Sumario
SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ
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1. Editorial............................................................................................................................................................ 4 - La alegría del Evangelio 2. El Magisterio de Sor Ángela (XXIII) ................................................................................. 7 - La doble pobreza y la doble riqueza de Santa Ángela 3. Para hacer Oración: Alma de Cristo (de San Ignacio de Loyola) .........9 4. Iconografía de Santa Ángela...........................................................................................12 - ¡¡Paz y Bien!! 5. Me gusta contarte cosas... ................................................................................................... 14 - Con los ojos de mi pensamiento 6. Sor Ángela de la Cruz, cartas a... ... .............................................................................17 ...Las Familias 7. Hablamos de ella ............................................................................................................................ 19 - ¿Sabéis dónde reina la alegría? - Centenario en Peñaflor
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Sumario
BEATA MARÍA DE LA PURÍSIMA Página
1. Espiritualidad de Madre María de la Purísima...............................................26 - Presentación del libro “Caminando a la luz de la fe” 2. Sus escritos “Destellos de Luz”.............................................................................................29 - Paz 3. Testimonios ..................................................................................................................................................34 - El colegio de la alegría - Confirmaciones 4. Gran Intercesora ante el Señor........................................................................................43
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LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús” Así empieza la Exhortación apostólica “Evangelii Gaudium” en la que el Papa Francisco recoge, ordena y simplifica todo lo que ha venido diciendo o sugiriendo desde que fue elegido. El refiere que ha tenido en cuenta los trabajos del Sínodo celebrado en octubre de 2012, que tuvo por tema “La nueva evangelización para la transmisión de la fe”.
Iglesia. Por eso hace una llamada a la conversión pastoral y misionera El tema de la alegría y de cómo se comunica, en la alegría del Evangelio, es el corazón de esta Exhortación Apostólica. Este es un documento que brota del corazón del Papa. Con ella lo que quiere lograr es que los católicos nos comprometamos con el evangelio y prediquemos el evangelio, y en consecuencia que sea una verdadera alegría evangelizar.
En esta Exhortación, el Papa Francisco desea expresar las preocupaciones que le mueven en este momento concreto de la obra evangelizadora de la Iglesia y proponer algunas líneas que puedan orientarla.
Después de leer esta Exhortación, una cosa debe quedar clara, y es ésta: que todos tenemos ya algo que ver con el tema. Porque, ¿qué es evangelizar?: Dar a conocer a Jesucristo. Todos sabemos que nuestra fe cristiana exige un compromiso. Un compromiso de amor a Dios y, por amor a Dios, al prójimo.
No va a cambiar doctrinas, sino a preocuparse más de las personas. Cree que debe hacer más uso del corazón que de la inteligencia. En el Papa Francisco se ve a un hombre que está dispuesto a llevar adelante la renovación de la 4
EDITORIAL
La alegría del Evangelio Pero… ¿realmente notamos en nuestra vida esfuerzo por vivir este compromiso? ¿Experimentamos cierta violencia para mantenernos fieles a nuestros principios? ¿O es tan floja nuestra fe que vivimos como si no la tuviéramos, encasillados en nuestro egoísmo y buscando constantemente el modo de disminuir nuestros deberes? La mejor manera que tenemos los católicos de dar a conocer a Jesucristo es siendo consecuentes con nuestra propia vida y dando buen ejemplo. Si soy cristiano, si quiero seguir llamándome cristiano, hoy más que nuca debo ser auténtico. No están los tiempos para ser cristiano solo de nombre, para vivir fingiendo algo que no somos. El que diga ser algo, que lo sea. Y si no, estamos de más. Santa Ángela de la Cruz, de la que celebramos el 30 de enero los 168 años de su nacimiento, entendía de valores de espíritu y daba mucha importancia al buen ejemplo; lo consideraba como un verdadero apostolado y una buena ayuda para evangelizar. Así lo dejó plasmado en el primer capítulo de las Constituciones: “El lenguaje mudo del ejemplo, será el primero y más eficaz de los medios que emplee la Hermana de la Cruz en su apostolado de caridad” Prediquemos, como dice nuestra santa, con el ejemplo y veremos con asombro cómo no es tan difícil, porque la gracia de Dios, que es fuerza, nos ayudará, nos empujará, nos estimulará. Evangelicemos con nuestro ejemplo y además hagámoslo con alegría. La alegría se convierte para Sor Ángela en una consigna permanente, como si adivinara el impulso psicológico que un alma alegre imprime a las renuncias de una vida de sacrificio. Así quería a sus hijas, alegres y transmitiendo alegría. Sigan amando a Dios con alegría les pase lo que les pase, porque nuestro Señor quiere servidores generosos que lleven su cruz con garbo y reciban sus regalos, que todos están incluidos en la cruz, con gozo espiritual”. 5
EDITORIAL
La alegría del Evangelio “El que quiera vivir contento tiene que buscar a Dios, y sólo en Dios encuentra esa felicidad tan deseada”. “Id por las calles y las plazas buscando las almas que no conocen a Dios, para que le conozcan y le amen. No olvidarse que para que este trabajo dé buen resultado tienen que no buscarse a sí mismas, sino sólo la mayor gloria de Dios; que hace falta este desprendimiento de sí mismas para sacar fruto de nuestros pobres y demás prójimos”. Sigamos estos consejos de Santa Ángela que nos aseguran que cuando uno se convence de que vale la pena orientar la vida adecuadamente hacia Dios; cuando uno se toma en serio el negocio más importante de su vida, que es su salvación y la de los demás…; la vida adquiere una nueva dimensión y todo se hace más bonito, más luminoso. Entonces sí que hemos dado en “el clavo”, y todo se ve a través de una esperanza, cargada de fe y amor.
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EL MAGISTERIO DE SOR ÁNGELA (XXIII) La doble pobreza y la doble riqueza de Santa Ángela
Muchas son las virtudes que brillan relucientes en la vida de Santa Ángela de la Cruz. Pero hay una que destaca de forma eminente entre todas: la Pobreza. Una pobreza que vivió la Santa no sólo en la casa donde nació, en el bario de Santa Lucía de Sevilla, sino también en la casa misma -mejor sería decir ‘la habitación’- en que nació el Instituto de las Hermanas de la Cruz en la calle San Luis de la ciudad andaluza. Llama la atención, ante todo, la casa humilde y sencilla en que nació Santa Ángela situada en el modesto extrarradio sevillano del barrio de Santa Lucía. Una casa compartida con otras familias, en una de cuyas habitaciones vino al mundo la Santa. En esa casa, en ese barrio pobre y humilde de la Sevilla del siglo XIX vio la luz del día en una más que pobre y humilde alcoba, convertida hoy en entrañable capilla de la Comunidad que allí vive. En ese ambiente de sencillez y hasta de estrechez material pasó Sor Ángela su niñez, su adolescencia y su primera juventud. Atendida por unos padres sencillos que trabajaban en el cercano Convento de los Trinitarios, la familia no podía ciertamente permitirse muchos lujos ni en la comida, ni en el vestido, ni en las diversiones. Por el contrario, fue la propia Santa Ángela la que tuvo que ayudar económicamente a la familia, colocándose a trabajar con sus propias manos en la confección de zapatos de señoras y señoritas. Sor Ángela nació, creció y se formó en una pobreza de tal forma vivida y asimilada, que le acompañó literalmente toda su vida. Cuando impulsada por el Espíritu del Señor y guiada por el Padre Torres, dio comienzo junto con tres compañeras, al Instituto de Hermanas de la Cruz, lo hizo nuevamente en la más estricta y severa pobreza. Aquel “monasterio” constaba de una única habitación multiuso que les servía de Capilla, comedor, dormitorio y sala de estar. La cocina y los servicios higiénicos eran comunes y los compartían con el resto de vecinos. Pero 7
EL MAGISTERIO DE SOR ÁNGELA (XXIII)
La doble pobreza y la doble riqueza de Santa Ángela la carencia suprema del día en que inauguraron aquel ‘mini convento’, y de los días siguientes, fue el carecer de la riqueza más querida de su corazón: el Sagrario en el que amar y adorar al gran Compañero de viaje en aquella incipiente aventura. ¿Se podrían pensar unas condiciones de mayor pobreza y estrechez? ¿No es cierto que esta situación recuerda de alguna manera la pobreza de la Sagrada Familia cuando al nacer Jesús tiene que hacerlo en pobre portal siendo recostado en un pesebre? Es evidente que cuando Santa Ángela habla o escribe a sus Hijas de ‘pobreza’ (y lo hacía con harta frecuencia), no lo hace “desde la sabiduría que proporcionan los libros de espiritualidad”, sino desde la más radical y profunda experiencia personal. Santa Ángela valoró la virtud evangélica de la pobreza cristiana a partir de una experiencia que le había acompañado desde los primeros años de su vida y desde el día mismo de la fundación del Instituto. Pero esta doble situación de pobreza en lugar de vivirla con ansiedad, con tristeza, con añoranza de mejorar materialmente la vida, la vivió con auténtica Alegría porque, por una parte, la ponía en situación de imitar muy de cerca a Cristo, pobre entre los pobres; por otra, le ayudaba a desprenderse sincera y sabiamente de las cosas de la tierra, y además, la ponía en la feliz situación de ayudar real y eficazmente a los pobres desde su propia pobreza: Santa Ángela no daba a los pobres lo que a ella y a la Comunidad les sobraba, sino incluso aquello que ellas necesitaban. Cristo dijo, y Santa Ángela lo vivió y experimentó en primera persona, que “mayor felicidad hay en dar que en recibir”. Esta fue una persuasión incuestionable para nuestra Santa. Una persuasión que está llamada a dinamizar, también a los cristianos de hoy, la insaciable búsqueda de la felicidad que llena el corazón del hombre. Solo que se busca por un camino totalmente equivocado. La felicidad no viene por el camino del mucho tener, sino por el camino del mucho compartir. Ya lo dijo también, como grave advertencia, el Apóstol Pablo: aquellos que corren con el insaciable afán de hacerse ricos, “caen en tentaciones, trampas y mil afanes insensatos y funestos, que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero; por esta ansia algunos se desviaron de la fe y se inflingieron mil tormentos” (2 Tim 6,9-10). Nosotros somos asombrados testigos de la realidad de estas palabras que se escribieron hace dos mil años. Por esos nos preguntamos: ¿por dónde buscamos la felicidad, por el camino del tener o por el camino del compartir? Antonio Mª Calero, SDB 8
PARA HACER ORACIÓN: ALMA DE CRISTO
(DE SAN IGNACIO DE LOYOLA) a la aparente impotencia. No. Jesucristo ha vencido al mal, a Satanás, a fuerza de bien. A fuerza de confían: La en Dios, Su Padre, a fuerza de amor a los hombres, de entrega de la propia vida. Así, ante el maligno, ante sus acechanzas, ante el intento de ganar mi alma y mi corazón está el grito de San Ignacio: i Del maligno enemigo, defiéndeme! El salmo nos habla de esa defensa: “El Señor es la defensa de mi vida ¿Quién me hará temblar?”. Los brazos extendidos en la Cruz parece que son muestra de su impotencia para frenar el mal, sin embargo, es todo lo contrario, porque aparece como un Dios totalmente desvalido de amor. Lo débil de Dios es más fuerte que los hombres (y del diablo). La humildad irrita a los poderosos, como le sucede a la Santísima Virgen María, que siendo la Esclava del Señor, se hace también la Salud, el Refugio, el Consuelo, el Auxilio, etc. de los cristianos.
