Impaciente Espera N58 by María Florencia cacchione

Gerontogimnasia Yoga y respiración dinámica Disimular cicatrices Mascotas: los perros actúan por conveniencia

N°58 - Noviembre 2009 - Año 6 Publicación mensual de distribución gratuita. www.impacienteespera.com.ar

PENDEVIEJOS Una tendencia que crece

Algunos atravesando la adultez y otros la tercera edad desarrollan toda serie de artilugios para perpetuar la juventud que sienten que se les ha escapado.

Pareja

Amigos con derecho a roce

Potomanía

El exceso de agua puede ser peligroso

Vocación

¿Cómo elegir una carrera?

STAFF - EDITORIAL

“El tiempo es la sustancia de la que estoy hecho” IMPACIENTE ESPERA N°58 – Noviembre 2009 Directora Propietaria Lic. María Florencia Cacchione Editora Lic. María Florencia Cacchione Coordinador médico Dr. Pablo Cacchione Administrador Hernán A. Landaburu Colaboradores de esta edición Emilia Apreda Luis Buero Emilio Cabanelas Silvia Ciaravella Lic. María de las Mercedes Gabin de Sardoy Mercedes López Lic. Clara López Colmano Lic. Luciana Russo Laura Viña Diseño y Diagramación Juan Pablo Cacchione Eva Fontana CONTACTO: impaciente_espera@yahoo.com.ar www.impacienteespera.com.ar Guaraní 82 (1437) Capital Federal Buenos Aires – Argentina

Jorge Luis Borges

ste mes reflexionaremos sobre como pasa el tiempo por cada uno de nosotros, o como cada uno de nosotros pasamos por el tiempo. Por eso la nota central se abocará a la tendencia que muchos tienen de querer evitar o disimular el paso del tiempo mediante todo tipo de artimañas. Así, los llamados “pendeviejos” desarrollan toda clase de artilugios para perpetuar aquella juventud perdida y añorada, corriendo el riesgo de caer en el ridículo y de vivir una vida que ya no les pertenece. Lejos de la critica a quienes anhelan seguir siendo jóvenes, encontrarán una nota de color, en los que muchos pueden verse reflejados. Este mes les proponemos un estudio sobre el comportamiento canino, que demuestra que los animales – al igual que los seres humanos – actúan del modo que más les conviene. Un artículo interesante para entender las razones de actuar de nuestras mascotas. También buscaremos darle un espacio a mejorar la calidad de vida, a través de una buena respiración, y de las posibilidades que puede ofrecer el yoga. Como siempre, encontrarán en la revista notas sobre nutrición, salud, tercera edad, pareja, psicología y mucho más. Siendo la compañía ideal para estos minutos de espera, nos volveremos a encontrar el próximo mes, en la sala de espera de su profesional de confianza.

Tel: 4911-3266 Fax: 4912-4153 IMPACIENTE ESPERA es una publicación mensual de distribución gratuita exclusivamente en salas de espera. Registro de Marca N° 2.043.470. N° de Registro de Propiedad Intelectual 756128. Queda prohibida la reproducción parcial o total de esta publicación sin permiso por escrito de la Dirección. Todos los derechos reservados. La Dirección no puede responsabilizarse por el contenido y / o mensaje de los anuncios publicitarios ni del contenido de los artículos publicados bajo la leyenda “espacio de publicidad”. Las opiniones expresadas en los artículos firmados son responsabilidad de sus autores. La dirección se reserva el derecho de publicar total o parcialmente las colaboraciones recibidas, no existiendo entre los colaboradores de cada edición y la revista ninguna obligación ni relación económica alguna.

Dr. Pablo Cacchione Coordinador

Lic. María Florencia Cacchione Directora

Quienes quieran recibir la revista pueden suscribirse por e–mail o por teléfono. El costo es de $ 7 por mes o $ 50 en un solo pago. Vías de comunicación: www.impacienteespera.com.ar / impaciente_espera@yahoo.com.ar o teléfono: al 4911-3266 / 4912-4153. Para modificaciones, altas o bajas de los avisos, el cierre comercial opera el 15 de Noviembre 2009. Después de esa fecha no se aceptarán reclamos.

Nutrición

¿Qué es la Potomanía?

El exceso de agua también es peligroso Por Lic. María de las Mercedes Gabin de Sardoy*

stamos muy acostumbrados a escuchar hablar de los trastornos de la alimentación haciendo referencia a la obesidad, la bulimia y la anorexia; pero hay muchos otros que caen en la denominación de TANE (Trastornos Alimentarios No Especificados). Entre los TANE encontramos la ortorexia, los comedores compulsivos, la pica (consumo persistente y compulsivo de substancias no alimentarias o con poco valor nutritivo, por ejemplo: pagofagia –hielo-, geofagia –tierra-, tricofagia –pelo-, entre otras) y la potomanía. La palabra “potomanía” proviene del griego “potoç” (bebida, agua potable) y “µavia” (manía). Podríamos decir que es “la manía o compulsión por beber agua”. Esto se hace compulsivamente, sin tener sed y la persona experimenta una sensación de placer al consumirla. Se pueden llegar a beber 8-10 y hasta 15 litros de agua diarios, dependiendo la gravedad del caso. Ahora bien, si nuestro cuerpo tiene un 60-70% de agua y siempre los nutricionistas insisten en tomar agua, ¿hay un límite saludable?, ¿por qué hace mal? Intentaré irlo explicando a lo largo de este artículo.

¿Cuáles son las causas? Muchos son los factores que pueden llevar a este trastorno. Entre ellos podemos citar: • Asociada a anorexia nerviosa: para obtener saciedad o para aumentar momentáneamente el peso en el momento de ser evaluadas por un profesional o familiar. • Enfermedades psiquiátricas: trastorno de la personalidad, estructuras de características histéricas y cuadros delirantes. • Trastornos hipotalámicos (allí está el centro que regula la sed): traumatismos craneales o sarcoidosis, alteración del osmorreceptor hipotalámico. • Diabetes mellitus (suele tener tres síntomas: polidipsia –exceso de sed-, poliuria –exceso de orina- y polifagia –exceso de hambre-). • Enfermedades renales crónicas. • Medicamentos: uso de antinflamatorios no esteroideos, diuréticos tiazídicos, litio (que interfieren la función renal), fármacos anticolinérgicos que dan sequedad de boca (neurolépticos, tricíclicos…), etc.

¿Cuáles son las consecuencias? Si bien en una persona cuya función renal, cardíaca y de la hipófisis se encuentran dentro de los parámetros normales, es muy extraño y poco frecuente que se produzca una hiperhidratación (exceso de hidratación), si la potomanía es sostenida, la función renal puede verse comprometida.

