DIALOGO ENTRE MASONES JUNIO 2020 N° 78

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Dialogo Entre Masones

Artículos Masonicos Seleccionados Año 7 - N° 78

Junio 2020


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Dialogo Entre Masones

Artículos Masonicos Seleccionados Año 7 - N° 78

Director General Herbert Oré Belsuzarri

Directores

Mario López Rico Vicente Alcoseri Julio Villarreal III

artículos publicados

- Jesús Tekton y Maestro..............................3 - La masonería tradición viva de Occidente...23 - Las constituciones de Anderson en el levante español.....................................................39 - Las constituciones de Anderson algo más que una querella (I).......................................44 - Las constituciones de Anderson algo más que una querella (II)......................................53 - Las constituciones de Anderson algo más que una querella (III).....................................62 - ¿Existió una masonería Inca?....................74 La revista agradece la difusión de los artículos publicados, mencionando la fuente y la autoría.

Valle de Lima Junio 2020

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JESuS, TEKTON y MAESTRO Carlos Sanchez-Montaña 3


Los evangelios describen literalmente a Jesús como “TEKTON” y como “MAESTRO”, lo que equivale a un constructor con conocimientos propios de un ARQUITECTO. Existen en los evangelios informaciones suficientes como para reconocer a Jesús en el oficio de ARKHITEKTON, un maestro constructor. Muchas de las parábolas, actos, y símbolos que utiliza en su vida pública están basados en el antiguo oficio que desde niño le fue enseñado por su padre y sus maestros. Tekton frente a carpintero Los evangelios describen a José y a Jesús como un tekton, lo que podríamos traducir como un constructor, fue San Justino, en el siglo II d.C, quién estableció como canónico traducir tekton como carpintero, y desde entonces se asumió como la única verdad esta traducción reduccionista. Esta polémica entre constructores y carpinteros no es poca cosa, el esfuerzo por parte de la ortodoxia de asignar a la familia de Jesús el medio de vida propio del antiguo oficio de los carpinteros ha necesitado de multitud de “églogas” a los trabajadores de la madera.

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Si se considerasen ambos oficios, no por el aspecto de la importancia actual, sino en el de su etimología respectiva, es bien cierto que los carpinteros y los constructores casi nada tienen en común. Carpintero: constructor de carretas, (Del lat. carpentarius, carpentum, carro en forma de cesto), de donde también provienen el francés “charpentier” y el inglés “carpenter”. El latín carpentarius deriva de carpetum (carreta;), palabra de origen céltico, como otras que designan diferentes tipos de carros: “benna”, “carrus”, “essendum”, “petorritum” o “raeda”. Tekton: Artífice perteneciente a la construcción o estructura perteneciente o relativo a los edificios u otras obras de arquitectura Tekhne. TEKS* : ( raiz etimologica indoeuropea.) tejer, fabricar.

En efecto, de manera general en la antigüedad las construcciones eran propias de los tekton, fueran de madera o de piedra. El empleo de la madera correspondía, en las culturas sedentarias, a un estadio inferior que el de la piedra, o, dicho de otra manera, a un menor grado de establecimiento o permanencia en el territorio. 5


Que en la época de Jesús ciertas partes de los edificios se realizasen en madera o en piedra, no significa cambios respecto a las características propias del oficio de tekton. Se puede pues decir que el oficio del tekton, frente al del carpintero, tiene características propias más allá que la simple cuestión de adaptación de la traducción de una lengua a otra. En la antigüedad un carpintero construía carros o carretas, era un artesano que podía realizar su trabajo en su propio taller, grande o pequeño, y su producto podía ser conducido luego al lugar a donde fuera demandado. Los conocimientos de un carpintero, como hacedor de carros, eran los propios para la realización de las piezas de los carruajes y su ensamblaje, pero muy inferiores a los necesarios por los constructores de edificios, quienes de manera forzosa deberían de manejarse de manera eficaz y completa en disciplinas como el dibujo, la geometría, la aritmética, y las propias de la construcción y la arquitectura. Eran artesanos habituados al uso del martillo, el compás, la plomada y el nivel, herramientas propias de su oficio. Además los constructores de edificios debían de saber manejar los recursos humanos y financieros precisos y necesarios para levantar cualquier edificación independientemente de su tamaño. Dice Vitruvio en su tratado unos pocos años antes del nacimiento de Jesús: “pues no es posible llegar a ser un diestro arquitecto si posee talento pero carece de conocimientos teóricos, o viceversa. Conviene que sea instruido, hábil en el dibujo, competente en geometría, lector atento de los filósofos, entendido en el arte de la música, documentado en medicina, ilustrado en jurisprudencia y perito en astrología y en los movimientos del cosmos. He aquí las causas de estas exigencias: es conveniente que el arquitecto sea una persona culta y conozca la literatura para fortalecer su memoria con sus explicaciones; conviene que domine el arte del dibujo, con el fin de que, por medio de reproducciones gráficas, le sea posible formarse una imagen de la obra que quiere realizar; 6


también la geometría ofrece múltiples ayudas a la arquitectura, pues facilita la práctica mediante el uso de la regla y del compás, con los que fácilmente se plasman los diseños de los edificios en los solares, mediante los trazados de sus líneas, sus niveles, sus escuadras; gracias a la óptica se sitúan correctamente los puntos de iluminación, según la disposición concreta del cielo; por medio de la aritmética se calculan los costes de los edificios, se hace ver el porqué de sus medidas y mediante el apoyo y el método de la geometría se descifran los difíciles problemas de la simetría; conviene que conozca a fondo la historia ya que, con frecuencia, se emplean abundantes adornos y debe contestar a quien pregunte las razones de sus obras, apoyándose en argumentos históricos.” De Architectura.

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No debemos de olvidar que durante la vida de José, y del propio Jesús, fueron muchos los arquitectos romanos que llevaron a cabo trabajos de construcción de importantes edificios en Galilea y los territorios cercanos: la construcción de la ciudad de Cesárea fundada por Herodes “el grande” antes del nacimiento de Jesús y en honor del emperador Augusto y proyectada según Marco Agripa, la construcción de las ciudades de Séforis y Tiberíades, ambas próximas a Nazaret, y la reconstrucción del segundo Templo de Jerusalén. En estas importantes obras participaron miles de constructores dirigidos por los maestros de obras y arquitectos de Israel, y que el propio Josefo describe que al comienzo de las obras hubo que ocupar 10.000 obreros laicos y 1.000 sacerdotes adiestrados. En la Palestina de los tiempos de Jesús el oficio de tekton alcanzaba un altísimo reconocimiento social, varios eran los oficios que estaban valorados en la cúspide de la estructura social. En el libro: “Jerusalén en tiempos de Jesús” escrito por Joachim Jeremias podemos comprobar como el oficio de tekton era compatible con el de doctor o alto funcionario del Templo: “....Era un signo extraordinario de respeto, porque todo el mundo tenía que saludar a los doctores poniéndose en pie, mientras que los artesanos no estaban obligados a levantarse a su paso durante el trabajo’. “ “La gran estima que se tenía por los artesanos y su trabajo se refleja también en el hecho de que en esta época la mayoría de los escribas ejercía una profesión.....Entre las profesiones que ejercían los más antiguos doctores mencionados en el Talmud figuran las siguientes: sastre, fabricante de sandalias, carpintero, zapatero, curtidor, arquitecto, barquero”. pag. 17-18 Más adelante el autor describe que además de doctor, los constructores podían ser sacerdotes. Siendo estos lo que ejecutaban los recintos sagrados. “El segundo templo fue construido en cuarenta y seis años. Herodes el Grande comenzó las nuevas 8


obras en el año 19-20 antes de nuestra Era, y no se terminaron definitivamente hasta el año 62-64 d.C. Josefo dice que, al comienzo de las obras hubo que ocupar 10.000 obreros laicos y 1.000 sacerdotes adiestrados. Aun teniendo en cuenta la continua exageración de Josefo, hay que admitir que se ocupó a un verdadero ejército de obreros. Principalmente se necesitaron canteros, carpinteros, plateros, orfebres y fundidores de bronce. Para la construcción de los sagrados recintos, prohibidos a los laicos, tuvieron que ser utilizados constructores que a la vez eran sacerdotes, es significativo que unos eran expertos en la talla de la piedra ya otros en la carpintería” pag 42 Y como ejemplo de la máxima representación sacerdotal: “Pinjás antes de llegar a ser Sumo Sacerdote, era simple sacerdote rural con el oficio de cantero.” pag 212 En resumen, en tiempos de Jesús el oficio de tekton era el propio de los constructores de edificios, este oficio tenía una altísima valoración social y por sus conocimientos y prácticas era muchas veces compartido por sacerdotes, escribas y doctores. Un tekton tenía por su oficio la obligatoriedad de realizar un aprendizaje propio de su disciplina, muy próximo a las enseñanzas que recibían los hombres sabios del templo. Jesús por oficio, y por herencia, compartía conocimientos propios de la clase sacerdotal y en su vida pública hizo demostración práctica de todos sus aspectos. Jesús como tekton alcanza la maestría descrita por Vitruvio en su tratado: “Conviene que sea instruido, hábil en el dibujo, competente en geometría, lector atento de los filósofos, entendido en el arte de la música, documentado en medicina, ilustrado en jurisprudencia y perito en astrología y en los movimientos del cosmos.” El oficio de Jesús de Nazaret La palabra “oficio” viene del latín officium y este de opificium 9


compuesta de opus (obra) y facere (hacer). En la antigüedad la pertenencia a un oficio específico determinaba la posición social de cada individuo. Los gremios que agrupaban a los artesanos en función de sus conocimientos y las “obras hechas” no solo estaban constituidos por hombres iguales, sino que en la mayoría de las ocasiones, por familiares que constituían la agrupación gremial a lo largo de generaciones. Los gremios “formaban un círculo con mentalidad característica; sus ideas sólo eran comprensibles para quien estaba familiarizado con aquella mentalidad”. Y los secretos de cada oficio solo eran transmitidos de maestros a aprendices y de generación en generación. Escribe Vitruvio en el siglo I a.C.: “Por ello, me siento profundamente agradecido a mis padres ya que, obedeciendo las leyes de los atenienses, pusieron toda su preocupación y cuidado en que yo me instruyera en un arte que no puede cultivarse sí no es gracias a una educación completa y a un total conocimiento de todo tipo de instrucciones. Paulatinamente se fueron acrecentando mis conocimientos de las artes prácticas, gracias al cuidado de mis padres y a las enseñanzas de mis maestros; .... Los mismos arquitectos enseñaban exclusivamente a sus propios hijos o parientes y educaban como hombres de bien” Vitruvio. De Architectura, Libro I La estirpe de Jesús En el Judaísmo, el reinado de David representa la formación de un estado judío coherente, con su capital política y religiosa en Jerusalén y la institución de un linaje real que culminará en la era Mesiánica. En el Cristianismo, David tiene importancia como el ancestro del Mesías. Muchas profecías del Antiguo Testamento indicaban que el Mesías descendería de la línea de David; los Evan10


gelios de Mateo y Lucas trazan el linaje de Jesús hasta David para completar este requerimiento.

Tal y como narran los evangelios, a José lo recordamos como descendiente del linaje de David (Mt 1,20 y Mt 13,55), la estirpe humana de la que nació Jesús. Aunque de José únicamente conocemos algo de su padre, y aún con ciertas dudas, ya que aparece con dos nombres distintos en los evangelios. Según Mateo se llamaba Jacob (Mt 1,16) y según Lucas Helí (Lc 3,23). Algunos exegetas han afirmado que Jacob y Helí eran hermanos y que por la “ley del levirato” 11


uno era el padre biológico y el otro el legal. La “ley del levirato” es descrita en el libro del Deuteronomio (Dt 25,5-6) y consistía en que si dos hermanos vivían juntos y uno de ellos moría sin hijos, su hermano se casaría con la esposa de éste, o sea, con su cuñada.

Según Mateo y Marcos, San José y su hijo Jesús comparten el mismo oficio, ambos son según las escrituras “Tekton”, palabra griega que significa en particular que tenían el oficio de constructor. Jesús por herencia y linaje pertenecía a la estirpe de los constructores del Templo, la que proviene del Rey David y de Salomón, los constructores del primer Templo de Jerusalén. 12


La investigación sobre la vida de Jesús Recomiendo a los interesados en conocer el “estado de la cuestión” de los estudios sobre Jesús de Nazaret la lectura del artículo titulado: “La investigación sobre la vida de Jesús”, escrito por D. Alvaro Cadavid, Profesor de la Facultad de Teología Universidad Pontificia Bolivariana de Medellin, Colombia. El propósito del artículo es presentar el estado actual de la investigación, describiendo los presupuestos, logros y cuestiones discutidas en torno a la búsqueda que hoy se hace del Jesús histórico. El texto, después de hacer un recorrido por la antigua y nueva investigación sobre el Jesús histórico, fija la atención en lo que se ha denominado como la Third Quest.

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En el detallado trabajo de historiografía se desglosan los tres momentos en que se clasifican las investigaciones llevada a cabo sobre la vida de Jesús de Nazaret, y como en el proceso, y a lo largo de la historia, se han venido usando algunos términos técnicos cuya significación el autor cree conveniente precisar: El Cristo de la fe, del Jesús histórico y del Jesús real. Por último el autor describe la llamada “Third Quest”. En esta nueva etapa se “rebasan los ámbitos de la filosofía y la teología, dando entrada a numerosos estudios de diversos campos: sociología, psicología, historiografía, arqueología, etc. La nueva metodología histórica se ha tomado en serio el judaísmo de Jesús, pues las fuentes que hoy se poseen permiten argumentar con fuerza la influencia religiosa y cultural del judaísmo nativo de Palestina en la vida y el mensaje de Jesús. Es tan cierto y completo el judaísmo de Jesús que si se dice que Jesús es verdaderamente hombre y verdaderamente Dios, hay que afirmar que la humanidad de Jesús no es algo meramente genérico, pues es verdaderamente hombre porque es precisa y verdaderamente judío. Es este un dato que debe incorporarse hoy a cualquier reflexión cristológica.”Alvaro Cadavid. El propósito de Jesús Tekton es reconstruir algunos aspectos sobre la biografía de Jesús de Nazaret a través de una metodología triple: la antropología social, el análisis histórico y la hermenéutica textual. El procedimiento se considera desvinculado de cualquier corriente religiosa y tiene como punto de partida el oficio reconocido en los evangelios de Jesús y de su padre José. Judas Tomás, hermano de Jesús, apóstol y arquitecto. El apóstol Judas Tomás es nombrado en los evangelios dos veces como uno de los hermanos de Jesús: ¿No es éste el hijo del tekton? ¿No se llama su madre María, y sus 14


hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas (Tomás)? (Mt 13,55) ¿No es éste el tekton, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas (Tomás) y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. (Mc 6,3) En el Evangelio, Judas Tomás es llamado varias veces “el Mellizo”, en griego, “Dídimo”- (Jn. 11, 16; 20, 24; 21, 2), pero no se aclara de quién era mellizo. Esto ha dado lugar a innumerables hipótesis, incluyendo una que lo hace hermano gemelo de Jesús; por eso en ocasiones se representa a Tomás con los rasgos de Jesús. A Tomás, que es reconocido en los evangelios como hijo de José, de oficio tekton, y hermano de Jesús, de oficio tekton, se le da el oficio de “maestro-tekton” de “arkhitekton”, arquitecto…

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Según los “Hechos de Tomás”, apócrifo del siglo III, el apóstol Judas Tomás era arquitecto, y habría sido invitado por un rey de la India (Gundoforo, Gondoforo o Gundafar) a levantarle un palacio. Tomás recibe el dinero para la construcción y lo distribuye entre los necesitados. Cuando el rey quiere ver el palacio, Tomás le anuncia que, al dar el dinero a los pobres, le edificó al monarca un palacio en el cielo. El rey, irritado, lo arroja a prisión, pero más tarde lo perdona. A raíz de este episodio legendario, Tomás es representado frecuentemente con una escuadra de arquitecto. Gracias a investigaciones recientes, se han hallado monedas de mediados del siglo I con el nombre del rey Gundafar, lo que da algún sustento histórico a esta tradición. Judas Tomás, arquitecto, celebra su fiesta en el santoral cristiano el 21 de diciembre, día del solsticio de invierno, y una de las puertas del calendario romano del dios Jano, dios de los arquitectos antiguos. A Tomás se le representa con una escuadra de madera, instrumento propio de su oficio, el de arquitecto. Santo Tomás es en la actualidad, y según el santoral católico, patrono de arquitectos; constructores; trabajadores de la construcción; albañiles; agrimensores. Tomás es patrono de los actuales sucesores de los antiguos “tekton”, de los integrantes del gremio del oficio común de su padre José, y de su hermano Jesús. La estirpe del Rey David, de la que descienden José, Jesús y Judas Tomás, es la de los constructores de templos, los constructores del primer templo de Jerusalén. Y el dato cierto del oficio que los tres personajes comparten, y sus conocimientos y su práctica en la Galilea de este momento histórico, es un dato que debe incorporarse hoy a cualquier reflexión cristológica. Rito fundacional de la Primera Piedra El Rito fundacional del cristianismo es el encuentro entre Jesús y su discípulo Simón descrito por Mateo en su evangelio:: 16


“Y yo a mi vez te digo que tú eres “Cefas” (Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi “ecclesia” (asamblea), y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos”. (Mt 16, 17-18)

Jesús pertenecía al gremio de los constructores, sus palabras en el relato evangélico le delatan como un maestro conocedor de la técnica que se precisa para edificar. En concreto muchas de sus parábolas son coincidentes con los textos escritos por Marco Vitruvio en su tratado de Arquitectura, existiendo un claro paralelismo en el sentido de sus enseñanzas. Jesús conocía los procedimientos de un arquitecto para calcular la correcta cimentación de un edificio, o el presupuesto de una obra y la vergüenza que significa en el oficio no hacerlo de manera correcta. En la antigüedad quién alcanzaba el mayor grado entre los iguales de su oficio recibía el nombre de maestro, del latín magíster, derivado de magis (más), en los oficios artesanos el 17


maestro representa el nivel más alto en su respectivo estamento. Maestro era el más alto grado a que podía aspirar un plebeyo en su oficio y se usaba como tratamiento. Su misión no solo era adiestrar a sus discípulos en unas habilidades muy concretas de su oficio, sino también el dirigir la organización de las obras, a las propias agrupaciones o gremios y de su relación con el resto de la sociedad y otros gremios. Para que Jesús pudiera alcanzar el grado de maestro debió ejercer el oficio enseñado por su padre y otros maestros y alcanzar el término de su “maestría”. Jesús es llamado “maestro”, al menos 45 veces en los evangelios. Se da a Jesús de manera explícita el nombre de “maestro”, ese es el título con que se dirigen a él personas que le preguntan algo: “Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para alcanzar la vida eterna?” (Lc 18,18; Mt 19,16; Mc 10,17).

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Existen en los evangelios datos suficientes como para reconocer a Jesús en el oficio de arkhitekton, maestro constructor, muchas de sus parábolas están basadas en el oficio que desde niño le fue enseñado por su padre y sus maestros. Lc 6, 47-49. Mt 7, 24-27. Lc 14, 28-29. En resumen, en tiempos de Jesús el oficio de tekton era el propio de los constructores de edificios, este oficio tenía una altísima valoración social y por sus conocimientos y prácticas era muchas veces compartido por sacerdotes, escribas y doctores. Un tekton tenía por su oficio la obligatoriedad de realizar un aprendizaje propio de su disciplina, muy próximo a las enseñanzas que recibían los hombres sabios del templo. Jesús por oficio, y por herencia, compartía conocimientos propios de la clase sacerdotal y en su vida pública hizo demostración práctica de todos sus aspectos.

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Jesús alcanzó el mayor grado posible en su gremio: el grado de maestro, con el que pasó a ser reconocido por sus “alumnos” (significado del término discípulos) en el transcurso de los acontecimientos de los siguientes tres años de su vida por todos conocidos. Acto fundacional de la iglesia “Y yo a mi vez te digo que tú eres “Cefas” (Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi “ecclesia” (asamblea)... (Mt 16, 17-18). Este ritual descrito por Mateo y que aún hoy recibe el nombre de “Rito de la Primera Piedra” aparece prescrito por el Pontifical Romano como el que describe la fundación y dedicación de iglesias y de altares. Jesús como tekton de oficio y en grado de maestro, lo utiliza para constituir lo que sería la “nueva iglesia de los judíos” según se establece en el Rito fundacional de las iglesias. Este Rito descrito en los evangelios es propio de los Pontífices romanos del siglo I. Jesús como “rabbi” y “tekton”, por oficio y conocimientos, puede ser asimilado a un pontífice romano y por eso utiliza ese rito para fundar la Nueva Iglesia. Pontífice es un título utilizado en la antigua Roma, originalmente era el funcionario que tenía a su cuidado el puente sobre el río Tíber. Más tarde el término tomó otro significado, los pontífices eran hombres que pertenecían al consejo religioso supremo de la antigua Roma, llamado Colegio de Pontífices (Collegium Pontificum), en el que el Pontifex Maximus poseía la máxima representación religiosa. El término, de raíz latina, y referido a altas personalidades políticas del Imperio romano, está formado por las palabras pons, “puente” + facere, “hacer”, con un significado real de “constructor de puentes”. Los pontífices eran conocedores de las técnicas que se precisan para edificar, construir. 20


El término se refiere al Papa, jefe supremo de la Iglesia Católica Apostólica Romana y sucesor de Pedro. Quién fue investido como primer Pontífice por el mismo Jesús poniendo en práctica el “Rito de la Primera Piedra” descrito por Mateo en los evangelios. El término se aplica también a obispos y arzobispos, por lo que suele diferenciarse al Papa llamándolo Sumo Pontífice

Rito de la primera piedra por el sumo pontífice de Roma El acontecimiento que se describe en el evangelio de Mateo es el momento fundacional completo que permite comprender, no solo la actual estructura de la iglesia de Roma, sino que también ofrece todo el sentido al propio oficio de Jesús y a su comportamiento durante su vida pública.

