Abril - Mayo 2014
Revista Íkaro - Edición 32
1
Revista Íkaro - Edición 32
Abril - Mayo 2014
E
n esta ocasión mis bipolares y abstractos amigos, esta lengua que por larga a veces peca demasiado, ya que hoy de manera distinta inicia, para tan especial edición, pues con gran algarabía este panfletillo multicultural llega a su mayoría de edad. Una edad difícil, que se debate entre lo vivido y lo experimentado- algo así como un orgasmo - Pues sí mis queridas ánimas rebeldes, en 18 vueltas al Sol, muchas cosas y personas han dejado su huella imborrable en cada palabra en este insignificante y pervertidor esfuerzo (in) formativo. Algunos todavía hoy se mantienen fieles a este sueño mojado de intelectualidad etílica, algunos otros se han marchado para ser polvo estelar y muchos otros vienen frescos y vírgenes para ser perturbados (lo mismo que enamorados pero con cierto divorcio). El horizonte que antes se miraba lejano, hoy está a unos cuantos pasos. Las lágrimas se transformaron en cambios, la verdad de los poderosos es un chiste…la ironía de los ignorantes.. esa todavía continúa. Por eso ahora es imperativo, darle la patada al pasado, enterrar esas falacias que nos vendieron antes de nacer. Hay que borrar las líneas incorrectas de nuestra historia y empezar a realizar nuevos trazos que nos muevan al siguiente peldaño de la evolución. Como la voz narrativa en este pasajero sueño, tan solo espero que muchos sigan el espíritu de esta revista, ese simple y claro precepto de “quítate la venda de los ojos”. Mientras llega el día que me vuelva una desconocida víctima más de la parca, seguiré dándoles más versos profanos y más verdades hirientes… ¡claro está!, esperando que esta lucha se disperse en muchas versiones de Íkaro…hasta que ya no sea necesario, pues la lucha al fin termino.
Créditos: Revista Íkaro – Edición 32 – Año 18 – Número correspondiente a Abril 21 a Mayo 21 del 2014 Editor: Adrián Montenegro (adrian@revistaikaro.com). En esta edición agradecemos a Julio Jirón (Panamá)- Francisco Martínez Hoyos (España). En Costa Rica: Steven Ramirez - Juano Meretriz - Warren Ulloa - Jose Reynold Quintanilla Morán - Geovanny Jiménez Salas - Julia Hernández. / Contacto: info@revistaikaro.com – www.revistaikaro.com – Tel: +506 8530 3535 / San José, Costa Rica / Diseño Gráfico: Digital Vox – www.digitalvoxcr.com Si desea enviar sus artículos,poemas,cuentos cortos,entrevistas,etc puede hacerlo al correo adrian. montenegro@gmail.com. Derechos Reservados pero pueden tomar lo que deseen siempre y cuando respeten el nombre del autor. 2
Abril - Mayo 2014
Revista Íkaro - Edición 32
Sumario
4
6
8
10
12
15
17
20
Lo peor de la edad es darse cuenta de que perdimos mucho tiempo haciendo estupideces.
3
Revista Íkaro - Edición 32
4
Abril - Mayo 2014
Abril - Mayo 2014
Revista Íkaro - Edición 32
Claustro Por José Reynold Quintanilla
D
e los 300 días del año en curso Miguel solo ha pasado tres frente al sol, su familia que siempre lo vio como un chico raro aguarda la esperanza que una vez por toda abra esa maldita puerta. Nadie sabe qué hace ahí adentro, especulaciones van y vienen; los más fantasiosos como yo sostenemos que es una especie de vampiro melancólico adicto a la sangre de los perros de la casa, la abuela Evangelina por su parte que siempre ha sido una enfermiza creyente, piensa que es un enviado del cielo y que el claustro de su nieto es un sacrificio por lo pecados del mundo. Los días que no anda con pereza después de la novela de la seis, le dedicaba un rosario en dirección a la puerta. La vida familiar trascurre con total normalidad, los Amador salen, ven tele, hacen compras, pelean y se disculpan; algunos como José el miembro más inquieto de apenas cinco años no entiende por qué hace tanto no ve al tío Miguel; cada vez que llega de visita toca con insistencia la puerta -es el único que se atreve hacerlo-, pero nada. Encerrado en su aposento pasa más del 90% de su tiempo. Todavía recuerdo la última vez que lo vi, llevaba puesto una panta gris y una camiseta negra en la cual se leía algo como “warcraft”, incluso de su cara no me acuerdo bien. ¿Llevaba manchas de acné o ya se le habían quitado? A los meses me contaron que solo sale de noche, que come bocados cuando todos duermen. Mi tía lo encontró una vez merodeando la despensa, caminaba cabizbajo y encorvado. Ella de la impresión no pudo decir nada, él con los ojos atontados simplemente hizo una mueca. No pudo saludar a su madre, solamente hizo un chillido, dicen que se le atrofio la capacidad de articular palabra.
5
Revista Íkaro - Edición 32
Abril - Mayo 2014
Al final del pasillo.
Por Adrián Montenegro
6
Abril - Mayo 2014
Revista Íkaro - Edición 32
E
n la sala está sentada una mujer de 35 años, un hombre afrodescendiente de pie le habla. La mujer se siente una mosca a la par de aquel hombre tan alto. La casa no tenía muchas cosas, un juego de sala modesto, un pequeño bar lleno de botellas vacías. Las cortinas eran negras, lo suficiente para olvidar si era de día o de noche. - Señora entiéndame – levantaba una ceja mientras le hablaba a la mujer – nuestro trabajo es delicado, por lo que el profesionalismo es parte fundamental mantenerlo en este momento y hasta el final. Yo sé que surgen dudas razonables, cuestiones que dependiendo de la vida que llevó se le revelan en el último instante – el hombre empieza a caminar delante de ella de un lado a otro de la sala - Véame a mí por ejemplo, no piense que yo me dedico a esto desde hace mucho tiempo, yo antes de que existiera la Internet, cuando los libros eran mucho más importantes, yo vendía enciclopedias – la mujer sonríe tímidamente - Suena hasta gracioso en estos días, de ahí que en una ocasión de tantas fue que conocí a mi socia y tenemos 20 años en estos menesteres. Cuando somos contactados llevamos el trabajo hasta lo último, en el momento que nos pagan no hay marcha atrás…se lo dije muy claro.