Pero si hay consecuencias pueden ser graves. Podemos mencionar las siguientes: • Calambres musculares: debido a la dilución del sodio y del potasio. Hiponatremia: concentración baja de sodio en sangre (debido a la dilución por el exceso de agua). • Náuseas. • Disminución de la secreción de la hormona antidiurética, por lo tanto se aumenta la diuresis. • Letargia, cefalea. • Convulsiones. • Parálisis. • Insuficiencia cardiaca congestiva. • Coma y muerte.

¿Tiene tratamiento? Sí, pero el tratamiento variará de acuerdo a la causa de la potomanía. Inicialmente, algunos casos son tratado con diuréticos a fin de evitar la hiponatremia. Pero esto es paliativo, sólo ataca al síntoma, no a la causa. En el caso que haya sido ocasionado por algún medicamento, deberá evaluarse la posibilidad de reemplazo por otro tipo de droga. Si es un trastorno psiquiátrico requerirá medicación y terapia. Otras causas dependerán del médico especialista y del equipo interdisciplinario (médicos clínicos, psicólogos, nutricionistas y médicos especialistas).

Conclusiones y recomendaciones Sabemos que el ser humano puede eliminar a través del riñón de 10 a 14 mililitros de agua por minuto (600-840 ml/hora), por lo tanto, no se debería superar ese límite. Una buena forma de calcular cuánto líquido debemos beber es aportar un litro de agua por cada 1000 kcal que se consumen (si hablamos de una media de consumo de 2000 kcal/día, ahí obtenemos los famosos “dos litros diarios”). Si estamos expuestos al calor este valor debe aumentar junto con la temperatura y la transpiración. En el caso de practicar algún deporte, el aporte de líquido es diferente y requiere ser tratado en profundidad. *Es Licenciada en Nutrición. Contacto: www.nutri-salud.com.ar

Yoga y

Respiración

xxxxxxxxxxxxxxx Calidad de vida

dinámica

e trata de una asana muy beneficiosa para la columna vertebral, a la cual le otorga con su práctica una mayor vitalidad, flexibilidad y fuerza. Es útil para aliviar tensiones de la espalda baja, beneficia al sistema nervioso, y posee efecto antiestrés. Para realizarla correctamente debemos ubicarnos sobre una superficie amable, firme pero suave y algo mullida para proteger las rodillas. Comenzar por ubicarse en postura de banco, esto es: con rodillas y manos (o antebrazos) apoyadas en el piso, las manos (o antebrazos) separadas el ancho de hombros, las rodillas separadas el ancho de caderas; de manos (o codos) a rodillas el largo de la columna vertebral. (Ver figura1).

Figura 1 A continuación, y mientras se exhala, bascular la pelvis llevando la frente hacia ella, y redondear la columna de manera de elevar la zona media. (Ver figura 2)

Figura 2 Al tiempo que se inspira elevar la pierna derecha y la cabeza redondeando la columna en sentido opuesto del anterior, de manera que descienda la zona del abdomen. (Ver figura 3).

Figura 3 Exhalando volver a redondear la columna mientras se lleva la rodilla derecha hacia la nariz (no es necesario que ambas se toquen). (Ver figura 4).

Figura 4 Repetir los dos movimientos anteriores, primero cinco veces con la pierna derecha y luego cinco veces con la pierna izquierda. El tiempo en que la pierna y la cabeza van hacia arriba debe ser el mismo que dura la inspiración, el tiempo que tarda en llevar la rodilla hacia la nariz es el mismo tiempo que lleva la exhalación. No deben realizarse retenciones de aire, ni tampoco otras respiraciones que no sean las que están indicadas en la asana. Realizar los movimientos con suavidad y lentitud, sintiendo como la columna se moviliza en toda su extensión tanto en flexiones anteriores como posteriores. Cada uno de los movimientos deben realizarse sin sobre exigirnos, pero aprovechando todo nuestro potencial. Relajarse unos instantes respirando lenta y profundamente conectándose con los beneficios que nos aporta la asana. Autora: Crisina Saumell. Profesora de Yoga. Contacto: cristy_yoga@yahoo.com.ar

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Adolescencia

¿Cuál es mi vocación? El proceso de elección vocacional se da dentro de una elaboración mayor que es la identidad personal, la respuesta a la pregunta ¿quién soy?

eneralmente para esta época del año los que terminan el secundario se cuestionan más firmemente que carrera seguir o ya la tienen definida, los cual favorece el acercamiento a esa facultad. Pero intentemos dar luz sobre una cuestión tan decisiva en la vida de una persona, ya que aquí en este momento, se sientan las bases para la vida futura en general. Y a veces no, ya que la vida nos sorprende constantemente. Pensemos primero que es un proceso, que se fue gestando a lo largo de un periodo de años, al principio elecciones plagadas de fantasías, ideales, querer ser un súper héroe, por ejemplo. Luego elecciones basadas en intereses, en aptitudes, en valores, hasta llegar a una decisión, una elección, que implica dejar algunas cosas que nos gustan por otras que nos expresan más. Es un proceso, el vocacional, que se da dentro de una elaboración mayor que es la identidad personal, la respuesta a la pregunta ¿quien soy? Y la respuesta Yo Soy Yo con mi particularidad, con mis aciertos y desaciertos, con mis logros y frustraciones… hoy como adolescente en crisis, pero la crisis entendida como un desafío a superar, no algo que me estanca, sino que integra, une, fortalece, todo lo que soy. Pero hay que seguir indagando para preguntarnos finalmente ¿cuál es mi vocación? Qué es lo que quiero hacer de mi vida? Es el inicio de un gran proyecto que es “Mi Vida Profesional”, que va madurando junto a mi identidad personal como ya lo dijimos antes. Por eso los invito a preguntarse, seriamente, plenamente: ¿qué quiero ser? ¿qué sentido le quiero dar a mi vida? ¿dónde apostar todo lo que tengo? Con pasión, con entusiasmo, para poder vivir una vida plena haciendo lo que libremente queremos para nuestra vida, que es ¡Única! * Autora: Lic. Sandra Lazo. Psicóloga. MN 37785. Contacto: 4951-8491 slazoar@yahoo.com.ar.

Pareja

Amigos con derecho a roce

an decidido de manera consciente y con gran seguridad, mantener una relación de amistad y de sexo. Son amigos, se caen bien y se ríen y disfrutan juntos. El sexo no es sino otra forma de disfrutar de su compañía y afinidad. No hay compromiso alguno. Todo está bien claro, han hablado de ello y las cosas no se prestan a ambigüedades.

