DIALOGO ENTRE MASONES MARZO 2020 N° 75

Page 1

Dialogo Entre Masones

Artículos Masonicos Seleccionados Año 7 - N° 75

Marzo 2020


L

Dialogo Entre Masones

Artículos Masonicos Seleccionados Año 7 - N° 75

Director General Herbert Oré Belsuzarri

Directores

Mario López Rico Vicente Alcoseri Julio Villarreal III

Artículos Publicados

- Seiscientos años de ritual masónico...............3 - La Biblia, el GADU y el Dios me ayude en el rito moderno.................................................41 - La masonería en el amanecer de la era secular.........................................................78 - Felipe el hermoso y los templarios..............95 La revista agradece la difusión de los artículos publicados, mencionando la fuente y la autoría.

Valle de Lima Marzo 2020

2


SEISCIENTOS AÑOS DE RITUAL MASONICO Henry Carr 3


SEISCIENTOS AÑOS DE RITUAL MASONICO Henry Carr

Hermanos, muchos de ustedes sabrán que viajo grandes distancias en el curso de mis deberes de lectura y cuanto más avance, más asombrado estaré al ver cuántos Hermanos creen, realmente, que nuestro ritual masónico vino directamente del cielo, directamente a manos del rey Salomón. Todos están bastante seguros de que fue en inglés, por supuesto, porque ese es el único idioma que hablan allí. Están igualmente seguros de que todo estaba grabado en dos tablas de piedra, de modo que, Dios no lo quiera, ni una sola palabra debería ser alterada; y la mayoría de ellos creen que el Rey Salomón, en su propia logia, practicó el mismo ritual que ellos hacen en la suya. Pero no fue así en absoluto, y esta noche voy a tratar de esbozar para usted la historia de nuestro ritual desde sus inicios hasta el punto en que prácticamente se estandarizó, en 1813; pero debes recordar que, mientras estoy hablando del ritual en inglés, también te estoy dando la historia de tu propio ritual. Una cosa va a ser inusual en la charla de esta noche. Esta noche no vas a tener cuentos de hadas. Cada palabra que pronuncie estará basada en documentos que pueden probarse: y en las raras ocasiones en que, a pesar de tener los documentos, todavía no tenemos una prueba completa y perfecta, diré en voz alta y clara ‘Pensamos…’ o ‘Nosotros creemos…’. Entonces sabrás que estamos, por así decirlo, en terreno incierto ~ pero te daré lo mejor que sabemos. Y dado que una conversación de este tipo debe tener un punto de partida adecuado, permítanme comenzar diciendo que la masonería no comenzó en Egipto, Palestina, Grecia o Roma. COMIENZOS DE LA ORGANIZACIÓN COMERCIAL DE ALBAÑILES. Todo comenzó en Londres, Inglaterra, en el año 1356, una fe4


cha muy importante, y comenzó como resultado de una gran disputa en Londres entre los albañiles, los hombres que cortaron la piedra y los albañiles de colocación y alineación, los hombres que realmente construyeron los muros. Se desconocen los detalles exactos de la pelea, pero como resultado de esta pelea, 12 maestros de albañiles calificados, con algunos hombres famosos entre ellos, se presentaron ante el alcalde y los concejales en Guildhall, Londres, y, con permiso oficial, elaboraron un simple código de reglas de actividad. Las palabras iniciales de ese documento, que aún sobrevive, dicen que estos hombres se habían unido porque su comercio nunca había sido regulado de la misma forma que otros oficios. Entonces, aquí, en este documento, tenemos una garantía oficial de que este fue el primer intento de algún tipo de organización comercial para los albañiles y, a medida que avanzamos en el documento, la primera regla que redactaron da una pista sobre la disputa de demarcación de la que estaba hablando. Establecieron: “Que todo hombre de comercio puede trabajar en cualquier trabajo relacionado con la actividad si está perfectamente calificado y capacitado en ella”. Hermanos, ¡esa era la sabiduría de Salomón! Si tú conocía el trabajo, usted podía hacer el trabajo, ¡y nadie podía detenerlo! Si solo tuviéramos ese sentido común hoy en día en Inglaterra, cuánto mejor deberíamos estar. La organización que se creó en ese momento se convirtió, en 20 años, en la London Masons Company, el primer gremio comercial de los albañiles y uno de los antepasados ​​directos de nuestra masonería de hoy. Este fue el verdadero comienzo. Ahora la London Masons Company no era una logia; era un gremio comercial y debería pasar mucho tiempo tratando de explicar cómo comenzaron las logias, un problema difícil porque no tenemos registros de la fundación real de las primeras logias operativas. Brevemente, los gremios eran organizaciones de la ciudad, muy favorecidas por las ciudades porque ayudaban en la gestión de los asuntos municipales. En Londres, por ejemplo, desde 1376 en adelante, cada uno de los oficios 5


London Masons Company

eligió a dos representantes que se convirtieron en miembros del Consejo Común, todos juntos formando el gobierno de la ciudad. Pero el comercio de albañiles no se prestó en absoluto a la organización de la ciudad. La mayor parte de su trabajo principal estaba fuera de las ciudades: los castillos, las abadías, los monasterios, los trabajos de defensa, los trabajos realmente grandes de la construcción siempre estuvo lejos de los pueblos. Y creemos que fue en esos lugares, donde no había otro tipo de organización comercial, donde los albañiles, que se dedicaron a esos trabajos durante años, se formaron en logias, imitando a los gremios, de modo que tenían alguna forma de autogobierno en el trabajo, mientras estaban lejos de todas las otras 6


formas de control comercial. La primera información real sobre las logias nos llega de una colección de documentos que conocemos como los “Antiguos Cargos” o las Constituciones manuscritas de la albañilería, una maravillosa colección. Comienzan con el manuscrito Regius c1390; el siguiente, el manuscrito de Cooke está fechado en c1410 y tenemos 130 versiones de estos documentos que se remontan hasta el siglo XVIII. La versión más antigua, el Manuscrito Regius, está en verso que rima y difiere, en varios aspectos, de los otros textos, pero, en su forma general y contenido, son muy parecidos. Comienzan con una oración de apertura, cristiana y trinitaria, y luego continúan con una historia del oficio, comenzando en los tiempos bíblicos y en las tierras bíblicas, y rastreando el auge del oficio y su difusión en toda Europa hasta que llegó a Francia y luego fue llevado a través del canal y finalmente establecido en Inglaterra. Historia increíblemente mala; cualquier profesor de historia caería muerto si fuera desafiado a probarlo; pero los albañiles lo creyeron. Esta era su garantía de respetabilidad como un oficio antiguo. Luego, después de la historia, encontramos las regulaciones, los cargos reales, para maestros, becarios y aprendices, incluidas varias reglas de carácter puramente moral, y eso es todo. Ocasionalmente, el nombre de uno de los personajes cambia, o la redacción de un reglamento se modificará ligeramente, pero todos siguen el mismo patrón general. Además de estas tres secciones principales, oración, historia y cargos, en la mayoría de ellas encontramos algunas palabras que indican el comienzo de la ceremonia masónica. Debo agregar que no podemos encontrar toda la información en un solo documento; pero cuando los estudiamos como una colección, es posible reconstruir el esquema de la ceremonia de admisión de esos días, la ceremonia más temprana de admisión en el oficio. Sabemos que la ceremonia, tal como fue, comenzó con una oración de apertura y luego hubo una ‘lectura’ de la historia (muchos documentos posteriores se refieren a esta “lectura”.) En aquellos 7


días, 99 albañiles de cada 100 no podían leer, y creemos, por lo tanto, que seleccionaron secciones particulares de la historia que memorizaron y recitaron de memoria. Leer todo el texto, incluso si pudieran leer, habría tomado demasiado tiempo. Entonces, la segunda parte de la ceremonia fue la ‘lectura’. Luego, encontramos una instrucción, que aparece regularmente en prácticamente todos los documentos, generalmente en latín, y dice: ‘Entonces uno de los ancianos extiende un libro (a veces “el libro”, a veces la “Biblia”, y a veces la “Santa Biblia”) y él o los que deben ser admitidos colocarán su mano sobre el mismo, y los siguientes cargos será leído. En esa posición, las regulaciones fueron leídas al candidato y él hizo el juramento, un simple juramento de fidelidad al rey, al maestro y al oficio, de que obedecería los reglamentos y nunca traería al oficio vergüenza. Esto fue un levantamiento directo del juramento del gremio, que probablemente era la única forma que conocían; sin lujos, sin penalizaciones, un simple juramento de fidelidad al rey, al empleador (el maestro) y al oficio. A partir de este momento, el juramento se convierte en el corazón y la médula, el centro crucial de cada ceremonia masónica. The Regius, que es la primera de las versiones en sobrevivir, enfatiza esto y vale la pena citarlo aquí. Después de la lectura de los cargos en el manuscrito de Regius, obtenemos estas palabras: “Y todos los puntos anteriores aquí a todos ellos deben jurar, y todos harán el mismo juramento de los albañiles, estén dispuestos, sean ellos” tanto si les gustaba como si no, solo había una llave que abriera la puerta al oficio y era el juramento del albañil. La importancia, que el Regio le atribuye, la encontramos repetida una y otra vez, no en las mismas palabras, pero el énfasis sigue ahí. El juramento u obligación es la clave de la ceremonia de admisión. Así que les describí la ceremonia más temprana y ahora pue8


do justificar el título de mi artículo, Seiscientos años de ritual masónico. Tenemos 1356 como la fecha de los inicios de la organización comercial de albañiles, y alrededor de 1390 la primera evidencia que indica una ceremonia de admisión. Divide la diferencia. En algún lugar entre esas dos fechas es cuando todo comenzó. Eso es casi exactamente 600 años de historia comprobable y podemos probar cada etapa de nuestro desarrollo a partir de entonces.

La masonería, el arte de construir, comenzó muchos miles de años antes de esto, pero, por los antecedentes de nuestra propia masonería, solo podemos volver a la línea directa de la historia que se puede probar, y eso es 1356, cuando realmente comenzó 9


en Gran Bretaña. Y ahora hay otro punto que debe mencionarse antes de ir más lejos. He estado hablando de una época en que solo había un grado. Los documentos no dicen que solo hay un grado, simplemente indican una sola ceremonia, nunca más de una. Pero creo que no pudo haber sido para el aprendiz, o aprendiz ingresado; debe haber sido para el tipo de oficio, el hombre que estaba completamente entrenado. Los Viejos Cargos no dicen esto, pero existe una amplia evidencia externa de la cual sacamos esta conclusión. Tenemos muchas demandas judiciales y decisiones legales que demuestran que en la dé10


cada de 1400 un aprendiz era una propiedad de su maestro. Un aprendiz era una pieza de equipo, que pertenecía a su maestro. Podría ser comprado y vendido de la misma manera que el amo compraría y vendería un caballo o una vaca y, en tales condiciones, es imposible que un aprendiz tenga algún estatus en el albergue. Eso vino mucho después. Entonces, si podemos volver a pensar en el tiempo en que solo había un grado, debe haber sido para el albañil completamente entrenado, el compañero del oficio. Pasaron casi 150 años antes de que las autoridades y el parlamento comenzaran a darse cuenta de que tal vez un aprendiz era en realidad un ser humano también. A principios de 1500, tenemos en Inglaterra una colección completa de estatutos laborales, leyes laborales, que comienzan a reconocer el estado de los aprendices, y alrededor de ese tiempo comenzamos a encontrar evidencia de más de un grado. A partir de 1598 en adelante tenemos minutas de dos logias escocesas que practicaban dos grados. Llegaré a eso más tarde. Antes de esa fecha no hay evidencia de títulos, excepto quizás en un documento en inglés, Harleian MS, No 2054, fechado en c1650, pero que se cree que es una copia de un texto de finales de 1500, ahora perdido. PRIMERA SUGERENCIA DE DOS GRADOS El MS Harleian es una versión perfectamente normal de los Old Charges, pero está vinculada con una nota en la misma letra que contiene una nueva versión del juramento del albañil, de particular importancia porque muestra un cambio importante de todas las formas anteriores del juramento. Aquí está: Hay palabras y signos de un masón libre que se te revelarán y que responderás: ante Dios, en el Gran y Terrible Día del Juicio, mantendrás el secreto y no lo revelas a nadie, excepto a los Maestros y compañeros de la Sociedad Masónica Libre, así que Dios me ayude. 11


Hermanos, sé que recité demasiado rápido, pero ahora volveré a leer la primera línea: Hay varias palabras y signos de un masón libre que se te revelarán. “… Varias palabras y signos…” plural, más de un grado. Y aquí en un documento que debería haber sido con fecha de 1550, tenemos la primera indicación de la expansión de las ceremonias en más de un grado. Unos años más tarde, tenemos minutos efectivos que prueban dos grados en la práctica. Pero tenga en cuenta, Hermanos, que las ceremonias también deben haber asumido algo de su forma moderna. Probablemente comenzaron con una oración, una recitación de parte de la “historia”, la postura práctica para leer las Obligaciones, seguida de un compromiso y luego la asignación con palabras y signos secretos, el o lo que fueran No sabemos qué eran, pero sí sabemos que en ambos grados, las ceremonias estaban comenzando a tomar la forma de nuestras ceremonias modernas. Tenemos que esperar mucho tiempo antes de encontrar el contenido, los detalles reales de estas ceremonias, pero los encontramos a fines del siglo XVII, y este es mi próximo tema. Recuerde, hermanos, todavía estamos a solo dos grados de distancia y ahora me ocuparé de los documentos que realmente describen estas dos ceremonias, tal como aparecieron por primera vez en papel. RITUAL ANTERIOR PARA DOS GRADOS La evidencia más temprana que tenemos es un documento fechado en 1696, bellamente escrito a mano y conocido como el Manuscrito de la Casa de Registro de Edimburgo, porque se encontró en la Oficina de Registro Público de Edimburgo. Primero trato con esa parte del texto que describe las ceremonias reales. Se titula “LA FORMA DE DIVULGAR LA PALABRA MA12


SON”, que es una forma de decir que es la forma de iniciar un masón. Comienza con la ceremonia que convirtió a un aprendiz en un ‘aprendiz ingresado (generalmente unos tres años después del comienzo de sus contratos), seguido de la ceremonia de admisión del maestro albañil o compañero de oficio’, el título del segundo la licenciatura. Los detalles son fascinantes, pero solo puedo describirlos muy brevemente, y siempre que pueda, usaré las palabras originales, para que puedas sentir la cosa. Se nos dice que el candidato ‘se puso de rodillas’ y ‘después de una gran cantidad de ceremonias para asustarlo’ (algo duro, juega a caballo; aparentemente estaban tratando de asustarlo) ‘después de una gran cantidad de ceremonias para asustarlo he aquí, tomó el libro y en esa posición hizo el juramento’, y aquí está la versión más antigua del juramento de los masones descrita como parte de una ceremonia completa. Por el mismo dios y le responderás a Dios cuando estés desnudo ante él, en el gran día, que no revelarás ninguna parte de lo que escuchas o ves, en este momento, ya sea por palabra, por escrito, ni por escrito en ningún momento ni por dibujo con la punta de una espada, o cualquier otro instrumento sobre nieve o arena, tampoco hablarás de ello, excepto con un Masón iniciado; Entonces que Dios te ayude. Hermanos, si están escuchando con mucha atención, acaban de escuchar la versión anterior de las palabras “componer, esculpir, marcar, grabar o resumir”. La primera versión es la que acabo de leer, “No lo escribiré ni lo escribiré, ni lo dibujaré con la punta de una espada o cualquier otro instrumento sobre nieve o arena”. Note, hermanos, no había ninguna pena de compromiso, solo una clara obligación de secreto. Después de completar la obligación, el último candidato anterior, la última persona que se inició antes que él, sacó al joven de la logia. Fuera de la puerta de la logia, le enseñaron el letrero, 13


las posturas y las palabras de entrada (no sabemos cuáles eran hasta que regresó). Regresaría, se quitaría el sombrero y haría una “reverencia ridícula” y luego diría las palabras de entrada, que incluían un saludo para el maestro y los hermanos. Terminó con las palabras “no menos dolor que cortarme la garganta” y hay una especie de nota al pie que dice “porque debes hacer esa señal cuando dices eso”. Esta es la primera aparición en cualquier documento del signo de un aprendiz Mason. Ahora, hermanos, olviden todas sus tiendas bellamente decoradas; Estoy hablando de la masonería operativa, cuando la tienda era una habitación pequeña en la parte trasera de una taberna, o en la cima de una taberna, o bien un cobertizo conectado a un importante trabajo de construcción; y si hubiera una docena de albañiles allí, habría sido un buen quórum. Luego, después de que el niño había hecho la señal, fue llevado al Maestro para la “comisión”. Aquí está el maestro; aquí, al lado, está el candidato; aquí está el “instructor”, y él, el instructor, susurra la palabra al oído de su vecino, quien susurra la palabra al siguiente hombre y así sucesivamente, alrededor de la tienda, hasta que llega al Maestro; y el Maestro cede la palabra al candidato. En este caso, hay un tipo de nota al pie de página bíblica, que muestra, sin lugar a dudas, que la palabra no era una palabra, sino dos. B y J, dos nombres de pilar, para el aprendiz de masón. Esto es muy importante más tarde, cuando comenzamos a estudiar la evolución de tres grados. En el sistema de dos grados había dos pilares para el aprendiz de masón. Eso fue realmente todo el trabajo en la tienda, pero fue seguido por un conjunto de preguntas y respuestas simples tituladas “ALGUNAS PREGUNTAS QUE LOS MASONES UTILIZARON A LOS QUE TIENEN LA PALABRA, ANTES DE QUE LA RECONOZCAN”. El incluyó algunas preguntas para evaluar a un extraño fuera de la logia, y este texto nos da la primera y más antigua versión del catecismo masónico. 14


Estas son algunas de las quince preguntas. ¿Eres masón? Como lo puedo saber ¿Dónde fuiste ingresado? ¿Qué hace que una logia sea verdadera y perfecta? ¿Dónde estaba la primera logia? ¿Hay alguna luz en tu logia? ¿Hay alguna joya en tu logia? Los primeros comienzos débiles del simbolismo masónico. Es sorprendente lo poco que había al principio. Allí, Hermanos, 15 preguntas y respuestas, que debían ser respondidas por el candidato; No había tenido tiempo de aprender las respuestas. Y esa fue toda la ceremonia del aprendiz masónico. Ahora recuerden, hermanos, estamos hablando de masonería operativa, en los días en que los masones se ganaban la vida con el mazo y cincel. En esas condiciones, el segundo grado se tomó aproximadamente siete años después de la fecha de iniciación cuando el candidato regresó para hacerse “maestro o compañero de oficio”. Dentro de la logia, estos dos grados eran los mismos, ambos masones completamente entrenados. Fuera de la logia, uno era un empleador, el otro un empleado. Si fuera el hijo de un burgués libre de ciudad, podría llevar su libertad a la logia y convertirse en un maestro de inmediato. De lo contrario, tuvo que pagar el privilegio y, hasta entonces, su compañero siguió siendo un empleado. Pero dentro de la tienda, ambos tenían la misma escuela secundaria. Entonces, después del final de su contrato de aprendizaje, y sirviendo uno o dos años más por “carne y honorarios” (es decir, comida más un salario), luego llegó a la escuela secundaria. Fue “puesto de rodillas y volvió a prestar juramento”. 15


Era el mismo juramento que había tomado como aprendiz, omitiendo solo tres palabras. Luego fue sacado de la logia por el maestro más joven, y allí le enseñaron los signos, la postura y las palabras de entrada (todavía no sabemos cuáles eran). Regresaría y daría lo que se llamó la “señal maestra”, pero esto no se describe, por lo que no puedo contarle sobre él. Luego fue llevado al recado. Y ahora, el maestro más joven, el tipo que lo había llevado afuera, le susurró la palabra a su vecino, cada uno, a su vez, se lo pasó a toda la tienda, hasta que llegó al Maestro, y el Maestre, alrededor de los cinco puntos de compañía, en la escuela secundaria, hermanos le dio la palabra al candidato. Los cinco puntos en esos días: pie a pie, rodilla a rodilla, corazón a corazón, mano a mano, oreja a oreja, que es su primera aparición. No hay subtítulos de Hiram y no frescura, solo los cinco puntos y una palabra. Pero en este documento, la palabra no se menciona. Ella aparece poco después y abordaré esto más adelante. Solo había dos preguntas de prueba para un título universitario, y eso fue todo. Dos grados, muy bien descritos, no solo en este documento, sino en otros dos textos hermanos, el manuscrito Chetwode Crawley, fechado alrededor de 1700 y el manuscrito Kevan, descubierto recientemente, fechado alrededor de 1714. Tres documentos maravillosos, todos del sur de Escocia, que cuentan exactamente la misma historia. Materiales maravillosos, si te atreves a confiar en ellos. Pero, siento decirles, hermanos, que nosotros, como científicos en la masonería, no nos atrevemos a confiar en ellos, porque fueron escritos en violación de un juramento. Para decirlo de manera más simple, cuanto más nos digan, menos confiables serán, a menos que, por casualidad o milagro, podamos probar, como debemos hacer, que estos documentos se usaron realmente en una tienda; de lo contrario son inútiles. En este caso, por casualidad, tenemos la prueba y es una historia hermosa. Esto es lo que tendrás ahora. Recuerde, hermanos, nuestros tres documentos 16


son de 1696 a 1714. Justo a mediados de ese período, en el año 1702, un pequeño grupo de caballeros escoceses decidió que querían tener una logia en su propio patio trasero, por así decirlo. Estos eran caballeros que vivían en el sur de Escocia, cerca de Galashiels, a unos 50 km al suroeste de Edimburgo. Todos eran terratenientes notables en esa área: Sir John Pringle de Hoppringle, Sir James Pringle, su hermano, Sir James Scott de Gala (Galashiels), su cuñado, más otros cinco vecinos se unieron y decidieron formar su propia Logia, en el pueblo de Haughfoot, cerca de Galashiels. Ellos eligieron a un hombre que tenía una letra maravillosa para ser su secretario, y le pidieron que comprar un libro de actas. Él hizo. Un pequeño y encantador libro encuadernado en cuero (tamaño octavo), y pagó catorce chelines escocés para ello. No entraré en las dificultades de la acuñación ahora, pero hoy sería aproximadamente el equivalente a veinticinco centavos. Siendo escocés, tomó nota muy cuidadosa de la cantidad y la anotó en su libro de actas, para ser reembolsado con el primer dinero de la sociedad. Luego, la preparación para la primera reunión de la logia, comenzó en lo que habría sido la página uno con algunas notas, no conocemos los detalles. Pero continuó y copió la totalidad de uno de estos rituales escoceses, completo de principio a fin. Cuando terminó, había llenado diez páginas, y sus últimas veintinueve palabras de ritual fueron las primeras cinco líneas en la parte superior de la página once. Ahora, este era un escocés, y te dije que había pagado ‘catorce chelines’ por ese libro y la idea de dejar tres cuartos de una página vacía ofendió contra su ahorro escocés nativo. Entonces, para evitar desperdiciarlo, debajo de las veintinueve palabras, puso el título “El mismo día” y continuó con el acta de la primera reunión de la Logia. Espero que puedan imaginar todo esto, hermanos, porque escribí la historia de ‘La Logia de Haughfoot’, Logia no operativa en Escocia, treinta y cuatro años mayor que la Gran Logia de Escocia. Las minutas se conservaron maravillosamente durante se17


senta y un años y, finalmente, en 1763, la Logia fue tragada por algunos de los refugios circundantes más grandes. El libro de actas fue para la gran Logia de Selkirk y bajó de Selkirk a Londres para que yo escribiera la historia. No sabemos cuándo sucedió, pero en algún momento durante esos sesenta y un años, ¡alguien, tal vez uno de los secretarios posteriores de la tienda, debe haber abierto ese minutero libro y haber visto las páginas iniciales y debe haber tenido un ataque! Ritual en un libro de minutos ¡Fuera! Y las primeras diez páginas se han ido; Están completamente perdidos. Ese carnicero también habría tomado la página once, pero ni siquiera él tuvo el coraje de destruir las actas de la primera reunión de esta maravillosa tienda. Así que fueron las actas de la primera reunión las que salvaron esas veintinueve palabras doradas en la parte superior de la página once, y las veintinueve palabras son prácticamente idénticas a las partes correspondientes del manuscrito de Edinburgh Register House y sus dos textos hermanos. Estas preciosas palabras son una garantía de que se puede confiar en los otros documentos, y esto nos da un maravilloso punto de partida para estudiar el ritual. No solo tenemos documentos que describen las ceremonias; También tenemos un tipo de criterio, por el cual podemos juzgar la calidad de cada nuevo documentan como llega, y en ese momento comienzan a llegar. Ahora hermanos, permítanme advertirles que hasta ahora estamos hablando de documentos escoceses. ¡Que el cielo bendiga a los escoceses! Se ocuparon de cada pedazo de papel, y si no fuera por ellos, prácticamente no tendríamos historia. Nuestro material más antiguo y fino es casi totalmente escocés. Pero cuando los documentos en inglés comienzan a aparecer, parecen encajar. 18