La mujer se queda quieta, esperando una especie de regaño, quizás por dudar, por el deseo de salir corriendo, en ese momento el dinero solo es basura que le estorbaba, pero el hombre le seguía hablando. - Los nervios…yo he visto en esta misma sala a todo tipo de gente, y puedo asegurarle que todos sienten lo mismo. Algunos tienen risas nerviosas, a otros les da diarrea – la mujer suelta una media carcajada – ¡En serio!.. ese puto sillón le he tenido que cambiar el tapiz como cinco veces…en fin en ocasiones es algo muy bonito – la mujer se le queda mirando de forma extraña – Sé que es extraño para una persona como usted – el hombre se queda pensativo- Pero déjeme decirle que nuestro trabajo es tan humano, que uno termina agotado de tanta empatía que genera con las personas – toma una tasa con té y se le da - Ahora señora tómese este té, es una bebida especial que le hará relajarse, totalmente natural, yo mismo cuando no puedo dormir me tomo una tasita. No se preocupe, huélalo en confianza, no es veneno, vea, me voy a servir una media tacita…efff… ¡está caliente!, pero rico… ¡Ahora sí!... Ve esa puerta al fondo – levanta la mano y señala un pequeño pasillo que lleva hasta una puerta blanca, con dos luces en la parte superior - Usted vaya con su tacita de té y toque la puerta, ahí me socia la va atender, ella le va ayudar en la recta final – los ojos de la mujer empiezan a dilatarse para empezar a llorar, el hombre se acerca y le extiende los brazos - Antes, déjeme darle un abrazo…usted es de las pocas personas a las cuales les he dado un abrazo fraterno. Al ser la mujer más baja de estatura deja su cabeza apoyada en el pecho del hombre, el escuchar el latido de otro corazón la reconforta, pero siente que no puede continuar, pero en fondo de sí misma saca el valor, mientras tanto aquel hombre de contextura delgada le continua reanimando . - Ve, no soy de madera, yo siento, en el proceso de tres meses que lleva preparar todo, uno se encariña con ciertos clientes. Eso…venga, saque todo- la mujer rompe a llorar - …eso mismo desahóguese…hoy es el gran día. Ahora mientras camine a la puerta le dejo este pensamiento - ¿Cuántos tiene la oportunidad que tiene usted hoy?, le respondo: son muy pocos…esto es una bendición…ahora vaya…tranquilita. La mujer camina despacio hacia la puerta con su tasa de té, siente que sus piernas son pesadas, su garganta traga más saliva de lo común, sus latidos se aceleran, toca la puerta y una mujer de unos treinta y tantos abre. Ella la mira y siente una gran paz cuando entra a la habitación. Cinco horas después un bombillo azul alumbraba el pasillo, tan fuerte era su luz que resplandecía en la sala de espera de la gran casa blanca. - Pero como duraste esta vez… ¡Cinco Horas!... – reclamaba el hombre a su socia -deberíamos de comprar un sillón reclinable, ya no soy tan joven, yo me quedo ahí todo el rato en esa mierda de sillón incómodo – voltea a la cama donde yace la mujer muerta y desnuda - Pero te quedo muy bien, se ve lo relajada y apacible …Nada como el tipo de anoche…ese gordo llorón, por algo no tenía amigos – voltea a ver a su socia y le pregunta -¿Decime?...estaba rica la sangre de esta señora… ¿el cáncer no la había jodido mucho?...por cierto te quedo un poco de sangre en la punta de la nariz. 7
Revista Íkaro - Edición 32
Del perro orejero Juano Meretriz
¡Qué admirable del perro su despertar!: Que aunque apacible de siestas Siempre alerta Es en el sacudido despabile de su hocico ¡Qué envidiable de las orejas perrunas su utilidad!: Que antagonistas del sopor Radares indómitos Ofrecen torpes y automáticas las cachetadas de la lucidez Ladra sin parar la consciencia del día el dolor de la noche su olvido sórdida y tozuda Las orejas vigilantes viajeras del tiempo entre Hermes y Morfeo narratarias oníricas Brindan veladas de arrullos y latidos súbitos olvidadas maracas del embeleso
8
Abril - Mayo 2014
Pesca
Steven Ramírez Mis palabras salen a pescar con anzuelos de estrofas que lanzo a tu paso, redes de prosa humilde que se enredan en tus cabellos. Arpones cargados de metáforas que arañan las carnes de tu escepticismo... Y, tras infinitos recovecos recorridos vuelven una vez más a mí, cargando trozos de tu duda... Mis palabras salen a pescar con el arsenal que mi léxico les permite esperando traspasar tu mejilla con un beso bisílabo... Tirar de ellas... Luchar con las largas hileras de palabras ya lanzadas al agua... Arrastrarte de vuelta a mí...
Abril - Mayo 2014
Revista Íkaro - Edición 32
II
Julio Jiron Me prometí superarte. hice mi mayor esfuerzo, al menos, te juro,al menos,hice el mejor intento. empecé por esconder tus recuerdos, colocándoles en cajas de zapatos lejos del alcance de la melancolía después con cuidado, lave de mis paredes la silueta de tu cuerpo desnudo. callé el eco perdido en el tiempo, de tus gemidos y tu risa. barrí nuestras madrugadas bajo la alfombra, saqué en bolsas negras el calor de tus abrazos y sequé del piso nuestro sudor y nuestras lágrimas. empaque tus besos, tus caricias sin fin, hasta tus tiernos mordiscos en mis hombros, me encargue de empacarlos junto a todas las veces que hicimos el amor en aquel viejo sillón. limpie de mi garaje las marcas de tu auto; Aquel de color blanco, en donde por horas, nos gastábamos los labios en besos infinitos. enterré las cenizas de tu corazón y el mío, aquella tarde en que de tus labios, las frases: “Te amo” “Estaremos bien” “El tiempo dirá” fueron más que calma, un obituario. cada día me levanto y limpio el desastre una y otra vez. cada noche me acuesto, y mi cuarto se queda pequeño con tantas bolsas, cajas y maletas llenas con recuerdos de días junto a ti.
Talón de Aquiles Julia Hernández.
