Sumario SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ Página
1. Editorial............................................................................................................................................................ 4 - La fe y la confianza 2. El Magisterio de Sor Ángela .................................................................................................. 7 3. Espiritualidad de Santa Ángela......................................................................................... 9 - ¡Creo en Dios todopoderoso, con Dios todo lo puedo! - Santa Ángela de la Cruz en el Año de la Fe 4. Iconografía de Santa Ángela........................................................................................... 14 - Santa Ángela de la Cruz vinculada a mi vida 5. Me gusta contarte cosas... ...................................................................................................16 - Sin Katiuskas 6. Sor Ángela de la Cruz, cartas a... .................................................................................. 19 ...Las Familias 7. Hablamos de ella ............................................................................................................................20 - Una heredera de esta hermosa ciudad sentenció: “La humildad no tiene fin, es como el mar” - Devotos del pueblo de Hinojos, erigen un nuevo monumento en honor de Santa Ángela de la Cruz 8. Testimonios ................................................................................................................................................25 - A Santa Ángela de la Cruz
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Sumario BEATA MARÍA DE LA PURÍSIMA Página
1. La humildad en las diversas circunstancias de la vida de la Beata María de la Purísima ............................................................................................ 26 2. Sus escritos «Destellos de Luz» ........................................................................................... 29 - Fe. ¡Que bonito es luchar cuando se tiene fe y se valoran las ..... cosas a la luz de Dios! 3. Tras los pasos de Santa Ángela ..................................................................................... 34 4. Fuiste, ¡buena noticia!.................................................................................................................... 36 5. Gran intercesora ante el señor .......................................................................................... 41
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LA FE Y LA CONFIANZA Estamos en el Año de la Fe. Es un año de gracia, de compromiso, que nos debe llevar a revitalizar nuestra fe. La fe está viva en muchos fieles de la Iglesia Católica, pero a lo largo de la vida nos podemos ir descuidando y, poco a poco, puede ir disminuyendo. Y a pesar de nuestro Bautismo podemos ir deambulando por la vida, sin saber que Dios es la meta de nuestra existencia. El Santo Padre convoca a toda la Iglesia en este año, para que escuchemos a Dios y le sigamos, para que acrecentemos nuestra fe, pero también para que reflexionemos sobre cómo vivimos nuestra fe cristiana. Se nos ha ocurrido que podíamos reflexionar sobre ello, a la luz del Testamento que Santa Ángela nos dejó y a través de pensamientos suyos: “Os dejo un tesoro que, si lo conserváis, nunca os veréis apuradas. Se compone este tesoro de la Fe y la Confianza.” “Con la Fe harás cosas grandes en orden a tu santificación y de tus prójimos y si es preciso andarás por las aguas sin ahogarte, porque con la fe todo se puede”. “Fomentad estos dos sentimientos: la desconfianza propia y la confianza en Dios. Con esto veréis cuánta gloria dais a Dios, por lo menos lo que como criaturas miserables pueden, que siempre es nada para lo que Dios se merece”1. 1
Epistolario de Santa Ángela de la Cruz. Vol. I
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EDITORIAL
La fe y la confianza Así corrió Santa Ángela sobre las huellas de la Fe y la Confianza, de tal manera que la hacían levantarse a las alturas de un desprendimiento total de todo, como nos dice en su testamento. Fue mujer de fe fuerte, sólida y perseverante a lo largo de toda su vida. Nosotros tenemos que aprender de ella muchas cosas hermosas y bellas. Lo primero es que a Dios se le vence con la fe, no con el orgullo. Ella lo obtuvo todo de Dios no con su razón, sino con su confianza. En Dios, ella siempre encontraba acogida porque se acercaba con humildad, no con autosuficiencia. Por eso, esta manera de actuar de ella nos da la oportunidad de revisar nuestra fe. ¿Es nuestra fe la primera actitud que define mi relación personal con Dios?, o por el contrario ¿es la fe el último recurso, y acudo a El cuando ya no cabe ninguna otra esperanza? No era así Santa Ángela. Su relación habitual, diaria, personal con Dios era siempre en el campo de la fe. Se fiaba de El, tenía la suficiente confianza para pedirle todo lo que necesitaba, nunca ponía en duda su amor y su poder.
Así nos expresa Santa Ángela su amor a la voluntad de Dios, que para ella estaba por encima de todo:
“Esta voluntad de Dios sea mi alimento de día y de noche, sin querer ni desear más que hacer su voluntad en todas las cosas. Y todo lo que me pase, duro o adverso, pesado o suave, verlo venir de las manos de Dios; y si algo me hacen padecer las criaturas o sufrir, ver en ellas a Dios que lo permite porque así nos conviene” 2
¿Es nuestra fe humilde como la suya? Esto parece una contradicción porque no hay fe sin humildad. Pero conviene preguntarnos si sabemos cogernos a Dios incluso cuando no entendemos nada, cuando no comprendemos sus planes, cuando nos resulta imposible ver su amor en algo que nos ha sucedido o nos está sucediendo. Entonces, tenemos que hacernos pequeños y decirle a Dios: “No te entiendo, pero me fío de Ti, de tu voluntad”. 2 Un programa espiritual para cada año. Cartas Anuales de Santa Ángela de la Cruz.
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EDITORIAL
La fe y la confianza ¿Es nuestra fe tan grande que, incluso no entendiendo nada de nada de los planes de Dios sobre nosotros mismos o en los demás, ponemos por delante siempre nuestra fe absoluta en Dios? Cómo nos gustaría a todos escuchar de los labios del mismo Dios, esas palabras que decía después de realizar algún milagro: “Qué grande es tu fe. Que se haga como quieres”. “Tu fe te ha salvado”. Tenemos que aprender a fiarnos de Dios y aceptar que Dios nos sobrepasa y nos supera. No somos nada a su lado. Todo lo que de El venga será bienvenido. No dejemos nunca que el orgullo nos someta y dejemos de curarnos porque no hagamos caso de lo que Dios mismo nos ha aconsejado. Jesucristo en su vida nos ha enseñado que la fe es fundamental en el cristiano. Incluso cuando vemos el futuro y sintamos ansiedad, cuando veamos nuestra impotencia ante los graves problemas que afligen al mundo, a la familia. No hay otra solución que la fe; Dios es más grande que todo esto que nos preocupa. Dios es quien nos garantiza nuestra alegría y nuestra solución. Y nos quedamos con un último pensamiento de Santa Ángela:
“Vivid de la fe, obrad por la fe, trabajad por la fe, y todo está remediado”
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EL MAGISTERIO DE SOR ÁNGELA (XIX) Una de las características común entre los Santos y Santas es que fueron completamente honestos a la hora de reconocer los propios límites y defectos no sólo delante de Dios y de sí mismos, sino también, y de modo particular, delante de los demás. Persuadidos de que ‘absolutamente Santo y perfecto’ sólo es Dios, no tenían inconveniente alguno en reconocerse criaturas muy limitadas en sus cualidades y hasta ‘pecadoras’. La luz de Dios que las iluminaba interiormente les hacía ver su propia realidad de criaturas débiles e inclinadas al mal, más de lo que ellas quisieran.
No ocurre eso mismo siempre con nosotros. Estamos mucho más dispuestos a ver y corregir los defectos de los otros, que los propios. Y es que ya lo dijo hace siglos un autor griego que se especializó en crear y contar fábulas. Dice este autor, Esopo, que los hombres todos, llevamos en el hombro izquierdo una alforja, es decir, una especie de cinta ancha que termina, por un extremo y por el otro, en sendos bolsillos. Pues bien, en el bolsillo delantero, llevamos los defectos de los otros; y en el de la espalda, los nuestros propios. Y es claro, los defectos de los otros los estamos viendo constantemente: por eso los ponemos de relieve, los criticamos, los agrandamos, se los echamos en cara. En cambio, los nuestros, como los llevamos en la parte de atrás no los vemos nunca. Más aún, somos capaces de negarlos y hasta de enfadarnos cuando alguien se atreve a ponérnoslos delante.
En Santa Ángela encontramos un ejemplo sorprendente de esta actitud interior. Fue una persona clarividente de sus propios defectos que combatió de forma clara y perseverante a lo largo de toda su vida. Su relación íntima con Dios le hacía ver la “santidad infinita” de Dios, y los defectos en que ella incurría, con frecuencia, sin quererlo ella misma. Pero lo mismo los reconocía que los combatía sin compasión alguna.
Santa Ángela enseñaba a reconocer clara y sencillamente los propios defectos, a no disculparnos de ellos cuando nos los hacen ver, a ir a la raíz 7
EL MAGISTERIO
El Magisterio de Sor Ángela (XIX) Para llevar adelante este compromiso de superación de los propios defectos, Santa Ángela propone un medio que, usado con perseverancia, es de una reconocida eficacia: el examen de conciencia. El hombre de hoy, nosotros, somos una generación que no tiene tiempo de nada. Siempre andamos corriendo de una parte para otra, sin saber muchas veces ni de donde venimos ni a donde vamos. Caminamos de una manera superficial. Pues bien, una pequeña parada a lo largo del día para confrontarnos con ese Padre que espera nuestra superación en determinados aspectos de la vida que nos distancian de lo que Él piensa y quiere de nosotros, es enormemente eficaz para superarnos. Un examen que, evidentemente, tiene que ir unido siempre a un sincero y operativo propósito de enmienda. De nada serviría, en efecto, conocer nuestros defectos si nos falta voluntad firme de superarlos. Un examen, por otra parte, que nos debe servir para disculpar sinceramente los defectos de los demás. Solamente a esa condición pensaba nuestra Santa que los defectos y faltas son ocasión de sacar provecho de ellos.
de los mismos analizando sus causas, incluso a pedir perdón, sobre todo cuando esos defectos repercuten negativamente sobre los demás. Animaba además a sus seguidores a combatirlos sin misericordia y sin autojustificación, con el fin de parecerse más y más a Aquel que es para nosotros el modelo supremo de hombre y mujer según el Proyecto que Dios tuvo al crear al ser humano: “Cristo”, el Primogénito entre muchos hermanos. La corrección que Santa Ángela proponía a sus seguidores, no era una corrección simplemente ‘moral’, es decir, para tener la vanidad de “vernos mejores que los otros”, como ocurrió en el caso de los dos hombres que subieron a orar en el Templo: el fariseo, sin ver la propia soberbia y vanidad, se fijaba en los defectos del publicano (Lc 18,1014). La corrección propuesta por Santa Ángela, tenía un horizonte claramente cristológico enunciado por San Pablo cuando decía a los cristianos: “Hijos míos, procurad pareceros a Dios” (Ef. 5,1). Parecerse a Dios, nada más y nada menos. Que es lo que ya Cristo había dicho a los suyos: “Sed perfectos como vuestro Padre es perfecto” (Mt 5,48).
