocear cada parte de la leyenda, de tal modo que cada objeto, cada concepto, es una pieza, que se analiza por separado, buscando sus significados y sus simbólicas: masónica, hermenéutica, o bíblica, heréticas, etc., de tal modo que al final lo que se obtiene es un atlas de posibles explicaciones, que, una vez conjuntado todo el puzle, ya podamos entender algunos aspectos, los cuales no eran visibles, o perceptibles debido a la contundencia del modelo mítico. Lo cual hace del libro de P. Langlet un trabajo notable sobre su capacidad de disección, de análisis y de conocimiento, para recomponer todo el cuadro de la leyenda, y que este pueda arrojarnos nuevos mensajes. Los Compañeros «Malvados» o la defensa del trabajo Uno de los capítulos que más me ha llamado la atención es el que Langlet dedica, no solo al asesinado del Maestros Hiram, sino a las figuras de los Compañeros, ya que en dicho momento se desarrollan, depende de los ritos, variadas cuestiones, que por ejemplo François Cavaignac, les da la vuelta y nos deja perplejos, porque en parte ello nos invita a revisar las míticas masónicas al uso. Escribe Langlet que en el Rituel de Prince de Clermont 1765, « hiram n’est plus, les mauvais compagnons l’ont tué», en cambio para el Rituel Des Etangs 1858, se habla de «bons compagnons», y los primeros textos de Rito Frances, califican a dichos Compañeros de malvados o pérfidos, y en el REAA se acentúa con los calificativos de pasiones malvadas, 1843, de malvadas inclinaciones… 1880; más adelante con la renovación ritual 121
en el REAA de 1960, se retorna a los tres malvados Compañeros. Aunque lo cierto, es que lo rituales en suma no son nada esclarecedores al menos en lo que refiere al papel de esos Compañeros, ya que la leyenda en los rituales, nos dice Langlet, viene a confundir el rol con los actores (Oficiales), en ese intento de situar el plano moral y persistir en enseñar al nuevo Maestros esta interpretación como justa, pese a los vicios redhibitorios, de tal modo que de un rol triple que representan los tres Compañeros, se pasa a una triada de defectos, de imperfecciones y de oscuros designios, que obliga además a tres Oficiales (Maestros) de la logia a jugar un rol que no existe en ciertos ritos. Sin olvidar, las confusiones que de hecho produce la denominación de Compañeros, y los debates que desierta el papel que juega el Maestro que a su vez encarna la palabra, digamos que hay como un choque mental en esa representación donde se muestra una construcción trinitaria, pues el Secreto es el nombre del Maestro, o el Nombre es el Maestro?; o el tema de la palabra perdida, a la que no pueden acceder los Compañeros, o los 15 Hermanos que envía Salomón, ¿Por qué Hermanos, y no Compañeros? Y por tanto ya se está condenando en tanto, ¿Qué ya de por sí los Compañeros son malvados? Es un tema complejo, como el resto de los temas que nos está describiendo Philippe Langlet, que nos presenta en este caso una serie de situaciones, a modo de matrioskas rusas, cada parte se desdobla cuasi que hasta casi el infinito. Indicar que los rituales de Rito Francés por lo general en cuanto a la búsqueda de la tumba del maestro Hiram, la hacen «Maestros», ¿Por qué este cambio...?, ¿Si son Maestros Masones, la palabra no estaría perdida? Toda una paradoja, pero de este modo se estaría significando también el choque entre Maestros y Compañeros, y la mentalidad reinante a cerca del Compañerismo La revisión de los mitos. Cavaignac Es hora de dejar a Langlet, y adentrarnos en el enredo que nos prepara 122
François Cavaignac, cuando nos lleva con su libro Les Mythes Maçonniques Revisités, y a los problemas típicos de la revisión de los mitos, tal y como hace cuando se adentra en el capítulo 3, hablando de Hiram. Del Sacrificio a la lucha de clases. La muerte del Maestro Hiram por tres malvados Compañeros colocados en las tres puertas del templo, hace que se desdoble para Cavaignac toda una nueva situación, primero porque después de ese episodio del asesinato por 3 Compañeros, que luego es buscado por 9 Hermanos, y sin embargo cuando se encuentra la tumba del Maestro, es desenterrado por 15 Compañeros, con guantes y mandiles blancos, y siendo resucitado mediante los 5 puntos del Compañerismo, lo cual con la llegada de la leyenda del Tercer Grado, se convertirá en los 5 Puntos de la Maestría. O sea que tenemos a Hiram Abif que es Maestro Masón, o sea un Hermano, y los agresores son Compañeros del Oficio, y los que han partido son Hermanos, ¿también Maestros? y luego aparecen otros Compañeros. Tal y como se nos explica este mito, «no es una invención ex nihilo, es una interpretación cuya raíz es un episodio bíblico», tal vez la leyenda de los Cuatro Santos Coronados. O las canciones de gesta del siglo XII con Aymon y sus hijos de por medio. Hay que tener en cuenta que hay variantes y variaciones para todos los gustos, Joannes Snoek, en su trabajo sobre la Evolución del mito de Hiram en Inglaterra y Francia,[2] recoge unas 50 versiones diferentes del mito de Hiram. Es en 1730 cuando se libra la primera versión del mito hirámico, que hace referencia a otra anterior, aunque aquí la «esencialidad, digamos que es el asesinato del Maestro Hiram por tres malvados Compañeros», componiendo de este modo, el cuadro cuasi prefecto de un Hiram de composite, fabricado por las circunstancia de la creación moderna de la masonería y rellenado con elementos clásicos y tradicionales del Oficio, para de este modo componer un personaje específico, aunque como nos indica Cavaignac «esta leyenda un tanto lisa esta incompleta, ya que no se menciona, la existencia de la naturaleza que puede modificar sensi123
blemente la interpretación del mito. Sin olvidar en tanto que remarcable que dichos eventos reposan sobre hechos históricos difícilmente contrastables». Por otra parte, la presencia de los gremios operativos en el siglo XI dan una nueva dimensión a la historia del Alto Medievo y van a incidir en el desarrollo de la masonería moderna, dado que ello se enclava a su vez en la renovación integral: cultural, religiosa e intelectual, y en cuyos entornos las agrupaciones del Oficio se fueron organizando de una forma progresiva alrededor de las villas, y por tanto, como todo buen gremio se articuló en base a una serie de libertades y privilegios, que llegarán a tener una importancia vital lo cual se prolonga hasta las postrimerías en el siglo XVII y comienzos del XVIII, y aunque como tales gremios están subordinados a los señores, no por ello van a dejar de desarrollar una cultura propia. O sea una estructura interna «jurada», en la cual los miembros artesanos del mismo Oficio deviene en jurar real compromiso a sus estatutos y a la comunidad, lo cual irá deviniendo en una estructura cada vez más jerarquizada, con un desarrollo estricto y hasta represiva, introduciendo en el siglo XII el «reparto de las labores entre Aprendices y Compañeros, y Maestros que son aquellos que dirigían los talleres y la contratación, estos últimos van deviniendo en un cierto autoritarismo en función de la demanda económica», lo cual les hace también agruparse siendo el espíritu del Oficio «jurado» excluirles como tales Maestros, pues de hecho son un cuerpo anexo. Su articulación como tal cuerpo permitía una cierta situación de bloqueo en el acceso a la Maestría, en función del alza indiscriminada de la cotización en los derechos de entrada en el Oficio, y la reducción de los tiempos de aprendizaje, estableciéndose una barrera profesional y técnica, siendo costosa la formación como Jefe de Obra, con lo cual tales cargos fueron deviniendo en una suerte de herencia familiar, esto no tendría más consecuencias «si no contrajera el hecho que la cualidad de Compañero , una etapa intermedia entre el aprendizaje y la maestría, no quedara a modo de un función ad vitam», que además se va a a reproducir en la 124
