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Derechos Humanos, Migración y Trata de Personas

Actualidad

DERECHOS HUMANOS, MIGRACIÓN Y TRATA DE PERSONAS

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Extracto de una ponencia presentada en el foro regional Sueños de Papel, organizado por el ieepp en noviembre 2015. Presenta una radiografía de los principales problemas que atentan contra la garantía de los Derechos Humanos en Centroamérica

emilio álvarez icaza longoria

Instituci onalidad de l os Derech os Human os

El principio de soberanía es el que da piso y fundamento al derecho internacional de los Derechos Humanos, porque en países libres e independientes existen instrumentos como la Convención Americana sobre Derechos Humanos o la Declaración Universal. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ( cidh) es el único órgano del Sistema Interamericano que tiene la facultad de monitorear todo el continente, convirtiéndose en el organismo de Derechos Humanos más activo, monitoreando a los 35 países de la Organización de Estados Americanos ( oea), incluido Cuba.

Además del trabajo de promoción, hay una labor correspondiente en materia de defensa y protección. Algo así como “primeros auxilios en Derechos Humanos”, que son las medidas cautelares para defensores y defensoras en Derechos Humanos, personas en riesgo, jueces, así como en reclusorios, hospitales o comunidades indígenas.

Movilidad humana y fluj os mi grat ori os

En Centroamérica hay claras diferencias respecto a lo que vive cada país, cada uno en su contexto histórico y con fenómenos propios. Lo que sucede en Panamá, Belice, Guatemala, El Salvador, tiene características individuales, pero también hay ciertas pautas y fenómenos de carácter general o regional.

Primero, se encuentran los fenómenos de movilidad humana y los flujos migratorios. La región no es sólo un espacio de expulsión 1 sino también de tránsito. 2

1 Nacionales centroamericanos que dejan sus países buscando llegar a los ee.uu. Esta y el resto de las notas de esta sección fueron añadidas por el editor. 2 Extranjeros que pasan por Centroamérica con rumbo a los ee.uu. u otros destinos.

Por Centroamérica pasa un gran un flujo de personas que vienen de afuera de la región, no sólo cubanos, sino también haitianos. Se estima que el flujo de haitianos que llegan a Panamá por distintas formas, y que de allí pasan a Ecuador, Perú, Bolivia, y finalmente a Brasil, es de unos 30 mil al año.

La región no es sólo un espacio de expulsión sino también de tránsito. Hay un flujo de personas que están llegando de afuera de la región, no sólo cubanos, sino también haitianos que llegan a Panamá y de allí a otros países sudamericanos

El fenómeno de la migración tiene claramente dos elementos. Se puede entender la migración como un derecho, partiendo del supuesto básico de la portabilidad de los derechos, es decir: las personas caminan con sus derechos. La aproximación que tiene el Sistema Interamericano es que las personas son sujetos de derechos, y el derecho internacional de los Derechos Humanos ha abogado esta idea. Esta idea ha generado mucha tensión con los gobiernos, porque para ellos, sólo los ciudadanos de su país son sujetos de derecho, y los no ciudadanos, no lo son. Actualmente existe una discusión para entender esta problemática.

En la Declaración Americana, la Declaración Universal y otro tipo de instrumentos, el sujeto de derecho es la persona, independendientemente de su edad. Para algunos Estados de la región hay confusión entre el concepto jurídico de mayoría de edad y de ciudadanía. Por ejemplo, en México, jurídicamente hablando, sólo se es ciudadano a partir de los 18 años. Antes de esa edad, los conceptos jurídicos son aquellos como

habitante, inimputable, incapaz o menor, pero ninguno de estos conceptos se refiere a los derechos de la persona, lo que crea una tensión entre el Estado y las personas menores de 18 años, que no son reconocidos como ciudadanos, y por lo tanto, están en condiciones de riesgo.

Es importante subrayar esta idea, porque no hay personas ilegales. No existe el concepto de persona ilegal, eso es de suyo contra término. Puede darse el caso que una persona no tenga documentos, pero eso no quiere decir que su condición de persona sea ilegal. Para el Sistema Interamericano, una persona que no tiene la documentación en regla para entrar a un país no comete un delito, sino una falta administrativa. Por lo tanto, una persona en situación de movilidad no es un delincuente, sólo está cometiendo una falta administrativa y tiene que enfrentar las reglas del debido proceso para ese efecto. En términos migratorios, el Estado entra en tensión cuando considera que sólo sus ciudadanos son sujetos de derecho, y a los que no lo son, no se les facilitan los procesos como el acceso a la justicia.