Una tendencia actual Una sociedad que valora la independencia y la fomenta, capitalista y competitiva, donde predomina el estrés, y donde el bienestar y el ocio son valores máximos, es el caldo de cultivo perfecto para este tipo de relaciones. A pesar de popularización, este tipo de vínculos cargan con un gran cúmulo de mitos y creencias que no siempre son ciertas. La naturaleza de una relación depende de la actitud que los integrantes manifiesten, y no tanto del tipo de lazos que les unan.

Este tipo de vínculos cargan con un gran cúmulo de mitos y creencias que no siempre son ciertas MITOS Y CREENCIAS EQUIVOCADAS Estas relaciones son poco profundas. Debemos tener en cuenta que ambas personas se conocen y se aprecian, saben lo que les gusta y están de acuerdo en mantener una relación de este tipo. La sexualidad es, a menudo, una forma perfectamente lícita, para disfrutar de su amistad y conocerse con mayor profundidad. El sexo afianza lazos. Estas parejas se dejan llevar únicamente por la impulsividad y desenfreno. No. Las cosas están sobre la mesa, todo está claro y es fruto de una decisión madura y consciente. Su origen se encuentra en un miedo al compromiso. Comprometerse es tomar una decisión que habitualmente supone un gran cambio en la vida. Tomar estas decisiones a la ligera y sin estar preparado es inconveniente e incluso irresponsable. Una relación de este tipo es siempre insatisfactoria. No tiene porqué, ya que se basan en un conocimiento profundo de la otra persona, en la ternura y el respeto mutuos.

Todo está bien claro: son amigos, nada más. Sin embargo, de vez en cuando, o quizás a menudo, la cosa toma un apariencia diferente. El sexo y la pasión entran en escena.

Pareja ¿Qué ventajas tienen? Hemos dicho que estas relaciones son un fruto de nuestra sociedad y de nuestra época. Es por ello que las ventajas que presentan están íntimamente ligadas a la adecuación a su situación y las exigencias de su entorno. Estas personas valoran su independencia y actúan en consecuencia. Aprecian profundamente sus estudios y su trabajo, por lo que no creen conveniente limitar su desempeño ante las exigencias de una relación más tradicional.

¿Y las dificultades? Pero las personas no somos máquinas. Por muy claras que estén las cosas siempre somos susceptibles a fuertes afectos o irracionalidades. Visto esto, las dificultades más frecuentes parecen ser las que siguen: Una tercera persona. La aparición de una tercera persona, supone la necesidad de redefinir la relación. Es necesario volver a consensuar para integrar lo que uno y otro quieren, lo que entienden y lo que sienten. Uno de ellos quiere “algo más”. La intimidad predispone hacia el compromiso. En una relación de este tipo, la amistad, la satisfacción sexual, la diversión y la ternura, empujan con fuerza hacia la estabilidad y el contrato. Los demás presionan. No suele ser lo habitual, pero es posible que familia, amigos y compañeros de trabajo, no vean con buenos ojos esta relación. La presión social puede generar ansiedad y desagrado, que en todo caso repercutirán de forma negativa sobre la amistad y la satisfacción de los implicados. No todo está claro. A pesar de todo lo hablado, siempre quedan pequeñas ideas, expectativas o afectos, que no están bajo control y que a la larga pueden desembocar en desengaños o disgustos. Y es que no nos han educado para esta forma de vida. Fuente: www.psicoterapia.cl

Belleza

Como disimular las cicatrices Estéticamente las cicatrices pueden resultar incómodas durante el año, en las estaciones más frías, algunas de ellas pueden esconderse bajo la ropa, pero con el calor, se hacen más evidentes. Actualmente existen tratamientos que las eliminan de manera eficaz.

as cicatrices son generadas por cortes, quemaduras, o enfermedades (acné, varicela, psoriasis) pueden dejar secuelas en la piel, el mayor órgano de nuestro cuerpo, encargado de protegerlo. Este proceso tiene lugar cuando, las distintas capas de la piel (dermis, epidermis y el tejido subcutáneo) se ven afectadas tanto en su forma como en su función. Independientemente del motivo que haya causado la señal, las cicatrices son el resultado de la curación de una herida o lesión. Y como tal, existen personas con mayor o menor tendencia a desarrollar marcas. El colágeno tiene un papel protagonista. Es una proteína que está presente en todos los tipos de tejidos formando las fibras, y es básico para constituir la piel, el tejido cicatricial, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos. Según se tenga mayor o menor cantidad de colágeno, las heridas cicatrizarán mejor y no quedarán tantas señales. De este modo, se puede decir que la mayor o menor susceptibilidad a desarrollar cicatrices dependerá de la herencia genética, la edad y también la raza. También se puede hablar de zonas donde las heridas suelen dejar una marca más complicada. El esternón, los hombros, los tobillos y las piernas se llevan la peor parte. Son zonas que dejan malas cicatrices y, en las que, aunque se haga la intervención para eliminarlas con mucho cuidado es posible que quede señal. Es aconsejable acudir pronto al dermatólogo para que diagnostique el tipo de cicatriz y el tratamiento más recomendable

Tratamiento de las cicatrices Afortunadamente, en la actualidad existen tratamientos muy efectivos para mejorar las cicatrices e incluso para hacerlas desaparecer. Hay un tratamiento especial para cada tipo de cicatriz pero los dos tratamientos estrellas son los siguientes: • Las cicatrices deprimidas o cicatrices post operatorias se tratan muy bien con láseres fraccionados. Mientras que un láser quirúrgico realizaría una quemadura en esa misma área, con un láser fraccionado se fracciona esa quemadura en miles de quemaduras. La ventaja es que el efecto regenerador es mayor y las molestias para el paciente mínimas. • Las cicatrices hipertróficas se tratan muy bien con los láseres de colorante pulsado, que actúan en profundidad sobre los vasos (venitas y arterias) que alimentan esa cicatriz, cortan el paso de sangre a la cicatriz y producen un aplanamiento de la misma.

Con ambas tecnologías se obtiene una eficacia del 80%. El número de sesiones necesarias depende del tipo de piel y de cicatriz (tamaño y profundidad) pero puede oscilar entre 3 y 6 pueden ser suficientes. Con una separación aproximada de un mes entre sesión. Cuando acaban las sesiones se aconseja el empleo de protección solar (filtro de muy alta protección); por lo que es aconsejable proteger las cicatrices del sol

Consejos básicos • Es aconsejable proteger las cicatrices del sol. Existen protectores fáciles de aplicar de forma local en la cicatriz que resultan muy efectivos. • Como recurso para mejorar y reducir la cicatriz se utilizan con buen resultado las láminas de silicona, que se pegan sobre la cicatriz y ejercen un micromasaje que mejora la marca. • Es sabido que cuanto más precoz sea el tratamiento, mejores resultados se obtienen. Por tanto, es aconsejable acudir pronto al dermatólogo para que diagnostique el tipo de cicatriz y el tratamiento más recomendable. • En cuanto a las técnicas de camuflaje, hoy existen los maquillajes que pueden esconderlas pero no tratarlas.

