Revista Hermanas de la Cruz nº 8

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Sumario

SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ

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1. Editorial............................................................................................................................................................ 4 - Enseñanzas de Santa Ángela para vivir nuestra Fe 2. El Magisterio de Sor Ángela (XXII) .................................................................................. 8 3. Para hacer Oración: Alma de Cristo (de San Ignacio de Loyola).....10 4. Iconografía de Santa Ángela...........................................................................................13 - Santa Ángela de la Cruz y una promesa en forma de acuarela 5. Me gusta contarte cosas... ...................................................................................................15 - Diez Años 6. Sor Ángela de la Cruz, cartas a... ................................................................................17 ...Las Familias 7. Hablamos de ella ............................................................................................................................ 19 - Una oración para salvarse - Sor Ángela en la hora de los testigos 8. Testimonios ................................................................................................................................................23 - A Santa Ángela de la Cruz

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Sumario

BEATA MARÍA DE LA PURÍSIMA Página

1. Espiritualidad de Madre María de la Purísima...............................................27 - La santidad de cada día - Tu fe, “Ruta de Luz” para nuestro mundo 2. Sus escritos “Destellos de Luz” ............................................................................................34 - Oración 3. Testimonios ................................................................................................................................................. 38 - Recordando su Beatificación - Aniversario de la Beatificación de Madre María de la Purísima de la Cruz 4. Gran Intercesora ante el Señor........................................................................................46

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ENSEÑANZAS DE SANTA ÁNGELA PARA VIVIR NUESTRA FE Como mucho sabréis en este año se ha cumplido, el pasado 4 de mayo, el 10º aniversario de la canonización de Santa Ángela y el 5 de noviembre el 31º aniversario de su beatificación. También este año hemos vivido un gran acontecimiento, muy importante, para todos los católicos, un año Jubilar de la Fe. Si es verdad que los santos nos comunican sus luces y su fervor, pedimos desde ahora a Santa Ángela que su santidad ilumine nuestra entrega en un acto de fe profundo. La fe es el puente entre lo eterno y lo terrenal, entre la providencia y el poder de Dios y nuestra necesidad. ¿Dónde está el motivo de nuestra falta de fe en su Divina Palabra? ¿Qué nos impide a nosotros obtener todas las bendiciones que Dios nos ofrece? Lo impide solo el orgullo. Las promesas de Dios son gratuitas y seguras. La invitación a disfrutarlas es fuerte y constante. El poder de Dios está cercano y disponible. Por lo tanto el problema no está en las promesas, o en la invitación o en el poder de Dios, sino en nuestra falta de humildad para recibir de Él lo que nos ha prometido. El orgullo y la fe en Dios, no pueden convivir juntos. La fe y la humildad tienen una misma raíz. Así que tendremos una fe sana en Cristo si tenemos verdadera humildad. Mientras que el orgullo permanezca en nuestro corazón, tendremos certeza y seguridad en nuestro entendimiento, pero el orgullo nos impedirá tener la fe viva, la que mueve el poder de Dios. 4


EDITORIAL

Enseñanzas de Santa Ángela para vivir nuestra Fe

El núcleo de toda verdadera fe es la humildad. Santa Ángela nos puede ayudar mucho a vivir esta virtud porque fue una mujer humilde. Ella vivió en la fe y caminó en la fe porque le ayudó mucho su humildad. De ella podemos aprender a penetrar en el fondo de nuestro corazón y descubrir que el único camino para encontrarse con Dios es el camino de la humildad, la sencillez y la transparencia. Hablando de la fe nos dice: “Huyamos de nosotras mismas, de nuestra imaginación, de nuestro “yo” que tanto nos humaniza; y vivamos de la fe que nos diviniza”.1 Se da cuenta Santa Ángela que cada aliento de orgullo que desprendemos, incluso el más secreto y oculto, está lleno de voluntad propia, confianza en nosotros mismos, interés personal, y son parte del “yo”, que nunca suele poner a Dios como centro. La fe busca siempre la gloria de Dios. Santa Ángela, también la buscó siempre, a lo largo de toda su vida. Decía en sus escritos que Dios era el TODO y ella era la nada. Amaba la humildad en grado extremo, y para ella era medicina de todo mal y una gran ayuda para buscar sólo la gloria de Dios. 1

Un tesoro en Vasija de Barro. Escrito Íntimos, Cartas y Pensamientos de Santa Ángela de la Cruz. Roma 1997

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EDITORIAL

Enseñanzas de Santa Ángela para vivir nuestra Fe Así lo escribe a sus hijas: “La humildad es la medicina de todos los males, la que cura todas las heridas, la que endulza todas las penas, la que nos hace caritativas para ser todas para todos; la que nos hace que nos ocultemos buscando el último lugar, no buscándonos a nosotras mismas sino la gloria de Dios; y entonces es cuando se ganan las almas”. “Que nuestra mirada espiritual se acostumbre a ver nuestros defectos y miserias, y nos haga convencernos hasta la evidencia que somos nada, Así echaremos cimientos en la humildad”1.

Santa Ángela tenía esa humildad que la llevaba a ser y a verse “nada” delante del Señor. Tenía esa humildad que buscaba sólo la Gloria de Dios y nada para ella. Si hemos ido reflexionando ante los escritos de nuestra Santa, comprendemos que tenemos que cambiar el rumbo de nuestra fe. Ella buscó primero el humillarse bajo la poderosa mano de Dios y Él la exaltó a Su tiempo. Que nuestro deseo y ferviente oración sea como el de Santa Ángela: Humillarnos con Él y como Él. Aceptemos alegres lo que nos lleva a más humildad ante Dios y los hombres. Así se lo aconsejaba nuestra Santa a todas sus hijas: 1

Un tesoro en Vasija de Barro. Escrito Íntimos, Cartas y Pensamientos de Santa Ángela de la Cruz. Roma 1997

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EDITORIAL

Enseñanzas de Santa Ángela para vivir nuestra Fe “Todas queremos subir, aunque de palabra digamos queremos bajar. Pues si tantas ganas tienen de subir, les voy a proporcionar una subida muy honrosa y que en nada perjudica, es la del Calvario. Subamos a la cima, que en ello no hay peligro; allí encuentran la más profunda humillación, las más grande pobreza y el más acerbo dolor. Estas son las subidas que no perjudican y a las que debemos aspirar. Trabajemos en imitar a esta divino Maestro, que sólo buscó la elevación de la cruz para que la humillación fuera más pública”1. La muerte de nuestro “yo” no depende de nosotros, no es obra nuestra, es la obra de Dios. Sin Él no podemos nada. Cuantas veces la causa del fracaso en la vida espiritual, de muchas de nuestras oraciones, de intentos de cambiar y ser buenos católicos, de nuestra superficialidad…, es el orgullo con el que nos movemos en nuestra vida. Aceptemos alegres lo que nos lleva a más humildad ante Dios y los hombres. No hay otra cura más eficaz, para el deseo que tenemos de buscar la gloria de los hombres, antes que buscar la Gloria de Dios. De esta manera, además de vernos libres de buscar nuestra propia gloria, también estaremos contentos y alegres de no ser nada y que Dios lo sea TODO. Así lo hizo Santa Ángela, que dio ejemplo de FE y HUMILDAD. Mientras más se humillaba su Fe era más fuerte, más auténtica, más sana. El argumento más claro del amor de Dios que tuvo Santa Ángela, fue sin duda su Fe fuerte y su amor a la Humillación. “Con la fe harás cosas grandes en orden a tu santificación y de tus prójimos y si es preciso andarás por las aguas sin ahogarte, porque con la fe todo se puede”. “¡Oh humildad, qué felices haces a los que te poseen! Dichosos los que desprecian tierra para ganar cielo. Sed muy humildes y alegrarse de ser las últimas en la tierra, y serán las primeras en el cielo”1. Terminamos acudiendo a la intercesión de Santa Ángela con estos propósitos de vivir con fe y humildad, amando a Jesucristo. Dejar que Él entre en nuestra pobre barca y tome posesión de nuestra alma como Dueño y Señor. Hay que confiar plenamente en Él y manifestarle con nuestras obras, que la barca es suya; que disponga a su antojo de todo lo que nos pertenece.

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Un tesoro en Vasija de Barro. Escrito Íntimos, Cartas y Pensamientos de Santa Ángela de la Cruz. Roma 1997

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EL MAGISTERIO DE SOR ÁNGELA (XXII) Uno de los grandes amores de Santa Ángela fue la Eucaristía. Se podría incluso afirmar que Jesús, en el sacramento de la Eucaristía, fue el “corazón” mismo de su espiritualidad. Ya antes de ser Fundadora la asistencia diaria a la Eucaristía en el jerónimo Convento de Santa Paula, no muy lejano de su casa, era un momento decisivo que marcaba cada día su jornada. No es de extrañar, pues, la premura que se dio, junto con sus primeras compañeras, para que en la pequeña habitación de la calle San Luis, donde nació el Instituto, el Señor Sacramentado ocupase un lugar de honor dentro de la más estricta pobreza. Como tampoco es de extrañar la preocupación personal, dejada al Instituto como rica herencia, de que en lo referente a la Eucaristía no se reparase en gastar lo que hiciera falta, para que este divino Sacramento estuviera rodeado, no sólo de impecable limpieza, sino de auténtico lujo en ornamentos, vasos sagrados, flores, velas, luces: todo le parecía poco cuando se trataba de la Eucaristía. Estas manifestaciones externas eran simplemente proyección de su encendido amor personal a Cristo en el Sacramento de la Eucaristía como lo evidencian estas palabras: “Bendito sea el Santísimo Sacramento, donde nos unimos con nuestro Dios; nos recreamos en su santo amor; donde encontramos las dulzuras de la virtud, el alivio de todas las penas, el remedio de todos los males, la dicha completa en esta vida y la felicidad de los hijos de Dios”. Es esta una tradición que sus hijas no sólo han conservado, sino que han enriquecido de forma notable, en plena línea con las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Efectivamente, este Concilio hablando de la Eucaristía, al tiempo que la 8