Antonio Mª Calero, SDB
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¡CREO EN DIOS TODOPODEROSO, CON DIOS TODO LO PUEDO! A pocos días de nacer la niña Ángela fue bautizada en la Parroquia de Santa Lucía. En ese justo momento la Iglesia le regaló la fe a María de los Ángeles Guerrero. Y andando el tiempo, un día entrando en la Catedral, al coincidir en la pila del agua bendita con el P. Torres, éste le advirtió serenamente: “necesitas la fe de Abraham” (Escritos, 37). Aún faltaban unos años para que la joven Ángela fundara la Compañía, pero este episodio lo referirá muy a menudo a lo largo de su vida. Sor Ángela, que siempre estuvo enfrente y muy cerca del Crucificado, no se apartó en ningún momento de la raíz de la fe y de las exigencias de la fe. En sus escritos y sobre todo en sus cartas a las hermanas instruye y alecciona insistentemente sobre la virtud teologal de la fe. Ella enseña que para cualquier cristiano es importante detenerse en su fe: “¡Qué beneficio tenemos los cristianos con haber sido bautizados y con él habernos infundido Dios las virtudes teologales de fe, la esperanza y caridad!” (Epistolario, Carta 114, 1). Ni tampoco se debe dar nada por supuesto. Hemos de examinar el don que Dios nos hace y el regalo que la Iglesia distribuye el día de nuestro bautismo. Según nos vamos haciendo adultos, la fe no puede quedar dormida ni raquítica. Requiere, como toda semilla, que se la cultive, se la riegue, y como todo arbusto, florecerá y dará frutos. Unos meses antes de funda la Compañía, muestra gran preocupación por la conversión de sus hermanos carnales y expone una bella reflexión sobre la fe fundamentada en la conversión de san Agustín y las lágrimas de su madre, a través de la que concluye: “es muy distinto no conocer la fe a perder la fe” (Escritos, 399402). Sucede también que hemos de familiarizarnos con el lenguaje de la fe, pues al tener su origen en Dios, hemos de analizar lo que de Él provine y discernir en todo momento las consecuencias de la fe. “Creo en Dios Padre todopoderoso; con Dios todo 9
ESPIRITUALIDAD
¡Creo en Dios todopoderoso, con Dios todo lo puedo! lo puedo” le enseñó a decir el Padre Torres cuya expresión Sor Ángela recomendaba asiduamente. Además, la fe es regalo, es experiencia y es exigencia: “La fe nos enseña lo que debemos creer, lo que debemos pedir y esperar, y lo que debemos practicar” (Epistolario, Carta 114, 1). Pero siempre envuelta en la búsqueda de la voluntad de Dios y en la alegría: “Los cristianos tienen mucha necesidad de la fe... Pueden disfrutar lícitamente de todo lo que la Divina Providencia les proporcione, y si no hay pecado, pueden gozar y recrearse y disfrutar de todo lo que Dios ha creado para regalo del hombre, y bendecirle y alabarle por las maravillas de la creación” (Epistolario, Carta 114, 1). El Papa Benedicto XVI, por su parte, lo repite con frecuencia: Cristo no quita nada, lo da todo. Y en otro momento: la fe no se impone, la fe se ofrece y se comunica. El contexto también importa. Algunos creen que solo en este momento social es complicado vivir la fe. Sor Ángela es bien consciente de su tiempo (Epistolario, Carta 104, 1), ve los peligros e incluso lo advierte dentro de la vida religiosa o de sus hermanas: “¿Queréis ser felices en medio de los trabajos que impone la vida religiosa? Pues tened fe en la intervención de Dios: Él es quien os manda, el que os aflige, el que os priva... Él es también el que os consuela. Y viendo a Dios en todo, el alma goza y todo se le hace dulce” (Epistolario, Carta 104, 3). En verdad, hemos de recordar que la fe que proclama la Iglesia y que vivimos los cristianos no es confusa ni difusa. Es un mensaje, es la persona misma de Jesucristo, tiene un contenido y está llena de principios, enseñanzas y exigencias. Pero la fe es también el mejor don que Dios nos pueda ofrecer y al mismo tiempo es fuente de felicidad. Muchos cristianos caen en la cuenta de lo dichosos que son porque son conscientes de esta gracia que Dios les ha dado y perciben que a través de este don se dan otros innumerables dones que recaen sobre los demás. Pero la fe también es compromiso, necesita ser revitalizada, debe personalizarse en continua comunión con la fe de la Iglesia. Así lo expresa el Papa Benedicto: “Deseamos que este Año suscite en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y esperanza. Será también una ocasión propicia para intensificar la celebración de la fe en la liturgia, y de modo particular en la Eucaristía, que es “la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y también la fuente de donde mana toda su fuerza”. Al mismo tiempo, esperamos que el testimonio de vida de los creyentes sea cada vez más creíble. Redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, y reflexionar sobre el mismo acto con el que se cree, es un compromiso que todo creyente debe de hacer propio, sobre todo en este Año (Porta fidei 9). Y según Sor Ángela: “el alma que cada vez comprende más da gracias a Dios porque le ha dado fe para creer, esperanza para esperar y amor para crecer en caridad y fortaleza para practicar” (Epistolario, Carta 114, 5). Fr. Joaquín Domínguez Serna Franciscano 10
ESPIRITUALIDAD
SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ EN EL AÑO DE LA FE Algunos rasgos bastarán para introducirnos en la fe con que vivía su vocación y carisma santa Ángela de la Cruz. En 1928 la Madre Angelita cumplía ya los 82 años de edad. Su fe muy madura se mostró en un detalle que puede parecer extraño, pero es muy significativo. Es una expresión que quizás no la hemos escuchado nunca; pero que en su situación y costumbre, nacida de su fe, tiene un sentido. La situación era la siguiente: El Capítulo General de su Congregación, a pesar de su edad, la eligió por unanimidad y por enésima vez Madre General. Se necesitaba pedir confirmación a la Santa Sede. Las Hermanas tenían la esperanza y vivísimos deseos de que les fuera concedida. Interrumpieron el Capítulo hasta recibirla; pero después de más de dos semanas, se les comunicó que la solución; esta vez; es que tenían que reunirse de nuevo para elegir una nueva Superiora General. Cuando el Visitador le comunicó la noticia, las Hermanas manifestaron sensiblemente su pena y desaliento. Madre Angelita llena de alegría; fue a ponerse de rodillas ante el visitador; y antes de que el pudiera advertirlo, le besó los pies y le dijo esta expresión que le salió del corazón:
“Dios se lo pague a Dios” La Hermanas obedecieron la orden y eligieron como nueva General a la Hermana Gloria. Pero lo que no se espera uno, más que el gesto desprendido de la Madre, es eso de “Dios se lo pague a Dios”. ¿Qué sentido tienen esa palabras? ¿Tienen alguna explicación correcta? La expresión “Dios se lo pague” se usa normalmente entre muchos creyentes; y especialmente entre religiosos, para dar gracias a quienes les dan alguna limosna, o les hacen algún favor o beneficio. Es expresión del deseo o petición de que Dios 11
ESPIRITUALIDAD
Santa Ángela de la Cruz en el Año de la Fe recompense al bienhechor con su gracia o beneficios el bien o favor que acabamos de recibir. Es lo mejor que podemos desearle. En el caso de Madre Angelita ese ‘Dios se lo pague’ indica su fe profunda que le hacía ver, por encima de todos los seres humanos que habían intervenido en esa solución, sólo a Dios; su voluntad de hacerle ese beneficio de que dejara ser desde entonces la M. General. Y como el bienhechor en este caso era Dios, y no se le puede desear que otro mayor que Él le recompense. Ella le desea todo bien de Dios a Dios, que es Dios mismo. En la fe madura de Madre Angelita encuentra su explicación; también lo inusitado. Sabemos que antes de que llegara esa noticia a la comunidad, ella había sentido, haciendo oración ante el Sagrario, como si le quitasen de encima una vestidura de gran peso, y había experimentado una impresión de bienestar y ligereza inexplicable; entendiendo en ello que el Señor la iba a liberar de su autoridad de General. Madre Angelita exhortó a todas sus Hermanas del Capítulo, a deponer su actitud de pena y desconsuelo; a cumplir su deber como la voluntad de Dios en aquella ocasión; para gloria de Dios y edificación del mundo. Una vez elegida la nueva General, ella fue la primera de rendirle su obediencia con la alegría y naturalidad propias de su fe y humildad. En los años que siguieron, cada época del año, cada día de la semana, cada momento del día se encontraba Madre Angelita en la ocupación que le correspondía, fijada de antemano, como buena Hermana de la Cruz; sacrificando su voluntad propia; con gozo y llena de fe. Unos años más tarde, en 1931, Madre Angelita tuvo mucho que sufrir y mucha fe que demostrar. El 12 de abril, las Hermanas enviadas a la fundación de Málaga, instaladas en unas dependencias anejas al palacio episcopal del actual Beato Don Manuel González, Obispo de los Sagrarios abandonados, tuvieron que estar esperando perecer de un momento a otro a causa de las llamas del incendio del palacio, provocado por las turbas alborotadas. Protegidas por el Obispo, tuvieron que salir por una puerta de atrás. Y, mientras las turbas hablaban de darles muerte al llegar a un determinado lugar, recorrieron las calles de la ciudad formando grupos con el Obispo y sus familiares. Después de cinco días pasados en la casa de una caritativa familia que las acogió, tuvieron que volverse a la casa madre a Sevilla. Allí las esperaba Madre Angelita, 12
ESPIRITUALIDAD
Santa Ángela de la Cruz en el Año de la Fe orgullosa de sus hijas. Daba gracias a Dios de que hubieran alcanzado a su Instituto las chispas de la persecución que ella preveía. El 11 de mayo las llamas calcinaban iglesias en Sevilla y en otras partes de España. El 25 de mayo dirigiría a todo el Instituto de sus Hermanas la última circular, próxima a la enfermedad que le causaría la muerte.
