CITGO reconocida por la AFPM con nueve premios por logros en seguridad industrial
CITGO Petroleum Corporation ha sido reconocida por el desempeño en seguridad industrial durante el año 2013. Su tasa TRIR (Tasa Total de Incidentes Reportables) fue de menos de la mitad que el promedio de la industria de refinación. Según cifras recientemente dadas a conocer por la Asociación Americana de Fabricantes de Combustibles y Petroquímicos (AFPM, por sus siglas en inglés) el promedio de la industria el año pasado fue de 0.48, en tanto que CITGO registró una tasa de 0.23. “Estos resultados demuestran que en CITGO estamos fuertemente comprometidos con la salud y la seguridad industrial. Nos dedicamos a proteger a los hombres y mujeres que trabajan en nuestras instalaciones y a aquellos que viven en las comunidades cercanas a nuestras operaciones”, dijo Rafael Gómez, vice presidente de asuntos públicos. AFPM reconoció a CITGO con nueve premios por distintos logros en seguridad industrial obtenidos en el 2013. Los premios incluyeron tres por Rendimiento Meritorio en Seguridad Industrial para Corpus Christi (0.2 TRIR), Lake Charles (0.4 TRIR) y Lemont (0.3 TRIR). CITGO también fue reconocida con seis premios por logros. De estos, cada una de las tres refinerías obtuvo uno por alcanzar más de un millón de horas por empleado sin un caso DART (Días fuera del trabajo, restringido o transferido) en relación con un empleado, o una muerte relacionada con un empleado o no-empleado (como por ejemplo un contratista o un visitante). Además, cada refinería obtuvo un premio por cumplir un año o más sin un caso DART en relación con un empleado o una muerte en el lugar de trabajo en relación con un empleado o no-empleado. Para más información visite CITGO.com.
©2014 CITGO Petroleum Corporation
En esta edición
20/23 Houston.
40/41 En la Nasa.
6 Editorial. 8/9 Historia de nuestra presencia consular en Houston. 10/11 Dónde estamos, que hacemos y quienes somos los venezolanos para Houston. 12 Reminiscencias... ¡Ahora somos más!. Director-Editor Betty Zambrano Agostini bz@houstonlatinoproductions.com
Director de producción Agni Mogollón Asistente al editor Mila Skjolingstad ms@houstonlatinoproductions.com
Ventas Verya Loreto
vloreto@houstonlatinoproductions.com
Ana Williams Director de comercialización y ventas
Darío Colina
14/15 En los deportes. 16/18 En la salud. 25/27 Mundo petrolero. 29/31 En las ártes plasticas. 33/35 Con la música en el alma. 37/39 Fogones venezolanos, en Houston.
Diseño Grafico Oswaldo Zambrano Director
ozzy@houstonlatinoproductions.com
Claudio Valbuena
Colaboradores Clara Pinto Producción y Distribución Houston Latino Productions P. O. Box 841495 Houston, TX 77284
713-518-2458 FAX: 281-861-0031
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Impreso en los talleres de Simon Printing Company
El contenido publicado en artículos de opinión, publi-reportajes y avisos publicitarios son responsabilidad de cada anunciante y/o contratista del espacio, Houston Latino Productions y Venezuela en Houston no se hacen responsables de las opiniones expresadas en ellos.
EDITORIAL Siete años’’...se dice y se escribe rápido, pero el camino transitado a lo largo de ese tiempo, se convirtió en una enseñanza vestida de compromiso. Cuando comencé a desarrollar aquella idea en el 2007, y vi impresa la primera edición del entonces periódico Venezuela en Houston, nunca imaginé que aquellas páginas se convertirían en lo que somos hoy en día, un puente emocional y afectivo entre nuestra querida Venezuela y los venezolanos que aquí vivimos; que nos coleccionarían como una enciclopedia de gran valor cultural, y que cada hogar venezolano en Houston tendría entre sus cotidianidades leer esas páginas llenas de nostalgia, amor y recuerdos por la patria dejada atrás. Houston se ha convertido en nuestro hogar, porque aquí hemos decidido poner nuestro corazón, esperanzas, y futuro. Aquí muchos venezolanos hemos comenzado una nueva vida, unos desde hace muchos años, otros desde hace menos tiempo, a echar y a profundizar raíces en esta tierra, donde nuestros hijos y nietos crecen y estudian, y algunos hasta han nacido en ella. Los que hemos llegamos ya adultos, hemos encontrado una tierra fértil donde poder desarrollar nuestro potencial profesional y artístico, donde llevar a cabo esas ideas que estuvieron esperando una oportunidad. Los venezolanos estamos por todas partes en Houston y sus alrededores, y participamos en su desarrollo en casi todas las áreas laborales que esta ciudad ofrece, somos inmigrantes de muy buen nivel, tanto en lo profesional como en lo humano, somos una comunidad inteligente y laboriosa y de eso tenemos que sentirnos orgullosos. Hace 20 años cuando llegue a este país y a esta ciudad, lo venezolano era casi inexistente, la presencia criolla estaba básicamente concentrada en la industria petrolera y en el equipo de béisbol los Astros de Houston, pero no más allá. Encontrar comida venezolana en algún local era toda una odisea. Hoy, afortunadamente no es así, y emociona ver con frecuencia una bandera venezolana en muchos lugares públicos y hasta en automóviles. Es quizás por haber vivido toda esa historia y en muchos casos haber sido testigo presencial de cómo han ido creciendo y asentándose los venezolanos en la ciudad espacial, por lo que decidimos en esta edición aniversaria no escribir sobre Venezuela, sino sobre quienes somos, cuántos somos, donde estamos y que hacemos los venezolanos en Houston, aportando día a día nuestro granito de arena, y ocupando un espacio merecido en la ciudad que se convirtió en nuestro nuevo hogar, para que el orgullo de ser venezolanos brille cada día más en nuestros corazones, y nos sintamos orgullosos como comunidad de formar parte integral y exitosa del crecimiento humano de esta torre de Babel llamada Houston. Esta es la manera como queremos desde nuestra revista y en nombre de todo nuestro equipo humano, que la hace posible, honrar y agradecer a todos nuestros clientes, amigos, lectores y a toda la comunidad venezolana en Houston, que durante estos siete años nos han brindado su apoyo y estímulo, a todos: Un Tricolor de Gracias
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Betty Zambrano Agostini
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Historia de nuestra presencia consular en Houston
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ada es más venezolano en Houston que el espacio que ocupan las oficinas de nuestro consulado en Fountain View....la razón es muy simple de entender y de aceptar, ese espacio es formal y legalmente ‘’Territorio Venezolano’’... sin embargo la presencia consular venezolana en Houston, su historia es poco conocida por nuestra comunidad. Con el invaluable aporte investigativo de Manuel Barrios, conocedor a profundidad de muchos de los hechos aquí narrados, por haber sido testigo en tiempo real de algunos de ellos, y por ser acervo cultural para todos los venezolanos que vivimos ahora en la ciudad espacial, decidimos reseñar esos 68 años de presencia consular venezolana en Houston en esta edición especial aniversaria de nuestra revista. En los años 40 existió una oficina comercial venezolana en la población de Galveston, por ser considerada un puerto importante para el comercio entre las dos naciones. También existía adjunta una oficina de la C.A. Venezolana de Navegación. Más tarde dicha oficina fue convertida por el gobierno venezolano en un consulado, y en el año 1946 fue transferido a la ciudad de Houston, nombrando al ciudadano merideño Rafael Román Dávila Delgado en calidad de cónsul, y quien venía ejerciendo la misma función en las ciudades de San Louis, Missouri, en los años 40 al 42, y luego en Mobile Alabama del año 42 al 46. Podemos decir sin duda alguna, que el primer cónsul de Venezuela, nombrado oficialmente por las autoridades correspondientes de la República de Venezuela, fue Rafael Román Dávila Delgado en el año de 1946, ubicando la primera oficina consular en 520 Brannard Street, Houston, muy cerca de la calle West Alabama, y por razones de espacio fue mudada más tarde a1801 Marshall Street, esquina con Woodhead Street, ambas direcciones muy cerca del Downtown de Houston. La gestión de Don Rafael Román Dávila Delgado como cónsul finalizó en el año 1957 ya que fue transferido a la embajada de Venezuela en Madrid, España, y años más tarde a El Cairo, Egipto. Refrendando toda esa historia, y con sus propias palabras cuenta el querido sacerdote venezolano, conocido como ‘’El padre Dávila, que el primer consulado venezolano en Houston fue creado por su padre, ya que a finales de la década de los 30 le fue encomendada la misión de abrir varios consulados en los Estados Unidos, por orden del general Eleazar López Contreras. En 1958 fue nombrado como cónsul en Houston el ciudadano José Leandro Rodríguez y mudado el consulado a nuevas oficinas en el edificio del World Trade Center ubicado en el centro de Houston, muy cerca del famoso Rice Hotel. Ya se encontraba trabajando en el consulado general la muy querida Gladys Zambrano, que aunque nunca recibió un nombramiento de cónsul, toda la comunidad de Houston y de todo el estado de Texas la consideraban como tal, por su brillante trayectoria y sus extensos conocimientos de todos los trámites consulares.
