Dialogo Entre Masones Octubre 2016

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Dialogo Entre Masones A r t í c u l o s Masónicos Seleccionados Año 3 - N° 34

Octubre 2016


Herbert Oré Belsuzarri

Mario López Rico Vicente Alcoseri Julio Villarreal III - La libertad.…………………………………………………….1 - Descubrimiento de América…………………………….8 - Descubriendo a Cristóbal Colón……………………..29 - América: ¿Encuentro o descubrimiento?………….86 - Celebrando el genocidio – La conquista de América por Cristóbal Colón……………………………..90 - Historia de la conquista de México…………………123 - El Cani Cruz………………………………………………..132 - Historia del lema: Libertad, igualdad y fraternidad…………………………………………………….162 - El compañero masón……………………………………182 La revista agradece la difusión de los artículos publicados, mencionando la fuente y la autoría.

Valle de Lima Octubre 2016


LA LIBERTAD. Nicolás Quiles Una de las tres columnas sobre las cuales descansa la masonería especulativa es la Libertad, que podemos definirla, desde el punto de vista filosófico, como la capacidad que posee el ser humano de poder obrar según su propia voluntad a lo largo de la vida lo que, lo hace además 1


responsable de sus actos. El estado de libertad define la situación, circunstancias o condiciones de quien no es esclavo, ni sujeto, ni impedido al deseo de otros de forma coercitiva. La libertad permite al hombre decidir si quiere hacer algo o no, haciéndolo también responsable de sus actos. Si el hombre no es responsable de sus actos, se entiende la libertad como libertinaje. Así la libertad implica una clara opción por el bien, solo desde esta opción, se estaría actuando desde la concepción de la teleología. La primera representación escrita del concepto de libertad, se cree que es la palabra sumeria escrita en cuneiforme “Ama-gi”.

Que traducida literalmente significa “volver a la madre”. En castellano, la palabra proviene del latín “libertas – atis”. La palabra inglesa correspondiente es “freedom” que proviene de una raíz indoeuropea que significa “amor”; curioso resulta que en la misma lengua, la palabra “afraid” que significa “miedo”, tiene la misma raíz. Hay filósofos que señalan una importante diferencia entre la “libertad de” (libertad negativa) y “libertad para” (libertad positiva); en cuanto al primer caso, el hombre no es libre de desafiar la realidad; pero si es libre de intentarlo, pues nada se lo impide. En el segundo caso, la ausencia de obstáculos en el camino de la acción, faculta para tomar decisiones que conduzcan a ser libre. 2


La libertad tiene como precepto la autoconciencia y la responsabilidad moral, por lo que es individual en esencia, pues no puede nadie dar su propia libertad a otro, así mismo, esto hace que sea imposible eliminarla o contradecirla y es por ello que todos los actos humanos pueden ser imputables (libre albedrío). Puesto que está situada en la interioridad de la persona, lo define. No se puede concebir que se sea realmente humano sin el deseo y el ánimo de ser libre de verdad. Desde un punto de vista interior del ser, se define la libertad, para una persona, como la autonomía interna o la maestría sobre la condición interna, que nos brinda o nos permite la posibilidad de actuar de acuerdo a los dictados de la razón, sus valores y en conformidad también con los valores universales como el bien y la verdad. Ahora bien, todo lo expuesto es una explicación clara de lo que, según el razonamiento lógico, es la libertad desde la cosa consciente, construida desde la cultura y en concordancia con lo que la sociedad define como “hombre libre”. Pero si somos un poco más acuciosos y no estacionamos nuestro pensamiento solo en lo racional, observaremos que: Si aceptamos como buena, la idea de que el hombre es alma y cuerpo, y tenemos necesariamente consciencia de que, lo que realmente define al hombre, no es su cuerpo, sino su alma, ya que esta es la que le concede la vida al cuerpo. En concordancia con lo que conocemos sobre el cuerpo, sobre su finitud, enfrentada a la infinitud del alma, veremos qué: La conjunción que configura al ser, es una incómoda configuración, pues un elemento finito en el tiempo y el espacio, es recipiente de otro elemento infinito en forma y perdurable en el tiempo. Lo cual nos dice intuitivamente, que el alma está atrapada en el cuerpo, 3


limitada, en espera de ser liberada, por lo que indefectiblemente será el fin del cuerpo que ocupa. Habiendo acordado que el ser es así descrito, tenemos que decir indudablemente que no existe hombre, en su condición natural, que pueda asegurar que es libre, pues el elemento que lo define está atrapado, restringido en sus capacidades y por ende limitado. Aceptando hasta aquí, que el hombre común, por definición es esclavo de sí mismo, la libertad es un anhelo y un deseo propio del alma, con lo cual, escapa del mundo manifestado y es entonces un anhelo inalcanzable en el plano manifestado, sin embargo, no es imposible, puesto que la prisión que así se plantea es limitada en el tiempo. Visto así, el trabajo no debería ser de buscar la libertad en sí misma, pues esta llegará; parece más bien estar orientado a prepararse para el momento de la liberación, dado que este momento llegará sin duda, pero se puede llegar a él en una condición adecuada o no, y esto dependerá de la preparación que se haya hecho para el momento en que se alcance el estado de liberación. Todo lo dicho es válido para el hombre común, pero podemos decir que hay hombres no tan comunes, que han podido liberarse de las ataduras del cuerpo, según lo señalan infinidad de relatos, en los que, siendo de diferentes orígenes y creencias, parecen coincidir en que es posible la separación temporal de la unidad que constituye el ser, vale decir, la separación temporal del cuerpo y el alma. Separación esta que parece lograrse en planos diferentes al manifestado, al menos por el hombre que ha hecho un trabajo serio para superar las limitaciones propias del hombre común. Es 4


innegable que este trabajo es un trabajo que requiere un esfuerzo ubicado en la voluntad, pues sin ella es imposible superar los linderos y limitaciones propias al hombre común. El trabajo del esfuerzo de voluntad que nos hará libres, aun cuando sea temporalmente, debe hacerse con ejercicios en el plano manifestado; pues en él habitamos y de él no podemos salir, en la condición cotidiana. ¿Cómo deben ser esos ejercicios? ¿Cuáles son y cuando se hacen?, no es tema de este artículo. Aquí me conformo con que el lector acucioso, tome conciencia de que no es realmente libre, pero puede serlo, aun cuando sea temporalmente. Ese ejercicio de libertad temporal es, de hecho un acercamiento o un atisbo a esa libertad definitiva y permanente que se alcanzara finalmente; así es como, es necesario que hagamos ejercicios tendientes a prepararnos para el momento definitivo en el que todos alcanzaremos esa libertad, para poder recibirla adecuada y convenientemente; a favor de lo cual, el hombre común debe procurar su elevación mediante el esfuerzo que implica el uso de la voluntad y la perseverancia. El esfuerzo que conlleva al logro es de hecho, en sí mismo un trabajo de voluntad, pues implica superar la condición cotidiana o de comodidad, en la que el hombre existe comúnmente. La lucha se plantea pues, venciendo obstáculos, quizá físicos, en el ejercicio de emulación que permite los atisbos temporales, pues es hecho en el mundo físico. Pero ese esfuerzo activa en nosotros un intento interior, por el efecto de la perseverancia, jugando así una finta a la razón que activa el salto necesario que permite escapar a nuestro carcelero, aun cuando estos escapes sean solo momentáneos. 5


Conviene aquí recordar que el tiempo no es más que la suma de momentos, así pues la temporalidad marcada por los instantes, puede vencerse sumando instantes, intentando aumentar los períodos y al mismo tiempo la frecuencia de estos. Dicho así, pareciera que se plantea un problema de cantidad, pues según la razón, llenar la temporalidad conlleva a la permanencia. Sin embargo, en los asuntos fuera del tiempo y el espacio, pesa menos la cantidad que la armonía, por lo cual es necesario, buscar en el ejercicio la armonía con el entorno, la unidad con el todo, a fin de que la temporalidad desaparezca y gane fuerza el estado en sí mismo. Innegable es que vida es movimiento y que vida en libertad, es sin duda movimiento en libertad, por ello el movimiento a voluntad y sin restricción es de hecho un ejercicio para prepararse para el momento final de verdadera libertad. Nuestro cuerpo tiene dos tipos de movimientos, uno voluntario, que el ser controla a través del manejo de sus acciones, la inteligencia y la razón y otro involuntario determinado por el funcionamiento interior de nuestro organismo, vale decir, la respiración, la circulación, las funciones relacionadas con la alimentación entre otras muchas. Dado que estos movimientos no son ejercidos por la voluntad, nos atan y nos limitan, de forma que vencer estas funciones involuntarias por la voluntad es un ejercicio de libertad y por tanto de liberación. Lo anteriormente dicho es la razón por la cual, las culturas orientales, de forma generalizada, tienen en la meditación una herramienta para vencer y doblegar a voluntad los movimientos que hasta ese instante, son involuntarios en el ser. El aquietamiento de los movimientos involuntarios, por la voluntad, es equivalente a abrir una puerta de escape de nuestra alma. En Occidente, el equivalente a la meditación es la oración, pues por repetición incesante de frases que además se orientan a generar calma en nuestra mente, puede llegar a relajar el trabajo que continuamente hace la mente en el control 6


del accionar del cuerpo, llegando a distraerla concentrándola en la sola repetición de frases. Parece contradictorio que, con ejercicios de dominación liberamos; pero esto se debe a que para ejercer la voluntad es necesario que sea esta, la que establece el orden necesario para el control. Por otra parte, el control ejercido sobre sí mismo, es una manifestación de libertad, pues es un control que se ejerce por voluntad; entendiendo al sujeto como el que controla la acción y no la acción la que controla al sujeto.

*Nicolás Quiles: V:.M:. Res:.Ben:. y Cen:. Logia “Estrella de Occidente” No. 50 (2011-2012).

Tomado de: http://masoneriaysimbolismo.blogspot.pe/2011/08/la-libertad.html 7





DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA. Libro: HISTORIA DE LA AMERICA DEL SUR Págs. 7 al 26 Barcelona Jane Hermanos Editores 1878 Biblioteca Nacional de España H.a. 3148

____________________________________________________________ Es un hecho, desgraciadamente cierto, que después de Robertson. apreciable historiador del siglo pasado, nadie ha intentado escribir seriamente la Historia de América, y mucho menos la de la América del Sur, cuyos Estados, antes colonias españolas, si se exceptúa el Brasil, son hoy repúblicas poco menos que desconocidas para los europeos, sin que, fuerza es confesarlo, hayan sus apáticos hijos esforzándose lo bastante para desvanecer y rectificar la errónea y desdeñosa opinión que de nuestra América tienen aquellos formada, ni tampoco, y esto es lo que más importa, para conocerse entre sí pueblos o estados hermanos por su origen, y por sus intereses aliados naturales, a todos los que el porvenir reserva indudablemente días de prosperidad y de gloria, de libertad y de verdadero engrandecimiento si saben aprovechar las lecciones de la historia. Respondiendo a esta necesidad nos hemos decidido a escribir la historia de nuestra patria, de la América del Sur, de ese país que Colon creyó ser el Paraíso y que es la verdadera joya del universo, sin que ante la magnitud de la empresa nos hayan arredrado las graves dificultades que nos ha sido preciso afrontar para darle cima; dificultades que, lo confesamos, no hubiésemos intentado vencer, sin el noble afán, sin el vivísimo deseo que nos animaba de prestar con ello un verdadero servicio a nuestra queridísima patria (R.C. 4 de enero de 1878).

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Es un hecho cierto o incontestable, admitido por los historiadores, que en los siglos X y XI los antiguos Escandinavos descubrieron, visitaron y aun se establecieron en las costas orientales de la América del Norte. En la primavera del año 980 Érico el Rojo, desterrado de Islandia, se dirigió a la Groenlandia y fijó su residencia en Brattalid en el Eriesfiord. Los Escandinavos se establecieron sucesivamente en Terranova y la Nueva Escocia, así como en el Estado de Massachusetts y de Rhode-Islandia, sosteniendo relaciones con estos países hasta mediados del siglo xiv que se entorpecieron y cesó a causa de haber quedado desierta la Groenlandia por la peste negra, impidiendo los hielos nuevas comunicaciones con ella, hasta 1721, en cuya época se estableció allí una nueva Colonia. Sea esta u otra la causa de la interrupción de comunicaciones entre ambos países, lo cierto es que en el siglo xv se había perdido por completo la huella, yaqué no el recuerdo de América. 11


Se pretende también haber sido descubierta la América antes de Colón por los Diepeses, afamados navegantes del siglo xv, los cuales se ha querido probar que la visitaron en 1488 llegando hasta la embocadura del rio de las Amazonas; y según el célebre Lelewel, por el polaco Juan Szcolny, que bailándose en 1470 al servicio del rey de Dinamarca, descubrió las costas del Labrador. Estas infundadas pretensiones solo sirven para probar una vez más cuan injustamente han querido usurpar á Colón la gloria de sus descubrimientos, aun los mismos que antes le habían tratado de visionario. Apareció Cristóbal Colón, esa gran figura que se eleva como un gigante en los límites de la Edad media y de las edades modernas, precisamente cuando llegaba a su apogeo la pasión por las empresas a lejanos países, cuando la ambición de los descubrimientos incitaba al perfeccionamiento de la ciencia marítima y creaba nuevos navegantes, cuando en fin, en Génova y Venecia, en España y Portugal, en Francia e Inglaterra, encontrar el camino marítimo de la India era una preocupación general. Colón, humilde y desconocido marino genovés, so distinguía por su valor y pericia en el mar, así como por sus vastos conocimientos en geometría, astronomía y cosmografía, y cual otros muchos buscaba un nuevo camino para llegar al Asia. Los escritos de Eratóstenes, Estrabon y Tolomeo; los de Séneca, Aristóteles y Alfergan; las relaciones de Marco Polo (estas principalmente) y las de Mandeville; algunos pasajes de la Escritura; y si se quiere las noticias ó tradiciones que casualmente pudo recoger en un viaje que emprendió a Islandia, de los descubrimientos hechos cuatro siglos antes por sus moradores, le indujeron a creer que siendo la tierra esférica, navegando hacia el oeste solo llegaría al este de Asia. No sospechaba que la América le obstruiría el paso. Agitada la mente de Colón por tales ideas, que del terreno hipotético pasaron al de la más firme convicción, lleno de entusiasmo por la ciencia, y del más alto grado de fe por su atrevida empresa, se dirigió a Portugal a proponer su pensamiento a Juan II. Este lo hizo examinar por una comisión de sabios y grandes que le calificó de loco presuntuoso y visionario. Regresó Colón a su patria, que, como Venecia e Inglaterra, no dio mejor acogida a sus proyectos. Entonces fue cuando se dirigió á España, y a pie con su hijo Diego, llegó y pidió pan y abrigo en el monasterio de Santa María de la Rábida (1484). 12


Nuevas y dolorosas pruebas le aguardaban en este país que debía engrandecer hasta el punto de que nunca el sol se pusiese en sus dominios. Abrumado por la miseria, casi por todos rechazado, tuvo que combatir la incredulidad y aguantar las burlas, sin que por ello amenguaran su inquebrantable fe y sus convicciones. No sin trabajo consiguió que el cardenal Mendoza le presentara al rey, y este nombró una comisión de profesores de ciencia y de teología para que examinara su proposición. Las aserciones de Colón causaron recelos a los teólogos, en el mero hecho de indicar la existencia de otros mundos y otros hombres no designados en el Génesis, y esto bastó para que se calificase su empresa de vana y quimérica. Por espacio de ocho años luchó contra los escrúpulos del espíritu religioso que se interponían entre la corona y él, y tuvo que soportar los sarcasmos de aquellos tan necios como abyectos grandes señores de la corte de Castilla. Justo es confesar que el único apoyo que su proyecto encontró se lo prestaron los frailes de la Rábida, con su prior Fray Juan Pérez, que le proporcionaron recomendaciones para la reina Isabel, como antes las habían proporcionado para el rey. En Santa Fe oyó aquella á Colón exponerle su proyecto y suplicarle que aceptase el don de un nuevo mundo. Fue nuevamente despedido con el desprecio que en las cortes sigue siempre a las desgracias. Con la amargura que un alma grande experimenta cuando no es comprendida, Colón volvió las espaldas a la ingrata España, y se disponía a partir para Francia llamado por Carlos VIII, cuando precisamente la reina Isabel cediendo a las instancias de Santangel y de Fray Juan Pérez, que supieron despertar en su alma sentimientos generosos, se decidió a llamarlo ofreciendo sus propias joyas para completar la suma de trescientas mil coronas, que, con dos naves, se consideraban suficientes para tan atrevida empresa, a la que Colón debía contribuir con la octava parte. Colón y sus herederos ejercerían perpetuamente las funciones de almirante en todas las tierras y continentes que descubriese o conquistase en el Océano, seria virrey y gobernador de las susodichas tierras, el único juez en todas las cuestiones que pudiesen surgir en asuntos de comercio entre los países descubiertos y España, y tendría la décima parte de los beneficios o ganancias después de deducir gastos. Tales fueron los pactos o condiciones que se estipularon entre la reina de Castilla y el famoso marino genovés. 13


Isabel la Católica puso a disposición de Colón dos carabelas, buques de ligera construcción, abiertos y sin puente, y los tres hermanos Pinzón le dieron los medios para armar un tercer bajel: la Santa María, la Pinta y la Niña, después de vencer la resistencia que opusieron los marinos de Palos, que consideraban inevitablemente perdidos a los que se arriesgasen en tal expedición, partieron de dicho puerto el viernes 3 de Agosto de 1492 en medio de la compasión y burla de cuantos lo presenciaron. Es indudable, como atinadamente observa Reynaud, que si la Inquisición, naciente entonces, hubiese alcanzado la influencia e inmenso poder de que luego nos dio sobradas muestras, Colón, tan herético en geografía como Galileo lo fue en astronomía, no hubiera partido en busca de un nuevo mundo, antes bien se le hubiera condenado por haber demostrado los antípodas, como a este último se le condenó por haber demostrado la rotación de la tierra; pues la Iglesia jamás tuvo acerca de la forma de la tierra otras opiniones que las de Moisés, las de los Profetas y las de san Crisóstomo, san Agustín, san Jerónimo y demás Padres, enemigos declarados de la esfericidad de la tierra, a la que consideraban como una superficie plana rodeada por el Océano. Tres días después de haberse hecho a la vela, arribó Colón a las Canarias, viéndose obligado a detenerse un mes en estas islas para reparar los muchos desperfectos o averías que habían sufrido las naves, que estaban en tal estado, que se consideraba difícil, ya que no imposible, pudiesen resistir una navegación que, a no dudarlo, debía de ser tan larga como peligrosa. El 6 de Setiembre, después de haber embarcado provisiones frescas, emprendió verdaderamente Colón el viaje para descubrir el Nuevo Mundo, haciendo vela al oeste, abandonando todos los derroteros seguidos hasta entonces por los navegantes, y metiéndose en un mar desconocido. Las peripecias de este viaje, de todos conocidas, los numerosos peligros que se corrieron, entre los cuales no fue el menor la ignorancia y pusilanimidad de los tripulantes, dan a la figura de Colón una grandeza extraordinaria. La pobre gente se creía perdida en un mar sin límites; lo desconocido les helaba de terror; pidieron primero y exigieron después que se volviese atrás. Colón, que a un espíritu insinuante, perseverancia infatigable, y grande imperio sobre sí mismo, reunía el talento de gobernar y dirigir las pasiones de los 14


otros, les consolaba unas veces reanimando su valor, ora pintándoles con los más brillantes colores las tierras que iban a descubrir, ora la fama y las riquezas que iban a adquirir; en otras ocasiones, tomaba el tono de autoridad y les amenazaba con la indignación de sus soberanos, si por su cobarde conducta se desgraciase una empresa tan noble, cuyo objeto era extenderla gloria de Dios y ensalzar el nombre español sobre el de todas las naciones de la tierra. Sin embargo, los mil incidentes que a cada paso prometían encontrar tierras, salían falsos, y el desaliento y desesperación de los navegantes aumentaba por momentos; la deseada Cipango de Marco Polo solo aparecía en el mapa adicionado continuamente por Colón; se habían recorrido muchas más de las setecientas cincuenta leguas que había calculado eran necesarias para llegar a ella, sin que se distinguiese ninguna ribera. Al fin a las diez de la noche del 11 de Octubre, Colón, que estaba sobre el castillo de proa, observó a cierta distancia, e hizo observará sus compañeros, una luz que estaba en movimiento como si fuese llevada de una parte a otra. ¡Humilde faro que anunciaba la presencia de un nuevo universo! A las dos de la madrugada del 12, Rodrigo de Triana, marino de la Pinta, que navegaba siempre a la cabeza de la pequeña flota, dio el ansiado grito de tierra, tierra, sin que se le diese mucho crédito a causa de haber sido engañados ya muchas veces por las apariencias. Esperóse la llegada del día con la agitación que producen la inquietud y la impaciencia, y al rayar la aurora se distinguió claramente a dos leguas al norte una isla resplandeciente de verdura. Entonóse el Te-Deum por la tropa que, con lágrimas de gozo y con todas las señales del arrepentimiento más sincero, se postró ante Colón pidiendo les perdonase su ignorancia, su incredulidad y su insolencia. Al salir el sol se echaron al agua las chalupas, y Colón, vestido de gala, empuñando con una de sus manos el estandarte real y con la otra su espada, desembarcó el primero, se arrodilló y besó la tierra, de la que tomó posesión en nombre de la corona de Castilla y de León. Los naturales, llenos de temor a la vez que de asombro, miraban en silencio todas aquellas para ellos ininteligibles ceremonias, sin prever ¡desdichados! las calamidades y desolación que desde aquel momento habían comenzado para su país. “Yo, —dice Colón en su diario— porque nos tuviesen mucha” amistad, porque 15


conocí que era gente que mejor se libraría y convertirla a nuestra santa fe con amor que no por fuerza, les dio a algunos de ellos unos bonetes colorados y unas cuentas de vidrio que se ponían al pescuezo, y otras cosas, muchas de poco valor, con que tuvieron mucho placer y quedaron tanto nuestros que era una maravilla. Los cuales después venían a las barcas de los navíos adonde nos estábamos, nadando y nos traían papagayos e hilo de algodón en ovillos y azagayas, y oirás cosas muchas, y nos las trocaban por otras cosas que nos les dábamos, como cuentecillas de vidrio y cascabeles. En fin, todo tomaba y daban de aquello que tenían de buena voluntad. Más me parecía que era gente, muy pobre de todo. Ellos andan todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque me vi de más de una harto moza, y todos los que yo vi eran todos mancebos, que ninguno vi de edad de más de treinta años: muy bien hechos, de muy hermosos cuerpos, y muy buenas caras: los cabellos gruesos cuasi como sedas de cola de caballo, cortos: los cabellos traen por encima de las cejas, salvo unos pocos detrás que traen largos, que jamás cortan: de ellos se pintan de prieto, y ellos son de la color de los canarios, ni negros ni blancos y de ellos se pintan de blanco y de los de colorado, y de los que faltan, y de ellos se pintan las caras, y de ellos todo el cuerpo, y de ellos solos los ojos, y de ellos solos el nariz. Ellos no traen armas ni las conocen, porque les amostré espadas y las tomaban por el filo, y se cortaban con ignorancia. No tienen algún fierro; sus azagayas son unas varas sin fierro, y algunas de ellas tienen al cabo un diente de pece, y otras de otras cosas. —Ellos vinieron a la nave (diario del 13 de Octubre) con almadias que son hechas del pie de un árbol, como un barco luengo, y todo de un pedazo, y labrado muy á maravilla según la tierra, y grandes que en algunas venían cuarenta o cuarenta y cinco hombres, y otras más pequeñas, hasta haber de ellas en que venía un solo hombre. Remaban con una pala como de tornero, y anda á maravilla, y si se le trastorna luego se echan todos a nadar, y la enderezan y vacían con calabazas que traen ellos. Y yo que estaba atento y trabajaba de saber si había oro, y vi que algunos de ellos traían un pedazuelo colgado en un agujero que tienen a la nariz, y por señas pude entender que yendo al Sur o volviendo la isla por el Sur, que estaba allí un rey que tenía grandes vasos decía y tenía muy mucho. Colón dio a esta isla el nombre de San Salvador, aunque es más conocida con el de Guanahani que le dieron los naturales: era una de las Lucayas rodeada de las innumerables islas del banco de Bahama que Colón pensaba 16


eran las 7,488 indicadas por Marco Polo. Siguiendo las indicaciones de los isleños determinó dirigir su rumbo hacia el sur, no dudando encontrar el país del oro y de las especias, la India, su constante preocupación. Descubrió varias islas, tomando tierra en tres de ellas, a las cuales dio los nombres de Santa María de la Concepción, Fernando e Isabel: en ellas se le indicó por los insulares que el oro le traían igualmente del sur. Siguiendo de nuevo esta dirección descubrió muy pronto un país tan extenso que dudó si sería continente o isla: los habitantes de San Salvador que iban a bordo de sus buques, le dijeron llamarse Cuba, y Colón le dio el nombro de Juana. Su magnífica vegetación, sus flores, sus frutos y sus aves de brillantes colores hirieron tan vivamente su imaginación, que le llevaron hasta el punto de asegurar a los reyes católicos que era aquel el país más hermoso que jamás vieron los ojos humanos, en el que quisiera vivir eternamente, y en el que no se concebía ni el dolor ni la muerte. Reconocido lo interior del país por los españoles, observaron que el terreno estaba cultivado en muchos puntos y con más perfección que en las islas hasta entonces descubiertas; encontraron muchas chozas esparcidas y además una población en la que moraban más de mil habitantes, que si bien iban desnudos como los de San Salvador, y los recibieron con el respeto y temor que aquellos, parecían tener bastante más inteligencia. Hicieron entender a Colón que el oro que les servía de adornos, se encontraba en Cubanacan, o sea el interior de Cuba, lo que dio lugar a que aquel, ignorante de su idioma, poco acostumbrado a su pronunciación, y sobre todo alucinado por la idea que tenía formada sobre la situación de las Indias, supusiera que le hablaban del gran Kan, y que por lo mismo no debía distar mucho el reino de Catay descrito por Marco Polo. No se halló tampoco en la isla de Cuba oro en cantidad bastante a satisfacer la codicia de los españoles, indicando a estos los cubanos, como punto en que abundaba tan precioso metal, otra isla situada al este, que designaron con el nombre de Haití. Preparábase Colón a hacerse a la vela hacia este punto, cuando Alonso Pinzón, capitán de la Pinta, el más velero de los buques de la escuadra, separóse de esta al objeto de tomar antes que otro posesión de tan rico país. Dirigiéndose Colón hacia el sudeste, arribó el 6 de Diciembre a Haití, una de las más bellas islas del mundo, destinada a sentir terriblemente los rigores de una cruel dominación. Diósele el nombre de Española, y sus habitantes, que se asemejaban mucho a los de Guanahani y Cuba por su desnudez, su ignorancia y su simplicidad, eran tan afables, tan 17


crédulos, tan hospitalarios, y tomaron los españoles tal ascendiente sobre ellos, que Colón escribía a los reyes: Si VV. AA. mandasen prenderlos a todos y tenerlos prisioneros en su misma isla, nada sería más fácil que conseguirlo. Tenían mucho oro que recibían de sus vecinos y que entregaron a los españoles en cambio de cascabeles, abalorios, alfileres y otros objetos de ningún valor. No satisfacía esto á Colón y sus compañeros, que querían saber dónde estaban situadas las minas del precioso metal, preguntándoselo a todos los naturales del país con quienes pudieron tener comunicación: estos les señalaron un país montañoso llamado Cibao, algo distante y situado al este. Creyó que el país descubierto estaba próximo a las comarcas más orientales del Asia, y que el de Cibao no era otro que el de Cipango, nombre dado por Marco Polo y otros viajeros a las islas del Japón. ¡Siempre el fantasma de Asia, como observa Lamartine, interponiéndose entre la América y él, para robarle por una quimera la gran realidad! El 24 de Diciembre dirigió Colón su proa hacia el punto indicado, y por haber dejado el piloto el gobernalle a un grumete inexperto, la Santa María, arrastrado por una corriente, fue a dar contra una roca y se abrió por cerca de la quilla. Gracias a la serenidad y pericia de Colón, a quien despertó el choque, al socorro que le prestaron las chalupas de la Niña, y a los auxilios de los naturales, se salvó no solo la tripulación, sí que también el cargamento. Colón estaba desconsolado: de los tres buques de que se componía su pequeña flota solo le quedaba la Niña, pues se recordará que Pinzón había desaparecido con la Pinta, creyendo que había tomado la vuelta de Europa a fin de adelantársele y atribuirse la gloria de la expedición, y aunque tenía vivos deseos de regresar a España para anunciar su triunfo, no le era posible embarcar en una sola carabela la tripulación de dos. Pensó entonces dejar parte de su gente en la isla para que aprendiesen la lengua de sus naturales, recorriesen el país y tratasen de descubrir las minas, al propio tiempo que servirían de base a una Colonia que en aquel punto proyectaba fundar para asegurar las grandes ventajas que de sus descubrimientos se prometía. Cuando propuso este plan a su tropa, fue aceptado con entusiasmo, siendo treinta y ocho los que se ofrecieron voluntariamente para quedarse en la Española, a cuya cabeza puso a Diego de Aranda, investido de los mismos poderes que él había recibido de los reyes católicos. Obtuvo también el consentimiento del cacique para dejar su gente en la isla, a pretexto de defenderle contra los ataques de los caribes o antropófagos, y de levantar un 18


fuerte que se terminó en diez días, gracias al auxilio de los pobres isleños que forjaron por sí mismos el primer eslabón de la cadena que tan cruelmente debía sujetar la América a la España. Después de recomendar a su gente la mayor unión y disciplina, así como que cuidasen de evitar todo motivo de queja con los naturales del país, cultivando su amistad, sin que por eso fiaran en ellos ciegamente, y de haberles prometido volver muy pronto con refuerzos, abandonó Colón la naciente Colonia el 4 de Enero de 1493, llevando consigo algunos naturales de las islas que habia descubierto, todo el oro en ellas recogido, una pequeña cantidad de todas las producciones que podían llegar a ser materias de comercio, aves desconocidas y otras curiosidades propias para excitar la admiración de los europeos. Navegando hacia el este recorrió las costas del norte de la isla, y el 6 divisó a la Pinta con la que Pinzón babia explorado, durante las seis semanas que habia durado su desaparición, la costa septentrional de Haití, sin que hiciera descubrimiento alguno de importancia. Emprendió con este la vuelta a España, siendo feliz el viaje hasta el 14 de Febrero en que una deshecha tempestad los separó de nuevo. Durante los quince días que duró la tempestad, ¡cuántas y cuan mortales angustias sufrió Colón, que después de ver realizado el deseo de toda su vida, y cuando tenía a Europa un nuevo mundo, y con él la más elocuente refutación a los que le habían tratado de visionario, y la justificación del éxito a los que le patrocinaron, veía segura e inevitable su pérdida, sin dejar detrás de sí más que la fama de un aventurero imprudente y engañado! Para que esto no sucediese, escribió algunas abreviadas relaciones de sus descubrimientos, las metió en bolas de cera y estas en barriles, que arrojó al mar, con la esperanza de que las olas, que tan contrarias se le habían mostrado, las llevasen a las playas de algún país civilizado. Pero al fin cedió el viento, se calmó la mar, y pudo arribar a las Azores, donde los portugueses le acogieron de una manera vil, aprisionando la mitad de su tripulación, a causa de haber mandado el rey de Portugal que se apoderasen de Colón donde fuese hallado, por haberle arrebatado un descubrimiento que se le ofreció y no quiso admitir, o haberle usurpado posesiones que le habían sido concedidas por el papa. Sin embargo, cuando llego a Lisboa, fue recibido con todas las demostraciones de distinción que se debían al descubridor del Nuevo Mundo. 19


Por último, el 15 de Marzo, Colón desembarcó en Palos, en donde al conocer el feliz éxito do la expedición fue tan general la alegría, que se echaron a volar las campanas, se hicieron salvas de artillería, se cerraron las tiendas, corriendo todos a estrechar en fuerte abrazo a los que se consideraban perdidos, y a venerar como un hombre extraordinario al mismo que siete meses antes les había servido de burla. En la tarde del mismo día llegó Pinzón, que esperando que el almirante hubiera muerto, se jactaba de ser el descubridor; pero que al ver defraudadas sus esperanzas, y el triunfo de Colón, murió de despecho algunos días después. Apresuróse Colón a poner en noticia de los reyes su llegada y sus descubrimientos: Fernando e Isabel, que estaban entonces en Barcelona, le previnieron que pasase inmediatamente a esta ciudad, pues querían oír de sus labios los pormenores de su expedición. Su viaje fue una continuada ovación, un verdadero triunfo, entrando en Barcelona con gran solemnidad. Los reyes le recibieron sentados sobre su trono y le hicieron sentar en su presencia, no como un grande hombre, sino como un grande de España. La relación hecha por Colón y sus compañeros de los nuevos países descubiertos, a los que erróneamente se dio el nombre de Indias occidentales, que aún conservan, y sobre todo las muestras traídas de su fertilidad y riqueza, despertaron tanto entusiasmo, infundieron tan brillantes esperanzas que, cegados los españoles, incluso el circunspecto Fernando, por la codicia y la ambición, se pensó desde luego en llevar más adelante las conquistas y descubrimientos, haciéndose los preparativos para el segundo viaje con una celeridad inusitada. Este nuevo armamento se componía de diez y siete naves, algunas de gran porte, en las que se embarcaron mil quinientas personas, entre las que figuraban muchos hidalgos y clérigos, y los víveres, instrumentos científicos y artísticos, semillas, caballos y otros animales domésticos que se creía podrían prosperar en el clima de las Indias. Pero el papa Martin V había concedido al rey de Portugal todos los países que se descubriesen desde el cabo Bojador y el de Non hasta las indias, y la España al hacer suyos los países descubiertos por Colón, violaba los derechos de Portugal, cuyo rey envió una escuadra para ocuparlos. Antes de 20


salir la flota necesitaban los reyes católicos asegurarse la propiedad y posesión de los nuevos países; por lo que siguiendo el ejemplo de los portugueses, y conociendo la superstición de su siglo, acudieron a Roma, desde donde por medio de bulas, el vicario y representante de Jesucristo, Alejandro VI, manchado con toda suerte de crímenes, concedió a España las islas y tierra firme descubiertas o por descubrir en el Océano occidental, invistiendo a la corona de Castilla de un derecho sobre vastas regiones de las que, como observa Robertson, lejos de tener él mismo ningún título, ignoraba su situación y hasta su existencia. Convenía, sin embargo, respetar la concesión hecha a Portugal, y por otra bula de Mayo de 1493 el papa supuso trazada una línea de polo a polo, a la distancia de cien leguas al oeste de las islas Azores, concediendo a los portugueses todo lo que estaba al este de dicha línea, y a los españoles todos los países situados al oeste de la misma. Dueños ya de este título, que a Fernando e Isabel les parecía incontestable, nada podía ya retardar la salida de la flota, que levó anclas en 25 de Setiembre. Tocó Colón en Canarias, donde los expedicionarios tomaron semillas de naranjo y de limón, bergamota y otras frutas, terneras, cabras, carneros y cerdos que se propagaron después extraordinariamente en el nuevo continente. Dirigió el rumbo al sur, é impelido constantemente por los vientos alisios, al vigésimo sexto día de su salida de la Gomera (Canarias), tomó tierra en una de las islas del grupo de las Caribes, situadas a una gran distancia al este de las descubiertas en su primer viaje. Descubrió sucesivamente la Dominica, Mari-Galante, Guadalupe, Monserrat Antigua, San Juan de Puerto Rico y otras muchas que encontró en su derrotero avanzando hacia el norte, habitadas todas por los caníbales que en sus correrías llegaban hasta las Lucayas. Sin detenerse Colón en ninguna de las nuevas islas descubiertas, continuó su marcha hacia la Española, a cuya Colonia llegó en 22 de Noviembre. Nadie vino a su encuentro, y al desembarcar, inquieto por la suerte que habría cabido a los españoles, encontró el fuerte enteramente demolido y la guarnición exterminada. Olvidando las sabias y prudentes instrucciones del almirante, los españoles que allí quedaron abusaron de la hospitalidad de los caciques, apoderándose violentamente de su oro, sus mujeres y sus provisiones: las víctimas habían atacado a sus opresores, diseminados en 21


pequeños pelotones por toda la isla, y el número había vencido a las armas de fuego. Colón se alejó de esta playa manchada de sangre, y en vez de dedicarse a vengar esta injuria, cual le aconsejaban sus oficiales, adoptó las precauciones necesarias para evitar se reprodujese en lo futuro, trazando al efecto en un llano próximo a una ancha bahía el plano de una población, que levantó en poco tiempo, obligando a trabajar en ella a todos los españoles, y a la que dio el nombre de Isabela en honor de su protectora la Reina de Castilla. Fue la primera que los europeos fundaron en el Nuevo Mundo. Mientras Colón luchaba contra las dificultades que origina siempre el establecimiento de una Colonia en un país inculto, sus gentes, que habían concebido la quimérica esperanza de que bastaba llegar a las Indias para recoger en abundancia y sin fatiga el oro que codiciaban, cayeron en el más profundo abatimiento, que muy luego se convirtió en desesperación. Generalizóse el descontento, cundió el espíritu de indisciplina, y se llegó a tramar una conspiración que pudo ser fatal al almirante y a la Colonia. Descubierta por Colón, la reprimió con energía condenando a muerte a sus jefes y mandando presos a España a sus cómplices, al mismo tiempo que enviaba doce de las naves de transporte que le habían acompañado, con las muestras del oro extraído de las minas de Cibao en donde abundaba, y pedía un refuerzo de hombres y provisiones. Los descontentos, los envidiosos, a la cabeza de los cuales figuraban el padre Boyle, primer misionero, y Pedro Margarita, regresaron a España calumniando al almirante, a quien acusaron de ambición y crueldad. Nombrado por los reyes para dirigir los descubrimientos Juan Rodríguez de Fonseca, arcediano de Sevilla y después patriarca de las Indias, tomó pretexto de las hablillas del padre Boyle para entorpecer las empresas de Colón o imputarle gravísimas culpas; entonces, aprovechando la ocasión para cercenarle las amplias concesiones que se le habían otorgado en el tratado de Santa Fe, se autorizó por los reyes a todos sus súbditos para establecerse en la Española y para que emprendiesen nuevos descubrimientos (10 de Abril de 1495). Durante este tiempo Colón fortificó á Isabela, dejó el gobierno de la isla a su hermano Diego, auxiliado por un consejo de oficiales, y se hizo a la vela, 22


sin que durante los cinco meses que duró su viaje hiciese más descubrimiento importante que el de la Jamaica. Costeando el sur de Cuba se halló metido en un laberinto formado por un infinito número de pequeñas islas a las que dio el nombre de Jardín de la Reina, a causa de la riqueza y de los perfumes de su vegetación. Cuando Colón volvió a Isabela, encontró a los indios exacerbados contra los que en un principio habían acogido y venerado como hijos del Sol. Y no les faltaba motivo para ello: después de la partida del almirante, los soldados que había dejado a las órdenes de Alonso de Ojeda, sacudiendo el yugo de la disciplina y de la subordinación, se desbandaron por toda la isla, o indignaron a los indios a quienes trataban con la mayor insolencia y con todos los excesos de la tiranía militar. El caribe Caonabo, cacique poderoso e influyente entre los de la isla, presintiendo los males que a esta habían de sobrevenir por la ocupación extranjera, se opuso a ella con todas sus fuerzas, y estrechó la alianza de los caciques. Comprendió Colón que era de todo punto indispensable recurrir a las armas contra los indios para asegurar el ascendiente y dominación de los españoles, y se apresuró en reunir a sus tropas y atacar a los indios que fueron fácilmente vencidos, haciendo prisionero al mismo Caonaho, al temido cacique de la casa de oro, que indómito hasta en la prisión, murió al ser conducido a España con otros muchos habitantes de la isla, destinados a ser vendidos como esclavos. En esta guerra fueron terribles auxiliares de los españoles los perros que, enseñados a acometer en España a los moros, se ensañaron cruelmente contra los indios, gente desnuda y tímida. Algunos meses bastaron a Colón para recorrer toda la isla, someterla sin resistencia e imponer un tributo a los indios mayores de catorce años, que debían satisfacer en oro unos, y en algodón otros, según se producía este o aquel en los distritos que habitaban. Este pesado tributo se exigía con tan excesivo rigor, que los defensores de Colón, para excusar su inhumano proceder, dicen que este se vio obligado a adoptarlo como único medio de sostener su crédito e imponer silencio a sus contrarios, satisfaciendo la avaricia de los reyes y comprometiéndoles a continuar los descubrimientos. 23