Puede darse el caso de que una persona no tenga documentos, pero eso no quiere decir que su condición de persona sea ilegal. Una persona que no tiene la documentación en regla para entrar a un país no comete un delito, sino una falta administrativa. Por lo tanto, una persona en situación de movilidad no es un delincuente

La segunda idea es cuando hablamos del fenómeno de migración forzada, producto de situaciones donde la gente se ve obligada a migrar, lo cual no es un derecho. Hay distintas razones que pueden llevar a la migración

6 forzada: situaciones de violencia, pobreza, o amenazas locales de distinta naturaleza. No es que las personas quieran dejar su lugar de origen o que les guste separarse de sus familias. No es que las familias centroamericanas tengan instintos de separación, no es eso. La pregunta es: ¿Qué sucede en sus lugares de origen? ¿Qué crea las condiciones para obligarlos a irse? Por eso hablamos de migración forzada.

Esto puede resultar eventualmente en la negación de derechos económicos, sociales y culturales. Hay muchachos que se enfrentan a un dilema por no querer someterse a condiciones de reclutamiento forzado y verse obligados a formar parte de las maras o de los grupos del crimen organizado. En la historia reciente de la región, los jóvenes tenían la disyuntiva del reclutamiento al ejército o a la guerrilla. Con el tiempo, la situación se ha traspolado: pasamos de una guerra civil a una guerra social. Todavía tenemos condiciones donde las opciones para los jóvenes siguen siendo la violencia, el crimen o el reclutamiento forzado.

Otro fenómeno a resaltar —producto de la migración— es la violencia estructural. Los datos de El Salvador indican que hoy hay un mayor número de homicidios por día que cuando existía la guerra. También en Honduras y Guatemala, el fenómeno estructural de la violencia contra las mujeres está relacionado a los patrones machistas de una sociedad que asume una modalidad de relación basada en el miedo e ideologías de control, y que reproduce pautas de violencia hacia la mujer, a pesar de la existencia de mejores instrumentos nacionales e internacionales y de que los países se han comprometido en enfrentar esos dilemas.

En ese particular, uno de los fenómenos que se está tomando con preocupación son los desplazamientos internos como producto de la violencia. El Internal

Displacement Monitoring Centre ha dicho que, en algunos casos, la violencia y el crimen organizado están generando nuevas migraciones, pues han surgido nuevas zonas de control militar con hegemonía de la violencia, provocando a su vez, nuevas zonas de desplazamiento interno. Según este centro, en El Salvador, el 5% de la población fue desplazada internamente por violencia entre las pandillas y se estima que cerca de 600 mil desplazados en El Salvador, Guatemala y Honduras se han visto obligados a moverse por algún tipo de violencia, como las extorsiones. 3

Criminalizaci ón de la mi graci ón

Los Estados están generando políticas de endurecimiento para la migración. Por ejemplo, con la crisis de la niñez migrante centroamericana viajando sola, México implementó en 2014 el famoso programa Plan Frontera Sur, donde, por primera vez en la historia, México deportó más centroamericanos que Estados Unidos. 4,5

El portal de noticias Animal Político realizó un impresionante video 6 donde se expresan los riesgos y amenazas que han vivido durante años los migrantes en La Bestia, el tren de la muerte que utilizan los inmigrantes que van hacia Estados Unidos para atravesar México con rapidez. Los migrantes expresan que antes eran asaltados, extorsionados y aventados por las maras, pero que ahora el tren cuenta con guardias de seguridad para evitar que se suban a él, no para proteger su vida o integridad física. También hacen que el tren viaje más rápido, para que no se puedan subir, acciones que forman parte de una política pública para tratar de contener la migración.