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En el año de 1974 fue nombrado el Señor Jesús González Guerra como cónsul general, y las oficinas fueron trasladadas al Coldwell Bank Building, ubicado en la esquina de Westheimer con la 610 en Houston, y más tarde se mudaron a otro edificio alto y negro ubicado en toda la avenida de Post Oak Boulevard. La gestión del cónsul González Guerra finalizó en el año 76 y las oficinas fueron trasladadas al 2700 de Post Oak Boulevard en Gallería con la llegada del nuevo cónsul. El nuevo Cónsul fue Benjamín Ortega, quien inició su gestión como cónsul general en 1976 y permaneció en su cargo hasta 1980. Queremos señalar dos cosas importantes que ocurrieron durante el período de Benjamín Ortega, la develación del busto del Libertador Simón Bolívar en el Hermann Park de Houston y la iniciación de los vuelos de la desaparecida Venezolana International de Aviación (VIASA). Por cierto, cuenta el padre Dávila que, fue él quien impartió la bendición de aquella estatua, siendo muy anecdótico que aquella bendición la impartiera el hijo del primer cónsul venezolano en Houston. En 1980 fue nombrado cónsul general de Venezuela en Houston el Dr. Luis Miguel
Fajardo. El Dr. Fajardo estuvo hasta el año 1983 y luego fue transferido a la isla de Puerto Rico. El Dr. Manuel Sosa fue nombrado cónsul de Venezuela en Houston en 1983 hasta 1987, luego el Dr. Sosa fue transferido a Manaos, Brasil. Durante su gestión en Houston, fundó la cámara de comercio Venezuelan-American Chamber of Commerce junto con Roberto Madrigal, José’’Pepe’’ Miranda, Eduardo Pita y otros, y también creó una muy bien nutrida biblioteca dentro del consulado, que llevo el nombre de Gladys Zambrano y que en su tiempo era punto de investigación para propios y extraños. Después de finalizada aquella gestión, llega a Houston como cónsul el ciudadano Gonzalo Espina, aunque por corto tiempo. Luego fue nombrada la ciudadana Violetas Matos en el año 1988, quien estuvo en la gestión hasta el año 92. Como cónsul de carrera adjunto estuvo el Licenciado Jorge Jiménez. Durante ese período cerraron las operaciones de la C.A. Venezolana de Navegación (CAVN), empresa creada por el General Román Delgado Chalbaud en el año 1917, dejando de operar a partir de enero de 1990. A partir del primero de enero de 1993 y
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hasta el año de 1999, el Dr. Alejandro Perera ocupó el cargo de cónsul , hasta que fue trasferido a la embajada de Venezuela en Washington D.C. A principios del año 2000 fue nombrada la Sra Mahuampi Ortiz como cónsul general, trasferida dos años más tarde a la Embajada de España . El siguiente fue Gerardo Wills en ocupar el cargo de cónsul general, quien mudó las oficinas del consulado a la calle Briar Park, al lado del Hotel Hilton. Luego de la gestión del señor Wills, asumió como cónsul Antonio Padrino, Economista-Petrolero. Fue durante la gestión consular del señor Antonio Padrino, cuando sin el permiso requerido del Departamento de Estado, se mudaron las oficinas consulares al 2401 de Fountain View, acción que generó como consecuencia que el consulado fuese cerrado por orden de las autoridades de EE.UU. Resuelto aquel ‘’impasse’’ diplomático, asumiría el cargo consular, el ciudadano Carlos Osorio, pero por muy poco tiempo hasta el año 2009. Desde entonces y hasta el presente, el cónsul de Venezuela en la ciudad de Houston ha sido el ingeniero Calixto Ortega Sánchez.
Dónde estamos, que hacemos y quienes somos los venezolanos en Houston.
T
rabajamos en diversas áreas empresariales de la economía citadina, algunos con grandes empresas y otros en campos más pequeños, con empresas propias o en franquicias, lo cierto es que los venezolanos están trabajando en Houston y dejando bien parado el nombre del país, ya que somos considerados por las autoridades como una inmigración con muy buena formación. Houston es la ciudad que tendrá la demografía étnica y cultural más diversa de toda la nación Americana en el futuro. El Houston de hoy refleja lo que serán los Estados Unidos en unos 60 años.
Los hispanos se cuentan como el grupo que ha crecido en más de un 60% del crecimiento poblacional total de la ciudad, y son el 80% del incremento poblacional del condado de Harris. La población de origen hispano creció aproximadamente un 80% entre 1990 y 2014, y entre este grupo humano nos encontramos los venezolanos, que de acuerdo a datos extraoficiales ya pasamos de largo el número de veinte mil (20.000) en esta ciudad. Ningún grupo racial o étnico constituye la mayoría de la población de Houston. Las proyecciones en el estado de Texas sugieren que los hispanos serán la mayoría de
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Los venezolanos en Houston, somos una comunidad compuesta en su mayoría por profesionales, porque Houston es una ciudad de trabajo.. somos una comunidad laboriosa que ha ido ganando espacios en la ciudad espacial, con marcadas diferencias de otras comunidades de connacionales en otras partes de los Estados Unidos.
la población de la región en unos 30 o 40 años. Mientras tanto, continúa no habiendo mayoría racial y los hispanos gradualmente sobrepasan a los anglos como pluralidad cultural. “El 94% de los estudiantes del Distrito Escolar Independiente de Houston (ISDH) hablan español”, podemos afirmar que entre ellos están nuestros hijos, nuestros nietos, la futura generación de venezolanos en Houston, eso sin incluir datos de los otros dos condados (Fort Bend y Montgomery) que forman el “gran Houston”.
Sabemos de venezolanos que trabajan desde la mecánica automotriz y hasta en la Nasa, nombrarlos a todos seria una aventura casi imposible de realizar, pero son muchísimos y el espacio es limitado cuando se escribe, pero si podemos sin equivocarnos nombrar las actividades en las que desarrollan su vida laboral y que seguramente se verán representados en ellas. Tenemos en Houston mecánicos, farma-
el área de envíos de encomiendas, bienes raíces, administración de propiedades, empresas de servicios múltiples y otros como empleados en áreas menos especificas como supermercados, tiendas en los centros comerciales, oficinas, en deportes Mención aparte a quienes mantienen viva la religiosidad de nuestras tradiciones espirituales, Laura Celis y su esposo Alan Black junto al muy querido Padre
No es coincidencia que una gran cantidad de venezolanos hayan escogido a Katy como la ciudad en la que quieren criar a sus hijos. Esta ciudad que se encuentra a 25 millas al oeste de Houston, y que está repartida entre los condados de Harris y Fort Bend, nos ofrece primordialmente la oportunidad de vivir en casas cómodas y asequibles cerca de nuestros trabajos, así como seguridad para las familias, buenas escuelas para nuestros hijos y ¿por qué no?, la conveniencia de tener como vecino a otro venezolano. Hemos hecho de Katy nuestra área preferida para vivir, al punto de que ya la llaman “Katyzuela”, Una tendencia que veremos crecer en los próximos años será la de ver más y más compatriotas viniendo a vivir al norte de Houston, en especial a The Woodlands, sobre todo por la mega construcción y consecuente mudanza de las oficinas centrales de una de las grandes petroleras (Exxon Mobil ) a esa localidad. De un extremo al otro de Houston encontramos pequeños focos de venezolanos, en Sugarland, Tomball, Spring, Cypress. Conroe y Kingwood, por mencionar algunos. Posiblemente cada uno de nosotros haya escogido un sitio conveniente por su cercanía al trabajo, al aeropuerto, al negocio propio, a sitios de esparcimiento o a buenas escuelas; pero seguramente a todos nos cobija la determinación de trabajar en un sitio estable, criar y educar a nuestros hijos en un ambiente seguro y poder adquirir una vivienda en la cual ver crecer nuestras familias como todos merecemos en nuestro nuevo hogar.
