Revista Hermanas de la Cruz Nº 15

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Sumario

SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ Página

1. Editorial............................................................................................................................................................ 4 - Sé de Quién me he fiado 2. El Magisterio de Sor Ángela (XXIX) ................................................................................ 7 - Buscar y hacer en todo la voluntad de Dios 3. Me gusta contarte cosas... ...................................................................................................... 9 - Desde el suelo mirando al cielo 4. Hablamos de ella ............................................................................................................................12 - “Huellas imborrables” 5. Páginas Infantiles .............................................................................................................................14 - Tiempo de vacaciones - Aprendemos con Santa Ángela - Comuniones en nuestro colegio “Ángela Guerrero” - El sol se escondía burlón, la tarde llamaba a su fin

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Sumario

BEATA MARÍA DE LA PURÍSIMA Página

1. Espiritualidad de Madre María de la Purísima...............................................28 - ¿Quienes son los Santos? - Madre Fe; Madre Esperanza; Madre Caridad: Madre Purísima - Del mismo barro y del mismo molde 2 Sus escritos “Destellos de Luz” ............................................................................................36 - Unión con Dios 3. Testimonios ............................................................................................................................................... 40 - Santa María de la Purísima de la Cruz - Gracias Madre María de la Purísima - Yo la conocí. A la Madre María de la Purísima 4. Gran Intercesora ante el Señor........................................................................................46 5. Programa para la Canonización de Madre María de la Purísima ........................................................................................................................................47

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SÉ DE QUIÉN ME HE FIADO El día 30 de enero de 1846 nació en Sevilla una niña, en el Barrio de Santa Lucía. Al día siguiente, fue bautizada, desde este momento la niña tiene un nombre: Ángela. La Iglesia cuenta con una nueva hija. Los padres de la pequeña han cumplido, para con ella, su primer deber de cristianos; le han hecho el mejor regalo de su vida que completarán después con una educación conforme a sus convicciones cristianas. Los padres pronto empezaron a ver que la semilla iba cayendo en «tierra buena». La niña era fuera de serie; simpática, inteligente, vivaracha, bondadosa de corazón, sensible ante las necesidades ajenas, piadosa, con amor a la Eucaristía y a la Santísima Virgen. Todas estas cualidades hacen de Ángela una joven encantadora con quien se sienten felices cuantos se relacionan con ella. Ángela tuvo que afrontar serias dificultades en su vida antes de llegar a lo que Dios le pedía. Se vino abajo su intento de ingresar en las Carmelitas descalzas. Ingresó en las Hijas de la Caridad y se vio obligada a salir por falta de salud. En Ángela muchas cosas se derrumban, sin hundirla, porque se mantiene en pie su fe y su confianza en Dios, a impulsos del amor que fuertemente late en su corazón, pero no a ciegas sino convencida de que si Dios lo quiere, salta todos los obstáculos para que ella pueda lograr lo que Él le pide. Atrás ha quedado como una estela luminosa la ruta de su vida seglar. Como si nada hubiera sucedido, como si todo le hubiera sido fácil en la vida, con un dinamismo impropio de sus circunstancias y con un gran peso de madurez y de virtud probada, se enfrenta, como Fundadora, con la puesta en marcha de una Obra de la Iglesia y se nos revela como un modelo de religiosa la que desde ahora llamamos Ángela de la Cruz. La Congregación que acaba de nacer en Sevilla el 2 de agosto de 1875 tiene unas notas peculiares y una espiritualidad propia basada en el Misterio del Amor de Dios en la Cruz para nuestra salvación.

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EDITORIAL

Sé de Quién me he fiado De estas fuentes del Calvario, sacará Santa Ángela inspiración para acercarse a quienes la necesiten y para impulsar y orientar la fuerza apostólica de la Congregación en el cuidado y asistencia a los enfermos y ancianos, así como el cuidado de la infancia y juventud. Mientras la Congregación se va extendiendo, Santa Ángela va dando pruebas de una fe tan grande, que el Padre Torres Padilla, su director espiritual, que la conocía a fondo, pudo decir de ella: «Esta joven tiene más fe que Abraham». A lo largo de su vida, las cruces y tribulaciones la van adentrando más en el Misterio de Cristo, muerto y resucitado para la salvación del mundo. Lo ha comprendido todo y por eso dirá a las hermanas: “No buscar en este mundo otro descanso más que en Dios, no buscar otro gozar que en su cruz, ni buscar otras lecciones para ponerlas en práctica que las que Él nos da en su vida de humillación”.1 En esa actitud serena de abandono en las manos de Dios, se ocupa de los asuntos de la Congregación, se interesa por cada Hermana, por lo que se hace y lo que se podrá hacer. Siempre tuvo un corazón de Madre para quienes la necesitaban. Así, desprendida de todo, el 2 de marzo de 1932, roto el último hilo que físicamente la ligaba a la tierra, voló a la Casa del Padre, dejando en la Iglesia una Congregación en marcha con 27 casas fundadas por ella, después de haber superado con una altura espiritual extraordinaria todas las situaciones que la vida le presentó. Santa Ángela tiene un mensaje para todos sin distinción, por la fuerza de sus virtudes sobre todo de su fe, su fidelidad y su confianza en Dios. Después de 140 años, el nombre de Ángela de la Cruz se repite con admiración y cariño también fuera de España y le rinden homenaje de gratitud en otros países, lugares en donde sus hijas prosiguen la Obra que comenzó en Sevilla, con perspectivas de extenderse en el mundo. «Pidamos a Dios –decía Santa Ángela- para que prenda en nosotros una chispa de ese divino fuego del santo amor, y correremos a pasos agigantados por el camino de la santidad”.2 1 2

“Un Tesoro en Vasija de barro” Pensamientos de Sor Ángela de la Cruz. Nº 231 Pensamientos de Sor Ángela de la Cruz. Nº 71

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EDITORIAL

Sé de Quién me he fiado Y los deseos se han hecho realidad... Y la realidad abre a la Congregación nuevos horizontes y despierta en muchos corazones la atracción de Santa Ángela y su Obra para ir mucho más allá. El próximo 18 de octubre será canonizada una nueva santa de la Compañía de la Cruz, Madre María de la Purísima, que vivió con fidelidad el carisma de Santa Ángela hasta llegar a la Santidad. Santidad que es esfuerzo, tesón y empeño. Santa Ángela estará gozosa y nos anima a todos. Desde el cielo nos dice que todos podemos llegar a la santidad porque junto al esfuerzo que nosotros hagamos está siempre la gracia de Dios que fortalece y anima. ¡Ah!, y está también nuestra Madre María.

¡Reina de todos los Santos, ruega por nosotros!

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EL MAGISTERIO DE SOR ÁNGELA (XXIX) BUSCAR Y HACER EN TODO LA VOLUNTAD DE DIOS

Una de las líneas de fuerza en la espiritualidad de Santa Ángela de la Cruz fue la de buscar incansablemente la Voluntad de Dios para poder realizarla con toda la generosidad e ilusión de que fuera capaz. Así se constata desde los primeros pasos que dio en la búsqueda del camino por el que Dios la quería en el Seguimiento de Cristo. ¿Sería el de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl? ¿Sería el de las Carmelitas descalzas del Convento de Sevilla? ¿Sería… dar vida ella misma a una Congregación que sirviera incondicionalmente a los más pobres y necesitados desde una Vida Religiosa en la que, de puertas a dentro, las Hermanas fueran verdaderas monjas de clausura? ¿Cuál sería la Voluntad de Dios para ella? Y buscó, sí, buscó esa Voluntad, leyendo los signos que se le presentaban en un caso y en otro: ni Hija de la Caridad, ni Carmelita Descalza. La salud sencillamente no le acompañaba. Pero ella seguía buscando apasionadamente esa Voluntad divina sobre su vida. Y la fue encontrando acompañada siempre en esa búsqueda por sacerdotes que demostraron ser verdaderos ‘maestros de espíritu’: primero entre todos, el canónigo José Torres Padilla. Fruto de esa búsqueda apasionada es el Instituto de Hermanas de la Cruz, con más de un siglo bien cumplido a sus espaldas. Podría parecer que eso de la “búsqueda de la Voluntad de Dios en la propia vida” es algo propio y reservado a los futuros sacerdotes y a los que desean entregarse a Dios como religiosos o religiosas. Se olvida, pensando así, que el mismo Cristo aparece en el Evangelio como el primer y más apasionado buscador y hacedor de la Voluntad de Dios. Bastará recordar alguna de sus afirmaciones: “Yo no he venido a la tierra para hacer mi voluntad sino la Voluntad del Padre que está en el cielo” (Jn 6,38). “Mi alimento es hacer la Voluntad de Aquel que me ha enviado” (Jn 4,34). “Yo hago siempre lo que le agrada al Padre que me ha enviado” (Jn 8,29). “Padre, que no se haga como yo quiero, sino como quieres Tú” (Mt 26,39.42).

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EL MAGISTERIO DE SANTA ÁNGELA (XXIX)

Buscar y hacer en todo la voluntad de Dios

Ante testimonios tan contundentes por parte de Aquel que es para nosotros “Camino, Verdad y Vida” (Jn 14,6), llama poderosamente la atención la ligereza con la que el común de los cristianos tomamos decisiones importantes en la vida sin encomendarnos -como se dice- “ni a Dios ni al diablo”. O, en todo caso, se toman esas decisiones por razones que, en el fondo no tienen nada que ver con los valores del Evangelio. Como si a Dios no le importara, por ejemplo, que acertemos en la elección de la persona adecuada con la que formar una familia para toda la vida. O como si a Dios le trajera sin cuidado que hagamos la elección de una carrera u otra en la que, no solo seamos realmente felices, sino que podamos servir más y mejor a la sociedad. O como si lo único importante en nuestra vida fuera tener más y más dinero sin tener para nada en cuenta lo que Cristo dice de la enorme fragilidad de las riquezas de este mundo (Mt 16,26). ¿Qué es para muchos bautizados (nosotros los primeros) hacer la Voluntad de Dios en la propia vida? ¿Qué importancia y qué valor puede tener la búsqueda de esa Voluntad? ¿Qué interés puede tener en orden a la felicidad profunda de nuestra existencia como personas humanas y especialmente como cristianos? ¿Es que Dios se mete en esas que nosotros llamamos ‘cosas de poca importancia’ o, en todo caso ‘completamente personales’? Se olvida así la afirmación de Cristo: “hasta los cabellos de tu cabeza los tiene Dios contados” (Mt 10,30). Si todos los humanos, y especialmente los cristianos, buscáramos de forma sistemática conocer la Voluntad de Dios para seguirla generosamente como hizo Santa Ángela, el mundo en general, y cada persona en particular, sería mucho más feliz. Antonio Mª Calero, SDB

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DESDE EL SUELO MIRANDO AL CIELO Yo recuerdo con cierta nostalgia pero con mucho cariño, a las señoras en las casas arrodilladas en una especie de cajoncito con una mantita doblada encima para proteger las rodillas y, así, restriega que te restriega con un estropajo, hecho de cuerda desliada, y con un taco de jabón del que ellas mismas hacían, para dejar el suelo “más limpio que un jaspe”. Cuando lean esto los jóvenes se extrañarán y seguro que no sabrán de qué estoy hablando, pero cuando lo lean los que ya peinan canas se sonreirán y recordando tiempos pasados exclamarán: “qué tiempos aquellos” ; “quedaba todo reluciente” o bien “todo olía a limpio”. Dicen los biógrafos de Sor Ángela que su madre Doña Josefa era así; que su madre lo tenía siempre todo muy limpio y que a sus hijos e hijas los tenía muy “educados” en la limpieza. Hoy ¡cuánto han cambiado las cosas! con muchos menos esfuerzos se consigue limpiar más y con mucha más rapidez. Vas a una tienda de artículos de limpieza y te encuentras fregonas, líquidos limpiadores para suelos, para cristales, maderas… etc. ¡qué sé yo!; buenas bayetas, vas a un supermercado y encuentras de todo pero, claro, la cartera se resiente. A todos nos gusta encontrar todo limpio, ¿verdad? Pero hay suelos que son más agradecidos que otros porque

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ME GUSTA CONTARTE COSAS...