No solo armonizan, a menudo llenan vacíos en los textos escoceses. De ahora en adelante, citaré el país de origen de aquellos documentos que no son ingleses. En los próximos años, encontraremos una serie de valiosos documentos rituales, incluidos algunos de gran importancia. El primero de ellos es el manuscrito Sloane, fechado alrededor de 1700, un texto en inglés, hoy en la Biblioteca Británica. Da varios “toques” que no habían aparecido en ningún documento antes. Da una nueva forma de juramento masón, que contiene las palabras “sin equívocos ni reservas mentales”. Eso aparece por primera vez en el manuscrito Sloane, y Hermanos, a partir de este momento, cada detalle ritual que les doy será una novedad. No repetiré los detalles individuales a medida que reaparecen en textos posteriores, ni puedo decir con precisión cuándo comenzó una práctica en particular. Simplemente diré que este o aquel elemento aparece, por primera vez, dándole el nombre y fecha del documento por el cual se puede probar. Si me estás siguiendo, notarás, y te pido que pienses de esta manera, que estás viendo una pequeña planta, una plántula de masonería, y cada palabra que digo será un nuevo brote, una nueva hoja, una nueva flor, una nueva rama. Estarás viendo crecer el ritual; y si lo ven así, hermanos, sé que no estoy perdiendo el tiempo, porque esa es la única forma de verlo. Ahora, de vuelta al manuscrito Sloane que no intenta describir toda la ceremonia. Tiene una fantástica colección de “toques (apretones de manos)” y otros modos extraños de reconocimiento. Tiene un catecismo de aproximadamente veintidós preguntas y respuestas, muchas de ellas similares a las de los textos escoceses, y hay una nota que parece confirmar dos pilares para el aprendiz. 19


Un párrafo posterior habla de un saludo (?) Para el Maestro, una curiosa postura de “abrazo”, con la garra de “los maestros” con las manos derechas y la parte superior de los dedos de su mano izquierda golpeándose en los omóplatos del otro. Aquí, la palabra se da como Moha - Bon, mitad en una oreja y mitad en la otra, para usarla como palabra de pase. Esta fue su primera aparición en cualquiera de nuestros documentos, y si estuviera cubriendo a alguien, diría “Moha” y el otro tendría que decir “Bon”; y si él no dijera “Bon” no tendrías negocios con él. Hablaré sobre varias otras versiones a medida que surjan más adelante, pero debo señalar que aquí hay un documento en inglés que llena los vacíos en los tres textos escoceses, y ese tipo de cosas suceden continuamente. Ahora tenemos otro documento escocés, Dumfries Manuscript No. 4, fechado alrededor de 1710. Contiene una gran cantidad de material nuevo, pero solo puedo mencionar algunos de los artículos. Una de sus preguntas es: “¿Cómo te trajeron? Vergonzosamente, con un lazo alrededor del cuello”. Esta es la primera cuerda de remolque; y una respuesta posterior dice que la cuerda “es para colgarme si traiciono mi confianza”. Dumfries también menciona que el candidato recibe el “verdadero secreto” arrodillado “sobre mi rodilla izquierda”. Entre muchas preguntas y respuestas interesantes, enumera algunas de las sanciones inusuales de esos días. “Mi corazón sacado vivo, mi cabeza cortada, mi cuerpo enterrado en la inundación de la marea”. “Dentro de la inundación de la marea” es la versión más antigua de la “longitud del cable desde la playa”. Hermanos, hay mucho más, incluso en esta etapa inicial, pero tengo que ser breve y darles todos los elementos importantes a medida que avanzamos a la siguiente etapa. Mientras tanto, esta era la situación en el momento en que se fundó la primera Gran Logia en 1717. Tenemos solo dos grados en Inglaterra, uno para el Aprendiz y el segundo para el “maestro o compañero de trabajo”. El Dr. Anderson, quien compiló el 20


primer Libro de Constituciones en inglés en 1723, en realidad describió el Escuela secundaria de inglés como “Maestros y Compañeros”. El término escocés ya había invadido Inglaterra. El siguiente gran paso en la historia del ritual es la evolución del tercer grado. En realidad, sabemos mucho sobre el tercer grado, pero hay algunas brechas terribles. No sabemos cuándo comenzó o por qué comenzó, ¡y no podemos estar seguros de quién lo inició! A la luz de toda una vida de estudio, te diré lo que sabemos y trataremos de llenar los vacíos. Hubiera sido fácil, por supuesto, si pudieras llegar a una biblioteca muy buena y sacar un gran libro de actas y decir: “Bueno, aquí está el tercer grado más antiguo que haya sucedido”; Pero no funciona de esa manera. Los libros de registro llegaron mucho más tarde. INDICIOS DE TRES GRADOS La primera evidencia de tercer grado aparece en documentos como los que he estado hablando, principalmente documentos que fueron escritos como notas para los hombres a los que pertenecían. Pero también tenemos que usar exhibiciones, exhibiciones impresas con fines de lucro u ofensa, y tenemos algunas indicaciones útiles de tercer grado mucho antes de que realmente apareciera en la práctica. Y así, comenzamos con uno de los mejores, un pequeño texto encantador, una sola hoja de papel conocida como el Manuscrito del Trinity College de 1711, Dublín, que se encuentra entre los documentos de un famoso médico y científico irlandés, Sir Thomas Molyneux. Este documento está encabezado por una especie de Triple Tau, y debajo de él las palabras “Bajo la nada menos que una pena”. Esto es seguido por un conjunto de once preguntas y respuestas y sabemos de inmediato que algo está mal. Ya tenemos tres conjuntos perfectos de quince preguntas, por lo que once preguntas deben ser mala memoria o mala copia, ¡algo está mal! Las preguntas son perfectamente normales, simple21


mente no hay suficientes. Luego, después de las once preguntas, se espera que el escritor haga una descripción de toda o parte de la ceremonia, pero en su lugar da una especie de catálogo de palabras y signos de la masonería. Él da esta señal (AM demostrada) a la AM con la palabra B. Él da “toques y señales” como la señal al “compañero”, con la palabra “J …”. El “signo de Maestro es la columna vertebral” y para él (es decir, el MM) el escritor da la peor descripción del mundo de los cinco puntos de perfección. (Parece claro que ni el autor de esta obra ni el escritor del manuscrito Sloane habían oído hablar de los Puntos de Compañía, o sabían cómo describirlos.) Aquí, como lo demuestro, están las palabras exactas, ni más ni menos: “Aprieta al Maestro por la columna vertebral, coloca tu rodilla entre las suyas y di Matchpin”. Esta, hermanos, es nuestra segunda versión de la palabra de tercer grado. Comenzamos con “Mahabyn”, y ahora “Matchpin”, horriblemente degradado. Permítanme decir ahora, alto y claro, nadie sabe cuál era la palabra correcta. Probablemente fue originalmente hebreo, pero todas las primeras versiones están degradadas. Deberíamos trabajar al revés, traduciendo del inglés, pero no podemos estar seguros de que nuestras palabras en inglés sean correctas. Entonces, aquí en el Trinity College Manuscript, Dublín, tenemos, por primera vez, un documento que tiene secretos separados para tres grados diferentes; El aprendiz, el compañero y el maestro. No es una prueba de tres grados en la práctica, pero muestra que alguien estaba jugando con esta idea en 1711. La siguiente evidencia sobre este tema proviene de la primera exposición impresa, impresa y publicada para entretenimiento o a pesar de un periódico de Londres, The Flying Post. El texto se conoce como “Techo de Masón”. En este momento, 1723, el catecismo era mucho más largo y el texto contenía varias piezas de rima, todas interesantes, pero solo una de particular importancia para mi propósito actual y aquí está: 22


“Fui iniciado por la masonería, vi a Booz y Jaquim; Un compañero que yo era el más raro de los jurados, y conozco la piedra tosca y pulida y el cuadrado: conozco muy bien la parte del Maestro, así que honestamente dirás Mohabin”. Note, Hermanos, todavía hay dos pilares para AM, y nuevamente alguien está dividiendo los secretos masónicos en tres partes para tres categorías diferentes de masones. La idea de tres grados está en el aire. Todavía estamos buscando minutos, pero aún no han llegado. A continuación, tenemos otro documento invaluable, fechado en 1726, el Manuscrito Graham, un texto fascinante que comienza con un catecismo de aproximadamente treinta preguntas y respuestas, seguido de una colección de leyendas, principalmente sobre personajes bíblicos, cada historia con un tipo de distorsión masónica en su cuenta. Una leyenda cuenta cómo tres niños fueron a la tumba de su padre. Intenta, si pueden, encontrar algo sobre él que los lleve al secreto de la virtud que tenía este famoso predicador. Abrieron la tumba sin encontrar nada, excepto el cadáver casi completamente consumido. Agarrando uno de ellos, lo soltó de una articulación a otra, desde la muñeca hasta el codo, así que levantaron el cadáver y lo sostuvieron colocando pie a pie, rodilla a rodilla, pecho a pecho, cara a cara y mano a la espalda y preguntaron ayuda, oh padre... así que alguien dijo aquí que todavía hay médula en ese hueso, y el segundo dijo, solo hueso seco y el tercero dijo que olía mal, por lo que acordaron darle un nombre conocido por la masonería hasta hoy ... Esta es la primera historia de una elevación en un contexto masónico, aparentemente un fragmento de la leyenda de Hiram, pero el viejo caballero de la tumba era el padre Noah, no Hiram Abif. 23


Otra leyenda se refiere a “Bazalliel”, el maravilloso artesano que construyó el Templo móvil y el Arca del Pacto para los israelitas durante su peregrinación por el desierto. La historia dice que cerca de la muerte, Bazalliel pidió que se erigiera una lápida sobre su tumba, con una inscripción “de acuerdo con su mal servicio” y que se hizo de la siguiente manera: “Aquí yace la flor de la masonería superior de muchos otros compañeros a un rey y dos príncipes a un hermano. Aquí yace el corazón que todos los secretos lograron ocultar. Aquí yace el 24


lenguaje que nunca reveló”. Las últimas dos líneas no podrían haber sido más adecuadas si hubieran sido escritas especialmente para Hiram Abif; son prácticamente un resumen de la leyenda de Hiram. En el catecismo, una respuesta habla de aquellos que… obtuvo una Voz triple a través de iniciación, elevación y exaltación y formada por 3 tiendas diferentes… “Iniciado, elevado y exaltado” es bastante claro. “Tres tiendas diferentes” significa los tres grados separados, tres ceremonias separadas. No hay duda de que todo esto es una referencia a tres grados en la práctica. Pero todavía queremos minutos y no los tenemos. Y lamento decirle que los primeros minutos en los que tenemos un registro de tercer grado, por fascinantes e interesantes que sean, se refieren a una ceremonia que nunca ocurrió en una tienda; tuvo lugar dentro de una London Music Society. Es una historia hermosa y eso es lo que recibirás ahora. En diciembre de 1724, hubo una pequeña reunión agradable en Queen’s Head Tavern, en Hollis Street, en Strand, a unos trescientos metros de nuestro actual Salón de la Masonería, la sede de la masonería en Inglaterra. Gente agradable; Los mejores miembros de la sociedad musical, arquitectónica y cultural de Londres eran miembros de esta tienda. En la noche especial que me interesa, Su Excelencia, el duque de Richmond fue el Amo de la Logia. Debo agregar que Su Gracia, el duque de Richmond, también fue el Gran Maestro de la época, y puede llamarlo una “buena persona”. Es cierto que descendió de un bastardo real, pero hoy incluso los bastardos reales se cuentan como buena gente Un par de meses después, siete de los miembros de esa tienda y un hermano que habían 25


tomado prestado de otra tienda decidieron que querían fundar una sociedad musical y arquitectónica. Le dieron un título latino de un kilómetro de largo - Philo Musicae ET Architecturae Societas Apollini - que traduce, “La Sociedad Apolínea para los amantes de la música y la arquitectura” y creó un libro de reglas increíblemente hermoso. Cada palabra que escribió a mano. Parece que la impresora más magnífica lo había impreso y decorado. Ahora, estas personas estaban muy interesadas en su masonería y para su sociedad musical, desarrollaron un código de reglas inusual. Por ejemplo, una regla era que cada uno de los fundadores debería tener su propio escudo de armas estampado en color en las páginas iniciales del libro de actas. ¿De cuántas tiendas conoce, donde cada fundador tiene su propio escudo de armas? Les da una idea del tipo de niños que eran. Les encantaba su masonería e hicieron otra regla, que cualquiera podía asistir a sus conferencias de arquitectura o sus veladas musicales, los mejores conductores eran miembros de la sociedad, cualquiera podía venir, pero si él no era un masón, él tenía ser iniciado un masón antes de que lo dejen entrar; y debido a que estaban tan interesados ​​en el estado masónico de sus miembros, conservaron notas biográficas masónicas para cada miembro cuando se unió. Es a partir de estas notas que podemos ver lo que realmente sucedió. Podría hablar de ellos toda la noche, pero para nuestros propósitos actuales, solo necesitamos seguir la carrera de uno de sus miembros, Charles Cotton. En los registros de la Sociedad Musical leemos que el 22 de diciembre de 1724 “Charles Cotton Esq” un Mason fue iniciado por dicho Gran Maestro [es decir, Su Gracia, el Duque de Richmond] en la Logia en Queen’s Head. No podría ser más regular que eso. Luego, el 18 de febrero de 1725 “... antes de fundar esta Sociedad, se llevó a cabo una Logia... para comenzar Charles Cotton Esq”… y porque fue el día en que se fundó la sociedad, no podemos estar seguros de si Cotton fue elevado en la Logia o en la Sociedad Musical. Tres meses después, el 12 de mayo de 1725, “Hermano Charles Cotton Esq. Y Fr.”. Papillion 26


Ball fue exaltado regularmente a Maestro”. Ahora tenemos la fecha de iniciación de Cotton, su elevación y su exaltación; No hay duda de que recibió tres grados. Pero, los Maestros regularmente exaltados - ¡No! ¡No podría haber sido más irregular! Esta era una Sociedad Musical, ¡no una logia! Pero les dije que eran buenas personas y que tenían algunos visitantes distinguidos. Primero, el Gran Primer Observador vino a verlos. Luego el Gran Segundo Observador. Y luego, recibieron una desagradable carta del Gran Secretario y, en 1727, la sociedad desapareció. Ahora no queda nada, excepto su libro de registro en la Biblioteca Británica. Si alguna vez vas a Londres y visite Freemason’s Hall, verá un facsímil maravilloso de ese libro. Vale la pena un viaje a Londres solo para verlo. Y este es el registro de los primeros terceros grados. Ojalá pudiéramos producir una novedad más respetable, pero esta fue la primera. Debo decirles, hermanos, que Gould, el gran historiador masónico, creyó, toda su vida, que este era el tercer grado más antiguo del que había algún registro. Pero, justo antes de morir, escribió un artículo brillante en las Transacciones de Quatuor Coronati Lodge, y cambió de opinión. Él dijo: “No, las actas están abiertas a una interpretación amplia, y no debemos tomar eso como un registro de tercer grado”. Francamente, no creo que haya demostrado su caso, y en este punto me atrevo a discutir con Gould. Mírenme atentamente, hermanos, porque me puede caer un rayo en este momento. ¡Nadie discute con Gould! Pero sostengo que porque dentro de los diez meses de esta fecha, tenemos evidencia irrefutable de tercer grado en la práctica. Como es de esperar, benditos sean, vienen de Escocia. La tienda Dumbarton Kilwinning, ahora en. 18 en el registro de la Gran Logia de Escocia fue fundada en enero de 1726. En la reunión de fundación estaba el Maestro, con siete maestros de la masonería, seis compañeros y tres aprendices; algunos de 27


ellos eran masones operativos, otros no operativos. Dos meses después, en marzo de 1726, tenemos estos minutos: Gabriel Porterfield, quien apareció en la reunión de enero como Compañero, fue admitido por unanimidad y exaltado como Maestro de la Fraternidad y renovó su juramento y pagó las tarifas de admisión. Ahora, mire Hermanos, aquí estaba un escocés, que comenzó en enero como un compañero, un compañero fundador de una nueva Logia. Luego, llegó en marzo y renovó su juramento, lo que significa que pasó por otra ceremonia; y dio su tarifa de admisión, lo que significa que pagó por ella. Hermanos, si un escocés lo pagó, ¡apuesten su vida a que lo consiguió! No hay duda al respecto. Y existe el registro de oro 100 por ciento más antiguo de un tercer grado. Dos años después, en diciembre de 1728, otra nueva Logia, Greenock Kilwinning, en su primera reunión, prescribió tarifas separadas para el inicio, la elevación y la exaltación. LA MASONERIA DISECCIONADA DE PRICHARD Desde entonces, tenemos una amplia evidencia de los tres grados en la práctica, y luego, en 1730, tenemos la exposición impresa más antigua que afirmaba describir los tres grados, Masonería disecada, publicada por Samuel Prichard en octubre de 1730. Fue el trabajo ritual más valioso que había aparecido hasta ese momento, todo en forma de preguntas y respuestas (excepto una breve introducción) y tuvo una enorme influencia en la estabilización de nuestro ritual en inglés. Su “grado de aprendiz de albañil”, en este punto con noventa y dos preguntas, dio dos palabras clave para la mañana, y la primera de ellas fue “deletreada”. Prichard logró exprimir una gran cantidad de trabajo práctico en sus preguntas y respuestas de AM. Aquí hay una pregunta al candidato: “¿Cómo te hizo 28


Masón?” Escuchemos su respuesta: “Con mi rodilla desnuda doblada y mi cuerpo en el cuadrado, el compás se extendía contra mi pecho izquierdo desnudo, mi mano derecha desnuda sobre la Santa Biblia: allí tomé la obligación (o el juramento) de un masón”. 29


Toda esa información en una sola respuesta! Y la siguiente pregunta fue: ‘¿Puedes repetir esa obligación? Con la respuesta: “Haré mi esfuerzo”, y Prichard siguió con una magnífica obligación que contenía tres conjuntos de sanciones (corte en la garganta, corazón roto, el cuerpo cortado y quemado y cenizas esparcidas). Así es como aparecieron en 1730. Los documentos de 1760 los muestran por separado, y los desarrollos posteriores no nos interesan aquí. El “Grado de socio” de Prichard fue muy corto, con solo 33 preguntas y respuestas. Le di J al Compañero solo (no lo deletreé), pero ahora la escuela secundaria tenía mucho material nuevo relacionado con los pilares, la cámara intermedia, la escalera de caracol y una larga recitación de la letra G, que comenzó con el significado “Geometría” y terminó denotando “El Gran Arquitecto e Inventor del Universo”. El “Máster o parte del maestro” de Prichard consistía en treinta preguntas con algunas respuestas muy largas, que contenían la versión más antigua de la leyenda de Hiram, literalmente, toda la historia, tal como se contaba en ese momento. Incluyó el asesinato de “tres rufianes”, los investigadores, “Quince hermanos amantes”, quienes acordaron entre ellos “que si no encontraban la Palabra en él o en él, el primero la palabra debería ser la Palabra del Maestro”. Más tarde, el descubrimiento “deslizo”, la elevación con los cinco puntos de perfección, y otra nueva versión de la palabra * de MM, que se dice que significa “El constructor está muerto”. No hay razón para creer que Prichard inventó la leyenda de Hiram. Al leer su historia junto con las recopiladas por Thomas Graham en 1726 (citado anteriormente), no cabe duda de que la versión de Prichard surgió de varias corrientes de leyenda, probablemente un resultado temprano de la influencia especulativa en esos días. Pero el tercer grado no fue un invento nuevo. Surgió de una división del primer grado original en dos partes, de modo que el segundo grado original con sus Puntos de perfección y una 30


palabra se movió hacia arriba al tercer lugar, adquiriendo materiales adicionales durante el período segundo y tercero de cambio Esto ocurrió en algún momento entre 1711 y 1725, pero si comenzó en Inglaterra, Escocia o Irlanda es un misterio; Simplemente no lo sabemos. Volviendo ahora a Samuel Prichard y su masonería disecada. El libro creó una sensación; vendió tres ediciones y una edición pirateada en 11 días. Él barrió todas las demás exposiciones del mercado. Durante los siguientes 30 años, Prichard fue reimpreso continuamente y nada más podía tener una oportunidad; no había nada capaz de acercarse a él. Perdimos algo con eso, porque no tenemos registro de ningún desarrollo ritual en Inglaterra en los próximos 30 años, una gran brecha de 30 años. Solo ha aparecido un nuevo elemento en todo este tiempo, “Obligación para el iniciado”, una miniatura de nuestra versión moderna, en un hermoso inglés del siglo XVIII. Fue publicado en 1735, pero no sabemos quién lo escribió. Para obtener nueva información sobre el crecimiento del ritual, tenemos que cruzar el Canal, hacia Francia. MÁS PRUEBAS DE FRANCIA Los ingleses plantaron la masonería en Francia en 1725, y se convirtió en un elegante pasatiempo para la nobleza y la aristocracia. El Duke So-and-so mantendría una tienda en su casa, donde él era el Maestro para siempre, y en cualquier momento, invitaría a algunos amigos de su círculo, abrirían una tienda y comenzaría más masones. Así fue como comenzó, y pasaron unos diez o doce años antes de que la masonería comenzara a infiltrarse en los niveles inferiores. En este momento, las tiendas comenzaban a reunirse en restaurantes y tabernas, pero en 1736 las cosas se estaban volviendo difíciles en Francia y se temía que las tiendas se usaran para planes y conspiraciones contra el gobierno. 31


En París, en particular, se tomaron precauciones. René Herault, Jefe de Policía, emitió un edicto en el que se decía que los posaderos y los restauradores no debían dar refugio a las logias masónicas, bajo pena de estar cerrados por seis meses y una multa de £ 3,000. Tenemos dos registros, ambos en 1736-1737, de restaurantes conocidos que fueron cerrados por la policía por este motivo. No funcionó, y la razón era muy simple. La masonería había comenzado en casas particulares. En el momento en que los empleados comenzaron a hacer reuniones de prensa en tabernas y restaurantes, ella regresó a hogares privados; ella pasó a la clandestinidad, por así decirlo, y la policía no se movió. Finalmente, Herault decidió que podría hacer mucho más daño a la masonería si podía convertirlo en un hazmerreír. Si podía hacerla parecer ridícula, estaba seguro de que podría sacarla de acción para siempre, y decidió intentarlo. Se puso en contacto con una de sus amigas, cierta Madame Carton. Ahora, hermanos, sé que lo que les voy a contar suena como nuestro News of the World en inglés, pero lo que les estoy dando es historia registrada, y es una historia muy importante para eso. Luego, se puso en contacto con Madame Carton, a quien siempre se describe como bailarina en la Ópera de París. El simple hecho es que ella siguió una profesión muy antigua. La mejor descripción que da una idea de su estado y sus cualidades es que ella dormía en las mejores camas de Europa. Ella tenía una clientela muy especial. Ahora ella no era joven; Tenía 55 años en ese momento y tenía una hija que también estaba en la misma línea de negocios interesante. Y tengo que tener mucho cuidado con lo que digo, porque se creía que uno de nuestros propios Grandes Maestros estaba enredado con uno o ambos. 32


Todo eso estaba en los periódicos en ese momento.