“Ahora las tengo más presentes, les decía, con tantos acontecimientos tristes y desagradables”. Ella los consideraba, “prueba que el Señor nos ha mandado”. ¿Su reacción? La de su abrasadora fe:
“Teniendo humildad y confianza, y estando muy unidas a nuestro Señor y a nuestra Santísima Madre, digamos con frecuencia estrechándonos con nuestro Señor: “Si Dios está conmigo, ¿quién contra mí? Nada ni nadie. Nadie me vencerá; nadie me puede quitar la fe ni el amor a mi Dios, ni mi vocación; nada ni nadie, ni los enemigos de dentro ni los de fuera. Dios está conmigo, ¿quién contra mí? ‘. Mucha oración y fortaleza cristiana; fortaleza religiosa y de Hermana de la Cruz. Y mucha alegría espiritual, porque nuestro Señor como Padre, con estos castigos tan merecidos nos despierta, nos llama a más perfección, a más observancia, nos recuerda las lecciones del Calvario...“ Mientras un día comentaban la Hermanas profesas en la recreación los atropellos que se cometían y las leyes que se estaban incubando, Madre Angelita llegó a decir: “A la corta nos quitarán los hábitos; pero si eso llega nosotras nos quedamos en casa viviendo como viuditas y seguimos con nuestra misión que son los enfermos, para arrancar a esos pobrecitos un ‘Señor pequé’ antes de morir, que eso es lo verdaderamente nuestro”. Fidelidad; confianza; oración humilde y caridad; frutos de una fe que ella no se contenta con vivirla personalmente, sino que anhela a precio de su vida comunicarla a los demás, como el regalo más precioso. Esa era la fe de Santa Ángela de la Cruz, la que se consideraba a sí misma “negrita, zapaterita y tontita”. Viene espontánea a la pluma y al corazón la alabanza de Jesús a su eterno Padre:
“Yo te bendigo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas a los sabios y prudentes de este mundo y las revelaste a los pequeños” (Mt 11; 25) Manuel Ruiz Jurado. SJ 13
SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ VINCULADA A MI VIDA ellas debo destacar una que me hizo ver la gran devoción que Madre Angelita despierta entre todos los sevillanos.
Desde que comencé a trabajar profesionalmente en el mundo de la imaginería, la persona e imagen de Santa Ángela de la Cruz ha estado muy presente y vinculada a mi vida profesional y personal.
Ocurrió hace ya algunos años. Yo era bastante joven y no poseía coche para transportar la imagen al convento de las hermanas de la cruz aquí en Sevilla, debido al tamaño de la talla. En un coche normal no cabía y se me ocurrió llamar a un taxi especial (ya que disponen de más espacio) para preguntar si me daban el porte de una imagen dentro de la ciudad al sitio requerido en cuestión. ¡Gran sorpresa me lleve!, cuando destapé la imagen y el taxista al ver que se trataba de una imagen de Santa Ángela, con gran asombro, el hombre exclamó:
Comencé en un pequeño taller en mi barrio de Triana hace ya 18 años y no ha habido un solo año en el que no haya realizado una imagen de nuestra Santa más querida. He perdido la cuenta de todas las tallas de Santa Ángela que he podido realizar para gran cantidad de poblaciones de toda España. Guardo en mi memoria multitud de anécdotas relacionadas con la realización de estas imágenes, entre
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ICONOGRAFÍA
Santa Ángela de la Cruz vinculada a mi vida ¡¡Por Dios que honor más grande voy a llevar a Santa Ángela en mi taxi!! Durante todo el trayecto no paró de mirar hacia atrás y pedirle por toda su familia. Cuando llegamos a la puerta del convento y quise pagarle se negó rotundamente y me dijo: ¡yo no puedo cobrarle a Santa Ángela, hasta ahí podíamos llegar! ¡Hoy me voy feliz a mi casa!. Esto que cuento me hizo ver una realidad que ocurre todos los días, y es el gran amor, respeto y devoción que se le tiene a Santa Ángela de la Cruz. Hace unos meses he terminado y expuesto como casi siempre hago, a los pies de Madre, una nueva imagen destinada a la Basílica de la Trinidad en Sevilla, encargo realizado por D. Luis Cornello párroco de dicha basílica, al cual le agradezco profundamente desde estas líneas, que me haya permitido realizarla y que confiara en mi para este encargo. Llevaba tiempo pensando en realizar una imagen de Santa Ángela que fuera distinta a todas las que había realizado hasta ahora, me inspiré en fotos antiguas que aparecían en sus boletines, de hermanas con el manto con el que se cubrían cuando salían a la calle y pensé en realizar una imagen de Santa Ángela llena de vida, andando por la calle y cubierta con su manto. Le comenté a D. Luis mi idea y confió plenamente en mi, por ello le doy las gracias de nuevo, creo que es la mejor que he realizado hasta ahora y ha sido un disfrute personal y profesional verla acabada y expuesta a los pies de Madre, en su Capilla, antes de ser llevada a la Basílica de la Trinidad, donde se encuentra. Me gustaría desde aquí darles las gracias a toda la congregación por permitir tener la imagen unos días en su convento y no quiero despedirme sin recordar a la Hermana Gonzaga, fue un gran apoyo para mí en mi vida personal y a ella va dedicada esta nueva imagen. Es mi forma de darle las gracias. Lourdes Hernández
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SIN KATIUSKAS Cuando yo era niño me gustaba, y creo que a todos los niños les sigue gustando, meterme en los charcos, lo mismo que llevar un paraguas y sentir el ruidito de la lluvia. ¡Qué delicia sentir llover y no mojarte! Aunque muchas veces tampoco nos importaba demasiado el mojarnos. Por eso las madres se preocupaban de comprarnos unas katiuskas (nombre que viene del ruso), que eran unas botas de goma impermeables que llegaban hasta media pierna o hasta las rodillas y así, al salir del colegio, no había problema de que llegáramos a casa con los pies mojados con peligro de un resfriado. Hoy sigue habiendo botas de agua pero el nombre de “katiuskas” ha quedado en desuso. Pero vamos a lo que quiero contaros hoy. Es algo referido a la lluvia y que tiene que ver con sor Ángela y con lo que les sucedió a unas Hermanas de la Cruz que, sin katiuskas, no se mojaron los pies.
Hermanas con el manto que llevaban para salir a la calle desde tiempos de Santa Ángela, hasta finales del Siglo XX
Cuenta Angelita, de joven, en sus “papeles de conciencia” que una noche estaba diluviando pero ella, después de salir del taller, no quería irse a su casa sin visitar “a mi dulce Dueño” (a Jesús en el sagrario) pues tenía que pedirle que el trabajo saliera bien “porque yo sola todo lo echo a perder”. Aquel día había tenido algún problemita para terminar unas botas que estuvo haciendo en el taller y que “al fin tuve que dejarlas sin hilvanar porque ya estaba mareada y sin poder arreglarlas” “…sufro mucho cuando el trabajo se pone que ni sale bien ni se adelanta; es una cosa que me consumo, porque veo que no desquito lo que me dan; pero se lo ofrezco a Dios…” 16
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Sin Katiuskas Sobre todo, al tener poco tiempo dedicado a Dios, necesitaba estar con él para “reponerme un poco en la presencia de mi Amado…”
Dios y a los hermanos; la lluvia y a sus hijas las Hermanas. Te cuento: Era un día muy lluvioso, de esos que se suele decir: “es el diluvio” y se presentan unas personas en el convento avisando a sor Ángela de que había un moribundo que necesitaba la ayuda de las Hermanas.
Resulta que llovía una atrocidad en una noche cerrada que parecía no terminaría nunca, hasta algún trueno que otro se escucharía. Por otro lado pensaba en lo preocupada que se pondría su madre si la viera llegar a casa chorreando y además viviendo tan lejos. Seguramente estaba en la iglesia de Santa Inés que frecuentaba ella por estar cerca del taller, lugar de su trabajo.
Las calles de Sevilla entonces no estaban tan preparadas como las de ahora y se ponían intransitables con tanta agua y fango. Pero Madre Angelita no miraba nunca las muchas dificultades que se pudieran presentar cuando se trataba de prestar asistencia a cualquier pobrecito necesitado.
Y escribe ella: “Pero yo no perdí la confianza y decía a mi Señor: Bien sabes, Dios mío, que solo por visitarte he venido”. Los chaparrones arreciaban y llovía “a cántaros” “Y yo repetía lo mismo”.
Según las noticias que le habían llegado, el pobre moribundo estaba a punto de fallecer de un momento a otro. Rápidamente Madre llama a hermana Santo Domingo y a hermana Elena para que, sin perder un instante, corrieran a atender al enfermo.
Y ¿cómo terminó esta historia?, pues te lo cuento con sus mismas palabras: “Y a las nueve y un poquito más, que es la hora que yo acostumbro a irme, sin tener que esperar nada escampó, que llegué a mi casa a la misma hora y seca. ¡Bendito sea Dios por todo!
“Madre, las alpargatas…” “No hay tiempo que perder, salid enseguida”. Las Hermanas, que jamás ponían el más mínimo pero a lo que dijera Madre, rápidamente se pusieron en camino. La hermana portera, que al abrir la puerta vio como soplaba el viento y arreciaba el temporal, les dijo: “hermanas cambiaros el calzado” pero ellas le hicieron ver que Madre las mandaba con
La lección es de confianza: que, aunque sea una cosa dificultosa, para Dios todo es muy fácil; y también cómo podré excusarme en la presencia de Dios si falto a la oración, porque cuando parecía un capricho de una “beata”, tan tarde, tan lejos y lloviendo, tanto ir a la iglesia, era la voluntad de Dios”. Seguramente esta misma confianza en Dios puso Madre, quizás acordándose de lo que a ella le aconteció, también teniendo por protagonistas su amor a 17
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Sin Katiuskas los pies y, las Hermanas Santo Domingo y Elena, que no habían reparado en ello, caen en la cuenta de que sus pobres alpargatas estaban sequitas y limpias, después de haber transitado por las calles de la ciudad a pesar de los charcos y el mucho lodo que había.
mucha urgencia y no había tiempo para entretenerse en nada. Recorrieron las calles con celeridad, hasta llegar al domicilio, atendieron al enfermo y una vez preparado y atendido en sus necesidades fueron, también con la misma prisa, a la iglesia de los jesuitas por un sacerdote, lo acompañaron de nuevo a la casa del moribundo que poco después entregó su alma al Señor. Las hermanas, habiendo cumplido los deseos de Madre y, como siempre, sin pedir nada a cambio, ahora de nuevo a la calle a recorrer el camino de vuelta de prisita y en silencio, como lo suelen hacer siempre, y otra vez bajo la lluvia.
