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SALUD PARA TODOS ¿Qué es la infección viral triple?
¿Qué es la infección viral triple?
Cuando parece que la crisis sanitaria que generó la pandemia por Covid-19 terminó, y todo hacía suponer que finalmente podíamos respirar aliviados, una nueva ola de distintos virus respiratorios está volviendo a generar un número creciente de infecciones respiratorias.
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La infección viral triple, bautizada como tripledemia, refiere a la eventual epidemia que podría darse si ocurren los siguientes tres virus a la vez: covid-19, gripe y virus respiratorio sincitial. Este fenómeno se produce por una flexibilización y disminución de las medidas de prevención utilizadas en los últimos tiempos. Principalmente, el no uso de tapabocas en lugares cerrados está dando lugar a mayores contagios de infecciones respiratorias, en particular por tres virus. A este fenómeno se lo conoce como tripledemia, debido a que las tres epidemias coexisten a la vez. Es necesario aclarar en relación al término que no es que estemos cursando tres pandemias, sino que se solapa una incidencia elevada de enfermedades respiratorias agudas. La infección puede ser por cada virus en distinto período o en simultáneo, es decir, que se puede presentar una coinfección. La coinfección viral sucede con frecuencia desde hace mucho tiempo, pero últimamente, dado el avance en las técnicas de diagnóstico molecular y la búsqueda sistemática de infecciones virales producto de la pandemia por covid, ha determinado mayor conocimiento del papel de las coinfecciones virales en las infecciones respiratorias. Esta tripledemia es muchísimo menos grave que la pandemia de coronavirus. Al día de hoy la mayoría de las infecciones producen sintomatologías leves que no requieren ingreso hospitalario. Los tres virus cursan con síntomas similares, entre ellos, fiebre, congestión nasal, dolor de cabeza y de garganta y tos. La “novedad” (que no es tan novedad dado que es un virus conocido)
DICIEMBRE 2022 • Pág 30 # 50 • es el virus de la influenza o la gripe. Anualmente se presenta de forma endémica, pero en esta temporada hay mayores contagios producto de no haber estado expuestos durante los últimos dos a tres años por cumplir las restricciones de aislamiento y utilizar el tapabocas. En cuanto al virus respiratorio sincitial, se trata de una enfermedad muy conocida por pediatras, llamada la verdadera pandemia en niños. Se suele contagiar en escuelas, colegios y guarderías, donde los pequeños están en contacto estrecho. La mayor incidencia de este virus se produce habitualmente en los meses de invierno; sin embargo, este año está presentando un patrón completamente anómalo. Los casos se han presentado desde el invierno pero han continuado en los meses de primavera, cuando la curva de contagios comenzó a crecer. Algunos expertos creen que los virus respiratorios recuperarán sus patrones habituales el próximo año. Con respecto al covid-19, como ya es sabido, sus nuevas variantes son menos letales que las iniciales, pero se contagian más, además de que ya no hay restricciones y las personas se mueven e interactúan libremente. Según datos epidemiológicos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los países más afectados en la región son Estados Unidos en el hemisferio norte, y en el hemisferio sur Argentina, Chile, Uruguay y el sur de Brasil, en donde está afectando sobre todo a población pediátrica. La presencia simultánea de estas tres infecciones supone una nueva amenaza para el sistema asistencial, ya de por sí muy tensionado. Las bronquiolitis derivadas del virus respiratorio sincitial son las que representan un mayor problema, especialmente en el ámbito pediátrico. Recientemente en nuestro país esta situación ha sido motivo de noticias al respecto. Aunque distintas autoridades están dando la voz de alarma acerca de esta tripledemia, también creen que la mayoría de los casos serán leves. Sin embargo, si se da un elevado número de contagios o una coinfección podría ser un peligro para las personas que tienen un sistema inmune más vulnerable, como adultos mayores, bebés y grupos de riesgo. Las medidas fundamentales para disminuir los contagios son las ya conocidas: lavarse las manos, evitar aglomeraciones y usar tapabocas si se tienen síntomas respiratorios y en lugares cerrados. La vacunación es otra medida de alto impacto para disminuir el contagio y la enfermedad grave; están disponibles vacunas para el covid y para la influenza. Si bien no hay vacuna contra el virus respiratorio sincitial, se recomienda vacunar contra las otras dos enfermedades.
