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Alimentación sana
HOLANDA
Frutas y hortalizas para un país más saludable
El sobrepeso es una afección común a muchos países y abordarla requiere un enfoque global en aras de un estilo de vida más saludable. El caso de Holanda indica que una de las principales medidas para hacer un país más saludable es normalizar el consumo de frutas y hortalizas.
Por: Redaccion ANV - Actual FrutVeg
La Universidad de Wageningen, Unidocumento.
La mitad de todos
versity & Research, explica la situación de los habitantes de Holanda en cuanto a su peso, los efectos que tiene en la salud en general y en particular teniendo en cuenta la pandemia COVID-19. Se analizan los
factores que influyen
en el sobrepeso y qué medidas pueden ayudar a mejorar el estado general de la población. La información proviene de la profesora de consumo y estilos de vida saludables Emely de Vet. Remarca que el estilo de vida, no debe abordarse como una responsabilidad individual, sino que es necesario cambiar el sistema que perpetúa un estilo de vida poco saludable». El texto a continuación es una síntesis del
los adultos holande-
ses tienen sobrepeso, lo que los hace más susceptibles al coronavirus. Un estilo de vida más saludable puede ayudar a mitigar los efectos de una infección por COVID-19 y ayudar a prevenir diversas enfermedades crónicas. Esto alivia la presión sobre la atención médica. Los investigadores de Wageningen unen fuerzas con gobiernos, servicios de salud, proveedores de alimentos y escuelas para aprender cómo podemos hacer que un estilo de vida más saludable sea más accesible. ¿Crees que los pequeños pasos, como una porción diaria de fruta y un paseo, pueden marcar la diferencia?
«Trabajar por un estilo de vida más saludable es de vital importancia para los enfermos, para el sector sanitario, agobiado y, desde una perspectiva de salud pública, para aquellos que no se enferman», dice Emely de Vet, profesora de Consumo y Estilos de Vida Saludables.
«Y ahora la presión es inmensa; en parte porque los pacientes que padecen COVID-19 y que también tienen afecciones subyacentes como exceso de peso severo o diabetes son ingresados con mayor frecuencia en la UCI».
Un estilo de vida poco saludable aumenta la posibilidad de desarrollar enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Estas enfermedades nos hacen más vulnerables a una progresión más grave de COVID-19. «Un estilo de vida saludable contribuye a un sistema inmunológico que funcione correctamente y es un factor crucial en la prevención de enfermedades, así como en el tratamiento y la gestión de enfermedades», explica De Vet.
Oferta no saludable
La mitad de los adultos holandeses tienen sobrepeso. Aquellos que tienen más de cincuenta años tienen sobrepeso con mayor frecuencia, así como las personas de los grupos de menores ingresos.
El sobrepeso no es una cuestión de elección personal, es un problema social. “Mientras el 80 por ciento de la selección de productos a la venta en los supermercados no sea saludable, es muy difícil para las personas modificar su estilo de vida».
El entorno socioeconómico también influye. Las personas con ingresos más bajos, menor educación y una posición laboral más pobre son más vulnerables. Este grupo lucha con problemas de salud como la obesidad y la diabetes con mayor frecuencia, los cuales son factores de riesgo en COVID-19. “El coronavirus expone dolorosamente la desigualdad socioeconómica y amplifica aún más las disparidades”, señala De Vet.
Para la mayoría de los trabajadores en las profesiones menos cualificadas y con salarios
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más bajos, trabajar desde casa no suele ser una opción. Llevar un estilo de vida más saludable difícilmente es una prioridad para quienes sufren estrés como resultado de dificultades financieras, desempleo y otros problemas. “Y menos aún si los productos saludables son más caros que las alternativas no saludables. Un estilo de vida saludable es un lujo que no todos pueden permitirse”, afirma la profesora.
Continúa diciendo: “Las personas con menores ingresos y una educación más baja tienen una esperanza de vida siete años más baja que las que tienen una educación superior. Además, esperan vivir 19 años menos con buena salud durante su vida.
Los empleadores también pueden iniciar intervenciones. Muchos trabajadores en los Países Bajos viven en la pobreza y, a menudo, tienen un estilo de vida poco saludable, dice De Vet.
Educación nutricional en la escuela
Los hábitos que se forman a una edad temprana, son difíciles de romper más adelante en la vida. Esto fue descubierto a través de una investigación realizada por De Vet y sus colegas. “Las investigaciones muestran que los hábitos alimenticios y el sobre-
peso a una edad tem-
prana son indicadores precisos de los hábitos durante la edad adulta. Si los niños aprenden hábitos alimenticios poco saludables a una edad temprana, se vuelve difícil de arreglar. Los viejos hábitos tardan en morir es un dicho que ciertamente se aplica a nuestra conducta alimentaria. Por eso pedimos a favor de la educación nutricional en las escuelas».
El Mercosur y la Unión Europea
En notas sucesivas venimos analizando las consecuencias del Tratado MERCOSUR – UNION EUROPEA que debe ser acordado por los Congresos de Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina.
El Parlamento europeo anunció que ha elaborado las condiciones que considera de su interés para ser aprobado.
Se estima que difícilmente pueda ser aprobado antes del año 2023.
En marzo se ha conmemorado el 30 aniversario del acuerdo del Mercosur que como se sabe se basa en un arancel externo común para las importaciones y una lista de productos acordados entre los 4 países, exentos de dicho arancel.
El problema es complejo y difícil de armonizar. Salvo Argentina los demás integrantes procuran bajar el arancel externo, teniendo en cuenta que retirarse del Mercosur exige una resolución de los parlamentos.
En primer lugar al conocerse las bases del Tratado UE-Mercosur, distintos sectores de las economías regionales plantearon sus divergencias teniendo en cuenta el daño que podría provocar dicho Tratado,; resultados comparables a la década de la Convertibilidad, que acarreó la liquidación de producciones frutícolas como el banano, y agrondustriales como el durazno o el tomate industrializado.
Similar problema crearía una baja considerable del arancel externo común de parte del Mercosur.
Hace menos de dos meses, se importó una gran partida de durazno industrializado de China.
Nosotros no somos especialistas en cuanto al problema de los equipos y manufacturas de las industrias metalmecánicas, o la cristalería, la textil y otras, que se verían perjudicadas por la importación de esos bienes que se producen en la Argentina.
Cada sector productivo de la Argentina debería analizar lo que produce y conocer el mercado internacional de su sector, consultando las estadísticas de la exportación e importación de sus productos.