EL MAGISTERIO DE SOR ÁNGELA (XXII)

presenta como “fuente y cumbre de la vida cristiana”, afirma que “significa y realiza la unidad del Pueblo de Dios”, que “en la Eucaristía queda unida toda la fraternidad cristiana”, que “renueva la Alianza de Dios con los hombres” y, muy especialmente, que “nos hace convertirnos en aquello mismo que recibimos, es decir, en cuerpo de Cristo”. Son afirmaciones que es necesario profundizar no sólo porque nos remiten a la gran Tradición desde los primeros siglos de la Iglesia, sino también por las serias consecuencias que de ellas es preciso sacar para la propia vida personal y para la construcción de la comunidad cristiana. El Concilio Vaticano II, en efecto, volviendo a esa misma Tradición de la Iglesia, nos ha presentado la Eucaristía en una perspectiva y bajo unas claves totalmente dinámicas y de compromiso cristiano. Por otra parte, al comulgar, hay que hacerlo desde el profundo convencimiento de que nos encontramos con una Persona: con la Persona misma de Jesús. De ahí, la necesidad de estar profundamente concentrados en este encuentro especialísimo. No tendría sentido recibir a alguien en nuestra casa y ponernos a ver en la televisión una película o un partido de futbol como si allí no hubiera llegado nadie. Con el sentido práctico y realista que siempre distinguió a Santa Ángela, enseñó a sus seguidores que “este divino Sacramento no es sólo para los perfectos; porque entonces, ¿quién se atrevería a acercarse a la divina mesa? Es para que los débiles se hagan fuertes, para que los pecadores se justifiquen, para que los enfermos sanen, los caídos se levanten. Es para fortalecer a todos y ayudarles a caminar por el camino recto y seguro que nos conduce a nuestro fin”. Pero hay que superar lo que podría llamarse el “automatismo de la Eucaristía”, es decir, creer que por el solo hecho de comulgar comenzamos a ser mejores de forma “automática”. La Eucaristía, sí, es pan de vida, sacramento de salvación, viático para el camino, fortaleza de los débiles, amor que purifica nuestros corazones, pero siempre a condición de que nosotros pongamos de nuestra parte lo que Dios espera de nosotros. Los dones de Dios -y la Eucaristía es don por excelencia-, piden correspondencia libre y responsable por parte del hombre. Si nosotros no aportamos la parte que nos corresponde, la Eucaristía queda sencillamente ‘bloqueada’ en nuestra vida. De hecho, no es extraño encontrar personas que confiesan que, a pesar de comulgar frecuentemente, están siempre en el mismo lugar, no se mueven, no adelantan espiritualmente, no superan determinados aspectos defectuosos de la propia vida cristiana. Y es claro que esta situación no puede achacarse a la Eucaristía en sí, sino a la falta de compromiso por parte del comulgante. Si se cuenta con la aportación del que comulga, se cumplirá plenamente aquella admirable intuición de San Agustín: “Cómeme y verás, que no serás tú el que me conviertas en ti, sino que seré yo el que te convierta en Mí”. Antonio Mª Calero, SDB. 9


PARA HACER ORACIÓN: ALMA DE CRISTO

(DE SAN IGNACIO DE LOYOLA) en los miembros del Cuerpo de Cristo que sufren. En el sufrimiento, Cristo sufre contigo, aparentemente también en silencio. Pero no está en silencio, está en ti, haciendo lo mismo que hizo el Viernes Santo. Sufrir y poner todo su Corazón en contacto de amor con el Padre. En tu dolor, en tu angustia, no estás solo, Cristo está en ti, invitando a tu alma a que no se abandone a la lógica del mal, que quiere separar los corazones de Dios. Cristo, en tu sufrimiento llora en ti para que tu reces y pidas, como Él en la Cruz: ¡Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu!

...Continuación Alma de Cristo, santifícame / Cuerpo de Cristo, sálvame / Sangre de Cristo, embriágame / Agua del costado de Cristo, lávame / Pasión de Cristo, confórtame / Oh buen Jesús, óyeme / Dentro de tus llagas, escóndeme / No me permitas que me separe de ti / Del maligno enemigo, defiéndeme / En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a ti / Para que con tus ángeles te alabe por los siglos de los siglos / Amén.

¿Me lamento de mi situación o me uno realmente al Señor? ¿Veo mi mal como una oportunidad para acercarme más a Dios? ¿Veo en la Pasión el remedio a mi dolor?

Pasión de Cristo, confórtame: No sé si ustedes han tenido mi experiencia. Cuando alguien muestra en público alguna dolencia o dificultad, inmediatamente, antes que preocuparse por su salud, surge alguien que comenta su estado de salud, que por lo general es más duro, más complicado, más horrible. El Señor no hace nada de eso. El Señor, en Su Pasión no se queja, no comenta el dolor, sino que en silencio, como oveja ante el esquilador, queda mudo. Ofrece y se une al Padre. La Pasión de Cristo es el cúmulo del mal del mundo. Lo repetimos en la Santa Misa, al mostrar la Hostia decimos: ¡Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo! Todo el pecado del mundo se concentro en la tarde del Viernes Santo. Hay quienes dicen que fue breve, que hay suplicios más largos, pero esa concentración de dolor perdura todavía

Oh buen Jesús, óyeme: En un momento determinado Jesús dijo a sus Apóstoles: “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré” En esta promesa, San Ignacio construye su oración. ¿Como no va a oír el Señor tus oraciones, si Él mismo está deseando que descanses en Él? San Ignacio es maestro de vida espiritual, y sabe que cuando tenemos algo que nos angustia, el contarlo a alguien de confianza, nos permite desahogarnos, nos permite abrirnos a quien nos puede ofrecer una ayuda, nos puede dar la verdad de lo que estamos viviendo. El problema de hoy es que hay pocas personas en las que verdaderamente 10


PARA HACER ORACIÓN: ALMA DE CRISTO (DE SAN IGNACIO DE LOYOLA)

podemos descansar, porque tememos ser traicionados, y que lo que ha sido secreto pueda amplificarse por las azoteas. Sin embargo, Jesús, ya sea en el Sagrario, ya sea en el sacramento de la confesión o en la dirección espiritual, o en la guía de quien tiene autoridad, nos oye, y no permanece impasible. ¡Qué necesitamos personas que oigan! Porque el acto de oír es un gesto de amor, de paciencia. Oír implica gastar tiempo, vida, atención en lo que otros te cuentan. Y si uno oyese a personas importantes,... quizá valdría la pena. Pero el Señor escucha a los pobres, a los humildes, a los que tienen la sencillez de confiar en Él. A los que no solo van a vomitar sus quejas, sino que se abren a escuchar lo que Él dice. ¡Como nos agotamos en las relaciones cuando alguien solo habla y no deja que le hablemos! Es verdad, ¡Señor! iOh buen Jesús, óyeme!, pero también Háblame! ¡Dime palabras que puedan sanar mi corazón! ¿Tengo miedo a contar a Jesús mi vida, mis problemas, mis alegrías? ¿Dejo que Él intervenga en el momento de la oración, o lo que hago es un monologo, hablando yo y no dejando hablar? Dentro de tus llagas, escóndeme: Tras el pecado, Adán y Eva, al escuchar a Dios, que paseaba por el jardín, se escondieron. Trataron de ocultarse, de evitar la mirada de Dios. Eso es algo tan común en nuestra sociedad. Creemos que escondiéndonos de Dios tenemos licencia para hacer lo que queramos, y luego las consecuencias las pagamos. La primera es el sufrimiento, la soledad, el rencor, la soberbia... ¿Quién nos puede librar de eso? ¿Es posible la justicia en este mundo? Unos soldados, representantes de la violencia del mundo, atravesaron la Carne de Cristo para clavarla en la Cruz. Y su costado también quedo abierto para certificar que el condenado moría antes que llegara el Sábado. Sin embargo, a los tres días, esas llagas fueron el acta notarial de la Resurrección. y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Las dudas de Tomás, 11

también se disiparon cuando pudo meter los dedos en las llagas de las manos y la mano en el costado. Desde entonces, hay un lugar donde el hombre puede esconderse, refugiarse para superar el miedo, el sufrimiento, el dolor, la angustia, la muerte, y llenarse de la nueva vida en Cristo. Para recibir la alegría verdadera no hay nada como acogerse a la Caridad de Cristo, y poner en Él todos nuestros afanes. La Victoria del Crucificado se comprueba en las huellas que dejo el aparente triunfo del mal, sin embargo, ese mal ya no puede hacer más daño que el de alejarnos de ese amor de Cristo. Pero si somos perseverantes, si nos metemos dentro de Su


PARA HACER ORACIÓN: ALMA DE CRISTO (DE SAN IGNACIO DE LOYOLA)

Cuerpo, dentro de la Iglesia, las heridas quedarán sanadas. ¿Me refugio para ocultarme de Dios o me oculto en Dios para defenderme del mal? ¿Trato de vencer al mundo con mis fuerzas o cuento con la debilidad de Cristo, que es más fuerte que la fortaleza de los hombres? No me permitas que me separe de ti: “Quien crea estar de pie, cuide no caer”, con este realismo hablaba San Pablo a los Corintios. La voluntad de los hombres está dañada por el pecado original. No somos capaces de afrontar un compromiso duradero. Hoy más que nunca las palabras “para siempre” dan un vértigo terrible. Todo es caduco e inestable. y así es sin el Señor. Lo único que es estable es Él, porque ha vencido ya la barrera de la corrupción. De la muerte. Cristo fue fiel al Padre, y esa es la gran victoria. Si yo no puedo mantenerme en la fidelidad, puedo al menos recurrir a Él. Sin embargo, puedo “usar” a Cristo como remedio, para que tenga aguante, para que pueda apretar los dientes en los momentos difíciles, y luego, cuando pase la tormenta, de nuevo hacer lo que crea conveniente. O bien, puedo vivir en Él. San Ignacio es de la segunda opinion. Cristo no es una ayuda que me permite afrontar las

dificultades, no es “cargador de pilas”. Cristo es Dios, y Dios es amor eterno. Lo que el hombre necesita es vivir en Él, o mejor dicho, dejar que Él viva en mí. Él no me abandona, pero yo sí puedo escaparme, por eso, San Ignacio nos invita a rezar: “No me permitas que me separe de ti”. Es muy parecida a la oración secreta que rezan los sacerdotes antes de la Comunión. Si tú me dejas, Señor, soy capaz de lo peor. Solo si tú no me dejas, podré un día hacer algo de tu agrado. Dios no violenta la conciencia del hombre, le deja espacio para que ame en libertad al Señor, pero es un acto muy razonable el pedir al Señor que no permita separarnos de Él. ¿Quiero al Señor hasta el punto de que, consciente de mi pecado, quiera seguir queriéndole? ¿Tengo miedo a separarme de Dios? ¿Crees que puede llegar el día que llegue a negar a Dios? Ramón Valdivia Giménez Seminario de Sevilla Continuará...