Desde el suelo mirando al cielo están hechos con unos baldosines caros y muy refinados y, claro se quedan muy relucientes y brillantes, pero, fíjate… a mí me encanta un suelo del que te quiero hablar y que reluce de limpio pero que no brilla. ¿Que te diga de qué suelo se trata? Pues mira: Cuanto vas andando por la calle Santa Ángela de la Cruz, en Sevilla, y se te ocurre entrar en el convento de las Hermanas de la Cruz, como tanta gente hace, llegas al zaguán (hay quien dice san juan) o sea al espacio que hay entre la puerta y la entrada ¿de acuerdo? Pues pisas un suelo que, para mí, es como sagrado. (Me acuerdo de lo que Dios dijo a Moisés –salvando las diferencias- en el monte: “Descálzate porque el lugar que pisas es santo”) Mira: las losas de color gris están muy gastadas ¡pero no las cambiéis por favor Hermanitas!, son losas “reliquias”. Las pisaría Santa Ángela. Las pisó la Beata Madre María de la Purísima; las han pisado muchos obispos, Cardenales, religiosos y muchos devotos de nuestra Santa y… sorpréndete hasta un Papa que ya es santo y está en los altares: San Juan Pablo II ¿te acuerdas de cuando estuvo visitando a Sor Ángela?, pues estas losas pisó al entrar y al salir. Pero, sobre todo, las pisan a diario las Hermanas que reparten el Amor de Dios a manos llenas entre sus hijos más necesitados. Yo sé que las Hermanas, cuando está la puerta cerrada, ponen mucho esmero en limpiar este suelo y, seguro, que lo hacen con mucho cariño; a lo mejor no sólo con la fregona sino también con la “aljofifa aljofifando”. Algunos de mis jóvenes lectores dirán: ¿Pero qué palabrotas está utilizando este hombre? Pues mira: “aljofifa” es una palabra de origen árabe que si la buscas en el diccionario leerás: “Pedazo de paño basto y generalmente de lana que se usa para fregar el suelo (Del árabe al-yaffafa - lo que enjuga) También sé que con el paso del tiempo se irá deteriorando cada vez más pero, ya se encargarán las Hermanas de que no se pierda. Si fuera por mí le pondría, como hacen con algunos mosaicos para conservarlos, un cristal gordo por encima para que se vea pero que no se estropee (Que no se enteren las Hermanas pero si yo pudiera me llevaría una de estas losas a mi casa para ponerla en un relicario).Venero este suelo que han pisado tantas personas santas y buenas y sobre todo las zapatillas de las personas consagradas a Dios que entran y salen constantemente de esta casa. ¡Qué de gente santa y buena ha pasado por ellas! ¡Qué de pobrecitos han acudido a esta puerta para recibir caridad!, ¡Cuántos devotos de Madre han cruzado la puerta para entrar en la capilla y visitar a nuestra Santa! ¡Cuántos agradecimientos en forma de flores llegaron hasta el altar de Santa Ángela y hoy también ante la Beata Madre María de la Purísima! ¡Cuánta generosidad de personas buenas que traen suministro para que repartan las Hermanas!

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ME GUSTA CONTARTE COSAS...

Desde el suelo mirando al cielo Lo que yo te diga: que son unas losas de cemento gris pero con más valor, por lo menos para mí, que todos los suelos de rico mármol reluciente de los de los mejores palacios del mundo. Se considera como reliquia toda parte del cuerpo de un santo o todo aquello que ha estado en contacto con él pues, a ver quién me dice a mí que las losetas que han pisado o que incluso alguna vez puedan haber limpiado no son reliquias. Claro que como se trata del suelo no le damos importancia pero, el suelo ¿no nos habla de humildad, de servicio, de desprecio, de ser pisoteado…? Y ¿este pensamiento no nos lleva a pensar en Sor Ángela? Decía Madre: “La humildad no tiene fin es como el mar”. Pues para que lo sepas: pensando en Madre Ángela me vino la idea de fijarme en el suelo para así subir al cielo. Esto es lo que me ha animado a tratar este tema que te puede parecer tan extraño. Madre Angelita decía: “Nuestra manera ser, nuestra fisonomía espiritual: Pobreza, limpieza, antigüedad”. Mirando este suelo del que te estoy hablando se entiende muy bien cómo las Hermanas siguen siendo fieles a “esta manera de ser” y sigue siendo “el verdadero adorno de la casa” y, sobre todo, como indicaba ella, “la verdadera limpieza de todo pecado”. Te confieso que cuando miro este suelo mi corazón vuela al cielo, porque me habla de tanto amor, de tanta entrega generosa, de tanta caridad, de personas tan santas y buenas que no tengo más remedio que pensar en el mandamiento de Jesús y que supo muy bien cumplir Santa Ángela de la Cruz: “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos”. ¡Ojalá se gastaran las suelas de nuestros zapatos y las losetas que pisamos de soportar el peso de lo mucho que puede amar nuestro corazón! ¡Benditas sean las zapatillas que tienen la suela gastada, como las que tenía Santa Ángela, de tanto correr por los caminos del mundo llevando a Dios en unas bolsas o en canastos que lo contienen a Él en forma de socorro para el pobre o el enfermo! Luis Cornello Espina, sdb

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“HUELLAS IMBORRABLES” Hace más de 30 años que se cerró la casa que la Orden de las Hermanas de la Cruz tenía en Chillón, Ciudad Real y, poco antes se había cerrado el Colegio Nuestra Señora del Rosario en que se escolarizaron la mayoría de las niñas de este pueblo, entre ellas yo. En el colegio las Hermanas nos enseñaron a leer y a escribir, ellas fueron nuestras primeras maestras y nos inculcaron sus valores, algunas de aquellas niñas ingresaron después en la Orden. Sirva este pequeño artículo como homenaje a las Hermanas, creo que es hora de reconocer su labor con las niñas de este pueblo, hoy madres, abuelas y hasta bisabuelas.

En agosto de 2014 celebramos un encuentro y fuimos recibidas por nuestro párroco D. José Carlos Mora Mejías en la Parroquia de Chillón. Celebramos un acto religioso muy emotivo en el que no faltaron los versos que decíamos a la Virgen en el mes de mayo ni las canciones que ellas nos enseñaron y que ahora ha recuperado el Coro de Chillón, formado en su mayoría por antiguas alumnas. Todo fue muy emocionante porque recordamos a la Hermana Mª Pura, toda una institución; la Hermana Reparadora, siempre tan recta; la Hermana Albricias, la más joven de todas ellas; a la Hermana Amparo, que falleció en un accidente; la Hermana Visitación, tan bondadosa; y la Hermana San Félix, encargada del huerto.

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HABLAMOS DE ELLA

“Huellas imborrables” Estos recuerdos nos llevaron a querer estar de algún modo con ellas y es por eso que en octubre de 2014 asistimos a una misa en la que, el que era nuestro sacerdote en el Colegio, D. José Martín Sánchez de León nos dedicó unas palabras muy emotivas en la capilla de la Casa que la Orden de las Hermanas de la Cruz tiene en Ciudad Real. A todas nos encantó estar entre aquellas paredes dónde la Superiora y las Hermanas nos acogieron, y entre las que nos sentíamos como en casa. Fue un día especial para todas y ese mismo día decidimos que queríamos ir más allá.

Meses después, nos dirigimos a Reverenda Madre General para comunicarle los actos que habíamos realizado y pedir permiso para organizar una misa en la Capilla de Santa Ángela en Sevilla. Nuestra intención era agradecer el habernos reencontrado, recuperando así el espíritu de compañeras. Su respuesta no se hizo esperar. El día 13 de junio fue especial para todas, poder asistir a una misa en la Capilla de Madre significó mucho para nosotras. Una Hermana, muy amable nos recibió y narró aspectos de la vida de Santa Ángela. La misa fue intensa ya que el sacerdote, D. Antonio Jesús López, supo reconocer los sentimientos y las emociones de las asistentes. En sus palabras destacó la labor realizada por las Hermanas en nosotros…”manos humildes dejaron huellas imborrables en vuestras almas de niñas…” y es por eso, que a pesar del tiempo transcurrido mantenemos un nexo de unión, todas fuimos al colegio de las Hermanas de la Cruz en Chillón. Hemos querido recordarlo y traerlo al presente a lo largo de este año convirtiéndonos en una gran familia. Juntas revivimos los días en el colegio, algunas travesuras, el “Bautizo de la Niña Angelita” el 30 de enero, aquellas canciones en la capilla, la humildad de las Hermanas y la necesaria Obra, que en estos tiempos de crisis continúan haciendo con los enfermos y necesitados.

¡Gracias Hermanas!

Carmen Corchero Ovejero

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Tiempode Vacaciones

¡Ya estamos de vacaciones! Es bueno hablar de esta época en la que, a veces, podemos tener la tentación de mandar también a Dios de vacaciones. Las vacaciones son un tiempo para descansar, desconectar de los días de colegio y relajarnos. Pero, ¡ojo!, los niños y niñas devotos de Santa Ángela tienen que acordarse de que son amigos de Jesús y de María y puede suceder que no se acuerden de los domingos y se queden sin ir a Misa. En estas ocasiones puede ser que piensen: “uf, qué pereza, con lo bien que me lo estoy pasando ahora, iré por la tarde”. Pero pasó la tarde, llegó la noche y de Misa nada. ¡Qué pena! Las vacaciones son importantes y necesarias. Pero no se nos puede olvidar que esos días de descanso son también un tiempo para Dios. ¡Lleva a Dios en tu mente y en tu corazón en estas vacaciones! Dios nos las concede para reponer fuerzas y poder trabajar por Dios, por la familia, por los demás… ¡No olvidéis que la vida cristiana es el tesoro más grande que Dios nos ha dado! Por ello, acuérdate de recibir los sacramentos y de rezar y es que en verano seguimos siendo cristianos.