masonería especulativa hasta bien entrado el siglo XVIII, recuérdese el nombramiento de Clermomt. El mito «Maldito» del Compañerismo La situación del blocaje de la Maestría, traerá como consecuencia la organización paralela de los «Compagnons», especialmente en Francia, los cuales se enfrentaran a los Maestros, tanto por los salarios como por las fórmulas de contratación, de tal forma que los desencuentros se dejaron notar a partir de 1175, y salpicarán dicha situación, tanto a Francia como a Inglaterra hasta al menos finales de 1418. Con el alzamiento de la burguesía dominando toda la esfera económica, va emergiendo cada vez más el fuerte encontronazo entre Maestros y Compañeros, que a su vez van deviniendo en lo que finalmente será la clase obrera, pero con un largo historial de conflictos que se prolongan hasta el siglo XVII, logrando de este modo que el Compañerismo, fuese una pujante organización capaz de ir ensayando nuevos modelos de contratación, haciéndose fuertes frente a la represión y la fuerza de los llamados «Maestros Recalcitrantes» Esa situación estallará produciendo diferentes conflictos entre 16801715. Tan importantes fueron estas revueltas, que terminará reflejado en un pasaje del Manifiesto del Partido Comunista, de la mano del propio Karl Marx. ¿Y todo esto a que viene, se preguntaran los lectores?, Pues hay una situación de paralelismo, pero eso sí a cambio de salimos del marco prefijado, y cambiamos de óptica y vemos a Hiram como Jede de Obra confrontado con los Compañeros, lo cual ese conflicto del salario y reivindicaciones de los Compañeros, va a ser una constante que se recoge en los Old Charges (Regius 1390, Cooke 1410, Grand Lodge 1583; Walsón 1687, Dunfries 1710, Graham 1726, o los Estatutos de Ratisbona 1459 , o Estrasburgo 1563) y no deja de ser paradójico entonces el olvido sistemático de esta situación, con digamos que es necesario una revisión de algunos puntos de la construcción histórica de la propia masonería, pues 125
aunque parece olvidada, sí que ha quedada reflejada en alguna nota ritual en catecismos, y demás de la prohibición del Compañerismo. Porque la leyenda de Hiram Abif, no va más allá de los aspectos románticos, y en que se nos suele situar, al menos, tal y como expone Cavaignac, ante una visión más profana y prosaica del hecho, tal y como lo muestra Prichard en 1730, con la construcción de un templo en cual, en plena actividad, tres Compañeros del Oficio se presentan ante el Jefe de Obra al que matan… No cabe duda que hemos visto siempre la misma historia, y en los mismos formatos y directrices, y tal vez haya otra visión, o sea la del Maestro recalcitrante, que se guarda la palabra para sí, palabra que que permite el acceso a la Maestría, y que solo parecen tenerla Salomón e Hiram Abif, y por tanto los Compañeros se revuelven ante esa situación, de como un malvado Maestro se resiste a compartir el secreto y dar acceso a la condición de iguales a otros…, lo cual es desde luego una «interpretación menos espiritualista del mito, pero más plausible» tal vez estemos ante el Error communis fácil jus… Por otro lado, no deja de ser curiosa la inexistente explicación en los rituales sobre los conflictos del Oficio, que por cierto duraron casi 700 años, de los cual Prichard no se hace eco, pero sí que encontramos, como ya he dicho, en los rituales una ofensiva contra los Compañeros del Oficio, prohibiéndoles entrar en logia, tal y como muestran desde las Constituciones e incluso los rituales, tal vez por el hecho de protagonizar las revueltas contra los Maestros, que es lo que hace que se construya un relato en los cuales los buenos son los Masones, y los malos los Compagnons, pese al continuo intento por otro lado muy paradójico de operativizar la masonería, y de masonizar la clave operativa, tal vez de la mano de esa intensa cadena de la concepción tradicional dominante como es la teoría de la Transición, tan defendida por tantos y tantos masones. Este problema de la demonización del Compañerismo se puede ver en este trabajo de La Tradición Operativa en el Rito Francés: Luces y sombras: 126
Recapitulando…. A estas alturas queda claro, que la leyenda de Hiram es la transposición de un arquetipo de múltiples materiales, los cuales van desde Isis y Osiris, que proponen algunos autores, con la intención de lograr una cierta transcendencia ante la finitud de la vida humana, y de este modo abrir un camino de esperanza en una resurrección, tal y como propone el Tercer Grado Añadiendo, claro está, añadiendo el gran factor caballeresco que se va introduciendo dentro de ensamblaje de la masonería, en favor de enriquecer esta leyenda hacerla amable y muy notable para las mentalidades de la época. Tal y como nos resume Philippe Langlet, cerrando su gran trabajo. ¿Se puede pensar que el 3º Grado fuera solo un Grado principal inicial, a modo de preparación a otros grados, heredados o prestado por la masonería operativa? Puesto que la leyenda de Hiram, no es exactamente superponible a la historia del Tercer Grado. La leyenda de Hiram, traduce una revancha de una voluntad, ya que es un hecho radicalmente nuevo, y por supuesto es un desarrollo consciente y calculado con una elaboración de contenidos renovados al «servicio de una visión diferente de la institución masónica, con la idea de estructura un grado tendente a crear una aristocracia masónica, al modo y manera de un instrumento político que necesitaba la Gran Logia de Londres» (DACHEZ 2002), pero que se va elaborando, y eso se vez en el cambio continuo de algunas partes de la leyenda, cuya variedad recogen los rituales, que presentan partes, y momentos muy diferentes de la mítica hirámica, desde sus inicios hagiográficos, desde las alusiones, hasta los momentos claves, o más accesorios. Cabría pensar que desde este otro lado de la visión del mito, la leyenda de Hiram vendría a ser algo así como la gran revancha contra el Compañerismo, o sea de nuevo la recuperación de la Maestría, la consumación del logro de la figura del Maestro, como un nuevo grado y una nueva palabra, y por tanto un nuevo estatus, al cual no podrían subir al grado los Compañeros, salvo que la comunidad de Maestros, lo validara. 127
Con lo que no se contaba en esos momentos es que la universalización democrática, y las imposiciones reglamentarias con la necesidad de contar con un determinado número de Oficiales/Maestros para la Apertura de los trabajos, o favoreció romper el numerus clausus impuesto por los Maestros, y el acceso a la Maestría ya fue un hecho universal reconocido para todos los masones una vez aceptados. En todo caso todas estas lectura en combinación y con el apoyo del libro de Hugues Berrón Les Enfants de Salomón, Aproches históriques at rituelles sur ls Compagnnonages et la franc-maçonnerie, es todo un aprendizaje final para subir a la Maestría, a modo de tesis final En fin, son nuevas preguntas y nuevos escenarios, que se han ido abriendo camino tras las intensas lecturas de libros como los mencionados, que tiene la virtud de abrir la mente a nuevas proposiciones intelectuales y romper con marcos establecidos en los cuales nos deberíamos enmarcar nuestros trabajos los Maestros Masones para dar luz, y para abrir nuestras mentes más allá de los procustos tan al uso en masonería.
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Dedicado Al Dios que habita en mi interior y guĂa en todo momento mis actos en la esperanza de que comprenda sus dictados, lo cual no siempre consigo A todo aquellos que buscan explicaciones a lo que no conocen.