A veces el poema es un sol indolente. Se frota los nudillos desollando los finos dobleces de su ego, se torna un trozo de lágrima en caída libre sobre un pañuelo desgastado por arroyos. Sin embargo sigue tarareando el camino a casa. En la sobremesa de este medio día los segundos pasan y cuentan _ sobre el fregadero _ el tintineo de unas gotas de agua enlazadas en el canto de _Leonard Cohen_, mientras la página del libro con tus versos inclina con desdén, el acento inalterable del azar, que no nos pertenece. Así es como sea brota la excusa en este sordo entusiasmo que aturde nuestras manos, para ahogarnos en la lealtad furiosa del adiós. Sí, hace tiempo pretendo desligarme, hundir mis ojos en el fango, apilar la tinta debajo del origen bastardo de mi nombre y oscurecer el sonido narcótico del teclado para ignorar que detrás de esta pantalla, arde insensato como un buitre, mi innegable talón de Aquiles. 9
Revista Íkaro - Edición 32
Abril - Mayo 2014
Del adios No se dice. Acude a nuestros ojos, a nuestras manos, tiembla, se resiste. Dices que esperas —te esperas— desde entonces, y sabes que el adiós es inútil y triste.
JAIME SABINES, el poeta del cotidiano amar. Jaime Sabines Gutiérrez (1926 - 1999) un poeta y un político mexicano, considerado como uno de los grandes poetas mexicanos del siglo XX. Un poeta leído, citado por varias generaciones, que tomo las experiencias y limites humanos del día al día para convertirlos en un canto con sentido entrañable y elevado el termino de los sentimientos y de impulsos que nos ratifican como miembros de una sola especie, Jaime Sabines. ¿Por qué se mantiene vigente? - Las razones son indiscutibles: pocos poetas en nuestra tradición han podido, al mismo tiempo, realizar una exploración significativa del lenguaje y las formas poéticas y entregar sus hallazgos en una obra que invita a dejarse leer sin otra pretensión que el disfrute. Jaime Sabines será, probablemente, tan atemporal como los clásicos de otros siglos, y a la vez es tan joven como el poeta que comienza en este momento.
Autonecrología (VI) El mediodía en la calle, atropellando ángeles, violento, desgarbado; gentes envenenadas lentamente por el trabajo, el aire, los motores; árboles empeñados en recoger su sombra, ríos domesticados, panteones y jardines transmitiendo programas musicales. ¿Cuál hormiga soy yo de estas que piso? ¿qué palabras en vuelo me levantan? “Lo mejor de la escuela es el recreo”, dice Judit, y pienso: ¿cuándo la vida me dará un recreo? ¡Carajo! Estoy cansado. Necesito morirme siquiera una semana.
10
Abril - Mayo 2014
Con ganas de llorar Con ganas de llorar, casi llorando, traigo a mi juventud, sobre mis brazos, el paño de mi sangre en que reposa mi corazón esperanzado. Débil aquí, convaleciente, extraño, sordo a mi voz, marcado con un signo de espanto, llego a mi juventud como las hojas que el viento hace girar alrededor del árbol. Pocas palabras aprendí para decir el raro suceso de mi estrago: sombra y herida, lujuria, sed y llanto. Llego a mi juventud y me derramo de ella como un licor airado, como la sangre de un hermoso caballo como el agua en los muslos de una mujer de muslos apretados. Mi juventud no me sostiene, ni sé yo lo que digo y lo que callo. Estoy en mi ternura lo mismo que en el sueño están los párpados, y si camino voy como los ciegos aprendiéndole todo por sus pasos. Dejadme aquí. Me alegro. Espero algo. No necesito más que un alto sueño, y un incesante fracaso.
Revista Íkaro - Edición 32
El diablo y yo nos entendemos...
El diablo y yo nos entendemos como dos viejos amigos. A veces se hace mi sombra, va a todas partes conmigo. Se me trepa a la nariz y me la muerde y la quiebra con sus dientes finos. Cuando estoy en la ventana me dice ¡brinca! detrás del oído. Aquí en la cama se acuesta a mis pies como un niño y me ilumina el insomnio con luces de artificio. Nunca se está quieto. Anda como un maldito, como un loco, adivinando cosas que no me digo. Quien sabe qué gotas pone en mis ojos, que me miro a veces cara de diablo cuando estoy distraído. De vez en cuando me toma los dedos mientras escribo. Es raro y simple. Parece a veces arrepentido. El pobre no sabe nada de sí mismo. Cuando soy santo me pongo a murmurarle al oído y lo mareo y me desquito. Pero después de todo somos amigos y tiene una ternura como un membrillo y se siente solo el pobrecito
11
Revista Íkaro - Edición 32
Abril - Mayo 2014
CORTÁZAR: LA CONTINUIDAD DE LA CONCIENCIA Y DEL TIEMPO
Fuente: http://www.revistacronopio.com/ Por Carlos Montemayor*
La continuidad permea lo consciente. Que la conciencia es un ejemplo de lo continuo —que la conciencia es un río en donde nos disolvemos y regeneramos— parece obvio. Pero la continuidad de la conciencia es muy compleja. La continuidad cronológica de la conciencia es un engaño que el artista es capaz de denunciar. Aunque el río de la conciencia parece continuo (sin interrupciones abruptas) y cronológicamente organizado (estructurado en eventos pasados, presentes y futuros) sólo la continuidad de la superficie esférica es verdaderamente característica de la conciencia. La conciencia no es realmente un río, sino un pozo profundo donde se adentran los deseos, las creencias y los mitos. Es un pozo en donde todo permanece y se amalgama. El tiempo no transcurre en ese pozo. 12
Abril - Mayo 2014 Todo artista tiene que denunciar el engaño de lo temporal y al mismo tiempo alabar la continuidad de la conciencia. Pero son pocos los que logran esta hazaña una y otra vez. Entre ellos se encuentra sin duda Julio Cortázar. En «Continuidad de los Parques», Cortázar enfatiza la paradójica continuidad de la conciencia con rigor, brevedad y claridad. El río de la conciencia fluye con la narrativa cronológica del cuento y al final, cuando se amalgaman personaje y lector, uno cae en el pozo. La narrativa pierde su cronología y uno se sumerge en otro tipo de continuidad: la continuidad que profundiza lo consciente e ignora o elimina el tiempo. Esta es la continuidad cósmica de la conciencia y es la base de lo místico —lo que el transcurso del tiempo no puede tocar—.