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SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ Y UNA PROMESA EN FORMA DE ACUARELA Quiero transmitir a todos ustedes, con estas letras, mi historia con Santa Ángela de la Cruz. Todo comenzó cuando vine al mundo, según dice era un bebé muy hermoso, con un aspecto muy saludable, pero no fue así y poco a poco comenzó mi calvario. El primer signo se presentó claro: no admitía lo que comía. Mis padres me llevaron al médico, me hicieron pruebas pero no vieron nada, no salió nada anómalo; les dijeron que era un bebé completamente sano. Conforme pasaron los años la lucha diaria de mi madre era que me alimentara correctamente, lo cual no era fácil para ella y sufrió mucho. Seguía con los mismos problemas digestivos, hacer la digestión me dolía, y aprendí a convivir con ellos aunque veía que lo que me pasaba no era precisamente normal. En el colegio veía cómo mis compañeras jugaban y merendaban mientras yo no tenía nunca ganas de comer. Siempre que me sentaba a la mesa, cuando volvía a casa, era un suplicio. El tiempo pasó, y cuando estaba estudiando Bellas Artes en la Universidad empecé una etapa de fiebres y malestares. Ello me llevó de nuevo al médico, quien me hizo análisis y pruebas de todo tipo pero, de nuevo, no salía nada fuera de lo normal. Después mejoré un poco. Cuando terminé con la carrera no tuve más remedio que volver otra vez a consulta porque me encontraba peor, físicamente con menos peso, más delgada, me faltaban las fuerzas y me volvió la febrícula. Me vieron varios especialistas y en una de las pruebas, una radiológica, parece que salió algo pero no le dieron mucha importancia. Poco después di con un médico en 13


ICONOGRAFÍA DE SANTA ÁNGELA

Santa Ángela de la Cruz y una promesa en forma de acuarela el Hospital Infantil que, a vista de los resultados de las pruebas diagnósticas, optó porque era necesaria una operación quirúrgica. En 2001, sin diagnóstico certero, me operaron sin saber muy bien qué se iban a encontrar. Tras la intervención el dictamen era que tenía un pinzamiento aortomesentérico desde mi nacimiento, lo cual estaba impidiendo que mis digestiones fueran normales ya que la salida de mi estómago se había ido estrangulando conforme había ido creciendo. Los médicos no se explicaban cómo había vivido tantos años así; afortunadamente poco a poco me fui recuperando del paso por quirófano. Unos años después comencé a encontrarme otra vez mal aunque en la última revisión me dijeron que todo iba perfectamente. En ese momento fue cuando se me ofreció la posibilidad de visitar el Convento de las Hermanas de la Cruz. Fui con toda mi familia. Una monjita, la Hermana Florentina sabía que yo estaba enferma, me dijo que la acompañara y me llevó a la celda de Santa Ángela de la Cruz. Fue el día 14 de febrero de 2003, fecha que no se me olvidará jamás. La Hermana Florentina me tumbó sobre la cama de la madre fundadora y allí, en ese lugar y en esa posición, viví un momento muy emocionante para mí. En ese instante le prometí que si me curaba la pintaría en un retrato. Recuerdo perfectamente cómo salí: con una paz interior que nunca antes había tenido. Desde entonces Santa Ángela forma parte de mi vida. Después de esta visita mejoré un poco sin embargo al año siguiente volví otra vez con los problemas digestivos que creía ya olvidados, acompañados de nuevo de pérdida de peso. No podía negar que según pasaban los días me encontraba peor. Fui a un nuevo médico especialista, quien me dijo que tenía que volver a operarme. A principios de 2005 estaba, por segunda vez, tumbada en la camilla de un quirófano: la intervención anterior había revertido. Lo pasé muy mal porque estaba extremadamente delgada, sin fuerzas, pero gracias a Dios me fui recuperando poco a poco. Pinté, como prometí, a Santa Ángela de la Cruz en acuarela el 13 de mayo de 2005; desde entonces la tengo colgada en mi dormitorio y cada día que pasa le doy las gracias porque sé que es ella la que me ha ayudado a salir adelante. Siempre formará parte de mi vida. Beatriz Barrientos Bueno

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DIEZ AÑOS ¡Qué suerte tuve, entré a visitar a Madre en su capilla y no había nadie! Un mirlo blanco, diría yo. Pues es raro que, en las horas en que está abierta la puerta del convento, no haya nadie con santa Ángela y la capilla esté solitaria. Pero, qué bien se reza así. ¿Sabéis de qué me entraron ganas? pues de ponerme cantar, de cantar aquello de: “cumpleaños feliz” pero no lo hice porque temía que las Hermanas que me escucharan me tomaran por loco. No era el aniversario de cuando nació ella, pero sí recordé aquel día en el que el Santo Padre Juan Pablo II la canonizó en Madrid el 4 de mayo de 2003 y… haciendo la cuenta, en el año 13 en el que estamos se han cumplido DIEZ AÑOS. Para toda la Iglesia, para la Compañía de Hermanas de la Cruz, pero también para mí que tuve la suerte de presenciar el momento solemne en que fue proclamada SANTA, fue un día importante y feliz. En la Plaza de Colón, aunque pasando un poquito de calor, estábamos todos bendiciendo a Dios y dándole gracias porque, una sevillanita tan sencilla y humilde como sor Ángela había sido encumbrada por Él al honor más alto, nada menos que, como SANTA, a los altares del mundo entero. Recuerdo lo ancianito que estaba el Papa, al Rey, las autoridades, la multitud y, sobre todo, a mis queridas Hermanas de la Cruz que, en gran número, se habían desplazado a la capital de España acompañando a la Madre General. Yo pensaba: esta es nuestra meta, no que nos canonicen, pues esto sólo lo conseguirá Madre María de la Purísima y alguna Hermana más (aunque si por mí fuera tendríamos el santoral lleno de Hermanas de la Cruz), sino que, sencillamente, como diría sor Ángela: “que seamos santos”, así de sencillo. Jesús a eso nos anima. 15


ME GUSTA CONTARTE COSAS...

Diez Años Diez años en los que la hemos podido visitar en su altar, y rezarle, y darle gracias porque siempre estuvo con nosotros, primero en vida, después viva para nosotros en su cripta a donde acudíamos a visitarla, aunque no la veíamos pero sabíamos que estaba allí y, ahora viva para nosotros en su capilla y en nuestro corazón. Por eso, recordando todo esto, me entraron ganas de cantar, aunque no tengo buena voz, el “cumple años…” y, si no lo hice fue por timidez o discreción, pero si hubiera estado acompañado de los niños de mi colegio, sí que lo hubiéramos hecho, por aquello de que a los niños todo se les perdona, pero yo sí que lo fui canturreando por todo el camino de vuelta a casa. El año que viene, que serán ya ONCE, a lo mejor pido permiso a las Hermanas para que ellas hagan como que no se enteran y yo pueda cantar sin que se asuste nadie. Felicidades Madre o mejor, felicidades para todos nosotros que te tenemos. Con mi gratitud para todas las Hermanas de la Cruz. Luis Cornello Espina, sdb

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...LAS FAMILIAS Retomamos la doctrina de Sor Ángela, que quizá con cierto atrevimiento, por tener que retocar algunas palabras, hemos ido haciendo. Al proponerme las Hermanas, escribir sobre el espíritu de su Santa Madre en esta revista a ella dedicada, pensé en vosotros, las familias, porque varias veces había utilizado sus cartas en retiros con familias y laicos en las parroquias por las que he pasado, comprobando qué adaptable y que actual es, y sobre todo cuanto bien nos hace a todos su enseñanza. Sacerdote u Obispo, monja de clausura o de vida activa, matrimonio o familia, el corazón humano es siempre el mismo en riquezas y pobrezas, y el camino del Amor de Dios y de la santidad, aunque en “zapatos” diferentes, transcurre por la misma vereda para todos: el Jesús Cristo de Dios que nos habla y enseña en el Evangelio, que nos acompaña y alimenta en el Sagrario y la Eucaristía, que nos perdona y “hace nuevos” en sacramento de la confesión. Los santos, con su vida y doctrina, como nos enseñó reiteradamente el Papa Benedicto XVI, son los más evidentes y acreditados interpretes del mismo. Y esto es también así en Sor Ángela. Pido disculpas si a alguien le parece un “atrevimiento” el retoque de algunas expresiones o la adaptación realizada. Si duda, tiene razón. ¡Lo es! Pero el bien que contiene la doctrina de “Madre” para todos los estados de vida, me lanza a “ser un atrevido”. Por otro lado, los santos y su doctrina, desde la Canonización por la Iglesia, dejan de ser patrimonio “exclusivo” de unos pocos, para ser luz, camino, amigos y maestros seguros para todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Pido también una disculpa por la ausencia de este apartado en la revista anterior, un verano plagado de compromisos pastorales, de un largo retiro espiritual y de un traslado en el destino pastoral me dejó sin los medios y el tiempo necesario para hacer esta pequeña aportación. Por favor, recen siempre por los sacerdotes. Por los de su parroquia o pueblo y por este pobre. Bendición. P. Jon García, pbro. Centro de Espiritualidad y Santuario Nacional del Corazón de Jesús Valladolid 17


SOR ÁNGELA DE LA CRUZ, CARTAS A...

...Las Familias

ALABADO SEA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Mi querida y amada familia: (Sor Ángela va citando el nombre de cada hermana de la comunidad de Carmona, y hoy lo hace con el de cada miembro de vuestra familia, en un amor y ternura personal por cada uno) Animaos mucho y no tengáis miedo a nada. Sacrificad, por amor de Dios y el de unos por otros en casa y por vuestros hermanos los pobres, vuestros ratos de descanso, vuestra vida y vuestra “sangre” [porque a veces “nos cuesta sangre hacerlo”] hasta derramar la última gota en obsequio del amor de los unos con los otros. Mirad que ser esposos, padres, hijos, hermanos, es ser mártires del amor, [dar la vida también cuando nos duele, por amor]. Si en casa vivís así, si cada uno en la familia lucha consigo mismo por amar de este modo a los otros, ¿quién se quejará?, ¿quién estará triste?, ¿quién dirá no puedo más?, ¿quién? ¡Ninguno, Dios mío! Porque si nuestra miseria [nuestros defectos, pobrezas, carácter, pecados] nos acobarda algunas veces, como conocemos lo que Tú nos pides, nos proponemos, con Tu ayuda Señor, serte fieles amándonos hasta la muerte. Así espero que lo hagáis todos. Y después me perdonaréis, pues ya sabéis que porque os quiero os digo estas cosas, porque no deseo otra cosa que vuestro crecimiento como cristianos, que es crecer en felicidad y amor verdaderos. Y os doy la bendición de corazón, en los purísimos [corazones] de Jesús y María. Angelita de la Cruz

Carta de Santa Ángela a la Comunidad de Carmona, 4 de noviembre de 1880 ADAPTACIÓN DE SU ENSEÑANZA EN CLAVE DE MATRIMONIO Y FAMILIA P. Jon García, pbro.