 
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“Solo te pido que entres a mi casa con respeto. Para servirte no necesito tu devoción, sino tu sinceridad. Ni tus creencias, sino tu sed de conocimiento. Entra con tus vicios, tus miedos y tus odios, desde los más grandes hasta los más pequeños. Puedo ayudarte a disolverlos. Puedes mirarme y amarme como hembra, como madre, como hija, como hermana, como amiga, pero nunca me mires como a una autoridad por encima de ti mismo. Si la devoción a un dios cualquiera es mayor que la que tienes hacia el Dios que hay DENTRO de TI, les ofendes a ambos y ofendes al UNO.” Escrito en oro está en la puerta de Sekhmet – Templo de Karnak
Sobre el autor: Mario López Rico es maestro masón y trabaja actualmente en su logia madre Renacimiento 54 – La Coruña – España, bajo la Obediencia de la Gran Logia de España, donde fue iniciado el 20 de Noviembre de 2007 y fue reconocido como maestro el 22 de Abril de 2010. Maestro de la Marca Nauta del Arco Real Compañero del Arco Real de Jerusalén. Super excelent master (grado cuarto y último de los Royal & Select Master – Rito york) Miembro Fundador: Capitulo Semper Fidelis nº 36 de Masones del Arco Real el 18–Oct–2014 Consejo Mesa de Salomón nº 324 de Maestros Reales y Selectos el 20–Feb– 2016 Logia de Marca Magister Matthaeus nº 1694 el 10–Sep-2016
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Índice 1 – Vicios y virtudes. 2 - Fraternidad 3 - Igualdad 4 - Lealtad 5 - Tolerancia 6 - Sinceridad. 7 - Tenacidad. Bibliografía y fuentes
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1 – Vicios y virtudes. “¿Qué venís a hacer aquí? Vencer mis pasiones, someter mi voluntad y hacer un nuevo progreso en la masonería” [Instrucción aprendriz del REAA]
Hablar de virtudes es algo indispensable en el ambiente masónico. Ya desde el grado de aprendiz se nos enseña en todos los rituales e instrucciones masónicas que el masón ha de forjar cadenas para los vicios y coronas para las virtudes dejando así claro que, por obligación, hemos de ser virtuosos en todo lo que hagamos. En esta presentación intentaré definir los conceptos de vicio y virtud para, en los siguientes capítulos, tratar sobre determinadas virtudes como la fraternidad, la igualdad o la tolerancia. El lector – inteligente como es – se estará preguntando porque no tratar algunos vicios. Lo cierto es que siguiendo los principios de la gran obra hermética “El Kybalion” 19 he de19
El Kybalión es un documento del siglo XIX que resume las enseñanzas del hermetismo, también conocidos como los siete princi-pios del hermetismo. Su autoría se atribuye a un grupo anónimo de personas autodenominados Los Tres Iniciados, aunque las bases del hermetismo se atribuyen a un alquimista místico y deidad de algunas logias ocultistas llamado Hermes Trismegisto, cuya existencia se estima en Egipto antes de la época de los faraones y, según la leyenda, fue guía de Abraham. Los “tres iniciados” que escribieron El Kybalión decidieron permanecer en el anonimato. Esto ha generado muchas espe-culaciones sobre quién escribió realmente el libro. Hay varias escuelas de pensamiento que se atribuyen su autoría. La teoría más popular es que está escrito por miembros de la Sociedad Teosófica, pues su traductor del inglés al español, como comprobamos en todos las ediciones españolas desde la primera, fue Federico Climent Terrer, fundador de la Sociedad Teosófica en Barcelona, España, quien realizaría esta traducción por orden exclusiva de la Sociedad Teosófica. Otras teorías dicen que podrían ser Paul Foster Case, Michael Whitty y William Walker Atkinson los “tres iniciados” que escribieron el libro. Estas teorías es a menudo expuesta por miembros de Builders of the Adytum, la Escuela de Misterios que fundó Case, aunque el gru-
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cidido no hacerlo. Según el principio de los opuestos, si quieres eliminar algo no te opongas a ello, simplemente haz lo contrario. Si quieres eliminar un vicio haz lo opuesto, su virtud. Si quieres impedir la intolerancia se tolerante. Así pues, hablar de virtudes ayuda a eliminar los vicios de modo automático. Definir lo que es el vicio y la virtud parece cosa sencilla, pero un simple vistazo a los diccionarios nos abre los ojos y percibimos que la cosa no es tan simple como parece. Tanto para uno como para otro término nos ofrecen muchas interpretaciones que no siempre se ajustan a lo que nosotros creemos que debe de ser. Ambos conceptos resultan un tanto complicados de analizar para que la definición nos sirva a todos por lo que siempre se hace una interpretación personal que puede desvirtuar las cosas. Lo que para uno es un vicio para otro puede no serlo tanto o no serlo en absoluto. Se hace necesario, por lo tanto, intentar marcar una linea divisoria entre ambos conceptos que nos permita, al menos en la mayor parte de los casos, coincidir en los criterios. La palabra “virtud” deriva del latín “virtus, virtutis”, que significa fuerza, poder o potestad. Es por lo tanto una capacidad espiritual, una fuerza esencial divina por excelencia, que crece y se aviva con la actividad, y por lo tanto alienta al iniciado mientras lo capacita para la lucha interior contra las bajas pasiones y tendencias, los malos hábitos y las inclinaciones negativas. Para realizar el bien y perfeccionar la naturaleza inferior el camino de la virtud es absoluto por cuanto conduce a una realidad espiritual que lleva el signo de la perfección. Vicio deriva de la lengua latina “vitium”, como voz que significa imperfección, defecto físico o moral. Es el hábito que se adquiere para obrar mal, se refiere también, a la falsedad, al engaño o a la mentira para emitir cualquier opinión o hacer alguna proposición; es el acto de ejecutar una acción frecuentemente o en demasía; es la afición por determinadas costumbres, que incitan a excederse en el goce de los deleites.
po en sí no se hace eco públicamente de la misma; de hecho, parece que esta historia se originó en un grupo escindido de B.O.T.A., la Fraternidad de la Luz Oculta
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El tema está presente en el código moral de todas las religiones y generalmente se asume como sinónimo de pecado dentro del vocabulario profano, que a fin de cuentas por su definición, “pecado” es un hecho, dicho, deseo, pensamiento o acción contra la ley de Dios. Pecado (del latín peccātum) es la transgresión voluntaria y con conocimiento de un precepto religioso. En Teología moral se lo considera “un acto malo, o la omisión culpable de un acto bueno obligatorio”. Por extensión, se denomina pecado a todo aquello que se aparta de lo recto y justo, o que falta a lo que es debido. El concepto religioso aún vigente de pecado como ‘delito moral’ alude a la trasgresión voluntaria de normas o preceptos religiosos. Dado que existen innumerables normas de este tipo, existen innumerables pecados, a los cuales se les asigna mayor, menor o ningún castigo según las distintas creencias Si nos fijamos bien, el vicio puede ser incluso el exceso de una virtud. Es bueno comer y alimentarse, disfrutar de una buena cena entre amigos es maravilloso; pero si en esa cena abusamos del vino y llegamos al punto de la embriaguez ya estamos en el vicio. Si abusamos de la comida estaremos en el vicio de la gula. Así pues, como ya dijimos, la linea divisoria entre vicio y virtud puede ser muchas veces demasiado ténue o depender del pensamiento de cada uno. ¿Qué es lo correcto? Una copa, dos, cinco…comer un trozo de tarta, tres, media tarta…¿dónde está la frontera del comportamiento vicioso? ¿Dónde se encuentra la frontera entre lo normal y el pecado capital 20 de la gula? 20
Los siete pecados capitales son una clasificación de los vicios mencionados en las primeras enseñanzas del cristianismo para educar a sus seguidores acerca de la moral cristiana. La lista de los pecados capitales engloba siete vicios que son: lujuria, pereza, gula, ira, envidia, avaricia y orgullo. Aristóteles (Estagira, 384 a. C.-Calcis, 322 a. C.) fue un polímata: filósofo, lógico y
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Tan poco claro esta todo esto que ya Aristóteles trató de marcar una pauta. Según él, la virtud es el justo medio entre dos tendencias humanas opuestas que llamamos exceso y defecto. De hecho, hoy dia es lo mismo, pues todos hemos dicho o oido alguna vez que se puede pecar tanto por exceso como por defecto. Así el valor es una virtud porque su defecto (cobardía) y su exceso (temeridad) son malos. El valiente no es un temerario ni un cobarde, sabe cuando hay que arriesgar y sabe también cuando lo prudente es retirarse para evitar peligros innecesarios. Si usted ha leido lo anterior con calma se habrá dado cuenta que tenermos tres valores y el bueno es el del medio, el punto central, el punto de equilibrio. Ya no estamos hablando de vicio y virtud, sino de una escala tal que en un sentido nos vamos hacia el vicio y en otro nos vamos también al vicio. En un caso por defecto y en otro por exceso. La masonería entiende por virtud la capacidad de hacer el bien en su más amplio sentido. La virtud también nos obliga al cumplimiento de nuestros deberes para con la sociedad y la familia sin egoísmo ni vanidad. La masonería enseña a practicar la virtud como calidad suprema de la moral y como lealtad de la conducta para el ideal, que debe conducir hasta el sacrificio cuando sea necesario para el cumplimiento del deber. Sin embargo, la masoneria sabe que la virtud siempre es perfecionable dado que los masones no dejan de ser una representación de la humanidad. Son hombres en un mundo llenos pasiones y por lo tanto, sometidos a ellas, pueden caer en sus vicios. El vicio tiene el poder de pervertir
científico de la Antigua Grecia cuyas ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios. Aristóteles escribió cerca de 200 tratados (de los cuales solo nos han llegado 31) sobre una enorme variedad de temas, en-tre ellos: lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología. Aristó-teles transformó muchas, si no todas, las áreas del conocimiento que abordó. Es reconocido como el padre fundador de la lógica y de la biología, pues si bien existen reflexiones y escritos previos sobre ambas materias, es en el trabajo de Aristóteles, donde se encuentran las primeras investigaciones sistemáticas al respecto. Entre muchas otras contribuciones, Aristóteles formuló la teoría de la generación espontánea, el principio de no contradic-ción, las nociones de categoría, sustancia, acto, potencia y primer motor inmóvil. Algunas de sus ideas, que fueron novedosas para la filosofía de su tiempo, hoy forman parte del sentido común de muchas personas.
