Crear riqueza

Crear riqueza para salir de la pobreza

No hay dudas de que la crisis del Coronavirus golpeará fuerte a Argentina en términos económicos. El país ya se en contraba en una situación delicada previo a la Pandemia y, como si esto fuera poco, el fantasma del default merodea en estos días. Claro está que, si even tualmente Argentina ingresa en su noveno default, la situación será más compleja aún. Tomando las proyecciones elaboradas por al Fundación Libertad y Progreso, en un escenario optimista, la caída del PBI sería del 8,3%, mien tras que en un escenario pesimista podría llegar a caer un 15%. De ocurrir lo primero, la economía retrocedería a los niveles que se observaban en el 2009. Si se concretara el escenario pesimista, la economía retornaría a los niveles del 2006. En otras palabras, Argentina re trocedería entre 10 y 15 años en el 2020. Por otro lado, Argentina se encontraba estancada desde el 2011 sin poder crecer.

Entendiendo la situación, Argentina se encuentra ante un gran desafío para vol ver a las sendas de crecimiento. Ya lo tenía ante del Covid-19, ahora será más fuerte. La gran traba que tiene el país, son las excesivas regulaciones y canti dad de impuestos que terminan fomentando un trabajo informal y genera complicaciones para los más vulnerables a la hora de progresar. Lo relevante es en tender que la pobreza no se soluciona distribuyendo riqueza, sino creándola. El motor de la generación de riqueza son las ideas de las personas que se trans forman en emprendimientos generando valor en la economía. En el estudio Des regular Para Emprender realizado por la Fundación Libertad y Progreso, se reali zó un sondeo en barrios vulnerables para poder realizar un diagnóstico de la situación entendiendo las trabas que los emprendedores vulnerables sufren. Una de las principales conclusiones es que,

IVÁN CACHANOSKY

Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso. ivan.cachanosky@libertadyprogreso.org

ideas para emprender hay, el problema es que trabas hay muchas más. Los son deos realizados por el estudio citado involucraron al barrio La Cava (San Isidro), la Villa 21-24 (Barracas) y Barrios vul nerables de Tigre, San Fernando y San Martín. A su vez, también se sondearon emprendedores informales pero que no se encuentran en situación de vulnera bilidad con el propósito de ver las diferencias. Las conclusiones son más que interesantes.

En primer lugar, la mayoría de los em prendedores informales (tanto vulnerables como no vulnerables), manifestaron la intención de pasar a la formalidad. Un 57,6% de los emprendedores vulnera bles reveló interés de pasar a la formalidad, similar a la cifra para el caso de los emprendedores no vulnerables con un 59,2%. También hubo coincidencias en los obstáculos mencionados. Para am bos grupos, es la situación económica el principal obstáculo para pasar a la for malidad. Un 27,7% de los emprendedores vulnerables manifestaron la situación de la economía como el principal obstáculo frente a un 25,2% de los emprendedores no vulnerables. Por otro lado, también se observan diferencias, y la más sustan cial es el nivel educativo. En este marco, el 56,5% de los emprendedores vulne rables no finalizó el secundario, mientras que ese número se reduce al 3,7% para el caso de emprendedores no vul nerables. La cuestión es similar cuando se realizó el sondeo a los emprendedores acerca de si recibían algún tipo de capa citación (pública o privada). Para el caso de los emprendedores vulnerables, el 62% del total manifestó no recibir nin gún tipo de capacitación. Una aclaración aquí, no es que exista una falta de in terés por capacitarse, sino que la realidad en la que viven no les permite contar con el tiempo necesario para capacitar se. Un último punto interesante es que, pocos emprendedores (vulnerables o no) deciden emprender para cumplir objeti vos personales. En concreto, muchos de los emprendedores no eligen empren der, sino que les toca ser emprendedores para sobrevivir en un país que hace 60 años presenta desequilibrios macroeco nómicos. No es casualidad que la situación económica haya sido señalada como el principal obstáculo.

En un país que no presenta desequili brios económicos y posee una buena calidad institucional, el emprendimiento es una gran herramienta para salir de una situación de vulnerabilidad. En Ar gentina, donde la presión tributaria es récord, las regulaciones y la burocra cia son elevadas y se debe lidiar además con la litigiosidad laboral, la situación es mucho más compleja.

No es casualidad que en Argentina 8 de cada 10 emprendimientos fracasen en los primeros dos años de vida. Esto nos lleva a una pregunta obligada para el caso de Argentina: ¿es el emprende durismo la mejor alternativa para salir de la pobreza? ¿O conviene capacitarse y obtener un trabajo en lugar de embar carse en la aventura de emprender? No caben dudas de que estudiar y capaci tarse también son una vía para salir de una situación de vulnerabilidad.

No obstante, es un camino, que no necesariamente sea el ideal. Lo más importante es que las personas puedan tener la posibilidad de perseguir sus sueños en lugar de emprender para sobrevivir porque “les tocó”.

U obtener un trabajo rentado, pero que no se relaciona con los gustos de esa per sona. Si se pretende cambiar esa realidad, es necesario simplificar la cantidad de regulaciones que existen en el sector privado formal, volverlo atractivo.

Los recursos y el capital humano se en cuentran disponibles. Se trata de generar las condiciones institucionales y el ambiente económico adecuado para que las ideas de los emprendedores puedan ver la luz con éxito. Argentina tiene las herramientas para lograr este objetivo, pero tendrá que lograr la madurez nece saria para encarar las reformas estructurales que el país necesita (reforma del Estado, reforma tributaria y laboral, re forma previsional, entre otras). De lo contrario, Argentina quedará condena da a un nuevo estancamiento como ocurrió en el lapso 2011-19, pero con un PBI mucho menor.

¿Qué tan fácil es hacer negocios en la Argentina?

Doing Business es un informe del Banco Mundial que proporciona una medición objetiva de las regulaciones para hacer negocios y su aplicación.

En el estudio, se analizan las normas que afectan a las empresas desde su inicio y durante sus actividades hasta el cierre de sus operaciones: apertura de un negocio, manejo de permisos de construcción, obtención de electricidad, registro de propie dades, obtención de crédito, protección de los inversionistas minoritarios, pago de impuestos, comercio exterior, cumplimiento de contratos y resolución de la insol vencia.La edición 2020 del informe ubica en los primeros lugares a: Nueva Zelanda, Singapur, Hong Kong, Dinamarca, corea del Sur, Estados Unidos, Georgina, Reino Unido, Noruega y Suecia.

“Los Gobiernos pueden fomentar el desarrollo del mercado y su crecimiento amplio mediante la creación de reglas que ayuden a las empresas a ponerse en marcha, contratar personal y expandirse”, indicó David Malpass, presidente del Grupo Ban co Mundial. “La eliminación de los obstáculos a los que se enfrentan los empresarios permite generar mejores empleos, incrementar la recaudación tributaria y los ingresos, todo lo cual es necesario para reducir la pobreza y elevar el nivel de vida”.

Argentina está en el puesto 126 sobre 19ª países, con un puntaje de 59 sobre 100, lo que significó una caída con respecto al informe del año anterior.Analizando algu nos de los componentes específicos del informe, en materia de facilidades para la apertura de un negocio, cayó del 128° al 141°. También empeoró en materia de facili dad para la obtención de energía eléctrica y respecto de la facilidad para la obtención de créditos.