Revista Hermanas de la Cruz 02

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Sumario

1. Editorial La más poderosa de las Reinas y la más amorosa de las Madres 2. El Magisterio de Santa Ángela 3. Iconografía de Santa Ángela En mis recuerdos 4. Me gusta contarte cosas... La siguieron llamando «Madre» 5. Hablamos de ella « Tienes más fe que Abrahán» Una tarde de Mayo en Sevilla 6. Sor Ángela de la Cruz, cartas a... ... ¡¡¡ Las familias !!! 7. Testimonios Agradecimiento a Santa Ángela Madre me ayudó

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Sumario

1. En la escuela del Sagrado Corazón Devoción y espiritualidad del Corazón de Jesús 2. Sus escritos « Destellos de luz» Virgen Santísima

3. Recordando el bautismo de Madre María de la Purísima Una placa recuerda el lugar donde fue bautizada 4. Sevilla homenajea a la Beata Madre María de la Purísima dedicándole una calle «Un reconocimiento permanente a una mujer excepcional» 5. Ejemplo para los jóvenes Un encuentro para acercar la figura de Madre María de la Purísima 6. Gran intercesora ante el señor

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LA MÁS PODEROSA DE LAS REINAS Y LA MÁS AMOROSA DE LAS MADRE

LA MÁS PODEROSA DE LAS REINAS Y LA MÁS AMOROSA DE LAS MADRES Mayo es el mes de las flores. Un mes rodeado de toda la belleza natural de nuestros campos. Precisamente por esto, porque todo lo que nos rodea nos debe recordar a nuestro Creador, este mes se lo dedicamos a la más delicada de todas sus criaturas: la Santísima Virgen María, “la más poderosa de las Reinas y la más amorosa de las Madres”. Virgen Fiel, Madre de Dios, que ofreció su vida al cuidado y servicio de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Todos los santos han sido tiernos devotos de la Virgen. Ella es la Reina de los Santos. Y entre ellos está Santa Ángela de la Cruz. El amor a María aparece en la espiritualidad de Sor Ángela como una ayuda sobrenatural, 4

como un consuelo del cielo para poder perseverar en medio de una vida tan crucificada y tan sin alicientes humanos. La Virgen es para Ella no sólo modelo de perfección, sino luz y fuerza para seguir caminando en seguimiento de Jesús crucificado. Estas páginas son demasiado breves para encerrar en ellas la devoción tierna y confiada que Santa Ángela tuvo a la Virgen. Fue una de las características específicas de su espiritualidad y que ella tan bien supo transmitir a su Compañía. Esta devoción por la Madre de Dios comenzó a florecer en el corazón de Angelita, cuando aún era muy niña. Dios se valió para su primera formación


EDITORIAL

La más poderosa de las Reinas y ... del ejemplo de su madre, cristiana ejemplar, temerosa de Dios, muy inclinada a la caridad. Su ejemplar y delicada devoción a la Virgen Santísima la llevaba a celebrar solemnemente el mes de mayo en la humilde casita de Santa Lucía, donde vivían. Lo que el rocío de la mañana es para las flores del campo, eso fue la devoción a la Virgen para las virtudes de Angelita, en los años más tiernos de su vida. Cuando llega el momento de la Fundación de la Compañía, la Santísima Virgen brilla a sus ojos como estrella polar, que la guía y la conforta. Cuando detalla cómo serán las casas de la Compañía, Sor Ángela las describe como una morada seria, pobre, austera, pero en ellas habrá una pieza rica y alegre, siempre adornada como de fiesta, donde las Hermanas encontrarán paz, sosiego, alegría para su espíritu: será el Oratorio. “También se me presenta un Oratorio -escribe ella- no muy grande, con nuestra amadísima Reina en el Altar; y después, ya aquí se acabó la pobreza; todo lo más precioso y rico que pueda adquirir la Compañía lo pondrá a los pies de su Señora; y lo adornarán con flores abundantes, símbolo de las virtudes con las que estas hijas deben imitar a su Madre. Apenas abra una flor se cortará para llevarla a los pies de su única dueña, y en todas las macetas se escribirá el nombre de la Virgen…” 1

a las Hermanas la auténtica y sólida devoción a María. Es el tema favorito de sus cartas de año. ¡Con qué entusiasmo y fervor habla de la eficacia que tiene la piedad mariana para adelantar rápidamente en las virtudes propias de la vocación de Hermanas de la Cruz! Lo había experimentado en sí misma. María la conducía de su mano por los senderos del Calvario. En este amor a María encuentra ella uno de los secretos de la perseverancia de las Hermanas de la Cruz: “Es María, sí, ésta es la que después de ser nuestra Reina, es también nuestra amorosa Madre y desde hoy será nuestra Maestra y nuestras Superiora y nuestra Hermana Mayor [...] Madre mía… cuida tú, poderosa Señora de todo” 2

Quien haya visitado una casa de Hermanas de la Cruz advertirá que no son más que una copia de la que veía Sor Ángela en sus sueños de fundadora. En honor a la Madre de Dios, Santa Ángela no se cansará de recomendar

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. E. Íntimos 326 . E. Íntimos 440

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EDITORIAL

La más poderosa de las Reinas y ... Así era la devoción de Santa Ángela a la Virgen, tierna y recia, honda y sincera, alegre y serena, entusiasmada y piadosa. Un amor renovado cada día y además expresado sin interrupción, contando con Ella para todo. A la Virgen invocó constantemente, fue su refugio, esperanza y modelo.

Debemos aumentar nuestro amor a María, viviendo una devoción real y verdadera, esforzándonos por vivir como hijos suyos, acudiendo a Ella en todo momento. Es muy bonito demostrarle nuestro cariño haciendo lo que Ella espera de nosotros y recordarla a lo largo del día. Esta es la mejor manera de demostrarle nuestro amor. ¡Esto es lo que han hecho todos los Santos!

Todo esto fue María para Santa Ángela de la Cruz, Y para nosotros ¿qué es la Virgen María? Sabemos que es la Madre de Dios. ¡Tantas veces lo hemos escuchado y lo rezamos cada día que quizá ya nos hemos acostumbrado! Debido al ambiente en que vivimos y a la educación recibida, tal vez ya no nos impresiona ni nos dice nada, como sucede, tristemente, con otras verdades y misterios de nuestra fe. A fuerza de repetir las cosas, nos vamos insensibilizando. ¡La Virgen es Madre de Dios y madre nuestra! La vida del cristiano es un caminar hacia Dios: de Él venimos y hacia Él vamos. Y la Santísima Virgen nos acompaña, protege y ayuda en este camino. 6


EL MAGISTERIO DE SANTA ÁNGELA (XVI) concepción de Dios, de la ausencia de preguntas hondas sobre el hombre, de la preocupación por las necesidades materiales, etc. Pero en este análisis no faltó una reflexión hecha por el Concilio sobre los propios creyentes, llegando a esta conclusión: “También los creyentes tienen en esta situación su parte de responsabilidad. Porque el ateísmo considerado en su total integridad, no es un fenómeno originario, sino un fenómeno derivado de varias causas, entre las que se debe contar también la reacción crítica contra las religiones, y ciertamente en algunas zonas del mundo, sobre todo contra la religión cristiana. Por lo cual, en esta génesis del ateísmo pueden tener parte no pequeña los propios creyentes en cuanto que, con el descuido de la educación religiosa, o con la exposición inadecuada de la doctrina, o incluso con los defectos de su vida religiosa moral o social, han velado más bien que revelado el genuino rostro de Dios y de la religión” (GS 19).

Vivimos en el Occidente cristiano, y más concretamente en Europa, una situación verdaderamente preocupante desde el punto de vista religioso. El europeo actual, en un alto porcentaje, es una persona a la que el problema religioso le trae sin cuidado. Más en particular, es una persona a la que no le interesa lo más mínimo el problema de la existencia de Dios. Si existe Dios o no existe, es para muchos, un problema absolutamente superado. De hecho, se vive “como si Dios no existiera”. Hubo un tiempo (desde el primer tercio del siglo XX hasta tiempos más recientes) en que a Dios se le combatía de frente encarcelando o incluso matando a los que decían creer en Él. Desde la mitad de ese siglo, y con una rapidez inusitada, el problema de Dios ha pasado a ser un problema sin relevancia alguna: en la práctica de la vida diaria no interesa absolutamente nada. ¿A qué puede deberse este sorprendente cambio? El Concilio Vaticano II se hizo en su día esta misma pregunta dando una respuesta matizada a este complejo problema. Y así, habló de la incapacidad de decir algo sobre Dios, de la explicación pura y exclusivamente científica dada a todos los misterios de la naturaleza y del propio hombre, de una falsa

Pues bien, en este contexto aparece precisamente delante de nosotros Santa Ángela como un “genuino rostro de Dios y de la religión”. Ella transparentaba en toda su persona al Dios “Amor” a quien ella amaba con 7


EL MAGISTERIO

EL Magisterio de Santa Ángela (XVI)

todo su corazón y con todo su ser hasta convertirse en verdadera transparencia de ese Dios “Amor”. Dios estaba en el fondo y en la raíz de todo lo que era y de todo lo que hacía Santa Ángela. Para ella Dios era verdaderamente el “centro” de su existencia, en cuyo honor y gloria lo hacía absolutamente todo. Su vida demuestra que, cuando una persona pone a Dios en el centro de su existencia, ese Dios no sólo no la empequeñece ni la anula, sino todo lo contrario: la engrandece al darle el sentido de la propia existencia y, con él, la capacidad para crecer como persona al descubrir a los otros como otros tantos hermanos y hermanas a los que amar y servir. El hombre de hoy está absolutamente desorientado porque no sabe ni de dónde viene ni adónde va; ni porqué está aquí, ni para qué está aquí; ni sabe cuál es su origen ni cuál es la meta de su vida. No es extraño que caiga en el más lastimoso pesimismo e incluso en la más desgraciada desorientación existencial: ha perdido sencillamente el rumbo, porque ha perdido previamente la clara conciencia de su origen. La ausencia de Dios no sale gratuita ni a la persona, ni a la sociedad. Santa Ángela no sólo era plenamente consciente de su origen de Dios y en Dios, sino que al percibirlo y vivirlo como “Amor”, su existencia cobró su mayor sentido en servirlo generosamente en los hermanos. El amor de Santa Ángela a los 8


EL MAGISTERIO

EL Magisterio de Santa Ángela (XVI) demás tenía una fuente y un referente inequívoco: el Dios-Amor. Desde ese Dios se hacía constantemente la pregunta que resonó en los inicios mismos de la creación del hombre: “¿Dónde y cómo está tu hermano? Esa pregunta, insistentemente escuchada y acogida en su corazón, se convirtió en el imparable motor que ponía en marcha el pequeño ejército de Hermanas que se le iban juntando, hasta hacer de ellas mujeres dispuestas a quedarse sin comer, con tal de que pudieran comer los pobres sus hermanos.