Un fenómeno similar encontramos en Honduras. La cidh realizó una visita a un centro de acogida de niños deportados, donde se entrevistó a un par de

3 http://www.internal-displacement.org/assets/library/Media/201505-Global-Overview-2015/20150506-GO2015-HL-SP.pdf 4 Análisis del Plan Frontera Sur http://www.pcslatin.org/portal/images/PFSanalisis.pdf 5 Plan Frontera Sur sube deportaciones y cambia ruta de migrantes https://mexico.cnn.com/nacional/2015/08/10/plan-frontera-sur-sube-deportaciones-y-cambia-ruta-de-migrantes 6 Esperando a La Bestia con el ex-corresponsal de guerra Jon Sistiaga http://www.animalpolitico.com/2012/05/esperando-a-la-bestia-con-el-ex-corresponsal-de-guerra-jon-sistiaga/

niñas que habían sido remitidas a ese centro por militares hondureños. Las muchachas fueron encontradas por el ejército y al ser menores de edad las mandaron al centro. O sea, parece que en la región se puede dar un factor de respuesta a partir de la militarización o del paradigma de la seguridad al fenómeno de la migración. Este paradigma no sólo no resuelve, sino que agrava los problemas, porque no detiene la migración, sólo provoca que los migrantes busquen rutas alternas. Esto tiene dos resultados: primero, pone a las personas en riesgo en condición de mayor riesgo, porque muchas de esas rutas alternas están ajenas a las redes de solidaridad donde están los albergues; y segundo, los delincuentes se mueven en todas las rutas posibles donde circulan los migrantes, porque detrás hay toda una industria de extorsión. Entonces, el paradigma de la seguridad pone en mayor riesgo a quien ya está en condiciones de vulnerabilidad.

Hay un fenómeno que quisiera subrayar, derivado de la idea de los desplazamientos internos y tiene que ver con el fenómeno ambiental. Lo que está pasando en materia de seguridad alimentaria en la región es un foco rojo. Por ejemplo, para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura ( fao), Centroamérica y República Dominicana tienen los mayores estándares de pobreza de América Latina, correspondientes a un 48%, versus un 28% que tiene Latinoamérica. Esta

8 condición ha generado que en las áreas rurales tres de cada cinco personas vivan en situación de pobreza, y tres de cada diez en pobreza extrema. Estas tasas inclusive tienen mayores efectos en zonas urbanas, y qué es lo que está pasando, se están generando problemas para adquirir alimentos. Hay ciertas organizaciones internacionales que están poniendo sus ojos en lo que significa la producción de alimentos en la región y hay una parte que —por lo menos en términos de derecho a la alimentación y seguridad alimentaria— se está convirtiendo en un factor en expansión.

Model o de desarr oll o, medi o ambiente y puebl os ind ígenas

La cidh está recibiendo sistemáticas señales del impacto que están generando los mega-proyectos de infraestructura, léase proyectos extractivos. Lo que está pasado con las minerías —en lugares como Guatemala— ha llegado a generar 31 estados de emergencia.

Con los pueblos indígenas se ha generado particular tensión por la llamada consulta previa, algo que la comisión detectó en Guatemala. El Ministerio del Trabajo de dicho país le decía a una empresa “usted va a tener una concesión latifundia”, y ésta publicaba —en un periódico de Ciudad de Guatemala en idioma español— que iban a tener una concesión. Las comu

nidades indígenas ni se enteraban de que habían sido consultadas, pero el gobierno consideró que esa era la consulta. Una semana después de la publicación, llegaban los nuevos concesionarios a explotar la mina, afectando el suministro de agua y los ríos; la comunidad se sentía invadida y reaccionaba contra los que consideraban usurpadores. La compañía llamaba a la policía al sentirse atacada por los pobladores y la respuesta de la comunidad era de mayor conflicto, por lo que intervenía el ejército y entonces se fue construyendo una espiral de desencuentro, conflicto y violencia.

En Guatemala, una empresa recibía una concesión minera y lo publicaba en un periódico de Ciudad de Guatemala en idioma español. Las comunidades indígenas ni se enteraban de que habían sido consultadas, pero el gobierno consideró que sí

Esto es una puerta al conflicto. Yo le decía a una persona del gobierno de Guatemala: “¿Ustedes saben que lo que están haciendo es generar el conflicto? ¿O no lo saben? Porque si ustedes no crean canales de información y consulta previa, obviamente las comunidades van a reaccionar.” Eso resultó en estados de emergencia en 31 casos: intervino el ejército, detuvieron y criminalizaron a los líderes y éstos fueron a la cárcel. Esto, a su vez, genera una enorme incertidumbre entre los inversionistas, porque la comunidad hace todo lo posible para parar el proyecto y éste se detiene, también se detienen la mina y la generación de electricidad y eso tiene un enorme costo para las empresas. Entonces es un modo privilegiado de apostar al conflicto.

