Proyecto Ambiental

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PROYECTO

AMBIENTAL

En convivencia con Nuestra Casa Común Edición 9 - Año 3 - Instituto San José Obrero Ciudad Madero - Buenos Aires - Argentina

EL COLAPSO ECOLÓGICO YA COMENZÓ UN AMPLIO RECORRIDO POR LA SOCIEDAD HUMANA Y SUS CONFLICTOS INTERNOS

Colaboradores:

Martina Gómez coordinadora de la revista

NOTA: Los recursos naturales y la tecnología: Foco Las Toninas. Por Favieri Tuzio. Presentamos el texto ganador del Certamen de literatura realizado por el Comité Olímpico Argentino y escrito por Victoria López de 6°A.


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EDITORIAL

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LOS CAMBIOS EN EL DISCURSO CULTURAL

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¿QUÉ PASABA CON LOS CUERPOS, CON LOS MARGINALES Y CON LA ESCLAVITUD DURANTE LA EDAD MEDIA Y LA EDAD MEDIA DURANTE LA TRANSICIÓN A LA MODERNIDAD?

RESPECTO DE LA CLASE OBRERA

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LOS ESTEREOTIPOS Y LA ESCLAVITUD

LA ESTÉTICA DE LAS MUJERES EN LA ANTIGÜEDAD

¿CÓMO PENSAMOS EL ESTADO NACIONAL?

LOS RECURSOS NATURALES Y LA TECNOLOGÍA: FOCO LAS TONINAS

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HACIENDO UN POCO DE HISTORIA... EL ESTADO NACIONAL A FINALES DEL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL XX

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LA REFLEXIÓN ES EL CANAL QUE NOS UNE A ELLA


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EDITORIAL |

Por Profesor Daniel Favieri Tuzio

La lucha por el Medioambiente, una lucha del cuerpo

Desde los espacios socio ambientales, nos encontramos inmersos en un contexto complejo. Definido por los cambios de las sociedades a través del empo, el discurso de la explotación configuró un mundo “estereo pado” que estableció cambios de paradigmas culturales, muchas veces impercep bles. Es que, en su intensa marcha, las sociedades fueron naturalizando la exacerbación del dominio. Ya sea de la propiedad o de las personas, dominar al otro, invisibilizarlo, destruir, siempre estuvo como el antecedente innegable del progreso. Cabe preguntarse, entonces, si el progreso es a cualquier precio. Si para evolucionar, debemos destruir lo que nos permite vivir. Si para vivir, debemos sobre explotar el planeta que nos cobija. En defini va, si para configurar un mundo a tono, la humanidad debe caer en su propia trampa. Porque a lo largo del empo, nos damos cuenta de que somos nuestra propia máquina hobbesiana. El hombre (como se entendía en el

Estado de naturaleza), es lobo del hombre. Esta apreciación parece casi ins n va. Mientras el planeta va camino a la sexta ex nción masiva (la del Antropoceno), no todos parecen reaccionar. Algo que, en varios aspectos, nos lleva a preguntarnos hasta cuándo resis rán las estructuras de la erra que, COVID mediante, ya ha dado sendas pruebas de que el mismo sistema está colapsando. Así, nuestro Papa Francisco hace un llamamiento a todas las religiones del mundo, para que estas a su vez accionen sobre los líderes polí cos bajo la premisa de que la economía (el capitalismo en su máxima fase de explotación) ya ha dado pruebas de un virtual fracaso. Es que, en sinceridad cruda, el sistema actual convalidó estructuras de irresponsabilidad. La aceleración de la explotación llevó al Fraking. El Fraking trajo más contaminación. La contaminación está en la erra y en el agua. De estas nos alimentamos, pero también tenemos cul vos con glifosato. Y cuando consumimos, nos envenenamos cada día

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más, al empo que respiramos un aire sucio y con altos valores de intoxicación. Defini vamente, el “colapso ecológico” como dicen Maristella Svampa y Enrique Viale, ya llegó. Es obje vo de este número, recorrer a través del pensamiento de nuestros estudiantes, de qué forma la humanidad se fue transformando. Modificando sus prioridades de vida, desconociendo la soberanía de la erra y promoviendo ideales esté cos que, grandemente, intensificaron el discurso del colapso. Es que, siendo literales, prevalecieron los ideales más superficiales (y condicionantes, pues no todos pudieron acceder a ellos), por sobre las verdaderas prioridades del mundo. Entonces, la pregunta crucial es… ¿Cómo llegamos a esto? Invitamos a responder a esta pregunta que interpela a la humanidad, con la historia en la mano. Un amplio recorrido desde la an güedad hasta la actualidad. Una visión amplia de un pasado sin futuro. Gracias por seguirnos.