El Dios en quien creyó Santa Ángela es un Dios activo, dinamizador de las personas, preocupado por el verdadero bien y felicidad de los hombres, engrandecedor de las criaturas por Él creadas, corresponsabilizador del hombre en buscar el verdadero y definitivo bien de todos, comprometido en construir un mundo de hermanos comenzando por los más pobres y marginados.

iba a suponer para los hombres del siglo XXI. No es eliminando a Dios y alejándose de Él como el hombre va a encontrarse a sí mismo y a los demás. Es descubriéndolo como verdadero origen y sentido de su existencia y como motor primero y principal para construir un mundo en el que el Amor sea la gran palanca de renovación en una sociedad injusta y desigual como la nuestra.

Con estos presupuestos, es posible descubrir en Santa Ángela una mujer que se adelantó en el tiempo a las pautas marcadas años más tarde por el Concilio Vaticano II como camino por el que hacer frente al desafío que el desconocimiento y abandono de Dios

Antonio Mª Calero, SDB

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EN MIS RECUERDOS FRANCISCO MANUEL RODRÍGUEZ MORALES Antes de entrar en la descripción o comentario sobre el cuadro que pinté de la Madre Santa Ángela (Sor Ángela de la Cruz) para el Convento de mi pueblo, Moguer, quiero expresar el gran cariño y admiración que siento por esta Orden Religiosa.

El cuadro tiene 190 x 130 cm, está realizado al óleo sobre lienzo, y en cuanto a su composición y contenido debemos observarlo en su conjunto, pero su estudio, tal como fue concebido lo vamos a describir por partes:

Recuerdo cuando yo tenía 7 años, la tarde del 10 de Octubre de 1949, las calles de Moguer, cercana a la calle Aceña, estaban cubiertas de ramas de eucaliptos y romero, parecía la tarde del Corpus Christi, se inauguraba el Convento de las Hermanas de la Cruz de Moguer. Acompañado de mi tía Dolores, visitamos el Convento y todas sus dependencias, pues estaba abierto al público, Moguer parecía que estaba en fiestas.

La figura de la “Madre”, es tradicional, teniendo en cuenta la documentación y antecedentes pictóricos existentes, si bien es verdad que para el tratado de la vestimenta se utilizó modelos para ser pintado al natural.

Este fue mi primer contacto con esta Orden tan querida en este pueblo, pasado el tiempo y como consecuencia de enfermedades familiares, siempre hemos mantenido el contacto y apoyo de las Hermanas de la Cruz. Por ello cuando recibí la llamada de teléfono de la Hermana Superiora, para que le pintara un cuadro de la “Madre” con motivo de “Las Bodas de Oro” de la comunidad en Moguer, no dude en contestar que sí y comencé a recabar documentación al respecto.

Pero nos queda la parte media alta, que es donde se produce más creatividad y fuerza de la composición, que la hace a mi parecer distinta en su conjunto con las otras versiones creadas. Esta parte está compuesta por un cielo que se abre para dar paso al conjunto de ángeles que avanzan para entregar a la “Madre”, la Cruz, como símbolo de sufrimiento y dedicación a los pobres, que Dios deposita en esta Santa.

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La parte lateral derecha del cuadro, también conserva algunos motivos y composición, existentes en temas pintados.


ICONOGRAFÍA

En mis recuerdos Al mismo tiempo la Cruz es símbolo del propio nombre de la Orden “Hermanas de la Cruz”. La verdad es que, aunque hace tiempo que lo pinté, me satisface y agrada, cuando me cuentan las Hermanas, que mucho de los feligreses de la Iglesia del Convento les dicen: “qué bonito es el cuadro de la Madre”. Moguer, a 25 de Marzo de 2012 Francisco Manuel Rodríguez Morales

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LA SIGUIERON LLAMANDO “MADRE” ¡Qué palabra: MADRE!, parece como que nos sale del corazón, significa tanto, encierra tanto sacrificio, tanta entrega, tanta donación…en definitiva tanto amor, que es una palabra que debería estar siempre escrita con letras de oro. A Sor Ángela la llamaban así sus Hijas, todos cuantos la conocieron y la seguimos llamando Madre los que hemos llegado tarde porque hemos nacido después de que el Señor se la llevara pero, para nosotros sigue estando presente. ¡Madre!, sí señor, y con mucha alegría que lo hacemos. Pero mira, hasta las autoridades de la Iglesia así lo desearon y lo mandaron cuando se trató de que cesara en su cargo de Madre General.

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ME GUSTA CONTARTE COSAS

La siguieron llamando «Madre» Y ahora viene lo que te quería contar: Cada vez que se celebra un Capítulo General las Hermanas eligen Superiora General, o reeligen a la anterior, pues bien, el año 1928 tocaba tener capítulo y se cuenta que en la primera votación las Hermanas reeligieron por unanimidad, nuevamente a Sor Ángela. Al haber sido reelegida ya en otras ocasiones era preceptivo escribir a Roma pidiendo autorización para que fuera efectiva su elección. Y ¿sabéis lo que pasó? Que la Santa Sede considerándola ya de mucha edad (tenía pasados ya los ochenta años), dio comunicación al Cardenal Ilundáin, pastor de la diócesis de Sevilla, que dijera a las Hermanas que no se autorizaba. Había que elegir a otra Superiora. Aquí tenemos ahora a las Hermanas llorando, triste y costándoles mucho aceptar tal decisión y, por otra parte a Madre, con una paz, una serenidad, una docilidad ante la voluntad de Dios que hacía que las capitulares, mirándole la cara comprendieran que los caminos de Dios, a veces, no son los nuestros, y por tanto se llenaron de consuelo. Lo que viene a continuación es algo que ha quedado para la posteridad. Mirad, Sor Ángela se pone de rodillas ante el representante del Sr. Cardenal, que era el sacerdote don Antonio Lorán, y besándole los pies pronunció una frase que sólo a ella se le podía ocurrir: “Dios se lo pague a Dios”. Su gratitud al Señor era enorme y así se lo manifestaba, nadie podía pagarle a Dios tal favor sino sólo Él. Frase que le salió del corazón y para nosotros es impactante. ¡Qué maravilla! Ahora viene la razón del título de esta pequeña narración. Fue elegida como Superiora General la Hermana Gloria y Sor Ángela estaba contentísima sintiéndose hija de la nueva Madre, a sus ochenta años; pero llega lo que no esperaba, porque a Dios nadie le gana en generosidad y finezas. Se recibe un escrito de Roma, firmado por el Cardenal Ragonesi, que decía: La “Madre” fundadora queda con el título de Superiora General honoraria, conserva el tratamiento, la precedencia…etc, etc., Madre Gloria y todas las Hermanas se partirían las manos aplaudiendo, seguro. ¿Qué os parece?, lo que yo digo… hasta su muerte la siguieron llamando Madre y, repito, para nosotros siempre lo será. Si alguno lo quiere mejor: “MADRE SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ” o más nuestro y cariñoso: “MADRE ANGELITA”. Luis Cornello Espina, sdb

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“TIENES MÁS FE QUE ABRAHÁN” Con esta frase, el P. Torres proclamaba el estilo y la manera de vivir la fe que tenía “Madre Angelita”. Ella atravesó durante su vida la puerta de la Fe. Una puerta que el Santo Padre nos invita a cruzar escuchando la Palabra de Dios y dejando plasmar en el corazón la gracia que transforma. Es el primer consejo que nos hace en la última carta apostólica “Porta Fidei” con la cual nos convoca a vivir un año de la fe desde el próximo mes de octubre. “Atravesar la puerta de la fe supone emprender un camino que dura toda la vida (Porta Fidei, pág 7). Y así lo fue para Santa Ángela, un camino de fe personal que ella misma le restaba importancia. Mirando hacia atrás su vida, escribe en una meditación sobre la fe del 15 de enero de 1886: “¿En qué he tenido que ejercitar la fe, si Dios lo ha hecho todo? Si parece que todo ha sido como cuando dijo: «Hágase la luz» y la luz fue hecha”. Así, en la buena tierra de la humildad de esta santa mujer, echó la fe raíces. Un camino que “Madre Angelita” fue realizando con pequeños actos de fe diarios desde sus primeros pasos en la vida espiritual y como respuesta a la llamada del Señor. Con esa fe alimentada en la oración pudo 14

discernir el plan que el Señor suscitaba en su interior ante tantas dudas, incertidumbres e inconvenientes. Una fe que como ella misma dirá “Del conocimiento de que Dios lo es todo y las criaturas la nada, nace esa fe heroica con que los santos han emprendido cosas tan difíciles y fundaciones que parecían imposible verlas realizadas”. Benedicto XVI en su carta apostólica nos recuerda la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara, la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo. ¿Dónde podemos encontrar un ejemplo de fe, sino en Santa Ángela, que le ha hecho contagiar de alegría y entusiasmo por Cristo a todas las Hermanas de tan humilde instituto? Ella les aconsejaba que viviesen siempre iluminando sus vidas a la luz de esta fe: “Sí, han visto otra vida superior a la terrena, han visto cuánta es la ventaja de los que, ilustrados por la fe, han trabajado por conseguirla y han dicho con resolución heroica: creo en Dios Padre, todopoderoso; con Dios todo lo puedo. Y así como han podido tantos que me llevan la delantera, así podré


HABLAMOS DE ELLA

«Tienes más fe que Abrahán» yo también no vivir más que la vida del Espíritu. Sí, ésa es la vida que han visto, iluminadas por la fe”. A la santa, Dios le pide una fe heroica. “La fe que actúa por el amor, se convierte en un nuevo criterio de pensamiento y de acción que cambia toda la vida del hombre”(Porta Fidei, pág 14). Ella siempre hizo crecer esta fe viviéndola como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracias y gozo. ¡Cuánto y de qué manera podemos aprender del ejemplo de esta mujer Santa viviendo una experiencia de fe madura! En el presente mes recordamos su canonización, recordemos también su experiencia de fe para saber seguir la invitación del Santo Padre durante este próximo año de la fe. “Durante este tiempo, tendremos la mirada fija en Jesucristo, que inició y completa nuestra fe: en Él encuentra su cumplimiento todo afán y todo anhelo del corazón humano. La alegría del amor, la respuesta al drama del sufrimiento y el dolor, la fuerza del perdón ante la ofensa recibida y la victoria de la vida ante el vacío de la muerte, todo tiene su cumplimiento en el misterio de su Encarnación, de su hacerse hombre, de su compartir con nosotros la debilidad humana para transformarla con el poder de su resurrección” (Porta Fidei, pág 25). Dios quiera que escuchemos atentos lo que el P. Torres le dijo a Santa Ángela en los primeros pasos de su vocación: “Necesitas la fe de Abrahán” y que, como Ella, recorramos nuestro camino de crecimiento y madurez durante este año de la Fe. P. José María Goyarrola Queralt

