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DESTACADOS Dr. Raúl Rodríguez
# 46 • AGOSTO 2022 • Pág 6
Dr. Raúl Rodríguez
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El presidente de la Comisión Directiva del CASMU repasa los objetivos de su gestión y afirma que su gran proyecto es convertir a la institución en el mejor centro de salud de América del Sur. También recuerda los tiempos de pandemia y reflexiona sobre el papel relevante de la organización sirviendo a la sociedad en los tiempos más difíciles.
Cuando Raúl Rodríguez habla sobre sus proyectos como presidente de CASMU, transmite la mayor virtud que un profesional puede anhelar: pasión por lo que hace. Desde sus inicios como médico de familia, egresado de la Universidad de la República, Rodríguez ha dedicado su vida al servicio de la salud, y si bien ha obtenido grandes logros profesionales, cada nuevo desafío lo impulsa a ir por más. Además de su especialización también se formó en Gerencia Social en el Banco Interamericano de Desarrollo, es Profesor asociado de la Universidad del Sur de California, y ha ocupado varios cargos en el Ministerio de Salud Pública de Uruguay. En setiembre de 2019, tras 17 años en la organización, asumió el máximo cargo en la Comisión Directiva del CASMU, iniciando a la institución en una nueva etapa en la que, cada vez más, se posiciona como un centro de referencia a nivel nacional y regional. Con gran compromiso ético profesional y dedicación personal, Rodríguez recibió una institución con problemas económicos y administrativos; sin embargo, no tardó en revertir la situación. Durante la pandemia, la contribución del CASMU
al país logró reposicionarlo, resignificar la labor de los funcionarios y ganarse nuevamente la confianza de los socios.
¿Cómo encontró al CASMU al asumir la Presidencia?
Yo ya venía trabajando hacía muchos años en la institución. Nos enfrentamos a una situación económico-financiera delicada. Nuestra intención era revertir eso y antes de asumir ya teníamos un plan elaborado con grupos de médicos, economistas, contadores y gente especializada en calidad. Pero entonces llegó marzo y con él la pandemia. Esto trastocó un poco los tiempos planeados, pero nuestra posición siempre fue: enfrentemos el covid, pero no dejemos de hacer lo que vinimos a hacer.
¿Cómo vivió esa etapa tan difícil a poco tiempo de comenzar su gestión?
La pandemia fue un desafío y creo que CASMU lo enfrentó 10 puntos. Tuvimos como primera experiencia la del Greg Mortimer (el crucero que quedó varado a 20 kilómetros de Montevideo, en mayo de 2020, con el 70 % de sus pasajeros y tripulantes contagiados de covid). Recuerdo que antes de tomar la decisión de asistir, salí a caminar con mi perro como todos los días, y pensaba qué podía hacer CASMU por esa gente. Llamé personalmente al ministro Salinas, él aceptó la ayuda y entonces hubo que reclutar personal. Todos se pusieron a disposición para ir, sin siquiera preguntar por dinero. Los médicos estamos formados para eso, así como el soldado para la guerra. Fuimos sin saber con qué nos íbamos a encontrar, porque de este virus se sabía muy poco. Logramos rescatar a pasajeros y tripulantes, con la ayuda del Hospital Británico. Otra intervención del CASMU fue cuando se venía la primera ola. Yo sabía lo que venía pasando en el mundo, que los abuelos de los residenciales serían los primeros afectados. Un domingo al mediodía llamamos a Álvaro Delgado, secretario de Presidencia, con la propuesta de que cada institución de salud debía hacerse cargo de un residencial sin importar de cuál se era socio. Tuvimos una reunión con el Ministerio de Salud Pública y finalmente se inició ese programa de atención en las casas de salud. CASMU fue el que más cubrió, alcanzando las 95 residencias. Y, luego, cuando vino el gran impulso
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# 46 • AGOSTO 2022 • Pág 8 de la pandemia, logramos triplicar las camas de nuestro CTI para atender no solo a socios, sino a quienes lo necesitaran. Creo que eso fue lo que hizo el quiebre en el país, porque había pocas camas y de pronto se sumaron 60. Dimos un apoyo a nivel nacional. Hemos impuesto un liderazgo positivo y eso también lo perciben los socios.
Como médico y como presidente, ¿cómo concibe a la institución hoy?
Soy siempre positivo, la veo como la mejor institución del país porque, como dije, estuvo en las más difíciles. Como anécdota, en el Greg Mortimer había un colega colombiano, intensivista, que debió ser internado en nuestro CTI. Cuando salió, me dijo que él ha trabajado en todas partes del mundo y que el intensivo del CASMU estaba a la altura de los mejores. Que lo valore alguien que sabe y tuvo que, lamentablemente, usarlo, es un orgullo inmenso.
¿Cuáles fueron los principales logros y objetivos cumplidos hasta ahora?
