PRESENTACIÓN Salvador de la Plaza (1896-1970) es un prócer de la revolución venezolana. En sus 74 años de vida participó activamente en los movimientos que pretendían organizar al proletariado venezolano para destruir al régimen de opresión y explotación capitalista, ya a los 24 años en 1919, participa de la llamada "conspiración de enero" contra el Gobierno del tirano-ladrón Gómez; siendo hecho preso en La Rotunda hasta 1921, cuando sale expulsado a Francia. En 1928 funda el Partido Revolucionario Venezolano en México y dirige el primer periódico venezolano de tendencia antiimperialista, "'Libertad". A la muerte de Gómez regresa a Venezuela y funda el partido Republicano Progresista que es ilegalizado por López Contreras. Expulsado a México colabora en la Fundación de la Editorial Fondo de Cultura Popular, de tendencia marxista. Regresa a Venezuela en 1943 y colabora con la Unión Popular Venezolana y esta organización se divide en la tendencia "browderista" que se convierte más tarde en el PCV y la anti-browderista que forma el Partido Comunista Revolucionario Unificado, posteriormente estas tendencias concilian y Salvador se ve obligado a fundar el Partido Revolucionario del Proletariado, que desaparece en 1953. De 1958 hasta su muerte continúa realizando el análisis profundo de la situación nacional y latinoamericana dejando una densa obra entre las cuales se destacan "Estructura de Integración idealidadavanzada@gmail.com
Nacional", "Desarrollo Económico e Industria Básica", "Reforma Agraria en Venezuela", "El Petróleo en la Vida Venezolana". Da este conocimiento profundo de la realidad política nacional, de sus indoblegables concepciones proletarias le viene la autoridad moral para escribir el presente folleto GUIA PARA EL ESTUDIO DEL REVISIONISMO EN VENEZUELA, en él destaca aspectos muy importantes como son: a) el origen policlasista del PCV; b) la carencia de un programa revolucionario en el PCV, y c) las alianzas del PCV con el partido proimperialista Acción Democrática. El análisis de estos elementos, que se expresan en la línea de conciliación de clases que el PCV ha mantenido a lo largo de toda su historia, es lo que explica dos hechos recientes: a) Al cumplir el PCV 50 años de vida lanza una proclama a la CTV donde llama hijos de la clase obrera a la alta burocracia Cetevista, resaltando al delincuente ya fallecido José Vargas; y b) El PCV se une al lacrimeo nacional, que encabezara Fedecámaras y el Jockey Club, por la muerte de uno de sus miembros como lo fue el dueño del periódico El Nacional: Miguel Otero Silva. De manera que la Editorial MANOS se siente muy orgullosa de publicar un texto de un indomable defensor de la clase obrera venezolana y esperamos que los trabajadores encuentren en este texto elementos para retomar el debate político y evaluar la lucha organizada en nuestro país.