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De qué se trata este número? A lo largo de este número, veremos la evolución de la humanidad a lo largo de la Historia. Cuáles fueron las prioridades esté cas de cada empo, el surgimiento de una clase obrera antagónica a las clases dominantes que, al parecer, concentraron con mucha fuerza el poder de la explotación del mundo en el que vivimos. No es casualidad que, en el siglo XVIII, fuera la Revolución industrial la que antepuso las chimeneas de las fábricas por sobre el paisaje natural. ¿Cuál fue el discurso cultural? Responsables pedagógicos Directora: Karina Necol Vice – Director: Gastón Romero


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LOS CAMBIOS EN EL DISCURSO CULTURAL Por Galante Chiara, Franciosa Renata, Gonzalez Luna, Grassi Evangelina, Chabin Martina, Travi, Protolongo, Morales, Vázquez.

actualidad. Respecto de la sociedad, algunas conductas y costumbres quedan impregnadas desde la an güedad.

Creemos que el discurso cultural ha cambiado ya que muchos ar stas y arquitectos con núan trabajando con materiales desde la an güedad y fueron progresando con el empo. Las herramientas diferentes para crear recursos tecnológicos, elementos y materiales novedosos fueron el precedente de nuestra época; por ejemplo, la fotogra a, el primer procedimiento fo to g rá fi c o f u e i nve n ta d o h a c i a 1 8 2 4 . Jus ficamos está conclusión comparando edificios construidos en el Imperio Romano y Griego con edificios que actualmente u lizan los

Sin embargo, todavía en la actualidad hay lugares donde existe el trabajo esclavo. Por ejemplo: El trabajo infan l, en lugares como China e India en donde hay niños trabajando, al empo que se produce un impacto ambiental muy fuerte al ritmo del progreso. Eso lleva a una mayor explotación de la fuerza de trabajo y desconociendo los Derechos humanos.

mismos conceptos básicos de construcción. También podemos comparar la pintura del Renacimiento con muchas obras ar s cas de la

Hay mujeres que no enen libertad y dependen de las decisiones de un hombre. Por ejemplo: En Irak a las mujeres se las sigue viendo

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En convivencia con Nuestra Casa Común como un objeto de fer lidad, no son libres de decidir su matrimonio, enen que pedir permiso para acceder al estudio y todavía dependen de un hombre (de su padre o marido). A la vez, Irak sigue siendo una de las cunas de petróleo más codiciadas por las grandes potencias. Las cosas que deberíamos modificar, en ese sen do, son aquellas costumbres sociales que se man enen desde épocas an guas, por ejemplo, el some miento de la mujer en la cultura. Los movimientos de mujeres han par cipado sobradamente en la modificación de las costumbres ambientales, hoy reconocidas por la ONU. En la actualidad, persisten conductas sociales relacionadas con la esclavitud, explotación infan l y la falta de consideración de derechos humanos. Ejemplos: niños trabajando en medios de transporte y en el campo; personas rando en lugar de reciclar el cartón. Deberíamos cambiar la situación de los niños que no enen la alimentación necesaria y no reciben educación; esos niños enen menor can dad de oportunidades en su vida adulta. Todo esto, producto del intenso predominio de las grandes economías por sobre la consideración de una correcta redistribución de las riquezas naturales. Gráficamente, la Humanidad.

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LOS ESTEREOTIPOS Y LA ESCLAVITUD | A lo largo de nuestra inves gación, para realizar este trabajo tomamos dimensión de los dis ntos factores, como por ejemplo las creencias que tenían los egipcios en el pasado. Ellos creían que la muerte significaba el comienzo de la verdadera vida, es decir, lo contrario a lo que se piensa en la actualidad, ya que creemos que la vida finaliza al momento de nuestra muerte. Este punto de vista no nos parece del todo errado, porque en realidad nadie nos puede

Por Riboldi, Russo

garan zar qué hay después de morir. Otros factores interesantes sobre su cultura, son el arte y la arquitectura, las cuáles se u lizaron mayormente para demostrar el poder de los dioses y del faraón, mediante obras monumentales y gigantescas que estos construían. La opinión que tenemos al respecto es que era innecesario construir monumentos tan grandes, obligando a las personas a trabajar en condiciones inhumanas tan sólo para ganarse el respeto de la sociedad. Mientras esta fuerza de trabajo moría en la consolidación de bellas

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En convivencia con Nuestra Casa Común estructuras, las ciudades seguían creciendo al ritmo de la dominación imperial.