...Continuación Alma de Cristo, santifícame / Cuerpo de Cristo, sálvame / Sangre de Cristo, embriágame / Agua del costado de Cristo, lávame / Pasión de Cristo, confórtame / Oh buen Jesús, óyeme / Dentro de tus llagas, escóndeme / No me permitas que me separe de ti / Del maligno enemigo, defiéndeme / En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a ti / Para que con tus ángeles te alabe por los siglos de los siglos / Amén. Del maligno enemigo, defiéndeme: Dicen que la mayor victoria del diablo es que los hombres hayamos negado su existencia. Así es como puede entrar en nuestra casa y arrasar. Esa actitud es como irse de vacaciones y dejar las puertas y ventanas abiertas, “¿Quién va a entrar?”, se pregunta el dueño despreocupado. y cuando llega, se encuentra la casa desvalijada. Ciertamente, la culpa del robo es del ladrón, pero las facilidades fueron inmensas. Nuestra sociedad le abre las puertas y ventanas al diablo con una ingenuidad terrible. Y las consecuencias son tan evidentes que, además quieren ocultarlas, para que la vergüenza del desastre no se note demasiado. San Ignacio es consciente del poder del demonio, que es más fuerte que el hombre, porque el diablo es un ángel, caído, pero un ángel. Sin embargo, tampoco podemos ceder al miedo, a la desconfianza,
Cuando tengo miedo, cuando soy tentado por la codicia, la lujuria, la desconfianza o el odio ¿Pido ayuda a Jesús? ¿Encuentro en Jesús el escudo protector, la defensa solida, la muralla 9
PARA HACER ORACIÓN: ALMA DE CRISTO (DE SAN IGNACIO DE LOYOLA)
que me protege? O más bien, me dejo caer y luego espero que Él me perdone ¿Juego con la misericordia de Dios?
En la hora de mi muerte, llámame: Todo tiene un fin. y así como los hombres hemos querido negar la presencia del diablo, también queremos borrar las huellas de la muerte. Nos escondemos de ella. No atemoriza, porque todo se acaba. Así de radical. Este miedo a la muerte no se vence a fuerza de seguros de vida, sino que se asume cuando uno conoce como es el final. El final no es la nada. El que esta vida temporal se acabe no quiere decir que todo termine. Esta vida pide otra. Otra más grande en la que hay un Rey. Un Rey que juzga, que divide entre ovejas y cabras, entre los que confiaron en sus fuerzas o en la humildad del crucificado. Cristo es Dios. y Dios habla, está vivo. Habla y llama. Por eso, San Ignacio, en 10
esta oración le pide a Jesús que le llame por su nombre. Que le llame a estar con Él. Él que nos llamo un día a la existencia terrenal, a través de la unión carnal de nuestros padres, y que nos llamo a la vida sobrenatural en el Bautismo, como prenda del cielo, nos va a volver a llamar. Como Jesús con San Pedro: “¿Me amas?” Llámanos, Señor Resucitado y Glorioso. No te olvides de nosotros en la hora de nuestra muerte. No imites el ejemplo de tus discípulos, que en Tu Hora, en la Pasión se quedaron dormidos... Tú nos esperas Señor, ya nos lo dijiste: “Me vaya prepararos sitio” Muéstranos Señor ese lugar, tan cercano a Tu Corazón, que ni el ojo vio ni el oído oyó, ni la mente humana puede imaginar. Que no sea mi imaginación la que responda a Tu amor, sino mis obras de caridad y mi fe, las que reclamen de Tu Misericordia, aunque sea una leve voz que pronuncie mi nombre, para estar toda la eternidad a Tu lado. ¿Pienso con frecuencia en la muerte y en el juicio de Dios? ¿Pido la gracia de morir confesado? y mándame ir a ti para que con tus ángeles te alabe por los siglos de los siglos: Decía San Ignacio en sus Ejercicios: “El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor, y mediante esto salvar su alma”. Ese es el fin de cada hombre. Cuando nos encontramos a tantos hombres que no encuentran el sentido de sus vidas, de su dolor, de su esfuerzo, de sus fracasos parece que nos quedamos desconcertados. Sin
PARA HACER ORACIÓN: ALMA DE CRISTO (DE SAN IGNACIO DE LOYOLA)
embargo, cuando el hombre está en la cresta de la ola, y todo le va bien, parece que ese mismo Éxito es la recompensa de todo el esfuerzo. Pues ni una cosa ni la otra, viene a decirnos San Ignacio. El valor de nuestra vida, de cada gesto de nuestra vida, sea grande o pequeño no está sujeto a la medida humana, sino que es Dios quien lleva la cuenta. Un gesto pequeño lleno de amor vale más que una proeza llena de soberbia. Por eso, la alabanza en la tierra y en cielo es el fundamento del hombre, porque es lo más gratuito que puede hacer. San Ignacio entiende que la misión del hombre no termina con la misma muerte, sino que la vida terrena es como una hermosa escuela en la que podemos aprender a alabar ¡Hay tanto que aprender! El Papa Benedicto XVI insiste en que no podemos dar nuestra fe por descontado, por eso ha pedido que este año y el próximo se trabaje sobre la fe. La oración exige la fe. Tu misión, como la mía es bendecir y alabar a Dios por las grandezas, “porque es eterna Su misericordia”. Cada segundo de nuestra existencia, aunque sea postrada en la cama y llagada por el martirio del dolor, puede ser una acción de alabanza a Dios si confiamos en que el cielo está hecho para mí. ¿Es mi vida una alabanza a Dios? ¿Me quejo con frecuencia? ¿He visto como Dios me cuida y me ama? Una vez que hemos meditado con esta preciosa oración, sería bueno que la repitiéramos, hasta aprenderla de memoria, y que cuando nos veamos en blanco, ante el Sagrario, comencemos a rezar con las palabras de San Ignacio. Estoy seguro que será fecunda y provechosa, porque comprenderemos más a Dios, entenderemos mejor la circunstancia que estamos viviendo y así podremos responder mejor a la Gracia de Dios. AMÉN Ramón Valdivia Giménez Seminario de Sevilla
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¡¡PAZ Y BIEN!! Si de algo me siento un privilegiado es de que Dios me diera a conocer, sentir y vivir junto a nuestra Madre Santa Ángela de la Cruz, soy Manuel Martín Nieto, escultor e imaginero, de Morón de la Frontera provincia de Sevilla... Me he criado en el convento de Santa Ángela de mi pueblo... desde pequeño mi madre me llevaba al convento mientras ella estaba en clase de corte y confección. Este que les habla ya correteaba por esos relucientes pasillos y ya mi amor por mis hermanitas iba calando en mi interior con una llama que empieza arder y no se puede detener, pues el amor que mis hermanas me daban ya me enamoraba de sus habitos. Me marche a Sevilla con apenas 14 años tras terminar la EGB a aprender el oficio que soñaba, para poder realizar imágenes del Señor y de la Santísima Virgen. Pues bien, allí estuve varios años hasta que empece a trabajar solo. Mi sueño era realizar una imagen de Cristo para mi ciudad y se lo pedía a Santa Ángela y ella me lo concedió. Desde esa imagen en todas mis obras va una estampa o reliquia de madre en el interior de mis cristos y virgenes, es mas antes de empezar a modelarlas o tallarlas siempre me pongo en sus manos a través de nuestra novena que para mi no es novena es los 365 días del año. Mi vida no tiene sentido sin el amor que madre Angelita me regala a diario, de la inspiración que da a mis gubias y como no la suerte que he tenido de poder hacer imágenes de ella, algún monumento en bronce y una talla policromada para el convento de mi pueblo. Aquí os dejo imágenes de ella, ha sido para mi muy grande el poder realizarla, era mi sueño poder esculpir una imagen en madera de mi santa, nuestra Santa Ángela bendita de la Cruz. Es una imagen de madera de cedro y policromada al óleo. Mide 1,60 metros y tiene todos los detalles de que conforman el hábito de mis Hermanas de la 12
ICONOGRAFÍA DE SANTA ÁNGELA
¡¡Paz y Bien!! Cruz, su mano derecha porta la cruz que la enseña a los files mientras con la izquierda sostiene las santa reglas de la congregación. Su peana es de madera de cedro y dorada en oro fino y el rosario de la cintura es natural facilitado por las Hermanas de la Cruz de Morón.
no cada vez que me arrodillo frente a ella en Sevilla donde descansa para q vayamos a pedirle y a rezarle. Mi vida no tiene sentido sin su protección y si sus consejos que me aporta cada mañana cuando le rezo su novena, le pido a Dios y a nuestra madre Santa Ángela qué nunca me abandone, que me ilumine la mente y me guíe las manos de este escultor para seguir dando testimonio en este difícil mundo.