Tomado de: Blog Jesús Tekton de Carlos Santos Montaña: http://jesustekton. blogspot.com/2008/01/jess-tekton-y-maestro.html visitado el 15-04-2020 a las 20:32 hora de Perú. 21


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LA MASONERIA TRADICION VIVA DE OCCIDENTE Francisco Ariza 23


Este título nace de una certeza: que la Masonería no es una reliquia del pasado trasnochada y ajena a la realidad del hombre y la mujer de hoy día, sino que se trata de una tradición que está viva y que conserva en sus ideas toda la potencia intelectual capaz de dar respuesta a las preguntas esenciales que, hoy como ayer, continúan haciéndose quienes se interrogan acerca de sí mismos y desean emprender un camino a la búsqueda de su verdadera identidad. “¡Conócete a ti mismo!” exclama la antigua sentencia socrática, y que la Masonería hace suya como uno de los lemas que mejor define su principal objetivo y razón misma de ser. Está claro que son esas ideas, vehiculadas por los códigos simbólicos, las que dan verdadera “fuerza y vigor” a la Masonería. Además, y como iremos viendo, dichas ideas han tenido también un papel activo en la historia de Occidente, especialmente a partir del momento en que ésta empieza a conformarse durante los primeros siglos de nuestra era, a lo que contribuye decisivamente toda la herencia cultural de la Antigüedad Clásica. En este sentido debemos recordar que desde sus orígenes la Masonería pertenece a un ámbito mucho más amplio: el de la Tradición Hermética, que está a su vez comprendida dentro de la Tradición Unánime, también llamada Filosofía Perenne, términos que expresan muy bien la idea de un Saber presente ininterrumpidamente en todos los pueblos y civilizaciones a lo largo de la historia. Podemos entonces decir que dichas civilizaciones han existido gracias a ese Saber y a los conocimientos que de él derivan y que han conformado la idea misma de cultura, como podemos apreciar estudiando, y sobre todo comprendiendo, la concepción del mundo (esto es la cosmogonía y la metafísica) que ellas nos han dejado a través de la sacralidad de sus códigos simbólicos, sus ritos y mitos fundacionales. La Masonería tiene también sus símbolos, sus ritos y sus mitos, 24


todos los cuales configuran en efecto una concepción del mundo y del hombre basada fundamentalmente en el Arte Constructivo, imbricado con las restantes disciplinas que conforman la médula del Hermetismo: la Alquimia, la Teúrgia, la Magia Natural y la Astrología-Astronomía, también llamada Ciencia de los Ciclos y de los Ritmos, sin olvidarnos de las distintas corrientes de pensamiento que procedentes de las Religiones de Misterios, del Pitagorismo, del Neoplatonismo, de la Gnosis judía y cristiana y la herencia de la antigua sabiduría Egipcia, fueron fijadas, bajo la advocación del dios Hermes, en la Alejandría de los primeros siglos de nuestra era, y de la que surgirían las ideas-fuerza que han hecho posible el desarrollo de la cultura occidental en su más amplia expresión, y que lejos de apagarse con la llegada de las ciencias materialistas que han generado al mundo moderno, continúan estando vigentes a través de diferentes instituciones, grupos y personas, vinculadas de una u otra manera con la Tradición de Hermes.[1] Qué duda cabe que la Masonería constituye hoy en día una de esas instituciones, y aunque nacida bajo su forma actual en el siglo XVIII porta sin embargo en su seno la profunda huella dejada por las antiguas tradiciones de constructores, como lo testimonian muchos de sus símbolos, entre los que destacan los geométricos y los relacionados específicamente con la construcción, como el compás, la escuadra, el nivel, la plomada, etc. Existe también todo un código ritual que se vincula con esa simbólica, y desde luego los nombres de sus tres grados (aprendiz, compañero y maestro) revelan indudablemente un origen artesanal y de oficio. Además, el propio trabajo iniciático conserva en la Masonería un carácter colectivo y grupal, lo que está expresado perfectamente en la llamada “cadena de unión”. No es poca cosa esa herencia, teniendo en cuenta además que esas mismas corporaciones de constructores eran también herederas, por distintas vías, de las que se conocieron a todo lo largo y ancho de la cuenca mediterránea, y muy especialmente 25


de aquellas que existieron en Egipto y el Cercano Oriente.[2] Como sabemos la gran civilización egipcia fue en su último período contemporánea de la civilización greco-latina, y es sobradamente conocido lo mucho que ésta debe a Egipto, cuyo saber milenario se dejó sentir en los más importantes filósofos griegos, especialmente en Pitágoras y Platón, de los que precisamente surgirían la mayor parte de las ideas que contribuyeron a conformar la concepción del mundo propia de la cultura occidental. Recordemos que Pitágoras, heredero al igual que Platón de la tradición órfica de raigambre puramente griega, fue asimismo iniciado por los sacerdotes egipcios, con los que pasó numerosos años participando plenamente de las enseñanzas emanadas de Thot-Hermes (o sea de la Sabiduría), pues como se sabe aquellos sacerdotes eran los que conservaban y transmitían la Ciencia Sagrada revelada por esa Deidad, siendo precisamente la arquitectura una de sus expresiones más importantes y significativas, como podemos ver en el caso de las pirámides y otros monumentos que continúan desafiando el paso del tiempo.

Hermes Trismegisto, detalle. Pavimento de la catedral de Siena

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Precisamente las ideas de que se valieron los constructores de la Antigüedad Clásica están en gran parte ligadas a las enseñanzas de los pitagóricos, es decir a las Ciencias del Número y la Geometría, como ocurre por ejemplo con los Collegia fabrorum romanos, quienes pervivirían como tales hasta los albores de la Edad Media, sobre todo en Bizancio y el norte de Italia, momento en que se cristianizan, inaugurando así un nuevo ciclo pero conservando y difundiendo a través del Arte Constructivo lo esencial de su herencia secular. A este respecto, no estará de más referirnos a una leyenda medieval difundida entre las cofradías de constructores de habla inglesa, según la cual un tal Peter Gower, originario de Grecia, trajo a los países anglosajones determinados conocimientos relativos al Arte de la construcción. Algunos autores, entre ellos René Guénon, afirman que este personaje, Peter Gower, no era sino el mismo Pitágoras, o mejor dicho, las ciencias del Número y la Geometría que a través de las cofradías de constructores se introdujeron en las islas británicas al mismo tiempo que en todo el continente, especialmente en Francia y los países germánicos. Precisamente en Gran Bretaña esas cofradías asimilan también la cosmogonía de las tradiciones de los constructores locales de origen celta y pertenecientes a un linaje que se remontaba a aquellas culturas del Neolítico (herederas más o menos directas de la civilización atlante) que levantaron por ejemplo Stonehenge y otras edificaciones prehistóricas, algunos de cuyos restos (entre muchos otros el del propio Stonehenge, o el “templo estelar” de Glastonbury)[3] revelan un alto conocimiento de la astronomía y las leyes que rigen el Cosmos en su realidad sutil y física. Y puesto que hablamos de Pitágoras y Platón, hemos de tener en cuenta que en las antiguas civilizaciones muchas veces los nombres de las personas, ya históricas o legendarias, designan más que a esos personajes mismos a los conocimientos que ellos vehicularon y que con frecuencia se transmitieron por el conducto de las escuelas o cofradías que fundaron. Es lo que en cierto modo ocurre también con el pitagórico Euclides, uno de los jefes de la Escuela Matemática de Alejandría allá por el 27


siglo III a.C., y que es mencionado en los “Antiguos Deberes” (Old Charges) como el “padre” de la Geometría, recalcándose que ésta no designa sino a la propia Masonería.[4] Y ya que mencionamos a los Old Charges hemos de decir que éstos constituyen una serie de manuscritos originarios de la Masonería inglesa y escocesa, los primeros de los cuales aparecen hacia el fin de la Edad Media (el Regius y el Cooke concretamente) y los últimos hacia el siglo XVIII (el Graham y el Dumfries), período de unos trescientos años durante gran parte del cual tiene lugar el cambio de la Masonería del oficio en la Masonería especulativa. Esos manuscritos contienen sobre todo una historia legendaria de la fraternidad masónica, desde los orígenes míticos y antediluvianos hasta los propiamente históricos pasando por la construcción del Templo de Salomón.[5] En ellos aparece por tanto una verdadera genealogía espiritual donde los personajes humanos (la “cadena de unión” horizontal) están en permanente comunicación con los dioses y los poderes divinos (la “cadena de unión” vertical), lo que caracteriza por otro lado a toda cultura y civilización tradicional.

Escultura de Pitágoras en la catedral de Chartres

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En este sentido debemos decir que la historia es también una simbólica, un código de signos y hechos significativos a través de los cuales nuestros antepasados, de cualquier época y civilización, pudieron tener conocimiento de las realidades superiores. Cuando se toma así, la historia revela también la cosmogonía y se convierte en un soporte para acceder a lo suprahistórico y metafísico. Como decía un masón anónimo de hace un par de siglos, autor de Los verdaderos hijos de la luz: Nosotros no vivimos en el tiempo histórico, profano, sino en el tiempo sagrado. O como decía también el sabio taoísta Chuang-Tsu, citado por René Guénon en el prefacio de El Simbolismo de la Cruz: La misma verdad histórica sólo es sólida cuando deriva del Principio. Pero cuando ese Principio, que es el Gran Arquitecto del Universo, se ignora o se lo considera como una entelequia sin relación alguna con la vida y el destino del ser humano y las civilizaciones, entonces la propia historia, y en definitiva todas las cosas, se convierte en un mosaico de fragmentos dispersos y desordenados faltos de la auténtica unidad que proporciona el conocimiento metafísico y simbólico. Volviendo de nuevo a los constructores medievales, hemos de decir que lo que éstos hicieron fue “adaptar” las formas de una tradición de origen milenario a otra de reciente cuño: el cristianismo, lo que no fue muy difícil debido a que el propio cristianismo había “absorbido” ya muchas cosas de las civilizaciones y corrientes esotéricas anteriormente nombradas, sobre todo a través de los primeros Padres de la Iglesia, algunos de los cuales, como Dionisio Areopagita, Orígenes, Clemente de Alejandría y San Agustín, lograron la síntesis entre la espiritualidad cristiana y la tradición de Hermes, Pitágoras y Platón, sín29


tesis de la que surgirían las ideas de que se valdrán más tarde los arquitectos medievales, plasmándolas primeramente en el románico (llamado así porque estaba inspirado directamente de los Collegia fabrorum romanos), y posteriormente en el gótico. En este contexto no deberíamos olvidarnos de Boecio, uno de los últimos representantes de la Academia Platónica de Atenas allá por los siglos V y VI, y a la que habían pertenecido los más ilustres neoplatónicos (Proclo a la cabeza) de los primeros siglos de nuestra era. La contribución más importante de Boecio, autor de La Consolación de la Filosofía, fueron sus estudios sobre astronomía, geometría, aritmética y música, es decir las ciencias y artes del Número, la Medida, la Armonía y el Ritmo, esenciales en la arquitectura y el simbolismo constructivo. Todo esto fue recibido por los filósofos medievales llamados a ser los auténticos continuadores de ese Saber, difundido a través de sus obras y de las distintas escuelas que fundaron por toda Europa (Chartres y Oxford entre las más destacadas), y en las que era muy importante el estudio del Timeo de Platón, que es por cierto su libro más pitagórico, y donde se describe la Organización del Cosmos en base a principios de orden numérico y geométrico, los que cohesionan y fundamentan el discurso creacional en cualquiera de sus manifestaciones. De ahí, precisamente, se extrajo la imagen del Dios creador, del Ordenador del Mundo, revestido con los atributos de un arquitecto, con el compás en la mano trazando los límites del cosmos, como podemos ver en tantos grabados de la época. Cuando más arriba comentamos que los Collegia fabrorum romanos se cristianizaron[6] queríamos decir que asumieron la herencia cristiana, o para ser más precisos: la herencia judeocristiana, pues la civilización medieval es fundamentalmente judeocristiana, y los gremios de constructores no fueron ajenos a esa realidad, hasta el punto de que las catedrales y otras edificaciones se construyeron teniendo su modelo simbólico en el Templo de Jerusalén, o de Salomón, hecho éste que podemos considerar como crucial en la historia posterior de la Masonería y en general del esoterismo occidental. En efecto, los constructores medievales al tomar el Templo de Salomón como su modelo 30


simbólico se convirtieron también en los herederos de los constructores que edificaron aquel Templo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cuando hablamos de modelo simbólico en este caso no nos estamos refiriendo propiamente a la forma arquitectónica como el elemento principal de esa herencia, pues sólo hay que consultar los pasajes bíblicos donde se habla de la construcción del Templo de Salomón para darse cuenta que existen diferencias substanciales entre éste y el templo cristiano.[7] Nos referimos más bien a que los constructores cristianos, es decir los masones medievales, se sentían en verdad herederos de un “modelo espiritual”, es decir de la “idea” misma que inspiró igualmente a Salomón y que éste transmitió a los constructores del Templo, y en este sentido la forma en que dicha idea fuese manifestada no era lo realmente importante. Ese “modelo espiritual” no es otro que la “Jerusalén Celeste”, o sea la Ciudad Mítica, que ya describieron el profeta Ezequiel y posteriormente San Juan en el Apocalipsis, cuyo origen es en esencia atemporal y enlaza directamente con una genealogía espiritual (los antepasados míticos e históricos, habitantes del “Oriente Eterno”) que supera a la una tradición específica (como pudiera ser en este caso la judeocristiana o la masónica), remontándose al origen mismo de la humanidad. Ni qué decir que ese “modelo celeste” es el que recibieron también los constructores renacentistas, los que “renovaron” la arquitectura occidental integrando dentro de ella las formas clásicas de la arquitectura grecolatina. En este sentido, hemos de recordar que todas las civilizaciones tradicionales han nacido y se han desarrollado de acuerdo a la idea de un origen celeste y sagrado de su cultura, idea permanentemente reiterada por sus símbolos cosmogónicos y metafísicos, sus ritos y sus mitos. Dice a este respecto Federico González: La ciudad celeste es un espacio distinto, un país que coexiste con el nuestro, una patria de cuerpo espiritual en donde habitan los dioses, y los difuntos. (...) Lo que la ciudad celeste es al símbolo espacial, las genealogías, o los antepasados, lo son al temporal, y ambas confluyen para cimentar la realidad y la 31


El Anciano de los Días como Gran Arquitecto del Universo. W. Blake.

vida tribal. Coexisten en el mundo de las Ideas platónico y conforman el arquetipo. (...) Casi todas las tradiciones han sentido que son heredadas en esta tierra de aquella ciudad del cielo y descendientes de sus moradores, y de allí que hayan pensado invariablemente que su patria constituía el centro del mundo; o 32


sea, un lugar especialmente ‘cosmizado’, en donde las energías del cielo y la tierra, de los vivos y los muertos, se conjugaban permitiendo el desarrollo de la vida y de esa comunidad en el tiempo. (...) Los grandes mitos y leyendas se refieren siempre a los génesis cosmogónicos mediante los cuales se explica la existencia y se encuentra un orden y un sentido en la inestabilidad del devenir. La cosmogonía es siempre actual, al igual que el tiempo, y se regenera continuamente; en la eternidad del presente, el pasado y el futuro son abolidos. La ciudad celeste y los antepasados son aquí y ahora, y el hombre un vínculo permanente entre dos realidades, o mundos. Por la reiteración ritual del mito ancestral y por medio de los símbolos que lo revelan se puede efectuar el pasaje de lo conocido a lo desconocido. Ese es el propósito de toda enseñanza y la razón de los secretos del oficio.[8] No podría explicarse mejor la concepción del mundo de una sociedad tradicional, por muy arcaica y “primitiva” que ésta fuese, o tal vez por ello, puesto que lo antiguo y lo arcaico no debe confundirse con lo viejo y lo caduco sino que más bien se relaciona con todo aquello que es perenne y que refleja las ideas o arquetipos universales (...) En este sentido lo antiguo es perfectamente actual.[9] Y si ese centro del mundo de que se habla más arriba lo extrapolamos a la época medieval, y posteriormente a la renacentista, vemos que éste, en efecto, no es otro que el propio Templo de Salomón y como decimos es precisamente la Idea que promueve esa Ciudad la que impulsa realmente a los constructores a cumplir con su oficio, dejando la huella de su Arte y su Ciencia grabada en la piedra de la catedral románica y gótica, y por tanto plasmando en ellas una cosmogonía tejida de relaciones permanentes entre el mundo natural y el sobrenatural, entre el mundo físico y el metafísico, siendo el símbolo el intermediario entre ambos y el que hace posible su unión en la mente y el corazón del hombre. 33


Allí, grabados en los muros, en las columnas, capiteles, tímpanos y bóvedas, vemos representados a los tres reinos de la naturaleza: el mineral, el vegetal y el animal, lo mismo que el mundo del hombre y el plano intermediario, poblado de seres fabulosos, dioses y héroes, y que comprende también los diversos cielos planetarios y el zodíaco, rematándose todo ello con las jerarquías y potestades angélicas que circundan el trono donde mora la Deidad, el Pantocrátor, el Señor del Mundo. En verdad la obra del arquitecto medieval es un libro de imágenes y símbolos herméticos que nos muestran la estructura del Cosmos y los diversos planos o niveles de que se compone, de los más densos y groseros hasta los más sutiles, los que viven igualmente en el hombre, por lo que éste siempre tiene la oportunidad de acceder a ellos y conocerlos en sí mismo, lo que es igual a la identificación con el Ser Universal o Gran Arquitecto del Cielo y de la Tierra. Por eso mismo entre los antiguos constructores (y no nos referimos tan sólo a los occidentales, sino a los de todas las civilizaciones), que estaban inmersos en un “cosmos sacralizado”, el proceso de la edificación, la ejecución de la obra, adquiría un carácter esencialmente ritual. Esto es obvio en los templos y recintos sagrados, aunque ese carácter se extendía también a la vivienda, en donde lo práctico se combinaba perfectamente con su significación simbólica, pues lejos de estar pensadas como “máquinas de habitar” (como pretendía Le Corbusier, uno de los padres de la arquitectura moderna), su estructura tenía siempre una significación cósmica, exactamente igual que los templos, que a este respecto poco se diferenciaban de las viviendas.[10] En efecto, según la concepción de los antiguos constructores todo el edificio, ya fuese casa o templo, debía representar al Cosmos en su totalidad, o sea con los diferentes mundos que lo integran: el mundo terrestre, el mundo intermediario y el mundo celeste, de tal manera que era verdaderamente una imagen simbólica realizada “según el orden” establecido por el Arquitecto Supremo, también llamado “Espíritu de la Construcción Universal”. 34


Esos mismos constructores conocían perfectamente la estructura cósmica y otorgaban un enorme valor a las ciencias y artes que la revelan, entre las que destaca la Geometría, la “ciencia de la medida”, a la que no hay que entender tan sólo en su aspecto cuantitativo sino sobre todo cualitativo, que es el que está especialmente ligado al simbolismo de la “luz”, pues mediante sus rayos luminosos mide la totalidad del espacio realizado, y, al mismo tiempo que las ilumina, manifiesta las cosas que contiene, de ahí que la luz se haya tomado siempre como un símbolo del acto cosmogónico por excelencia. Recordemos, sin ir más lejos, el Fiat Lux del Génesis. En este sentido el proceso de la construcción sigue las pautas marcadas por el Dios Arquitecto, o Dios Geómetra, en la elaboración del Plan Cósmico surgido de su Pensamiento y manifestado mediante su Inteligencia (la que todo lo hizo en “medida, número y peso” según el versículo bíblico), que es justamente la que el constructor humano ha de encarnar e imitar en su obra. Y ambos, el proceso de la construcción y el de la creación del Mundo, se ven reflejados en el proceso alquímico de transmutación que el hombre realiza consigo mismo, por lo que la Geometría sagrada expresa verdaderamente esas pautas, leyes y principios que constituyen la guía intelectual que ordena el devenir de ese proceso interior, que necesita previamente de una “materia prima” en la que se pueda “obrar” o “trabajar”, “materia” que actualiza todas sus posibilidades gracias a la presencia constante del fuego sutil del amor y la pasión por el Conocimiento.