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OS DESEAMOS BUENAS Y SANTAS VACACIONES ! 14


Iniciamos nuestras Páginas Infantiles con Santa Ángela de la Cruz. Ella nos enseñará muchas cosas ¡Será una Aventura apasionante!

¿Nos acompañas?

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Mensajes

para la

felicidad

Santa Ángela nos avisa...

derse ni compra rse, que las que la felicidad no puede ven que nos tra nsmite mensaje e publicidad es engañosa por y atractivos, pa ra ser feliz, qu aparentemente muy positivoslidad. no se corresponden con la rea s da verdaderos mensajes de Sin emba rgo Sa nta Ángela no acerca n a Dios. amistad y de virtudes que nos

Este anuncio que ella nos da esconde un mensaje estupendo. Descúbrelo, ayudándote de las pistas:

¿QUIERES SER FELIZ? EL SECRETO ESTÁ EN LA “I”

¿Cuál es el secreto de la felicidad que Santa Ángela anuncia? ¿Qué palabra hay que empiece por “i”, que sea de verdad un seguro para la felicidad?

Pistas: - Es una palabra sinónima de alegría, regocijo y entusiasmo.

- Dentro tiene un SÍ y, al final, un NO al revés. - Cuando se tiene lo que indica esa palabra, nos resulta fácil soñar, esforzarnos y ser constantes. La palabra que empieza por “i”, que esconde el secreto de la felicidad es:

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Busq uem os la felic idad dán dose la a los demás A lo largo de este curso hemos recorrido, junto a Santa Ángela, un largo camino a través del cual nos ha ayudado a aprender a vivir, a descubrir que la vida puede ser muy bonita y que merece la pena que cada día lo hagamos entre todos, y para todos, mucho más feliz. Ahora que se acabó el curso Ella nos pide algo muy importante. “Conquista la felicidad para ti y para los que te rodean”. Tu granito de arena puede hacer que todas las personas que sufren en el planeta conquisten también su felicidad. Jesús seguro que nos ayuda a conseguirlo.

Y hablando de felicidad, busca en esta SOPA DE LETRAS ocho palabras que son muy bonitas y que se relacionan con Ella.

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Palabritas de Santa Ángela

anta Ángela dijo que para ser feliz hay que saber sonreír Santa porque las sonrisas son como “palabritas breves”.

En esta SOPA DE SÍLABAS hay escondidas siete “palabritas breves”, es decir, siete palabras que tienen mucho que ver con la sonrisa. Son siete palabras mágicas que nos hacen sentirnos felices y sonreír. Por ejemplo la palabra amistad. Busca las seis palabras que faltan y escríbelas con colores en este cartel, luego añade otras “palabras breves”, las que a ti se te ocurran

SOLUCIONES:

• PALABRA QUE EMPIEZA POR “I”: ILUSIÓN • SOPA DE LETRAS: SONRISA - PAZ - AMISTAD TERNURA - ALEGRÍA - CARIÑO - DISFRUTE - BELLEZA • SOPA DE SÍLABAS: FE - AMOR - PAZ - TERNURA CARIÑO - ALEGRÍA

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amistad


Comuniones en nuestro colegio “Ángela Guerrero” Las niñas de 3º de Primaria del Colegio Ángela Guerrero han vivido este curso de una forma muy especial. Tras dos años de Catequesis han recibido su Primera Comunión. El fin de semana del 16 y 17 de Mayo nuestras niñas recibieron al Señor y por ello nosotros, sus padres, queremos contaros a continuación y en primera persona lo que sentimos al ver a nuestras niñas en unos de los días más importantes de sus vidas. “Un día inolvidable. Día de mezcla de emoción, nervios, alegría… El momento más especial es cuando giré la cabeza y se abrieron esas puertas con una luz que resaltaba aún más ese blanco impecable de los trajes y las caritas de las niñas. Impresionante el acompañamiento de las voces que aún al recordar ponen los vellos de punta. Una ceremonia preciosa, resaltar el “saber estar” que las Hermanas trabajaron con nuestras niñas. Gracias Hermana porque has sabido enseñar todo lo que sabe”. (C.Y.A.) “Desde que somos padres, vivimos nuestra responsabilidad procurando que nuestras decisiones sean las adecuadas. Elegimos el entorno en el que nuestras hijas crecen y elegimos el Colegio Ángela Guerrero por muchas razones que van más allá de su nivel lectivo. Elegimos la enseñanza religiosa como fuente de valores. Elegimos también que se formaran religiosamente de la mano de las Hermanas y aprendieran a amar y a conocer a Jesús y a María y a tenerlos siempre presentes en su vida. Cuando este Mayo 2015 acompañamos a nuestras hijas en su Primera Comunión, nos sentimos satisfechos y seguros de la elección que hicimos. Las hemos visto soñar y esperar con ilusión su gran día y recibir a Jesús con alegría, no podemos pedir más, sólo compartir esa alegría y agradecerles a las Hermanas su labor y que siempre superan cualquiera de nuestras expectativa”. (R.S.D.)

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sencilla y muy emotiva. Gracias por todo“. (R.G.R)

“La Primera Comunión es sin duda un momento especial y muy importante en la vida de nuestra hija. Se celebró rodeada de familia, y cada uno le fuimos transmitiendo los mejores deseos, porque el Sacramento por el que reciben el Cuerpo de Cristo, se vive y se vivirá con mucha intensidad, emotividad, cercanía y miles de sentimientos indescriptibles. Fue una ceremonia sin lujos,

“Agradecer una vez más a las Hermanas de la Cruz, en especial a la Hermana que se ha dedicado a preparar a nuestros ángeles para este día tan especial. Una vez más, gracias por hacer este día inolvidable. La ceremonia sencilla, preciosa. Gracias Hermanas de la Cruz“. (M.R.R.) “La comunión fue para toda mi familia y para mí muy emotiva, sentí una gran familia entre todas las niñas, las Hermanas, todos los familiares, había una complicidad entre todos que no sentía hacía mucho. A mí personalmente me encantó, y además sirvió para reconducir algo el camino que a veces perdemos”. (M.J.B.G.) “Ver recibir a mis pequeños al Señor por primera vez, en este año lleno de contrariedades, ha sido especialmente emocionante. Espero que sigan acompañando al Señor el resto de sus días”. (O.C.P.) “Amaneció el día esperado…con sus nervios y prisas propias del día, Alba recibía por primera vez al Señor… que para mi familia era muy importante por creencias y tradición entre nosotros. Estamos agradecidos por la formación que ha recibido y fuimos felices por la Eucaristía en el Convento. Fue sencilla, íntima, emotiva y muy familiar. Mi familia les da las gracias a todas las Hermanas, y en especial a la Hermana que la preparó. “Bonito día para recordar siempre”... (L.G.P.) “Ceremonia preciosa con cante de ángeles, princesas de cuentos con mucho sentimiento, emociones y sensaciones, sin encontrar más palabras con las que expresarme. Sólo mi agradecimiento a las Hermanas de la Cruz por hacer el más lindo de los días para nuestras niñas”. ( I.J.M.) “La Primera Comunión de mi hija fue un día inolvidable. Queríamos agradecer a la Hermana por haber estado estos dos años preparando a mi hija y poder

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recibir el Cuerpo de Cristo por primera vez y seguir todos los Domingos recibiéndolo”. (L.M.B.) “Ha sido una ceremonia muy solemne, emotiva, donde las niñas se han esforzado mucho para que el momento de recibir el Cuerpo de Cristo por primera vez fuera muy especial. Agradecer a las Hermanas todos sus trabajos para que al final tuviera ese resultado. Una ceremonia preciosa”. (M.I.M.G.) “Viví la Comunión de las niñas con muchos nervios, lloré y reí, lo ví todo muy preparado y perfecto. Me encantó el sacerdote, las niñas se miraban unas a otras con nerviosismo pero se lo sabían todo a la perfección, se notó el buen trabajo de la Hermana. Y qué decir cuando cantaban las Hermanas, precioso. Para mí fue muy especial, no olvidaré ese día”. (V.G.R.) “Parece que fue ayer cuando tuve por primera vez a mi niña en mis brazos, y decidimos bautizarla para que fuera criada dentro de la fe cristiana, y ya han pasado 8 años. Como padres cristianos, era nuestra responsabilidad y nuestra ilusión que creciera dentro de la fe y conociera a Jesús, a María y a su Iglesia. Este año ha dado su primer paso para estar más cerca de Dios, para lo cual se ha estado preparando con ayuda de las Hermanas de la Cruz, para el día más importante, recibir a Jesús a través de su Primera Comunión. Cuando la vimos aparecer por el pasillo se nos saltaron las lágrimas de felicidad al ver como había crecido en tan poco tiempo. Les agradecemos a las Hermanas de la Cruz el día tan maravilloso que nos hicieron pasar, y sobre todo el trabajo y esfuerzo realizado para que todo saliera tan bien. También quisiéramos agradecer la labor que realizáis diariamente con nuestras niñas a través de su educación, acercamiento a Dios y a la Iglesia Cristiana. “Muchas gracias Hermanas”. (C.D.M.) “En primer lugar quisiera dar las gracias a las Hermanas, por estos dos años de preparación y catequesis con nuestras niñas”... Gracias por dejarnos ser partícipes en su Primera Confesión, un acto sencillo pero a la vez importante.

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Llegó ese fin de semana, con nervios pero con mucha ilusión. Nuestras niñas recibirán el Cuerpo de Jesús por primera vez. En el momento en que se abrieron las puertas de la Capilla y aparecieron todas tan blancas, tan guapas fue un momento muy emotivo. Se veían a todas tan felices y tan contentas mientras se dirigían a su sitio. Y llegó el gran momento, el momento de la Comunión. Cuando nuestras pequeñas empezaron a andar hacia el altar para recibir al Señor, mientras las Hermanas de la Cruz entonaban la canción “Mi Primera Comunión”. Su canto todavía lo escucho cuando cierro los ojos y vuelvo al 16 y 17 de Mayo. Gracias por ese día y estos momentos vividos”. (M.C.G.G.) El 17 de Mayo, día de la “Transfiguración del Señor” mi hija hizo la Primera Comunión. La ceremonia fue preciosa. Todas las niñas parecían angelitos, y la Misa fue humilde, sencilla, piadosa, sobria, propia de las virtudes que viven las Hermanas de la Cruz y así se lo transmiten a sus alumnas. A partir de este momento, nosotros sus padres, que tanto la queremos y velamos porque no les falte de nada, ni material ni afectivo ni intelectual, no podemos privarlas de lo más importante: DIOS, Nuestro Creador que “se ha hecho pan para que le recibamos en la Eucaristía y nos espera en cada Sagrario” ¡qué locura de AMOR! Que no sea su Primera y única Comunión: que con nuestro ejemplo le demos esa formación religiosa, humana y espiritual, la herencia más importante que podemos dejarles. (V.N.G.) Este año era mi hija pequeña la que hacía su Primera Comunión. Y a pesar de ya haberla vivido estaba más nerviosa que con mi mayor. Ver a mi pequeña con su vestido blanco en la Iglesia del Convento recibir al Señor fue muy emocionante. ¡Gracias Hermanas! (L.C.T.) “Un día genial, familiar, religioso al máximo y también inolvidable” (M.R.P.G.) Como han podido comprobar, todos coincidimos en nuestro agradecimiento a las Hermanas del Colegio y a toda la Comunidad, por su entrega y dedicación en formar a nuestras niñas. Niñas que gracias a sus años de Catequesis sabían perfectamente lo que implicaba y en qué consistía el Sacramento que iban a recibir. Niñas que dentro de una preciosa uniformidad supieron estar a la altura con un comportamiento ejemplar. Vivimos una ceremonia sencilla, preciosa y muy participativa.