Conclusión final de la esclavitud y el género femenino en el an guo Egipto

También, se destacaba el estereo po de la belleza que consis a en que las personas debían ser delgadas y esbeltas, tener los ojos y cejas marcados con Khol, cabellos teñidos rizados o completamente rasurados y cuellos largos y esbeltos, que representaban una persona inteligente e inquieta, o un cuello corto y ancho, que representaba a una persona irritable. Pensamos que mientras en todas las épocas y civilizaciones exista un estereo po de belleza, va a ser dificultoso para la sociedad, es decir, si se siguen los mandatos impuestos, es probable que esto traiga consecuencias nega vas, problemas sicos y mentales para las personas. Basarse en el cuerpo de una persona para determinar cómo actúa, no nos parece correcto, ya que nadie debería juzgar y an cipar la personalidad que ene una persona, por medio de su aspecto sico.

Con esta infogra a podemos concluir que las mujeres no eran valoradas como debían serlo. Un claro ejemplo de esto es que no tenían los mismos derechos del hombre. Sin embargo, al co m p a ra r l a s co n l a s m u j e re s d e o t ra s civilizaciones, tenían poder ante la ley, que les permi a obtener un trabajo digno sin necesidad de que dependieran de un hombre y de tener una educación. De igual manera esto es algo que sigue ocurriendo en la actualidad y es desconcertante que habiendo pasado tantos años, se tenga que seguir luchando por los derechos de la mujer y la igualdad de género, en sintonía con la búsqueda de un medioambiente mucho más cuidado y mejor distribuido.

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Finalmente, podemos decir que Egipto era una sociedad jerarquizada, es decir, que se dividía en grupos de acuerdo con la posición social de cada persona. Los esclavos se


PROYECTO AMBIENTAL destacaban por estar en los niveles más bajos de la sociedad, eran los encargados de hacer el trabajo duro y peligroso. Nuestro punto de vista, es que no era correcto que dividan a las personas por su posición social, ya que estar en una posición más baja les imposibilitaba realizar diversas ac vidades que podrían favorecer su calidad de vida, las cuales lograrían ejecutar estando en una posición más alta. Teniendo en cuenta el entramado, este discurso milenario permite ver una sociedad que no ha progresado tanto como se cree. Todavía vivimos de forma poco equita va.

Esté ca de los hombres en el pasado. La esté ca y belleza de los hombres no ha cambiado tanto como la femenina. Son pocas las tendencias esté cas que han seguido a los hombres en su camino de la an güedad hasta la actualidad, porque lo que más ha cambiado en el mundo de la esté ca, es la esté ca de las mujeres. Los hombres en la an güedad eran muy elegantes. Su forma de ves r era muy refinada. Al menos aquellos hombres a los que no se les permi a ves r así (por temas de dinero etc).

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LA ESTÉTICA DE LAS MUJERES

EN LA ANTIGÜEDAD Por Arzamendia, Castrovillari, Díaz, Gonzalez, Farías, León, Gatto

Los hombres en la an güedad preferían a una mujer de contextura más grande, con la capacidad de parir niños y criarlos. Las mujeres tenían que tener piel blanca y sana, labios grandes y caderas anchas. En la an güedad, la ropa de las mujeres y hombres ricos se diseñaban con piel de animales que se consideraban “exclusivo”, “limitado” o “especial” que significaba la can dad de dinero que tenían, esto mismo incluye un largo proceso. E l t ra b a j o d e e s c l av o s e ra l a explotación laboral de los humanos, obligados a trabajar, aunque no quieran por temas de dinero, deudas, etc., sin recibir nada a cambio (dinero, comida, alojamiento) Esto hace que se contradiga el

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derecho humano de la libertad de expresión y la libertad en concreto. La mayor explotación de las personas, devino en la mayor acumulación de unos pocos y a costas de la explotación de nuestra naturaleza.


PROYECTO AMBIENTAL El género femenino Las mujeres en el pasado no tenían acceso a educación, par cipación polí ca o, simplemente, a decir su opinión (exceptuando cuando venía de una familia importante).