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NOTA DE TAPA

Pendeviejos Una tendencia que crece

El afán por perpetuar esa juventud que sienten que se les ha escapado Por Lic. María Florencia Cacchione

Caso 1: Cuarentón, casado, una hija de 16. Torso y brazos marcados en el gimnasio, tatuaje tribal en la pantorrilla. Sale con amigos más chicos que él, quiere ser uno más y que las mujeres le crean su anhelada soltería...

Caso 2: Sesenta y pico.. pelado, colita atrás con-

servando algunos pelos de lo que fue una abultada cabellera en sus años dorados. Arito, equipo de gimnasia, sonrisa seductora, bronceado. Conocido piropeador de las chicas lindas que pasan por mi barrio.

Caso 3: Mujer que viste remerita chiquita con lentejuelas, calzas y zapatillas estilo John Foos color uva, el pelo muy largo y rubio. Cuerpo de treinta y cara de 55 que desentona con su atuendo.

¿Qué tienen en común? El deseo o la búsqueda por perpetuar esa juventud que sienten que se les ha escapado. Lo que algunos han denominado: el ser “pendeviejo”. Las categorías: adolescencia, niñez, adultez y vejez son construcciones culturales que van cambiando de acuerdo al momento histórico. En la actualidad, algunos adultos y adultos

mayores intentan escapar de la etapa por la que indefectiblemente atraviesan apelando a toda serie de artilugios. Lejos de la ofensa o la burla, este término busca definir a aquellos que han pasado hace tiempo la etapa de la juventud y que ahora en la madurez, o en la tercera edad también, se resisten a que el paso de los años se

les note en la cara, en el físico, en la ropa y en las actitudes. Muchos, ya abuelos, hasta le prohíben a sus nietos que los llamen bajo ese rótulo, poniéndose sobrenombres insólitos.

Para mi nunca pasa el tiempo Se trata de una tendencia que muchas personas tienen al pasar los 40 o 50 años y que puede responder a una necesidad de sentirse “joven”, vital y activas sexualmente. Todos necesitamos comprender que cada día es un comenzar a envejecer. Que cada cumpleaños más que una celebración, es un acercarse a los años del no retorno. Que no podemos consentir la mentira de negar la edad, de esconder la cédula y de olvidar la fecha de nacimiento. Que no podemos seguir sufriendo por la blancura o la caída paulatina del cabello. Que es natural que nuestra piel se arrugue, se manche y se vuelva escamosa. Que tenemos que ayudarnos con las ya conocidas poli vitaminas o las cremitas que suavizan, embellecen y esconden. Envejecer es hoy en día un drama muy común en muchos de nosotros. Claro hay otros que tienen

NOTA DE TAPA

Nos encontramos con personas de 50 vestidos como de 25, hablando con léxicos adolescentes, con posturas que les quedan incómodas. mayor suerte por no decir más real. Unos que tienen la posibilidad de recurrir a la cirugía estética, al estiramiento y a los implantes para sacar, meter, perfilar o recortar. Es sabido que el estereotipo cultural de belleza y atracción es la juventud, de ahí que en el género femenino por ejemplo se asista a ver a los “Streapers” con los que fantasean. Lo mismo ocurre cuando se sale a buscar relaciones con personas mucho mas jóvenes que uno, como si ello nos convirtiera en una especie de vampiro que absorberá la juventud del otro o nos hará creer que si podemos levantarnos alguien de esa edad “tan mal no estamos”. Este “vampirismo” en realidad es como un “revivir” etapas anteriores de actividad erótica que declina, algo así como rescatarse de la vejez - por algo la sabiduría popular dice “ usar los últimos cartuchos” o llama “viejo verde” a quienes no asumieron su madurez.

Post divorcio Por lo general cuando una persona se separa aparece el pendeviejismo.

Se quiere salir desesperadamente a vivir lo que no se hizo a los 20 y pareciera que el pensamiento es “hagamos todo de golpe antes de envejecer del todo”. Y nos encontramos con personas de 50 vestidos como de 25 aunque la cara este apergaminada, hablando con léxicos adolescentes, canchereando con actitudes y posturas que les quedan incómodas. “La fiesta me está esperando” gritan los Auténticos Decadentes en su canción “Pendeviejos”, y de este modo describen a la perfección a quienes parecen jóvenes eternos, y no dejan de salir por la noche a discotecas y fiestas, cambiando a menudo de pareja, sin conseguir centrarse. En muchos casos, el afán de diversión y de fiesta no es más que una coraza para disimular el malestar que les produce el paso del tiempo sobre sus hombros. Sin embargo, parecen desconocer que la vida no pasa por como nos vestimos, ni por los lugares a los que concurrimos. Eso no nos hace ni más ni menos mayores. La vida pasa por como se la siente, por las ganas de hacer cosas, por los proyectos, por los sueños.

mi caballo no esta tan cansado Dentro de la inevitable decadencia del cuerpo, existe un rasgo de la apariencia física que despierta las suspicacias sobre la conservación de la vitalidad y que lucha contra la vejez: la sexualidad. Daniel Vargas Parra plantea al respecto: el hombre nace, crece y muere y en el periplo se desarrolla sexualmente como una manifestación material del apogeo y decadencia de ese vigor. La pérdida de las fuerzas sexuales ha sido considerada por este frente contra la vejez como una señal de la mortalidad del cuerpo. Y es que al poner en el contexto de la materialidad del deseo el asunto de la búsqueda de la fuente la juventud se puede llegar a comprender la obsesión del aventurero, el navegante, el conquistador, el anciano y el metrosexual por no degenerar en la actuación sexual, o por volver al dinamismo erótico de antes. Nos hacemos viejos y en el trance nuestros apetitos ya no encuentran la saciedad de cuando jóvenes justo porque es el propio cuerpo el que se agota en la capacidad de goce, dirá. La guerra contra la decadencia ya no suministra hormonas, interviene con cirugías estéticas, modifica con cosmetología, erecta con el viagra y hasta crea apariencias virtuales donde la marca del paso de los años se nulifica por completo, finaliza el autor. El mercado promotor de los apetitos carnales es el que coloca las herramien13

NOTA DE TAPA

Todos envejeceremos

tas reintegradoras del vigor sexual de la juventud precisamente porque la resistencia a la vejez se ha sedimentado en la cultura aun con más fuerza y patetismo que en el mundo .

