Movilidad eléctrica

La Movilidad Eléctrica, un nuevo paradigma

La movilidad es el núcleo de la civilización moderna, y la forma en que las personas y los bienes se mueven impacta en muchos aspectos de la vida. Los próximos 20 años traerán cambios significativos a medida que la electrificación, la movilidad compartida, la conectividad del vehículo y, eventualmente, los vehículos autónomos remodelen los mercados automotrices y de carga en todo el mundo. Los cambios tecnológicos son el núcleo de esta transición, pero otros factores también juegan un papel importante. Los formuladores de políticas están impulsando el mercado automotriz hacia opciones bajas en carbono y una mayor eficiencia de combustible. Los países están compitiendo para construir los próximos grupos de industrias de alto valor. Los fabricantes de automóviles y los grandes operadores de flotas se están tomando cada vez más en serio los objetivos de descarbonización a largo plazo. Mientras tanto, la urbanización continúa su marcha constante en todo el mundo, lo que aumenta las preocupaciones sobre la congestión y la calidad del aire urbano, y cambia las preferencias de los consumidores.

ESCENARIO MUNDIAL Después de una década de rápido crecimiento, en 2020 el stock mundial de automóviles eléctricos alcanzó la marca de los 10 millones, un aumento del 43% con respecto a 2019 y que representa una participación accionaria del 1%. Los vehículos eléctricos de batería (BEV) representaron dos tercios de patentamiento de vehículos eléctricos nuevos y dos tercios del stock en 2020. China, con 4,5 millones de coches eléctricos, tiene la flota más grande, aunque en 2020 Europa tuvo el mayor aumento anual que alcanzó los 3,2 millones. En 2020 se registraron alrededor de 3 millones de automóviles eléctricos nuevos. Por primera vez, Europa lideró con

Por GUILLERMO TORRES

Representante de CA.V.E.A. Gerente Comercial de Alter Energy S.A.S.

1,4 millones de nuevos patentamientos. China siguió con 1,2 millones y Estados Unidos registró 295.000 coches eléctricos nuevos. En general, el mercado de automóviles de Europa se contrajo un 22% en 2020. Sin embargo, los patentamientos de vehículos eléctricos nuevos se duplicaron con creces a 1,4 millones, lo que representa una participación en las ventas del 10%. En los grandes mercados, Alemania registró 395.000 coches eléctricos nuevos y Francia 185.000. El Reino Unido duplicó con creces los patentamientos para llegar a 176.000. Los coches eléctricos en Noruega alcanzaron una cuota de ventas récord del 75%, un tercio más que 2019. Las cuotas de ventas de coches eléctricos superaron el 50% en Islandia, el 30% en Suecia y alcanzaron el 25% en los Países Bajos. Este aumento en los patentamientos de vehículos eléctricos en Europa a pesar de la recesión económica refleja dos medidas que son políticas. Primero, 2020 fue el año objetivo para los estándares de emisiones de CO2 de la Unión Europea que limitan las emisiones promedio de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro conducido para automóviles nuevos. En segundo lugar, muchos gobiernos europeos aumentaron los esquemas de subsidios para los vehículos eléctricos como parte de los paquetes de estímulo para contrarrestar los efectos de la pandemia.

ARGENTINA La incorporación masiva de renovables en la generación eléctrica es sustancial para el proceso de descarbonización de la economía que deberá ocurrir en las próximas tres décadas. Al mismo tiempo, se tiene que expandir la electrificación de más sectores y usos finales de la energía; uno de los más importantes es el transporte. Se trata de desplazar los combustibles fósiles del sector que es responsable del 14% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Argentina, un desafío para nuestro país ya que más del 80% de la matriz energética depende de combustibles fósiles. La discusión en torno a la necesidad de un marco regulatorio específico para impulsar la electromovilidad en la Argentina ya lleva varios años, aunque recientemente se presentó desde el gobierno oficial un “Proyecto de Ley de promoción de la Movilidad Sustentable”, que esperemos no sea simplemente un proyecto… Una futura Ley Nacional de electromovilidad debería contemplar un régimen estable y previsible en relación a la importación de vehículos, al mismo tiempo que generar condiciones y aliento a la industria automotriz nacional para incorporar líneas de producción de sus modelos eléctricos. Dicho régimen debería diseñar un marco legal en el que se desenvolverá la infraestructura de carga eléctrica de manera de conciliar con los servicios de distribución de energía. Deberá también generar metas y políticas para la introducción de buses urbanos e interurbanos eléctricos, flotas de vehículos de alquiler, flotas oficiales y corporativas y otros nichos de movilidad que pueden tener un desarrollo prioritario.