¡Pobres e inmorales excusas que nunca han sido estimadas como bastantes a justificar tan grande iniquidad! Los enemigos de Colón, con una constancia digna de mejor causa, trabajaban en España para arrebatarle la gloria y las recompensas a que se había hecho acreedor por sus servicios, consiguiendo al fin que por la corte se nombrase un comisario que fuese a la Española a informarse de las acusaciones de que era objeto su conducta. Para tan importante cargo se nombró a Juan de Aguado, ayuda de cámara del rey, el cual abusó de sus poderes gozándose en atormentar a un grande hombre, agravando los males que aquejaban a Colón. Este, enfermo y melancólico, conociendo lo crítico de su situación, juzgó necesario volver a España para justificarse personalmente ante los reyes. Partió, pues, el 10 de Marzo de 1496, después de entregar la administración de la Colonia a su hermano Bartolomé y de nombrar presidente del Tribunal de justicia a Francisco Roldan; y cuando llegó a España se presentó en Burgos a la reina, vestido de fraile, triste, cabizbajo y con los pies desnudos, como un suplicante de genio que iba a pedir perdón de su gloria, según la feliz expresión de Lamartine. Su presencia produjo en el ánimo de la reina una tierna compasión, y después de haberle oído tomó su defensa. No sin haber luchado Colón por espacio de dos años contra toda suerte de intrigas, pudo conseguir que se ultimasen los preparativos de una tercera expedición sostenida por Isabel, que a pesar de todo conservaba al almirante su respetuoso favor. No se encontraron españoles que quisiesen ir a establecerse en un país cuyo clima había sido tan funesto a un gran número de sus compatriotas, por lo que Colón propuso cargar las naves de delincuentes que en vez de ir a la horca o á galeras fuesen a poblar la Española. Y esta proposición, cuyas consecuencias debían ser fatalmente funestas, fue adoptada desde luego por la corte, y más tarde por las demás naciones europeas. El 30 de Mayo de 1498 partió Colón para su tercer viaje, con seis bajeles de mediano porte, y después de tocar en las Canarias, de donde despachó tres de sus navíos para llevar socorros a la Española, se dirigió hacia la línea, persuadido como sus contemporáneos de que las tierras más cálidas encerraban mayores riquezas minerales. Al llegar a los cinco grados de la 24


línea, fue detenido por la espantosa calma del ecuador, y cediendo a las instancias de sus gentes, que temían que los barcos se incendiasen, mudó de rumbo para dirigirse al noroeste y tocar en alguna de las Caribes, al objeto de reparar su salud quebrantada por la fatiga, y tomar algunas provisiones. El 1° de Agosto se dio por el marinero que estaba de guardia sobre la cofa el grito de tierra, y se descubrió una isla grande a quien el almirante dio el nombre de la Trinidad, que aún conserva. Costeando la isla en busca de punto para anclar, descubrió al sur una tierra baja que se prolongaba más allá de donde podía alcanzar la vista, y a lo largo de la costa, la embocadura de un gran rio, cuyas impetuosas aguas penetraban tres leguas dentro del Océano sin que se mezclaran con las de este. Conjeturó con mucha exactitud que un rio tan caudaloso debía atravesar un vasto continente. No se engañaba: el Orinoco con sus cincuentas bocas, sus numerosos brazos y su curso de 2.200 kilómetros, baña un país inmenso; sus crecidas son terribles, y en sus desbordamientos se extiende a 100 kilómetros de sus riberas. Aquella tierra baja, del centro de la cual vio desembocar el rio en el Océano, era la costa de Colombia, el continente del Nuevo Mundo, que Colón creyó ser la prolongación de la costa oriental del Asia, ignorando, como todos sus contemporáneos, la semejanza fisionómica que tienen entre sí todas las producciones del clima de las palmas. Navegó en dirección al oeste a lo largo de la costa de las que fueron después provincias de Paria y Cumaná: tomó tierra en varios puntos y entró en relaciones con los naturales, observando que sus semblantes y costumbres guardaban la mayor semejanza con los indios de la Española, si bien parecían tener más inteligencia y valor. La gran cantidad de oro, y el gran número de hermosísimas perlas que obtuvo de los habitantes de la costa en cambio de mercaderías de escaso valor, la belleza y la fertilidad del país, la riqueza de sus producciones vegetales, la variedad de aves de brillantes colores, y la creencia en que estaba de que era aquella la parte más alta del globo, en donde, según Juan de Mandeville, debía estar situado el paraíso, fueron circunstancias que le indujeron a creer que había descubierto el paraíso terrenal, consignándolo así en la relación de este viaje y pretendiendo demostrar que el Orinoco es el famoso rio que nace en el Edén. El mal estado de las naves, sus enfermedades, y la impaciencia de las tripulaciones, le obligaron a alejarse con sentimiento de tan encantador país, prometiéndose, sin embargo, volver cuanto antes a proseguir sus 25


importantes descubrimientos. Al dirigirse a la Española, a donde llegó el 30 de Agosto, descubrió las islas de Cubagua y de Margarita, que llegaron a ser célebres por la pesca de las perlas. En la Colonia, a pesar de la prudencia de su hermano Bartolomé, reinaba la más espantosa anarquía; Roldan, nombrado por Colón presidente del Tribunal de justicia, se había sublevado desconociendo la autoridad de aquel é incitando a los indios a sacudir el yugo que sobre ellos pesaba. Comprendió Colón en vista de la gravedad de las circunstancias, que era necesario usar de la mayor prudencia para restablecer la paz y la tranquilidad, y trató, no de combatir a los sublevados, sino de negociar con ellos y principalmente con sus jefes para reducirlos a la obediencia. En su consecuencia se reconcilió con Roldan, y con esto consiguió desunir y debilitar a los amotinados, pero no extirpar de la isla el germen de la discordia, siendo muchos los disidentes que continuaron armados rehusando someterse a su autoridad; por lo que el almirante y sus hermanos veíanse obligados a estar continuamente en campaña, ya para impedir sus excursiones, ya para castigar sus violencias. Mientras Colón procuraba con éxito pacificar la isla, regularizar su gobierno y tomaba sabias medidas para hacer beneficiar las minas y cultivar el país, Fernando o Isabel, dando oídos a las acusaciones que proferían los descontentos de su administración, mandaron a Francisco de Bobadilla con ilimitada autoridad para que se informase de lo que ocurría en la Colonia. Este, que era hombre de carácter despótico y violento, después de escuchar las quejas de los ambiciosos y depredadores, y los gratos de la inquieta envidia, hizo arrestar brutalmente a Colón, confiscó todos sus bienes, y le envió a España cargado de cadenas. Cuando los reyes supieron que el almirante era traído preso, se avergonzaron, y no sin motivo, de su propia conducta, sublevándose la opinión pública al ver llegar, cargado de cadenas, al hombre a quien España debía todo un mundo. Apresuráronse los reyes a mandar ponerle en libertad y destituir a Bobadilla, pero no reintegraron a Colón en los derechos y privilegios anejos al título de virrey de los países que había descubierto, y en su lugar fue enviado de gobernador a la Española Nicolás Ovando con una magnífica escuadra de treinta y dos naves, a bordo de las cuales se embarcaron dos mil quinientas personas. Colón, no obstante la reconocida grandeza de su alma, no pudo soportar con paciencia esta nueva muestra de 26


bajeza y desprecio: a todas partes donde iba, llevaba consigo, como monumento de la ingratitud de los hombres, aquellas cadenas con las que le cargaron para atravesar el Atlántico, que él el primero había abierto a la ingrata Europa. «Yo (dice su hijo), las vi siempre colgadas en su gabinete, y quiso que fuesen con él sepultadas.» No le abatió la ingratitud, y preocupado en llevar a cabo su proyecto favorito, el de abrir un nuevo camino para las Indias orientales, se ofreció con el entusiasmo de un joven aventurero a emprender un nuevo viaje, con tanto mayor motivo, cuanto que Vasco de Gama había llegado a América por otro camino, y Cabral había descubierto el Brasil. No pudo, sin embargo, obtener más que cuatro carabelas, la mayor de las cuales no excedía de setenta toneladas, y con ellas salió de España en 1502 acompañado de su hermano Bartolomé y de su hijo Fernando, para dar la vuelta al globo a la avanzada edad de sesenta y seis años. A causa del mal estado de sus naves se vio obligado a dirigirse a la Española, en donde no quisieron recibirle, ni atender sus advertencias respecto a una tormenta que pronosticó, lo que fue causa de que se perdieran las naves cargadas de las mal adquiridas riquezas que llevaban a España Bobadilla y Rolando, que perecieron juntamente con la mayor parte de sus más encarnizados enemigos. Tuvo, pues, que dirigirse a Cuba a recomponer sus abiertas naves. En este su cuarto y último viaje, añadió a sus numerosos descubrimientos los de la Martinica y toda la costa del continente desde el cabo Gracias a Dios hasta la ensenada de Porto Bello, creyendo siempre que a lo largo del istmo de Darien hallaría un estrecho por donde podría pasar a los mares orientales, lo que le alejó de Méjico (despreciando las indicaciones de los habitantes de la costa de Honduras), cuyo descubrimiento hubiera cubierto de nueva gloria sus ya tristes días. Obligado a abandonar sus exploraciones, después de perder dos naves, naufragó en la costa de Jamaica, en cuya isla pasó un año enfermo de cuerpo y de espíritu, atacado por los indígenas, entre sus marineros sublevados y pidiendo en vano pan y socorros a la Española; y no pereció con su gente, gracias a los comestibles que consiguió de los naturales prediciéndoles un eclipse de luna. Por fin volvió a tomar el camino de España a donde llegó en 1501 enfermo y abatido. Isabel, la que un día fue su protectora, había dejado de existir: 27


Fernando, después de reiteradas instancias, le permitió que fuese a verle y le acogió con frías protestas, la estimación y reconocimiento. Sus justas reclamaciones para que se le restituyesen los privilegios que se le habían otorgado en el tratado de 1492 no fueron atendidas, y lastimado por tanta ingratitud, aniquilado en tuerza de las fatigas y penas que había experimentado, debilitado por las enfermedades, y sumido en la miseria, murió en Valladolid el 12 de Mayo de 1506 a la edad de sesenta y ocho años. Su muerte, al arrebatarle, impidió que oyera dar al nuevo mundo por él descubierto el nombre de América Vespucio, piloto que le había acompañado en uno de sus viajes. La injusticia e ingratitud con que se trató a Colón en su vida, no debieron al parecer ser bastantes para la ingrata España, que pretendió deshonrar su memoria y arrebatarle la gloria de sus descubrimientos, abriendo un proceso en el cual, con astucia, aunque sin éxito, se recogieron de veinte testigos las acusaciones más fútiles y vagas contra aquel grande hombre que suponían había tenido noticia del Nuevo Mundo por un libro que existía en Roma en la biblioteca de Inocencio VIII, y por un cántico de Salomón en que se indicaba el nuevo camino para las islas. Historiadores distinguidos, reputados escritores, imputan a Colón gravísimos cargos. Acusanle por su constante preocupación en adquirir el oro, por su injusticia para con los inocentes y confiados habitantes de América, por su carencia de sentimientos humanitarios, y por su nulidad política. Tales cargos, incontestables a primera vista, demuestran por un lado que los que así han juzgado a Colón, sino desconocían, echaban cuando menos en olvido el espíritu religioso, o si se quiere la intolerancia y el fanatismo que dominaba a su siglo, que creía do buena fe que los herejes y los idólatras estaban fuera de las leyes de la humanidad y que sin ninguna debían ser tratados; y por otra parte, que no tuvieron tampoco en cuenta que si Colón buscó con avidez el oro, debido era esto, más que a sus propios sentimientos y deseos, a la sórdida avaricia de los reyes a quienes servía y a la codicia de sus gentes. El único cargo que podemos admitir como fundado, es el de que no supo Colón dar ordenamiento a sus descubrimientos, y que obligado a satisfacer los incesantes pedidos de oro, no pensó en las ventajas mucho más positivas que de las Colonias podían obtenerse. 28



“La historia es un manojo de mentiras llena de fábulas y fantasía; nos enseña los infortunios y errores de la América; pero es elocuente para los que saben leerla”… Simón Bolívar. Hay temas que resulta obligatorio investigar a cabalidad antes de opinar, porque conducen a la médula misma de lo que muchos llaman pomposamente historia oficial, o al menos a la leyenda que la originó, que no por serlo, es siempre verdadera. Las historias relevantes que deben necesariamente hacerse públicas, sea por su trascendencia internacional o porque cambian un concepto tenido hasta entonces por cierto, generalmente van perdiendo su sustancia en el tecnicismo de la composición del mensaje, en lo apretado de la síntesis que se desea entregar, o bien, por ocultamiento premeditado por parte de bellacos que tienen órdenes de tergiversarla, disimular algunos hechos y falsificar si cabe los testimonios, sin detenerse ante escrúpulos de ninguna especie. Cuando la versión oficial llamada historia, va perdiendo credibilidad, sea porque fue construida sobre andamios falsos o por que se develan nuevos antecedentes que minan su solidez, es casi imposible reconstruirla y no solo eso, resulta improbable que la gente crea en la nueva versión, aunque ésta sea la original. La primera versión es como un secreto visto a través de una puerta entornada. Los primeros en llegar se hacen dueños de la historia. Nadie acepta que era imposible desde esa abertura de unos pocos centímetros observar con detalles hacia el interior del cuarto y formarse una idea acabada y exacta del secreto guardado allí. Esto conduce al equívoco que todos repiten solo lo visto o lo escuchado, asegurando que corresponde a una realidad palmaria. Esa es la única verdad aceptada y se constituye en una especie de altar que todos veneran. Además, toda versión que se precie de seria, debe tener un aval creíble, instituciones solventes y gente que tenga a lo menos un título universitario: un par de historiadores, egiptólogos, algún Obispo, un aventurero famoso que se 30


topó con el hallazgo, un antropólogo, un forense, tal vez un monarca… y hasta un general. El axioma aceptado por la credulidad popular es que si ellos lo dicen hay que creerles. A nadie se le ocurre que la versión de estos validadores pueda esconder segundas intenciones Así hemos llegado al siglo veintiuno con estas “verdades” que hoy son insostenibles en el tiempo y en el espacio: Qué Colón descubrió América. Qué la Esfinge debe su deterioro al roce de la arena del desierto. Qué las pirámides son tumbas mortuorias. Ayer se decía que la tierra era plana, que un mar de fuego dividía los océanos, que el centro del universo era nuestro planeta, que Dios hizo el mundo en seis días. Las hipótesis sobre las brujas y el éter resultaron ser falsas. La infalibilidad papal y hasta las recetas de las abuelitas, se quedaron rezagadas en el tiempo desacreditadas por el sentido común y la tecnología. Nada importa que a Colón jamás se le pasó por la mente un “Nuevo Mundo” y que nunca supo que descubrió América. Qué no se necesita ser egiptólogo para asegurar,- eso que a cualquiera le parece obvio-, que esa erosión que presenta ese gigantesco trozo de roca del porte de un estadio de fútbol, que es la Esfinge enterrada en el desierto, es producto del roce continuo de la arena. No obstante esa antigua y poco imaginativa teoría de la egiptología oficial, hoy se tambalea ante la evidencia arqueológica que señala que tal erosión es efecto de aguas de lluvias, tal vez de la Última Era Glacial, lo que sitúa su construcción en una edad mucho más lejana que la dicha, siglos quizás, cuando el desierto de Sáhara era tropical. Apoyan esta teoría, las antiguas pinturas de cuevas 31


que indican que esa región del Sáhara fue húmeda y permitió la vida animal y vegetal. Las Grandes Pirámides no son tumbas. Nunca se ha encontrado un cadáver en ellas, ni siquiera rastros. Y aunque pataleen los egiptólogos que así lo afirman, -que lo hacen en resguardo de su prestigio, que con esta interpretación queda por los suelos-, lo más probable es que fueron templos iniciáticos, ceremoniales, o quizás estaciones geodésicas, destinadas a recoger la energía del Universo. Tampoco en el interior de las pirámides de Giza se ha encontrado ninguna pintura ni representación del faraón que supuestamente estaba enterrado en ellas. Hoy vivimos una etapa en que todo debe revisarse y volver a probarse a la luz del conocimiento. Son tantos los errores del pasado, las mentiras históricas, las estafas universales que los poderosos hicieron creer a la humanidad; las ruedas de carreta que las religiones hicieron comulgar a los ilusos, que la única verdad absoluta es que no existen las verdades absolutas. La información existente pone en duda incluso, uno de los hitos más relevantes de la aventura humana conocido como el descubrimiento de América. ¿QUIÉN DESCUBRIÓ REALMENTE AMÉRICA? La antigua controversia de si América fue realmente descubierta por Cristóbal Colón, Hernando de Magallanes o Américo Vespucio, entre otros, sigue muy viva en los círculos de los historiadores, a pesar que hay otros muy buenos candidatos, con meritorios antecedentes que han ido apareciendo en la misma medida que se profundiza en el conocimiento de las reales causas políticas, comerciales y especialmente religiosas de la época. Había muchas potencias emergentes envueltas en el afán de expandir sus fronteras, que se disputaban el destino de la humanidad de los siglos venideros y todavía hay mucha tela que cortar referente a las intrigas y ambiciones personales de estos navegantes y sus elites de financistas y mercaderes, casi todos ellos con un nutrido historial de piratas o bucaneros, ex convictos por crímenes de sangre, mercenarios y aventureros sin patria ni ley. La historia oficial sindica al navegante genovés Cristóbal Colón el mérito de haber descubierto ese continente desconocido para los europeos, que muchos 32


suponían debía existir, pero que ninguna nación había encontrado y tomado posesión, pese a que existe conciencia en la comunidad científica que el continente fue visitado mucho antes por diversas exploraciones de los pueblos antiguos, como los fenicios, los chinos o los vikingos. La misma versión reconoce que en la reconstitución tanto de la vida de Colón, como de su ascendencia y hasta su verdadero nombre, presentan muchas lagunas y muy pocos antecedentes que confirmen su línea familiar. Igualmente se tiene la convicción, que nunca Colón se percató que había descubierto un continente. Pero a renglón seguido, no pueden obviar decir, que Colón en verdad creía haber llegado “al continente asiático” llamado en esa época Indias y que murió sin saber que había llegado a una tierra desconocida por los europeos. Es decir ni Colón, ni los reyes de Castilla ni nadie nunca en esa época supo que se había descubierto América.

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Sus biógrafos escriben que fue cartógrafo, Almirante, Virrey y Gobernador General de la Indias, famoso por haber realizado “el denominado” descubrimiento de América. Años más tarde, merced a la expedición del marino portugués al servicio de España Fernando de Magallanes, que fue el primer europeo en pasar del Océano Atlántico al Pacífico al descubrir el Estrecho que lleva su nombre el 1 de noviembre de 1520, quién también logró la primera circunnavegación de la Tierra en 1522, se pudo confirmar que las tierras a las que arribó Colón, pertenecían a otro continente y no a Asia, como se pensaba y principalmente establecer definitivamente la esfericidad de la Tierra. ¿Pero quién era en realidad este hombre que según lo expresado por diversas personas que convivieron con él se hacía llamar por nueve o diez diferentes nombres? Muchos le llamaban Colombo, otros Colomo, Colonne, algunos Colom, Columbos y los más Colón. Se indica que habría nacido en Génova, Italia hacia 1450 siendo sus padres Doménico Colombo y Susana Fontanarosa. El historiador Salvador de Madariaga defiende que era judío converso, de ahí el intento de ocultar su origen; García de la Riega le atribuye origen gallego. Para Luis de Ulloa era un noble catalán cuyo nombre real sería Joan Colom. Varios investigadores dicen que hacia 1473, siendo un jovenzuelo, abandonó la ciudad de Savona y fue grumete. Algunos estudiosos indican que participó en campañas navales al servicio de Renato de Anjou y por su intermedio bajo las órdenes del corsario Colombo o Coulon el Viejo, con el que aparentemente no guardaba ninguna relación familiar, pues era un corsario gascón llamado en realidad Guillermo de Casenove, pero de donde quizás tomó prestado tal nombre. No obstante, hay serios antecedentes que establecen su relación y parentesco con Guillaume de Casenove Coullon y Cristóbal Colón, hermanos de su madre Margarita, famosos y sanguinarios corsarios al servicio del rey Renato de Anjou, con los cuales navegó entre 1470 y 1476. Otras versiones menos creíbles lo señalan como el mítico marino alemán Juan Scolvus, quien habría estado entre los primeros europeos en alcanzar las costas de América, previo al primer viaje oficial conocido de Cristóbal Colón. Se señala que habría llegado a la zona de Norteamérica donde está Boston y ofrecido el proyecto de descubrimiento a Fernando El Católico en beneficio de 34


Cataluña. El tal Scolvus o Scolnus es nombrado también como descubridor del Labrador, por Francisco López de Gómara, en su Historia General de Las Indias y Conquista de México (1552). ¿Cómo es posible que el misterio de su verdadero nombre, nacionalidad y familia, lugar de nacimiento, colegios donde estudió, dónde pasó su juventud y quienes fueron sus amigos nunca hayan podido determinarse? Pase con un hombre común y corriente, pero no con alguien tan famoso que fue el descubridor de un Nuevo Mundo. Baste recordar que la historia es capaz de narrar con lujo de detalles la vida de hombres legendarios como Alejandro Magno hacia el año 256 antes de Cristo; la de célebres faraones desde el período Dinástico de 5.000 a 13.000 a. de C; la de los griegos, persas, asirios, sumerios y hasta de Nabucodonosor rey de Babilonia hacia el II milenio antes de Cristo..., pero no de Colón. Como veremos, toda la supuesta vida de este enigmático personaje, sus hazañas y actuaciones, están rodeadas en un halo de misterios y preguntas sin explicación coherentes, como también ocurre con sus facciones físicas, pues extrañamente Colón nunca posó para ningún pintor, resultando altamente incomprensible que a nadie se le hubiera ocurrido retratar al aventurero más importante de la historia, ya que se ha establecido, que las pinturas que muestran su rostro, fueron realizadas a través de interpretaciones de relatos, por gente que no lo conoció. Tampoco nadie ha podido hallar el “Diario de ”A bordo” donde Colón, como era costumbre de todos los capitanes, anotaba los acontecimientos y sus impresiones personales de sus cuatro viajes al Nuevo Mundo, el cual supuestamente desapareció, para convertirse en un misterio más de todos los que se relacionan con su persona. 35


EL investigador histórico, Carlos Brant en su libro: "EL MISTERIOSO ALMIRANTE Y SU ENIGMÁTICO DESCUBRIMIENTO", página 23 nos dice lo siguiente: "A CUALQUIER QUISTE, SIN NECESIDAD DE QUE DESCUBRA LA AMÉRICA, SE LE CONOCE LA FECHA Y LUGAR EN QUE NACIÓ, EN TANTO QUE NOSOTROS DESCONOCEMOS LAS DEL GRAN ALMIRANTE DE LA MAR OCÉANO, VIRREY DE LA INDIA, DESCUBRIDOR DEL NUEVO MUNDO, HOMBRE QUE FIRMO CON EL REY VARIOS CONTRATOS, SIN CONTAR SUS FAMOSOS TESTAMENTOS, MAYORAZGOS Y OTROS DOCUMENTOS. ¡Y QUE VENGAN A DECIRNOS QUE ESA FECHA SE PERDIÓ POR INDOLENCIA O POR DESCUIDO! NO HAY TAL COSA; ESTA FECHA SE PERDIÓ ASÍ COMO TAMBIÉN DESAPARECIERON LA NACIONALIDAD ORIGINAL DEL ALMIRANTE, SU VERDADERO NOMBRE, Y EL REAL MOTIVO DE SU FAMOSA EXPEDICIÓN, PORQUE TANTO AL REY, COMO A COLÓN Y A LOS SUYOS, LES CONVENÍA HACER DESAPARECER ESOS DATOS". Se dice de él, que su profesión fue cartógrafo y que tenía por ende un profundo conocimiento de geografía y que dominaba la técnica de confeccionar mapas con detalles, fijando los puntos y las referencias adecuadas para ser comprendidas por los navegantes. Sin embargo, a pesar de su profesión y cuando fue necesario registrar esos supuestos territorios donde arribó para dar cuenta al rey, Colón, en el único mapa que se le conoce y que hay fe que lo hizo de su propia mano, solo dibujó un escuálido mapa, no mejor que cualquier aficionado, carente de detalles técnicos del oficio. La Historia Oficial indica que nació en Génova en 1451 donde vivió hasta los 21 años. Demás está decir entonces que si nació y vivió allí debía hablar italiano. Pero existe un solo DOCUMENTO HISTÓRICO donde Colón manifiesta por escrito ser genovés. 36


Ese documento se llama MAYORAZGO; y ahí escribió lo siguiente: "SIENDO YO NACIDO EN GÉNOVA...". Ahora bien, si Colón nació y vivió en Génova hasta los 21 años como se asegura, si no hablaba italiano lo probable es que dominara algún dialecto Genovés. El conocido historiador Español Nectario María, en su reportaje aparecido en el diario "Ultimas Noticias", PRUEBA por medio de una carta enviada por Colón a un Italiano llamado Micer Juan Luis, en Génova, en el año de 1504, que Colón NO HABLABA ITALIANO; pues, la carta la escribió en Castellano, cuando sabía que su corresponsal no hablaba esa lengua. Menéndez Pidal, en su libro "LA LENGUA DE CRISTÓBAL COLON", página 25, observa que a Colón se le encontró un libro de la "Historia Natural de Plinio", publicada en italiano. A dicho ejemplar Colón le escribió ciertos comentarios en forma de notas en castellano. Es curioso que a una obra escrita en Italiano no se le haga sus comentarios sino en Castellano. Esto prueba que Colón posiblemente leía el italiano, pero no lo hablaba ni escribía. Carlos Brant nos dice en su libro: "EL MISTERIOSO ALMIRANTE Y SU ENIGMÁTICO DESCUBRIMIENTO", pagina 35: "EL CASTELLANO ERA EL IDIOMA MADRE DE COLON, ESTO ES, EL IDIOMA EN QUE SE EXPRESABA CORRIENTEMENTE Y CON EL QUE SE ENTENDÍA CON SUS PADRES, HERMANOS E HIJOS. FUERA DEL CASTELLANO, EL ALMIRANTE HABLABA FRECUENTEMENTE EL PORTUGUÉS, HABLABA TAMBIÉN FRANCÉS Y SABIA BASTANTE LATÍN Y ALGO DE GRIEGO Y HEBREO. DE MODO QUE SU DESCONOCIMIENTO DEL ITALIANO NO SE LE PUEDE ACHACAR A FALTA DE TALENTO PARA APRENDER IDIOMAS...SIN EMBARGO ESE DESCONOCIMIENTO ERA TAL, QUE PARA ENTENDERSE CON LOS ITALIANOS, NECESITABA INTERPRETES: SE CARTEABA EN CASTELLANO CON EL SACERDOTE ITALIANO GORRICA, Y EN PORTUGUÉS, CON EL COSMOGRAFO ITALIANO TOSCANELLI, QUIEN CREÍA QUE ERA LUSITANO. TRATO UNA VEZ DE ESCRIBIR ALGUNAS LÍNEAS EN DIALECTO GENOVÉS, Y COMETIÓ EN POCAS LÍNEAS MAS ERRORES QUE UN NIÑO DE PRIMERAS LETRAS". Existen otros datos sumamente importantes que prueban que Colón NO ERA GENOVÉS. Uno de estos es que la Corona Española, exigía a todos los 37


navegantes extranjeros que debían NATURALIZARSE ESPAÑOLES para poder obtener el codiciado título de PILOTO MAYOR ESPAÑOL. A este respecto, la reina Isabel en su testamento que otorgó en la villa de Medina del Campo el 12 de octubre de 1504 ante el notario y escribano de la Corte Gaspar de Gricio dejó constancia explícita de la prohibición de conferir cargos a extranjeros en Castilla. Este hecho, juntamente con otros muchos, se convierte en sólida prueba que de manera fehaciente desaprueba el supuesto origen genovés del Descubridor. Navegantes de la talla de Magallanes, Bocanera, Américo Vespucio y otros cumplieron con este requisito. Sin embargo, el Rey don Fernando NO EXIGIÓ a Colón este importante documento para nombrarlo nada menos que Virrey y Almirante Mayor de la Mar Océano...Debemos advertir, que todos esos nombramientos se los dieron a Colón antes del descubrimiento, o sea, que no fueron recompensas sino títulos exigidos por Colón. Este requisito de nacionalización existía desde antes que a Colón se le ocurriese irse a la mar y no se conocen excepciones. Este dato nos muestra que el rey Fernando sabía que Colon era Español y ahí el por qué no le exigió el naturalizarse. Otro dato que aporta Salvador de Madariaga en su libro, es cuando relata la batalla del cabo de San Vicente: En dicha batalla se encuentra Colón combatiendo al lado de los Franceses Y EN CONTRA DE LOS GENOVESES, lo que hace exclamar al mismo Madariaga: " ¿Qué Genovés es este que en vez de servir a Génova combate contra ella?". Por último consultamos el más antiguo de los biógrafos de Colón, y el más fidedigno, su hijo don Fernando Colón, quien en su libro: "HISTORIA DEL ALMIRANTE", declara haber ido a Génova para averiguar el origen y conocer la familia de su padre, “sin lograr encontrar allí el más mínimo rastro de ella”. El hecho quedó comprobado posteriormente ya que después de la muerte de Colón, ningún genovés ni Italiano se presentó a reclamar su parte de herencia y los que lo hicieron… resultaron ser impostores. Con justa razón Salvador de Madariaga, en su ya mencionado libro: "VIDA DEL MUY MAGNIFICO SEÑOR DON CRISTÓBAL COLÓN", llega a la siguiente conclusión: 38


"TODO HA CONSPIRADO PARA RODEAR LA VIDA DE COLON DE TANTO MISTERIO, COMO EL PARECE HABER QUERIDO. ES DIFÍCIL RESOLVER EL ROMPECABEZAS QUE OFRECEN LAS HISTORIOGRAFÍA DE COLON...SUBSISTEN DIFICULTADES SIN RESOLVER Y FOSOS SIN FRANQUEAR, ENTRE EL COLON QUE NOS PINTAN LOS PAPELES GENOVESES, Y EL QUE NOS REVELAN LAS DECLARACIONES DEL PROPIO ALMIRANTE. También la versión oficial asegura que originalmente Colón se llamaba Colombo. Pero si analizamos lo que este dejó escrito en la declaración de su Mayorazgo, allí dice taxativamente que sus antecesores habían de llamarse los "DE COLON". Y exigió en dicho documento lo siguiente: “QUE NO LO HEREDE NADIE, NI AQUÍ NI EN EL OTRO CABO DEL MUNDO SALVO, QUE SE HALLASE HOMBRE DE MI LINAJE VERDADERO Y SE LLAMASE EL Y SUS ANTECESORES, DE COLON". Con esta categórica declaración, de que sus antepasados debían llamarse DE COLON queda muy mal parada la afirmación Italiana de que se llamaba originalmente Colombo. Muchos defensores de la idea del apellido Colombo, aseguran que el MAYORAZGO es un documento apócrifo, y que por lo tanto no tiene validez 39


lo del apellido DE COLON. Ahora bien, declarar falso el Mayorazgo es aún más estúpido, es condenar el único documento importante que existe en que Colón manifestó ser Genovés. Cuando mencionamos que Fernando Colón dijo haber ido a Génova y no encontró rastro alguno de la familia de su padre, fue porque Fernando iba en busca de una familia de apellido DE COLON, tal como lo señaló su padre en el MAYORAZGO; sin embargo, no encontró a nadie con ese apellido en Génova ni en toda Italia. Y otra cuestión muy extraña, como todo lo atingente a Colón. Este nunca firmó ningún documento como Colombo, ni ninguno de los otros nombres que se le conocían. Inexplicablemente todos los contratos, empleos y documentos que se conocen se encuentran firmados con un logogrifo, una especie de código secreto o esotérico, consistente en un triángulo formado con letras. Esto no solo es misterioso, sino que hasta la fecha nadie ha podido descifrar su significado. La versión que recoge que Colón era genovés y que su nombre era Colombo, arranca de los archivos del Monasterio de San Esteban, en la vía Mulcento, que mencionan a una familia con los nombres de Doménico Colombo, Susana Fontanerosa y sus hijos Bartolomé, Diego y Christoforo Colombo, que vivieron en Génova en el período que comprende entre los años 1456 y 1460, pero el Diego de esta familia Colombo aparece nacido antes del Diego de la familia De Colón. De allí se agarraron los que compusieron la versión oficial, para decir que esos eran los padres y hermanos de Colón. Desde el día de ese hallazgo documental ya nadie más dudó que Colón era de esa familia de Génova. Esto se contrapone de lo escrito por el mismo Colón en su Mayorazgo que declara en varias oportunidades que sus antepasados se llamaban DE COLON. Y sin dudar de que la tal familia existió en Génova, como quizás haya otras en Italia, eso no significa que Cristóbal Colón fuese uno de sus miembros, pues el 40


mismo aclaró, como vimos, que su real apellido era DE COLON y no Colombo, ni Colón a secas. Su hijo don Fernando Colón asevero que su padre había estudiado en la Universidad de Pavia, que el Almirante lo había mencionado muchas veces. Pero las investigaciones llevadas a cabo en los archivos de esa Universidad demostraron que no hubo tal estudiante allí. Pero, si incluso éste hubiese estudiado en esa Universidad o en otra, cabe preguntarse, ¿cómo es que no aprendió entonces el italiano, que es la única lengua usada en esos centros de estudio del país? Poderosas razones debió haber tenido Colón para vivir OCULTANDO su nombre constantemente. En una ocasión, la Ama del príncipe don Juan le preguntó en un salón repletos de altos dignatarios y cortesanos por qué firmaba con un logogrifo y prefería ser llamado Almirante en vez de su propio nombre, respondiéndole éste en tono brusco y cortante y sobre todo descortés: “PONGANME EL NOMBRE QUE QUIERAN”, lo que evidencia su propósito de no dilucidar estos puntos y enredar más a quienes pretendían esclarecer su verdadera personalidad.

