Música “World Power Alliance fue diseñado para unir las mentes del mundo. para combatir la mediocre programación sonora y visual con la que los habitantes de la tierra son alimentados, ésta programación estanca la mente de las personas y levanta una pared entre las razas y la paz mundial...” Underground Resistance: World Power Alliance, 1992.
Para muchos de los que nacimos en los años ochenta en alguna periferia citadina, la música que escuchábamos, se alternaba entre las melodías que interpretaban los teporochos, las canciones de los puestos en los tianguis y los ritmos que impregnaban la colonia que transmitian los bailes sonideros o las tocadas punkrocaronleras. Recuerdo que en esa época, en un lote baldío cerca de mi cuadra, en la colonia Providencia del Valle de Chalco tocaba el Sonido la Changa y todos los sábados por la noche llegaba a mi casa una hermosa música. No sabía de géneros, estilos, tendencias o modas, y me limitaba a disfrutar lo que hubiera por ahí, transitándo de la ranchera al high energy, del rock sicodélico a la rumba, del huapango al surf, de la música barroca al punk, del rap al sanjuanito, del danzón al house. En esta especie de limbo rulfiano, era difícil casarse con la idea de que existían distintos géneros musicales, sólo era música y nunca parabas de escucharla. En los noventas llegaron la adolescencia y los planes de desarrollo, había que sacar al país de la pobreza y así la colonia le dio la bienvenida a la electricidad, agua potable y los impuestos. Mis primeros casettes fueron uno de Mike Laure que le compre a “la Jarocha”, amiga de mi mamá y esposa del “Jarocho”, ilustre miembro del “Escuadrón de la Muerte”, colectivo de borrachines dispuestos a tirar el hígado y el bofe a media calle; “los Jarochos” desaparecieron del barrio después de que les robaran a su hijo, Camilito. Otra cinta memorable fue el Cosmos Factory de los rancheros sicódelicos, Creedence; que me diera el “13”, veterano carterista y consumidor recurrente de cemento 5000, en una de sus visitas al taller de reparación de zapatos de mis padres. A finales de los noventas e inicios de los dosmiles, mientras muchos de mis amigos escuchaban a los Fabulosos Cadillacs, Megadeth, Nirvana o Cipress Hill, yo volví a la búsqueda de esas misteriosas melodías que me arrullaban en mi niñez. Para encontrar estos ritmos, me aventuraba en las caminatas nocturnas en el barrio hacia los bailes sonideros, acompañado de una turba iracunda y una muchedumbre enardecida, formada por adolescentes tardíos, adultos prematuros y morras adictas al baile; pasábamos las noches en fiestas de quinceaños en la vía pública escuchando al sonido que le llevaron a la festejada. En estas alegres
y tristes fiestas lo mismo escuchábamos a Eduardo Zurita que a Giorgio Moroder, a Los Ramones y a la Sonora Matancera, los Cadetes de Linares y a Ricardo Suntaxi, al grupo Celeste y a Pato Banton, a Ramstein y los cañones de Navarone, a los Trashmen y al Gran Combo, ¿qué más podíamos pedir?, mientras, ese tecnochamán llamado Sonidero nombraba a cada grupo, pandilla o gremio ahí presente, como dentro de un canto nómada post-apocalíptico. En la universidad era suicidio social decir que te gustaban los Mirlos y que los preferías sobre los Pixies o Radiohead. Fue en esta etapa donde conocí los sectarismos musicales, los fanatismos melódicos y la segregación rítmica. Me da una inmensa tristeza ver punks golpeando emos y escuchar que metaleros se ponen de acuerdo en las redes sociales para agredir reaggetoneros. Particularmente prefiero el reaggetón, donde con un simple movimiento de caderas basta, para evidenciar la mojigatería contemporánea. Actualmente puedo disfrutar de un disco de King Tubby, seguir con Polibio Mayorga, escuchar a Arturo Meza y terminar con 1200 mics. Creo en los postulados de John Cage y en los mantras sonoros; se me salen las lágrimas al oír al Acapulco Tropical o a las Palomas, y me da un inmensa flojera escucharmúsicos de conservatorio interpretar danzones; prefiero mil veces un sólo de guitarra al estilo de Los Destellos, que esas diatribas virtuosistas de John Petrucci y compañía.