Padres pendeviejos

El prestigioso médico psicoanalista argentino Luis Kancyper, ofrece en su articulo “La confrontación generacional y la hiperseveridad del Superyó en la adolescencia” el siguiente testimonio: “Mi papá es un pendeviejo. Se la pasa compitiendo conmigo en la ropa, en el corte de pelo, en los deportes y hasta con las minas. Pero para mí es un padre cucharita porque no corta ni pincha. Mi papá se pone a nivel nuestro. Yo parezco una persona adulta y él parece un pendeviejo, parece mi hermano. Yo no quiero un padre-hermano; quiero que cumpla el rol de padre. Quiero que sea más serio. Siento que está invadiendo lo que me pertenece. No me gusta la competencia con él. Yo siento que él la provoca. Él tiene 52 años y nos hace sentir que somos tarados, y con ironía nos dice: “Yo corro ocho kilómetros y ustedes no hacen ningún deporte”. 14

Algo pasa que mis hermanos y yo nos borramos del club, y que además ninguno de nosotros está en pareja. Él se cree que es el más piola. Me avergüenza mi papá.” Al respecto, Kancyper realiza su análisis: El padre “cucharita que no corta ni pincha” en la dinámica familiar no instituye la función paterna; como consecuencia no ejerce, por un lado, el corte en la díada madre-hijo, y por el otro, el fraternizar el vínculo paterno-filial, impide que el hijo acceda al inevitable y necesario proceso de la confrontación generacional, esencial para la adquisición de la identidad.

Crecer o envejecer Crecer y envejecer no es lo mismo, hay gente que no crece jamás y que además se niega a envejecer. Atados a una ilusoria juventud de siliconas, botox y carne que delata los verdaderos años en el cuello, brazos, manos y mirada. Esos eran viejos ya de jóvenes, contradictoriamente. Hay gente que crece en todas direcciones y la vejez no la asusta. La gente que tiene proyectos y vida en las venas envejece con luz en la mirada y en esa gente no vemos arrugas, vemos experiencia, y vida bienvivida, un resumen de lo bueno y de lo malo.

Envejecer envejecemos todos, pero de distinta manera. Se envejece bien cuando se aceptan los años, cuando este proceso lleva consigo serenidad, paz y una íntima y humilde satisfacción interior. Se envejece mal al no admitir la edad y atarse a una falsa juventud, tratando de aparentar diez o veinte años menos que se van cumpliendo en riguroso secreto. Esta forma de envejecer condena a la esclavitud de vivir una vida estéril y costosa, de esfuerzo y sacrificio para conseguir una figura engañosa durante algunos pocos años. El tiempo revelará la evolución inexorable hacia la realidad de la vejez encubierta, a los demás, porque nosotros sabemos la edad que estamos fingiendo. Aceptar la vejez o el paso de los años no es resignación, como algunas personas creen, es Esperanza. Si...efectivamente...en la esperanza se aceptan las limitaciones y en base a ello se espera un camino dichoso. No se sufre por ello, y cuando no hay sufrimiento, hay esperanza y alegría. Vivimos en una sociedad “juvenívora” como expresan algunos estudiosos del tema. Con lo cual parece que lo único “valioso” fuese ser o al menos parecer joven, como un valor en si mismo. En lo personal prefiero la sabiduría de muchos mayores, las ganas de vivir y la energía que en ocasiones demuestran. Lo que nos espera....es la cosecha de lo que hemos sembrado en afectos, en metas profesionales, en nuestra capacidad de cultivar proyectos de cualquier índole. Muchos “abuelos” disfrutan con gran entusiasmo y energía de hacer turismo, asistir a espectáculos, pintar....o siguen trabajando muy exitosamente en la disciplina para la cual se han formado.

Un estado de ánimo En un sentido que trasciende las apariencias físicas, la juventud y la vejez son estados de ánimo. Un “joven” puede sentirse muy viejo, hastiado de vivir y de experimentar con estímulos que al final lo dejan vacío. Un “viejo” puede ser joven en su mente y aún en su energía física, si cuida su estilo de vida y alimenta su intelecto. Para terminar este articulo, quisiera compartir unas palabras de Miguel Sznajderman, reflexionando sobre su cumpleaños N° 50: “Y así silenciosamente vuelve a mis 50, la vigente pregunta del millón: Volver a la juventud: ¿para qué? Si tuviera que optar entre mis pasados años dorados y mis futuros oxidados, entre el retorno a lo idealizado pero nunca vivido, opto por el lanzamiento de la flecha de mi destino hacia el blanco misterioso y fascinante del porvenir. La pausa que define este ciclo, mi primer quincuagésimo, inunda mi ánimo de agradecimientos. Algunos son de perogrullo, que como bien sabemos, son los más comunes pero verdaderos, los más notorios y sin embargo más valiosos. Compartir bellos sueños, amargas decepciones, profundas alegrías, ásperos desafíos, duras batallas, infinitos placeres y largos dolores de parto con la mujer que amo, no es poca cosa a casi dos décadas de convivencia. Gozar, admirar y convivir con cada instante del crecimiento de mis hijos resulta ser otra mágica y maravillosa bendición. Tener, mantener, conquistar, padecer y disfrutar de mis viejos / nuevos amigos, es otra de las recompensas que la vida me ofreció. Sé que para ellos no es tan reciproco, pero así es la vida, un camino de ida.” Y ustedes ¿cómo eligen vivir cada año de sus vidas? Fuentes consultadas: Daniel Vargas Parra: “El oasis de la juventud perdida” Marcelo Rivas Sánchez : Viejos sí, pero no amargados Luis Kancyper: “ La confrontación generacional y la hiperseveridad del Superyó en la adolescencia”

NOTA DE TAPA

El recreo de la generación perdida Por Luis Buero * Mi abuela solía decir que después de los 50 se vivían las horas extras de la vida. Hoy en ese período, para las mujeres se inicia la segunda adolescencia, y para los hombres, el síndrome de Peter Pan. Algunos tipos se atan el pelo con una gomita y salen a montar una Harley Davidson (por primera vez) para perseguir teensagers, y sobran señoras que se hacen un estiramiento total de piel, se pintan el pelo de fucsia y seducen a un jovenzuelo ansioso por averiguar qué sintió Edipo, según Sófocles. Lo cierto es que la ciencia nos asegura que estamos destinados a cumplir en la andropausia y el climaterio todo lo que no se pudo en la pubertad. Pareciera natural deducir que el hecho de que el período de existencia humana en el planeta se haya prolongado sea la razón inmediata de que gran cantidad de personas al llegar a la madurez quieran arrojar casi todo por la borda y empezar de nuevo. Pero ¿es solo la longevidad la que justifica que una serena ama de casa se convierta en Madonna? Veamos. Los políticos acostumbran desenfundar una frase con olor a bronce: “Yo pertenezco a la generación perdida”. Pero: ¿cuál fue la generación perdida? ¿La del 30, la del 40, la del 50, la del 70, la del 80? Si sacamos del ámbito histórico esa sugestión y la llevamos a la cotidianeidad, notaremos que para infinidad de seres humanos lo que experimentaron entre los 18 y los 50 años lo consideran en diversos aspectos como tiempo mal invertido. Si volvieran a la adolescencia harían todo distinto, por eso cuando llegan a la