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PREVENCIÓN CARDIOLÓGICA DEPORTIVA
El beneficio de la actividad física en la salud psico-social está plenamente demostrado siendo un pilar fundamental en la reducción de los factores de riesgo, con impacto en la reducción de la mortalidad cardiovascular a largo plazo.
Esta actividad no está exenta de riesgo, presentando como “talón de Aquiles” la llamada “muerte súbita del deportista” (MSD) definida como una muerte inesperada que sucede durante la práctica deportiva y hasta 24 horas posteriores a la misma, de causa cardíaca y sin otra explicación posible (ejemplo traumatismos).
El riesgo de muerte súbita se ve aumentado en ejercicios de gran intensidad y duración, jugando un rol fundamental además la edad del individuo. Pero también existen otras variables que deben ser consideradas como el sexo y la raza ya que esta entidad es mas frecuente en hombres y en poblaciones afrodescendientes.
Del punto de vista epidemiológico destacamos que tres de cada 1000 individuos de la población general presentan algún trastorno cardíaco que predispone a la muerte súbita durante la actividad deportiva y el riesgo aumenta claramente con la edad, siendo punto de referencia los 35 años. En individuos menores de esta edad, la incidencia de muerte súbita es de 1 a 3 cada 100.000/año, aumentando exponencialmente con una incidencia de 1 cada 18.000/año en mayores de 35 años. Las causas que conllevan en uno y otro grupo al desenlace de una MSD no son las mismas y esto marca un diferencial al momento de una valuación integral destinada a reducir su incidencia.
Es así, que en menores de 35 años predominan las causas llamadas “genéticamente determinadas” asociadas a cardiopatías estructurales, enfermedades de las válvulas cardiacas, de la aorta, anomalías en el origen o trayecto de las arterias coronarias o enfermedades del ritmo cardíaco, determinadas por una causa genética que pueden pasar desapercibidas clínicamente o con una valoración cardiológica no dirigida.
En mayores de 35 años se suman a estas causas la patología de las arterias coronarias, o ateromatosis coronaria cuya detección precoz, y el consiguiente tratamiento de prevención lleva a una franca reducción de la incidencia de la MSD.
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Una mención aparte ameritan los jóvenes menores de 18 años, en quienes la incidencia de muerte súbita es baja, pero con un impacto individual y social enormemente negativo. En este grupo se amerita una actividad deportiva competitiva reglada donde debemos poner la lupa sobre los factores genéticos antes mencionados, y donde una valoración integral, pautada y sistematizada permite detectar y prevenir esta fatal causa de muerte.
Como epílogo de este resumen epidemiológico no podemos dejar de mencionar en el momento actual, que dentro de las secuelas post covid están las cardiológicas, que pueden haber sido expresadas durante la enfermedad o pueden aparecer posteriormente, y deben considerarse dentro de la valoración de las personas que desean iniciar o retomar la práctica deportiva. Este hecho se basa en que un porcentaje no despreciable de la población que adquirió Covid, puede presentar tanto en forma sintomática como asintomática, una inflamación del músculo cardíaco o miocardio, que denominamos “miocarditis” y que puede tener consecuencias durante la actividad deportiva, como el aumento de la incidencia de arritmias malignas sintomáticas o muerte súbita. Este hecho marca la necesidad de pautar una estratificación especial en este grupo de pacientes, y que nos exponen en la era actual a este desafío médico.
Dado la complejidad de los aspectos mencionados, la evaluación del deportista o personas que quieran iniciar actividad deportiva, se ha transformado en un desafío cardiológico, que amerita en la actualidad un equipo especializado en el área, que pueda tener la posibilidad de una resolución integral a medida que se sucede la valoración.
Con todas estas premisas mencionadas, nos propusimos generar una unidad especializada en prevención cardiológica deportiva. La misma tiene como centro al individuo que realiza actividad física profesional o de forma amateur o aquellos que van a iniciarse en la práctica del deporte, generando en ellos y su entorno, la tranquilidad de la prevención de la gran mayoría de las causas de muerte súbita del deportista. Esta valoración se lleva a cabo en un espacio individualizado con especialistas de diferentes áreas.