No había cesado de llover ni un solo instante pero ellas, sin tener que llevar “katiuskas”, mantuvieron los pies sequitos. Se admiraron mucho y, seguramente sonriendo, ante la admiración de la hermana portera, que no se lo podía explicar; miraron a Madre que, un poco seria, para quitar importancia al asunto, les insinuó que no tenían que contar nada ni siquiera comentarlo en la recreación a las hermanas.
Sor Ángela que, seguro había rezado mucho por el enfermo y por las Hermanas, esperaba en la portería que volvieran. Llegaron con la alegría del deber cumplido y con la satisfacción de haber obedecido a la perfección los deseos de Madre que, al entrar, les mira
Estos son los pequeños milagros que hace sor Ángela, de los que nadie se entera, pero que Dios permite.
“¡Si tuvierais fe como un granito de mostaza…!” (Jesús)
Luis Cornello Espina, sdb
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...LAS FAMILIAS A L A B A D O S E A J E S U C R I S TO Mi querida y amada familia en Dios nuestro Señor: 1.- Hemos recibido la vuestra, y por ella vemos que estáis bien, gracias a Dios. Por aquí no hay novedad, todas las Hermanas están animosas y contentas. 2.- Debemos animarnos mucho a no desmayar en el camino emprendido, y cuando nuestro común enemigo -el demonio- venga queriendo sacar partido de vosotros haciéndoos la vida pesada, el trabajo y el estudio superior a vuestras fuerzas, y que los sacrificios son demasiado continuos y muchos, y que con menos os haríais santos, despacharlo con valor y aumentar en familia las tres virtudes teologales. La fe, diciendo muy de verdad: “Creo en Dios Padre todopoderoso, con la ayuda de Dios todo lo puedo”. Y aunque tuviera que vivir cien años en un continuo padecer, ¡puedo! Aunque tuviera que vivir la humillación, ¡puedo! Aunque nadie me mire ni me atienda y los que más debieran amarme o cuidarme me desprecien o se olviden de mí, ¡puedo! Aunque me vea privado de todo lo que pueda endulzar mis dificultades, tanto en lo espiritual como en lo temporal, ¡puedo! ¡Sí, puedo! Y puedo aunque viva sola, sin tener quien se compadezca de mí, ni quien enjugue mis lágrimas, ¡puedo! Y lo puedo todo con mi Dios y viviendo sus santos mandamientos. 3.- ¡Oh santa Esperanza!, tú nos enseñas que la vida es nada comparada con la eternidad. Y entonces, revestidos de esta santa virtud, decir al tentador: “Apártate de mí que, por tan corto padecer, un tan largo gozar”. Y ¿qué gozar? De nuestro Dios, y más y más conocerle y amarle, y unirnos a Él por toda la eternidad. 4.- Y la Caridad. No os digo más, que si os amáis en el matrimonio, en la familia, aunque sea poquito, ¡se acabó el padecer!, porque amar y padecer no puede ser. Tan dulce es trabajar por el Amado, que padecer y sufrir para el que ama es una gloria anticipada. Hacedlo así, querida familia, para que viváis ahora y salgáis un día, victoriosos de este mundo. Y os doy la bendición, personal, para cada uno. Angelita Adaptación del P. Jon García Escobar pbro. de la carta de Santa Ángela de la Cruz a la comunidad de Carmona, el 12 de julio de 1881. En “Sor Ángela de la Cruz, Epistolario personal, B.A.C. 636 Cta. Nº 5”
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UNA HEREDERA DE ESTA HERMOSA CIUDAD SENTENCIÓ: “LA HUMILDAD NO TIENE FIN, ES COMO EL MAR” En el extramuro de Sevilla, una humilde casita típica de la arquitectura sevillana, con cancela “pintá” de verde y de paredes blancas “encalás” de luz… es testigo del amanecer de una chiquilla. Nacía un 30 de enero de 1846. Menuda, vivaracha, avispada… segura y amante de su tierra, de sus costumbres, de su arte, de sus tradiciones, de su gente… Agradecía a Dios… esos días sin dolor, esos días con risas sin llanto y esos días con lluvia pero repletos de sol. Tenía tan dentro el sentir de Sevilla, que se consagró a Cristo envuelta en pieza de encaje y blonda de matilla negra; callejeó por rincones, plazuelas y barrios de su Sevilla esparciendo humildad; este fue el fin que Ella se marcó y por el que vivió durante toda su vida. La humildad, ese respeto y fidelidad que transmitió a sus Hijas. La humildad, ese don de disciplina y acatamiento que la llevó a la santidad. Alegre, pizpireta, ingeniosa, sutil, perspicaz… de zapatera… a Santa. La Cruz es la perfecta alegría, su vida fue un reflejo palpitante de Cristo. Sacrificio, humildad, entrega, pobreza, obediencia, disciplina, amor… mucho amor. Ella, está tan llena de amor; que espera cada día los dones que Dios le regala. Él le regalará una alfombra de flores vivas todas las primaveras y una alfombra de hojas secas en otoño. 20
HABLAMOS DE ELLA
Una heredera de esta hermosa ciudad sentenció: “La humildad no tiene fin, es como el mar” Ella, está tan llena de amor; que aguarda cada nuevo amanecer henchido de vida, para que le entregue un beso de sol y le conceda la luz que le indique el camino. Ella, está tan llena de amor; que espera un crepúsculo cada noche, repleta de anhelo y esperanza.
Ella, está tan llena de amor que:
Ve reflejado a Dios en el oro y esbeltez de sus Torres, en catedral y espadañas, en las fuentes de sus patios, en la cal de sus fachadas; en el sentir de su albero, en el cauce de su río, en el voltear de campanas; en el claustro de un convento, en el jardín de su Alcázar, en el color de las flores, en el Palacio San Telmo. Ella en Sevilla nació y en Sevilla murió; vivió frente al madero de ese Cristo nazareno. Ella, está tan llena de amor… Ella,
¡Sor Ángela la Santa, Sor Ángela de la Cruz! M.ª del Pilar Ruiz Hurtado 21
HABLAMOS DE ELLA
DEVOTOS DEL PUEBLO DE HINOJOS, ERIGEN UN NUEVO MONUMENTO EN HONOR DE SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ
en honor de Santa Ángela en la céntrica calle Ntra. Sra. de la Soledad.
El Miércoles día 3 de Agosto de 2011 a las 13’30 horas del mediodía, (haciéndolo coincidir justo con el mismo día y la hora exacta en los que veinte años atrás hacia su entrada Nuestra Señora de la Soledad en el Convento General de Santa Ángela de la Cruz en Sevilla, tenía lugar el Acto de Bendición y Colocación de la primera piedra del Monumento que la Fervorosa Hermandad de tan venerada Imagen, con la oportuna aprobación del Excmo. Ayuntamiento de Hinojos, acordó erigir
El emotivo Acto estuvo presidido por el Estandarte Corporativo y contó con la presencia del Rvdo. Sr. Cura Párroco y Director Espiritual, que efectuó la bendición de la mencionada primera piedra. La del Sr. Alcalde, la de diversos Concejales de distintas Corporaciones Municipales, así como la de numerosos hermanos y devotos de nuestra Hermandad y de Nuestra Titular, Santa 22
HABLAMOS DE ELLA
Devotos del pueblo de Hinojos, erigen un nuevo monumento en honor de Santa Ángela de la Cruz Ángela de la Cruz, además del genial artista que ha realizado la logradísima figura de la Santa, el escultor D. Martín Lagares.
Ángela” compuesta exclusivamente para recordar La Estancia en 1991, de Nuestra Señora de la Soledad en el Convento Principal de Santa Ángela en Sevilla.
Nuestra Excelsa Titular realizaba Salida Extraordinaria en Rosario de la Aurora para conmemorar el 430 Aniversario de la Devoción a su Bendita Advocación en la Villa de Hinojos (1581-2011). Se vivieron momentos llenos de emociones y sentimientos indescriptibles con el rezo y canto del Santo Rosario de la Aurora. Fue sin duda una mañana inenarrable donde el pueblo de Hinojos rindió pleitesía una vez más a la Virgen de sus Amores, a Santa Ángela y a la Beata Madre María de la Purísima, y reivindicando que tras más de Cuatro Siglos de Veneración a Ella, nos sentimos privilegiados y bendecidos con su celestial presencia. Finalizado el Rosario, la Excelsa Imagen de la Señora fue colocada a la veneración de los fieles durante todo el día en Devoto Besamanos Extraordinario.
El Sábado 15 del mismo mes por la tarde, la Virgen de la Soledad entronizada en su paso de palio (en cuya delantera porta un templete con relicario conteniendo sendas Reliquias de Santa Ángela y de la Beata Madre María de la Purísima, realizaba su Salida Extraordinaria para conmemorar el XX Aniversario de la Estancia en el Convento de las Hermanas de la Cruz en Sevilla tras su restauración (19912011) y presidir expresamente la Solemne Función durante la cual tendría lugar la Bendición e Inauguración oficial del Monumento que con tal motivo, su Hermandad había erigido en honor de Santa Ángela, con objeto de acrecentar aún más la devoción a Ésta en el pueblo de Hinojos. El traslado transcurrió lleno de fervor y gran emoción hasta llegar al Monumento y al Altar, instalado delante del mismo para la Solemne Bendición e Inauguración de dicho Monumento.