Ese fenómeno lo vemos también en otros lugares de la región, como Honduras y El Salvador, con la generación de energía, la explotación minera y la producción de ciertos monocultivos. En Honduras, el monocultivo de la palma africana ha causado una serie de devastaciones. Para evitar que los ríos se desbordaran e inundaran enormes regiones en ciertas temporadas, cambiaron su cauce, provocando que se cambiara la salinidad, y el agua potable se vio severamente afectada. 7,8,9

En el caso de Nicaragua, el tema del canal interoceánico cada vez toma mayor discusión. Hubo una audiencia a la que asistieron representantes en materia de la consulta previa informada que forma parte de este conjunto de discusiones: cómo se decide, cuándo se decide, qué hacen y cómo participan los pobladores. Este es un tema de mucha tensión y la comisión fue informada muy recientemente de lo que eso significaba.

estad o de l os defens ores y defens oras de Derech os Human os

Otra situación de la cual la comisión ha recibido información de Centroamérica, es lo que sucede con defensores y defensoras de Derechos Humanos. Nos preocupa que se pueden estar dando condiciones de riesgo para quienes hacen la labor de defensa. Lamentablemente se han encontrado ciertas pautas de criminalización de defensores y defensoras, es decir no hay causas, hay culpables. La cidh ha recibido información sistemática de condiciones de desprestigio,

7 Día internacional de lucha contra los monocultivos https://ofraneh.wordpress.com/2015/09/20/dia-internacional-de-lucha-contra-los-monocultivos-de-arboles/ 8 Entrevista a Miriam Miranda, presidenta de la Organización Fraternal Negra Hondureña ( ofraneh) http://www6.rel-uita.org/agricultura/palma_africana/con_ miriam_miranda.htm 9 Daños ocasionados por la palma africana http://www6.rel-uita.org/agricultura/palma_africana/mision_ internacional_en_washington-2.htm

estereotipamientos y ataques a organizaciones de mujeres en Nicaragua, incluso hasta se da a conocer el domicilio de los y las defensoras, poniéndoseles claramente en riesgo. Hemos encontrado que en algunas zonas, los y las defensoras están en muchísimos más riesgos y eso preocupa a la comisión que en lo que se ha dado por llamar la “primavera democrática” de la región latinoamericana estemos viviendo condiciones de riesgo a las y los defensores.

La CIDH ha recibido información sistemática de condiciones de desprestigio, estereotipamientos y ataques a organizaciones de mujeres en Nicaragua, incluso hasta se da a conocer el domicilio de los y las defensoras

Naciones Unidas y los países de la región han firmado lo que se conoce como la Declaración de Defensores. Esta afirma el derecho de las personas a defender los Derechos Humanos y la obligación de los Estados a proteger a quien los defiende. Es particularmente grave que quienes participen en la estereotipación o criminalización de los y las defensoras sean servidores públicos. Puede haber diferencia de opinión y diagnósticos distintos, pero lo que no puede pasar es que los servidores públicos en sus declaraciones pongan en riesgo a las y los defensores.

vi olencia instituci onal contra las pers onas l gbti

La comisión ha tomado particular seguimiento a lo que pasa en la región con las personas del grupo lgbti. Hay todo un fenómeno de violencia institucional cuando ni siquiera se investiga el asesinato de un activista lgbti, y se da como argumento que fue un delito

10 pasional, “ya ves como son”, como si entre los heterosexuales no hubiera delitos pasionales.

lu gares de ries go para mujeres y el ciberac oso

Hemos descubierto que el lugar más peligroso para las mujeres no es la calle oscura, ni el estacionamiento solitario, ni la plaza abandonada. El lugar más peligroso para las mujeres es su propia casa y el agresor más peligroso no es “Jack el destripador”, sino quien está a su lado: su esposo, compañero, papá, hermano, tío, primo, vecino, o el novio que se cree el nuevo regente, éstos son los que generan condiciones de violencia. Hay estudios que ponen en evidencia que casi la mitad de las mujeres de la región han vivido una situación de violencia en su entorno inmediato. Vemos que, tristemente, el lugar más inseguro para las mujeres es la casa.