Notas [1] Para todo cuanto se refiere a los orígenes de la Tradición Hermética y el desarrollo e influencia de sus ideas en la cultura de Occidente hasta nuestros días, ver Hermetismo y Masonería, de Federico González. [2] Sobre esto ver “El Simbolismo Astronómico en la Arquitectura del Cercano Oriente” de Adrian Snodgrass, en la página “Antología de Textos Herméticos” de la revista Symbolos telemática. [3] Este templo estelar prehistórico es en realidad un inmenso zodíaco cuyas figuras estaban en cierto modo predeterminadas ya por la topografía y la

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orografía del lugar. Y quienes acabaron de completarlas debían poseer desde luego conocimientos del arte de la geometría, lo cual para René Guénon es un indicio claro de que la tradición que poseía esos conocimientos “se ha continuado en lo que llegó a ser luego la tradición masónica”. (“La Tierra del Sol”, cap. XII de Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada). [4] En otros manuscritos se dice que el mismo Euclides fue discípulo de Abraham, lo cual constituye un verdadero anacronismo pues Abraham vivió aproximadamente dos mil años antes que Euclides. Pero teniendo en cuenta que las leyendas relatadas en los “Antiguos Deberes” tratan de historia sagrada y mítica, lo que en verdad se quiere significar con esta leyenda es que Euclides (o sea la Masonería) fue el discípulo que recibió el saber que el Patriarca encarnaba: el de la tradición hebrea, entroncada con las antiguas civilizaciones mesopotámicas (contemporáneas de Egipto), pues Abraham era oriundo de la ciudad caldea de Ur. Sobre la relación de Euclides con Abraham ver Denys Roman: René Guénon et les destins de la Franc-Maçonnerie, cap XII. [5] De la Masonería medieval en el continente debemos destacar especialmente las cofradías y guildas de Francia y los países germánicos. En estos últimos las guildas estaban agrupadas bajo el nombre de “Federación de Logias del Santo Imperio”, conocida como la Bauhütte, cuyos centros principales se encontraban en Estrasburgo, Colonia, Ratisbona, Viena y Berna. De esas logias salieron, por ejemplo, “Los Estatutos de Ratisbona”, “Las Constituciones de los Masones de Estrasburgo”, etc. Sin embargo, las leyendas que aluden a la historia mítica y tradicional de la Masonería tan sólo se encuentran en los Old Charges ingleses y escoceses. Ver aquí mismo la Introducción a la II parte. [6] Aquí debemos detenernos un momento para decir algunas palabras sobre una de las cofradías de constructores más importantes que descendían directamente de los Collegia romanos: nos referimos a los “Maestros Comacinos”, así llamados porque eran originarios de la región del lago de Como, y también de Lugano y Mayor, en el norte de Italia, de donde se expandieron a toda Europa a partir sobre todo de que fueran llamados por Carlomagno en el 805 para construir la basílica de Aix-La-Chapelle (aunque hemos de decir que ya anteriormente, siglo VII, habían estado en Inglaterra, lo cual confirmaría sin duda alguna lo que dicen las leyendas masónicas sobre la llegada a las islas británicas de constructores continentales, como recordábamos más arriba). Era un momento crucial en la historia de Europa, pues recién había sido creado por Carlomagno el Sacro Imperio Romano, el cual iba a ser el

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germen de la Cristiandad medieval, la que conocería su esplendor durante los siglos XI, XII y XIII. Se iniciaba un nuevo ciclo histórico, y los maestros comacinos fueron los que sembraron la tierra europea de construcciones sagradas y civiles, y debido a su asentamiento en los territorios donde edificaban y por su contacto con las tradiciones locales, con las que se fundieron, poco a poco se fueron creando las nuevas cofradías de constructores, las guildas o “asociaciones libres de masones”, ya completamente integradas en la Cristiandad. Asimismo, no deja de ser significativo para el tema que nos ocupa que maestros comacinos y normandos viajaran a Palestina durante las primeras cruzadas y allí aprendieran determinadas técnicas que incorporaron a su arquitectura, de la que saldría el arco agudo o gótico. Decir, en fin, que el símbolo de los maestros comacinos era el compás abierto con una rosa en su interior. [7] En este sentido hay que recordar que los Collegia fabrorum, como herederos del simbolismo pitagórico, también transmitieron a la Edad Media, a través de los maestros comacinos, la forma de la basílica romana, lo cual resulta muy evidente en la arquitectura del románico. En realidad, en cuento a su estructura fundamental el templo cristiano vendría a ser una síntesis de distintas formas arquitectónicas, incluida la del Templo de Salomón en lo que se refiere concretamente a la disposición rectangular de la nave principal, y a la división de la misma en dos partes bien definidas señaladas por las gradas que delimitan el espacio donde se halla el altar del resto de la nave hasta la puerta, y que se corresponden respectivamente con lo que en el Templo de Salomón era el Debir y el Hekal. Precisamente esta misma división se encuentra en la Logia masónica, con el añadido de que en ésta el llamado “pórtico de la entrada”, sostenido por las columnas J. y B., se corresponde con lo que en el Templo de Salomón era el Ulam, especie de umbral que separaba lo que era el interior del templo del exterior del mismo. Ver René Guénon “El Simbolismo de la Cúpula”, en Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada. [8] Federico González: El Simbolismo Precolombino. Cosmovisión de las Culturas Arcaicas, cap. XVIII. [9] Federico González y colaboradores, Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha, en Symbolos Nº 25-26, p. 334. [10] Recordemos en este sentido que en esas civilizaciones el hogar de la casa equivale a lo que representa el altar en el templo: un lugar “central” ligado siempre a la idea de sacrificio y ofrenda a la deidad.

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Tomado de: Blog Francisco Ariza, Tradición hermética, Masonería, Ciclología, Metafisica de la Historia: https://www.franciscoariza. com/?fbclid=IwAR1ZKtoljrnd7wDHk5x3X-KYencUrGHIeBnvgHbOe7ISf53AcQBKQXRf5iM#textos visitado el 27-05-2020 a las 18:21 horas de Perú. LA TRADICIÓN MASÓNICA: https://www.franciscoariza.com/libroTradmas/tradicion_masonica_indice.html visitado el 27-052020 a las 18:23 hora de Perú.

Invitacion. Esta página Web que ahora presento estará en “permanente construcción” por la propia dinámica de la misma, pues a los trabajos publicados a lo largo de los años, y que en ella se recogen, se irán agregando los que vayan apareciendo en las distintas plataformas digitales (facebook, blogs y vídeos) que están a mi cuidado, o que dirijo junto a Mª Ángeles Díaz. Quiero manifestar igualmente mi agradecimiento a José Manuel Río por su inestimable ayuda técnica en la creación de esta página, y con el que me une una larga amistad desde que a finales de los años setenta recibimos la Enseñanza metafísica directamente de Federico González.

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Las Constituciones de Anderson en el Levante español Víctor Guerra García.

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Ni en sus mejores tardes neblinosas de la city londinense, el pastor Anderson hubiera soñado que “sus” famosas The Constitutions of Freemasons, podían tener tanta repercusión después de tantos siglos. Obra que le trajo bastantes problemas y quebraderos de cabeza al pobre J. Anderson, pese al peso que hoy se le otorga en base a distintos puntos sometidos a un debate permanente, en su momento (siglo XVIII, dicho texto no tuvo un peso excesivo, en parte porque la Gran Logia de Londres no las sancionó como propias, dado que «no reflejaban el valor colectivo de la Gran Logia», y pese a ser revisadas por catorce consejeros, estas no pasaron por el Nihil Obstat de la Gran Logia, aunque según Anderson fueron aprobada pero con alguna enmienda, tal y como nos expone Pierre Mereaux. Les Constitutions d´Anderson.Vérité ou Imposture. Éditions du Rocher. 1995. Pág 232-282. Aunque para liarla más, se puede decir que en realidad las Constituciones de Anderson de 1723, tampoco parecen ser propiedad de la Gran Logia. El texto que se lee en la página del título de la obra, deja bien claro que los editores y titulares de los derechos de autor, eran John Senex y John Hooke. Anderson, en ese momento trabajaba con Hooke en la traducción de Conversations in the Realms of the House of the Dead de David Fassmann, y recibía su pago por parte de Hooke y Senex, bajo la forma de pago por página (copy money), es de suponer que por el volumen completo de las Constituciones habrá sucedió algo parecido. Así que por mucho que Anderson hubiera reclamado a la Gran Logia, la edición de 1723, esta no era propiedad suya, ni parece ser que tampoco de la Gran Logia, sino de los editores. D. Stevenson en la entrada en el Diccionario Prosopográfico del mundo masónico de las Luces, nos indica que Anderson no figura como autor, y que la «aprobación» fue efectuada por los oficiales de veinte logias entre los que se encontraba Anderson, que se le cita como autor en el interior del texto. 40


Cuatro grandes referencias intelectuales y estudiosos han trabajado sobre las Constituciones de Anderson: · Pierre Mereaux. Les Constitutions d´Anderson.Vérité ou Imposture. Éditions du Rocher. 1995. · Maurice Paillard. The English and French Masonic Constitutions.1938 · Daniel Ligou. Anderson Constitutions. Edimaf.2002 · Andre Kervella. James Anderson Imposteur. ? Pierre Philosophale.2018 En su momento yo mismo, publiqué varios artículos: -Las constituciones de Anderson algo más que una querella (I): https://www.ritofrances.net/2009/11/las-constituciones-de-anderson-algo-mas.html -Las constituciones de Anderson algo más que una querella (II): https://www.ritofrances.net/2009/11/las-constituciones-de-anderson-algo-mas_18.html -Las constituciones de Anderson algo más que una querella (IIII): https://www.ritofrances.net/2009/11/las-constituciones-de-anderson-algo-mas_28.html · Esto viene a cuento, de la pequeña obra que se publicado por parte de la Universidad de Alicante, titulada Las Constituciones de Anderson, y que firman como introductores al texto: José María Canales Aliende, como catedrático de Ciencia Política y de la Administración, y director del Observatorio Lucentino de Administración y Políticas Públicas, y Rafael Luis García Messeguer, como miembro de la Sociedad Benéfica Constante Alona, y reconocido francmasón del Gran Oriente de Francia (GOdF). Obra atrevida en estos precisos momentos que está en solfa, las posibles tergiversaciones que se hayan podido producir, debido a las malas traducciones del inglés al francés, y que en parte fue lo que llevó a Mereaux, y Ligou, a sus aportaciones 41


en texto bilingüe para despejar algunas incógnitas, sobre estos textos y algunos más incide André Kervella, y que serán piezas imprescindibles si se quiere abordar el controvertido tema de Anderson y sus Constituciones. La versión que plasman en el texto editado es la de Federico Climent Terrer, y publicada en el Museo Virtual de la Historia de la Masonería (UNED, dicho traductor muy ligado a la teosofía que formaba parte de los llamados Jovenes Idealistas , surgido de los Grupos Rama de Barcelona, siendo un activo traductor de masones teósofos como Annie Besant, o Leadbeater. Federico Climent Terrer y Ramón Maynadé crearon el Instituto de Educación Integral y Armónica en 1912 y, en 1926, y la Sección Española de la Fraternidad Internacional de la Educación (vertiente española del Trust Teosófico de la Educación inspirado por Annie Besant y bajo la dirección de la teósofa británica Beatriz Ensor) y la Escuela Internacional Nueva “Damón. Una nueva aportación al acervo de las Constituciones en Castellano, cuya última pieza fue la edición de un facsímil de la edición de 1936 que se publicó como Las Constitución de 1723, proyectada por J. Anderson también traducida por Climent, cuya introducción se la debemos a Pere Sánchez Ferré, que ya adelanta en su trabajo publicado en la editorial Alta Fulla, que Climent Ferré se había dejado llevar por sus tendencias teosóficas a la hora de traducir el texto andersoniano Es evidente que no estamos ante unas introducciones de primera talla en cuanto a que estén dedicadas a lidiar con el texto de Climent, o a entrar en grandes controversias masonólogicas, sino más bien textos introductorios dignos, didácticos y simples. Lo cual a veces se agradece enormemente. Tal vez queriendo sacar un par de puntas a los textos introductorios, indicar al contrario de lo que expone Canales Aliende, parafraseando a Benimeli, yo creo que la masonería española si 42


tuvo vocación política, tanto como masones individuales, como institución, y para ello no hay nada más que ir a las intervenciones de las logias y los organismos masónicos españoles en cuanto a la realidad política y social española, el mismo Ferre Benimeli, tiene un librito donde recoge parte de las distintas posiciones por parte del GOE. Otra cosa es que esa vocación no tenga los parangones que se dieron en Francia en el siglo XIX y XX, pero en la medida de lo que era, en calidad y en cuantidad, la masonería española tuvo vocación política. Aunque no dudo que son conceptos muy ambivalentes y poliédricos. Por otro lado, Rafa G. Meseguer aporta un dato extraño, que James Anderson no había sido, más que iniciado, yo diría «recibido» como masón hasta 1738, y digo que extraño, porque en 1723 porque en esa fecha Desaguliers deviene en Gran Maestro Adjunto y Anderson en uno de los Grandes Vigilantes, después de una importante querella entre Torys y Whig. Y tampoco André Kervella en su temático libro sobre James Anderson, comenta nada al respecto, más allá de haber recibido la Mot du Maçón de su padre, traída desde la Logia de Aberdeen. En fin, no es fácil contar con bibliografía extranjera, y la nacional ya se sabe y con eso los autores han tenido que lidiar. En todo caso contamos con una nueva publicación sobre las famosas Constituciones de Anderson, proveniente desde el Levante español. Tomado de: https://www.victorguerra.net/2019/04/las-constituciones-de-anderson-en-el.html visitado el 27-05-2020 a las 16:55 hora de Perú. 43


LAS CONSTITUCIONES DE ANDERSON ALGO MÁS QUE UNA QUERELLA (I) Víctor Guerra García. 44


La “Querella entre los Modernos y los Antiguos” Es toda una asignatura pendiente en España, y lo cierto es que nunca acabé de entender del porqué de ese olvido, cuando en realidad explica buena parte de nuestra historia como masones, e ignoro las razones por las cuales el debate no ha tenido eco en nuestro suelo patrio, aunque barrunto que por un lado ha funcionado la barrera de los Pirineos y por otro da la sensación de que se ha querido huir de las reflexiones conceptuales filosóficas e historicistas, que no parecen muy al uso en la tradición española, aunque se debe apuntar una excepción la Revista Latomia y la postura de su director el asturiano Pedro González Blanco, de ir preguntándose diversas cuestiones de cariz masónico y sus raíces y verosimilitud; lo que nos viene a demostrar la poca preocupación, aun hoy, al respecto de cuestiones que pudiéramos calificar como temas historicistas masónicos. No puedo negar que me queda la duda, y más cuando estamos en pleno siglo XXI, y tenemos un acceso casi universal a la cultura y manejamos lenguas, que este tema de la “Querella entre Antiguos y Modernos”y la propia historia y sus actores, y un libro tenido como capital The Constitutions of the s Franc-Masons, o sea las llamadas Constituciones de Anderson, todo ello sigue quedando enterrado en el lado oscuro de nuestra historia, esa historia que no escribimos, pero que tampoco parece preocuparnos por qué no se escriba o se conozca, o nos la den como edulcorada. Es verdad que en parte seguimos ajenos a nuestra propia historia y aceptamos tópicos en virtud de ser la común expresión de las Obediencias y de algunos popes, sin embargo habría que hacerse la siguiente pregunta: ¿Dónde está la historia heterodoxa de la masonería? Me asombraba hace poco sobre la propuesta que se hacía en la ciudad francesa de Blois, donde una serie de masones planteaban una importante modificación de los Rituales, desde la 45


perspectiva filosófica del racionalismo, lo cual en algunos círculos no se encaja demasiado bien todas las apoyaturas que exponen los rituales para construir su discurso en el cual están muy presentes las leyendas sagradas que pueblan buena parte de nuestros rituales, que si bien es cierto que en los Rituales de Rito Francés aparecen en menor medida que en el REAA, y menos en los tres primeros grados, luego en los Altos Grados la presencia es casi omnipotente , háblese del rito que hable. Personalmente me extraña que hombres que estamos sujetos al espíritu crítico como hijos de la razón que somos, no se hagan estas mismas preguntas, ni cuestionen determinadas tesis o propuestas historiográficas que a un simple Maestro Masón de provincias , como el que esto escribe pues le hacen removerse en la silla. Puede parecer que el juego que nos traemos tanto mi Hermano y amigo y hermano Joaquín Villalta con su blog Racó de Llum, y yo mismo con estos escritos, y el trabajo que impulsamos desde el Circulo de Estudios de Rito Francés Roettiers de Montaleau, a favor no solo del conocimiento de un rito ,sino también de la evolución de los trabajos masonológicos se considere como puro trasteo con las columnas en logia, o en un obsesivo cambio de cromos con respecto a las denominaciones logiales, que se remacha cuando se dice que queremos exaltar o reavivar una polémica para separar, y no para unir lo disperso, ignorando que detrás de todo este trabajo, tanto de uno como del otro, hay una revisión crítica de sobre nuestra propia historia y nuestro propio trabajo como masones. Ante tanta ignorancia como parece haber en masonería, donde nos tragamos las hostias del tamaño que nos las sirvan lo cual hacen tanto historiadores, como masonólogos, propios o externos, ignorando o no queriendo saber que a veces determinadas tesis responden a intereses creados de unos y otros dando la espalda a aquellas cuestiones que explican el estado 46


de la situación actual, y una de esas cuestiones como no podía ser menos es la citada “Querella” y las interpretaciones, cuando no las modificaciones interesadas de la Constituciones que vinieron de perlas para asentar las bases de la existencia del GODF y la GLUI y el porqué de sus antagonismos. No nos podemos conformar como Hijos de la Razón que nos consideramos con masticar tópicos, o medias mentiras o verdades dichas a medias, y traspasarlas sin inmutarnos en logia, cooperando a construir una historia fantasiosa, y llenas de chimes que hieren la razón., y por tanto no podemos seguir sin colocar algunos textos y leyendas en el crisol crítico de la razón, y negarnos a concluir que Adán y el bisoño Noé nada tienen que ver con la Masonería por más que su presencia sea alegórica-simbólica. Ese es mi empeño desde hace años, y se inserta en una lección agustiniana tan simple como “ver y comprobar”, y demostrar no por lo que diga uno mismo, sino mediante la aportación de trabajos de eruditos y estudiosos, hasta qué punto nos hemos creado una historia “rosa” de la masonería, en la cual algunas cosas rechinan, y otras nos dan bastantes quebraderos de cabeza, cuando su realidad esencialista vista o analizada desde perspectivas críticas colaboran a despejar bastantes cuestiones que nos complican la vida. No hace muchas horas llegaba a la mesa de un editor un trabajo que verá la luz no tardando mucho sobre Ritos Masónicos, y que concluí que era un trabajo respetable como así también lo entendió el editor, pero estaba basado en teorías cuasi tópicas de hace 50años , las cuales hoy no se sujetan a la luz del conocimiento histórico tenemos , por más que el personal diga amén, salvo que queramos seguir alimentando tópicos y la historia a medida de a cada cual, hoy se siguen escribiendo esas cosas. 47


Esto sí que deseo ponerlo en evidencia, no son teorías del que suscribe, o de los posible enemigos de la Orden como algunos nos condenan, son trabajos de investigación de Hermanos con espíritu crítico que han estado o están en una u otra Obediencia “dogmática o adogmática” da igual, pero que en todo caso han tenido la valentía de mirar a la historia cara a cara y poner en solfa algunas de las cuestiones que han llamado su atención, entre los que hay que citar por ejemplo de historiadores ingleses Knopp y Ward y luego franceses Ligou, Porset, Dachez, Negrier.. etc. sin olvidar a investigadores no masones como Stewenson que aporta nuevos datos para esa revisión metodológica e histórica Es todo un trabajo de revisión histórica de la masonería que están rescatando con valentía masones y no masones, lo cual tuvo sus comienzos allá por la década de los 1950 y 1960, cuyo movimiento se generó desde las mismas filas de la GLUI, algunos de sus integrantes tras un atento y largo estudio de documentos comenzaron a poner en cuestión algunos de los tópicos históricos que manejamos en masonería y que por ejemplo dieron lugar al libro de Roger Dachez de la “Masonería Inventada” Por tanto hay que decir que la “Querella” nace de una distorsión histórica que se articuló para conformar y conformarse con el stablisment político religioso dadas las guerras de religión que mediaban en esos momentos, es un tema largo y complejo, que además yo mismo tendría problemas en describir, pero que deja muy patentes e relatadas de forma documental, y lo hace alguien tan poco sospechoso de herejía masónica como Patrick Negrier, que nos viene a demostrar cómo todo ello incide en los rituales y como no en los desarrollos logiales; personalmente recomiendo algunos de sus libros en los cuales incide, una y otra vez en las temáticas de la ofensiva del anglicanismo, frente a otras corrientes religiosas protestantes que pugnaban en esos momentos en las logias y en el ambiente general de Inglaterra y que dan pies ciertos cambios y corrientes que se observan 48


luego en las logias y de las cuales somos herederos. Varias de las figuras que siempre me llamaron la atención fue las de Anderson y Desaguliers y sus membresías clericales, y más si cabe la figura tan agigantada de Anderson, al menos a la vista de un aprendiz masón como el que esto escribe, era por tanto una figura extraña ya que se iba tornando huidiza cuando se le buscaba por los textos españoles, en los cuales se le pinta de forma tópica y generalista si se aceptan a pies juntillas sus propuestas metodologías y legislativas como el catecismo ontológico de la masonería, sin embargo cuando se manejan fuentes francesas e inglesas como referencia, uno empieza a darse cuenta de que hay muchos claros y oscuros, no solo en las figuras de los promotores de las Constituciones de los francmasones, sino en el mismo texto andorsiano. En ese sentido conocer la figura del Pastor Anderson es fundamental ya que fue una de las manos ejecutora, al menos de una parte de las Constituciones, tal vez la menos importante y la que nos ha metido en todo un patatal genealógico, aunque pese a ello su nombre ha bautizado el texto como las Constituciones de Anderson. Su nombre, al menos en la literatura española masónica, es “intocable” y que es como atacar al padre fundador… En contraposición con esta postura de no cuestionar cosas que nos atañen, como es la figura de Anderson” contrastan vivamente que se da en otros ámbitos masónicos, a este respecto conviene no olvidar de que en 1905 un reputado miembro de la “Quator Coronati” Ch. Crawley comentaba que “a lo largo de todo el volumen de Anderson, este era muy denso, oscuro y desesperadamente estúpido”; de esta guisa se expresan R.F. Gould; H. Sadler; W. Begemann, este último por ejemplo acusa a Anderson de “falsear deliberadamente los orígenes y no ser fiel a las versiones originales”; el propio Wirth hace una demoledora descalificación de Anderson y hasta critica a la Gran Logia de Londres por haber dejado en manos de Anderson su prestigio con 49