céuticos, médicos, ingenieros en muchas especialidades, especialmente en petróleo y gas, arquitectos, maestros, atletas profesionales, músicos, artistas plásticos, sacerdotes, enfermeras, bioanalistas, odontólogos, administradores, locutores, notarios, paralegales, periodistas, chefs, artesanos, promotores de eventos, maestros, policías, bomberos, militares en las Fuerzas Armadas, empresarios en
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Dávila, que nos reúnen a todos con las misas de la Coromoto y la de la Chinita año tras año a través de la Parroquia Virtual, hasta un Luthier venezolano de fama internacional como lo es Aquiles Torres tenemos entre nosotros en Houston. Los venezolanos estamos por todas partes en la vida de esta ciudad que es ahora nuestro nuevo hogar.
Reminiscencias...
¡Ahora somos más!
Por Mila Skjolingstad
H
ace 25 años, y por razones que ya no vienen al caso, emigré a este país. Llegue a New Orleans estado de Louisiana, donde no existía ningún “vestigio de algo venezolano”. Recuerdo que un amigo nos dijo que allí vivía un venezolano casado con una brasileña, y me emocione mucho. Nació una bella amistad con ese compatriota, que como yo, seguramente no tenía mucho a su alrededor que le recordara nuestra patria… Pasaron unos años, esos primeros del luto y la nostalgia por todo lo dejado atrás. Entonces vino el cambio a Houston. Comenzaba el año 93 y tampoco aquí había muchos venezolanos, no existían prácticamente restaurantes de comida venezolana, ni tiendas, ni actividad comercial visible de venezolanos. Recuerdo claramente que toparse por casualidad con algún venezolano o familia de venezolanos era un gran alegría. Pero ya para finales de los noventa, las cosas comenzaron a cambiar. Se comenzaba a ver y sentir la llegada de venezolanos a Houston, no solamente por la actividad petrolera. Por infinidad de razones, esta ciudad se vislumbró como una tierra de promesas, era una ciudad en ebullición con un gran desarrollo urbanístico y profesional, donde las oportunidades siempre habían existido.
Los grandes supermercados solían no tener nuestra harina pan u otro producto criollo…pero cuando entendieron que ya había quien los comprara, comenzó a ser parte de su inventario de productos latinoamericanos. Pero no solamente venezolanos compran nuestros productos, ya son populares entre otras comunidades. En un automercado Fiesta estaba un día comprando la harina de hacer cachapas, y una señora mejicana estaba buscándola también, ya que había probado las cachapas donde una amiga venezolana y quería hacerlas en su casa ¡porque eran deliciosas! Y así como nos gusta la comida mejicana, salvadoreña, hondureña o puertorriqueña, etc. a estas comunidades también les gustan nuestras hallacas, tequeños,
Así comenzaron por ejemplo, señoras venezolanas a ofrecer la preparación de comidas por encargo para las épocas navideñas, aparecieron los primeros puestos de comida venezolana, y cuando escuche la noticia corrí a donde estaba y después de muchos años me comí ¡una cachapa con queso!!! Cada vez que podía, porque quedaba lejos de mi casa, iba a comerme una arepa o una cachapa, o unos tequeñitos…Y así aparecieron otros sitios de comida venezolana. ¡Bendito sea Dios, cada vez que escuchábamos la noticia, corríamos a comer allí! Y así llegó el 2000, el milenio, y los años siguientes fueron testigos de un crecimiento agigantado de la comunidad venezolana, que hasta unos pocos años atrás era “pequeñita” en Houston…
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arepas, pan de jamón y otras delicias criollas. Tengo y he tenido amigos de diferentes nacionalidades que han degustado nuestra comida en mi hogar en ocasión de las fiestas navideñas o Acción de Gracias, y ¡les encanta! Una invitación a comer en mi casa es siempre bienvenida con mucho gusto. Pero aquí no queda el crecimiento de los venezolanos en Houston. Hace días en la oficina donde trabajo, nos visitó un oficial del departamento de bomberos de la ciudad de Houston, y ¡sorpresa! Cuando empezamos a hablar, en inglés al principio, me preguntó: ¿de dónde es usted? ¿yo? ¡De Venezuela! Entonces contesto con una sonrisa de oreja a oreja, ¡yo también! Ya ahora encontramos a venezolanos en todos los ámbitos de la vida laboral y comercial de la ciudad. No es raro ya ver comerciales y publicidad de toda clase de negocios de venezolanos, que se anuncian por doquier. Así que he sido testigo durante 21 años que tengo viviendo en esta ciudad, de la llegada de más y más venezolanos a Houston. Ya hasta tenemos un área a la que llaman “Katyzuela” por la concentración de venezolanos. Atrás quedaron esos años cuando buscar algo “venezolano” en Houston era casi misión imposible. Ya somos oficialmente una comunidad de inmigrantes importante de Houston, un grupo de gente pujante y decidida que contribuye y forma parte de la vida de esta ciudad tejana que escogimos como nuestro hogar.
Carl Herrera
los Astros de Houston. Algunos nombres legendarios en nuestro béisbol son Bob Abreu, Roberto Petagine, Richard Hidalgo, Óscar ‘Manacho’ Henríquez, Carlos Hernández, Juan Carlos Gutiérrez entre otros, quienes debutaron vistiendo la estrella de Houston en su gorra. Hoy en día, el ídolo de los Astros, y dos veces “All Star”, con números impresionantes en la campaña, es también un venezolano, su nombre es José Altuve, el segunda base de los Astros, el jugador de menor estatura en las Grandes Ligas, pero gigante en el terreno de juego. Es emocionante como venezolanos estan presente en el Minute Maid Park de Houston cuando lo anuncian y todo el estadio retumba por una enorme algarabía y aplausos... en esos momentos nuestro corazón nos grita desde adentro,’’ese también es venezolano’’.