Tengo que darle gracias a Dios por haberme elegido para esculpirla y mas que por eso por haber puesto el amor y el amparo de mi vida en madre Angelita, mi santa mi madre mi musa en mi obra la santa mujer que cambio mi vida desde la niñez y hoy con 35 años sigue llenando mis ojos de lagrimas de emoción cada vez que pienso en ella. Cada vez que entro en mi santo convento de Morón y como
¡¡Gracias hermanas mías de la Cruz por permitirme escribir este artículo y poder dar a conocer mi obra espiritual y material que el señor os bendiga y os premie tanto amor para con todos nosotros y los más nesecitados!! Manuel Martín Nieto Escultor-Imaginero
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CON LOS OJOS DE MI PENSAMIENTO Yo estaba en un lateral del presbiterio y, al elevar la mirada me encontré con algunas Hermanas ancianas que estaban sentadas tras la barandilla del pequeño coro lateral; era como ver a un grupo de golondrinas posadas en un cable del tendido eléctrico, con su cabecita negra y su pechito blanco, entonces fue cuando empecé a distraerme por aquello que dije de la imaginación.
Dicen que Santa Teresa llamaba a la imaginación “la loca de la casa”; y es que en verdad no para, es como el chiquillo travieso, al que le sobran energías y no deja nada ni a nadie en paz. Yo creo que esto es buena señal porque el niño que está enfermito se acurruca y no tiene ganas de jugar. Bueno pues lo que yo te quiero contar en esta ocasión es precisamente para que veas cómo mi imaginación también trabaja y me hace pensar en cosas, a veces, interesantes.
Todas miraban al grupo de Hermanas jóvenes que iban a consagrarse a Dios para siempre pero, sobre todo me fijé en una que tenía en su mirada un algo especial y yo pensaba: ¿qué estará pasando por la mente de esa Hermana?
Mira, se trata de lo siguiente: el día 10 de diciembre pasado presencié y participé en la concelebración que tuvo lugar en la iglesia de la Compañía de Sor Ángela. Era una misa solemne, con motivo de que siete jóvenes Hermanas de la Cruz habían de pronunciar sus votos perpetuos.
-“Un día ya lejano también hice yo mi consagración al Señor para siempre” Yo me la imaginaba siendo jovencita, no sabría decir en qué lugar porque para Dios no hay preferencias, vivaracha, inteligente y seguramente piadosa, buscando en su interior esa voz que algo le pedía.
En la iglesia había muchas personas: familiares, amigos, conocidos de las Hermanas y muchas religiosas que las acompañaban con la Madre General y su Vicaria; también un numeroso grupo de ellas que estaban en el coro cantando, como ellas solas lo saben hacer, que parece que estamos escuchando a los ángeles cantándole a San Pedro para que les abra las puertas del cielo y las escuche el Señor y disfrute.
-“¡Dios mío!, ¿yo monja? Rezó, pidió consejo y se puso a discernir sobre las posibilidades que tenía por delante en su vida y mientras más se iba acercando al Señor lo iba viendo más claro. 14
ME GUSTA CONTARTE COSAS...
Con los ojos de mi pensamiento
-“Dios me quiere para que me realice en una vida de entrega a Él y a los demás” Comenzó su camino y, porque Dios lo quiso, conocería de alguna manera a las Hermanas de la Cruz y…
-“Yo…, por qué no”. “Me gustaría ser como Sor Ángela” Escuchó la voz de Dios más profundamente que la del mundo y así daría su paso definitivo. Yo miraba desde mi lejanía a los ojos de la ancianita y me parecía verla tan feliz, le brillaban un poco sus ojos fijos en las siete Hermanas que profesaban y me animé a seguir pensando. No le sería fácil la despedida de su familia, en sus primeros días en el convento sentiría un poco de nerviosismo y despiste pero, conforme irían pasando los días, más feliz se sentiría; había jóvenes como ella que la orientaban, mayores a las que veía salir y entrar de asistir a los pobrecitos y, en todas una sonrisa reflejo de la paz que en su interior disfrutaban. Como “el tiempo corre”, pasaron los años de formación y, con alegría vio entrar a otras muchas jóvenes a las que ahora le tocaba a ella orientar. Terminó su noviciado y llegó el momento tan deseado de su primera profesión.
-“Dios mío, gracias porque me has escogido, porque disipaste mis dudas, aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”. ¡Qué feliz me siento! 15
ME GUSTA CONTARTE COSAS...
Con los ojos de mi pensamiento ¡Cómo besaría el crucifijo que le impusieron, y el velo blanco de profesa temporal! Los cantos de sus Hermanas le sonarían a gloria y, seguro, que hubo una gran fiesta en el cielo y, por supuesto, en el convento. Y llegó la obediencia, y las tareas encomendadas mientras recorría otro tramo del camino, porque había que llegar al momento suspirado que estaban viviendo aquellas siete Hermanas. Y… llegó, claro que sí. Yo no sé si las Hermanas, también mayores, que estaban junto a ella se darían cuenta de lo indiscreto que yo era mirándolas tanto pero, para mí, mirando simultáneamente a las jóvenes y a las mayores estaba recibiendo una lección de fidelidad a Dios. ¡Qué bonito!, ¡Si el mundo lo entendiera! También llegó para ella el día. Ya definitivamente para Dios en la Compañía de las Hermanas de la Cruz; votos perpetuos, anillo en el dedo y cambio del velo blanco por el negro. ¿Lloraste Hermanita ancianita que no sé cómo te llamas? A mí se me saltan las lágrimas viéndote un poco arrugadita y sé que ahora rezas mucho mientras pasarán por tu mente: enfermos, pobres, niñas, jóvenes… toda una vida amasada de amor y sintiéndote feliz. Seguro que las cuentas de tu rosario están gastadas de rezar por los demás, porque serás tan desprendida que te acordarás poco de rezar por ti, pero yo te prometo que rezaré por las que estáis en el balconcito y por las siete de nuevo velo negro para que algún día puedan ellas ocupar vuestro sitio. Las siete Hermanas hicieron su profesión y tu sonreías, que sí, no me lo niegues, que yo te veía; seguro que le dirías al Señor:
-“Señor, mándanos muchas más que sean para tu gloria y el bien de nuestros hermanos; que sepamos seguir el camino de la Cruz de la mano de nuestra Madre”. Bueno Hermanita que no se cómo te llamas, que el próximo año un 9 de diciembre quiero verte de nuevo en tu sillita de ruedas y asomada a tu balconcito como eso, como las golondrinas, con alguna arruguita más pero no importa, con tus ojitos brillando de felicidad. A lo mejor algún día me entero de tu nombre y si no, no me importa, me basta saber que eres una Hermanita de la Cruz para sentirme feliz. Luis Cornello Espina, sdb.
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...LAS FAMILIAS
Alabado sea nuestro Señor Jesucristo De una carta a la comunidad de Carmona Sor Ángela de la Cruz, Epistolario personal, B.A.C. Cta. Nº 3 18 de Octubre de 1880 Mi querida y amada familia en Dios nuestro Señor: He recibido vuestra carta con alegría como siempre, porque me consuela mucho saber que estáis bien y tranquilos. Ya hace unos días que quería escribir, pero con una cosa y con otra se me pasan las horas y no he escrito; ahora aprovecho este ratito para vosotros. De la carta que escribí pidiéndoos oraciones no os olvidéis; hacedlo juntos, en familia, cada día con mayor fuerza y confianza, que este Dios misericordioso nos conceda lo que le pedimos, para gloria suya y de nuestros pobres y de las Hermanas. Y para esto es preciso que con una gran hambre de santidad aprovechéis todas las ocasiones que se presenten de ofrecerle algún pequeño sacrificio de los que nos llegan en la vida diaria sin cansaros de hacerlo, ya que sabéis que en esto de crecer cada día en bondad, en santidad, no hay término. Y después, que ese crecer en ir teniendo un corazón cada día más bueno, no sea a vuestro gusto, sino al gusto de Dios; y también que no esté en la teoría, sino en la práctica, o lo que es lo mismo, que no esté en entendimiento sino en la voluntad; y para que todos me entendáis, que no esté en decir sino en hacer. Esto os lo digo, querida familia, porque tengo noticias de lo bien que vais y de cómo crecéis en amaros entre vosotros y en amar Jesucristo. Y os hago esta advertencia para que ese crecimiento sea sólido y no sea crecimiento sólo del tiempo de paz en vuestra casa, sino que también haya adelanto igual en tiempo de dificultades y contrariedades; porque muchas veces nos engañamos
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SOR ÁNGELA DE LA CRUZ, CARTAS A...
...Las Familias creyendo virtud nuestra la de los de al lado, que estudian cómo darnos gusto y no contrariarnos ni molestarnos en nada. Y también puede ser que nuestro buen Dios permita este tiempo de calma, o porque no nos encuentra con fuerza para más, o para que conociéndole más cada día os fortalezcáis y afirméis más y más en la paz; y después, aunque vengan trabajos, penas y contradicciones, desprecios y humillaciones, nada nos haga vacilar ni desmentir en la santidad que estáis viendo que Dios os pide. Y entonces, sí, poniendo nosotros lo que está de nuestra parte, la bondad que ha crecido en nuestro corazón será sólida, verdadera, y estaremos tan firmes, constantes y pacientes cuando todo nos es contrario como cuando todo nos sale bien; o mejor dicho cuando Dios nos prueba a nuestro gusto y de una manera que comprendemos el porqué nos pasará esto o aquello. ¡Ah!, entonces sí, que si a todo nos sobreponemos con la gracia de Dios y sale triunfante la virtud, la bondad, qué agradable apareceremos a los ojos de Dios y qué preparación tan digna es ésta, en cuanto le es posible a una criatura, para decirle algún día, al llegar al cielo y vernos ante Él: “¡Jesús, amado Jesús; mi Amigo, mi Hermano, mi Salvador!”… Perdonadme que os canse, pero me olvido que estoy escribiendo cuando quiero que os llenéis de esta verdad que tan felices os hará ya ahora en vuestra vida de familia, en todo lo que tengáis que vivir. Vuestra pobre madre os bendice. Angelita ADAPTACIÓN DE SU ENSEÑANZA EN CLAVE DE MATRIMONIO Y FAMILIA P. Jon García, pbro.