El Miércoles 12 de Octubre y como parte también de estas importantes Efemérides, se llevó a cabo un Concierto de Marchas Procesionales a cargo de la Banda de Música “Ntra. Sra. del Carmen” de Salteras, donde se estrenó una nueva marcha compuesta para la ocasión, “Soledad de Santa
Tanto la Bendición del Monumento erigido por suscripción popular y voluntaria en honor de Santa Ángela como la Solemne Celebración Eucarística, estuvieron a cargo del Rvdo. Sacerdote D. Antonio Vivas Garrido, y la parte musical la puso el propio Coro de la Hermandad que interpretó varios temas compuestos por las Hermanas de la Cruz, donde estaba incluido el Himno “Eres de Todos” dedicado a Nuestra Titular Santa Ángela, que desde entonces se hacía aun más presente si cabe en nuestra localidad. Desde aquel 23
HABLAMOS DE ELLA
Devotos del pueblo de Hinojos, erigen un nuevo monumento en honor de Santa Ángela de l a Cruz mismo día no le faltan ni las velas encendidas ni las flores frescas e incluso hasta cartas con sentidas súplicas. Terminada la Celebración Eucarística, daba comienzo la Procesión de Gloria Extraordinaria de la Gentil Señora por las engalanadas calles de la localidad entre varias lluvias de flores, salvas de cohetes y fuegos artificiales, plegarias cantadas con el más sincero sentimiento y rodeada en todo momento por una inmensa cantidad de fieles que no cesaban de aclamarla y piropearla en medio de la noche más bonita y grandiosa que el pueblo de Hinojos pudo vivir. Sin olvidar en ningún momento y teniéndolo como prioridad en dicho recorrido, la visita y parada de la Señora en la puerta de cada enfermo e impedido que la esperaban anhelantes. El Lunes 17, tuvo lugar en nuestra Ermita la Conferencia “Historia de mi Hermandad” a cargo de nuestra hermana y archivera Rosa Corchero Martínez. Y el Martes 18 también en nuestra Ermita, tuvo lugar la Conferencia “Santa Ángela de la Cruz, Cimiento y Fachada” a cargo de D. Antonio María Calero de los Ríos, Sacerdote Salesiano y Profesor del Noviciado de las Hermanas de la Cruz de Sevilla. Con ambas Conferencias se experimentaron unas vivencias muy gratas e interesantes. Resulta asombroso y altamente satisfactorio, el poder comprobar cada día y en cualquier momento desde el pasado 15 de Octubre de 2011, la honda y profunda devoción que el pueblo en general, muestra junto con su gran respeto por la logradísima Imagen de Santa Ángela, al pasar y pararse junto a su Monumento, a la vez que evoca la gran labor que realizó en vida y le dejó inculcada a todas sus Hijas, las tan queridas y respetadas Hermanas de la Cruz. Pedro Díaz Ortega 24
A SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ Gracias Madre porque estoy convencida de que me has escuchado. Cuando el 4 de enero del 201l nos dijeron que el bebé que esperábamos venía gravemente enfermo, sólo ví un halo de luz al pensar en ti. Fuimos directamente a verte y entre angustias y llantos me encomendé a tí. Todos los días sin faltar ninguno, te rezaba, te hablaba, te pensaba... Siempre con tu cruz de madera empuñada en mi mano. Siempre mi barriguita untada de ese aceite tan especial que a veces me daba su hermanito Manuel diciendo:”Sor Ángela pon bueno a mi hermanito”. Cada vez que iba a verte me cargaba de paz, de amor, de seguridad y de serenidad cuando te sentía tan cerca. Continuamente tu nombre salía de mi voz con tanto amor... El 17 de abril, nos dimos cuenta que nos estabas escuchando; en una revisión ecográfica la doctora no daba crédito al decirnos que el bebe inexplicablemente había mejorado muchísimo. No puedo expresar lo que sentí... BENDITA SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ, GRACIAS. Un mes antes de la fecha prevista de parto me desperté una madrugada llorando, necesitaba sentirte cerca, verte, oler tu capilla, hablarte,... y así fue como a la mañana siguiente íbamos camino de Sevilla. Una paz especial me inundó nada más entrar en tu capillita. Hablé mucho contigo y estoy convencida de que me sonreíste. No hacía falta nada más, estaba segura de que todo iba a salir bien. El 20 de mayo nació mi bebé, fue una cesárea urgente y muy peligrosa por complicaciones que surgieron en el momento de la dilatación, pero también estoy segura de que estuvistes con nosotros porque mi hijo nació completamente sano y lleno de alegría y bondad a las 15:45 de la tarde. Hoy en día siguen haciéndole pruebas médicas, todas ellas con resultados muy positivos. Mi niño está completamente SANO. GRACIAS Madre porque cada día podemos disfrutar de la salud y de la alegría de mi hijo, de mi niño JESÚS.
¡Te debo tanto...! Cati Delgado Álvarez 25
LA HUMILDAD EN LAS DIVERSAS CIRCUNSTANCIAS DE LA VIDA DE LA BEATA MARÍA DE LA PURÍSIMA de desaparecer. Cuando estaba de profesora en los colegios del Instituto, siempre les inculcaba a sus alumnas que quisieran más a las otras Hermanas, sus compañeras de clases, que a ella, haciéndoles creer que tenían más valores que ella.
A la Beata María de la Purísima la vieron siempre con una humildad y sencillez atrayentes. En muchas ocasiones presenciaron las Hermanas actos heroicos de humildad, tanto con ellas como con los enfermos. Se creía siempre inútil, con frecuencia decía: “Soy un desastre”. Cuando se hacía alguna cosa en comunidad, siendo ella la que más parte tenía en ello, si salía bien, solía decir: “¿Han visto sus caridades qué bien les ha salido?, ¡cómo ayuda en todo el Señor!”, como si ella no hubiera hecho nada.
Siempre que tenía que decirles algo negativo a las Hermanas, por ejemplo, que faltaban al silencio, lo hacía con suma delicadeza: “Tenemos que tener cuidado con el silencio, que nos estamos descuidando”, o “estamos aflojando”, incluyéndose ella siempre la primera.
No se atribuía nada bueno de lo que hacía, si las Hermanas se lo daban a entender cambiaba de conversación o bien hacía como si no fuese con ella; le molestaban las alabanzas. Trataba
Nunca quiso aparentar, su ideal siempre fue pasar sin hacer ruido, pero su virtud era difícil de ocultar, porque se reflejaba en su actuar. Estaba siempre 26
LA HUMILDAD EN LAS DIVERSAS CIRCUNSTANCIAS DE LA VIDA DE LA BEATA Mª DE LA PURÍSIMA
Beata María de la Purísima
pendiente para hacer lo más bajo y costoso, como amortajar o lavar ancianas abandonadas llenas de miseria y pobreza. Allí estaba ella, donde hubiera sacrificio y pobreza. Con su humildad y paciencia acercó muchas almas al Señor. Le gustaba hacer el bien pasando oculta y desapercibida, sin hacerse notar.
no hay oficios bajos, todos son altos”. Nunca aceptó ningún privilegio, en ella no se podía pensar creerse superior a los demás, pues inculcaba mucho, y así lo vivía, el considerar a todos superiores a ella. Todo lo vivía como envuelto en silencio y humildad; tenía como una tendencia a “desaparecer”. Todo con naturalidad. Era un no llamar la atención por nada, sumergirse en el anonimato, como en una discreta penumbra, como si no fuera nada ni nadie. Y a la vez cumpliendo con su deber y dando la cara a los problemas y situaciones, con una fortaleza humildísima que resulta realmente encantadora. Durante los veintidós años que gobernó el Instituto como Madre General, nunca tuvo privilegios ni excepciones, ella huía de todo esto; se consideraba una más entre las Hermanas. La vida de las Hermanas de la Cruz es muy común, y ella así la vivió, al detalle, hasta la muerte. En su última enfermedad, no tuvo excepción alguna: médicos y hospitales de la Seguridad Social, con esperas largas y situaciones difíciles; allí estaba ella como una enferma más, y si a veces las Hermanas le ofrecían alguna clínica con más ventajas, siempre respondía lo mismo: “Soy pobre”. Ésa era su condición, de mendiga humilde que toma lo que le dan; y si en la comida, en este periodo de su enfermedad, le servían algo distinto a la comunidad, jamás dijo qué le sentaría mejor o peor, ni qué se comería con más gusto. Siempre tuvo mucho amor a la vida común, y en esos momentos de su grave enfermedad se vieron en ella momentos heroicos, no pretendiendo nunca nada.
En su vida ordinaria era igual a todas, en el reparto de oficios siempre hacía su parte, y cuando le decían las Hermanas que se descargara del trabajo, comentaba: “Lo mejor de todo es ser como todas. Así no se deja la fila para cuando deje el cargo”. Para ella no había oficios bajos, decía: “En la casa de Dios 27
LA HUMILDAD EN LAS DIVERSAS CIRCUNSTANCIAS DE LA VIDA DE LA BEATA Mª DE LA PURÍSIMA
Beata María de la Purísima
Las Hermanas se llevaron una gran sorpresa cuando, después de su muerte, repasando el ordenador que usaba Madre María de la Purísima de la Cruz, por si tenía algo escrito, se encontraron con una oración a la Virgen que ella compuso. En esta oración refleja los deseos de su alma y el estado de su vida. Le pide a la Virgen que le alcance la gracia de vivir oculta y desconocida; sin honores, perdida y abismada sólo en Dios, como el valor más absoluto de su vida. Textualmente dice así: Oh María, cuya vida fue tan ignorada, tan oculta en Dios, que ninguno sospechó sus admirables secretos; alcánzame vivir y morir como Tú, oculta, desconocida, sin honores, perdida y abismada contigo en aquél de quien una sola mirada vale mil veces más que todos los aplausos del mundo entero. Trataba a todo el mundo con gran sencillez. Su humildad cautivaba a todos los que la trataban. En el trato con las Hermanas era humilde y sencilla, no tenía modos autoritarios; y aunque no dejaba pasar nada, cuando creía que había estado un poco fuerte pedía perdón. Se ponía siempre a la altura de las Hermanas; en las reuniones y lecturas siempre explicaba las cosas de forma práctica y asequible. En las correcciones era firme, pero suave; corregía con cariño y comprensión; devolviendo la paz, la serenidad y sosiego espiritual. Este trato humilde lo hacía igualmente extensivo a las niñas que trataba en el internado, a las ancianas de la residencia, a los pobres y enfermos que visitaba. Su sonrisa era habitual, y su entrega desinteresada a las almas hacía que encontraran en ella confianza y descanso en la lucha diaria. Trabajó mucho en el Instituto para que se viviera la virtud de la humildad, que ella tantas veces decía que se conseguía pagando por ella el precio de la humillación. Teodoro León Vicepostulador de la causa 28
SUS ESCRITOS.