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HABLAMOS DE ELLA

Una tarde de Mayo en Sevilla

UNA TARDE DE MAYO EN SEVILLA La Cruz de Mayo era su favorita, sabía que si alguien la podía sacar con bien de todo, esa era la Cruz. Ella, lo que sabía es que tenía que rezar para que Él la oyera. Era una bonita mañana, la primavera estaba a punto de iniciarse, un viento mecía dócilmente los árboles haciendo que sus hojas brillaran bajo la gracia de Dios; así llamaba Ángela al sol, desde que se lo oyera decir a su madre, hacía ya muchos años. Sus ojos parpadearon y se abrieron, eran grandes y pálidos, desgastados por toda una vida de trabajo y dedicación. Sentía el alma y el corazón cansado de andar por la vida y esa tarde de Marzo de 1932, había vuelto a sentir de muy cerca, la Cruz de Sevilla. Cerró los ojos y recordó sus años vividos; Ángela soñó. La miró por un momento y volvió la cara a un lado, su mirada parecía hipnotizada. Sintió como el duende de Sevilla tenía que estar por algún rinconcillo. Y allí estaba, prendido en ella, en la casa donde nació, encalada de arriba abajo y con su reja en la ventana pintada de verde. ¡Había pasado toda una vida! 16

¿Te acuerdas Ángela? Corría el año 1862. Te afanabas en decorar el patio de tu casa cada año; en ese mes en el que las flores nacen inundándolo todo con su olor y salpican a Sevilla como un mantón bordado. Por eso, apenas llegaba abril, empezabas a comprar papel de seda para envolverla y ponerla bien bonita para ese gran día. A la Cruz le gustaba que la vistieran con papeles anaranjados, verdes, amarillos, azules, rojos… colores bonitos. En el mes de mayo florecen las zarzas y los pinos silvestres; sale la espiga del trigo y se tiñe el aire en mil colores porque… el color habla. Madre, el rosa es gracia; ausencia de todo mal. ¿Y sabe usted padre? La inocencia del blanco me transmite paz. El amarillo me gusta, es amistad y luz. El azul… tiene algo especial, expresa unión, fidelidad. Mi preferido es el rojo, el rojo es amor. A tus dieciséis abriles recién cumplidos, eras una chiquilla bella, alegre y tenías un solo deseo: “Conocer y amar a Cristo”. Años más tardes, Ángela sería rechazada en la congregación de las Carmelitas Descalzas del barrio de Santa Cruz de Sevilla; no la admitieron por temor a que no pudiera soportar las duras tareas del convento. Era una joven de cuerpo menudo y naturaleza


HABLAMOS DE ELLA

Una tarde de Mayo en Sevilla débil. En las Hermanas de la Caridad le dieron una oportunidad, incluso llegó a vestir el hábito, pero salió del convento al enfermar. Por lo menos pasabas dos meses preparándolo todo, te sentabas en la mesa-camilla junto al gran ventanal y cogías el papel cortándolo poco a poco en tiritas para hacer con él cadenetas, mantoncillos, o abanicos de filigranas. De cuando en cuando, meneabas con la badila la copa de carbón y cisco y echabas un puñadito de alhucema. Cuando el tiempo cambiaba y el calor cercano a Mayo aparecía sin avisar; entonces salías al patio y al fresquito del atardecer, te juntabas con las chiquillas de las vecinas y las animabas para que te echaran una mano. Aprovechabas esos instantes para hablarles de esa fórmula que tenías para ganar el cielo. A veces… empezabas desde el Miércoles de Ceniza en tu repaso de los materiales. Su padre, D. Francisco Guerrero, le ayudaba a colgar las macetas y guirnaldas y su madre, Doña Josefa González, le ayudaba sobre todo en la preparación de las flores, pero muchas más virtudes florecían en el jardín de su alma, porque ella supo transplantarlas al jardín del alma de su hija Ángela y crecieron con fuerza convertidas en amor. Un día, sacabas la Cruz y te entretenías largas horas quitándole los restos de flores del año pasado y raspando y raspando; desaparecería cualquier migaja de papel o cola anterior. En tu mente retumbaba una frase: “Soy de Dios y trabajaré por perder tierra para ganar el cielo”. Y desde las oscuras y tempranas horas del día, ayudada por tus hermanas; levantarías en el patio de la plaza de Santa Lucía, un altar presidido por esa Cruz, engalanada y floreada bajo dosel de lino y la familia rezaría, cantaría y bailaría bajo el madero. Ángela, con el traje de percal y las enaguas almidonadas, su pelo bien peinado y adornado con un clavel rojo; se envolvería en una toquilla y bailaría para hacer honor a su Cruz. Todos los jóvenes se volverían para mirarla. Pero Ella tenía otras miras. Los años iban pasando, Ángela deseaba, a cualquier precio, que ese día apareciera tras la cancela; que como el año anterior, él volvería y sacaría del bolsillo unas calderillas y las echaría en la bandeja de plata. Las monedas, tintineando como las campanillas del Sagrario, sería una señal de este sacerdote canario, conocido como “El santero de Sevilla”, En la Cruz de Mayo del año anterior, conoce al padre Torres Padilla, pero no habla con él, no se atreve a entablar una conversación. Lleva un año esperando este día, Ángela está segura que volverá a la fiesta de su Cruz. Esta vez ha decido adornarla de manera peculiar. No la quería ataviar como los demás años con ese papel de seda que se descoloría a los pocos días. Así que fue de casa en casa buscando las flores más bellas de los patios de Sevilla. Recogeré calas blancas y violetas moradas, la adornaré con zarzas, 17


HABLAMOS DE ELLA

Una tarde de Mayo en Sevilla pinos silvestres y espigas de trigo; con vistosas hojas de laurel, varas de nardos y ramas de naranjo; con pétalos de limón, hierbabuena y menta, con canela, con oraciones, rezos y alegría.

Las monedas tintinearon como las campanillas del Sagrario y el Padre Torres Padilla vuelve a la Cruz que Ángela ha preparado. Ella, como una chiquilla locamente enamorada, sale a su encuentro: ¡Padre, tengo algo importante que contarle! Y le propone unas reflexiones personales en las que se plantea, no vivir siguiendo a Jesús con la Cruz de su vida, sino vivir permanentemente clavada en ella junto a Él. María de los Ángeles Guerrero, a los pies de Cristo Crucificado promete vivir conforme a los consejos evangélicos y hace los Votos religiosos. De ahora en adelante se llamará Ángela de la Cruz; ya que no ha podido ser monja en el convento, será monja fuera de sus muros. Miró a la Cruz y como promesa de Viernes Santo, le ofreció su amor. Empezaron a rezar entre sombras de guitarras, palillos y palmas. Era la madrugada del 2 de Marzo, Sor Ángela despertó de un sueño en el que llevaba sumida ocho meses. Alzó el busto, levantó los brazos hacia el cielo, abrió los ojos, esbozó una dulce sonrisa, suspiró tres veces y se apagó para siempre. En su mano derecha llevaba una Cruz adornada con papeles de seda anaranjados, verdes, amarillos, azules, rojos… colores bonitos. Mª Pilar RUIZ HURTADO

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... ¡¡¡ LAS FAMILIAS!!! Abrimos con este número, un camino de lectura de las cartas y escritos de Santa Ángela. El regalo de ser sacerdote y de desempeñar de en una parroquia, también en ocasiones con -nuestras queridas Hermanas de la Cruz-, me ha muy pobremente, pero con algo de provecho, el fundadora en sus escritos.

este ministerio además las Hijas de Sor Ángela llevado a ir conociendo, magisterio de su Santa

Cuando en algunas ocasiones, a petición de las Hermanas, he tenido que predicarlas por algún motivo, he procurado “poner alpargatas” a la Sagrada Escritura o al texto del Evangelio que era motivo de nuestra reflexión, intentando encarnarlo en la vida, en nuestra vida, y en la vida de las Hermanas, con las “alpargatas de Sor Ángela”; es decir, con su facilidad para llevar la Persona y la doctrina de Jesucristo, al día a día de sus hijas y de sus comunidades, de las alegrías y los problemas de éstas. Al hacerlo, me he encontrado -no sin algo de sorpresa, debo confesarlo-, que me venían a la mente y al corazón, las vidas de “mis” matrimonios y familias de la parroquia o grupos matrimoniales a los que acompaño en la fe. Sus alegrías y sufrimientos, sus dificultades y necesidades… Y, he palpado cómo los consejos de Sor Ángela, -su experiencia de vida con sus hijas y hermanas y en los avatares cotidianos de esas “otras familias” que deben ser las comunidades de vida religiosa-, estaban llenos de luz y fuerza no sólo para “monjitas”, sino también para la vida de cualquier cristiano que tiene deseos de serlo de verdad. Y, que sus consejos y a veces exigencias a las Hermanas, son un cimiento absolutamente válido para cualquier matrimonio que quiere construir su amor y su familia, sobre “roca firme”, para que cuando llegan “las tormentas”, ese edificio maravilloso que es el matrimonio y la familia, no se venga abajo. Por eso, permitidme que, haciendo en algún momento ligeros retoques, -ligeros, muy ligeros- llevemos la sabiduría y el amor de Dios hasta nuestros hogares, de la mano de esta pobrecita joven zapatera, que tiene la habilidad de convertir en santos a cuantos se ponen a trabajar con ella. Porque, eso sí, tomarse en serio los consejos de Angelita, es ponerse a trabajar, a trabajar el crecer en el amor verdadero, trabajando el propio carácter, trabajando el 19


SOR ÁNGELA DE LA CRUZ, CARTAS A…

... ¡¡¡ Las familias!!! propio criterio, trabajando la propia voluntad… es decir, trabajar para dejar que Jesús, el Cristo de Dios, vaya transformando nuestro pobre corazón en el Suyo. Poco a poco, con Su gracia, con Su ayuda, con Su amor, y… con un poquito de colaboración nuestra. Sor Ángela nos ayuda, ¡ya lo verás!. P. Jon García Escobar, pbro.

