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Aída María Hoguín Baeza
Aída María Holguín Baeza
Maestra en Docencia y profesora universitaria.
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El deber ciudadano con las elecciones
¡A cumplir con el deber!
Dblemente sería convocada para integrar una mesa directiva de casilla en las elecciones de este año, pero fue hasta el sábado pasado cuando la probabilidad se convirtió en certeza.
Ese sábado, en cuanto supe que alguien del INE me buscaba, supuse de qué se trataba y, sin dudarlo, decidí cumplir con mi deber constitucional cívico y político. Entonces, con toda la actitud que ameritaba tal acontecimiento, salí de la casa para dar orgullosa y comprometidamente el “sí”.
Cuando caminé hacia la banqueta, encontré a quien, a pesar del intenso sol y los fuertes vientos que azotaban la ciudad Chihuahua, también estaba cumpliendo con su deber. Cosa que valoré de manera especial porque no detuvo su recorrido (a pie) en búsqueda de los ciudadanos de la zona que –al igual que yo– resultaron seleccionados para integrar alguna de las mesas directivas de casilla.
El caso es que, luego de dar el “sí” y de platicar un rato con mis sospechas: la falta de cultura cívica y la pérdida del sentido del deber, aunada con las limitaciones relacionadas con la pandemia, estaban mermando la labor del INE en lo referente a la conformación de las mesas directivas de casilla.
¿Son muchas las personas que se han negado?, le pregunté a Patricia. Sí, y todavía faltan muchas para llegar al número necesario para la correcta y adecuada conformación de todas las mesas directivas, me contestó y, casi de inmediato, añadió que ahora la labor ha sido más difícil porque las personas mayores de 60 años fueron excluidas debido a las restricciones en torno a la pandemia. “Son las que más participan” pero ahora no podrán hacerlo, co e impotencia.
Es decir, tomar y crear conciencia de que, así como el abstencionismo electoral (por falta de cultura cívica y la pérdida del sentido del deber) socava la ya de por sí frágil democracia mexicana, la pérdida del sentido del deber que conduce a no atender las convocatorias del INE (o en su momento, del IFE) para participar en calidad de funcionario de casilla también lo hace.
“Cumple con todos tus deberes y gozarás de todos tus derechos […] Perfecciónate, es decir, sométete al deber y la armonía será”, decía Eugenio María de Hostos. Así, con esa premisa, es que queda claro por qué la armonía, el entendimiento y la armonía no prevalecen en México, y, por ende, por qué México está cada vez más lejos de desarrollarse en una verdadera democracia; o sea, porque muchos sólo quieren gozar de sus derechos, pero se resisten o evitan cumplir con sus deberes.
En esta ocasión, concluyo citando lo dicho alguna vez por Mahatma Gandhi: “En la actualidad la gente sólo se preocupa por sus derechos. Recordarle que también tiene deberes y responsabilidades es un acto de valor que no corresponde exclusivamente a los políticos”.
Históricas elecciones 2021, y lo que está en juego
Las elecciones del 2021 serán las más grandes en la historia de México y, aunque son intermedias, serán quizá las más importan-
tes de la historia contemporánea porque lo que está en juego no es cosa menor.
Con más 93.5 millones de ciudadanos que integran la Lista Nominal de Electores (la de mayor cobertura en 30 años), más de 48 mil supervisores y capacitadores electorales, alrededor de 163 mil casillas a instalar, 1.4 millones de funcionarios de casilla y más de 20,400 cargos de elección popular que habrán de renovarse, el próximo 6 de junio México nuevamente hará historia en materia electoral.
Pero más allá de lo numéricamente histórico de las elecciones 2021, lo histórico radica en lo que realmente está en juego, y no son los más de 20 mil cargos de elección popular. Lo que verdaderamente está en juego es el futuro democrático de México; es decir, lo que está en riesgo, lo que corre peligro en las elecciones del próximo 6 de junio, es la democracia.
Es cierto que en México la democracia nunca ha sido plena; sin embargo, con el paso de los años, poco a poco fue evolucionando y fortaleciéndose hasta lograr –del 2010 al 2012– un importante nivel de desarrollo que, aunque defectuoso, iba allanándose el camino a su etapa de plenitud.
Como consecuencia de esa evolución y del –relativamente– fuerte nivel de desarrollo, la democracia mexicana se constituyó nuel López Obrador al poder. Poder que gracias a la democracia le fue conferido, y del que ahora –irónica y paradójicamente– abusa estructuras y los procesos de democratización; cosa que está logrando y que quiere consolidar en las elecciones de este año.
En ese sentido, cabe recordar que desde que el presidente López Obrador y su transformación de cuarta llegaron al poder, el nivel democrático de México ha caído tan drásticamente que el año pa-
sado ya estábamos “a una nada” de ser catalogados como un país híbrido (algunos componentes de la democracia y otros del autoritarismo).
Entonces, sin duda alguna, lo que está en juego en estas elecciones, no son –por sí solos– los más de 20 mil cargos de elección popular, sino la democracia misma. Y es que lo que esos cargos tidemocrático que Andrés Manuel López Obrador quiere concretar antes del 2024, es lo que realmente importa (y preocupa). De ahí que la ilegal, descarada y reiterada intromisión del presidente López Obrador en el proceso electoral resulte inaceptable.
El caso es que, pase lo que pase, las elecciones de este 2021 no sólo serán históricas en lo numérico; también lo serán por lo que está en juego: seguir con el régimen populista y autoritario, o evitar la muerte de la democracia.