EQUIPO TÉCNICO
COORDINADOR
Dr. Andrés Tuzman Dra. Julia Aramburu Dra. Natalia Lluberas Dr. Gabriel Parma Dr. Carlos Américo Dr. Ignacio Farro Dr. Fabián Martínez Dra. Lía Carlevaro Dr. Mateo Ríos Dr. Santiago Millan Dra. Valentina Agorrody
Dr. Daniel Mallo
INDIVIDUALIZAMOS LA VALORACIÓN EN 4 GRUPOS:
• Práctica deportiva de profesionales o federados. • Actividad deportiva recreativa. • Evaluación previo al inicio de la actividad física en pacientes post Covid. • Actividad física en adolecentes.
En cada uno de estos grupos se realiza una evaluación individualizada, pero teniendo como factor común tres instancias concatenadas fundamentales para la evaluación integral del deportista: 1- Consulta inicial integral que será llevada a cabo con un cardiólogo especialista, el cual realiza una pormenorizada historia clínica y examen físico enfocado a cada grupo, con interpretación del electrocardiograma y paraclínica sérica .
2- Estudios paraclínicos de imagen: ecocardiograma basal y ecocardiograma con estrés físico para reproducir la actividad deportiva bajo la “lupa” de la valoración con imagen, mientras realiza la actividad física.
Este ultimo estudio se realiza con un ergómetro especialmente diseñado para este fin y se cuantifican variables que nos permitan conocer aún mas la performance cardiovascular. Según estratificación de riesgo y edad la valoración es completada con el análisis directo de la ateromatosis coronaria, basados en el score de calcio coronario, que es un estudio tomográfico, que permite sin el uso de contraste visualizar si existe ateromatosis coronaria, y así individualizar mejor el riesgo cardiovascular de cada paciente.
3- Etapa de devolución: con la información adquirida, y en forma individualizada, se brinda una devolución a modo de consejo cardiológico en cuanto a la aptitud deportiva, y según los hallazgos podremos profundizar en otros estudios específicos como: cardioresonancia o tomografía coronaria.
Cuando haya evidencia de algún elemento de alarma clínico, electrocardiogáfico o paraclínico que amerite otros estudios cardiológicos o conductas cardiológicas específicas se discutirá en ateneo multidisciplinario para poder brindar el mejor consejo cardiológico a seguir, pensando siempre en la necesidad de realizar actividad física.
PREVENCIÓN CARDIOLÓGICA DEPORTIVA PEDIÁTRICA
La muerte súbita e inesperada es muy infrecuente y puede estar causada por varias patologías siendo las de origen cardiovascular el 80%. En la edad adulta, en algunos casos se conocen patologías que puedan provocarla, pero cuando ocurre en la edad pediátrica o en etapa adolescente es aún más inesperada, generando a nivel familiar consecuencias desbastadoras.
Las medidas de prevención se deben orientar principalmente a la identificación de los grupos con mayor riesgo de padecer la muerte súbita. Esto ha sido estudiado internacionalmente sin alcanzarse un consenso que nos guie específicamente a través de protocolos estandarizados, quedando simplemente recomendaciones globales que cada sistema de salud evaluará y adoptará.
En nuestro caso consideramos que la evaluación clínica es fundamental, pero debe ser apoyada por algunos estudios paraclínicos. Tenemos la posibilidad de identificar la gran mayoría de causas potenciales de muerte súbita de origen cardíaco, con métodos no invasivos y sencillos.
La valoración que proponemos para niños-adolescentes entre 12-16 años, consta de tres pasos que son los siguientes:
1- Cada deportista tendrá la posibilidad de ser evaluado inicialmente de forma clínica (interrogatorio y examen físico), valorando antecedentes personales y familiares. En esa misma consulta se realizará un electrocardiograma.
2- Como segundo paso se realizará un ecocardiograma transtorácico seguido por una ergometría.
3- Finalmente se hará una devolución al deportista y a la familia con toda la información obtenida.
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