S
iendo los deportes una actividad obligatoria en todos los centros de enseñanza de los Estados Unidos, es fácil inferir que tienen que haber cientos de muchachos venezolanos en todos los niveles de la educación practicando alguno de ellos, béisbol, Soccer (futból) voleiból, básquet, gimnasia, natación, atletismo, artes marciales o futból americano. Quizás algunos de ellos logren destacarse tanto que, pasen a ser parte de las representaciones estadales intercolegiales, universitarias y hasta en las selecciones nacionales, y llenen los espacios que otrora ocuparon otros venezolanos cuyos nombres aun resuenan en los oídos de los Houstonianos. Recordemos algunas de esas historias…
En el Béisbol
Los venezolanos siempre hemos sido aficionados a las actividades deportivas, preferiblemente el béisbol, básquetbol y el futból, somos fanáticos aguerridos de nuestras divisas favoritas y seguimos los torneos con tanta pasión, que los convertimos en tema diario y obligado de conversación. Tan apasionados somos del béisbol, que utilizamos términos del juego para decir y explicar cosas cotidianas. frases como ‘’un foul pa’tras’’ o .’’pa’ las gradas’’, o si
En el Basket
algo nos resulta fácil de hacer, decimos que eso es ‘’un rolincito al pitcher’’ por citar solo algunos ejemplos. Al igual que en el mundo petrolero, Houston no es una palabra extraña en esas actividades, mucha gente desconoce el hecho de que fueron los Astros de Houston el primer equipo de grandes ligas que tuvo fe en el talento joven venezolano. Los Astros abrieron una escuela de béisbol que funcionaba en Guacara estado, Carabobo, allí estuvo desde 1989 y hasta el 2008 . Fueron 18 años prolíferos, durante los cuales cientos de muchachos pasaron por allí con la ilusión de vestir alguna vez un uniforme de grandes ligas. No muchos lo lograron, pero la mayoría, vieron cumplir su sueño, debutando en la gran carpa y vistiendo el uniforme de
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De los tres venezolanos que han jugado en la NBA, dos han vestido el uniforme de los Rockets de Houston, Carl Herrera fue el primer jugador venezolano en jugar en la NBA. Comenzó su carrera en Estados Unidos en el Jacksonville Community College en Texas, antes de enrolarse en la Universidad de Houston (1989-90). Firmó como agente libre con los Houston Rockets el 29 de septiembre de 1992. Logró dos títulos de la NBA de forma consecutiva en las temporadas de1994 y 1995. Su tarea era prácticamente testimonial en Houston, basando su juego. En el verano de 2001 Oscar Torres firma un contrato con los Rockets de Houston por dos temporadas, tras su buena actuación en la liga de verano de Los Angeles, debutando esa temporada, y jugando un total de 65 partidos, promediando 6.0 puntos y 1.9 rebotes en 16.5 minutos por noche.
Alejandro Moreno
En el Futbol (Soccer)
El Houston Dynamo es el club de fútbol profesional de Houston, que juega en la Major League Soccer y fue fundado en el 2005. El venezolano Alejandro Moreno debutó con el Houston Dynamo el 2 de abril de 2006, le otorgaron la camiseta con el número 15 y lo hizo en grande con la victoria de su equipo 5-2, disputando los 90 minutos y marcando un gol en su debut . Jugando con los colores de los “Dynamo de Houston”, debutó en la copa de campeones de la CONCACAF del 2007, el 21 de febrero de ese año.
Hay otras actividades deportivas, que provocan con frecuencia la reunión de la familia venezolana en Houston, desde las ya famosas ‘’caimaneras de softbol’’, las noches de ‘’truco o dominó’’, organizadas inclusive como torneos relámpagos en las casas... Los toros coleados, Golf, los ejercicios al aire libre en los cientos de parques de la ciudad, y muchos que ya han comenzado a usar sus bicicletas inclusive para ir al trabajo, y en el caso de las damas, ‘’Zumba y Pilates’’, son actividades cotidianas y cuya práctica tiene muchas adeptas, y como dato cierto, la más famosa de sus instructoras en Houston es una venezolana. En lo deportivo pues, bien sea masiva o comunitariamente, los venezolanos también dejan una huella visible en la ciudad espacial.
En el sector
salud…
E
n el área de la salud, Houston es un nombre que suena con fuerza a nivel mundial. La razón principal es que nuestra ciudad es la sede del Texas Medical Center (TMC), que con sus 49 instituciones hospitalarias es el complejo médico más grande del planeta. Con sus 13 hospitales totalmente renovados y dos centros de especialidades, 2 escuelas de medicina, 4 escuelas de enfermería y escuelas de odontología, salud pública, farmacia y virtualmente de todas las carreras relacionadas con la salud, y en donde hay presencia de venezolanos. Entre las instituciones renovadas está la Universidad de Texas M.D. , el centro de cáncer Anderson, líder en el mundo en el tratamiento e investigación del cáncer. El “Texas Children Hospital”, también líder internacional en medicina para niños y el “Texas Heart Institute”, en el hospital St. Luke’s Episcopal, a la cabeza en tratamientos de enfermedades del corazón. Dentro de las organizaciones de investigación del TMC se encuentra el prestigioso “Baylor College of Medicine”.
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Haciendo un poco de historia y hablando acerca de los venezolanos en Houston y el área de la salud, cuenta Manuel Barrios quien llegó a esta ciudad en la década de los 70’s, cuando era el gerente regional de ‘’VIASA’’ aquí en Houston, “que los venezolanos ya venían en gran cantidad a recibir tratamientos médicos”. Relata Manuel que, hasta el entonces presidente de la república Carlos Andrés Pérez, y otros tantos jerarcas de la política y del mundo económico venezolano venían a realizarse exámenes en el TMC, en visitas no oficiales y algunas como las del presidente Pérez, en secreto Debemos recordar que cuando la compañía aérea venezolana VIASA inició sus vuelos a la ciudad de Houston, sus aviones llegaban con el pasaje completo entre pacientes que venían al centro médico más importante del mundo para ser tratados en estos hospitales, y de becarios de
la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho a cursar estudios en Houston y en otras ciudades de Texas como Austin, Dallas y College Station. Continua narrando Manuel Barrios que “en los años 80 y 90 vinieron muchos jóvenes médicos graduados en universidades venezolanas a realizar sus posgrados en el TMC, ya que los venezolanos se han destacado en la medicina no solo en Venezuela sino en el exterior y especialmente aquí en Houston, donde muchos de ellos después de recibir sus títulos tenían ofertas de trabajo, y se quedaban a vivir definitivamente en esta ciudad, donde formaron sus hogares. Y es de allí de donde han salido las nuevas generaciones de hijos de médicos venezolanos nacidos en Houston, y ciudadanos de este país pero con profundas raíces venezolanas. El sector salud es crucial para la economía de Houston, y hay muchos venezolanos que se destacan como doctores o investigadores, por citar algunos como por ejemplo el Dr. Gustavo Rivero, hematólogo y oncólogo, quien cuenta que llegó a EE.UU. hace12 años para especializarse. Cursó diferentes estudios e hizo investigaciones en hospitales de Houston. Actualmente realiza investigaciones sobre la leucemia y mielodisplasia en la Baylor Clinic, de esta ciudad Los doctores Aldo y Aurora Sordelli, son periodoncista y ortodoncista respectivamente, ambos venezolanos, y quienes residen en Houston, donde ejercen su profesión desde julio del año 2000.
El Dr. Gustavo Salas es otro venezolano en el área de ortodoncia para niños y adultos en esta ciudad. También contamos con la Dra. Maria Calcina especialista en odontopediatria, y como ellos hay muchos más en diferentes zonas de la ciudad Son muchos los médicos venezolanos que en la actualidad ejercen en nuestra ciudad, entre ellos está el Dr Alfonso Bravo, quien ejerce como Surgical Assistant LSA, es egresado de la Universidad de Carabobo, nucleo Aragua. El Dr. Renie Guillod es médico anestesiólogo, especialista en oxigenación hiperbalica, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Texas y director de investigacion de la división de medicina hiperbálica. En el área de ginecología y obstetricia está el conocido y respetado Dr. Cristo Papasakelariou MD, quien no por su apellido deja de ser tan venezolano como el que más, y que ha traído al mundo muchos bebés de padres nacidos en Venezuela y residenciados en Houston. Entre nosotros viven grandes médicos venezolanos que son orgullo de nuestra comunidad, como el Dr. Manuel Penso Tirado, pionero de la cirugía cardiovascular en Venezuela, quien realizó el 5 de octubre de 1987 el primer trasplante de corazón en un paciente en etapa terminal, en Caracas. El doctor Penso, junto a su familia adoptó a Houston como su nuevo hogar. Fue profesor en la cátedra de anatomía de la facultad de medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV) por más de 15 años. Aunque no podemos precisar con exactitud el número de venezolanos que en la actualidad participan, bien sea como profesionales, estudiantes, enfermeros, traductores, enfermeros, pasantes o ejerciendo sus profesiones en el área de la salud en Houston, nos atrevemos a afirmar que son muchos los connacionales que en la actualidad están aportando sus esfuerzos y conocimientos a los residentes de Houston. Quisimos concluir esta parte de la presencia venezolana en el sector salud de nuestra ciudad diciendo que, el Centro Médico de Houston alberga la concentración de médicos, investigadores y profesionales de la salud más grande del mundo, y entre ellos también estamos los venezolanos
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Hablamos Español
HOUSTON
H
ouston es la cuarta ciudad más poblada de los Estados Unidos y la más grande del estado de Texas, Está ubicada en el condado De Harris y es el centro económico de toda el área conocida como el “gran Houston”, cuya población alcanza los 5.9 millones de habitantes.