Muchos autores coinciden en que el enigmático Colón, sin quererlo, aportó una pista importante en los datos que dejó escritos en su Mayorazgo que pueden ser 41


claves para descubrir su lugar de nacimiento, contenidos en la frase “AUNQUE HAYA DE IR A BUSCARLOS AL OTRO CABO DEL MUNDO”. Descartado que hubiera nacido en Génova como se encargó de establecerlo su hijo Fernando, que no encontró “rastros” de su apellido De Colón, muchos investigadores, inquiriendo en actas de nacimiento y en registros de defunciones de familias de la época, encontraron en un cementerio judío en Galicia, España, frecuentes tumbas con el apellido DE COLON. A este respecto, el filósofo español Joaquín Trincado, asevera que Colón, de acuerdo a sus investigaciones era oriundo de Galicia, específicamente de la localidad de Pontevedra. Otro historiador, Nectáreo María, también aseguró que Colón era efectivamente de origen judío, el que llegó a ser : "UN PIRATA NEGRERO LLENO DE CRUELDAD, AVARICIA, EGOÍSMO Y SOBERBIA". Estos epítetos sobre la egregia figura a la que se rinden tantos honores oficiales, que preside las fiestas de la hispanidad y cuya hazaña conocemos tempranamente en todos los textos de estudio básicos del mundo occidental, no debe extrañarnos. Son muchísimos los autores y especialistas del tema del descubrimiento, que opinan que Colón solo fue un aventurero inescrupuloso que en su avaricia y audacia por conseguir fama y fortuna no trepidó en cometer los más atroces delitos. Sobre la personalidad de Cristóbal Colón, calza muy bien la descripción que hace Jacob Wassermann, el que en 1929 escribió su libro “Biografía de Colón”. Este autor en otro de sus libros expresa: "COLON, EL QUIJOTE DEL OCÉANO", escribe lo siguiente: "COLON ERA PRACTICO, ARTERO Y MAÑOSO, ERA SOMBRÍO COMO UN MONJE; NI UNA CHISPA DE ALEGRÍA BRILLABA EN SUS OJOS; NO POSEÍA NINGUNA HUELLA DE HUMORISMO; TODO EN EL ERAN SUSPIROS, LAMENTOS, CONGOJAS, APAGAMIENTOS; INCAPAZ DE GANAR Y GUARDAR. JAMAS SUPO HACER POR SI MISMO UN COMPUTO, YA QUE CARECÍA DE ADECUADOS CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS. SU ERUDICIÓN SE REDUCÍA ÚNICAMENTE A LA HISTORIA DEL VIEJO TESTAMENTO" “un enigma extraño, un verdadero equívoco flota de antaño en torno a la figura de Colón. Todo está puesto en tela de juicio el carácter, la obra, el desarrollo, 42


el curso de su vida y la patria... Su vida tiene muchas semejanzas con una leyenda medieval. Durante veinte años, cada vez que he vuelto a ocuparme en el estudio de Colón, han surgido irremediablemente las mismas preguntas Este suceso, ¿quién lo abona?, ¿no es mera conseja? Este o aquel lance, ¿no son apócrifos y hasta inverosímiles)” (Páginas 12-13). “El misterio constituye la densa niebla de su vida. “La fecha de su nacimiento es insegura... Las aventuras de su juventud están cubiertas por una niebla impenetrable. Guarda (el propio Colón) sobre ellas un silencio tan obstinado, que por fuerza venimos a pensar que tenía poderosas razones para callarlas. Siempre que habla de su propio pasado lo hace con la intención de crear un mito heroico. Nunca supo quién era; sólo supo quién quería ser”. “Sus noticias (de sus viajes y exploraciones, especialmente de la tan falta de pruebas expedición a Islandia y a la zona polar) merecen escaso crédito; las observaciones geográficas y climatéricas son falsas, cuando no absurdas, como la de que la marea en aquellas latitudes sube veintiséis brazas. No es que mienta; no miente; lo ve o cree haberlo visto así; cada sucedido, cada aventura de su vida, se convierte en novela; ningún acontecimiento se mantiene dentro de sus límites y medidas; todo se abulta monstruosamente, transformándose en catástrofes y lances extraordinarios. Adivinamos un hombre que se consume, por decirlo así, con el sentimiento de su misión, sin conocer todavía su rumbo ni ver ningún camino. Por eso carece de plan fijo”. (Págs. 22-24). “Su estructura íntima es la de un hombre misterioso, alma sombría” (Wassermann (Jakob), en Cristóbal Colón el Quijote del Océano (trad. de Asensio). Madrid, 1930, págs. 12-13 y 22-24 y 56 y 140). Ximénez de Sandoval, uno de los más modernos y perspicaces escrutadores de la historia y del alma de Colón, no puede por menos de admitir y reconocer, mal que le pese, que “Cristóbal Colón es un hombre enigmático como pocos en la historia del mundo. Sus virtudes y sus defectos son universales. Su biografía es difícil, si se quiere conservar el rigor científico del dato escasísimo o contradictorio; sumamente fácil, si sobre los aéreos cimientos del rumor o la leyenda se trata de edificar una leyenda más. Todas las tesis sobre él son verosímiles e ingeniosas. Ninguna totalmente aceptable, ni en absoluto merecedora de repulsa. Por lo demás, si siete o setenta ciudades se disputan la 43


cuna del Almirante, él, como dice el gran poeta Paul Claudel, “no tenía más país que la tierra de Dios”.

“Convencido de que la mentira y la farsa le han de ser necesarias en la vida, ha tomado la firme decisión de utilizarlas en beneficio propio, aunque caballerescamente- nunca en perjuicio de otros”. (Ximénez de Sandoval (F. ), en Cristóbal Colón, págs. 7 y 12, respectivamente). Oigamos ahora a Fernando Soldevila, uno de los más recientes autores que de Colón han tratado: “Pero es el caso que no se trata de los períodos indocumentados que existen en la vida de Colón como en tantas otras vidas de hombres ilustres. No es eso lo que crea el misterio, sino precisamente los documentos, las fuentes diplomáticas y narrativas, que proporcionan datos real o aparentemente contradictorios y dejan perplejo el ánimo, y han impulsado en todos los tiempos a eruditos y a aficionados a buscar y rebuscar en todos sentidos explicaciones y soluciones a las contradicciones y paradojas, tan abundantes en la biografía del Descubridor". El mismo nos lo dice cuando escribe a los Reyes: “ ... en la marinería me fizo Dios abondoso; de astrología me dió lo que bastaba, y ansí de geometría y 44


aritmética; engenio en ánima y manos para debujar esfera, y en ella las ciudades, ríos, y montañas, yslas y puertos, todo en su propio sitio... yo he visto y puesto estudio en ver de todas escrituras, cosmografía, historia, crónicas y filosofía, y de otras ansí que me abrió Nuestro Señor el entendimiento.” Claramente se ve que, excepto en lo náutico, Colón se confiesa autodidacta, lo que alguno de sus contemporáneos, como Andrés Bernáldez, notó claramente cuando dijo que era “hombre de muy alto ingenio, sin saber muchas letras”, lo que el mismo Colón corrobora cuando dice a los Reyes que lo “reprendieron de represión de diversas maneras, de non doto en letras, de lego marinero, de hombre mundanal...”; todo lo cual proclama que en lo que él hacía hincapié era en su calidad de marino, que viene demostrado en varias de las cartas publicadas por el Ministerio Español de Fomento (Cartas de Indias), en las que da cuenta a los Reyes de las corrientes, vientos, tiempos mejores para navegar, etc., del Mediterráneo. Podemos concluir que su bagaje científico era pobre y que su sabiduría era de carácter empírico.

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Esto implica entrometernos en las visiones respecto “al descubridor”, ya que es fácilmente distinguible que al menos tanto su personalidad como la gesta, han sido enfocadas desde dos ángulos precisos. Existe una leyenda rosa de Colón, donde sus aduladores ponderan su enorme talento, su impresionante sapiencia y su don de gentes y elevan loas encomiásticas al minuto mismo del heroico viaje de ese puñado de audaces, que desafiaban la idea generalizada de un mar surcado de monstruos horrendos, próximos al gran precipicio donde los océanos caían a la zona inferior de la tierra. De otra manera, eruditos, historiadores y analistas sociales, observan con desconcierto que nada de eso ocurrió. No hay hombre culto ni de personalidad arrebatadora, solo un avezado marino, un aventurero sin escrúpulos, cuyas hazañas marinas están ligadas a la piratería, al robo y al despojo, que hace lo imposible por ocultar su aberrante pasado. Cambia su nombre, tergiversa su quehacer y su origen y pone coto a la curiosidad sobre su real personalidad, buscando pasar desapercibido y conseguir un solo objetivo, la fama, el poder y la fortuna. Tanto enreda los hilos de su pasado, la historia de su familia, su real instrucción, la agenda que contó en secreto a los reyes católicos respecto de la aventura propuesta para descubrir la “ruta de las especies” y hasta el país que lo vio nacer, que resulta casi explicable, además de divertido, que se diga de él, que su nacionalidad era italiana, española, francesa, judío converso, portugués, corso, extremeño, catalán, mallorquí, lusitano, gallego, inglés o suizo, además de genovés, y que otros, en su despiste inquisidor ora fantasioso, ora descabellado, señalen diversas y distintas hipótesis sobre su real origen, algunas de las cuales, las más pintorescas, acotamos: A finales del siglo XIX, el historiador Celso García de la Riega presentó documentos, que se denominaron la Tesis Gallega de Colón, los cuales llegaban a la conclusión que Cristóbal y Bartolomé Colón habían nacido en Pontevedra, hijos de Doménico y María Fonterosa, pero después se llegó a saber que dichos documentos habían sido falsificados, lo que comprobaron los paleógrafos Manuel Serrano y Sanz y Eladio Oviedo y Arce. El investigador Vicente Paredes, después de haber realizado una serie de estudios, señalaba que el Descubridor era un judío de Extremadura, de famosa familia de conversos de Santa María, tesis bastante aceptable, teniendo en cuenta que los Reyes Católicos llamados así justamente por el Papa Alejandro 46


VI , por su fervoroso fanatismo religioso e irrestricto apoyo al proceso inquisitorial del catolicismo, al que financió permanentemente con fondos de la monarquía, merced a lo cual, después el Papa Sixto IV, dejó en sus manos el control absoluto de la feroz Inquisición Española, fundada en 1478 y cuya finalidad encubierta era destruir la presencia de los musulmanes y particularmente de los judíos conversos en España, declarados herejes por el solo hecho de serlo. Por tanto si Colón era de origen judío, era explicable que lo ocultara para tener el favor de los reyes. Otra de las hipótesis es la de un estudioso portugués, que llegó a considerar que Colón sería un tal González Zarco, noble, quien había huido a Génova y regresado a Portugal bajo el nuevo nombre de Cristóbal Colón. Un libro londinense editado en 1682, afirma que el Almirante era “born in England, but resident at Genua” ("nacido en Inglaterra, pero residente en Génova"). El italiano Agostino Ruffini, que por motivos políticos se escondió en Suiza, en casa de un tal Colomb, cuenta que éste no solamente hacía alarde de ser descendiente de Cristóbal Colón, sino que agregaba que su pretendido antepasado había nacido en Ginebra. Harrisse, habla de la desatinada pretensión heráldica del abogado francés Jean Colomb, quien, en 1697, se autoproclamó descendiente del Descubridor apropiándose del escudo de armas de Castilla y León. Algunos investigadores de fines del siglo XIX pretendieron demostrar que el Almirante había nacido en la pequeña ciudad de Calvi, en Córcega. El italiano Bernando Colombo, en una información hecha en Génova ante el Senado en abril y mayo de 1586, pretendió probar que era el heredero del Almirante, el cual había nacido en Cogoletto y no en Génova. 47


El investigador ibicenco Nito Verdera asevera que Colón nació en Ibiza en 1436. Pero la idea de que el Descubridor naciera en 1436 no se ciñe a la realidad. Según el historiador Gabriel Verd Martorell, fue hijo de don Carlos, Príncipe de Viana, hermano del rey Fernando el Católico y de la mallorquina Margarita Colom y por tanto cuando Fernando supo que era de sangre real y por añadidura su sobrino, aceptó su plan y consintió en financiar su expedición, convirtiéndose este hecho en secreto de estado, mediante un gran pacto de silencio en honor al suelo patrio y la sangre, por lo que se le otorgan honores, títulos y riquezas. La tesis defendida por los historiadores Lioniero Boccianti y Renato Biagioli, defiende que la madre de Colón fue la noble romana Anna Colonna, quien se casó con un príncipe de Taranto, Antonio Del Balzo Orsini, sin que el matrimonio tuviera hijos. Mientras se hallaba en Nápoles, la mujer habría tenido hacia 1446 una relación extraconyugal con un adolescente de catorce años, el genovés Giovanbattista Cibo, futuro cardenal de Génova y que luego se convertiría en el Papa Inocencio VIII. Años más tarde, Inocencio VIII consiguió que el niño fuese dado en adopción al comerciante de lanas genovés Domenico Colombo y a su esposa, Susanna Fontanarossa, que se convirtieron en sus padres "oficiales", según aparece hoy en día en los libros de historia. La fecha 12 de octubre de de 1492, que celebra el descubrimiento de un Nuevo Mundo o el Día de la Raza, enmascara tres hechos históricos muy significativos, pero también de gran salvajismo y barbarie, como son el saqueo, la dominación y el esclavismo a las culturas originarias que poblaban Latinoamérica por parte del Papado y la monarquía española; relegando al olvido la llamada “Caída de Granada” del 2 de Enero, que selló la derrota árabe. Granada fue el único reino musulmán que sobrevivió el empuje de los reinos cristianos del norte en el siglo XIII. Pero finalmente cayó ante el asedio militar montado por los Reyes Católicos y las intrigas político-diplomáticas del Rey Fernando. Con la caída de Granada se completó la Reconquista y se alcanzó la unidad religiosa, cultural y política que deseaba la Monarquía, sin extranjeros, sin otras religiones que no fuera la católica. 48


El tercer hecho es el decreto de expulsión de los judíos del territorio el 31 de marzo del mismo año 1492, llamado el Decreto de Alhambra o Edicto de Granada, que mandaba la expulsión o conversión de los judíos y musulmanes no, no sólo de los reinos peninsulares, sino de todos aquellos territorios que se encontraran bajo el poder de los Reyes Católicos. Se calcula en 200.000 personas las que se fueron de España. El plazo era de 4 meses a partir de la firma del edicto, es decir, que el 31 de julio no debía quedar en el reino ni un solo judío. El Edicto decía: "Hemos decidido ordenar que todos los judíos, hombres y mujeres, de abandonar nuestro reino, y de nunca más volver. Con la excepción de aquellos que acepten ser bautizados, todos los demás deberán salir de nuestros territorios el 31 de julio de 1492 para no ya retornar bajo pena de muerte y confiscación de sus bienes." El resto de estos judíos debió jurar que se cambiaban a la religión cristiana. Como era obvio, en privado estos judíos conversos seguían practicando su religión, pero eran celosamente vigilados por los espías de la Inquisición y eran quemados en la hoguera sin derecho a ninguna apelación junto a sus familias y perseguidos hasta la tercera generación por estas prácticas paganas y herejes. Para muchos estudiosos, el llamado Día de la Hispanidad y el colorido despliegue de actividades conmemorativas es solo una cortina de humo distractivo. Es más bien un intento de borrar de la memoria de árabes, judíos y latinos la violencia del proceso conquistador y deslucir esas fechas aciagas para estos pueblos, que solo pueden conmemorar el más grande Magnicidio de la Historia. Y el Nuevo Mundo descubierto que se celebra, no era tan Nuevo, ya que alojaba culturas de gran bagaje y complejidad, cuyas raíces aventajaban crecidamente la antigüedad del mundo hispano y que, esencialmente sus ochenta millones de 49


habitantes del momento, no tenían ninguna necesidad de “ser descubiertos” ni ello nada aportó a su desarrollo y civilización, sino por el contrario, su forma de vida fue trastocada, sus valores pisoteados; esclavizadas y vendidas vilmente sus familias; saqueadas sus riquezas básicas y destruidas sus creencias religiosas. Esta conquista que nadie pidió y que no se sujeta a ningún derecho, salvo la innoble urgencia de la Iglesia Católica de conseguir prosélitos a toda costa, riquezas y tierras, más el diezmo de todo lo conquistado y de cada impuesto obligado a los nuevos súbditos, bajo la mentira de su representación de Poder Temporal en nombre de Dios sobre la tierra y utilizando como peones de ajedrez a las Monarquías bajo su dominio, dio como resultado las masacres más cruentas y sostenidas de la historia Universal. Fueron eliminados cerca de cien millones de seres humanos de este continente conquistado y con ello la extinción de la mayoría de sus etnias primigenias, que nunca más, hasta este mismo instante, volvieron a recobrar sus libertades inalienables, la pureza de su cultura natural, la capacidad de gobernar sus territorios ancestrales, relegados como están, al papel de minorías a las que no alcanzan a llegar los beneficios de la salud, la educación, del empleo pleno ni del respeto a su dignidad, por quienes usurparon sus derechos, conquistadores y sus mestizos, propietarios hoy de la nueva identidad de estos pueblos, que siguen manteniendo a estas razas orgullosas, como sujetos molestos, de tercera categoría, inmerecedores de recibir, como el resto de los nacionales, el derrame del bienestar y el progreso. Fue el Papa Alejandro VI, el siniestro Alejandro Borja, este español tan conocido por sus crímenes e inmoralidades, el que mediante sus cuatro Bulas despachadas entre mayo y septiembre de 1493, esas especies de Decretos Imperiales, que debían obedecerse sin chistar por reyes y Estados, (dos “Inter 50


Caetera”, la “Eximiae Devotionis” y la “Dudum Siquidem”), quien graciosamente donó a los Reyes Católicos, “todas las tierras descubiertas y por descubrir”,situadas hacia el occidente o el mediodía, en dirección a la Indias, siempre que ellas no perteneciesen a un príncipe cristiano. Hoy cabe preguntarse ¿quién autorizó a los papas a regalar tierras y vidas humanas que nunca le pertenecieron? ¿Repartir posesiones que ya tenían dueño? ¿A disponer de los territorios y de sus habitantes como si fuesen borregos? ¿A considerar bárbaros, incivilizados y paganos a todos quienes no tienen la concepción politeísta del credo católico con sus tres dioses, el padre, el hijo y el espíritu santo y la cuasi diosa María? ¿A obligarles aceptar tal credo o en su defecto, como lo hicieron, quemarles, ahorcarles o venderles como esclavos? ¿Bárbaros los Incas, los Mayas, los Aztecas? ¿Pueblos primitivos? Los mayas conocían la bóveda celeste y crearon un calendario más exacto que el europeo, incluso que el gregoriano de 1582; poseían un sistema numérico que incluía el cero y una escritura parcialmente fonética. En las artes fueron creativos y lograron una técnica depurada en escultura, pintura y cerámica, las fachadas de sus templos y palacios rivalizan con las de la antigua Grecia y Roma, la máxima expresión arquitectónica conocida. Su civilización data de más de tres mil años de existencia, desde 2.000 a de C., hasta 1521 d. C. cuando los bárbaros europeos los exterminaron. Bien vale recordar el pensamiento católico de entonces en el ejemplo de fray Bartolomé de las Casas, piadoso fraile que en su ida a “las islas” descubiertas por Colón entre 1502 y 1516, quedó escandalizado de los crímenes de los soldados españoles y la crueldad sin límite y hasta por capricho para con los nativos. Tanto le exasperó la situación, que en 1517 presentó al gobierno del joven rey Carlos I, sus “Memoriales”, donde se quejaba argumentando que estos 51


indios isleños tenían alma y por lo tanto humanidad; ¿cómo entonces esclavizarlos? Eso era pecado. Proponía entonces abandonar esa costumbre y aconsejaba que “mejor sería importar negros de África, que aparte que rendían más, carecían del soplo divino y, en consecuencia, estaban a medio camino entre lo humano y lo animal..”. Los reyes le hicieron caso, puesto que ya casi no quedaban indios que comercializar. En su mayoría habían muerto en las faenas de explotación minera y de productos agrícolas de los "empresarios españoles" y el resto había sido deportado a Europa como esclavos. Los negreros efectuaron el llamado "comercio triangular". Cargaron ron, tabaco y armas en Europa, lo cambiaron por esclavos y marfil en África y vendieron los esclavos con lucro en América, de donde regresaron con materias primas y minerales a Europa. No hay cifras exactas sobre las víctimas de las atrocidades cometidas. Expertos estiman que entre el siglo XVI y XIX un total de cien millones de personas fueron deportadas o murieron en condiciones miserables por maltrato humano, hambre o ejecutados. Esta cifra se refiere al tráfico total (occidental y oriental), contando también los muertos de las guerras de esclavización. Estimaciones del número de esclavos africanos que fueron transportados a las Américas alcanzan casi los catorce millones (13.750.000). Colón, llegó a ser uno de los hombres más poderosos, influyentes y ricos de la época. Fue también el primero en llevar esclavos a España, para mostrarlos en la Corte y para negociar su venta, constituyendo este "negocio" uno de sus ingresos principales por muchos años. 52


“La historia de los grandes acontecimientos del mundo apenas es más que la historia de sus crímenes”. Francois-Marie Arouet. Voltaire. La historia oficial señala que Colón pisó tierra el 12 de octubre de 1492 en la isla Guanahaní que bautizó como San Salvador, posiblemente porque su estado de ánimo era como el de un resucitado, ya que horas antes del grito salvador de Rodrigo de Triana, (que en verdad tampoco se llamaba así sino Juan Rodríguez Bermejo), su tripulación amotinada lo quería linchar para regresarse a España. Por eso quizás besó la tierra, como describió en su Diario: "entre lágrimas de alegría por la inconmensurable gracia de haber llegado a ella..." Lo curioso es que el Almirante cartógrafo, aún tembloroso y deseoso de gratificar con oro y joyas a sus hombres, además de preguntarles a los indígenas cuándo podría saludar a su Rey el Gran Khan de China, solo se limitó a describir, es decir, poner por escrito lo que había observado luego de recorrer la isla, pero nunca la señaló o dibujó en un mapa, ni fijó sus coordenadas: “Es una isla baja sin montañas, cubierta de palmeras y con la peculiaridad de 53


no tener agua dulce, lo que me impide abastecer las naves, por lo que me veo obligado a abandonarla prontamente”.

No obstante, tal isla, ubicada en el archipiélago de Las Bahamas y rebautizada por los ingleses como Watling, posee muchas colinas, algunas bastante elevadas y por lo tanto no es un terreno plano y muy por el contrario, una de sus características es que posee abundante agua dulce. ¿Equivocado otra vez el Almirante, de pocas luces, o tan desconfiado que no quiso dar las señales correctas? ¿O tal vez impaciente por encontrar los tesoros y recompensas prometidas a la tripulación y recobrar así la autoridad, tan lastimada en el motín? El 13 de octubre, día siguiente del desembarco, escribía en su Diario: “…yo estaba atento y trataba de saber si había oro, y vi que algunos de ellos traían un pedazuelo colgado en un agujero que tienen en la nariz, y por señas pude 54


entender que yendo al sur estaba un rey que tenía grandes y muchísimos vasos de oro…” “… Determiné esperar hasta mañana… para ir al sudoeste a buscar oro y piedras preciosas…” “…Aquí nace el oro que traen colgado a la nariz…” “…no perder más tiempo e ir a ver si encontraba la isla de Cipango…” Con estas anotaciones queda claro que el Almirante no estaba pensando en especias, seda, algodón o comercio con las Indias sino exclusivamente como enriquecerse; que esa isla a la que arribó, no teniendo oro, no servía a sus propósitos, y que creía firmemente que estaba cerca de Cipango, Japón, muy cerca de China, que era su objetivo final. Como bien se sabe, la tripulación de Colón no era heroica; en su mayoría estaba compuesta por ex convictos, criminales huyendo de su pasado, y judíos conminados por el Edicto de Expulsión de esa etnia de los territorios de Castilla, cuyo último y fatal plazo expiraba el 2 de octubre, un día antes que las Carabelas salieron desde Punta de Palos. Si no abandonaban España ese día, la sentencia era morir quemados en la hoguera de la Inquisición. Entre las pocas excepciones estaban los hermanos Pinzón, prestigiados y avezados marinos españoles que tuvieron un importante rol en este primer viaje de Colón. Martín Alonso, era el mayor de los hermanos y en esa época el armador de mayor importancia y riqueza de la cuenca de los ríos Tinto y Odiel. Fue quién desestimó los barcos que los reyes habían puesto a disposición de Colón y buscó contar con otros, más adecuados para la expedición. Fue uno de los financistas de esta aventura y puso de su hacienda personal medio millón de maravedíes, la tercera parte de los gastos en metálico de la empresa. Él fue quien interesó a otros armadores, hombres ricos, dispuestos a entrar en el negocio que representaba la empresa expedicionaria, planteada por Colón donde fácilmente en un año se triplicaría el capital, sin contar con los cargos y honores que un Virrey podía gestionar, además de jugosos negocios a sus eventuales socios. Colón se mostró en esta etapa agradecido de Alonso Pinzón, que con sus influencias solucionó todos los inconvenientes que en ese momento parecían insuperables. También en su Diario y durante la primera fase de la navegación 55


coloca frases muy conceptuosas sobre su pericia, juicio marinero y dotes de mando, lo mismo cuando los motines, donde fue Pinzón quien se enfrentó a los rebeldes y luego corrigió el rumbo de Colón, que se había confundido. Fue su nave la que a partir de entonces hizo de capitana y de donde el vigía Rodrigo de Triana confirmó la presencia de la costa.

En los juicios posteriores a la muerte de Colón conocidos como Pleitos Colombinos, el testigo onubense Alonso Gallego recordaba haber oído decir a Colón: “Señor Martín Alonso Pinçón, vamos a este viaje que, si salimos con él y Dios nos descubre tierras, yo os prometo por la Corona Real de partir con vos como un hermano”. Pero tras el descubrimiento, el ya Almirante Colón se muestra excesivamente celoso de su gloria y privilegios, su amistad se deteriora y luego acusa de traición al armador. Este muere a pocos días del regreso y no logra defenderse ni entregar su versión. Colón ni siquiera concurre a su sepelio ni entrega el pésame a su familia. Menos le pagó lo adeudado. 56


En particular lo mayormente ambicionado por los reyes, Colón y los financistas de la expedición era el oro, que escaseaba en España donde no había ni minas ni reservas de ese mineral, porque para estos avezados hombres de negocios, ni las especias, ni las frutas exóticas o las sedas, eran capaces de entregarles ganancias para recuperar su inversión a corto plazo y duplicar su capital. La prueba está en que cuando resultó que no había tales tesoros y joyas como esperaban, desviaron sus intereses al tráfico de esclavos. No hay que olvidar, que en esa época los barcos eran una inversión muy potente y sobre todo si estaban adecuados para distancias largas. En dinero de hoy, se ha estimado que una Carabela como las del descubrimiento no costaba menos del equivalente a diez millones de dólares. Así fue como se integraron Juan de la Cosa, propietario de la Santa María, que antes del viaje se llamaba María Galante, Cristóbal Quintero, propietario de La Pinta y Juan Niño, dueño de La Niña, que antes se llamaba El Niño, que en cautela de sus intereses, al igual que Pinzón y sus hermanos conformaron la tripulación del llamado Primer Viaje de Colón. De tal forma que en la Nao principal La Santa María, iba Colón de Capitán General guiando al resto; Juan de la Cosa, el propietario de la nave como Contramaestre; y como Piloto Paracelso Niño; en la Carabela La Pinta su Capitán era Alonso Pinzón; como Maestre su hermano Francisco Martín; y de Piloto Cristóbal García Sarmiento y, en la Carabela La Niña, como su Capitán Vicente Yáñez Pinzón, Juan Niño el propietario y Maestre, y Sancho Ruíz de Gama como Piloto. En el fondo, esta era una flota privada de gran magnitud para esos tiempos, cuyo costo fácilmente en el presente significaría sobre 50 millones de dólares, teniendo en cuenta salarios, comidas, agua y medicinas para ese viaje intercontinental. Se ha estimado que además del valor ya dicho de las naves, hubo una inversión de capital equivalente a otros 25 millones de dólares en efectivo, aportados por financistas que entendieron este viaje como un magnífico negocio. Fundamental para el proyecto de Colón fue la ayuda que le proporcionó Luis de Santángel, funcionario de confianza del rey Fernando, quién se ofreció para financiarlo en 1.140.000 maravedíes de su fortuna personal, que era el 60 % de los costos totales. 57


“Y porque los reyes no tenían dineros para despachar a Colon, les prestó Luis Santángel, su escribano de Ración, seis cuentos de maravedíes, que son en cuenta más gruesa diez y seis mil ducados”. El resto, hasta completar dos millones de maravedíes, iba a ser aportado por comerciantes genoveses, Francesco Pinillo entre ellos, el propio Colón, que consiguió un empréstito por 500 000 maravedíes, más lo aportado por Alonso Pinzón. Los reyes de Castilla por tanto, nada aportaron en lo que a moneda dura se refiere, siendo la historia de las joyas de la reina, que habrían sido vendidas o empeñadas para el financiamiento como se enseña en las escuelas, una más de las leyendas inventadas para lavar la imagen de Isabel y relacionar lo de “católica” con lo de "caritativa", y desviar así la mirada de la verdadera y feroz Isabel, responsable directa junto con su esposo Fernando, en calidad de autores intelectuales sino materiales, de todos los ingentes crímenes, asesinatos y salvajadas cometidas por la Santa Inquisición en esa gente inocente, que sufrió tan cruel y sanguinaria persecución y exterminio a lo largo y ancho de sus reinos. La misma Isabel cuya orden fue "Conviértanlos o mátenlos", refiriéndose a los indígenas del Nuevo Mundo que no quisieron convertirse al cristianismo. Y luego, del exterminio de las razas originarias de América, e inclusive, en la colonización la discriminación, el racismo, la esclavitud, la pureza de sangre y los zoológicos humanos que se hizo con los indígenas en Europa. Este primer viaje de Colón duró exactamente 36 días, tiempo extraordinariamente corto para una expedición de tal naturaleza, un 58


auténtico “paseo” comparado con el casi un año que invirtió Vasco de Gama en llegar a la India, teniendo en cuenta que por siglos el hombre navegó en todas direcciones y jamás se topó, salvo excepciones que mencionaremos, con el continente sudamericano. Esto ha dado pábulo a quienes sostienen que este conocía de mucho antes el derrotero que llevaba a estas tierras. El mismo fray Bartolomé de las Casas, contemporáneo de Colón, escribió al respecto que: “Ya él tenía certidumbre que había de descubrir tierras y gentes en ellas, como si en ellas personalmente hubiera estado…” “tan cierto iba de descubrir lo que descubrió y de hallar lo que halló, como si dentro de una cámara con su propia llave lo tuviera”. Otro hecho singular que infiere en esta misma sospecha, lo constituye el incidente del Mar de los Sargazos, temible sector del Atlántico que desde muy antiguo inspiraba terror a los capitanes piratas, bucaneros y demás naves que lo encontraban en su camino. Llamado el “Mar del Miedo, “El Cementerio de los Barcos Perdidos” y conocido también como la "Latitud de los Caballos”, en alusión a que cuando un barco atrapado allí agotaba sus alimentos tratando de encontrar una salida, la tripulación debía comerse esas bestias u otras que llevase a bordo para sobrevivir. Ya en el año 500 a. de C. el almirante cartaginés Himilco, se refiere a una experiencia tenida en el "Mar Tenebroso", como se llamaba al Atlántico en ese entonces, aunque como veremos exagera, pero sirve para darse cuenta de la percepción del mundo antiguo sobre el mar de los Sargazos: "No se advierte brisa que mueva el barco, tan muerto está el perezoso viento de este mar quieto...; hay tantas algas entre las olas, que parecen contener al navío, como si fuesen arbustos...; el mar no tiene gran profundidad, la superficie de la tierra está cubierta por muy poca agua...; los monstruos 59


marinos se mueven continuamente, en todas direcciones, y hay bestias feroces que nadan entre los barcos que se arrastran lentos y perezosos..." Otra leyenda relativa al Mar de los Sargazos partió de la creencia errónea de los marinos sobre que la abundancia de algas era señal de bajíos, lo que les llevó a evitar atravesarlo para no encallar. Asimismo este lugar ha sido insistentemente señalado por los buscadores del continente perdido de La Atlántida como una de sus probables ubicaciones, en la creencia que la masa de algas señala roquerías o montañas submarinas a flor de mar, lo que ha sido potenciado, por encontrarse este Mar de los Sargazos aledaño al famoso Triángulo de las Bermudas. Pero la realidad es que su profundidad media es de 450 metros. Hoy sabemos que el fenómeno se debe a una masa ovalada de agua, cubierta enteramente por algas flotantes, entrelazadas entre sí, que ocupa una gigantesca superficie, siempre creciente y equivalente a dos tercios de la extensión de los EE.UU., que gira en torno a las islas Bermudas.

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Las plantas acuáticas, se mantienen a flote porque recogen desde las capas inferiores del agua, fosfatos y nitratos, mantenidos en suspensión y a temperatura adecuada por corrientes encontradas del lugar y porque están conformadas por unas pequeñas vejigas llenas de gas, que por parecerse a una variedad de uvas conocidas en Portugal como Salgazo, fueron bautizadas así por los navegantes de ese país que llegaron al sector. Sin apenas corrientes, con largos períodos de calma total y sobre todo con un casi infinito tapiz de algas flotantes, parecen ser capaces de retener cualquier nave que circule entre ellas. Verse atrapado en sus aguas era sinónimo de muerte y desesperación. El paisaje tenebroso y el penetrante olor de este desierto de plantas acuáticas que parece no tener fin, contribuía también al áurea de lugar maldito. Lo más pavoroso, para quienes tenían la desgracia de encontrarse rodeados por este mar de algas, era saber que nadie había atravesado este mar ni sobrevivido intentándolo. El 16 de septiembre de 1492, las naves guiadas por Colón entraron decididamente a este Mar, entregándoles éste a las tripulaciones de las dos Carabelas y la Nao de la expedición, la seguridad de que sabía lo que estaba haciendo. El 17 de septiembre experimentaron el efecto de la declinación magnética (la dirección magnética es menor que la del norte verdadero si la declinación es hacia el este, y mayor si mira hacia el oeste.), que ya venía enunciándose de días antes. Colón les pidió no tener temor y confiar en él. Cada cierto trecho, ordenaba una sonda para medir la profundidad del agua, ya que la presencia de abundantes hierbas que les parecieron de río, así como algunos crustáceos y gusanos y también un cangrejo vivo, les hizo creer que se encontraban cerca de tierra, ilusión que se repitió en los días siguientes. La abundancia de hierba flotando en el océano aumentaba o disminuía cada día. De pronto, cesó el viento y las naves quedaron varadas en esa inmensa mancha verde, para luego de unas horas hinchar otra vez las velas, lo que se repitió en diferentes días y horas. El 25 de septiembre, ante la creciente alarma de la tripulación que se mostraba alterada e intranquila por estos extraños fenómenos que les confirmaban sus peores presagios y temores, el mismo Martín Alonso Pinzón, pidió "albricias", solicitó una recompensa que estaba prometida, en la seguridad de que había divisado tierra en el horizonte, lo que resultó ser una falsa alarma pues tan sólo se trataba de nubes bajas.