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UNA ORACIÓN PARA SALVARSE La enseñanza religiosa es una gran obra y por ello la Iglesia Católica la defiende frente a todos los que la quieren barrer de España. La enseñanza de la religión y moral católica forma a buenos ciudadanos capaces de distinguir la verdad de la mentira y dotados de la fuerza moral para optar por el bien y la justicia, es decir, quienes hayan cursado bien la religión y moral católica no se habrán perdido nada de lo que el Estado ofrece subsidiariamente a quienes opten por las enseñanzas verdaderamente no confesionales. Los valedores de la ética universal pueden estar tranquilos. Tal ética va incluida y fundamentada en la fe católica que, como expresa Mons. Juan Antonio Martínez Camino (Obispo Auxiliar de Madrid y Secretario General de la Conferencia Episcopal Española), no desea imponerse a nadie pero que aporta vigor propio a la configuración del sujeto moral y al pleno desarrollo de la personalidad.

parte, que estas personas se formen y, por otra, que se arrepientan de sus pecados, pidan perdón a Dios y mueran en gracia no cabe duda que se salvarán y eso no se pierde nunca. El interés que ponen por ayudar y asistir al prójimo abrazando cada día nuestra propia cruz es la obra de caridad más eficaz y más apostólica de todas las que pueden hacer. Y esto, además, no sólo a través de obras materiales sino también pidiendo por ellos como humildes esclavas, tal y como Santa Ángela les enseñó. Si la oración es eficaz, si la oración es infalible en algo es cuando se pide por un necesitado y moribundo. La fuerza de la oración es impresionante. Sólo hace falta una condición para que resulte eficaz: que se pida lo que conviene,

Buen ejemplo de ello lo encontramos en nuestras Hermanas de la Cruz y reflejado en su continuo quehacer diario enseñando y asistiendo al más necesitado, al pobre y enfermo abandonado, pues si logran, por una 19


HABLAMOS DE ELLA

Una oración para salvarse resultado del todo eficaz para salvarse, sobretodo al practicarse en el momento o punto central de la Misa, pues ésta es la repetición de la Muerte de Cristo en la Cruz, es decir, en el instante de la elevación de la Sagrada Forma o al elevar la Sangre de Cristo en el Cáliz y diciendo “Señor Mío y Dios Mío (…)”, como acto de fe evangélico y sin olvidar, como afirmaba San Alfonso María de Ligorio, que tendría poco sentido que ayudásemos a otros y nos condenásemos nosotros mismos.

porque si se pide algo que no conviene Dios, naturalmente, no atiende nuestras peticiones. Y frente a ello una dificultad: que la otra persona quiera. Si dicha persona no quiere no habría nada que hacer, porque Dios no salva a nadie contra su voluntad. Pero es evidente que si las Hermanas de la Cruz o este humilde redactor de esta reflexión moral y cristiana piden y rezan para un necesitado, pobre, enfermo o moribundo ese aumento de gracia es infalible. Quizás esa persona no la acepte o rechace pero pedimos un aumento de gracia para todos y Dios seguro que les da esa gracia al pedirse por algo bueno y conveniente.

Quien pide por su salvación y la de los demás se salva. Hoy por los de hoy, mañana por los de mañana y pasado por los de pasado mañana, porque sólo se es feliz si eres útil al prójimo y más si ayudas a su salvación, pues no es feliz el que busca con avidez satisfacer sus instintos, sino el que hace el bien a los demás ya que lo que se hace por amor no cuesta trabajo alguno.

Por lo tanto, gracias a esa oración e intercesión a todos a quienes les llegue el momento de su muerte recibirán este aumento de gracia y si bien, como he dejado dicho, algunos la rechazan a otros les aprovechará y al recibirla se salvarán gracias a la oración, pues a pesar de haberles dado Dios gracia suficiente al recibir este aumento ha

Fdo. J. Raúl Calderón y Peragón Magistrado

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SOR ÁNGELA EN LA HORA DE LOS TESTIGOS Al terminar el Año de la Fe podemos preguntarnos cómo ha crecido o de qué modo ha sido revitalizada en nuestro cotidiano vivir. Son importantes estas llamadas de atención de la Iglesia sobre un aspecto de nuestra vida cristiana y eclesial, pero sabiendo en todo momento que lo cotidiano u ordinario es proporcional a lo extraordinario. Sor Ángela que en casi todo se nos revela como una indiscutible Maestra (aunque sin título) advierte que lo verdaderamente importante es la constancia y el trabajo diario. Y estas pautas no sólo las refiere a las tareas u obligaciones que todos tenemos sino a esa otra importante dimensión de nuestra vida que es la identidad cristiana o la vida del espíritu.

Pero por otra parte vemos que hay cristianos, incluso jóvenes, que quieren vivir con ilusión y determinación su propia fe, aún cuando observamos que hay gentes, incluso entre los cristianos, que viven como apagados, aburridos, descontentos... Y quizás éste sea un privilegiado momento para seguir anunciando que es la hora de los testigos, el momento de los que se mantienen fieles, el tiempo de la entrega generosa pero visible y convencida. Por eso se nos habla de continuo sobre la Nueva Evangelización.

Es cierto que nuestra sociedad y los valores que ella propugna en muchos casos ni coinciden ni se parecen a los que emanan de las enseñanzas del Evangelio. A esta situación solemos llamarla: nadar contra corriente. Y ello no nos resulta nuevo porque desde el mismo Jesús, pasando por los discípulos, la misma Virgen María y una interminable lista de mártires, confesores, predicadores, pero sobre todo los muchos cristianos anónimos que han sabido mantenerse firmes en la convicción de su fe, en la adhesión a Jesucristo y en la fidelidad y obediencia a la Iglesia nos lo demuestran hasta el día de hoy. Y bien sabemos que no es fácil, ni lo fue en otros tiempos ni lo es ahora.

Los que viven sujetos a la enseñanza evangélica y a la fidelidad eclesial han recorrido con profundidad su camino de fe, aunque no falten dificultades. Por eso hemos de seguir animando a los creyentes para que reemprendan con alegría su propio camino de fe y de salvación. Sor Ángela sintió un llamada personal a seguir las huellas de Cristo y a vivir siempre en el país de la cruz. Y 21


HABLAMOS DE ELLA

Sor Ángela en la hora de los testigos se sintió extranjera en un mundo que no reconoce a Dios, que prescinde del valor salvador y redentor de la Cruz, y que no concede a todo hombre la verdadera dignidad de ser hijo o hija de Dios. Su amor o entrega a los pobres no es sino una consecuencia de su adhesión a la radicalidad evangélica. Su austeridad, pobreza y vida oculta no son más que un estilo de estar en el mundo, pero en aspiración permanente al venidero. Su Instituto es sólo un recuerdo constante del momento crucial de Jesús en la Cruz, por la cual llega al mundo y a cada hombre el fruto de su salvación.

de Jesucristo y lo sigue propagando a través de sus hijos, unas veces en forma anónima o silenciosa y otras con notable visibilidad. Con toda seguridad, las dos son importantes y necesarias. Sor Ángela se nos presenta hoy también como mujer de Cruz, de Evangelio, de los pobres y como hija de la Iglesia. Su luz y testimonio deben animar a muchos a proseguir este camino de entrega y generosidad, un camino en donde la fe es importante pero imprescindibles las obras. Que cada uno desde su condición de cristiano y de su vocación en la Iglesia se deje inspirar por el testimonio de Sor Ángela e impulse todo deseo en el propósito de la Nueva Evangelización.

Hoy el mensaje no ha cambiado; puede que cambien los modos o que cambiemos las personas, pero la Iglesia sigue siendo portadora del mensaje

J. Domínguez Serna Franciscano

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A SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ Quisiera contar mi historia acerca sobre la fe que tengo en Santa Ángela. Yo no tenía mucha fe en los santos y pensaba que no podrían ayudarme o hacer milagros. Pero todo fue distinto al verla a ella; algo cambió en nosotras, en mi hermana y en mí, pero sin embargo no sabemos que fue. Tengo que decir que somos de un pueblo que se llama Sabiote, Jaén. Hace 8 años a mi padre le dieron 2 horas de vida y gracias a Santa Ángela lo tenemos con nosotros estupendamente, muy mayor pero en perfecto estado de salud. Yo soy creyente pero la verdad es que a los santos no les pedía casi nada, los respeto pero yo era más de Dios y la Virgen. Un día mi hermana nos apuntó a mis hijas y a mí a un viaje a Sevilla con la hermandad del Cristo de la Expiración, para hacer una excursión turística y ver iglesias. Nos llevaron a ver a Santa Ángela y no puedo explicar lo que sentí, pero era una fe ciega. Las monjitas nos dieron a cada persona un botecito de aceite, y al poco tiempo de hacer ese viaje a mi padre le dio una parada intestinal. Mi madre en la desesperación le dijo al médico que le cortaran un trozo de tripa y le pusieran una bolsa y el médico le dijo: “Señora, todavía no hay transplantes de intestinos y háganse a la idea de que a su marido le quedan sólo 2 horas”. Imagínense como nos quedamos, pero de pronto me acordé del aceite que nos dieron las monjitas y le dije a mi hija la pequeña, que tenía 8 años, y era la mano más inocente, que le diera con el aceite en la barriga unos masajes. Yo hice la novena y al compañero que tenía a su lado le pasaba lo mismo. Su esposa me dijo que ella era creyente y por favor que si yo quería que mi hija le diera también a su marido. Al día siguiente, por muy extraño que parezca mi padre y el compañero querían ir al baño; se salvaron. Los médicos no se lo creían porque unos días antes un hombre más joven que mi padre pero con los mismos síntomas murió. Esto pasó en el mes de mayo de 2004; muchas personas no creerán que esto se debe a un milagro por falta de fe o por otras circunstancias, pero para

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TESTIMONIOS

A Santa Ángela de la Cruz

mi forma de pensar y mis creencias religiosas, mi padre se recuperó gracias a nuestra fe en ella y hoy día seguimos disfrutando de él. Gracias. M.S.H.