En cualquier caso, Herault contactó a Madame Carton y le pidió que obtuviera una copia del ritual masónico de uno de sus clientes. Tenía la intención de publicarlo, y al exponer a los masones al ridículo, los sacaría del negocio. Bueno, Ella lo hizo, y él lo hizo. En otras palabras, ella obtuvo su copia del ritual y se la pasó. Fue publicado por primera vez en Francia en 1737, bajo el título “Reption d’un Frey-Maçon”. En un mes, se tradujo a tres periódicos de Londres, pero no disminuyó el celo francés por la masonería y no tuvo efecto en Inglaterra. Resumo brevemente. El texto, en forma de narrativa, describía solo una ceremonia de dos pilares, que trataba principalmente del trabajo de la tienda y solo fragmentos del ritual. El candidato fue privado de metales, rodilla derecha desnuda, zapato izquierdo usado “como zapatilla” y encerrado en una habitación sola en la oscuridad total, para ponerlo de buen humor para la ceremonia. Tenía los ojos vendados y su padrino llamaba tres veces a la puerta de la Logia. Después de varias preguntas, fue presentado y admitido bajo el cuidado de un Guardia (Vigilante). Aún con los ojos vendados, lo llevaron tres veces por el diseño del piso en el centro de la tienda, y hubo “resplandores de resina”. Era habitual en las tiendas francesas en esos días tener una sartén con brasas dentro de la puerta de la tienda y en el momento en que trajeron al candidato, rociaron resina en polvo sobre las brasas para hacer un gran destello que asustaría al candidato, incluso si Estaba con los ojos vendados. (En muchos casos, no los venderían hasta que alcanzara la Obligación.) Luego, en medio de un círculo de espadas, tenemos la postura de Obligación de los tres lotes de penalizaciones y detalles de los Delantales y Guantes. Esto es seguido por signos, toques y palabras relacionadas con dos pilares. La ceremonia contenía varias características desconocidas en la práctica del inglés, y algunas partes 33


de la historia parecen haber sido contadas en la secuencia incorrecta, por lo que, al leerla, de repente nos dimos cuenta de que el caballero que dictaba tenía más en mente el asunto mundano Entonces, hermanos, esta fue la primera exposición de Francia, no muy buena, pero fue la primera en un flujo de documentos realmente maravilloso. Como antes, discutiré solo los más importantes. Mi vecino es Le Secret des Francs-Freemasons (El secreto de los masones), 1742, publicado por Abbè Perau, quien fue Prior en la Sorbona, la Universidad de París. Un hermoso primer grado, todo en forma de narrativa, y cada palabra a favor de la masonería. Sus palabras para AM y CM estaban en orden inverso (y esto se ha convertido en una práctica común en Europa), pero no dijo prácticamente nada sobre la escuela secundaria. Describió la bebida y el tostado masónicos en gran medida, con una maravillosa descripción del “fuego masónico”. Mencionó que el grado de Maestro era “un gran lamento ceremonial sobre la muerte de Hiram”, pero no sabía nada sobre el tercer grado, y dijo que los Maestros Masones solo tenían una nueva señal y eso era todo. Nuestro próximo trabajo es Le Catéchisme des Francs- Freemasons (El Catecismo de la Masonería), publicado en 1744 por Louis Travenol, un famoso periodista francés. Dedica su libro “To the Beautiful Sex”, que le encanta, diciendo que está publicando deliberadamente esta exposición para su beneficio, porque los masones los excluyeron, y su tono es ligeramente antimasonico. Continúa con una nota “Al lector”, criticando varios elementos en el trabajo de Perau, pero acepta que Le Secret es, en general, correcto. Por esta razón (y Perau ignoraba irremediablemente el tercer grado), limita su exposición al nivel de MM. Pero esto es seguido por un catecismo que es un compuesto para los tres grados, 34


sin divisiones, aunque es fácil ver qué preguntas pertenecen al Maestro Masón. Le Catéchisme también contiene dos impresiones excelentes de los paneles de la tienda o el diseño del piso, uno llamado el “Plan Logia para el aprendiz-compañero” combinado y el otro para “The Master Shop”. Travenol comienza su tercer grado con “La historia de Adoniram, arquitecto del templo de Salomón”. Los textos franceses a menudo dicen Adoniram en lugar de Hiram, y la historia es una espléndida versión de la Leyenda de Hiram. En la mejor de las versiones francesas, la palabra del Maestro (Jehová) no se perdió; Los nueve Maestros que fueron enviados por Salomón para buscarlo, decidieron adoptar una palabra alternativa por temor a que los tres asesinos hubieran obligado a Adoniran a divulgarlo. Esto es seguido por un capítulo separado que describe el diseño de una Master Shop, incluido el “Diseño del piso”, y la ceremonia de apertura más antigua de una tienda de maestros. Ese contiene un curioso “signo maestro” que comienza con una mano al lado de la frente y termina con el pulgar en la boca del estómago. Y ahora, Hermanos, tenemos una magnífica descripción del diseño del pavimento de tercer grado, toda la ceremonia, tan bien descrita y con tanto detalle, que cualquier Preceptor podría reconstruirla de principio a fin, y cada palabra en este capítulo completo es material nuevo que nunca antes había aparecido. Por supuesto, hay muchos elementos que difieren de las prácticas que conocemos, pero ahora puede ver por qué estoy entusiasmado con estos documentos franceses. Dan detalles maravillosos, en un momento en que no tenemos el material correspondiente en Inglaterra. Pero antes de irme de Le Catechisme, debo decir algunas palabras sobre su figura en el panel de la tienda o diseño de piso del tercer grado que contiene, como tema central, un dibujo de un féretro, rodeado de gotas de lágrimas, el lágrimas que nuestros viejos hermanos derramaron por la muerte de nuestro Maestro Adoniram. En el bote hay una 35


rama de acacia y la palabra “JEHOVA”, “ancien mot du Maitre” (antigua palabra de un maestro), pero en francés no se perdió. Ella era el nombre inefable, que nunca debe pronunciarse, y aquí, por primera vez, la palabra Jehová está en el ataúd. El diagrama, en puntos, muestra cómo el candidato debe dar tres pasos en zigzag sobre el ataúd al avanzar de oeste a este, y muchos otros detalles interesantes, demasiado numerosos para mencionarlos. El catecismo, que es el último elemento principal del libro, se basa (como todos los primeros catecismos Francés) directamente en la masonería disecada de Prichard, pero contiene una serie de expansiones simbólicas y explicaciones, resultado de la influencia especulativa.Y así llegamos a la última de las exposiciones francesas que quiero abordar hoy, L’Ordre des Francs-Freemasons Trahi (La Orden de los masones traicionados) publicada en 1745 por un escritor anónimo, un ladrón. No había leyes de derechos de autor en esos días y este hombre sabía algo bueno cuando lo vio. Tomó el mejor material que puede encontrar, lo recogió en un libro y agregó algunas notas propias. Luego robó el libro de 102 páginas de Perau, entero, y lo imprimió como su propio primer grado. Dijo muy poco sobre la escuela secundaria (la escuela secundaria siempre ha quedado un poco huérfana). Robó el adorable tercer grado de Travenol y agregó algunas notas, incluidas algunas líneas que decían que antes de la admisión del candidato, el MM más reciente en el Lodge yace en el ataúd, con la cara cubierta con un paño manchado de sangre, por lo que el candidato lo verá levantado por el Maestro, antes de continuar con su parte en la ceremonia. De su propio material, no hay mucho; capítulos sobre el cifrado masónico, sobre los signos, tonos de llamada y palabras, y sobre las costumbres masónicas. También incluyó dos dibujos mejorados del pavimento y dos impresiones excelentes que ilustran el primer y tercer grado en progreso. Su catecismo siguió muy de cerca la versión de Travenol, pero agregó cuatro preguntas y respuestas (aparentemente una contribución menor), pero son de gran importancia 36


en nuestro estudio del ritual: P.- Cuando un masón está en peligro, ¿qué debería decir y hacer para llamar a los hermanos en su ayuda? R.- Debe colocarse las manos en la frente, los dedos entrelazados y decir: “Para mí, los hijos de la viuda”. Hermanos, no sé si se usaron “dedos entrelazados” en los Estados Unidos o Canadá; Solo diré que eran bien conocidos en varias jurisdicciones europeas, y “Children of the Widow” aparece en la mayoría de las versiones de la leyenda de Hiram. Tres nuevas preguntas más son: ¿Qué es la Palabra de un aprendiz? Respuesta: T ¿La de un compañero? Respuesta: S ¿Y el de un maestro? Resp.: G Esta fue la primera aparición de contraseñas impresas, pero el autor agregó una nota explicativa: Estas tres contraseñas rara vez se usan, excepto en Francia y Frankfurt am Main. Tienen la naturaleza de las contraseñas, introducidas como una protección más segura (cuando se trata con) hermanos que no los conocen. Las contraseñas nunca se habían escuchado antes de esta fecha, 1745, y aparecen por primera vez en Francia. Es posible que hayan notado, hermanos, que algunos de ellos parecen estar en el orden incorrecto, y debido a la brecha de 30 años, no sabemos si se estaban utilizando en Inglaterra en ese momento o si fueron una invención francesa. En este rompecabezas tenemos una curiosa pieza de evidencia indirecta, y debo desviarme por un momento. En el año 1730, la Gran Logia de Inglaterra se vio muy perturbada por las exposiciones que se publicaban, especialmente la masonería disecada de Prichard, que fue condenada oficialmente en la Gran Logia. 37


Más tarde, como medida de precaución, se intercambiaron ciertas palabras en los primeros dos grados, un movimiento que provocó, a su debido tiempo, la aparición de una Gran Logia rival. Le Secret, 1742, Le Catéchisme, 1744 y Trahi, 1745, todas dan estas palabras en el nuevo orden, y en 1745, cuando las Contraseñas hicieron su primera aparición en Francia, también aparecen en orden inverso. Sabiendo con qué frecuencia Francia adoptó, y mejoró, las prácticas rituales en inglés, parece haber una gran probabilidad de que las contraseñas ya estuvieran en uso en Inglaterra (tal vez en orden inverso), pero no hay un solo documento en inglés que respalde esta teoría. Entonces, Hermanos, hasta 1745 la mayoría de los elementos principales en los grados de masonería ya existían, y cuando el nuevo flujo de rituales en inglés comenzó a aparecer en la década de 1760, lo mejor de ese material se había incorporado a nuestra práctica de inglés. Pero todavía estaba muy crudo y había que pulir mucho. El pulido comenzó en 1769 por tres escritores: Wellins Calcutt y William Hutchinson en 1769 y William Preston en 1772, pero Preston superó a los demás. Fue el gran expositor de la masonería y su simbolismo, un maestro nato, constantemente escribiendo y mejorando su trabajo. Alrededor de 1800, el ritual y las conferencias (que fueron los catecismos ahora ampliado y explicado con hermoso detalle) estaban en su mejor momento. Y luego, con el típico descuido inglés, nos equivocamos. Saben, hermanos, que desde 1751 hasta 1813, tuvimos dos Grandes Logias rivales en Inglaterra (la original, fundada en 1717, y la Gran Logia rival, conocida como los “Antiguos”, fundada en 1751) y se odiaban mutuamente con Verdadero celo masónico. Sus diferencias fueron principalmente en asuntos menores de ritual y en sus puntos de vista sobre la Instalación y el Arco Real. La amargura continuó hasta 1809, cuando se dieron los primeros pasos hacia la reconciliación y la tan deseada unión de rivales. En 1809, la Gran Logia original, los “Modernos”, ordenó las revisiones necesarias, y la Logia de la Promulgación se formó para aprobar el ritual y llevarlo a una forma 38


que pudiera considerarse satisfactoria para ambas partes. ¡Esto tenía que hacerse, o todavía tendríamos dos Grandes Logias hasta el día de hoy! Hicieron un trabajo excelente y se hicieron muchos cambios en materia de rituales y procedimientos; pero se descartó una gran cantidad de material, y podría ser justo decir que tiraron al bebé con el agua del baño. La colmena, el reloj de arena, el alfanje, la olla de incienso, etc. que estaban en nuestros paneles de la tienda a principios del siglo XIX desaparecieron. Realmente tenemos que estar agradecidos por el espléndido material que dejaron atrás.

39


UNA NOTA PARA LOS HERMANOS EN LOS ESTADOS UNIDOS Debo agregar una nota aquí para Brothers in the USA. Notarás que incluso los cambios que acabo de describir, he estado hablando de tu ritual, así como del nuestro en Inglaterra. Después de la Guerra de la Independencia, los estados rápidamente comenzaron a crear sus propias Grandes Logias, pero su ritual, principalmente de origen inglés, ya sean antiguos o modernos, todavía era en gran parte inglés. Sus principales cambios comenzaron alrededor de 1796, cuando Thomas Smith Webb, de Albany, Nueva York, se unió a un albañil inglés, John Hanmer, que conocía bien el sistema de conferencias de Preston. En 1797, Webb publicó su Mason Monitor o Freemasonry Illustrations, basado en gran medida en las ilustraciones de Preston. El Webb Monitor, adaptado de nuestro ritual cuando, como dije, estaba en su mejor momento, se hizo tan popular que las Grandes Logias estadounidenses, especialmente en los estados del este en ese momento, hicieron todo lo posible para preservarlo, su forma original; finalmente, con el nombramiento de Grandes Profesores, cuyo deber era (y es) asegurar que los formularios adoptados oficialmente permanezcan sin cambios. No puedo entrar en detalles ahora, pero de los Rituales y Monitores que estudié y de las Ceremonias y Demostraciones que vi, no hay duda de que su ritual es mucho más completo que el nuestro, dando al candidato mucha más explicación, interpretación y simbolismo, que normalmente se da en Inglaterra. De hecho, debido a los cambios que hicimos en nuestro trabajo entre 1809 y 1813, es justo decir que en muchos aspectos, su ritual es más antiguo que el nuestro y mejor que el nuestro. Fin ** Henry Carr fue ex maestro y secretario durante mucho tiempo en Quatuor Coronati Lodge No. 2076, CE, que se conoce como la “Primera Logia de Investigación Masónica”.

40


LA BIBLIA, EL GADU y EL DIOS ME AYUDE EN EL RITO MODERNO Víctor Guerra 41


LA BIBLIA, EL GADU y EL DIOS ME AYUDE EN EL RITO MODERNO Introducción. – Hace tiempo publicó en Francia un trabajo Philippe Thomas titulado: La Sabiduría del Rito Francés, el cual fue publicado en la obra colectiva Trois cents ans de Franc-maçonnerie, la cual reseñé no hace muchas fechas. En su texto hubo cosas que me llamaron la atención, por un lado, ese permanente empeño en llamar al rito proveniente de los usos y moliendas rituales de los “Modernos” refiriéndose a él como Rito Francés; cuando en realidad el apelativo de “Francés” es una denominación muy tardía, por mucho que los autores francófonos como: Ludovic Marcos, Pierre Mollier, Roger Dachez, o Philippe Thomas y otros, se empeñen en dicha generalización al escribir sobre el uso ritual de los “Modernos” como Rito Francés, entidades diferentes de un tronco común que nace 1717 y que tiene como exponente de los usos y moliendas de los Modernos desde 1717, tanto ingleses y franceses que se recoge en la codificación de 1786 como exponente de esa herencia y que podemos llamar Rito Moderno. Evidentemente todo ello desarrollado en un estadio geográfico más abierto: Inglaterra y Francia, y contenido en un amplio espectro de organizaciones masónicas, logias dependientes de la Gran Logia de 1717, La Gran Logia de Clermont, otras Grandes logias incluida la de Francia, y finalmente el Gran Oriente de Francia. Luego ya en el siglo XIX se desarrolla otra fase más autóctona de carácter francófono que se recoge en el hacer de los distintos actores que lideran una serie de reformas rituales, de unos contra otros que arranca con Murat contra el Régulateur, pasando por el positivista Amiable contra la reforma católica 42


del Príncipe Murat, y concluyendo con las Reformas Groussier contra el positivismo atroz que dejó los rituales secos.., y cerrando el ciclo las diferentes versiones rituales denominadas de Referencia que cierra el ciclo groussiano, y se llegan a las modas y otras tensiones Obedienciales, para asemejar cuanto más mejor para construir la perfecta simbiosis entre rituales y estructura masónica. Esta fase solo se da en Francia y dentro de una sola organización masónica como es el Gran Oriente de Francia, que es la que se encuentra más concernida, por tanto, es normal y lógico que se denomine tales actuaciones bajo la bandera de conveniencia del Rito Francés, sin que ello quiera decir que se desgaje de la molienda moderna. Una vez dejadas estas consideraciones encima de la mesa, el tema a desarrollar en esta ocasión tratará de cómo algunos autores, como Philippe Thomas, se apoyan en determinadas construcciones rituales, en este caso a partir del ejercicio bien sea la promesa , compromiso o juramento en la aceptación de un profano en masonería y en el seno del Rito Moderno y del Rito Francés, para de este modo inclinar la defensa y realce de la Masonería de Tradición, que comúnmente conocemos como la «regularidad masónica como parte activa que es Thomas de la Gran Logia Nacional Francesa (GLNF. PARTE 1 ª Las Promesas, Compromisos y Juramentos Volviendo a Philippe Thomas y su trabajo, este nos plantea que en 1781, en el seno de los trabajos de la Cámara de Grados del GOdF, se presentaba en esos momentos una Obligación (compromiso o promesa) la cual hay unas citas muy explícitas sobre la fórmula de la Obligación con la presencia de un juramento sobre la biblia que se recogen de este modo «antes de prestar la Obligación, el Venerable dirá al recipiendario, ponga usted la 43


mano sobre la biblia y sobre esta espada, símbolo del honor». O sea que este subrayado de Thomas, sobre la cita de la biblia, le sirve a este para basar el desarrollo ritual del Rito Moderno en el seno de la llamada Masonería de Tradición que practica la GLNF, que sería el llamado Rito Francés de 1801, el Moutiers, lo cual no deja de ser paradójico dicho basamento, al menos desde otros puntos de vista, en tanto que la biblia como la espada representan en este caso el «honor», que por otra parte según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua en sus distintas acepciones no es más que: 1. m. Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo. 2. m. Gloria o buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones heroicas, la cual trasciende a las familias, personas y acciones mismas de quien se la granjea. Antes estas definiciones podemos ver que ambos elementos, alguno de ellos introducido en masonería de forma tardía, como es el caso de la espada, la cual no estaba presente en el seno de los utensilios u herramientas utilizados en la primigenia masonería de 1717, y la cual vino a sustituir al compás, tal vez porque era más caballeresco levantar a los postulantes a golpes de espada, a modo de los vetustos caballeros templarios, que con un obrerista compás. Elementos, los cuales vemos sirven para jurar por el honor propio, quedando a mi personal juicio, la biblia, como un libro que juega el rol de corpus jurídico a modo de «usos y costumbres» sin más, al igual que la espada, utilizados en esta ocasión para dar por cerrada una acción, por más que haya una cita textual y hasta contextual. Philippe Thomas, por su parte incide en el tema, y nos aporta dicha Obligatión (promesa o compromiso) de 1781, que es sobre la había estado trabajando la Cámara de Grados, y que 44


antecede a lo expresado en el Régulateur du Masón, y que va a constituir parte del llamado Moutiers. Expongo en toda su dimensión la cita que aporta Philippe Thomas, para luego ir viendo su disección: «Antes de prestar la Obligación, el VM:. dirá al recipiendario, que ponga la mano sobre la biblia y sobre esta espada, símbolo del Honor. Obligación Yo juro y prometo delante del Gran Arquitecto del Universo de guardar inviolablemente todos los secretos que me fueran confiados por esta Respetable logia, de no escribir, ni trazar, ni gravar, ni burilar sobre ningún material sin que yo no haya recibido el permiso expreso de la manera que me será indicada, de amar y socorrer a mis Hermanos, y de ajustarme a todos los reglamentos de la Respetable Logia. Yo consiento, si deviniera en perjuro de que me fuera cortada la garganta, el corazón y los intestinos arrancados, mi cuerpo quemado y reducido a cenizas esparcidas al viento y mi memoria aborrecida por todos los masones. Como garantía de mi promesa, yo dejo mi palabra de honor entre vuestras manos, Venerable delante de todos los Hermanos que me escuchan». Evolución de tal Promesa en el Rito Moderno. En el primer documento que tenemos para ver los usos rituales «Modernos» es la divulgación inglesa Masonry Dissected de Samuel Prichard, la cual recoge los primigenios usos de las logias de 1717, publicada en Inglaterra antes de 1730, fue publicada en el mes de octubre de ese mismo año en un pamphlet en inglés, y pertenece a la primera hornada de divulgaciones, la segunda parte de las divulgaciones inglesas empiezan en 1760 45


con la publicación de The Theree Distinct Knocks (TDK), en ocasiones dichos textos fueron utilizados por algunas logias a modo de rituales. Esta divulgación de Prichard, tuvo muchas traducciones, y muy variadas versiones en la forma. El masonólogo Patrick Négrier da como fecha de traducción al francés de esta obra en 1743; lo cual, como ya he adelantado formó parte del bagaje de muchas logias, su uso como tal llegó incluso afectar hasta el mismo fondo del trabajo. Por poner un ejemplo, en la traducción al francés (L´Origine et la declaration misterieuse des francs.maçons) se adjuntó un texto por parte de los autores de la traducción en el que se indignaban de la pretensión de la masones jacobitas (católicos) de recoger una anterior crónica con una crítica a la Gran Logia de Francia. El texto del Prichard, dice: «Respuesta: Con mi Rodilla descubierta y doblada y mi Cuerpo dentro de la Escuadra, el Compás extendido hasta mi Pecho Izquierdo desnudo, mi mano derecha desnuda sobre la Santa Biblia; allí tomé el Compromiso (o Juramento) de un Masón. Pregunta. – ¿Podéis repetir ese Compromiso? Respuesta. – Me esforzaré en ello. Por este Acto Voto y Juro solemnemente en Presencia de Dios Todopoderoso y de esta Muy Venerable Asamblea, que guardaré [“hail”] y Ocultaré, y nunca Revelaré los Secretos o lo Secreto de los Masones o la Masonería, que puedan serme Revelados; excepto a un Verdadero y Legítimo Hermano, después de un debido Examen, o en una Justa y Venerable Logia de Hermanos y Compañeros bien reunida. Y además Prometo y Voto, que no los Escribiré, Imprimiré, Marcaré, Esculpiré o Grabaré, o haré que sean Escritos, Impresos, Marcados, Esculpidos o Grabados en Madera o Piedra, de modo que la Impresión o el Carácter 46