¡Gracias de nuevo Hermanas de la Cruz! 22 22


El so l se e sc on día bu rlón, la ta rde llama ba a su f in Corría el año 1858. Muchos de nosotros conocemos que en la ciudad de Sevilla vivía feliz una niña, que desde su nacimiento destacó por su gran piedad y bondad; asistió pocos años a la escuela, como era habitual por aquel entonces entre las niñas pertenecientes a su clase social, aprendió lo más elemental de gramática, cuentas, leer y escribir... pero al poco tiempo tuvo que abandonar las clases. Sus padres decidieron que entrara como aprendiz en un taller de zapatería, Ángela tan sólo tenía 12 años pero la economía familiar necesitaba de esa ayuda para poder subsistir. Los años pasan y ya Ángela ha cumplido los dieciséis, conservando esa humildad que la caracterizaba. La maestra del taller doña Antonia Maldonado, era exigente a la vez que cariñosa, comprensiva y muy considerada con las jóvenes que trabajaban para ella; era una mujer muy devota y allí se organizaban rezos entre las empleadas diariamente y se leían las vidas de santos, nuestra amiga era la primera en coger el santo rosario. No a todas le gustaban esos rezos y lecturas.

Tras un día largo e intenso de trabajo... ...nuestra amiga Ángela se afanaba en dar las últimas puntadas a un par de zapatos que debía entregar al día siguiente. No estaba sola, Carmen aún permanecía en el taller pero ya hacía rato que había dejado de trabajar. Carmen era una niña que se pasaba horas delante del espejo, peinando sus largos cabellos rubios y alisando sus finas cejas o simplemente contemplando sus enormes ojos azules; era una niña mimada, creída y no se afanaba en hacer bien su trabajo, siempre la reprendían pero ella no hacía caso y estaba más pendiente de su belleza que de sus obligaciones; se estaba volviendo orgullosa, arrogante y egoísta. El sol se escondía burlón, la tarde llamaba a su fin y Ángela esperó paciente que su compañera terminara de arreglarse ante su querido espejo. -. Ángela ¿Aún aquí? -. Sí Carmen te esperaba, podemos volver juntas a casa ya que somos vecinas y llevamos el mismo camino. -. De acuerdo Ángela. ¿Estoy guapa? ¿Me queda bien el peinado? ¿Has visto que vestido tan lindo llevó?

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-. Si que estás preciosa, pero... ¿Sabes una cosa? la belleza más grande de una persona es la que refleja la humildad del alma y la pureza del corazón. Carmen no prestó atención a estas palabras y las niñas emprendieron la marcha de regreso a sus casas. Ángela andaba con pie firme y muy segura de sí, pero Carmen caminaba airosa y orgullosa para que todos la miraran y admiraran su belleza. De vez en cuando sacaba un espejito de su bolsa y se paraba a mitad de camino para retocar su peinado o maquillaje. Ángela estaba apenada, sabía que no iba por buen camino y que cualquier día la echarían del taller por no cumplir con su trabajo.

Era finales de la primavera... ...el solsticio de verano había llegado y esa noche del 21 de junio sería como siempre, la noche más corta del año. Ángela aprovechó que aún la luz del sol permanecería junto a ellas un buen rato y propuso a su compañera entrar sólo un momento a visitar a Jesús. Carmen refunfuñó un poco pero accedió a la propuesta de su amiga y se vio ante una bonita capilla del convento de los Padres Trinitarios; allí trabajaban los padres de Ángela y como estaba poco distante de la calle Santa Lucía donde vivían las niñas, ella estaba acostumbrada a pasar todos los días un rato ante el Sagrario. Carmen no se arrodilló, se sentó en el banco de madera a esperar que su amiga terminara de rezar.

Ángela la obser vaba y sonreía, intuía que algo iba a suceder. Quizás se quedó dormida, o tal vez fue una pesadilla, o quien sabe... ¿Una visión celestial? , pero... vio que estaba admirándose como de costumbre en el espejo y de pronto, su imagen se transformaba en la figura de un ángel que la miraba de manera severa. Escuchó asustada, una voz fuerte que le dijo: Carmen ¿Por qué te preocupas tanto por tu apariencia? ¡El espejo es tu peor enemigo! La niña se apartó de aquel objeto antes tan atrayente, pero no podía dejar de mirar la imagen que se había fijado allí. Y el ángel continuó diciendo, esta vez con un semblante más ameno: Carmen, si quieres ser bonita, ¡sé pura! ¡La pureza es la fuente de toda belleza! La pequeña se despertó sofocada…

¿Qué es lo que había pasado? Ángela la abrazó para que no sintiera miedo y supo desde ese instante, que su amiga Carmen había entendido desde lo mas hondo de su alma cómo su orgullo y vanidad le iban a llevar por el mal camino.

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Pasó el tiempo, allá por el año 1875 Ángela funda la Compañía de la Cruz, y poco a poco se van uniendo a Ella grandes mujeres con vocación religiosa que hacen crecer esta comunidad de monjas que están al servicio de los demás. La tarde llamaba a su fin y Sor Ángela esperaba impaciente ese día. Era finales de la primavera, el solsticio de verano había llegado y esa noche del 21 de junio sería como siempre, la noche más corta del año.

Estaban las monjas en la recreación... ...y rezaban para despedir el día. Sor Ángela volvió a contar aquella historia que tanto le gustaba: ¿Te acuerdas hermana Carmen? Tuviste una visión de un Ángel que te hizo cambiar la vida, a los pocos años llamaste a la puerta de este convento y te acogimos y recomendamos que tuvieras mucha devoción a la Virgen, pues nadie en la tierra había sido tan hermosa como Ella, justamente por su pureza virginal. Tomaste en serio este consejo y tu vida cambió de manera radical, esa vida que anteriormente habías llevado. El sol se escondía burlón, y la hermana Carmen sonreía feliz al oír de nuevo esa historia de boca de su vecina, amiga y superiora del convento...

...¡Sor Ángela de la Cruz! Mª del Pilar Ruiz Hurtado

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¿QUIENES SON LOS SANTOS? Cristo es nuestra santidad. En una sociedad que parece haber extraviado las certezas básicas de la vida, Cristo y sus Santos constituyen, aún hoy, el único faro luminoso para orientar al bien existencias y conductas. Los Santos son los campeones del bien, ellos dan frescura y concreción a las bienaventuranzas, que en ellos no fueron una utopía sino una realidad tangible. Se miran en Cristo y lo reflejan en las innumerables iridiscencias de la gracia, como purísimos diamantes espirituales. A pesar de parecer una paradoja, hoy más que nunca, los hombres se sienten atraídos y admiran estos excelentes testigos del Evangelio, de la verdad y de la luz. La influencia social de los Santos es uno de los aspectos más sorprendente. Los Santos, incluso los más contemplativos, no son unos extraterrestres, son unos habitantes ejemplares de nuestra tierra y ciudades, que realizan sus vidas en plenitud en el gozo de la alabanza a Dios y la búsqueda del bien del prójimo. Ellos son transparencia de la gracia y de la santidad de Dios Trinidad, y puesto que Dios es Caridad sin fin, así los Santos son una explosión de inmensa caridad que estrecha a cada ser humano en un abrazo de amor: y son ayuda para el pobre, asistencia para los enfermos, perdón para el pecador, guías y maestros para los ignorantes, respeto para los enemigos, acogida para el extranjero. Los Santos son una “buena noticia”. Nos recuerdan nuestra vocación: «Vosotros sois estirpe santa, sacerdocio real, nación santa, un pueblo adquirido por Dios» (1Pe 2,9). El famoso biblista Xavier Léon-Dufour en uno de sus volúmenes se pregunta: ¿Quién es un santo? Y nosotros podemos añadir: ¿Cómo podemos reconocer si en un bautizado corre la savia del Espíritu Santo, la savia de la gracia, la savia de la vida divina propia del paraíso? En el Gloria in excelsis Deo nosotros glorificamos a Jesucristo, decimos “Sólo Tú eres Santo, sólo tú señor, sólo tú Altísimo”. Si sólo Dios es santo, ¿como podemos entonces llamar ‘santo’ a un ser humano?

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SU ESPIRITUALIDAD

¿Quienes son los Santos? San Pedro en su primera Carta exhorta a los cristianos: «Como hijos obedientes, no os amoldéis a las pasiones de antaño, cuando vivíais en la ignorancia. Por el contrario, sed santos en todo vuestro proceder como es santo el que os ha llamado, pues está escrito: sed santos, porque yo soy santo» (1Pe 1, 14-16). Muchos cristianos han tomado al pie de la letra esta exhortación y han vivido una vida santa. Entonces ¿qué caracteriza un santo? ¿Es suficiente decir que ha puesto en práctica el Evangelio, que ha vivido en plenitud las bienaventuranzas? ¿Cómo valorar todo esto? ¿Cuáles son los criterios de juicios que la Iglesia utiliza para medir la vida de un santo? La respuesta se encuentra en su experiencia de dos mil años. Desde los principios la Iglesia ha celebrado a sus hijos mejores: los mártires que testimonian con valor a Jesucristo, aún a costa de su propia vida. Ellos confesaban su fe, con serenidad y fortaleza, frente a sus perseguidores, afrontando hasta con gozo toda clase de tribulaciones: persecuciones, cárceles, torturas, decapitación, crucifixión, muerte. Sabemos también que los mártires no son sólo los de las persecuciones de los emperadores romanos. En el siglo pasado, por ejemplo, hubo persecuciones de cristianos en Armenia, en México, en España y en toda Europa. Mas, ¿sólo el martirio es signo de santidad? ¿Como juzgar entonces la santidad de San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola, San Juan Bosco, San Pío X? Además del martirio, ¿cuales son los criterios para valorar la santidad? La Iglesia juzga los fundamentos de la santidad en base al ejercicio heroico de las virtudes teologales, cardinales, y las demás virtudes anexas. En la práctica, la vida de un Siervo o Sierva de Dios viene examinada a la luz de las virtudes de la fe, la esperanza, de la caridad, de la prudencia, de la justicia, de la fortaleza, de la templanza, de la humildad, de la pobreza, de la bondad, de la misericordia, de la acción apostólica y misionera. En esto consiste la fama sanctitatis y por consecuencia la fama signorum. Fama de santidad y de signos (gracias y milagros), atestiguada personalmente por personas que han conocido personalmente a los santos. El santo es una palabra evangélica viviente, es un suceso de Dios: «Dios, con el barro con que estamos hechos, ha logrado plasmar un ser en el cual la fuerza de la gracia ha sobrepasado la fuerza de la naturaleza. ¡No importa el material ordinario

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SU ESPIRITUALIDAD

¿Quienes son los Santos? o extraordinario con el que ha conseguido el resultado! Lo que importa es que el Espíritu ha actuado haciendo que el santo sea un pedacito de cielo caído sobre la tierra, un rayo de luz que rasga las tinieblas de este mundo».1 En los santos sorprende la libertad creativa con la que se dejan invadir por el Espíritu Divino, el cual les permite acoger la palabra de Dios como mensaje urgente que hay que vivir y proclamar. Es el Espíritu Santo quien hace volar altos a los santos. Es el Espíritu quien plasma a los santos y les infunde un corazón nuevo. (Cf. Ez 36,25-26).