Adaptación de la carta de Sor Ángela a las Hermanas de la comunidad de Ayamonte. Sor Ángela de la Cruz, epistolario personal. B.A.C. 16 Mayo de 1883

Alabado sea nuestro Señor Jesucristo Mi querida familia, mis queridos y amados hermanos: 1. Espero, con la gracia de Dios, que en vuestra casa habrá la misma paz y alegría que reina ahora en todas nuestras casas, gracias a Dios. Gracias a Dios, pues no me canso de darle gracias a Dios por este beneficio; que en la crisis que atravesamos… 20


SOR ÁNGELA DE LA CRUZ, CARTAS A…

... ¡¡¡ Las familias!!! Dios os bendiga y os conserve, sin otras aspiraciones en este mundo más que haceros santos y alcanzar las virtudes, haciendo la voluntad de Dios aunque sea a costa del amor propio de cada uno y de dejar a un lado los derechos de cada uno a favor de los de los demás. Gracias a Dios, repito, veo que van desapareciendo resabios de antes, y ha llegado la paz y la unión al hogar; y los defectillos que tengo que advertir son tan pequeños, que hasta se escapan de mi vista. 2. ¡Ay! mis hermanos, qué bueno es para las familias y hasta para la misma sociedad no tener aspiraciones más que a lo que sea voluntad de Dios. Si quitásemos del mundo por un día sólo siquiera este deseo desordenado, y todos estuviésemos contentos con lo que Dios nos da, y con el camino por donde nos lleve; y, además, no apartáramos de nuestra vista que merecíamos el infierno y que todo lo que no sea infierno es un regalo de Dios, entonces el mundo sería un paraíso y nuestras familias un cielo anticipado. Pero este pícaro espíritu del mundo, ese egoísmo, ese yo y siempre yo, se infiltra en esa casa de Dios doméstica que es la familia, en el matrimonio, y basta que uno de los que duermen bajo su techo respire este aire emponzoñado, para que la paz desaparezca y la mansión de los ángeles, que debe ser la familia, se convierta en un infierno; porque donde no hay paz, donde ésta falta, no tiene otro nombre. Que la vida de matrimonio y de familia, sin paz, es un infierno. 3. Pero vosotros me diréis: ¿A qué viene esto, Sor Ángela, si nosotros tenemos paz? Y yo os digo: yo tampoco sé a qué viene. Porque yo cogí medio folio para terminar pronto y no escribiros demasiado, y de pronto me encuentro con esto que mi mano estaba escribiendo. Y he dicho: ¿Qué será esto, si no tengo motivos para asustarles? Y después digo: ¿Quién sabe si servirá como un aviso para alguna trampa que el diablo esté preparando en esta familia? Lo que es verdad, mis hermanos y amigos, es que el bolígrafo ha hecho lo que yo no me proponía; ya veis que no soy capaz ni de escribir pensando ¿Qué será Dios mío, qué será? Si alguno en casa estaréis con alguna tentación y Dios lo habrá permitido para su bien, y que esto le ayude para conocerse un poco mejor a sí mismo, y para ser más fiel al amor de Dios. En fin, sea lo que Dios quiera. Vosotros sed muy buenos, muy obedientes a los mandamientos de Dios, y no os hagáis unos a otros la cruz pesada; y cuidad mucho aprovechar bien todo lo que Dios os regala o lo que permite en vuestra vida. Y pedid por vuestra pobre Madre Angelita que os quiere de corazón y os bendice desde el cielo. Sor Ángela de la Cruz

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AGRADECIMIENTO A SANTA ÁNGELA San Luis, Argentina, 20 de enero de 2012. ¡ Hola! Soy Gisela Giménez y les voy a contar mi TESTIMONIO sobre el milagro realizado por intercesión de Santa Ángela de la Cruz. En el transcurso del año 2008 a mi marido Mauricio de 23 años le fue creciendo un bulto en la axila del costado izquierdo, al cual no le dio mucha importancia. Éste fue creciendo cada vez más, en el mes de diciembre hace consulta con el Dr. y le pide unos estudios y le dice que hay que operar lo antes posible. El 15 de diciembre de 2008 a primera hora es operado y le extraen tres ganglios y uno de ellos le estaba estrangulando la vena mayor. Yo nunca había visto algo igual. Todo salió bien hasta ahí. Mandaron a estudiar los ganglios extraídos y el 18 de diciembre le diagnosticaron Linfoma de Hodgkin (cáncer linfático) con tan sólo 23 años y padre de tres niños. Tuvo que poner mucha voluntad y mucha fe. Que en ese momento de la noticia fue como que el mundo se nos venía encima, el miedo, la ansiedad y la impotencia se instalaron en nuestra casa. Yo en lo personal, por momentos perdí la fe y la desesperación me hacía enloquecer. Pero tuve que ser fuerte y dibujar 22


TESTIMONIOS

Agradecimiento a Santa Ángela una sonrisa en mi rostro y mostrarle a la familia que todo estaba bien, sobre todo a Mauricio. Jamás lloré delante de él. Siempre estaba bien para ayudarlo a continuar con esta lucha y que no se rindiera. El 16 de enero comenzó con su primera quimio cada 12 días y ahí comenzó su batalla. Fue muy duro, tuvimos que atravesar momentos muy difíciles. Siempre fuimos muy creyentes pero ahí fue cuando nos acercamos más a la Iglesia.

Empezamos a participar en familia en Misa los domingos. Yo lloraba durante toda la Misa y hasta el día de hoy me pasa lo mismo. Las quimios seguían y aunque el remedio enfermaba más, no perdíamos las esperanzas. Fue entonces cuando en el mes de mayo aparece en nuestras vidas Santa Ángela de la Cruz. Una vecina se acerca a nuestra casa y nos entrega un botecito con el aceite de la lámpara que arde en la capilla de Santa Án-

gela, donde está su cuerpo incorrupto. A partir de ese día Mauricio hacía la oración de su novena y se untaba el aceite. Cuando empezó a usarlo iba por la quimio nº 7 y el Dr. nos había dicho que depende de la evolución, la cantidad de aplicaciones. El 29 de mayo fue su quimioterapia nº 8 y nos dicen que los estudios estaban mejor y que el 12 de junio sería su última quimioterapia. Excelente noticia, sólo faltarían sesiones de radioterapia y terminaría el tratamiento. En julio del 2009 terminaron con el tratamiento. Fue un milagro y siempre voy a estarle agradecida a mi vecina y a Santa Ángela de la Cruz que no nos abandona, porque en el año 2011 aparecieron unos bulbos en el cuello de nuestra hija de 9 años y sin dudar, lo primero que hice fue untarle el aceite de Madre y pedirle mucho a Santa Ángela por la salud de mi hija. El Oncólogo dijo que había que esperar, los bultos desaparecieron y si vuelven a aparecer habrá que hacerle una serie de estudios para ver el diagnóstico. Hasta el día de la fecha no han vuelto y tengo mucha fe en que no aparecerán. Nuestro eterno agradecimiento a Santa Ángela de la Cruz. Aprendimos que aunque se torne difícil la situación, no hay que perder la fe. Los milagros existen y no estamos solos en la lucha. A todos los que padecen enfermedades, no se rindan aunque el camino tenga espinas... ¡los milagros existen! Gisela Giménez de Ibáñez. 23


TESTIMONIOS

Madre me ayudó

MADRE ME AYUDÓ Con este testimonio quiero transmitir mi experiencia con las Hermanas de la Cruz. Desde hace unos años estamos en contacto con ellas porque tenemos una sobrina Hermana de la Cruz. Todo empezó cuando mi sobrina vino por causa de la enfermedad de su padre. Estando con ella le dijimos que estábamos pasando tiempos difíciles. Entonces mi sobrina nos presentó a la superiora, le contamos el problema y nos dijo que nos ayudarían y visitarían nuestra casa. Días después dos Hermanas vinieron a visitarnos en nombre de la superiora. INFINITO el agradecimiento por toda la ayuda recibida. Pero ahí no queda todo. En uno de los encuentros con la superiora nos regaló un relicario con la imagen de Madre y yo lo puse en el salón, en un sitio visible. La verdad es que llevaba muchos años luchando con dificultades grandes en casa. No teníamos trabajo y además mi marido tenía problema con el alcohol. Cuando él se daba cuenta se llevaba un tiempo sin beber, pero luego otra vez volvía.

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TESTIMONIOS

Madre me ayudó Yo, cada vez que pasaba por el lado de la imagen de Madre, le pedía: “Madre, no puedo más, ayúdame”. No pasaba una vez por delante de su imagen, que no le pidiera ayuda. Hasta que un día le dio un dolor muy fuerte en el estómago, del que llevaba quejándose un mes, pero ese día ya no podía más y me dijo que lo llevara al hospital. Yo no creía que fuera tan grave, lo pasé muy mal. Nos dijeron que era una enfermedad muy dolorosa, pancreatitis aguda con necrosis, que estaba muy grave y no sabían si se salvaría. Nos explicaron que de 4 personas, 3 se morían y no sabían si el tratamiento le iba a hacer algo. Yo creía que se moría, pero el tratamiento lo fue tolerando muy bien y un mes después nos dieron el alta.

Desde entonces mi marido es otra persona y desde el 14 de enero de 2011, no bebe, ni fuma y tiene otra forma de pensar y de ver las cosas. Hasta tiene que tener algo muy importante para no asistir a Misa los domingos. Esto es un MILAGRO que se lo debemos a la intercesión de Santa Ángela. Tenemos en casa una imagen de Madre de 60 cm. y él se dedica a ponerle flores y la llevó a las Hermanas para que el sacerdote la bendijera. Desde aquí mi agradecimiento a Santa Ángela y a las Hermanas de la Cruz. Tere.