“DESTELLOS DE LUZ” FE
¡Que bonito es luchar cuando se tiene fe y se valoran las cosas a las luz de Dios! 1. La vida es lucha, pero qué bonito es luchar cuando se tiene fe y se valoran las cosas a la luz de Dios, pues entonces todas las dificultades, contrariedades, etc. se transforman. (Cp. 31, p. 2130).
a nuestra austeridad, abnegación, etc. (Cp. 42, p. 2151).
6. Examine su fe: ¿Trabaja por ver las cosas con espíritu sobrenatural?
2. La fe es la virtud que nos es más necesaria, y la luz que nos ilumina en los túneles y demás. Por eso, tiene que ser tremendo cuando ésta se oscurece, ya que ésta es la que nos empuja a buscar todo lo que es más contrario a nuestra pobre naturaleza. (Cp. 31, p. 2130).
¿Se esfuerza por dar a cada cosa su justo valor? ¿Confía plenamente en Dios? ¿Vive abandonada en sus brazos? ¿Vive el “Sé bien de quien me he fiado” de S. Pablo? ¿Tiene el corazón limpio de sentimientos egoístas?
3. Tenemos que saber aprovecharnos
de todo. Tener un gran espíritu de fe. No bajarnos nunca del terreno sobrenatural; y así, saber entender el mensaje de Dios que es mensaje de amor a través de las distintas circunstancias y acontecimientos de nuestra vida. (Cp. 39, p. 2145).
¿Procura ser comprensiva y amar a todos sobrenaturalmente?
4. Cuando nos remontamos por la fe, somos muy felices; y ya las cosas dejan de ser tan feas y difíciles ¿no le parece? (Cp. 42, p. 2151). 5. Nos hace tanta falta la fe en nuestra vida; es la que le da sentido 29
FE. ¡QUE BONITO ES LUCHAR CUANDO SE TIENE FE Y SE VALORAN LAS COSAS A LA LUZ DE DIOS!
Beata María de la Purísima
¿Fomenta deseos de hacer la Voluntad del Padre? (B. 2319)Como tiene muchas ocasiones de ejercitar el espíritu de fe, esto hará que se le robustezca, y así, pueda ir forjando el edificio de su santidad. (Cp. 59, p. 2177).
y de humildad, base de todo lo demás; acudiendo continuamente al Señor para que Él nos de en cada momento la gracia que necesitamos. (Cp. 109, p. 2229).
10. La encuentro un poco agobiada…, anímese en fe. El Señor está con s.c., ponga cuanto esté de su parte y Él hará el resto. (Cp. 133, p. 2255).
7. Nuestra parte es tener mucho
espíritu de fe en nuestras relaciones con los demás, y obrar con mucha rectitud, aunque con nosotros no obren así. (Cp. 60, p. 2179).
11. Fe en los acontecimientos diarios. Fe para saber perder en lo humano. Fe, para unir plenamente mi voluntad a la de Dios. (B. 2316).
8. Si vemos las cosas con espíritu de fe no vacilaremos en el cumplimiento del deber, sabremos darle el justo valor
12. Mantenga siempre encendida la antorcha de la fe en el trato con Dios, con los Superiores, con las Hermanas y con todos los que le rodean. (B). 13. Siga trabajando en conseguir ese espíritu de FE firme, profundo, que dé a su vida todo su sentido. (B. 2325) 14. Que sepa valorar las cosas a la luz de Dios. A veces es muy difícil pero no imposible. El Señor no se deja vencer en generosidad. Si de veras le buscamos ciertamente le encontraremos. (B. 2325)
a cada cosa; y ya sabe s.c. que lo que pasa vale menos; lo que no pasa es lo que merece la pena. (Cp. 97, p. 2217).
15. “Los caminos de Dios no son nuestros caminos ni los pensamientos de Dios nuestros pensamientos”. Hay veces, en nuestra vida, en las que todo se nos hace incomprensible, y nos parece que estamos perdiendo el tiempo y que nuestra vida es completamente estéril. Es entonces cuando tenemos que acudir al Señor y gritarle fuerte: “¡Sálvame, no ves que perezco!” Y el Señor como a Pedro nos contesta: “Alma de poca fe, ¿por qué dudas?” ¿No te fías de mí? (B. 2325)
9. Vamos a procurar santificarnos viviendo con intensidad el espíritu de fe
16. Nuestra vida religiosa está toda apoyada sobre la fe. Nos interesa por 30
FE. ¡QUE BONITO ES LUCHAR CUANDO SE TIENE FE Y SE VALORAN LAS COSAS A LA LUZ DE DIOS!
Beata María de la Purísima
tanto robustecer esta virtud. Sin espíritu sobrenatural es imposible nuestra vida. (B. 2325)
poner algunas preguntas y s.c. se las hace todos los días. ¡Qué alegría poder hacer algo por el Señor!
17. Tenemos que convencernos que las personas y circunstancias que nos rodean son instrumentos de los que el Señor se vale para santificarnos. (B. 2325)
-¿Vivo unida a Dios manteniendo habitualmente la “conciencia” de su presencia en mi alma? - ¿Aprovecho los ratos de oración para dar empuje a mi vida de entrega?
18. Más que comprender se trata de fiarse del Señor. Si vamos en sus brazos,
- ¿Soy feliz porque tengo a Dios, aunque me falten muchas cosas? - ¿Deseo algo fuera de Él? - ¿Me preocupo de los problemas de todos los hombres? - ¿Doy a mis Hermanas, las que viven conmigo, todo lo que puedo para hacerles la vida agradable? - ¿Encuentro paz y alegría en la Cruz? - ¿Sé ver en las menudencias de cada día la mano bondadosa de Dios? - ¿Ansío hacer la voluntad del Padre por encima de todo aunque me suponga grande renuncia? - ¿Encuentro en la humillación algo más que lo que tiene de costosa?
por muy oscuro que sea el camino, nada hay que temer. (B. 2325).
- ¿Me atrae la vida oculta?
19. Trabaje continuamente en robustecer su fe, es el único camino. No fomente jamás en su interior quejas, lamentos, censuras… esto le hace muchísimo daño. (B. 2326)
- ¿Hago las cosas sólo por agradar a Dios? - ¿Trabajo interiormente por adquirir virtudes, o me contento con la parte exterior? (B. 2312).
20. Concrete el trabajo que puede hacer sobre la fe y la humildad en su vida diaria. Acuda mucho al Señor, y con la Virgen siempre le será más fácil. (B. 2328).
22. Unos consejos te quiero dar que por ser los últimos no los olvidarás. Procura vivir siempre de fe, viendo en todo la voluntad de Dios y no fijándote en las criaturas. Busca sólo a Dios en todo y siempre, y así serás feliz en todas
21. El examen particular lo podía hacer sobre el espíritu de fe. Le voy a 31
FE. ¡QUE BONITO ES LUCHAR CUANDO SE TIENE FE Y SE VALORAN LAS COSAS A LA LUZ DE DIOS!
Beata María de la Purísima
partes y con todo el mundo. Preocúpate más de todo lo que no pasa y no te olvides de pedir por mí. (M.R.).
23. Como Hermanas de la Cruz, una vida sencilla y laboriosa, sin brillo, que es lo que nos caracteriza, si no está iluminada por la fe, ¿qué sentido tiene? (Cc. 67, p. 1750). 24. Tenemos que convencernos, de una vez para siempre de la necesidad tan urgente que tenemos de que la fe informe toda nuestra vida; de lo contrario perderá toda su razón de ser ya que caerán por tierra todos los valores sobrenaturales que la constituyen. (Cc. 67, p. 1750).
68, p. 1755).
27. Para conseguir que nuestra peregrinación por la vida sea en fe, para seguir los caminos de la Virgen, tenemos que VIVIR DE FE. (Cc. 67, p. 1751).
25. Sólo a la luz de la fe se puede vivir con entusiasmo la humillación, el desprendimiento, la mortificación, la obediencia, etc. (Cc. 67, p. 1750).
28. ¿Qué es vivir de fe en la práctica, es decir, en nuestra vida ordinaria? Vivir de fe es vivir convencidas de cuánto nos ama Dios, cómo está en nosotras y nos ayuda en todo momento, qué poderosa es su gracia y cómo con ella podemos vencernos a nosotras mismas que es lo más difícil de todo. (Cc. 67, p. 1751).
26. La fe nos lleva a ese abandono
total en las manos del Señor, que es tan meritorio y que nos hace “completar lo que falta a la Pasión de Cristo”, que es el que nosotras aceptemos y ofrezcamos nuestra cruz en unión con Él por la redención y salvación del mundo. (Cc.
29. Vivir de fe es unirnos al Señor en los Sacramentos, en la oración y acudir continuamente a Él durante el día. (Cc. 67, p. 1751). 30. Vivir de fe es vivir con entusiasmo nuestra vocación, valorando todos los medios que nos da el Instituto para santificarnos, apreciando todo lo nuestro, nuestras Reglas, nuestras costumbres, nuestro estilo. (Cc. 67, p. 1751). 31. Vivir de fe es dar sentido a las cosas pequeñas de cada día, es desear y 32
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Beata María de la Purísima
buscar lo que más nos acerque al Señor, no lo más agradable a nuestra naturaleza. (Cc. 67, p. 1751).
32. Vivir de fe es verle en los demás y amarlos sin esperar nada a cambio, es ver en todos los acontecimientos su voluntad y aceptarla porque nos viene de Él. (Cc. 67, p. 1751). 33. Vivir de fe es, incluso en las penas y sinsabores de la vida, descansar abandonados en las manos del Señor, fiándonos plenamente de Él. (Cc. 67, p. 1751). 34. Vivir de fe, es vivir ya desde ahora la felicidad que poseeremos en el Cielo donde sólo Dios y su Voluntad nos saciará. Merece la pena vivir de fe aunque nos cueste. (Cc. 67, p. 1751). 35. Si tuviéramos más fe en la palabra de Dios ¡cuántas luces encendería el Espíritu Santo en nuestro corazón! (Cc. 58, p. 1719). 36. Necesitamos cultivar mucho la fe para que crezca y se fortalezca, y así, pueda sostener el edificio de nuestra vida espiritual. Es una pena que, a veces, por tan poca cosa se nos venga abajo lo que tanto nos ha costado construir, casi siempre por pequeñas contrariedades que no sabemos ver a la luz de Dios. (Cc. 47, p. 1659). 37. Hay que contrarrestar el ambiente materialista que nos envuelve con una vida intensa de fe y oración, que nos fortalezcan para entregarnos al cumplimiento de la Voluntad de Dios, que a veces nos ha de exigir grandes sacrificios. (Cc. 123, p. 1993).