Revista Íkaro - Edición 32 Es como si hubiesen tres presentes (como en la estructura espacio–temporal de «Rayuela»). Por una parte está el presente (o el «lado») del lector. El presente del personaje (que también es un lector) está encasillado por el terciopelo verde. Finalmente, el presente de los eventos descritos en el cuento (el «lado» de los eventos cuya cronología es irrelevante y que se mueve secuencialmente con las imágenes y personajes periféricos) es un ardid — una escalera que emerge del pozo y acaba en el pozo—.
¿Está soñando el personaje? No se sabe, y no importa. Los héroes del cuento se agolpan en la imagen del puñal y la muerte, que puede ser el despertar del personaje o el inicio de un nuevo ciclo narrativo. Todo se transforma en una estructura de fractales incandescentes. Como en «Rayuela», los lados del lector, los personajes principales El sillón de terciopelo, los cigarrillos, los senderos, y las narrativas personales de otros personajes son una los amantes, las caricias y los destinos circulares están realidad continua, indivisible y fuera del tiempo. decididos desde siempre. Todos son parte de una ventana transitoria que no va a ningún lugar definido. Los cigarrillos Otros escritos en donde Cortázar habla de lo cronológico apuntan a un lugar remoto, en donde todo converge. confirman dramáticamente que lo eterno es mucho más ¿Quién es la persona que fuma, narra, y entiende la trama real e importante que lo temporal. En «Relojes», Cortázar que se precipita en un ciclo y no termina? Todo depende presenta con una brevedad incomparable la paradójica del lector del cuento. La continuidad del cuento y la relación entre el tiempo y la conciencia. Un fama, nos conciencia del lector destruyen la asimetría del tiempo, y dice Cortázar, está obsesionado con darle cuerda a un el cuento se devora a sí mismo con la ayuda del lector. Las reloj de pared cada semana. Un cronopio que lo observa imágenes mundanas son parte del artificio narrativo, que (con conocimiento y humor) diseña un reloj «alcaucil de acaba abruptamente con la muerte, el cuchillo y el nuevo la gran especie, sujeto por el tallo a un gran agujero de la comienzo. El lector y el autor están siempre en el pozo de pared». lo eterno, pero las imágenes generan la ilusión de cambio. El tiempo lineal de la cronología —Cortázar lo propone Cada imagen es una ventana del pozo sin fondo que es la de inmediato— es una ilusión. La relación verdadera que existe entre lo cronológico y la continuidad de la conciencia conciencia. la ejemplifica mejor una alcachofa que cualquier reloj. «Las El sillón de terciopelo, los cigarrillos, los senderos, innumerables hojas del alcaucil marcan la hora presente y los amantes, las caricias y los destinos circulares están además todas las horas, de modo que el cronopio no hace decididos desde siempre. Todos son parte de una ventana más que sacarle una hoja y ya sabe una hora. Como las va transitoria que no va a ningún lugar definido. Los cigarrillos sacando de izquierda a derecha, siempre la hoja de la hora apuntan a un lugar remoto, en donde todo converge. justa, y cada día el cronopio empieza a sacar una nueva ¿Quién es la persona que fuma, narra, y entiende la trama vuelta de hojas. Al llegar al corazón el tiempo no puede ya que se precipita en un ciclo y no termina? Todo depende medirse, y en la infinita rosa violeta del centro el cronopio del lector del cuento. La continuidad del cuento y la encuentra un gran contento, entonces se lo come con conciencia del lector destruyen la asimetría del tiempo, y aceite, vinagre y sal, y pone otro reloj en el agujero.» el cuento se devora a sí mismo con la ayuda del lector. Las imágenes mundanas son parte del artificio narrativo, que La infinita rosa violeta del centro es la conciencia, acaba abruptamente con la muerte, el cuchillo y el nuevo siempre continua consigo misma. El tiempo son las hojas comienzo. El lector y el autor están siempre en el pozo de ilusorias que cubren a la alcachofa de nuestra existencia. lo eterno, pero las imágenes generan la ilusión de cambio. De acuerdo con la metáfora de la alcachofa, las horas de Cada imagen es una ventana del pozo sin fondo que es la nuestra vida lineal decoran y distraen. Pero en lugar de conciencia. proteger la infinita continuidad de la conciencia, las horas de nuestras vidas lineales nos obsesionan y persiguen. Nos 13
Revista Íkaro - Edición 32
Abril - Mayo 2014
alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del hacen olvidar el centro violeta de nuestras vidas. Son, en reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes». Las pocas palabras, decoraciones que nos atormentan. instrucciones concluyen en un tono más íntimo y urgente: «Y allá en el fondo está la muerte si no corremos En «Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj», y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.» Cortázar describe al reloj de mano como un «pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire». Allá al fondo, en efecto, está la muerte. Pero el miedo Hablándole al lector de manera informal y directamente emerge de las incontables horas que queremos contar, acerca del regalo de un reloj, Cortázar dice: «No te de los rubíes que coleccionamos para distraernos de lo regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el que nos une de una manera radical. El miedo tiene forma cumpleaños del reloj». El reloj de mano es descrito como —es la forma del tiempo lineal—. El centro consciente una presencia frágil y demandante. Algo ajeno, que no es de nuestra vida es un lago sereno. Esta es la unidad de parte de nuestro cuerpo pero que demanda toda nuestra la conciencia: el milagro de la continuidad que une a atención. Un colgijo adornado con piedras preciosas que nuestras conciencias que deambulan como nómadas, siempre nos acompaña y esclaviza. perdidas en la rayuela de la vida y que corren, perseguidas por las horas, para caer al final dentro del mismo pozo. Cuando Cortázar describe las instrucciones para dar ____________ cuerda al reloj, cambia el tono completamente, hablándole * Carlos Montemayor. Licenciado en Derecho por la Universidad al lector de manera formal e indirecta. «Allá al fondo Nacional Autónoma de México. Maestro en Filosofía por la New está la muerte, pero no tenga miedo», comienzan las School for Social Research. Doctor en Filosofía por la Universidad instrucciones. Después de las indicaciones referentes a de Rutgers, Nueva Jersey. Autor de «La Unificación Conceptual de cómo darle cuerda al reloj, Cortázar dice: «Átelo pronto los Derechos Humanos» y «Minding Time: A Philosophical and Theoretical Approach to the Psychology of Time». Profesor de a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. Filosofía en la Universidad Estatal de California, San Francisco. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo OCULACIÓN VECTORIAL
14
Abril - Mayo 2014
Revista Íkaro - Edición 32
El fuego que quemó por los dos extremos. Por Frank Privette del Busto Twitter: @fprivette Ilustración Esteban Salas
L
Este artículo es una cortesía de Literofilia.com