Un poco de la his
nuevo h
Después de que la capital Harrisburg fuera arrasada por Antonio López de Santa Anna, los hermanos John Kirby Allen y Augustus Chapman Allen, dos empresarios de Nueva York, compraron 27 km² (6642 acres) de tierra a lo largo de Buffalo Bayou, a un precio de 344.4 dólares el km² (1.40 dólares el acre), con la intención de fundar una ciudad situada a unas cinco millas al norte de Harrisburg,
agosto de 1836 se toma como la de la fundación de la ciudad.
Las escrituras se firmaron el 26 de agosto de 1836, y el 30 de agosto de 1836 los hermanos Allen publicaron un anuncio en el “Telegraph and Texas Register”, con la intención de atraer habitantes para la nueva ciudad.
Se le concedió la incorporación al Estado y su primer alcalde fue James S. Holman.
La respuesta fue tal, que antes de producirse la compra, ya se había creado una ciudad con tiendas de campaña y casas hechas con tablones de madera. Esa fecha, 30 de
Los hermanos decidieron llamar a la nueva ciudad ‘’Houston’’ en honor de Samuel Houston, vencedor de la batalla de San Jacinto, que tuvo lugar a 40 kilómetros al este de donde la ciudad fue establecida. Sam Houston fue elegido presidente de Texas en septiembre de 1836.
El 5 de junio de 1837 se convirtió en la sede del condado de Harrisburg (ahora condado de Harris) y por petición de sus fundadores, fue convertida en la capital de la República de Texas.
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storia de nuestro
hogar...
El creciente puerto y la industria del ferrocarril, combinado con el descubrimiento del petróleo en 1901, han provocado continuos y repentinos incrementos de población en la ciudad. A mediados del siglo XX, Houston se convirtió en la base del “Texas Medical Center”, la mayor concentración de instituciones de investigación y de salud del mundo, y del “Centro Espacial Lyndon B. Johnson” de la NASA, donde se sitúa el centro de control de las misiones espaciales. Considerada como una ciudad “global beta”, la economía de Houston posee una amplia base industrial en la energía, manufacturación, aeronáutica, transporte, salud y un importante centro para la creación de equipos petrolí-
feros. Solo Nueva York posee más sedes de empresas Fortune 500 en los límites de la ciudad. El puerto de Houston se sitúa como el primero de los Estados Unidos en tonelaje manejado en aguas internacionales, y el segundo en tonelaje total de carga. La ciudad tiene una población multicultural con una gran y creciente comunidad internacional. Es hogar de muchas instituciones culturales y atrae a más de siete millones de visitantes anuales al Houston Museum District, que cuenta con una escena activa en cuanto a las artes visuales y escénicas. Esto es Houston...la ciudad en la que vivimos ahora y la que hemos adoptado como nuestro ‘’nuevo hogar’’ .
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MUNDO
PETROLERO Por: Agni Mogollón
S
i lo lleváramos a la reflexión, cuál sería la capital mundial del petróleo, probablemente la candidata más viable sería Houston, la ciudad del petróleo y la espacial.
Como bien lo menciona un artículo reciente en el sitio de la Internet, www.chron.com, durante las últimas décadas Houston ha ganado no sólo el título de capital petrolera mundial, sino quizá hasta la distinción de ser la capital energética mundial. Sin duda, es en esta área donde la relación de los venezolanos con Houston ha sido históricamente más fuerte, el petróleo se convirtió en el enlace natural entre nuestro país y la ciudad petrolera de los Estados Unidos desde hace más de un siglo. Houston es hogar de muchas de las compañías más grandes de petróleo y gas que existen en el mundo. Considerando 20 años como la medida para que una generación procree la siguiente, diríamos entonces que al menos las últimas 5 generaciones de venezolanos hemos estado directa o indirectamente ligados al mundo petrolero, y a través de este con la ciudad de Houston.
MUNDO
PETROLERO
Retrocedamos un poco en la historia, hasta cuando Colón se encontró con estas tierras. Cuando los españoles a su llegada a finales del siglo XV, descubrieron lo versátil del uso que los nativos daban al petróleo que fluía hasta la superficie de forma natural, y sus posibles aplicaciones curativas de algunos males, provocaron un hecho curioso y poco conocido: ‘’los españoles exportaron el primer barril de petróleo venezolano que se tenga documentado en la historia de Venezuela’’. Fue en el año de 1539, cuando un barril fue enviado a España para aliviar la gota del emperador Carlos V. Pero sería un hecho fortuito 336 años después, lo que abriría las compuertas a la industria y al futuro en Venezuela: un terremoto...este ocurrió en 1875 cerca de Rubio en el estado Táchira, en los Andes venezolanos, cuando por una de las grietas producidas por el movimiento telúrico comenzó a salir petróleo en grandes cantidades, aquello sucedió en la hacienda “La Alquitrana” perteneciente al señor Manuel Antonio Pulido. A raíz de este hecho, Pulido forma la primera empresa petrolera venezolana que se dedicó a explotar industrialmente al petróleo. La empresa se llamó “Compañia Nacional Minera Petrolia del Táchira” o “Petrolia del Táchira”. Pero no fue sino 3 años más tarde, cuando a sesenta metros de profundidad, el llamado pozo Eureka empezó a producir 230 litros diarios de un petróleo algo verdoso, que sería refinado en un pequeño alambique, para producir querosén y proveer de esta fuente de iluminación a Rubio y San Cristóbal. Esto da el inicio de explotación petrolera industrial en Venezuela. Sin embargo, no fue sino con la llegada del siglo XX cuando este recurso cobró real trascendencia, y los primeros pozos de verdadera importancia no se perforarían sino hasta la década de 1910. A principios del siglo XX, los gobiernos de Castro y Gómez dieron concesiones petroleras a sus amigos más cercanos, pero que terminaron negociándose en manos de las
transnacionales. Una de estas concesiones fue otorgada a Rafael Max Valladares, que contrató a la Caribbean Petroleum (más tarde propiedad de Royal Dutch Shell), para llevar a cabo su proyecto de exploración de hidrocarburos. El 15 de abril de 1914, el primer campo petrolífero venezolano de importancia, Mene Grande, fue descubierto por la Caribbean tras la finalización del pozo Zumaque I (llamado actualmente MG-I). De 1914 a 1917, varios yacimientos de petróleo fueron descubiertos en todo el país, sin
e m b a r g o la primera guerra mundial retrasó significativamente el desarrollo de la industria. A finales de 1917, las primeras operaciones de refinación se llevaron a cabo en la refinería de San Lorenzo, y las primeras exportaciones significativas de petróleo venezolano salieron por la terminal Caribbean Petroleum en San Lorenzo, en el lago de Maracaibo. A partir de entonces y a lo largo de los siguientes 59 años, en las áreas donde se explotaba petróleo, nombres como Mobil, Creole, Mene Grande, Shell, Sinclair, Texaco entre otros se hicieron familiares y en la medida que la industria crecía, también lo hacían los campamentos residenciales de aquellas empresas.... San Tomé,