Visible de una Letra pueda aparecer, y sean [así] obtenidos ilegítimamente. Todo ello bajo una Pena no menor que tener mi Garganta cortada, mi Lengua extraída del Paladar, mi Corazón arrancado de bajo mi Pecho Izquierdo, para ser enterrados bajo las Arenas del Mar, a la Distancia de un Cable de la Orilla, donde la Marea baja y sube dos veces en 24 Horas, mi Cuerpo quemado hasta las Cenizas, mis Cenizas esparcidas sobre la Faz de la Tierra para que no haya más Recuerdo de mí entre los Masones. Que Dios me ayude».[3] (Expongo el texto original inglés para los temas de interpretación y traducción) Otra cuestión aparte, muy interesante de analizar es sobre el porqué de los cambios en el cuerpo central del texto dedicado a la Promesa o Juramento, en lo relativo a las penalidades e incluso sobre los modos de hacer, o interactuar en el acto de la Obligación, etc. El Prichard como ya hemos visto, en su Masonry Dissected de 1730, indica la acción de la promesa de esta manera: «El Recipiendario: Con mi Rodilla descubierta y doblada y mi Cuerpo dentro de la Escuadra, el Compás extendido hasta mi pecho Izquierdo desnudo, mi mano derecha desnuda sobre la Santa Biblia; allí tomé el Compromiso (o Juramento) de un Masón. P. – ¿Podéis repetir ese Compromiso? R. – Me esforzaré en ello. R.- Por este Acto Voto y Juro solemnemente en Presencia de Dios Todopoderoso y de esta Muy Venerable Asamblea, que guardaré [“hail”]» ¡Dios me ayude¡ ( Ansí que Dieu me soit en aide). 47


Lo cual nos está indicando que la biblia tiene en esta divulgación carácter de «mueble» de la logia junto con el compás y la escuadra. Por su parte el Manuscrito Berné 1740. «El VM, indica: Hacer avanzar hasta mi por tres grandes pasos del aprendiz Masón, y una vez llegado al pie del trono, hacerle poner de la rodilla derecha desnuda sobre el cojín que está en el suelo, en un recinto la escuadra, el pie izquierdo un poco descalzo, su mano derecha posada sobre la Biblia abierta. El Venerable le indica que tiene la mano sobre la biblia, para prestar la Obligación solemne. Repetid lo que yo voy a deciros… Obligación Yo prometo, como hombre honesto, que no revelaré jamás los secretos de los masones y de la masonería que me serán comunicados balo el sello del arte…. Si rompo mi promesa, acepto me fuera la lengua arrancada, la garganta cortada y mi corazón arrancado, y mi cuerpo sea quemado y mis cenizas arrojadas al viento para que nada quede en la tierra, y que el horror de mi crimen sirva para intimidar a los traidores que estarían tentados a imitarme. ¡Que dios me ayude¡ Manuscrito El Perfecto Masón 1744 Esta es una divulgación bastante compleja dentro de sitial masónico, puesto que se maneja en unos supuestos un tanto atípicos, pero en todo caso es interesante tenerla en cuenta, aunque lo cierto que su posición es muy escueta, y en cuanto a la fórmula de preparación para ejercer el Compromiso, no se parece en nada a lo que hasta ahora hemos visto, motivo por el cual solo expongo la Obligación que se efectúa en este tono: «Por mi fe de gentilhombre, prometo en presencia de Dios 48


Todo Poderoso y de esta honorable compañía, que guardaré fielmente los secretos de la hermandad de los masones y que jamás los revelaré por palabras… bajo pena de pasar por infame y ser atravesado por una espada vengadora y precipitado después en un abismo, a fin de que se haga ninguna mención de en la hermandad de los masones». No está en este ritual el clásico lema de Dios me ayude. Manuscrito Luquet 1745 Estamos ante unos usos masónicos del siglo XVIII, y estos fueron transcritos al francés moderno por G.H Luquet, estando el original en los archivos del Gran Colegio de Ritos del GOdF. «Al pie de este Tribunal de la virtud y de la discreción, ante el que va a usted a prometer ante el GADU, guardar inviolablemente los secretos de la masonería. Obligación Prometo delante de GADU, que es Dios., y delante de esta respetable asamblea, de no revelar jamás los secretos de los masones y la masonería, tanto aquellos a los que pude saber antes de ser admitido que aquellos que sabré más tarde…» Unos años más tarde aparece una nueva divulgación Le Vrai secret des frères francs-maçons, denominada comúnmente como Le Maçon Démasqué . Publicada por un autor denominado Thom Wolson en Londres en 1751, aunque existe una edición muy rara de 1748[6]. Le Macon Démasqué 1751 Le maçon démasqué, se presenta como una traducción francesa de un ritual utilizado por una logia de Londres. Y de donde 49


parece quedar patente que los usos masónicos de los hermanos ingleses y franceses para los grados azules eran, aparentemente y sustancialmente idénticos. «Rodilla en tierra, él apoya (VM) la punta del compás mi pecho izquierdo que está descubierto. Yo lo sostengo con la mano del mismo lado, y tomando (VM) mi mano derecha, la posa sobre las dos espadas cruzadas, sobre la cuales está el libro de las Escrituras Santas, abierto por el evangelio según San Juan, él eleva el mallete y me hace pronunciar la odiosa promesa que me recuerda que yo terminé como tembloroso… Fórmula del Juramento. Yo juro ante el GADU que es Dios, de no revelar jamás el secreto de los Masones y de la Masonería, directamente o indirectamente... en caso de ofensa me será la garganta arrancada, los ojos perforados, las entrañas extraídas mi cuerpo quemado y reducido a cenizas y arrojadas a los abismos del mar, y repartidos a los cuatro vientos sobre la superficie de la tierra.. » ¡Que Dios me ayude y el Evangelio! Amén ¡ Es interesante el libro de Louis Trébuchet en el trabajo: Le Volume de la Loi Sacrée le lien avec la Tradition du livre Maçon Trahi 1766 En cuanto al manuscrito L´Ordre des francs-maçons Trahi, de 1766, de Gabriel Louis Calabre Perau, que tuvo reediciones. Este manuscrito indica de forma generalizada que una vez concluido el discurso del Orador, el recipiendario debe poner su rodilla derecha descubierta sobre el taburete, y debe llevar el pie izquierdo al aire o en pantufla, y de estas trazas se le sitúa ante la plaza del VGM: que le indica «Prometedme que usted nunca jamás trazará, ni escribirá.. » por tano nada se dice de 50


que haya una biblia o un libro sagrado, o que haya otros elementos singulares como escuadra o compases a la hora de prometer cumplir con aquellas cuestiones que se le van a exponer. Ritual Berté 1788 El ritual Reçuil des trois premieres grades (Berté) 1788, este manuscrito indica que el recipiendario tiene la rodilla derecha sobre el cojín situado al pie del trono, y la mano derecha sobre la Biblia o el Evangelio, teniendo en la mano izquierda un compás en forma de escuadra, apoyando una de sus puntas sobre el pecho izquierdo y la mano derecha sobre una espada que está sobre el evangelio, y en ese estado prestará la Obligación: Yo… prometo delante del GADU que es Dios, dar solamente la palabra de honor en presencia de esta respetable asamblea… En caso de infracción me sea la cortada la garganta, la lengua arrancada, el cuerpo quemado y reducido a cenizas y arrojado al viento… y que no se haga mención de mi por parte de los hombres» ¡Que el GADU me ayude¡ Como parangón de toda esta evolución, Roëttiers de Montaleau, logró una codificación con toda la molienda de los Modernos, y conocida como el Régulateur du Maçon 1785, que es el marco ritual que adopta el Gran Oriente de Francia. En este caso expondré el texto completo como marco referencial para ver y comprobar las diferentes evoluciones con respecto a lo que he expuesto: Régulateur du Maçon 1785. Fruto del trabajo de codificación que realizó Roëttiers de Montaleau, y su equipo, sobre los usos de los «Modernos» y que dio como resultado el nexo de unión entre el diverso quehacer de la masonería bajo ese durante el siglo XVIII y marcó la línea 51


a seguir con una cierta coherencia en el desarrollo posterior dentro del Gran Oriente de Francia y de lo que luego se llamó Rito Francés, las diversas reformas habidas desplazaron el texto de referencia, que tuvo bastantes problemas internos para su desarrollo e implementación en las logias. De este Régulateur du Maçon, hay una versión traducida al castellano por los miembros del Circulo de Estudios de Rito Moderno y Frances[8], y editados por www.masonica.es.[9] “El Hermano Maestro de Ceremonias conduce al H. Experto y al Recipiendario al altar, teniendo este último al Hermano Experto a su derecha y al Hermano Maestro de Ceremonias a su izquierda, y le hace poner la rodilla derecha sobre un cojín, sobre el cual está trazada una escuadra, la rodilla izquierda levantada; se le hace coger con la mano izquierda un compás abierto. Apoya una de las puntas (que debe ser desafilado por miedo a un accidente) sobre la parte izquierda del pecho descubierto, se le pone la mano derecha sobre la espada que está en posición horizontal y transversalmente sobre el altar. VM. Repita conmigo: Obligación Yo (nombre y apellidos) juro y prometo, sobre los estatutos generales de la Orden, y sobre esta espada símbolo del honor, ante el Gran Arquitecto del Universo, guardar inviolablemente todos los secretos que me serán confiados por esta Respetable Logia, así como todo lo que habré visto hacer o escuchado decir; nunca escribirlos, grabarlos, ni burilarlos, si no he recibido el permiso expreso, y de la manera que podrá serme indicada. Prometo amar a mis Hermanos, socorrerles según mis facultades; prometo además atenerme conforme a los estatutos y Reglamentos de esta Respetable Logia. ¡Consiento, si fuera perjuro, a tener la garganta cortada, el corazón y las entrañas arrancadas, el cuerpo quemado y reducido a cenizas, y mis cenizas lanzadas al viento y que mi memoria sea en execración a todos los 52


masones. ¡Que el GADU me ayude! (ad libitium) Y finalmente vuelvo a exponer la fórmula que recojo del Moutiers, sensiblemente diferente de la expuesta por Philippe Thomas. Régulateur du Maçon 1801, según el Manuscrito de 5783 Moutiers A este texto le ha dedicado bastante tiempo y esfuerzo Philippe Thomas,[10] se trata de manuscrito confiado a un archivero diocesano Jean-Paul Bergeri, y se decanta como redactado en 1784, en los mismos momentos que la Soberano Gran Capitulo de Francia, y la Cámara de Grados habría estado trabajando sobre la codificación presentada por Roëttiers de Montaleau., y se cree que es un documento generado en el seno del Capítulo Moutiers. Este manuscrito es el referencial para el Rito Francés que practica la GLNF. “El neófito ante el altar, tendrá la rodilla derecha sobre la escuadra que está depositada en un cojín, la rodilla izquierda elevada, deberá tener en la mano izquierda un compás abierto, y apoyadas las puntas sobre el pecho izquierdo, que estará descubierto. Repetid después de mi (VM) cambiando mi nombre por el vuestro: A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:. Yo..., juro y prometo sobre esta espada símbolo del honor, de guardar inviolablemente todos los secretos que me fueran confiados por resta respetable logia… El Venerable dice enseguida, levántese y extienda la mano derecha, yo le voy a leer la fórmula de la Obligación que deben 53


prestar actualmente todos los francmasones del GODF, al final de la lectura, dirá: Yo lo prometo ¡Tendrá el Libro de la Constitución y los Reglamentos Generales sobre los cuales será colocado una escuadra, y sobre ellos la mano del neófito” Esta es pues, palabra por palabra y sin la menor alteración, los 54


diferentes contenidos de la Obligación que contraen los profanos al entrar en Masonería. Como vemos es la mayor parte de los casos se trata de una promesa o compromiso (Obligación) que ellos prestan ante la asamblea de masones, y no queda tan claro que dicho procedimiento sea un juramento, como tantas veces nos han informado diversos estudiosos ciertos escritores... 55


PARTE 2ª Los Juramentos y Promesas y la Visión de René Guilly Hace años estrenaba su magnífica revista Reinassence Traditonelle , su director y editor: Rene Guilly (René Desaguliers) con un primer estudio titulado: Notes sur le serment du premier grade [1]. Trabajo que recientemente ha sido publicado y vertido al castellano por el blog que edita el Hermano S. Apolinaire (Argentina) bajo la denominación de La Imprenta de Benjamín. La redición de este trabajo me da pie para abordar parte de la reflexión que estoy exponiendo, pero enfocada primordialmente hacia los Juramentos del aprendiz en el seno de los rituales de “raíz moderna”. A modo de introito planteaba Rene Guilly que el “secreto tenía una gran importancia dentro del juramento del Aprendiz de la masonería operativa”, aunque ello nos pueda parecer, a día de hoy, “desconcertante y difícilmente comprensible”. Aunque no es menos cierto que a través del avatar de los tiempos tanto la ceremonia como el juramento han ido evolucionando, aunque tales desarrollos y su propia importancia va a depender muy mucho de las latitudes geográficas en que nos situemos, tal y como nos explica R. Desaguliers; ya que no es lo mismo contemplar la promesa del juramento y su repercusión en el orbe anglosajón, que en los países latinos. Está claro que la ascendencia religiosa tiene bastante influencia, y dichos juramentos tienen un peso importante bien se trate de los sustratos evangélicos o de los católicos…y esta es una cuestión que se pierde muy frecuentemente de vista. Como anteriormente comentaba, tanto la ceremonia como los juramentos que en ella se realizan han ido cambiando, llegan56


do a alterar su faz, y tal cuestión va ligada a esas dos orillas de trabajo: la operativa y la especulativa, en la primera vemos que prima un principio casi absoluto, o sea un primigenio sentido inicial que es el secreto de la palabra; para revertir en la segunda hacia un sentido más amplio y simbólico ligado a esta novísima concepción de la francmasonería especulativa. Sin olvidar que las dos latitudes geográficas en las que nos movemos Inglaterra y Francia y en el siglo XVIII va a tener aptitudes diferentes frente a elementos con una substancia también diferente. Por tanto, con el decurso de los años podemos decir que estamos ante una ceremonia que se ha ido reforzando a fuerza de complementos que se han ido ligando a los distintos juramentos realizados en logia, como pudieran ser: no revelar la pertenencia de sus miembros, o el acatamiento de los Estatutos y los Reglamento de la Orden, …etc, llegando a formar todo ello un consolidado y esencialista conjunto dentro de la ceremonia de iniciación, que llega a tener un peso verdaderamente específico dentro de la propia masonería. Tanto es así, que sí nos apartamos por unos momentos de texto y seguimos la línea iconográfica y los utensilios simbólicos presentes en ese juramento de la Iniciación, podemos en algunos casos encontrar notables diferencias, lo cual nos está indicando la fuerza que han cobrado determinadas vías de introspección dentro de algunas masonerías. El Rastreo historiográfico del juramento El juramento dentro de la Iniciación lo podemos rastrear en el seno de la masonería operativa de ascendencia escocesa, a través de varios textos, tal y como se refleja en el Manuscrito de Edimburgo (1696), en el Manuscrito de Chetwode Crawley (1700) o en el Manuscrito Kewan (1714-1720). 57


Dicho juramento se hacía sobre la Biblia en nombre de Dios y de San Juan, y por tanto esta juramentada promesa era la pieza esencial e indispensable para la comunicación de los “secretos” los cuales no podían darse de cualquier forma, ni compartidos con aquellos que no estuvieran dentro de la cofradía masónica. La llegada de los diversas divulgaciones y catecismos, que pudiéramos considerar como pre-rituales utilizados por los “modernos”, ya en plena fase especulativa, van a plantear un cierto cambio, aunque no deja de haber una cierta dependencia hereditaria ya que se denotan presencias muy similares en otros textos, tal y como vemos en el manuscrito Sloane (1700) con la cuestión “de guardar las claves de logia y defenderlas sobre su honor”, y si hubiera traición a estos juramentos, su “garganta sería cortada hasta la raíz”, lo que de otro modo sirvió para el desarrollo de toda una parafernalia ritual que siempre fue muy bien utilizada por la anti masonería. Pero dentro de este conjunto que representa el Juramento de ingreso en masonería observamos que se reintroducen dos nuevos elementos, por un lado está la «entrega que hace de su persona el profano ante la logia», lo cual muestra un importante distanciamiento de la premisa que marcaba la masonería operativa, y más aún, es significativo el distanciamientos cuando el incumplimiento de esta promesa lleva parejo un castigo, ya que ello nos está indicando el surgimiento de «la importancia de la comunicación y la transmisión de la palabra, y de ese “secreto” », que no se permite sea revelado, ni de forma oral, ni escrita bajo ninguna condición , salvo la expresada por las jerarquías obedienciales. Está claro que lo fundamental siempre fue la oralidad, la palabra; de ahí que el castigo siempre fuera de acorde al medio, o sea “arrancar la lengua de raíz y cortar la garganta del traidor”, tal y como se encuentra en alguna otra divulgación, aunque llama la atención que haya una evolución paralela en cuanto a la 58


promesa, “de no escribir o burilar esos trabajos” y que la pena no vaya pareja al tipo de traición, por ejemplo con el corte de manos, o dedos en caso de escribirla o burilarla, lo que nos devuelve al apego y trasfondo de la tradición operativa y su evolución en la masonería especulativa con el “no hablar ni escribir”, y por supuesto articular solamente el castigo en función de la palabra . Tal vez lo más genuino de la masonería especulativa, dentro del conjunto del Juramento en la Iniciación, sea como dice René Desaguliers, la emergencia de: “Una nueva condición que parece ser un concepto inédito. Se trata de la solidaridad entre todos los hermanos en función de nuestros medios y posibilidades y en nombre de la cual fue transmitida por la antigua y noble ciencia. […]. Pero es sobre todo la solidaridad que se expande a un deber de fraternidad, de amor y auxilio a sus hermanos, pero también para su prójimo en función de sus posibilidades y sin comprometer los intereses de quien así actúa. Y así es porque el ingresante se abstendrá de mentir o cometer adulterio…” Ese cambio sustancial se deja notar en esta fase especulativa, ya que no se encuentra una notoria referencia a los Old Charges, en cuya tradición prosiguen los textos ingleses anteriores a 1725. Hay otros cambios importantes los cuales no parece que conociera el Hermano René Desaguliers… Los cambios en función de los lugares. Comenzábamos este trabajo diciendo que las realidades cambian en función de las latitudes geográficas, y por tanto cuando hablamos de una masonería con un fuerte desarrollo en Francia, observamos que se produce una significativa transformación del juramento al hacer: “la promesa ante Dios como testigo” por una promesa más de carácter más ciudadana: “sobre la fe de 59


gentilhombre con la ayuda y en nombre del Gran Arquitecto del Universo que es Dios” lo cual se constata además, en otras referencias masónica tales como “Le Sceau Rompu” de 1745, o Le Macon Demasqué de 1751 o aún en algún otro ritual de 1758 como “Element de la maconnerie”, como ya hemos ido viendo. Willermoz dará un paso más en 1765 con respecto a esta frase de “prometo ante el Gran Arquitecto del Universo” lo cual tendrá cierta fecundidad dentro del Régimen Rectificado, y será recogido, como nos indica Rene Guilly, por el Gran Oriente de Francia, en la edición de su primer ritual el Régulateur du Maçon. ¿Cambios rituales porqué y para qué? Al filo de lo expuesto cabe hacerse la pregunta ¿Qué sucede en el resto de los rituales de raíz “moderna”? Cabe preguntarse si ¿Estos cambios obedecen al desencuentro entre “Modernos y Antiguos”?, o cabe pensar que son debidos más bien a factores de tipo nacional o geográfico, culturales o religiosos, y por tanto son los causantes de las diferencias, por ejemplo, entre franceses y anglosajones en su práctica masónica. Por ejemplo en cuando leemos las penas por no cumplir la promesa que se hace vemos que algunos rituales se nos habla de una garganta cortada, de un corazón y entrañas arrancadas, de quemar el cuerpo y de execrar la memoria del masón implicado en la traición del juramento más bien pegados a la ortodoxia anglosajona con esa macabra descripción que hacen los rituales, y en parte al contrario de lo que muestran los rituales franceses, en parte imbuidos de la idiosincrasia estructural de la Obediencia donde las penas son punibles según las sanciones previstas por los Reglamentos. Por tanto, esa descripción que se hace del juramento en la Iniciación, en el Régulateur, hay un punto de ruptura con el sistema operativo, pero se manteniendo aún ese tono de la herencia de los modos macabros que esta presente en el siglo XVIII. 60