os noventas, aquella década que nos dejó el grunge, las camisas franela y el correo electrónico masificado, acababan de pasar su punto medio, cuando un joven colegial anglófilo, de pelo largo y clavillos en la cara, topó por primera vez con un artículo en Vanity Fair. ¿El autor? Christopher Hitchens (1949 – 2011), escritor, periodista, polemista, crítico, wit. En ese entonces, ese joven creía que iba a estudiar Historia y leía revistas que, aunque no extrañas, no eran comunes para un adolescente. Convencía a sus padres que se suscribieran o le compraran alguna de vez en cuando (o, más adentrada la década, ¡se conectaba a Internet por teléfono!). Así topó con The Economist, The Atlantic, Foreign Policy, Le Monde Diplomatique, The Guardian y Vanity Fair. A aquel estudiante le encantaba llevar la contraria. A veces, solamente por el hecho de llevar la contraria. Cuando topó con ese artículo sobre la historia del humor ya había escuchado de un tal Hitchens en C-Span hablando sobre religión, específicamente algo en contra de la Madre Teresa. Su interés impressionable tenía terreno fértil. Un día, investigando para un ensayo acerca de la historia del humor británico, encontró un artículo sobre el tema en Vanity Fair (que, dicho sea de paso, recientemente tuvo la grata sorpresa de volver a encontrar). Aparte de ser un artículo “funcional”, pues le permitió sacarse una buena nota en su ensayo, le divirtió enormemente. Como era lector cuasi frecuente de la revista, pasó a leer la opinión heterodoxa de Hitchens sobre temas variopintos como los Baby Boomers; Martin Luther King Jr.; la sociedad de alto IQ, Mensa; y, algunos años después, sobre las mentiras de Bill Clinton; sobre P.G. Wodehouse y, clave para la apreciación de Hitchens, un artículo en The Atlantic sobre Kipling llamado “Un hombre de contradicciones permanentes”. Años después aquel estudiante se convirtió en el “yo” de hoy. Y es en ese artículo sobre Kipling donde encuentro lo esencial para apreciar a Hitchens. Un hombre altamente capaz, una mente brillante, una personalidad intensa, un 15
Revista Íkaro - Edición 32 polemista, un hombre lleno de contradicciones. Él mismo lo sabía, supongo (una de las interpretaciones del título de su autobiografía así lo indicaría). Pero he ahí parte del interés que en mí generó, desde el inicio. Una voz fresca, inteligente, racional pero sumamente emotiva, un ateo que no le daba miedo criticar con pruebas a la Madre Teresa pero que a la vez fue invitado -y aceptó ir- al Vaticano (precisamente para ser el “abogado del diablo” en su beatificación). Un autoproclamado “anti-teísta” que se convirtió al judaísmo para casarse con su pareja judía. Un padre amoroso que, como él mismo admite en su autobiografía, no le interesaban sus hijos antes de que fueran adolescentes, precisamente porque “no eran muy interesantes”.
Abril - Mayo 2014 fue amigo íntimo de Martin Amis, James Fenton, Salman Rushdie y de Richard Dawkins; fue niñero de Olivia Wilde; compañero de tragos de Susan Sontag; el “heredero” de Gore Vidal (antes de su pleito con él); lector, escritor, polemista incansable que parecía no necesitar dormir sino nada más nutrirse “de la uva y del grano” (sin hielo, por favor). HItchens atrae también porque, como él mismo nos lo advertía: cuando admiremos a alguien, o cuando alguien nos intimide, basta con recordar que esa persona no es más que un mono ligeramente evolucionado, igual que uno mismo.
Es como si Hitchens nos quisiera decir, después de muerto, que no busquemos dioses qué alabar cuando lo que somos son personas. Que le leamos, sí, pero que le critiquemos. Un licenciado de Oxford en filosofía y ciencias políticas Bastante. Él vivió la vida, realmente. Él mismo lo decía al que pudo haber terminado su carrera como un don, pero hablar sobre su cáncer del esófago: “en algún momento que elige la ruta del periodista crítico siendo testigo de supongo que estuve en negación, pero conscientemente la Argentina de Videla, las guerras de Irak, la Nicaragua he quemado la candela por los dos extremos. Y encontré de Somoza, los conflictos en Zimbabwe, Chipre, Uganda. que da una bella luz”. No es casualidad, creo, que una La misma persona que fue miembro del partido socialista mente tan racional haya inspirado tantos tributos de sus inglés en los sesentas, que fue invitado a salir de Cuba “fans” (si no, vean este). por pasado de crítico de la revolución en los setentas, y que décadas más tarde además llegó a afirmar que En esas contradicciones, en esas ideas, en sus experiencias, Hugo Chávez era un dictador. Un amigo para Salman en esa búsqueda implacable por la libertad real, yace la Rushdie que criticó el fatwa declarado en su contra razón de leer a Hitchens. Habrá que leerlo. cuando pocos gobiernos o líderes religiosos hicieron lo mismo. Un intelectual que se declaró marxista hasta bien Notas del autor: entrado el siglo xxi pero que, en el 2007, fue juramentado ciudadano estadounidense por el mismísimo Michael Recomendaciones mínimas: Chertoff. Un libre pensante que había pedido a gritos el The Missionary Position (1995): El ensayo en contra juicio de Kissinger y que terminó escribiendo un ensayo de la Madre Teresa que le ganó una invitación de incendiario en su contra y que, no obstante, chocó con parte del Vaticano para fungir como Abogado del muchos intelectuales de izquierda por su posición a favor Diablo de la guerra en Irak de George W. Bush. Un luchador No One Left To Lie To (1999): La crítica, a veces implacable a favor de los derechos de las mujeres que, con tonos muy personales, a los Clinton de finales sin titubear, afirmaba que ellas no son, y no pueden ser, de los noventas. graciosas. Un pensador reconocido por su carisma y Letters to a Young Contrarian (2001): Uno de los su sabiduría en bite sizes como cuando afirma que hay libros que inspiraron, y, creo, inspiran, a muchos que “arriesgarse a pensar por uno mismo; mucha más jóvenes universitarios a seguir a Hitchens. Me felicidad, verdad, belleza y sabiduría vendrán hacia tí incluyo. de esa manera” pero que a la vez podía recitar páginas The Trial of Henry Kissinger (2001) Juicio a completas del Das Kapital y debatir con las mejores Kissinger: Sobre este libro el Literary Review dijo mentes de la época actual. que, “este libro es tan estudiosamente difamatorio que, si Kissinger valora su reputación, debe enjuiciar” Pues sí. Un hombre en contradicción. Aquella es una a Hitchens. Ninguno de los dos juicios se dieron. de las muchas razones por las que la figura de Hitchens A Man of Permanent Contradictions (2002): atrae. No solo por sus ideas y no solo por sus famosas Artículo sobre Kipling y en donde Hitchens habla intervenciones y debates. Y no solo porque su vida fue bastante sobre la importancia de las contradicciones impresionante: le leyó a Borges en su lecho de muerte; 16
Abril - Mayo 2014
Revista Íkaro - Edición 32
Los 6 hábitos culturales del costarricense que todos desprecian Geovanny Jiménez Salas, Cortesía de Culturacr.Net
Realizamos una investigación sobre ¿cuáles son las actitudes culturales que la gente más rechaza? Le presentamos este resultado, también amparado en una investigación literaria.