GRACIAS MADRE. Hace ya más de 5 meses que mi marido y yo recibimos la mejor de las noticias. Nos comunicaron que estaba embarazada un 23 de Octubre de 2012. Hace años que queríamos ser padres y tras muchas idas y venidas con los médicos, nos confirmaron que de manera natural sería difícil poder convertirnos en padres. Nos pusimos en manos de los médicos y yo en manos de mi FE, aunque he de reconocer que me costó aceptar esta situación. Mi FE, día a día ha estado presente y aumentando. Según la caída y el peso de mi cruz eran más grandes, más grande y hermosa era mi FE y ESPERANZA. Desde siempre MADRE SANTA ÁNGELA, o como la llamamos nosotros SOR ÁNGELA, ha estado presente en mi vida a través de otra MADRE, la mía. Nuestra madre, siempre ha sido humilde devota de MADRE SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ, Este verano por circunstancias de la vida hice un viaje a Sevilla de ida y vuelta, y hacía tantos años que no iba a ver a MADRE que no dudé y allí me postré en silencio ante ELLA. Lloré y lloré por haberme encontrado con ella tras muchos años. Frente a ti MADRE, no pasa el tiempo y quedaría horas orándote y dándote las GRACIAS por todo. Tras este viaje y pasado el verano comencé la novena a MADRE SANTA ÁNGELA, ya que llegaban de nuevo las visitas al hospital, médicos, etc.., y necesitaba, rogaba por un acompañamiento mayor, un acompañamiento del cielo donde ELLA está No ha pasado desde entonces ni un solo día en que no haya hecho su BENDITA NOVENA, la cual seguiré haciendo mientras viva. GRACIAS POR TU BENDICIÓN MADRE SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ. GRACIAS POR EL HIJO QUE DENTRO DE UNOS MESES VENDRÁ AL MUNDO. Una devota.

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TESTIMONIOS

A Santa Ángela de la Cruz Este pasado Verano, mi hermano Antonio que es mellizo, ha sufrido un infarto con sólo 41 años. Por circunstancias, estaba solo en la playa con sus hijos a una larga distancia del hospital. Él solo cogió el coche –una vez que notó la gravedad de la situación– y condujo hasta el centro sanitario de la capital. Tras un tiempo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), su estado se agravó porque en la zona infartada se había formado un derrame y su vida corría peligro. Yo le puse en la almohada varias reliquias de Santa Ángela y una amiga me dijo que me encomendara también a Madre María de la Purísima. Como tiene dos tías en el Instituto, llamó a los Conventos para que las monjas rezaran por mi hermano. Y se obró el milagro que muchos médicos no se explican, remontó el estado de gravedad y pasó el peligro de muerte. Con este Testimonio quiero dejar constancia de que gracias a Ellas –Santa Ángela y Beata María de la Purísima– mi hermano está bien. Soledad Oliva (Sevilla)

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LA SANTIDAD DE CADA DÍA El 18 de septiembre hizo tres años de la Beatificación de Madre María de la Purísima. En todas las casas de las Hermanas de la Cruz hubo celebración y recuerdo de aquel día glorioso. Madrid es la ciudad donde nació la Beata, pero un año más en este aniversario, la memoria de muchos estaba en Sevilla reviviendo la emoción de aquella mañana en el estadio de La Cartuja donde, como dijeron entonces muchos devotos, asistimos a la entrega de una medalla especial. La capilla del convento de las Hermanas de la Cruz en Madrid es pequeña y recogida, adornada aunque sin excesos. Elegante. En el centro del retablo que ocupa toda la pared del presbiterio destaca una imagen de una Virgen de rostro y mirada muy dulce. Uno de los laterales de la capilla está dedicado a Santa Ángela y acoge una de las esculturas más conseguidas de la fundadora; en el otro, junto a una pequeña ventana, hay un cuadro de Madre María de la Purísima. Está colocado el cuadro de tal manera que Madre María de la Purísima siempre mira a Santa Ángela. Las misas en esta capilla son acogedoras y familiares; casi todos nos conocemos, aunque sólo sea de vista. En 27


SU ESPIRITUALIDAD

La santidad de cada día cada celebración, poco a poco va llenándose la iglesia y como por arte de magia, van apareciendo sillas plegables hasta que queda cubierto todo el espacio, desaparecen los pasillos y apenas queda un pequeño hueco para acercarse al altar. Unos cuantos privilegiados se sientan al fondo, en el coro, entremezclándose con las Hermanas de la Cruz que en estas ceremonias cambian sus esteras de diario y se colocan al final buscando no destacar. Jarrones y ramos de flor blanca y un suave aroma a violeta. “El de los días de fiesta”, dice una Hermana poco antes de comenzar la misa. Cantan las Hermanas los himnos de Madre María de la Purísima; unos compuestos para la Beatificación, otros con letra de la propia Beata. “La Iglesia que peregrina”, “yo te ofrezco” o “siguiendo a Cristo” que se ha convertido en el más popular. En los primeros bancos está Coralí, la amiga de María Isabel, con la que compartía veranos y vacaciones en la sierra madrileña. Sus más de noventa años y algún que otro achaque no le impidieron ir a Sevilla y, según dice, estará también en Roma, porque espera que llegue pronto la Canonización. El joven sacerdote que oficia hoy la misa, D. Miguel González de la cercana parroquia del Buen Suceso, se confiesa conocedor tardío de la Beata, pero en seguida nos contagia a todos el entusiasmo renovado por una santidad tan cercana. “Los santos son personas de carne y hueso, como nosotros” dice, un tanto conmovido por la presencia de tantas personas que han “vivido” junto a Madre María de la Purísima. Y es que, la mayoría de nosotros tenemos una idea de la santidad y de los santos como algo ajeno y alejado, irrealizable para personas “normales”, inalcanzable con nuestro actuar en la vida cotidiana. Sin duda, hay mucho de extraordinario en la Beatificación de Madre María de la Purísima: asombra su vida inagotable en la práctica de las virtudes, la rapidez del propio proceso, su espiritualidad; pero quizá lo más extraordinario esté, como recordaba D. Miguel González en la cercanía de una santidad que Madre María de la Purísima nos muestra posible en el día a día, en lo pequeño y cotidiano. “La Beatificación de Madre María de la Purísima es una muestra de que la santidad hoy es posible” repetía el P. Teodoro León, vicepostulador de la causa, cuando se daba a conocer la figura de Madre María de la Purísima. Es una santidad fundamentada en la constancia en la práctica de las virtudes, no tanto en que hiciera cosas muy difíciles o inimitables. Y D. Miguel González nos recordaba cómo el inmenso amor 28


SU ESPIRITUALIDAD

La santidad de cada día a Dios llevaba a Madre María de la Purísima a buscar la santidad día a día en su vocación de Hermana de la Cruz; siguiendo su ejemplo tan cercano, añadía, debemos todos intentar ser santos y ver la santidad como algo alcanzable. A lo largo de estos años desde que se inició el proceso de canonización y posteriormente la Beatificación, más y mas personas han ido acercándose a la figura de Madre María de la Purísima y hemos ido conociendo también más detalles de su vida y de sus virtudes. Crece el número de devotos y admiradores, de personas que se encomiendan a ella y de favores concedidos por su intercesión. Los que decían tener el corazón lleno por Sor Ángela, han encontrado pronto un sitio igual de grande para “la otra Hermana de la Cruz Santa”. Admiramos su vida de Cruz, su fidelidad al carisma de Santa Ángela, su inmenso amor a Dios y a los pobres, su humildad. Pero sus escritos están también llenos de referencias a la santidad, “tengo cada día más ilusión por santificarme”, decía. Buscaba ser santa y quería que lo fueran sus hijas, las Hermanas de la Cruz, a las que animaba constantemente: “Ya sabe que pido mucho por s.c. para que sea santa, y para que sea muy agradable al Señor; que lo busque en todo y sólo a Él”, escribía en una carta a una hermana. Y en otro escrito: “recuerde que todo coopera al bien de los que quieren santificarse; que si s.c. quiere, todo le servirá de provecho”. A las niñas y a los enfermos les contagiaba su deseo de ser buenos; miles de testimonios así lo manifiestan. Como cada otoño con el recuerdo de su Beatificación, Madre María de la Purísima parece querer seguirnos animando: “haced lo ordinario extraordinariamente bien” solía aconsejar a las Hermanas de la Cruz. Y en Madrid ha dejado algunas “pistas”: en esta pequeña capilla, ella SIEMPRE mira a Santa Ángela. Olga Salvat Madrid. Septiembre de 2013

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TU FE, “RUTA DE LUZ” PARA NUESTRO MUNDO En este Año de la FE, que abría en Octubre del 2012, el Papa Benedicto XVI, y que clausurará en Noviembre de este año 2013, después de haber dialogado y hablado mucho, el Papa Emérito Benedicto y el actual Papa Francisco, como hemos podido ver en esas fotografías ¡preciosas…! que nos han ofrecido los periodista en televisión, periódicos y revistas, y con las que hemos dado muchas gracias a Dios, por las imágenes de los dos Papas, rezando unas veces, dialogando y sonriendo otras, y dándose la mano cordialmente, como, presencia viva, de que las cosas no son tuyas, ni mías, sino de DIOS. Y que en el mes de julio, podíamos comprobarlo con la publicación de la “CartaEncíclica” “Lumen Fidei”, del PAPA FRANCISCO, firmada en Roma el 29 de Junio, solemnidad de los Apóstoles Pedro y Pablo, año 2013, primero de su Pontificado. En este contexto histórico, cultural y social en el que vivimos de “dioses” raquíticos, que sólo saben dar malas noticias, y de “idolatrías, que no presentan un camino, sino una multitud de senderos, que no llevan a ninguna parte y forman más bien un laberinto”. “Lumen Fidei”, (Pág.16), yo quiero dedicar los últimos días del verano para hablar de Hermana María de la Purísima, en este tercer Aniversario de su Beatificación, que celebraremos con una profunda y sincera alegría, el 18 de Septiembre, todas las personas que tuvimos la suerte de conocerla y quererla.

Hermana María de la Purísima, TU FE, fue para nuestro mundo… “RUTA DE LUZ…” Cuando en tus Cartas a las Hermanas ibas iluminando sus corazones, para seguir caminando, y caminando, en esa bonita, pero a veces difícil MISIÓN, de atender a los “más pobres y necesitados” de la sociedad de todos los tiempos. Cuando en la Formación, ibas enseñando a las Hermanas más jóvenes, la importancia y necesidad de la oración, del seguimiento de JESÚS, viviendo, como 30


SU ESPIRITUALIDAD

Tu fe, “Ruta de Luz” para nuestro mundo así lo quiso Sor Ángela, “Enfrente y muy cerca de la Cruz de Cristo”, para que la MISIÓN de vuestro Instituto, no se quedara en una buena acción social, sino que se convirtiera en una bonita promoción, de personas, que educadas en valores humanos y cristianos, pudieran vivir ¡por fin…! con dignidad, gracias a su esfuerzo, trabajo, y dinero, honradamente ganado. Cuando muy atenta al Dios de la VIDA, viste muy claro, lo que Él te decía: El seguimiento de JESÚS, tiene un componente místico… La oración, la Palabra, la contemplación, la reflexión… Necesarios en el día a día, porque si no es así, el rostro de JESÚS se difumina: (Comentario Carta a los Heb 12,1-4). Homilética, Domingo 20º T.O. Año 2013-2014 (Pág. 350) Y cuando no dudaste en repetir, no sólo con tus palabras, la importancia de la “mística” en el seguimiento de JESÚS, sino que lo transmitías “silenciosamente”, con tu vida, y las Hermanas de la Cruz, desde las más jóvenes, lo aprendían.