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EN LA ESCUELA DEL SAGRADO CORAZÓN Una de las características de la espiritualidad de la Beata María de la Purísima es la devoción y la espiritualidad del Corazón de Jesús. Dedica 23 cartas circulares al tema. Desea que se viva intensamente en las Comunidades de Hermanas de la Cruz. Sigue en esto, como en todo, a la Santa Madre Ángela de la Cruz. En su estilo sencillo y conciso vuelca todo su afán para que esta devoción se viva no como pietismo sino como piedad con grandes resonancias prácticas. Las principales son: amor a Jesucristo, reparación, centralidad eucarística, celo apostólico, caridad fraterna, fidelidad a la Regla, santidad creciente, intimidad con Dios. Una de las cartas, quizás la más extensa, la orienta a mirar al Corazón de Jesús como Maestro que enseña sobre todo “mansedumbre y 26

humildad”, algo tan característico de las Hermanas de la Cruz. La Beata María de la Purísima pertenece a esta escuela del Corazón de Jesús y ha sido muy buena discípula. Ha sabido asimilar bien sus lecciones y trasmitirlas después a las Hermanas de la Compañía de la Cruz. Una de las cartas citadas la titula “la escuela del Sagrado


EN LA ESCUELA DEL SAGRADO CORAZÓN Beata María de la Purísima

Era Superiora, Madre Purísima, en una casa de un pueblo cuando fue elegida general. Atendía con especial cuidado y su entrega característica a unas ancianitas. Las ancianitas preguntaban a las Hermanas ¿cuándo vuelve la superiora? Ellas les dijeron: ya no vuelve, la han elegido Madre General. La ancianita exclamó: pobrecita, pero cómo lo podrá hacer, si es como una de nosotras. Así se rebajó, sin mantener distancia, para servir a las ancianas, asearlas, cuidar, curarlas etc., tratándolas “como una de tantos”. Un rasgo más del corazón de Jesús, en la vida de la Beata. ¡Qué buena discípula tuvo el Sagrado Corazón en la Madre Purísima!

Corazón”. El Corazón de Jesús se convierte en Maestro y nos llama a su escuela, donde la ciencia que se imparte es lo mismo que Él lleva en su Corazón “mansedumbre y humildad”. Todos cuantos hemos tenido la dicha de conocer y tratar a la Madre Purísima no podemos menos de recordarla así, llena de mansedumbre que es serenidad, acogida amable, equilibrio, igualdad de ánimo sean cuales sean las circunstancias, a su vez también la recordamos humildísima. Su sonrisa nos transmite todo eso y su mano siempre cogida al crucifijo parece decirnos “yo no soy, no puedo nada, necesito ir de la mano de mi Cristo”. Esas manos eran unas manos movidas por el Corazón de Cristo, activas, encantadoramente serviciales, todo con su tono de humildad que cautiva enseguida.

Se percibe mucho perfume de santidad en sus cartas, sobre todo cuando miramos su vida donde cobraban realidad todas sus hermosas enseñanzas. Igualmente aprendió la mansedumbre del Corazón de Jesús. Una joven novicia va corriendo por el claustro. Madre Purísima, Maestra de novicias, la para y la corrige. La novicia no se postra ante la corrección como es costumbre en el noviciado; la Maestra se lo advierte y la sencilla e ingenua novicia responde: “ah, pero era una riña”. Corrige sin que parezca que corrige… Así siempre. Durante años. Llena de paciencia y mansedumbre con los pobres, los ancianos, los niños. Cuentan y no acaban. Escenas guardadas en el alma y el corazón de sus hijas y que recuerdan al cabo de los años con amor y admiración. Ella 27


EN LA ESCUELA DEL SAGRADO CORAZÓN Beata María de la Purísima

fue realizando su vida como discípula aprovechada de la escuela del Sagrado Corazón. En sus cartas aparecen también las dedicadas a la virgen, sobre todo con ocasión del mes de mayo, y sin ocasión. Todo termina recurriendo a la intercesión de María, la dulce Madre. Su mismo nombre revela lo que había en su corazón para la Virgen, un cariño inmenso y un ser llevada por Ella hasta Jesús ¿podría darse un santo que no fuera un enamorado de la Virgen? Quizás si, pero no sería católico y tendría un corazón muy pequeño. Nadie que lea el Evangelio con sencillez dejará de descubrir a la Virgen y de amarla. Ella lleva a Jesús. Esto lo vivió y entendió muy bien Madre Purísima. ¡Ojalá lo entendiéramos todos nosotros! Gaspar Bustos.

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SUS ESCRITOS.

“DESTELLOS DE LUZ” VIRGEN SANTÍSIMA “Ella nos precede y alienta, es para nosotras una luz y una fuerza” hizo realidad el misterio más sublime que jamás podíamos haber imaginado: la Encarnación del Verbo. (Cc. 4, p. 1518).

4. Confiemos en la Virgen, su ayuda maternal nos va a hacer vivir este ideal que hemos de mantener toda nuestra vida: “Hacer siempre lo que a Él le agrada”. (Cc. 4, p. 1519). 1. El ejemplo de la vida de la Virgen es la luz que nos ilumina, su amor la fuerza que nos mantiene firmes sin retroceder. Como Ella llegaremos a la casa del Padre felices de haber realizado nuestra peregrinación en la fe. (Cc. 67, p. 1751).

5. Que el ejemplo de la Virgen que se dejó hacer nos anime a dejarnos hacer por el Señor, es decir, abandonarnos por completo a su voluntad. (Cc. 9, p. 1534).

2. Esperó a su Hijo en oración y de ahí su vida teologal intensa; siempre, pero en esos días vivió con más intensidad una vida de fe, esperanza y amor. Si como Ella vivimos en oración, se fortalecerá nuestra fe, aumentará nuestra esperanza y crecerá nuestro amor. (Cc. 3, p. 1514). 3. La Virgen, la Esclava del Señor, con su actitud de humilde sumisión 29


VIRGEN SANTÍSIMA Beata María de la Purísima

6. La Virgen no comprendía, creyó y aceptó abandonándose en manos de Dios, fiándose de Él sin razonar. Nosotras aquí tenemos mucho que aprender. (Cc. 10, p. 1535). 7. El ejemplo de Nuestra Santísima Madre tiene mucha fuerza. Su vida tan equilibrada, tan serena en las diversas circunstancias y sobre todo en la Pasión y muerte de su Hijo, es para nosotras un modelo y un estímulo. (Cc. 68, p. 1754). 8. En la Virgen no había otro amor que el de Dios y por Dios a todos. Su corazón no estaba dividido, porque el corazón se divide cuando no se ama en Dios y por Dios. (Cc. 10, p. 1536). 9. La Virgen fue la criatura más dócil a la acción escondida y poderosa del Espíritu Santo. En Ella

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no había zonas oscuras. Todo era luz y gracia. (Cc. 11, p. 1538).

10. De Ella, vamos a aprender, en estos días, dos virtudes muy necesarias: la humildad y la disponibilidad, dos virtudes que siempre han de ir juntas. (Cc. 11, p. 1538). 11. Para Ella no contaba otra cosa sino Dios y su voluntad; se dejó llevar por Él a través de toda su vida, en medio de dificultades y oscuridades, pero totalmente confiada y abandonada en sus manos. (Cc. 11, p. 1539). 12. Pidámosle, a Ella, nos alcance luz para convencernos de lo poco que somos sin Él y no queramos llevar la iniciativa, sabiendo que nuestro papel es colaborar con la gracia, es


VIRGEN SANTÍSIMA Beata María de la Purísima

decir, dejarnos conducir por Quien nos conoce y nos ama. (Cc. 11, p. 1539).

13. “La Virgen le esperó con inefable amor de Madre…” Nosotras, a imitación suya, podemos esperarle con el mayor amor de que seamos capaces, contando con que Ella suplirá lo que a nosotras nos falta si ponemos toda nuestra buena voluntad. (Cc. 13, p. 1548). 14. Hacerlo todo, por Ella, con Ella, en Ella y para Ella. Si así lo hacemos notaremos cómo se allanan muchas dificultades, pues la Virgen siempre nos acerca al Señor. (Cc. 14, p. 1556). 15. Si miramos a la Stma. Virgen del Adviento, la vemos tan humilde, tan recogida, tan silenciosa, tan dispuesta a hacer la voluntad de Dios y tan sencilla, sin llamar la atención ni sobresalir en nada, guardando el secreto de su maternidad divina. ¡Cuánto nos enseña Ella, tan llena de gracia y de virtudes! (Cc. 17, p. 1568). 16. ¡Qué a gusto se encontrará el Señor en nuestros corazones, que con la ayuda de la Virgen hemos encendido en Su amor, con el sacrificio y el amor desinteresado a todos los que conviven con nosotras! (Cc. 20, p. 1585). 17. En este mes de mayo consagrado a la Stma. Virgen las animo a que trabajen en el espíritu sobrenatural, teniendo por “estiércol” -como dice San Pablo- todo lo que no sea Cristo; y éste, Crucificado. (Cc. 59, p. 1726). 18. Pongamos en manos de la Virgen nuestra vocación de Hermanas de la

Cruz, para que Ella nos ayude a vivirla en toda su plenitud, sin menguarle detalle alguno que lime la aspereza de la Cruz con la que nos hemos abrazado. (Cc. 60, p. 1728).

19. A Ella hemos de pedirle, todas insistentemente, que mantenga nuestro Instituto en el verdadero espíritu, sin tergiversar ni alterar el sello de la Pasión del Señor con que está marcado. (Cc. 60, p. 1728). 20. Hemos de procurar esmerarnos en obsequiar a Ntra. Stma. Madre. Ella siempre nos acerca al Señor. MADRE nos ha legado el amor a la Virgen, que en toda su vida demostró y que lo encontramos “amasado” en el espíritu del Instituto y en nuestras costumbres. Todo nos ha de parecer poco para alabarla y engrandecerla. (Cc. 60, p. 1729). 21. Trabajen por inculcar este amor en los pobres y en las niñas, celebrando el mes de mayo con la mayor solemnidad posible, sin perdonar sacrificio alguno por extender esta devoción que tantos bienes proporciona. (Cc. 60, p. 1729). 22. Ella es camino seguro y tabla de salvación; dos cosas que tanto necesita el mundo de hoy. (Cc. 60, p. 1729). 23. ¡Cuánto hemos de pedir a la Santísima Virgen nos alcance la gracia de la perseverancia en buen espíritu hasta la muerte! Es gracia tan grande que por nosotras nunca podremos conseguir. (Cc. 61, p. 1730). 24. A Ella, la Virgen FIEL, le agrada sobremanera que la obsequiemos con una gran fidelidad a nuestras Reglas, Espíritu y Carisma. (Cc. 62, p. 1733). 31


VIRGEN SANTÍSIMA Beata María de la Purísima

25. Tenemos ante nosotras el ejemplo de la Virgen para aprender de Ella. Exteriormente su vida fue muy sencilla, nada le distinguía aparentemente de las demás mujeres de su pueblo, pero interiormente ¡qué diferencia tan grande! Sus pensamientos, sus deseos, sus intenciones... todo iba dirigido únicamente a agradar al Señor, por Él sólo vivía y nada deseaba fuera de Él y su voluntad; su oración era continua, y así, su fe y su amor iban aumentando cada día. (Cc. 65, p. 1740). 26. Al volver la vista hacia la Virgen Fiel, que lo supo ser hasta en los detalles más insignificantes de su vida, recibimos un aliento, un optimismo, un deseo de seguir su camino, un camino sembrado de espinas punzantes, pero lleno de paz y de amor. (Cc. 66, p. 1743). 27. La Virgen fue fiel a su vocación de Madre de Dios y Corredentora en todo momento; en las horas fáciles y en las difíciles, en lo pequeño y en lo grande, fue fiel sobre todo en la vida ordinaria, sin brillo, monótona, oculta a los ojos de los hombres, pero muy agradable a los de Dios. (Cc. 66, p. 1743). 28. Ella supo apreciar su vocación. Es verdad, que gracia más grande no cabe en una criatura humana, pero también sabía cuánta renuncia y sacrificio le iba a imponer, por eso vivió su vocación con entusiasmo, y su fidelidad con amor. (Cc. 66, p. 1743). 29. A la luz de la fidelidad de la Virgen revisemos la nuestra, y nos 32

daremos cuenta de cuánto nos falta para parecernos a Ella. (Cc. 66, p. 1744).