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los instintos humanos y llevarnos a buscar solo nuestra satisfacción en lugar de la social y la Universal que engloba a toda la humanidad. Es de destacar que uno de los principales ideales de la masonería universal es precisamente la erradicación de los vicios y, por ende, conducir el espíritu del hombre para elevarlo hasta la virtud. Nada podemos decir de mal sobre este ideal. El hombre virtuoso siempre procurará el bienestar o la tranquilidad de todos – incluso de quien le haya perjudicado o causado algún mal. Para el virtuoso todos son iguales. Todos son hermanos. Y los males causados – ya sean voluntarios o involutarios – no deben influir en ese trabajo. Se han de dejar a un lado rencores, enemistades y venganzas en contra de las personas cuya maldad sea manifiesta en todos sus actos. Desde luego no es fácil actúar así – nadie lo ha dicho – y por ello debemos también admitir que solamente entre las personas que poseen un alma noble y fuerte es donde indudablemente se alberga la virtud y en donde se puede encontrar algo de perfeccionamiento. Lograr ese punto de virtuosismo no es nada sencillo, necesitamos varias cosas para ello; pero lo más importante es comenzar por conocernos a nosotros mismos. Determinar nuestros vicios y nuestra virtudes. Alentar las virtudes y sofocar los vicios; porque las virtudes, con su práctica continua y perseverante, ayudan a eliminar los vicios. Este proceso es un renacimiento paulatino del hombre, del Ser Interior que busca la Luz y la Unión con el Gran Arquitecto. Es, en cierto modo, el auténtico VITRIOL, el descenso a la tierra, a los infiernos de los vicios, para renacer como el Ave Fenix 21, majestuoso y poderoso, libre de vicios y lleno de 21
El mito del ave Fénix, alimentó varias doctrinas y concepciones religiosas de supervivencia en el Más allá, pues el Fénix muere para renacer con toda su gloria. Según el mito, poseía varios dones extraños, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas, fuerza descomunal, control sobre el fuego y gran resistencia física. En el Antiguo Egipto se le denominaba Bennu y fue asociado a las crecidas del Nilo, a la resurrección, y al Sol. El Fénix ha sido un símbolo del cuerpo físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación, y la inmortalidad. Para Heródoto, Plinio el Viejo y Epifanio de Sala-
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virtudes para derramar sobre toda la Humanidad y ayudarla en su avance intelectual, social y espiritual. Todo ser humano puede realizar este trabajo si lo desea, la única diferencia entre un profano y un masón es que este no puede desearlo sino que está obligado a hacerlo por sus juramentos. Juramentos que le ligan a la lucha contra el vicio y, por lo tanto, acercarse a la virtud en todo momento, no solo con el pensamiento sino también con sus palabras y, lo más importante de todo, con sus actos diarios. No lo olvidemos nunca, ya lo decían los sabios de los tiempos antiguos, solo hay un camino para lograrlo: librar al hombre de la ignorancia y, para ello, los masones nos reunimos en logia para levantar templos a la virtud y cavar pozos sin fondo a los vicios. No olvidemos nuestros deberes y como practicarlos. ¿Cuáles son los deberes de un masón? Huir del vicio y practicar la Virtud ¿Cómo debe practicar la Virtud un masón? Prefiriendo la Justicia y la Verdad a todas las cosas. 2 - Fraternidad “No se puede promover la fraternidad y el progreso de la humanidad promoviendo e incitando al odio de clases” [Abraham Lincoln]
Si existe una virtud que todos ponemos como primordial esta es la fraternidad. El término fraternidad deriva de la palabra latina frater, que quiere decir hermano. Por ello, cuando hablamos de fraternidad también hablamos de hermandad, lo cual implica un lazo o nexo de unión entre los miembros, ya sean dos o cinco
mina, esta sagrada ave viajaba a Egipto cada quinientos años, y aparecía en la ciudad de Heliópolis, llevando sobre sus hombros el cadáver de su padre, a donde este iba a morir, para depositarlo en la puerta del templo del Sol.
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mil. Estos lazos serán de sangre en el caso de hermanos reales, pero otras veces – las más de las veces – serán creencias religiosas, morales o filosóficas las que harán que varios seres se reúnan y conformen una fraternidad o hermandad para compartir sus ideales. De no hacerlo así, lo más probable es que todos ellos hubiesen permanecidos alejados unos de los otros y jamás se hubiesen conocido. La fraternidad implica buscar algo común que nos una, un origen común más allá de todo lo que sea biológico. Tener un ideal común no es suficiente. La amistad o el amor tampoco. Es necesario poseer algo que solo la pertenencia a la fraternidad pueda dar y eso solo es posible si la fraternidad o hermandad es iniciática. En la iniciación uno deja de ser una persona para renacer como otra. Dicho de otro modo, deja se ser profano para ser iniciado. En cierto modo, la madre “real” pasa a un segundo lugar y surge una madre “espiritual” común a todos los iniciados y, teniendo una madre común, pasamos a ser hermanos. Ya no es necesario haber sido amigos antes, ni que las ideas coincidan, ni cuarenta mil cosas más; desde el momento de la iniciación somos hermanos porque tenemos una misma madre. Pero es necesario hacer algo para perpetuar dicho conocimiento, dicho recuerdo de fraternidad y así surge el ritual. El ritual no es una simple ceremonia que debemos realizar de modo automático como para salir del paso. No. El ritual es más, mucho más. Por medio del ritual recordamos lo que somos, lo que éramos y lo que seremos. El ritual nos ordena y nos guía en el mismo sentido y siempre, siempre, tendrá un momento donde se destaque la pertenencia a la hermandad y el amor, respeto, cariño…que debemos tenernos todos. Así pues, no caigamos en el error común de acudir a las reuniones para leer el ritual, acabar pronto, tomar algo en el ágape y volver a casa. Si no hemos interiorizado el ritual, si no hemos recordado que estamos allí para renovar nuestra fraternidad, el haber ido o no poca diferencia hará. Volviendo a lo que es la fraternidad, algunos se preguntan por qué se 139
la considera tan importante. Lo cierto es que podríamos afirmar que la fraternidad es una virtud madre que da lugar a otras virtudes hijas. Sin fraternidad es imposible la tolerancia, la justicia, el respeto…con su falta surge el autoritarismo y la dominación de los individuos por parte de otros, se conculcan derechos humanos, se pierde el respeto a la naturaleza y un largo etc. Pero, alerta, no caigamos en el error de hacernos tan fraternos con nuestros hermanos que se genere un núcleo cerrado que nos aislé de los que no lo son. Eso no es fraternidad, al menos la que nosotros buscamos. No podemos crear grupos, corpúsculos fraternos que defienden sus propios intereses, eso es una mafia que defiende solo a los amigos. Nuestro trabajo es defendernos, si, es verdad; pero también defender a todos los demás. La fraternidad ha de ser universal Tenemos una meta que lograr. Es muy sencillo de exponer pero no tanto de lograr. El trabajo consiste en lograr que cada persona de la Humanidad identifique y se identifique como hermano de todos los demás. No como un igual porque todos somos diferentes en nuestras individualidades, sino