En esta ocasión, concluyo citando lo dicho alguna vez por el periodista y escritor peruano, Mario Vargas Llosa: Mantener la democracia o ir a la dictadura, eso es lo que está en juego en estas elecciones.
Funcionarios de mesa directiva de casilla: mexicanos haciendo equipo
Luego de la pasada jornada electoral, poco se ha hablado del equipo que hicieron millones de funcionarios de mesas directivas de casilla.
Y resulta necesario hablar de ello porque, como bien lo explicó Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, “En México no es un eufemismo decir que las elecciones no sólo son para los ciudadanos, sino son hechas por los ciudadanos”. Y con “hechas por esencial de las elecciones y de la democracia.
Así, en el entendido de que son parte esencial de las elecciones, para los funcionarios de casilla, hacer equipo comienza desde el momento en el que, sin siquiera conocerse entre sí, aceptan sus respectivos nombramientos y, además, rinden la protesta de ley de guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, cumplir con las normas contenidas en la LGIPE y desempeñar leal y patrióticamente la función que se les encomendó.
Con su participación y labor cívica, millones de mexicanos hacen equipo no sólo para instalar e instrumentar las casillas electorales en las que sus conciudadanos votarán, sino también para proteger la integridad de su voto; y para ello, hacen equipo. Es decir, no son sólo un conjunto de individuos que forman parte de la unidad organizativa de una mesa directiva de casilla, sino que son un grupo comprometido a trabajar para lograr un objetivo único y colectivo.
Y así, con ese objetivo en la mira, es que los integrantes de las mesas directivas de casilla desempeñan sus funciones (instalar las los votos, entre otras) a lo largo la jornada electoral; jornada que, por cierto, en esta ocasión implicó –literalmente– poner en riesgo sus vidas a causa de la pandemia por COVID-19. Y es que, si bien se aplicaron los protocolos sanitarios para la operación de las casillas durante la maratónica y concurrida jornada electoral, era imposible eliminar por completo el riesgo de contagio.
El asunto es que, en ésta como en todas las jornadas electorales, los funcionarios de mesa directiva de casilla son mexicanos que, en cumplimiento del deber patriótico que se les encomendó, hacen valer y respetar el voto ciudadano.
Sirva pues este texto como un reconocimiento a los millones de mexicanos que cívicamente hicieron equipo y contribuyeron
para que estas elecciones del 2021, las más grandes e históricas de México, sean un referente de éxito de la democracia. Para Juan Francisco, Luis Alberto, Alicia, Efraín y Mariana (funcionarios de la casilla 0804 C1), un reconocimiento especial; y para Paty, CAE incondicional acompañamiento.
En esta ocasión, concluyo parafraseando lo dicho alguna vez por el beisbolista venezolano, Johan Santana: Hicimos esto juntos. Nosotros, como equipo, hicimos historia el 6 de junio.
Proceso Electoral Local 2020-2021: Cosa seria
2020-2021 y los resultados que de él emanaron, queda claro que las elecciones locales son cosa seria.
En un inicio, la distintiva y particular seriedad del pasado proceso electoral radicaba, tal como lo señaló el entonces consejero presidente del Instituto Estatal Electoral de Chihuahua (IEE), Arturo Meraz González (†), en las complejas e inéditas circunstancias pandémicas en las que se desarrollaría dicho proceso.
Esas circunstancias, aunadas al reto de garantizar las condiciones para que los más de 2.8 millones de chihuahuenses que –hasta ese entonces– conformaban el listado nominal ejercieran su voto de manera segura, libre, informada y razonada fue, indudablemente, un asunto que el IEE se tomó –como era debido–, muy en serio.
Hoy, a poco más de 11 meses de haber iniciado aquel proceso electoral, la consejera presidenta provisional del IEE, Claudia Arlett Espino, declaró formalmente concluido el Proceso Electoral que podemos –y debemos– estar de acuerdo porque los resultados tan alentadores y satisfactorios que de él emanaron no dejan lugar a dudas de que las elecciones locales son cosa seria.
En el caso de Chihuahua, el Proceso Electoral Local 2020-2021 fue, es y será cosa seria no sólo porque se trató –como bien lo enfatizó la consejera presidenta del IEE– de un proceso electoral atípico y con complicaciones, por presentarse en medio de una pandemia, sino porque, a pesar de eso, el IEE facilitó decisivamente la elección y, con ello, que sucedieran cosas serias y trascendentales para la democracia chihuahuense.
Por ejemplo, resalta el hecho de que fue la primera vez que los ciudadanos chihuahuenses que residen en el extranjero (registrados en la respectiva lista nominal) tuvieron la oportunidad de emitir su voto (vía postal o por internet) para el cargo a la Gubernatura, y registrando un índice de participación del 55.28 por ciento.
Asimismo, destaca que, como resultado del ejemplar desarrollo tivas tomadas por el órgano electoral, ahora hay alrededor de 60 personas de origen indígena que son autoridades en 30 de los 67 municipios del estado.
El asunto es que, una vez concluido el proceso electoral local, ahora existen más evidencias de que las elecciones locales y su debido proceso son cosa seria no sólo por la seriedad con que los Organismos Públicos Locales Electorales asumen su función, sino también por la seriedad con la que los ciudadanos asumimos el importante y decisivo papel que desempeñamos antes, durante y después de cada proceso electoral.
asistente legal, defensora del consumidor y activista ambientalista estadounidense, Erin Brockovich-Ellis: Manténgase informado, haga preguntas, únase a su comunidad y luche a nivel local. Y asegúrese de tomarse sus elecciones locales tan en serio como las federales.
laecita@gmail.com laecita.wordpress.com