30. El Papa nos propone a la Virgen como modelo de la Iglesia que recorre su mismo itinerario avanzando en la peregrinación de la fe, y manteniendo fielmente la unión con Cristo. Pero no sólo la propone como modelo de la Iglesia sino como modelo para todo cristiano, ya que todos somos Iglesia, y caminamos hacia la Casa del Padre a través del tiempo. (Cc. 67, p. 1749). 31. La vida de la Virgen fue una peregrinación en fe en medio de las distintas circunstancias y acontecimientos de su vida, la mayoría dolorosos, y Ella supo mantener fielmente la unión con su Hijo, incluso hasta la Cruz, precisamente porque vivía en fe. (Cc. 67, p. 1750). 32. Nosotras vamos a aprender de la Virgen a mantener fielmente nuestra unión con Cristo en todo lo que sea cruz, humillación, renuncia. (Cc. 68, p. 1754). 33. Nuestra vida también es una peregrinación en fe, y durante ella y en las distintas circunstancias que el Señor nos presente, hemos de mantener nuestra unión con Él al modo de María. (Cc. 67, p. 1750). 34. La Virgen sabía ver en los pequeños acontecimientos y sucesos del día la voluntad del Padre, el amor del Hijo, y la fuerza del Espíritu Santo que conducía y gobernaba su vida. (Cc. 67, p. 1750).


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35. Meditando en la vida de la Santísima Virgen vemos cuánto de humildad podemos aprender de Ella, que siendo una criatura como nosotros, es verdad que sin estas profundas raíces de malas inclinaciones, pero al fin criatura, supo corresponder a las gracias que recibió con una generosidad y fidelidad perfectas, viviendo constantemente en actitud de humilde esclava del Señor. (Cc. 72, p. 1774). 36. Ella nos precede y alienta, es para nosotras una luz y una fuerza. También como Ella, la mayor parte de nuestra vida transcurre en la monotonía, la oscuridad, la fe. (Cc. 67, p. 1750). 37. Procuren inculcar en todos los que traten y tengan confiados a sus apostolados el amor a la Virgen que tanto acerca al Señor. Enseñen a rezar el Rosario, la hora, y a invocar con frecuencia a la Stma. Virgen. (Cc. 67, p. 1750). La Virgen no comprendía, creyó y aceptó abandonándose en manos de Dios, fiándose de Él sin razonar. Nosotras aquí tenemos mucho que aprender. (Cc. 10, p. 1535).11, p. 1539).

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RECORDANDO EL BAUTISMO DE MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA En la capilla del baptisterio de la Parroquia de la Concepción de Nuestra Señora de la calle Goya de Madrid, una placa recuerda ya el lugar donde fue bautizada, hace ochenta y seis años, la Beata Madre María de la Purísima de la Cruz. Sus padres escogieron entonces para ella el nombre de María Isabel y ella, devota de la Inmaculada desde niña, le pidió a la Virgen llevar su nombre en su vida consagrada. La Virgen se lo concedió, junto con una gracia mucho más grande que la joven María Isabel le tenía encomendada: hacerse Hermana de la Cruz.

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Tras la bendición de la placa del baptisterio, el párroco de la Concepción, D. José Aurelio Martín Jiménez, presidió una misa en la que quiso agradecer la beatificación de Madre María de la Purísima hace un año y medio en Sevilla. D. José Aurelio ha seguido muy de cerca el proceso de beatificación, conoce bien a las Hermanas de la Cruz, y se nota su alegría por tener una beata entre los feligreses de su parroquia. En una homilía cariñosa y cercana, habló de la figura de Madre María de la Purísima, una vida de santidad


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fundamentada en tres pilares: la fidelidad, la cruz y el amor de Dios a los hombres. Destacó la entrega humilde de la beata a los pobres y enfermos, a ejemplo de Santa Ángela y recordando algunas pinceladas de la vida de San Francisco de Asís, otro santo que encontró la cruz en los pobres. No quiso terminar sin pedir para que llegue pronto la canonización y para que el Señor conceda a la Parroquia y a la Iglesia muchos más beatos y santos.

A pesar de que tuvimos una tarde fría y que el carnaval y sus estridencias habían invadido las calles cercanas, la iglesia se llenó. Junto a D. José Aurelio concelebraron varios sacerdotes y estuvieron ayudando los, siempre entrañables, monaguillos de las Hermanas de la Cruz. Algunas amigas de infancia de María Isabel, devotos de Santa Ángela y de Madre María de la Purísima y personas del barrio abarrotaron la Iglesia y se acercaron a la pila donde fue bautizada la beata. En un ambiente familiar y distendido se oían algunos comentarios: “a mi también me bautizaron aquí”, “yo vivía en la misma calle que ella” o “yo fui al mismo colegio que María Isabel”. Y es que Madre María de la Purísima es una beata próxima. Para algunos porque la han tratado o han vivido tiempos y lugares iguales a ella y para otros porque han reconocido en su vida una santidad cercana. Madre María de la Purísima representa una santidad difícil (muy difícil), pero alcanzable. D. Teodoro León resalta en ella la constancia inagotable en la práctica de las virtudes, en esto y no en la realización de actos imposibles o inexplicables, radica lo extraordinario de su vida. Y seguramente esté aquí también el magnetismo de su figura. Los libritos que recogen sus pensamientos, se agotan nada más ser editados, probablemente porque están llenos de consejos fácilmente adaptables a la vida de cada uno. “La humildad siempre da paz”, “haciendo el bien ganaremos siempre”, “lo humano siempre deja un vacío en el alma”, “que 35


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nuestro amor sea sin pesar, sin medir, sin contar”. Y tantos otros, son detalles de la virtud en lo cotidiano y están escritos, como era la propia beata, de forma clara y sencilla. Sin inventar nada nuevo, la vida de Madre María de la Purísima es reflejo fiel del carisma de Santa Ángela y ejemplo vivo para el Instituto de la Cruz y para todos los cristianos de que la santidad, hoy, es posible. Una imagen preciosa de la Inmaculada ocupa el centro del retablo de la Iglesia de la Concepción. La Virgen, rodeada de ángeles que portan sus virtudes, dirige su dulce mirada al presbiterio e ilumina toda la iglesia. “Si se acercan a la Virgen, ella les acercará a Dios”, decía Madre María de la Purísima. En 1944, María Isabel dejó su casa, su barrio y su parroquia para entrar como postulante en la Compañía de la Cruz. Tenía mucho que agradecerle a la Virgen y alguna promesa que cumplir. Por eso, no entró en el convento un día cualquiera, lo hizo el 8 de diciembre, día de la Inmaculada. Olga Salvat. Madrid. Marzo de 2012

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SEVILLA HOMENAJEA A LA BEATA MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA DEDICÁNDOLE UNA CALLE El arzobispo y el alcalde inauguraron el acto de la rotulación al que asistieron más de ciento cincuenta personas. El lunes 20 de febrero de 2012 quedará ya grabado para siempre en la historia de la Compañía de la Cruz, y no solo por ser el día en que se cumplió el ochenta y seis aniversario del nacimiento de la Beata Madre María de la Purísima de la Cruz, en Madrid en 1926. También esa jornada forma parte ya de la historia de Sevilla, ya que fue la elegida para descubrir una placa en la calle que lleva su nombre, muy cerca de la Casa Madre de las Hermanas y por ello de la calle Santa Ángela de la Cruz. Un año y cinco meses después de su beatificación, en un acto multitudinario y de gran fervor, Madre María de la Purísima entró por méritos propios en el nomenclátor de su ciudad adoptiva, donde pasó la mayor parte de su vida y donde siguiendo los pasos de Sor Ángela entregó su vida por sus hermanos con la humildad y la pobreza por bandera.

El 20 de febrero fue un día grande para el Instituto y se vivió con intensidad y emoción, con la sencillez que caracteriza todas las actividades de las Hermanas. Desde casi media hora antes de la hora elegida para la inauguración la calle se fue llenando de público, que no quiso perderse el acto aunque era día laborable. Entre los presentes estaban devotos de Madre María de la Purísima, como Juanita, Trini e Isabel, de la Hermandad del Rocío de Sevilla, ancianas de la residencia que junto al convento tienen las Hermanas y también un numeroso grupo de niñas. No sólo las internas y acogidas en la Casa Madre sino, además, las alumnas de los cursos de 5º y 6º de Primaria del Colegio de las religiosas. Las niñas, antes de que se iniciara el acto, entraron en la iglesia de San Juan de la Palma para cantar el Himno de Madre María de la Purísima ante la Virgen de la Amargura, imagen que cada año en su salida procesional lleva en la saya la corona de la Madre General, que subió a los altares el pasado año. 37


HOMENAJE A MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA Beata María de la Purísima

la Amargura, José Luis del Pueyo Ortiz, de los Gitanos, José Moreno, y de los Javieres, Maruja Vilches, delegada también de Sacramentales del Consejo, así como la delegada municipal del Casco Antiguo, Amidea Navarro, y el director de Fiestas Mayores, Rafael Rivas.