semejante obra; Lewis Edwars, también miembro de la “Quator Coronati” pone en evidencia los oscuros orígenes masónicos de Anderson, deja claro su interés de cara a la Orden, “ siempre subordinado a sus propias motivaciones y gloria y ambición”. El Pastor Anderson para dar complacencia a los nobles y a la aristocracia inglesa y queriendo lucirse tras el encargo de Desaguliers, que para mí todavía es una incógnita de porqué Desaguliers medió o realizó ese encargo, de cuyas resulta le endosó a la Gran Logia de Londres, pasadas y pesadas herencias genealógicas, que además de ser pirateadas a otros colegas escritores, heraldistas y estudiosos históricos, hoy sirven para que nos pasen factura a otras corrientes masónicas, sin olvidar también que se las creído medio mundo y han jugado un papel importante a la hora de descalificar o de fijar criterios masónicos. De este modo tenemos un amplio repertorio de autores como Le Forestier D. Knoop,o Daniel Ligou, a los que se ha de sumar el listado ya comentado de autores críticos, aunque no debe olvidarse que será M. Paillar quien escriba en un trabajo interesante pero de muy difícil acceso “La francmaçónnerie et le GDAU,. destructeur de son ideal” quien abra toda una brecha en ese sentido de analizar la figura de Anderson y su obra. Se critica a Anderson por esa vieja costumbre de dar lustre y buscar orígenes nobles por aquello de hacernos dignos y hasta maravillosos, y si hasta me apuran hasta pudiéramos entenderlo y seria hasta perdonable si ello no contrajera otras conclusiones que distorsionan nuestra propia historia, y dan pie a diversas justificaciones como “regularidad, Tradición” etc. En este juego de noblezas heráldicas que introduce Anderson en las Constituciones Masónicas, yo no las calificaría de Anderson, que me parece un impostor ya que no sólo traiciona el concepto que deseaba imprimir Desaguliers, y la Royal Society del espíritu abierto que se planteaba con la opción de la religión 50


natural, como punto de partida para el encuentro del creyente, del agnóstico e incluso del ateo doctrinal, dejando al margen al ateo estúpido, tal como han venido trabajando en sus diferentes libros Patrick Negrier. Volviendo a mal llamadas Constituciones de Anderson, si las analizamos en conjunto y hacemos un estudio comparativo como lo hicieron Paillar o Mereaux o el propio Ligou, vemos que Anderson mete la mano en el cajón historiográfico de otros autores y “construye” una genealogía muy propia e interesante, pero para sus propios intereses permitiendo además que la Gran Logia de Inglaterra se reclamarse como la auténtica heredera de la “Tradición Masónica”[1]. Por colocar un ejemplo que nos ilustre, un prestigioso profesor e historiador además de reconocido masón, planteaba no hace mucho un tema sobre Masonería y tradición iniciática y tras un repaso por todas las tradiciones habidas y por haber,[muchas de tipo cristiano], planteaba lo siguiente “Las Constituciones de Anderson, que es el texto fundacional de la masonería moderna (ediciones de 1723 y 1738)afirman que Adán fue el primer masón y también lo fue Noé, quien construyó el Arca , según “los principios de la Geometría y las reglas de la Masonería” Moisés es llamado “Maestro Masón General “ y cerraba este texto con la referencia a las Constituciones de Anderson , publicadas en la editorial Alta Fulla en 1998. [2] Es evidente que el texto sirve de referencia “no tanto para hacernos tontos”, como dice el autor del artículo, pero sí para indicarnos que “las leyendas de los orígenes no pretendían historiar, sino instruir, conservar una Tradición y revelar ciertos misterios, puesto que se referían a una verdad y no a un hecho “. Como vemos la famosa genealogía que Anderson se saca de la manga, o mangándosela a otros, sirve a la “regularidad” para endosar a la masonería un cierto espíritu tradicionalista y cris51


tiano y hasta operativo que además va a contrastar fuertemente con la segunda parte de estas Constituciones las cuales e vienen de mano de Desaguliers: “las Obligaciones del Francmasón y los Reglamentos Generales” NOTAS. [1] No hay que confundir la Gran Logia de Inglaterra fundada en 1717 con la Gran Logia Unida de Inglaterra fundada en diciembre de 1813, con la fusión de Gran Logia de 1717 con la Gran Logia de 1751. [2] Hay que comentar que las Constituciones de Anderson publicadas en 1723 fueron conocidas por las primeras logias francesas por la intermediación de las logias de Países Bajos y Alemania, y traducidas del inglés por Jean Kuenen en 1741. Diputado Gran Maestro de las Logias regulares de Holanda. En 1746 habrá otra edición un tanto diferente. Y las ediciones de la Tierce no son una traducción, sino una adaptación de los textos andorsianos. Tomado de: Blog Rito Frances. LAS CONSTITUCIONES DE ANDERSON ALGO MÁS QUE UNA QUERELLA (I): https://www.ritofrances.net/2009/11/las-constituciones-de-anderson-algo-mas.html visitado el 27-05-2020 a las 17: 05 horas de Perú.

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LAS CONSTITUCIONES DE ANDERSON ALGO MÁS QUE UNA QUERELLA (II) Víctor Guerra García. 53


Como veíamos en el post anterior, la famosa genealogía que Anderson se saca de la manga, para adornar nuestra historia servirá a la “regularidad” como excusa para ahondar en ese cierto espíritu tradicionalista y cristiano y hasta operativo que nos muestra el abate Anderson, y a cuya tradición se empeña la propia “regularidad” en enraizarse y en reinterpretarla a su conveniencia pese a que los avances historiográficos nos están indicando que esa operatividad de las logias, o esa historia de la transición no fue tal. Además esa pretensión de la rama más ortodoxa de masonería va a contrastar vivamente con la segunda parte de estas Constituciones, llamadas de Anderson, “las Obligaciones del Francmasón y los Reglamentos Generales”, que no vienen de la mano de Anderson sino de Desaguliers. Es más, la codificación en la que se basa la “regularidad” de 1929 es la negación misma de las Obligaciones del Francmasón y los Reglamentos Generales, en los cuales queda nítidamente mostrado que se “aspira a establecer la fraternidad entre los hombres irrevocablemente ligados por la voluntad revelada de un Creador“ sin que por ello esa figura tuviera alguna esencia más allá de una “declaración de reconocimiento” basada en un espíritu ecuménico que describe Negrier en su libro “Eclecticismo Masónico”, donde nos expone que el paso del catolicismo al anglicanismo es como bastante insensible en los “Old Charges” mientras que el pasaje de ese anglicanismo imperante a la religión natural es como más evidente en las Constituciones; y es por ello que ese cambio, esa tensión que se halla en las Constituciones entre Operatividad y Ecumenismo debemos tenerla en cuenta porque será lo que condicione toda nuestra historia. Historia que arranca precisamente en el momento en que se escriben entre dos concepciones parecidas pero a la vez sibilinamente distanciadas las famosas Constituciones de Anderson dando origen de este modo a la llamada “Querella entre Antiguos y Modernos”. 54


Tensión que se va a dejar notar, no tanto en Inglaterra, sino cuando la masonería se traslade a Francia, ya que los masones franceses se plantean prometer y respectar los “Old Charges” pues entienden que son las prescripciones fundamentales de la Orden francmasónica, pero no ignoran que detrás también se esconde su esencialidad católica y anglicana, y se encuentran en cómo nos dice Marius Lepage “Ils conçues qu´on ne Pert en prende et en laissez. Il faut les prende en bloc ou les remeter en bloc”. A este respecto hay que apuntar también que la figura de Anderson y sus Constituciones, ha cobrado vida en Francia y más en estos últimos tiempos, ya que cuando se rastrea la bibliografía de estudiosos como Findel, Baylot, Buonarotti, Blanqui, Ragón, Magnan o Desmons no encontramos en sus escritos dicha figura, ni apenas si rastreamos citas o anotaciones importantes a dichas las Constituciones, y cuando se hacen vemos que se hacen de una forma referencial, como dice Daniel Ligou: “el interés que le ha concedido en el siglo XX la masonería francesa con relación a las Constituciones de Anderson es puramente ocasional”. Tal vez esa presencia esté más presente en España y posiblemente más relacionada con el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el cual parece más interesado en enraizarse con las cuestiones deístas y la operatividad y la tradición que manifiestan en alguna de sus partes las citadas Constituciones. Las Constituciones de los Francmasones ó las Constituciones de Anderson, y todos sus cambios. Estos textos legislativos fueron publicados para su uso de la Gran Logia de Londres, fundada precisamente en Londres en 1717, y bajos los auspicios fueron editados en 1723, 1738, 1756 en 1767 y 1774, que será la última que los publique la Gran Lo55


gia de los “Modernos”. Estas Constituciones constas de tres partes: 1ª sección histórica, una 2ª dedicada a la parte disciplinaria dividida en otras dos partes: las Obligaciones del Masón, y Reglamentos Generales de la Orden Masónica, y una 3ª dedicada al tema cancioneril. Esta división hay quien como Daniel Ligou, que la divide en 4 al contemplar como parte individual tanto las Obligaciones como los Reglamentos. Como tales textos hubo unas modificaciones en 1723 y en 1784, donde se cambia por ejemplo: una palabra en el artículo 1 línea 2; hubo otra a sustitución del grado de Maestro Masón, por Compañero Articulo IV párrafo 2 línea 2; y otro cambio fue el de “Maestro de una Logia regular por Compañero” Articulo IV, párrafo 2 línea 6, y así hasta totalizar unos seis cambios que podemos considerar menores en cuanto a que no incidían en la esencia. En la 2ª edición de las Constituciones (1738), Anderson aporta ciertas modificaciones a las “obligaciones de un francmasón”, que no serán aprobadas y que por tanto no aparecerán en las ediciones de 1756-1767 y 1784, pero será en 1815 en función de razones particulares cuando la Gran logia toma el título de Gran Logia Unida de Inglaterra y por tanto modifica substancialmente el primer capítulo de las Obligaciones para darle la forma religiosa que hoy conocemos, desapareciendo de este modo el espíritu de tolerancia que se quería que tuvieran los textos reguladores de 1723. De hecho nada nos indica, o nos sugiere en las originales Obligaciones de un Francmasón, ni en los Reglamentos Generales la obligación en una divinidad como fórmula para ser admitido en una logia, y es más en el original capítulo 1 dice: “El Masón está obligado por su “ternure” a obedecer la ley moral, y si debidamente comprende el Arte, el no será jamás ni un estúpido ateo, ni un “libertino” irreligioso”. 56


Pero es más las condiciones del artículo III, que Anderson confirma en 1738, de que no se niega la entrada en logia porque haya una no creencia, ya es bastante revelador, aunque sí observamos por ejemplo varias modificaciones con respecto al texto que se presentan de este modo en Las Obligaciones de un Francmasón (Extraídos de archivos de las logias de ultramar, de Inglaterra y Escocia e Irlanda y del uso de las logias de Londres) y cuyo capítulo 1º de 1723 se titula: Concerniente a Dios y la Religión, y se explaya de esta manera: “Pero aunque en tiempos antiguos los masones estaban obligados a pertenecer a la religión dominante en su país , cualquiera que fuere, se considera hoy mucho más convenciste obligarlos tan solo a profesar aquella religión que todo hombre acepta, dejando a cada un libre en su individuales opiniones es decir, que han de ser hombres probos y rectos, de honor y honradez, cualquiera que sea el credo denominación que los distinga” . En cambio en la edición de 1738 podemos observar que el titulo ya es distinto se le denomina Las antiguas Obligaciones de los Masones libres y Aceptados. En ese famoso artículo primero también se observa un cambio (que subrayo) 1. Obligación. Concerniente a Dios y la Religión: Un masón está obligado por su “ternure” (carácter) a observar la ley moral, en tanto que Noachita, [una religión anterior al antiguo testamento y de dimensión universal, celebrada por un Noé transfigurado en “ un padre de todos los pueblos”] en tanto que comprende “craft” (Cofradía) no será jamás un estúpido ateo ni un libertino irreligioso.. En los tiempos antiguos los masones cristianos se tenían que conforman con las costumbres cristianas de cada país en el que ellos trabajaban o viajaban. Mas la masonería existe en todas las naciones de religiones diversas… En 1844 se produce otro cambio importante y el texto masónico por excelencia ya vuelve a presentar otro cambio en tu titulación, ahora es: Constituciones de la Antigua Cofradía de 57


Masones Libres y Aceptados, conteniendo sus historias, obligaciones, reglamentos originalmente compilados por orden de la Gran Logia y extraídos de los antiguos archivos y tradiciones por James Anderson. El capítulo que estábamos tratando ahora se titula Constituciones de la Cofradía de los Masones Libres y Aceptados. V parte. Conteniendo las Antiguas Obligaciones y los Reglamentos Generales de la Cofradía y las Tablas Necesarias & Constitución de 1784. Antiguas Obligaciones Recogidas de las Antiguos Archivos, y vuelve a repetir al punto de partida de 1723 “El Masón está obligado por su “ternure” (carácter) a obedecer la ley moral, y sí debidamente comprende el Arte, no será jamás ni un estúpido ateo, ni un “libertino” irreligioso”. Como podemos ver hay toda una diferente interpretación de las Constituciones Masónicas originales que ya comienzan en la forma de titular los textos, y cuyas modificaciones nos están hablando de las diferencias conceptuales que estaban sosteniendo entre los “Antiguos y los Modernos”, las cuales finalmente se plasmaron pasando el tiempo en dos entes tan antagonistas como la Gran Logia Unida de Inglaterra y el Gran Oriente de Francia y que representan ese espíritu de los “antiguos y los modernos”. En este sentido el Gran Oriente se proclama heredero de las Constituciones de 1717 y 1723 ya que converge con ellas en que estima que para establecer una Humanidad de lazos fraternales entre todos los hombres, no se puede imponer ninguna creencia, estimando a su vez que la cualidad masónica no implica adhesión a un dogma determinado, a diferencia de lo que determina y enuncia la Gran Logia Unida de Inglaterra. Estaba claro que detrás de todos esos cambio, había por parte de los “antiguos” ganas enraizarse en la tradición operativa que as u vez preconizaba todo un lazo de convicciones más profun58


das como los condicionamientos políticos y religiosos y teológicos. La figura de Anderson en todo esto…? Habría que ir viendo cómo se desarrollan los lideratos en la Gran Logia de Londres y ver cuáles eran las tendencias político religiosas de cada momento, puesto que las reuniones trimestrales que tenían para ir definiendo el futuro marco legislativo había determinadas luchas que van a configurar ese marco del que vengo hablando de la famosa querella entre “Antiguos y Modernos” y que van en parte a representar Anderson y Desaguliers, los cuales no estarán en la portada de las Constituciones, ya que no eran dignatarios de la Orden, y en todo caso la figura de Anderson entrará en la historia masónica por el desarrollo de un conflicto entre los “gentleman” de los cuales Desaguliers que es su portavoz, y que contemplaba un desarrollo de la fraternidad en base a las “clases distinguidas”, frente al operativismo (tal vez más oportunista por temas religiosos) de Anderson que además se ve favorecido por el controvertido Duque de Warthon que en 1721 es quien elimina a dos dignatarios apara escoger a dos artesanos operativos y nombrarlos sus Grandes Vigilantes, lo cual viene a indicarnos la persistencia y profundidad del conflicto que se estaba dando. Las cosas cambian en 1723, puesto que la tendencia de Desaguliers se coloca en primer lugar colocando al conde Dalkeith que deviene en Gran Maestre, viéndose Warthon relegado a “cubrir el templo”; y aunque Daniel Ligou, plantea que el conflicto fue más personal que ideológico o religioso, no hay que olvidar todo el entramado que nos ha contado en varias ocasiones P. Negrier sobre la composición y mixtura político religiosa y los desarrollos que se dieron de forma posterior, a comentados a su vez por Roger Dachez, y Meraux, lo cual me lleva a pensar que la tesis de Daniel Ligou desarrollada en la década de los años 90, hoy poca solidez ya que hay aportaciones histo59


riográficas que vienen a demostrarnos que sí hubo detrás de la “Querella” y de las Constituciones algo más que desencuentros personales. El posterior ascenso del Conde Montagu hace que de nuevo Anderson cobre relieve y con él toda la vieja tradición de los “Antiguos Deberes” perdiendo pie el posible contrapeso de Desaguliers y más cuando ignoramos el rol que estaba jugando el defensor de la filosofía Natural, y portavoz de la Royal Society, en unos momentos en que el viejo Cristofer Wren dejaba paso a regañadientes a la nueva masonería.

La figura de Desaguliers ha estado siempre un tanto desdeñada en Inglaterra, pese a que le fue fiel a la masonería hasta su muerte en 1744. Y aunque personalmente siempre creí que había sido Desaguliers quien había encargado el trabajo de la redacción de las Constituciones a Andersón, resulta según cuenta 60


y documenta Daniel Ligou, que en la instalación del Conde de Montagu de septiembre de 1721 es éste el que le encarga al pastor Anderson la redacción del texto de los francmasones, en el cual intenta enlazar los “Antiguos Deberes” con las leyendas bíblicas en las que aparecen figuras como Adán o Zorobabel, eso sí mostradas sin llamativas heterodoxias y sin anacronismos y donde el “Templo” juega todo un papel culminante. Digamos que lo que hace Anderson es rebuscar en el viejo tronco de los “Old Charges” una rama nueva que viniera a redefinir esa nueva “operatividad” que propone emparentándola a su vez con los viejos Compañeros constructores de las catedrales. Pero no solo es literatura lo que estaba proponiendo Anderson, detrás de toda esa cáscara vieja de los Antiguos Deberes que estaba predicando se encontraba como el concepto de autoridad, (recuérdese las frases en las Constituciones sobre el Señor y servir al señor…) con ello estaba proponiendo de nuevo un fuerte control de la vida de las logias y por supuesto poder intervenir en los litigios; como deja claro el Manuscrito Cooke, y como reinterpreta Anderson con sabiduría en la aplicación del principio de la lealtad “apolítica de la Institución” a este respecto se debe tener en cuenta la gran presencia estuardista en las logias la cual además actuaba como una fuerza política, y por tanto, Anderson se plegó a todo ello adaptando las viejas obligaciones corporativas a la nieva situación, intentando a su vez realizar un síntesis entre dos exigencias operativas tradicionales pero desprovistas de sentido en la nueva realidad de 1723. Tomado de: LAS CONSTITUCIONES DE ANDERSON ALGO MÁS QUE UNA QUERELLA (II): https://www.ritofrances.net/2009/11/las-constituciones-de-anderson-algo-mas_18.html visitado el 27-05-2020 a las 17: 08 horas de Perú 61


LAS CONSTITuCIONES DE ANDERSON ALGO MÁS QuE uNA QuERELLA (III) Víctor Guerra García. 62


Lo cierto es que hay quien no parece entender nada a cerca de las diferencias conceptuales y filosóficas entre los Ritos, y plantean que hablar de esas diferencias, es establecer una especie de guerra ritual o de esencialidades. A este tenor hay que decir que la opinión sobre una supuesta segregación, o guerra ritual, nace de la ignorancia histórica y ritualista del Rito Francés y de otros Ritos, y de la propia historia de las Obediencias como el GODF, ya que no se han leído más que tópicos, y por supuesto ni siquiera ha abierto un libro al respecto, pero intentan dar lecciones de prudencia de justo equilibrio a la manera del Caid que exponía no hace mucho en el Blog Masonería Siglo XXI, pero ignorando todo lo que ha acontecido al respecto del Rito Francés, y no se trata de revanchismo, se trata de sacar a la palestra algo que ha estado sino oculto, si marginado por parte de los que siguen sin querer compartir mesa y mantel, ya que entienden que son los “príncipes” de toda esta historia, tal y como está sucediendo con algunos altos organismos de Altos Grados. Por tanto este espacio es un espacio de trabajo, de reflexión y de clarificación desde posturas modestas pero honestas, sin entrar en juegos oportunistas y de oportunidades, y me niego a que este espacio sea considerado como segregacionista en lo ritual, pero habrá que ir dando al César lo que es del César, y siguiendo con esa labor y empeño expongo la tercera parte del trabajo. En una Inglaterra impregnada de luchas intestinas entre el catolicismo y las distintas ramas protestantes, entre los masones operativos que ven decaer su oficio y la nueva presencia de los llamados masones especulativos, es el escenario o el contexto en que nace la Gran Logia de Londres, y las Constituciones de Anderson los cuales intentan aunar dos mundos, por un lado los “Antiguos Deberes” que estaban presentes en los viejos gremios operativos con su constante referencia al dios de los cristianos , y por otro lado los nuevos adeptos los masones especulativos los cuales apuestan por una nueva apertura sin precedente que pregona una religión universal y como tal propone esa “religión 63


y moral natural” como un punto de encuentro de los francmasones, tanto de los creyentes como de los agnósticos, o incluso los ateos. El choque entre la tradición que se quería adoptar marginando a la vez a los hombres que la mantuvieron, y los aperturistas con su religión natural, no hizo más que a poner en solfa los puntos de desencuentro entre los “Antiguos” que en ese momento lideraba Dermott, los cuales se reclamaban ese espíritu fuerte en las logias, mantenimiento del control en base a cierto desarrollo del paternalismo, que ya encontramos impreso en la vieja tradición operativa, a cuyos conceptos y praxis debemos sumar la exigencia para todos los masones de la creencia en Dios; lo cual contrasta fuertemente frente al elitismo y la modernidad de la apuesta que estaban expresando en esos momentos los llamados “Modernos”. En la Gran Logia de 1717 más tarde llamada de los “modernos” ya no están presentes los “masones operativos de Wren, o de aquellas “guildas de francmasones” sino eclesiásticos, “gentleman” y pequeños comerciantes en los que imperaba un espíritu de tolerancia religiosa importante, que se logra dado que el contexto religioso y político en ese momento se estaba disfrutando. Atrás había quedado la rebelión jacobita de 1716, y más atrás la Gloriosa Revolución de 1688 y su objetivo de poner fin al absolutismo de soberanía británica, o la “Hill o Rights” de 1689 contra Guillermo de Orange y su esposa Mary Stuar, y el plan de sometimiento religioso… tras todos esos estadios el ambiente conseguido permitirá que se puedan crear diversos tipos de asociaciones tan eclécticas como la Gran Logia que recogía a los hombres de confesiones distintas e incluso a “librepensadores” como Jonh Toland, al cual se le podría encuadrar en ese perfil que había enunciado Anderson de no ser un “ateo estúpido”, o lo que hoy denominaríamos como un librepensador. 64


