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Ser mujer, undesafío en el Mundo delTabaco: Karen Berger

Poco a poco va cediendo, pero el cigarro aún es un producto íntimamente ligado al lujo y al poder masculinos. Es justamente ahí, en las altas esferas de las marcas más prestigiosas, en los salones y eventos donde coinciden y hacen negocios los hombres, donde Karen Berger se ganó su título: Queen of Cigars.

Únicamente en Estelí, Nicaragua –de donde es originaria–, se calcula que más de 25 mil mujeres trabajan en plantaciones, secadoras, centros de tratamiento y fábricas de cigarros; no obstante, pocas se vuelven empresarias, CEO o dueñas, como Karen Berger, propietaria de Estelí Cigar Factory, cuya marca emblema, K by Karen Berger, se ha ganado el respeto y prestigio internacional.

“Es bastante difícil que a la mujer se le tome con seriedad en esta industria. Piensan que no tenemos el conocimiento, aun cuando como fumadoras, empresarias o emprendedoras del tabaco estamos abriendo el mercado”.

Durante una entrevista breve con motivo del Día Internacional de la Mujer, dice que uno de los mayores retos que he enfrentado como fabricante de una marca y dueña de un cigar lounge sigue siendo, sin duda, su género.

“Todavía vivo parte del estigma creado sobre la sensibilidad, inexperiencia, falta de conocimiento y debilidad de la mujer en esta industria empoderada y bien liderada por hombres. Cabe destacar que en todos los ámbitos e industrias, a las mujeres se nos hace un poco más difícil alcanzar las mismas oportunidades. Sin embargo, creo que a medida que los años pasan hemos ido superando obstáculos y rompiendo esos estereotipos, para hacer valer nuestros derechos”.

Pese a los avances y el empoderamiento que ha logrado la mujer en el Mundo del Tabaco, sabe que el ramo se mantiene liderado por hombres, y después de tantos años en el negocio continúa luchando por tener una voz, un lugar y el reconocimiento por toda su dedicación y trabajo arduo “representando a la clase obrera, a las caras sin voz de muchas mujeres que trabajan en nuestras fábricas de tabaco, de donde yo vengo”.

Pero asegura que el cambio se va dando poco a poco, y que la mujer contribuye en el Mundo del Tabaco con conocimiento, determinación, trabajo duro y resiliencia, luchando para acabar con la sexualización de que es objeto y el machismo, que tanto daño hace.

“Necesitamos más empatía, respeto y unión en equipo; más conocimientos y apoyo de unos a otras, y viceversa. El liderazgo que estamos alcanzando es con base en nuestra fuerza, unión e inteligencia”.

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