Promesa que hace el recipiendario en el grado de Aprendiz en el Régulateur: “Prometo amar a mis Hermanos, socorrerles según mis facultades; prometo además atenerme conforme a los estatutos y Reglamentos de esta Respetable Logia. Consiento, si fuera perjuro, a tener la garganta cortada, el corazón y las entrañas arrancadas, el cuerpo quemado y reducido a cenizas, ¡y mis cenizas lanzadas al viento y que mi memoria sea en execración a todos los Masones! ¡Que el GADU me ayude”. Sin embargo, no pasarán muchos años y ya encontramos en el seno del GODF en el Ritual de 1858 de Murat, que tal Obligación ya introduce cambios singulares: “Yo prometo ayudar a mis Hermanos y se socorrerles en sus dificultades Yo prometo cumplir la Constitución y Reglamentos Generales de la Orden y los Reglamentos particulares de esta Respetable Logia en particular. Consiento en devenir en perjuro y sufrir las penas que me sean impuestas conforme a la ley masónica, y que mí me memoria sea execrada de todos los masones. Que el Gran Arquitecto del Universo del Universo me ayude”. Todos los Hermanos (en voz alta dicen) Amén!!! El llamado Ritual de Amiable de 1907 introduce de nuevo cambios importantes como podemos ver en el texto, el cual se reafirma en la fidelidad al aparato obediencial, introduciendo además de la espada, la escuadra y algunas cuestiones más a modo de doctrina social que hasta entonces no estaban presentes en otros juramentos: “Yo prometo amar a todos mis Hermanos, y ayudarlos a todos con todas mis fuerzas en todas las circunstancias, la gran ley de solidaridad humana que es la doctrina moral de la francmasonería. Practicaré la asistencia a los menores, la justicia con todos, la devoción a mi patria y a mi familia, y la dignidad a mí mismo Yo 61


prometo además cumplir Constitución y Reglamentos Generales de la Orden.Yo prometo fidelidad al Gran Oriente de Francia, que me prohíbe toda participación en grupos masónicos que no me reconocen como regular. Yo consiento si alguna vez he faltado a estos compromisos sufrir las penas merecidas por mi indignidad, y que mi memoria sea execrada por todos los masones”. Llama la atención porque si bien en la práctica cotidiana se hace mucho énfasis en el “secreto de la palabra” aquí podemos contemplar que ha desaparecido, y que ya las penas no son descritas, y en todo caso estas serán en función de unas indignidades que tampoco se manifiestan. Por otro lado no hay que olvidar que estamos ante un período de la guerra fría masónica, en tanto que se quiere fidelizar bajo promesa a los miembros del GODF, y asegurarse de que no habrá “acercamientos” con aquellos grupos que no son reconocidos por el GODF, como la Gran Logia de Inglaterra u aquellos otros que estaban o están en línea con esa afirmación dogmática, introduciendo un matiz importante que denota esa lucha de la que hablo como es el tema de “ser regular”. Sin embargo, la evolución que se va a ir produciendo con la llamada Reforma ritual Groussier, es interesante la cual se deja manifestar en los rituales de 1946, que muestran algunas diferencias: “Yo prometo amar a todos mis Hermanos, y ayudarlos a todos con todas mis fuerzas en todas las circunstancias, la gran ley de solidaridad humana que es la doctrina moral de la francmasonería. Practicaré la asistencia a los menores, la justicia con todos, la devoción a mi patria y a mi familia, y la dignidad a mí mismo. Prometo conformarme a la Constitución y al Reglamento General del Gran Oriente de Francia en sus disposiciones actuales y que puedan se adoptados más adelante.Yo consiento en que si alguna vez falto a mis compromisos se me puedan aplicar las sanciones 62


aprobadas por las Constituciones y el Reglamento General del Gran Oriente de Francia”. Cabe destacar el reforzamiento de la estructura Obediencial, ya que la promesa o juramento no se hace ante la asamblea de la logia, ante la cual físicamente se realiza la ceremonia, sino que muestra un reforzamiento de fidelidad ante la superestructura masónica, cuando en realidad en un principio se hacía ante la logia, que e quien lo recibe y lo reconoce como masón. La llamada Obligación de nuevo va a sufrir un cambio más en el seno del GODF y será en 1979 en el seno del Rito Francés cuando se introduce en los Rituales una nueva clausula: Prometo defender el ideal y las instituciones laicas, expresión de los principios de la razón, la tolerancia y la fraternidad. Esta nueva premisa sobre la que el candidato promete o jurar respetar lo que se le expone, va a estar de forma definitiva en todos los Rituales de Referencia del Rito Francés del GODF tanto en las llamadas ediciones del 6002 como las del 6009. La escenografía del Juramento. Hasta aquí, nos hemos referido a la fórmula del Juramento o las promesas… ¿Pero habría que saber qué pasa con el resto de la escenografía del juramento? Y qué papel juega todo ello tanto en el rito Moderno como en el Antiguo. Sabemos, por ejemplo, por el Manuscrito Sloane este juramento se pronunciaba sobre la Biblia, y en otros casos, sobre la Sagrada Escritura, o la Santa Biblia, cómo se puede verse en textos como Le Grand Mystere ouvert á tous de 1726, la Confesión du Mason de 1727 o “La masonería Disecada” de Prichard de 1730. Sin embargo en las fuentes francesas del Siglo XVIII, nos situamos en un plano donde el pronunciamiento que se hace ya es 63


“con la ayuda de Dios y sobre los Evangelios”, la mayor parte del tiempo identificados casi todos ellos con el de san Juan, habiendo otros textos ritualisticos que juegan a la evasiva, o simplemente evitan tales implicaciones como el Régulateur, en el cual se obvia la presencia de la Biblia y el Evangelio, que parece ser según René Guilly “ya estaban en desuso”. Aunque tal regla no siempre se verá cumplida, y habrá más tendencia a seguir los dictados anglosajones que las directrices de la Ilustración. Incluso podemos ver un cierto cambio gestual en la posición del cuerpo tal y como nos indica Langlet, frente al Régulateur , donde el Hermano Maestro de Ceremonias conduce al Hermano Experto y al Recipiendario al Altar, y le hacen poner la rodilla derecha sobre un cojín sobre el cual está trazada una escuadra, estando con la rodilla izquierda levantada, y mientras con la mano izquierda se le hace tomar un compás abierto, apoyando una de las punta sobre su propio pecho que estará descubierta (parte izquierda) y la derecha la tendrá sobre la espada en posición horizontal y de forma trasversal sobre el altar y de esta manera tanto el VM como el recipiendario recitan la promesa. En esa evolución de la ceremonia de Iniciación, a la cual solo he prestado atención a algunas cuestiones pues se puede observar también esa evolución sobre el elemento sobre el que se jura o se presta la Obligación, entre Francia se juraba sobre la Biblia, luego sobre los Evangelios, o el Evangelio de San Juan, delante de Dios, según el “Recuil Précieux”... de 1782, generalmente delante del GADU sé que le considera Dios, y será durante un largo tiempo todo un símbolo, lo cual entrará en un total decaimiento en la masonería liberal cuando el GODF trasmute ese GADU, por la promesa sobre los “Estatutos de la Orden y la espada símbolo del honor”. Lo mismo sucederá con el propio entorno, que apenas si he mencionado, en unos rituales tendremos a los Hermanos levantados espada en mano. en otras ocasiones son antorchas... 64


etc. hemos visto también que las fórmulas gestuales en como hace su Promesa el recipiendario, para otros el neófito, o en otros el Candidato, tiene también sus variantes... y se recibirá Aprendiz por el mallete, en otros rituales por la espada, y generalmente se han juntado los dos elementos el mallete y la espada, aunque no es extraño ver alguna ceremonia de consagración por el mallete y la escuadra dando tres golpes sobre la espada colocada sobre la cabeza, o tres grupos de tres golpes sobre los hombros... Como nos indica André Doré. “la ritualidad masónica no desciende del cielo, es una creación artificial, es una obra humana, y como toda obra humana, tiene errores y fluctuaciones de toda suerte y seguramente punibles”. Pero es parte de esa tradición masónica la que nos han entregado con toda la nobleza nuestros predecesores, pero hay que tener en cuenta que ello ha venido preñado de todo tipo de istmos (orientalismo, hermetismo, sincretismos religiosos, por eso que se puede decir que al fin y a la postre la Iniciación verdadera es la que nos pone en el camino de la reflexión , de la voluntad de esclarecimiento y de búsqueda de la verdad, teniendo en cuenta que todo ello es “la esperanza acumulada después de dos siglos y medio por Hermanos que no conocemos, y que han estado animados de una fe invisible en el hombre y su devenir”. Parte 3ª Las fórmulas en los rituales sobre el GADU y el ¡Dios me ayude¡ Planteaban algunos Hermanos brasileños, que el uso de algunas de estas fórmulas que se hayan en el Régulateur du Maçon como la presencia del GADU y lema d ¡Dios me ayude¡ que no dejaban ser parte de una importante referencia teísta muy apartado de concepto de neutralidad y de cierta lacidad que se dice contiene el Rito Moderno y el Régulateur du 65


Maçon como su máximo exponente, y se exponía esto frente al ritual Amiable, que parecer ser muy dl gusto de la masonería brasileña, a modo de un rito laico. Creo que antes de entrar en el tema es bueno aclarar algunas cuestiones que parecen enturbiar toda esta pesquisa. Soy de la idea, conociendo un poco más la masonería brasileña, que debe desentrañar algunas cuestiones que la tiene presa, y que arrojan diversas tergiversaciones a la hora de entender lo que es el Rito Francés y el Rito Moderno, lo cual ya hice al empezar este artículo, pero no estará de más volver a plantear el tema. Por diversas circunstancias, el Regulador del Masón, después de una rotunda llegada a Brasil de manos de instancias portuguesas, no llegó para quedarse, sino muy al contrario llegadas la tesis positivistas a Brasil, pareció importante deshacerse de un ritual de la molienda de los Modernos, que nombraba el GADU, y tenía un Dios me ayude cerrando el juramento que el neófito realiza al entrar en masonería, y en su ayuda vino el Rito Francés, que se establece en Francia con tal carta de naturaleza una vez el Príncipe Murat inicia su reforma católica en el seno de los rituales del Gran Oriente de Francia, como reacción una vez llegan las corrientes positivistas, es que estas en el aspecto ritual arrasan con toda la estructura simbólica, y borran de un plumazo todo lo que suene a iglesia o sacral. Es cierto que la Reforma ritual de Amiable, (1907) no va contra el Regulador del Masón, sino frontalmente contra la reforma posterior la de Murat, y por tanto se deshace de casi todas las fórmulas simbólicas e históricas en pos de un ritual más llano y directo, donde lo que prima es la rápida Apertura para pasar al debate, lo cual parece ser del gusto de la masonería brasileña, porque guarda según dicen las esencias de un laicismo importante, aunque luego tengamos enfrente algo que desde el 66


Continente es poco explicable, que quien eso dice y espera de su ritual, se sitúa en lo estructural en la corriente ortodoxa de la GLUE y sus exigencias sobre la creencia en una transcendencia. Por tanto, resulta extraño, que uno se ponga exquisito con un ritual que a los franceses no parece gustarles en demasía, la prueba es lo que poco que lo practican en Francia y menos aún en el seno del GOdF. Y no se practica, no por la presencia del GADU, o el Dios me ayude, que si obvia del ritual este no pierde esencias, sino que ese disgusto, viene a mi juicio, porque la codificación lograda por Montaleau, es más proclive a la molienda de los usos ingleses que de los franceses, al menos en algunos aspectos. Aunque está claro que es más de su gusto las diferentes reformas rituales de Groussier, que vienen como anillo al dedo, ya que van en algunas ocasiones más allá de lo que expone el Régulateur du Maçon, que es parte del ADN del GOdF, aunque en la Obediencia francesa se le tenga como un ritual el Régulateur marginal. Esta es pues la situación a grandes rasgos y es muy paradójica, como lo es el hecho de que haya en Brasil un rechazo frontal ante la insistencia de que lo que allí se denomina Rito Moderno, que no es más ni menos que el Rito Francés, pero claro políticamente en clave de colonización no es bueno hablar de Rito Francés y queda por tanto algo más neutro y para no herir susceptibilidades colonizadoras denominarlo Rito Moderno, aunque en realidad debería ser Rito Moderno Stylo Amiable. Me planteaba mi interlocutor, un notable masón brasileño, como prueba de la sacralidad en la que se sitúa el Régulateur du Maçon, la presencia del GADU en el texto ritual, lo cual solo está presente en la fórmula del Juramento y Promesa, pero con una diferencia y es que este acróstico ha quedado como una presencia neutra, sin mucho más sentido que aquel quiera 67


dársele, en tanto que no añade una adjetivo afirmativo tipo “el GADU que es Dios”. Por tanto, el Régulateur retoma los usos y modos de la molienda de los Modernos, pero desde ese pragmatismo latitudinario que permitió que bajo el techo de las logias especulativas se reunieran las más diversas creencias políticas y religiosas en pos de un progreso de la humanidad. Por tanto esa presencia del GADU, no viene ni acompañada de la omnipresencia de una deidad, ni por la presencia del libro que por antonomasia lo representa, amén de que obviar tal cita tampoco es que la estructura ritual se altere, ni mucho menos, digamos que más alterada se percibe, cuando desde la visión de la masonería de Tradición, o sea la facción Regular, le impone al Régulateur sus plegarias al modo de los Antiguos, para acomodarlo a las exigencias del guion estructural masónico. La otra fórmula que ha conservado el Régulateur du Maçon, en su desarrollo ritual es la fórmula ¡Dios me ayude ¡o sea el ¡So help me God¡ Es una fórmula que digamos que se me había escapado en lo concerniente a las posibles pesquisas, y dado que mi interlocutor le daba como mucho énfasis, me decidí por averiguar algo al respecto. Es una fórmula que viene de antiguo, y que se recoge ya en Inglaterra en el llamado Juramento de Supremacía, en 1559. El cual se cerraba con “ayúdame Dios y por el contenido de este libro”. Aunque no tengo muy claro que esta sea la traducción más correcta. Dicen algunos historiadores que es posible que este juramento se haya originado incluso antes, durante el reinado de Enrique VIII, y dicha frase se va a perpetuar después de la era isabeli68


na-jacobita, incluso estuvo presente en el reinado de Charles, en el cual se promulgó el juramento de lealtad , a la corona, donde se cerraba este juramento con el: Y hago este Reconocimiento y reconocimiento de todo corazón, de buena gana y de verdad, sobre la verdadera Fe de un cristiano. “Así que ayúdame DIOS”. Y como ya he dicho muchas veces la masonería está llena de paradojas y una de ellas, es esta fórmula que como hemos visto han utilizado los reyes ingleses, pero también la vamos a ver presente a modo “So help me God” en lo concerniente al gobierno civil estable y a una ciudadanía pacífica, y no precisamente católica. Tal frase está como hemos visto presente en prácticamente en todo el repertorio ritual del siglo XVII y como no podía ser menos también en los Old Charges o sea en los proto-rituales masónicos operativos, como sucede en el poema Regius (c. 1390), pero también está presente en otros manuscritos: “Estos Cargos que has recibido los mantendrás bien y verdaderamente, sin revelar el secreto de nuestro albergue al hombre, la mujer o el niño ... así que Dios, ayúdanos. Amén.” (Buchanan MS, c. 1670) “Yo, AB, lo hago en presencia de Dios Todopoderoso y mis compañeros y hermanos aquí presentes, prometo y declaro que no lo haré en ningún momento en adelante ... daré a conocer ninguno de los secretos ... de la fraternidad ... así que ayúdame a Dios y al contenido sagrado de este libro” (Harleian MS, c. 1675) “... no revelarás ninguna parte de lo que escucharás o verás en este momento... así que ayúdame a Dios” (Edinburgh Register House MS, 1696) 69


“Los signos y fichas que te declararé, no escribirás... y no dirás... al hombre, a la mujer, ni al niño... así que ayuda a Dios” (Drinkwater No. 1 MS, c. 1700). Y es verdad que `parece que hay muchos sectores y masones preocupados por este viejo lema de ¡Dios me ayude o Así que ayúdame Dios¡. En ese sentido decía un notable masón de la Quator Coronati, logia de Investigación de la GLUE. Que “los marxistas, ateos, entrometidos solitarios y revisionistas de todo tipo trabajan para disminuir o borrar lo histórico”, y se refería a erradicación de algunos de estos viejos lemas en los rituales masónicos, por ir contra la laicidad mal entendida, pues dichos lemas habían estado presentes en los más distintos sucesos y ocasiones de muy diversa índole religiosa y política. Y esa es una tan tantas paradojas que antes citaba, pues si se rastrea tal lema en la historia la vamos a ver inserta, por ejemplo, en muchos juramentos de corte republicano que dieron en las distintas épocas en América, y por muchos próceres latinoamericanos, y como no, en los distintos procesos constituyentes españoles antiguos y actuales. Y en clave religiosa tal lema está presente desde muy antiguo, siendo su máxime exponente el Canon 833-5-8 en lo relativo a la Profesión de Fé. Con esta comprensión de la historia nos encontramos con ese “Así, que ayúdame, Dios”, tal vez podamos estar de acuerdo en que George Washington, si es que realmente pronunció dicha frase después de su juramento presidencial, en considerarlo como una tradición establecida en los juramentos del gobierno, por una costumbre de muy larga data, sin que parezca intervenir de forma definitoria la cuestión sacral o religiosa, sino más bien como un dicho popularizado, que por ende 70


no puede ser considerado como alto esencial en la molienda de los Modernos, más allá de ser una expresión recogida en muchos rituales de su molienda, como lo ha sido el Vivat, Vivat, lo cual presenta otra paradoja. Pues en muchas latitudes han cambiado este lema, por uno proveniente de un proceso Revolucionario, como el francés Libertad Igualdad y Fraternidad y muy pegado e idóneo a la singularidad de quien lo lleva como lema como es el Gran Oriente de Francia, que se constituye en lo social en su proyección como organización masónica en ser una de uno de los Garantes de los valores Republicanos, y como tal lema LIF digamos que casa más bien mal que bien, con algunas estructuras masónicas, cuyos miembros lo pregonan a todos los vientos en planchas y escritos diversos, estando sus organizaciones más apegadas a moldes políticos masónicos más conservadores. Reflexiones parciales A la vista de lo expuesto, podemos sacar varias conclusiones, y una de ellas es que queda claro que para la llamada Masonería de Tradición, le interesa tener cuanta más proyección posible sobre los dimensionamientos religiosos y caballerescos, los cuales a su juicio parecen venir a fortalecer su posición con la preeminencia de lo divino representada en elementos como la biblia, la espada, el uso del GADU= DIOS signo neto, aunque ello tenga un aval histórico relativo, aunque no quede tan clara su validez dentro de los contextos de la tradición, tal y como normalmente se usa dentro de la llamada regularidad. Digamos como conclusión que la biblia, en sus distintas acepciones está más relacionada con la masonería como estructura, que, con la logia, de ahí que haya habido ese empeño en convertir tal libro en una de las Luces de la masonería, al menos en aquella que se alinea con las directrices de los autodenominados «Antiguos», que además utilizaban mayoritariamente una 71


biblia del tipo «católico» (Rheims-Douay) que vendría a referirse no al libro que todos usabas y leías en la égida protestante, sino aquel que vendría a representar una cierta catolicidad primitiva, intentando de ese modo huir de los textos y posiciones más abiertas del protestantismo, para no imbuirse del ambiente de ese ya comentado primitivismo religioso que deviene del noaquitismo masónico, instalándose de este modo en un teísmo más personal e identitario utilizando la versión King-James, en cambio en Francia tendrá su proyección dentro del orbe católico la versión Port- Royal, aunque los protestantes franceses utilizarán la versión del pastor Ostervald, cuya versión llevara su apellido. Por otro lado no deja de ser paradójico que el protestantismo que generalmente ha ido despojándose de la presencia de objetos sagrados, tengan tanto aprecio a la biblia haciendo de ella, en parte, el centro de su trabajo, tal vez como herencia de un medievalismo tardío, de tal forma que la llamada «biblia completa» haya devenido en el seno el quehacer masónico como un objeto sagrado, y único, y ya no digamos en el seno de la masonería anglosajona, sino en la laica Francia, donde se puede decir que tal libro no perdió peso, sino que como hemos visto en algunas manifestaciones rituales dicha presencia fue en aumento. En este pequeño acercamiento se observan además varios tipos de relación con el Libro, por una parte, está la presencia en actos muy determinados del quehacer masónico, por ejemplo, en las Aperturas y Cierres de los trabajos, y en lo relativo a las Obligaciones, y también en los Juramentos, etc. Como nos dice Philippe Langlet “actualmente los masones ingleses en su mayoría se sirven de la King-James que es la que se refieren cuando hablan de VLS, mientras en los rituales de tipo Antiguo prefieren el uso de la versión anglicana, lo cual denota la persistencia católica a la hora de usar dicha biblia. 72


Esto nos depara otra paradoja, y es que unos y otros, franceses e ingleses, me refiero a los estudiosos de lo masónico, lo que hace que al utilizar versiones distintas para analizar los textos bíblicos en los rituales, pues de esto se derivan ciertos problemas de lectura e interpretación, pues dichos libros en muchas ocasiones son versiones muy contextualizadas en cuanto al país, la religión o la época, y estamos hablando de dos países como Francia e Inglaterra, con dos culturas religiosas distintas y formas distintas de ver, entender y analizar algunas cuestiones que conciernen al tema religioso y masónico. Tenemos a su vez, otro tipo de relación con dicho libro, como es la ubicación de tal objeto en el espacio logial,a cual no solo se lo ha simbolizado sino que no ha perdido su carácter más en la el área francesa que en la inglesa donde se rebaja su rol colocándolo sobre simples pedestales, en cambio vemos como en Francia dichos pedestales pasan a realzar el objeto dotándolos de cierta sacralidad y para ello se utilizan altares, y como tal lo acercan a la Luz, por último en estas observaciones, cabría analizar cuál sería el rol que jugó y juega la biblia dentro del ritual, ¿Bien como un libro ordinario, o como un libro sagrado…? Lo cual abre otro nuevo melón de estudio. Este nuevo punto de reflexión, consistirá en definir el grado de importancia de tal libro, ya que hay que tener en cuenta que este juega diferentes roles en la logia, su disposición, presencia en la ceremonia de aceptación y el papel en el momento del juramento, sin olvidar la importancia de que se una u otra Biblia. Como punto de partida tenemos el libro de Philippe Langlet La Biblia y la Logia, en Editions La Huttea. Aparte claro está, sin olvidar el uso y presencia del evangelio, además de la existencia de otras denominaciones utilizadas que entran en juego, y que ha se de ser valoradas en su justa medida, pues no parece ser lo mismo la Santa Biblia, que las 73


Escrituras, o el VLS, más allá de las épocas las mentalidades religiosas y los países, y del hecho de aquellos textos rituales que inciden y definen como debe ser ese Libro. Es más, en algunos textos rituales se indica por donde debe ser abierto ese libro, o qué parte debe estar presente en la juramentación, incluso llegando en algunos textos a definirlo como el Libro de la Verdad. Está claro que la biblia no llegó por azar a las logias, puesto que incluso ha logrado en muchos casos a constituir un objeto centralizador y estructurante, incidiendo en una cuestión que se presenta como tangencial, pero que por ejemplo para P. Thomas, no es una cuestión baladí, sino capital, y es que a su presencia une la regularidad de los trabajos, lo que les vale a algunos notables masonólogos para reafirmar que la masonería como organización espiritual tiene su validez y regularidad, curiosamente en razón de la presencia y el uso y manejo de la Biblia en la logia. Puesto que para el Moutiers, la biblia no juega un papel pasivo a modo de testigo como si fuera una promesa más sobre las reliquias de los santos, sino muy al contrario como un objeto sagrado y autentificador, de ahí que Philippe Thomas lo haya situado como un texto clave en su declinación personal del Rito Francés, dentro del artículo que ha publicado para conmemorar los 300 años del nacimiento de la masonería. En fin, quede este trabajo en un texto de reflexión sobre algunas cuestiones que se dan en los rituales y que nos adentra en las peculiaridades del metalenguaje, textual y simbólico, que se da en el seno de la logia y de las estructuras masónicas, y de lo cual es bueno que aprendamos a descifrar y discernir sus trampas y aciertos CONCLUSIÓN FINAL: ¿Sería por tanto el Régulateur du Maçon, maxime exponente 74


de la molienda de los Modernos, un fiel representante del teismo o del deismo, tanto monta, monta tanto, porque en su seno lleve la presencia de un GADU y el lema al final de la Promesa u Obligación el Dios me ayude...? Sinceramente creo que no, lo que hace el Régulateur es recoger las cuestiones muy características de esa molienda de la que tanto vengo hablando si situarlas en el contexto ritual del Rito Moderno como cuestiones historicistas, ya vaciadas de otras concomitancias como el GADU que es Dios, etc. Hay que tener en cuenta que 1786 Röettiers de Montaleau, Par de Francia, católico y en una Francia donde está presente aún el legado de la Gran Logia de Clemont y lo que indicado por las Grandes Logias Madres, se aventura a una codificación bastante neutra, puesto que manteniendo las formas, se vacía el contenido transcendentalista del que se había ido dotando la molienda de los Modernos, y nos presenta un ritual que parte de una neutralidad que pronto unos lo van tachas por laicista y y ateo, y para otros renuncia a la aristocrática visión que pregona la masonería de Tradición. He dicho NOTAS. [1] 1970. Revista Reinassance Traditionelle; Notes sur le serment du premier grade, de René Guilly (René Désaguliers). Num 1. Enero de 1970.p3. sgt h t tp : / / w w w.r itof rances. net/2 0 1 2 /0 7 / l a- c am ara- d e - re f l ex ion-y-sus-artificios.html; http://www.ritofrances.net/2012/08/la-camara-de-reflexion-su-evolucion-en.html; http://www.ritofrances.net/2012/08/camara-de-reflexion-en-los-rituales-del.html ; http://www.ritofrances.net/2012/08/la-camara-de-reflexion-masonica-en.html [2] http://www.victorguerra.net/2015/05/la-espada-del-venerable-maestro.html [3] With my bare-bended Knee and Body within the Square, the Compass extended to my naked Left Breast, my naked Right Hand on