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¿SABÉIS DÓNDE REINA LA ALEGRÍA? Existe un rinconcito especial de cielo aquí en la tierra. Ese fue el sentir de un grupo de amigos, el 17 de Diciembre al entrar en la residencia de ancianas de las Hijas de Sor Ángela
¡Una inmensa alegría llenó nuestro corazón! Hace años, muchos años que soy una incondicional y asidua seguidora de esta Institución. He tenido la gran suerte en mi vida, de visitar mes a mes a una hermana de mi madre religiosa de esta fundación y he vivido grandes momentos en la casa madre de las HH. de la Cruz.
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HABLAMOS DE ELLA
¿Sabéis dónde reina la alegría? Desde niña, sentí que el “convento de las hermanitas” era como el rincón preferido de mi casa. Nuestra tía nos supo inculcar el amor a Sor Ángela y con su humildad y ejemplo, nos dejó grabada esa herencia de ternura que Madre Angelita derramó por el mundo.
Un nuevo modo de querer a Dios y a los necesitados Las Hermanas de la Cruz viven muy cerca de ese símbolo que su fundadora eligió: “La Cruz”, están clavadas a ella de una manera voluntaria y sacrificada, vuelcan su humildad hacia los más necesitados trabajando en silencio y ofreciendo a los pobres, enfermos y ancianos todo el amor que un ser humano pueda albergar.
Un día muy especial para mí
Amenazaba lluvia en esa tarde fría de finales de otoño, Sevilla estaba engalanada con sus mejores ornamentos de Navidad. Mi grupo de amigos del Coro Don Cecilio de Triana, iba con la intención de llevar algo de alegría y gozo, a unas ancianas que viven rodeadas de amor y atenciones; pensamos que con nuestros villancicos podríamos entusiasmar y alegrar a esas viejecitas que, aunque seguro no se sienten solas, pero que quizás demanden un poco de compañía de vez en cuando.
¡Nada más lejos de la realidad! No necesitamos llenarlas de alegría porque la alegría vive allí. 20
HABLAMOS DE ELLA
¿Sabéis dónde reina la alegría? Al entrar en el zaguán, nos encontramos con un grupo de ángeles que adoraban a un precioso Niño Dios entre luces, nubes de seda, espumillones y algodón; aún no sabíamos que los verdaderos ángeles estaban en la planta de arriba y vestían con toca negra, hábito marrón de estameña y mandil de faena. Nos recibieron con la mayor de sus sonrisas y pasamos a una humilde, limpia y bien cuidada habitación, donde las ancianas sentadas en sus butacas o carritos de ruedas, nos saludaban con una alegría que nos llenó de paz y felicidad. Nos embargó la emoción, se nos colmó el alma de ternura y empezamos a cantar nuestros villancicos con la voz entrecortada.
Son las Hijas de Sor Ángela. El pueblo la bautizó a Ella “MADRE DE LOS POBRES” Algunos de mis amigos, así expresaron su sentir: ¡Es una experiencia inolvidable!, de esta manera definía Carlos el rato vivido. ¡A mí me han llenado de ternura!, comentaba Lola emocionada.
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HABLAMOS DE ELLA
¿Sabéis dónde reina la alegría? Las HH. de la Cruz acogen a toda anciana que demande su asistencia sin hacer distinción del poder adquisitivo de cada una de ellas, o la posición sociocultural. Sí es cierto que ellas no exigen una mensualidad, no tienen subvención alguna de ningún organismo y gracias a las limosnas que reciben y a un pequeño porcentaje de la pensión de algunas residentes, subsisten y dentro de su humildad, a estas ancianas no les falta de nada. Su vida apostólica también está consagrada a la visita diaria de enfermos a sus domicilios, pasan la noche asistiéndolos en sus necesidades espirituales y materiales.
Sara decía emocionada: ¡Siempre que nos llamen las monjitas, estaremos allí! Adela apenas decía nada, lloró de emoción, su conmoción era grande. Santa Ángela persistentemente decía que los más necesitados; pobres, enfermos o ancianos, eran sus “señores”, así se lo inculcó a sus Hijas. Había que servirles porque eran enviados de Dios y si en algún momento no tenían nada para entregarles, se lo quitarían ellas de sus bocas si hiciera falta. Por su especial amor a los niños, puso todo su ahínco en la educación de pequeñas pobres y huérfanas, en internados y hoy en día, en escuelas diurnas para externas y mediopensionistas.
Nuestro director musical, José Miguel, me confesó que había sido para él un día imborrable, y que le quedaba grabado para siempre en su corazón. ¡Un acierto pleno! comentó Ricardo. Esa tarde fue especial para mí, algunas de las ancianas bailaron al son de nuestros villancicos flamencos, otras movían sus brazos ante la imposibilidad de poderse levantar y todas aplaudían agradecidas esos momentos de diversión que le brindábamos; incluso le prestamos algunos de nuestros instrumentos para que ellas nos acompañaran. Como he comentado al principio: “Un rinconcito especial de cielo, aquí en la tierra”
Otra de mis amigas y directora del coro, Mercedes, me decía: Gracias por permitirme participar de esta bonita experiencia. Prometemos volver. 22
HABLAMOS DE ELLA
¿Sabéis dónde reina la alegría? Las ancianas reciben la asistencia que cada una necesita, las que aún pueden moverse bien, salen a la calle a dar sus paseos y tienen su margen de libertad. Depende del grado de movilidad, las HH. de la Cruz las atienden y se vuelcan con ellas para que no les falte de nada. Toda su labor va enfocada a la fe; tienen sus horas de oración y la misa del sábado en una preciosa capillita presidida por la Inmaculada.
Mi querida amiga Mª Luisa, revivió unos bonitos momentos de recuerdos de niña en esa capilla y pensó que… ¡Había sido una tarde mágica de Navidad! No les faltan actividades; los ensayos de cantos, sus momentos de ver la televisión y sé que alguna vez han preparado una actuación para brindar a las Hermanas sus cualidades artísticas. Celebran sus particulares fiestas, conferencias, excursiones y la atención hacia ellas es exclusivamente religiosa. Mi marido al volver a casa me comentó: Yo hubiera estado cantando hasta la “madrugá”. Santa Ángela grabó en las normas de su Compañía que siempre reinaría un ambiente de limpieza, alegría sana y sencilla belleza; de tal forma que sus conventos llamarían la atención por la cal de sus paredes, el uso del jabón verde y el aire impregnado de júbilo y gozo. Sus Hijas serían mujeres sencillas, apartadas de la grandeza. Ella es Santa porque fue pobre, amó a los pobres, sintió la pobreza con ellos y en su propia vida. Siempre se identificó con el sentido cristiano de la pobreza en su entrega, en su pago a los desvalidos. Fue una tarde especial, sus deseos de vivir sólo para Dios estaba grabado; flotaba en el aire ese ambiente de humildad, de modestia, de pobreza, de sencillez, de alegría... notamos “EL AMOR” de Santa Ángela hacia esas indefensas personas, sentimos el verdadero significado de la NAVIDAD.
GRACIAS, MUCHAS GRACIAS MIS QUERIDAS Y EJEMPLARES HIJAS DE SOR ÁNGELA Mª del Pilar Ruiz Hurtado
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CENTENARIO EN PEÑAFLOR “!Qué Manos, Qué Dulzura, Qué Ángeles!” He de decir que mi paso como párroco por Peñaflor ha estado marcado por las Hermanas de la Cruz y por lo que han supuesto en mi persona y en mi ministerio. Este artículo pretende ser ante todo, ‘el plasmar’ lo que he visto y lo que he sentido en mi experiencia personal con ellas. Para mí el Instituto de las Hermanas de la Cruz era una institución totalmente desconocida, y ha sido en Peñaflor donde he tenido la oportunidad de conocerlo bien. Y puedo decir que gracias a las Hermanas de la Cruz, también me hago una idea de lo que fue “Santa Ángela” y sus intenciones cuando fundó dicho Instituto, pues ellas son, podríamos decir, una fotocopia “a color” de Ella. Y digo fotocopia porque Santa Ángela es insuperable, pero ellas se acercan mucho como verdaderas hijas suyas. El día que les dije esto en una misa, o en una conversación, no lo recuerdo bien, se reían mucho. Pero es que ¡es así! El primer recuerdo que tengo de ellas es el día en el que D. Marcelino (mi antecesor) me las presentó e intercambiamos las primeras palabras. Era entonces superiora la Hermana Soledad, ahora superiora en la Comunidad de Pizarra en Málaga. La ilusión con la que me recibieron ya me hacía percibir que me iban a ‘querer mucho’ . Pero el primer momento que me marcó para siempre fue una situación que no olvido: fue en casa de Antonio Vázquez “el manco” en la calle Alfarería si no mal recuerdo, a la que fui por invitación de ellas para darle la unción de enfermos a un hombre mayor (el padre) y que yacía en una cama moribundo ... el último gran consuelo que se llevó aquel hombre de este mundo fue de ellas, aquella escena me conmovió profundamente, y me dejó claro que aquellas mujeres llegaban a donde nadie podía llegar ... a las cruces más dolorosas que podían vivir muchos hombres y mujeres de nuestro pueblo: “nuestro país es la Cruz ... “. También se me viene a la cabeza las últimas atenciones que recibió Doña Guadalupe, a la que consumió la “dichosa enfermedad”. Fueron dos momentos de “AL PIE DE LA CRUZ” que nunca olvidaré. Cuantísimos otros podría contar, y cuántos otros están en el corazón emocionado de Dios. Poco a poco fui tomando conciencia también de la riqueza que suponía el hecho de que un grupo de “Mujeres de Dios” consagradas, en su vida escondida y a la vez presente, tuvieran tan “en su corazón” y con tanto cariño a todo un pueblo, desde el vecino más pequeño hasta el más mayor, y cómo conocían casi todas la realidades de sufrimiento. Cualquiera que en Peñaflor haya estado o esté viviendo alguna situación de sufrimiento, que sepa que en su soledad se hace presente esta Comunidad con su oración y con sus sacrificios, y con su ‘acción’. Expresión clara y explícita de ese Amor que Dios tiene por todos nosotros. Allá donde va una Hermana de la Cruz, va ese Amor de Dios para que palpándolo lo podamos descubrir en nosotros, y expresado en sus miradas, en sus palabras, en sus oraciones, en sus obras y en un largo etc. Y siempre haciendo mirar al Pueblo a las ‘cosas de Dios’ y a su Iglesia, concretada en la vida de la Parroquia.