En la donación de su gracia, el Espíritu Santo respeta la naturaleza de cada santo. Es decir, da a cada uno la gracia que corresponde a las cualidades de cada uno. San Cirilo de Jerusalén compara la gracia al rocío que por la mañana se posa sobre el jardín. Sobre las azucenas es blanco, rojo sobre las rosas, morado sobre el ciclamino, verde sobre las hojas de los árboles y sobre las hierbas. Como el rocío, también la gracia divina se ajusta a la naturaleza y a las cualidades de cada persona para hacerla florecer en la santidad con su particular originalidad. Una es la santidad de Santo Domingo de Guzmán y otra la de Santa Teresa de Ávila. Además, el santo no pasa nunca de moda. El santo lo es en todas las estaciones. No envejece nunca porque encarna y proclama la palabra eterna de la caridad que no conocerá nunca el ocaso. Card. Angelo Amato, SDB 1

Xavier Léon Dufour, Quien es un santo, p.4

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MADRE FE; MADRE ESPERANZA; MADRE CARIDAD: MADRE PURÍSIMA Dice el Catecismo de la Iglesia Católica que “Las virtudes humanas se arraigan en las virtudes teologales que adaptan las facultades del hombre a la participación de la naturaleza divina”. Y no puedo evitar pensar en la Beata Madre María de la Purísima de la Cruz, quien vivió las virtudes teologales, Fe, Esperanza y Caridad en grado máximo. Si son virtudes teologales provienen de Dios directamente, son un reflejo de su Amor. De ese Amor en mayúsculas del que tanto sabe nuestra Madre Purísima. Digo nuestra porque ella, al darse al pueblo, es de todos. Y ahora más que nunca, ya que en pocos meses, será declarada Santa. Universal: de todos, para iluminarnos y ser ejemplo de virtudes.

Fe Una Fe verdadera que le ayudó y empujó a afinar otras virtudes. La Fe todo lo cambia. Pero se tiene que cultivar, como ella decía: “Necesitamos cultivar mucho la fe para que crezca y se fortalezca, y así pueda sostener el edificio de nuestra vida espiritual”. Podría decirse de Madre Purísima que ella era una campesina de las virtudes teologales, cultivó y cuidó en su huerto interior cada una de las virtudes. Primavera tras primavera, como si fuese uno de esos mágicos patios andaluces que las hermanas cuidan con amor. Su patio o huerto interior siempre estuvo esplendoroso. Siempre listo para recibir al Señor, siempre reluciente de virtudes, siempre ardiendo de Fe, siempre abandonada totalmente en el Señor. Y probablemente ese es el

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Madre Fe; Madre Esperanza; Madre Caridad: Madre Purísima secreto de estas virtudes: el abandono total en Dios. Dejarle hacer. Con fe se venció a sí misma, según repetía ella con frecuencia, esto era “lo más difícil de todo”. Una vez superado y pisoteado el “yo”, el Señor hace y deshace. Y sea lo que sea, siempre, repetir el salmo del Santo Job: “El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor”. Ella tenía tanta Fe, que nada le preocupó realmente, pues sabía que detrás estaba la Voluntad y que jamás sería abandonada por Dios. Nunca dudó del paraíso, por eso poco antes de su muerte dijo: “Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor”. Ella se sentía alegre y muy segura de su encuentro con Dios, estaba embriagada de Fe. Y ello se refleja en tantas historias sobre la futura Santa, como la que cuenta el doctor Enrique Murillo cuando le propuso un tratamiento para alargar su vida unos días durante la fase final de la enfermedad. Madre Purísima declaró que “eso no sería más que retrasar lo que tanto ansío”. Palabra de Santa. Eso es la Fe.

Esperanza Madre Purísima fue y sigue siendo Esperanza para muchas personas. La Virgen refleja mejor que nadie esta virtud, y en Sevilla, de Esperanza saben muchísimo. Viva en el barrio en el que viva, y tenga la advocación que tenga, la Virgen siempre es Esperanza, y hasta en el rictus más amargo hay Esperanza. De penitenca o de gloria, la Esperanza palpita y late en todo momento, hasta en la soledad del Calvario el Viernes Santo, hasta en la muerte, la Esperanza nunca deja de iluminar. La Esperanza es confianza, la única que pone en valor real la palabra “siempre”. Madre Purísima siempre fue de la mano, con la Santísima Virgen, llevando Esperanza a los más necesitados. Podría decirse, que se dejó guiar y aconsejar por esa consejera de lujo que es la Esperanza, imitando la virtud hasta límites insospechados: con su sonrisa continua, con su “si” en todo momento, con sus buenas palabras y acciones. Hasta en la más difícil de las situaciones hay Esperanza, y allí estaba ella para llevarla. “Confíe mucho en la gracia del Señor, que nunca le ha de faltar si acude a Él con humildad”. Palabra de Santa. Eso es la Esperanza.

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Madre Fe; Madre Esperanza; Madre Caridad: Madre Purísima

Caridad El amor es el eje. Todo lo puede, todo lo vale, todo lo es… es la baraja entera con la que jugar la partida. Se suele decir que “la Caridad está por encima de la moral”, y resuena enseguida la canción “si me falta el amor, no me sirve de nada, si me falta el amor, nada soy”. La Caridad es la varita mágica con la que convertir el mundo. La misma varita que transformó a la Beata, ella misma decía que es esa “varita mágica que transforma todas las cosas: de terrenas a eternas”. Madre Purísima era amor, era la Caridad personificada, con Dios y con los humanos. La Caridad hace ver al pobre como otro Cristo herido y roto, hace vivir el sufrimiento con María al pie de la Cruz. La Caridad es estar siempre en el calvario, al pie del cañón, “a tope”, como le gustaba decir a nuestra querida Santa. Despojada de su “yo” y viviendo su vida en los otros. “Defendamos, disculpemos, ayudemos, sirvamos, hagamos siempre el bien”. Palabra de Santa. Eso es la Caridad. Cada virtud va estrechamente ligada a las otras. Todas tienen que ver, todas son una y tres a la vez, porque provienen del Espíritu Santo. Por eso cuando hablamos de Madre Purísima también hablamos de estas virtudes. Porque siempre se reflejaron en ella constantemente, y porque fueron vividas en grado heroico. Cuentan muchas Hermanas de la Cruz que cuando estaban con ella o al ver su cara tenían la sensación de “estar viendo a Dios”. Madre Purísima era un reflejo, y lo era porque se miraba en Dios y en Jesús para imitar, porque su corazón ardía y todo su ser era un pregón vivo a la Fe, a la Esperanza y a la Caridad. Llegados a este punto, podemos afirmar que Madre María de la Purísima era un tabernáculo vivo. Ella es el ejemplo de cómo una misa vale todo un día, y como la comunión puede permanecer para siempre convirtiendo la existencia en una unión divina total. Me atrevería a decir incluso que en ella no se consumaban –al menos espiritualmente– las especies eucarísticas. Su Fe era tal, que sabía que Jesús en el Hermanas visitando a los pobres en Argentina Santísimo Sacramento habitaba en ella. Su Esperanza era tan grande que nunca abandonó la Cruz, porque sabía que como toda Cruz, siempre acaba en Gloria. Sabía la meta, y por eso la Caridad iluminó su trabajo, porque veía al mismo Jesús en los pobres y enfermos necesitados, “sus amos”. Ella era un altar vivo de Fe, Esperanza y Caridad, y eso es lo que la ha llevado a los altares. Siendo altar mismo de virtudes en medio de los sufrimientos de la vida. Y como todo lo grande, haciéndose pequeña, como Jesús en el portal, ella entre miserias. Arraigada en Dios y en los pobres, porque estando con ellos, es donde se está más cerca de Dios. Aquí y allá por siempre. Madre María de la Purísima es esto. La Santidad es esto. Alberto Espinosa Grau

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DEL MISMO BARRO Y DEL MISMO MOLDE El pasado 27 de junio, la Santa Sede hizo pública la fecha en la que tendrá lugar en Roma la ceremonia de canonización de la Beata María de la Purísima de la Cruz. Domingo 18 de octubre de 2015. Cinco años después de la beatificación. Diecisiete desde que se fuera al cielo una mañana de otoño, casi por sorpresa, rodeada del cariño de sus hijas, las Hermanas de la Cruz. Un proceso meteórico que nos ha regalado a una Santa cercana y actual que representa una santidad palpable, la de Sor Ángela. Dos santas creadas del mismo barro, el del amor a Dios, y del mismo molde, la Cruz. Han repicado de nuevo las campanas. ¡Otra Hermana de la Cruz Santa! Hay júbilo y alegría entre los devotos, entre los enfermos, las ancianas y las niñas, entre los necesitados que reciben cada día el consuelo y el cariño de las Hermanas de la Cruz. Nos entusiasma y nos emociona a todos los que admiramos a las Hermanas ver reconocida por la iglesia una santidad tan nuestra, pues hemos tenido la dicha de conocer y tratar a estas monjas alegres, sacrificadas, generosas y humildes. Desde las calles de nuestros pueblos, las alejadas misiones de Argentina o el extremo más meridional de Italia, sin olvidar el modesto piso donde viven unas cuantas hijas de Sor Ángela en Roma, la exclamación ha sido unánime, ¡Otra hermana de la Cruz Santa! Pero todo este ruido viene precisamente de lo contrario, del silencio. El silencio con el que Madre María de la Purísima curaba las Hermanas repicando en el patio central de heridas, remendaba y limpiaba los cuartos la casa madre, el 27 de junio tras el júbilo de en los barrios pobres, consolaba a las niñas la noticia de la Canonización. internas, enseñaba a las alumnas. Sin querer destacar. Sin salirse del molde de Sor Ángela, el de no ser, no querer ser. Cuenta una de las personas que se encargó de preparar el altar para la beatificación de Sor Ángela en 1982, que la primera vez que acudió al convento para hablar con Madre María de la Purísima sobre los preparativos de la ceremonia, preguntó por ella a la Hermana portera y, siguiendo sus indicaciones, fue a buscarla a la cripta donde aún se encontraban los restos de la Fundadora. Se asomó a la puerta y sólo vio a una hermana arrodillada en el