75


the Holy Bible; there I took the Obligation (or Oath) of a Mason. A. Can you repeat that Obligation? B. I’ll do my Endeavour. (Which is a follows.) HEREBY solemnly Vow and Swear in the Presence of Almighty God and this Right Worshipful Assembly, that I will Hail and Conceal, and never Reveal the Secrets or Secrecy of Masons or Masonry, that shall be Revealed unto me; unless to a True and Lawful Brother, after due Examination, or in a Just and Worshipful Lodge of Brothers and Fellows well met. I furthermore Promise and Vow, that I will not Write them, print them, Mark them, carve them or Engrave them, or cause them to be Written, Printed, Marked, Carved or Engraved on Wood or Stone, so as the Visible Character or Impression of a Letter may appear, whereby it may be unlawfully obtain’d. All this under no less Penalty than to have my Throat cut, my Tongue taken from the Roof of my Mouth, my Heart pluck’d from under my Left Breast, them to be buried in the Sands of the Seas, the Length of a Cable-rope from Shore, where the Tide ebbs and flows twice in 24 Hours, my Body to be burnt to Ashes, my Ashes to be scatter’d upon the Face of the Earth, so that there shall be no more Remembrance of me among Masons. So, help me God» [4]http://www.victorguerra.net/2016/11/rituales-masonicos-del-siglo-xviii-y-su.html [5] http://www.freemasons-freemasonry.com/masonica_GRA_bernheim01.html [6] Anotado por Philippe Langlet en su trabajo introductorio a Le Maçon Démasque. Editions de la Hutte [7]http://ritoescocesantiguoaceptado.blogspot.com.es/2015/03/ http://ritoescocesantiguoaceptado.blogspot.com.es/2015/04/tresgolpes-distintos-origenes-de-la.html [8] http://ritomoderno.es/ [9] http://www.masonica.es/ [10]http://www.editionsdelahutte.com/RESSOURCES/EXTRAITS-RF. pdf

** Víctor Guerra. MM. Presidente del Círculo de Estudios Röettiers de Montaleau. Este trabajo se puede descargar en PDF desde este enlace: http://bit.ly/2SsPORN

76


77


LA MASONERÍA EN EL AMA Eduardo

78


ANECER DE LA ERA SECULAR Callaey

1. Los Arquitectos Laicos En sus crónicas del incendio de la iglesia de Canterbury -acaecido en el año 1174 “por voluntad y secreto juicio de Dios”- Gervasio describe la inmensa desazón que se apoderó de monjes y clérigos a causa de la tragedia. (165). Preocupados por el estado en el que había quedado la estructura, dudaban de su fortaleza. Algunos hablaban de reconstruir la catedral desde sus cimientos, lo cual enloquecía a los monjes de sólo pensarlo. Otros creían que algunas columnas soportarían una nueva carga. Lo cierto es que paralizados por tan inesperado siniestro, los monjes permanecieron de luto durante un año, mientras decidían qué hacer con lo que había quedado de aquel hermoso templo. Cuenta Gervasio que el capítulo convocó a numerosos arquitectos franceses e ingleses, pero no se pusieron de acuerdo. Finalmente, la elección recayó en Guillermo de Sens, “hombre extremadamente audaz, artífice habilísimo en tareas con madera y piedra”, a quien le fue entregada la obra. Las crónicas de Gervasio de Canterbury dan fe del celo con el que Guillermo condujo la reconstrucción; nos cuentan de la multitud de artistas talladores que fueron convocados, del enorme esfuerzo y de los in79


genios que se debieron construir para desembarcar las piedras que llegaban desde el otro lado del mar. Hasta que, cierto día, en el quinto año de la reconstrucción, el hábil arquitecto cayó desde un andamio y quedó postrado en cama durante meses. La obra avanzó entonces de forma más lenta bajo la dirección temporaria de un monje que -con más voluntad que habilidadseguía las indicaciones que Guillermo le daba desde su lecho. Consciente de que ya no se recuperaría, el arquitecto abandonó la obra y regresó a Francia. Le sucedió otro Guillermo, de nacionalidad inglesa, a quien Gervasio describe como un maestro hábil y honesto. Ni el uno ni el otro eran monjes; se trataba de arquitectos laicos, hombres libres que habían aprendido el oficio de trabajar la piedra y construir iglesias en aquellas logias conformadas por experimentados monjes y numerosos “fratres conversi”, expertos en sus oficios de canteros, albañiles, vidrieros, herreros, carpinteros y tallistas. La agrupación de estos hombres en estructuras asociativas adecuadas a su arte y tradición, fue la consecuencia natural de un proceso social, cultural y económico signado por el fenómeno del renacimiento urbano, la organización comunal y la creciente secularización de la sociedad. Muchas de estas asociaciones lograron ciertos privilegios que les otorgaron mayor libertad. Su fama se extendió, y muchos de sus más grandes arquitectos descansan en las criptas de las catedrales que construyeron, junto a reyes y obispos. Se comenzaba a desplegar otra historia: la de las corporaciones y gremios de la Baja Edad Media, la de los grandes artistas que conducirían a Europa hacia el Renacimiento. No sabemos a ciencia cierta el momento preciso -ni en base a qué presupuestos, tradiciones o influencias- se introdujo en los rituales del siglo XVIII la leyenda de Hiram Abi. A partir de allí, 80


el simbolismo del Templo de Salomón pasó a ocupar un lugar relevante en la francmasonería. No fueron ni Jabel, ni Nemrod, ni Pitágoras los héroes de la corporación. Tampoco se eligió a las Pirámides de Egipto, ni al Coloso de Rhodas, ni a la Torre de Babel como alegoría y ejemplo del “arte sagrado”. Hiram Abi y su famoso Templo se elevaron por encima de cualquier otra opción y sobre tal artífice y su obra se erigió el edificio simbólico de la francmasonería moderna en la mayoría de sus ritos. Sabemos, de todos modos, a partir del análisis de todos los documentos medievales, que la tradición triunfante se vincula a la de los masones benedictinos. Sabemos también que esta tradición era conocida por los autores de los antiguos documentos de la corporación. Ellos mismos mencionan a sus fuentes. Si los antiguos masones operativos conocían esta tradición, no es menos cierto que los modernos masones especulativos la eligieron y organizaron prolijamente en sus complejos rituales. ¿Qué sucedió en el medio? Los masones operativos hicieron del secreto un culto. El secreto masónico se ha gestado en ese interregno desconocido e inaccesible en el que reinaron las logias en todo su esplendor, capacidad y realización. Fue la época de los grandes arquitectos, pródigos en obras, mezquinos en palabras, celosos en sus técnicas, sus planos y sus aspiraciones. Sin embargo, la historia puede reconstruirse porque el hombre deja huellas; a veces con la intención de decirnos algo; otras, simplemente, porque son propias del fenómeno humano. A través de esas huellas podemos saber, por ejemplo, cuántos maestros masones trabajaron en la construcción de una catedral o un castillo. Por sus marcas en las piedras -una identificación personal, pero también un silencioso acto secreto de vanidad de quien se sabía condenado al anonimato colectivo- sabemos de sus itinerarios. En su obra “Un espejo lejano”, Barbara W. Tuchman calcula que Enguerran III, barón de Coucy, empleó, en el siglo XIII, a 800 albañiles para construir la fortaleza homónima y ello en base a las marcas dejadas en las piedras. El Hermano 81


Catedral de Santiago de Compostela D. P., un anticuario argentino experto en medallística masónica, descubrió en un palacio de la España mora -la mezquita de Córdoba- marcas en las piedras que él mismo había fotografiado en la catedral de Santiago de Compostela y en Barcelona, corroborando las diversas noticias existentes en torno a la gran movilidad de los masones que participaron en aquella obra. En el famoso manual de Villard de Honnecourt (circa 1224) pueden observarse dibujos que recuerdan, sugestivamente, a “los cinco puntos de perfección” de los maestros masones. Los 65 folios contienen una verdadera colección de bocetos y planos de obra, incluida una estructura idéntica a la utilizada por Umberto Eco para describir la laberíntica torre de “El nombre de la rosa”. 82


Conocemos, gracias a estos y muchísimos otros detalles, cómo construían, cómo estaban organizados y cuál era su rol en la sociedad. Lo que no sabemos de los masones operativos es de qué manera se trasmitían, en secreto, sus tradiciones. Los reyes los protegieron, les concedieron derechos, franquicias y exenciones. La Iglesia los receló primero, para luego amenazar sus liberalidades abiertamente. Ya en el siglo XII, en el año 1131, el rey Alfonso VII otorgaba privilegios a los trabajadores de la catedral de Santiago: “Ego Adefonsus Dei gratia Yspanie Imperator... Facio testamentum cautationes ómnibus magistri et criationi ecclesie Beati Jacobi, tam criationi operis quam et canonici, tam presentibus quam futurus usque in sempiternum. Ita cauto eos, quod non eant in fossatum, nec donec fossadariam, neque pectent pectum pro aliqua voce nisi pro suo forisfacto. Ita ego eorum cauto domos et possessiones, quod maiordomus terre nec ullus alius homo pro aliqua voce ibi non intret, neque eos pignoret nisi per manus sui magistri, et magister det directum per eos, et habeant tale forum quale melius habuerunt postquam opus ecclesie inceptum fuit...”166 Más de ciento cincuenta años después, estos privilegios se habían afianzado, al extenderse los fueros municipales y las ciudades libres, cuyos ciudadanos -convertidos en prósperos burgueses- habían alcanzado la capacidad de adquirir este estado. Sancho IV, en 1282, confirmaba el privilegio de los pedreros de Santiago: “...Porque los maestros et los pedreros et los raconeros de la obra de Santiago me dixieron que tienen privillegios del Rey Don Fernando mío avuelo et de los otros Reys et confirmadas del Rei mío padre commo deben ser amparados y defendidos. Et yo por esto et por muchos servicios que fizieron al mío padre et a mí en fecho de la eglesia et en otras obras, recébolos en mi guarda et mi defendimiento a elos et a lo suyo por o quier que lo ayan, asy en la 83


villa de Santiago como fuera de la villa. Et mando et defiendo que nengún non sea osado de les querelar nin embargar sus raciones, nin de les fazer mal nin fuerca, nin tuerto, nin de les pasar contra los privillegios que les sean guardados daquí adelante así como lo fueron fasta aquí. Et qualesquier que contra esto fuesen, a elos e a lo que ovieren me tornaría por ello...”167 Estos privilegios e incipientes libertades encontraron la resistencia de un modelo de sociedad que, basado en tres órdenes -el de los religiosos, el de los caballeros y el de los labriegoshabía regido el contrato social del mundo feudal durante siglos. Los masones operativos -al igual que muchos otros gremios, guildas y sociedades mercantiles- adoptaron algunos de los rasgos particulares que aún hoy se perciben en la corporación masónica. En su mayoría, nacieron de la necesidad de protegerse mutuamente, guardar sus secretos y mantenerse unidos frente a la hostilidad de la aristocracia y la autoridad eclesiástica que veía -no sin razón- que este proceso dispararía una profunda transformación de la sociedad y de la distribución del poder. La lucha de los burgueses, comerciantes y maestros de oficio por mantener y ganar derechos, ha sido ampliamente debatida por los historiadores. Sin embargo, en esta lucha encontramos las raíces verdaderas del enfrentamiento entre las fuerzas seculares y las jerarquías eclesiásticas. Un enfrentamiento temprano, contemporáneo a la aparición de los teóricos del Estado Laico, cuestión que se inició en la Universidad de París, en el siglo XIV, con Marcilio de Padua y Guillermo de Okham, franciscanos al igual que Ubertino Da Casale. Contemporáneo a la aparición de Defensor Pacis (1324) -la obra clave de Marcilio- el Concilio provincial de Aviñon (1326) anatematizó a las “confraternidades” con un documento cuya lectura nos recuerda inmediatamente a las posteriores bulas de excomunión contra la francmasonería. El texto es tan elocuente que mueve a reflexionar sobre los reales orígenes del conflicto Masonería - Iglesia. 84


“SOBRE LA SUPRESIÓN RADICAL DE LAS SOCIEDADES, LIGAS Y CONJURACIONES, DESIGNADAS BAJO EL NOMBRE DE COFRADÍAS.” “…Además, en algunos cantones de nuestras provincias, hay gente, por lo general noble, a veces plebeya, que organiza ligas, sociedades, coaliciones prohibidas, tanto por el derecho eclesiástico como por el derecho civil; bajo el nombre de cofradías. Se reúnen una vez al año, en algún lugar, para realizar sus conciliábulos y reuniones; al penetrar en el recinto, se pronuncia un juramento por el cual deben defenderse entre si de quienquiera que fuere excepto de sus Maestros, prestarse asistencia recíproca en cualquier ocasión, darse consejos y apoyarse recíprocamente. A veces, luego de vestirse con un uniforme, y empleando marcas y signos distintivos, eligen entre ellos a un superior, al cual juran obedecer en todo; la justicia se ve entonces perjudicada porque se cometen crímenes y robos;” “Ya no hay paz ni seguridad; es la opresión para inocentes y pobres, iglesias y gentes de Iglesia, que estos individuos consideran, por supuesto, sus enemigos; sufren tanto en carne propia como en sus bienes personales, en el ámbito de las leyes y los tribunales, injusticias de todo tipo con miles de perjuicios.” “Como pretendemos oponernos de inmediato a estas nefastas empresas y a estos intentos perniciosos, brindar un remedio eficaz para esta situación y defender a nuestros fieles del pecado, según corresponde a nuestras funciones pastorales, en virtud de la autoridad del presente concilio, decretamos la nulidad, disolución y ruptura de todas las agrupaciones, alianzas, sociedades, conjuraciones, denominadas fraternidades y cofradías, fundadas por clérigos o laicos, sin importar su grado, dignidad, estado o condición; de igual modo, declaramos nulos e inexistentes los pactos, convenios, ordenamientos que celebren entre si. Decretamos que los juramentos que deben cumplir los individuos mencionados son ilícitos, sin valor alguno, nadie debe considerarse 85


sujeto a su cumplimiento, bajo nuestra garantía quedan liberados de ellos. Sin embargo, han de recibir de sus confesores una penitencia para redimirlos de estos juramentos imprudentes y temerarios. En virtud de la autoridad mencionada, les prohibimos, bajo pena de excomunión (en la cual según nuestra voluntad los contraventores incurrirán ipso facto, cuando el presente decreto se haya publicado dos domingos seguidos en la iglesia de su parroquia), prohibimos de ahora en más que frecuenten dichas asambleas, agrupaciones, y se sometan a dichos juramentos, organicen dicho tipo de cofradías, se sometan a tales Obediencias, se presten ayuda y apoyo recíprocamente, vistan trajes que representen una actividad desde ahora prohibida y se llamen entre si hermanos, priores, abates de dicha Sociedad. Además, dentro de los diez días a partir de dicha publicación, han de pedir individualmente a sus confesores (en la medida de lo posible), que los libere de los mencionados juramentos, y que cada uno declare públicamente que ya no quiere formar parte en el futuro de tales asociaciones. Prohibimos este tipo de conjuraciones, conspiraciones, convenios, aún cuando no se denominen cofradías. Por otra parte, decretamos la disolución y la nulidad de facto de éstas, a partir del momento en que se las emprenda y sometemos a aquellos que las emprenden a la sentencia de excomunión; sentencia que sólo podrá derogar el Concilio provincial, salvo en artículo mortis. En esta declaración, no tenemos la intención de reprobar las cofradías fundadas para celebrar a Dios, a la bienaventurada Virgen María y a otros santos para ayudar al pobre, cofradías en las que no se hacen pactos o juramentos de este tipo.”168 La similitud con las bulas antimasónicas es elocuente. Los reyes no tardarían en sentir la misma inquietud que los clérigos con respecto de las libertades y privilegios que habían ganado algunas corporaciones y gremios. Muchos documentos dan cuenta del rigor con que algunos monarcas convocaban y mantenían bajo su control a los maestros masones; al menos cuando así lo exigían las necesidades de la corona. Ejemplo de ello son los decretos de Eduardo III de Inglaterra, fechados en 1359 y 86


1361, por los cuales disponía que jueces, síndicos y prefectos de todo el reino, procuraran la comparencia de todos los maestros masones -con sus herramientas- en las obras del castillo de Windsor, ordenándoles, a su vez “…detener y arrestar a todos los albañiles que encuentren rebeldes o contrarios a tal propósito y a llevarlos al mencionado castillo donde permanecerán en prisión…”169 Ya por entonces, se habían diferenciado las figuras del “maestro de obra” y del superintendente o “vigilante”. En el caso del castillo de Windsor, son mencionados como maestros de obra Roberto de Gloucester y William de Winford, mientras que “… nuestro amadísimo William de Wykeham”, es definido como “encargado de la vigilancia de nuestra obra…”. Wykeham, que no era arquitecto -pero que actuaba “a modo de un elevado visitador e inspector” como diría Beda, refiriéndose al rol de Adoniram- cumplía las funciones de capataz de la obra, se encargaba de pagar los salarios y controlaba a los maestros masones. Tomó las órdenes en 1362 y fue electo obispo de Winchester en 1366. Ricardo II lo nombraría Canciller de Inglaterra en 1386. En esa misma época, y justamente en Inglaterra, se cree que fueron escritos los ya mencionados manuscritos “Regio” y “Cooke”, lo cual nos deja al menos una certeza: hasta allí perduraba la herencia benedictina. Pese a la gran cantidad de información proveniente de la actividad de las corporaciones de masones operativos, muchos puntos permanecen oscuros con respecto al origen de algunos rituales y leyendas que aparecen en la francmasonería especulativa de la primera mitad del siglo XVIII. 2. Los Cinco Puntos de Perfección En esa misma época se escriben documentos que contienen alegorías y narraciones que luego conformarán la leyenda de Hiram Abi y se incorporarán al ritual de exaltación al grado de 87


“Maestro Masón”. El más importante es, sin dudas, el “Manuscrito Graham”, escrito en 1726, del cual podemos extraer algunos fragmentos significativos. El primero contiene elementos que han sido asimilados a la ceremonia del tercer grado: “Sem, Cam y Jafet fueron a reunirse junto a la tumba de su padre Noé para intentar descubrir alguna cosa que les guiase hasta el poderoso secreto que detentaba este famoso predicador. Espero que cada uno admitirá que todas las cosas necesarias al nuevo mundo se encontraban en el arca con Noé.” “Estos tres hombres ya habían convenido que si no encontraban el verdadero secreto, la primera cosa que descubriesen ocuparía el lugar de ese secreto. Estaban completamente seguros, pues creían firmemente que Dios podía -y también quería- revelar su voluntad, por la gracia de su fe, de su plegaria y sumisión; de tal manera que lo que descubrieran se mostraría tan eficaz para ellos como si hubieran recibido el secreto desde el principio, de Dios en persona, de la fuente misma.” “Llegaron pues a la tumba y no encontraron nada, salvo el cadáver casi totalmente corrompido. Cogieron un dedo que se desprendía de nudillo en nudillo hasta la muñeca y el codo. Entonces, levantaron el cuerpo y lo sostuvieron colocando pie contra a pie, rodilla contra a rodilla, pecho contra pecho, mejilla contra mejilla y mano en la espalda, y gritaron: ¡Ayúdanos, Oh Padre!, Como si hubieran dicho: Oh Padre del cielo, ayúdanos ahora, porque nuestro padre terrestre no puede hacerlo; Enseguida reposaron el cadáver, sin saber qué hacer. Uno de ellos dijo entonces: ¡Todavía queda médula en este hueso!, y el segundo: ¡pero es un hueso seco!, y el tercero: ¡hiede!...” El segundo párrafo habla de la leyenda de Betsaleel -hijo del mítico rey Alboine- sin lugar a dudas Bezaleel, el artífice del Tabernáculo que, según hemos visto, aparece en el grado XXIV del R.E.A. y A. y es el mismo personaje que Rabano Mauro vin88


cula con Hiram Abi, en sus comentarios al Libro de los Reyes: “…Durante el reinado del rey Alboine nace Betsaleel, quien fuera llamado así por Dios antes de ser concebido.Y este santo hombre supo por inspiración que los títulos secretos y los atributos principales de Dios eran protectores, y edifica apoyándose por completo en ellos, de tal manera que ningún espíritu infernal y destructor osa destruir la obra de sus manos. Tanto se hicieron sus obras famosas que los dos jóvenes hermanos del rey Alboine, ya nombrado, quisieron ser instruidos por Betsaleel debido a su noble manera de construir. Betsaleel consiente con la condición de que no la revelen sin que alguien esté con ellos para componer una triple voz. De esta manera se comprometieron por juramento y Betsaleel les enseña las partes teórica y práctica de la masonería; y ellos así lo hicieron. Entonces los salarios de los masones aumentaron en este reino y hubo masones entre los reyes y los príncipes. Sin embargo, Betsaleel sintiendo próxima su muerte, quiso ser enterrado en el valle de Josafat y que fuese grabado un epitafio según su mérito, lo cual fue cumplido por estos dos príncipes. Esto es lo que se grabó: Yace aquí la flor de la masonería, superior a muchos otros, compañero de un rey y hermano de dos príncipes.Yace aquí el corazón que supo guardar todos los secretos, la lengua que nunca los reveló…” El tercer párrafo que hemos seleccionado introduce en el texto a Hiram Abi, el hijo de la viuda: “…A estas alturas espero que todo el mundo tendrá por seguro que ninguna de las cosas necesarias para llevar a buen fin esta santa construcción fue negada al sabio rey [Salomón]. En caso contrario deberíamos acusar a Dios de injusticia, cosa que no osaría hacer ningún débil mortal.” “…Dicho esto, leemos en el Primer Libro de los Reyes, capítulo 7, versículo 13, que Salomón envía a buscar a Hiram de Tiro. Este era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí y su padre era un Tirio que 89


trabajaba el bronce. Hiram estaba lleno de sabiduría y habilidad para realizar toda clase de obras de bronce. Permanece junto al rey Salomón y le consagra todo su trabajo. La explicación de estos versículos es la siguiente: la palabra habilidad significa ingeniosidad, pues cuando la sabiduría y la inteligencia están unidas en una misma persona a ésta nada le falta. Así, por el presente pasaje de la Escritura, se deduce que este hijo de viuda, cuyo nombre era Hiram, había recibido una inspiración divina, lo mismo que el rey Salomón y también el santo Betsaleel.” La última parte de este documento se refiere a los denominados “cinco puntos de perfección”. Más allá de la claridad del texto -que no necesita de comentarios- sabemos, gracias al 90