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El equipo de Periférica cree que la vida sin música no sería vida, que la vida es ritmo, que el silencio no existe y es por ello que en este número nos propusimos hacer un caleidoscopio de como la música afecta el trabajo creativo de los individuos. Queremos fomentar una visión heterogénea e incluyente, sin demeritar ni promover un gusto o tendencia en específico; ya que como dijera el padrino del Funk, George Clinton: la nación del ritmo no tiene fronteras y no exige visa ni pasaporte. Esperamos que disfruten nuestra publicación y sea de su agrado. m
Katalizador | Periférica 2013 | hurbana.com.mx/periferica Esta publicación es una colaboración entre la Galería José María Velasco y el colectivo Hoja Urbana, cuyo intento radica en difundir el trabajo de los productores culturales emergentes en la zona metropolitana de la Ciudad de México y los diversos estados del país. Buscamos generar una memoria comunitaria, de un grupo de individuos con múltiples orígenes como sucede en las Zonas Metropolitanas, enfocandonos en promover valores sociales y comunitarios como lo son la identidad, el arraigo, la creatividad, la retroalimentación y el diálogo. Agradecemos el especial apoyo de la Dirección de Difusión y Relaciones Públicas del INBA, para la realización de este proyecto.
Ruido Lírico Todo es uno, uno es amor. Lejos es cerca. Dando amor La rumba-ruido-rock, es una síntesis para definir lo que es unir ello en la música. Rumba, representa todo lo aprendido del folk, o música de raíces; el ruido, a todo lo abstracto, experimental y desconocido o novedoso, y rock a todo lo referente a lo extranjero, a lo internacional, a lo que de fuera llegaba y nos enseñaba (713avo amor y Después de nunca). Algo así como las raíces extranjeras, podría decirse, puesto que ya crecimos en esa era internacional. Ruido lírico (Corsal desastre y Dando amor), nace de varios ensueños, crear escenarios y sonidos en el instante y compartiéndolos con el público. Ruido lírico es sonido y palabras, ritmo y melodía, todo como uno, un camino de búsqueda hacia la síntesis, hacia la unión, que es el estado natural que nos pertenece a todos. Extraído de la entrevista: http://www.paisajeselectricos.com/2007/05/11/el-corsaldesastre/#!prettyPhoto
Los sonidos son música. Los sonidos son palabras. Las palabras y la música
son sonido.
El sonido es lo más importante.
todo cambia.....
A la hora de hacer un tema todo es muy importante, según sea el sonido cambia la forma en que tocas una canción, y eso si lo escuchas y lo sigues, te lleva a cambiar la canción y a cambiar lo que dices, porque seguro que quieres decir otras cosas, si suena de otra manera, o decirlo de otra manera, y al decirlo de otra manera,
http://electrodark.mforos.com/597829/4015018-713avo-amor/ Corsal Amor mensajero de la radio ensueño y Dando Amor corsalamor.blogspot.com/ Compositor y cantante, guitarrero, ruidolirícista, ciudadano del Universo. Se considera recolector antes que creador. Conocido durante casi veinte años como Carlos Desastre, fue fundador de bandas míticas de la dispersa y no muy independiente escena de la península ibérica, como 713avo Amor y Después de Nunca.