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SU ESPIRITUALIDAD

Del mismo barro y del mismo molde suelo limpiando, o más bien aljofifando, como diría Sor Ángela. Por favor, ¿la Madre General?, preguntó. Y levantando la cabeza levemente, la monja le dijo: “soy yo”. Le impresionó la humildad de aquella hermana que teniendo tantas responsabilidades y especialmente en aquellos días con todo el revuelo que había en Sevilla por la visita del Papa y por la beatificación de una sevillana tan querida y admirada, le esperaba inclinada fregando. “No hay oficios bajos en la casa del Señor”, repetía Madre María de la Purísima, que ya desde novicia prefería y buscaba las tareas más escondidas, más duras y más costosas. Va a ser canonizada y a convertirse en modelo e intercesora para toda la Iglesia esta hermana de la Cruz madrileña y sevillana que desde muy joven quería ser santa y que vio en la Compañía de la Cruz y en el carisma de Sor Ángela el camino más recto hacia el cielo. Fue inmenso el amor de Madre María de la Purísima por el Instituto fundado por Sor Ángela y muchas las ocasiones en su vida que así lo manifiestan; ella misma lo reflejó en muchos de sus escritos: “que todas unidas busquemos lo mejor para ser verdaderas Hermanas de la Cruz, ayudándonos a elegir en todo lo que más se conforme con el espíritu de Madre, herencia que no podemos disminuir sino acrecentar con nuestra entrega generosa, que sirva de luz y faro a las que vienen detrás”. A las Hermanas de la Cruz, las quería muy hechas por el molde de Sor Ángela, muy santas. En una nota a una hermana le escribió: “nunca olvide que para ser santa tiene que ser alma de oración, por lo tanto no le parezcan demasiados los esfuerzos que hace para conseguirlo ni se desanime por no alcanzarlo tan pronto como desea. Lo que mucho vale, mucho cuesta y nada vale tanto como la santidad”. Mucha gente se pregunta qué diría Madre María de la Purísima de todo este alboroto, tan opuesto a su espíritu humilde y sobrenatural ajeno a las medallas y los honores. Probablemente no diría nada, lo aceptaría en silencio, aljofifando. Porque desde que se nos fue al cielo aquella mañana de otoño, ella sigue hablándonos en silencio y recordándonos que sólo es una fiel seguidora de Sor Ángela. Madre María de la Purísima nació en un tiempo diferente al de la Fundadora, se educó en circunstancias y lugares diferentes pero, al igual que Sor Ángela hizo de Dios el centro de su vida y se ganó el cielo con su entrega silenciosa a los más pobres. Ella dio forma de sonrisa al espíritu de Hermana de la Cruz: “Lo más hermoso en la tierra es buscar a Dios, acercarse a Él, llenarse de su Amor y de Él repartir a otros.” Olga Salvat. Madrid, Julio de 2015

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UNIÓN CON DIOS “Vivamos con Él, muy unidas a Él a través de los diversos acontecimientos de la vida y siempre seremos felices” 1. Él te llama a una mayor unión, a más vida interior, no te canses ni te desanimes, es labor de muchos años el conseguirlo, pero no aflojes en los medios que tú sabes te ayudan a lograrlo. (M.R.).

2. Vive esa vida de intensa unión con Él que sabes te pide, aprovecha los medios que tienes para ello como son la oración, etc. Y una vez que tu alma esté llena de su amor, dáselo a esas almas que tanto esperan de ti. No olvides que Nuestro Señor te ha escogido como “Heraldo de su amor” y por tanto estás obligada a acercarle muchas almas. (M.R.). 3. No descuide su vida de oración y su unión con Dios durante el día. Ya sabe que Él es el que nos tiene que dar todas las gracias, que solas nada podemos. (Cp. 70, p. 2189). 4. Vivamos con Él, muy unidas a Él a través de los diversos acontecimientos de la vida y siempre seremos felices, porque hallamos el tesoro escondido que es el Amor de Dios y el conocimiento de su Don, que es Él mismo, que se nos da continuamente para hacernos santos y felices. (B 2307). 5. No te apures si te sientes con pocas aptitudes para el oficio que te ha sido encomendado, teniendo una buena voluntad y mucha unión con Dios vencerás todas las dificultades que algunas veces te parecen insuperables. (M.R.).

Crucifijo que se encuentra en el pasillo que une los dos patios de la casa madre en Sevilla.

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SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”

Unión con Dios

6. Procura que siempre y en todo, las criaturas sean medios para más unirte a Él y ver en todo su Amorosa Providencia con tu alma. (M.R.).

sólo a Él. Creo que si trabajamos en esto aprovecharemos el tiempo. (B. 2326).

13. Que la Stma. Virgen, Maestra de la Vida interior, le alcance del Señor esa vida de unión con Él que s.c. tanto desea, pero ya sabe, tiene que trabajar y luchar sin cansarse ni desalentarse. (B. 2306).

7. Trabaja mucho durante este año en buscar en todo sólo a Dios y alegrarte cuando te toque perder, y si eres generosa procura, siempre que esté de tu parte, el perder en lo humano para ganar en amor de Dios. Entonces, llegarás a encontrar la verdadera felicidad que está en la entrega completa y absoluta a Él. (M.R.).

14. Pediré para s.c. esas gracias de unión íntima con Él que tanto deseamos, para que pueda estar ocupada en Dios sin desatender las obras exteriores. Él aumenta sus deseos, señal de que quiere dárselas, aunque no sea tan pronto como s.c. quisiera. Él tiene su hora; mientras, vivamos abandonadas dejándonos guiar por su Espíritu que es Amor. (Cp. 38, p. 2142).

8. No te pares en esas miserias que pueden nublar la felicidad. Eres toda de Dios. Vive sólo para Él sabiendo dejar a un lado todo lo que te impida esa unión íntima que Él espera de ti. (M.R.).

15. No crea que en la clase se olvida de Él, las cosas exteriores nos absorben, pero el fondo de nuestra alma permanece unido a Él. Actúese al empezar, y dígale el deseo de no perderle de vista ni un momento; además, procure verlo en cada niña. No se preocupe si se encuentra algo desentrenada, eso poco a poco irá desapareciendo. (Cp. 38, p. 2142).

9. La felicidad que da el vivir con Dios

y sólo para Él no se puede comparar con nada de este mundo. Trabaja por amarle cada día más y enamorarte de Él, y verás como desprecias las miserias de este mundo. (M.R.).

10. No deje de trabajar por adquirir esa vida de unión íntima con Dios que Él espera de toda alma religiosa, sin desalentarse, no olvide que es cuestión de años el conseguirlo, sin embargo, no podemos descansar ni un momento en este camino emprendido. (B, 2306).

16. Le estoy muy agradecida al Señor. Sé que Él me quiere más desprendida, más libre de todo lo humano, y me alegro aunque me esté costando horrores esta vida tan inestable y difícil1. El Señor nos va purificando, y sin sufrir no se puede llegar a una unión íntima con Él. Le digo que estoy dispuesta a todo con tal de conseguirla, así que no me puedo quejar. Veo en todo esto una gran prueba de su Amor. Pida para que sea muy dócil a su acción en mí y no le ponga barreras de ninguna clase. (Cp. 39, p. 2144).

11. Esfuércese por “abstraerse” de las cosas exteriores para estar más pendiente de lo que pasa en su alma entre Cristo y s.c. (B, 2306). 12. Gozarnos en el bien de los demás, que sean preferidos, más atendidos. Esto supone una gran unión con Dios, un gran espíritu sobrenatural y un buscarle 1

Se refiere al tiempo de Provincial, el estar viajando continuamente y sin residencia en ninguna casa.

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SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”

Unión con Dios

24. No se canse de trabajar por lograr esa unión con el Señor en medio de los quehaceres de la vida diaria. Con la gracia de Dios lo conseguirá. (B). 25. Procure vivir muy unida al Señor; exíjase en controlar sus pensamientos y sentimientos, no consintiendo los que le puedan hacer daño. Sustitúyalo por pensar en cosas provechosas que la unirán al Señor y le prepararán a la práctica de las virtudes. (B). 26. Aprovéchese de todo lo que el Señor le presente en su camino para acercarse cada día más a Él. (B. 2309). 27. Todo lo que el Señor va permitiendo es lo mejor para nosotras, aunque algunas veces se nos haga duro. Él no se deja vencer en generosidad, a cambio de su sacrificio se le dará Él mismo. (B. 2309) 28. Piense que tiene al Señor en su alma; no le deje solo; en Él nos encontramos todos los que un día nos unió su amor. (B. 2317). 29. No deje de trabajar por vivir unida al Señor. Acuda continuamente a Él para que le dé su gracia y así logre ser “siempre fiel, a pesar de todo”. (B. 2323) 30. Vivir hacia dentro con el Huésped de mi alma fomentando la felicidad de tenerle siempre, sin temor a que me falte. (B. 2323). 31. Fomente el trato íntimo y afectuoso con el Señor, que será el apoyo de su vida religiosa. (B. 2327). 32. Viva muy cerca de Él, sin que las cosas exteriores logren separarle. Sea muy dócil y humilde, convencida de que sola no podrá nada. (B. 2327). 33. Trabaje en este año por llenarse de Dios, viva con Aquel que tiene dentro y entonces encontrará la verdadera

17. Sea s.c. muy agradecida, siendo muy fiel y no poniendo estorbo a su acción. Él quiere invadirla por completo, y entonces todo lo dará por bien empleado. (Cp. 39, p. 2145). 18. No le desagradan a Dios sus grandes deseos, al contrario es Él quien los pone en su alma, y por medio de esos deseos, la va purificando al tardar en saciarlos. Es como quien está muerto de sed y teniendo el agua junto, no puede beber. (Cp. 41, p. 2148). 19. No deje de pedir, suplicar, y hacer cuanto pueda por conseguir una mayor unión con Él. Es lo único que merece la pena. (Cp. 41, p. 2149). 20. No se deje llevar de la imaginación y sufra sin motivo. Sólo tiene motivos para ser feliz cuanto se puede ser en este mundo. Viviendo cerca del Señor gozamos de paz que es fuente de dicha. (Cp. 113, p. 2233). 21. Sigue trabajando en tu vida interior hasta conseguir una gran unión con Él que desea hacerte feliz. (M.R.). 22. Que las criaturas te sirvan siempre de escalón para llegar a Él. (M.R.). 23. Que la Stma. Virgen, Maestra de la Vida interior, le alcance del Señor esa vida de unión con Él que s.c. tanto desea, pero ya sabe, tiene que trabajar y luchar sin cansarse ni desalentarse. (B. 2306). 38


SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”

Unión con Dios felicidad, para después irradiarla a todos los que trate. (M.R.). 34. Tenemos que pedirle mucho a Ntra. Stma. Madre, maestra de la vida interior, que nos enseñe a ser “señoras” de nosotras mismas, es decir, que sepamos controlar nuestros sentidos y nuestras potencias. (Cc. 78, p. 1807).

basura en comparación del conocimiento de Cristo”. (Cc. 78, p. 1807).