“Manual de Villar de Honecourt” (Folio 35), que estos modos de reconocimiento eran perfectamente conocidos por los masones operativos del siglo XIII. Veamos el texto: “…Cuando todo se terminó, los secretos de la Franc-Masonería fueron puestos a buen recaudo, como lo son ahora y lo serán hasta el fin del mundo, por aquellos que los comprenden verdaderamente; en tres partes por referencia a la Santa Trinidad que hizo todas las cosas, después en trece subdivisiones que evocan al Cristo y sus doce apóstoles, que son como siguen: una palabra para un teólogo, seis para el clero y seis para el compañero del oficio; después en pleno y total acuerdo con esto, siguen los cinco puntos de los compañeros franc-masones, que son: pie contra pie, rodilla contra rodilla, pecho contra pecho, mejilla contra mejilla, y mano en la espalda. Estos cinco puntos hacen referencia a los cinco principales signos, que son: la cabeza, el pie, el cuerpo, la mano y el corazón; y también a los cinco puntos de arquitectura; igualmente a los cinco órdenes de masonería. Estos puntos sacan su fuerza de cinco orígenes, uno divino y cuatro temporales, que son los siguientes: en primer lugar el Cristo, la cabeza y la piedra angular, en segundo lugar Pedro, llamado Cefas, en tercer lugar Moisés, que graba los mandamientos, en cuarto lugar Betsaleel, el mejor de los masones y en quinto lugar Hiram, que estaba lleno de sabiduría y de inteligencia…” 3. Los Rituales de Muerte y Renacimiento Existe un profundo vínculo entre la ceremonia de exaltación al grado de maestro masón, y la profesión de votos que realiza el monje benedictino en la última etapa de su ordenación, cuyo origen es mucho más antiguo. En ambas ceremonias el candidato muere, para luego renacer en una condición diferente, superior. Resulta interesante remarcar que esto se lleva a cabo en la última etapa de la “iniciación”. En el caso de la masonería, la exaltación tiene lugar luego de que el candidato ha atravesado la condición de aprendiz, y la de compañero. En la Orden de 91


San Benito, el profeso fue previamente aspirante, postulante y novicio. La similitud entre ambos ritos ha sido ampliamente investigada por escritores masones, en particular belgas y alemanes. El Gran Maestre belga Goblet D’ Alviella, por ejemplo, señala que la “profesión de votos” -como se llama a la iniciación de los novicios, especialmente en la orden de los benedictinos- implica una muerte y una resurrección simuladas.170 Según el ritual -que continuaba aun en vigor a fines del siglo XIX- el novicio se tendía en el suelo frente al altar, bajo una mortaja, entre cuatro cirios, y se leía el oficio de los difuntos. La asistencia entonaba el Miserere; luego, el candidato se incorporaba, daba a cada uno el beso de la paz y tomaba la comunión de manos del abad. A partir de ese día adoptaba otro nombre, que conservaría hasta su lecho de muerte. El profeso benedictino -al igual que el maestro masón- nace a una nueva vida. Aún en la actualidad, aquel monje que solicita sus votos solemnes, recibe como signo de su profesión la investidura de la cogulla, como testimonio de su entrega total a Cristo y su muerte al mundo. Por otra parte, August Pauls, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo Grado 33 de Alemania dice al respecto: “Muchas veces se ha afirmado que la Leyenda de Hiram nació del ceremonial del profeso benedictino, sea que la idea de fondo provenga de la consagración de monjes de esa Orden Católica o del ritual de iniciación de otra orden católica, de monjes o seculares, que tenía ese ceremonial Benedictino…” “Tal como en la Orden Benedictina el neoprofeso representa en cierto grado a Cristo, así simboliza en su exaltación el Compañero a Hiram, considerado como el masón más perfecto de la tierra. Ambos son tratados en cripta mística, y también en un ataúd, como muertos, en algunos sistemas masónicos y en algunas órdenes católicas.” 92


“Los dos viven su resurrección simbólica, el neoprofeso por mandato del Diácono y el francmasón por el Venerable Maestro mediante el toque y la Palabra del Maestro. Pero el contenido y sentido de las dos ceremonias muestran ya una diferencia básica. Mientras que el neoprofeso adopta él mismo, en señal de obediencia, la posición del muerto, el candidato en el Grado de Maestro sufre el destino, no según la Biblia, sino que según la Leyenda del Maestro Hiram, asesinado por tres compañeros pérfidos y es, como él, la víctima del cumplimiento del deber y del secreto…” Pauls marca, sin embargo, algunas diferencias importantes: “… En el profeso está ausente la vestimenta de cuero de nuestro Tercer Grado (Mandil) y el florecimiento de una planta (Acacia), tal 93


como ya lo sabemos por los antiguos Misterios. Aunque se explique el uso del Mandil como continuación de los dos grados precedentes, es altamente inverosímil presumir que se haya alterado tanto la creación de la Leyenda de Hiram como el contenido y sentido de la profesión Benedictina ; mientras en la primera se convierte simbólicamente al candidato en la víctima de un crimen a causa del cumplimiento de su deber, el neoprofeso benedictino se somete voluntariamente en señal de obediencia…”.171 Existe una importante literatura masónica, en especial alemana, en la que se ha comparado la profesión de votos entre los benedictinos -según los antiguos rituales de su orden- y la consagración de maestros en la nuestra. Marcial Ruiz investigó esta cuestión basándose en trabajos y testimonios de masones alemanes, y volcó sus resultados en el “Libro del Maestro Masón” editado por la Gran Logia de la Argentina, en 1982, QUE FUERA OPORTUNAMENTE SACADO DE CIRCULACIÓN HACE ALGUNOS AÑOS. Allí afirma que escritores como Findel en su “Historia de la Francmasonería” y Karl Bayer, ven a los rituales benedictinos como una fuente francmasónica. Menciona también a tres hermanos de la Gran Logia Nacional [ “Los Tres Globos”, de Berlín] a los que le atribuye el mérito de haber dilucidado la cuestión: Johann Heinrich Sonnekalb172, quien describe el ritual benedictino en su obra sobre el grado de maestro; Kingelhoefer, por su tratado sobre “La consagración de monjes entre los benedictinos y la consagración de maestros en nuestra Orden”, publicado en 1931 y basado en obras impresas de la Orden Benedictina;173 y en especial, los trabajos de Edwin Rousselle, publicados bajo el título “Sobre el Rito de Profesos Benedictinos”.174 Rousselle integró el “Circulo de Eranos”, al que pertenecieron figuras fundamentales de la filosofía, el estudio de las religiones, la hermenéutica y el simbolismo, entre los que se destacaron Henry Corbin, Mircea Eliade, y Carl Gustav Jung. En el trabajo mencionado, describe que -en oportunidad de hos94


pedarse en el Convento de Beurón, en 1919- pudo tomar notas de un antiguo ritual de 1868, vigente hasta 1914, y que, a su vez, se basaba en otros más antiguos. En términos generales, este ritual coincidía con las descripciones realizadas por Goblet D’Alviella. NOTAS. 165. Gervasio de Canterbury, “Incipit tractatus de combustione et reparatione Cantuariensis ecclesie” en Manzi/Corti, pp. 86-94. 166. “Privilegio de Alfonso VII a los trabajadores de la catedral de Santiago, 1131”. López Ferreiro, “Historia de la santa iglesia catedral de Santiago”, IV. Apéndice 6, p. 1617. En Pérez, Juan Beneyto, “Textos políticos españoles de la Baja Edad Media” (Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1946) p. 105. 167. López Ferreiro, “Fueros municipales de Santiago y su tierra” 2, 80-81; En Pérez, Juan Beneyto, Ob. cit. p. 106. 168. Extracto del Decreto Nº 37 del Concilio de Aviñon; 18 de junio de 1326 (Tomo 25 de la nueva e importante compilación de los Sagrados Concilios). 169. Knoop, D. y Jones, G., “The Medieval Mason” (Londres, 1933) pp. 244-245. 170. Goblet D’Alviella, Ob. cit. p. 57. 171. Pauls, August; “Nacimiento, desarrollo y significado del Grado de Maestro.” (Santiago de Chile, Cuadernos Simbólicos de la Gran Logia de Chile, Vol. I,) pp. 26 y 27. (Gentileza de Nelson Morales Barrientos). 172. Sonnekalb -que es considerado como uno de los eruditos de la prehistoria de la Francmasonería- no dudaba en afirmar que el origen de la institución debía buscarse en las asociaciones de picapedreros de la época de la construcción de las catedrales. 173. “Cuadernos para los Maestros de San Juan” (Zirkelkorrespondenz, Alemania, 1931). 174. Ibid.

Tomado de:

https://eduardocallaey.blogspot.com/2013/04/la-masoneria-en-elamanecer-de-la-era.html visitado el 10-02-2020 a las 18:17 horas de Perú.

95


FELIPE EL HERMOSO Herbert Oré B 96


Y LOS TEMPLARIOS. Belsuzarri 33° 97


FELIPE EL HERMOSO Y LOS TEMPLARIOS. Herbert Oré Belsuzarri 33°

Los monjes cronistas para desviar la atención que a la iglesia le toca, sobre el destino de los templarios, se refieren de Felipe El Hermoso con duros términos: “rey de Francia... devorado por la fiebre de la avaricia y la concupiscencia.Y esa no fue sólo la única fiebre inherente en Felipe IV... fue también víctima de la ambición y, por encima de todo, del poder”. Cuando ascendió al trono, a los 17 años de edad, era apuesto, frío, taciturno y atrevido en la necesidad, pero sin fuego o brío. Capaz en la formación de sus designios y obstinado para conseguirlos mediante artimañas o violencia, corrupción o crueldad, con agudeza para escoger y ayudar a sus siervos, vengativo y apasionado con sus enemigos e infiel y distante hacia sus súbditos, pero de vez en cuando teniendo cuidado para conciliarlos, ya sea llamándolos en su ayuda en sus dificultades o peligros o dándoles protección contra sus opositores. Nunca, tal vez, fue un rey mejor servido por las circunstancias o más logrado en sus empresas; pero... desencadenó una escandalosa lucha por los derechos, logros forzados, arrojando a la realeza en Francia por la senda jactanciosa de ese egoísmo arrogante y temerario que es a veces compatible con la capacidad y la gloria, pero que lleva en sí mismo en semilla... los vicios y consecuencias fatales de la arbitrariedad y el poder absoluto. Durante un tiempo pudo arrebatar Gascuña a Inglaterra, al final se vio obligado a devolverla y aunque durante un tiempo dominó y oprimió a Flandes, su victoria fue seguida por una humillante derrota. Por su matrimonio con Juana de Navarra (1284) añadió Navarra, Champagne y Brie a las posesiones reales. Lion quedó posteriormente (1312) sujeto a la corona. Su rechazo a someterse a la demanda de Bonifacio VIII para que hiciera la paz con el rey de Inglaterra no se debió a una idea claramente definida de las relaciones apropiadas de la Iglesia y 98


el Estado, sino a su determinación de hacer su propia voluntad para desafiar a quien era reconocido como la más alta autoridad espiritual sobre la tierra. Sus medidas de represalia como respuesta a la bula de Bonifacio Clericis laicos (25 de febrero de 1296), le permitió obtener una autoridad superior al que el clero francés tenía en Francia, sin importar que simpatizara con su desafío al papado o no, así nadie se atrevió a contradecirle, pagando al rey los subsidios de guerra exigidos a pesar de la prohibición papal.

99


No era un héroe de la libertad. Su desafiante trato a la bula Unam sanctam (que afirmaba la supremacía pontificia sobre el poder temporal de los reyes), el cual ordeno quemar, al mismo tiempo que dispuso la confiscación de las propiedades de los prelados que se alinearon con el papa, y cuando este respondió con una bula papal de excomunión, Felipe reunió un concilio nacional para juzgar al papa y éste fue hecho prisionero por el canciller francés Guillermo de Nogaret (“atentado de Anagni”, 1302).

La muerte de Bonifacio, poco después, permitió a Felipe hacer elegir a papas franceses (Benedicto XI en 1303 y Clemente V en 1305), de quienes obtuvo todo cuanto pidió (por ejemplo, la supresión de la Orden del Temple en 1307). El dominio francés sobre la Iglesia quedó plasmado en el traslado de la sede pontificia de Roma a Aviñón (1309). 100


Estos no son precisamente pruebas de que era un reformador. El hecho es que: “no consideraba a Dios ni a hombre, cuando sus intereses estaban en juego”. “Consiguió el traslado de la sede papal a territorio francés no para producir una reforma de la administración papal, sino para obstaculizar a otros soberanos que usaron el poder organizador del papado contra él”, logro la cooperación papal y curial para el engrandecimiento de la monarquía francesa. “Obligó al papa cautivo y a la curia a cooperar con él en la destrucción de los Templarios, no porque creyera que la orden se había convertido escandalosamente en inmoral y diabólicamente blasfema e irreligiosa, como afirmaban los miembros de la orden, que fueron obligados bajo tortura a confesar, sino porque estaba celoso de su poder político y falta de sujeción, además de codiciar de sus inmensas riquezas”. También persiguió a los judíos no porque deseaba que se hicieran cristianos, sino para apropiarse de su riqueza. Pero no todo fue el producto de su propio pensamiento independiente. Estuvo rodeado de capaces e inescrupulosos consejeros (como Guillermo de Nogaret), que se prestaron a su deseo de poder y gloria, y se beneficiaron personalmente de sus abusos. 13 de octubre de 1307 El 12 de octubre, el maestre general del Temple, Jacobo de Molay, acompañaba al rey de Francia, Felipe el Hermoso, en las solemnes exequias que se celebraban por el alma de Catalina de Courtcnay, esposa de Carlos de Valois, hermano del rey Felipe; Molay, de acuerdo con el protocolo, fue singularmente distinguido con el alto honor de sostener una de las cintas del catafalco de la princesa difunta. En el colmo de la bajeza, el rey francés treinta días antes, el 14 de septiembre, había despachado desde Maubuisson la orden secreta de apresar a todos los templarios del reino y de ocupar todas sus casas y bienes un 101


mismo día y a una misma hora. Ese día y esa hora habían sido fijados para el romper del alba del día 13 de octubre, menos de 20 horas después de los funerales de Margarita de Courtenay. Al amanecer de ese día en toda Francia los senescales, los bailíos y los prebostes del rey, acompañados de sus hombres de armas, procedieron a cercar todas las casas templarias y arrestar a todos los caballeros, clérigos y sirvientes, miembros de la Orden, ocupando todos sus bienes de acuerdo con las instrucciones secretas despachadas desde Maubuisson el 14 de septiembre por Guillermo de Nogaret, el nuevo Guarda del Sello Real.

La operación policial fue un éxito sin precedentes; la sorpresa fue total, en cientos de casas francesas del Temple. Más de un millar de templarios cayeron en manos de los esbirros del rey de Francia; apenas una docena escapó al aprisionamiento, 102


probablemente por hallarse de viaje fuera de su residencia. En París, Guillermo de Nogaret con las gentes del prebostazgo de la ciudad se apoderó sin dificultad al amanecer de la Torre del Temple sorprendiendo en ella al maestre general Jacobo de Molay y a los demás templarios residentes en esa encomienda. Pocas horas más tarde Felipe el Hermoso se personaba en la Torre del Temple donde se apoderaba de todo el dinero y joyas confiados a la custodia de los templarios y de los demás fondos provenientes de todas las encomiendas de Francia allí acumulados, en espera de ser utilizados en una nueva cruzada a Tierra Santa. Los templarios en Francia, por instrucciones de Felipe IV, debían ser aislados entre sí, y debían ser interrogados sobre los presuntos crímenes que les eran atribuidos, prometiéndoles el perdón si los confesaban y advirtiéndoles que si los negaban serían condenados a muerte. Luego debían ser entregados a los inquisidores, que tratarían de obtener las confesiones de los que se hubieran mantenido en la negativa utilizando para ello la tortura. La sorpresa no había sido sólo para el maestre general y los templarios, sino también para el papa. El rey ni siquiera se había molestado en comunicar a Clemente V, que se encontraba en Poiriers. Los templarios, como religiosos que eran, sólo eran justiciables ante el fuero eclesiástico. El Papa irritado por ello, convocó un consistorio de urgencia el 15 de octubre en el que no llegó a tomar ninguna decisión; sólo el 27 de octubre Clemente V escribía una misiva a Felipe IV reprochándole la usurpación de la jurisdicción eclesiástica y protestando por el escandaloso empleo de la tortura. Pero eso no detuvo a Felipe IV de los interrogatorios a que eran sometidos los templarios por gentes del rey y frailes dominicos como inquisidores. 103


Pronto comenzó a llegar al rey las confesiones obtenidas mediante torturas brutales y sangrientas; en París treinta y seis templarios murieron en el tormento mientras negaban las acusaciones. Entre los confesos se encontraban el maestre general, el visitador de Francia y los maestres provinciales de Normandía y Chipre. No es de extrañar que en el mismo París otros ciento treinta y cuatro templarios confesaran todo lo que querían sus verdugos; tan sólo cuatro templarios, que no admitieron las calumnias, permanecieron con vida. En provincias el resultado fue parecido: de los noventa y cuatro interrogatorios enviados a París, sólo ocho no reconocieron los delitos que incriminaban los torturadores; se ignora cuantos murieron en los tormentos. Los cientos de confesiones forzadas, y sobre todo el reconocimiento por Jacobo de Molay y por los otros tres altos dignatarios de todos los crímenes imputados, no dejaron de causar cierta impresión en el papa, que decidió por fin a ceder parcialmente a las exigencias del rey de Francia y abrir una investigación sobre la Orden del Temple y sus miembros. El 22 de noviembre de 1307, Clemente V por la bula Pastoralis preeminentíae ordenaba a todos los monarcas que, cada uno en su reino, procedieran a apresar a los templarios y a secuestrar sus bienes hasta que la Santa Sede dispusiera acerca de la Orden, de sus miembros y de sus bienes. Así la tragedia iniciada en Francia el 13 de octubre se extendía mes y medio más tarde a toda la Cristiandad. En febrero de 1308, el papa retiró los poderes jurisdiccionales de los inquisidores dominicos que actuaban como delegados pontificios, cuando en realidad estaban al servicio del rey francés; jurídicamente quedaba desarmado el proceder contra los templarios. La reacción de Felipe el Hermoso no se hizo esperar; acudió a la Universidad de París solicitando un dictamen favorable a sus actuaciones, pero ante la actitud reservada de ésta reforzó sus presiones sobre el papa fomentando la aparición de 104


libelos que acusaban al Pontífice de nepotismo, de favorecedor de la herejía y amenazaban a Clemente V con hacerle sufrir las mismas desdichas que había sufrido Bonifacio VIII. Para reforzar estas amenazas el rey francés convocaba los Estados Generales del reino en Tours, que celebraron sus sesiones entre los días 5 y 15 de mayo de 1308. Representantes de los tres estados, clero, nobleza y ciudades, acompañaron a Poitiers a Felipe IV en su visita a Clemente V, pero el Papa no cedió a las presiones. Éstas se intensificaron hasta el paroxismo durante los meses de junio y julio amenazando los ministros del rey, Nogaret y Plaisians, con recurrir a la fuerza armada si el Papa persistía en su silencio y en la que ellos llamaban obstinación en la defensa de unos herejes y criminales. El 27 de junio de 1308 los ministros franceses presentaron ante el Papa a setenta y dos templarios, convenientemente preparados y bien escogidos entre los más débiles ante los tormentos, o entre los renegados y salidos de la Orden, para que confirmaran todos los supuestos crímenes de los templarios. Por fin el 5 de julio el Papa claudicaba y restablecía la jurisdicción de los inquisidores para que éstos, junto con los obispos de cada diócesis, continuaran las investigaciones contra los templarios. El papa no estaba satisfecho con la claudicación arrancada por las presiones de Felipe, y así el 12 de agosto, Clemente V volvió a retomar en sus manos la dirección de todo el proceso contra los templarios. Por la bula Faciens misericordiam señalaba el procedimiento que debía seguirse en las causas judiciales contra el Temple, distinguiendo tres clases de imputados: los miembros singulares de la Orden, los altos dignatarios de la misma: maestre general y maestres provinciales, y la Orden misma como tal en su conjunto. Los templarios sin jerarquía especial serían juzgados en cada archidiócesis por el conci105


lio provincial, compuesto por los obispos de la misma, sobre la base de las investigaciones llevadas a cabo por el obispo de la diócesis acompañado por al menos uno de los miembros de la comisión pontificia de ocho miembros que el Papa designa para cada reino o comarca. Los inquisidores podían asistir a los interrogatorios pero sin asumir la dirección de los mismos. El maestre general y los maestres provinciales quedaban exentos de esa jurisdicción especial y sometida al juicio único del Romano Pontífice. La instrucción contra estos dignatarios y contra la Orden del Temple como tal sería conducida por la misma comisión pontificia de ocho miembros nombrada por el Pontífice en cada reino o comarca. Finalmente para emitir el juicio último sobre la Orden como tal, se reservó al papa, que convocaba un concilio ecuménico a celebrar en la ciudad imperial de Vienne, en el Delfinado, que debía dar comienzo a sus tareas el 1 de octubre de 1310. Este aparente triunfo del papa sobre el rey de Francia era compensado con ciertas concesiones pontificias, ya que Clemente V otorgaba a Felipe IV que continuara manteniendo en sus manos el secuestro de los bienes de la Orden y la custodia de los templarios apresados en Francia. Así ambos poderes podían retrasar la confrontación: el Papa prolongando en el tiempo los procedimientos, el Rey obstaculizando la comparecencia de los prisioneros. De hecho, el proceso de constitución de las comisiones diocesanas que debían proceder contra los templarios singulares no se cerró hasta la primavera de 1309 y sus actuaciones se prolongaron desde mediados de 1309 hasta ya entrado el año 1310. A su vez la comisión delegada pontificia, competente contra el maestre general y los dignatarios de la Orden, sólo se reunía por primera vez el 8 de agosto de 1309 y no llegó a funcionar hasta el siguiente noviembre. 106


De acuerdo con la mencionada bula también en Inglaterra, Italia, Alemania, Irlanda, Chipre, Portugal, Castilla, Aragón y Mallorca se constituyeron las comisiones previstas, que prolongaron sus actuaciones a lo largo del año 1309 y 1310, y en algunos casos, como en Inglaterra, hasta comienzos del año 1311. La tortura, aunque con más moderación que en Francia, fue empleada en los interrogatorios de los templarios en todas partes, con excepción de Castilla y Portugal. Navarra, cuyo monarca era Luis Huttin, hijo primogénito del rey francés, siguió en todo las huellas de Francia. El 26 de noviembre comparecía Jacobo de Molay declarando la inocencia de la Orden, pero dos días más tarde en una segunda comparecencia modificó su actitud alegando que puesto que el papa se había reservado el último juicio sobre la Orden, sólo estaba dispuesto a hablar en presencia del Pontífice. Avanzaban los días sin que los templarios, salvo alguna contada excepción, se mostrasen dispuestos a declarar ante la comisión pontificia. En febrero de 1310 cuando la comisión reanudó sus sesiones el día 3; dieciséis templarios de Macon comparecieron, a finales de mes eran quinientos treinta y dos los templarios que había solicitado comparecer, al acabar marzo alcanzaban la cifra de quinientos noventa y dos para superar poco después el número de seiscientos, y todos ellos proclamaban la inocencia de la Orden. Uno de estos comparecientes, el hermano Ponsard de Gisi, testimoniaba que cuanto él y los suyos habían declarado ante los inquisidores, lo dicho era falso. “Habéis sido torturado” le preguntaron. “Sí -respondió- tres meses antes de mi confesión me ataron las manos a la espalda tan apretadamente, que saltaba la sangre por las uñas, y sujeto con una correa me metieron en una fosa. Si me vuelven a someter a tales torturas, yo negaré todo lo que ahora digo y diré todo lo que quieran. Estoy dispuesto a sufrir cualquier suplicio con tal que sea breve; que me corten la 107


cabeza o que me hagan hervir por el honor de la Orden, pero yo no puedo soportar suplicios a fuego lento como los que he padecido en estos dos años de prisión”. Otros muchos templarios se expresaron de forma parecida. La situación se volvía alarmante para el rey de Francia que decidió pasar a la acción y cortar este alud de testimonios favorables al Temple. Entretanto el papa, alegando los retrasos que estaban sufriendo los procedimientos contra los templarios, había diferido, del 4 de abril de 1310, por el concilio de Vienne todo un año, fijando ahora su apertura para el 16 de octubre de 1311. Felipe IV para enderezar la situación a su favor utilizó a Felipe de Marigny, obispo de Cambrai y hermano de Enguerrand de Marigny, el ministro de Hacienda del rey francés y miembro influyente del Consejo Real. El rey alcanzó para Felipe de Marigny el nombramiento como arzobispo de Sens, a cuya provincia eclesiástica pertenecía el obispado de París; el 10 de mayo de 1310, el nuevo arzobispo convocó el concilio provincial para juzgar a los templarios de su provincia eclesiástica, que al día siguiente, 11 de mayo, condenaba a ser quemados vivos a cincuenta y cuatro templarios de la provincia de Sens, que, habiendo confesado inicialmente sus presuntos delitos en la tortura, habían ahora comparecido ante la comisión pontificia para defender la inocencia de la Orden. Los cincuenta y cuatro condenados fueron conducidos en carros el 12 de mayo a las afueras de París a la hoguera que había mandado preparar en las cercanías de la puerta de San Antonio. Allí sucumbieron todos cruelmente sacrificados mientras proclamaban a gritos su total inocencia, sin que la comisión pontificia, cuya protección habían invocado, moviera un dedo para salvarlos. En los días siguientes la hoguera de París se extendió a otras 108


provincias eclesiásticas de Francia; nueve templarios ardieron en Senlis el 16 de mayo, otros siguieron el mismo camino en Pont-de-I’Arche y otros lugares; en Carcassonne la hoguera se encendió un año más tarde, el 20 de junio de 1311. El rey de Francia había triunfado; la resistencia de los templarios desaparecía en las hogueras.