TU FE, Hermana María de la Purísima, fue para nuestro mundo… “RUTA DE LUZ…” Porque en tus largos ratos de oración, silencio, reflexión y escucha “atenta” al Cristo de la Cruz, supiste organizar, como muy bien nos dijo el Cardenal Amato, en tu Beatificación…

“LA REVOLUCIÓN DEL AMOR” Para que la difícil y ¡preciosa lección! que aprendiste de Sor Ángela, y que ella misma te enseñó.

“NO SER…” “NO QUERER SER…” que tu sabías que supone un trabajo serio y diario de esfuerzo, sacrificio, y humillación… y que te parecía que había que actualizar con vocabulario del mundo de hoy, no dudaste en ir cada día a la “ESCUELA DEL SILENCIO” que MARÍA, tiene, siempre abierta, para que fuera ELLA, la que te explicara con claridad, lo que tu querías, y necesitabas saber porque… MARÍA, a la que tu querías tanto desde niña, te explicó muy bien esta ¡preciosa y difícil lección!, que ELLA, había aprendido, siendo muy joven, preguntando con sencillez a DIOS. 31


SU ESPIRITUALIDAD

Tu fe, “Ruta de Luz” para nuestro mundo “A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a una Ciudad, que se llamaba Nazareth” (Lc.1) El ángel entrando adonde ella estaba le dijo: “Alégrate favorecida, el Señor está contigo” (Lc.1,26) “Tranquilízate MARÍA, que Dios te mira con agrado” (Lc. 1,28) “Vas a concebir, darás a luz un hijo” (Lc. 1,30) ¿Cómo sucederá eso si no vivo con un hombre?( Lc. 1,31) “Para Dios no hay nada imposible” (Lc. 1, 37) MARÍA, supo confiar en Dios y decirle: “Aquí está la esclava del Señor” (Lc. 1,38)

Hermana María de la Purísima, TU FE fue para nuestro mundo… “RUTA DE LUZ…” Porque en la ESCUELA DEL SILENCIO, que MARÍA tiene abierta cada día, fuiste aprendiendo el nuevo vocabulario para explicárselo a las Hermanas de la Cruz, más jóvenes, y que lo escucharan al mismo tiempo las mayores, y por eso les ibas diciendo: “EL CAMINO DEL AMOR, SE TEJE, DÍA A DÍA, CON SACRIFICIOS…” Sacrificios necesarios, para ser fieles al CRISTO DE LA CRUZ, a quien nos hemos entregado libremente. Sacrificios necesarios para poder pasar… DEL EGOÍSMO AL AMOR = “AL NO SER…” DE LA MUERTE A LA RESURRECCIÓN = “Al NO QUERER SER…” Sacrificios necesarios para poder estar disponibles, las 24 horas del día, y atender a los “más pobres y necesitados” durante mañana, tarde y noche, de cualquier, día del año y momento histórico. Y para no olvidarnos de todas esas personas que llamamos ricos, porque tienen dinero para compartir, y lo comparten, pero que no tienen alegría en sus corazones, que sufren… Escucharles, animarles y “cuidar, sus heridas profundas”, es abrirles una “RUTA DE LUZ que la FE, nos descubre” “Lumen Fidei” (Pág.9) Y como muy bien nos dice, Carlos Amigo Vallejo, Cardenal Arzobispo Emérito de Sevilla; buen amigo, de H. María de la Purísima, de las Hermanas de la Cruz, y satisfecho de su MISIÓN, dedicada a los “más pobres y necesitados” de la sociedad… Sacrificios necesarios “Para no permanecer indiferentes ante las desigualdades que existen en el mundo” Por eso, las Hermanas de la Cruz Siguen siendo hoy, por su FE, y su AMOR, hecho servicio silencioso, activo y gratuito, “RUTAS DE LUZ QUE VAN ILUMINANDO…” 32


SU ESPIRITUALIDAD

Tu fe, “Ruta de Luz” para nuestro mundo

Caminos enfangados y olvidados… porque sus “gentes”, van viendo posibilidad de un futuro más BONITO…. Rincones oscuros y muy alejados de las ciudades…, que empiezan a ver para toda la familia, una VIDA MÁS DIGNA… Corazones agobiados por el paro, la inseguridad y la falta de trabajo…, que empiezan a confiar en las Hermanas de la Cruz, que saben que volverán, porque sus palabras, les llegan llenas de ALEGRÍA, CONFIANZA, y SEGURIDAD… Porque como nos dice el Papa Francisco, en su Carta Encíclica, Lumen Fidei, página 9,

“La RUTA DE LA FE, nos descubre, que su luz poderosa, permite iluminar el camino de una vida llena de fruto”. Como fue… LA “RUTA DE LUZ” de H. María de la Purísima… Y hoy, sigue siendo… LA “RUTA DE LUZ” de las Hermanas de la Cruz Que por su bonito y silencioso trabajo en la calle… siguen siendo… ¡ANUNCIO…! Y “¡PRESENCIA “VIVA” DE DIOS…!” Gloria Neve. r.j.m. Burgos, 31 Agosto 2013. Año de la Fe 33


Artículo

ORACIÓN “La oración es la fuente que alimenta nuestra vida espiritual”. 1. Cuidad mucho vuestra oración que es la fuente que alimenta nuestra vida espiritual y el tiempo fuerte de nuestra unión con el Señor. (Cp. 175, P. 2303).

para pedir al Señor le dé lo que necesite para hacer bien a sus almas. (Cp. 45, p. 2155).

5. En la oración aproveche el tiempo; procure ver las cosas sobrenaturalmente, de otro modo no puede ser feliz en la vida religiosa. (Cp. 50, P. 2165).

2. No olvidéis que “orar es amar y

amar es cambiar”, porque la oración nos va transformando dándonos fuerza para vencernos y así hacer en todo momento la voluntad de Dios. (Cp. 175, P. 2303).

6. Cuanto la vida se hace más difícil, más necesitamos acudir a Él, tener más vida de oración. (Cp. 51, P. 2166). 7. No lo deje sólo en su alma. Sepa vivir con Él. ¿Cómo? con la oración y la Presencia de Dios durante el día. Haciendo las cosas sólo por Él; es verdad que siempre las hacemos por Él, pero ¿Sólo por Él?, ¿qué le parece? (Cp. 97, p. 2217). 8. Sea muy constante en la oración que le dará fuerzas para vencerse en todo momento. (Cp. 112, P. 2232).

3. Siga trabajando cuanto pueda en la vida interior, en la oración, en la Presencia de Dios durante el día, en vivir con Él en su alma y verle a Él en las niñas y así tratarlas. (Cp. 45, p. 2155).

9. Procure hacer mucha oración, pidiendo al Señor le dé todo lo que necesita para que, en esta nueva etapa de su vida, dé mucha gloria a Dios y haga mucho bien a todos los que estén a su alrededor. (Cp. 120, P. 2240).

4. No me extraña que en la oración se le vengan las niñas, pero aprovéchelo 34


SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”

Oración

10. Piensa que tienes cerca de ti muchas almas a quienes puedes acercar más a Dios, sobre todo con tu oración y sacrificio, y también esforzándote por tenerlas entusiasmadas y deseosas de ser buenas. (M. R.).

la pena; aunque no vea los resultados, siga adelante con constancia. (B. 2314).

17. Tenemos que hacer mucha oración, convencidas de la necesidad grande que tenemos del Señor y que todo nos tiene que venir de ahí. (B. 2320).

11. Él se ha dado todo para s.c. ¿y s.c. está toda entregada a Él? ¿Por qué no? Piénselo… ¿No quiere? Pues, anímese y sepa despreciar las cosas “exteriores” y ahondar cada día más en las únicas que en realidad tienen valor. Para conseguirlo “vigorice” su vida de oración durante todo el día. (B. 2307).

18. Necesitamos estar muy unidas a Él, que nuestra oración sea continua; y es bueno sintamos nuestra debilidad e incapacidad, para que no nos fiemos de nosotras mismas, sino que acudamos

12. La oración, me parece que debía s.c. prepararla, aunque después le cuente al Señor sus cosas, y aunque no toque el punto que ha preparado, el solo hecho de prepararla ya prepara su alma y la dispone a entrar en la oración con más facilidad. (B. 2310). 13. No deje libre a la loca de la casa1;

sujétela, domínela, sea señora, deseche pensamientos inútiles que le pueden hacer mucho daño. Piense que el Reino de Dios está en su alma, y goce de Él, de su Amor, de su Amistad. (B. 2310).

14. Póngase cada día un campo de apostolado hacia donde oriente su oración, sus sacrificios y vida monótona: misiones, enfermos, moribundos, sacerdotes, etc. (B. 2310). 15. Nuestra naturaleza hace su oficio y da la lata, pero hay que domarla con la oración y la mortificación. (B. 2313)

continuamente al Señor. Si así lo hacemos no nos puede negar su gracia. Con Él lo podemos todo. (B. 2320).

16. Que su oración no se limite al

19. No le asuste el salto a una vida de más perfección, piense que con la oración todo lo puede. (B. 2321)

tiempo de la capilla. Sea todo el día oración, entusiásmese con la lucha. Luchar por un gran Amor, bien merece 1

Se refiere a la imaginación en términos de Santa Teresa.

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SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”

Oración

20. Alégrese de sentir a veces su miseria, es muy saludable, pues nos hace acudir a Dios y entonces somos fuertes; tiene que acostumbrarse a sentirse muy necesitada de Él y a acudir en cada momento pidiendo su ayuda. (B. 2321)

paz, sin inquietud nerviosa, ni excesivo deseo de sentir. Estudie con serenidad su alma por los exámenes. Busque las raíces de los fallos y vea los medios que ha de poner en adelante. (B. 2329).