¡Qué alegría verlas pasar con ese paso tan diligente por las calles del pueblo! 24
HABLAMOS DE ELLA
“!Qué Manos, Qué Dulzura, Qué Ángeles!” Querría dedicarle un capítulo especial de este artículo a la relación de Mi Madre María con las Hermanas de la Cruz. El título que da nombre a este artículo:
‘’¡... QUÉ MANOS, QUÉ DULZURA, QUÉ ÁNGELES... !” son las palabras de uno de los episodios más hermosos, aún en el dolor de la enfermedad, que pude vivir con mi Madre en el duro trance de su muerte. Esas palabras salían de un alma muy agradecida por lo que segundos antes había pasado en su habitación. Las Hermanas de la Cruz acababan de salir de allí después de haberla atendido. Me gustaría poder describir y plasmar exactamente lo que la cara de mi ‘bendita madre’ transmitía al decir aquellas palabras, pero sería imposible, es una imagen imborrable, e indescriptible ... algo muy grande había pasado en aquella habitación. Estoy seguro que ellas fueron el anticipo de lo que el Encuentro con el Padre le depararía algunas semanas después. Días antes también tuvimos la dicha de que al poco de que hubieran operado a mi madre, y si no me equivoco en la UCI, la primera cara que viera fuera la de las Hermanas de la Cruz. Dos cosas más, sencillas pero muy significativas para mí, que expresan la “adoración” que mi Madre tenía por las Hermanas de la Cruz, y que expresan como estas ‘santas mujeres’ son capaces de hacer algo EXTRAORDINARIO de las COSAS ORDINARIAS. La primera de ellas fue un fin de año en el que le regalaron un bonito cuadro de Santa Ángela de la Cruz, y que provocó que se le escapara más de una lágrima. La segunda, los bonitos ratos que pasaba en el Coro que formaban un grupo de animosas mujeres juntamente con las Hermanas: “¡qué canciones más bonitas! ... y mira que son difíciles y las ensayamos poco, pues al final se empeñan las Hermanas y las cantamos y todo”. Habiendo supuesto tanto a quién más quería en este mundo, junto con mi padre, y a la que sigo queriendo desde una presencia confiada, cómo no repetirles una y otra vez:
¡HERMANAS, ESTE SACERDOTE ES TODO VUESTRO EN LO QUE NECESITÉIS DE ÉL! Las Hermanas son siempre una “fiesta”, y ¡cómo saben descubrir la grandeza de las pequeñas cosas! que tan desapercibidas pasan para nosotros. Son “paz” para nuestros corazones inquietos, y sobre todo un testimonio de vida cristiana auténtica para aliento de todos los que queremos seguir con fidelidad a Cristo. Gracias por ello Hermanas, porque nos ayudáis a ser cada día - intentarlo por lo menos- mejores cristianos. Vuestra vida NOS INTERPELA. Dios en otros tantos sitios y particularmente en Peñaflor desde hace 100 años tiene un buen espejo que lo refleja, porque os habéis dejado hacer por Él. Gracias, porque vuestra vida también es un ejemplo de “SIEMPRE ADELANTE Y FIELES HASTA EL FINAL, HASTA GASTAR POR ENTERO LA VIDA”. Sólo espero, y deseo, y lo pido todos los días con todas mis fuerzas, que este “Centenario” esté muy lleno de muchas gracias y bendiciones para las Hermanas de la Cruz, particularmente las de nuestro pueblo, y para todos los vecinos y vecinas de Peñaflor. Francisco Javier Nadal Villacreces Pbro.. 25
PRESENTACIÓN DEL LIBRO
CAMINANDO A LA LUZ DE LA FE Epistolario de Madre María de la Purísima
Han pasado ya quince años desde la muerte de Madre María de la Purísima de la Cruz, y su figura, en vez de borrarse, se agiganta. Una vida larga y fecundísima en una persona que se ha distinguido por la fuerza heroica del amor a Dios y al prójimo, cuyas virtudes, vividas en grado heroico, fueron proclamadas por la Iglesia el día 17 de enero de 2009 y, tras el estudio en la Congregación para las Causas de los Santos de un milagro obrado por su intercesión, fue beatificada el 18 de septiembre de 2010. Para descubrir la vida sobrenatural de Madre María de la Purísima de la Cruz hemos ofrecido varios escritos: Semblanza de Madre María de la Purísima, la fuerza heroica del amor, destellos de luz, bajo la moción del Espíritu Santo, y ahora ponemos al alcancen de todos una selección de sus cartas circulares. Sus cartas circulares –en las que utiliza con frecuencia citas de la Sagrada Escritura y del Magisterio de la Iglesia, así como de los escritos de la Fundadora y de las Constituciones del Instituto– tienen un profundo carácter formativo, pastoral y pedagógico, en cuanto que los principios doctrinales que se exponen llevan consigo una aplicación a la vida espiritual. En estas cartas Madre María de la Purísima abre la objetividad de su vida a su verdadero acontecimiento fundante, que es el de la mariología y la encarnación, pasión, muerte y resurrección de Cristo. El hallazgo más extraordinario de estos textos es, ciertamente, la visión del tiempo, considerado como un proceso de santificación a través de su propia vocación, por medio de la liturgia, que es precisamente la santificación perpetua del 26
SU ESPIRITUALIDAD
Caminando a la luz de la fe. Epistolario de Madre María de la Purísima tiempo; es decir, en la liturgia el ser humano vive en plenitud su sentido, su vocación y salvación. Esto significa que, en sentido estricto, la liturgia sobrepasa su propio ámbito y, en sentido amplio, se realiza en el universo. En realidad, Madre María de la Purísima es una mística que ha descubierto el valor de la liturgia, donde se actualizan sacramentalmente los misterios de la vida del Señor. La espiritualidad que nos ofrece en sus cartas es válida para todos los tiempos y para todos los cristianos, puesto que se dirige a lo esencial de la vida cristiana, aquello sin lo cual no existiría: identificarnos con Cristo. Los cristianos estamos llamados a identificarnos con Cristo, es decir, a ser santos. Es probable que muchos cristianos se desanimen en el camino que conduce a la santidad cuando ven los actos maravillosos o milagrosos de la vida de algunos santos. Incluso algunos pueden abandonar el camino argumentando que nunca llegarán a realizar obras tan milagrosas y extraordinarias. Ante esto debemos decir, con Madre María de la Purísima, que no es necesario hacer obras extraordinarias para ser un cristiano santo, sino que basta identificarnos con Cristo en las acciones comunes y ordinarias de la vida diaria, evitando el dar la impresión de que la presencia del Espíritu Santo consista en lo extraordinario, por no decir en lo extravagante. Madre María de la Purísima fue aparentemente una Hermana de la Cruz como las demás. Precisamente su santidad consistió en eso: en no llamar la atención con gestos extraordinarios. Pero su vida interior no era como la de las demás. Había en ella una distinción espiritual que la hacía diferente: era una religiosa para los demás. Amó al Señor con todo el corazón desde niña y lo demostró creciendo día a día en el ejercicio de las virtudes, en particular en la práctica de la caridad. Vivió totalmente desprendida de todo lo que el mundo le ofrecía. Fue una mujer culta, humilde y fuerte, obediente, servicial, serena, moralmente transparente como un cristal, un ángel consolador para sus Hermanas, los pobres, los enfermos y las niñas huérfanas abandonadas, siguiendo el ejemplo de Santa Ángela de la Cruz, cuyo carisma encarnó perfectamente. En los años que Dios le concedió de vida, nunca vivió para sí misma. Cristo fue el principio vital de su vida sobrenatural. Esa vida sobrenatural supondrá mirar a Cristo 27
SU ESPIRITUALIDAD
Caminando a la luz de la fe. Epistolario de Madre María de la Purísima como modelo para aprender de Él y meditar intensamente en su Pasión, hasta llegar a tener los mismos sentimientos de Cristo, incluso ante aquello que pudiera parecer injusto y provenga de los demás, pues “Él a pesar de su condición divina se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo haciéndose uno de tantos… se rebajó haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de Cruz”. Basta acercarse a sus escritos, a las cartas y mensajes que dirigía a las Hermanas, para descubrir que su espiritualidad no estaba encerrada en unas cuantas prácticas de piedad, sino que tenía como fundamento y despliegue tener los mismos sentimientos de Cristo. Quería meter muy dentro de las Hermanas cuánto las amaba el Salvador y cómo Él era lo único que llenaba el alma de felicidad. Insistía que tenían que ser muy sobrenaturales y saber verle a Él en cada acontecimiento de la vida, dándole al sacrificio todo el valor posible y para eso había que estar muy unidas al sacrificio de la Cruz, a los méritos infinitos del Salvador, para que sirviera de redención a todas las almas. Por esta riqueza que descubre en Cristo, se convierte en su único Maestro, Modelo de santidad, Bienhechor, Amigo, Padre, Pastor. Veía como una necesidad empaparnos de su ejemplo para saber dar a nuestros sentimientos y criterios un enfoque más sobrenatural. Esto es lo que Madre María de la Purísima creía. A esto fue a lo que le hizo un lugar en su vida. Nada de esto se puede aceptar, si no es caminando a la luz de la fe. Nada de esto se puede poseer a este nivel de riqueza, si no es porque ha sido cultivada la fe con mucha reflexión y meditación. Este mundo no se puede hacer vida, si no es que sobre él se haya orado mucho, y, posiblemente, si no fuera porque Dios ha ayudado con el don de la contemplación hasta llegar a amar intensamente cada una de las verdades eternas. Con la lectura de las cartas circulares de Madre María de la Purísima, vamos a caminar con ella a la luz de la fe por medio de la liturgia, con el fin de vivir la fe en Cristo en nuestro siglo XXI, en nuestra vida ordinaria. Una fe en Cristo que venga con nosotros a nuestro trabajo y apostolado. Sólo entonces palpitará Cristo en nuestra vida, hasta llegar al “Vivo yo, pero no soy yo el que vive; es Cristo el que vive en mí”. Teodoro León, Pbro. Vicepostulador de la Causa 28
PAZ “La paz y la felicidad la encontramos no en las cosas exteriores sino dentro de nosotras”
1. Sea siempre “portadora de paz” en
que esté y la paz es la base de la felicidad. (Cp. 58, p. 2176).