Las mujeres en la an güedad eran, única y exclusivamente, amas de casa que no tenían “permisos”, ni objetaban nada. Durante muchos años no habían mujeres que hablaran libremente por todas o que digan lo que es común hoy en día (que las mujeres somos iguales a los hombres y queremos equidad).

para hacer más hijos hombres (para las guerras, trabajos, etc) las obligaban a procrear y a criarlos. En ese aspecto, hablamos de una procreación pensada para sa sfacer las necesidades de un época basada en la dominación.

HABLANDO DE LA ESTÉTICA DE LOS HOMBRES Y MUJERES la esté ca de los hombres ha sido formal hasta cierta fecha por diversos factores, pero en la an güedad eran “finos”, “elegantes”, “arreglados”.

CONCLUSIÓN

Llegamos a la conclusión de que el estereo po an guo de la mujer era muy poco liberal. Ellas debían quedarse en sus casas, cuidando a sus hijos y haciendo los deberes domés cos. Un ejemplo puede ser la representación de la Venus.

La conclusión es que en la an güedad (hablando del género femenino y masculino), los hombres siempre han agredido/obligado a las mujeres por ser “débiles” o por ser diferentes. Los hombres por ser los únicos reproductores,

Si bien en la actualidad la mujer ha luchado mucho para ganar espacios que antes tenía prohibidos, con núa viviendo en una sociedad “patriarcal”. Debe jus ficar sus modos de actuar y vivir. Ejemplos de ello son: trabajar o

Hoy en día la mujer es capaz de lograr cumplir con un obje vo que en la an güedad no podía. Por ejemplo tener un trabajo estable o hacer polí ca, entre otras cosas.

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hasta ocupar cargos importantes. Algo que quizás no se haya roto del todo es el concepto an guo de propiedad de la mujer. Aunque no siempre ocurre así, y eso es un avance muy posi vo, la mujer está “detrás de su marido”. La esclavitud se remonta a la Edad An gua, aunque no de forma equivalente en todas las civilizaciones. Parece que su origen histórico proviene de la prác ca de aprovechar como mano de obra a los cau vos en las guerras, como alterna va u otra posibilidad también ejecutarlos, también fue la suerte de algunos pueblos conquistados. Otra vía para llegar a la condición de esclavo. El rechazo a la esclavitud nació casi desde su creación, sin embargo aún en la actualidad estamos luchando en contra de ella, otras formas de opresión y falta de libertad, ya sea directamente al ser humano, su economía o cultura. Los esclavos no tenían derechos. Eran propiedad tanto del Estado como de los ciudadanos ricos. Para jus ficar el maltrato hacia la raza, se alegaba que no eran seres humanos.

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Los consideraban animales y los cazaban en África como una especie de entretenimiento. Un dueño de hacienda promedio, tenía como mínimo diez esclavos. Los esclavos eran s e p a ra d o s d e s u s fa m i l i a s , to d o s e ra n maltratados y los niños crecían sin una figura paterna. Por otro lado, el cambio que podemos observar en relación a la imagen de la mujer, es que hoy se le da mucha importancia a los cuerpos perfectos. La esté ca es importante y todo aquello que no “encaje” es mo vo de bulling. Ahora lo importante es resaltar que existen movimientos que marcan que la esté ca es importante, pero no es imprescindible porque no todo pasa por ella. Así se puede ver cierta libertad a “ser y mostrarse” como uno elija. Esto lo vemos reflejado en el código de Hammurabi donde se muestra que no hay equidad (igualdad). Los hombres tenían más derechos que las mujeres.


PROYECTO AMBIENTAL Algunas apreciaciones Como sociedad no estamos preparados para el cambio, ya que con nuamos manteniendo y transmi endo de generación en ge n e ra c i ó n , i d e a s , n o r m a s , c re e n c i a s , tradiciones y cultos que nos inculcaron desde pequeños y a los cuales nos adaptamos creyendo que son únicas normas, que son intocables, intachables e imposibles de modificar. Esto hace que como sociedad estemos incapacitados a pensar en introducir cambios o modificaciones, t e m e r o s o s d e l o q u e p u e d a p a s a r. S i empezáramos a adoptar mejores medidas estaríamos como sociedad dando un gran paso hacia el cambio, hacia el futuro y hacía el trato con las demás personas dejando de lado las cosas nega vas que arraigan o perjudican a la sociedad. Algunos de los aspectos que deberíamos cambiar para mejorar la sociedad podrían ser: La violencia, el maltrato en general (animales, personas), la tolerancia, el respeto, la amabilidad, la comunicación, el entendimiento, la aceptación y los prejuicios entre otros. Algunos de esos conceptos no cambiaron todavía, y llevan muchísimos años así. Los aspectos socioculturales van cambiando a través del empo, uno de los hechos más significa vos en nuestra sociedad en cuanto a los cambios y transcendencias fue el rol de la mujer. El rol de las mujeres evolucionó demasiado, antes eran un objeto de consumo, que debía quedarse en su casa, cuidar a sus hijos y hacer los quehaceres de la casa. A lo largo de los años las mujeres fueron logrando incorporar los mismos derechos de los hombres consiguiendo la igualdad de género. El concepto sociocultural hace referencia a los fenómenos sociales y culturales de una sociedad. Siempre se vinculan con las tradiciones y el es lo de vida, que en ocasiones diferencian a una sociedad de otra. Los rasgos socioculturales delimitan y representan la forma en que una sociedad se organiza, así mismo define a esa