Colectivo Caótico Saliendo a la velocidad del chimeco desde 1986 tratando de recorrer toda la epidermis asfáltica y morena del disturbio funeral (D.F.), aventurándonos por la destartalada, cacariza, maltrecha y chueca carretera de la submetropoli desmaderna, el chimecore suburbano del Colectivo Caótico, ruidoso humeante y errabundo se ha negado terminantemente a dejar de navegar por auditorios bachudos, escenarios de nopales tunantes, atmosferas lodosas que chorrean la chancla, slams terregosos que empanizan la pantunfla y circuitos borrachos que rodean la gran tesmogtitlan siempre a la deriva y con paso a sonso que da la transurbancia de más de 20 años de estar apachurrando la bota y rascándole las tripas a los instrumentos piratas. Siempre desertando de la hiperrealidad y construyendo subjetividades dionisiacas, recreando el espacio y el tiempo con su destemplado ruido y puntadas risoterapeuticas en lugares netamente churrealistas es decir virtualmente existentes, desde una montaña de basura en Santafas que entre perros muertos y pañales desechables con caca celebraban el aniversario de los PND por ahí del 87 hasta lugares como el teatro blanquita donde telonean en el último concierto en México de la Polla Record a principios de los noventas, pasando por eventos como Las Ofrendas Del Día De Muertos que se realizan cada año en los estratos cúmulos nezayorsféricos y que ha alcanzado a apandillar hasta 5000 suburbantes, o bien poniendo en escena multimedias teatrales o efímeros pánicos en los encuentros de jóvenes por la diversidad y contra la intolerancia allá en Mextitla, estado de Morelos en el 2002. Por eso hoy después de 2 décadas podridas en las cuales hemos sobrevivido a 3 presidentes priistas, 2 panistas, 4 devaluaciones pos sexenales, el crack mexica del 94, chistes pedorros y gobiernos enclenques; hemos quedado claramente convencidos que nuestra maldición y nuestra máxima codicia es seguir condenados a chupar y empuñar las armas del ruido amplificado, para importunar a los vecinos dormilones y viejitas santurronas de los alrededores y barrios lejanos, llevando con nosotros donde sea y a como de lugar nuestro penetrante mensaje pedorriento para quien lo quiera olfatear y hasta oir. José Luis García “RADIO-CAOS” Diciembre 2011
Sonido Fariseo El Sonido Fariseo de Estebán Trejo tiene ya más de 40 años difundiendo la buena música desde el Oriente de la capirucha, se ha presentando en Ciudad Nezahualcoyotl, Puebla, Toluca y varias partes de la República. El maestro Fariseo nos responde en este número una mini entrevista, los dejamos con ella. ¿Cuáles son algunos de sus discos favoritos? Los Jubilados, Héctor Lavoe, Pacho Galán ¿A quién considera como los exponentes más destacados de la música tropical? La Sonora Matancera, Sonora Ponceña, El Gran Combo, Las Estrellas de Fania y los conjuntos Colombianos ¿Cuáles son los conciertos que más ha disfrutado como asistente? Sonora Ponceña, El Gran Combo, Fania, Buena Vista Social Club ¿Qué eventos sonideros recomienda? Baile anual en el Peñón de los Baños y el Baile masivo en el Estadio Neza Puedes encontrarlo en los siguientes puntos y adquirir sus compilados y lo mejor de la música tropical: Sábados, Tianguis del Parque del Pueblo, Ciudad Nezahualcoyotl; los domingos en la Avenida Texcoco, atrás de la Clínica 25 y los miércoles en el Tianguís del Salado, atrás del Soriana. estebanfari@hotmail.com
Las letras de los sonidos Considero que las tipografías o letras estilizadas de los logotipos de los sonideros, han sido como piezas de graffitis que adornan y decoran las paredes y las calles de esta enorme ciudad. Llenas de colores y formas diversas, fueron el primer contacto que tuve con esta gran cultura, la cultura sonidera. El vivir en una colonia popular y mediante las fiestas patronales de mi barrio-pueblo, me permitió adentrarme más en la cultura sonidera, ya que cada año durante tales festividades se presentaba una variedad de sonidos, tanto locales, como foráneos; pertenecieres a colonias o las diversas delegaciones del D.F. Asistiendo a estos eventos noté que cada sonido repartía tarjetas de presentación con sus logotipos, direcciones y teléfonos impresos para posteriores contrataciones de sus servicios. Así comencé a coleccionar las tarjetas que al principio eran monocromáticas y bicromáticas, pero que con el paso del tiempo y el alcance de la tecnología digital fueron agregando colores, diseños e imágenes muy atractivas para el ojo y la mirada. Complementando el logotipo del sonido le acompañaban imágenes relacionadas con la música, los comic´s o personajes de películas, o últimamente imágenes religiosas. Como todo coleccionista, mi obsesión me llevo a acudir con mas frecuencia a los bailes sonideros, en los cuales aparte de conocer , oír y escuchar música tan diversa me empapaba cada ves más de esta cultura tan rica. Todo por conseguir la anhelada tarjeta del sonido que en ese momento inundaba de música las calles de la Ciudad de México. Charros | Miguel Ángel Leal Sánchez
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Romel Omar Palomares Ciudad Netzahualcoyotl
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