cualquier ambiente en que se encuentre, y para esto tiene que practicar de modo especial tres virtudes: “la humildad, la paciencia y el amor”. (Cp. 58, p. 2176).
3. Piense que la paz es señal de que Dios está en su alma, y el perderla, casi siempre es por culpa de nuestro amor propio. (B. 2326)
2. Si está dispuesta siempre a ceder, a ser la última, a dejar paso a los demás, y es paciente con la manera de ser de todos, al mismo tiempo que pone amor en su trato, irradiará paz dondequiera
4. Procure mantenerse siempre en paz; no se deje turbar por cualquier pequeñez que no merece la pena. (B. 2326) 29
SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”
Paz
5. Cuánta paz da en una Comunidad
criterios, imponer nuestra opinión, ¡qué falta de paz dentro y fuera de nosotros! (Cc. 4, p. 1519).
un alma que trabaja seriamente en esto: Defender y disculpar a todos, pues siempre podemos salvar la intención. Jamás comentar defectos. (B. 2326)
6. Siembre paz y unión cada día y ya
11. Vamos a ver las cosas sobrenaturalmente, vamos a desterrar el espíritu humano que tanto daño nos hace y veremos de qué paz y felicidad disfrutamos. (Cc. 5, p. 1522).
7. No olvide que la paz y la felicidad la
12. La paz y el gozo nos viene de tener un corazón limpio que se alimenta de la fe, viéndolo todo a la luz de Dios. (Cc. 16, p. 1564).
verá cómo recogerá el fruto; esta siembra ha de ser a base de olvido de sí misma. (B. 2327). encontramos no en las cosas exteriores sino “dentro de nosotras”, ya que dentro de nosotras tenemos al que es la felicidad y el Amor. Busquémosla en la oración, en la vida interior. (B. 2307).
13. La paz es la señal de la presencia de Jesucristo. Así, cuando se aparecía a los apóstoles después de su Resurrección, les repetía estas palabras: “…La paz os doy...” (Cc. 19, p. 1577). 14. La paz, para que sea verdadera y signo de la presencia de Dios, como ocurría en nuestra Stma. Madre, ha de extenderse a estos tres aspectos: Paz con Dios. Paz con nosotras mismas. Paz con nuestras Hermanas y demás prójimos, es decir, ser transmisoras de paz y nunca de inquietud y malestar. (Cc. 19, p. 1577). 15. Todas sabemos que la paz con Dios la da la buena conciencia. Cuando en ella no admitimos voluntariamente lo que es contrario a la Voluntad de Dios; cuando procuramos hacer las cosas sólo por agradarle. (Cc. 19, p. 1578).
8. Tomemos una postura humilde ante Dios y ante los demás, y nos sentiremos llenas de paz. (Cc. 1, p. 1509).
9. “Hacer siempre lo que a Él le agrada”. ¡Tiene tantas ventajas esta docilidad a la voluntad de Dios! ¡Cuánta paz trae al alma y cómo el Señor llena de gracias al humilde! Es muy grande el bienestar que estas personas irradian y el bien que hacen a cuantos viven cerca. (Cc. 4, p. 1519).
16. La paz con nosotras mismas está muy relacionada con la humildad. Tenemos paz cuando reconocemos nuestras limitaciones y debilidades sin desanimarnos; cuando no tenemos pretensiones de ser ni de que nos prefieran. (Cc. 19, p. 1578).
10. Cuando nos empeñamos en hacer nuestra voluntad, mantener nuestros
17. Tenemos paz con los demás, cuando los aceptamos tal como son, 30
SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”
Paz somos serviciales y amables con ellos, no juzgamos sus actos, estamos siempre dispuestas a ayudarles, no nos fijamos en sus defectos sino en sus cosas buenas, buscando en todo su bien y no teniendo acepción de personas. (Cc. 19, p. 1578).
18. Tenemos que unirnos a la Stma. Virgen y considerar cómo Ella se mantuvo en paz en todo momento, y por nada perdió esta paz que es signo seguro de la presencia de Dios. (Cc. 19, p. 1578). 19. La paz es un tesoro, un tesoro que nos hace sentir cercana la presencia de Dios. No seamos fáciles en perderla por cosas insignificantes, pero que no merecen la pena, vale mucho más. (Cc. 19, p. 1579). 20. Un alma en paz la va trasmitiendo y refleja a Dios a los que la rodean. (Cc. 19, p. 1579). 21. Si somos sinceras, tenemos que reconocer que lo que más nos hace perder la paz es lo que de algún modo roza nuestro amor propio. (Cc. 19, p. 1579).
nos ha encomendado en los distintos apostolados. (Cc. 19, p. 1579).
25. En la vida de Comunidad ¡cuántas ocasiones se nos han de presentar de ceder, dar gusto, callar, sonreír, estar disponibles, dejar paso, sacrificarnos para que las demás no se sacrifiquen! Esto contribuirá en gran manera a la paz y alegría que deben reinar en todas nuestras Comunidades. (Cc. 25, p. 1600)
22. Estemos alertas para no dejar pasar a nuestro interior lo que puede hacernos perder la paz, este tesoro que el Señor desea para nosotras. (Cc. 19, p. 1579). 23. El tesoro de la paz tenemos que defenderlo a toda costa, ya que ella nos da una serenidad y un equilibrio en nuestra vida, necesario para lograr una verdadera comunión fraterna que produce un gran bienestar en las Comunidades. (Cc. 19, p. 1579).
26. Quiero pedirles que se esfuercen por fomentar la paz y unión, poniendo cada una todo lo que esté de su parte. (Cc. 31, p. 1613). 27. Que cada noche al hacer el examen de conciencia podamos decir: he rezado para que en mi comunidad reine la paz, y me he sacrificado para que no se
24. Si vivimos esta paz en nuestro
interior se reflejará al exterior, haciendo mucho bien a las almas que el Señor
31
SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”
Paz limitaciones, fracasos, etc. de los que siempre podemos sacar un provecho y de los que nos hemos de servir para vivir más cerca de Dios, y no consentir que nos hundan en el desánimo o nos lleven a la amargura. (Cc. 51, p. 1677).
rompa la unión, al contrario crezca y se fortalezca cada día más. (Cc. 31, p. 1613).
28. Me siento contenta y con paz aunque me haya tocado perder muchas veces, me siento unida a cada una de mis Hermanas, porque no busco ni espero de ellas otra cosa que hacerles bien por amor al Señor, y experimento que esta paz y alegría no se puede comparar a la que se siente cuando uno sale favorecido en todas las cosas. (Cc. 31, p. 1613).
34. Conseguir esta paz consigo misma, ya es un buen triunfo, porque no se consigue sin una gran lucha con nuestra ruin naturaleza que se afana por ser y aparecer, y sentirse orgullosa y satisfecha de sí misma. (Cc. 51, p. 1678).
29. Tengamos un amor sacrificado, cediendo, dando gusto, haciendo disfrutar, disimulando lo que nos moleste, y haciendo cuanto esté de nuestra parte para que reine la paz y unión en nuestras Comunidades, venciéndonos a nosotras mismas para no turbarla en ningún momento. (Cc. 32, p. 1615).
35. Mientras no aceptemos plenamente y como venido de la mano de Dios, todo cuanto de costoso nos venga por medio de la obediencia o por las contrariedades que la vida trae consigo, en las circunstancias y acontecimientos que se van sucediendo, no estaremos en paz con el Señor, porque no estaremos haciendo su Voluntad y reconociéndole como nuestro Dios y Señor. (Cc. 51, p. 1678).
30. El medio que Dios usó para reconciliar consigo todos los seres y hacer la paz, fue la sangre de la cruz de su Hijo Jesucristo, su muerte tan cruenta en la cruz. (Cc. 51, p. 1677).
36. La paz nos la da el ver que el Señor quiere esto o aquello, y que nosotras procuramos hacerlo con todo entusiasmo y amor, para agradar a Quién es el centro de nuestra vida. (Cc. 51, p. 1678).
31. Solamente por la sangre de la cruz, es decir, por el sacrificio y el dolor aceptado por amor, puede venir la paz al mundo, sólo así, tendremos nosotros paz y la daremos a los demás. (Cc. 51, p. 1677).