sociedad. A través de las relaciones que establecen los humanos surgen patrones de convivencia, reglas, tradiciones sociales cómo expresiones y movimientos culturales. Los rasgos socioculturales pueden representar la manera en que un pueblo se ordena y jerarquiza, exponen las ins tuciones que lo conforman, las ideologías dominantes e incluyen las ac vidades ar s cas que lo representan. Otra de las funciones de los rasgos socioculturales es pactar las formas de relacionarse que enen las personas, también cómo se relaciona con el medioambiente. A lo largo de los años, las mujeres consiguieron par cipar en las elecciones, teniendo derecho a votar, también fueron consiguiendo entrar al mundo laboral donde antes era puramente exclusivo de los hombres. Hoy en día hay muchas mujeres que triunfan y enen grandes puestos laborales igualando al sexo opuesto. También hubo una gran par cipación de las mujeres en dis ntas ac vidades, como por ejemplo la polí ca, la economía, el deporte y las artes. De esta manera, la mujer consiguió romper con el estereo po del pasado en el cual debían quedarse en su casa, ocuparse de los hijos y los q u e h a c e re s d o m é s co s , y u s a r c i e r ta s ve s m e nta s ; l o g ra n d o s e r m u c h o m á s independientes y rompiendo y cambiando ideas socioculturales LINK INTERACTIVO PARA VER MÁS SOBRE EL TEMA: h ps://view.genial.ly/60b7d1370a90550d993d 1556/interac ve-content-infografia-sociales h ps://view.genial.ly/60b7d1370a90550d993d 1556/interac ve-content-infografia-sociales

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¿Qué pasaba con los cuerpos, con los marginales y con la esclavitud durante la Edad Media y la Edad media durante la transición a la Modernidad? Por Contardo, Colleti F., Colletti N., Sabucedo, Barreiro.

La esclavitud fue uno de los negocios más lucra vos que ha exis do, y muchos Imperios se levantaron sobre la misma. Y eso convenía mantenerlo. Había varias maneras de volverse esclavo: Ser prisionero de guerra, ser atrapado robando o come endo algún otro delito menor y ser secuestrado en tu lugar de origen por los esclavistas. En los primeros dos casos, la Iglesia podía jus ficar que a esas personas se les diera ese trato por ser considerados enemigos y pecadores, Los amos de esclavos domés cos, quienes con el empo acababan encariñándose de sus “posesiones” por tener con ellas un trato más directo, podrían llegar a cues onarse la idea de que esas personas careciesen de alma y no mereciesen el socorro y la salvación que el Ministerio predicaba.

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El aspecto lucra vo que planteaba tener a un esclavo, podría acallar la mayoría de esos pensamientos, pero del mismo modo que surgieron voces de protesta cuando se instauró el comercio de indulgencias, podrían también haber surgido otras predicando que el socorro también debía darse a esos seres humanos, y que era inmoral el comercio con ellos. Pero eso no ocurrió. La sociedad dominante halló la explicación perfecta para defender el comercio de esclavos negros en el siglo III y ésta permaneció hasta el siglo XIX. Y esa explicación la halló en el aspecto sico más visible de los esclavos: El color de su piel. Podemos encontrar aspectos jurídicos, se redactaron numerosos tratados, códigos y


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cédulas para regular la compra, comercio y cuidado de los esclavos, ya que este negocio era una de las principales fuentes de ingresos del Imperio y con nuamente generaba conflictos entre esclavistas y compradores, que podían llegar a saturar los tribunales de jus cia en sus pleitos por la venta de “productos defectuosos”. En conclusión, podemos decir que los esclavos fueron un sector muy numeroso y clave

para la prosperidad de las colonias europeas en América, pero también fueron los grandes olvidados de la historia. Su situación de vida miserable, trabajos extenuantes y desatención por parte de sus amos llevaron a muchos a la muerte. Y aunque los cuidados de salud que recibieron fueron, cuanto más, deficitarios, el papel de los enfermeros en los mismos fue de gran relevancia.