El 13 de mayo de 1310 la comisión pontificia reanudaba sus tareas en la capilla de San Eloy del monasterio de Santa Genoveva de París, y los pocos templarios que comparecieron ante ella sólo sabían balbucear incoherencias; el terror se había apoderado de todos ellos. Por excepción un caballero de la diócesis de Langres, Aimerico de Villiersle-Duc, de unos cincuenta años de edad y veintiocho de templario, con la faz desencajada in109


terrumpió la lectura de las actas de acusación golpeándose el pecho con los puños cerrados, alzando los brazos hacia el altar, cayendo de rodillas, y protestando que, si mentía, quería ir derecho al infierno con muerte repentina; inmediatamente declaraba: “He confesado algunos delitos a causa de las torturas que me infligieron Guillermo de Marcilly y Hugo de la Celle, caballeros del rey, pero todos los crímenes atribuidos a la Orden son falsos. Al ver ayer como eran conducidos a la hoguera cincuenta y cuatro hermanos por no reconocer sus supuestos crímenes, he pensado que yo no podré resistir el tormento del fuego. Lo confesaré todo, si quieren, incluso que he matado a Cristo”. El temor a la hoguera causó el efecto buscado por Felipe IV, pues de doscientos templarios que todavía fueron llamados ante la comisión pontificia tan sólo doce adoptaron la arriesgada decisión de defender a la Orden negando los presuntos crímenes. La última comparecencia tuvo lugar el 26 de mayo de 1311; la comisión pontificia juzgando superfluo citar ante ella a los restantes miembros de la Orden, clausuraba con licencia del Papa sus trabajos el 5 de junio de 1311. El 16 de octubre de 1311 tuvo lugar la solemne apertura del concilio; los temas a tratar según la bula de convocatoria y ratificados por el Papa en el discurso de apertura en la catedral gótica de San Mauricio eran la causa de los templarios, la reforma de la Iglesia y la cruzada a Tierra Santa, pero el tema que atraía más la atención de todos era el de los templarios. Inaugurado el concilio, la comisión que Clemente V había nombrado para que se ocupara de la causa del Temple, votó a finales de octubre casi por unanimidad, con gran desagrado del papa, que los templarios y sus defensores debían ser admitidos y oídos por el concilio antes de cualquier condena. 110


El papa, había decidido secundar los deseos de Felipe IV y obtener una decisión condenatoria del concilio, para impedir la comparecencia de templarios ante el concilio, adoptó una táctica dilatoria, anteponiendo a la causa templaría los problemas de Tierra Santa, la cruzada contra los infieles y la reforma de la Iglesia. Irritado, Felipe IV volvió a la táctica, que tan buenos resultados le venía dando siempre, de presiones y amenazas sobre el Papa. Para ello convocó en marzo de 1312 en Lyon, no lejos de Vienne, una reunión de los Estados Generales, donde volvió a agitar el fantasma que tanto aterraba a Clemente V, reavivar el proceso por herejía contra su antecesor el Papa Bonifacio VIII. Se abrieron negociaciones secretas y representantes franceses, entre ellos Nogaret, se reunieron con delegados pontificios; pero el Papa seguía sin ceder a los deseos de Felipe IV. Ante la indecisión del pontífice, el rey de Francia, anuncia que el 20 de marzo avanzara con su ejército hacia Vienne. Chantajeado y amenazado, Clemente V reunía el 22 de marzo de 1312 un consistorio secreto, donde los miembros de la antes citada comisión, volviendo de su anterior acuerdo, votaron ahora a favor de la supresión llana y simple de la Orden del Temple. Este acuerdo se plasmó en la bula Vox in excelso, datada ese mismo día, por la que el Papa, no sin amargura y pesar de corazón, en virtud de su autoridad, no por vía de sentencia judicial sino por mera provisión o disposición apostólica procedía a disolver y suprimir la Orden del Temple, apuntando que lo mismo habían hecho otros papas con otras Ordenes religiosas, aun sin culpa alguna de sus miembros. La bula permaneció en secreto hasta la solemne sesión conciliar del 3 de abril de 1312, en la que el Papa teniendo a su derecha a Felipe IV y a su izquierda al heredero francés y rey 111


de Navarra, Luis Huttin, tras haber ordenado por medio de un secretario que nadie, bajo pena de excomunión, pronunciase una sola palabra sin permiso u orden del Pontífice, mandó promulgar y leer la bula Vox in excelso. Así dejó de existir la Orden del Temple tras doscientos años. Quedaba para más adelante determinar el destino de las personas de los templarios y de sus bienes. La bula Considerantes dudum del 6 de mayo de 1312, distinguía dos situaciones: la primera estaba constituida por todos aquellos que fueran declarados inocentes y por aquellos que habiendo confesado sus delitos se hubieran reconciliado con la Iglesia; todos estos debían recibir una pensión procedente de los bienes de la Orden y residir en algún monasterio guardando sus votos religiosos. En cambio aquellos templarios que persistieran en la negación de sus culpas o recayeran en las mismas debían ser castigados con todo el rigor del derecho. Los bienes de los templarios, venciendo las resistencias del rey francés, fueron asignados en todos los reinos de la Cristiandad por la bula Adprovidam del 2 de mayo de 1312 a la Orden de San Juan; la única excepción fueron los cuatro reinos hispánicos, a saber: Mallorca, Aragón, Castilla y Portugal, ya que en Navarra, por su vinculación dinástica, los templarios siguieron en todo la misma suerte que en Francia. La suerte de los bienes templarios en estos cuatro reinos quedaba diferida a una ulterior determinación pontificia. La suerte de la Orden del Temple, de sus bienes y de las personas de los templarios quedó decidida esa misma primavera de 1312 en el concilio de Vienne, pero quedaba por resolver el destino del maestre general y de los dignatarios de la Orden. En las prisiones de Felipe IV se encontraban todavía Jacobo de Molay, el visitador de Francia y tres maestres provinciales, a saber, los de Normandía, Aquitania y Chipre; de este último no se volvió a oír hablar, probablemente sucumbió muy pronto en los 112


calabozos franceses. Los otros cuatro dignatarios de la extinguida Orden siguieron en prisión en espera del juicio que decidiera su destino: el Papa no mostraba ninguna prisa; quizás no sabía qué hacer o se sentía demasiado culpable por las tropelías y crímenes que había tolerado contra los templarios franceses. Sólo el 22 de diciembre de 1313 se decidió por fin Clemente V a ocuparse de los desdichados prisioneros, que llevaban ya más de seis años padeciendo cruel prisión. Para llevar adelante el juicio y dictar sentencia el Papa designó un tribunal compuesto de tres cardenales: el dominico Nicolás de Fréauville, el antiguo confesor del rey francés Arnaldo de Faugéres y el cisterciense vicecanciller de la curia papal Arnaldo Nouvel, los tres conocidos por su devoción hacia la causa del rey Felipe IV. Todavía el proceso se alargó tres meses más, hasta que en la mañana del 18 de marzo de 1314 los cuatro dignatarios templarios fueron conducidos a una tribuna que se había alzado en el pórtico de la catedral de Notre-Dame para que el público pudiera contemplar mejor el espectáculo y allí les fue leída la sentencia que les condenaba a los cuatro, como culpables de múltiples delitos de apostasía, herejía y blasfemia, que ellos mismos habían confesado, a prisión perpetua. Es en este momento cuando tuvo lugar el golpe de efecto; ante los tres cardenales que habían pronunciado su sentencia y a cuyo lado se encontraba el arzobispo de Sens, Felipe de Marigny, el mismo que había mandado quemar vivos a cincuenta y cuatro templarios dos años antes, se alzaron Jacobo de Molay, maestre general, y Godofredo de Charney, maestre provincial de Normandía, y retractando todas sus confesiones anteriores proclamaron ante todos los presentes su inocencia y la de su Orden. 113


Entre el asombro y la conmoción general la sombra de la duda se proyectaba sobre la justicia de la sentencia; los miembros del tribunal perplejos devolvieron a los condenados a la prisión y aplazaron la cuestión para el día siguiente. Felipe IV, informado del caso, no esperó al día siguiente; reuniendo a primera hora de la tarde el Consejo de la Corona, y sin esperar ninguna otra actuación eclesiástica, entregó a los verdugos como relapsos las personas del maestre general del Temple y del maestre de Normandía. Esa misma tarde a la hora de vísperas, en una pira que se amontonó en una pequeña isla del Sena, llamada isla de los judíos, entre los jardines del mismo palacio real y la iglesia de los agustinos, aproximadamente en el lugar donde hoy se alza la estatua de Enrique IV, Felipe IV hizo quemar vivos a los dos templarios. Los otros dos dignatarios de la Orden, que guardaron silencio después de la lectura de la sentencia, salvaron la vida, pero desaparecieron y murieron oscuramente en las prisiones del rey francés, que nunca jamás cedió a las autoridades eclesiásticas el control sobre las personas de los templarios apresados el 13 de octubre de 1307. La leyenda del emplazamiento ante el tribunal de Dios Las dos víctimas en un último acto de piedad solicitaron morir contemplando la iglesia de Notre-Dame. Proclamando por última vez, en el instante supremo de comparecer ante el Creador, su inocencia y la de toda la Orden, entre el estupor y pasmo de la multitud supieron sufrir el suplicio del fuego con un valor y un coraje, que no habían demostrado antes cuando hicieron sus falsas confesiones. 114


El valiente testimonio dado en la hoguera de Notre-Dame unido a la muerte del papa Clemente V, tan sólo un mes más tarde, en la noche del 19 al 20 de abril, y el ataque de apoplejía que sufrió Felipe IV el siguiente 4 de noviembre, del que fallecería el 29 del mismo mes, con tan sólo cuarenta y siete años de edad, impresionaron de tal modo la imaginación de la opinión pública, que ésta forjó la leyenda del emplazamiento formulado por Jacobo de Molay al Papa y al rey francés para comparecer ante el tribunal de Dios antes del fin de ese año 1314. 115


Pero ninguno de los testigos oculares, que asistieron a la ejecución, escribieron un relato de la misma, no se mencionó para nada el tal emplazamiento, fácil en cambio de imaginar después de las fulminantes muertes del Papa y del Rey. Todavía mayor impresión causó en la misma opinión pública la sucesiva muerte, uno tras de otro, en menos de catorce años, de los tres hijos de Felipe IV y del nieto, hijo del hijo mayor del rey Felipe, que fueron ocupando sucesivamente el trono francés: Luis X en 1316, Juan I en 1316, Felipe Ven 1322 y Carlos IV en 1328, cuatro reyes muertos todos ellos sin descendencia, hasta extinguirse así la dinastía de Felipe IV, el Hermoso, y dar paso a la nueva dinastía de la casa de Valois. Este final dinástico fue interpretado como castigo de Dios y maldición del último maestre general del Temple.

Los templarios fueron las víctimas de la conjura tramada contra ellos por el rey de Francia y sus ministros y de la debilidad de un pontífice enfermizo, timorato de carácter, inclinado 116


siempre a las componendas e incapaz de enfrentarse con Felipe el Hermoso, de temperamento frío, calculador y dotado de una voluntad de hierro. El Papa trató siempre de resistir a las presiones del rey Felipe, sin oponerse nunca abiertamente, mediante estratagemas y dilaciones, para acabar siempre, cediendo ante un acoso acrecentado y tomar resoluciones contrarias a sus más íntimas convicciones. Las princesas de la torre: las nueras del rey condenadas por adulterio. El 19 de junio de 1315 el rey Luis X de Francia contrajo matrimonio con la princesa Clementina de Hungría. A pocos kilómetros de la ciudad donde tenían lugares las nupcias, casi al mismo tiempo era sepultada la primera esposa del rey, Margarita de Borgoña (1290-1315). La que era reina consorte de Francia había sido encontrada cuatro días antes muerta en una celda helada y desprovista de comodidades del Castillo de Gaillard. Todas las miradas apuntaban a un asesino: el rey. La misteriosa muerte de la reina era un capítulo más de la tragedia personal del rey Felipe IV “el Hermoso” de Francia, quien había fallecido algunos meses antes a causa de una caída de caballo que le provocó una hemorragia cerebral. El monarca, se dice, era víctima de una maldición que también se propagaría a todos los miembros su familia y provocaría el final de su dinastía. La maldición habría sido lanzada en la hoguera por Jacques de Molay, el Gran Maestre de los Templarios a quien Felipe IV había condenado en complicidad con el papa Clemente V, en marzo de 1314. Felipe se había casado con la reina Juana de Navarra y tuvo varios hijos. Entre ellos estaban el futuro rey Luis X “el Obstinado”, quien apenas reinó dos años y cuyo hijo, Juan I, tuvo una vida corta y un reinado de cuatro días; el segundo hijo fue Felipe “el Largo”, conde de Borgoña, casado con Juana de Borgoña (1292-1330); y finalmente Carlos “el Hermoso”, conde 117


de La Marche, casado con Blanca de Borgoña (1296-1926), hermana de Juana. Los tres hijos ocuparon sucesivamente el trono de Francia entre 1314 y 1328, pero no tuvieron descendencia. La hija del rey se llamaba Isabel y había heredado la belleza de su padre. Apodada “Loba de Francia” se casó con Eduardo II de Inglaterra (hijo del poderoso Eduardo I el Zanquilargo), quien estaba más interesado en la compañía e influencia de sus hermosos amantes masculinos. Como la belleza no le alcanzó para lograr sus objetivos, Isabel recurrió a su otro talento, la ambición, que desató una verdadera “caza de brujas” en el seno de la corte francesa. Isabel, La Loba de Francia, que había sido forzada a casarse con Eduardo II de Inglaterra, tramó el derrocamiento de su esposo para gobernar junto a su amante, Roger Mortimer, en nombre de su hijo, Eduardo III. Éste último, ya siendo mayor y gobernante único de Inglaterra, declaró tener derecho a la Corona francesa por ser descendiente de los Capetos, lo que lo enfrentó al rey Felipe VI de Valois, hecho que desencadenará la Guerra de los Cien Años. Isabel, luego de unos años de desgraciado matrimonio, volvió a Francia, donde solía quejarse ante su padre de la falta de pasión y masculinidad del hombre que le había tocado como esposo. Aburrida de su soledad en Inglaterra, donde los súbditos la detestaban, la inquieta mujer comenzó a albergar ambiciones dinásticas en su país natal. En uno de sus viajes a París, “la Loba” había regalado unos delicados y costosos monederos bordados a sus tres cuñadas, las mencionadas Margarita, Juana y Blanca de Borgoña, y meses después, descubrió con sorpresa que aquellos monederos estaban en manos de dos caballeros normandos que ejercían como escuderos de Felipe IV, Gauthier y su hermano Philippe d’Aunay. 118


Ya sea por celos, por venganza o por ambición, Isabel decidió que esto debía saberse. Era la oportunidad perfecta: si sus cuñadas eran condenadas, sus hermanos no tendrían descendencia y ella podría ser coronada Reina de Francia e Inglaterra. En abril de 1314, estando retirado en la Abadía de Maubuisson, a donde había viajado a meditar tras la quema en la hoguera del Gran Maestre Templario, Felipe IV fue informado por su hija sobre la posibilidad de que sus tres nueras mantuvieran relaciones con aquellos caballeros que, según sus espías, mantenían una relación de estrecha confianza con las princesas. El rey ordenó detener y vigilar a los caballeros durante un tiempo y ordenó una investigación a fondo para ver si había relaciones pecaminosas dentro de su real familia. Un tribunal encontró a las princesas Margarita y Blanca culpables de la organización de fiestas clandestinas, en las que se bebía y fornicaba.

119


Aquellos encuentros ilegales se desarrollaban al abrigo de la noche en la Torre de Nesle, construida sobre la ribera del río Sena, frente al Louvre, durante el siglo XII, y que Felipe el Hermoso había comprado en 1308. “Cubiertas por un manto negro, salían por las noches a recorrer todo París con la libertina intención de seducir a los forasteros que llegaban a la corte, y a cualquiera que se distinguiera por su buen aspecto o complexión. Acordaban una cita amorosa y se encaminaban a la taberna, que contaba con una comunicación oculta por donde las mujeres hacían pasar a sus conquistas al lupanar. Allí, entre fiestas y deleites, pasaban toda la noche hasta quedar satisfechas. Entonces entraban en escena el tabernero y sus secuaces, quienes cerraban la función acabando con la vida de cada galán a puñaladas. Minutos después, los cuerpos eran arrojados por alguna de las ventanas de la torre…” En cuanto a la tercera princesa, Juana, se dijo que podría haber estado presente en alguno de estos encuentros, en haber ayudado a que pudieran concretarse en la Torre y que sabía absolutamente todo lo que sucedía entre sus cuñadas y los dos caballeros. Tras unos meses, Felipe IV hizo detener a los caballeros d’Aunay, quienes confesaron el adulterio luego de ser torturados por la guardia real. “El escándalo hería particularmente los valores religiosos del rey, quien, por otra parte, había permanecido casto desde la muerte de su esposa”. Pero además de atentar contra la moralidad de la familia real, ponía en peligro a la dinastía misma. Si había alguna sospecha de que un heredero de sangre real podía ser un bastardo, toda la sucesión al trono sería puesta en tela de juicio. ¡Carlos de Francia y Luis de Navarra, dos ‘hijos de Francia’, herederos del trono, podían haber sido engañados, para su gran vergüenza, por dos simples escuderos! Acusados de alta traición a la Corona francesa, los hermanos 120


d’Aunay fueron llevados a Pontoise (norte de Francia), donde fueron torturados ferozmente, castrados, colgados de las axilas en el cadalso y finalmente decapitados en público. Sus cuerpos destrozados fueron paseados por las calles de París mientras sus genitales fueron entregados a perros callejeros hambrientos. Blanca y Margarita fueron juzgadas ante el Parlamento y declaradas culpables de adulterio. Despojadas de sus honores principescos, a las dos nueras del rey Felipe se les afeitó la cabeza y se les sentenció a cadena perpetua. Juana, en tanto, fue declarada inocente, en gran parte gracias a la influencia de su marido Felipe, conde de Borgoña, quien se opuso violentamente a su hermano Carlos, quien clamaba para que Juana fuera condenada a muerte como cómplice del pecado. La imagen y la santidad de la dinastía de los Capetos habían sido mancilladas y ahora los cornudos lloraban por la venganza. En un carruaje, Margarita y Blanca fueron enviadas a los helados calabozos de piedra del Castillo de Andelys y, más tarde, en noviembre, al morir el rey Felipe, encerradas en el Castillo de Gaillard, en Normandía, por orden del nuevo rey, Luis X. La hipotética nueva reina, Margarita de Borgoña, considerada la principal responsable de poner en entredicho la filiación y paternidad real, fue enviada a la torre más alta del castillo, abierta al viento y a la intemperie por los cuatro costados. Allí murió a los veinticuatro años de edad, según se dijo, a causa de una enfermedad que le provocaron el frío y la humedad de la torre pero el fantasma del asesinato sobrevuela su historia hasta nuestros días: ¿fue estrangulada por orden de su marido? El “Obstinado” Luis X no guardó luto ni asistió al entierro. Estaba ansioso por volver a casarse, esta vez con Clementina de Hungría, y lo hizo cinco días después de la muerte de Margarita. Recluida en los sótanos de la misma fortaleza, la princesa Blan121


ca, de dieciocho años, fue trasladada a un convento, donde se la autorizó a tomar los hábitos, y nunca más pudo ver a su hermana. En 1322, su esposo fue coronado con el nombre de Carlos IV y le negó su pedido de liberación y consiguió anular el matrimonio, muriendo a los pocos años. Por último, la princesa Juana, de veinte años, fue recluida en un castillo y cuatro años más tarde, en 1317, fue liberada para ser coronada reina junto a su marido, Felipe V de Francia. En octubre de 2007, con motivo del séptimo centenario del inicio de la persecución contra la Orden Templaria, el Archivo Vaticano publicó un documento titulado Processus contra Templarios, en el que hacía público el llamado Pergamino de Chinon, un texto que se afirmó haber sido descubierto en 2001 y en el cual constaba que Clemente V no pretendía condenar a los Caballeros, pretendiéndose con este documento exculpar al papa de los sucesos de 1307 a 1314. Sin embargo, siendo el texto de 1308, es evidente que aun así el pontífice consumó la trama instigada por el monarca francés. En los últimos siglos se ha formado toda una leyenda en torno a los templarios. Existen organizaciones que reclaman ser sucesoras de la antigua orden medieval, como la masonería, y quizás la forma abrupta en que fue disuelta en el siglo XIV, ha hecho que se popularice la imagen de los templarios. Y en los últimos años producciones cinematográficas como Assassin´s Creed y Knightfall, pone a la Orden del Temple, vigente en el pensamiento occidental.

122


123


A:.L:.G:.D:.G:A:.D:.U:. Marzo 2020 124


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.