En este tiempo hemos trabajado para darle al país lo que se llama un hub de la salud. Queremos lograr que en Uruguay exista un turismo de salud, pero para eso hay que tener buena tecnología y buenos profesionales. Nuestro país los tiene y CASMU tiene un gran diferencial: nuestros médicos ingresan y evolucionan por concurso. Recientemente, inauguramos la sala de CTI pediátrico, que en 85 años nunca existió y era un sueño para la institución. Hoy, esa sala está llena de niños que necesitan cuidados intensivos. Con respecto a los niños internados hicimos algo muy interesante en cuanto a la humanización, que es que todos los jueves suben perros adiestrados a estar con los pacientes en pediatría. A su vez, dos veces por semana, tenemos a los payasos medicinales, entendiendo que con estos estímulos los niños se recuperan más rápido. También, inauguramos el área de hemato-oncología, que es la más importante de Uruguay. Formamos el equipo de hepatovirus pancreático, integrado por profesionales diversos que dan un abordaje multidisciplinario. Hemos incorporado tecnología de primer nivel; no en vano, Tabaré Vázquez, en ese entonces presidente, vino a intervenirse al CASMU cuando era socio de la Asociación Española y tenía a disposición los mejores centros del mundo. Sin embargo, él reconoció que nosotros teníamos lo mismo que el mundo, a nivel de tecnología y de calidad profesional.
En sus proyectos y alianzas también se le da lugar al aspecto social y medioambiental. ¿Qué acciones se han realizado en este sentido?
Trabajamos mucho en la parte social, en conjunto con ANEP, para tratar de mejorar la situación de salud de los niños en Casavalle. Es importante para que esos niños puedan aprender y servir a la sociedad. Se les hacen estudios oftalmológicos, otorrinolaringológicos, dentales y psicológicos, además de brindar educación a maestros y profesores para que puedan llevarle información a padres y niños. Tenemos varios acuerdos con clubes deportivos como Enfoque y el complejo Luis Suárez, y estamos por concretar uno con la Asociación Cristiana de Jóvenes. A nivel medioambiental, trabajamos en las sierras de Rocha con la AMBÁ (un grupo interdisciplinario impulsado con la intención de proteger y regenerar la biodiversidad en Uruguay) para la conservación del Monte Indígena, que busca la protección del aire y el agua, vitales para la vida. Vamos a hacer un camino de la salud en Rocha, a pesar de que nosotros no estamos allí, pero pensamos en la salud de los uruguayos en general. Haremos todo un camino de salud que conducirá a la gente a donde está la zona de AMBÁ, para que los visitantes caminen y hagan ejercicio, para que conozcan, circulen por la naturaleza y aprendan a cuidarla y quererla.
¿En qué proyectos puntuales está trabajando para el futuro próximo? Estamos invirtiendo en generar el Centro Imagenológico más importante de América del Sur. Ya tenemos uno de los resonadores y estamos en tratativas con el MSP para la aprobación del segundo. Contamos también con un angiógrafo, que hay solo tres en el mundo. Con estos equipos pretendemos armar una sala híbrida, es decir, un centro de diagnóstico que, de forma inmediata, puede transformarse en un block quirúrgico para operar en el momento. Incluso, durante la operación, se podrá mover la camilla para estudiar la zona operada mediante resonador y evaluar si se sigue operando o no. Además, vamos a tener un tomógrafo de128 cortes, que facilitará la prevención de infartos y el diagnóstico de cáncer de colon. Otro gran proyecto que estará pronto en dos años, tiene que ver con la construcción de ocho nuevos blocks quirúrgicos, donde se incorporarán dos robots para estar al nivel del mundo, ya que hoy también operan robots.
¿Cuáles son los tres aspectos que más distinguen a CASMU dentro del Sistema de Salud?
La humanización, la calidad de servicio desde el punto de vista técnico y la infraestructura física y amenidades. En esos tres pilares nos basamos para que CASMU pueda ser considerada la mejor institución. Hacemos fuerte énfasis en la educación; tene-
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Un libro: Lazarillo de Tormes Un hobbie: Hacer senderismo y leer Una serie: The Big Bang Therory
mos convenios con universidades para que colegas vengan a formarse aquí y para que nuestros médicos sigan aprendiendo de otros profesionales. También tenemos el área de investigación más importante del país. En este momento, estamos llevando adelante una investigación, presidida por Gonzalo Moratorio, en conjunto con la ANII y el Institut Pasteur. Se trata del desarrollo de un marcador viral que va al lugar donde puede haber un resto tumoral para marcarlo radiactivamente. Luego, en la resonancia se sabe dónde están los restos, entonces el cirujano puede “limpiar” al paciente para que el cáncer no recidive. En principio serviría para los cánceres abdominales y si esto se concreta sería un logro inmenso de nuestra ciencia.
¿Cuáles son sus inquietudes sobre la institución? ¿Qué lo preocupa?
Lograr que la gente sienta un trato humano en CASMU es mi mayor deseo. Cuando un usuario me reclama que un funcionario, un enfermero o un médico no lo atendió con humanidad, es lo que más me duele. Hay una película que se llama Patch Adams, y es un poco eso lo que quiero lograr. Cuando era profesor en la Universidad de Montevideo, en Medicina Familiar, empezaba las clases mostrando a los estudiantes esa película. No me olvido de una escena en la que un paciente estaba en una camilla y el gran profesor explicaba a los alumnos que se le amputaría una pierna. Y entonces Patch Adams levanta la mano y pregunta: “¿Cómo se llama el paciente?”. Son cosas en las que hay que trabajar fuerte, porque tratan de deshumanizarnos, pero no puede pasar. La empatía hace que los resultados terapéuticos sean mejores. Está estudiado científicamente que 50 % del efecto del medicamento depende de la relación medico paciente y del convencimiento del paciente sobre la terapia.
¿Dónde se imagina que CASMU puede llegar en los próximos años?
Mi idea es seguir seis años más y dejar al CASMU como la mejor institución de América del Sur. Es un proyecto de nueve años en total. Hay que saber retirarse a tiempo porque en la vida todo tiene un ciclo.
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