ESTEREOTIPOS DE LA EDAD MEDIA La esté ca de la edad media se caracterizaba por un rechazo hacia la belleza, ya que era considerado una distracción. Pero a pesar de eso si exis an estereo pos

En las mujeres: Para ser consideradas hermosas. Debían tener la piel muy blanca, los cuellos debían ser lo más largo posible, el pelo largo y rubio, los ojos y la nariz chiquitos, grandes mejillas y labios, un cuerpo muy delgado, las manos blancas y delgadas, y caderas estrellas.

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En el siglo XIV se produjo una crisis que afectó profundamente a la sociedad europea. Recién a mediados del siglo XV, en Europa occidental comenzó una nueva etapa de expansión económica debido al gran aumento de población como la recuperación de la ac vidad agrícola y al desarrollo de la manufactura y el comercio.

Este periodo de crecimiento, también fue acompañado por transformaciones polí cas, sociales y culturales que sentaron las bases de un “mundo moderno” y, de a poco, los medievales fueron quedando atrás. Así es como a mediados del siglo XV comenzaría una nueva etapa, la “Edad Moderna”.

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En convivencia con Nuestra Casa Común En paralelo con los cambios polí cos, económicos y sociales, desde mediados del siglo XV también se desarrollaron nuevas formas de pensar y de vivir, que ponían a los seres humanos en el centro de las preocupaciones. Esta nueva ac tud ante la vida, dio lugar a un movimiento de renovación cultural que recibe el nombre de “Renacimiento”. Esta palabra quiere decir volver a nacer, ya que sus protagonistas tomaron la decisión de retomar la cultura grecorromana.

Este cambio de mentalidad también se vio reflejado en el arte, donde se desarrolló el “Es lo renacen sta” que constaba de: • •

• Este cambio de ac tud o visión del mundo fue la base de una corriente de pensamientos de esa época que se denominó “Humanismo”. Los humanistas fueron hombres de letras, pensadores, cien ficos y polí cos que centraron sus inquietudes y reflexiones en el ser humano. Las principales caracterís cas del humanismo fueron: • • •

Interés por el estudio de las obras clásicas. El ser humano como centro de la reflexión. El reconocimiento de la razón y la experiencia.

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La revalorización de la cultura grecorromana. El interés por el estudio de las ruinas arquitectónicas y los restos escultóricos del mundo romano que se conservaban en varias ciudades italianas. El análisis de las proporciones del hombre y la valorización del espacio que lo rodea. El hallazgo y la difusión de nuevas técnicas, como la perspec va y la pintura al óleo.

Los ar stas del Renacimiento recuperaron las formas armoniosas del arte clásico. Por ello se preocuparon por el estudio de la anatomía y el respeto por las proporciones del cuerpo humano, así como por la naturalidad y el mayor realismo de las escenas gracias a la representación del paisaje y a los gestos, ropas y volumen de los personajes.


PROYECTO AMBIENTAL El es lo renacen sta se dividió en dos etapas: • •

El Qua rocentro, en el siglo XV y que tuvo como centro cultural a Florencia. El Cinquecentro, en el siglo XVI y que tuvo como principal foco a Roma.

En el Qua rocentro los temas de las obras fueron, como en épocas anteriores, predominantemente religiosos, aunque comenzaron a incorporarse otros, como los mitológicos. La novedad provenía de la manera en que fueron tratados. Las figuras divinas eran corpóreas (con volumen) y se las representaba rodeadas de elementos de la realidad. Los ar stas más importantes del Qua rocentro fueron: Masaccio, Paolo Uccello, Fra Angélico, Sandro Bo celli y Piero della Francesca. En el Cinquecentro comenzaron a tratarse temas no religiosos y se tuvieron en cuenta los elementos de la geometría y perspec va, ya inves gados y desarrollados en el siglo anterior. Además, se construyeron magníficos edificios.