como un ser humano con los mismos derechos y deberes y que merece todo nuestro respeto, amor y compresión. Debemos poner el espíritu común por encima de todo lo material y superar todas las diferencias que podamos tener. La consciencia humana – vista desde el punto de vista espiritual – es común a todos. Todos estamos conectados y todos debemos reconocernos como parte del Universo en el cual moramos. Nuestro cuerpo físico es material y mortal, más pronto que tarde para los tiempos universales desaparecerá. Nada quedará del mismo. Solo la parte espiritual perdurará. Solo lo que realmente somos seguirá su curso por el Universo. Un curso que no conocemos: podremos reencarnar o no, podremos hacerlo en la Tierra o en otro planeta habitado en una galaxia que ni siquiera conocemos. Sol nuestra consciencia humana existe por siempre. Solo si hablamos de la existencia de la conciencia fuera de nuestro cuerpo podemos hablar de Humanidad, en ese instante seríamos humanos ya que existiría un lazo real entre todos los hombres. Y solo aceptando esto podemos ser capaces de comprender la gran importancia de la Fraterni140
dad entre todos los humanos. 3 - Igualdad “Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas” [Martin Luther King]
Antes de tratar el tema de la igualdad hemos de tener claro lo que es la igualdad. Como siempre, un buen comienzo es el análisis etimológico de la palabra. Igualdad deriva del término latino aequalitas formado por el adjetivo aequus (igual, justo, equilibrado, equitativo) y el sufijo tat (denota calidad). Lo que nos indica que lo que hacemos es comparar varias cosas y determinar que en determinada cualidad son equiparables. Así tenemos la igualdad de derechos entre hombres y mujeres o entre las diferentes razas. Y vemos, sin tener que mirar mucho, que puede existir igualdad en algo y desigualdad en “otro algo”. ¿Pero realmente a que nos referimos con Igualdad?, porque la definición etimológica no es muy clara para saberlo y dado que esta palabra se ha puesto de moda es vital conocerlo. Veremos que diferentes autores han dado diferentes explicaciones y futuros autores seguro que harán lo propio. El diccionario María Moliner22 menciona la igualdad como: 22 María Juana Moliner Ruiz (Paniza, Zaragoza, 30 de marzo de 1900 – Madrid,
22 de enero de 1981) fue una bibliotecaria, filólo-ga y lexicógrafa española. Propuesta para ocupar un sillón en la Real Academia de la Lengua Española, su condición de mujer (sería la primera en ocupar un puesto) pesó en su contra. El académico Miguel Delibes, tras el fallecimiento de la antigua candidata, opinó que: “es una lástima que, por esas circunstancias especiales en que se han desenvuelto siempre los temas que rodean a la presencia de mujeres en la Academia, María Moliner no haya podido ocupar un sillón
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“Cualidad de igual. Circunstancia de ser iguales las cosas. Circunstancia de ser tratadas de la misma manera las personas de todas las categorías sociales.”. Mucha gente tiende a pensar que la Igualdad conduce automáticamente a la Justicia pero no siempre es así. Por ejemplo, si tengo tres manzanas y tres personas y le doy una a cada uno podré decir que he realizado un reparto igualitario pero puede ser que no haya sido justo. Si una de esas tres personas acaba de comer y las otras dos tienen hambre, puede que no sea muy igualitario pero si sería justo darle a cada uno de los hambrientos manzana y media y que el ya satisfecho no comiese ninguna. Lelande distingue varios tipos de Igualdad: a) Jurídica: La ley (defensa, penas, juicios…) son iguales para todos los ciudadanos sin excepción de nacimiento, situación o fortuna. b) Política: Todos los ciudadanos pueden acceder en igualdad de condiciones, y en la medida de sus capacidades, a las funciones, grados y dignidades públicas sin distinción de clase o fortuna c) Real: El hecho que dos o más hombres tengan la misma fortuna, instrucción, inteligencia, salud, etc. Es importante fijarse en la opción tercera pues la dos primeras no dejan de ser meras utopías ya que todos sabemos que no es cierto. En un juicio podemos salir culpables o inocentes en virtud del abogado que tengamos y disponer de un buen abogado depende casi siempre del poder adquisitivo del denunciado. La igualdad, por lo tanto, es teórica pero no es real Quizás el mayor ejemplo de igualdad real es que todos los hombres nacen, crecen y mueren, nadie se libra del ciclo de la vida. Es una igualdad “natural” donde no importa sexo, color, religión, escala económica… nadie, absolutamente nadie, escapa. Tema aparte es como uno vivirá o morirá, pero el hecho en sí se producirá. Antes de comenzar a tratar el tema de porque la igualdad no existe en el mundo actual me permito recordarles que el primer artículo de la Declaen la entidad “
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ración Universal de los derechos humanos 23 hace hincapié en la igualdad, lo cual nos da idea de la gran importancia de la misma. “Art 1° Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Resulta cuando menos irónico que los hombres tengamos la Declaración de los Derechos Humanos y hayamos escrito este primer artículo cuando la desigualdad es y ha sido la base de los diferentes conflictos a lo largo de la historia. El tratado de Versalles 24 o el reparto del territorio Palestino entre los árabes y los judíos25 tras el fin de la Segunda Guerra Mundial son ejemplos de desigualdades generadas por el ser humano y que dieron lugar – con otros motivos añadidos – al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en el primer caso, y al aún sin resolver enfrentamiento en los territorios de Israel en el segundo. Pero quizás, el mejor ejemplo de lo ridículo de todo esto se da en la Religión. Todas dicen tener un origen común en la existencia de un Gran Ser Supremo que nos ha creado a todos. Por lo tanto, todos somos hermanos. 23
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es un documento declarativo adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París; en ésta se recogen en sus 30 artículos los derechos humanos considerados básicos, a partir de la carta de San Francisco (26 de junio de 1945). 24 El Tratado de Versalles fue un tratado de paz que se firmó en la ciudad de Versalles al final de la Primera Guerra Mundial por más de 50 países. Este tratado terminó oficialmente con el estado de guerra entre la Alemania del segundo reich y los Aliados de la Primera Guerra Mundial. 25 En 1948 nace el Estado de Israel. La ONU determinó sobre Palestina, que el territorio fuera dividido en dos Estados, uno judío y otro árabe. Comienza así un prolongado conflicto, en 40 años Israel ha sufrido cuatro guerras con los países árabes. Más infor-mación en: http://html.rincondelvago.com/conflicto-arabe-israeli_9.html