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La lucha de clases ha sido y es una realidad de carácter universal que fundamenta la concepción materialista de la historia, lucha que los marxistas consecuentes se dedican a impulsar con todas sus fuerzas, a objeto de alcanzar en el plano nacional de cada país y consecuentemente en escala mundial, la derrota de las clases exploradoras y la conquista del poder por las clases explotadas, para instaurar una sociedad ajena a toda explotación, donde el hombre desarrolle cada vez más su capacidad creadora para bienestar colectivo e individual. Al impulsar esa lucha de clases, se evidencia cada día con más crudeza la violencia que sustenta el poder de los explotadores, es decir: el carácter de dictadura de clases que ejercen a través del Estado, y se evidencia así mismo que ellos —los explotadores— sólo abandonarán el poder cuando también por la violencia los explotados se le arrebaten. La acción revolucionaria que permite a los explotados alcanzar el poder no basta. Para que la revolución se desarrolle en todos los órdenes y se consolide, es necesario aplastar la resistencia que —posterior al acto de la toma del poder— se manifiesta de las más diversas formas; es decir, hay que implantar la dictadura revolucionaria, la dictadura de la clase que hasta ese momento fuera víctima directa de la más honda explotación. Lo dicho puede ser aceptado "de palabra" y negado en los hechos, Tal idealidadavanzada@gmail.com
el caso de los revolucionarios de boquilla o falsos revolucionarios. Caso extremo es el de aquellos que, inclusive, niegan teóricamente tales planteamientos. Se trata en todos los casos de revisionistas del marxismo. Un estudio del revisionismo en Venezuela no puede limitarse al análisis de las desviaciones presentes en el movimiento revolucionario en los años más recientes, ni tampoco debe analizarse el revisionismo exclusivamente dentro del marco nacional, desvinculándolo de la marcha del movimiento revolucionario en el plano mundial y de las desviaciones que en él se han operado y se continúan operando. ¿Cuál ha sido la esencia del revisionismo en Venezuela? ¿Cuáles sus manifestaciones concretas? Presentamos seguidamente estos Apuntes a modo de aporte solamente, para que al ahondarse en los temas se encuentre respuestas adecuadas a los interrogantes planteados. Esencia del revisionismo u oportunismo de derecha: Colaboración de clases como orientación central del movimiento revolucionario. Aceptación apenas teórica —y ello para un plazo siempre remoto— del camino violento para la conquista del poder.
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Destinaciones: Penetración de la ideología burguesa en el seno de la clase obrera y de los trabajadores en general. Planteamientos estratégicos incorrectos al no definir claramente dónde está el enemigo principal, sus agentes y soportes. Mantenimiento a todo trance de líneas políticas incorrectamente "unitarias", que ahogan el desarrollo de la conciencia de clase e impiden comprender el papel del Estado y de las diversas clases sociales. Propagación de concepciones pacíficas, electoreras y legalistas como vías revolucionarias. Rechazo de la tesis de la dictadura del proletariado. Violación constante de la democracia interna del Partido y, por el contrario, implantación de métodos y procedimientos lesivos al desarrollo de la organización, a objeto de mantener "a pro" al Partido dentro de tan oportunistas concepciones. La esencia del revisionismo y sus derivaciones, podrían estudiarse en los principales terrenos donde se ha manifestado y se continúa manifestando esta desviación de derecha: el ideológico-político, el económico, idealidadavanzada@gmail.com
el sindical, aun cuando debe entenderse que en los dos últimos siempre está presente un contenido ideológico-político. Dada la etapa que está viviendo actualmente el movimiento revolucionario, habría que estudiar también al revisionismo en el terreno militar. Algunas manifestaciones revisionistas: Indicamos en forma breve, un conjunto de hechos y situaciones que ponen de manifiesto al revisionismo marxista en Venezuela, en particular en la década menos cercana del 40 al 50. Nos extendemos menos en el período posterior por ser más del conocimiento general y haber sido un poco más analizado por los jóvenes militantes actuales. Tendencias iniciales de colaboración de clases, aún antes de que hiciera su aparición en EE.UU. la corriente oportunista del "browderismo", la cual se extendió luego por todo el continente contando con el eficaz instrumento propagandístico que significó la actuación revisionista de los dirigentes del Partido Socialista Popular cubano Los revisionistas, en el período de la 2a. guerra mundial, esgrimían la unidad internacional antifascista como justificación de la tesis de la desaparición de la lucha de clases. Consideraban que al ser derrotado el nazifascismo se produciría una "Era de
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paz y daban a los acuerdos de Teherán (suscritos por Roosevelt, Churchill y Stalin) una trascendencia gigantesca, porque significaban "la alianza entre los capitalistas y la clase obrera para construir unidos el mundo nuevo socialista". Preconizaron la política de "no huelgas" porque ello era "hacerle el juego a la reacción", debilitando así en lugar de fortalecer, la lucha de clases en el país.