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Oficina, Guaraguao, El Chaure, Campo Rojo, Las Palmas, San Joaquín, Anaco, Jusepin, Quiriquire, Punta de Mata, Lagunillas, Cabimas, Bachaquero, Las Cúpulas, Amuay etc. en el Zulia, Falcón, Anzoátegui y Monagas. Allí muchos de nuestros abuelos y padres trabajaron conjuntamente con cientos de americanos, la mayoría provenientes de Texas, y el nombre de Houston les era tan familiar como el de El Tigre o Maracaibo. Allí, nacimos cientos de nosotros, crecimos y estudiamos con el petróleo como cosa cotidiana a nuestro alrededor, su influencia despertó vocaciones y muchos de aquellos muchachos se enrolaron en la entonces escuela Técnica Industrial de los Chaguaramos en Caracas, para estudiar y ser técnicos en petróleo. Otros al salir del bachillerato fuimos directo a las universidades del país donde se estudiaba ingeniería de petróleo, geología, química o de gas, con la clara intención de ingresar a la industria una vez terminadas las carreras. Éramos la tercera generación de ‘’petroleros’’ como nos llamaba el resto de la nación...pero la gran explosión de talento nacional se dió al término de la presencia de las transnacionales con la nacionalización del petróleo, el 1 de enero de 1976, bajo la gestión ministerial de Valentín Hernández Acosta, y junto con él vino el nacimiento de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA). Cuando esto ocurrió, hubo importantes cambios: Shell pasó a convertirse en Maraven, Creole en Lagoven, Mene Grande en Meneven, Mobil en Llanoven, Phillips en Roqueven, Sinclair en Bariven, etc. Llanoven y CVP. Estas dos últimas compañías se fusionaron en 1979 para conformar Corpoven, y en 1986, Corpoven absorbió a Meneven. Las becas Gran Mariscal de Ayacucho y las del
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Ministerio de Minas e Hidrocarburos hicieron posible enviar a miles de venezolanos a formarse en las mejores universidades del mundo, y aquí en los Estados Unidos era común la presencia de estudiantes venezolanos en Austin, Houston, Collage Station, Tulsa, New Orleans, California etc. De acuerdo a datos extraídos de los archivos de la fundación, en 1975 habían 3.341 becarios solo en USA, de los cuales 2.518 eran en el área de hidrocarburos entre pre-grado y post -grado, y otro porcentaje en carreras menos técnicas, pero que también tuvieron cabida en la industria. Un altísimo porcentaje de aquel contingente de profesionales recién graduados retornaron al país e ingresaron a la industria del petróleo. Toda esta historia nos precede, así que no debemos sorprendernos por la cantidad de profesionales venezolanos que están en Houston hoy en día dentro de las grandes empresas de la industria petrolera, incluso en posiciones de relevancia ejecutiva en algunas de ellas. Los profesionales venezolanos en la industria del petróleo en Houston, bien sea por la preparación académica o por la experiencia adquirida, están presentes para no exagerar, al menos en el 80 % de esas compañías, en Exxon Mobil, Conoco Phillips, Chevron, Halliburton, Anadarko, BP, Baker Hughes, y por supuesto en Citgo, además de las empresas netamente formadas por venezolanos que prestan servicios de asesoramiento, procura y transporte a la industria petrolera en y desde Houston como Clover o Tradequip por citar solo dos ejemplos. Quisimos pasearnos un poco por toda esa historia, que para muchos de nosotros está grabada en nuestra vida de forma indeleble... Quien escribe es nieto de un obrero de la refinería de la Caribbean Petroleum en San Lorenzo, donde nació mi padre quien trabajo por 35 años en la Mene Grande Oil Company y en el Ministerio de Minas e Hidrocarburos en San
Tomé, donde nací, pero luego de 8 semestres de Geología..la música pudo más.
EN LAS
ARTES PLÁSTICAS... L
a presencia de artistas plásticos venezolanos en Houston ha sido notoria e importante desde hace algunos años, y aunque en décadas pasadas pocos artistas venezolanos realizaban exposiciones de arte en las galerías de Houston, en años recientes hemos visto resplandecer el arte venezolano, y como en otras áreas del devenir de Houston, hoy nuestros artistas plásticos están presentes en la ciudad.
EN LAS
ARTES PLÁSTICAS...
Figuras emblemáticas de las artes plásticas venezolanas y por su aporte al arte moderno pueden ser encontradas ahora en Houston. Hoy en día el arte venezolano está presente en nuestra ciudad, ya que en las últimas décadas han llegado con obras de pequeño, mediano y gran formato, premios nacionales de las artes plásticas venezolanas tales como Mateo Manaure, Antonio Moya, Omar Carreño, y Alirio Oramas, o de artistas como Félix Perdomo y Rocca Brito, que han realizado exposiciones en la Orinoco Gallery. El Museo de Bellas Artes de Houston, (conocido por sus siglas en ingles: MFAH) y otros centros de exposiciones de arte han jugado un rol determinante en tiempos muy recientes. En los últimos años hemos tenido al maestro Cruz Diez en Houston. En el 2011 inaugura su primera exposición individual, con la muestra “Color in Space and Time” en el “Museum of Fine Arts”.
Soto, se expone en el Museo de Bellas Artes de Houston desde el 8 de mayo hasta el 1 de septiembre del 2014. “The Houston Penetrable” es una pieza de arte contemporáneo diseñado como permanente o semipermanente y uno de los muy pocos creados para ser expuesto como pieza interior. Un detalle poco conocido por la mayoría de los venezolanos en Houston es que, en el distrito de los Museos en el centro de la ciudad (Downtown), existe aun visible una obra del maestro Cruz Diez en plena vía pública. En el año 2009, el maestro pintó las caminerias que se dirigen al “Museum of Fine Arts”, con obras muy parecidas a las que tenemos en el piso del Aeropuerto de Maiquetia.
Hoy en día, hay muchos otros artistas plásticos venezolanos radicados en Houston desarrollando sus propuestas, y exhiben sus obras en diferentes lugares de la ciudad. Entre ellos tenemos a Migdalia Cuffaro, una artista que en Houston recuerda con gran intensidad las clases de arte en el Museo de Arte Contemporáneo de Sofía Imber, con el artista plástico Frank Soteldo. Migdalia Cuffaro participó en una exposición realizada en Houston, en el Heights Art Studio & Gallery (Has-G), ubicado en 214 E 27th. Se dedica a la pintura en sus ratos libres, ya que desde hace muchos años sintió una gran pasión por la pintura. Verónica Dyer reside en Houston y ha realizado varias exposiciones de arte en la ciudad desde el 2009, y tiene numerosos proyectos pictóricos para los próximos años.
En la actualidad, la obra más ambiciosa de la serie de penetrables del artista venezolano Jesús
Radicado desde hace años en EEUU, el pin-
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tor venezolano Ernesto León forma parte del privilegiado grupo de artistas de Houston. Ha realizado diferentes exposiciones en la ciudad y en muchas otras ciudades de USA y en el exterior. Tiene una amplia trayectoria en el mundo de las artes plásticas. Los venezolanos Aisén Chacin, Isabel Souchon y Andrés Michelena, también expusieron sus obras en Houston, y por primera vez juntos, en la galería Bering & James, una exposición bajo el título “Secluded: Gods without Religión: Into the Light” Luisa Duarte-Green es otro pincel venezolano que ha realizado exposiciones en nuestra ciudad, tiene su taller en el centro de Houston y un millón de planes para el futuro
Norma gana segundo y tercer lugar en la exposición de Houston Art Society. Es capaz de expresar en un lienzo la belleza de una imagen que nos llena de recuerdos y del colorido de los paisajes venezolanos. La artista plástica venezolana Sobella Loreto, busca realzar la belleza de los paisajes y costumbres de Venezuela. Los trabajos de Sobella han sido exhibidos en Venezuela y en los Estados Unidos, teniendo una lista interesante de exposiciones individuales y colectivas.
Lorena Morales, en mayo de este año realizó en Houston una exhibición individual en la Galería Regina. Afirma que “siempre me mantengo activa participando en exhibiciones col-
Venezuela en Houston da las gracias a todos aquellos venezolanos que a través de su arte han llevado los colores de Venezuela a las galerías de Houston y del mundo.
ectivas durante todo el año”. Sabemos que le ofrecieron participar en algunas propuestas en espacios públicos y planificar actividades que incluyan otros artistas venezolanos residenciados en Houston. Norma Penso y sus colores venezolanos, a través de sus pinceles, nos hace recordar los colores de Venezuela, en un recorrido por nuestra querida patria y sus pueblos.
