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El cómo, el cuál y el dónde
DE ESPÍRUTUS Y HUMOS
Manolo Santiago
Ya hace algunos años he comenzado con la pasión del tabaco, precisamente del cigarro premium. Y desde el inicio como en casi cada proyecto que me apasiona, soy de esas personas que se mete de clavado entero y no solo se moja los dedos de los pies (analogía con un chapuzón en alberca).
Es por eso que, desde hace varios años, me he dedicado a aprender, en cuanto a esta enorme pasión, por lo que cada vez que corto un nuevo cigarro, lo enciendo y lo disfruto, es una verdadera aventura para mí. Por ello en esta ocasión te platicaré cómo es que llevo a cabo mis análisis organolépticos, mis catas de destilados y sugerencias de maridaje para la columna De espíritus y humos.
Empecemos por donde debe, el principio. Durante mucho tiempo de mi vida me he dedicado al mundo de los espirituosos, no solo al comercio, al estudio, y marketing, por lo que poco a poco en este ámbito, vas haciendo amistades en diferentes distribuidoras que te invitan a tastings, te obsequian producto y vas a sus capacitaciones, lo que te hacen un acervo organoléptico bastante amplio, además de tomar algunos cursos extra. Así que, con el paso de los años, he logrado obtener una cantidad interesante de licores y espirituosos en la bodega.
Así llega el momento del mes de escribir mi columna, y es cuando me siento en mi lugar especial, tomo la botella y empiezo a analizar el producto. Poco a poco examino la marca, recuerdo o investigo la historia detrás, y me pongo a hacer el análisis organoléptico:
Por ejemplo:
• Whisky. Tomo la copa glencairn, sirvo un dram y comienzo a hacer una ficha de cata para destilados, hecho por mí, donde analizo carácter, aroma, sabor, textura y diversas sensaciones. Lo que me brinda información para tomar la decisión de ponerle, o no, un cigarro u otro.
Aquí viene algo de trabajo pesado, porque después de hacer la ficha completa de cata, que me entregará la información de lo vaciado en la columna, procedo a analizar sobre la ficha y otros tragos más del destilado o licor, qué tipo de cigarro le viene correcto.
Es decir:
- Dependiendo la complejidad del destilado, selecciono la fortaleza ideal del cigarro.
- Con base en la textura, identifico qué tipo de perfil del cigarro puede complementar la experiencia, digamos de bajo cuerpo, medio o full body (recordemos que la fortaleza no tiene relación forzosa con la complejidad o el cuerpo).
- Y, por último, los caracteres organolépticos me desmenuzan y me ayudan a entender mejor la selección del cigarro a recomendar.
Cabe destacar que para poder tener idea de que cigarro sí o no puedes recomendar, tienes que conocerlo; cada vez que tengo oportunidad fumo diferentes cigarros, hago notas de cata sobre una ficha, elaborada por mí que es una mezcla de datos que me son interesantes de varios autores y algunos detalles agregados. Hasta el día de hoy, puedo decir con orgullo que cuento con un total de 12 carpetas con un promedio de 50 o 60 fichas llenas, más un archivo digital de otras tantas, pero poco a poco he ido migrando mis análisis a la computadora, por la portabilidad de ello.
Cada ficha llena es un cigarro nuevo, de diferente marca, diferente vitola o diferente origen. Solo cuento con algunas fichas que repiten marca, origen y vitola, que son Habanos, ya que de pronto me he enterado de que ese “código” ha sido algo especial, como en el vino, una cosecha especial, por lo que trato de encontrar el Habano de esa caja y código para analizarlo.
Así para cada carpeta tanto física como digital, cuento con un sistema sencillo. En la portada de la carpeta le tengo una ficha con información de complejidad, fortaleza y principales caracteres, lo que me hace sencillo buscar entre mi base de datos, la información correcta.
Ahora bien, se preguntará querido lector, cómo carajos he conseguido esa cantidad de cigarros para catar, y con gusto le respondo: 80 por ciento o más de todo lo que he llegado a fumar, he tenido la suerte de tener tantos amigos que han sido obsequios, cada espectáculo de cigarros que tengo la oportunidad de asistir he de regresar con una cantidad considerable de cigarros, debido a que muchos son productores y me obsequian la oportunidad de probar sus obras. Así puedo ser una persona muy afortunada. Hoy mismo debo decir que tengo un año de análisis pendientes, traducido a más de 150 cigarros por probar.
De esta manera Usted, estimado lector, puede saber de primera mano cómo es que hago mis análisis de espirituosos y mis recomendaciones. Claro está que siempre en cualquier lugar pueden discrepar de aquello que yo digo o recomiendo y eso es excelente, ya que cada paladar es un mundo diferente, porque recuerde: nadie se ha criado igual, cada quien comió en casa platillos, especias y formas de preparación totalmente diferentes, ahora imagine eso hablando de estados dentro de mi país, Méaxico.
No quiero contar cada clase que podemos encontrar en cada rincón del mundo, así que disfrute y déjese llevar, si no le agrada o no comparte el punto de opinión es totalmente valido, al contrario, siéntase libre en escribirme en mis redes sociales con su percepción, de manera honesta y humilde le agradeceré sus palabras.
Y pues así amigos, ya lo decía Mark Twain, “no soy esclavo de un vicio, sino dueño de un placer”.