39. Madre nuestra, Tú que tuviste tan rica vida interior, ayúdanos a purificarnos de toda adhesión afectiva que nos separe de Dios. (Cc. 78, p. 1807). 40. Ayúdanos Madre a convencernos de que no hay vida interior sin silencio, que necesitamos muchos espacios de silencio, una “cura de silencio”. La tierra está desolada porque no hay quién piense en su corazón. (Cc. 78, p. 1807). 41. Cuando nos sentimos sin fuerzas, cuando optamos por caminos fáciles, por vivir más a nuestro amor, cuando aflojamos en esa tensión hacia la santidad, es porque no mantenemos la unión con el Señor, imprescindible para vivir con entusiasmo nuestra vocación. (Cc. 111, p. 1930).

35. Necesitamos recogimiento interior para no dejarnos llevar de pensamientos, sentimientos y afectos que son los que más inciden sobre nuestra vida interior, ya que nos interrumpen más aún que las cosas externas. (Cc. 78, p. 1807).

42. Nuestro trato con Dios es lo más importante para nosotras, ya que de ahí se deriva el trato con nuestras Hermanas y demás prójimos, el celo en el apostolado, y sobre todo el estar o no centradas en la Vida Religiosa. (Cc. 63, p. 1736).

36. Como la Virgen nuestro modelo, hemos de procurar que Dios ocupe nuestra imaginación, nuestra memoria, nuestra inteligencia y nuestra voluntad. (Cc. 78, p. 1807).

43. ¡Cuántas gracias tenemos que darle al Señor por habernos llamado a la vida religiosa, donde podemos vivir tan cerca de Él y gozar de su intimidad! (Cc. 116, p. 1955).

37. Que la luz de Cristo Resucitado disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestra mente. Y así, sosegado el corazón, la luz divina nos iluminará cada día con su claridad. (Cc. 78, p. 1807).

44. Estén muy atentas a las exigencias del Señor procurando no negarle nada, de este modo cada día recibirán nuevas gracias, y se sentirán más cerca de Él. (Cc. 124, p. 1994).

38. Es necesario hacer un barrido de “cosas viejas” inútiles y vacías. En la paz de nuestra alma sentiremos resonar las palabras de San Pablo: “Lo que para mí, antes era ganancia, ahora lo reputo

45. No hemos venido a hacer sino a ser; a ser una copia de Cristo y Éste Crucificado. (Cc. 63, p. 1736). 39


SANTA MARÍA DE LA PURÍSIMA DE LA CRUZ Nació en Madrid el 20 febrero de 1926, en la casa de la C/ Claudio Coello, 25 (hoy 23), del matrimonio Ricardo Salvat Albert y Margarita Romero Ferrer. Antes que ella habían nacido un hermano y una hermana y después de ella nacieron otros cinco más. Fue bautizada siete días después en la parroquia de la Inmaculada Concepción en Madrid imponiéndole el nombre de María Isabel. La niña transcurrió su infancia entre la casa paterna y la de campo en Cercedilla, a 59 Km. de Madrid. Fue inscrita en el mismo colegio que su hermana Margarita, es decir en las “Irlandesas”, fundadas por la Venerable Mary Ward. Se adaptó muy pronto: su sonrisa conquistaba tanto a las religiosas como a las compañeras. El 24 de mayo de 1932 hizo su primera comunión. Al estallar la guerra civil española en 1936, tuvieron que huir a Figueira Pila de Bautismo en la que fue da Foz, en Portugal; Volvieron a su tierra dos años bautizada María Isabel Salvat en la Iglesia de la Concepción en Madrid. después. María Isabel gozaba en general de buena salud, pero era propensa a coger resfriados. En una de aquellas ocasiones, habiéndose quedado en casa, confió un secreto a Margarita: algunos días antes se había conmovido profundamente visitando con la tía Carmen, religiosa de las “Irlandesas”, una familia necesitada. Desde ese momento había nacido en su corazón el deseo de vivir como los niños pobres de aquella familia, porque Jesús los amaba mucho y ella también lo amaba mucho. En cuanto pudo fue a llevar personalmente unos zapatos nuevos a aquellos pequeños. La vida del colegio proseguía y a la vez crecía en la muchacha el amor a la Virgen María. Con algunas compañeras, el 10 de diciembre de 1943, entró a formar parte de las Hijas de María y todos los sábados se dedicaba a realizar alguna obra especial en su honor.

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TESTIMONIOS

Santa María de la Purísima de la Cruz Un día llamó a la puerta de su casa, pidiendo limosna una religiosa, Hermana Ana María, de las Hermanas de la Compañía de la Cruz, fundadas en 1875 por Sor Ángela de la Cruz (en el siglo María de los Ángeles Guerrero González). Volvió más veces para dar a Doña Margarita noticias sobre algunos enfermos que ella intentaba ayudar. En María Isabel, que escuchaba las conversaciones, fue brotando el deseo de seguir aquel camino. Empezó a frecuentar el convento de las Hermanas y, después de orar mucho, se confió a Margarita, que hubiera preferido para su hermana las Religiosas Irlandesas. Luego comunicó su decisión a la madre; esta la abrazó feliz y tomándola por la mano la condujo delante de un busto del Corazón de Jesús que se encontraba en el salón de su casa. Rezaron juntas y la animó a no perder tiempo en responder a aquella llamada. Faltaba sólo poner en conocimiento al padre, pero la madre supo preparar el terreno. Así, con sus 18 años, el 8 de diciembre de 1944 entró como postulante en las Hermanas de la Compañía de la Cruz. Tomó el santo Hábito el 9 de junio de 1945, cambiando su nombre por el de Hermana María de la Purísima de la Cruz. Hizo su profesión temporal el 27 de junio de 1947 y su profesión perpetua el 9 de diciembre de 1952. Desde su noviciado, fue adelantando continuamente en las virtudes. Además, gracias a la educación recibida, conocía bien tres lenguas: el francés, el inglés y el italiano. Por sus cualidades humanas y espirituales, después de su profesión perpetua, fue destinada a la casa de Lopera con el cargo de directora del Colegio, más tarde desempeñó el mismo cargo en Valladolid y Estepa donde a los 5 años, en 1959, fue elegida Superiora de la misma. En 1966 fue llamada a la Casa Madre de Sevilla, donde recibió el cargo de Socia del Noviciado, poco tiempo después de Maestra de Novicias. Tres años más tarde, la Congregación hizo el experimento de organizar el instituto en Provincias: Hermana María de la Purísima fue responsable de una de ellas; pero el experimento no pudo llevarse a cabo. Luego fue nombrada Consejera General y Superiora de la comunidad de Villanueva del Río y Minas, provincia de Sevilla. Durante aquel mandato se celebró el Capítulo General: el 11 de febrero de 1977 fue elegida Madre General. Fue reelegida por unanimidad tres veces más. El evento más importante de su generalato fue la beatificación de Sor Ángela de la Cruz que se celebró en Sevilla en noviembre de 1982 presidida por San Juan Pablo II, durante su primer viaje apostólico en España. Concluida la celebración el Papa visitó el convento de las Hermanas para rezar delante del cuerpo incorrupto de Sor Ángela de la Cruz recién beatificada y habló largo rato con Madre María de la Purísima de la Cruz. A pesar de ser la máxima autoridad del Instituto, ella buscó siempre pasar desapercibida y no llamar la atención.

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TESTIMONIOS

Santa María de la Purísima de la Cruz Su mayor preocupación eran las ancianitas y las enfermas: cuando era todavía superiora de Villanueva del Río y Minas, iba personalmente a las cuevas a visitar las enfermas que allí vivían y su gozo era prepararles la comida, asearlas y lavarles la ropa. Se preocupaba mucho de las Hermanas, en particular de las que se encontraban en alguna dificultad: era para todas una madre comprensiva, dedicaba mucho tiempo a escuchar y aconsejar a sus hijas, infundiendo en ellas amor y fidelidad a la vocación, espíritu de fe, de abandono y sumisión a la voluntad de Dios. En una de sus Cartas Circulares dejó escrito: «Cuanto más fuerte es nuestro amor al Señor, tanto más amaremos nuestra vocación y nos entusiasmaremos con todo lo nuestro: el amor a los pobres, el estar a los pies de todos…, porque en esto está la ocasión de probarle a Él nuestro amor». En este periodo creció mucho el numero de las Hermanas y esto hizo posible que se llevaran a cabo nuevas fundaciones: Puertollano, Huelva, Cádiz, Lugo, Linares y Alcázar de San Juan. También en Italia se abrió una nueva casa, en Reggio Calabria en el 1984, para la asistencia de enfermos y ancianas a domicilio. En 1994 apareció la grave enfermedad que la conducirá a la muerte: durante el verano de aquel año tuvo que sufrir una mastectomía y en poco tiempo reanudó su actividad normal, realizando todas las obligaciones propias de su cargo, como si nada hubiera pasado. En los cuatro años que sobrevivió, redobló su esfuerzo por infundir unión, alegría y un grande amor a Dios en todas las Hermanas: junto a ella se respiraba a Dios. En septiembre de 1998, Madre María de la Purísima emprendió un viaje para la visita canónica a las comunidades de Argentina, empezó el viaje acusando ya fiebre alta, más no se paró hasta que no volvió a Sevilla. En octubre fue al médico a recoger el resultado de algunas pruebas rogándole que fuera sincero con ella pues llevaba cincuenta años de profesión religiosa y no le temía a la muerte. El médico le dio las gracias por haberle facilitado la obligación que tenía de darle una noticia tan dura y le explicó la naturaleza de su enfermedad: cáncer de hígado

Jerusalén está construida como ciudad bien conjuntada; allá suben las tribus, las tribus del Señor, para dar gracias, según la norma de Israel, al nombre del Señor. Porque allí están los tribunales del palacio de David.