Los “Antiguos” por su parte optaran por modificar las Constituciones en 1738 adaptándolas a sus necesidades, eligiendo por ejemplo como Gran Maestro al miembro más antiguo, y mejor si esta fuera de sangre noble, y mejor imposible si además fuera Irlandés. Pero no solo eso sino que optaran por un modelo basado en el respeto al orden establecido, dado que esa era la esencia de la tradición operativa donde imperaba la figura del “paternitas” de cuya pérdida acusaban a los “modernos” tildándoles de esnobistas lo cual ya era grave en un momento en que la masonería estaba decayendo, aunque esas razones de la poca atracción hay que buscarlas para ser justos, tanto en unos como en otros, pues con sus acciones cooperaban a que la fraternidad fuera poco apetecible ya que cuando no se presentaba a la masonería como un juego de aristócratas ofreciéndoles los puestos más elevados de la Orden a modo honorífico, los cuales convertían en juegos florales el trabajo masónico con todo su riualismo fantasioso, lo cual unido a la revelación de los secretos masónicos y pertenencia y la incompetencia manifiesta de las grandes Logias, como la de Londres, que ni federaba logias, ni se ocupaba de ellas, lo cual finalmente arrojaba todo un panorama muy parecido al de “logias salvajes” en su peor acepción. Esta situación lo que finalmente conlleva es que los más temerarios formen una nueva Gran Logia, paradójicamente titulada como “Gran Logia de los Antiguos” que en julio de 1751, muertos Anderson y Desaguliers, pondrá en marcha Dermott en el albergue Turk´s Heat, situado en el centro de Soho de Londres, y cuyos orígenes habrá que buscarlos en la vena irlandesa y sobre manera en aquellos masones iniciado en la vieja Irlanda e inmigrados a Londres, como bien nos cuenta Patrik Negrier en “La Tulip”. La gran figura de esta nueva gran logia, y que lanzará de forma subliminal una nuevas Constituciones basadas evidentemente 65


en las de Anderson pero a su vez modificadas y presentadas como digo, de una forma subliminal, bajo el título de Ahiman Rezón (Dublín 1760) (cuyo título ha movido a muchas especulaciones), es como dice Cecile Revauger: “Una obra , un poco heteróclita, compuesta de muchas partes, que antes de dirigirse al lector, presenta la parte intitulada Ahiman Rezon, una suerte de profesión de fe sobre los objetivos de la francmasonería, a lo cual sigue los “Antiguos Deberes” que representan palabra por labra a Anderson en diversos aspectos”. Estamos pues ante un anti-Anderson que realiza una feroz crítica hacia la parte histórica andersoniana y por tanto su trabajo Ahiman Rezon se plantean como unas “constituciones más rígidas y también paradójicamente más democráticas” en contraposición a las que usaban los “Modernos” ya que en 1753 la Gran Logia de los “Antiguos” nombraba un Ejecutivo que estaba compuesto por un Gran Comité enteramente elegido, siendo además mucho más rígidos y observantes en los temas referidos a la creación de logias, o al otorgamiento de patentes o reconocimiento de visitantes. Otro de sus grandes marchamos y que hoy todavía es una enseña en la grandes Logias regulares son el establecimiento de los “Comités de Caridad” que estaban inscritos en esa ideología paternalista. Por su parte los “Modernos” se contentaban con que el Gran Maestro nombrara a parte de ese Gran Comité para regir los destinos de las logias, y eran mucho más laxos en cuanto al control de la organización masónica, estando los temas de beneficencia más sujetos, a lo que hoy se vive en la masonería adogmática de plantear no un Comité de Caridad o de Beneficencia , sino la institución de un Hospitalario inscrita su acción en ese “si alguien que reclama el tronco de la Beneficencia para sí u otras obras…. A este respecto ya escribí una plancha sobre la Hermandad y la Fraternidad como dos conceptos que distinguen a Antiguos 66


y Modernos, y en la cual expongo en el plano de la metáfora, de entender la Hermandad operativa como la “familia que era la célula de la base de la sociedad del Antiguo Régimen” y familia del latín famuli : habla de esclavos, de siervos, etc... Como vemos no solo la familia, siguiendo con esa metáfora, era el parentesco sino que tenía otra trascendencia, y era la que aglutinaba a una serie de individuos que para vivir dependían de un señor, entendiendo a este como un “pater familias” y por tanto según algunos medievalistas[1] la palabra familia en aquellos momentos apunta a relaciones de dominación y dependencia, de subalternidad respecto a un señor patriarcal. Hasta el término “homo” llegó a significar en la Edad Media, como “dependiente” o sea: Siervo, Vasallo…” de hecho Dermott va a buscar las elites financieras y aristócratas para conformar su proyecto de la Gran Logia de los “antiguos” basado en ese concepto de dependencia. Toda esa ideología la contrapongo frente al otro concepto que estaba más en la mentalidad que van a desarrollar los “Modernos” y que Marat[2] exponía de este modo: “Ya vemos perfectamente, a través de vuestras falsas máximas de libertad y de vuestras palabras de igualdad que, a vuestros ojos, no somos sino la “canalla”. La “canalla” no quería quedarse fuera de la nueva sociedad civil prometida por la revolución, no quería seguir permaneciendo por más tiempo en el mundo subcivil y por tanto quería acabar con el despotismo de la ley de familia. Todos artesanos, pobres, trabajadores, asalariados, urbanos, y criados sujetos a servidumbres querían elevarse y alcanzar la condición de una vida civil de libres e iguales, fuera del Antiguo Régimen tutelar y paternalista que asolaba a toda Europa y en especial a Francia” En todo caso ambas grandes logias buscaran sin pudor el cortejo de la nobleza siendo esto causa de reproches, llegando en algunos casos a titular a la Gran Logia de los Antiguos como la Gran Logia de Atholl, dada la presencia de estos condes en la cúspide masónica de los “Antiguos” aunque no será una cues67


tión circunstancial o de lideratos sino de toda una praxis que Dermott trata de magnificar en su Ahiman Rezon, al igual que lo intenta plantear Anderson de tener unas elites cuando menos “neutras”, partiendo de que nunca jamás los masones o la masonería estará presente en un complot, o que ningún masón atentara contra el estado, o será culpable de un crimen… ser fieles respetuosos con el orden establecido e instituido. Todo ello estará inserto en el gran mundo filosófico que desarrolla la “Gran Logia de los Antiguos”, compuesta por católicos, e irlandeses y masones, que admite a los hombres de confesiones diferentes, incluidos los judíos, los cuales también son aceptados por los “modernos” además en un momento de crudo antisemitismo, pero estos últimos no llegan a modificar las reglas del juego masónico que marcan las Constituciones de 1717, pero para Dermott y los “antiguos” es necesario que ese magma estuviera presente en las constituciones de ahí el texto modificado de 1738. 1. Obligación. Concerniente a Dios y la Religión: Un masón está obligado por su “ternura” a observar la ley moral, en tanto que Noachita, y en tanto que comprende “craft” (Cofradía) no será jamás un estúpido ateo ni un libertino irreligioso. En los tiempos antiguos los masones cristianos se tenían que conformar con las costumbres cristianas de cada país en el que ellos trabajaban o viajaban. Mas la masonería existe en todas las naciones de religiones diversas… Podríamos decir que pese al carácter en cierta manera universalista y de cierta tolerancia religiosa de los “antiguos”, éstos rechazaban a los deístas y a los ateos ya que no estaban en la base doctrinal adoptada por algunos teólogos anglicanos del siglo XVII, y que asumían los “modernos”, que para los “antiguos” estos interpretaban de forma laxa las enseñanzas cristianas, ya que defendían que había salvación fuera de la Iglesia, rechazando dogmas, y dan preferencia a la razón sobre la Biblia y las 68


tradiciones, interesándose más por la moral que por la doctrina y defienden una amplia tolerancia en materias religiosas. Aunque unos y otros manifestaban su repulsa por la rigidez de la bula papal de 1738, Dermott se mantiene fiel a la tradición cristiana de las primeras logias operativas, reprochando tanta “arrogancia filosófica y social” por parte de los “modernos” que se reclamaban como hereditarios en todo caso a la tradición operativa de York, aunque a su vez eran acusados de descristianizar el ritual y abrir en la fórmulas de apertura y clausura los trabajos masónicos a los deístas en base a la famosa religión natural, que Dermott presentaba como toda una superstición. Esta posición, como no podía ser menos, va a tener su reflejo en los Rituales sobremanera con la inversión por parte de los “modernos” de los signos y de reconocimiento en el primer y en el segundo grado, con dos intenciones más o menos claras la de desenmascarar a los posibles profanos que querían entrar en las logias, hay que tener en cuenta que esas fechas pululaban las obras antimasónicas que ponían al descubierto palabras, gestos y toques, y también estaba la intención de mostrar toda una trabazón para impedir la entrada de los inmigrantes irlandeses en las logias “modernas”, cambios que sus “contrincantes” estimaban como ilegítimos dado que ello también afectó a los días festivos o patronales de San Juan de Verano y San Juan de Invierno y otras consideraciones rituales, como venimos explicando y exponiendo tanto Joaquín Villalta en su Racó de Llum , como yo mismo, u otros autores. El encontronazo ritual aún llevó a un ataque aún más feroz por parte de los partidarios de Dermott por otras cuestiones como fue el recorte en las recitaciones de los catecismos masónicos, o la falta de referencia a los “Antiguos Deberes”, o el destierro de la ceremonia de instalación del Venerable, frente a lo cual adoptaran una posición más purista practicando el ritual lo más sólido posible, e introduciendo por ejemplo el porteo de espa69


das, u optando por una cosa que habían abolido los “modernos” como eran las manifestaciones públicas imputadas al espíritu católico y al gusto personal de Dermott. Como respuesta al trabajo de inversión en los grados de Aprendiz y Compañero, y en las palabras de paso, los “Antiguos” optaran por introducir el cuarto grado del Arco Real, el cual hace su aparición en 1740, con ello se lograba de facto con tal institucionalización la posible visita de los “modernos” que evidentemente ignoraban por completo el secreto del cuarto grado el Arco Real. Si bien hay ciertas tesis que plantean que este grado es una importación francesa heredada del Caballero Ramsay, que recobran los “antiguos” el cual lo disocian del tercer grado de Maestro haciéndolo autónomo, teniendo además que ser otorgado por los Capítulos del Arco Real, y como una distinción corporativa otorgada por los “Antiguos Venerables”; y pese a que reinaba la prohibición de visita de unos a otros, esto realmente era en muchas ocasiones una lucha más de los grandes Oficiales o de las logias más significativas que del pueblo masónico llano que seguía sus propias costumbres de visita y rituales, a veces en contra de los dictámenes de las Grandes Logias, aunque no se puede olvidar que el conflicto traspasó las fronteras inglesas llegando a Nueva Inglaterra y generando no poco problemas personales e institucionales con “affaires” como los de W. Preston, o Smith… mediando en todos estos desencuentros por ejemplo el tema de la condenación de la Revolución Francesa como obra masónica que no solo venía de la mano de autores no masones como Barruel o John Robinson ,sino que manifiesta en este sentido el masón Edmund Burke defendiendo la tesis del complot masónico… Finalmente, la Unión de 1813…? La situación se va haciendo tanto para “Antiguos como para Mo70


dernos” insostenible al menos en Inglaterra, en tanto que 1799 el primer ministro William Pitt aprobó la “ley de Sociedades Ilegales, pensada “para perseguir a las sociedades con objetivos de sedición y traición” , en un primer momento quedó eximida la francmasoneria hannoveriana los “ Modernos” aunque finalmente tuvieron que pasar por el aro junto con los “Antiguos” en registrarse ante las autoridades, en Francia se desarrollará con fuerza la visión de los “Modernos” pujante y muy activa. Pero en Inglaterra se va desarrollando todo un movimiento pro la “unificación” que terminará materializándose en 1813, ya que no se estaban cumpliendo los regímenes de prohibición de visitas, etc., además de que había una cierta presión como describe el Príncipe de Gales al Duque de Atholl “de que sería “ deseable que pudiera ser una unión con la otra hermandad de masones, sólo podría ser deseable si se produce sobre la base de la antigua institución y con el mantenimiento de todos los derechos del antiguo Oficio” Será de nuevo la nobleza quien juegue por ambas parte un papel preponderante, tanto por parte de los “Antiguos” el Duque de Atholl, como por los “Modernos el Duque de Moira, y los Príncipes de Kent y Sussex, con posiciones más honoríficas, pero con fuertes presiones políticas sobre las hermandades masónicas en liza, por ejemplo el Duque de Kent había forzado a los Antiguos a doblegarse al control de los “modernos” pero un poco antes ya en 1809 los “Modernos” suprimirán las modificaciones rituales introducidas en los años 1730 a 1750, siendo creada logia “Promulgación” con la idea de estudiar el retorno a las prácticas rituales de antaño y poder reunirse con los “hermanos separados”. Se restablece por ejemplo la instalación del Venerable y las plegarias en la apertura y clausura de los trabajos, creando dos de las figuras que ya tenían los “antiguos” la de los Diáconos, dotándose la Gran Logia de los Modernos de talleres de instrucción, a la vez que los “antiguos” empiezan un trabajo de ir 71


armonizando y homogeneizando el ritual a lo largo del rosario de logias que ya poseen y finalmente se termina creando la logia “Reconciliation” Cuando uno estudia esta querella y su resultado final, en el ámbito geográfico inglés, saca la conclusión de que la victoria final fue de los “antiguos” ya que se reconoce el cuarto grado del Arco Real, se reglamenta el tema del Tronco de Beneficencia, se tiende al homenaje a la figura del rey en tanto que se organiza la fiestas patronales de la masonería inglesa tanto a San Juan como San “Georges”, lo cual como nos indica Revauger, “se muestra la frecuente confusión entre “simbolismo y protocolo” que además cuando se consolida la “Unión” se hace a través de todo un ritual basado en la ansiada presencia religiosa con un ceremonial de promesa ante la Biblia y las plegarias solemnes en los trabajos de clausura. Dándose de este modo una fuerte conjunción que perseguían los “Antiguos” de la ligazón entre masonería y religión, en este caso la anglicana, que tiene su culminación cuando en los articulados de las Constituciones de 1815 aparecen los términos referenciados a “Dios, la Gloria del Gran Arquitecto de la Tierra, cuestiones enteramente nuevas, y no solo eso sino que sino que se prohíbe toda interpretación deísta o agnóstica y se proclama la creencia en una religión revelada, desapareciendo del mapa masónico la gran tolerancia religiosa y filosófica que intentaban preconizar las Constituciones de 1723 y 1738. En definitiva las “razones de Estado” se habían impuesto, y por tal se constituye de este modo una masonería “respetable” en tanto que se había conseguido la armonía entre la Corona y la Iglesia, entre la pequeña burguesía de los “Antiguos” y la nobleza de los “Modernos”, se instituía la Gran Logia Unida de Inglaterra que adelante repartirá las patentes de “regularidad” “urbi et orbe” realizando un “marriage a la mode” como ridiculizaba en sus grabados, uno de los masones “modernos” Wi72


lliam Hogarth y que abre este post.

Notas: [1] Miermeyer , por ejemplo llegó a recopilar no menos de nueve sentidos de esta consideración. [2] Su primera logia fue King Head Gerad Street Soho , logia afiliada a la Gran Logia de Londres. Y se certifica su pertenencia el 15 de julio de 1774 como Maestro, y también fue un asiduo visitante de la logia holandesa La Bien_Aimée. Tomado de: LAS CONSTITUCIONES DE ANDERSON ALGO MÁS QUE UNA QUERELLA (III): https://www.ritofrances.net/2009/11/las-constituciones-de-anderson-algo-mas_28.html visitado el 27-052020 a las 17: 10 horas de Perú. 73


Espectacular conjunto de pirámides en Caral (Perú) de noche

¿EXISTIO UNA M 74

Herbert Oré B


MASONERIA INCA?

Belsuzarri 33°

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LOS PRIMEROS MASONES. Los masones operativos y los masones especulativos, afirman que el primer masón fue Adán, quien recibió de Dios las enseñanzas de la masonería y la arquitectura, y este fue instalado en el huerto del Edén -Bereshit y Génesis (2; 8)-, de donde “un río salía del Edén para regar el jardín, y desde allí se dividía, y se convertía en cuatro cabezas, llamados: río Pisón, que se dice, rodeó toda la tierra de Havila (Arabia); el río Gihón, que habría rodeado toda la tierra de Cus (Etiopía); el río Hidekel (río Tigris) que cruza Turquía, Siria e Irak hasta que se une al Éufrates cerca de Al Qurna; y el río Éufrates que cruza los actuales Turquía, Siria e Irak para desembocar en el Golfo Pérsico”. Estos ríos están mencionados en el Tanaj y la Biblia, en el Bereshit y el Génesis 2: 10 al 14 respectivamente. El primer nombre conocido del río Tigris en sumerio era Idigna o Idigina, que puede ser interpretado como el río rápido o el río que fluye. Las antiguas ciudades sumerias de Ninive, Ctesifonte, Lagash y Seleucia estaban en su orilla. En sumerio el río Éufrates se llama Buranun y en acadio Purat-tu. Así el Buranun aparece en una inscripción del siglo XXII a. C. asociado con el rey sumerio Gudea, y muchas ciudades sumerias importantes estuvieron en o cerca del río Éufrates como: Mari, Sippar, Nippur, Shuruppak, Uruk, Ur y Eridu. Adán y Eva habitaban en el huerto del Edén de donde fueron expulsados. Los descendientes de esta pareja primigenia fueron Caín y Abel, y según la tradición hebrea Abel fue muerto por Caín. “Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín” (Bereshit y Génesis 4: 25). El tercer hijo de Adán que fue Set, engendro a Enos, y este a 76


Mahalaleel cuyo hijo fue Jared (Bereshit y Génesis 5: 6 al 15) y continúan los descendientes. El primer hijo de Adán fue Caín que engendro a Enoc; aquí debemos hacer un paréntesis, porque hay eventos previos y posteriores a este nacimiento que tienen gran significación para la masonería. Por su desobediencia Adán y Eva fueron castigados.“Y lo sacó Jehová del huerto del Edén,para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida” (Bereshit y Génesis 3: 23 y 24), por tanto Adán y Eva fueron a habitar la tierra al “oriente del huerto del Edén”. Luego que Caín asesino a su hermano Abel, Jehová lo maldijo, y “Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén” (Bereshit y Génesis 4:16). “Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc” (Bereshit y Génesis 4: 17), de tal manera que Caín fue el primero que utilizo los conocimientos de masonería que el Gran Arquitecto del Universo Jehová enseño a Adán y construyo una ciudad. Los descendientes de Caín habitaban en ciudades, mientras que los descendientes de Set eran pastores nómadas. Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho” (Bereshit y Génesis 6: 5 al 7). Los hombres pecaron y sufrieron la furia de Dios: “Y he aquí 77


que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá” (Bereshit y Génesis 6: 17). Noé un hombre justo y su familia se salvó en un arca construida expresamente con ese propósito, luego sus hijos Sem, Cam y Jafet se instalaron en la tierra del Sinar (Sumeria), donde construyeron un gran zigurat al que conocemos como la Torre de Babel. Lo dicho está escrito en el Tanaj y la Biblia (Bereshit y Génesis 11: 1 al 9): “Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.”

LOS MASONES SE ESPARCEN POR LA FAZ DE LA TIERRA. Los descendientes de los hijos de Noé (Sem, Cam y Jafet) que habían construido la Torre de babel se dispersaron por todo el Orbe, esto está ampliamente descrito en el Tanaj y la Biblia (Bereshit y Génesis 10: 1 al 32), y de manera resumida les proporcionamos en el siguiente cuadro. 78


Para facilitar la comprensiรณn de esta tabla debemos mencionar que los descendientes de Jafet son Gomer, Magog, Madai, Javan y Tubal; los descendientes de Cam son Cus, Mizraim, Fut y Canaan; y los hijos de Sem son Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. Los 79


descendientes de ellos también están en la tabla, precisando el lugar a donde fueron a instalarse. Para efectos del presente artículo debo remarcar que “Tiras” descendiente de Tubal cuyo padre fue Jafet, poblaron América Latina y en ella se desarrollaron varios imperios, todos ellos constructores de pirámides, al igual que sus ancestros que construyeron el zigurat de Babel, que no es otra cosa que una pirámide de ladrillo y asfalto, como narra las sagradas escrituras hebreas y que ha llegado hasta nuestra época a través del Tanaj y la Biblia: “Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego.Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra y el asfalto en lugar de mezcla.” (Bereshit y Génesis 11: 3).