Al producirse el golpe militar proyanqui de octubre de 1945, olvido del lema "Con Medina contra la reacción" (y contra AD que hacía furiosa oposición a Medina Angarita), para proclamar: "Nosotros no le guardamos luto a Medina" y lanzarse por el camino del más vergonzoso seguidismo ante Acción Democrática. El golpe del 45, que llevó a AD al gobierno, abrió para el país el período de mayor penetración imperialista.
Se expulsaba del Partido a quienes disentían de tal criterio y todo ello en nombre del centralismo democrático. Orientaciones que confundían a los trabajadores y al pueblo en general, al plantear la lucha contra una reacción etérea, en abstracto, sin señalarla de modo objetivo. De allí el famoso lema que sirvió de bandera bajo el régimen del general Medina Angarita: "Con Medina contra la reacción", y la tesis mil veces defendida de constituir la "Unidad Nacional" con los más contrapuestos sectores y clases para enfrentar a esa reacción nunca bien definida. Desviaciones abiertamente liquidacionistas, como la que entrañó la proposición de liquidar al PC para ingresar sus miembros en el Partido de Gobierno (1941. El Partido de Gobierno era el PDV, Partido Democrático Venezolano, creado por Medina Angarita). idealidadavanzada@gmail.com
Histórica foto del triunfo sobre el nazi-fascismo en 1945.
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AD fue y continuó siéndolo, el agente principal de esa penetración. Pese a ser producto de un golpe militar, el gobierno de AD (Junta Revolucionaria de Gobierno, presidida por Rómulo Betancourt) fue reconocido de inmediato por EE.UU. y uno de sus más altos personeros financieros y económicos, pronto entró al país a implantar y extender sus más variados negocios.
apoyo para que el campesinado y el pueblo iniciaran la ruptura del régimen semi -feudal imperante— se dedicó a entregar créditos a los terratenientes y más tarde promulgó una "nueva Ley "que tendía no a destruir sino a proteger a latifundistas y a los nuevos conquistadores de esta tierra: los Rockefeller y Cía., ley que fue considerada como superior por los revisionistas. AD, cumpliendo su misión de torcer el rumbo de los trabajadores por caminos reformistas y de corrupción, montó un aparato sindical, la CTV, y la inscribió en la ORIT, que era el brazo ejecutor en Latinoamérica de la AFL (América Federation of Labor). Los revisionistas, secundaron con su activa participación en la CTV los planes pro-imperialistas, mientras atacaban sin cesar la central que representaba al movimiento obrero independiente; agredieron de todas formas, hasta mediante la cabilla, el asalto y la provocación policial, a cuanto sindicato presentaba una actitud combativa que rompiera la línea oficialista. Las conmemoraciones del 1o. de Mayo tas convirtieron en jornada festivas y aclamacionistas y los sindicatos, en simples agencias para reclamaciones menudas, frenadoras de todo espíritu de protesta y rebeldía de las bases trabajadoras.
Ese gobierno derogó la Ley Agraria decretada por Medina Angarita —la cual constituía el primer punto de idealidadavanzada@gmail.com
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En 1960 viajó varias veces y recibió también en Venezuela al Jefe de Washington. Aquí aparece con John F. Kennedy en la capital norteamericana.