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Los hombres de abordo, se contaban entre ellos las leyendas que daban cuenta de los peligros sobrenaturales ocurridos en ese mar de algas y otros lugares donde la navegación resultaba impenetrable, como las densas nieblas que no permitían la localización de las estrellas y que paralizaban los instrumentos de navegación. O las zonas tórridas donde los hombres se tornaban negros; lugares malditos donde había ríos de fuego que descendían de las montañas estando el mar tan caliente que quemaba las naves y otros fantásticos relatos donde pululaban ánimas y muertos que salían de las olas, monstruos fabulosos que atacaban las naves y fenómenos extraños que detenían la marcha de los buques, relatos todos que atemorizaban a los marinos, que los aceptaban como reales, pues hasta en 62


la Biblia, en Job 41, Salmos 104:26, se decía: “que monstruos marinos gigantescos guardan los bordes de los mares.” Cada cierto trecho, gaviotas revoloteaban en el cielo, indicio corriente para estimar que la tierra estaba cercana, pero Colón les decía que había que continuar, que no se fijasen en estas señales engañosas. El día 30, vieron pasar como nunca enormes cantidades de esta hierba que les parecía de origen terrestre. El 2 de Octubre esta hierba transitaba en dirección opuesta a la de los días anteriores; todos estaban desesperados y los capitanes hacían grandes esfuerzos por mantener la calma de sus dirigidos. El día 5 renacieron las esperanzas porque todo indicaba que habían dejado atrás las ominosas manchas verdes, pero estas volvieron a espesarse el día 8, ensombreciendo el carácter de los marineros, pero desapareciendo completamente al día siguiente. No obstante la alegría que ello produjo, un gran desgaste moral y físico se había generado en esta marinería indisciplinada e inexperta, que había sido en su mayoría enrolada contra su voluntad. Un mal menor dados sus graves problemas judiciales que a varios podrían llevarles a la horca. Sumado a ello, estos 36 días de navegación les parecieron interminables. Junto a la zozobra de temer lo peor para sus cuerpos y sus almas, la comida había empezado a escasear, el escorbuto ya había hecho presa de varios hombres y era cuestión de tiempo que se extendiera a todos los demás. 63


La desconfianza en Colón, en su carácter apático y poco comunicativo, sombrío a veces, les hacía dudar que la empresa terminara bien. Ya los días 6 y 7 de octubre había habido un conato de motín en la Santa María, la nave comandada por Colón, que fue sofocado gracias a la recia personalidad y al respeto que se tenía a Martín Alonso Pinzón, que aconsejó a Colón ahorcar de inmediato a los cabecillas del motín y a que si este no cesaba, él mismo los atacaría con la tripulación de su barco. No obstante, la desesperación de la gente se generalizó al resto de las naves y a sus oficiales entre el 9 y 10 de octubre, siendo ahora conducida esta insurrección por los capitanes de las naves, que conminaron al Almirante a emprender el regreso y dar por fracasada la expedición. En su defecto, su suerte sería determinada a la decisión general.

¿Por qué los hermanos Pinzón, los verdaderos líderes de esta expedición se sumaron a la rebelión contra Colón? Pues, porque se dieron cuenta al estudiar las anotaciones de la bitácora, que el Almirante les estaba mintiendo en las distancias que recorrían en cada jornada. El día 10 de septiembre por ejemplo navegaron 60 leguas y él declaró solo 48, el 16 recorrieron 38, pero les anunció 36 y así sucesivamente. En la misma anotó que lo hacía: “…porque si el viaje fuese largo no se espantase y desmayase la gente”, lo que vuelve a repetir el 64


día 25. Y refiriéndose al amotinamiento solo escribe… gente:…”quejábase del largo viaje”. Nada escribe sobre el motín.

que

la

Colón, argumentó desesperadamente, pidiendo mayor plazo y ofreciendo recompensas especiales y la promesa que una vez en tierra los haría ricos a todos, ante lo cual se votó solo esperar tres días más. El 12 de octubre, cuando los ánimos estaban otra vez soliviantados, el grumete Rodrigo de Triana dio el famoso grito de TIERRA A LA VISTA. Este episodio salvó a Colón, pero los historiadores nunca se han explicado su seguridad para escoger atravesar el desconocido Mar de los Sargazos y cómo supo la ruta a seguir. ¿Por qué las hierbas ni las gaviotas lo engañaron? ¿Por qué no se desesperó nunca y aseguró que muy luego llegarían a la tierra prometida? ¡Y cómo es que sabía que el viento retornaría y las algas no lo engatusaron como a los demás marinos, tan veteranos y experimentados como el mismo! Para la época del “descubrimiento”, finales del siglo XV y comienzos de un nuevo período histórico conocido como Edad Moderna y que otros prefieren nombrar como Antiguo Régimen, (1492-1789) Europa, se recuperaba de las grandes mortandades producidas por las guerras y la peste negra o bubónica, pandemia que causó la muerte a una tercera parte de la población europea- sin abandonar el esquema social de la Edad Media dividido en estamentos privilegiados como la Nobleza y el Alto Clero, y aquellos que no gozaban de privilegio social alguno, como los artesanos, burgueses y campesinado, estos últimos más del 80% de la población, que no lograban desprenderse del régimen feudal, y que seguían indisolublemente atados a la nobleza. Toda Europa estaba plagada de desocupados, mendigos y delincuentes donde descollaba una creciente burguesía inhumana que explotaba por igual a hombres y bestias. La deuda externa obligaba a crear más y más impuestos, que nunca alcanzaban satisfacer las demandas de la corte y el clero, lo que producía una carga impositiva inaguantable. Como en ninguna época cundía el vasallaje, el servilismo y una noción resignada de parte de la población, que dada su religiosidad se guiaba por los preceptos bíblicos. 65


La Biblia eran mandamientos escritos por hombres de Dios y los curas predicaban que había que servir a los señores, que los nobles eran respetables porque eran parte del sistema monárquico y que los Monarcas eran gratos a Dios, porque con su venia habían accedido al trono.

Como bien dice Echeverría en El Búho de Minerva: “la cosmovisión medieval se caracteriza por su carácter geocéntrico, por hacer de la afirmación de la fe en Dios el elemento central en el ordenamiento del mundo. Las cosas ocupan el lugar que su relación y referencia con Dios les confiere y, de esta forma, adquieren sentido y valor”. En la Edad Media y en este inicio de la Edad Moderna, el trabajo se ajustó a las pautas de maldición bíblica y al principio Paulino, de que, quien no trabajaba no debía comer. El orden de importancia de tal sociedad, era que los primeros eran los que rezaban. Los segundos los que luchaban, y los últimos, los que trabajaban manualmente. 66


Los oratores eran los que realizaban el trabajo de Dios que acompañaba al trabajo. Se creía y se fomentaba que lo fundamental era el servicio de Dios; que quien tenía por profesión la oración tenía la primera prioridad. No hay que olvidar, que además el alto clero poseía privilegios extraordinarios, por ser de origen noble, lo que se traducía en prebendas, tierras y cargos que los colocaba en la cima de la pirámide social. Los bellatores eran los caballeros de la Edad Media; tenían un patrón de valores, un castillo, siervos, comarca, armas sofisticadas y se les exigía bravura, honor, gloria lealtad y cortesía, para con su país y su rey. Por último estaban los laborales, los que hacían el trabajo pesado, las tareas comerciales de la ciudad, como la herrería, minería, artesanado, la agricultura y el trabajo de los puertos.

Desde el púlpito los curas predicaban que había que bendecir el trabajo que daban los poderosos. Qué el hombre de la familia era quien debía velar por el sustento de los suyos y que ningún trabajo era despreciable. Lo ordenaba Dios en el Génesis 3:17:19: 67


“Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer y comiste del árbol del que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás ¨. También el trabajo es una carga que el hombre debe hacer con gozo, que formaba parte del plan de Dios: Génesis 2:15: ¨ Tomó, pues, Jehová Dios al hombre y lo puso en el Huerto del Edén, para que lo labrara y lo guardase ¨. Génesis 2:3; “Y bendijo Dios al día séptimo y lo santificó porque era el reposo de toda la obra que había hecho en la creación". Las grandes obras públicas de regadío, de puentes y caminos y otras construcciones, eran hechas en importante medida por la llamada “carne de horca”, los presidiarios y criminales sin vuelta, que eran frecuentemente exonerados de sus penas para servir en expediciones, galeras y trabajos pesados y peligrosos. Estos sujetos derivaban fácilmente a la actividad criminosa de los contrabandistas, piratas, bucaneros y corsarios, quehacer protegido por los reyes y la Iglesia cuando se trataba que operase en su propio beneficio, en particular, para atacar y destruir barcos enemigos, a cambio del botín, el propio barco, si servía y especialmente mujeres, especies, oro y joyas. El siglo XV, ve a la Iglesia Católica llegar a la cima de su gloria terrenal y también al tope de su corrupción, con la plena vigencia de la Inquisición y la caza de brujas, merced a los servicios interesados de sus miles de espías secretos, sujetos serviles que con el soplonaje buscaban eximirse de sus fechorías, junto a esos frailes y curas supersticiosos, despiadados y mentalizados con el fanatismo enfermizo de librar la batalla final contra el demonio, destruyendo en la santa y piadosa hoguera a los enemigos del único Dios verdadero. Las cruzadas, las persecuciones religiosas contra Cátaros o Albigenses, la destrucción de los judíos que habían condenado a muerte a Jesucristo y la guerra santa contra los satánicos seguidores del credo hereje del Islam, -pecadores a quienes además de la vida había que arrebatar sus bienes y riquezas-, fueron los principales afanes de la monarquía antes que apareciera Colón, tareas guerreras y discriminatorias, alentadas por la poderosa Iglesia Católica, que consumieron 68


todo signo de progreso, de libertades humanas y libre ejercicio de la capacidad creadora del hombre de esa Era Tenebrosa.

Las cruzadas, las persecuciones religiosas contra Cátaros o Albigenses, la destrucción de los judíos que habían condenado a muerte a Jesucristo y la guerra santa contra los satánicos seguidores del credo hereje del Islam, -pecadores a quienes además de la vida había que arrebatar sus bienes y riquezas-, fueron los principales afanes de la monarquía antes que apareciera Colón, tareas guerreras y discriminatorias, alentadas por la poderosa Iglesia Católica, que consumieron todo signo de progreso, de libertades humanas y libre ejercicio de la capacidad creadora del hombre de esa Era Tenebrosa. 69


En ese clima enajenante, España a la sazón con seis millones de habitantes, en su mayor parte campesinos y artesanos arruinados, utilizó las técnicas suficientemente probadas por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, de eliminación de sus enemigos religiosos y la siembra de un terror intimidatorio, para librarse definitivamente de la presencia musulmana y judaizante en su sociedad, recreando una Inquisición “a la española”, monitoreada esta vez por los propios reyes católicos y su ejecutor, el favorito y confesor personal de Isabel, el múltiple asesino ávido de sangre, monje Torquemada, de triste recuerdo, no por eso menos temible y sanguinaria como la ejercida por casi cinco siglos por la cúpula Vaticana, dirigida personalmente con celo y pasión por sus Papas, personajes que en su mayoría duraban en ese Poder Temporal en reemplazo de Dios en la Tierra, lo que demoraba su sucesor en asesinarle, complotar con algunos Obispos y Cardenales contra su mandato o conseguir su extradición con ayuda de sicarios y de algún monarca ambicioso. Pero al mismo tiempo, esta mística unitaria de unificación territorial, religiosa y política desarrolladas por Fernando e Isabel, junto a la creciente capacidad marítima de sus puertos estratégicos que concentraban un intenso comercio internacional, fueron fortaleciendo el florecimiento del afán científico y avance industrial de España, hasta convertirla en una potencia emergente, que no lograba despegar como buscaba, para conseguir mayor prosperidad, porque sus tentativas de llegar a las Indias por el Oriente hasta el momento habían fracasado. Pero por sobre todo, España estaba obligada a no quedar fuera de la Ruta de las Especias, porque sus competidores marítimos portugueses, habían descubierto una nueva ruta comercial siguiendo la costa de África hacia el sur, que abrió ricos mercados y el acceso al ambicionado contacto con Las Indias y el mundo asiático, creando un gran imperio comercial cerrado a la competencia española. Cristóbal Colón, un oscuro marino de antecedentes poco claros que decía ser genovés, había insistido en varias oportunidades ante Juan II de Avis, el famoso rey de Portugal apodado El Príncipe Perfecto, sobre un proyecto expedicionario que aseguraba abriría una nueva ruta a las Indias, no por oriente sino por occidente, que evidentemente de ser cierto, acortaba considerablemente el 70


actual derrotero que circundaba África, pero tal proyecto había sido desestimado en 1484 por recomendación de la comisión especial que asesoró a Juan II, quienes lo consideraron inviable. Dos años después en 1486, se trasladó a España e inició gestiones para que su proyecto fuese conocido por los Reyes Católicos, pero tal cual le ocurrió en Portugal, una Junta de Sabios, que examinó su presentación, emitió un juicio negativo. Mucho riesgo e inversión para un proyecto carente de fundamentos reales. En 1492, seis años después de esta negativa y ocho años desde que había hecho lobby en Portugal y España y se dice que también en la corte francesa e inglesa, la reina Isabel le hizo llamar a palacio. ¿Qué pudo haber ocurrido para este cambio de actitud de los reyes, de escuchar a Colón después de tanto tiempo? ¿Y no solo escucharle, sino aceptar todos los términos exigidos, que se dejaron por escrito en las llamadas Capitulaciones de Santa Fe que se firmaron el 17 de abril de 1492? Es preciso tener en cuenta que lo otorgado por los reyes españoles a Colón fueron Concesiones y Poderes extraordinarios que nunca antes ni después fueron igualados por otros expedicionarios, descubridores o peticionarios. En este documento, al mismo tiempo que se deja muy claro que los reyes de Castilla son los señores de lo que se descubra, cabe destacar en primer lugar el título que se da a Colón, de Almirante Mayor de la Mar Océana, de todas las islas y tierras que se descubran. Se le concede también el privilegio de que este título sea hereditario. Recibe también el título de Virrey y Gobernador General de todas las tierras e islas que se descubran en esa zona. En un primer momento estos cargos no son hereditarios, pero Colón consigue que se lo concedan y en 1479 obtiene una autorización 71


para constituir un mayorazgo o feudo de progenitura para sus bienes, vasallos, herencias y oficios perpetuos. Se le otorga el derecho de Terna, la presentación de una lista de tres candidatos para todos los cargos que nombrara, de los que los reyes elegirían el que les pareciera más adecuado. Colón consigue, por lo tanto, reunir en su persona dos de los títulos más importantes que existían en Castilla en ese momento, el de Virrey y el de Almirante. Esto implica, por parte de los Reyes Católicos una enajenación de poderes propiamente señoriales, algo que no solían hacer, ya que siempre habían intentado preservar la autoridad monárquica. Respecto a las cuestiones económicas, el Almirante se llevaría el diezmo (10%) de todos los productos de las nuevas tierras, quedando el resto para los reyes. Se le pide asimismo a Colón que pague la octava parte de los gastos de la expedición, recibiendo él a cambio la misma proporción de los futuros beneficios comerciales. Finalmente se le encarga que en caso de disputas o pleitos a causa de las mercancías, se encargue él personalmente o su teniente de solucionarlos.

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Es importante destacar que en documento anexo de fecha 17 de abril, se incluyeron pasaportes y cartas credenciales para los príncipes de Oriente; una carta presentación para los príncipes cristianos que pudiera encontrarse, otra para el Gran Khan que reinaba en China, ya que las tierras a visitar estaban bajo su imperio y una merced del título de “don”, una distinción muy especial que solo tenían los reyes y algunos selectos hombres del reino. Con relación a este asunto, el profesor Juan Manzano en su obra "Cristóbal Colón, Siete años decisivos de su vida" 1485-1492 relata: “El don era un título honorífico y de dignidad que antepuesto solamente al nombre, no al apellido, se otorgaba en aquella época a contadas personas, aun de las más alta nobleza. Lo usaban los reyes y los miembros de su familia, también los nobles de elevado rango y sus descendientes. Era muy codiciado en aquel tiempo, y solía concederse en casos excepcionales, para premiar eminentes servicios a la Corona”. Había también otras provisiones menores, como una orden a los vecinos de Palos de la Frontera, para que pusieran a disposición de Colón las dos Carabelas, que estaban obligados a pagar, por no haber servido a los reyes como debían y un seguro, para que pudieran enrolarse en la expedición quienes tuvieran delitos pendientes. Según la versión oficial, este cambio de actitud de Isabel y Fernando, fue porque la guerra de Granada había terminado y Castilla no tenía más tierras que conquistar en la Península. Los turcos otomanos cerraban las rutas comerciales en el Mediterráneo oriental y los portugueses impedían la navegación por el sur de África. Por tanto, los españoles tenían sólo una opción: navegar hacia el oeste como proponía Colón. Pero esa versión, siendo plausible carece de lógica, ya que si fue decisión de la corona explorar hacia el oeste para buscar nuevas tierras o rutas marítimas hacia Indias, no necesitaba a Colón para ello. Recordemos que poseía una flota de barcos considerados bastante veloces y modernos y muchos capitanes avezados. ¡Y aventureros, mercenarios y piratas que conocían todas las latitudes en busca de fortuna, sobraban! Además ya vimos que Colón presentó una mala idea, técnicamente indefendible, que para realizarse no solo precisaba del cien por ciento de los recursos que debían ser solventados por el reino, sino prebendas honoríficas y 73


porcentajes altísimos, que Isabel de Castilla y Fernando de Aragón desestimaron desde el primer momento. Muchos costos para una promesa vaga. Para intentar contestar esta pregunta de un cambio de actitud tan radical de los soberanos de Castilla nos enfocaremos al análisis de dos situaciones: La primera de ellas la encontramos en el prólogo de la citada declaración de Capitulaciones de Santa Fe, que dice textualmente: “Las cosas suplicadas e que vuestras Altezas dan e otorgan a don Cristóbal Colón en alguna satisfacción de lo que ha descubierto en las mares oceánicas y del viaje que ahora con la ayuda de Dios ha de hacer por ella en servicio de vuestras majestades son las que siguen..." Una primera lectura, deja ver cómo Colón ha suplicado se le conceda una serie de derechos o mercedes. Los Reyes proclaman haber aceptado por una doble razón: satisfacerle por lo que había descubierto y, mediante esas mercedes, hacer posible el viaje que, con la ayuda de Dios, se esperaba de nuevo hiciera.

Es decir, Colón ya antes había estado en unas tierras lejanas y desconocidas por los europeos, lo que no dijo en sus primeras presentaciones, pero que apenas fue 74


revelado a la reina y ya veremos de qué manera, ésta comprendió que ésta era una gran oportunidad para Castilla, tanto para tener un camino distinto al de los portugueses para llegar a las Indias y Asia, como porque si no utilizaban a Colón, éste vendería la idea, como intentaba, a otros reinos, Portugal, Francia o Inglaterra. Además Colón, al serle exigido presentó pruebas; un mapa, donde se señalizaba la presencia de estas tierras, la forma en que había obtenido la información que le llevó a conocer tal descubrimiento y un estudio donde constaban los tiempos aproximados para llegar a esta posesión, este último con el que los sabios de la Corte no estaban de acuerdo porque lo encontraban equivocado, en la forma de hacer los cálculos y en la distancia estimada, pero que Colón defendía fervientemente. Colón se basaba en que la tierra tenía una circunferencia de 29.000 km, según la "medición" del sabio griego Posidonio (Colón estaba equivocado pues este astrónomo postuló que la medida de la circunferencia terrestre sería de alrededor de 240.000 estadios (aproximadamente 44.000 km). y la medida del grado terrestre de Ailly, sin considerar que éste hablaba de millas árabes y no italianas que son más cortas de modo que cifraba esa circunferencia en menos de las tres cuartas partes de la real, que por otro lado era la aceptada científicamente desde tiempos de Eratóstenes, cuya teoría, ahora lo sabemos también contenía yerros. Como resultado de lo anterior, según Colón, entre las Canarias y Cipango (Japón) debía haber unas 2.400 millas marinas, cuando, en realidad, hay 10.700. Pierre d'Ailly (1351-1420) fue un geógrafo y teólogo francés que escribió un tratado cosmográfico en 1410, “La imagen del Mundo”. La teoría de la Imago Mundi planteaba que existían cuatro continentes, dos en el norte y dos en el sur, o bien, vistos desde otra perspectiva, dos en el este y dos en el oeste. Esto daba como resultado, uno al norte que era Europa, y otro al sur que era África, ambos en el lado este del globo. Del lado oeste, se encontraba solo otro continente al norte que era Asia; por lo tanto la otra extensión de tierra debía encontrarse al sur. Es por esto que Colón consideraba que había navegado en aguas australes, es decir, al sur del ecuador, pues tenía idea de haber llegado al sur de Asia). 75


Y el segundo elemento, tiene que ver con lo que el mismo Colón relataba a sus amistades y que también dijo ante la Comisión que asesoraba a los Reyes Católicos, recogidos en la frase “Me abrió Nuestro Señor el entendimiento con mano palpable a que era hacedero navegar de aquí a las Indias, y me abrió la voluntad para la ejecución de ello. Y con este fuego vine a Vuestras Altezas”. A este respecto, de antiguo se comentaba y era tema de los cronistas de la época, que a Colón, en los tiempos en que viajaba incesantemente como marinero al servicio de naves comerciales y algunos decían que como pirata, entre las islas Madeira, Azores y Canarias, “algo” le sucedió; un acontecimiento extraordinario y trascendental que él siempre manifestaba como “milagro evidentísimo”. 76


Los defensores de la idea de un pre descubrimiento de América, que ahora se sabe es totalmente efectivo, pues hay noticias valederas que confirman la presencia en estas tierras de muchos expedicionarios de varios sectores del planeta, sostienen que ese “algo” repentino y milagroso fue que de alguna manera tuvo una información precisa de unas tierras al otro lado del océano, con detalles de sus paisajes, habitantes y distancias, tejiéndose al respecto la teoría “de un piloto anónimo, al que una tormenta arrojó sobre sus playas, el que cuando pudo regresar, después de muchas penurias, se encontró con Colón a quien reveló la historia antes de morir. O bien Colón llegó a esa latitud y fue él mismo el náufrago. Colón, a partir de ahí, convencido que había sido escogido por la providencia para la misión de descubrir tales tierra y lograr de paso su fortuna, había comenzado a elaborar su proyecto, estudiando todos sus ángulos teóricos, las teorías de diferentes sabios y las afirmaciones de la Biblia, articulándolo de tal forma, que convenciera a los mejores expertos de los reinos europeos, donde pensaba encontrar apoyo y recursos. En 1985, en varios reportajes, el conocido historiador Español Nectario María, publicaba que el verdadero descubridor del Nuevo Mundo fue ALONSO SÁNCHEZ DE HUELVA. Allí nos dice que este fue un náufrago a quien una tempestad lanzó a las costas de la hoy América. Recientemente otro historiador, Mariano Fernández Urresti, acaba de publicar una biografía sobre el Almirante Colón, un tanto peculiar titulada: "Colón, el Almirante sin nombre", donde pone en duda que fuera Colón el descubridor del Nuevo Mundo. Este marinero Alonso Sánchez de Huelva, según las crónicas natural del pueblo de Huelva, ha sido un personaje oculto durante siglos por la historiografía colombina, pero no porque su historia les sea desconocida, ya que casi al unísono de las menciones que los estudiosos y expertos recogieron de la vida de Colón, ya estaba en el tapete la legitimidad del descubrimiento. El fraile dominico Bartolomé de las Casas (1484-1566) fue uno de los autores más significativos que dio carta de naturaleza al personaje, rebajando en parte, aunque sin pretenderlo, el mérito de Cristóbal Colón :

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“Díjose que una carabela o navío que había salido de un puerto de España (no me acuerdo haber oído señalar el que fuese, aunque creo que del reino de Portugal se decía) y que iba cargada de mercaderías para Flandes o Inglaterra, o para los tratos que por aquellos tiempos se tenían, la cual, corriendo terrible tormenta y arrebatada de la violencia e ímpetu della, vino diz que a parar a estas islas y que aquesta fue la primera que las descubrió. Que esto acaeciese así, algunos argumentos para mostrarlo hay (…)”. En realidad, Las Casas no fue el primero que nos habló de él. La paternidad del piloto misterioso habría que atribuírsela a otro historiador sobresaliente, Gómez Suárez de Figueroa, llamado el Inca Garcilaso de la Vega, quien se la habría oído contar a su padre, servidor de los Reyes Católicos. En el capítulo III de sus comentario reales (1609), el inca presentaba una minuciosa reconstrucción de los hechos: “Cerca Del año de mil cuatrocientos y ochenta e cuatro, uno más o menos, un piloto natural de la villa de Huelva, en el condado de Niebla, llamado Alonso Sánchez de Huelva tenía un navío pequeño (…) atravesando de las Canarias e la Isla de la Madera, le dio un temporal tan recio y tempestuoso (…) Fueron a parar a casa del famoso Cristóbal Colón, genovés, porque supieron que era gran piloto y cosmógrafo, y que hacía cartas de marear. (…) por mucho que Cristóbal Colón les regaló, no pudieron volver a sí, y murieron todos en su casa, dejándole en herencia los trabajos que les causaron la muerte; los cuales aceptó el gran Colón con tanto ánimo e esfuerzo, que habiendo sufrido otros tan grandes, y aún mayores, pues duraron más tiempo, salió con la empresa de dar el Nuevo Mundo y sus riquezas a España” En las cartas pastorales escrita por el obispo de Calahorra y la Calzada, D. Pedro de Lepe y Dorantes, natural de Huelva, allá por el año 1721, se hace constar en su página 21 lo siguiente: “Se trata del famoso piloto Alonso Sánchez de Huelva, que descubrió las Indias, y las señaló al famoso Christóval Colón. Ha sido reñidísima esta cuestión, sobre 78


quién fue el primero, que las descubrió. Pudiera hablar con extensión sobre este punto, y referir la variedad de pareceres; pero me ceñiré, y estableceré, que fué el referido piloto". Francisco López de Gomara, (1511-1566) historiador y eclesiástico español, en su libro: "Historia General de las Indias", página 39, también nos habla de un piloto que decía haber estado en el Nuevo Mundo, pero que encontrándose en apuros de dinero, logro que Colón lo acogiese en su casa, de donde no salió con vida. Colón se apoderó de todas las observaciones, planos, mapas e investigaciones dejadas por el piloto en cuestión. Fernández de Oviedo, también nos habla en su libro "El Secreto de Colón", de un Protonauta o piloto desconocido a quien Colón asesinó y robó. Joaquín Trincado, en su libro: "Primer Rayo de Luz", página 23 nos dice lo siguiente: "El mismo descubrimiento de este nuevo mundo, acusa que no hay misterio en la naturaleza. En cambio, hay misterio en el descubridor, que no fue Colón; y si no fuera por su avaricia y crimen, América estaría descubierta algunos años antes. El viaje primero de las Carabelas no es el que rompe el misterio. Y lo demuestra la ruta que el marino trazó en aquel su primer viaje con el pendón de Castilla." Existen a la par de las versiones mencionadas, decenas de escritos y testimonios de muchísimos otros investigadores que a lo largo de cuatro siglos han aportado su opinión certera, que por razones de espacio no es posible colocar aquí, salvo un pequeño resumen. Preguntado Fray Dr. Gaspar da Madre de Deus sobre sus conocimientos respecto al verdadero descubridor de América, expresa: “Me ordenan que diga en qué año se descubrió las Américas y el Brasil, y cómo estoy obligado, diré lo que sé. Una tempestad horrorosa obligó a Alonso Sánchez a correr por mares antes nunca navegados, hasta un punto…”. Onofre Antonio de la Barreda dice: “una vez descubiertas las nuevas tierras, marcó las señas, reguló las singladuras por el rumbo que había navegado con temporal, tomó la altura con astrolabio, fijó la estrella de nuestro Polo por cotejarla con la del Sol. Era persona de talento…”. 79


Rodrigo Caro es contundente al afirmar que: “Fue natural de Huelva el primer hombre que descubrió las Indias de Poniente, llamado Alonso Sánchez de Huelva, el cual, llevando con un barco grandes mercancías a las Canarias, llegado cerca de aquella isla, fue arrebatado con un viento tan deshecho que en 17 días lo puso en las Indias…”. Francesco Gonzaga: “Ocurrió en casa de Cristóbal Colón –oriundo de Génova, y peritísimo en el arte de la navegación- murió cierto extraordinario navegante que dejó en manos e aquél algunos escritos. Su lectura despertó en Colón, que sabía mucha astronomía, la ambición de explorar mundos desconocidos…”. Pedro de Mariz: “…Colón tuvo tanta suerte que en su casa se hospedaron los marineros que en la nave todavía venían todavía vivos; los cuales, viendo que su huésped era sabedor de las cosas marítimas y práctico en cuestiones de navegación y comprendiendo que estaban a un paso de la muerte (para gratificarle la buena acogida que les hiciera u obligados a ello como algunos sospechan, le revelaron el lugar de dónde venían y todas las tierras que habían descubierto y de qué modo y por donde se podría navegar hasta ellas; y la enorme riqueza de que aquellas tierras eran abundantísimas; e incluso otros informes que necesarios les parecieron para el intento de redescubrirlas”. Igualmente el Dr. D. Bernardo Alderete, natural de Málaga, y canónigo de Córdoba, en su obra “Varias Antigüedades de España” impresa en Amberes en 1614, hablando de los descubridores de las Indias, dice así: “Siendo cierto, que el primero, que dio noticia a Crhistóbal Colón del nuevo mundo, fue Alonso Sánchez de Huelva, marinero natural de Huelva…” Sobre el mismo origen de Colón hay muchas dudas. Para el historiador e investigador Aarón Goodrich, autor del libro “A History of the character and achievements of the socalled Christopher Columbus”, publicado en el año de 1874 afirma: “Cristóbal Colón ni fue hijo de Domenico, ni genovés, ni siquiera Cristóbal Colón, sino un tal Giovanni o Zorzi, compañero de Colón “el Joven” (cuyo nombre tampoco era este, si no Nicolo Griego), que tomó éste sobrenombre de Colón o Colomo, y se distinguió como pirata y negrero; que con el nombre usurpado de Colón se casó con la portuguesa Felipa Muniz de Perestrello, y, domiciliado en la isla de Madera, se apoderó de los mapas y documentos del náufrago Alonso Sánchez de Huelva, marino a quien una tempestad furiosa había arrojado a las costas de América…”. 80


Estos contundentes indicios y testimonios, separados por años entre sí y de varios historiadores serios, que investigaron diferentes fuentes de información, componen y se ajustan a la siguiente versión de la usurpación y de cómo Colón se habría apoderado de mapas y datos, alrededor de los cuales tejió su proyecto de nuevas tierras. ALONSO SANCHEZ DE HUELVA, español, capitán de una embarcación pesquera en cuya tripulación se contaba a Cristóbal Colón fueron empujados por la fuerza de un vendaval, desde las costas de Galicia donde desarrollaban su actividad, hasta una costa desconocida, una isla poblada por nativos, que los reciben amistosamente. Allí reparan su embarcación, dibujan planos del lugar, fijan su localización y deciden intentar el regreso a Galicia después de trazar una carta marina que piensan los hará desandar el camino recorrido. Pero seis de los marinos no quieren arriesgarse y prefieren quedarse en la isla que luego sería denominada La Española por el mismo Colón. Solo éste y Sánchez se animan a la aventura. Apenas pudieron, se hicieron otra vez a la mar y con la guía de la posición de las estrellas, la carta marina que llevaban y la pericia de Sánchez de Huelva, consiguen su objetivo. Más Colón, percatándose de la importancia del documento, que se ajusta a sus codiciosos planes de hacerse prontamente rico y famoso, asesina a su patrón y se apropia del mapa y las notas trazadas en él, que luego le servirá para orientarse en una nueva travesía. Sabe que las tierras encontradas y de las que puede decir que es el descubridor, le traerán honores e inagotables riquezas. Consumado su crimen, desvía la pequeña embarcación hacia Lisboa donde se finge italiano, diciendo ser genovés y espera pacientemente ser recibido por Juan II el Rey de Portugal, a quien espera convencer para que le proporcione lo que precisa para una expedición, entrevista que finalmente ocurre en 1484. 81


El Rey rechazó este proyecto, ateniéndose al informe contrario presentado por una junta de peritos, que determinan que es muy vago y costoso, que además ellos ya tienen incursiones positivas bordeando África, amén que en esos mares desconocidos, según afirmaban algunos dogmas religiosos apoyados por antiguas leyendas de marinos, había gigantescas piedras imantadas en el fondo del mar que hundían los barcos en sus profundidades, y que traspasada la línea del Ecuador, aguas hirvientes que hacían hervir la mar, hacían imposible navegar. Y más aún, que este viaje aparte de ser una locura, las recompensas exigidas por Colón eran desorbitadas. Decepcionado, decide probar en la Corte española, pero allí lo tramitan por seis años y le dicen finalmente que no aceptan su proyecto, lo que lo sume en una profunda depresión. Su única actividad de trabajo es hacer cartas marinas, vender libros en las calles y otros trabajos ocasionales. Pobre y obligado por el hambre, recurre al favor y la caridad de los conventos religiosos. En particular logra buena acogida en el de Santa María de la Rábida, donde los monjes franciscanos se convierten en sus confesores y protectores. En un arrebato y mientras se confesaba, relata su crimen a los frailes Juan Pérez y Antonio de Marchen, quienes se hacen con las cartas de navegación. Los monjes guardan el secreto de este crimen y los documentos que prueban que la versión de Colón es cierta. No lo denuncian a la autoridad ni cuentan la aventura porque consideran que es una herejía contraria a lo que la Biblia dice de la Tierra, pero una vez finalizada la Guerra de Granada y en conocimiento que Colón junto a su hermano Bartolomé barajan vender esta información a Francia o Inglaterra, movidos por un sentido patriótico y a la vez por el dominio para la iglesia que representaría el descubrimiento, fray Juan Pérez, que había sido confesor de la reina le escribió y luego el propio fraile Antonio de Marchen, se entrevista con Isabel la Católica, quien con semejantes documentos comprendió el total éxito de la expedición, por lo que inmediatamente mando a llamar a Colón a la Corte, sin consultar a su marido, a quien quiere sorprender con la buena nueva. La reina, por boca del monje Marchen conoce que Colón es judío y asesino confeso, para lo cual, la negociación pasaba por otorgarle impunidad. Convencida que España puede ganar mucho, accede a las condiciones exigidas por Colón, pero a condición que el 90% de las riquezas que consiga, piedras 82


preciosas, especias, oro, esclavos u otro bien que pueda comercializarse, pasará derechamente a poder de la Corona. Solo podrá Colón disponer del 10% restante para montar su expedición y recuperar su inversión una vez que el descubrimiento se oficialice. Por mientras, cuenta con el apoyo y aval de la corona para pertrecharse de lo que necesite y conseguir los empréstitos y financistas a que haya lugar, a costa por supuesto de ese diez por ciento que le pertenece. Por todo esto, esta Capitulación es diferente a todas las demás que le antecedieron o precedieron. Ahora la monarquía, para no tener que dar cuentas de estos pasos, tomó el riesgo solitariamente, con el afán materialista de conseguir capitales frescos para revitalizar la economía. Este era un negocio entre los reyes y Colón. Actuó conforme a ello, como Secretario que firmaba junto al rey su hombre de más confianza Luis de Santángel, el mismo que prestó los dineros, que en verdad no fueron de su bolsillo, sino de las arcas reales. Si la operación resultaba, a Santángel le sería devuelta esta misma cantidad en canjes y favores. Si fracasaba, tendría que reponer este dinero. Por los intereses de Colón firmó fray Juan Pérez. Tampoco intervinieron otros Caballeros o Vasallos allegados a la Corte, siempre dispuestos a servir al rey y de paso conseguir una buena tajada. Los financistas los consiguió Colón y eran de nacionalidad portuguesa. Extraordinariamente, tampoco los reyes aceptaron la asesoría económica de la Iglesia, que siempre fueron los financistas más importantes en todas las incursiones anteriores, eso sí, bajo la prerrogativa que la expedición fuera una misión evangelizadora, llevando el credo cristiano y la palabra de Dios a los infieles. En las cláusulas de esta Capitulación, no hay una sola palabra que mencione el tema religioso y ya sabemos que en la expedición de Colón ni siquiera fue incluido un sacerdote en la tripulación. Curiosamente, los investigadores que construyeron la historia oficial y aquellos que los apoyan, se refieren a estas versiones que ponen en duda que haya sido Colón el verdadero descubridor de América de manera despectiva, descalificando a sus autores y rompiendo lanzas en defensa de la heroica gesta descubridora, que ejemplifica al Almirante como un ser humano dotado de una excepcional inteligencia, vastos conocimientos, ejemplar conducta y una sabiduría excepcional que le permitió descubrir el Nuevo Mundo. 83


Pero en verdad, cualquiera puede apreciar, que esa imagen no corresponde a ese hombre de turbio pasado de quien nadie ha podido establecer quien era realmente, ni reconstruir su años mozos, conocer su nacionalidad, origen, lugar de nacimiento y hasta si Colón es su verdadero nombre. Tampoco le adornan las virtudes con que se le viste. Colón es un autodidacta, sin estudios ni conocimientos sólidos en ninguna rama de las ciencias, que solo aprendió la experticia marinera en el transcurso de largos años como pirata y esporádicamente en barcos mercantes. Lo que se sabe de su vida, refleja a una persona de bajos instintos, codicioso, audaz, marrullero, egoísta y personalista, que estaba profundamente equivocado en su teoría que era llegar a Las Indias, como también en los cálculos y mediciones que siguió. Su única fortuna fue chocar contra las islas caribeñas de Las Bahamas, merced al cambio de rumbo sugerido por Alonso Pinzón. De otra manera no solo no habría llegado a esas islas, sino que habría sido asesinado por su furiosa tripulación y posiblemente también el resto de los pocos españoles que la constituían. Tan equivocado y obnubilado estaba por su ceguera conceptual y su sed de riquezas, que ni siquiera fue capaz de darse cuenta que se encontraba en un continente desconocido y que, aunque casualmente, lo había descubierto. Estas discrepancias solo tienen efecto en destacar la usurpación efectuada por Colón, al ocultar celosamente el origen de los mapas y el basamiento de su proyecto. Posiblemente ello obedece a que estos críticos no se percatan de lo ridículo que significa omitir hechos reales basados en testimonios de importantes personajes de la época. ¡Cómo puede ser posible que algunos párrafos del Obispo Bartolomé de las Casas por ejemplo, insertos en el mismo contexto de su Historia de Las Indias, sean recogidos como respaldo histórico de la versión oficialista y otros, rechazados despectivamente. Y como su caso, el de muchísimos respetables historiadores y escritores del pasado. ¿Acaso han olvidado estos "historiadores", que la historia se compone principalmente de las versiones y apuntes de quienes fueron sus testigos presenciales, de sus visiones, que aunque sean críticas corresponden al pensamiento de la época y no de la interpretación antojadiza y selectiva que los 84


llamados expertos modernos realizan desde un diván de sus casas? Fray Bartolomé es fiable como pocos, justamente porque toda la documentación original del Almirante se perdió, fue robada o quitada de circulación y la que existe, son copias del Archivo de Indias o recogida de los apuntes.... de Bartolomé de las Casas, que fue aparentemente el único que tomó la precaución de copiarlas desde los originales para la confección de su obra, cuando todavía no habían sido sustraídas por aquellos que estaban precisamente interesados en mostrar "su versión oficial". Como se aprecia, todos los testimonios concuerdan en que Alonso Sánchez de Huelva murió en la casa de Cristóbal Colón después de entregar los documentos que le permitirían posteriormente arribar al Nuevo Mundo. Y esta versión es la única que se ajusta para entender la parafernalia de equívocos, imprecisiones y mentiras sobre los hechos y la personalidad de Colón. Cuando Sánchez muere es enterrado en una fosa común, su nombre olvidado y su hazaña ocultada. El francés Michelet afirma: “La Historia es una resurrección” y, quizás, para Alonso Sánchez de Huelva, ésta sentencia sea verdadera. En la ciudad de Huelva, como mudo testigo de esta historia soterrada, se levanta una estatua del marino. Al pie de la estatua, bajo el escudo de la Ciudad, figura la inscripción siguiente: AL MARINO ALONSO SANCHEZ DE HUELVA PREDESCUBRIDOR DEL NUEVO MUNDO. Tomado de: http://editoremancipado.blogspot.pe/2010/09/descubriendo-cristobalcolon.html http://editoremancipado.blogspot.pe/2010/10/descubriendo-cristobal-colonparte-2.html

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AMÉRICA: ¿ENCUENTRO

JOSÉ MORALE

El descubrimiento de América es un proceso social que tiene su momento estelar el 12 de octubre de 1492. Sin embargo, frente a esta aseveración ha surgido una corriente de pensamiento que propone otra denominación para el gran acontecimiento, argumentando que antes de Cristóbal Colón llegaron otros pueblos al continente que hoy se conoce con el nombre de América. En efecto, hay muchas teorías, hipótesis y leyendas sobre los supuestos predecesores de Colón, siendo, la mayoría, simples conjeturas basadas en la interpretación de textos, frases y nombres geográficos. Una de esas curiosas elucubraciones es la que considera que América fue poblada en una primera etapa por una colonia desgajada de la Torre de Babel. La segunda etapa de ese poblamiento se habría producido con personas escapadas de Jerusalén después de la destrucción de la ciudad en tiempos de Sedecías, último rey de Judá. Dejando a un lado esas con-


O O DESCUBRIMIENTO?