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Lejos de vernos como tales solo se ven así los que son de la misma idea religiosa, los demás son enemigos a los que se puede eliminar sin problemas. Parece que se hubiese adaptado la famosa frase que George Orwell dejó para la posteridad en su obra “Rebelión en la granja26 ”: “Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros” Por causa de esa forma de pensar hemos vivido las cruzadas entre cristianos y musulmanes o el más reciente crecimiento de los grupos Yihadistas como el Daesh27 . En resumidas cuentas, se nos llena la boca al hablar de igualdad pero hacemos todo lo contrario para lograrlo. ¿Y qué sucede en las logias masónicas? Pues en teoría somos defensores a ultranza da la Igualdad, pero todos conocemos logias donde unos cuantos imponen su criterio a los demás basándose en “usos y costumbres” de esa logia sin pararse a pensar que los usos y costumbres de una época pueden no ser los adecuados para otra y que un debate constructivo es lo mejor para saberlo. No. Se niegan en redondo. Imponen su antigüedad como si eso fuera garantía de veracidad y otorgase a todo lo que dicen carácter de Ley indiscutible. No toquemos ya el tema de los ritos, ¿Cuántos hermanos niegan a los ritos que ellos no practican el ser, por decirlo de alguna manera, correctos? Olvidan estos hermanos que lo importante no es el rito que se practique sino que se haga correctamente y lleve al hermano hacia un perfecciona26
Rebelión en la granja (también conocida como La granja de los animales) es una novela satírica del británico George Orwell. Publicada en 1945, la obra es una fábula mordaz sobre cómo el régimen soviético de Iósif Stalin corrompe el socialismo. En la ficción de la novela un grupo de animales de una granja expulsa a los humanos tiranos y crea un sistema de gobierno propio que acaba convirtiéndose en otra tiranía brutal. La novela fue escrita durante la Segunda Guerra Mundial y, aunque publicada en 1945, no comenzó a ser conocida por el público hasta finales de los años 1950. 27 Estado Islámico de Irak y el Levante o EIIL, conocido en ocasiones como Estado Islámico o EI o como Dáesh o Daish, es un grupo terrorista insurgente de naturaleza fundamentalista yihadista wahabita formado por radicales fieles a Abu Bakr al-Baghdadi que en junio de 2014 autoproclamó el califato desde la ciudad iraquí de Mosul pidiendo lealtad a todos los musulma-nes del mundo
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miento de sí mismo. No importa el camino, importa la meta Pero muchos parecen tan preocupados por el camino que olvidan la meta y no llegan a ella. Son como el profano que mira a un maestro cuyo dedo apunta al cielo en vez de mirar a las estrellas que brillan con esplendor en la bóveda celeste. Y que podemos pensar de aquellos hermanos que creen que los masones son más iguales que los no masones sin darse cuenta que es justo contra eso que luchamos. Ser Masón es un “accidente” como lo es ser arquitecto o abogado. Unos lo somos y otros no. Lo que nunca debe olvidar un masón es que toda la humanidad ha de ser igual para nosotros. Todos y cada uno de los individuos que formar la raza Humana son hermanos y como tales han de ser tratados. Existe una frase muy interesante que dice: “Me han enseñado a tratar con igual respeto al conserje del hotel y al director del mismo” y así debería ser. ¿Por qué razón hemos de tratar diferente a un hermano y a un profano? Ambos son humanos, ambos son hijos del mismo GADU, ambos deben ser iguales ante nosotros. No caigamos en la frase escrita por George Orwell “Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros” Analizado todo lo dicho parece que la igualdad no existe en el mundo y, siendo sincero, creo que así es. No podemos hablar de igualdad real mientras nos creamos mejores o superiores a otras personas, mientras discriminemos por razones de sexo, raza, ideales políticos, religiosos o cualquier otro motivo. Pero cada uno de nosotros puede poner su pequeño grano de arena porque hasta la montaña más alta se compone de minúsculos granos de arena que suman. Tenemos que ver la Igualdad como un derecho inalienable de todo ser humano sin el cual no es posible construir una sociedad justa y recta. Sin igualdad es imposible que el ser humano pueda marcarse un plan de vida a futuro en el cual el acceso a las oportunidades sea justo y equitativo. Sin igualdad no se puede lograr el respeto ni la tolerancia… 145
Queda mucho por hacer, pero estamos en el camino. Caminemos pues. 4 - Lealtad “La Lealtad es cosa de la que todo el mundo habla y muy pocos la practican, por la sencilla razón de que no es una posición espiritual al alcance de todo el mundo, ni todo el mundo está preparado para ser leal” [Ramón Carrillo]
Cuando se habla de lealtad siempre aparece una palabra asociada: compromiso. Hablamos de compromiso de lealtad, es decir, nos comprometemos a ser leales. El compromiso describe una obligación contraída y el empeño para cumplirla En cierto modo es la antesala del honor, de lo que se conoce como "palabra de honor" y, visto desde este ángulo, podemos decir también que el compromiso de lealtad es base ineludible para el honor. Ser leal o poseer la virtud de la lealtad implica una voluntad que permita decidir y ordenar nuestros actos, lo cual hace necesaria la fuerza en el sentido de cumplir con unas normas de conducta o vida que permita trabajar nuestra piedra bruta en dicho sentido. La lealtad está reservada a las grandes personas, capaces de superar las dificultades de la vida, con la cabeza bien alta, conocedores de ellos mismos y que actúan de modo correcto siempre, conscientes como están de su gran compromiso para con los demás. Porque ser leal no es proteger contra lo que sea a los demás. Si alguien se equivoca no se es leal tapándolo; sino diciéndoselo. La lealtad no puede servir ni cubrirse con el velo de la corrupción o cualquier otro acto innoble. No podemos decir que por haber jurado lealtad a una persona vamos a permitir o estamos obligados a tapar todo lo malo que esta haga. Eso no es lealtad real. El que es leal a una persona la defiende de todo mal que 146
puedan hacerle y evita que esta pueda hacer mal a los demás. Por lo dicho arriba es fácil ver que no es sencillo tener amigos leales. Un amigo realmente leal debe conocernos casi como a él mismo, debe saber dónde fallamos y nos equivocamos y tener el valor suficiente para no callarse y decirnos en donde fallamos. Somos lo que hacemos. Nos conocen por nuestros actos. Si actuamos bien seremos bien vistos, si actuamos mal nos odiarán. ¿Qué mejor forma de ser leal a alguien que indicarle sus fallos antes de que sus actos modifiquen la visión que los demás tienen sobre él y puedan llegar a odiarle? Definitivamente, la lealtad no es fácil pues a nadie gusta que le marquen sus fallos. Pero no es esta parte la más difícil de cumplir. Lo más complicado es ser leal con uno mismo. Tener unos principios propios, actuar de acuerdo con ellos, modificarlos cuando vemos que son equivocados y regresar a la senda correcta no es tarea sencilla. En la sociedad actual no se fomenta la lealtad, hemos caído en el comercio y el imperio del dinero. Somos como los mercaderes que Jesús expulsó del templo. Todo vale ante el poderoso caballero llamado dinero. Por él la gente se vende, se corrompe, cambia sus principios por los necesarios y no por los correctos, dejamos de ser leales en el trabajo, con los amigos, con nuestra familia y, al final, con nosotros mismos. Hablamos mucho de lo leales que somos pero ¿actuamos lealmente? La respuesta suele ser que sí, pero la realidad es que no. Se supone, como masones que somos, que defendemos la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Debemos ser leales a esos preceptos. • • •
¿Somos fraternos con todos nuestros hermanos? ¿Tratamos por igual a todos los hermanos? ¿Defendemos la libertad hasta sus últimas consecuencias?
