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COACHING TRANSFORMACIONAL

CÓMO ACOMPAÑAR DESDE EL LIDERAZGO GENERACIONAL

FEDE MONESE

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Existen dos razones poderosas por las cuales como líderes –pero antes individuos– necesitamos prepararnos para los cambios generacionales que están sucediendo y liderarlos con poder: 1. por un lado, la necesidad de adaptarse a un mundo en constante cambio; 2. en segundo lugar, el deseo de una mejor calidad de vida a los pies del Maestro, de acuerdo con sus planes y propósitos. Para lograr convivir en una sociedad de cambios permanentes, que también afecta la dinámica interna como iglesia, necesitas aprender a relacionarte con el cambio, si no quedarás fuera de la carrera.

Todo comienza por uno mismo. No puede evidenciarse un cambio social y espiritual si primero no hay un compromiso al cambio personal. En el coaching decimos que «todo sucede en una conversación», y como todo sucede en una conversación, decimos que no puede existir un cambio generacional transformacional si no hay un tipo de conversación que me abra posibilidades de desarrollo.

Las generaciones cambian no por un mero proceso histórico sino porque las personas eligen cambiar. Entonces la historia cambia, el mundo cambia, las instituciones cambian, pero la gran pregunta es: ¿yo cambio? ¿Para qué? O en todo caso, ¿por qué debería hacerlo?

Mira, vamos a ponerlo en un ejemplo cotidiano. Sabemos que comer una porción de frutas nos hace bien; de hecho, está comprobado que ingerir una fruta puede llevarte hasta 3 minutos de tu día y, sin embargo, aunque nos lleve tan pocos minutos, preferimos no hacerlo o sentimos pereza por realizarlo. Ahora, si no puedes comprometerte a este mini hábito de comer una porción de fruta diaria, ¿cómo podemos pretender acompañar los cambios generacionales que la sociedad reclama?

Un verdadero liderazgo generacional es el que tiene como base fundamental dos principios: el poder del lenguaje y la firmeza de compromiso, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿De qué hablo cuando hablo? ¿De qué hablo todo el día? Y también, ¿a qué estoy comprometido realmente al desarrollar mi liderazgo?

Para poder desarrollar un poderoso liderazgo generacional, no alcanza solo con estar listos y tener el deseo: además, necesito estar preparado. Una de las herramientas que puede nutrirte poderosamente es la herramienta del coaching, y en nuestro equipo tenemos diferentes propuestas y profesionales para asistirte.

Me gustaría mostrarte algunas diferencias entre el liderazgo y el coaching generacional:

LIDERAZGO TRADICIONAL COACHING GENERACIONAL

Planifica todo y luego comunica Analiza la necesidad real y comparte abriendo el debate Te dice qué es lo que deberías hacer Te ayuda a pensar lo que vas a decidir Te disciplina ante una falta o pecado Te invita a reflexionar y aprender para no recaer en viejos hábitos Decides en qué y cuándo puedes servir Te acompaña para que tu vida se transforme en una vida de servicio 24-7 Te retiene en el mismo lugar Te da las herramientas para expandirte dondequiera que vayas

Federíco Monese

@coachfedemonese

Ha estudiado coaching ontológico profesional, maestría en liderazgo y desarrollo personal, psicología juvenil, diplomado en vínculos familiares y recursos humanos. Viaja por el continente dando conferencias transformacionales en diferentes espacios educativos y sociales. Autor del libro «Protagonistas».

En otras palabras, el coaching generacional intenta abrazar a aquellos líderes que han servido por años, para renovarlos con herramientas y miradas frescas que los pongan en la brecha nuevamente, pero también desafía a aquellos que están en sus primeros pasos en la aventura de servir para empoderarlos, desarrollarlos y acompañarlos a que logren mejores resultados. Así que son innumerables los beneficios de poder trabajar desde la mirada del coaching generacional. Pero para finalizar, es importante entender por qué es vital comenzar a servir incorporando esta herramienta.

Por un lado, tienes que entender que el mundo ministerial que has creado hasta hoy, lo has creado con un nivel de pensamiento que tal vez ha servido en su momento pero no puedes pretender lograr mejores resultados con el mismo nivel de pensamiento con el que has creado ese mundo. Claro, todos hablan de cambiar pero de cambiar al otro, porque cuando se trata de uno mismo las cosas son distintas.

Todos quieren hablar de lo que los demás deberían ser o hacer (por supuesto, hablar es gratis), y aunque todos puedan hablar, no es lo mismo hablar que tener algo para decir. Esta generación no necesita más palabras sino más preparación e impacto de las palabras.

Lo bueno no puede iniciar hasta que lo malo termine. Debemos estar dispuestos a dejar ir la idea de «cómo deberían ser las cosas aquí» para abrirnos paso a la idea que Dios tiene para nuestra vida y ministerio.

Hoy estás a una decisión de distancia de comenzar a liderar esta generación a través de un comprometido y poderoso liderazgo con el coaching generacional, porque no es mejor el que más sabe o tiene sino el que más se compromete con el corazón preparado y a los pies del Maestro.

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