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A estas alturas algunos lectores posiblemente se estarán interrogando ¿Cómo se vincula lo expresado con la masonería?

LA MASONERIA OPERATIVA Y MASONERIA ESPECULATIVA. En la actualidad hablar de masonería necesariamente implica referirse a un lugar indesligable a ella. Los masones se reúnen en su Logia, en inglés “lodge”, significa literalmente “taller de construcción”. En masonería moderna o simbólica, la logia es un lugar de reunión de hombres, que quieren trabajar en la propia personalidad. Se trata de una hermandad ética, que tomaron como modelo a seguir las hermandades medievales de canteros, que estaban bien organizados, a diferencia de los otros gremios urbanos, y gozaban de privilegios especiales como la libertad de viajar. Los masones medievales son los llamados masones operativos, del cual la masonería inglesa tomo sus costumbres, tradiciones y su historia legendaria, la misma que fue publicada en el año 1723 por Anderson en sus célebres “Constituciones de Anderson”. En la “Dedicatoria” de las Constituciones de Anderson, el Diputado del Gran Maestre J.T Desaguliers dice: “No necesito decir a Vuestra Gracia, el trabajo que se tomó nuestro erudito AUTOR para compilar y codificar este Libro de los antiguos Archivos y con cuánta escrupulosidad ha comparado y expuesto todo lo concerniente a la Historia y a la Cronología, a fin de que estas NUEVAS CONSTITUCIONES sean una justa y exacta descripción de la Masonería desde el principio del Mundo hasta la GRAN MAESTRÍA de Vuestra Gracia, conservando todo lo verdaderamente auténtico en las antiguas: porque complacerá la obra a todo Hermano que sepa que Vuestra Gracia la leyó y aprobó, y se imprime ahora para uso de las Logias, después de aprobada por la Gran Logia cuando Vuestra Gracia era GRAN MAESTRE. Todos los Hermanos 81


recordarán el honor que les hizo Vuestra Gracia. Toda la Fraternidad recordará siempre el honor que le habéis otorgado, así como vuestro celo por su Paz, Armonía y duradera Fraternidad, que nadie siente más intensamente que Mi Señor.” Debo resaltar que Desaguliers manifiesta que el “erudito AUTOR” Anderson tomo “para compilar y codificar este Libro de los antiguos Archivos y con cuánta escrupulosidad ha comparado y expuesto todo lo concerniente a la Historia y a la Cronología, a fin de que estas NUEVAS CONSTITUCIONES sean una justa y exacta descripción de la Masonería desde el principio del Mundo hasta la GRAN MAESTRÍA de Vuestra Gracia”. Y ¿Cuáles eran esos antiguos archivos? Indubitablemente Desaguliers se refería a los “Old Charges” (Antiguos Cargos) o también llamados Constituciones Góticas de los gremios de construcción medievales de Alemania, Italia, Francia y otros países de Europa, debido a que en la época medieval, las reglamentaciones laborales europeas referidos a normas y reglamentos que gobernaban el arte y la ciencia de la construcción eran muy numerosas. Existen hasta 120 versiones de “Old Charges” fechadas hacia el año 1400, lo que demuestra que los albañiles medievales trataban de sortear las diferentes reglamentaciones de cada país como mejor podían. El primer original existente de estos documentos en la actualidad es la Carta o Estatutos de los canteros de Bolonia, redactados en 1248. Le siguen el Poema Regius o Manuscrito Halliwell (1390), el Manuscrito Cooke (1410), el Manuscrito de Estrasburgo (1459), los Estatutos de Ratisbona (1459), los de Schaw (1598), los de Absolion (1668) y el Sloane (1700). Estos documentos suelen conocerse como Constituciones Góticas. En 1717 estos documentos eran ampliamente conocidos en las logias, por ello Anderson inicia la redacción de sus Constituciones manifestando: “Historia, Leyes, Deberes, Órdenes, Reglas y Usos de la justamente honorable FRATERNIDAD de los aceptados 82


FRANCMASONES compilada de sus generales ARCHIVOS y fieles TRADICIONES de muchos siglos. Para leerla en la admisión de un NUEVO HERMANO por el Venerable o un Vigilante, o por algún otro Hermano a quien se le ordene leerla”. De manera que no se puede negar que efectivamente las Constituciones de Anderson se redactaron sobre la base de los “Old Charges” o “Constituciones Góticas”. Para los masones operativos europeos y también para la Gran Logia de Inglaterra y Westminster fundada en 1717 por cuatro logias inglesas fue “Adán, nuestro primer Padre, creado a imagen de Dios, el Gran Arquitecto del Universo, debió de tener escritas en su corazón las Ciencias Liberales, particularmente la Geometría, porque aun después de la Caída, hallamos los Principios de ella en el corazón de su prole, los cuales, en el transcurso del tiempo, se expusieron en un conveniente Método de Proposiciones, al observar las Leyes de la Proporción inducidas de la Mecánica. Así como las Artes Mecánicas dieron ocasión a los entendidos para metodizar los elementos de Geometría, así esta noble ciencia metodizada es el fundamento de todas las artes (particularmente de la Masonería y la Arquitectura) y la regla que las guía y realiza. Indudablemente Adán enseñó Geometría a sus hijos y el uso de ella en las varias Artes y Oficios convenientes al menos en aquellos primitivos tiempos; porque vemos que CAÍN edificó una ciudad, a la que puso el nombre de su hijo primogénito HENOCH. Llegó Caín a ser el Príncipe de la mitad del género humano y sus descendientes imitaron su regio ejemplo, fomentando la noble Ciencia y el útil Arte. No podemos suponer que SETH estuviese menos instruido, pues siendo el Príncipe de la otra mitad del género humano, y el primer cultivador de la Astronomía, tendría mucho cuidado de enseñar Geometría y Masonería a sus hijos, quienes también gozaron de la enorme ventaja de que ADÁN viviera entre ellos.” Continua Anderson manifestando: “Pero prescindiendo de in83


ciertos relatos, podemos seguramente inferir que el mundo antiguo, que duró 1656 años, no podía desconocer la Masonería, y que las familias de Seth y Caín erigieron muy curiosas obras, hasta que al fin, Noé, el noveno descendiente de Seth, recibió de Dios la orden de construir la ingente Arca, que, aunque de madera, fué fabricada según los principios de la Geometría y las reglas de la Masonería. Noé y sus tres hijos JAFET, SEM y CAM fueron verdaderos masones que después del diluvio conservaron las tradiciones y artes de los antediluvianos y las transmitieron ampliamente a sus hijos, pues un siglo después del diluvio, en el año 1810 del mundo y 2194 a. de C. vemos a gran número de ellos, sino a toda la raza de Noé, congregada en el valle de Sinar, ocupados en edificar una ciudad y una alta Torre que perpetuase su nombre y evitara su 84


dispersión. Pero querían levantar la Torre a tan monstruosa altura, que por su vanidad desbarató Dios su proyecto, confundiendo sus lenguas, de modo que se dispersaron. Sin embargo, no por ello es menos encomiada su habilidad en Masonería, pues emplearon más de 53 años en aquella prodigiosa obra, y al dispersarse difundieron el potente conocimiento por los lejanos países en donde fundaron reinos, repúblicas y dinastías. Y lo que después se perdió del conocimiento en muchos puntos de la tierra, se conservó especialmente en Sinar y Asiría, donde NEMROD, el fundador de aquella monarquía después de la dispersión, edificó grandiosas ciudades como Erech, Acad y Calneh en Sinar, de donde pasó a Asiría y fundó Nínive, Rebokoth y Retiñí.” Luego de una detallada narración de como las tradiciones iniciadas por Adán llegaron hasta los tiempos de Salomón, Anderson continua manifestando: “Así es que después de la construcción del Templo de Jerusalén, progresó la Masonería en las naciones vecinas, pues los numerosos artífices que a las órdenes de Hiram Abif habían tomado parte en la obra, una vez terminada se dispersaron por Siria, Mesopotamia, Asiría, Caldea, Babilonia, Media, Persia, Arabia, África, Asia Menor, Grecia y otras partes de Europa, donde enseñaron esta liberal arte a los hijos de varones eminentes cuya destreza sirvió a los reyes, príncipes y magnates para construir grandiosos edificios, y llegaron a ser GRANDES MAESTROS, cada uno en su propio territorio, y porfiaron entre sí en el cultivo del Arte Real. Lo mismo sucedió en India, con la que se estableció correspondencia. Pero ninguna nación, ni todas juntas, podían rivalizar con los israelitas ni menos superarlos en Masonería, y su Templo fue un constante modelo.” En la parte final de la historia de la masonería, Anderson dice: “Se necesitarían muchos volúmenes para enumerar los, magníficos ejemplos que de la poderosa influencia de la Masonería desde la creación, en toda época y país, podrían entresacarse de los relatos de historiadores y viajeros; pero especialmente en aquellas partes del mundo con las que los europeos tuvieron comuni85


cación y comercio, han descubierto los investigadores tales restos de antiguas, curiosas y magníficas colonias, que no lamentan bastante la general devastación de godos y mahometanos, y deben confesar que ninguna arte fué tan cultivada como ésta y que ninguna otra es tan útil a la humanidad.”

LOS MASONES ESPECULATIVOS. Los masones, de acuerdo con los Antiguos Usos y Costumbres de la Orden, se reconocen entre sí por medio de signos, palabras y tocamientos que le son comunicados en Logia dentro del secreto del ceremonial del grado. Es a través de los Signos, Palabras y Tocamientos, como nos reconocemos en intramuros, es decir dentro de la logia, y el reconocimiento de interpares estará dado por la práctica de la Fraternidad y la Tolerancia. En el mundo profano, nos reconocen por nuestras acciones, que llevan en ellas el sello del Honor y de la Virtud, pues el masón “Es un hombre nacido libre y de buenas costumbres; igualmente amigo del pobre como del rico si son virtuosos.” A esta característica añadimos un deber casi natural: “Huir del vicio y practicar la Virtud”, acciones que con frecuencia el profano no la práctica, porque es ajeno a los misterios y enseñanzas de la masonería. Nosotros fuimos hechos masones, porque los hermanos percibieron cualidades en el proceso de selección de candidatos, y nos calificaron para unirnos, pero “estábamos en tinieblas y buscábamos la Luz, porque teníamos la impresión que la sociedad en que vivimos, esta sólo civilizada a medias, y las verdades están rodeadas de espesas brumas, en medio de la ignorancia y los perjuicios. Buscábamos la Luz y ella lo encontramos en los Templos Masónicos, donde están consagrados al trabajo y al estudio, los hombres probados y escogidos.” El masón en sus actos, se inspira en ideas de justicia y equidad, 86


que está representado por la “Escuadra”. Tiende a la supresión de las desigualdades arbitrarias, asociado simbólicamente al “Nivel”, y sin duda alguna debe contribuir a elevar siempre el nivel social, asociado simbólicamente a la “Perpendicular o Plomada”.

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Desde los primeros pasos que se dan como Iniciado en la masonería, nos entregan un sin número de instrumentos para poder progresar, uno de ellos es “la palabra”; las Palabras Sagradas que usamos en nuestros Ritos Masónicos, han sido extraídas del Volumen de la Ley Sagrada y por lo general éstas fueron escritas en Hebreo, lo que implica que tendrá un significado más profundo que el aparente. Justo a los pies de la columna del Aprendiz, se encuentra una “Piedra Bruta”, que representa nuestra imperfección. El nombre de ésta Columna significa Fuerza y en ella recibimos nuestro salario los aprendices. “Es entonces la constante Fuerza empleada en la búsqueda de la verdad y la correcta ejecución del modo de dar la Palabra lo que abre las puertas del Templo a los masones”. El masón tiene una señal táctil que sirve de reconocimiento llamado “El Toque”, la cual va acompañada, generalmente de la Palabra Sagrada. “El Toque general o universal de aprendiz es antiquísimo”, y es por donde empieza siempre toda prueba o examen de reconocimiento. Una vez que nos hemos hecho reconocer como masón ante nuestros Hermanos al interior de nuestra Orden, nos predispone a poner lo mejor de nosotros, al servicio de los demás y así podremos trabajar junto a un grupo de hombres de Honor que buscan el camino de la Virtud. El reconocimiento extramural que es un sello de honor y virtud, no es un sello impreso en el pecho o en otra parte del cuerpo, ella está grabada en la conciencia y se manifiesta en nuestros actos. Cuando nos preguntan sobre la virtud cuya práctica es tan necesaria para con nuestros semejantes, suelen responder que es la Caridad. Sin embargo los veréis reunidos a poderosos y humildes, ancianos y jóvenes, trabajando en sociedad, tratándose 88


con moderación y cordialidad, sin distinción de jerarquías sociales, y nos preguntan nuevamente, ¿Que virtud practican para poder congregarse en armonía?, se dice que es la Tolerancia. Al masón se reconoce en la sociedad por sus obras, y estas llevan el Sello del Honor y de la Virtud. El Honor está atado al cumplimiento de nuestros deberes y el masón se liga a ella desde la Cámara de Reflexiones, cuando espera la Iniciación y escribe su Testamento, luego lo ratifica cuando le preguntan sobre los deberes para con el prójimo y con nosotros mismos. La práctica de la virtud hace al hombre de Honor, y esta se contempla a través de los ojos de los demás. El Honor está unida a la reputación y la respetabilidad, valores que se obtienen por la ponderación del juicio de terceros. No hay reputación buena o mala, ni gloria, a menos que un tercero lo certifique. La virtud y el honor pertenecen al dominio de lo privado, a la intimidad de su hogar y a su vida. Por eso cuando se pregunta “¿Sois masón?” Se responde: “Mis Hermanos me reconocen como tal”, porque que mis hermanos conocen mis pasos y pueden dar fe de ello. Esto no se logra por nosotros mismos, sino que es otorgado por los demás en vista de nuestro comportamiento diario. Buscando la Perfección llegamos al camino de la Virtud. Pasamos por algunos aspectos de la Sabiduría, que nos enseña a no descartar los métodos de búsqueda, ni sobreponer unos a los otros, sino más bien complementarlos. Para practicar la virtud debemos dejar los vicios, los denominados siete vicios capitales: soberbia, lujuria, avaricia, gula, envidia, ira y pereza. Las Virtudes son la Fuerza que mueve al ser para alcanzar el mundo ideal. La masonería promueve la superación personal como una forma de entrenamiento de la personalidad, por ello acoge siem89


pre los principios de libertad, igualdad, y fraternidad y práctica la caridad y tolerancia.

LAS FORMAS DE COMUNICARSE ENTRE MASONES Para conservar el secreto de profesión (albañil, picapedrero, constructor), los masones operativos necesitaban de determinadas contraseñas y maniobras, que evitaban que este secreto fuera revelado, estas mismas fueron tomadas por los masones actuales o también conocidos como masones especulativos. En esas alianzas de trabajo operativo y luego especulativo, se recurre al simbolismo y al ritual que ya practicaban las hermandades medievales de canteros. La escuadra y el compás componen el logo de los masones. El compás representa el círculo de la hermandad; la escuadra, el buen comportamiento de cada masón. A esto se suman otros símbolos basados principalmente en las herramientas del constructor. A ambos lados de la puerta del templo masónico están dos columnas en similar posición al del templo que construyo el rey Salomón, pero simbólicamente la logia tiene tres columnas en tres estilos diferentes de arquitectura como son el Dórico, Jónico y Corintio, que representan a tres personajes de la leyenda masónica: El rey Salomón, Hiram rey de Tiro y Hiram Abif el legendario constructor, ellos son representados durante la reunión logial por el 1er Vig., 2do Vig. y el Venerable Maestro, que representan las columnas de la belleza, la fuerza y la sabiduría. En este templo los masones trabajan en la propia personalidad. En su forma clásica, la masonería es una alianza de hombres, ahora hay también logias de mujeres y logias mixtas, pero todos tienen los tres grados de la masonería y se conducen por el correspondiente ritual conforme al Rito que practican, pero en los grados superiores o también llamados grados filosóficos tienen su propia particularidad conforme al Rito. 90


Los rituales son de cierto modo encuentros festivos de un diálogo entre el “Venerable Maestro”, que preside la logia, y sus Dignidades y Oficiales, durante las ceremonias de la logia. Para el Masón, la verdad es un punto de referencia ideal, al que tiende en su proceso de perfeccionamiento iniciático. La verdad es un caso límite al que podrá aproximarse gradualmente sin por ello llegar nunca a alcanzarla. Ningún masón, por consiguiente, puede afirmar que posee la verdad, para eso están los Trabajos que efectuamos en nuestro Templo, para mejorar día a día, para pulir nuestra piedra bruta, buscando siempre nuestra verdad interior y nuestra verdad espiritual. Sólo nosotros encontraremos nuestra Verdad, podremos tener guías, pero el camino nosotros mismos lo escogeremos, por eso es que somos hombres libres y de buenas costumbres.

¿MASONERIA INCA? Los masones Europeos u Occidentales, consideran a Adán como el primer masón que recibió las enseñanzas de Dios o el Gran Arquitecto del Universo, cuyos descendientes poblaron todo el Medio Oriente antes del diluvio, y los sobrevivientes del diluvio, se asentaron en Sumeria (Sinar) para construir un gran zigurat llamado la Torre de Babel. Luego de tal hazaña se dispersaron por todo el orbe. Siguiendo el hilo de esta leyenda masónica ya se indicó que los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet tuvieron sus descendientes, que se instalaron en diversos lugares de Medio Oriente, Egipto, África, La India, Europa, Asia, que según el Bereshit y la Biblia se tiene una lista de 70 nombres que introduce por primera vez una serie de gentilicios conocidos y topónimos importantes de la geografía bíblica a partir de los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, desde los cuales se derivan los semita, camita y jafeita, así tenemos por ejemplo que algunos de los nietos de Noé incluyendo Elam, Asur, Aram, Cus y Canaán, tuvieron a su vez sus 91


descendientes, pero sus nombres se establecieron como nombres de culturas o ciudades antiguas de gran importancia, generando gentilicios como: elamita, asirio, arameo, cusita y cananeo; así como otros descendientes incluyendo a Eber (de donde viene hebreo), el cazador-rey Nemrod, los filisteos y los hijos de Canaán incluyendo Het, Jebus y Amori, derivándose hitita, jebuseo y amorreo. Es decir a cada nombre de estos descendientes le corresponde el nombre de una gran ciudad o asentamiento importante. Como el cristianismo se extendió por todo el mundo romano, en la época del emperador Constantino I El Grande, quien convirtió al cristianismo en religión de Estado, se adoptó la idea de que todos los pueblos del mundo son descendientes de Noé. Pero la tradición de las identificaciones judías helenísticas de la ascendencia de los diversos pueblos, que se concentraban en gran medida en el mundo mediterráneo y el Cercano Oriente y que son descritas, se volvió muy cerrada. Los pueblos del norte, de importancia para el mundo tardío romano y medieval, como los celtas, eslavos, germanos y nórdicos, no estaban incluidos, ni tampoco estaban otros pueblos del mundo, los cuales según la narración del Tanaj y la Biblia surgieron posteriormente a la fecha de redacción de estas. De manera que los 70 nombres de la lista expresan simbólicamente la unidad del género humano, afirmación que no resulta difícil ser aceptada. El Tanaj o Biblia Hebrea -es decir las Escrituras Hebreas- dicen que fue escrita en vida de Moisés y Josué, hace tres mil quinientos años. Después se añadieron escritos de Samuel, David, Salomón y otros, en el siglo XI a. C. A estos les siguieron, desde el siglo IX hasta el V a. C. libros históricos, poéticos y proféticos. Estos libros son conocidos como el “Antiguo Testamento” de la Biblia, que se complementara con los libros del “Nuevo Testamento” y así es como llegaron hasta nuestros días. Continuando con el hilo narrativo del Tanaj y la Biblia, “Los 92


hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras” (Bereshit-Génesis 10: 2) tuvieron sus descendientes y se instalaron en diversos lugares de Oriente, con excepción de los descendientes de “Tiras” que poblaron América del Sur o América Latina. Por consiguiente los descendientes del Primer Masón Adán trajeron a estos suelos las enseñanzas del arte de la masonería y la arquitectura, que le fue enseñado por el Gran Arquitecto del Universo. En nuestro libro: “El Real Origen de la Masonería” hacemos un análisis amplio sobre la masonería operativa que se desarrolló desde Sumería hasta la época medieval europea, mientras que en nuestro libro: “Los Dioses Incas” desarrollamos la masonería operativa andina desde Sechin-Caral hasta el Imperio inca, cuyo desarrollo natural fue interrumpido por la conquista española.

Luego de leer “Los Dioses Incas”, nuestros lectores quedan con la expectativa de definir mejor lo que llamaríamos “masonería inca”, por lo que continuando el estudio sobre la masonería 93


operativa andina o inca, elaboramos este artículo donde entregamos algunos aspectos más sobre ella, sobre su esoterismo, filosofía, doctrina y enseñanzas.