ES MANCHEGO

jeturas, resulta que los predecesores reales de Colón fueron los vikingos, los cuales colonizaron la costa nororiental de Norteamérica, sin mayores consecuencias. Con base en esta teoría, apoyada en los hallazgos arqueológicos del siglo XX, se puede decir que antes de Cristóbal Colón llegaron a América otros exploradores; pero históricamente se considera que el descubrimiento de América se llevó a cabo el 12 de octubre de 1492, porque en ese momento la llegada de los españoles y de otros pueblos cobró la trascendencia de un verdadero hecho histórico. Ahora bien; ¿Qué es un hecho histórico? No se necesita ser muy perspicaz para saber que la vida humana está constituida por una infinidad de hechos sociales, muchos de los cuales son intrascendentes. Sin embargo, hay hechos sociales que toman características especiales para el devenir de la sociedad. Cuando esto sucede estamos ante un hecho histórico. Por ejemplo, el matrimonio


de dos personas comunes y corrientes es un hecho que no tiene mayor trascendencia histórica. Pero si se trata de un matrimonio como el de Femando de Aragón e Isabel de Castilla, se registra como un hecho histórico, porque ese matrimonio jugó un papel esencial en la unificación de los reinos de Castilla y Aragón, lo cual fue de mucho valor para la empresa de Conquista y Colonización de América. Algo parecido sucedió con el paso de Julio César por el Rubicón, ese pequeño río de los Apeninos, que separaba a Italia de la Galia Cisalpina. Resulta que César, procónsul de las Galias, a pesar de la prohibición del senado romano, cruzó el riachuelo con sus tropas en el año 49 a. de J. C. Ese fue el momento en que César pronunció su famosa frase: "Alea jacta est" ("La suerte está echada") y emprendió la marcha sobre Roma y la guerra civil contra Pompeyo. Pero lo importante del ejemplo es mostrar que el acontecimiento del cual se ocupa la historia es "el paso de Julio César por el Rubicón". Sin embargo, César no fue el primero en pasar el Rubicón. Antes de él ya lo habían pasado muchas personas, por tratarse de un riachuelo sin ningún peligro. No obstante, la historia no se ocupa de las personas que lo pasaron antes, sino del paso de Julio César, porque ese paso fue de trascendencia histórica. Es, mutatis mutandis, lo que ocurre con el descubrimiento de América, hecho que franqueó los límites de su contorno espacial y de su propia temporalidad para incrustarse en otros espacios y en otros tiempos. No se niega que antes de los españoles llegaron otras personas a lo que hoy es América, pero el descubrimiento como hecho histórico se produjo el 12 de octubre de 1492, como culminación de un proceso complejo en el cual se fueron madurando las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales, hasta tal punto que ya se habían superado las ideas de Tales, quien creía que la Tierra rotaba en el agua como una galleta. Para ese momento histórico se había desarrollado bastante la navegación, y el naciente capitalismo estaba ávido de oro, de encontrar nuevas rutas comerciales y de explorar nuevos territorios. No se puede ser tan simplista al definir el descubrimiento por los que llegaron primero. Ni es de los buenos entendedores de las ciencias 88


sociales decir "el mal llamado descubrimiento", simplemente por una tardía indignación histórica o una hipercrítica masoquista. Es necesario comprender que el cambio de las palabras no cambia la esencia de las cosas. Es más, las categorías de cualquier ciencia no se caracterizan por su forma, sino por su contenido. De ahí que todo el mundo sabe que la palabra átomo significa indivisible. Así lo consagró la filosofía de la antigua Grecia; así lo afirmaba Demócrito 400 años antes de Cristo; y así fue entendido durante mucho tiempo por los sabios de la humanidad. Pero a finales del siglo XIX, la Ciencia estableció que el átomo está integrado, a su vez, por numerosas partículas. Sin embargo, los científicos de hoy no dicen "el mal llamado átomo". Ellos lo denominan respetuosamente átomo, y tienen bien claro que no es una partícula indivisible. Decir descubrimiento de América no quita que este acontecimiento esté colmado de injusticias y de agravios para los pueblos que sufrieron la conquista y colonización. La utilización del término "descubrimiento" no es mejor ni peor que el de "encuentro". No olvidemos que esos dos vocablos también vinieron con el conquistador. Si usamos uno o usamos otro, de todas maneras, como decía Pablo Neruda, "se llevaron el oro y nos dejaron las palabras". En síntesis, la idea de rechazar el 12 de octubre de 1492 como la fecha del descubrimiento, nace porque se mira el gran acontecimiento como un hecho aislado y fortuito, desprovisto de toda su sistémica compleja. El descubrimiento de América es un proceso que tiene su momento estelar el 12 de octubre en Guanahaní, cuando la bota española se posó en las arenas del Nuevo Mundo. Y ese hecho histórico del descubrimiento, por Cristóbal Colón, es el que nos debe ocupar, estudiándolo y analizándolo para comprenderlo en toda su dimensión histórica, con sus aspectos positivos y negativos, sin dejarnos arrastrar por la Leyenda Negra o la Leyenda Rosa, dos enfoques que conducen al fanatismo sobre la conquista y colonización de América. http://luzmasonica.blogspot.pe/2009/06/articulos-periodisticos.html

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Celebrando el Genoci América por Cr

Irwin O

“En 1492, los nativos descubrieron que eran indios, descubrieron que vivían en Estados Unidos, descubrieron que estaban desnudos, descubrió que existía el Pecado, descubrieron que debían lealtad a un rey y reino de otro mundo y un Dios de otro cielo, y que este Dios había inventado la culpa y el vestido, y que había sido enviado para quemar vivos a quienes adoran al Sol, la Luna, y la Tierra y la Lluvia que los moja”. Eduardo Galeano Los Hijos de los Días - pag.198


idio - La Conquista de ristóbal Colón

Ozborne

Un buen amigo mío, un miembro de la República de los Lakota, tiene una reunión con el director de la escuela primaria de su hijo, que atiende el primer grado. Al parecer, su hijo de seis años de edad, estaba siendo desafiante en el aula. ¿Cuáles fueron estas acciones desafiantes? Bueno, cuando su profesor le explica el Día de Colón y rinde homenaje al marinero valiente que descubrió esta tierra en 1492, tenía un par de preguntas para el maestro:


  

quería saber cómo era posible que él "descubriera" una tierra en la que sus antepasados habían vivido durante 30,000 años quería saber qué le pasó a toda la gente que vivía aquí en 1491 quería saber por qué estaba siendo honrado el hombre responsable de la invasión de su tierra natal y el sacrificio de sus antepasados

Me hubiera encantado ser sólo una mosca en la pared de esa reunión con el director de la escuela primaria.

Cristóbal Colón NO descubrió América Allí está, ya lo dije... Lo primero que se nos ha dicho en nuestra primera infancia es una fabricación completa de la verdad. Pero, esto es sólo el comienzo de las atrocidades secretas que dieron forma a nuestra nación que conocemos hoy en día. La conquista española de las Américas, precedidas por el "descubrimiento" de Colón dieron lugar a la asimilación de masa, violar, matar, esclavizar, y la intención de acabar con todo pruebas de más de 100 millones de personas indígenas a la tierra. Estas atrocidades incluyen:        

Trabajos forzados Secuestrar a niños venderlos al comercio sexual de tan sólo nueve años de edad Violación en masa de mujeres y niños Amputado de miembros si no producían lo suficiente Enterrados vivo o quemados vivos si se resistían a las demandas de los conquistadores Ofrecer recompensas en efectivo para el cuero cabelludo de los hombres, mujeres y niños como prueba de asesinato Difundir intencionalmente la enfermedad de la viruela por medio de la guerra biológica Forzar la retirada de casas y tierras en pequeñas reservas con circunstancias inhabitables 92


 

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Marcha a la muerte de más de un mil millas a estas reservas, en el que si usted no podía continuar el paseo se quedaba allí a morir y era incapaz de ayudar a morir a miembros de la familia En estas mismas reservas que eran "reservadas" para los pueblos indígenas, una vez que esta tierra fue considerada valiosa, el acuerdo era roto y se veían forzados a moverse nuevamente. Todos los 370 tratados firmados entre el Gobierno de Estados Unidos y las naciones indígenas fueron rotos por los Estados Ejecución pública de los que no seguían las órdenes Asesinar a los niños estrellándolos contra piedras y troncos de árboles Cortar y abrir el vientre de la mujer embarazada en exposición pública como burlándose de los que no obedecen Etiquetarlos como salvajes hostiles si no eran totalmente obedientes en el cumplimiento de los opresores Estos mismos asesinatos masivos son etiquetados como héroes después de barrer a través de pueblos y masacrar a civiles desarmados Secuestrar sistemáticamente a todos los niños y obligarlos a un sistema de internado en el que son sexualmente molestados, golpeados, donde se les prohíbe hablar la lengua nativa y se les lava el cerebro para llegar a ser "americanizados" No se les tituló ciudadanía en su propia tierra hasta 1924 No fueron incluidos en el acto inicial de los derechos civiles; no recibieron igualdad de derechos hasta 1968 No se les permitió practicar su propia religión hasta 1978 En la década de 1970 la asistencia a estos brutales internados alcanzó su punto máximo y no fue hasta 1975 que el Gobierno de los Estados Unidos enfatizó la reducción de los internados, finalmente cerrando la mayoría de ellos en los años 1980 y 1990. En 2007, todavía había 9,500 niños indios americanos en los internados El estilo de vida tradicional era burlado y ridiculizado en los medios de comunicación y en el aula – era socialmente aceptable la discriminación Alteraron su historia al ignorar y negar la verdad durante los últimos cuatro siglos.

Estas fueron las políticas de nuestro gobierno, los Estados Unidos de América, y/o del Papa de la fe Católica. 93


Esto no fue hecho por extraterrestres del espacio exterior. No, fue hecho por extranjeros del Este. Entraron ilegalmente en un terreno ocupado por la fuerza para someter y exterminar a las civilizaciones que habían existido durante 30,000 años.

Un mapa de los territorios tribales de indios de América del Norte en el momento de la llegada de Colón.

El Holocausto americano Marchas de la muerte de mil- millas, campos de concentración, asimilación forzada, asesinatos en masa por inanición/enfermedad, obligados a cambiar de cultivos/creencias... todo esto suena familiar. En el libro de John Toland "Adolf Hitler - La biografía definitiva", comenta sobre la admiración del furor del Genocidio americano: El concepto de Hitler de los campos de concentración, así como la viabilidad del genocidio debe mucho, por lo que afirmó, a sus estudios de inglés e Historia de los Estados Unidos. 94


Él admiró los campamentos de prisioneros Boer en Sudáfrica y para los indios en el Lejano Oeste; y a menudo elogiaba a su círculo íntimo la eficiencia de la exterminación de los Estados Unidos - por el hambre y el combate desigual - de los salvajes rojos que no podían ser domesticados por el cautiverio Él estaba muy interesado en la forma en que la población indígena había disminuido rápidamente debido a las epidemias y el hambre cuando el gobierno de Estados Unidos los obligó a vivir en las reservas. Pensó que las migraciones forzadas del gobierno americano de los indios a grandes distancias sobre la tierra árida de reservas era una política deliberada de exterminio. De cuánto Hitler tomó el ejemplo americano de destrucción de las naciones indias es difícil de decir; sin embargo, se pueden extraer alarmantes paralelos. Desde hace algún tiempo Hitler consideraba la deportación de los judíos a gran "reserva" en el área de Lubin donde su número se reduciría a través de hambre y enfermedades. Pero, eso es una especie de una dura realidad para enseñar a los niños en la escuela primaria. Así que, probablemente podríamos suavizarlo un poco... o cambiarlo por completo.

¿Descubrimiento, invasión o conquista? Descubrimiento se define como la búsqueda de algo en el curso de una búsqueda. La invasión se identifica como una fuerza armada o su comandante entrando en un país / región para subyugar u ocupar. La conquista significa superar y tomar el control de un lugar o de las personas mediante el uso de la fuerza militar. Descubrir técnicamente podría ser aplicado como algo encontrado, pero el problema es que es algo ya había pertenecido a alguien por 30,000 años. Para ponerlo en perspectiva, sólo ha habido 2,014 años desde que Cristo ‘nació’. 95


Eso significa que los primeros pueblos indígenas llegaron a América hace 27,986 años; mientras que los europeos sólo han estado aquí durante 522 años La parte más interesante de la definición de invadir es la palabra "someter" y el hecho de que Colón utilizó esta palabra exacta sobre su primer encuentro con el pueblo Taino: "Ellos... nos trajeron loros y bolas de algodón y lanzas y muchas otras cosas, que intercambiaron por cuentas de vidrio y cascabeles que ellos trajeron. Ellos voluntariamente negociaron todo lo que tenían... Eran bien construidos, con buenos cuerpos y hermosos rasgos... No llevaban armas, y no los conocíamos, porque les mostré una espada, la tomaron por el filo y se cortaron por ignorancia. No tienen hierro. Sus lanzas están hechas de cañas... Serían buenos sirvientes... Con cincuenta hombres podríamos subyugarlos a todos y hacer que hagan lo que queramos. " "Con cincuenta hombres podríamos SUBYUGARLOS y hacer lo que queramos."

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Curiosamente el término subyugar se define como traer bajo la dominación o control, sobre todo por conquista. La conquista es simplemente el acto de conquistar, que está interconectado con nuestro término final. Es indiscutible que el lugar y las personas tomaron el control por la fuerza militar. De hecho, el término exacto en la historia está marcado, "La conquista española." Es evidente que el viaje de Colón pudo haber sido inicialmente un "descubrimiento", pero en su primera impresión de la gente de esta isla se convirtió rápidamente en una "invasión". Después de su muerte, Hernán Cortés y Francisco Pizarro llevaron a cabo las tareas de la conquista de América. Ahora, antes de que usted descarte este artículo como una locura conspiracionista, una publicación antiamericana, por favor entienda que esto es más sobre la búsqueda de la otra cara de la historia. Es acerca de cómo ver el atracado de las naves de Colón el 12 de mayo de 1492, desde el punto de vista de los ocupantes de esa tierra - la perspectiva Taina y arahuaca.

Los Primeros años de Colón Nacido como Cristofor Colombo (Nombre italiano; español: Cristóbal Colón; Portugués: Cristóvão Colombo; y América: Cristóbal Colón) nació en Génova, Italia, en 1451. Creció trabajando en barcos y comenzó a navegar a los 10 años Tras la entrega de bienes al norte de Europa en 1476, a su regreso, su nave fue quemada por un grupo de marineros franceses y nadó hasta la orilla en Portugal. Permaneció en Portugal y comenzó a trabajar para el reino, que tenía la mejor flota del mundo en este tiempo. Durante la Edad Media, los reinos de Europa hicieron su riqueza por el comercio con Asia. Pero en 1453, el imperio turco cortó todas las rutas terrestres, y comenzó la carrera para encontrar una ruta marítima a 97


Asia. Colón navegó a lo largo de las costas de África, comerció con las colonias y el aprendió de las corrientes y los patrones de vientos del Atlántico. En 1487, un diferente marinero portugués Bartolomeu Díaz hizo su camino alrededor de la punta sur de África y descubrió la costa oriental; dando fuerte creencia a una ruta más rápida a Asia por mar. Columbus ya se había creído que el mundo era más pequeño que aquel de la creencia-común en poder en este tiempo. Una vez Díaz hizo este descubrimiento, el deseo de Colón de navegar hacia el oeste se intensificó a medida que había estado buscando patrocinio para un viaje a través del Atlántico ya en 1484. NOTA: Nadie en el siglo 15 creía que el mundo era plano. Esto es una mentira descarada por el sistema escolar estadounidense. El filósofo griego Pitágoras primero hizo esta teoría casi 0,.500 años antes del nacimiento de Colón. Aristóteles, siglo cuarto antes de Cristo, añade más pruebas mediante la observación de las estrellas. Como historiador Jeffrey Burton Russell afirma, "Con pocas excepciones extraordinarias, ninguna persona educada en la historia de la civilización occidental desde el tercer siglo AC en adelante creía que la Tierra era plana."

A Columbus le fue rechazada la financiación de Portugal y dos veces por Italia, España, Inglaterra y Francia. Sin embargo, cuando el reino español conquistó Granada, ellos estaban más dispuestos a financiar su viaje en tres naves y 80 hombres. Luchando para encontrar un equipo, la reina Isabel le dio la libertad a los presos primeros para unirse a la travesía junto con otros delincuentes, conquistadores, y criadores de cerdos. Además, tras la captura de Granada de España, había algunos militares desempleados que fueron enviados a lo largo de viaje de Colón. Porque eran estos hombres los que no temían morir en el mar, ya que era más atractivo que lo que la vida les tenía reservado a ellos en España. 98


Y en agosto de 1492, después de ocho años de tratar de hacer un viaje alrededor del mundo, Colón zarpó en busca de las riquezas de Asia.

Primer Viaje El primer viaje al llamado "nuevo mundo" no fue muy exitoso, a pesar del crédito y la admiración que ha recibido. Después de semanas en el mar y un equipo de hombres contrariados, Colón dio un ultimátum de encontrar la tierra en los próximos dos días, o regresar a España - de fecha 10 de octubre 1492. Como el desafortunado destino lo quiso, dos días más tarde, Rodrigo de Triana fue el primero en descubrir una isla, que es la actual República Dominicana. Sin embargo, con un gran premio en juego, Columbus afirmó que en realidad vio la luz la noche anterior - por lo tanto, reclamó la pensión vitalicia del rey Fernando y la reina Isabel. De España Colón reclamó la tierra para España y la re-nombró San Salvador a pesar de que ya había sido ocupada desde hace miles de años por los Taino, Arawak y Lucayans (todos muy hospitalarios por muchos relatos escritos). Las primeras estimaciones creen que hubo hasta tres millones de personas indígenas viviendo en el Caribe; mientras que los estudios más recientes consideran que el número podría más cerca de ocho millones. Como escribe en sus diarios sobre su primer encuentro con los taínos: "Estas personas no tienen creencias religiosas, ni son idólatras Ellos son muy suaves y no saben qué es el mal; Tampoco matan a otros, ni roban; y no utilizan armas." Colón capturó rápidamente un puñado de Tainos para que le ayudaran a guiarlo para encontrar el oro, mientras puso a muchos en trabajo forzado y envió a miles de regreso a España para ser vendidos como esclavos (aunque la mayoría de ellos murieron en el viaje al otro lado del Atlántico). 99


"Tan pronto como llegué a las Indias, en la primera isla que encontré, me tomé algunos de los indígenas por la fuerza, con el fin de que pudieran aprender y pudieran darme información de todo lo que hay en estas partes. Y así fue que pronto nos entendieron, y nosotros a ellos, ya sea por voz o por signos, y han sido muy serviciales."

Feliz Navidad - Estilo 1492 Después de unas semanas explorando alrededor de Cuba, Colón hizo su camino de regreso hacia La Española (República Dominicana). En la víspera de Navidad, la Santa María naufragó antes de llevar a tierra. Los indios Arawak vieron a los hombres luchando y su jefe ordenó a todos sus hombres a nadar en el mar y ayudar a los colonos a la seguridad - incluyendo al jefe mismo. Los Arawak invitaron a los colonos en su casa. Colón escribió de la amable hospitalidad de los arahuacos: "Son ingenuos y generosos con lo que tienen, hasta el punto de que nadie lo iba a creer, que no lo hubiera visto. De todo lo que tienen, si se les pide, nunca dicen que no, pero en su lugar invitan a la persona a aceptarlo, y mostrar tanta amorosidad como que la dan de corazón". Sin suficiente espacio para las dos naves restantes, Colón dejó 39 hombres detrás para armar una fortaleza que llamó La Navidad Cuando Colón regresó a España, sus historias del nuevo mundo impresionaron al rey y la reina - en su mayoría debido a sus grandes exageraciones de la cantidad de oro presente en el Caribe. La realeza española le concedió otro viaje, pero esta vez con 17 barcos, 1,200 hombres, ganado y armas. Colón escribió constantemente acerca de la amabilidad de la gente que encontró en su primer viaje y compartió esto con el Reino de España:

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"Son tan ingenuos y tan libres con sus posesiones que nadie que no ha sido testigo de ello lo creería. Cuando se le pregunta por algo que tiene, nunca dicen que no. Por el contrario, ofrecen compartirlo con cualquiera..."

Conquista Católica El 4 de mayo de 1493, el comienzo de la conquista española se llevó a cabo con la aprobación del Papa Alejandro VI. El Papa afirmó que cualquier tierra no habitada por cristianos estaba disponible para ser "descubierta", y reclamada y explotada por los gobernantes cristianos y declaró que, "la fe católica y la religión cristiana sería exaltada y sería incrementada y difundida en todas partes, que la salud de las almas habría de ser cuidada y naciones bárbaras derrocadas y llevadas a la fe misma." Esto se conoció como la "doctrina del descubrimiento" y se convirtió en la base para todas las demandas europeas en las Américas y continuó con la expansión occidental de los Estados Unidos en el 1800. Como un caso del Tribunal Supremo de Estados Unidos en 1823 establece que, "el principio del descubrimiento dio a las naciones europeas un derecho absoluto a las tierras del Nuevo Mundo." Básicamente indicando que los indios americanos no tenían derecho a sus tierras. Y, no fue hasta 1924 que se les permitió la ciudadanía a los "nativos americanos". Cito el término nativo americanos para resaltar la ironía de que la ciudadanía no se les concediera en su propia patria hasta 450 años después de que los europeos trataron de acabar con su civilización. Después de su primer viaje, el Papa Alejandro VI concedió el nuevo mundo al rey Fernando y a la reina Isabel, afirmando: "Nosotros, los de nuestro propio movimiento, y no a su solicitud, damos, concedemos y asignamos para siempre a usted y a sus sucesores, todas las islas y tierras principales descubiertas, y que puedan ser descubiertas, hacia 101


el oeste y al sur; ya sea si están situados hacia la India, o hacia cualquier otra parte que sea, y se le da el poder absoluto en ellos". Más tarde, cuando la palabra maltrato a los indígenas alcanzó el reino español, la reina Isabel finalmente tomó una "postura". Ella proclamó que a los nativos se le daría la oportunidad de convertirse al catolicismo antes de ser forzados a la esclavitud. Pero, alegar esclavos de cualquiera que no fuese cristiano no era un nuevo comercio. Ya en 1455, el Papa emitió una declaración permitiendo a Portugal esclavizar a los no cristianos. Colón se inició en su comercio de esclavos de vuelta en 1480 mientras navegaba por la costa occidental de África recogiendo esclavos para el reino portugués. Y en su tercer viaje, Colón fue el primero en traer esclavos africanos al Nuevo Mundo en la República Dominicana (La Española), con su afirmación de que "un esclavo africano es igual a cuatro indios." Por 1514, los conquistadores españoles llevaron consigo un ultimátum titulado "El requisito", en la que los indios se vieron obligados a aceptar, "La Iglesia como el Gobernante y Superior de todo el mundo." El Requisito advirtió a los nativos de las consecuencias en caso de incumplimiento: "Nos llevaremos a ustedes y a sus esposas y a sus hijos, y haremos esclavos de ellos, y como tal los venderemos y dispondremos de ellos como sus Altezas pudieran mandar, y vamos a quitarle sus bienes, y haremos todos los daños y perjuicios que podemos."

Segundo Viaje El Rey y la Reina de España estaban dispuestos a financiar un segundo viaje tras los informes de Colón del primer viaje al nuevo mundo. En sus cuentos en gran medida exagerados, compartió:

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"La Española es un milagro. Montañas y colinas, llanuras y pastizales, son a la vez fértiles y hermosos... los puertos son increíblemente buenos y hay muchos ríos anchos, los cuales la mayoría contienen oro... Hay muchas especies y grandes minas de oro y otros metales... " Colón regresó en 1493 para encontrar el fuerte de La Navidad quemado al suelo y los 39 hombres asesinados. Fue reportado que estos hombres aparentemente se habían "portado mal." Y, por supuesto, por portarse mal se entiende violaron a todas las mujeres y niños y trataron de robar lo que pudieron conseguir en sus manos. En retrospectiva, dejando a 39 criminales liberados en una tierra sin reglas y leyes que no debería haber sorprendido a Colón. Los españoles tomaron represalias y Colón obligó a cualquier persona de 14 años o más a trabajar en los campos de minas a diario en busca de oro. Si se negaban, eran asesinados. Si no cumplían con las cuotas de cada mes se les amputaban las manos y los brazos. Muchos comenzaron a suicidarse para evitar las torturas de los españoles, mientras que otros fueron enterrados vivos por negarse a complacer a Colón. Los taínos estaban siendo asesinados por hambre, trabajados hasta la muerte, la enfermedad, o el asesinato. Las mujeres fueron dadas a los españoles para hacer lo que quisieran con ellas. Les dio la mitad a los colonizadores españoles y tomó la otra mitad para ser vendidos a la trata de esclavos en España. Mientras que 250 de los 500 murieron en el camino de regreso a España, los conquistadores simplemente arrojados por la borda. Con tanto desorden entre los colonos en este momento, Colón dejó a sus hermanos a cargo de las islas mientras regresaba a España. Colón escribió de la inocencia de los nativos y su intención de venderlos en el comercio de esclavos: "Desnudo como el día en que nacieron, ellos n o muestran más vergüenza que los animales." Colón escribió más tarde: 103


"Vamos, en el nombre de la Santísima Trinidad, a seguir enviando a todos los esclavos que se pueden vender." Con no suficiente oro para volver a España, Colón redondea a los mejores de mil Tainos que pudo encontrar. Dio la mitad a los colonizadores españoles y tomó la otra mitad para ser vendidos a la trata de esclavos en España. Mientras que 250 de los 500 murieron en el camino de regreso a España, los conquistadores simplemente los arrojaron por la borda. Con mucho desorden entre los colonos en este momento, Colón dejó a sus hermanos a cargo de las islas mientras regresaba a España.

Tercer Viaje A su regreso, la isla estaba en más desorden que cuando él se fue. Colón se embarcó en palizas diarias, en violar, alimentar a los animales salvajes con niños lactantes, y progresando el comercio sexual de niños. Colón comenzó a vender a las niñas de tan sólo nueve años de edad en el comercio sexual como explica en sus escritos: "Cien castellanos son tan fáciles de obtener para una mujer que para una granja, y es muy general y hay un montón de distribuidores que andan en busca de niñas, aquellas de nueve a diez años están ahora en demanda" Como se corrió la voz de regreso a España, el Rey y la Reina hicieron arrestar Colón y a sus hermanos y los enviaron de regreso a España. Al mismo tiempo, un hombre llamado Bartolomé De Las Casas estaba a bordo del tercer viaje con Colón y fue el primero en hablar sobre los crímenes contra la humanidad en el nuevo mundo. Si bien se estableció en La Española con la esperanza de conseguir fortuna en el Nuevo Mundo, La Casas fue él mismo un propietario de esclavos hasta 1509, cuando empezó a hablar en contra de la delincuencia. Sin embargo, él todavía creía en la conversión de aquellos al cristianismo pero de una manera pacífica, no violenta. 104


Y aunque fue aplaudido por la realeza de España, simplemente no fue seguido los conquistadores. La Casas escribe de estas atrocidades: "Testimonios sin fin... demuestran el temperamento suave y pacífico de los indígenas... Pero nuestro trabajo consistía en exasperar, devastar, matar, mutilar y destruir... Y los cristianos, con sus caballos y espadas y picas comenzaron a llevar a cabo matanzas y crueldades extrañas contra ellos. Atacaron a los pueblos y no salvaron ni a los niños ni a los de edad ni a las mujeres embarazadas ni a mujeres en parto, no sólo los apuñalaban y desmembraban, sino que los cortaban en pedazos como si se tratara de ovejas en el matadero. Apostaron sobre quién, con un golpe de espada, podría dividir a un hombre en dos o podría cortar la cabeza o derramar sus entrañas con un solo golpe de la pica. Tomaron los bebés de los pechos de sus madres, arrebatándolos por las piernas y lanzándolos de cabeza contra los riscos o los arrebataban de los brazos y los echaban en los ríos, riéndose a carcajadas y diciendo que los bebés cayeron al agua, 'Hierve ahí, descendencia del diablo!'."

Piezas Olvidadas del legado Colón fue arrestado, enviado de vuelta a España y despojado de toda su tierra y los títulos de "descubridor". Sin embargo, él encontró una manera de ser puesto en libertad y se les permitió explorar una vez más - con el oro! Presentó oro al rey y a la reina y fue perdonado y se le permitió un cuarto viaje. Falleció en 1506 siempre creyendo que había aterrizado en Asia y sin ningún conocimiento de que este era un continente totalmente diferente.

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Durante los diez años de sus cuatro viajes (1492-1502) la población se redujo de 3-8 millones de habitantes a menos de 50,000. A mediados de la década de 1500 ese número se redujo a tan sólo 500 Tainos restantes. Un mentiroso, ladrón, bandido, violador, pederasta, salvaje, torturador, asesino genocida, introductor de la trata de esclavos y de blancas, y conquistador que no descubrió nada más que un hermoso grupo de gente que lo rescató y le dio la bienvenida a su hogar. La sed de riqueza, codicia y poder acabó con generaciones en el lapso de una década. Y por su "valentía", celebramos el día en que invadió la tierra de la gente que lo rescató. Disfrute de su día feriado con paga...

Cuando su gente vino a nuestra tierra, no fue con los brazos abiertos, sino con biblias y armas y enfermedad. Ustedes tomaron nuestra tierra. Ustedes nos mataron con sus pistolas y sus enfermedades, 106


y luego tuvieron la arrogancia de llamarnos a nosotros salvajes sin dios. Artículo Tomado de: https://takingthemaskoff.com/ http://www.bibliotecapleyades.net/esp_colon_7.htm http://www.bibliotecapleyades.net/esp_colon_6.htm *El artículo original esta en inglés.

Comentario: Desde la llegada de Cristóbal Colón a las Indias Occidentales, el 12 de 0ctubre de 1492, los expedicionarios de diferentes naciones querían poner bajo el dominio de sus respectivos países nuevas tierras. España fue una de las más fructíferas, estableciendo colonias en el Caribe, Centroamérica o nordeste de Sudamérica. Entre la población indígena se hablaba de una supuesta fuente de la eterna juventud y que se ubicaba hacia el norte, por lo que Juan Ponce de León, organizó una expedición con el fin de encontrar el mágico lugar. El mes de abril de 1513 avistó tierra en lo que creía que era una isla pero resultó ser una península: Florida. Tras inspeccionar el lugar y no encontrar la ansiada fuente, Ponce de León reclamó para España aquella nueva tierra. Era el 8 de abril, un día que coincidía con la celebración de la Pascua Florida, motivo por el que el expedicionario decidió llamar a aquella nueva tierra ‘La Florida’. Los siguientes años varias fueron las expediciones enviadas para ir conquistando más terrenos. Una estuvo capitaneada en 1539 por Hernando de Soto, aunque sumaban nuevas tierras no fueron pobladas ni se estableció colonia alguna. En 1562 por un grupo de hugonotes franceses (protestantes calvinistas) que huían de la persecución a la que estaban sometidos en su país, establecieron una pequeña colonia. Tres años después la Corona Española decidió recuperar el control sobre La Florida y envió una expedición militar comandada por el célebre marino Pedro Menéndez de Avilés, quien el 8 de septiembre de 1565 se hizo con el control de aquella tierra fundando la primera ciudad a la que nombró como ‘San Agustín de La Florida’, que es reconocida como ‘la primera ciudad fundada en el territorio hoy considerado de Estados Unidos’. Dialogo Entre Masones.