El revisionismo propició -junto a los agentes venezolanos de la AFL- la política de "paz laboral" y "paz industrial. Se dejó de lado la lucha por la estabilidad en el trabajo y se impusieron contratos por largo plazo, precisamente para asegurar la "paz laboral", para asegurar el adormecimiento de la lucha de clases. En el frente petrolero, los revisionistas apoyaron los contratos entreguistas que (el primero por 19 meses -firmado por Tovar y Farías— y el segundo por 3 años) fueron suscritos entre la Fedepetrol y las Compañías Petroleras. A fines de 1946, el Programa del PC que surgió del "Congreso de Unidad" idealidadavanzada@gmail.com
(Congreso que fue apadrinado por los directivos del Partido Socialista Popular Cubano), se pronunció "por la reinversión por las Compañías Petroleras, del 50% de sus utilidades para desarrollar y diversificar la industria". Buen uso habrían de hacer los adecos de tan reformista tesis: Nelson Rockefeller fue invitado al país, y en junio del 47 se firma el convenio entre Rockefeller (Corporación de Economía Básica) y la Corporación Venezolana de Fomento, para desarrollar un vasto plan de penetración económica agro-pecuaria. La Creole y otras empresas petroleras reinvirtieron allí utilidades para "ayudarnos" a desarrollar. La CTV lanzó un acuerdo de respaldo al convenio citado. Los revisionistas, SOCIOS seguidistas de esta central sindical, apoyaron de hecho la posición de los líderes adecos.
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AD desató una campaña: anticomunista y antisoviética como nunca se había visto y adelantó en toda forma una política al servicio de la colonización del país por los trusts norteamericanos. Los revisionistas, sin embargo: Consideraron a AD un partido democrático "porque en su base había obreros y campesinos", consideraron la Constitución adeca como "la más democrática del mundo". Viajaron como delegados a México, Cuba, Colombia, Argentina y Chile a hacer propaganda en favor del gobierno adeco-militar. Propiciaron de nuevo la "unidad nacional" la unidad alrededor de AD contra las "amenazas reaccionarias" (en junio del 46, en carta pública instaban a Rómulo Betancourt a que no se ausentara para México). QUIENES PRETENDAN, INSPIRADOS EN LA POLÍTICA PERSONALMENTE EXITOSA DE ROMULO BETANCQURT, RECORRER SU DESVERGONZADA TRAYECTORIA DE SOMETIMIENTO Y ALIANZA CON EL MAS IMPLACABLE VERDUGO DE NUESTROS
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PUEBLOS: EL IMPERIALISMO NORTEAMERICANO, ESTÁN DESTINADOS A FRACASAR COMO HAN FRACASADO ACCIÓN DEMOCRATICA Y COPEI, CREADORES DE ESTE ENGENDRO CORRUPTO QUE ABATE A LA SOCIEDAD VENEZOLANA Y QUE HA RESULTADO IMPOTENTE PARA RESOLVER LOS MAS ELEMENTALES PROBLEMAS QUE CONFRONTA EL PAÍS.
Las consignas de Unidad Nacional llamaban a un solo frente, desde los obreros y campesinos sin tierra hasta los patronos industriales y los latifundistas. Ello obedecía a una estrategia que señalaba como blanco principal de ataque al imperialismo, sin precisar que el sostén económico suyo en el país era el latifundismo, y el instrumento político a su servicio el partido AD, que encabezaba a los grupos socialdemócratas de derecha que en América Latina cumplían sigilar misión. En su propósito seguidista y colaboracionista, confundían al pueblo señalándole a otros agrupamientos también reaccionarios- como el blanco principal para ser atacado, pero dejando fuera al "'democrático" AD. Así surgió el lema: "Copei es el enemigo". Justificaron el Pacto de Bogotá y calificaron la actuación que en ese evento anticomunista tuvo Betancourt como la "cuarta posición democrática",