EL MASON ANDINO. En los Andes de Sudamérica el foco civilizatorio más antiguo de América es Caral una imponente ciudad donde se construyeron 7 grandes pirámides rodeadas de 25 pirámides pequeñas. Caral se encuentra en el valle de Supe, a 182 kilómetros al norte de la ciudad de Lima (Perú), se le atribuye una antigüedad de 5000 años y es considerada la ciudad más antigua de América, pues no se ha encontrado hasta ahora otro sitio más antiguo con semejante diversidad de edificios monumentales, con distintas funciones ceremoniales y administrativas. Ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. La cultura Caral se desarrolló entre el 3000 y 1800 a. C. (Arcaico Tardío y Formativo Inferior), fue contemporánea a otras civilizaciones primigenias como las de Sumeria, Egipto, India y China. Estas últimas intercambiaron sus logros por su fácil comunicación entre ellas, pero en el caso de Caral, esta se desarrolló en completo aislamiento. En América, es la más antigua de las civilizaciones prehispánicas, superando en 1500 años a la civilización Olmeca, otro importante foco civilizatorio situado en Mesoamérica cuyo desarrollo posterior constituyen los mayas. ​ omo si todo lo dicho no fuera suficiente, la pirámide más antiC gua del Perú se halla en Sechin Bajo. La ciudad de Sechín Bajo es un conjunto arquitectónico con una pirámide del periodo Pre cerámico Tardío del Perú antiguo con una antigüedad estimada de 5500 años (es tan antigua como las construcciones piramidales o zigurats sumerios y más antiguas que las pirámides egipcias). Está situado en la provincia de Casma de la Región Ancash. Se ubica en las cercanías de otros sitios arqueológicos 94


Pirรกmide Mayor de la Ciudad de Caral.

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de importancia como Cerro Sechin (o Sechín de las Estelas) y Sechín Alto. Tanto en la cultura Sechín como en la cultura Caral ya se hablaba el idioma quechua.

Plaza Circular, Sitio Arqueológico Sechín Bajo, Casma, Perú.

En los espacios territoriales de las culturas Sechín y Caral, posteriormente se desarrollara el Primer Imperio de los Andes, el Imperio chavín que se desarrollaba en el actual Perú hacia el 1500 a. C., posteriormente en el 200 a. C. se desarrollara el Imperio de tiahuanaco en la meseta del Collao actual territorio del Perú y Bolivia, estos dos imperios no llegaron a enfrentarse en guerras, el primero tenía como idioma el runasimi o quechua y el segundo tenía como idioma el aimara. En el 800 d. C. se desarrolla el Imperio wari que ocupara todo el territorio del Imperio chavín y se extendieron hasta la actual Región Piura en el Perú, por el Sur llegaran hasta la parte norte del Imperio tiahuanaco. El Imperio wari fue en su época, el más extenso imperio de los Andes del Sur. Cuando declino el Imperio wari surge el Imperio chimú que se desarrolla desde 1200 d. C. en los territorios 96


Templo de Chavín de Huantar de las culturas Sican, Moche y Chimu (Regiones Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad). El Imperio inca se funda conforme a la leyenda en el 1200 d. C. y comienza a expandirse desde el Cuzco su capital con las conquistas que realizara el Inca Pachacutec a partir del año 1455 ocupando los territorios del Imperio wari, sometió a los huancas y tarumas en la zona centro del actual Perú, a los cajamarcas del norte del Perú hasta los cañarís del actual Ecuador. Por el sur ocupo todo el territorio del Imperio Tiahuanaco. El inca Túpac Yupanqui sometió al Imperio chimú y continuó hasta Quito en el Ecuador, por el sur llego hasta el río Maule en Chile. El inca Huaina Capac llegó hasta el río Ancasmayo en Colombia. Sus hijos Huáscar y Atahualpa se enfrascaron en una guerra del que salió victorioso Atahualpa, pero llegaron los españoles y lo asesinaron. 97


Con esta apretada síntesis sobre culturas e imperios en los Andes de Sudamérica, se puede apreciar tres cosas importantes: El primero es que todos ellos fueron grandes constructores de pirámides en algunos casos con adobes y en otras con piedras. El segundo es que tenían un idioma en común el quechua. El tercero es que tenían un dios omnipotente creador del mundo llamado Wiracocha, que estará retratado en Sechín Bajo en frisos y en Caral en sus mates, posteriormente tallados en piedra, tejidos, pinturas en las cerámicas y otros en los imperios de Chavin, Tiahuanaco, Wari y Chimu, y persistirá en las narraciones orales durante el Imperio inca. Constituye el dios más poderoso de este lado del mundo, en las diversas tradiciones que fueron transmitidas en forma oral hasta nuestros días constituyendo una trilogía mística: Wiracocha el padre del dios Inti, El Inti padre del Inca. El constructor, albañil o picapedrero, que en nuestra época es llamado “masón”, en el idioma quechua es llamado: 1 Si se trata de constructor o albañil: - pirqaykamayoj o pirqaykamayuq - t’uruchaki o turuchaki - perqaj o pirqaj 2 Si se trata del picapedrero: - rumich’iqoj o rumichiquq 3 Al constructor picapedrero - rumiperqaj o rumi pirqaykamayoj Los masones andinos que trabajaban con adobe o con piedra usaban la plomada que en quechua se llama wipachi. Ellos realizaban sus ritos de paso o iniciaciones al que llamaban Karpay. Las iniciaciones más antiguas del que se tienen evidencia fueron halladas en el Imperio chavín, quienes hacían sus ceremonias en el Templo de Chavín de Huantar, donde se halló un monolito tallado en piedra, que retrata a Wiracocha, que parece que pidiera un palabra de pase mientras este ejecuta un saludo 98


ceremonial masónico. En la figura se aprecia al dios Wiracocha retratado en piedra, en la Estela de Raymondi del Imperio chavín y en el Lazon Monolito del Templo de Chavín de Huantar, el dios Wiracocha esta realizando un saludo masónico esperando la palabra de pase, para ingresar al naos del templo, “vivienda de los dioses” o “gran morada”. Las construcciones monumentales en los Andes fueron destinados a usos religiosos principalmente, por ello los masones andinos eran una clase con privilegios, que recibían alimentos y vestimenta ex profesamente elaborados como parte de las ofrendas a los dioses, personificada por el curaca local o el Inca, que administraban todos los recursos del imperio con el auxilio de una casta administrativa, distribuyéndolos de manera equitativa y oportuna. Ellos hacían censos y disponían de información sobre los recursos alimenticios almacenados, que se distribuía entre los pobladores en caso de desastres naturales, hambrunas o en los periodos previos a la nueva cosecha; y de 99


las producciones artesanales como son las cerámicas y los tejidos para distribuirlos entre los sacerdotes, acllas, quipucamayos y rumiperjacunas.

LAS ENSEÑANZAS MASONICAS ANDINAS. EL KARPAY Los ritos o iniciaciones se llaman Karpay, que se transmiten de padre a hijo o de maestro a discípulo. El mayor de los Karpay adquiere el nombre de Hatun Karpay (gran iniciación) y este representa la más importante transmisión espiritual de ritos iniciáticos andinos. El primer paso que los nuevos iniciados hacían, era emprender su viaje personal a las entrañas de las montañas andinas, donde interiorizaban la esencia de la cosmovisión andina de modo directo, rodeado de apus, wamanis, achachilas y de guardianes del conocimiento ancestral de la propia madre tierra, conducidos o asistidos por los Pampamisayocs, en algunas ceremonias se hacía uso de plantas alucinógenas como el cactus San Pedro y polvo de las semillas de acacia, cuyas evidencias de uso se tiene registrado en los imperios de Chavín y Tiahuanaco especialmente. También hay evidencia del uso de la hayahuasca. Los constructores y artesanos en general, interiorizaban en sus actos de producción, como es el cortar la piedra, pulimentarlo y encajar en los muros de las construcciones, o en el caso de elaborar adobes y colocarlos en el muro, un profundo compromiso con el dios Wiracocha y la Pachamama, una vocación libre y autentica que se define como “munay” (querer). El principio del munay (querer), fundamentalmente es el cuidado recíproco de la madre tierra como principal fuente de vida y el hábitat humano que era el Kay pacha, y en ella los masones andinos, replicaban las construcciones del Hana Pacha 100


en el Kay pacha, para gloria y satisfacción del Dios Credor y la Pachamama, siendo el Primer masón (constructor) el Inca o la autoridad religiosa de más alto rango de la zona. Toda ciencia, medicina, arte o expresión de un pueblo según el munay debe respetar a la madre tierra como ser viviente y al dios creador por su bondad con los hombres. Este nivel de respeto implica cuidado, protección y agradecimiento. Los guardianes de la tierra restablecen las paces con la madre tierra y el creador, que está representado por la Pachamama y Wiracocha, en los rituales karpay, que son los medios por los cuales se reequilibran las fuerzas y las voluntades humanas que reciben la bendición de la madre tierra y el creador, de la cual forman parte. En este nivel se dice que el runa (la gente) camina con propósito en su propia kawsay pacha, es decir en su propio cosmos de energía viviente. El amor recíproco con propósito es la esencia del munay andino, algo tan sencillo como caminar juntos en la misma dirección aún si somos diferentes en cuerpo y mente. Desde este punto de vista la primera función del munay es el amor hacia uno mismo, lo cual implica respetar el propio cuerpo como un templo sagrado e intentar conducirlo responsablemente por la vía de la evolución espiritual. La segunda función del munay es el amor al prójimo que los masones especulativos llamamos “fraternidad”, que es la capacidad de amar nuestra vida y respetarnos a nosotros mismos, para que nos concedan el privilegio de amar a todo ser viviente, a partir del propio contexto (familia, parientes, amigos, maestros, comunidad, animales domésticos, plantas, etc.). La tercera función del munay es dirigir el amor supremo al creador y la Pachamama, que crearon y mantienen todo ser viviente. Significa aprender a agradecer y respetar el hábitat como único hogar que nos dio el creador. 101


Estas funciones no presentan una jerarquía, pero deben ir de la mano para alcanzar una posterior etapa de madurez o decisión. Como se dijo los karpay equivalen a realizar ritos de paso o iniciaciones. Hay muchos tipos de karpay, los ritos andinos son variados y se realizan en virtud de los objetivos perseguidos, y podríamos agruparlos en ritos mayores, ritos especiales y ritos menores o singulares. LOS RITOS MAYORES. Implican realizar un conjunto de ritos, todos unidos entre sí con una secuencia destinada a un trabajo determinado, a este tipo de ritos se les conoce como hatun karpay (gran iniciación), en el cual se realizan un conjunto de ritos de paso para entrar en contacto estrecho con el sentido andino de la medicina de la madre tierra. Estos ritos en su conjunto pueden ser: La vida, la muerte, la visión, los apus, los ritos de la ñusta, pachamama, el ayni, la luna, el saludos al Sol, el agua, el fuego, elemento aire, los ritos del huarachico o del Inca y los de la Pachamama y Wiracocha, etc. LOS RITOS ESPECIALES. Estos karpay se ofrecen antes o después de un hatun karpay, ya que en el mundo andino el ordenamiento es relativo. Un karpay especial ayuda a motivar al iniciado a realizar un karpay mayor y viceversa, el hatun karpay deja abierta la posibilidad de realizar la continuación del camino con uno especial. Dentro de este nivel contamos con el ayni karpay o karpay ayni, en donde se realiza el intercambio (reciprocidad) del poder personal y se estimula el nacimiento del don particular del AYNI, que es un precepto supremo dentro de la mística andina. Dentro de este tipo de karpay corresponde también de modo específico: los ritos del lado derecho de la tradición andina (phaña), del lado izquierdo (lloque) y del lado del medio (chaupi). LOS RITOS SINGULARES. Se desarrollan para crear la apertura del corazón, el cual viene sensibilizado a fin que prosiga 102


con una formación posterior o mayor. En este caso es común realizar el rito del despacho, ofrecido en virtud de un motivo determinado o un momento especial. En este tipo de ceremonias pueden entrar los ritos celebratorios a Wiracocha, la madre luna, el padre sol, la iniciación en la mesa andina (pago), etc. LOS PASOS DEL KARPAY. Los karpay se inician desde mucho antes que la persona realiza el rito propiamente dicho. Por ello hay momentos importantes que nos hablan del pasaje de un karpay, que más o menos tienen que ver con el transito al nuevo camino de vida o de energía viva (Kawsay Puriy): 1 EL LLAMADO DEL APU. De un modo extraordinario muchas veces sucede en las personas que se despiertan una mañana, como una forma de llamado o impulso hacia una acción, que en un inicio no logran definir o determinar (momento ciego), esta fuerza misteriosa emergente casi siempre conduce de modo espontaneo a realizar una búsqueda espiritual. Es un período que coincide con el cierre de un ciclo y el cambio hacia uno nuevo venidero y necesario para la evolución personal. Este período involucra también la PREPARACIÓN, es decir la disposición anímica y mental que se invierte para llevar a efectos el rito de paso propiamente dicho. 2 EL KARPAY PROPIAMENTE DICHO. Este momento es único e irrepetible y constituye una experiencia crucial en contacto con la medicina espiritual andina, en el cual la transición llega a su máxima expresión con la aceptación recíproca del iniciado. En los Andes este es el momento del despertar, es el nacimiento a lo esotérico del corazón andino, un espacio interno para compartir y vivir de la mano con los guardianes de las sagradas medicinas del yo interior. Los rituales pueden generar una mentalidad diferente, pero siempre el objetivo será lo que llamamos la INCORPORACIÓN. Es decir la apertura de 103


un nuevo camino sin dejar el propio. No es un lavado de cabeza por la experiencia mística, pues implica sobre todo, una experiencia de vida que promueve un modo alternativo de evolución humana, ligado a la madre tierra y Wiracocha, sin dejar la propia raíz o el pensamiento de origen. Los runas eran muy respetuosos de las creencias ajenas, no las imponían, preferían convivir para aprovechar mejor sus bondades. 3 EL CAMINO DE VIDA. El camino o puriy es el momento de poner en evidencia el rito o karpay adquirido. Para quién ha recibido un karpay, puede representar un largo período de tiempo, el asimilar, digerir o dar forma al sentido de su iniciación. A esto llaman CONCRECIÓN, es decir llevar a la práctica e incorporar el nuevo paradigma adquirido, enriqueciendo el propio estilo de vida. El camino puede durar toda la vida y puede ser enriquecido toda vez que se considere necesario llevar un nuevo karpay. La Pachamama llama y convoca, lo hace por medio de sus apus, montañas o la propia naturaleza, y en lugar donde vivamos nos tutelan, protegen y enseñan las antiguas tradiciones andinas. Lo hacen del modo menos pensado, y este llamado del apu, es un primer paso que si se logra superar, se podrá vivir una vida autónoma y más arraigada en la esencia de la madre tierra. El karpay es una bendición que solo uno puede coger de modo voluntario y consciente. Es otra oportunidad sobre la mesa… Una oportunidad a una vida mejor. EL RETIRO Y LOS RITOS DE PASAJE. Si dividimos el año en cuatro períodos o estaciones, corresponde al mes de noviembre la fase de retiro, descanso y reciclaje. El retiro es un momento especial del despertar, reencuentro y centración, constituye la manera más eficaz de realizar un rito 104


de pasaje y marcar ciclos importantes en nuestras vidas, ya que nos ayuda en el mejor de los casos a tomar decisiones y clarificar valores, necesarios para superar aquellas fases de transición donde la mejor respuesta es el cambio. El retiro es una actividad marcadamente espiritual y de interiorización, un período muy íntimo de crecimiento personal, esto implica movilizarse en un espacio ajeno al lugar de residencia, tomando distancia temporal del contexto y la rutina habitual. Este acto es necesario para revisar el curso de la propia vida y darse cuenta de los cambios que son necesarios para una consecuente evolución. El retiro es considerado un rito de pasaje, porque se oficia con recogimiento y respeto hacia el propio cuerpo, mente y espíritu del aspirante. Se trata de encontrar la paz y armonía necesaria, sacrificando o renunciando a viejos hábitos y apegos que frenan el desarrollo personal. El retiro es la oportunidad para decidir crecer, y sobre todo es equilibrar la balanza con las fuerzas de la naturaleza y la madre tierra, que es quién finalmente acoge al “despertado”, para tutelarlo en adelante con la ayuda de los espíritus de las montaña o apus. En el contexto andino del Karpay, los ritos de pasaje ayudan a desarrollar en nuestro interior el sentimiento de bienestar, satisfacción o dicha, que en quechua se denomina allin kawsay, el cual tendrá su culminación, mediante el rito del HATUN KARPAY, que es la gran iniciación espiritual andina, donde la fuerza de los elementos de la naturaleza, de los animales de poder y los espíritus que moran en la madre tierra, se integran a nuestra vivencia futura como elementos tutelares. A partir de ese momento el iniciado en un hatun karpay, dispondrá de los elementos de la tradición necesarios, para comenzar a caminar, en un sendero propio pero enraizado en la Pachamama, para llegar al Hanan Pacha donde reina Wiracocha. A este proceso llamamos “nacimiento”. Se puede decir que el retiro son los dolores pre105


vios del parto y el hatun karpay el parto. CUALES SON LOS RITOS. 1 Ayni Karpay: El primer rito que corresponde al intercambio de poder personal con el linaje real de maestros Incas (yachahiqcuna panaka). 2 Unu Karpay (Tipón): Rito de la purificación y bendición del cuerpo físico y energético con el espíritu del agua. En este rito se reafirma la voluntad de recibir la bendición de Wiracocha el creador, que trasmitió su poder al dios Sol, y en su representación, el Inca y su esposa la Qoya ambos hijos del Sol, bendicen al iniciado, para que viva libre de culpas a los ojos del creador, pues él antes ya castigo a todos los seres de su creación por su desobediencia y no haber guardado sus enseñanzas, con el Unu Pachacuti (diluvio). A partir de entonces, cada cierto periodo de tiempo, Wiracocha propiciará el Pachacuti, que es la renovación del kay pacha (el mundo), con el apoyo de los iniciados. 3 Sapan Inca Karpay (Laguna de Wakarpay): En este rito se trabaja el linaje Inca, con el cual se toma contacto a través del último inca fallecido. En la tradición este se inicia con Sinchi Roca, que es el segundo inca y termina la lista real con Atahualpa. Este rito es para mantener la tradición viva de los incas. 4 Wañuy Karpay (Q’enqo-Tambomachay): En este rito se trabajará el tema de la muerte. Cerrar un ciclo y comenzar uno nuevo, con energía renovada, en similitud al despertar de la semilla en el seno de la Pachamama. 5 Inti Karpay (Pisac): La apertura del ojo solar y conexión con Taita Inti, el Sol sagrado de los Incas. 6 Wayra Karpay (Ollantaytambo): Este rito de purificación permite la conexión con el espíritu del viento. 106


7 Pachamama Karpay (Machupicchu-Sector Templo de la Luna): En este rito se trabaja la conexión con el sagrado espíritu de la Pachamama. 8 Ñusta Karpay (Machupicchu-Templo de la Luna): Este rito se realiza para la Ñusta andina. 9 Apu Karpay (Machupicchu-Huayna Picchu): Este ritual permite la conexión con los espíritus tutelares de los Apukunas, con Huaynapicchu, Machupicchu y Putucusi, incorporando la guía espiritual de estos Taytas (padres) sobre los iniciados. 10 Phutuy Karpay (Machu Picchu): Este rito permite la germinación y florecimiento de la semilla del Inca, recibiendo a su paso la bendición de los tres mundos andinos: Hanan Pacha, Kay Pacha y Uku Pacha. 11 Willka Ñusta Karpay (Río Urubamba): Este ritual permite tomar contacto con las Ñustas del río sagrado Vilcanota (Urubamba) y su espíritu femenino. Ñusta es el nombre quechua de las Princesas en el Imperio inca. La ñusta era virgen e hija del inca. 12 Wiñay Karpay (Moray): Este rito es para propiciar el crecimiento de la simiente Inca (simbolismo de descendencia), que se manifiesta con la expansión del estado de consciencia y la sabiduría ancestral, para que perdure en la memoria colectiva. En la tradición, en Moray se aclimataba las plantas a un nuevo clima, distinto a su hábitat natural. En el simbolismo del karpay, lo que se quería trasmitir es que las concepciones incas se difundieran a todo la tierra, sin importar distancia, clima o cualquier vicisitud. 13 Wiracocha Karpay (Raqchi): Este rito final abre la puerta a la cúspide de nuestra ascensión iniciática, es el tránsito final y por ello se llama “coronación”, y da al iniciado los conocimien107


tos más elevados entre su nivel de consciencia y el pasaje al tercer nivel o mundo superior que es el Hanan Pacha en la tradición espiritual andina, donde se une al espíritu del creador Wiracocha dios supremo creador del mundo de los Andes de América del Sur, para compartir con él todos los misterios y ser guía espiritual de todos los bendecidos de los karpay. LOS INICIADORES. El Pampamisayoc es un personaje que conduce una mesa de iniciación, éste es de rango inferior a otro personaje superior conocido como Altomisayoc (el elegido por el rayo). Ambos se caracterizan por ser paqos (personajes nobles) portadores de la mesa (jamp´ara), ambos equivalen a los sacerdotes. El Pampamisayoc es un iniciado en el arte religioso-esotérico inca, por vocación o elegido como representante de su comunidad, mientras que el Altomisayoc es elegido por las fuerzas de la propia naturaleza o la misma Pachamama. El Pampamisayoc recibe su iniciación en un Apu tutelar (montaña), sabe realizar despachos, ejerce la mesada, conoce las técnicas de oráculo, se especializa en técnicas de limpieza del mal. Los Pampamisayoc ejercían su oficio en su comunidad, y la comunidad se encargaba de su manutención, si era de avanzada edad ejercía su oficio a tiempo completo, si era joven lo ejercían tiempo parcial, mezclando actividades productivas y espirituales al mismo tiempo. En la actualidad estos sacerdotes andinos ha trascendido las propias fronteras de su región geográfica y las iniciaciones los hacen a las personas sin distinción de credo, edad, origen, procedencia, sexo o raza. Sus funciones Las funciones han sido delimitadas por las actividades que ejerce. 108