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Celebrating Genocide - Christopher Columbus Conquest of America by Irwin Ozborne October 10, 2015 from TakingTheMaskOff Website

"In 1492, the natives discovered they were Indians, discovered they lived in America, discovered they were naked, discovered that the Sin existed, discovered they owed allegiance to a King and Kingdom from another world and a God from another sky, and that this God had invented the guilty and the dress, and had sent to be burnt alive who worships the Sun the Moon the Earth and the Rain that wets it." Eduardo Galeano Los Hijos de los DĂ­as - pag.198

A good friend of mine, a member of the Republic of Lakotah, has a meeting with her first grade son's elementary school principal. Apparently, her six-yearold was being defiant in classroom. What were these defiant actions? 108


Well, upon his teacher explaining Columbus Day and honoring the courageous and brave sailor who discovered this land in 1492, he had a couple of questions for the teacher:   

he wanted to know how it was possible that he 'discovered' a land in which his ancestors had lived for 30,000 years he wanted to know what happened to all the people who lived here in 1491 he wanted to know why the man responsible for invading his native land and slaughtering his ancestors was being honored

I would love to just be a fly on the wall of that meeting with the elementary school principal.

Christopher Columbus did NOT discover America There, I said it... The first thing we have been told about in our early childhood is a complete fabrication of the truth. But, that is only the beginning of the secret atrocities that shaped our nation that we know today. The Spanish Conquest of the Americas, preceded by Columbus's "discovery" resulted in mass assimilation, raping, slaughtering, enslaving, and intention to wipe out all evidence of more than 100 million indigenous people to the land. These atrocities include:      

Forced hard labor Abducting and selling children into the sex trade as young as nineyears-old Mass raping of women and children Amputated limbs if you were not producing enough Buried alive or burnt alive if you were resistant to the conquerors demands Offering cash rewards for the scalps of men, women, and children as proof of murder

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Intentionally spreading smallpox disease by means of biological warfare Forced removal from homes and land onto small reservations with unlivable circumstances Death march of more than one-thousand miles to these reservations, in which if you were unable to continue the walk you were left for dead and unable to assist dying family members On these same reservations which were "reserved" for the indigenous people, once this land was deemed valuable, the agreement was broken and they are forced to move once again. All 370 treaties signed between the U.S. Government and Indian nations have been broken by the United States Public execution of those who do not follow orders Murdering children by slamming against stone and tree trunks Slicing open pregnant women's stomach on public display as taunting those who do not comply Labeled as hostile savages if not in complete compliance from the oppressor These same mass murders become labeled as heroes after sweeping through villages and slaughtering unarmed civilians Systematically kidnapping all children and forcing them to a boarding school system in which they are molested, beaten, forbidden to speak native language and brainwashed into becoming "Americanized" Not entitled citizenship in their own land until 1924 Not included in the initial civil rights act; did not receive equal rights until 1968 Not allowed to practice their own religion until 1978 In the 1970's the attendance at these brutal boarding schools peaked and it was not until 1975 that the United States Government emphasized reduction in boarding schools with most of them finally closing in the 1980s and 1990s. In 2007, there were still 9.500 American Indian children in boarding schools Traditional lifestyle mocked and ridiculed in mass media and in the classroom - socially acceptable to discriminate against Altered their history by ignoring and denying the truth for the past four centuries.

These were the policies of our government, the United States of America, and/or the Pope of the Catholic faith. 110


This wasn't done by aliens from outer space. No, it was done by aliens from the East. Entered illegally into an occupied land with force to subjugate and exterminate the civilizations that had existed for 30,000 years.

A map of North American Indian tribal territories at the time of Columbus' Arrival.

The American Holocaust Thousand-mile death march, concentration camps, forced assimilation, mass killings by starvation/disease, forced to change culture/beliefs‌this all sounds familiar. In John Toland's book "Adolf Hitler - The Definitive Biography," he comments on the furor's admiration of the American Genocide: Hitler's concept of concentration camps as well as the practicality of genocide owed much, so he claimed, to his studies of English and United States history. He admired the camps for Boer prisoners in South Africa and for the Indians in the Wild West; and often praised to his inner circle the efficiency of America's 111


extermination - by starvation and uneven combat - of the red savages who could not be tamed by captivity. He was very interested in the way the Indian population had rapidly declined due to epidemics and starvation when the United States government forced them to live on the reservations. He thought the American government's forced migrations of the Indians over great distances to barren reservation land was a deliberate policy of extermination. Just how much Hitler took from the American example of the destruction of the Indian nations is hard to say; however, frightening parallels can be drawn. For some time Hitler considered deporting the Jews to a large 'reservation' in the Lubin area where their numbers would be reduced through starvation and disease. But, that is kind of a harsh reality to teach children in grade school. So, we could probably soften it up a little‌ or change it altogether.

Discover, Invasion, or Conquer? Discover is defined as finding something in the course of a search. Invade is identified as an armed force or its commander entering a country/region so as to subjugate or occupy. Conquer means to overcome and take control of a place or people by use of military force. Discover technically could be applied as something was found, but the problem is that something already had belonged to someone for 30,000 years. For perspective, it has only been 2,014 years since Christ was 'born.' That means the first indigenous people reached the Americas 27,986 years ago; whereas Europeans have only been here for 522 years. The most interesting part about the definition of invade is the word "subjugate" and the fact that Columbus used this exact word upon his first encounter with the Taino people: 112


"They… brought us parrots and balls of cotton and spears and many other things, which they exchanged for the glass beads and hawks' bells. They willingly traded everything they owned… They were well-built, with good bodies and handsome features… They do not bear arms, and do not know them, for I showed them a sword, they took it by the edge and cut themselves out of ignorance. They have no iron. Their spears are made of cane… They would make fine servants… With fifty men we could subjugate them all and make them do whatever we want." "With fifty men we could SUBJUGATE them and do whatever we want." Interestingly enough the term subjugate is defined as bringing under domination or control, especially by conquest. Conquest is simply the act of conquering, which is interlocked with our final term. It is indisputable that the place and people were taken control of by military force. In fact, the exact term in history is labeled, "The Spanish Conquest."

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Clearly, Columbus's voyage may have initially been a "discovery," but upon his first impression of the people of this island it quickly turned to an "invasion." Following his death, Hernán Cortés and Francisco Pizarro carried out the tasks of conquering the Americas. Now, before you disregard this article as a wacky conspiracist nut, antiAmerican post, please understand that this is more about seeking the other side of the story. It is about viewing the landing of Columbus's ships on May 12, 1492, from the occupants of that land - the Taino and Arawaks perspective.

Columbus Early Life Born as Cristofor Colombo (Italian name; Spanish: Cristóbal Colón; Portuguese: Cristóvão Colombo; and American: Christopher Columbus) was born in Genoa, Italy, in 1451. He grew up working on ships and began sailing at age 10. Upon delivering goods to northern Europe in 1476, upon his return his ship was burnt by a group of French sailors and he swam to shore in Portugal. He remained in Portugal and started working for the kingdom, which had the finest fleet in the world at this time. During the middle ages, the kingdoms of Europe made their wealth by trading with Asia. But in 1453, the Turkish Empire cut off all land routes and the race to find a sea route to Asia had begun. Columbus sailed along the coasts of Africa, trading with the colonies and learning of the currents and wind patterns of the Atlantic. In 1487, a different Portuguese sailor, Bartholomeu Dias made his way around the southern tip of Africa and discovered the eastern coast; giving strong belief to a quicker route to Asia by sea. Columbus had already believed the world was smaller than that of the commonheld belief of this time. Once Dias' made this discovery, Columbus's desire to 114


sail west intensified as he had been seeking sponsorship for a trip across the Atlantic as early as 1484. NOTE: Nobody in the 15th century believed that the world was flat. This is an outright lie by the American school system. The Greek philosopher Pythagoras first made this theory nearly 7,500 years before Columbus was born. Aristotle, 4th century B.C., added more proof by observing the stars. As historian Jeffrey Russel Burton states, "With extraordinary few exceptions, no educated person in the history of Western Civilization from the third century B.C. onward believed that the Earth was flat."

Columbus was rejected funding from Portugal, twice by Italy, Spain, England, and France. However, upon the Spanish kingdom conquering Granada they were more willing to fund his voyage of three ships and 80 men. Struggling to find a crew, Queen Isabella released prisoners early to join the voyage along with other criminals, conquistadors, and pig farmers. Also, following Spain's capture of Granada, there were some unemployed military men that were sent along on Columbus's voyage. For it was these men that did not fear dying at sea, as it was for more appealing than what life had in store for them in Spain. And in August of 1492, after eight years of trying to make a voyage around the world, Columbus set sail seeking the riches of Asia.

First Voyage The first voyage to the so-called "new world" was highly unsuccessful, despite the credit and admiration it has received. After weeks at sea and a disgruntled crew of men, Columbus gave an ultimatum of finding land in the next two days or head back to Spain - dated October 10, 1492. 115


As unfortunate fate would have it, two days later Rodrigo de Triana was the first to spot an island, which is modern day Dominican Republic. However, with a large payout at stake, Columbus claimed that he actually spotted the light the night before - hence, claiming the lifetime pension from King Ferdinand and Queen Isabella of Spain. Columbus claimed the land for Spain and renamed it San Salvador although it had been occupied for thousands of years by the Taino, Arawak, and Lucayans (all extremely hospitable per many written accounts). Early estimates believe there were up to three million indigenous people living in the Caribbean; whereas more recent studies believe that number to be closer to eight million. As written in his journals upon his first encounter with the Taino: "These people have no religious beliefs, nor are they idolaters. They are very gentle and do not know what evil is; nor do they kill others, nor steal; and they are without weapons." Columbus quickly captured a handful of Taino to help guide him to find gold, while putting many into forced labor and sent thousands back to Spain to be sold as slaves (although most of them died on the journey back across the Atlantic). "As soon as I arrived in the Indies, in the first island which I found, I took some of the natives by force, in order that they might learn and might give me information of whatever there is in these parts. And so it was that they soon understood us, and we them, either by speech or by signs, and they have been very serviceable."

Merry Christmas - 1492 Style After a few weeks exploring around Cuba, Columbus made his way back toward Hispaniola (Dominican Republic). 116


On Christmas Eve, the Santa Maria shipwrecked before making it to land. The Arawak Indians saw the men struggling and their chief ordered all his men to swim out to sea and help the settlers to safety - including the chief himself. The Arawak invited the settlers into their home. Columbus wrote of the kind hospitality of the Arawaks: "They are artless and generous with what they have, to such a degree as no one would believe but him who had seen it. Of anything they have, if it be asked for, they never say no, but do rather invite the person to accept it, and show as much lovingness as though they would give their hears." With not enough room on the two remaining ships, Columbus left 39 men behind to settle a fort in which he called La Navidad. When Columbus returned to Spain, his stories of the new world impressed the King and Queen - mostly due to his large exaggerations of the amount of gold present in the Caribbean. The Spanish royalty granted him another voyage, but this time with 17 ships, 1200 men, livestock, and weapons. Columbus consistently wrote about the kindness of the people that he encountered on his first voyage and shared this with the Kingdom of Spain: "They are so naive and so free with their possessions that no one who has not witnessed them would believe it. When you ask for something they have, they never say no. To the contrary, they offer to share with anyone‌"

Catholic Conquest On May 4, 1493, the beginning of the Spanish Conquest took place with the approval of Pope Alexander VI. The Pope stated that any land not inhabited by Christians was available to be "discovered," claimed and exploited by Christian rulers and declared that, "the 117


Catholic faith and the Christian religion be exalted and be everywhere increased and spread, that the health of the souls be cared for and barbarous nations overthrown and brought to faith itself." This became known as the "Doctrine of Discovery" and became the basis for all European claims in the Americas and continued with the United States western expansion in the 1800's. As a United States Supreme Court case in 1823 states that, "the principle of discover gave European nations an absolute right to New World lands." Basically stating the American Indians had no right to their land. And, it was not until 1924 in which "Native Americans" were allowed citizenship. I quote the term Native Americans to highlight the irony of not being granted citizenship to their homeland until 450 years after the Europeans tried to wipe out their civilization. Following his first voyage, Pope Alexander VI granted the new world to King Ferdinand and Queen Isabella, claiming: "We of our own motion, and not at your solicitation, do give, concede, and assign for ever to you and your successors, all the islands, and main lands, discovered; and which may hereafter, be discovered, towards the west and south; whether they be situated towards India, or towards any other part whatsoever, and give you absolute power in them." Later, as word of the mistreatment of the natives reached the Spanish Kingdom, Queen Isabella finally made a "Stand." She proclaimed that the Natives shall be given the opportunity of converting to Catholicism before being forced into slavery. But, claiming slaves of anyone non-Christian was not a new trade. Back in 1455, the Pope issued a statement allowing Portugal to enslave any non-Christians. Columbus got started in his slave trading back in 1480's as he sailed along the West coast of Africa picking up slaves for the Portuguese kingdom. 118


And on his third voyage, Columbus was the first to bring African slaves to the new world in the Dominican Republic (Hispaniola) with his claim that "one African slave is equal to four Indians." By 1514, the Spanish Conquistadors carried with them an ultimatum entitled, "The Requirement," in which the Indians were forced to accept, "the Church as the Ruler and Superior of the whole world." The Requirement warned the natives the consequences for non-compliance: "We shall take you and your wives and your children, and shall make slaves of them, and as such shall sell and dispose of them as their Highnesses may command; and we shall take away your goods, and shall do all the harm and damage that we can."

Second Voyage The King and Queen of Spain were eager to fund a second voyage following Columbus's reports of the first trip to the new world. In his largely exaggerated accounts he shared: "Hispaniola is a miracle. Mountains and hills, plains and pastures, are both fertile and beautiful‌ the harbors are unbelievably good and there are many wide rivers of which the majority contain gold... There are many spices, and great mines of gold and other metals‌" Columbus returned in 1493 to find the fort at La Navidad burnt to the ground and all 39 men were killed. It was reported that these men apparently had "Misbehaved." And, of course, by misbehave it is meant they raped all the women and children and tried to steal whatever they could get hands on. In hindsight, leaving 39 released criminals into a land with no rules and laws it should not have surprised Columbus. The Spaniards retaliated and Columbus forced anyone age 14 or older to work in the mine fields daily searching for gold. 119


If they refused, they were killed. If they did not meet quotas each month - they had hands and arms amputated. Many began committing suicide to avoid the tortures of the Spaniards, while others were buried alive for refusing to oblige to Columbus. The Taino were being killed by starvation, worked to death, disease, or murder. The women were all given to the Spaniards to do as they chose. Columbus wrote of the innocence of the Natives and his intent to sell them into the slave trade: "Naked as the day they were born, they show no more embarrassment than animals." Columbus later wrote: "Let us in the name of the Holy Trinity go on sending all the slaves that can be sold." With not enough gold to return to Spain, Columbus rounded up the best onethousand Taino he could find. He gave half to the Spanish colonists and took the other half to be sold to the slave trade in Spain. While 250 of the 500 died en route back to Spain, the conquistadors simply tossed them overboard. With much disorder among the colonists at this time, Columbus left his brothers in charge of the islands as he returned to Spain.

Third Voyage Upon his return, the island was in more disarray than when he left. Columbus embarked on daily beatings, raping, feeding infants to wild animals, and progressing the sex trade of children. Columbus began selling girls as young as nine years old into the sex trade as accounted in his writings: "A hundred castellanoes are as easily obtained for a woman as for a farm, and it is very general and there are plenty of dealers who go about looking for girls; those from nine to ten are now in demand." 120


As word got back to Spain, the King and Queen had Columbus and his brothers arrested and shipped back to Spain. At the same time, a man named BartolomÊ De Las Casas was aboard the third voyage with Columbus and was the first to speak out about the crimes against humanity in the new world. While settling into Hispaniola in hopes of fortune in the new world, La Casas was a slave owner himself until 1509 in which he started speaking out against the crime. However, he still believed in converting those to Christianity but in a peaceful, non-violent way. While it was applauded by the royalty of Spain, it was simply not followed by the Conquistadors. La Casas wrote of these atrocities: "Endless testimonies... prove the mild and pacific temperament of the natives‌ But our work was to exasperate, ravage, kill, mangle and destroy‌ And the Christians, with their horses and swords and pikes began to carry out massacres and strange cruelties against them. They attacked the towns and spared neither the children nor the aged nor pregnant women nor women in childbed, not only stabbing them and dismembering them but cutting them to pieces as if dealing with sheep in the slaughter house. They laid bets as to who, with one stroke of the sword, could split a man in two or could cut off his head or spill out his entrails with a single stroke of the pike. They took infants from their mothers' breasts, snatching them by the legs and pitching them head first against the crags or snatched them by the arms and threw them into the rivers, roaring with laughter and saying as the babies fell into the water, 'Boil there, you offspring of the devil!'."

Forgotten Parts of the Legacy 121


Columbus was arrested, shipped back to Spain and stripped of all his land and titles of "discoverer." However, he did find a way to be released and allowed to explore once again with gold! He presented gold to the King and Queen and was pardoned and allowed a fourth voyage. He passed away in 1506 always believing he had landed in Asia and no knowledge this was an entirely different continent. During the ten years of his four voyages (1492-1502) the population decreased from 3-8 million inhabitants to less than 50,000. By the mid 1500's that number was reduced to just 500 remaining Taino. A liar, crook, thief, rapist, pedophile, savage, torturer, genocidal murder, introducer of slave and sex trades, and conqueror did not discover anything besides a beautiful group of people who rescued him and welcomed him into their home. The thirst for wealth, greed, and power wiped out generations within a decade. And for his "bravery"; we celebrate the day he invaded the land of the people that rescued him. Enjoy your paid day off...

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Libro Doceno. De la conquista de la Nueva España que es la Ciudad de México. Fray Bernardino Sahagún, Historia de la conquista de México Imprenta de Galván, 1829. México Diez años antes que viniesen los españoles a esta tierra apareció en el cielo una cosa maravillosa y espantosa, y es, que apareció una llama de fuego muy grande, y muy resplandeciente: parecía que estaba tendida en el mismo cielo, era ancha de la parte de abajo, y de la parte de arriba aguda (...) Parecía que la punta de ella llegaba hasta el medio del cielo (...) Y salía con tanto resplandor que parecía de día (...) Esto duró por espacio de un año cada noche. (...) Cuando aparecía a la media noche, toda la gente gritaba y se espantaba: todos sospechaban que era señal de algún gran mal. La segunda señal que aconteció fue que el chapitel de un Cú [templo] de Vitzilopuchtli, que se llamaba Tlacoteca, se encendió milagrosamente y se quemó: parecía que las llamas de fuego salían de dentro de los maderos de las columnas, y muy de presto se hizo ceniza... La tercera señal fue que cayó un rayo sobre el Cú [templo] de Xiuhteoutli, dios del fuego, el cual estaba techado con paja, llamábase Tzumulco: espantáronse de esto porque no llovió sino agua menuda (...) ni hubo tronido... La cuarta señal fue que de día haciendo sol cayó una cometa. Parecían tres estrellas juntas que corrían a la par muy encendidas y llevaban muy grandes colas (...) y sonó grandísimo ruido en toda la comarca. La quinta señal fue que se levantó la mar, o laguna de México con grandes olas: parecía que hervía (...) Llegaron las olas muy lejos y entraron entre las casas... La sexta señal fue que se oyó de noche en el aire una voz de una mujer que decía: ¡Oh, hijos míos, ya nos perdemos! algunas veces decía: ¡Oh, hijos míos, adónde os llevaré! La séptima señal fue que los cazadores de las aves del agua, cazaron un ave parda del tamaño de una grulla, y luego la fueron a mostrar a Moctezuma (...) Tenía esta ave en medio de la cabeza un espejo redondo (...) como la vio 124


Moctezuma espantóse, y la segunda vez que miró en el espejo que tenía el ave: de ahí un poco vio muchedumbre de gente junta que venían todos armados encima de caballos... La octava señal fue que aparecieron muchas veces monstruos (...) llevábanlos a Moctezuma, y (...) luego desaparecían. [...] La primera vez, que aparecieron navíos en la costa de esta Nueva España, los capitanes de Moctezuma que se llamaban Calpixques que estaban cerca de la costa, fueron a ver qué era aquello que venía, que nunca habían visto (...) Entraron en las canoas y comenzaron a remar hacia los navíos (...) y vieron los españoles, besaron todos las proas (...) en señal de adoración, pensaron que era el Dios Quetzalcoatl que volvía, al cual estaban ya esperando según parece... [...] Como hubo oído Moctezuma las nuevas de los que vinieron de la mar, mandó luego llamar al más principal de ellos, que se llamaba Cuextecatl, y los demás que habían venido con la mensajería, y mandólos que pusiesen guardas, y atalayas en todas las estancias de la ribera de la mar... [...] [luego mandó a llevarles presentes]. Como estuvieron delante del capitán D. Hernando Cortés, besaron todos la tierra en su presencia, y habláronle de esta manera: “Sepa el dios a quien venimos a adorar en persona de su siervo Moctezuma, el cual le rige y gobierna la ciudad de México...” y luego sacaron los ornamentos que llevaban, y se los pusieron al capitán D. Hernando Cortés (...) El capitán dijo: “¿hay otra cosa más que esto?” Dijéronle, “señor nuestro, no hemos traído mas cosas que estas que aquí están”. El capitán los mandó a atar, y mandó soltar tiros de artillería, y los mensajeros que estaban atados de pies y manos, como oyeron los truenos de las bombardas, cayeron en el suelo como muertos... [...] En el tiempo que estos mensajeros fueron y volvieron Moctezuma no podía comer ni dormir, ni hacía de buena gana ninguna cosa, sino que estaba muy triste (...) Llegando los mensajeros (...) dieron la noticia a Moctezuma de todo lo que habían visto y oído, de la comida que comían, y de las armas que usaban, y de todo lo que les aconteció con los españoles. [Moctezuma] espantóse mucho y comenzó a temer: maravillóse de la comida de los españoles, y de oír el negocio de la artillería, especialmente de los truenos que quiebran las orejas, y del hedor de la pólvora que parece cosa infernal... 125


[...] Moctezuma juntó algunos adivinos y agoreros (...) y los envió al puerto donde estaban los españoles para que procurasen que no les faltase comida y todo lo que demandasen (...) y envió con ellos algunos cautivos para que sacrificasen delante del Dios que venía, si viesen que convenía, y si demandasen sangre para beber. (...) [pero en realidad los envió] para que mirasen si podrían hacer contra ellos algún encantamiento o hechicería, para que enfermasen o muriesen, o se volviesen (...) pero ninguna cosa tuvo efecto... [...] Oídas las cosas de arriba dichas por Moctezuma, concibió en sí un sentimiento de que venían grandes males sobre él y sobre su reino, y comenzó a temer grandemente. (...) Los españoles traían una india mexicana que se llamaba María, vecina del pueblo de Teticpae (...) que decía en la lengua mexicana todo lo que el capitán D. Hernando Cortés le mandaba. [...] [También] para entrar la tierra adentro, tomaron un indio principal que llamaban Tlacochcalcatl para que les mostrase el camino... (...) ...en llegado a la provincia de Tecoac que es tierra de Tlaxcala: allí estaban poblados los otomies y gente de guerra que guardaba la frontera de los tlaxcaltecas. Estos salieron de guerra contra los españoles (...) [que] tomaron el pueblo y robaron lo que hallaron, y así destruyeron aquellos pueblos. Como los de Tlaxcala oyeron lo que había acontecido a sus soldados y otomies, espantáronse y comenzaron a temer (...) “¿Qué podemos hacer nosotros? ¿Será bien que los recibamos de paz y los tomemos por amigos? Esto es mejor que no perder toda nuestra gente...”[...] Los señores y principales de Tlaxcala metieron en su ciudad a los españoles recibiéndolos de paz: lleváronlos luego derechos a las casas reales: allí los aposentaron y los hicieron muy buen tratamiento administrándoles las cosas necesarias con gran diligencia, y también les dieron a sus hijas doncellas. [...] [Entonces, los españoles] partieron de Tlaxcala (...) con muchos zempoaltecas y tlaxcaltecas que los acompañaron todos con sus armas de guerra... [...] y tras 126


ellos iba el bagaje y la artillería en sus carretones; iban muchos indios de guerra con todas sus armas, muchos tlaxcaltecas, y Huexotzincas: de esta manera, ordenados, entraron en México. [...] Moctezuma se aparejó (...) para recibir con paz y con honra a D. Hernando Cortés (...) Puso un collar de oro y de piedras al capitán y dio flores y guirnaldas a todos los demás capitanes (...). Moctezuma [dijo] (...) “¡Oh, señor nuestro! seáis muy bien venido, habéis llegado a vuestra tierra y a vuestro pueblo, y a vuestra casa México (...) Esto es por cierto lo que nos dejaron dicho los reyes que pasaron, que habíais de volver a reinar en estos reinos..”. [...] Los españoles llegaron a las casas reales con Moctezuma, luego le detuvieron consigo y nunca más le dejaron apartar de sí, y también detuvieron a Itcuauhtzin gobernador del Tlatilulco (...) y luego soltaron todos los tiros de pólvora que traían (...) y comenzaron a preguntar a Moctezuma por el tesoro real para que dijese dónde estaba, y él los llevó a una sala que se llamaba Teuhcalco, donde tenían los plumajes ricos, y otras muchas joyas ricas de pluma y de oro y de piedras, y luego lo sacaron delante de ellos. Comenzaron los españoles a quitar el oro de las plumas y de las rodelas (...) y destruyeron todos los plumajes y joyas ricas, y el oro fundiéronlo e hiciéronlo barretas (...) y escudriñaron toda la casa real y tomaron todo lo que les pareció bien... [...] Habiéndose partido el capitán D. Hernando Cortés para el puerto a recibir a Pánfilo de Narváez, dejó en su lugar a D. Pedro de Alvarado (...) el cual en ausencia del capitán persuadió a Moctezuma para hacer la fiesta de Vitzilopuchtli porque querían ver cómo hacían aquella solemnidad. [...] [Al hacerse la fiesta] los españoles tomaron todas las puertas del patio para que no saliese nadie, y entraron con sus armas y comenzaron a matar a los que estaban en el areyto[fiesta ceremonial], y a los que tañían les cortaban las manos y las cabezas, y daban de estocadas y de lanzadas a todos cuantos topaban, e hicieron una matanza muy grande (...) Corría la sangre por el patio como el agua cuando llueve, y todo el patio estaba sembrado de cabezas y brazos, y tripas, y cuerpos de hombres muertos (...) Como salió la fama de este hecho por la ciudad, comenzaron a dar voces diciendo ¡a la arma! (...) y comenzaron a pelear contra los españoles. [...] Como comenzó la guerra entre los indios y los españoles, éstos se fortalecieron en las casas reales (...) y echaron grillos a Moctezuma. (...) 127


[Los indios] Dieron batería los mexicanos a los españoles siete días, y los tuvieron cercados veinte y tres días... [...] Hernando Cortés [volvía] con muchos españoles y con muchos indios de Zempoala y de Tlaxcala, todos armados. (...) Fueron muertos muchos de los mexicanos. [...] Cuatro días andados después de la matanza, hallaron los mexicanos muertos a Moctezuma y al gobernador del Tlatiluleo. [...] Después que los españoles y los amigos que con ellos estaban se hallaron muy apretados, así de hambre como de guerra, una noche salieron todos de su fuerte (...) y llevaban unos puentes hechos con que se pasaban las acequias. Cuando esto aconteció llovía mansamente, pasaron cuatro acequias, y antes que pasasen las demás salió una mujer a tomar agua y vio como se iban, y salió dando voces (...) Allí comenzaron a pelear contra los españoles y éstos, contra ellos, y así fueron muertos y heridos de ambas partes muchos... [...] [Los Españoles escaparon] y vinieron los otomies de Teucalhuican con su principal que se llamaba Otocoatl, y trajeron comida a los españoles que estaban muy necesitados (...) Los mexicanos iban en su seguimiento dándoles grita desde lejos. [...] Llegados los españoles al pueblo de Teucalhuican antes, de mediodía, fueron muy bien recibidos (...) Los ótomies de Tlaxcaltecas que se escaparon de la guerra conociéronse con los de Teucalhuican porque eran todos parientes. (...) Todos juntos fueron a hablar al capitán (...) [y] se quejaron del mal tratamiento que les había hecho Moctezuma y los mexicanos, cargándolos mucho tributo y muchos trabajos... [...] Estando los españoles en Zacamolco: llegaron gran número de mexicanos con propósito de acabarlos (...) Los españoles pusiéronse en orden de guerra (...) comenzaron a combatirlos de todas partes; y los españoles mataron muchos mexicanos (...) [y] y prosiguieron su camino, y de allí adelante no los siguieron los mexicanos. (...) Los españoles luego tomaron su camino para Tlaxcala (...) Los principales salieron a recibirlos con mucha comida, y lleváronlos a la ciudad (...) Curáronse los españoles y esforzáronse en la ciudad de Tlaxcala por más de medio año, y eran muy pocos para tornar a dar guerra a los mexicanos. 128


En este medio tiempo llegó a Tlaxcala Francisco Hernández, con 300 soldados castellanos y con muchos caballos y armas, y tiros de artillería y munición. Con esto tomó ánimo el capitán D. Hernando Cortés y los que con él estaban que habían escapado de la guerra para volver a conquistar México. [...] Antes que los españoles que estaban en Tlaxcala viniesen a conquistar a México, dio una grande pestilencia de viruelas a todos los Indios en el mes que llamaban Tepeilhuitl, que es al fin de setiembre. De esta pestilencia murieron muy muchos indios... [...] En Tlaxcala [los españoles] labraron doce bergantines [pequeños barcos de dos mástiles] (...) pusiéronse a gesto de guerra con determinación de destruir a los mexicanos [...] Cuando los españoles entraban por la ciudad (...) los indios mexicanos huyeron para Tlatilulco dejando la ciudad de México en poder de los españoles, y los indios de Tlatilulco acudieron a México a hacer guerra a los españoles. [...] [También] vinieron a socorrer a los mexicanos y tlatilulcos, los chinampanecas, que son los de Xochimilco, Cuitlaoae, Mizquie, Itztapalapan, Mexicatzinco y venidos, hallaron al señor de México que se llamaba Cuauhtémoc... [...] ... Los indios mexicanos todos estaban recogidos en un barrio que se llama Amaxac y no los podían entrar. (...) [Los españoles] determinaron de acometer al fuerte donde estaban los mexicanos, y pusiéronse todos en ordenanza: dispusieron los escuadrones y comenzaron a ir contra el fuerte, y los mexicanos como los vieron venir escondíanse por miedo de la artillería (...) Salieron todos los mexicanos valientes que estaban en el fuerte, e hicieron gran daño en ellos los amigos de los españoles (...) Al otro día, los españoles pegaron fuego a aquella casa, en la cual había muchas estatuas de los ídolos (...) Al otro día, los mexicanos quisieron hacer una celada para resistir la entrada, y no pudieron (...) Estando ya los mexicanos acosados de todas partes de los enemigos, acordaron de tomar pronóstico o agüero si era ya acabada su ventura, o si les quedaba lugar de escapar... [...] el señor de México Cuauhtémoc, con todos los principales que con él estaban viniéronse adonde estaba Cortés, (...) y cuando llegaron a su 129


presencia comenzaron a decir toda la gente mexicana que estaba en el corral... “ya va nuestro señor rey a ponerse en las manos de los dioses Españoles”. Extractos tomados de la versión digital: https://books.google.com.pe/books?id=YNIPAwAAQBAJ&pg=PP2&lpg=PP 2&dq=Bernardino+Sahag%C3%BAn,+Historia+de+la+conquista+de+M%C3 %A9xico&source=bl&ots=qt5brvgZd5&sig=sekYcPYwYXjrYVum7_2KZhR ily0&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjm99H0sI3PAhVGGx4KHZ2lDEoQ6AEI YjAP#v=onepage&q=Bernardino%20Sahag%C3%BAn%2C%20Historia%20 de%20la%20conquista%20de%20M%C3%A9xico&f=false

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (14991590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama el Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. El Libro XII narra la conquista española de México, que tuvo lugar entre 1519 (cuando Cortés desembarcó en la costa con poco más de 100 hombres y unos cuantos caballos) y 1521, cuando se tomó Tenochtitlán y se subyugó a los aztecas. La historia es contada desde la perspectiva de los ancianos indígenas que vivían en Tenochtitlán en el momento de la conquista y presenciaron los acontecimientos descritos. Sahagún reunió estos relatos entre 1553 y 1555, aproximadamente, cuando estaba trabajando en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco. La narrativa náhuatl comienza con una evocación de «las señales y los presagios» que, se decía, habían aparecido antes de la llegada de los españoles, y concluye con la rendición de Tenochtitlán después de un sitio de 80 días. Al recurrir a testimonios de primera mano, Sahagún fue capaz de capturar el asombro que sentían los aztecas y el trauma posterior a su derrota a manos de los españoles. Entre los principales factores que determinaron la victoria española estuvieron la implacabilidad de los soldados españoles y de Cortés en particular, el uso de caballos y armas de fuego, que los mesoamericanos nunca había visto, y la intuición de Cortés de que los pueblos del Imperio azteca estaban dispuestos a unir fuerzas con él para deshacerse del dominio azteca. El Libro XII contiene numerosas ilustraciones que representan escenas de la conquista, como la llegada de Cortés, una imagen del Templo Mayor (Gran Pirámide) en Tenochtitlán, batallas entre los indígenas y los españoles y la destrucción de los templos aztecas a manos de los españoles.

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EL CAN

Herbert Oré

La presencia de los masones en las colonias españolas, está muy poco documentada, debido a diversos acontecimientos históricos que afectaron a Europa y los países que lo constituían, muchos de ellos tuvieron colonias en diversos lugares del mundo siendo los españoles y portugueses los que mayor extensión territorial tuvieron en América del Sur, sin que por ello se deje de mencionar a los ingleses y franceses, sus luchas y rivalidades. En el caso del Perú, que fue conquistado y colonizado por los españoles la documentación sobre la presencia de masones en la época de la conquista y época virreinal es muy escasa, sin embargo su presencia dejo constancia en algunos símbolos inequívocamente masónicos.


NI CRUZ

é Belsuzarri

Uno de estos está ubicado en el Distrito de Chongos Bajo en la Provincia de Chupaca de la Región Junín, que es visitado por los habitantes del Valle del Mantaro con asiduidad y seguro que muchos aún no se percataron que está grabado en ella. Santiago León de Chongos Bajo, es uno de los poblados más antiguos del Valle del Mantaro, dicen que el nombre Chongos es una deformación de la palabra quechua Sonqo que significa corazón. Cuando llegaron los españoles al Valle del Mantaro se encontraron con la Nación Wanka, una etnia muy aguerrida que no se había sometido al


imperio incaico, con quienes mantuvieron una constante guerra y similar acción realizaron con los españoles, demostrando su ancestral “carácter indomable” la misma que no permitió entre otras cosas que prosperara la Capital de la Nueva Gobernación de Castilla (Algunos consideran que es la Primera Capital de fundación española del Perú) en Jauja. Según la documentación existente la iglesia de Chongo Bajo se inicia a construir el año de 1534 por el conquistador Pizarro, quién había descubierto minas de oro y plata en la región, por lo que funda la Hidalga y Bizarra Villa de Santiago León de Chongos el 25 de julio de 1534, título que hasta hoy ostenta. Debemos advertir que hay otro distrito con nombre semejante, pero ubicado en la Provincia de Huancayo y en la parte alta del Valle del Mantaro, que también tiene su iglesia, esta se llama, Chongos Alto, cuya creación política data de 1907.

La Cruz de Chongos Alto.

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Este Distrito de la Provincia de Huancayo también tiene su propia cruz.

La devoción se inicia con la llegada de los españoles en el año 1533, recordamos aún la primera cruz de la conquista que el dominico Vicente Valverde de Vallejeda llevo a Cajamarca en la captura del último inca. Esta cruz llego a Jauja y después de un alto en “Hatun sazwasqa Xauxa Tampu” fue llevado al Cuzco por Pedro de Candía, uno de los trece de la Isla del Gallo. Los dominicos quedaron en el Malle del Mantaro con anuencia de Valverde y del Márquez Francisco Pizarro, después de la fundación española de Xauxa (Jauja) la Capital de la Nueva Gobernación de Castilla ya que aún no existía el Perú como estado en octubre de 1533.

La fundación española de Jauja.

Es común preguntarse ¿La cruz era conocida antes de la llegada de los españoles?, la respuesta es sí. Es conocida desde antes de los Incas y se llamaba chakana. 135


Hace algunos años, arqueólogos de la Universidad Mayor de San Marcos descubrieron el vestigio de una Chakana en la ciudad de Caral. Su fechado carbónico arroja una antigüedad de por lo menos 3,000 a.C. La Chakana, símbolo importante y antiguo de la Cultura Andina aparece en los grabados Chavín, en las estelas de piedra Tiahuanaco, en los tejidos y cerámica Wari, en los ceramios Nazca, en los bordados Inca..., etc.; hoy en día se pueden hallar en las vasijas medicinales de los Pagos de nuestro curanderos y médiums andinos.