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Se pronunciaron por la creación de empresas mixtas, para "venezolanizar" así la penetración extranjera. Bregaban su participación en el Congreso, concejos municipales y otros cuerpos deliberantes, no para aprovechar estas tribunas y contribuir a desenmascarar la verdad de la "democracia representativa" y del estado capitalista, sino para crear absurdas ilusiones en las masas sobre las posibilidades revolucionarias de las vías pacíficas y electoreras y, a la vez, disfrutar de ciertas ventajas que proporcionaba el maridaje con los colegas adecos. Dispuestos a destruir cuanto atentara a la sabia orientación colaboracionista que les servía de bandera, expulsaron cantidad de camaradas y esgrimieron las más graves calumnias contra quienes mantenían consecuente posición leninista. Cosa corriente fue endilgarles a éstos los calificativos de: desviados, aventureros, divisionistas, trotzkistas, anarquistas, etc., e incluso, provocar la acción represiva gubernamental contra ellos. Más tarde, no pocos de los criticados leninistas irían, a través de un proceso de descomposición de las filas revolucionarias, a incorporarse a la corriente revisionista. (Ya para ese tiempo se dejó ver las orejas el revisionismo en escala internacional y a alto nivel: en prestigiosa y potente estación de radiodifusión del mundo socialista se repitieron las calumnias idealidadavanzada@gmail.com
que aquí en Venezuela los revisionistas lanzaban a diario contra los marxistas que rechazaban sus concepciones...). En el plano cultural, aplicaron también sus concepciones oportunistas tendientes a desarmar ideológicamente a las masas juveniles y trabajadoras. Así, no vacilaron en ocultar escudándose en los méritos literarios (a los cuales gustaban v gustan de abultar) de altos personeros adecos, como Rómulo Gallegos y Andrés Eloy Blanco, su tremenda responsabilidad en la política de entrega del país a la voracidad de los trusts yanquis. Contribuyeron a forjar la absurda imagen de un Gallegos "Maestro de la juventud" y con éstas y otras actividades "culturales" fueron artífices de la corrupción de no pocos adolescentes, muchos de los cuales irían más adelante a nutrir las bandas anticomunistas sembradas en la democrática AD y en las brigadas torturadoras de la Seguridad Nacional y más tarde de la Digepol. Producido el golpe militar de noviembre de 1948, no lo interpretaron con independencia de criterio marxista, sino desde su posición de seguidores de AD, con cuya política habían quedado indirectamente comprometidos, pese a las patadas que de tal partido recibían. Al gobierno militar instaurado el 48, a diferencia del surgido del golpe del 45,
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no es reconocido, por EE.UU. sino cerca de 3 meses después. Al ocurrir este golpe, la Standard Oil Co., matriz de la Creole, suspendió sus inversiones en Venezuela. Rockefeller y su grupo opusieron resistencia al nuevo gobierno.
que de manera criminal se ha adueñado del gobierno de Venezuela". Ya Betancourt, recién producido el golpe, y ante las apresuradas declaraciones de Gallegos imputando tal movimiento a intereses de E E.UU., se apresuró a desmentirlas por boca de uno de sus más entusiastas seguidores de entonces: Domingo Alberto Rangel.
Rómulo Betancourt, al exilarse en EE.UU., fue recibido con el mejor tratamiento por el Departamento de Estado (febrero del 49). Y declaró lacayunamente: "El verdadero peligro es el frente militar latinoamericano, que va creándose contra EE UU". "Mi partido AD, el cual he dirigido desde su fundación, ha sido el opositor más fuerte que ha tenido el comunismo en Venezuela". Betancourt escribiría más tarde en su libro "Política y Petróleo", después de afirmar el carácter militarista-peronista y no pro-yanqui del golpe del 48, lo siguiente: "Si creyera en la participación del Gobierno norteamericano en los sucesos del 24 de noviembre lo diría". Y trayendo luego como testimonio de gran peso en favor de esa afirmación, cita el mensaje dirigido por Gallegos al Presidente Truman. "He aceptado como buenas las declaraciones que a propósito de algunas más ha hecho el Departamento de Estado sobre la no comprobada participación de personajes ni de intereses norteamericanos en el golpe militar idealidadavanzada@gmail.com
Rómulo Betancourt, esbozó un plan y lo cumplió paso a paso: la entrega del país a los intereses económicos tanto nacionales como internacionales.