madurez son atravesados por aquella mítica ilusión de que todo podría haber sido diferente, e intentan realizarlo ahora, tratando incluso de modificar el cuerpo para disimular sus marcas lo más posible. Pero el secreto es otro. Los que aprendimos a bailar escuchando a Johnny Rivers, y nuestros antepasados, sufrimos una cultura productora de generaciones perdidas. Es así. Hoy vemos como evidente que los mandatos de antaño: tener pareja para siempre, un trabajo estable y una familia feliz antes de los 30 años, fueron parámetros que se quedaron en las películas de Angel Magaña (que veía la nona), y que nos obligaron a tomar decisiones anticipadas, e iniciar destinos confusos, para tranquilizar la mirada social que nos rodeaba, cuando no estábamos preparados para hacerlo. Me parece que la gente que nació luego de que Cindy Lauper cantara “Las Chicas Solo Quieren Divertirse”, se enfrentan a un panorama más libre. Ya la sociedad no genera Penélopes tejiendo frente al mar. Las minas ya ocupan el lugar de Ulises, y el de las sirenas también. Y los varones jóvenes se dan el lujo de estirar la adolescencia indefinidamente, algo que a nosotros, sus jueces, los de la generación perdida, nos irrita profundamente por la envidia de no haberlo hecho a tiempo, mientras hacemos equilibrio para tirarnos del ropero, seguros de que al caer nos vamos a hacer torta.

* Datos del autor en www.luisbuero.com.ar

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Mascotas

Hacemos lo que mejor nos funciona Un perro tiene su propia forma de razonar, y sus propios valores. Hay muchos puntos que nos hacen semejantes, porque en gran medida, ambos actuamos por conveniencia.

í. Tu perro piensa. Un perro es capaz de sentir un rango de emociones similar al de los humanos. Siente alegría al recibirte cuando regresas del trabajo, cuando juegas con él, o cuando disfruta de sus actividades favoritas. Siente frustración cuando no comprende el mensaje de lo que se le está pidiendo, o cuando cree entenderlo y a cambio recibe un castigo. Sentirá soledad - y ansiedad - durante tus ausencias. Excitación ante la inminencia de un juego, o al percibir tu llegada, o antes de su paseo. Siente también aprehensión ante un desconocido - lo que lo hace tan bueno a la hora de cuidarnos. También siente miedo por las mismas cosas que podrían darte miedo a ti, y a veces por cosas que van más allá de su comprensión, como una explosión, o un paraguas que se abre. Siente tristeza al perder un compañero - cuántas historias hemos escuchado de perros que “mueren de tristeza” luego de morir su amo. Y también felicidad, al recostarse a tus pies o al apoyar su cabeza en tu regazo. Sin embargo, un perro tiene su propia forma de razonar, y sus propios valores. Hay muchos puntos que nos hacen semejantes, porque en gran medida, ambos actuamos por conveniencia. Hacemos lo que mejor nos funciona Personalmente, no creo que los perros tengan la capacidad de distinguir entre “lo bueno” y “lo malo”, en los mismos términos que lo haríamos nosotros. También creo que sería materia de discusión hasta dónde nosotros, como humanos, tenemos la capacidad innata de reconocer buenos comportamientos de malos comportamientos, o si, por el contrario, se trata de algo impuesto culturalmente, como el “espacio de comodidad”. El espacio de comodidad es la mínima distancia entre dos personas en la éstas se sienten cómodas. En culturas como la latina, o las árabes, los espacios de comodidad pueden ser muy pequeños. Es común ver hombres abrazarse, o hablar a distancias relativamente cortas sin sentirse molestos. En otras culturas, como las sajonas, los espacios de comodidad son mucho mayores. Un norteamericano seguramente se sentirá muy incómodo si un árabe le habla a 15 centímetros de distancia. Este es un aprendizaje que depende enteramente del medio donde se fue criado y sus costumbres. De manera similar, un perro - como animal social que es - aprenderá a través del liderazgo - o falta de tal - de su manada humana o canina, a reconocer cuáles son los comportamientos aceptables, y cuales no. Para el perro, existe una fórmula que nunca le falla: si me funciona, lo seguiré haciendo; y si no me funciona, no lo haré más. “Funcionar” significa que el perro asocia un comportamiento con un resultado el cual considera una recompensa por realizar ese comportamiento. Veamos algunos ejemplos: 18

Comportamiento

Resultado

¿Le funciona?

El perro llora en la puerta

El dueño abre la puerta y el perro puede ir al baño

¡Sí! El perro sabe que la próxima vez que llore en la puerta, el dueño vendrá a abrirle

El perro brinca sobre las visitas, buscando atención

A muchas visitas les desagrada que el perro brinque. Les hacen una rápida caricia para que se baje

¡Sí! El perro obtuvo la atención que quería, y volverá a brincarle a la próxima visita que llegue a la casa

El perro pide comida durante la cena de sus dueños

Los dueños lo ignoran y no obtiene comida

No funciona. Eventualmente el perro aprenderá que en la mesa no hay comida que sea para él

El perro está en la cocina, mientras se preparan los alimentos

Caen restos de comida al piso, y el perro se apura a comerlos

¡Si! El perro esperará siempre en la cocina a que caiga algo de comida

Con el correr del tiempo, el perro aprende que determinadas conductas funcionan, y otras no. Al perro no le importará si esos comportamientos no son aceptables para nosotros pues no hemos sido capaces de transmitirle al perro de manera clara que esos comportamientos no nos gustan. El perro siempre tenderá a repetir aquellos comportamientos que le funcionan, mientras que desistirá - eventualmente - de aquellos comportamientos que no dan ningún resultado. Es importante mencionar que un perro considera que su comportamiento funciona no sólo cuando obtiene lo que buscaba, sino cuando obtiene cualquier cosa a cambio que él considere una recompensa. Hay muchas cosas que el perro considera como recompensa, y cada perro asigna un orden de preferencia a dichas recompensas. Un orden típico es: Comida y