Y luego extrapolemos esto a todos los ciudadanos, porque recordemos 147
que los preceptos que juramos defender son aplicables a todo el mundo, no solo a los hermanos. Recuerde lo que hablamos al tratar el tema de la igualdad. La realidad nos dice que no los cumplimos. Siempre hay "excepciones". Hermanos que no "tragamos", gente que no es "igual" que los demás... no aplicamos la llana, ni el nivel, ni la escuadra, ni un largo número de herramientas por las cuales medir a los demás con corrección y sin privilegios sobre nadie. Fallamos en la tolerancia muchas veces, y sin ella no es posible ni la igualdad, ni la fraternidad, ni la libertad. En resumidas cuentas, ¿somos realmente leales a nuestros principios masónicos? Mirémonos a nosotros mismos por un momento y si nos creemos mejores que los que no son masones algo va mal. Estaremos fallando porque no somos mejores ni peores, simplemente somos masones. Y esto debemos tenerlo claro: hemos de ser leales a nuestros principios....y no es nada fácil 5 - Tolerancia "La tolerancia es una virtud que hace la paz posible.” [Kofi Annan 28]
Cuando hablamos de Masonería solemos afirmar que esta se asienta en tres pilares básicos que son la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Por otro lado estos principios son entendidos por la mayor parte de los ciudadanos como pilares básicos sobre los que es posible asentar un gobierno democrático. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la tolerancia, pues la intolerancia ha sido y sigue siendo la regla de la huma28
Kofi Atta Annan fue el séptimo Secretario General de las Naciones Unidas, cargo que ocupó entre 1997 y 2006, y fue galardona-do, junto a la ONU, con el Premio Nobel de la Paz de 2001
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nidad; y créanme cuando les digo que sin Tolerancia nada de lo anteriormente hablado será posible. Al hombre, en su concepto más amplio de Ser Humano, es decir, hombres y mujeres de todas las razas, le cuesta entender la tolerancia y más aún practicarla, pues creemos que nos obliga a soportar estoicamente cualquier cosa que diga o haga el otro. Esta afirmación es falsa. Lo que siempre debemos respetar son las personas, no sus opiniones. Podríamos definir la Tolerancia como una disposición para convivir de modo pacífico y armonioso con otras personas cuyas creencias, ideas o costumbres son diferentes a las nuestras. Este punto es clave pues permite respetar al otro y al mismo tiempo expresar nuestro punto de vista. De todo debate, de todo intercambio de ideas se aprende y ambas personas saldrán enriquecidas en conocimientos si aplican la tolerancia mutua. En virtud de esta tolerancia, ambas personas no tienen por qué convencerse mutuamente o una cambiar de idea para adecuarse a las ideas de la otra. Puede suceder o no. Lo importante es que ambas se respeten y, dicho de otro modo, respeten el derecho de que cada uno piense y opine lo que desee. Cada uno de nosotros tiene el derecho a tener sus propias convicciones, creencias, ilusiones y esperanzas. Ser tolerante no nos obliga a silenciar nuestra forma de pensar para no "herir" a quienes piensan de otro modo. Si, nos obliga a respetar a las personas, para lo cual es recomendable ser cortés. Fíjese el amable lector que de todo lo dicho se deduce claramente que la tolerancia es de doble dirección, es decir que el precio de no prohibir la conducta del prójimo tiene como contrapartida que éste haga lo mismo. Ser tolerante no implica ser complaciente, ni ser débil. Lo único que no podemos tolerar es la intolerancia. 149
La intolerancia religiosa, política o de cualquier otro tipo ha llevado a la humanidad a cometer los más horrendos crímenes en nombre de un Dios, de un ideal o de la pertenencia o no a una raza. Ahí están las cruzadas, el holocausto 29 o, más recientemente, los atentados cometidos por el Daesh. Solo fomentando una educación cuya base sea la libertad de conciencia podremos avanzar en el campo de la tolerancia. Mientras las instituciones religiosas o políticas muestren más interés en que las personas sean leales a lo que ellas promulgan mal vamos pues ello impide la libre expresión de ideas contrarias, del pensamiento propio y de las convicciones que cada cual pueda poseer. No se trata de anular la religiones, los partidos políticos o cualquier otra instituciones, se trata de verlas como opciones posibles que convencerán a unos y no a otros y de ver a quienes formen parte de ellas como iguales a nosotros en derechos y obligaciones de modo que cada cual pueda hablar y defender sus ideas libremente. 30
Lo que realmente se opone a la tolerancia es el fanatismo, propio muchas veces no de los más convencidos, sino de quienes pretenden acallar sus propias dudas cerrando la boca y maniatando a los demás. El tolerante suele ser un convencido real de sus ideales que no precisa acallar a los demás para no verse superado. Permite la libre exposición de otras opiniones sin miedo a que estas puedan hacerle cambiar de idea porque sabe que si eso llega a suceder lo haría sin problemas. El intolerante se afianza a su dogma como a un clavo ardiendo, cree a pie juntillas y no permite que nadie ponga en duda sus creencias...no sea que estas desaparezcan y quede huérfano de ideales y de ahí al fanatismo hay tan solo un paso. Veamos que no es tolerancia 29
Definimos el holocausto como un antiguo sacrificio religioso, especialmente entre los judíos, en que se quemaba la víc-tima propiciatoria, generalmente un animal, o una gran matanza de personas, especialmente la que tiene como fin exterminar un grupo social por motivos de raza, religión o política. Por ello, como extensión de esta última definición, al hablar de holocausto se suele entender el llevado a cabo contra los judíos por los nazis durante la 2ª Guerra Mundial. 30 El derecho de libertad de conciencia es el derecho fundamental básico de los sistemas democráticos. El resto de derechos funda-mentales de la persona se sustentan en él.
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La tolerancia no es indiferencia: La indiferencia es no sentir nada ante nada. No es posible ser tolerante si se es indiferente. Por ejemplo, una persona para quien las cuestiones religiosas no son una preocupación, no puede ser calificada de tolerante en materia religiosa. Se es tolerante cuando se conoce algo, cuando se elige y se respeta las otras opciones. Si un tema no te interesa o preocupa no haces elecciones, no respeta otras opciones, simplemente te olvidas de todo y de todos. La tolerancia no es sumisión: La sumisión es aceptar algo por obligación (sea está obligación reconocida o no). Para que haya tolerancia, debe existir una elección deliberada; debe existir libertad de pensamiento. Sólo se puede ser tolerante con aquello que uno tiene el poder de elegir en ambos sentidos, es decir, de aceptarlo o no. La tolerancia no es simple respeto: Pero entandamos bien esto. Respetar implica comprender algo y juzgar como favorable algo que actúa sobre nosotros. Tolerancia va más allá. Tolerar implica soportar algo tengamos el juicio que tengamos sobre ello; es decir, podemos odiar lo que toleramos pero no lo que respetamos. Pongamos por ejemplo que soy de una ideología política. Respetaré aquella a la que pertenezco; pero toleraré aquellas que odio, como la ideología fascista 31 que nunca podré respetar. La tolerancia es un ejercicio constante de cada uno de uno de nosotros y solo es posible si la practicamos día a día. La Tolerancia es, en definitiva, una conquista personal de cada cual...y nada sencilla de lograr. 31
El fascismo es una ideología política y cultural fundamentada en un proyecto de unidad monolítica denominado corporativis-mo, por ello exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo; y propone como ideal la construcción de una utópica sociedad perfecta, denominada cuerpo social, formado por cuerpos intermedios y sus representantes unificados por el gobierno central, y que este designaba para representar a la sociedad. Para ello el fascismo inculcaba la obediencia de las masas (idealizadas como protagonistas del régimen) para formar una sola entidad u órgano socioespiritual indivisible. El fascismo utiliza hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder dictatorial en el que se concentra todo el poder con el propósito de conducir en unidad al denominado cuerpo social de la nación.
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6 - Sinceridad. "La sinceridad es la raíz de todas las Virtudes" John Ruskin
El termino sinceridad proviene del latín sinceritas, y se define como el modo de expresarse sin mentiras ni fingimientos. Ser sincero implica decir la verdad; pero la práctica de este concepto no es sencillo. Las convenciones sociales impiden muchas veces ser todo lo sinceros que deberíamos con familiares, amigos, empleados o jefes porque ser sinceros en todo momento y con todo el mundo puede hacer que nos tachen de mal educados ¿Por qué a veces sentimos que no podemos ser sinceros con quienes nos rodean? La raíz del problema y respuesta a dicha pregunta es que siempre encontramos respuestas a la misma: Porque mi puesto de trabajo corre peligro, porque no tenemos una relación tan cercana, Porque nadie me ha pedido mi verdadera opinión….. Sin embargo, no debemos olvidar que la cualidad que consiste en expresarse con sinceridad se conoce como honestidad. La persona honesta respeta la verdad y establece sus relaciones bajo este parámetro moral. Sin embargo, es posible engañarse a uno mismo, hacernos creer que somos seres honrados y sinceros, a pesar de estar muy lejos de lucir estas virtudes. Las denominadas “mentiras piadosas” son un ejemplo de falta de sinceridad aceptada por todos. Es muy cuestionable que esto sea bueno pues tarde o temprano el engaño se descubre y la persona engañada podrá o no 152
podrá comprender los motivos por los cuales se le ha mentido. Siempre es preferible una verdad dura y sincera que una mentira piadosa que será descubierta. La verdad duele; pero, ¿no duele más descubrir que nos han engañado? Todo esto que decimos en términos generales sobre la sinceridad con los demás es mucho más importante, si cabe, entre los hermanos. Si no podemos ser enteramente sinceros con nuestros Hermanos Masones, es preferible retirarnos. Cuando estrechamos o abrazamos a un Hermano le estamos diciendo que seremos sinceros con él y que deseamos lo mismo para nosotros. Ni él te puede fallar ni tú le puedes fallar. Hemos de decirnos la verdad mutuamente porque solo sabiendo la verdad es posible corregir errores o fallos que quizás no hemos visto y que otro si lo ha hecho. No debemos ver esa verdad - ni debemos decirla - como un reproche sino como una ayuda para poder emplear los medios a nuestro alcance cuyo es fin es darle solución al defecto descubierto. No olvidemos que la Orden nos dice que todos y cada uno de nosotros somos imperfectos y que nunca llegaremos a ser perfectos pues solo el Gran Arquitecto lo es. Pero en nuestra imperfección podemos ir mejorando gracias al libre albedrio que nos permite elegir entre lo correcto (el bien) y lo incorrecto (el mal); que nos permite pulir nuestra piedra eliminando los vicios y fomentando las virtudes. Como ya he comentado, la Masonería no pretende que nadie alcance la Perfección pues esta solo está disponible en el Oriente, de donde viene la Luz y hacia donde nos dirigimos. Es decir, sólo la posee el Gran Arquitecto del Universo. Podemos tomarla como Luz, como espejo en el cual mirarnos a cuya imagen queremos acercarnos; pero poco más, realmente muy poco más. La sinceridad es la base más importante en el proceso de la virtud. Como dice John Ruskin 32 "La sinceridad es la raiz de todas las virtudes". La 32
John Ruskin (Londres, Inglaterra, 8 de febrero de 1819 - Brantwood, Cumbria, Inglaterra, 20 de enero de 1900) fue un escritor, crítico de arte, sociólogo, artista y reformador social británico, uno de los grandes maestros de la prosa inglesa. Influyó notable-mente en Mahatma Gandhi. Abogó por un socialismo cristiano.