Sin embargo, los revisionistas, "más papistas que el papa", consideraron que el golpe del 48 era netamente pro-
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yanqui, para desplazar a AD (¡El mejor agente del imperialismo norteamericano!) del gobierno y liquidar la democracia de que estábamos disfrutando. El seguidismo ante los adecos, el colaboracionismo de clases, había aniquilado en ellos la capacidad de enjuiciar con independencia marxista la política del nuevo gobierno y los intereses de clase que estaban en juego. A lo largo de la dictadura militar y bajo su régimen de represiones y torturas, derivación terrible de cuanto había ocurrido en el país en los años inmediatamente anteriores bajo el mandato de AD el revisionismo continuó su posición de seguidismo adecoide, respaldando la línea, complotista de AD y dando calor a la tesis. "Por el regreso de Gallegos". No cabía en la concepción revisionista que, sin dejar de enjuiciar y combatir al régimen policial imperante, era necesario v justo desenmascarar el papel jugado por AD en el gobierno y lo que realmente perseguía en su actuación conspiraba de la llamada "resistencia", dentro de la cual los astutos capitostes adecos sabían aprovechar los más diversos elementos, incluso a aquellos que con la mayor honestidad se entregaban a arriesgada lucha clandestina.
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EN VENEZUELA, EL PARTIDO QUE HA ESTIMULADO LA MÍSTICA ELECTORAL HA SIDO A.D. NO OBSTANTE QUE ROMULO BETANCOURT NO REPARÓ MUCHO EN EL MÉTODO PARA LLEGAR A MIRAFLORES EN 1945. LA VENTAJA DE GANAR EL PODER POR LA VIOLENCIA ESTIMULÓ MÁS TARDE SU DEVOCIÓN POR EL SUFRAGIO PARA CONSERVARLO, SU FE EN LOS "LIBÉRRIMOS COMICIOS" VINO LUEGO DE HABER MENOSPRECIADO SU IMPORTANCIA PARA LA TOMA DEL PODER.
Durante estos tiempos y posteriormente, los revisionistas formularon autocríticas que, por superficiales e insinceras, marcaban sólo una aparente pausa para luego reincidir en el camino del oportunismo. Al suceder la caída de la dictadura de Pérez Jiménez, el revisionismo afloró con nuevos bríos. El 23 de Enero, de etapa inicial que hubiese podido ser para impulsar al pueblo trabajador hacia luchas más elevadas y radicales, se convirtió en fiesta unitaria para reiniciarse —con entusiasta, apoyo de los oportunistas derechistas— la recuperación adeca: en aras de la unidad (la tan manoseada "unidad" que para todo ha servido"), aclamaron
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a los líderes que venían de exilio y cárceles para entregarles las mejo res posiciones en los sindicatos, desviaron la atención popular de los problemas económicos y políticos, planteados y coadyuvaron a preparar la distracción electorera que permitiría a los agentes yanquis de AD, recuperar el gobierno y poner en práctica la más agresiva y sangrienta política pro-imperialista y anticomunista. La extrema violencia oficial que pronto había de iniciarse, pondría a la orden del día nuevas y también violentas formas de lucha como camino a seguir por los revolucionarios. De nuevo, tardíamente, el revisionismo formuló autocríticas. Al fin —y por la fuerza demasiado elocuente de los hechos y porque ahí estaba la Revolución Cubana estremeciendo de estimulante emoción a América Latina y si mundo— afirmaban los revisionistas que AD era factor fundamental de la colonización del país por EE.UU.! No había alternativas para seguir vías de lucha democrática, pacífica. Había que pasar a formas superiores de acción. Aprobaron nueva estrategia y nuevas tácticas. Pero qué breve fue esta pausa surgida de una autocrítica tan insincera y superficial como las anteriores. . . Y, enfangándose más y más en un oportunismo que no es de ahora sino de décadas atrás, se pisotea el rumbo combativo acordado, se lanzan reproches a Cuba y a sus líderes, se sabotea y calumnia quienes son idealidadavanzada@gmail.com
vanguardia noble y prometedora en los montes venezolanos y, otra vez como ayer, buscan participar en un nuevo y como nunca tan asqueroso e improductivo proceso electoral. Diciembre 1967
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