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Con la
MÚSICA en el S
i algo tenemos los venezolanos indeleblemente tatuado en el alma, son la música y la danza, somos un pueblo alegre, cantarino y bailador, desde que nacemos se nos arrulla con canciones de cuna como aquella española llamada ‘’Doña Ana’’’ que en tiempos de la colonia cantaban madres y esclavas amamantadoras, y que inspiraron con su melodía, nuestra canción patria, la de nuestro himno nacional el ‘’Gloria al bravo Pueblo’’.
Glenn Garrido
Como bien señala el dramaturgo venezolano Leonardo Padrón, ‘’toda persona que se muda de su país lleva consigo el canto de sus costumbres’’. Los venezolanos no somos la excepción de esa regla. Aquí en Houston nuestra música y danza han encontrado espacios para desarrollarse y enseñarlas a propios y ajenos. Un magnífico ejemplo de ello es Danmar Academy of Performing Arts, de la mano de María y Fernando Urbáez, y magistralmente dirigida por su hija María Fernanda Urbáez. quien es una extraordinaria “bailaora”, pero más allá de su arte, su academia es un centro de enseñanza de la danza universal y de la música, donde cientos de niñas y niños venezolanos, y de otras nacionalidades, encuentran el espacio para no perder sus tradiciones, y buena muestra de ello son sus impecables y excelentes puestas en escena de los espectáculos que organizan al termino de los cursos.
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Con la
MÚSICA en el
alma El ballet de Houston es la cuarta compañía de ballet más grande de los Estados Unidos con 53 bailarines, y entre ellos y en el rol de figura solista tenemos a Karina González, Esta venezolana nació en Caracas y es ganadora de la medalla de plata en la competencia de ballet internacional de Nueva York, en el año 2007. Karina se unió al ballet de Houston como solista en el 2010, Ha interpretado el rol principal en ”Cenicienta” de Ben Stevenson, “El Gran Gatsby” de André Prokovsy, “El Lago de los Cisnes”, “Don Quijote” y “La Bella Durmiente”.
Ana María Otamendi es una pianista venezolana que destaca en la Houston Grand Opera. La joven pianista deslumbra en los escenarios internacionales. Llevando nuestra bandera en alto, sobresale por sus exquisitas presentaciones en sus conciertos como solista y en una activa labor social, donde el objetivo es compartir con la comunidad a través de la música.
Karina González
Son muchos los músicos y las voces venezolanas que se han escuchado en Houston en los últimos años, un abanico de talentos que van desde lo más popular hasta lo más clásico. Algunos han venido desde otras partes en momentos especiales, otros residen en Houston y forman parte de nuestros ratos de esparcimiento, que generalmente sirven de encuentro a la comunidad venezolana... Entre los que aquí vivimos y en el género bailable tenemos a la magnífica y bella Mary Frometa, a Rudy Rincón y el grupo Kache, a Marisela Y Su Son Karibe, a Cro Cro Orta y su tumbaka, por referirnos solamente a algunos.
Ana María Otamendi
Marisela Y Su Son Karibe
Mary Frometa
Rudy Rincón y el grupo Kache
Cro Cro Orta y su tumbaka
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María Fernanda Urbáez
Frank Quintero
Ilan Chester
Vale la pena resaltar también que existen agrupaciones musicales de venezolanos que tocan en fiestas, bodas etc. como el grupo Paréntesis y el grupo Houston Latin Band por ejemplo. También hay cultores de la música folklórica venezolana en sus diferentes manifestaciones, con altísima calidad en lo interpretativo y en sus conocimientos. En el género Pop y tan solo en el último año, nuestra comunidad venezolana ha recibido la visita de grandes figuras icónicas de la música en Venezuela. Hemos disfrutado entre otros, de los conciertos de Ilan Chester, Frank Quintero y Agni Mogollón, este ultimo residente de Houston, pero también han estado artistas de variados estilos como lo son Guaco, las sardinas de Naiguatá, Roberto Antonio, Mauricio Silva, y Argenis Carruyo.
Agni Mogollón
Pero no solo en lo popular, el público venezolano de Houston ha tenido la oportunidad de ver y escuchar a sus artistas nacionales.
Gustavo Dudamel
No hace mucho tiempo en la sala del Jones Hall, sede de la Sinfónica de Houston, no quedó sin ser ocupada ni una de las 2.801 butacas, para disfrutar y aplaudir la magnífica presentación de la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar dirigida por Gustavo Dudamel, orgullo universal del sistema nacional de orquestas venezolano, ejemplo seguido por muchas otras naciones del mundo.
También estuvo entre nosotros en el 2011 la magnífica pianista venezolana Gabriela Montero, quien nos deleitó con su talento musical excepcional frente a un piano. Vale la pena recordar y resaltar que, fue ella quien tocó el piano en las escalinatas del congreso de los Estados Unidos, en los actos de juramentación y toma de posesión del presidente Barack Obama en su primer periodo. Para los músicos venezolanos en Houston, y sin duda alguna para toda la comunidad en general, un motivo de inmenso orgullo lo encarna el maestro Glenn Garrido.
Gabriela Montero
Glenn Garrido es actualmente el director del departamento de música de la universidad San Thomas en Houston, y fundador y director de la Orquesta Filarmónica Latinoamericana. Este zuliano, nacido en Maracaibo, representa para los músicos venezolanos en Houston, por el respeto y admiración que se le tiene ‘’la joya de la corona’’, pero para toda la comunidad venezolana en general, es un inmenso orgullo.
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Mi Pueblito Restaurant
Authentic Colombian Food
Desayunos Salones privados
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Restaurante y Panadería
Panadería
Pastelería
Hojaldres
Croissants
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Buñuelos
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Delicatessen
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77494
FOGONES VENEZOLANOS
EN HOUSTON
L
a cocina venezolana actual es el resultado de la fusión de las diferentes culturas que se mezclaron entre si durante siglos, desde la conquista y colonización, hasta mediados del siglo XX, con la ultima inmigración masiva europea después de la segunda guerra mundial. Aquellas tres culturas iniciales, la indígena, la española y la negra africana, produjeron los platos más tradicionales de nuestra gastronomía típica. La inmigración europea del siglo XX sumó sabores y combinaciones a aquellos platos criollos, y dieron unos resultados únicos. Platos definitivamente venezolanos sin iguales en el resto de la América hispana, y dignos de cualquier mesa gourmet del planeta. Cada plato lleva consigo una historia, que se originó seguramente al calor de aquellos antiguos fogones, legado de la época colonial. Los conocimientos culinarios no nacieron bajo la dirección de grandes chefs, ni tampoco bajo el techo de lujosos restaurantes. Nacieron del ensayo y el error, en los fogones de cada casa, con las ideas que aportaban los recursos disponibles de las regiones donde se fueron desarrollando, como la papa en los Andes, la yuca en el oriente, la carne mechada en los llanos etc., hasta fundirse en una sola gastronomía en todo el territorio disímil de Venezuela, y aquellos platos y su forma de prepararlos se fueron difundiendo en principio por vía oral y posiblemente por la práctica al ayudarse entre sí las mujeres en la elaboración de las comidas.
FOGONES VENEZOLANOS
EN HOUSTON
Pastelitos y empanadas
Sopas
Miguelito’s Restaurant
Así es que, antes de la invasión de las cocinas de kerosén, y más tarde las de gas, eléctricas o del microondas, fueron aquellos fogones de leña hechos con barro, piedras y bahareque los verdaderos testigos del origen de nuestra cocina tradicional, esa misma que hoy en día podemos encontrar y degustar aquí en Houston. En una entrevista realizada en el 2007, a la siempre recordada Gladys Zambrano, ella contaba que “en Houston, en los primeros años de presencia de venezolanos en la ciudad, existían dos restaurantes venezolanos, y que ellos marcaron época. Uno estaba cerca de los hospitales y se llamaba La Casona”, no duró mucho tiempo, pero fue bonito, la gente se entusiasmaba y nos reuníamos en ese sitio”, agregó. Pero no siempre fue así, a finales de los 90’s existió Café Caracas, en el 8383 Westheimer Rd # 107. Recordaba Gladys en la entrevista que, “era muy coqueto, simpatiquísimo, todos íbamos a verlo, a probar la comida y a disfrutar de las actividades que allí se realizaban”.