D
icen que ser costarricense es lo más lindo del Mundo. El tico que viaja a otras tierras normalmente sufre de un insoportable “mal de patria” que saboriza con gallopinto, salsa Lizano o unas Imperiales. Dice un estudio europeo, además, que el costarricense es el habitante más feliz del mundo, y la mayoría de los “ticos” pretenden que así es, pase lo que pase. Sin embargo, el nacionalismo costarricense termina después de un partido de la selección de fútbol, de alguna participación deportiva de primer nivel –que son ciertamente muy esporádicas y escasas-, o incluso cuando un Presidente vecino amenaza con reclamar Guanacaste o invade una porción de territorio nacional. Con la despreciable xenofobia también surge un falso nacionalismo. Felices o no, nacionalistas o no, los ticos tienen también actitudes que los disgustan a ellos mismos, pero que ponen con los “pelos de punta” a más de un extranjero.
Incluso, por qué no, como buen o mal tico, usted también se identifique aplicando algunas de ellas. Isaac Felipe Azofeifa, en su ensayo “La isla que somos”; Abelardo Bonilla, en “Abel y Caín en el ser histórico de la nación costarricense”; Mario Sancho con su “Costa Rica, Suiza centroamericana” y Yolanda Oreamuno en “El ambiente tico y los mitos tropicales”, son algunos de los autores costarricenses que han reconocido muchas de estas actitudes que todos desprecian en el costarricense. (Todos estos ensayos se encuentran en este libro) En algunos casos, esas actitudes han resultado incluso ser no digamos positivas, pero sí favorables en la conformación del ser costarricense porque, aunque sean impugnables a nivel individual, algunas han permitido – por ejemplo- que el costarricense se mantenga pacífico, sea tolerante y amable, es decir, que no busque problemas fácilmente. 17
Revista Íkaro - Edición 32
Abril - Mayo 2014
Hurgamos en redes sociales y preguntamos a especialistas o intelectual. ¿Para qué esforzarse si nada cambiará? “Si sobre cuáles son esas actitudes más frecuentes y más el país se va al caño, qué me importa a mí, si yo estoy despreciables. bien, tengo trabajo y una base de sustento”, han escrito quienes critican esta actitud. La gente se conforma con lo Con la incursión de las redes sociales, muchas de estas poco para salir al paso, sin visión de futuro, ni consciencia actitudes se han ensanchado y han encontrado terreno social. Esta actitud tiene además repercusiones en decenas fértil para sembrarse y diseminarse como conejos en celo. de comportamientos del costarricense, como el hecho de tirar basura en cualquier lugar, su manera de conducir en Le presentamos el resultado de esta investigación sobre la las calles, su forma de trabajar y su cuidado del entorno idiosincrasia costarricense. familiar y ambiental. El cortoplacismo y la falta de visión se muestran, en este contexto, como evidencias de este comportamiento indiferente, del mínimo esfuerzo y del El serrucha pisos y el choteo. conformismo con lo inmediato. Azofeifa describe todo esto de la siguiente manera: “Desconfiado y astuto como Es muy común, tanto su aplicación como su mención en un montañés; cortés pero tímido; trabajador sin constancia, la charla del costarricense. Se trata de la acción de hablar buscando el provecho fácil de esfuerzo; campesino mal y de actuar en contra del trabajo de los demás para egoísta pero bondadoso, cazurro siempre, vive aquí un bajarle el piso, es decir, que no crezca aún cuando tenga pueblo que no ha sido ni miserable ni inmensamente rico; méritos. Azofeifa lo describió como la horizontalidad ni guerrero ni sumiso; ni servil ni rebelde (…)”. Ya lo democrática costarricense: todos debemos ser iguali- había dicho Mario Sancho cuando se preguntó en 1935 ticos, pero si alguien resalta entonces estará en problemas. “por qué aquí ha fracasado siempre cualquier ideal grande Según Bonilla esto se debe al egoísmo y principalmente a que exija sacrificio”. En este apartado se explica también la envidia del costarricense, que no soporta que algunos el por qué los costarricenses no se preocupan por su destaquen más allá del común. Una forma clásica del cultura y el conocimiento, como el arte, son vistos solo serrucho en la vida común es el “choteo” –actitud burlona para élites, no para todos y todas. hacia el trabajo y aspiraciones de los demás-, que Bonilla relaciona con el concepto de indiferencia, otra actitud que se asocia con el choteo y el serrucho hacia incluso La corrupción y la extendida cultura los temas más serios del país. Eugenio Corea, lector de del “chorizo”. Culturacr.net lo describe como “la cultura del serrucha pisos que tiende a burlarse de aquellos que intentan algo En este bello país, con grandes potenciales y capacidades, la corrupción se ha ido apoderando poco a poco, pero nuevo y tienen iniciativa”. de manera decidida –como un cáncer de útero-, de todos los estratos de la sociedad. El tico ataca al político, La indiferencia, el “porta mí” y el y ciertamente ha germinado en política primero y de conformismo. manera más oprobiosa, pero no se ve en el espejo, es más fácil culpar al gobierno y, mientras tanto, yo también En Costa Rica todo se hace chiqui-tico, solo para salir incumplo las reglas y leyes, pero si yo lo hago entonces sí del paso, para pasar el curso con una nota mínima de 7, es válido. Desde el pago sin tributar por mutuo acuerdo para cumplir con el trabajo; se trata de la “ley del mínimo entre el cliente y el empresario, hasta los grandes robos en esfuerzo” y