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TRAS LOS PASOS DE SANTA ÁNGELA Solía sentarse junto a María Isabel dejando a ésta al lado de su madre, nuestra abuela. Siempre en silencio, unas veces revisaba papeles, otras hacía anotaciones, otras entornaba los ojos mientras sus dedos recorrían las cuentas del rosario. Hablo de Hermana María Sofía, nuestra otra tía o, mejor dicho, nuestra misma tía, porque para nosotros, Madre María de la Purísima eran las dos. Llegaban siempre juntas, las dos se alegraban con nuestras alegrías y se preocupaban con nuestras preocupaciones y a pesar de que Hermana María Sofía no dejaba de trabajar ni un minuto durante el tiempo que duraba la visita, no nos costaba arrancarle de cuando en cuando una sonrisa con alguna de nuestras “ocurrencias” infantiles. Siempre pendiente de todo y especialmente de Madre María de la Purísima y de sus compromisos y obligaciones, cuando llegaba la hora de marcharse, se acercaba a ella y le hablaba muy bajito, sólo unas palabras, a veces una mirada bastaba. María Isabel asentía, se despedía y las dos se marchaban sin hacer ruido, como habían llegado, aunque dejando en la casa el rastro dulce y sereno de un ángel.
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TRAS LOS PASOS DE SANTA ÁNGELA Beata María de la Purísima
“Si se perdieran las reglas del Instituto, con sólo ver como ha vivido Madre María de la Purísima tendríamos suficiente”. Este testimonio de Hermana María Sofía para el proceso de beatificación es reflejo de su absoluto convencimiento de la santidad de Madre María de la Purísima fundamentada en el amor, la humildad y la fidelidad. Ella, que la había acompañado con su trabajo constante e incansable como Vicaria General durante más de veintidós años, compartiendo los desvelos por el proceso de beatificación de Santa Ángela, los delicados años postconciliares, las preocupaciones del día a día, era ahora testigo directo de una vida de fidelidad y entrega incondicional al Señor, al Instituto y a los necesitados.
dentro”—contestó, mientras una lágrima resbalaba por su mejilla.— Dos o tres veces más pudimos estar un rato con Hermana María Sofía, ya enferma. Llegábamos con la intención de preguntarle muchas cosas sobre nuestra tía, pero al momento nos dábamos cuenta de que no era necesario. Con cada gesto, con sus manos, siempre tan expresivas, proclamaba su admiración por ella. Y sus palabras seguían siendo las mismas: “muy agradecida”— repetía incansable.
Unos días después del entierro de Madre María de la Purísima, vino la Hermana María Sofía a Madrid. Naturalmente fuimos a verla a casa de las Hermanas. Era la misma de siempre, pero estaba más llena de Madre María de la Purísima que nunca, se sentía su presencia en ella. Habló poco, lo justo, como siempre. Y lo justo para Hermana María Sofía era agradecerle al Señor todo lo que le había dado: su vocación, la Compañía de la Cruz, los años junto a Madre María de la Purísima. Aquel día le llevamos esa fotografía, ya conocida por muchos, de María Isabel antes de ingresar en la Compañía de la Cruz, con vestido oscuro, sentada con la mirada perdida y apoyada sobre el brazo izquierdo. Era la copia de nuestra abuela que estuvo siempre en casa de María Isabel y que Hermana María Sofía tantas veces miraba de refilón al pasar por delante de ella. “Era muy guapa, ¿verdad?” —le dije—. “Guapa por
El día 4 de Octubre se nos fue Hermana María Sofía al cielo. Tuvo una enfermedad larga que llevó con una entereza ejemplar y que no le impidió asistir a la beatificación de Madre María de la Purísima en el estadio de la Cartuja. Con ella se va un trocito de Madre María de la Purísima y también de Santa Ángela porque igual que ella veía a Madre María de la Purísima reflejo de Madre fundadora, ella sin darse cuenta, era imagen de las dos. Ya está en el cielo con Santa Ángela y con la Beata María de la Purísima. Ya tenemos allí otra intercesora. Olga Salvat. Madrid, noviembre 2012 35
FUISTE, ¡BUENA NOTICIA! En un mundo donde los medios de comunicación social parece que se han propuesto darnos sólo malas noticias, quiero en esta Navidad, en la que volvemos a celebrar que JESÚS, el Hijo de Dios, vino para salvarnos y enseñarnos cómo teníamos que vivir… no llegó a Belén con fuerza y con poder. JESÚS, llegó en el silencio de una noche, como un niño recién nacido, que sobre la sencillez y pobreza de unas pajas, sonreía a María, a José y a los pastores, que escucharon las melodías de una orquesta celestial que acompañaba el canto de los ángeles, anunciando al mundo entero una…
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FUISTE, ¡BUENA NOTICIA! Beata María de la Purísima
¡BUENA NOTICIA! “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra, paz a los hombres que Dios ama” (Lc 2,14)
En medio del silencio y de la oscuridad de la noche, DIOS entró en la historia como ¡BUENA NOTICIA! La ¡MEJOR NOTICIA!, que llenaba de Luz y de Paz, un sencillo pesebre a las afueras de la ciudad de Belén, al que además de los pastores, lo fueron visitando muchas personas, que iban y venían, mientras “rumoreaban” ¡BUENAS NOTICIAS! y comentarios llenos de ¡VIDA! entre vecinos, amigos y conocidos, porque… “La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros” (Jn. 1,14)
El nacimiento de este Niño anunciado por un coro de ángeles, hoy, en nuestro mundo confuso, manipulado y desconcertante del siglo XXI, sigue resonando en nuestros corazones como una
¡BUENA NOTICIA! llena de Luz, Claridad y Paz… Claridad y Luz, que sigue trayendo cada Navidad el Niño-Dios y que hay que saber buscar en medio de nuestra sociedad deslumbrada por una única pregunta: “¿Quién da más dinero para que aparezcan las malas noticias en las portadas de nuestros periódicos, en el avance de nuestros telediarios informativos o colgadas en las redes sociales…? Yo, voy a dedicar mi tiempo para trasladarme a mi querida Sevilla y poder escribir tantas y tantas y ¡TAN BUENAS NOTICIAS!, que a lo largo de los años, desde un sencillo y silencioso convento sevillano, fue escribiendo HERMANA MARÍA DE LA PURÍSIMA, en diálogo continuo con el Cristo de la Cruz, al que ella se consagró y con el que vivió toda su vida para ser….
¡BUENA NOTICIA! entre los “más pobres y necesitados” de nuestra sociedad… * Tu sonrisa sincera, sencilla, alegre y transparente, H. María de la Purísima, era…
¡BUENA NOTICIA! entre los “más pobres” y los más ricos… porque siempre era, “presencia viva de Dios…” * Tu entrega generosa a cada Hermana de Comunidad, a cada necesidad urgente, a cada pobre que llamaba a la puerta, a cada visita que te presentaba las dificultades de los “más pobres y necesitados” de Sevilla, era… 37
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¡BUENA NOTICIA! en los corazones de las personas que sufrían por distintos motivos, y que al recibir tus ayudas materiales y espirituales, se convertían en “presencia” viva de Dios…” * Porque no dudabas a qué “rincones” desconocidos por muchos sevillanos, tenían que ir las Hermanas cada mañana para ser…
¡BUENA NOTICIA! en casa de esa mujer enferma, a la que cuidaban, arreglaban su casa y dejaban la comida preparada, para que cuando llegaran sus seis hijos del colegio, pudieran comer bien. Los dos “pequeños”, no sabían, pero la gracia y la agudeza de los cuatro mayores les hacia pensar… “Esta comida tan sabrosa…, ¿la habrán preparado cocineras enseñadas por Dios…? * Porque las Hermanas que subían y bajaban escaleras, mientras iban llamando a todas las puertas de zonas residenciales, para pedir limosnas a las personas con dinero, les hablaban y aprendían, que “su dinero” lo tenían que compartir “ con quienes pasaban necesidad y al mismo tiempo escuchaban de las Hermanas…
¡BUENAS NOTICIAS! * Francisco, el padre de siete niños, ya trabaja en una pequeña empresa, y dicen que están muy contentos con él. Es un buen pintor. * Su hija María, ha aprobado todo, y pasa a SECUNDARIA, y la pequeña Leticia, en el 38
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Colegio de las Hermanas, ya sabe leer y escribir y está en PRIMARIA. Su dinero compartido, es “promoción” de familias: ¡Buena Noticia! y “presencia viva de Dios…” * Y cuando la Ciudad descansa de su trabajo, y disfruta en la calle con sus amigos, veinte Hermanas de la Cruz salen a las diez y media de la noche para velar en casas y hospitales, donde mujeres muy mayores enfermas y solas, van a encontrarse con…
¡BUENAS NOTICIAS…! Porque las Hermanas con cariño y paciencia van dando un vaso de leche a esa enferma, que duerme tranquila, porque le han dicho, que ellas están “ahí”, a su lado, y “atentas” a lo que ella necesita. Cuando a media noche se despierta, le parece que “Dios se ha “presentado” en su habitación. Tu vida, Hermana María de la Purísima, fue y sigue siendo para nuestro mundo confuso…
¡BUENA NOTICIA! Esa ¡Buena Noticia!, que cada día ibas escribiendo con el Cristo de la Cruz, por eso, después de 22 años de Madre General, has dejado un Instituto, en el que las Hermanas de la Cruz, forman una gran familia en la que el AMOR al Cristo de la Cruz, es lo que las mantiene unidas, alegres, serviciales y disponibles, para que repartidas por pueblos y ciudades de España, Italia y América sigan dando hoy,
¡BUENAS NOTICIAS! a los “más pobres y desheredados”, de la sociedad del siglo XXI y a los “más ricos”, de esa misma sociedad, que generosamente quieren compartir su dinero, por medio de las “silenciosas” y “serviciales” Hermanas de la Cruz, porque saben muy bien, que su dinero no solamente será bien repartido entre los “más pobres y más necesitados”, sino que también ayudará a promocionar personas, que poco a poco, podrán vivir de “su trabajo” y con dignidad en la sociedad. 39
FUISTE, ¡BUENA NOTICIA! Beata María de la Purísima
¡GRACIAS, HERMANA MARÍA DE LA PURÍSIMA, porque fuiste…