Araya y el Rey con sus chocolates venezolanos
Comida criolla
Carolina y su padre Pedro Pedrique atendían con mucho esmero a sus comensales, quienes disfrutaban de su exquisito café venezolano, y la maravillosa crema de auyama que allí preparaban. Más tarde fue abierto al público el recordado restaurante Miguelito’s en Richmond, cuyo dueño fue Miguel Mileo, ambos restaurantes no están hoy en la ciudad. Y no sería hasta entrado el siglo XXI cuando varios venezolanos establecidos con sus familias en Houston, como su nuevo hogar, invertirían en los negocios por todos conocidos, y en los cuales podemos disfrutar del placer de degustar la gastronomía venezolana.
Pabellón
En el área Houston y sus alrededores, en varias zonas y calles, nuestra comida ha ocupado un espacio, y es común escuchar entre la comunidad venezolana, conversaciones donde cada quien con su opinión personal sostiene que si el mejor papelón con limón es el de Humble, o el asado negro más saCachapas
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Hamburguesas
broso es el de Spring, o refiriendose a las sopas y arepas de Katy , los panes y postres de Westheimer , los patacones y tequeños de Fry...las delicias gourmets de Shepherd., o las famosas paellas por encargo, los chocolates Araya y El Rey, los quesos de mano y guayanés, las cachapas de Grand Parkway, y por supuesto las balas frías del legendario autobús también en Westheimer. Nos referimos a los restaurantes Doña María, Sazón Latino, Delis Café, Budare Restaurante, Tuttopane Bakery, Sabor Venezolano, Pastelitos Café, Gusto Gourmet, las paellas de la chef Bielitski Prada, varios quesos al estilo venezolano, y el sabor de Italia también está presente en Houston y con sabor venezolano de la mano de Carlos Zapata con su nuevo restaurant Pane & Vino TractoriaPizeria y por supuestos tenemos a Araya y el Rey con sus chocolates venezolanos. Todos ellos de propietarios venezolanos que apostaron sus sueños en Houston al lado de la comunidad venezolana.
Papelón con limón
Existen también otras pequeñas empresas dedicadas a ofrecer deliciosos platos con sabor a Venezuela, dulces y comidas como el pan de jamón o nuestra especial comida navideña, y como ya se acercan esas fechas especiales como navidad y año nuevo, los teléfonos empezarán a sonar y tomar nota de los encargos de esos manjares, ya que nuestras compatriotas empiezan a preparar sus fogones modernos para esas ordenes tan especiales. Los venezolanos en Houston tenemos muchos lugares que no nos permitirán olvidar aquellos fogones que identifican a la comida venezolana, esos sabores y olores, esa sazón criolla, que aquí y ahora, y en este país, es nuestra la responsabilidad de preservarlos y enseñarlos a nuestros hijos y nietos como parte de su herencia cultural.
Patacones
La paella chef Bielitski Prada
Las tortas o “cake” de Emilly Montesinos
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LOS VENEZOLANOS
ESTÁN TAMBIÉN PRESENTES EN LA
NASA
C
uando decimos Houston, inmediatamente relacionamos ese nombre con la palabra NASA, la agencia espacial que llevó al hombre a la luna en 1969. Sus instalaciones no están propiamente en la ciudad de Houston, pero por estar en el condado de Harris, uno de los tres condados que conforman Houston y sus alrededores, La Nasa es de Houston. De hecho, cuando los astronautas alunizaron su primera palabra fue Houston, para luego terminar aquella histórica frase diciendo, ‘’el Águila ha aterrizado’’. Podemos decir que allí han trabajado, entre otros, excelentes científicos venezolanos, como por ejemplo el astrofísico zuliano Héctor R Rojas, nacido en Maracaibo, quien realizó estudios en la Sorbona de Paris. Por sus conocimientos y su enorme experiencia en institutos franceses, fue contratado por la NASA para trabajar en el proyecto “Apollo II” en 1966. Su participación ha sido notable en los proyectos espaciales norteamericanos. Héctor Rojas le abrió las puertas a muchos otros científicos, ingenieros y profesionales venezolanos que han trabajado y trabajan para la NASA, y que por razones de política interna de la agencia no se conocen públicamente sus nombres.
Otro venezolano que formó parte del proyecto, y aportó bastante en el desarrollo posterior del programa “Apollo”, fue el sabio venezolano Humberto Fernández Morán, quien trabajó para la agencia desde el año 1970, cuando fue contratado para trabajar en el proyecto “Apollo” en el campo del análisis fisicoquímico de las rocas lunares. Carlos Tomas Mata, otro venezolano, fue el jefe técnico del laboratorio avanzado de instrumentación electrónica del centro espacial Kennedy en Florida. Como dato curioso, según contó años más tarde, no se dio cuenta sino hasta dos meses después de estar trabajando en la NASA, de la dimensión del trabajo q ue ostentaba.
Neyda Abreu Zambrano, una merideña astrónoma que estudiaba inglés en Pensilvania, se dio cuenta que reunía todos los requisitos para optar a un lugar en NASA, consignó sus documentos y fue llamada posteriormente. Hoy, años después, triunfa en la NASA como astrónoma. Samy Rozenbaum, es otro venezolano que en 2005 participo en Utah, Estados Unidos, en la tripulación 33 de la estación de investigación desértica de Marte de la organización Mars Society, como asistente de ingeniería y periodista de esa misión de simulación de una expedición al planeta Marte. Gregorio Drayer, es otro ingeniero venezolano que logro su sueño de llegar a la NASA, e inició oficialmente su misión en Utah, Estados Unidos. Como ellos, hoy en día hay un buen número de venezolanos formando filas en la agencia espacial norteamericana, cuyos nombres y profesiones desconocemos, pero que hacen que estemos presentes en la NASA, y que hoy por hoy con su trabajo y conocimientos elevan el aporte que nuestro gentilicio entrega diariamente a este país y a su desarrollo.
Clases de
guitarra, bajo y piano Niveles 1 y 2
AGNI MOGOLLON Para estilos específicos:
Blues, Rock y otros Información:
832 359 35 79 En estos 7 años hemos hecho tantos amigos que estas 44 páginas no fueron suficientes para honrarlos a todos ... pero cada uno de ustedes se encontrará dibujado en alguna de ellas, vestido con las letras del agradecimiento y la amistad, con las que todo nuestro equipo construyó esta edición especial como nuestro regalo para todos.
CITGO a bordo del E/V Nautilus! CITGO se enorgullece en patrocinar a Ocean Exploration Trust (OET), organización del reconocido oceanógrafo Dr. Robert Ballard, y al buque de exploración E/V Nautilus, a través de una asociación creada recientemente que extiende el compromiso de CITGO con la educación y el medio ambiente. Nuestro programa Embajadores del E/V Nautilus está ofreciendo a tres estudiantes y educadores la oportunidad de convertirse en embajadores del E/V Nautilus, que así obtendrán exposición directa a las ciencias oceánicas y a la ingeniería. Nuestros embajadores viajaron a bordo del E/V Nautilus desde Belize City, Belize, hasta Montego Bay,
Jamaica entre el 13 y el 17 de agosto, para ayudar en el desarrollo de mapas del fondo del océano y para recoger data oceanográfica. Nuestros tres embajadores son Jason James, quien enseña ciencia acuática e ingeniería en la Innovation Academy for Engineering and Marine Science en la Secundaria Foy H. Moody de Corpus Christi; Kelly Pennoyer, una estudiante de doctorado en biología marina en la Texas A&M University; Corpus Christi, y el Dr. Nikos Kiritsis quien es el Decano del Colegio de Ingeniería de McNeese University en Lake Charles. Para más información visite CITGO.com.
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