La calle que lleva el nombre de la Beata enlaza la calle Viriato, a la altura de la calle Amparo, justo frente a la capilla de la Divina Pastora, con el ensanche donde confluyen San Juan de la Palma, Feria y Regina. De hecho se han colocado dos placas una frente a la puerta lateral de San Juan de la Palma y en el edificio contiguo a la Casa de los Artistas, y la otra frente a la capilla de la Pastora, que es la que se descubrió en el acto y tenía en el suelo una alfombra. Junto a las Hermanas que acudieron al acto en representación de la Madre General de las Hermanas de la Cruz, Sor Reyes de María, se encontraba la familia de Madre María de la Purísima representada por su cuñada, Mercedes Ojembarrena, su sobrina Olga Salvat Ojembarrena y su marido, Mario Cervigón. Además de los delegados diocesanos para la Beatificación, Luis Rueda y Francisco Muriel, asistieron el presidente del Consejo de Cofradías, Adolfo Arenas, el vicepresidente, Carlos Bourrellier, y también los hermanos mayores de 38

Un gran aplauso coronó el momento en que la placa fue descubierta. Luego el alcalde, Juan Ignacio Zoido, señaló que era un día grande para los devotos de Madre María de la Purísima ya que Sevilla cuenta con una calle con su nombre en el nomenclátor. Se refirió a las gestiones que habían realizado los delegados de la Beatificación, la Hermandad de la Amargura y colectivos de vecinos de la zona y señaló que “una vez más Madre María de la Purísima concitó voluntades en su entorno”, y que fueron gestiones “discretas, como a ella le gustaba que se hicieran”. Comentó el alcalde que las Hermanas de la Cruz estaban agradecidas por la prontitud y destacó que con la rotulación había una persona también agradecida, refiriéndose a la delegada del Casco Antiguo, Amidea Navarro, que tanto cariño tiene a Madre María de la Purísima y a las Hermanas. Explicó Zoido los motivos del merecido acto: “Esta calle es un homenaje a una persona excepcional y buena que dejó huella tras una vida sencilla. Hoy Sevilla hace justicia a Madre María de la Purísima. Ella se merece esa distinción y Sevilla la lleva en el corazón”.


HOMENAJE A MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA Beata María de la Purísima

El arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, bendijo la calle, el rótulo y a los presentes, y en nombre de las Hermanas de la Cruz pronunció unas palabras de agradecimiento al Ayuntamiento “por el gesto tan noble de reconocer las virtudes de Madre María de la Purísima”. Señaló que la fecha elegida era el aniversario del nacimiento de la Beata “que nos recuerda con su ejemplo que Cristo ha de ser el único fin de nuestras vidas”. El arzobispo dijo que todas las personas que pasen por la calle recordarán a Madre María de la Purísima y su ejemplo de vida. Explicó que Madre María de la Purísima no fue famosa ni inventó nada: “Es distinguida por su virtud, su caridad eximia y su santidad. Pertenece a una congregación que ama a Sevilla y que Sevilla lleva en el corazón porque atiende a los más humildes y pobres de los sevillanos”. Agradeció de corazón al Ayuntamiento “el gesto tan noble de reconocer las virtudes y méritos de Madre María de la Purísima ya que en una sociedad tan secularizada dar una calle a una monja puede ser algo políticamente incorrecto. Agradezco este gesto de valentía y libertad”. Señaló también que las Hermanas de la Cruz nos recuerdan “los valores que dan sentido a la vida, entrega a Dios y entrega a nuestros hermanos” y destacó que la calle supone “un reconocimiento permanente a una mujer excepcional”.

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HOMENAJE A MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA Beata María de la Purísima

A la una del día tuvo lugar en la capilla de la Casa Madre una misa de acción de gracias que presidió el arzobispo y en la que concelebraron el delegado diocesano de la Beatificación, Luis Rueda, y el confesor de las Hermanas, José Marín. Olga Salvat, la sobrina de Madre María de la Purísima, leyó las lecturas. El templo estaba lleno de fieles que quisieron acompañar a las Hermanas de la Cruz en un día tan hermoso. En la homilía monseñor Asenjo dio gracias a Dios que puso en las mentes de los ciudadanos el proyecto y la iniciativa de solicitar la rotulación y señaló cómo el Espíritu dio fuerza al alcalde y la Corporación para llevarlo a cabo. Explicó que la vida de la Beata, como los diamantes más preciosos, tiene múltiples caras y perfiles y centró su disertación en la virtud de la humildad, recordando como en su pastoral del 18 de septiembre de 2010 dijo que la humildad “es característica de Santa Ángela de la Cruz y el patrimonio más preciado de la Congregación”, humildad humillada necesaria “para progresar en la vida espiritual y tener vida interior” en este mundo en el que solo importa el figurar y el brillar y el tener es más que el ser. Explicó el arzobispo que todo viene de Dios y todo lo hemos recibido de él: “qué fundamento tan firme nuestra nada para vivir la humildad de corazón” y destacó como frutos de la humildad, que debemos vivir con radicalidad, el crecimiento de la vida interior y la fraternidad, ya que sus consecuencias son la paz y el sosiego

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interior: “Pidamos a Madre María de la Purísima que ella que fue un alma humilde nos ayude a vivir esta virtud”. Finalizó la homilía felicitando a las Hermanas de la Cruz porque la sociedad civil, con la calle, ha reconocido los méritos extraordinarios de Madre María de la Purísima, aunque “Dios la ha premiado mucho más que los hombres porque Dios premia con las virtudes y la gloria”.

Al finalizar la Eucaristía monseñor Asenjo alabó al coro que cantó la misa y el himno de Madre María de la Purísima: “Da gusto escucharlo. Une propiedad, técnica y unción religiosa. Las letras tienen hondura teológica y la música es preciosa”. Gloria Gamito


EJEMPLO PARA LOS JÓVENES El pasado sábado, diez de febrero, tuvo lugar el encuentro de jóvenes de la diócesis de Sevilla en el colegio Claret. Asistieron aproximadamente unos doscientos jóvenes. El encuentro comenzó con una oración en la que estuvo presente el Sr. Arzobispo junto a sacerdotes y seminaristas. Tras esta oración, los participantes se organizaron en tres grandes grupos para así iniciar la sesión denominada POR EJEMPLO. En ella se exponen la vida de tres santos contemporáneos. En distintos talleres se presentaron, a Juan Pablo II, Chiara Lubich y a Madre María de la Purísima como santos actuales y ejemplos de vida para los jóvenes. La dinámica propuesta para acercar la figura de Madre Purísima a los que allí se habían congregado consistió en una presentación con imágenes, en la que se exponían datos biográficos puntuales que hacen vislumbrar su vida de santidad. A continuación, distribuidos en equipos con ayuda de unas preguntas, se reflexionó sobre su vida y cada joven plasmó en un mural con una palabra o una frase lo que le había interpelado de la figura de la Beata. Y así se expuso: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra” y el 20 de febrero de 1926 María Isabel sacó al mundo una sonrisa. Madre María de la Purísima:

Juan Pablo II Chiara Lubich

“No contar, no medir, no pesar”. En contraposición a lo que el mundo nos ofrece, tenerlo todo calculado, una vida programada para que todo vaya según nuestros planes, Madre nos plantea una vida desde Dios, aceptando su voluntad y confiando en su divina providencia; y podemos pensar…en mis planes, en mi proyecto de vida ¿dejo cabida a la voluntad de Dios? ¿Acepto lo que Dios va permitiendo en ella? “Dejar lo mucho por el más”. Sabemos que María Isabel procedía de una vida acomodada y, sin embargo, para ella tuvo mucho mas valor entregar la vida a Jesús siguiendo un camino que no agrada a nuestra naturaleza humana, el de la Cruz. Nosotros, ¿ponemos a Dios por encima de todo? ¿Qué nos puede más? El tener, el aparentar, el vivir según nuestros caprichos… ¿Qué lugar dejamos a Dios en nuestra vida? Fue bautizada en la Parroquia de la Concepción, en la calle Goya de 41


EJEMPLO PARA LOS JÓVENES Beata María de la Purísima

Madrid. Creció en una familia cristiana que se preocupó de su formación humana y religiosa, y que la puso en marcha para que ella hiciera su propio camino. Hizo su primera comunión un 24 de mayo, día de María Auxiliadora. Guardó celosamente este momento y lo acogió como el tesoro más valioso, lo cuidó de tal forma que ya pasado los años se supo que no pasó ni un solo día sin dejar de comulgar. Sus padres se llamaban Ricardo Salvat Albert, natural de Málaga y Margarita Romero Ferrer, madrileña. María Isabel Salvat (Beata María de la Purísima) Ella fue la tercera de ocho hermanos y allí donde estaba María Isabel se agrupaban todos, y para ellos tenía una sonrisa que reflejaba paz. Transmitía esa serenidad de un alma que vive abandonada en Dios, era cotidiano oír decir a las personas que conversaban con ella, la paz que transmitían sus palabras y su presencia. Nos falta tanta paz, vivimos tan rápidamente y preocupados por tantas cosas superficiales y banales que no dejamos que nuestro interior se apacigüe. La serenidad que vivió María Isabel no fue superficial, brotaba de lo más profundo, que era su intimidad con el Señor. Quizás a nosotros nos falte oración para intimar con aquel que nos espera, nos ama y quiere llenarnos de su paz. Recibió su formación en el colegio de la Bienaventurada Virgen María de Madrid, dirigido por las religiosas Irlandesas. Era muy inteligente, prueba de ello fueron sus calificaciones. Todo matrícula de honor, y el dominio de varios idiomas. En ella no hubo vanagloria por ello, pasaba como una más. Fue una chica popular. La palabra popular en nuestros días se relaciona con ser guapa, con tener poder, con ser “guay”, ser el mejor en algo concreto. En la vida de María Isabel la popularidad fue por su calidez humana y sencillez. Realmente todos estamos creados para amar y ser amados y cuando alguien nos mira profundamente, nos demuestra su afecto y se preocupa porque nos encontremos bien, atrae toda nuestra atención. Y qué decir de la sencillez ¿Hay algo más encantador que una persona sencilla? Sorprende conocer que una chica como ella, con sus cualidades y posibles fuera natural. A nosotros nos cuesta eso de pasar como uno más, sin dejar claro quién soy, qué tengo, cuál es mi opinión o parecer, mis conocimientos…no vaya a ser que parezca que somos menos que los demás. Creció, maduró y se convirtió en una mujer muy bien formada capaz de vivir una vida socialmente llena de satisfacciones, afianzada por su pertenencia a una familia de altos recursos.