Obelisco de Tello: Chakana.

La Chakana explica la relación entre el hombre y el mundo espiritual, ordenando los pensamientos para la búsqueda del contacto con las 136


vibraciones del Cosmos. Su origen, se remonta a las observaciones astronómicas realizadas por el hombre andino; los estudios realizados así lo demuestran, la constelación de la Cruz del Sur ejerció una influencia en el imaginario andino, mientras la estrella Polar guio el desarrollo de la civilización occidental individualista, la Cruz del Sur proyectó su energía en la mentalidad andina de manera comunitaria. La Cruz Escalonada simboliza el principio armónico andino, contenido en el simbolismo de la Cruz del Sur, y utilizada como Símbolo del Ordenador del Mundo Andino: Wiracocha.

"Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación". La Chakana que tiene la forma de una Cruz Escalonada, aparece en las galerías de las vigas ornamentales del Centro Ceremonial de Chavín, 137


donde ésta se enlaza con una Cruz Cuadrada mediante un Pez. En la simbología andina, como se dijo, la Cruz Cuadrada está relacionada al milenario culto a la Cruz del Sur, mientras que el Pez, es la interpretación andina de la Constelación del Camaleón que enlaza a la Cruz del Sur con el eje del Hemisferio Austral. La Chakana que tiene la forma de una Cruz Escalonada, aparece en las galerías de las vigas ornamentales del Centro Ceremonial de Chavín, donde ésta se enlaza con una Cruz Cuadrada mediante un Pez. En la simbología andina, como se dijo, la Cruz Cuadrada está relacionada al milenario culto a la Cruz del Sur, mientras que el Pez, es la interpretación andina de la Constelación del Camaleón que enlaza a la Cruz del Sur con el eje del Hemisferio Austral.

Chacana Tiahuanaco.

La Chakana tiene presencia en todas las etnias y culturas del mundo andino, puede comprobar en los portales de Pumapunku, de Tiahuanaco a pocos kilómetros de la "Puerta del Sol". Algunos artefactos 138


de tipo ritual encontrados en el área de ésta cultura incluyen a la figura de la Chakana, como es por ejemplo un pequeño recipiente del que se aspiraba yerbas alucinógenas durante sus ritos religiosos. En Tiahuanaco. Los incas conocieron la cruz del sur, que les servía para orientarse y lo denominaron Ccatahzkay o chakana qoyllor. En el Valle del Mantaro la cruz cristiana es introducida a partir de octubre de 1533, iniciándose la cristianización masiva de los naturales de la zona. Esta labor se vio reflejada en la colocación masiva de cruces en la cima de los empinados cerros, pueblos y barrios, construyendo las capillas de “Tayta Cruz”, “Tayta Cristo”, etc. Esta difusión ha quedado perennizada en la costumbre de los habitantes del Valle del Mantaro hasta hoy, en las fiestas de “Safa Casa”, donde los padrinos colocan una cruz metálica en la parte más alta de la casa construida como testimonio de la evangelización. Así mismo en la entrada y salida de los pueblos se colocaron cruces para venerarla públicamente, o las populares “mesa de difuntos” que ofrendan alimento a los muertos, o las “mezadas” que ofrendan el pago a los Wamanis

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En 1550 se construye la Capilla del Copón por Doña Ines Muñoz de Alcantara, prima de Pizarro y primera española venida al Perú, ella crió a la hija del conquistador hasta los 15 años en este lugar. La capilla está ubicada al pie de una montaña y a la orilla de un riachuelo Esta capilla se comunica por un túnel subterráneo a la Iglesia Matriz de Chongos Bajo cuya construcción data de 1565.

La Orden de Predicadores (Dominicos) fue la primera en llegar al Perú con Fray Vicente Valverde en 1532, su primer convento fue construido sobre el templo inca de Coricancha (Cuzco). La Orden de Frailes Menores (Franciscanos) llego al Perú en 1533, posteriormente y en el mismo año de 1533 llega la Orden de la Merced (Mercedarios). La Orden de San Agustín llega en 1551 y la Orden de la Compañía de Jesús llegó al Perú en 1568, Las primeras acciones importantes de evangelización se dan después del Concilio Límense de 1551, cuya primera medida fue el bautizo de indígenas, que en el acto debían abandonar las prácticas idolátricas y todas las formas que contradecían los mandamientos católicos. La iglesia católica a través de los misioneros dominicos y franciscanos dividió la evangelización del Valle del Mantaro (Atum Jauja) de Huánuco. Así se funda el Convento de Ocopa el 19 de abril de 1725, pero en el valle la evangelización tenía dos siglos de trabajo. Todas estas órdenes de manera infructuosa, habían tratado de evitar las religiones ancestrales de los dioses wankas e incas y las idolatrías de las Wuacas y Walis, de los puquiales o Pakarinas, a Pachacamac (Madre Tierra) al Tayta Inti (Padre Sol), etc. llamándolos con nombres españoles a los Tayta Wuamanis (cerros) con los nombres de los santos españoles. Lo único que lograron, fue que los centros ceremoniales y los dioses incas y huancas, ahora tenían nombres españoles. Hacia el Siglo XIII la Iglesia Católica de Roma comenzó a reprimir la herejía con tal violencia y crueldad que hasta nuestros días se saborea la amargura que se derivó de esa medida. Entre los llamados herejes se 140


contaban a practicantes de la hechicería, judíos, indios peruanos y mexicanos, musulmanes, masones y miembros de otras organizaciones secretas, etc. Digamos que la medida política instaurada para combatir la supuesta herejía significaba una serie de regulaciones mediante las que la Iglesia y/o el reino tomaban en propiedad las pertenencias del supuesto hereje para financiar sus guerras contra los musulmanes. Fue el Papa Gregorio IX quien ordenó la persecución y enjuiciamiento de herejes e instauró la Inquisición, dando comienzo a un período prolongado de terror durante el cual fueron asesinados, por tortura o ejecución, muchos seres humanos principalmente en las zonas norte de la actual Italia y en el sur de Francia. Hay, sin embargo, algunos antecedentes que indican al Papa Inocencio IV como el autor intelectual de las atrocidades porque dicho pontífice publicó una bula en la que ordenaba a los gobiernos de los países católicos a perseguir, arrestar y ejecutar a los herejes. Aquellas autoridades que se negaran a cumplir los mandatos de papales sufrirían la excomunión y se les acusaría de herejía. España eligió la barbarie. En el año 1569 por el Rey Felipe II la inquisición es creada en el Perú, siendo virrey Francisco Toledo. En el libro titulado “Extirpación de la Idolatría del Perú” encontramos información de primera mano de lo que aconteció en el Perú. De ella extraemos el edicto contra la idolatría, advirtiendo que lo hacemos tal y conforme está en el original: Edicto contra la idolatría N. Visitador general, y Iuez Ecclesiástico en este Arçobispado en las causas de la Idolatría por el Illustríssimo N. del Consejo de su Magestad, &c. Salud, y gracia, a vos lo vezinos, y moradores estantes y habitantes en este pueblo. Ya sabéis, y debéis saber, que los santos Padres alumbrados por el Spíritu Sancto en los sagrados Concilios santa, y justamente ordenaron, que todos los Prelados, y Pastores de la Iglesia, (y siendo ligítimamente impedidos) por sus Ministros, y Visitadores, cada vn año, cada qual fuesse obligado, a hazer vna general 141


Inquisición, o solemne Visitación, y escrutiño de la vida, y costumbre de todos los súbditos. Lo qual fue endereçado al provecho, y bien spiritual de las Almas. Y pues la salud de ellas consiste, en que estén en gracia, y caridad, y muy agenas, y apartadas de los pecados, y specialmente de los de la Idolatría, por la qual se quita la adoración al verdadero Dios, y se da a la criatura. Por tanto assí por descargo de la consciencia, como por lo que toca a la salud, y bien spiritual de vuestras Almas; os exortamos, y mandamos, que todas las personas, que algo supiéredes, de lo que aora se os refirirá; lo vengáis a dezir, y manifestar ante mí dentro de tres días, que os doy, y señalo por tres términos, y el último por peremtorio según forma de derecho; con apercebimiento, que pasado el dicho término, se procederá, contra los que rebeldes fuéredes con todo rigor. Primeramente si saben, que alguna, o algunas personas assí hombres como mugeres ayan adorado, y mochado Huacas, cerros, y manantiales, pidiéndoles, salud, vida, y bienes temporales. 2 Item si saben, que alguna, o algunas personas ayan adorado al Sol, Luna, y a las estrellas, que llaman Oncoy, que son las siete cabrillas, y a las estrellas, que llaman Chacras, que son las tres Marías, y al Luzero, que llaman Pachahuárac, o Coyahuárac.

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3 Item si saben, que alguna, o algunas personas ayan adorado a las Huacas, que llaman Cómpac, quando limpian las azequias para sembrar; y a las Huacas, que llaman Huanca, o Chíchic, teniéndolas en medio de sus Chacras, y las ofrezcan sacrificios de chicha, coca, sebo quemado, y otras cosas. 4 Item si saben, que alguna, o algunas personas, tengan en sus Huacas, dioses Penates, que llaman Conopas, Zaramamas, para el augmento del maíz, o caullamas para el augmento del ganado, o las piedras bezares, que llaman Ylla, y las adoran para el dicho efeto, y con ellas tenga Mullu, Paria, Lacsa, Asto, Sangu, y otras ofrendas que les ofrezcan. 5 Item si saben que alguna, o algunas personas adoran al Rayo, llamándole Líbiac; y digan q'es el Señor, y Criador de las lluvias, y le ofrezcan sacrificios de carneros de la tierra, cuyes, y otras cosas. 6 Item si saben que alguna, o algunas personas adoren sus Pacarinas, y los cuerpos, o huesos de sus progenitores gentiles, que llaman Malquis, y a los cuerpos o huesos de sus Huaris, ofreciéndoles ofrendas, y sacrificios. 7 Item si saben que alguna, o algunas personas, quando van camino echan en las cumbres altas donde llegan, o en algunas piedras grandes hendidas, coca mascada, o maíz mascado, o otras cosas escupiendo: y les piden que les quiten el cansancio del camino. 8 Item si saben que ayá en este pueblo alguno, o algunos Indios que sean brujos, maléficos, o tengan algún pacto con el Demonio. 9 Item si saben que alguna, o algunas personas hagan fiestas a las Huacas ofreciéndoles sacrificios, y ofrendas de carneros de la tierra, Cuyes, Mullu, Paria, Llacsa, Sebo quemado, Sango, o Parpa, Coca, y otras cosas. 10 Item si saben que alguna, o algunas personas ayunen en las fiestas de sus Huacas, no comiendo sal, ny agí por algunos días de dormir con sus mugeres legítimas por esta ceremonia; y se laven en los arroyos entendiendo que con el dicho lavatorio se les perdonan sus pecados. 11 Item si saben, que en las dichas fiestas de las Huacas los Indios se confiessen con los Hechizeros, ministros de la Idolatría sus pecados; o quando están enfermos, o en otras ocasiones, y trabajos que les suceden, y los dichos Hechizeros les lavan las cabeças, con vna piedreçuela que llaman Pasca, o con maíz molido, matando vn cuy, y viendo por la sangre de las entrañas ciertas señales por donde adivinan las cosas futuras. 12 Item si saben, que en las dichas fiestas de las Huacas no duermen en toda vna noche cantando beviendo, y baylando el que llaman Pacarícuc, por ceremonia de su gentilidad. 143


13 Item si saben, que en tiempo quando cogen las sementeras hagan vna ceremonia, y bayle que llaman Ayrigua, atando en vn palo, o rama de árbol, vnas maçorcas de maíz baylando con ellas; o otro bayle que llaman Ayja, o Qvaucu: o con vn instrumento que llaman Succha, o otro qualquier género de bayle con ceremonias gentílicas, y supersticiones. 14 Item si saben que alguna, o algunas personas trasquilen los cabellos de sus hijos; que llaman Huarca, o Pacto, haciendo ciertas ceremonias combidando a los cuñados que llaman Masa, o a los tíos que llaman Caca, beviendo cantando, y bailando poniendo a las dichas criaturas nuevos nombres, de los que les pusieron en el baptismo. 15 Item si saben que alguna, o algunas personas digan que las almas de los difuntos vayan a Huarochaca, o Vpaimarca, y no al Cielo, Infierno, o Purgatorio, y quando se muere vna persona al quinto día den de comer, y de bever al alma del difunto, quemando maíz y derramando chicha. 16 Item si saben que alguna, o algunas personas ayan desenterrado les cuerpos de difuntos Christianos de las Iglesias hurtándolos dellas, y llevándolos a los sepulchros que llaman Machay, donde están sus Malquis. 17 Item si saben, que cuando los Indios van a las mitas de las estancias, o obrajes mingan a los Hechizeros para que rueguen por ellos a las Huacas; y quando están en lo Yunga adoran a la mar tirándose las pestañas, o cejas. 18 Item si saben, que quando alguna muger pare dos de vn vientre que llaman Chuchu, o vna criatura de pies, que llaman Chacpa; la dicha muger ayuna ciertos días por ceremonia gentílica, no comiendo sal, ni agí, ni durmiendo con su marido; encerrándose, y escondiéndose en parte secreta, donde no la vea nadie; y si alguna de las dos criaturas de vn vientre se muere, la guardan en vna olla por ceremonia de su gentilidad. 19 Item si saben, que alguna, o algunas personas ya grandes, y de edad estén por baptizar: o las ya baptizadas se llamen con nombres de las Huacas, o del trueno llamándose Curi, o del rayo llamándose Líbiac. 20 Item si saben, que algunas Huacas tengan bienes suyos dedicados al culto de ellas, como son Oro, Plata, Cobre, vestidos de cumbi, Aquillas de plata, Huamas Hincas, Tincurpas, Carneros de la tierra, Chacras, y otras cosas. 21 Item si saben, que algunos Indios por ceremonia de su gentilidad, traigan puestas huaras secretas debaxo de los calçones, o sin ellos. 22 Item si saben que alguna, o algunas personas ayan dicho, que todos los hombres no tuvieron vn origen de Adán, y Eva, sino que cada Ayllo tiene diferente Pacarina, de donde proceden. 144


23 Item si saben que alguna, o algunas personas quando cogen el maíz guarden las maçorcas que llaman Huantas, o Airigua, o Micsazara, o Mamazara, o Collauzara, por ceremonia de su gentilidad para quemarlo, y ofrecerlo a las Huacas. Y los que supiéredes, uviéredes oýdo alguna de las dichas cosas de suso declaradas, lo denunciad, y manifestad ante mí dentro de los dichos tres días; y los que contra esto fuéredes rebeldes seréys castigados por todo el rigor del derecho. Dada, &c. Constitvciones qve dexa el visitador en los pveblos para remedio de la extirpación de la idolatría En el pueblo de N. . . . . . . . a. . . . . . . . días del mes de. . . . . . . . de 16. . . . el. . . . . . . . Visitador general, y Iuez Ecclesiástico en este Arçobispado en las causas de Idolatría por el Illustríssimo Señor. . . . . . . . Aviendo acabado la visita, que cerca de la dicha Idolatría a hecho en este pueblo, para que en él se quite la ocasión de bolver a ella, y cesse la ofensa de Dios nuestro Señor por comissión que para esto tiene del Illustríssimo, Señor. . . . . . . . hizo, y ordenó las constituciones siguientes. Primeramente si de aquí adelante algún Indio, o India bolviere a reincidir en la Idolatría, adorando Huacas, Cerros, o al Rayo, Sol, Luna, y Estrellas, o hiziese algunas de las ceremonias antiguas de su gentilidad; el Cura, o Vicario que fuere de esta Dotrina escribirá la causa, substanciándola, y la remitirá al Illustríssimo Señor. . . . . . . . o a su Provisor con los culpados para que la sentencie; por quanto conviene que su Señoría Illustríssima sea sabidor de los relapsos, para que ponga el remedio conveniente, y si fuere el relapso Hechizero ministro de Idolatría se guardará esta constitución con mayor cuidado. Item de aquí adelante ningún Indio, ny India se llamará con nombre de las Huacas, ny del Rayo: y assí no se podrá llamar Curi, Manco, Missa, Chacpa, ny Líbiac ny Santiago, sino Diego; y al que a su hijo pusiere alguno de estos nombres le serán dados cien açotes por las calles, y el Cura, y Vicario de esta Dotrina procederá contra él, como contra relapso en la Idolatría, y a los que hasta aquí se han llamado con algunos de los dichos nombres mando se los quiten, y se acomoden a llamarse con otros sobre nombres, de los Españoles, o de Santos. 145


Item el Cura beneficiado deste dicho pueblo, tendrá muy particular cuidado de estorvar las mingas que los Indios hazen en tiempo de las sementeras, para hacerlas beviendo, y cantando de que se siguen muy grandes ofensas de Dios nuestro Señor, &c. Procurará con todo cuidado que quando se hagan las dichas mingas, sea dando a los mingados de comer, y no de bever con el exceso, y demasía, que hasta aquí se ha hecho. Item de aquí adelante por ningún caso, ni color alguno, ni con ocasión de casamiento, fiesta del pueblo, ny en otra manera alguna; los Indios, y indias de este pueblo tocarán tamborinos, y baylarán, ny cantarán al vso antiguo, ny los bayles, y cánticos q'hasta aquí an cantado en su lengua materna; porque la experiencia a enseñado, q'en los dichos cantares invocavan los nombres de sus Huacas, Malquis, y del Rayo a quien adoravan, y al Indio que esta costitución quebrantare le serán dados cien açotes, y quitado el cabello con voz de pregonero que manifiesta su delito, y si fuere Cacique el que baylare, o cantare como dicho es; el Cura y Vicario de este pueblo escribirá la causa, y la remitirá al Illustríssimo Señor Arçobispo, o a su Provisor, con el dicho Cacique culpado para que le castigue. Item el Cura de este pueblo guardará muy exactamente las provisiones que contra las borracheras, y Chicha de sora an despachado el Excellentíssimo de los Reyes: por ser como es el medio más eficaz para destruir la Idolatría, quitar las dichas borracheras assí en los Caciques como en los demás Indios, poniendo todos los medios de rigor, y castigo, como de predicación, y enzeñanza; prohibiendo, que assí en las mingas, como en los días de Pascua, y fiestas de la advocación de los pueblos, no se hagan juntas públicas, ny secretas en que los Indios se emborrachen castigando severamente, y con demonstración a los Indios que se emborracharen, y excutando en los Caciques las penas contenidas en las dichas provisiones; para que enmendándose las cabeças, imiten el buen exemplo los demás Indios. Item de aquí adelante los Indios Hechizeros ministros de Idolatría, por ningún modo curarán a los enfermos; por quanto la experiencia a enseñado, que quando curan hazen idolatrar a los enfermos, y les confiessan sus pecados a su modo gentílico; y si otros Indios uviere que sepan curar porque conocen las virtudes de las yerbas, examinará el Cura de este pueblo el modo con que curan que sea ageno de toda superstición. 146


Item de aquí adelante ningún Indio, ny India tendrá Mullu, Paria, Lacsa, o hará Sancu, ny Tecti, ny tendrá Asto, ny guardará el maíz que llaman Huantay, o Ayrigua, o Misazara, o Callauzara, y lo mismo en las papas, Ocas, Camotes, y Yucas; y al que quebrantara esta constitución, le serán dados cien açotes, y quitado el cabello, y se procederá contra él, como contra relapso en la Idolatría. Item cuando cogen las sementeras, no baylarán el bayle que llaman Ayrihua, que es atando vnas maçorcas de maíz en vn palo, baylando con ellas, ny el bayle que llaman Ayja, ny Huanca, ny tañerán con las Succhas, y al que quebrantara esta constitución, le serán dados cien açotes, y estará preso vna semana en la cárcel. Item140 de aquí adelante los Indios, y Indias de este pueblo no ayunaren el ayuno, que solían a su modo gentílico, no comiendo sal, ni agí; y al que quebrantare esta costitución se procederá contra él, como contra relapso en la Idolatría; y el cura, y Vicario de este pueblo escribirá la causa, y la remitirá al Illustríssimo Señor Arçobispo, o a su Provisor para que lo sentencie. Item de aquí adelante los Indios de este pueblo, no harán el Pacarícuc, ny nombrarán Parianas, que guarden las chácaras; por hazerse todo con grandes supersticiones; y el cura, y Vicario de este pueblo procederá contra los que quebrantaren esta constitución, como contra relapsos en la Idolatría. Item de aquí adelante los indios deste pueblo, no pondrán sobre las sepulturas de los difuntos cosa alguna cocida, ny asada, por quanto es común error de los Indios, y hasta oy están en él, que las almas de los difuntos comen, y beven; y el Cura deste pueblo tendrá muy particular cuidado, de que las puertas de las Iglesias tengan buenas llaves, guarda, y custodia, y que tenga las dichas llaves persona de confiança por quanto la esperiencia a enseñado, que suelen desenterrar los cuerpos Christianos de las Iglesias, y llevarlos a los sepulchros de sus progenitores gentiles, y el que quebrantara esta constitución, se procederá contra él como contra relapso en la Idolatría. Item de aquí adelante ningún Indio, ny India trasquilará a su hijo los cabellos que llaman Huarca, con las ceremonias que hasta aquí lo han hecho; y el Indio que tuviere hijo, o hija, que tengan los dichos cabellos le presentará ante el Cura de este pueblo antes de trasquilarlo: para que el dicho Cura de este pueblo mande 147


a vn criado suyo, que le trasquile por estorbar las dichas ceremonias; y al que quebrantare esta constitución le serán dados cien açotes. Item los Hechizores, y Hechizeras ministros de Idolatría que quedan escrito, en el libro de la Iglesia, y en la tabla que queda pendiente, en ella se juntarán mañana, y tarde a la dotrina como lo hacen los niños; y a cualquiera dellos que faltare sin licencia del Cura les serán dados doze açotes, y si reincidiere será castigado con mayor rigor. Item cada año para siempre jamás se hará fiesta a la santa Cruz el día de su Exaltación que es a catorze de Setiembre, en memoria del triumpho que mediante ella se ha tenido de la Idolatría; en la cual fiesta abrá processión con la santa Cruz, y Missa cantada; y el Cura desta dotrina predicará a los Indios la causa porque esta fiesta se haze, exhortándolos a que den gracias a nuestro Señor por haberlos sacados de sus errores; y al dicho Cura le darán los Indios de esta dotrina, y pueblo, tres pesos por la limosna de la Missa, y Sermón para lo cual los mayordomos de la Iglesia pedirán limosna de casa en casa con vna Cruz, dando a entender a los dicho Indios cómo la limosna es voluntaria; y de lo que assí se juntare se pondrá razón en el libro de la Iglesia para comprar cera para la dicha fiesta. Item, el Cura, y Vicario de esta dotrina, estará advertido, que todos los Indios, y Indias de esta dotrina adoravan sus Huacas, Conopas, Huancas, o Chíchic, el Sol, Luna, y Estrellas; especialmente a las Siete Cabrillas, que llaman Oncoy, y a las tres Marías, que llaman Chacra, y al Trueno, y Rayo, y tenían en sus casas Ídolos Penates, que llaman Conopas, y así mismo adoravan a sus progenitores que llaman Malquis, y a los Huaris y a sus Pacarinas. Y hazían cada año fiesta a las dichas Huacas con sacrificios de Llamas, y Cuyes y ofrendas de Chicha, Mullu, Paria, Llacsa, Sancu, Coca, y Sebo quemado; y ayunaban ciertos días no comiendo sal, ni agí, y se abstenían de dormir con sus mugeres; y los Hechizeros ministros de Idolatría los confessavan sus pecados a su modo gentílico, los cuales dichos hechizeros solían predicar su fiesta diziéndoles que el Dios de los Españoles era para sólo los Españoles; y las Huacas para los Indios, y que de sus Pacarinas salieron sus progenitores, para lo cual niegan el origen de todos los hombres de Adán y Eva, y assí mismo dizen, que ay vn lugar diputado donde van las almas que llaman Vpaymarca, y que las almas comen y beven, y assí lo principal es que el Cura de esta dotrina ponga particular cuidado en la 148


predicación. Refutándoles sus errores, y enseñándoles el verdadero camino de su salvación para que conozcan a Cristo nuestro Redemptor, y si no lo hizieren les pedirá Dios nuestro Señor muy estrecha qüenta, de las ovejas que tienen a su cargo, etc. Y lo firmó. A estas constituciones podrá añadir, o quitar, o mudar lo que pareciere conueniente. (Padre Pablo Joseph de Arriaga de la Compañía de Jesús, Extirpación de la Idolatría del Perú, Gerónimo de Contreras Impresor de Libros, Con Licencia Año 1621. Pág. 129-137) En el año 1738 el Papa Clemente XII da la Encíclica IN EMINENTE, por el cual dice que: hemos resuelto condenar y prohibir, como de hecho condenamos y prohibimos, los susodichos centros, reuniones, agrupaciones, agregaciones o conventículos de Liberi Muratori o Franc-Massons o cualquiera que fuese el nombre con que se designen, por esta nuestra presente Constitución, valedera a perpetuidad. Y como consecuencia de ello se inició la persecución a los masones por la iglesia cristiana. En el caso de España “el Consejo de Regencia de España e Indias, autorizado interinamente por las Cortes Generales y Extraordinarias”, dispuso perseguir a los masones sin tener en cuenta rango ni privilegio de ninguna naturaleza en sus colonias. Lo hizo mediante Orden de 19-01-1812, suscrita por Pedro de Agar y Silvestre Collar. (ARCHIVO NACIONAL DE COLOMBIA. Bogotá. Tomo XXXVIII. Reales Cédulas y Órdenes. Archivo. Anexo, folio 313). Cuando el rey Fernando VII desconoció La Constitución de Cádiz (4-051814), de la manera más absolutista expresó: “la Constitución soy yo”. Fue un golpe muy duro para los liberales y masones, quienes, de inmediato, fueron perseguidos y encarcelados. Uno de ellos fue el célebre jurisconsulto y magistrado español José María Calatrava (17801846). Otros murieron en las mazmorras o en las cárceles del restablecido Tribunal de la Santa Inquisición (Decreto de 24-05-1814). Entre otros famosos hermanos masones que murieron engrilletados, además del general De Miranda, encontramos al jurista limeño y electo diputado a Cortes, José Javier Leandro Baquíjano y Carrillo de Córdoba (Lima 1751-Sevilla, España 1817. 149


Vid. Jurídica N° 124, de 22- 12-2006) y el abogado peruano nacido en Chile, Ramón Olaguer Feliú, quien, como diputado ante Cortes, fue integrante de la comisión encargada de saludar la llegada de Fernando VII a España, que había sido recientemente liberado por Napoleón. El rey no recibió a la comisión y, poco después, dispuso apresar a los diputados. Olaguer fue injustamente enjuiciado y condenado a ocho años de prisión, en el castillo de Benasque. Ahí falleció, ignorado y olvidado. (Francisco José Del Solar, Las Cortes de Cádiz y la Masonería, Jurídica, Suplemento de Análisis de El Peruano, 8 de Setiembre 2009, Pág. 4) Fernando VII, quien restableció su despótico gobierno hasta 1833, expidió la Real Cédula de 1-08- 1824, en Sacedón, por medio de la cual prohibió terminantemente en su reino y dominio de Indias todas las congregaciones de francmasones y otras sociedades secretas. Esta medida no se puso en práctica en el Perú, debido a que era un país libre de la corona española desde julio de 1821. El fundamento de esta norma y otras anteriores estuvo en el “Informe del Rey, de 6-12-1823”, ante el Consejo de la Corona, en el que afirmó que “una de las principales causas de la revolución en España y América, y el más eficaz de los resortes que se emplearon para llevarla adelante habían sido las sociedades secretas, que bajo diferentes denominaciones se habían introducido de algún tiempo a esta parte entre nosotros, frustrando la vigilancia del Gobierno, y adquiriendo un grado de malignidad, desconociendo aún en los países de donde tenían su primitiva procedencia” (CARNICELLI, Américo. La masonería en la independencia de América 1810- 1830. Bogotá. Colombia. 1970. Tomo II, Pág. 45), y en efecto las dos figuras más importantes de la independencia de los sudamericanos fueron masones De San Martín y Matorras (York) y Bolívar y Palacios (Escocés), y cuya diferencia estuvo presente en la “Entrevista de Guayaquil” (26 y 27-07-1822).

Lo que se narra de las atrocidades de la Inquisición en el Perú, es un capitulo negro de la historia, no solo por las ejecuciones que son repudiables, sino también por las motivaciones. 150


Se cuenta que en la Inquisición del Perú era muy común el uso de una silla que inmovilizaba las piernas de la víctima. Sus extremidades terminaban justamente en un enorme brasero. Se cuenta que los torturados no gritaban sino bramaban de dolor ante la indolente indiferencia de los españoles. Muchos de los acusados y torturados murieron a causa de las quemaduras o por la aparición de gangrenas en las extremidades. En estas condiciones eran quemados para dar cumplimiento al Auto de Fe. Los que, a pesar de este calvario seguían con vida, sin confesarse culpables de herejía u otros cargos e impedidos de caminar por las heridas causadas por las quemaduras, eran conducidos al Auto de Fe con la misma silla que usaban para el suplico y quemados en la hoguera de la Plaza Mayor o en la misma Plaza de la Inquisición. Legalmente la confesión por medio de la tortura no estaba permitida, pero los inquisidores ignoraban intencionalmente todo reclamo aduciendo que la reclusión de los sospechosos era una oportunidad para que puedan recapacitar y apelar ante el Santo Oficio por una clemencia y que cualquier intento de tortura sería castigado con severidad. Esto último jamás sucedió.

Auto de Fe en la Plaza Mayor de Lima.

Muy raramente se daba una enmascarada clemencia. Algunos de los que eran encontrados culpables de herejía apelaban por la reconciliación con la Iglesia y sí la apelación era aceptada tenía que ser azotado como una penitencia y caminar, por séis viernes consecutivos, semidesnudo por las calles de la ciudad donde estaba el tribunal en una procesión que lo dirigía hacia la catedral del lugar. Luego de ello era desposeído de todos sus derechos y no podía tener ni 151


rango, ni vestir adecuadamente ni usar joyas. La quinta parte del dinero que generara durante su libertad tenía que ser entregado a la Inquisición y todas sus propiedades eran confiscadas. Con ello la Inquisición transformaba en paria a un condenado que pagaba penitencia. La clemencia, en el sentido lato de la palabra, no existía en tiempos de los inquisidores. La persona a la que se le imputaba un cargo trataba de deshacerse del Santo Oficio por cualquier medio, escondiéndose o huyendo, porque al ser condenado perdería no sólo los bienes sino también la vida. Muchas de las víctimas recurrían al soborno de guardias o alguaciles para salir de ese infierno y nada escatimaban para ceder todas sus pertenencias a los gendarmes con tal de salvar la vida. Como casi todo acusado por el tribunal resultaba condenado a morir las víctimas preferían tomar este camino para que les permitieran escapar y salvar la vida. Casi siempre el castigo del Tribunal del Santo Oficio era la confiscación de los bienes, sanción que generalmente era seguida por la muerte del convicto en la hoguera o con la aplicación del garrote. Era usual que a la confiscación de los bienes seguía la humillación pública del sancionado que consistía en una procesión para la que tenía que vestir el llamado sambenito con cruces pendientes del cuello que llegaban hasta la cintura, quedando al descubierto la parte inferior del cuerpo. El ceremonial macabro terminaba con la cremación en vida de la víctima en la hoguera lo cual recibía el nombre de Auto de Fe. La sádica clemencia que otorgaba la Inquisición consistía, por lo general, en el cambio de la forma de morir del condenado. Sí la persona llevada al patíbulo se retractaba y besaba la cruz, los inquisidores se mostraban misericordiosos ejecutándolo con el garrote antes de ser llevado a la hoguera. Sí el condenado se retractaba solamente era quemado vivo con leña perfumada de rápida combustión, pero sí insistía en su fe entonces se le consideraba contumaz y su cuerpo con vida era quemado con madera verde de combustión muy lenta. El Auto de Fe se llevaba a cabo los días domingo o en un día feriado religioso con el fin de que una mayor cantidad de personas lo presenciaran. La Inquisición del Perú impuso una obligatoriedad a la asistencia a tan horroroso espectáculo, sancionando a aquellos que no lo hicieran. Afortunadamente dicha disposición tuvo muy corta duración de manera oficial aunque oficiosamente se daba la obligatoriedad. Se cuenta que en un Auto de Fe una dama no pudo resistir la cruel escena a comenzó a vomitar, terminando en un desmayo. Seguido a ello la dama fue acusada de estar posesionada por el demonio pero fue absuelta con la 152


condición de asistir a estas ceremonias macabras y de entregar sus bienes a la Iglesia.

La inquisición en Lima.

