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Apuntes sobre la luz hacia una concepción transhistórica desde el paradigma de la complejidad

Apuntes sobre la luz hacia una concepción transhistórica desde el paradigma de la complejidad

Israel Isaac Pájaro Sánchez Facultad de Bellas Artes Universidad Autónoma de Querétaro

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Resumen

Este trabajo responde a una serie de reflexiones sobre la concepción del fenómeno lumínico con relación a los ámbitos científico y artístico, presenta una forma particular de entender la transición que va de la techne a la poiesis entre uno y otro paradigma y la transdisciplinariedad, e identificando los diferentes niveles de realidad en su respectiva correspondencia con los niveles de percepción desde donde se ha interpretado y explicado el fenómeno de la luz, pero también desde donde resultan algunas puntualizaciones teóricas que permiten transitar entre los niveles de realidad y percepción.

Palabras clave: artístico, científico, fenómeno lumínico, luz, transdisciplinariedad.

Abstract

This work is a reflection about the conception of the lighting phenomenon in relation to the scientific and artistic fields. It presents a particular way of understanding the transition from techne to poiesis, between one paradigm and transdisciplinary; identifying the different levels of reality in their respective correspondence with the levels of perception from which the phenomenon of light has been interpreted and explained, but also from where some punctuations result theoretical levels that allow you to transit between the levels of reality and perception.

Keywords: artistic, scientific, light phenomenon, light, transdisciplinary.

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“El primero sueño” de Sor Juana es atemporal, escapa del tiempo histórico para insertarse en la entraña de lo real, en las profundidades del ser total. Pocas veces los contrarios se encuentran con semejante violencia para revelar la más acabada imagen de un conflicto que subyace en el fondo: los colores, las formas, los límites de las cosas, las texturas son la apariencia de una naturaleza problemática. Cuando la interiorización busca protegerse de las condiciones materiales del mundo objetivo, se cierran los ojos ante el exterior para recorrer los rincones del alma, desconfiar de lo que se presenta en primera instancia ante los sentidos es el punto de partida para emprender todo viaje espiritual. El viaje de Sor Juana es espiritual, una aventura intelectual, y parte de la apariencia de las cosas para penetrar en esa fuerza misteriosa que hace que lo que es sea y que contiene lo que no es: algo entre luz y oscuridad que desciframos mediante la lógica del tercero oculto.

Su elevación hacia las cumbres del conocimiento en “Primero Sueño” comienza cuando llega la oscuridad y continúa en ascenso hasta el amanecer cuando los primeros rayos de luz aparecen en el horizonte y desde las alturas el alma de Sor Juana se precipita vertiginosamente en un abismo que se interrumpe con un sobresalto que la despierta. Sor Juana sondea los laberintos de la oscuridad, contrario a las ideas ilustradas, asocia la oscuridad con el conocimiento y la revelación.

El conflicto entre los contrarios no se disimula, al contrario, se potencializa para que manifieste sus múltiples rostros. El poema contiene una ciencia superior que le mantiene vigente sobre las miradas reduccionistas del pensamiento moderno. Sobrevive a ese viento continuo que son los cambios de paradigma y revoluciones científicas porque en lo profundo se conecta con lo esencial del ser y en la superficie alcanza una estatura estética e intelectual que le dota de forma exacta, de una precisión inquebrantable. El alma de Sor Juana se cristaliza en poema.

El lector puede experimentar una sensación de infinita tranquilidad cuando llega a comprender las leyes generales de la ciencia clásica, hay un convencimiento de que el orden se alcanza al diferenciar las categorías y los conceptos. Inclinándose hacia lo positivo porque la simplificación ofrece una imagen tan acabada de la realidad que atrae a permanecer en ella perpetuamente, sin que el alma sea perturbada, pero no es así por mucho tiempo; después de un tiempo aparece la tragicidad del impulso creativo y se desconfía de que la geometría de la inmunidad, euclidiana, armónicamente estética y que los postulados científicos se aproximaran a la verdad. La verdad es un juicio sobre la realidad.

Detrás de esa apariencia de claridad que se estructura en la realidad positiva subyace una zona más problemática desde donde el caos empuja para exteriorizarse; mientras más se le disimula, más potente se hace. Al igual que cuando la oscuridad se extiende en el espacio haciendo invisible la materia, la luz puede expandir su resplandor hasta consumir por competo la percepción de toda imagen. El pensamiento creativo trastoca el conocimiento establecido oficialmente e instaurado como realidad y verdad; sus elementos son la imaginación, la intuición y el instinto, que en el fondo son también los elementos de una ciencia sincera, pero no de una ciencia ingenua; a la imaginación, la intuición y el instinto, la ciencia clásica y sus círculos le opusieron la objetividad, la causalidad local y la uni-direccionalidad. Las rutas ya trazadas no suelen llevar a lugares interesantes, el método científico siguió la inercia desconsoladora que sólo la imaginación con su anarquía creativa le inyecta vida. El poema de Sor Juana tiene luz propia.

De niño, se pueden pasar largas horas observando la oscuridad y todo tipo de seres que surgen, la mente aprende a relacionar las formas y a conectar un punto con otro trazando líneas rectas o curvas para unirlos, creando formas insólitas. En ocasiones el recorrido de un punto a otro no es directo; los trazos directos no suelen ser atractivos. Quizás así hacían los antiguos mientras permanecían absortos ante la contemplación del universo y empezaron a crear las constelaciones y la astrología. Belleza pareidólica.

La jerarquía entre conocimientos y saberes que se impuso en la modernidad, colocó a la física en la cima de la pirámide, como reina de las ciencias, y confinó al oscurantismo todo aquello que no era parte de la manipulación técnica. Ciencia y técnica se aliaron. La alquimia se hizo química, la astrología se hizo astronomía, el fenómeno del color se explicó desde la luz en tanto objeto de estudio determinando su comportamiento en el laboratorio y sin tener en cuenta la importancia de la oscuridad y la relación con el mundo; el mundo que no ha dejado de sorprender y no lo hará porque éste se construye, de-construye y re-construye en relación con el ser humano que le habita. Así como la luz produce los tonos cálidos, la oscuridad produce los tonos fríos; oscuridad y luz son contrarios complementarios. Llegan a la mente esas líneas de Cortázar sobre “Cómo se pasa al lado”: “Los descubrimientos más importantes se hacen en las circunstancias y en los lugares más insólitos. La manzana de Newton, mire si no es cosa de pasmarse” (Cortázar, 1996, p. 31).

Se concibe el fenómeno lumínico con relación a los ámbitos científico (dentro de los criterios del paradigma clásico) y artístico (de acuerdo a las consideraciones del paradigma de la complejidad), observando una transición que va de la techne a la poiesis entre uno y otro paradigma, e identificando los diferentes niveles de realidad en su respectiva correspondencia con los niveles de percepción desde donde se ha interpretado y explicado el fenómeno de la luz, pero también desde donde resultan algunas puntualizaciones teóricas que nos permiten transitar entre

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