Opinión calificada

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El Dr. Omar Díaz, Director de Energía y Recursos Naturales de Lisicki Litvin & Asociados, explica en qué consiste el “barril criollo”, el escenario actual en plena pandemia del Coronavirus en Vaca Muerta e Internacional y qué puede esperarse en un escenario postpandemia:

El Gobierno anunció la fijación de un preció sostén para la comercialización interna del precio del petróleo, que se rá de 45 dólares por barril. Es el comúnmente denominado “barril criollo”.

El objetivo es mantener el nivel de in versiones y puestos de trabajo en la actividad petrolera, cuando en el mundo se ha producido un desplome generali zado de los precios del crudo durante los últimos meses. Para principios de Ma yo se registran cotizaciones de 25 dólares para el WTI (Texas) y 30 dólares para el Brent (Londres).

En el período Enero 2015 – Agosto de 2017 existió una medida similar en nuestro país, con un precio interno su perior al precio internacional.

Esta decisión del Gobierno cambia de manera significativa el escenario para Vaca Muerta, que el mes pasado regis tró mermas record de nivel de actividad. A la baja del precio a nivel internacional se le suma el efecto de la pandemia del Coronavirus, lo que hizo bajar drástica mente la actividad económica. Respecto del precio del “barril criollo” las compañías refinadoras consideraban razonable fijar un valor menor al esta blecido.

Entre los principales beneficiados por esta medida están las provincias petro leras, que cobrarán las regalías sobre este nuevo precio mayor. Como se anunció en el mensaje pre sidencial en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional el 1ro de Marzo pasado, el Gobierno si gue apostando al sector del Petróleo y el Gas como una “palanca para el desarro llo del país”. Se trata de medidas de carácter transi torio, que requiere un monitoreo permanente en forma periódica. Para las empresas productoras se pro duce una ventaja comparativa frente a otras regiones globales, lo cual resulta rá atractivo para realizar mayor nivel de inversiones. Por parte del Gobierno, es de esperar, que continúe un programa de promo ción de la industria petrolera con el envío al Congreso Nacional un proyecto de ley que contemple medidas de mediano y largo plazo. Y finalmente, que en for ma paulatina comience la reactivación global de la economía, en un escena rio postpandemia, circunstancia que sin dudas mejorará la situación de la indus tria petrolera a nivel mundial.

La crisis perfecta que podría llevar a la Argentina a volver a importar petróleo

Es el planteo que hace Sofía Diamante, periodista especializada en Energía del diario LA NACIÓN. Agrega que la demanda de naftas y ga soil todavía se encuentra 40% y 30% respectivamente por debajo de lo que era en las primeras semanas de marzo, a pesar de que haya habido un aumento del consumo con la flexibilización de la cuarentena. Las proyecciones, sin em bargo, no son alentadoras, a medida que

se extiende el confinamiento y los avio nes continúan sin despegar.

Cita a Daniel Gerold, director de G&G Energy Consultants, quien opina que: “Tenemos un problema de demanda en el mercado local. De nada vale incenti var la producción, si no hay consumo. Lo que está ocurriendo con el petró leo ya sucedió con el gas: se desarrolló la industria estableciendo un precio al to, pero después no había a quien venderle toda esa producción. Eso no atrae inversiones, se ha demostrado muchas veces”. Continuando con su análisis, Sofía Dia mente plantea que en el sector gasífero la situación también es dramática. Luego del esplendor que tuvo la indus tria con el boom de producción de gas, que demostró efectivamente el poten cial que tiene Vaca Muerta, la cantidad de nuevos pozos perforados cayó drásti camente desde noviembre pasado. “Vaca Muerta, el reservorio que iba a generar un ingreso millonario de dóla res, podría terminar como un proyecto más que quedó truncado por la falta de previsibilidad y reglas de juego que tie ne el país hace más de 50 años”, concluye la periodista.