1 Iniciación: Este rol define al Pampamisayoc. Este personaje elige por vocación realizar un proceso de vida espiritual andina de por vida desde muy joven, en adelante quedará atento o disponible a los espíritus de la montaña a una eventual transmisión mayor -por parte sobre todo del hermano rayo-, debido a que la Pachamama es quien elige para ser su intermediario con la humanidad. Todo Pampamisayoc tiene la esperanza que le llegue esa señal de la madre tierra, y ofician como tales, hasta que la Pachamama designa a sus candidatos para ser hermano mayor o Altomisayoc. Por ser un iniciado, le está permitido compartir e iniciar a su vez a otras personas en este arte espiritual del Karpay. 2 Portador: Esta función del Pampamisayoc le confiere un título metafóricamente hablando de nobleza, porque tiene prestigio reconocido en su comunidad y es parte de un linaje definido de hombre o mujer medicina, una panaca real que proviene desde la época pre Inca. El pampamisayoc es un portador de la mesa andina, que está representado por sus objetos rituales que forman parte de su propio linaje y de la alianza con la Pachamama. 3 Puente: Dentro del arte del Pampamisayoc el rol de la persona puente (Chakaruna) es el de vincular al profano con los iniciados previa calificación de sus cualidades es decir busca a los que tienen la vocación. 4 Oráculo: El arte de cocrear un oráculo viene de la mano con la tradición y es un legado básicamente familiar, donde prematuramente los Pampamisayoc desarrollan la capacidad de leer e interpretar empíricamente las hojas de coca como arte adivinatorio. Emplean así mismo la lectura del pulso para determinar enfermedades mediante la palpación, realizan la “pichca” (masticado de coca con fines ritualisticos) antes de entrar en trance adivinatorio haciendo el papel de oráculo; hacen la lectura del huevo o del cuy como una arúspice andina para diagnosticar 109


enfermedades luego del “jobeo” ya sea de huevo o cuy. 5 Sanador: Este hombre sagrado entiende bien los procesos de curación humana, probablemente no se centra en sanaciones físicas y más bien linda con el plano energético por medio de sus remedios, hierbas y técnicas, destinadas a desbloquear en primera instancia el cuerpo sutil. Mediante los rituales de sanación se restablecen las conexiones esenciales con la madre tierra, la cual se lleva la energía pesante de todo asistido, emitiendo al mismo tiempo energía purificadora como acto de reciprocidad. 6 Oferente: Todo Pampamisayoc se especializa en el arte de la ofrenda y ritualidad hacia la madre tierra, sabe y entiende qué elementos elegir y cuál debe ser su disposición dentro de toda ceremonia de Despacho o Haywariska. Esto le permite ser el encargado primario o responsable material de las celebraciones en honor o agradecimiento a la Pachamama y Wiracocha. Las cuales cuentan con fechas centrales y fechas eventuales dependiendo del objetivo que persigue. 7 Oficiante: Esta función de los Pampamisayoc era desarrollar una labor de integración social, celebraba los nacimientos, matrimonios, corte de pelo o uma rutuchi (ceremonia de presentación del niño a la sociedad), que son actos simbólicos que le permitían llevar a los pueblos andinos el arte del despacho (pagos) para inauguraciones, efemérides, celebraciones sociales o cívicas. Las concepciones andinas son variadas a tal punto que un mismo aspecto de la realidad puede generar diversidad de opciones de respuesta y alternativas de solución, pero todas las opciones o posiciones respetan los sagrados principios andinos del respeto a su creador y a la madre tierra, sin los cuales no tendrían la armonía en el lenguaje religioso-esotérico. Los principios a los que se ajusta la filosofía o pensamiento andino son 110


muchas, pero por lo general se consideran supremos: el Ayni (la reciprocidad), el Munay (el amor con voluntad), el Llankay (el trabajo) y el Yachay (el saber).

LAS ENSEÑANZAS RELIGIOSO-ESOTERICAS INCAS. -LA CONTEMPLACION. Qhaway es el acto de contemplación dinámica, un estilo de vida, bien plantado y enraizado en la tierra, no solo como un principio individual, sino también universal. Este arte reúne la disciplina de todas las iniciaciones mayores y menores que nos encaminan a una vida de rectitud, una vida armónica o buen vivir (sumaq kawsay), y apunta al desarrollo pleno del vivir en el presente, en el aquí y en el ahora, como eje común de la realidad, para alcanzar una vida superior libre de ataduras que nos impiden nuestro desarrollo. -LA MEDITACION. El Pachaqhaway es el arte que más se acerca a la meditación occidental. Se centra en la realidad consciente, que es la suma de dos aspectos a considerar: una microrealidad (personal o microcosmos) con otra colectiva y compartida (social o macrocosmos). En ambos casos la integración de ambas apreciaciones permite lograr un convenio único que da paso al mundo pluricomunitario ineludible y fundamentalmente humano. El Pachaqhaway considera un contexto primario dirigido a integrar el universo interior del exterior. Todo lo que está dentro en la propia unidad es universo personal. Y todo lo que está afuera -si bien se basa en percepción del mundo a partir de la propia consciencia- es el universo exterior. El Pachaqhaway no limita la división del tiempo en los aspec111


tos lineales de pasado, presente y futuro. En el mundo andino el tiempo es más bien circular y en forma de espiral, y todo va llegando porque el mundo va circulando. Nuestra vida viene a considerarse como un ciclo, un ciclo que da vueltas y los actos se van repitiendo y algunos se van almacenando dentro de ese mismo contexto de espiral. Con esa lógica el mundo del pasado se va repitiendo gradualmente, como si se tratasen de hechos que viven en nuestra memoria. El mundo del futuro está allí observándonos y esperando porque pueda deducirse de la mejor manera en el presente. Esto nos permite por ejemplo comprender mejor la reencarnación, que no es un concepto de fácil entendimiento, pero los runas (gente) pueden fácilmente comprender la ventaja de pasar a un estado de transición (muerte) en el Uku pacha (mundo inferior) que nos mantendrá y devolverá a la luz del presente en el reino del Kay Pacha (mundo actual). La Pachaqhaway nos centra permanentemente en el presente, en la presencia del aquí y ahora y nos hace comprender que lo que vale, es lo que tenemos ahora, por lo que estamos haciendo y lo que está precisamente sucediendo en este momento, es el único nivel que podemos manejar y cambiar. El presente es el momento de interrelación entre pasado y futuro en aspecto lineal. Por ello es de crucial importancia usar la mayor energía en este estado de consciencia inmediata, que redundará en nuestra nueva vida. La contemplación o Pachawahway, asigna importancia al poder de la intencionalidad. La intención es el acto de asignarle un gran poder a la propia consciencia humana, a su poder de mover montañas y cielo con el solo hecho del pensamiento y la fe individual y colectiva. La Pachawahway es contemplación en movimiento. Crea un estilo de vida, en donde solo hay que despertar y realizar acciones trascendentes, plenas y hasta con gran pasión, esto da a la vida plenitud. Plenitud que se puede gozar aún con una vida 112


simple en las montañas y con escasos recursos (pobreza material), pero una vida de gran riqueza espiritual. El iniciado o practicante es en este sentido un buscador y caminante de su propio potencial interior, cultiva dentro de su vida pragmática un asiduo y perspicaz manejo de métodos y herramientas a fin de aproximarse a ese estado de ampliación de consciencia que es permanente, y que se define por el camino a seguir… valorando antes que la simple llegada a una meta definida y deseada. Esta característica permite que el iniciado pueda sumar otras prácticas. El verdadero practicante no entra en contradicciones y más bien se permite aunar sus propias experiencias y conocimientos sin mayores conflictos. -EL BIENESTAR. Allin Kaway, el bienestar andino: “Queremos Vivir Bien, valorar nuestra historia, nuestra música, nuestra vestimenta, nuestra cultura, nuestras lenguas, nuestros recursos naturales”, es el amarse como ser autentico. Runacunapa (para los hombres y mujeres de los Andes), lo más importante no es la plata ni el oro. Lo más importante son los ríos, el aire, las montañas, las estrellas, los insectos, las mariposas, las piedras y todo cuanto nos circunda. “Lo más importante es la vida”. El Vivir Bien o Allin Kawsay, busca la armonía entre la naturaleza y la raza humana. El ser humano necesita amar la tierra, los bosques, el agua y todo cuanto lo rodea, pues ocupa un lugar en la creación sagrada del cosmos que comparte con todos los elementos, y todos son hijos de la gran madre (Pachamama) y del gran padre Wiracocha. Vivir Bien, es vivir en armonía dentro de una comunidad, donde todos los integrantes se preocupan por todos. Lo importante 113


es el desarrollo de la conciencia colectiva, para buscar una vida sencilla y en armonía con un entorno natural. El Vivir Bien es buscar el consenso entre todos, aunque las personas tengan diferencias, al momento de dialogar lleguen a un punto neutral, en el que todos coincidan y no se provoquen conflictos. Es respetar al otro, es saber escuchar a todo el que desee hablar, sin imposición ni sometimiento. No es tolerancia, es respeto. Cada cultura o región tiene su forma diferente de pensar, que es necesario respetar y esto se extiende también a todos los seres que habitan el planeta, como los animales y las plantas. Respetar las semejanzas y diferencias entre los seres que viven en el kay pacha (nuestro planeta); es saber alimentarse, conforme a las estaciones del año; es saber beber alcohol con moderación, para no lastimar a nadie; es saber danzar, porque la danza se relaciona con hechos concretos como la cosecha o la siembra; es considerar el trabajo como fiesta, porque da felicidad y es una forma de crecimiento; es realizar un control entre todos los habitantes de una comunidad, sobre todo si ocupa una función pública; es practicar la reciprocidad del trabajo en las comunidades y en los pueblos, esta práctica se denomina minka, que no es más que devolver en trabajo la ayuda prestada (ayni), por una familia o una comunidad, ya sea en una actividad agrícola de siembra o cosecha, o en la construcción de obras comunales; es basarse en los principios de ama sua y ama kella y ama llulla (no seas ladrón, no seas ocioso y no seas mentiroso), preceptos que permiten a la comunidad lograr el bienestar y confianza en sus habitantes; es respetar a la mujer, porque representa a la Pachamama, que es la Madre Tierra que da vida y provee los frutos para el sustento, la mujer en semejanza a ella, está presente en todas las actividades de la vida: cría, educa, alimenta y es base en la organización comunal 114


Vivir Bien es respetar las arrugas de los abuelos, porque ellos son nuestras bibliotecas (poquencancha) andantes y debemos aprender de ellos. -LA RECIPROCIDAD. El ayni es la reciprocidad y el intercambio de energía en la justa proporción, es como una balanza que equilibra las propias fuerzas del universo. El ayni andino va más allá de la reciprocidad occidental basada en el dinero o la compensación material, esta se basa esencialmente en un profundo sentimiento de gratificación y plenitud espiritual. El ayni permitió el florecimiento de la civilización andina, gracias a ello el trabajo colectivo de los ayllus construyó un sistema social y cultural en donde la mano del hombre supo convivir con la naturaleza, lejos de dominarla o destruirla como si se tratase solo de materias primas. Hoy somos testigos del legado de nuestros ancestros Incas y del trabajo de los masones andinos. Por ejemplo al observar sus edificaciones intactas e imponentes al paso del tiempo, aún en lugares inaccesibles e impensables para el hombre moderno, la práctica del ayni o reciprocidad andina, que es su virtud, ha permitido que las obras comunales de uso colectivo se realicen con pocos recursos, pero majestuosos e imponentes, ha permitido cohesionar los vínculos familiares (ayllus) y comunales mediante la construcción de viviendas para los recién casados y ancianos, así como asegurar la siembra y cosecha de los alimentos, para evitar las hambrunas ligadas al clima hostil, especialmente por efecto de los “fenómenos del niño”. -EL COMPARTIR. Compartir es vivir, lo que fluye es algo muy sencillo, puesto que lo que tengo lo comparto y si lo comparto siento que algo he dado a mi propio corazón. Es para mí el ayni más sencillo y aplicado, no hay que teorizar horas y tratar de convencer la mente occidental, a veces solo basta un gesto, una acción 115


de cualquier naturaleza, como dar apoyo moral, regalar una canción, un abrazo, un gracias o dar algo propio. Compartir es como partir el propio ego en dos, de tal modo que pierde su firmeza y hasta su arrogancia, y el desprendimiento a ese nivel comienza a ser una virtud potencialmente alcanzable y agradable, de modo que no se trata de dar por obligación o porque banalmente se trate de quedar bien, “se comparte porque en el acto de dar fluye la vida misma y uno entra en sintonía con la pachamama y recibe las bendiciones del Wiracocha (El Creador)”. Cuando se comparte se vive en el reino del kawsay, que es algo como sentir que somos parte del universo de realidades vivas, el kawsay es la vida misma que fluye como la sangre dentro de nuestras arterias y venas, con el propósito de convivir en un estado de paz y armonía, al cual llamaron allin o sumaq kawsay, que es el bienestar andino. En esta ley espiritual del ayni, la raza humana lograra su autorrealización si trasciende su propio ego, y que los beneficios de todo logro material o espiritual deben ser distribuidos y compartidos con los semejantes. En simples palabras es la iluminación, pero “solo no alcanzaras la iluminación, trae otro y entrarás en el reino de los ascendidos al hanan pacha”. -LA CORRESPONDENCIA O AGRADECIMIENTO. Toda ofrenda a los dioses está impregnada de agradecimiento y fundamentalmente respeto por los dones concedidos, esto es la correspondencia o agradecimiento. Cuando el espíritu de Wiracocha o la Pachamama acepta esta ofrenda lo hace con alguna señal que el poblador sabe identificar, puede tratarse de la visita de un cóndor o un colibrí, el canto de un pájaro, un remolino de viento o un suceso inesperado y a la vez crucial. Por esta simbiosis con el creador y la madre tierra, el corazón del poblador andino siempre está lleno de agradecimiento, por eso siempre da las ofrendas, por algo que ya el creador y la madre 116


tierra le da de modo permanente: su vida, su hábitat, el agua, los alimentos, sus animales, etc. De manera especial, el iniciado lo siente como propio, un estado de gratitud y paz, que permite su integración a la humanidad y a la vida, porque está en contacto directo con la madre tierra y el Wiracocha.

EL TIEMPO EN LA CONCEPCION INCA. Las profecías andinas centradas en el retorno, renacimiento o reencarnación, hablan de un tiempo circular cíclico que se renueva en una suerte de reingeniería espiritual, reunidos en intervalos de tiempo aproximados de 500 años. Según esto, los últimos 30 años son parte del último Pachacuti (renovación del mundo), a modo de un proceso de transición que daría como resultado el despegue final de la propuesta del modelo andino, como alternativa espiritual para la humanidad. Una cualidad de este período de renacimiento espiritual andino, es el reencuentro con nosotros mismos, como un punto de partida importante para llevar a cabo otros procesos de crecimiento personal. Reencuentro en la filosofía inca, es encontrarse uno mismo, volver a sí mismo… impulsar al protagonista de nuestro propio desarrollo, que somos “nosotros mismos”. Esta renovación o Pachacuti tiene fases. - Rijchariy Runa (Despertar Humano) es una forma de despertar del letargo, del sueño, de la vida programada y de la rutina, y equivale a darse cuenta que todos, somos portadores del ADN Inca, afirmación coherente con el Tanaj y la Biblia que ya expusimos, donde afirmamos que los habitantes de los Andes de América del Sur, somos descendientes de Noé, y al igual que todos los nacidos humanos, poseemos la capacidad de desarrollarnos y de iluminarnos, así como una vez el Inca, lo hizo para servir a su pueblo. 117


- Puriy Runa (Camino de Vida), el camino de aprendizaje desde la iniciación hasta un obtener progreso es paso a paso y depende de la fase evolutiva. En este paso, el anciano no es considerado como un mero anciano por la edad biológica, el anciano ya hizo el camino, el que ya llegó… y su ayuda es fundamental para impulsar a los que vienen (los jovenes) a encontrar su propio camino. El Puriy o Kawsay Puriy es la idea para saber dónde comenzar y de donde partir. - Yachaq Runa (Maestro Guía) en la concepción andina todos somos maestros de nosotros mismos y de los demás. La piedra angular de este proceso está sustentado en el encuentro del propio maestro interior, en el autoconocimiento, que equivale igualmente a recordar para que venimos al mundo y cuáles son nuestros propósitos esenciales. Una vez que surge el maestro interior en respuesta al ayni andino, este maestro enseña a los demás su experiencia de vida, esta filosofía circular se regenera y se retransmite en forma permanente desde hace milenios, desde Sechin Bajo y Caral a través de las obras arquitectónicas construidos por los masones andinos como testimonio de sus logros. - Tinkuy Runa (Contacto Físico) es una manera de concretar una reunión y establecer contacto interpersonal para la transmisión de conocimiento y compartir un mismo tiempo, un mismo hogar (la tierra) y vivir en paz. La idea es convivir con la humanidad, romper las barreras que limitan y distancian por prejuicios, color, límites geográficos, credos, etc. - Taripay Runa (Contacto Humano) es la fase de culminación del encuentro total, solo se realiza cuando nos auto entendemos y comenzamos a entender la humanidad. - Taripay Pacha (Contacto Total), es el conjunto de pasos previos que invitan al Taripay Pacha (encuentro con el cosmos, el universo, el espacio y tiempo), que es el punto culminante que 118


el ser genera en un tiempo circular al término de su ciclo, para dar inicio a otro ciclo de vida. Taripay Pacha es una suerte de comunión de idea, sentimiento y armonía con la totalidad, con nosotros mismos, con la humanidad y con la fluidez de la pachamama y sus elementos. Los tiempos del Taripay Pacha nos invitan a un camino de vida en contacto estrecho con el cosmos, armonizar con todo orden de cosas y vivir en paz. Esto es propositivo para que el argumento de vida trascienda al propio escenario y al propio maestro externo e interno. En la cultura andina es fundamental despertar y encontrarse con la simpleza de la madre tierra e imitar sus pasos y su gran ejemplo, en un modo de ser y estar, creando y recreando las condiciones para la sobrevivencia de la vida en la faz de la Tierra, en un tiempo circular que se renueva cada cierto periodo, sucediéndose así el nayra pacha (pasado), jichha pacha (presente) y el qhipa pacha (futuro), tiempo en el que el hombre muere y renace pasando del kay pacha (nuestro mundo) al hanan pacha (el mundo de arriba), para retornar por el uku pacha (mundo de abajo) en una secuencia helicoidal.

LOS MASONES ANDINOS DE HOY. Como se podrá apreciar el conocimiento místico andino, que llego a los españoles a través de los incas, era distinta en su forma a los conocidos en Europa, Oriente y el Asia, pero a la vez similar en sus propósitos y finalidad, y a los españoles no se les ocurrió mejor idea que desaparecerlos, imponiendo su religión, su filosofía y sus conocimientos, que consideraban superiores. Por ello cuando jactancioso un cura dijo a los “runas” que debían bautizarse si querían ir al cielo para gozar del paraíso, ellos le respondieron “no es necesario, nosotros vivimos en el paraíso”. Y cuando con maldad y furia impusieron su religión, los “runas” sincretizaron su religión en la nueva que les imponían, de manera tal que los curas de esa época como los de ahora, festejan fiestas religiosas a dioses andinos, a quienes con de119


voción llaman “mamacha” o “taitito”, y en muchos casos estas festividades se inician, previo pago a los apus en mesadas presididas por los pampamisayoc, que bendicen a los mayordomos y los danzantes, como se hacía en la época inca. Los grandes constructores andinos, esos legendarios masones, guardaron sus secretos que los hicieron admirables, ya no construyeron ninguna obra monumental más, mientras los hombres blancos que llegaron del mar estuvieron con ellos. Los templos que los curas obligaban a construir, los construían, muchas veces sobre construcciones incas previas, y sin darse cuenta los curas con este hecho, lo que hicieron fue resaltar más la majestuosidad de los templos incas respecto a la nueva, de manera que hoy en esos templos, por igual los andinos pueden expresar su devoción a sus dioses ancestrales sincretizados como vírgenes o jesucristos. Pero los masones andinos no dejaron de trasmitir su ciencia y conocimientos místicos a sus iniciados, de manera tal que hoy en las comunidades más alejadas de las grandes ciudades del Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile y Argentina, los encuentras construyendo con sus conocimientos ancestrales sin mayor dificultad y superando en muchos casos a los profesionales egresados de las escuelas técnicas y universidades. Si le preguntas ¿Quién te enseño? Responderán prestos, eso viene de familia, porque vos no comprendería lo que es un karpay andino, oficiado por un pampamisayoc, en un templo que es el mundo mismo, bendecido por el creador Wiracocha y la Pacha mama que es la madre tierra. Estos masones andinos al igual que sus interpares del mundo, celebran los solsticios de verano y de invierno, y antes de iniciar sus construcciones los alinean con los puntos cardinales y los astros, y colocan la primera piedra (huanca) de forma similar a los masones sumerios y egipcios, previo ayuno para recibir la bendición del Gran Arquitecto del Universo, con los primeros rayos solares del dios Inti.

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