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sinceridad nos permite reconocer a los Hermanos que estudian, que se preocupan o se interesan por perfeccionarse y avisar a los que no lo hacen de su fallo para que puedan corregirse. Si no somos sinceros con los demás no podremos serlo con nosotros mismos. Pulamos con sinceridad nuestra piedra bruta antes de indicar a los demás como pulir la suya. 7 - Tenacidad. "Quiero compartir con ustedes el secreto que me ha llevado a alcanzar mis metas: mi fuerza reside únicamente en mi tenacidad" Louis Pasteur.
Del latín tenacitas, podemos definir la tenacidad como la cualidad de ser de tenaz; es decir, que se opone con resistencia a deformarse o romperse, que se prende de una cosa o que es firme y pertinaz en un propósito. Ser tenaz, esto es, la tenacidad, es una de las virtudes humanas que más se ha aplaudido a lo largo de la historia. Pues la tenacidad permite realizar y llevar a buen término empresas que a priori parecen imposibles. No debemos, sin embargo, confundir la tenacidad con la tozudez. La primera es signo de inteligencia, la segunda de obstinación. La Tenacidad se centra en la búsqueda de soluciones, mientras que la tozudez se obstina los problemas. Ante un mal resultado, el tenaz se pregunta por qué ha fallado y busca alternativas mientras el tozudo insiste una y otra vez en el mismo método, lo cual le conduce siempre al fracaso. La tenacidad es una propiedad física de los materiales; pero no es esta parte de su uso lo que aquí queremos tratar. El proceso que hace que un 154
material determinado sea tenaz o no, que se rompa al doblarse una vez superado cierto límite, es algo que estudia la física y que cualquiera de ustedes puede consultar en libros de ciencia si lo desean. Lo que a nosotros nos interesa es el sentido simbólico (es decir, trascendiendo las propiedades físicas), la tenacidad es una actitud caracterizada por la resistencia ante las adversidades. Una persona tenaz es insistente y se mantiene firme en su conducta o comportamiento hasta alcanzar su objetivo. La ausencia de tenacidad lleva al fracaso. Ante un problema que no conseguir resolver, en vez de insistir en la búsqueda de soluciones nos encerramos en el "es imposible". Ese encerramiento bloquea nuestra mente en su búsqueda de alternativas y soluciones. La falta de tenacidad es también la falta de pasión y de confianza en uno mismo Podemos fracasar muchas veces, y de hecho lo haremos a la largo de nuestra vida, pero si aprendemos de nuestros errores y lo seguimos intentando conseguiremos alcanzar la mayor parte de nuestras metas. Desde este punto de vista, podemos asociar la tenacidad a la perseverancia, al celo, al empeño en conseguirlo. Vivimos en un mundo exigente que nos da palos continuamente. La capacidad de soportar estos golpes de la vida sin quebrarnos, el no darnos por vencidos ante los avatares de la vida y dedicarnos a superar todos los problemas del día a día solo es posible siendo tenaces. La falta de entusiasmo y tenacidad por la mejora continuada en el saber y enseñanza hacia nuestros jóvenes ha derivado en una poca voluntad de estos por aprender. Se ha devaluado el lenguaje oral y escrito, se desconoce cada vez más la propia historia, de donde provenimos y con qué pueblos y culturas nos hemos mestizado a lo largo de los siglos. La cultura general ha disminuido y el mundo se ha vuelto más materialista, inculto y bruto. Como ya hemos visto y deducido, la tenacidad es una fuerza poderosa 155
que impulsa a las personas a perseverar en su empeño hacia una meta determinada. Ser tenaz implica perseverancia, esfuerzo, brío, intrepidez y persistencia. El que es tenaz • Persiste y nunca desiste. • Trabaja con ahínco y con tesón en algo que quiere alcanzar. • Camina hacia la meta con disciplina, denuedo y firmeza; pero sin bajar la guardia ante los obstáculos. Lo más fácil en la vida es rendirse, pero si pensáramos por un momento, que probablemente con un pequeño esfuerzo más alcanzaríamos el éxito, seguramente que tendríamos el valor de continuar y lograr nuestro objetivo. Uno de los mayores ejemplos de tenacidad que ha dado la historia ha sido sin duda alguna el inventor norteamericano Thomas Alva Edison33 quien para lograr la bombilla probo miles de hilos hasta dar con el adecuado; tras muchos intentos consiguió un filamento que alcanzara la incandescencia sin fundirse. Este filamento no era de metal, sino de bambú carbonatado. Así, el 21 de octubre de 1879, consiguió que su primera bombilla luciera durante 48 horas seguidas. Edison decía que para alcanzar el éxito los factores más importantes a seguir son: • Conocimiento definido de lo que deseamos lograr. • Fijación de la mente en ese propósito, con persistencia para buscar lo que se persigue, utilizando lo que se sabe y lo que se puede recibir de los demás. • Perseverancia en probar, sin importar las veces que haya fallado. • Rechazo a la influencia de los que han tratado lo mismo, sin éxito. 33
Thomas Alva Edison (Milan, Ohio, 11 de febrero de 1847-West Orange, Nueva Jersey, 18 de octubre de 1931) fue un empresario y un prolífico inventor estadounidense que patentó más de mil inventos y contribuyó a proporcionar, tanto a Estados Unidos como a Europa, los perfiles tecnológicos del mundo contemporáneo: las industrias eléctricas, un sistema telefónico viable, el fonógrafo, las películas, etc
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• Obsesión con la idea de que la solución al problema está en alguna parte, y se encontrará. No todos somos Alva Edison, pero todos venimos a este mundo con algún objetivo para el cual, aunque no lo creamos, estamos de sobra capacitados; pero lamentablemente con el tiempo vamos perdiendo la audacia y vamos creando límites que son inexistentes y que están en nuestro interior. Como dice el refranero, sabio él, no hay peor ciego que quien no quiere ver. Lo que, traducido a nuestro ámbito; no hay peor enemigo que tú mismo reflejo. ¿Cómo podemos superar esos límites mentales? Perseverando, persistiendo y manteniendo vivo y firme el sueño, la meta u objetivo que queremos alcanzar. No pienses que si alguien no lo ha logrado tu tampoco podrás, oblígate a pensar: ¿por qué yo no voy a poder? y busca la forma de poder. Henry Ford decía: “Los obstáculos son esas cosas espantosas que nos impiden fijar la vista en nuestras metas”. Eliminemos los obstáculos, y veamos la meta. No dejemos que los árboles nos impidan ver el bosque. Seamos tenaces en nuestros objetivos y, sobre todo, seamos tenaces en el labrado de nuestra piedra bruta. Bibliografía y fuentes Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española Diccionario María Moliner “El Kybalion” – Tres iniciados “Rebelión en la Granja” – George Orwell Rituales del REAA Consultas y artículos publicados en la red Wikipedia
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