Para el perro, existe una fórmula que nunca le falla: si me funciona, lo seguiré haciendo; y si no me funciona, no lo haré más. “golosinas”, juguetes, elogios, que le hablen como bebé, caricias, juegos, atención positiva en general, que lo miren, atención negativa. Notarás aquí que he agregado “atención negativa” a la lista de recompensas, algo que a mucha gente sorprende. Imagina el siguiente escenario: El perro pasa solo la mayor parte del día. Cuando el dueño llega a casa, lo regaña porque brinca, por querer lamer su cara, y también por insistir en que lo lleve a dar un paseo. Durante el paseo, el dueño lo tira de su correa en castigo por adelantarse y jalar, o por retrasarse, o por oler un árbol. De regreso en la casa, el dueño no presta mayor atención a su perro, excepto para regañarlo por algún mal comportamiento. Debido a que el perro recibe casi exclusivamente atención negativa, éste preferirá este tipo de atención antes que se lo ignore por completo, ¡por lo cual considerará la atención negativa (los regaños del dueño) como una recompensa! Esto significa que el perro tenderá a repetir precisamente aquellas conductas que disgustan a su dueño, pues ha encontrado la forma de obtener atención de su parte. Los regaños no son la atención que el perro preferiría, pero la aceptará antes que nada. Por supuesto que lo anterior no es la descripción de un perro feliz. Sin embargo, ¿cuántas personas conocemos que viven quejándose de sus perros, cuando todo lo que hacen es regañarlos constantemente, y casi nunca les ofrecen ningún otro tipo de atenciones? No se dan cuenta que son ellos mismos quienes causan que esos malos comportamientos se perpetúen. Si quieres comenzar a mejorar el comportamiento de tu perro y la relación que llevas con él: Premia y elogia los buenos comportamientos, e ignora los malos. Este último punto es tremendamente importante, ya que nosotros, como humanos, tenemos la tendencia a observar y resaltar los malos comportamientos en los otros, pues es lo que de alguna manera nos molesta, y solemos ignorar las cosas buenas, ya que “se supone que así debe ser”. Es por esto que, a menos que tomemos conciencia de que nosotros mismos tenemos ese tipo de actitud (y no solamente hacia los perros, pero los perros es el tema que aquí nos compete), una gran parte de nuestra interacción con el perro se repartirá entre ignorarlo y regañarlo. Y con esto, no haremos más que reforzar precisamente aquellos comportamientos que desearíamos que desaparecieran - dándole el menos valioso de las recompensas, la atención negativa, creando así un círculo vicioso.

El momento es ahora Cuando te elogian por algo bueno que hayas hecho, o cuando te llaman la atención por algo que no hiciste de manera correcta, no importa demasiado cuándo tú realizaste esa acción. La persona que te está elogiando o regañando podrá decirte “te felicito, la semana pasada vendiste un 20% más de lo acostumbrado. ¡Sigue así!”. Inmediatamente, tú sabes por qué te están elogiando: por algo que hiciste la semana pasada. Tú

sabes que al vender más recibirás elogios y compensaciones adicionales, y lógicamente, te esforzarás por vender más para seguir obteniendo esas recompensas. Sin embargo, a un perro no puedes decirle “¡Ayer te portaste muy bien! ¡Toma unas galletas!”. El perro recibirá ese premio de tu parte, sin embargo él no tendrá ni la menor idea sobre qué lo provocó. No ha realizado una asociación entre el comportamiento (ayer se portó muy bien) y el resultado (hoy te doy galletas), con lo que perdemos la oportunidad de que el perro tienda a repetir el comportamiento, ya que éste no entendió qué causó el premio. Otro problema secundario es que tal vez le estemos dando su premio en un momento donde no se estaba portando tan bien - por ejemplo, estaba brincando -, con lo que el perro sentirá que se lo está premiando por brincar. Con los regaños funciona igual. Si tú llegas a tu casa, y encuentras que tu perro ha escarbado un gran hoyo en tu jardín y lo regañas, con suerte él tal vez comprenda que lo estás regañando por la presencia del hoyo en el jardín. Pero él no logrará hacer la asociación necesaria que un humano haría, que fue él quien escarbó el hoyo, y es por eso que se lo regañó. Luego de unos días, con seguridad él volverá a escarbar. Y cuando llegues, él verá el hoyo, y pensará: “¡Un hoyo! ¡Seguro me regañan!”, y seguramente al verte te comunicará en anticipación, mediante su lenguaje corporal, que no te enojes mucho, que te tranquilices, ya que hay un hoyo en el jardín y tú te desquitas con él cuando esto ocurre. Como ves, esto está muy lejos de solucionar el problema real. La solución sería que él comprendiera que tu enojo es porque él escarbó el hoyo. Tanto para premios como para regaños el momento lo es todo. Y el único momento correcto es en el preciso instante en que el perro está realizando el comportamiento. Cinco segundos después, si lo premias o lo regañas lo estarás haciendo por lo que esté haciendo en ese instante, y no cinco segundos antes. ¿Y qué hacer si tu perro hizo una de sus travesuras hace cinco segundos? Aguántate las ganas de regañarlo, tal vez la próxima vez tengas más suerte y lo sorprendas en el acto. Y así como una persona que crece sin una guía que lo eduque y le marque límites dará por resultado un adulto problemático, si a un perro se le deja solo, no se lo supervisa, no se le premia por buenos comportamientos y no se le marcan límites, este perro decidirá por sí mismo cuáles son las cosas que le funcionan y cuáles no y, con toda seguridad, su criterio no coincidirá con el nuestro. Habrás notado que sistemáticamente intenté evitar las palabras castigo y corrección, prefiriendo utilizar palabras como ignorar malos comportamientos o, como veremos más adelante, redirigir malos comportamientos. Fuente: Libro: “Cómo piensa un perro” (de Fernando Borcel) en www.mascotasmexico.com 19

avisos

Vínculos

Cuando la mirada de los otros, pesa Por Lic. Luciana Russo *

Muchas veces la mirada del otro, se vuelve penetrante, a tal punto de conmovernos e incomodarnos. Y uno se pregunta, ¿por qué ocurren estas cosas, por qué uno no hace “oídos sordos” a esa voz interior que comienza a opinar sin que le demos lugar, y sigue camino?

eguramente lo que ocurre en esta secuencia es que la mirada de ese otro adquiere tales características cuando se vuelca sobre aquel sujeto que en el fondo se siente inseguro de sí mismo, y el cual, no se considera nada sin esa mirada sostenida. Entonces, dicho esto, ahora sí podemos responder a la pregunta ¿por qué para algunos sujetos esa mirada incomoda, pesa y desestabiliza y a otros sujetos le es indiferente? La respuesta reside en las características de personalidad que el sujeto porta, la seguridad con la que se maneja y se dirige hacia la vida. Una persona con esa seguridad interior, difícilmente tambalee ante dichas circunstancias y hasta es posible que ni siquiera lo registre. Porque no hay en esta persona lugar para ser llenado por esa experiencia y esa opinión que le viene de afuera. Sentirse seguro y confiado de uno mismo no es una sensación ni una fórmula que se desarrolla de la noche a la mañana, porque dichas inseguridades probablemente se hayan gestado en la infancia, adquiriendo modelos disfuncionales difíciles de conmover. Lo importante de todo ello es que el sujeto pueda hacer un insight de aquello que le ocurre y pueda ir soltándose de esa amarra que lo persigue y de la cual depende. Lograr esa independencia hará sentirnos más confiados y mas felices con nosotros mismos. * Contacto con la autora: www.psicoespacio.com.ar