37. Hemos de hacer la paz con nuestras Hermanas, con las que convivimos, sabiendo aceptarlas, amarlas, disculparlas, sobrellevarlas, ayudarlas, pensar bien de ellas, guardarles las espaldas... ¡Qué paz tan grande nos proporciona actuar de esta manera cuando lo hacemos por amor al Señor! (Cc. 51, p. 1678).
32. La paz es algo que tiene que brotar de nuestro interior como fruto de una aceptación plena de la voluntad del Señor y que sólo se consigue a través de una gran fe y abandono en sus manos, que nos lleva a vencernos a nosotras mismas continuamente. (Cc. 51, p. 1677).
38. La paz sólo se hace con la sangre de la cruz, de esta cruz del vencimiento que a veces cuesta sangre, pero que nos proporciona muchos bienes. (Cc. 51, p. 1678).
33. ¿Qué es tener paz consigo misma? Es aceptar ese cúmulo de miserias, deficiencias, debilidades, enfermedades, 32
SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”
Paz
39. Cuando el alma está en paz, se nos hace todo más fácil y estamos más centradas en la vida espiritual. (Cc. 86, p. 1841).
de la soberbia, del deseo de ser, del afán de dominar, de imponer nuestra manera de ser, nuestros gustos. (Cc. 88, p. 1845).
43. ¡Cómo necesitamos almas humildes que den paz y bienestar, que gobernadas por el Espíritu Santo vayan impregnando el mundo de Dios! (Cc. 88, p. 1846).
40. La paz proviene de la unión con Dios,
del deseo de hacer su voluntad y buscar su gloria, de no contemplar nuestro amor propio, ni dejar libre la imaginación, ya que ésta nos quita muchas veces la paz con sus “ideas peregrinas”, pero que a nosotras nos parecen tan evidentes. (Cc. 86, p. 1841).
44. Que sepamos descubrir a todos los que nos rodean, de modo especial a nuestras Hermanas y a nuestros señores los pobres, el mensaje de paz que nos trae la Navidad. (Cc. 2, p. 1513).
41. Otra fuente de paz es el aceptarnos a nosotras mismas y aceptar a los demás. Todas las noches en el examen deberíamos preguntarnos: ¿He conservado la paz durante todo el día? ¿He dado paz a los demás? (Cc. 86, p. 1841).
45. En las contrariedades es donde más se ve la virtud de un alma. Cuando se llevan en paz, agradeciéndoselas al Señor como una ocasión que nos brinda para adelantar en la virtud, ¡qué paz y alegría nos queda en el alma, porque hemos hecho la voluntad de Dios! (Cc. 150, p. 2065).
42. La inquietud, la turbación, el desasosiego, la falta de paz, son frutos
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EL COLEGIO DE LA ALEGRÍA Ya sea en voz baja con susurros que apenas podemos oír si no prestamos suficiente atención, o en voz tan alta y clara que a no ser que nos tapemos los oídos con fuerza no podremos dejar de escuchar, Dios nos habla constantemente a través de los acontecimientos. Unas veces estos acontecimientos toman forma de personas, otras de tiempos o circunstancias, otras incluso de ausencias o silencios pero siempre nos dejan la grata percepción de que no estamos solos. El 21 de Octubre se celebraron las bodas de diamante de la casa que las Hermanas de la Cruz tienen en Valladolid. Una fundación que tuvo lugar en tiempos difíciles, (en años de la guerra), y que 75 años después constituye una afirmación de la vigencia del espíritu de Santa Ángela. “El tiempo pasa, -dijo el Cardenal Amigo en la misa de Aniversario-, pero el amor, la fe, la bondad,… lo grande, permanece”.
En el convento de Valladolid hay un tesoro grande que es el Colegio. Nada más entrar en él, uno se da cuenta de que no es un colegio nada común, y menos en los tiempos que corren, porque por estas aulas renovadas y adaptadas a las últimas exigencias educativas parece no haber pasado el tiempo en lo fundamental. Sorprende la alegría que reflejan los rostros de las alumnas, y lo que es más sorprendente, los de 34
TESTIMONIOS
El colegio de la alegría
las profesoras y el resto de personas que se encargan de que allí todo “funcione”, ¿acaso aquí no hay problemas? Al contrario, los hay y muchos, como corresponde a una casa de Santa Ángela. Pero el Colegio es un oasis para muchas alumnas y muchas familias que han recogido y recogen cada día el fruto de la semilla que plantó Sor Ángela en Sevilla ya hace más de cien años.
promociones actuales y antiguas y recuerdos de las hermanas que a lo largo de tantos años recorrieron estos mismos pasillos del colegio, unas como alumnas, otras como profesoras. Entre ellas, Madre María de la Purísima. La jornada comienza temprano. Las niñas se preparan para una función sorpresa para las hermanas. Se notan algo los nervios, pero lo que predomina es el ambiente de celebración y fiesta. Como regalo especial, la presencia de la Madre General de camino a una de sus visitas pastorales; todo el Colegio la recibe con entusiasmo. Ya en el salón de actos, muy quietas y calladas ocupan las primeras filas las alumnas de infantil. Otras niñas reconocen divertidas a sus profesoras escondidas tras disfraces multicolor; las maestras no sólo han organizado gran parte de la celebración,
Hermanas, profesoras y alumnas han preparado con ilusión y cariño durante meses el “cumple del Cole”. Un triduo y una fiesta para alumnas y familias precedieron al día más señalado. Las aulas llevaban semanas vestidas de gala para la ocasión. Carteles de felicitación en los que el lema “75 años creciendo y soñando juntos” aparece repetido en colores y formas diferentes, fotografías de excursiones y fiestas de muchas 35
TESTIMONIOS
El colegio de la alegría algunas también participan actuando. Se nota el ambiente humano y familiar mientras rezan y cantan el himno compuesto para la ocasión. La escenificación de la fundación de la casa en 1938 es el corazón de la función.
La representación de las hermanas trasladándose desde Sevilla, con un impresionante vagón de tren incluido, causa la admiración de todo el público. Consiguen las alumnas que todo parezca real. Fue en 1938, pero podría ser hoy mismo. Llegan las hermanas a una ciudad donde hay personas que están pasando dificultades, viajan con lo puesto y desde el primer día viven entregadas a los más necesitados, en silencio. Así fue entonces y así es ahora. Y así era, cuando en 1950 llegó la Hermana María de la Purísima para encargarse de la dirección de este mismo colegio. La hoy Beata María de la Purísima era desde niña muy devota de la Inmaculada. Le había pedido su protección, que la acompañara siempre en su vida y en especial en su vocación. Todavía de velo blanco dejó Lopera, su primer destino como hermana de la Cruz, un pueblo jienense con Iglesia parroquial dedicada a la Inmaculada Concepción y llegó a Valladolid, a un convento y a un colegio, también el de La Inmaculada Concepción. Todavía hoy en el vestíbulo, una Inmaculada de los tiempos de la Hermana María de la Purísima, recibe cada día a las niñas cuando llegan medio dormidas a clase. 36
TESTIMONIOS
El colegio de la alegría
Dos años estuvo la Hermana María de la Purísima en Valladolid. Muchos la recuerdan todavía; era una madre para las niñas y se volcaba con las más desprotegidas. Tuvo la ocasión de llevar a tierras castellanas, las de su infancia y juventud, la alegría del amor al prójimo al estilo de Sor Ángela y dejó en Valladolid una honda huella en forma de sonrisa. Estaba llena de Dios –señaló D. Manuel Fernández, párroco
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TESTIMONIOS
El colegio de la alegría de San Martín, en una inolvidable charla que dio previa a la misa de la fiesta de la Beata celebrada solo unos días después del aniversario de la fundación del convento de Valladolid-; estaba llena de Dios-dijo- y por eso, rebosaba alegría. En una carta, la Beata escribe “tenemos que saber aprovecharnos de todo. Tener un gran espíritu de fe. No bajarnos nunca del terreno sobrenatural; y así, saber entender el mensaje de Dios que es mensaje de amor a través de las distintas circunstancias y acontecimientos de nuestra vida”.
Con bailes regionales típicos de Castilla y León termina la función de las alumnas. La fiesta continúa en el patio para todos los que forman la comunidad escolar pero nos dejan quedarnos un rato más. Junto con las hermanas, las niñas y las profesoras lanzamos cada uno un globo. Miles de colores llenan el cielo de Valladolid en agradecimiento por los 75 años de presencia de las mojas de Santa Ángela, un alegre manto de lunares que parece ir agrandándose según se acerca lentamente hacia el cielo formando una gran sonrisa. Olga Salvat. Madrid, diciembre de 2013
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CONFIRMACIONES El 31 de octubre se conmemoró la festividad de la Beata María de la Purísima de la Cruz, cuando se cumplían quince años de su fallecimiento, en la Capilla de la Casa Madre de las Hermanas de la Cruz. A las 19,00 horas, nuestro Arzobispo, Mons. Juan José Asenjo Pelegrina, presidió la celebración de la Eucaristía, en la que un grupo de jóvenes y varias madres de familias recibieron el sacramento de la confirmación.