También notamos que el celular sirve para el ciberacoso y entonces los novios le dicen a la mujer “¿dónde estás? a ver, enséñame una foto para ver dónde estás.” Lo que antes era celos ahora es control digital. Eso no es otra cosa que inseguridad y problema de una masculinidad construida en base al miedo. No podemos construir un término de relación basado en control hacia las mujeres. Tenemos que construir un término de masculinidad que no le tenga miedo al rol público y privado de las mujeres, y esto lamentablemente, sigue muy presente en la región.

Los sistemas penitenciari os en Centr oam érica

Otro factor de mucha preocupación en la región, es lo que sucede en reclusorios. No sólo Centroamérica, sino en toda América Latina observamos una paradoja. Por un lado, estamos supuestamente en el mejor momento

del desarrollo democrático; en los últimos 15 años ha salido más gente de la pobreza como nunca en la historia de la región, y hay que celebrar los modelos de desarrollo, política social, derechos económicos, sociales y culturales que lo han hecho posible. Pero también tenemos la mayor crisis penitenciaria de nuestra historia. Nunca habíamos tenido tanta gente en la cárcel, y eso es porque la seguridad ciudadana se está convirtiendo en un código donde nuestras sociedades por el miedo, la inseguridad, la amenaza, o su percepción, están respondiendo con formas autoritarias. Los cambios en los códigos penales y las clasificaciones de los delitos graves son cada vez más complicados. Cada vez hay más gente en la cárcel por delitos menores, y se disminuyen los beneficios a las personas privadas de libertad. En la región, más de la mitad de las personas que están en la prisión no tienen sentencia sino cárcel preventiva y pueden pasar encarceladas un par de años hasta que le digan “discúlpenos, usted era inocente”.

Los reclusorios de la región poco sirven para el beneficio de la sociedad, parecen más universidades del crimen, mas bien son un factor de beneficio al delito. Un muchacho que entró por robar un par de zapatos tenis —no disminuyo la gravedad del acto— eventualmente va a salir drogadicto y va a matar por robar. El uso de la cárcel preventiva obedece a un paradigma del populismo político, como que si por vía de más penas, o de más seguridad, fuéramos a contener lo que está pasando. Pero en los últimos años no tenemos más seguridad y sí menos derechos, lo que nos lleva a un dilema: hay un debate muy fuerte en la región con las propuestas de mano dura, como si éstas fueran la solución. Me parece que no estamos dialogando la seguridad ciudadana en códigos democráticos. Vemos el fenómeno regional de formar policías civiles con influencia militar y que el ejército y la policía tienen más capacidad de intervención.

c oncentraci ón de medi os

La región está teniendo unas preocupaciones en concentración de medios; para la relatoría de libertad de expresión eso es absolutamente contrario al debate democrático.

participaci ón de sociedad civil

Hay ciertos fenómenos que sí generan escenarios de oportunidad, brotes importantes de participación de la sociedad civil. En Guatemala: primero, el juicio al ex-presidente Efraín Ríos Montt —que se haya hecho fue impresionante— y segundo, que la gente —de manera pacífica y civilizada — haya generado un contexto de lucha contra la corrupción, me parece una enseñanza al mundo. También se ve participación ciudadana en Honduras, e igualmente en El Salvador, entonces me parece que hay fenómenos muy importantes de participación ciudadana, que —como diría Galileo— a pesar de todos los temores, se mueven.

Finalmente, quisiera mandar este mensaje: es innegable que hay algunos avances y que tenemos muchísimos desafíos, pero no podemos dejar de construir la dignidad de la persona como el centro de nuestras ocupaciones y preocupaciones, sean migrantes, mujeres, personas privadas de libertad o cualquier persona. El tema de la dignidad de la persona es un espacio donde todos y todas cabemos, ahí es donde todas y todos podemos ser incluidos y ese es el horizonte estratégico que me parece que tenemos que empujar con mucha más fuerza en la región.

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