Opinión La mirada de los otros Por Clara Lopez Colmano

El nene colgaba del brazo de su mamá y gritaba. GRITABA. La madre en la caja del banco, intentaba hacer un trámite. El nene seguía gritando. La madre lo sacudía. Más. El cajero miraba la escena sin importarle demasiado. Hasta que la mujer se agotó y gritó, inundada de ira: “¿Qué va a decir el señor?”, “Qué vergüenza, mirá cómo te mira el señor”. Y el nene paró, dejó de gritar y saltar. Se quedó mudito y miró el piso. Ahhhh qué método infalible, la culpa, la reprobación en la mirada de los demás. Ese ojo que todo lo mide, el termómetro. La reacción del nene me conmovió. ¿Cuánto hacemos o dejamos de hacer a partir de eso? ¿Cuánto nos pesa si lo logramos sobrepasar? ¿Cuándo no lo escuchamos y realmente sí es importante tener en cuenta al otro? La mirada de los otros, la madre del borrego… Ah y siempre recordá ponerte medias y ropa interior digna, no vaya a ser cosa que tengas un accidente por la calle y te tengan que ver en paños menores. Que el médico no vaya a pensar que sos un rotoso, por diossss… eso sí que no.

Tercera Edad

Gerontogimnasia La gimnasia es un excelente ejercicio en cualquier etapa de la vida, pero especialmente en la tercera edad. músculos que podrían causarnos lesiones. Debemos realizar movimientos suaves y naturales. Actividades de coordinación y amplitud de movimiento: al igual que en las de fuerza, necesitan una preparación previa. Realizaremos actividades que mejoren nuestra flexibilidad y agilidad. En general, se suele recomendar una combinación de 70% de entrenamiento de resistencia cardio-respiratoria, un 10% de fuerza y el 20% de coordinación y flexibilidad. Las actividades más recomendadas para la tercera edad son aquellas que, siendo en grupo, permitan una intensidad individual para cada persona que lo practica. Que no tengan un excesivo contacto entre los practicantes por el riesgo de lesiones. El aeróbic para ancianos, la bicicleta, natación para la tercera edad, las caminatas, ejercicios de estiramientos y flexiones, yoga, pilates, Tai Chi, etc. son solo algunas de las actividades que recomendamos que se introduzcan en la vida diaria.

Fuente: www.tercera-edad.org

uando se decida comenzar una actividad física conviene que introduzcamos hábitos y actitudes saludables puesto que nos puede aportar beneficios muy necesarios tales como: - Mejorar nuestra condición cardiovascular, aumentar el consumo máximo de oxígeno, nuestra resistencia aeróbica y la pérdida de grasa corporal. - Prevención, tratamiento y rehabilitación de diversas enfermedades. - Retrasar las consecuencias del envejecimiento. - Proporcionar una mayor autonomía. Lógicamente, es imprescindible adecuar los ejercicios para la tercera edad. En muchos sitios se organizan sesiones de “gerontogimnasia”; gimnasia para la tercera edad. Estos ejercicios no solamente aportan el beneficio físico, sino que potencia nuestro bienestar en más aspectos de nuestra vida, como favorecer nuestras relaciones sociales, manteniendo sanos tanto el cuerpo como la mente. Antes de empezar cualquier rutina física por nuestra cuenta, y especialmente si padecemos problemas musculares o de articulaciones, es muy aconsejable consultar con un monitoreo profesional.

Tipos de ejercicios Los ejercicios pueden dividirse en: Actividades de resistencia cardio-respiratoria: andar, nadar o bicicleta, al menos 3 veces por semana. a intensidad moderada, de 20 a 40 minutos. Actividades de fuerza: requieren un calentamiento previo y posterior en profundidad gradual puesto que trabajaremos grupos de

AVISOS

DESTACADOS

CORREO DE LECTORES: Hola! Me gustaría saber que posibilidades existen de conseguir todavía la edición número 50 del año 5 y cuál seria el costo de la misma. Me encuentro ubicada en la California norte, Caracas- Venezuela y necesito 3 ejemplares de la revista. Espero pronta respuesta de su parte. Saludos cordiales María Francelia (correo electrónico)

Recibimos mensajes, sugerencias, aportes o ideas a nuestro correo electrónico: impaciente_espera@yahoo.com.ar Contestamos todos los correos vía mail. Cada mes seleccionamos algunos para compartirlos con ustedes…

Respuesta: Estimada María, Es una alegría que nos contacten desde Venezuela! Cómo conocieron nuestra revista? Con respecto a su solicitud, tendríamos que enviar las revistas por correo. Otra opción es que usted pueda descargar dicho ejemplar desde nuestra página web: www.impacienteespera.com.ar Estamos en contacto! Muchas gracias Impaciente Espera

RECETA SALUDABLE MENÚ LIGHT Pionono relleno light Ingredientes: • 4 huevos • 2 cucharadas de harina • 2 cucharadas de leche en polvo descremada • 1 cucharadita de polvo de hornear • Edulcorante líquido apto para cocción • Esencia de vainilla • Rocío vegetal Preparación: • Batir los huevos con el polvo de hornear, la esencia de vainilla y el edulcorante hasta lograr una consistencia firme. Agregar la harina y la leche tamizadas en forma de lluvia mezclando con movimientos envolventes. • Verter en un molde previamente lubricado con rocío vegetal y hornear por 10 minutos con el horno a temperatura media. Desmoldar, arrollar con un repasador limpio y mantener así hasta el momento de rellenar. • Para rellenar en forma light se puede optar por queso blanco batido con edulcorante líquido y frutos rojos (frutillas, frambuesas, etc.) • En su versión salada bajas calorías se puede optar por una base de queso blanco con lechuga, tomate, palmitos, morrón y jamón o queso magro.

Soufflé de verduras y ricotta Ingredientes. • 1 cebolla picada • 2 tazas de acelga hervida y picada • 1 tomate pelado, sin semilla y picado • 1 zanahoria hervida y hecha puré • 2 cucharadas de ricotta descremada • 100 g. de queso fresco en daditos • 4 claras de huevo • 1 cucharada de fécula de maíz • Sal y pimienta Preparación: Batir las claras de huevo junto con la sal. Agregar la pimienta y mezclar todas las verduras con las claras batidas. Verter en un molde lubricado y enharinado y cocinar en horno moderado hasta que esté bien firme.

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