que se asocia también con la costumbre de el Estado, el “chorizo” –como se le dice en este país a las esperar que otros hagan el trabajo. Oreamuno habla en formas de corrupción típicas- ha calado en la mentalidad 1938 de dos cargos a la cultura tica: “la ausencia casi del tico y estamos de frente incluso ante el peligro de absoluta de espíritu de lucha, y la deliberada ignorancia que todo este revoltijo de podredumbre –el chorizo- sea hacia cualquier peligroso valor que en un momento visto como algo normal. La cultura del vivazo, a la que dado conmueve o pueda conmover nuestro quietismo”. nos refiere una lectora, es un ejemplo claro de lo que se En su raíz la indiferencia o apatía y el conformismo trata: aplicar la ley del mínimo esfuerzo, la indiferencia y tienen relación directa con la vagancia –que tanto ser astuto mediante el chorizo para conseguir riqueza y criticaban nuestro abuelos-, que normalmente es mental vivir cómodamente, sin importar el perjuicio hacia otras 18
Abril - Mayo 2014 personas o la sociedad misma. Una forma muy común de corrupción es la “argolla”, en la que amigos y amigas se reparten premios, trabajos fáciles, beneficios y prebendas desde el Estado principalmente; la argolla funciona con tanta normalidad y cinismo que se ha dicho que “lo peor de la argolla es no estar en ella”. Aquí no privan los conceptos de mérito o capacidad, sino los de amistad y afinidad, una forma de corrupción más, altamente despreciable. La doble moral y el berreo. Según las consultas realizadas hay una actitud cada vez más frecuente: el berreo, es decir, el quejarse de todo y contra todos, pero sin intentar resolver el problema o hacer algo para que cambie la situación negativa. Dice Azofeifa que el costarricense sufre de “pueril satisfacción de sí mismo”, es decir, se siente lo máximo, pero no pretende hacer nada para que sea cierto, se trata de una autocomplacencia sin sustento. El tico se queja de todo, de los polí-ticos, de la corrupción, de los extranjeros (la xenofobia hacia nicaragüenses, colombianos, dominicanos y otras nacionalidades es evidente con solo oír hablar al tico), del fútbol y hasta de la cultura tica, es decir, de sí mismos, pero son muy pocos quienes luchan de verdad por mejorar las cosas, por proteger el ambiente y los derechos laborales, por proteger la propiedad histórica de los costarricenses, por el legado cultural e histórico, por mantener limpio el entorno, entre otras reivindicaciones necesarias. Este berreo tiene relación directa con la doble moral, con tirar la piedra y esconder la mano, o como dicen ahora, tirar piedras al cielo con techo de vidrio o escupir contra el viento. Hablamos de los demás, pero vernos al espejo no es posible. En muchos casos, esto sucede por ser “políticamente correcto” e ir con la corriente. Sucede con el tema religioso, todos se parten las vestiduras contra gais, prostituras o minorías, pero detrás de la puerta practican valores contrarios a la moral y ética cristiana. Abundan religiones o sectas que dictan normas que restringen la libertad individual o social, pero no pasan de la palabra, y en la realidad los actos son otros contrarios a esa moral religiosa que profesan.
Revista Íkaro - Edición 32 patria al viajar, en Costa Rica siempre tiene preeminencia el producto o servicio extranjero antes que el nacional. Si un conferencista, por ejemplo, viene a dar una conferencia es recibido y pagado muy bien, pero si lo hace un costarricense –con mejores o peores atributos- el choteo actúa y se le desprecia automáticamente. Un símbolo de esta actitud son los rótulos de los negocios, muchos de ellos en inglés, tratando de cautivar a un público élite o incluso común que prefiere lo de afuera “porque es mejor”. Los centros comerciales llamados “malles” extienden esta creencia e incluso prohíben el ingreso a personas con ciertas vestimentas. Esto tiene que ver con un aldeano complejo de inferioridad, en el que –como la novela “El árbol enfermo” de Carlos Gagini- al costarricense siempre lo ha cautivado y engañado lo estadounidense y lo europeo como modelo superior a seguir. No es de extrañar, entonces, que la balanza comercial de pagos del país – diferencia entre exportaciones e importaciones- siempre haya sido desfavorable para el país; es decir, importamos más de lo que exportamos. La impuntualidad, la informalidad y la ausencia de compromiso. Cuando el extranjero llega a Costa Rica se sorprende de entrada por la “hora tica”, esa que dicta que si acordamos llegar a las 4 pm, en realidad es entre 4 pm y 5 pm. Para algunos un pretexto para ocultar la informalidad y la falta de seriedad con que el tico asume sus compromisos, la “hora tica” es tomada por las masas como parte del jocoso folclor que nos caracteriza. La ausencia de compromiso se ve en actitudes como decir “un día te invito a la casa”, o “un día de estos salimos a tomarnos un café”, entre otras expresiones que terminan siendo una forma cordial para no decir lo que se piensa “tengo pereza de que llegués a mi casa en realidad”. En el trabajo es común “en algún momento nos ocupamos de eso”, cuando debería decirse “el jueves a las 3 pm nos sentamos a resolverlo”. Estos y muchos otros ejemplos dejan ver que el tico no quiere asumir la responsabilidad concreta, pero con miedo a decir no. La falta de puntualidad y la informalidad en el trato son también pruebas de ese miedo al compromiso, a acordar cosas concretas, como una hora y un lugar.
Creer que lo extranjero es lo mejor.