¡BUENA NOTICIA! y “PRESENCIA VIVA DE DIOS…” Y HOY, LA GRAN FAMILIA DE HERMANAS DE LA CRUZ, siguen siendo, por suburbios, calles, hospitales, porterías, y escondidos “rincones…” de nuestra sociedad confusa, manipulada y desconcertante de nuestro siglo XXI,
¡BUENA NOTICIA! Y COMO TÚ, “PRESENCIA VIVA DE DIOS…”
Gloria Neve R.J.M Burgos, 30 Diciembre 2012. Fiesta de la Sagrada Familia. 40
GRAN INTERCESORA ANTE EL SEÑOR Deseo compartir mi agradecimiento por los milagros recibidos por la intercesión de la Beata Madre María de la Purísima de la Cruz, aunque no sé si seré capaz de reflejar toda nuestra gratitud en este escrito. Empezaré por hacer un breve resumen de quién soy y cómo llegué a rezar a la Beata Madre María de la Purísima de la Cruz. Soy madre de ocho hijos y abuela de diecisiete nietos, además tengo un hermano mayor, que está delicado de salud. Rezo todos los días, todos los días pido por la familia, pues siempre hay algún motivo por el que pedir o por el que dar gracias, pero en esta ocasión los problemas eran muy acuciantes. Mi hermano estaba enfermo, la empresa de mi hija mayor estaba a punto de quebrar y uno de mis hijos tenía graves problemas. Respecto a la empresa de mi hija mayor y su marido, en la que además está empleada otra de mis hijas, deseo comentar que se encontraba a punto de la quiebra en el mes de febrero (2012). En plena crisis mundial, casi toda la plantilla (17 personas de 22) estaban en ERE. El desahucio era inminente. Mi hija y mi yerno acababan de rehipotecar sus escasas propiedades, de tal forma que si la empresa quebraba deberían asumir, además de las deudas de la empresa, sus propias deudas… lo cual les ponía en una situación absolutamente preocupante, por no decir catastrófica. Esta temporada, una de mis hijas pequeñas y yo, íbamos con frecuencia a la Iglesia a rezar por diferentes causas, especialmente por la empresa en cuestión y por mi hijo Jesús, que con 50 años llevaba ya dos años en paro. El padre Pedro, párroco de la Parroquia de San Juan de la Cruz de los carmelitas, uno de los días que nos vio rezar, nos dio una estampa de la beata Madre María de la Purísima de la Cruz y nos dijo que le rezáramos con fe, porque él estaba seguro de que se nos concedería el favor que estábamos solicitando. Así lo hicimos, le rezamos con muchísima devoción, pero no sólo nosotras, sino que se apuntaron mis hijos, algunos yernos y nietos. A la semana de comenzar a rezarle: ¡¡¡sucedió el primer milagro!!! El presidente de una empresa multinacional invirtió en la empresa. Se acabó el ERE y la empresa tiene futuro, un futuro 41
GRAN INTERCESORA ANTE EL SEÑOR Beata María de la Purísima
muy alentador. La inversión sucedió de una forma absolutamente extraordinaria, dado que la nueva compañía no aplicó las pautas habituales, sino que no tardó ni un mes en convertirse e socio. Seguimos rezando y se nos concedieron dos favores más: Mi hermano Enrique, que estaba perdiendo la memoria y la noción de las cosas, a sus 86 años, se ha recuperado muy notablemente.
El tercer milagro ha sucedido con mi hijo Jesús, que vive en la capital de México, donde la crisis está pegando duramente, por quien continuamos rezando a la Beata Madre María de la Purísima de la Cruz, pidiéndole por él y su familia, mujer y tres hijos universitarios, que estaban atravesando una situación muy complicada, vendiendo las propiedades que tenía, pidiendo dinero a la familia, etc. Por fin, tras varias novenas, le han contratado en el puesto de Director Financiero, en una empresa muy solvente. Todavía no podemos creer que se hayan solucionado problemas tan grandes en tan corto espacio de tiempo. Muchas gracias Señor, que por la intercesión de la Beata Madre María de la Purísima de la Cruz nos has concedido tres de las peticiones más urgentes y acuciantes que te hemos solicitado. Irene. Zaragoza, 22 de junio de 2012. 42
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Quiero dar las gracias a Madre María de la Purísima, pues por mediación de ella me he curado de una infección producida por una piedra de riñón, que me llevó a estar 15 días en la U.C.I. muy grave, con CHOCK SEPTICO urinario, litiasis renal y neumonía bacteriana no especificada. En mi inconsciencia me acordaba de Madre María de la Purísima, yo soy muy devota de ella pues en el día a día me concede cosas pequeñas. Me llevaron una estampa de ella a la U.C.I. y cuando me desperté después de 15 días y vi a Madre María de la Purísima, le di las gracias por haberme curado, estaba segura que había sido ella. Ahora me encuentro en casa y estoy bien. Gracias Madre María de la Purísima, sígueme protegiendo. D. M. C.
Escribo para agradecer a Madre María de la Purísima un favor concedido. La curación de un recién nacido con graves problemas respiratorios. Escuchó mis ruegos y actualmente se encuentra muy bien. Natividad Tena.
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Después de muchos años de calvario para poder conseguir nuestro sueño que era ser padres, se lo encomendamos a Madre María de la Purísima; mi marido y yo rezábamos con mucha fe pidiéndole este milagro, yo me puse una reliquia de ella. Y se obró el milagro deseado, por fin estaba embarazada, y todos muy felices, la paz nos invadía y toda la familia lo celebramos. Hoy somos padres de mellizos. Gracias, mil veces gracias Madre María de la Purísima. Alberto y Oli. Cádiz.
Por todas las gracias y favores recibidos por intercesión de Madre María de la Purísima y sobre todo por uno muy difícil, agradecida envío donativo y ruego se publique para que todos acudan a ella con fe. María Elisa Clavijo.
A una sobrina mía, con tan sólo dos años, la tuvieron que operar de cáncer; salió bien de la operación, pero al año siguiente se le reprodujo cerca del pulmón. La volvieron a operar y le mandaron el número máximo de sesiones de Quimioterapia. Por este tiempo Beatificaron a Madre María de la Purísima de la Cruz y aunque soy muy devota de Santa Ángela, encomendé mi niña a Madre María de la Purísima; hablando con ella le dije que no tenía nada que ofrecerle, pero si mi sobrina quedaba bien publicaría la ayuda que me había concedido. Hoy han pasado dos años, y la niña ha respondido con gran éxito al tratamiento, pasa las revisiones médicas sin nada que lamentar, va al colegio y se encuentra perfectamente, con mucha energía. Sigo rezando a la Beata Madre María de la Purísima y le doy las gracias pues, por su mediación ante Nuestro Señor y Padre de todos, me ha escuchado y ayudado en mis oraciones. Gracias de corazón. Tere Carpintero. 44
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Doy gracias a Madre María de la Purísima de la Cruz por el milagro concedido. Le pedí con mucha devoción, recé con fe y esperanza para que desapareciera el tumor que le había salido a mi hija en la frente y el tumor desapareció. Le prometí publicarlo y así lo hago. Ahora esperamos se realice el segundo milagro pues ella quiere tener un hijo, es el segundo año que está casada; sé que lo lograremos con la oración, pues con esta todo se consigue. Gracias Madre María de la Purísima.
Angélica Verni. Alderetes.
Por dos favores muy especiales que he recibido de Madre María de la Purísima le doy las gracias y envío donativo. Deseo lo publiquen para que se encomienden a ella con fe. M. B. Écija. Quiero agradecer a Madre María de la Purísima de la Cruz la gracia que le pedí para mi hijo de 14 años. Hace tres meses le diagnosticaron una enfermedad grave; la operación era complicada, le quedarían secuelas importantes y precisaría de tratamientos agresivos. Me encomendé a Madre María de la Purísima, pidiéndole con mucha fe y la operación fue muy bien; la recuperación ha sido estupenda y apenas le quedan secuelas, además no precisa tratamiento alguno. Luisa. Torreperogil.
En enero de 2009, mi hijo Antonio que tenía catorce años, jugando al fútbol tuvo una lesión bastante importante en su rodilla izquierda (avulsión del tendón rotuliano). El médico nos dijo a su padre y a mí que le había afectado los 45
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cartílagos del crecimiento y su pierna se vería afectada durante el crecimiento, provocándole una cojera. No se podía hacer nada hasta que el niño cumpliera los dieciocho años, pues habría pasado el periodo de crecimiento y se haría una nueva valoración. Junto con mi hijo nos encomendamos a Madre María de la Purísima de la Cruz y le hicimos su novena, pidiéndole que su pierna no se viese afectada durante su crecimiento. Después de estar dos meses escayolado empezó a hacer su vida normal. Hace casi un mes (julio 2012) mi hijo ha cumplido sus dieciocho años y su pierna ha crecido con absoluta normalidad. Agradecida a Madre María de la Purísima de la Cruz, escribo como le prometí el favor que le pedí y me concedió. Una devota.
Mi nombre es Jessica, y quiero dar gracias a Madre María de la Purísima por hacer conmigo un gran milagro. Tengo 24 años. Tenía algunas molestias y fui al médico. Todos los diagnósticos decían que podía tener cáncer de cuello de útero. Estaba desesperada y me 46
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encomendé a Madre María de la Purísima. Recé la novena con muchísima fe, pidiéndole a Madre que no permitiera que tuviera dicha enfermedad y que me diera fuerzas para afrontar lo que me estaba pasando. Como me habían puesto la Citología urgente, me la hicieron enseguida. La doctora, al ver los resultados, no salía de su asombro; me llamó enseguida para decirme que no tenía absolutamente nada, que no podía creer como había desaparecido todo sin dejar ninguna secuela pues el útero lo tenía totalmente limpio. Las palabras de la doctora fueron: Jessica ha ocurrido un milagro contigo. Y sí que ocurrió el milagro, Madre María de la Purísima me lo concedió. Jessica. Puertollano.
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