Los ar stas más importantes del Cinquecentro fueron: Leonardo da Vinci, Miguel Ángel Buonarro , Tiziano y Rafael Sanzio. En el Renacimiento, podemos encontrar a dis ntos grupos sociales: Los nobles: Integraban el grupo social con mayores privilegios (por ejemplo, no pagaban impuestos), aunque su poder militar y polí co había disminuido frente al fortalecimiento de las monarquías. La alta nobleza terrateniente cons tuía una minoría. Por debajo podía situarse una nueva nobleza, integrada por burgueses que habían accedido a este grupo gracias a la compra de tulos y cargos. Esta nobleza no era plenamente aceptada por la alta nobleza. En el escalón más bajo de este grupo social se encontraba la baja nobleza o la nobleza rural. Muchas de estas familias se hallaban empobrecidas y endeudadas, no porque la producción de su erra no fuera buena, sino porque gastaban más de lo que podían.

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En convivencia con Nuestra Casa Común Pensaban que una vida ostentosa les permi a demostrar su dignidad y honor. Los burgueses: Estos no pertenecían a un estamento privilegiado, puesto que debían pagar impuestos y no tenían derechos polí cos. Sin embargo, poco a poco, las monarquías les reconocieron algunos derechos, como el de par cipar del gobierno de su ciudad. En el siglo XV se profundizaron las diferencias que había entre los burgueses: el patrimonio (los bienes que poseían), el origen, la profesión y el poder que se ejercía en la ciudad definían la posición que cada uno ocupaba. Los burgueses que tenían más dinero (sobre todo los banqueros y los grandes mercaderes) procuraban imitar la forma de vida y las costumbres de la nobleza. En su deseo de ascender socialmente, muchos compraban erras y tulos de nobleza. Y, con el obje vo de alcanzar una mayor cultura y de hacer más placentera su vida co diana, decoraron sus palacios con frescos, mosaicos y muebles tallados, se rodearon de objetos bellos e instrumentos musicales y vis eron ropas lujosas.

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También formaban parte de la burguesía los artesanos que realizaban dis ntos oficios y los trabajadores asalariados. El campesinado: Era el sector más numeroso de la sociedad y el que con su trabajo sostenía a los demás grupos. Tras la recuperación de la agricultura, en las zonas más prósperas se produjo una diferenciación entre campesinos ricos (aquellos que arrendaban las erras a los nobles y lograban acumular parte de su cosecha para venderla en el mercado) y campesinos pobres (la gran mayoría, que solo producían para su autoabastecimiento y para pagar tributos; muchas veces, debían trabajar como jornaleros en otros campos). En algunas regiones, por ejemplo, en el este europeo, los campesinos siguieron vinculados a sus señores a través de lazos feudales. Los mendigos y vagabundos: Las guerras y las transformaciones de la agricultura empujaron a muchos campesinos a las ciudades. La mayoría de ellos, imposibilitados de conseguir un trabajo, se convir eron en mendigos y vagabundos. España fue el país más afectado por


PROYECTO AMBIENTAL este fenómeno y el que mostró el grado más alto de tolerancia para con estos grupos. De este modo, en la Europa moderna, la vagancia y la marginalidad se transformaron en fenómenos absolutamente normales. Además de mendigos, a este mundo pertenecían aventureros, ar stas, sal mbanquis, soldados mercenarios, peregrinos y buhoneros, muchos de los cuales se trasladaban de ciudad en ciudad o iban detrás de los ejércitos. Ciertos humanistas condenaron a estas personas porque consideraban que el ocio y la mendicidad rebajaban la condición humana, que se manifestaba en la capacidad de trabajar y producir. L a re s p u e sta d e l E sta d o a n te e l incremento de pobres fue el aumento de la caridad (por ejemplo, entrega de alimentos, creación de hospicios para niños abandonados) y, de manera más brutal, la persecución. En efecto, en algunas regiones se establecieron las llamadas “leyes de pobres”, que permi an expulsar a los que no eran del lugar.

Las mujeres: La mayoría de las mujeres se conver an en jóvenes madres; sus vidas como adultas eran un ciclo con nuo de embarazos y crianzas. En las familias burguesas, la mujer se ocupaba de la administración y del gobierno de la casa. Realizaba dis ntas tareas domés cas y cuidaba de sus hijos (solían tener varios hijos ya que, como la mortalidad infan l era muy alta, las familias pudientes necesitaban asegurar su descendencia). En general, las mujeres de la burguesía o de la nobleza que no contraían matrimonio ingresaban en un convento. Las mujeres que pertenecían a familias pobres no tenían grandes oportunidades de mejorar su condición, es decir, de lograr un ascenso social. Las campesinas casadas trabajaban gran can dad de horas en el campo junto a sus hijos y esposo; las solteras, en cambio, dejaban el hogar a los diez o doce años para emplearse en casa de una familia de mayores recursos. También podían trabajar en las tejedurías que empleaban mayoría de personal femenino, como era el caso de los talleres de producción de seda y encajes.