Es posible que falten actitudes negativas, como positivas –que luego analizaremos también-, en esta síntesis, pero A pesar de que el tico se cree lo mejor, de que ha sido son las más frecuentes y las más mencionadas en la catalogado como el más feliz del mundo y que sufre mal de actualidad. 19
Revista Íkaro - Edición 32
Abril - Mayo 2014
CÓMO DEJAR DE ALIMENTAR EL CAPITALISMO Francisco Martínez Hoyos
L
a supuesta madre de todos los vicios, tiene mala prensa. Pero en el siglo XIX, Paul Lafargue, el irreverente yerno de Marx, se atrevió a reivindicarla en un refrescante panfleto, El derecho a la pereza. ¿Qué les pasaba a los obreros, contaminados de la idolatría por el trabajo que pretendían inculcarles sus explotadores? Su cortedad de miras les llevaba a mirar como un gran progreso la limitación de la jornada laboral a doce horas, cuando lo que debían hacer era rebelarse contra un sistema en el que los talleres no se distinguían de las cárceles. El virus que los burgueses y los curas pretendían inocular consistía en una moral estrecha, en la que el mundo sólo existía como espacio de sufrimiento y expiación. Matarse a trabajar no era una locura suicida, sí una manera de acercarse a lo sagrado. A Lafargue, esta mentalidad le horrorizaba, le dañaba en lo más vivo. Su filosofía, por el contrario, remitía a los antiguos griegos, o también a un cristianismo no tergiversado aún por el poder clerical. Jesús, al fin y al cabo, recordó a sus discípulos en el sermón de la montaña que los lirios de los campos “no trabajan ni hilan”. El mismísimo Jehová, según el Génesis, había dado “el supremo ejemplo de la pereza ideal; después de seis días de trabajo, descansó para toda la eternidad”.
La obsesión por el trabajo, lejos de traer prosperidad, desembocaba en crisis de sobreproducción que provocaban más y más miseria. Nadie parecía pensar que para vender un producto alguien debe comprarlo, por lo que el mercado, más tarde o más temprano, acababa por colapsarse. Y todo por mantener un desenfrenado capitalismo industrial, en el que se habían abolido las normas de los viejos gremios, en las que se establecía una regulación horaria al desempeño de los oficios. Tras Lafargue, otros pensadores apostaron por un sentido más lúdico de la existencia, convencidos de que lo contrario nos llevaba a un callejón sin salida. No sólo como individuos, también a nivel de colectividad. Bertrand Russell, en su Elogio de la ociosidad, denunciaba el prejuicio que incluía el trabajo en la nómina de las virtudes, absurdo al que atribuía un claro contenido clasista. Sólo aquellos con la vida resulta podían creer en las bondades del esfuerzo manual, nunca los obligados a buscarse el sustento alquilándose como mano de obra. Con las consecuencias que forzosamente conllevaba tal situación: agotamiento, estrés... 20
Abril - Mayo 2014 Como la apología del espíritu laborioso había producido terribles males, el futuro de la civilización pasaba forzosamente por la reducción organizada de la jornada laboral. Este era el medio para incrementar la felicidad y la riqueza de los individuos.
Revista Íkaro - Edición 32 esparcimiento. Russell prefería los placeres activos a los pasivos, como ver películas o asistir a partidos de futbol, ofertas con tanto público porque casi todo el mundo consumía su energía durante las horas de trabajo, de manera que no quedaban fuerzas para mucho más. Con el necesario tiempo libre, tal situación se modificaría por completo: la gente practicaría de nuevo aficiones en las que ejercer el protagonismo. Viviría entonces de una manera más relajada, lo que redundaría en beneficio de las relaciones interpersonales: “el buen carácter es la consecuencia de la tranquilidad y la seguridad, no de una vida de ardua lucha”.
Por tanto, la sociedad debía cambiar el paradigma del trabajo, basado en una “moral de esclavos”, por el paradigma del tiempo libre. El trabajo no sería bueno en sí mismo, sino sólo como medio para lograr lo realmente importante, el ocio. Entendido como ese espacio de libertad donde somos realmente nosotros mismos y podemos hacer lo que deseamos. Lo importante es la actividad en sí misma, no el rendimiento económico que El escritor alemán Sebastian Haffner, en su Invitación a la Holgazanería, también apostaba por una vida esperamos sacar de ella. calmada en la que, liberándonos de la tiranía del reloj, ¿Cómo alcanzar un cambio tan profundo? Para Russell, nos dedicáramos sin trabas al arte, la sociabilidad y el los avances tecnológicos, puestos al servicio de la buen humor. Los holgazanes –no los gandules, ojo-, al ir colectividad, permitirían acabar con un sistema irracional por el mundo sin prisas, saben improvisar de modo en el que unos sufrían exceso de trabajo mientras otros que les alcance la chispa de la genialidad. Surge así el morían de hambre, víctimas del desempleo. Lafargue, pensamiento, pero sobre todo la humanidad. En rebeldía un siglo antes, ya había sugerido limitar la jornada con contra un mundo dominado por la codicia disparatada, una propuesta radical, tres horas diarias como máximo, empeñada en convertir el tiempo en oro, Haffner añora de manera que sobrara tiempo “para disfrutar de las los buenos tiempos en que la obligación y la devoción no alegrías de la tierra, para hacer el amor y divertirse; para formaban compartimentos estancos. “Al parecer todavía hacer banquetes jubilosamente en honor del alegre dios hay algunas oficinas en las que se toma el café y se filosofa, de la holgazanería”. Se descubriría así que la pereza, en y redacciones de periódicos donde se juega al ajedrez”, realidad, no es una maldición sino la madre de todas las escribía como si pretendiera demostrar que los germanos no han de ser cabezas cuadradas, con ese espíritu festivo artes y de todas virtudes. que el tópico atribuye a los latinos. El mundo laboral, en Trastocado por fin el fundamento del capitalismo, llegaría su opinión, resultaría más tolerable si se permitiera en su por fin el momento de sacarle el máximo partido al seno un espacio para la distracción.
Visitala en
www.literofilia.com 21
Revista Íkaro - Edición 32
22
Abril - Mayo 2014
Abril - Mayo 2014
Revista Íkaro - Edición 32
TALLER / CURSO
ESCRITURA CREATIVA PARA ESCRITORES INCIPIENTES A���nd� ��ica� �
es�ra�e�ia� �� es��i��r�. Adquiera recursos y orientación para sus escritos o sus ganas de escribir. Más de 8 años de trabajo sostenido.
MATRÍCULA PERMANENTE Oportunidades de publicación.
Tel 8527-2814 taller@culturacr.net Horarios entre semana y sábados
23
Revista Íkaro - Edición 32
Abril - Mayo 2014
No pase desapercibido en la web Mercadeo Web
Manejo de Redes Sociales
Creación de Contenidos (español e inglés)
Análisis del estado de su web gratuito. Tarifas especiales para Pymes.
24
www.digitalvoxcr.com - Email: info@digitalvoxcr.com Tel: (506)8530-3535 Horario de atención de lunes a viernes de 9 a.m a 5 p.m.