28. Vida de oración, silencio interior, humildad para estar siempre a los pies de todas mis hermanas como Cristo. (B).

21. Cuando nos fiamos de nosotras mismas entonces es cuando damos los batacazos; por eso tenemos que agradecerle al Señor cuando nos hace sentir nuestra miseria y debilidad. Por un lado nos humilla y por otro nos hace acudir a Él, y Dios nunca deja de ayudarnos si se lo pedimos. (B. 2321)

29. Tenemos tanta necesidad de Él que no tenemos más remedio que desear el rato de estar con Él. Es a quien únicamente le podemos contar todo, menos mal que su gracia y su fuerza no nos faltan. (Cp. 69, p. 2188). 30. Pida mucho, hay muchas intenciones importantes por las que tenemos que pedir y ofrecer sacrificios; s.c. aproveche las pequeñas cosas que se le presentan, mírelas como un tesoro y ofrézcalo todo por el Instituto. (Cp. 115, p. 2235).

22. La oración es nuestra gran

palanca, y más cuando es el Espíritu el que clama en nosotros ¡Abba, Padre! (B. 2322)

23. Confíe en Dios y rece, la oración todo lo alcanza. No está sola. Él está a su lado, y oraciones no le faltarán. ¿Lo cree? No sea pesimista “Todo lo puede, en Él que la conforta”. (B. 2323)

31. No te agobies demasiado con pensar te duermes tanto, (en la oración). Eso sí, procura durante el día suplir la hora entera con jaculatorias, actos de amor, etc.… y sobre todo con la presencia de Dios. (M. R.)

24. Sea alma de oración, acuda continuamente al Señor, esperándolo todo de Él. Si sabe hacerse pequeña y confiar en Él, hará maravillas. (B. 2324).

32. No descuiden su oración y vida interior; de ahí tiene que salir todo. (M. R.)

25. No descuide su oración y vida interior que es lo que le dará fuerza para vivir plenamente su vida religiosa. (B. 2326).

33. Haga mucha oración. Trabájese en la humildad, en la generosidad… en la docilidad. Las cosas de Dios van siempre acompañadas de paz, mansedumbre, confianza, abandono en Él. (B).

26. Haga oración de unión de su voluntad a la de Dios y de ruego. Verá cómo Dios se le hace presente de algún modo; dándole paz, pidiéndole, exigiéndole y llenándola de fortaleza. (B. 2329).

34. Acérquese al Señor y será iluminada, porque Él es la LUZ. (M.R.).

27. Él ve su buena voluntad y buen deseo. No deje de trabajar pero con

35. Vamos a pasar el día en oración continua, llenas de fe y confianza, 36


SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”

Oración nuestra vocación, es donde aprendemos a ver las cosas con espíritu sobrenatural y a cambiar nuestros criterios humanos por criterios de fe. (Cc. 5, p. 1522).

39. En la oración es donde nos conocemos tal como somos en la presencia de Dios y donde recibimos la fortaleza para luchar contra nuestro egoísmo y amor propio. (Cc. 5, p. 1522). 40. Si la oración no se traduce en virtudes, raramente es verdadera. El auténtico fruto de la oración es ir aceptando la voluntad del Señor en cada acontecimiento pequeño o grande de nuestra vida. (Cc. 63, p. 1735).

pidiendo al Espíritu Santo, que mora en nosotros, que ore al Padre por nuestro Instituto, para que todo sea para edificación de la Iglesia. (B. 2322)

36. Intensifique su recogimiento y oración. Pase algunos ratos en la Capilla pidiendo; es nuestra gran arma la oración. (B. 2322)

41. Si pensáramos en las cosas de arriba nuestra oración sería continua. (Cc. 74, p. 1782). 42. En la vigilancia y en la oración es donde encontraremos siempre la fuerza para cumplir la voluntad de Dios, y pasar con mérito la prueba de la Cuaresma de esta vida en la que siempre tendremos dificultades. (Cc. 58, p. 1719).

37. En la oración debemos ser muy

sinceras con el Señor, reconociendo ante Él nuestras imperfecciones “presentes” y nuestras “actitudes interiores”, hasta las más recónditas que no sean rectas. (Cc. 58, p. 1720.

43. Convencidas de que solas no podemos nada, hagamos de la oración nuestra fuerza en la lucha de cada día. (Cc. 122, p. 1987).

38. En la oración es donde recibimos

del Señor la luz para comprender la necesidad que tenemos de ser fieles a

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RECORDANDO SU BEATIFICACIÓN Madre María de la Purísima de la Cruz,

Madrid 20 de febrero de 1926 Sevilla 31 de octubre de 1998 72 años, 8 meses y 11 días; esta fue la permanencia en el camino de la vida, de una futura Santa.

Sevilla lució de una manera especial ese día Son tres años los que han transcurrido desde ese 18 de septiembre, en el que Madre María de la Purísima fue beatificada. En una multitudinaria Misa celebrada en nombre de Benedicto XVI, por Monseñor Ángelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Ella subió un peldaño más hacia la santidad.

64.000 fieles arroparon a las Hermanas de la Cruz en La Cartuja

Fue un verdadero privilegio asistir al estadio sevillano de la Cartuja, para mí, un día inolvidable. El poder contemplar cómo 64.000 fieles volcaban su amor hacia 38


TESTIMONIOS

Recordando su Beatificación Madre Purísima y ver cómo la envolvían con tanta devoción y cariño… fue casi como tocar el cielo. No solo a Ella se le rindió homenaje, también a Santa Ángela y a sus Hijas les salpicó la adhesión y la fidelidad que allí se respiraba.

Quiso cruzar por primera vez el Guadalquivir Las Hermanas de la Cruz mantienen una estrecha vinculación con la Virgen Macarena. Cada Viernes Santo, el paso de la Esperanza de Sevilla antes de terminar su estación de penitencia, se detiene ante la casa madre de la Compañía de la Cruz y es recibida por estas hijas de Sor Ángela. Ella, la Virgen, fue la principal testigo de un acto, en el que el sentir del pueblo soberano, estaba presente. La Virgen cruzó el río y entró en el estadio sin palio y a hombros de costaleros.

¿Cómo la ves a Ella? Otros muchos fieles, vivieron ese día de distinto modo y han conocido a Madre María de la Purísima de manera diferente. He querido sondear e indagar cómo es el sentir de estos devotos y cómo ven a esta mujer que, al igual que su fundadora, nació, vivió y murió por la Cruz. María Luisa, Rosendo, Lola Zurriaga, Sara Cruz y Ricardo Rodríguez:

- ¿En qué momento oíste por primera vez hablar de Ella? Mª Luisa: La conocí a través de mi gran amiga Pilar Ruiz. No conocía yo a esa monja. Sólo a Santa Ángela y la grandísima obra de Ella y sus Hijas. Hasta que no empezaron a hablar de su Beatificación, no me interesé. Mi amiga Pilar, me puso al corriente de todo. 39


TESTIMONIOS

Recordando su Beatificación Lola: A través de la Hermandad. Del Santísimo Cristo de la Corona y Ntra. Sra. del Rosario. El Hermano Mayor don Alfonso Mateo, nos hizo partícipe de la invitación para asistir a la beatificación de Madre María de la Purísima. Sara: A raíz de la invitación enviada por el consejo de Hermandades y Cofradías a la Hermandad del Santísimo Cristo de la Corona, a la cual pertenezco. Ricardo: Oí hablar de Ella el año de su beatificación, a partir de ahí empecé a conocerla mejor.

- ¿Qué destacarías de su vida? Mª Luisa: Me sorprende que siendo sus orígenes de una posición más que acomodada, ella se entregara a la absoluta pobreza que predicaría con su ejemplo toda su vida religiosa. Su humildad se refleja en una frase suya “De lo poco, poco”. Lola: La sensibilidad para escuchar la llamada de Cristo y la entereza para llevarla a lo más alto, hasta el final de sus días. Sara: Su humildad y gran dedicación a los demás. Ricardo: Su total entrega a los más necesitados sin esperar nada a cambio.

- ¿Y de su obra? Mª Luisa: Su cariño y apego a las novicias, a las niñas y a los ancianos. Lola: Siguió el ejemplo de su Madre y fundadora Santa Ángela, manteniendo intacto el carisma fundacional. Sara: Su preocupación en expandir la compañía de las Hermanas de la Cruz por el mundo como ejemplo de modo de vida. Ricardo: Discípula de Santa Ángela y seguidora íntegra de las reglas del Instituto.

- Descríbela con tres calificativos. Mª Luisa: Valiente: tuvo que luchar con la oposición de su padre en aquellos tiempos. Incansable, trabajadora. Entregada totalmente al servicio de los más pobres. Lola: Amor incondicional, entrega absoluta y pasión total. Sara: Humildad, Serenidad y Amor a los demás. Ricardo: Fue una gran mujer, muy humana, sencilla y entregada de una manera completa a la obra.

- ¿Cómo viviste ese 18 de Septiembre de 2010? Mª Luisa: No pude ir al acto de beatificación por motivos de trabajo, pero sí a la procesión multitudinaria que inundó Sevilla al día siguiente; me causó una gran impresión y paz de espíritu. 40


TESTIMONIOS

Recordando su Beatificación

Lola: A través de los medios de comunicación, ellos con su buen hacer consiguieron que la viviera en primera persona, el acto en su totalidad y sobre todo el significado que tiene para los que creemos y amamos a Cristo en una beatificación, ellos hicieron que mi corazón se estremeciera y mis lágrimas brotaran. Sara: Pues quizás ese momento lo viví, rememorando las palabras que Ella un día escribió: “Tenemos muchísimos motivos para ser felices pero ninguno tan fuerte como el saber cuánto nos ama Dios”. Ricardo: No estuve en la celebración de la Cartuja, pero sí me sorprendió por lo leído que… ¿Cómo una persona fallecida era capaz de mover a tanta gente entregada al recuerdo de su vida y a su obra?