Los declarados culpables de herejía por la Inquisición tenían que vestir el humillante sambenito cubriendo su cabeza con una mitra puntiaguda. La vestimenta tenía dibujos estampados que variaban según el lugar, aunque el común denominador de las túnicas estaba constituido por dibujos de demonios y de lenguas de fuego con el fin de hacer más tétrico el escenario. A las seis de la mañana del siguiente día los condenados eran ordenados en fila en las afueras de la prisión vistiendo sus sambenitos, con una soga que rodeaba sus respectivos cuellos y con las manos atadas. La desagradable procesión era encabezada por sacerdotes que portaban las cruces verdes que era símbolo de la Inquisición. Curiosamente en Lima, frente a la Iglesia de la Merced, funcionaba uno de los tantos tribunales. Se dice que con la abolición de la nefasta Inquisición, la cruz verde quedó guardada en dicha iglesia y se le dio el nombre de "la cruz de padre Urraca", la misma que, en forma diminuta, fuera llevada en el pecho por muchos fieles hasta el siglo XX sin saber de los crímenes que se cometieron en su nombre. En la procesión los sacerdotes eran seguidos por los aguaciles y gendarmes del Santo Oficio que se ubicaban delante de otros sospechosos arrestados así como 153


familiares de las víctimas, con el fin de persuadirlos para que se arrepientan de los cargos que los odiados inquisidores les formulaban. A la lenta fúnebre marcha hacia el patíbulo, el grupo posterior de gendarmes era seguido por un sacerdote que llevaba una custodia con el Santísimo bajo un palio en oro y escarlata el cual era sostenido y conducido por cuatro hombres. El sacerdote era acompañado por una grey bastante numerosa de más sacerdotes, sacristanes y acólitos. Todo aquel -hombre, mujer o niño- que se encontrara presenciando la procesión a los lados de las calle tenía que arrodillarse con mucha reverencia al paso del Santísimo o, de lo contrario, corría el riesgo de ser señalado como hereje por los informantes encubiertos apostados entre la multitud que colmaba las aceras de las calles. Nuevamente un grupo de aguaciles se observaba en la procesión y a continuación otro de los llamados criminales leves por herejía en cuyos cuerpos se notaban las huellas de las torturas sufridas. Por fin aparecían las víctimas del día, vestidos con sambenito, flanqueados por sacerdotes dominicos con vestimenta blanca y cubiertos con negras capuchas quienes pretendían salvar las almas de los condenados conminándolos al arrepentimiento. La comparsa tétrica la terminaban los inquisidores que estaban flanqueados con escudos y emblemas entre los que destacaban el escudo del papa y el de cada uno de los reyes católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Tras de ellos cerraba el paseíllo un contingente de gendarmes y la multitud entrenada para rezar por el arrepentimiento de los condenados y, luego, para insultarlos. Toda la procesión era flanqueada por una enorme cantidad se soldados fuertemente armados. La ceremonia de ejecución de las víctimas era prolongada y a veces, dependiendo del número de ajusticiados, podría tomar todo el día pues era obligación de los inquisidores leer la lista de crímenes imputados a cada uno de los herejes. Había un altillo con bancos donde las víctimas se sentaban para recibir, de los fieles asistentes, toda clase de insultos de los asistentes, escupitajos y hasta proyectiles como piedras con lo que se demostraba ser buen católico ante los ojos de la Inquisición. Luego de la lectura, de la boca de un sacerdote brotaba un larguísimo discurso de ocasión mientras monjes vestidos de blanco urgían a las víctimas por un arrepentimiento de último momento. Rodeados de cruces verdes los inquisidores se sentaban en un proscenio adyacente mientras el ambiente era perfumado con humos de incienso como una 154


precaución para evitar el hedor de cuerpos desenterrados que tenían que ser quemados. Se celebraba una misa y otro sacerdote pronunciaba otro prolongado sermón. Cuando terminaba la misa los inquisidores liderados por el Inquisidor Principal se ponían de pie y se dirigían a la multitud que debía estar de rodillas y presta para jurar defender al Santo Oficio de todos sus enemigos. Se estima que entre las atrocidades de la Santa Inquisición murieron quemados unos 2200 tan sólo en España y una cantidad mayor en todas sus colonias, principalmente en la del Perú. Casi todos los archivos del Tribunal del Santo Oficio en Lima fueron destruidos por la soldadesca chilena durante la Guerra del Pacífico de 1879 (http://elementosdelperu.com/ANECDOTARIO/Anecdotario.htm). Entre 1569 (creación) y 1820 (fin) la Inquisición en el Perú condeno a muerte a 32 ciudadanos, la mayoría eran extranjeros: Portugueses, españoles, ingleses, franceses, tucumano (Argentino) y un limeño, por los delitos de judaizantes, protestantes luteranos, proposiciones y alumbrados. Entre 1570 a 1600 de 498 procesados 391 fueron españoles, 86 extranjeros, 21 mestizos, negros o mulatos. Esta información es proporcionada por el Congreso del Perú en su página. http://www.congreso.gob.pe/museo/right03-1b.htm de idéntica manera dice que entre 1569 y 1820 se juzgaron 1294 hombres y 180 mujeres. Lo curioso de estas cifras es que no se reportan a los indios como llamaban a los peruanos, esto debido a que ellos eran juzgados por el Tribunal de Extirpación de Idolatrías, cuyos datos de culpables no se conocen. De otra parte las mujeres eran acusadas de delitos sexuales y de hechicería. Algunos curas fueron acusados del delito sexual de “solicitación” que consistía en la seducción del cura al feligrés contradiciendo el principio de la castidad. Tampoco esta información menciona nada de 1736 a 1820, como si en ese periodo no hubiese habido ninguna condena, sin embargo en el año 1758, en auto de fe, por hereje, el tribunal del Santo Oficio, sentenció al ciudadano francés, Pedro Fox por efectuar reuniones secretas ligadas a la Francmasonería. 155


De otra parte Las primeras noticias históricas sobre los masones en el Perú datan de 1751, cuando “una circular de la Suprema [...] solicita la lista de militares o políticos que se hubiesen presentado voluntariamente a confesarse como tales”. Sus miembros generalmente eran europeos, por ejemplo, en el caso del cirujano francés Diego Lagrange. (Fernando Ayllón. El Tribunal de la Inquisición. De la leyenda a la historia, Pág. 499). La presencia de los masones como refiere el R:.H:. Juan Manuel Velásquez Calderón V:. M:. de la B:. L:. S:. Piedra Blanca de la Perfección No. 98 del Vall:. De Tacna al referirse a los masones de la casa de Pilatos dice: “en la llamada “Casa de Pilatos” funcionaba un Templo Masónico, templo que era una especie de Sinagoga Judía, y en él se reunían en secreto el rico judío portugués Manuel Bautista Pérez y cien de sus paisanos, pero que, luego fueron denunciados y sentenciados a muerte, éste y diez de sus miembros por el Tribunal del Santo Oficio siendo todos sus bienes confiscados por la Iglesia Católica”. (Juan Manuel Velásquez Calderón, Breves Apuntes Sobre Masonería, Setiembre 2005)

Estas experiencias también se vivieron en el Valle del Mantaro, cuya parte final del proceso y castigo tuvo como escenario al Cani Cruz en Chongos Bajo, donde se asentaron varios españoles vascos que habían huido de España durante las guerras carlistas del siglo XIX. En wanka-quechua, Cani significa morder y Cani Cruz es la Cruz que muerde (esta cruz es la más antigua del Perú). En efecto este nombre es el más apropiado, por el uso que se dio en cumplimiento al edicto antes trascrito. Numerosos wankas fueron torturados en el Cani Cruz, esta tortura se iniciaba en la plazoleta de la Capilla del Copon, en cuyo centro se conserva una picota de castigo, usada por los extirpadores de idolatrías que se instalaron en Chongos Bajo. La cruz tiene tallado en una de las caras a Cristo y en la parte posterior la Virgen del Rosario. Esta cruz esta frente a la puerta lateral izquierda de la iglesia de Chongos Bajo en lo que antiguamente fue un cementerio, pero ahora es el parque principal del Distrito de Chongos bajo. 156


Hasta hoy en Chongos Bajo, en el mes de julio se celebra la fiesta de los “infieles”, rememorando la fatídica presencia de la Santa Inquisición en el Valle del Mantaro que mato a los “abuelos”.

Luego del castigo en la plazoleta, los ingresaban al túnel subterráneo que comunica este con la Iglesia Matriz de Chongos Bajo. Este pasadizo subterráneo tenía dos salidas, una de ellas era llenado con abundante paja de trigo o cebada, que era prendido con los ajusticiados en el 157


interior del túnel, para que estos se declaren culpables. Si sobrevivían los pasaban a la última prueba, que consistía en colocarles la mano debajo de la cruz que muerde, para castigarlos con sadismo, luego de ello eran obligados a realizar la señal de la cruz cristiana que los curas enseñaban en las misas. Este castigo se aplicaba si la falta era leve, si era más grave, el inquisidor esperaba que del subsuelo una voz diera la respuesta. Este engaño a los wankas fue descubierto posteriormente, ya que la voz, supuestamente de Dios, provenía de una persona que se ocultaba debajo de la cruz. Actualmente el Cani Cruz es visitado por un número importante de personas que respetando sus costumbres y tradiciones le dedican a la santa Cani Cruz y conforme a la tradición, los devotos encienden llamativas velas de colores en señal de veneración. Aunque cada cirio tiene un significado diferente, al fundirse, supuestamente impregnan el vaticinio, algunos son para la felicidad, prosperidad y otros propósitos menos religiosos, pero pervive la costumbre ancestral de la adivinación. Los fieles, afirman que la forma que adopta la cera al derretirse, encierra y se encuentra escrito el futuro de quién lo consulta. Por ello, una vez consumida la vela, los devotos llevan la cera disuelta a los maestros “videntes” que se hallan en la cercanía de la cruz para que pueda descifrar el mensaje divino. Para lograr el “milagro” hay que seguir algunas reglas. Por ejemplo, si va un jueves, debe continuar yendo el mismo día de las siguientes semanas. Al cumplir siete visitas, tiene que ir a la colina de Viscos, ubicada a una hora de caminata, y allí rezar a las tres cruces. Pero, si no puede caminar, debe ofrecer una misa y una ofrenda. Solo así se cumplirá el milagro de cristalizar su petición. “Misterios de la fe”. Todas las medidas para erradicar la fe ancestral, fueron burlados por los nativos de diferentes formas, habiendo llegado hasta hoy sus ritos e idolatrías a sus dioses incas, wankas o waris, algunas veces en su expresión pura y en otras “cristianizada”, de tal forma que en el Valle del Mantaro, lo católico está influenciado por las creencias populares de origen inca o wanka. 158


Por su parte, las reuniones masónicas de los ciudadanos europeos que por allí transitaban en el siglo XIX (Lima - Valle del Mantaro Huancavelica), se hacían en el más absoluto secreto. Los españoles vascos que se afincaron en Chongos Bajo, algunos se quedaron y otros emigraron a Lima y Huancavelica. Se debe hacer hincapié, que la Ciudad de Huancayo, no tuvo creación española, esta se formó por uso y costumbre de las actividades comerciales de los habitantes del Valle del Mantaro, que trajo mineros de los diversos países de América del Sur, que iban a comprar el “azogue” (Mercurio) de la mina de Huancavelica, para separar el oro y la plata de las explotaciones mineras. Algunos permanecían por un periodo y otros se quedaron, y así continúo durante el virreinato, hasta que brotaron las gestas libertarias en las colonias españolas, y empezaron a mostrar su presencia en ellas. José Carlos Mariátegui en su principal libro refiriéndose a la Conquista Católica, nos dice: “He dicho ya que la Conquista fue la última cruzada y que con los conquistadores tramontó la grandeza española. Su carácter de cruzada define a la Conquista como empresa esencialmente militar y religiosa. La realizaron en comandita soldados y misioneros. El triunvirato de la conquista del Perú, habría estado incompleto sin Hernando de Luque. Tocaba a un clérigo el papel de letrado y mentor de la compañía. Luque representaba la Iglesia y el Evangelio. Su presencia resguardaba los fueros del dogma y daba una doctrina a la aventura. En Cajamarca, el verbo de la conquista fue el padre Valverde. La ejecución de Atahualpa, aunque obedeciese sólo al rudimentario maquiavelismo político de Pizarro, se revistió de razones religiosas. Virtualmente, aparece como la primera condena de la Inquisición en el Perú”. “Después de la tragedia de Cajamarca, el misionero continuó dictando celosamente su ley a la Conquista. El poder espiritual inspiraba y manejaba al poder temporal. Sobre las ruinas del Imperio, en el cual Estado e Iglesia se consustanciaban, se esboza una nueva teocracia, en la que el latifundio, mandato económico, debía nacer de la "encomienda", mandato administrativo, espiritual y religioso. Los frailes tomaron solemne posesión de los templos inkaicos. Los dominicos se instalaron en el templo del Sol, acaso por cierta predestinación de orden tomista, maestra en el arte escolástico de reconciliar 159


al cristianismo con la tradición pagana. La Iglesia tuvo así parte activa, directa, militante en la Conquista” (José Carlos Mariátegui, 7 Ensayos De Interpretación de la Realidad Peruana, Editorial Amauta, Lima Perú), pero la conquista, ni el sojuzgamiento español logro imponer la Fe como esperaron, solo se yuxtapusieron hasta que llego la emancipación, luego del cual cada manifestación cultural y de fe discurrieron por sus propios causes “cholificando” lo español y tratando aún de encontrar su propio destino. Lima la Capital del Perú tiene en el cerro de San Cristóbal una imponente cruz, que moviliza a millares de habitantes a ella durante todo el año, pero seguro que pocos saben cómo y por qué llego allí. Originalmente de madera y hoy de metal, fue instalada por Francisco Pizarro, luego que 25000 indios al mando del cacique Titu Yupanqui se retiraran en forma milagrosa luego de pretender expulsar a las huestes españolas de 500 hombres. Pero el Cani Cruz, tuvo un origen y fin diferente. Esta tallado en piedra con curiosas figuras de la iconografía católica, pero hay una que difiere de ellas (la escuadra y el compás), que puede ser materia de especulaciones diversas, pero indudablemente, es una prueba de la presencia de la masonería en el Valle del Mantaro.

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HISTORIA DEL LEMA: LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD 1.1.-Origenes del lema (1.789Primera revolución francesa) Durante las protestas de la primera revolución francesa de 1.789, la ciudadanía utilizó muchas frases reivindicativas. Durante la Revolución francesa, “Libertad, Igualdad, Fraternidad” es una de las numerosas divisas proclamadas. 162


Herencia del siglo de las Luces, la divisa “Libertad, Igualdad, Fraternidad” se proclama por vez primera durante la Revolución francesa. Cuestionada a menudo, acaba por imponerse bajo la III República. Está consignada en la Constitución de 1958 y hoy día forma parte del patrimonio nacional de Francia. Asociadas por Fenelon a fines del siglo XVII, las nociones de libertad, de igualdad y de fraternidad se difunden más ampliamente en el siglo de las Luces. En diciembre de 1790, en un discurso sobre la organización de las milicias nacionales, Robespierre propone inscribir las palabras “El Pueblo Francés” y “Libertad, Igualdad, Fraternidad” en los uniformes y las banderas, pero su proyecto no se aprueba. A partir de 1793, los parisinos, imitados al poco tiempo por los habitantes de las demás ciudades, pintan en la fachada de sus casas la leyenda siguiente: “unidad, indivisibilidad de la República; libertad, igualdad o muerte. Pero pronto se les invita a borrar la última parte de la fórmula, demasiado asociada al Terror… En casi todas las formulas de la divisa, aparecían dos palabras: La primera.-“libertad” y la segunda.-“igualdad”, pero se combinaban con una tercera variable, como “orden (marcar limites la tolerancia)”, “unidad (es el conjunto de las tres)”, “razón”, “justicia (está incluida en la igualdad)”, “fuerza”, “virtud”, “fraternidad”. Asimismo, habría que tener en mente que el pueblo francés no interpretaba igual que la burguesía los conceptos de “libertad” e “igualdad”. El colectivo burgués defendía la libertad económica (hoy en día más comúnmente conocida como liberalismo económico o capitalismo) y la igualdad jurídica para que no hubiera leyes ni tribunales diferentes para la aristocracia y la Iglesia. La burguesía, aspiraba a un status superior, aprovechando el malestar del pueblo en una coyuntura de crisis 163


económica desencadenada por el alza de los costes del pan a causa de unas malas cosechas y la liberalización de su precio. Con el progresivo establecimiento del liberalismo económico la monarquía había eliminado el precio fijo de los alimentos. Estas mismas revueltas de insatisfacción se habían producido en el año 1766 en España. Por tanto la burguesía solo pedía: libertad y igualdad que solo suponían el reconocimiento de su poder político y económico, el resto continuaba igual. 1.2.-El Motín de Esquilache (España -1,766) Es la denominación de la revuelta que tuvo lugar en Madrid en marzo de 1.766, siendo rey Carlos III.

EL LEMA CON LOS COLORES DE LA REPUBLICA ESPAÑOLA.

La movilización popular fue masiva (un documento contemporáneo cita la cifra de treinta mil participantes de ciento cincuenta mil habitantes), y llegó a considerarse amenazada la seguridad del propio rey. No obstante, a pesar de su espectacularidad y su extensión o coincidencia de revueltas por causas semejantes en otros lugares de España, la más evidente 164


consecuencia política del motín se limitó a un cambio de gobierno que incluía el destierro del marqués de Esquilache, el principal ministro del rey, al que los amotinados culpaban de la carestía del pan, y que se había hecho extraordinariamente impopular como consecuencia de la prohibición de algunas vestimentas tradicionales. Su condición de italiano (extranjero) contribuyó de forma importante a ese rechazo. Las iniciales medidas tomadas por el rey de apaciguamiento y el especial cuidado que a partir de entonces se puso en el abastecimiento de Madrid fueron suficientes para garantizar el orden social en los años siguientes. Se expulsaron a los jesuitas de todo el territorio español y de ultramar, ya que se les hizo responsables del apoyo al motín. Así decía la décima que circulaba por la villa de Madrid, inspirada en la absoluta falta de tacto del ministro Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache. Yo, el gran Leopoldo Primero, Marqués de Esquilache augusto, rijo la España a mi gusto, y mando en Carlos III. Hago en los dos lo que quiero, nada consulto ni informo, a capricho hago y reformo, a los pueblos aniquilo, y el buen Carlos, mi pupilo, dice a todo: “¡Me conformo!”

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ESPULSION DE LOS JESUITAS

MOTIN DE ESQUILACHE

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Franรงois Fenelon

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1.3.-La Segunda República Francesa (1.848-1.852) Volviendo al tema del lema, que nos concierne, en el siglo XIX los liberales empezaron recurrentemente a utilizar unidas las palabras “libertad” e “igualdad”, por lo anteriormente mencionado de que identificaban significativamente su pensamiento. Por su parte, los socialistas utópicos comenzaban más a fijarse en el concepto de “fraternidad”, por su carácter social y globalizador. En la década de 1.840 solían aparecer las tres palabras ya ligadas en un mismo lema, “libertad, igualdad, fraternidad”, hasta que finalmente se consolidó en la Revolución Francesa de 1848.

LIBERTAD GUIANDO AL PUEBLO

De hecho, se convirtió en el lema de la Segunda República Francesa (1.848-1.852) como acuerdo de consenso entre liberales y socialistas ante la división de criterio sobre la bandera que debía ondear como símbolo de la nación francesa. Los liberales querían la tricolor, mientras que los socialistas defendían la roja. Estos aceptaron la bandera liberal a cambio de poner el lema. 168


La Segunda República Francesa fue el régimen político republicano instaurado en Francia durante el periodo comprendido entre el 25febrero de 1.848 y el 2 de diciembre de 1.852. Pese a su brevedad, se produjeron grandes reformas, que llevarían a implantar el sufragio universal masculino, así como la abolición definitiva de la esclavitud. Después de la Revolución de 1830 contra Carlos X, subió al trono Luis Felipe de Orleans, llamado el rey burgués. Luis Felipe restableció la Carta Magna, aplicando unas reformas más liberales; sin embargo, éstas favorecían sólo a la alta burguesía, en detrimento de los trabajadores, los intelectuales, y la pequeña burguesía.

LEMA DE LA SEGUNDA REPUBLICA ESPAÑOLA (1931-1939)

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LUIS NAPOLEON BONAPARTE

A partir de 1.845, Francia comenzó a sufrir una crisis económica: cerraron fábricas, aumentaron los desempleados y el hambre se generalizó. La pequeña burguesía y los estudiantes se unieron a las protestas de los obreros, de manera que cuando el Gobierno intentó utilizar a la policía y a las fuerzas armadas, éstas se negaron, obligando al rey Luis Felipe de Orleans a abdicar. 170


REVOLUCIONES FRANCESAS DE 1848

De esta manera, se creó un Gobierno provisional, que daría paso a La Segunda República se desarrolla en dos etapas claramente diferenciadas. Primera etapa.-De febrero hasta el 23 de abril 1.848, fecha de las primeras elecciones a la Asamblea nacional, el gobierno provisional de la República se compone de republicanos moderados de radicales y de socialistas En apenas dos meses, toman una serie de medidas políticas y sociales sin precedentes: es la llamada «República Social y Democrática». Segunda Etapa.-En las elecciones generales, las primeras con sufragio universal masculino, el peso del voto campesino, tradicionalmente dominado por las clases más conservadoras, imprime a la política nacional un franco giro hacia la derecha. El 10 de diciembre 1.848, el primer Presidente de la República francesa es elegido por sufragio universal masculino: se trata de Luis Napoleón Bonaparte, el «príncipe-presidente», sobrino de Napoleón Bonaparte. La Constitución preveía un mandato presidencial de cuatro años, sin posibilidad de reelección. 171


REVOLUCION DE LA COMUNA DE PARIS

El 7 de noviembre 1.852, un nuevo plebiscito pone fin a la Segunda República e instaura el Segundo Imperio. Luis Napoleón Bonaparte es proclamado como «Napoleón III, Emperador de los franceses», el 2 de diciembre 1.852, fecha recordatoria de la coronación de Napoleón I y de la batalla de Austerlitz 172


1.4.-La Comuna de París de 1.891 La Comuna de París fue un breve movimiento insurreccional que gobernó la ciudad de París del 18 de marzo al 28 de mayo de 1.871, instaurando un proyecto político popular autogestionario.

CARTEL DE LA COMUNA DE PARIS

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La Comuna (el término commune designaba y aún designa al ayuntamiento) gobernó durante 60 días promulgando una serie de decretos revolucionarios, como la autogestión de las fábricas abandonadas por sus dueños, la creación de guarderías para los hijos de las obreras, la laicidad del Estado, la obligación de las iglesias de acoger las asambleas de vecinos y de sumarse a las labores sociales, la remisión de los alquileres impagados y la abolición de los intereses de las deudas. Muchas de estas medidas respondían a la necesidad de paliar la pobreza generalizada que había causado la guerra. Sometida casi de inmediato al asedio del gobierno provisional, la Comuna fue reprimida con extrema dureza. Tras un mes de combates, el asalto final al casco urbano provocó una fiera lucha calle por calle, la llamada «Semana Sangrienta» (Semainesanglante) del 21 al 28 de mayo.

FUSILAMIENTOS EN LA SEMANA SANGRIENTA

El balance final fue de unos 30.000 muertos y el sometimiento de París a la ley marcial durante cinco años. 174


Nunca se ha podido establecer de manera segura el número de muertos durante la Semainesanglante. Algunas estimaciones son de entre 20.000 y 30.000 parisinos muertos en los combates o ejecutados entre el 3 de abril y el 31 de mayo, y muchos más heridos, otros testigos de la época los ejecutados durante las dos semanas sangrientas que siguieron a la toma de París fueron 50.000, sin hacer distinción de edad o sexo. Varios centenares de obreras parisienses, conocidas como «petroleras», fueron también fusiladas en los muros del cementerio de PèreLachaise. Unas 7.000 personas fueron deportadas a penales improvisados en Nueva Caledonia, como fue el caso de la maestra anarquista Louise Michel. Miles de personas tuvieron que exiliarse. Para los presos (sólo algunos centenares) hubo una amnistía general en 1.889. En total, las pérdidas del gobierno rondaron los 1.000 hombres. París estuvo bajo la ley marcial durante cinco años. El gobierno que sustituiría al II Imperio Francés sería la Tercera República Francesa. La III República francesa tenía dos cámaras (Asamblea y Senado) y un presidente con pocos poderes. En este período se impulsó la democratización política: se restauraron las libertades públicas, se instauró el sufragio universal y se legalizaron los sindicatos obreros. También se impulsó un proceso de laicización del Estado y de disminución de la influencia social de la Iglesia y se instauró la escuela obligatoria, laica y gratuita entre los 6 y 13 años. Las relaciones con Alemania dividían a la opinión pública francesa, a raíz del contencioso de Alsacia y Lorena. Unos defendían la necesidad de llegar a acuerdos con Alemania, otros creían que debían unirse con otras potencias para enfrentarse contra los alemanes. La III República fue proclamada a raíz de la derrota de los franceses en Sedán, durante la Guerra FrancoPrusiana (1871). Resumiendo, como muchos de los símbolos revolucionarios, la divisa: Libertad, Igualdad y Fraternidad, cae en desuso bajo el Imperio. Reaparece durante la Revolución de 1848, teñida de una dimensión religiosa: los sacerdotes celebran al Cristo-Fraternidad y bendicen los árboles de la libertad plantados en aquel momento. Al redactarse la 175


Constitución de 1848, la divisa “Libertad, Igualdad, Fraternidad” se define como un “principio” de la República. Repudiada bajo el Segundo Imperio, acaba por imponerse bajo la tercera República. Sin embargo, se observan todavía algunas resistencias, aun entre los partidarios de la República: la solidaridad se prefiere a veces a la igualdad, que supone una nivelación social, y la connotación cristiana de la fraternidad no recibe una aprobación unánime. La divisa se vuelve a inscribir en el frontón de los edificios públicos con motivo de la celebración del 14 de julio de 1880. Figura en las Constituciones de 1946 y 1958 y hoy día forma parte integrante del patrimonio nacional francés. Se la encuentra en objetos de gran difusión como las monedas o los sellos.

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Para terminar, el lema de «Libertad, Igualdad y Fraternidad», está asociado con la masonería desde sus inicios (siglo XVIII), muestra claramente que este es un tema que se remonta a un pasado temporalmente distante, pero que insiste en mantenerse al día y sin terminar en las sociedades llamadas desarrolladas, en desarrollo o subdesarrolladas, porque es transversal a todas, y que se manifiesta, independientemente de su nivel de desarrollo, en la interacción que existe entre sociedades y la relación de cada uno consigo mismo. La Libertad significaba para miles de personas no estar sometido a una nobleza feudal, o una aristocracia terrateniente, que llevaba a capas enteras de la sociedad a un nivel de inferioridad humana. La Fraternidad significaba la voluntad y el deseo de una mayor reciprocidad en las relaciones sociales, con el fin de lograr una mayor cohesión social y una mayor armonía en la sociedad. Para fortalecer y consolidar los vectores de la Libertad y la Fraternidad, los masones, y el mundo, necesitan asegurar el correcto funcionamiento de la sociedad mediante el tercer vértice del triángulo en construcción, el vértice de la Igualdad, que es el que lo cierra. Los masones saben que una sociedad basada en el modelo de construcción del triángulo de «Libertad, Igualdad, Fraternidad», sigue una regla de la geometría que requiere una relación de equilibrio, que se caracteriza por una perfecta y justa medida entre los lados de ese triángulo. Se trata de decir en un lenguaje profano que se debe encontrar la cantidad correcta de cada uno de esos valores, evitando caer en el riesgo de lo absoluto o de su opuesto, lo que inevitablemente nos llevaría a un resultado. En los últimos tres siglos y a principios del siglo XXI las sociedades, hoy llamadas desarrolladas, evolucionaron para alcanzar niveles de progreso material y técnico nunca antes vistos, permitiendo a las poblaciones significativas mejoras en las condiciones de vida y de bienestar. Sin embargo la historia actualmente nos muestra que podemos estar llegando al final de un ciclo basado en un modelo de crecimiento económico (es 177


decir, basado en mejorar el nivel de vida material), por otro lado la historia mรกs reciente, nos hace recordar que los valores de Libertad, Igualdad y Fraternidad, que a menudo creemos consolidados, vuelven a estar latentes en la vida cotidiana de las sociedades y las personas.

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Tomado de: R. L. JUSTICIA en Barcelona, con el nยบ 7 http://www.justicia7.es/tema-1-la-era-de-las-luces-la-razon/ 180



EL COMPAÑERO MASON Marino de Armas Benítez©2016

Cuando visitamos cotidianamente una logia masónica, aparecíamos que las tenidas o reuniones en el grado de compañero son muy poco frecuentes, con respecto a las de los grados de aprendiz y maestro masón. Esto podría aparentar que se le resta importancia a dicho grado o que constituye una mera transición; sin embargo no es así. Etimológicamente hablando el término compañero procede del latín cumpanis (compartiendo el pan o los que comparten el pan); esto dice mucho a favor de este grado masónico pues se hace necesario disponer de corazón y fraternidad para compartir. Esta palabra aparece por primera vez a finales del siglo XI en las Golas Silenses (comentarios en lengua romance, realizados por copistas medievales, en márgenes de textos en latín). También lo largo de los años oímos decir a los maestros masones la frase…el grado de la traición… cuando aluden al grado de Compañero Mason. Esta escalofriante frase deja boquiabierto a los masones que recientemente ostentan ese grado, llegando a preguntar algunos: ¿Es que soy un traidor?, ¿Cree usted que traicionare la orden? , etc. Algunos reciben como respuestas el silencio, que siembra más dudas. En otros lugares curiosamente dejan de hablarles a quienes poseen este grado, ¿Por qué? ¿Cómo recibirían instrucción? 182


Esas posturas poco instructivas, hacen que la transición por el mismo se convierta en una importunación psicológica. La realidad es que no debieran emplear dicha frase, ni actuar de ese modo; si no están dispuestos a cumplir con el deber de decir la verdad. Explicando que litúrgicamente hablando la respuesta no se encuentra en el grado de compañero; está en la leyenda de Hiram Abiff correspondiente al grado de Maestro Mason. En la leyenda vemos como el maestro Hiram Abiff es traicionado por tres compañeros Jubelás, Jubelós y Jubelúm (personificaban la Ignorancia, Fanatismo y la Ambición humana); quienes querían la palabra sagrada del Maestro Mason, sin ser dignos merecedores de tal elevado secreto. Deba señalarse que también son conocidos como Juwes, si ahondásemos en lo planteado litúrgicamente; nos presenta cuanto es capaz de hacer una persona por satisfacer su ambición. Metáfora que ejemplifica aquellos francmasones quienes con sus conductas traicionan la confianza de los verdaderos iniciados. Veamos la cruda realidad de la leyenda de Jubelás, Jubelós y Jubelúm, (los casos aquí ejemplificados son puntuales, no generales): Estamos en pleno siglo XXI, ¿los traidores de la leyenda de Hiram Abiff, (Jubelás, Jubelós y Jubelúm) los podemos hallar en algunos templos de la actual masonería? SI. Algunos maestros masones (no compañeros ni aprendices), convierten a la francmasonería en un apéndice de sus vidas sociales, una extensión de sus intereses políticos, un lobby de contactos, etc. cumpliendo la función de club. Este tipo de masones de café o profanos con mandil son ejemplo de traidores a la orden, a los ideales iniciáticos y a quienes nos precedieron. Llegados a este punto podemos comprender, afirmar y demostrar que los enemigos de la francmasonería no están fuera, están dentro de la orden…A quien le quepa el sayo, que se lo ponga… Seguramente olvidaste: Código Moral Masónico. 183


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…Ten siempre tu alma en un estado puro, para aparecer dignamente delante de tu conciencia… Sigue la senda del honor y de la justicia... Lee y aprovecha, ve e imita, reflexiona y trabaja, ocúpate siempre en el bien de tus hermanos y trabajarás para ti mismo… Una imagen es la figura de una persona o cosa captada por el ojo humano, los traidores del maestro Hiram Abiff se ocultaban bajo el negro manto de la noche para no ser reconocidos. ¿En la actual francmasonería, existen falsos masones o masones de café? SI Uno de los principales males que aqueja a la institución masónica es la existencia de lobos con piel de cordero. Personas que al alcanzar un determinado cargo dentro de una Gran Logia se convierten en miembros intocables, incapaces de someterse a ningún tipo de limitaciones, con la facultad de promulgar y modificar leyes a su voluntad, haciendo caso omiso a los antiguos usos y costumbres; con el fin de permanecer en su cargo la mayor cantidad de años posibles. ¿Sera democrática o dictatorial esa postura? ¿Estaremos ante profanos con mandiles, que anteponen sus intereses personales a los de la orden? El poder corrompe y crea nuevos Jubelás, Jubelós y Jubelúm. Seguramente olvidaste: Código Moral Masónico. …El verdadero culto que se da al Gran Arquitecto consiste principalmente en las buena obras… Exacto apreciador de los hombres y de las cosas, no atenderás más que al mérito personal, sean cuales fueren el rango, el estado y la fortuna… Somos conscientes de que la verdad absoluta no existe, pero nuestro deber es buscarla; la perfección total tampoco es posible, pero nuestro deber es perfeccionarnos; a esto le llamamos desbastar y pulir la piedra. Entonces porque en los últimos tiempos observamos una peligrosa tendencia al control absoluto, pretendiendo fiscalizar los Grados Colaterales y el Simbolismo masónico por una sola persona, si nuestros antepasados masones lograron, entre otros: el Sistema Democrático, la abolición de la pena de muerte, la justicia por jurados, la oposición al despotismo religioso o la proclamación de la libertad de conciencia, la libertad de enseñanza y de pensamiento, etc. 185


Es motivado por la falta absoluta de valores, que está presente en todos los estamentos de la sociedad. El concepto de dictadura si lo tenemos claro no solo se ajusta a un régimen político, pues surge cuando una sola persona gobierna con poder total. ¿Entonces que estamos permitiendo germine dentro de la francmasonería? El maestro Hiram Abiff recibió tres golpes mortales de los traidores: Jubelás le golpeo en el cuello, Jubelós le golpeo en el corazón y Jubelúm le golpeo en la frente. ¿En algunos casos la arrogancia e ignorancia, hacen más daño que un mazo dentro de una logia? SI En pleno 2016 algunos maestros masones consideran que los profanos que ingresan y en otros los aprendices y compañeros que están ya dentro, son ignorantes. Entonces cuando los aprendices o compañeros les preguntan sobre algunos temas o cuando escriben planchas llenas de conocimiento; se dirigen a estos empleando la frase inquisidora…eso no es de tu grado… Querido hermano maestro masón, has olvidado masónicamente hablando que no hay secretos en la francmasonería salvo palabra, signo y toque; todo lo demás es cultura. Has ignorado que internet tuvo sus orígenes en 1969 con la primera conexión de computadoras entre tres universidades de California-Estados Unidos. Querido hermano maestro cuando comprenderás que las medallas son un oropel, los collarines una fantasía desaconsejada y los altos cargos solo hincharon tu ego personal más nunca formaron tu espíritu. La realidad es simple no puedes instruirles pues eres un iletrado en temas masónicos, de que vale tan encumbrada trayectoria masónica lograda en alguna obediencia y difundida por medios públicos cuando nunca debiste dejado de usar el mandil blanco, pues nunca superaste tus profanas pasiones, la ignorancia, la intolerancia, la Ambición vil y la Soberbia. A pesar de los años que lleves en la orden y los rangos masónicos que alcances, no dejarás de ser un compañero traidor a tu Hiram Interior. Seguramente olvidaste: Código Moral Masónico.

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…No juzgues ligeramente las acciones de los hombres; no reproches y antes procura sondear bien los corazones para apreciar sus obras…Si te avergüenzas de tu destino, tienes orgullo; piensa que aquel ni te honra ni te degrada; el modo con que cumplas te hará uno u otro… El filosofismo masónico es la síntesis entre espiritualismo y humanismo, con un mensaje universalista de libertad y tolerancia. Nuestra misión es transmitir la Luz, esa que llevamos dentro de nosotros fruto de nuestra transformación personal, que ha de iluminar al resto de la sociedad; pero no de una forma teórica y verbal sino de una forma práctica. Con nuestro día a día trabajando en favor de una sociedad más justa. Es por ello que si tenemos buen contacto con nuestro maestro interior, sabremos el alcance de nuestras actuaciones. No necesitando que nadie nos diga lo que tenemos de hacer o si lo que hacemos es correcto o incorrecto, pues la francmasonería es un problema de conciencia y acorde a ella actuamos. Queridos hermanos todos, tras lo anteriormente expuesto y un examen de conciencia; podemos reflexionar sobre la frase…la francmasonería como institución es perfecta, pero no lo somos nosotros… Si algún día pudiéramos decir: …no me veo reflejado en los casos anteriormente citados, tampoco percibo algún hermano mío en tales actos… Entonces podemos afirmar: Código Moral Masónico. …El día en que estas máximas se generalicen, la especie humana será feliz y la Francmasonería habrá terminado su tarea, cantado su triunfo regenerador… Tras estas irrefutables verdades y como toda moneda con dos caras ¿No sería más positivo explicar la riqueza y enseñanza que abarca este grado?

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Decir que cuando el aprendiz alcanza el grado de compañero, se le hace comprender al francmasón que es un ser racional con cinco sentidos y a través de ellos le es conocido el mundo exterior. Que su inteligencia debe ser adecuadamente utilizarla por ello es un ser evolutivo, y haciendo correcto uso de sus facultades innatas incrementadas por el estudio de las ciencias y las artes emanadas del progreso humano, se ayudara más personalmente y será útil a la sociedad. Que combinando adecuadamente sus sentidos, la inteligencia, la voluntad, el pensamiento y la conciencia en sus actos. Unido al adecuado manejo de las herramientas masónicas propias del grado, completara su formación como hombre íntegro y responsable. Que las virtudes de un compañero masón son: inteligencia, rectitud, valor, prudencia, amor, tolerancia y honor. Su obligación honrar la ciencia, fiel a las virtudes, amar a sus hermanos, justicia y honor. El simbolismo del grado de compañero se caracteriza por el estudio de los principios matemáticos y geométricos que conforman la arquitectura del Universo y del hombre, el grado de compañero implica un acercamiento a los planos y diseños del G.·.A.·.D.·.U.·. agregando que los números tienen un significado cuantitativo y están relacionados con las proporciones de la arquitectura, la armonía del hombre y del cosmos. Cinco años expresan los años de estudio indispensables, para lograr los conocimientos que el grado de compañero exige y posterior ascenso al grado superior. Por cuanto considerarlo un grado de transición u obligatorio paso sin analizar la profundidad de sus enseñanzas es un lamentable error. Tenga en consideración que una logia es justa cuando cinco son los hermanos que la gobiernan: Venerable Maestro, dos Vigilantes, Orador y Secretario. Conclusiones: ·

¿Existe un conocimiento más allá en la francmasonería? SI. 188


Solo que pocos lo buscan y de aquellos que lo encuentran escasos son los que osan enseñarlo por temor a represalias. QQHH. no se puede vivir con miedo, somos libres pensadores. La espada de Damocles no blande sobre vuestras cabezas y la Inquisición española fundada para mantener la ortodoxia católica se abolió definitivamente en 1834. ·

¿Existe el honor dentro de la francmasonería? SI.

Solo que el precio de la integridad moral, pocos están preparados para aceptarlo. Todo hombre tiene un precio, tiene un miedo y algo que esconder; cuando seas tú capaz de dominar tus pasiones materiales podrás escribir tu destino. Queridos hermanos todos según rango y distinción, en tiempos de crisis e inestabilidad emocional se torna imprescindible encontrar los caminos para recuperar la paz mental; re educando la mente, alcanzando una conciencia más receptiva en todos los niveles. Nunca olviden que:…masón se nace, no se hace en una logia… No abandonen aquel aprendiz que un día fueron y bajen de sus pedestales, pues nada es eterno y el poder efímero. Solo entonces comprenderán ET VERITAS LIBERABIT VOS Por decir la verdad públicamente sin temores, cual hombre libre y de buenas costumbres. Siendo consciente de mis imperfecciones y trabajar día a día en pulirlas, es que soy y seguiré siendo masón. …Mendigar derechos es propio de cobardes incapaces de ejercerlos… Antonio Maceo Es cuanto se ha de decir.

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