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Derivados de la carga física de trabajo

Atención sociosanitaria a personas en el domicilio (Asistente/a domiciliario)

2.15. Derivados de la carga física de trabajo

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Ventilar diariamente la casa.

Utilizar ropa adecuada, fácilmente transpirable de algodón y holgada.

En el caso de no poder reducir la temperatura ambiente es conveniente establecer periodos de descanso o bien rotar a otras tareas con menor exigencia física.

Es necesario reponer la pérdida de agua mediante la ingestión frecuente de líquidos no alcohólicos (agua o refrescos).

Causas principales:

Los sobreesfuerzos musculares tienen diversas causas, desde la movilización de personas dependientes o manipulación de objetos (mobiliario, carros/cubos de limpieza, menaje, ropa sucia, sabanas,) hasta mantenimiento de posturas incorrectas (al hacer las camas, movilizar y duchar a las personas, tareas de limpieza, bipedestación en tareas de planchado, cocina, etc.).

Realización de movimientos repetitivos al usar de forma constante los miembros superiores en la ejecución de estas tareas.

Consecuencias:

· Trastornos musculoesqueléticos.

· Manipulación de cargas: Fatiga, lumbalgias, alteraciones musculares, lesiones en los miembros superiores e inferiores.

· Posturas forzadas de trabajo: Molestias musculares, tendinosas o articulares en forma de dolor e impedimento. En general, las molestias aparecen principalmente en la zona de cuello, hombros y brazos cuando se realizan estiramientos o flexiones forzadas, o también en la zona dorsolumbar.

· Movimientos repetitivos: Lesiones localizadas en los tendones, los músculos, articulaciones y nervios que se localizan en el hombro, el antebrazo, la muñeca, la mano, la zona lumbar y los miembros inferiores. Las lesiones se manifiestan en forma de tendinitis, peritendinitis, tenosinovitis, mialgias y atrapamientos de nervios distales. Los síntomas más característicos son dolor y impedimento.

Medidas preventivas generales:

Adaptar adecuadamente el hogar, las tareas y actividades para que se puedan desarrollar de manera fácil y cómoda.

Mantener las estancias limpias y ordenadas para garantizar en todo momento las dimensiones útiles de éstas.

Siempre que sea posible y cuando sea necesario, emplear medios mecánicos para movilizar a las personas dependientes. Igualmente se recurrirá al uso de medios para evitar la manipulación manual de objetos. Estas ayudas se encontrarán en perfecto estado de utilización.

Si no se pueden usar medios mecánicos, pedir ayuda, siempre que sea posible.

Formación específica sobre técnicas seguras de movilización de personas.

Formación e información específica sobre técnicas seguras manipulación de cargas y ergonomía postural.

Utilizar calzado ergonómico.

Atención sociosanitaria a personas en el domicilio (Asistente/a domiciliario)

A la hora de movilizar personas dependientes, disponer de medios mecánicos para facilitar la movilización (grúas o sillas de ruedas).

Para casos más extremos, en personas con mayor grado de dependencia, se debe disponer de camas, camillas y sillas con altura regulable, para facilitar la adopción de posturas correctas.

A la hora de seleccionar la técnica más adecuada para la movilización de personas dependientes se tendrán en cuenta diferentes aspectos (el grado de dependencia que necesita la persona, sus características anatómicas, la capacidad y voluntad para comprender y cooperar, etc.). Priorizar, siempre que sea posible, el uso de métodos mecánicos. Se podrá optar por métodos de traslado manual, métodos de traslado con dispositivos de ayuda pequeños (tabla giratoria para pies, barra trapezoidal acoplada por encima de la cama, sábanas fabricadas con un material de baja fricción, cinturones ergonómicos, etc.) o por métodos de traslado con dispositivos de ayuda más grandes (grúas, elevadores, trapecios, etc.).

A la hora de movilizar a una persona con un grado de dependencia, independientemente del método elegido, se deben aplicar estos principios:

· En caso necesario, solicitar siempre la colaboración de la persona.

· Antes de emprender cualquier maniobra de movilización manual, colocarse lo más cerca posible de la persona.

· Explicar a la persona que se atiende los movimientos que se van a seguir a dar ánimos para conseguir su cooperación.

· Mantener una correcta higiene postural durante los métodos de traslado manual.

· Asegurarse en todo momento del correcto agarre de la persona atendida.

· Llevar ropa y calzado cómodo, con suela antideslizante.

En general, son posturas confortables: posición de las manos en línea con los antebrazos, sin desviaciones ni giros de muñeca, mantenimiento de la espalda y cuello rectos y alineados, evitar giros y torsiones de cintura y tronco.

Familiarizarse con posturas de reposo antiálgico fuera del trabajo para compensar la postura laboral.

Factores organizativos: establecer las pausas necesarias. Combinar diferentes actividades para favorecer la utilización de diferentes grupos musculares. Si se está mucho tiempo de pie, procurar dar pequeños pasos en el puesto de trabajo y disponer de reposapiés para alternar constantemente de postura.

Se recomienda hacer ejercicios de calentamiento y estiramientos para fortalecer la espalda.

A la hora de planchar, asegurarse que la altura de la tabla es la correcta, para que el brazo y ante-brazo formen un ángulo recto, y la espalda se mantenga recta. Colocar alternativamente los pies, adoptando posturas antagónicas.

En la cocina, el acceso a los objetos almacenados debe resultar cómodo y fácil, evitando posturas forzadas de brazos, tronco y/o cuello. Para ello se deben colocar en los estantes centrales los útiles más usados y en estantes inferiores lo más pesado y voluminoso.

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A la hora de fregar los platos se debe mantener la espalda recta y los codos formarán un ángulo recto. Al pasar los platos de un seno a otro lo haremos con los brazos, sin mover la cintura.

Recurrir al uso de elevadores y/o escaleras adecuadas para llevar a cabo la limpieza de lugares elevados, evitando la adopción de posturas forzadas.

Recurrir al uso de electrodomésticos o útiles de limpieza afines a cada tarea a realizar. Estos dispondrán de un diseño ergonómico que permitan su agarre y control fácil y cómodamente. En ocasiones dispondrán de mangos largos o extensores flexibles para la limpieza de puntos más alejados o de difícil acceso, evitando así, giros y flexiones de tronco.

A la hora de barrer o fregar colocar la escoba o la fregona lo más cerca posible al cuerpo, sujetándola con las dos manos entre el pecho y la cintura, manteniendo la espalda recta y hombros relajados. Se se moverán sólo los brazos, evitando realizar giros con el tronco, efectuando los movimientos con los pies y flexionando las rodillas para agacharse. Utilizar escurre-fregonas con mangos largos.

Cuando se utilice la aspiradora, se adoptará la misma postura que al barrer o fregar: se mantendrá en todo momento la espalda recta, con los hombros relajados flexionando las rodillas cuando se tenga que agachar, manteniendo en todo momento alineadas las muñecas con los antebrazos.

Se debe tener en cuenta la posible exposición de las trabajadoras en situación de embarazo o periodo de lactancia natural, y se adoptarán las medidas necesarias para evitar la exposición a dicho riesgo.

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