- Defínela con una frase. OM Mª Luisa: ¿Cómo defino a una mujer que sus últimas palabras fueron:“que alegría cuando me dijeron, vamos a la casa del Señor”? Lola: Espejo donde mirarse. Sara: Que mejor que definirla con una frase suya. “De lo poco, poco”. Ricardo: Una santa madrileña, con corazón sevillano. Mª Pilar Ruiz Hurtado 41


Artículo

ANIVERSARIO DE LA BEATIFICACIÓN DE MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA DE LA CRUZ Tengo entre mis recuerdos, uno particularmente querido, que me parece que engloba al conjunto. Fue en la intimidad. Estábamos tres personas más los trabajadores del montaje con los preparativos y los detalles últimos la noche antes. Sería aproximadamente la una de la mañana cuando los operarios llevaban la imagen de Santa Ángela de la Cruz que iba a estar en el Altar que se había montado en el Estadio Olímpico para la Beatificación de Madre María Purísima de la Cruz. Había cierta neblina provocada por la lluvia que nos había visitado por la mañana. Era la imagen de Santa Ángela, pero, en la niebla que uno no distingue bien, podía ser cualquier Hermana de la Cruz. Aquella estampa de Madre subiendo con cierta diligencia la rampa del presbiterio –parecía que iba andando sola– era una maravillosa alegoría de lo que iba a celebrarse allí en las horas siguientes y de lo que había sido la preparación remota y próxima de la Beatificación. Lo que tenía ante mis ojos era un retrato de la vida cristiana y de la vida de la Compañía de las Hermanas de la Cruz. En la imagen de Santa Ángela estaban dibujadas todas las Hermanas que van, diligentes, al cuidado de los más menesterosos; de las limosneras que, en silencio, recorren las calles pidiendo lo que luego darán a los pobres; de todas ellas que, cuando van o vienen de casa de los pobres, se acercan a la Capilla para unir el sacrificio de su vida y las alegría y las penas de quienes cuidan, al sacrificio de Cristo presente en la Eucaristía. 42


TESTIMONIOS

Aniversario de la Beatificación de Madre María de la Purísima de la Cruz ¡Qué preciosa manera de superar el reto que tuvimos para la Beatificación! ¡Convertir el imponente edificio de hormigón del Estadio Olímpico en un lugar donde la familia cristiana, la Iglesia, pudiera celebrar el gran Sacramento de Nuestra Fe: la Eucaristía!

Se habían barajado varios lugares: el Pabellón de Deportes del Polígono de San Pablo, la Plaza de la Real Maestranza… En realidad el lugar no importaba, había que llevar la vida cristiana, la vida de las Hermanas de la Cruz, la vida de Madre María de la Purísima y unirla, en el Sacramento del Altar, a la vida de nuestro Señor Jesucristo. Había que convertir el Estadio de la Cartuja en una capilla grande. En aquella imagen de Santa Ángela subiendo diligentemente al presbiterio, venía la primera que había traído su vida. Luego, a partir de las siete de la mañana fueron llegando las 64.000 personas de los más diversos lugares, con sus distintas vidas, queriendo ser todos más cristianos. El grandioso Estadio de la Cartuja empezó a llenarse de piedras vivas: fieles cristianos, devotos de Madre María de la Purísima de la Cruz. El lugar se convirtió en una gran Catedral al aire libre, alfombrada por el sacrificio de la vida diaria de cada uno y con el cielo por techo. Al comenzar el rito de la Beatificación se uniría la Giralda con su repique para terminarnos de convencer que aquel espacio era un magnífico lugar para celebrar la fe. Hacíamos verdad las palabras del canto de entrada: “empuñemos firmemente la antorcha de la fe. Fe que nos lleva a descubrir la verdad, fe que valora las cosas mirando a la eternidad, fe que nos hace buscar los bienes que son de arriba”. 43


TESTIMONIOS

Aniversario de la Beatificación de Madre María de la Purísima de la Cruz La imagen de Santa Ángela, al ser llevada, transitaba por el lugar del presbiterio dónde había sido instalado el cuadro de Madre María de la Purísima de la Cruz. El que habría de ser descubierto en el momento de la Beatificación. Aquel cuadro era una expresión plástica del cumplimiento de la Palabra de Dios en quien iba a ser beatificada.

divina no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario se despojó de su rango” (segunda lectura). El Señor en el Sermón de la Montaña llama bienaventurados, dichosos, beatos (así hasta ocho veces), a los que viven como él vivió. Se cumplía el Evangelio y se actualizaban las palabras del Cristo, cuando el Cardenal Angelo Amato, en nombre el Santo Padre, declaraba: “la Venerable Sierva de Dios María de la Purísima, religiosa, de la Congregación de las Hermanas de la Compañía de la Cruz, la cual, iluminada por la sabiduría de la Cruz, dedicó su vida al servicio de los pobres y de los enfermos, de ahora en adelante pueda ser llamada Beata”, …Dichosa, …Bienaventurada.

En efecto, la imagen se sale del cuadro y se agolpan de pronto en la mente los detalles de la biografía de Madre María Purísima de la Cruz. Cumpliendo la regla de la comunidad vivió en grado heroico las virtudes del cristiano y las propias de las Hermanas de la Cruz. En verdad en ella se habían cumplido las palabras del profeta Isaías (primera lectura de la Misa de Beatificación), el Señor la había enviado a Evangelizar a los pobres. Anuncio del Evangelio renovado en su vida porque es siempre nuevo en sí mismo. Madre María de la Purísima había traído al mundo el “consuelo a los afligidos”.

Antes de llegar la imagen de Santa Ángela a su sitio, pasaba por delante de donde se iba a colocar la bendita imagen de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena, cuando llegara al Estadio. A aquella hora estaba a punto de salir de su Basílica. No podía faltar la imagen de la Madre de la Iglesia donde se reúnen los hijos, porque, cuando Cristo le dio como Madre a la Santísima Virgen María, estando a los pies de la cruz, el Apóstol Juan, la recibió como a la que más quería y desde entonces ha estado siempre en la casa de la Iglesia. Tampoco podía faltar en el Estadio Olímpico.

Vivió, como Cristo, en su país natural: la cruz. Con la humildad propia de quien ha hecho suyos los sentimiento de Cristo que, “a pesar de su condición

Pero, ¿qué imagen de la Virgen se lleva al Estadio de la Cartuja? La Virgen de los Reyes acogería a sus hijas, las Hermanas de la Cruz, cuando se celebrara la Misa de acción de gracias en la Catedral. Nuestra Señora de la 44


TESTIMONIOS

Aniversario de la Beatificación de Madre María de la Purísima de la Cruz Amargura bajaría del Altar, al otro día, para verse rodeada de las Hermanas de la Cruz y recibir la procesión con la imagen de Madre María de la Purísima ya beatificada.

Así que nos fuimos a hablar con D. Manuel García, Hermano Mayor de la Hermandad de la Macarena, para pedirle que el acto fuera presidido por la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza. Nos respondió con un breve, pero denso de contenido: “a las Hermanas de la Cruz que no les falté de nada”. Nunca la comisión preparatoria agradecerá lo suficiente a las Hermandades de la Macarena y de la Amargura su disponibilidad y generosidad en todo lo que se le requirió. Madre María de la Purísima se consagró al Señor un 8 de diciembre queriendo hacer suya la disponibilidad de la Virgen, “aquí está la esclava del Seño”. En manos de la Virgen nos poníamos también nosotros para que llegara a buen puerto la celebración de la Beatificación. Como decía Madre María Purísima de la Cruz: “he procurado hacerlo todo con Ella y he visto el buen resultado que da”. Luís Rueda

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Hoy se cumplen siete años de aquel día que me comunicaron que tenía cáncer de mama, en estadio cuarto, y me dieron muy pocas esperanzas de vida. Yo tenía cincuenta y cuatro años, mi madre y mi tía habían muerto muy jóvenes a causa de esta enfermedad, yo pensé que me pasaría lo mismo. Una amiga me dio una estampa de Madre María de la Purísima, pues yo no la conocía; al día siguiente me encontré en la calle con dos Hermanas de la Cruz. Me acerqué a ellas y les conté lo que me pasaba, y también ellas me dieron una estampa de Madre María de la Purísima, diciéndome que estaba en proceso de canonización. Me contaron su trayectoria de la cual quedé cautiva. Le empecé una novena, la cual sigo haciendo diariamente desde aquel día, le pedí con todo mi corazón que me curara. Nos fuimos a su Cripta, en Sevilla, mi marido, mi amiga y yo. Hablé con ella como si nos conociéramos de toda la vida, y allí sentí que quería estar conmigo y me quería ayudar. Han sido siete años de lucha porque he tenido una E.P.O. grave que me ha tenido ingresada 20 días, una operación de vesícula urgente en malas condiciones. Tras dos años en una silla de ruedas por la artrosis debido a la medicación que tomo, me han tenido que poner prótesis en las dos rodillas y en las caderas. Siempre he confiado en ella y le pido por mis cosas y por los demás, le hago propaganda por todas partes, y la gente me dice que mi monja les ayuda, para mí es un orgullo pues aunque me hayan pasado muchas cosas, estoy muy bien. Hoy he ido al médico y dice que lo mío es un milagro, y yo estoy segura de que lo es, porque aquel día frente a su Cripta me transmitió que me ayudaría. Le tengo que agradecer el momento tan maravilloso que viví en su beatificación, yo no había sentido nada igual en mi vida, fue mágico, lo tengo en mi retina. Me gustaría decirles a las personas que tengan necesidad que se acerquen a ella con tanta fe como fui yo. Bella Almansa. Huelva. 46


GRAN INTERCESORA ANTE EL SEÑOR Beata María de la Purísima

Escribo para agradecer a Madre María de la Purísima el haberme concedido varios favores para mi hija y para mí. En el mes de junio noté varios ganglios inflamados en mi ingle. Acudí al médico y me recetó varios antiinflamatorios. Esto no dio resultado y me dieron cita para el cirujano para finales de agosto. Durante estos dos meses mi cabeza no ha parado de dar vueltas pensando en cosas negativas pues en enero a una compañera mía de trabajo se le inflamaron varios ganglios y era un linfoma. Como no podía vivir con estos pensamientos, me encomendé a Madre María de la Purísima y a través de un médico conocido me han punzado un ganglio en una clínica privada y el resultado ha sido negativo en malignidad. Por esto doy las gracias a Madre María de la Purísima para que siempre esté en nuestros corazones y le rezaré todos los días para que nunca perdamos la fe. Una devota. Lebrija

Soy una madre infinitamente agradecida a Madre María de la Purísima de la Cruz. En octubre de 2011, a mi hija, de 24 años, le diagnosticaron una enfermedad de tiroides que le ocasionaba muchos problemas y sin otra solución por parte de lo médicos que la de mejorarla algo pasando por una intervención quirúrgica, sin asegurarnos que pudiera quedar bien, tendría que estar de por vida con un tratamiento. Con mucha fe me encomendé a Madre María de la Purísima pidiéndole curara a mi hija. Todas las noches le rezaba y le pedía que alcanzase de Dios un milagro y me la curara. Hace cinco meses fuimos al médico y quedó muy sorprendido porque las pruebas y analíticas estaban perfectas, afirmándonos que no entiende como se ha curado. Le han seguido haciendo pruebas durante estos cinco meses y siempre daban perfectas. Tras las últimas pruebas el mismo médico le dijo a mi hija que tendría que empezar a creer en los milagros. Quiero que se publique en agradecimiento a Madre María de la Purísima de la Cruz. Una devota. Antequera

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