Qué alegría cuando me dijeron:

“Vamos a la casa del Señor”

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TESTIMONIOS

Santa María de la Purísima de la Cruz y de pulmones. La Religiosa sonriendo citó el salmo 121: «¡Que alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor!”». El 30 de octubre de 1998, después de haber recibido un ciclo de quimioterapia, se retiró a la enfermería porque se encontraba cansada: a las primeras horas del día siguiente se durmió para siempre en el Señor. Tenía 72 años. Fue enterrada en la cripta de la Casa Madre, en el mismo sitio donde por 50 años había quedado enterrada su Fundadora. Su fama de santidad creció enseguida no solamente entre las Hermanas, tanto que el 16 de diciembre de 1999, el Consejo General de la Compañía de la Cruz pidió al Arzobispo de Sevilla que introdujera la causa en la Congregación para las Causas de los Santos, pidiendo la dispensa de los cinco años para dar inicio al proceso diocesano para la beatificación y canonización de Madre María de la Purísima. El nihil obstat para el comienzo fue concedido el 13 de enero de 2004; mientras tanto una comisión había empezado a recoger testimonios “ad futuram rei memoriam”. La fase diocesana fue rapidísima: duró desde el 20 de febrero al 15 de noviembre de 2004. El decreto sobre la validez fue concedido el 2 de julio de 2005. Entretanto se había realizado un presunto milagro: Ana María Rodríguez Casado, de la Palma del Condado, había nacido con una cardiopatía congénita y sin vena cava inferior, por lo cual era portadora de un marca pasos desde que tenía trece meses. Una noche de enero de 2004, cuando tenía 3 años, perdió el conocimiento entre los brazos de la madre: había sufrido una parada cardiorespiratoria a causa de la rotura de un cable del marcapasos que llevaba instalado. Por la consiguiente falta de oxigeno al cerebro, después de un largo periodo de hospitalización, la llevaron a casa en una silla de ruedas, era como una muñeca de trapo. Dos Hermanas de la Compañía de la Cruz le dieron a la madre Ana María Rodríguez una estampita de Madre María de la Purísima; ésta, movida por Casado, niña del milagro el dolor y la desesperación, empezó a pasar la estampa sobre aprobado para la la cabeza de la niña. Después de pocos minutos que se habían Beatificación de Madre María de la Purísima. marchado las Hermanas, la niña llamó a la madre y a la abuela pidiendo ser ayudada a bajar de la silla de ruedas porque quería caminar. En pocos días la niña hablaba normalmente. El proceso sobre el milagro, a petición del postulador general, fue instruido en la diócesis de Sevilla en lugar de Huelva a cuyo territorio pertenece la Palma del Condado: duró del 4 noviembre de 2005 al 13 de febrero de 2006. El 29 de septiembre del mismo año fue presentada en el Vaticano la “Positio super virtutibus” de la Sierva de Dios. Obtenido el parecer positivo por parte de los teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos, reunidos el 6 de junio de 2008. El 17 de enero de 2009 el

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TESTIMONIOS

Santa María de la Purísima de la Cruz Papa Benedicto XVI autorizó la promulgación del Decreto con que Madre María de la Purísima era declarada Venerable. El 2 de julio de 2009 los miembros de la consulta Médica de la Congregación declararon que la curación en examen era científicamente inexplicable. El 5 de diciembre los teólogos se pronunciaron unánimemente sobre el dicho milagro así como también los cardenales y obispos, miembros de la Congregación, el 2 de marzo de 2010. Por último el 27 de marzo de 2010, el Papa Benedicto XVI firmó el decreto que definía de milagrosa la curación de Ana María. El sábado 18 de septiembre de 2010, a las 10 de la mañana, el Estadio Olímpico de la Cartuja de Sevilla estaba repleto de fieles, religiosas, sacerdotes para la Misa de beatificación, presidida por el Cardenal Angelo Amato, Prefecto para las Causas de los Santos, en calidad de enviado del Santo Padre. En aquella ocasión la pequeña sanada que tenía diez años, hizo su primera comunión. Como segundo milagro para obtener la canonización, ha sido presentado el caso de Francisco José Carretero Díez, llamado “el Carre”, miembro de la Hermandad de la Macarena de Sevilla. En Septiembre de 2012, a la edad de 44 años, había entrado en coma como consecuencia de una parada cardiorespiratoria de 27 minutos de duración con los consiguientes daños cerebrales irreversibles: después de dos semanas, cuando los médicos hablaban de donación de órganos y de muerte clínica, de pronto se recuperó completamente. En el periodo en que permaneció en coma, los amigos habían puesto en marcha una cadena de oraciones por medio de las redes sociales, dirigidas a la Beata María de la Purísima. Con un decreto que se hizo público el 5 de mayo de 2015, su curación ha sido reconocida como un hecho efectivamente inexplicable, abriendo el camino hacia la canonización. Como ha hecho notar el periodista Giorgio Bernardelli en el «Vatican Insider», Santa María de la Purísima de la Cruz es la segunda, detrás de Juan Pablo II por la brevedad de tiempo transcurrido desde la muerte a la fecha de canonización, si nos limitamos sólo a los santos de la época contemporánea. Sus restos mortales descansan en la capilla junto a la urna que conserva el cuerpo incorrupto de su Santa Fundadora, en la Casa Madre de las Hermanas de la Compañía de la Cruz en Sevilla. Emilia Flocchini

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YO LA CONOCÍ A la Madre María de la Purísima

Humildad y bondad en su mirada, sus ojos reflejaban la ternura, la solidez, la gracia y la frescura, de quien por Dios se sabe conquistada. De la Cruz de Jesús, enamorada, sus escritos nos muestran sin fisura su paz interna y una gran hondura. El país del Amor es su morada. Con gran serenidad, con gran coraje, afrontó la noticia que esperaba: Su marcha hacia la luz era inminente. Y recitando un salmo, sonriente, no rechazó el dolor que le aguardaba, y dichosa emprendió su postrer viaje. María del Carmen ESPADAS BURGOS Ciudad Real

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Ana María Caballero Larrazábal y María Isabel Sánchez Hadadlo, agradecen a la Beata Madre María de la Purísima el favor solicitado a su nombre, relativo a la curación del esposo de la primera citada, para evitar la amputación de unos dedos de un pie, cosa que ha logrado eludir justo en la primera revisión médica tras la petición realizada. Deseamos hacer público nuestro agradecimiento de esta forma. María Isabel Sánchez Doy gracias a Dios porque por la intercesión de la Beata Madre María de la Purísima, me ha concedido una serie de milagros y gracias dignas de mencionar y que quería compartir. Mi experiencia está relacionada con mis estudios de oposiciones para ser maestro. En el año 2007 decido presentarme a las oposiciones de Magisterio. Un día llegaron a mi casa unas Hermanas del convento de Moguer. Una de las Hermanas me habló de la historia de la Beata Madre María de la Purísima, a la cual me encomendé pidiéndole que en el proceso de oposición me tocaran, a través de un sorteo, unos temas concretos para examen escrito. En dicho examen cayeron esos temas y posteriormente en el examen oral también le pedí un tema concreto. Este tema también me tocó. Todo salió bien, pero no obtuve la plaza como maestro al no tener nota suficiente. Pero habían salido los temas que yo pedí, y eso me dejó bastante marcado. En la siguiente convocatoria de 2009 y con la anterior experiencia vivida, me encomiendo a Madre María de la Purísima y a San Juan Pablo II, el Papa de los jóvenes. Pido que intercedan para que obtenga la plaza de maestro, ya no quería temas concretos, quería una plaza. Obtener una plaza era verdaderamente complicado, más difícil que en el año 2007, pues no tenía apenas puntos por experiencia docente y había muchos maestros interinos con más posibilidades de obtener plaza que yo. Cuando llegaron los exámenes, cayeron los temas que mejor me sabía y todo salió muy bien. Sabía que detrás de mis largas horas de estudio también había habido ratos de oración y no fue en vano. El Señor me concedió la plaza y ya llevo trabajando más de cinco años. Cada día que voy al trabajo pienso que esto es un verdadero milagro, un regalo de Dios. Sé que mi trabajo no es fácil en la actual sociedad en la que vivimos, pero tengo a mis defensores, a mis intercesores, y ahí está ella, la Beata Madre María de la Purísima. Pablo Hernández. Moguer

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PROGRAMA PARA LA CANONIZACIÓN DE MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA I. Antes de la Canonización, en Sevilla

El Postulador pedirá entradas sólo para los grupos de sacerdotes que vayan a concelebrar y también para los peregrinos que se hayan inscrito como grupo a través de este número de teléfono de la Casa General de las HH. de la Cruz en Sevilla, 954 22 57 88 o a través de este correo electrónico: procesomadrepurisima@hotmail.com donde podrán inscribirse dando el nombre o dirección del responsable de dicho grupo. Los grupos de peregrinos deberán comunicar a este teléfono o a ese correo el número de personas que lo forman y un responsable de grupo para hacerle llegar las entradas; lo mismo vale para el grupo de sacerdotes de una diócesis, dar el nombre de una persona responsable y al obispado se les harán llegar las entradas solicitadas; el plazo de esta inscripción de grupos finaliza el 1 de septiembre.

• Los días 12, 13 y 14 de octubre 2015 habrá Vísperas solemnes a las 19,00 horas en el Convento de las Hermanas de la Cruz.

II. Antes de la Canonización en Roma • El 17 de octubre de 2015. Celebración de la Misa del Peregrino en la Parroquia de las Hermanas de la Cruz en Roma “Chiesa Nuova”, Via del Governo Vecchio, núm. 134, a las 18,30 horas.

III. Canonización en Roma • El 18 de octubre 2015 en la Plaza de San Pedro tendrá lugar el acto solemne de la Canonización de Madre María de la Purísima de la Cruz a las 10,00 horas.

A tener en cuenta: Hay que recordar que a la ceremonia de la plaza de San Pedro no se puede acceder sin entrada. Las personas que vayan a la ceremonia y no dispongan de entradas, podrán retirarla, la tarde anterior a la canonización, en el Portón de Bronce, situado en la parte derecha del columnado. Allí, los guardias suizos disponen de cantidades de entradas que sólo se pueden retirar la tarde anterior, o sea el día 17, en el arco horario de las 3 a las 8 de la tarde, basta pedirles el número que se desee: 10, 15, 20... Conviene tener en cuenta que las entradas no van numeradas, por consiguiente, quienes lleguen primero ocuparán los primeros puestos. En la ceremonia pueden concelebrar cuantos cardenales, obispos y sacerdotes lo deseen. Los sacerdotes deben llevar alba y estola e irán situados en un apartado, preparado para ellos, de entre los que se dividen los asientos de la plaza.

IV. Después de la Canonización en Roma • El 19 de octubre de 2015, tendremos Misa Solemne en acción de gracias por la Canonización de Santa María de la Purísima de la Cruz en la Basílica de Santa María la Mayor a las 16,00 horas. Los sacerdotes que deseen concelebrar deberán llevar alba y estola.

V. Después de la Canonización, en la Catedral de Sevilla • Los días 28, 29 y 30 de octubre de 2015, habrá un Triduo en honor a Santa María de la Purísima en la Catedral, a las 20,00 horas. • El 31 de octubre de 2015. Misa Solemne en acción de gracias por la Canonización de Santa María de la Purísima en la Catedral a las 20,00 horas.

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