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EJEMPLO PARA LOS JÓVENES Beata María de la Purísima

mejor es que nos hemos encontrado con nosotros mismos. Cuando somos capaces de encontrarnos con nuestro yo más íntimo ante Jesús, descubrimos su voluntad y nos ponemos en camino para realizarla, sin ninguna duda estamos dando lo mejor que podemos ofrecer de nuestra persona. Todo por amor. Ella como María, hizo vida las palabras que pronunció la Virgen al ángel Gabriel: “Hágase en mí según tu palabra”. El amor a los pobres había anidado en su corazón de tal forma que deseaba compartir con ellos toda su vida. Desde muy joven sintió un fuerte deseo por vivir pobre, deseaba compartir la pobreza que sus hermanos padecían. Ella junto con unas amigas visitaba a familias en situaciones desfavorables para aliviarlas dentro de sus posibilidades. Admiraba el espíritu de Santa Ángela de la Cruz y en su corazón crecía el deseo de formar parte de su patrulla. “Hacerse pobre con los pobres para llevarlos a Cristo”. Sorprende que aunque María Isabel tenía un deseo fuerte de entregar su vida a Jesús haciéndose pobre, no conocía a las Hermanas de la Cruz. Ella supo cultivar ese fuerte sentimiento, y Dios le marcó el camino, sucediendo que una tarde llegaron a su casa dos Hermanitas pidiendo limosna para los pobres y ocurrió el “flechazo” tuvo claro que esa vida respondía a sus inquietudes mas profundas. ¿Y nosotros? ¿Estamos atentos a los acontecimientos con los que Dios va marcando nuestra vida? Experimentaba una llamada fuerte de Jesús y tuvo que elegir, cambió lo mucho que tenía por lo que le ofrecía Jesús. Cuando se elige lo

La santidad de una sonrisa, era su semblante habitual, serena y con una sencilla sonrisa. Ingresó en la compañía de las Hermanas de la Cruz el 8 de diciembre de 1944, recibió el nombre de María de la Purísima de la Cruz. Todas las Hermanas cambian su nombre, según el deseo de Santa Ángela para que no hubiera distinción, todas iguales y con un único apellido “de la Cruz”. Madre Purísima, no solo dejaba atrás el apellido, sino todas las posibilidades que podía alcanzar una chica de su clase, bien formada y se

Jóvenes escribiendo las frases que más le han impactado sobre la figura de Madre María de la Purísima

lanzó a vivir humildemente una vida escondida, bajo el carisma de la cruz. Supo sufrir con el que sufría y hacer suyas las alegrías y los triunfos de los demás. Quizás sufrir con el que sufre sea más llevadero, porque por naturaleza 43


EJEMPLO PARA LOS JÓVENES Beata María de la Purísima

sentimos compasión, pero alegrarse de los triunfos de los demás nos cuesta, ya que incide en nuestro amor propio. Vivía la entrega con radicalidad, decía: Una entrega de nuestros planes, de nuestros gustos, de nuestro parecer, una entrega que es olvido de nuestro yo. Ese es el don que Dios quiere y que se merece. ¿Qué más da una cosa que otra? Lo que importa es Él, yo nada. Viva con alegría esta entrega. Se percibe de forma clara cómo Madre ha ido dando paso a Dios en su vida y se cumplen en ella las palabras que pronunció San Pablo: Ya no soy yo, es Cristo quien vive en mí. Cuando nos acercamos a la vida de las Hermanas, nos sorprendemos de cómo pueden con tanto trabajo, sacrificio, oración, cuidados a los enfermos…Madre Purísima nos da la clave: ¿Qué sería de nuestra vida sin la presencia de Jesucristo en la Eucaristía? Es para nosotras la fuerza de nuestro existir. Estuvo destinada en diversas ocupaciones en el Instituto de la Compañía de la Cruz: Superiora, Maestra de novicias y por último Madre General. Su humildad llega a tal extremo que tras el nombramiento de Madre General, una de las ancianas que cuidaba llegó a decir: “¿Ella va a poder con ese cargo?, si es como una de nosotras”. Este testimonio es prueba de cómo Madre cuida a las ancianas, atiende a los que sufren de igual a igual. Ella podría haber ayudado desde su vida burguesa, pero eligió sufrir con el que sufre. Y nosotros cuando prestamos ayuda ¿desde dónde lo hacemos? Como Madre General durante 22 años es fiel reflejo del espíritu de la fundadora Santa Ángela de la Cruz. “De lo poco, poco”. Vivió los cargos que ocupó como servicio a las Hermanas, sin importarle los cambios. Es conocido que un año de transición entre Maestra de novicias y Madre General, desempeñó el oficio de ayudante en la cocina del colegio, ¡con que espíritu vivió este acontecimiento! para años mas tarde dejar testimoniado en sus escritos que fue de los años más felices en su vida religiosa. En sus últimos momentos recibió la enfermedad como un regalo de Dios en código de Cruz. La Hermana enfermera relata que cuando la ve morir se da cuenta que había vivido con una santa. Que la vida de santidad es la de alabanza y reverencia a Cristo en servicio a los más pobres, que por ejemplo había llevado Madre María de la Purísima. Ni un ápice de sufrimiento reflejó en los momentos más duros de su enfermedad, su vida de renuncia y sacrificio, trabajo de toda una vida, le hacen padecer la enfermedad de forma heroica. La figura de madre: serena, sonriente, de elegancia natural, con un sentido del humor finísimo nos anima a cultivar las inquietudes que Dios ponga en nuestro interior para dar lo mejor de nosotros mismos, cumpliendo su divina voluntad. Ella, nos animaría a serles fieles a Dios, deseaba que todo el mundo abriera el corazón al amor de Cristo para hacer de la vida, lo que Dios quiera de cada uno de nosotros y así lo dejó escrito: Sea lo que sea, pase lo que pase, cueste lo que cueste…siempre fiel. Esperanza Galindo 44


GRAN INTERCESORA ANTE EL SEÑOR Queremos agradecer con estas líneas a Madre María de la Purísima, el gran milagro que nos ha regalado. Desde bastante tiempo atrás, los médicos nos daban totalmente por descartado el que pudiésemos tener un hijo de forma natural, sin embargo, por la oración y tras encomendarnos a ella, ha intercedido por nosotros y hace unos días nos han dado la mejor noticia que podíamos recibir. En unos meses, si Dios quiere, seremos padres. Todo un milagro el que el Señor, por intercesión de Madre María de la Purísima, ha obrado en nosotros. Por la experiencia, os recomendamos que cada vez que tengan algo que les inquiete, cualquier problema, para cada situación en sus vidas, o simplemente para dar gracias, oren, pídan con fe y sinceridad, con insistencia, de corazón… Ella os aseguro que nos escucha e intercede por nosotros. Unos devotos de Carmona

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GRAN INTERCESORA ANTE EL SEÑOR Beata María de la Purísima

Quiero manifestar un suceso que considero un verdadero milagro por los comentarios de los especialistas que lo atendieron. Una tarde, cuando volvíamos de dar un paseo, ya en la puerta de casa, mi marido sufrió un mareo y cayó de espaldas sobre la acera dándose un gran golpe en la cabeza que motivó además de la pérdida de conocimiento una gran brecha de la que manaba mucha sangre. Él está enfermo de corazón con una operación de tres by-pas y suma muchos cateterismos y stens por lo que, entre otras muchas medicinas, toma sintrom y plavix para combatir los posibles coágulos, lo que hacía más complicada la situación. Llegada la ambulancia fue trasladado al Hospital de Valme, donde le hicieron las primeras pruebas y comprobaron que su problema era neurológico y allí no podían atenderlo por lo que lo mandaron al Hospital Virgen del Rocío donde sí existían especialistas en Neurología. Tras las correspondientes pruebas detectaron un coágulo en el cráneo que ponía en peligro su vida, hasta tal punto de no poder ser trasladado a la Clínica Santa Isabel de la que dependemos hospitalariamente. A la mañana siguiente vine a mi casa por ropa y otras cosas que me hacían falta; una Hermana de la Cruz que había presenciado la caída me dio una estampa de Madre María de la Purísima, me encomendé a ella y la coloqué junto a él todo el tiempo. Al cabo de unos días fue llevado a la clínica anteriormente citada 46

completando un total de 17 días de estancia en los dos sitios. Cuando le dieron el alta para poder volver a casa, el especialista que lo atendía hizo un comentario en el sentido de que no entendía cómo se estaba vistiendo para salir de la clínica, extrañado de la recuperación que había tenido y yo le indiqué que habíamos tenido una mediadora especial. Pilar Merchán. Lebrija.


GRAN INTERCESORA ANTE EL SEÑOR Beata María de la Purísima

Mi nombre es María José, la mamá de la familia Ruiz de Castroviejo Martín compuesta por cuatro miembros. A comienzos del verano de 2011, mi hijo Saúl de tres añitos enfermó de la noche a la mañana. Su problema se salvó y no tendrá consecuencias futuras, pero ha sido muy angustioso para toda la familia. Su cuerpo se defendía destruyendo los glóbulos rojos, lo que le provocaba una anemia muy importante que se tuvo que tratar urgentemente. Pasó por tres transfusiones y cuatro hospitalizaciones. Los hematólogos probaron dos tratamientos, pero ninguno de ellos funcionó. En el momento que más desesperada podía estar, María Luisa, una compañera de mi madre, me trajo reliquias de Madre María de la Purísima. Antes de comenzar con el tercer tratamiento, que no había sido probado antes en niños, y para esta patología en concreto, le pasé la reliquia por todo su cuerpo con toda la fe que pude, rogándole a Madre María de la Purísima que me lo cuidara y me lo protegiera. Mi oración fue escuchada y milagrosamente mi hijo mejoró. Gracias a ella hemos vuelto a escuchar sus risas descontroladas, sus locas carreras por el parque, a dormir en casa todos juntos… todo gracias a ti, Madre. Estuviste en el cabecero de la cama del hospital casi tres meses y seguirás en mi corazón mientras tenga vida. También quiero agradecer a María Luisa su preocupación por mi niño y a las Hermanas de la Cruz que seguro rezaron por él. Gracias de todo corazón. María José.

Por todas las gracias recibidas a esta familia de Oviedo enviamos un donativo para el proceso de Canonización de Madre María de la Purísima. Deseamos de todo corazón sea pronto Canonizada. Le tenemos gran devoción. Juli y Pepe – Oviedo. Teniendo a mis hijos con problemas, una amiga me dio la novena de Madre María de la Purísima y me puse a hacerla. Todo se solucionó y agradecida envío una limosna para el proceso de Canonización. Siempre la llevaré en mi corazón. Ela Jiménez – Oviedo. 47



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