La confirmación es uno de los tres sacramentos de la iniciación cristiana. Es el sacramento que perfecciona la gracia bautismal fortaleciéndonos en la fe y haciéndonos testigos de Cristo para difundir y defender con palabras y obras la fe y nuestra vinculación a la Iglesia. 39
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Confirmaciones Al iniciar la celebración de la Eucaristía se pidió la protección de Madre María de la Purísima:
“Pidamos a Madre María de la Purísima, cuya fiesta se celebra hoy, que interceda y ponga bajo su protección a este grupo, para que guíe nuestros pasos por el camino del bien y la verdad; ella, que luchó con tanto celo por inculcar en las almas el amor por los valores espirituales, nos ayude a distinguir y a valorar la fe que un día recibimos en el Bautismo. En ella confiamos y a ella nos acogemos”. La celebración terminó con una intensa acción de gracias y el testimonio de una de las jóvenes, que trascribimos a continuación:
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Confirmaciones Me llamo Marta, tengo 17 años y pertenezco a una familia cristiana en la que vivimos la fe. Hace dos años empecé las catequesis en Sor Ángela. La llegada aquí ha sido providencial. Cuando llegó el momento de comenzar las catequesis de confirmación fui a una Parroquia, pero me dijeron que ya era tarde. Mis padres, que siempre se preocupan por nuestra formación cristiana, empezaron a preguntar por unas catequesis que fueran serias. Gracias a la invitación de una amiga de mi madre, que trabaja y pertenece al grupo de Santa Ángela, termine aquí. Yo no conocía mucho a las Hermanas de la Cruz. Tuve un primer contacto con ellas con motivo de la Beatificación de Madre María de la Purísima, a la que asistimos toda la familia. Al principio solo asistía a las catequesis de confirmación y después me fui uniendo al grupo de oración de los domingos. Empecé a conocer a las niñas, a las Hermanas, y la verdad que cada día me interesaba más todo acerca de este ambiente. Quería conocer a Santa Ángela y quererla como lo hacían las demás niñas. Con el paso del tiempo, preguntando mucho y viniendo cada día, pude ir consiguiendo lo que quería. Son muchas cosas las que me han ayudado a acercarme a Dios en estos dos años aquí: ejercicios espirituales, oración, convivencias con las demás niñas, el mes de mayo, la Navidad, la dedicación y entrega de las hermanas a los más pobres. Todo esto me ha ayudado mucho. 41
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Confirmaciones También a lo largo de estos años no todo me ha sido fácil: las amistades, la pereza, el creer que ya le daba demasiado a Dios… Pero finalmente venció la gracia. Por eso hoy estoy aquí feliz de haber llegado a lo que me propuse, reafirmar mi bautismo. Durante este tiempo de catequesis, también he aprendido hablar un poco con Dios y verlo en los acontecimientos de cada día. Sé que me queda mucho por aprender, pero le doy gracias por haber permitido que descubra el gran amor que me tiene y poder confirmar mi fe. Muchas gracias.
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Somos un matrimonio de Villafranca de los Barros, devotos de Madre María de la Purísima de la Cruz. Queremos darle las gracias por el favor tan grande que nos ha concedido por su intercesión. Quedé embarazada y en la ecografía de las 20 semanas vieron que el niño tenía coartación de la aorta y una comunicación interventricular. Necesitaba una operación en cuanto naciera, sin ella no podría vivir, porque se le cerraría la vena. La matrona y el cardiólogo nos propusieron la posibilidad de abortar porque esa enfermedad podía venir acompañada de algún síndrome. En nuestra calidad de católicos no nos entró en la cabeza tan horrible idea. Tras las pruebas que me hicieron y revisiones periódicas, lo pusimos todo en manos de Madre María de la Purísima para que nos ayudara. Los médicos me dijeron que tenía que dar a luz en Madrid. Días antes del parto nos fuimos al Hospital 12 de Octubre, donde tenía el ingreso. El día 1 de marzo de 2009 nació nuestro hijo y enseguida lo tuvieron que conectar a una máquina para que la vena no se le cerrara, era un puro cable y máquinas por todos lados, una criatura tan pequeñita. El médico nos dijo que lo operarían pronto y sería a corazón abierto, pero tenía que coger un poco de peso, ya que era pequeñito. El día 13 de marzo del 2009 llegó el momento de la operación, que duró 7 horas. Pero resultó con gran éxito, salimos del Hospital el 25 de marzo, teniendo revisiones médicas y sin ningún problema más. Nunca perdimos la fe en Dios y en Madre María de la Purísima, se solucionó todo y hoy en día tiene 4 años y está lleno de vida. ¡GRACIAS MADRE! I.V. Villafranca de los Barros.
Quiero dar gracias a Madre María de la Purísima por todos los favores que me ha concedido, pero sobre todo el último, el de mi hija. A finales del pasado año se quedó en estado, y en una revisión médica le dieron una mala noticia: el niño presentaba problemas, deformaciones incompatibles con la vida. Le recomendaron que se hiciese una prueba que podría perjudicar al niño, a lo que mi hija se negó, aceptando al niño como viniera. Este tiempo de embarazo fue tiempo de un gran sufrimiento para la familia, pero en el fondo de mi corazón, siempre hubo una esperanza de que todo 44
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saldría bien, porque Madre María de la Purísima estaba intercediendo ante el que todo lo puede. Llegó la hora del parto y de nuevo comentaron los problemas, un médico nos informó de que había complicaciones para el niño y la madre. Cuando se la llevaban le puse una reliquia de Madre María de la Purísima debajo de la almohada. Cual fue mi sorpresa, que a los 10 minutos el niño ya había nacido, sano y sin ningún problema. Gracias Madre por tu generosidad para con mi familia. Gracias. Ana Salado. Umbrete.
Deseo expresar mi agradecimiento a Madre María de la Purísima, por haber conseguido trabajo para mi hijo. Le pido diariamente nos siga ayudando e invito a todos a que le recen y pidan con mucha fe y confianza, con la seguridad de que serán correspondidos. Una devota. Málaga.
Estando mi hijo en Tenerife, se quedó sin trabajo una temporada, con el consiguiente desánimo y preocupación que ello le producía. Angustiada por la situación se lo encomendé a Madre María de la Purísima y me escuchó. Gracias Madre por atender a mis súplicas. Tal como le prometí quiero publicar este favor. N. B. Villafranca de los Barros.
Quiero expresar mi agradecimiento por el favor concedido tras mis oraciones dirigidas a Madre María de la Purísima. Cuando esperaba a mi segundo nieto, en el 8º mes le diagnosticaron un serio problema en ambos riñones, se pueden imaginar nuestro sufrimiento, pues el médico no daba seguridad de que tuviese solución. Rogué a nuestra Madre María de la Purísima para que naciese sano, y una semana antes de nacer le repitieron las pruebas y el Dr. no salía de su asombro al comprobar que los riñones estaban perfectamente. 45
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Actualmente tiene cuatro meses y es un bebé sano y hermoso. Quedo eternamente agradecida a Madre María de la Purísima de la Cruz y la llevaré siempre en mi corazón. María Luisa. Málaga.
Desde que las Hermanas de la Cruz me dieron una estampa de Madre María de la Purísima, le rezo a diario con mucha devoción y confianza. Hoy con enorme alegría tengo que comunicar que me ha concedido dos favores, para mí esenciales: un trabajo para mi hijo y un embarazo para mi hija. Doy mil gracias y pido nos siga ayudando. Una devota. Málaga.
Me llamo Beni, natural de Lebrija, pero criada, educada y formada en las Hermanas de la Cruz de Carmona; esta formación que he recibido de ellas me ha sellado, ha creado en mí raíces tan profundas que las Hermanas son parte de mi vida. Todo lo que he aprendido de ellas, desde niña, todo me ha hecho crecer en el conocimiento de Cristo, e intentar verlo en mis hermanos los pobres y enfermos. Precisamente me dedico al cuidado del enfermo pues trabajo en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla. En muchos momentos de mi vida me he visto apurada, he vivido momentos muy duros, pero siempre he tenido a la persona idónea a mi lado: Madre María de la Purísima, ella siempre me ha guiado. Hablando algunas veces con las Hermanas les digo: “Yo sé que ella a mí me protege”. Hace cuestión de meses, mi marido venía padeciendo periódicamente cólicos nefríticos, pero no se le daban mayor importancia, hasta que llegó un momento en que no era normal, se le derivó en lumbalgia. En el hospital lo consulté con mis compañeras y médicos y me aconsejaron le pidiera un estudio, así lo hice. La primera prueba que le hicieron fue una radiografía con contraste, tras la cual los especialistas vieron que el riñón derecho estaba paralizado. Tras pruebas sucesivas, realizadas todas en el mismo día, decidieron que había que intervenir, el médico nos dio un diagnóstico algo oscuro, nos teníamos que poner en lo peor.
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La intervención tenía que ser al día siguiente a las doce de la mañana. Me anunciaron que no sabían cuanto podría durar. Pasado un par de horas salió el médico y me dijo que le habían limpiado el riñón y ya lo llevaban para el despertar. Me dirigí hacia allí y se me acercó el urólogo de guardia que había estado en la operación y me dijo: “No damos crédito a lo que ha ocurrido”, cuando estábamos en plena operación nos dimos cuenta que toda la uretra estaba totalmente dilatada, las piedras que obstaculizaban al riñón habían salido, y el riñón comenzó a funcionar con normalidad; miramos para ver dónde habían caído y no hemos podido localizarlas, por lo que le digo que no damos crédito. Yo me puse muy nerviosa y le contesté: “Es un milagro de Madre María de la Purísima, pues me encomendé a ella. Con mi testimonio quiero demostrarme a mí misma y a todas las personas que como yo, queremos a Madre María de la Purísima, que es verdad que está entre nosotras, que sepamos descubrir su sencillez y su amor a la pobreza. Ella se hizo pobre con los más pobres, como decía Santa Ángela. ¡¡Gracias Madre!! Queremos que pronto te declaren Santa.
El pasado mes de abril, nació en el hospital Viamed (Santa Ángela de la Cruz) mi nieta Carmen. La niña después de un parto complicado desarrolló una hipertensión pulmonar gravísima, fue llevada al Hospital Virgen del Rocío y nos comunicaron que el estado era crítico, temiendo seriamente por su vida, y en caso de que viviera podrían quedarle secuelas neurológicas. Llegó a mis manos una estampa de Madre María de la Purísima y yo me agarré a ella como a un clavo ardiendo. Ocurrió que al pedirle insistentemente por mi nieta, empezó a mejorar rápidamente a pesar de que los médicos nos comunicaron que era un proceso muy lento. El resultado es que a los 25 días, la niña estaba en casa totalmente restablecida y sin secuelas de ningún tipo. No tendré suficientes días de vida para agradecerle a Madre María de la Purísima el haber escuchado a esta pobre abuela desesperada. Gracias Madre. María del Carmen González. Mairena del Aljarafe. (Sevilla)
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