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En convivencia con Nuestra Casa Común Durante el Renacimiento, las familias estaban dirigidas y organizadas por los padres o los varones que fueran cabeza de familia, como ocurría en la Edad Media. Se consideraba que todos los que vivían en una misma casa eran miembros de una familia, incluso los parientes lejanos y criados (aunque no tenían derecho a la herencia). De todas maneras, había diferencias entre las familias nobles, las burguesas y las de sectores populares. En las familias más adineradas, tanto de la burguesía como de la nobleza, el casamiento de los hijos se planificaba desde la infancia ya que permi a realizar alianzas, además, el padre de la novia disponía de la dote (un patrimonio en bienes o dinero) para entregar al novio. En cambio, en los hogares más humildes era común que las parejas convivieran sin estar casadas. Sin embargo, en los hogares burgueses, los lazos afec vos fueron cobrando mayor importancia y lentamente fue perdiendo fuerza la idea de concebir el matrimonio solo como una alianza económica o polí ca. De hecho, muchos humanistas concedieron importancia al papel de la mujer en la sociedad y se preocuparon por proporcionarle dignidad, educación y una mayor consideración social. Actualmente, las personas viven en un constante prejuicio hacia los demás. La necesidad de un cambio de perspec va y mentalidad hacia el resto sería un avance para una mejor convivencia en sociedad. Podemos decir que este “discurso cultural” aún no ha cambiado porque podemos ver reflejado estos conceptos en la actualidad. Los estamentos representan las clases sociales de hoy en día; la nobleza y la burguesía representan a las clases sociales más altas, como la clase alta o media alta; el campesinado representa a la clase media o media baja; y, por úl mo, los mendigos y vagabundos representan a los habitantes con escasos recursos, como son los de clase baja.

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También podemos visualizar el rol de la mujer en la sociedad, o ¿Se dejó de pensar en la mujer como un rol secundario? Actualmente, la mujer obtuvo más respeto y consideración, sin embargo, no el merecido. Si nos ponemos a pensar, desde nuestro lugar… Si vemos pasar a una persona con ropa de marca, con las más actuales tecnologías y una mirada de superioridad, rápidamente se nos viene a la cabeza que esa persona es de una clase alta ¿O no es cierto? Ahora pensémoslo al revés, si vamos por la calle y vemos a una persona con la ropa rota y gastada, con un sico esquelé co y con una mirada cansada ¿Qué es el que vemos?... Bueno, esta es una sencilla forma de darnos cuenta de que los estereo pos aún no han cambiado y se sigue sosteniendo una misma esté ca en la sociedad. APARTADO: ¿Qué culpa ene el Estado Nacional? En los avances del empo, el Estado Nacional desarrolló las bases de un consen miento entre la sociedad y los sucesivos gobiernos. Muchas veces consensuado (votado), pero muchas otras forzados (fraudes y dictaduras). Lo que es seguro, que exis ó un convenio que afirmó una forma de gobernar. ¿Qué pasó en la Argen na, socialmente hablando y durante el Siglo XIX?


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¿Cómo pensamos el Estado Nacional? Por Huergo, Fiorello

El Estado nacional a finales del Siglo XIX y principios del XX INFOGRAFÍA 1: ¿Cómo se construyó el Estado Nacional?

El obje vo de este trabajo fue presentar cómo a fines del siglo XIX comienza a plantearse la diversidad humana desde una ideología secular y cómo la utopía de perfec bilidad humana a través de la razón con núa durante la segunda mitad del siglo XX con un marcado nte cien ficista y su posterior desplazamiento a un biologicismo finisecular, pesimista y escép co. La propuesta es presentar una genealogía de la alteridad, genealogía que debe entenderse en dos sen dos: uno histórico social, para ver cómo los procesos históricos europeos repercuten en la Argen na y cómo en el marco de la construcción del Estado y su relación con la

Sociedad Civil se establecen las relaciones entre los sujetos, cómo se crean los espacios de dominación, de inclusión y exclusión. El segundo, que da cuenta del primero, plantea una génesis de las ideas que se sucedieron y convivieron desde el siglo XX y cómo aparecen las categorías de raza, diferencia, cultura, nación y nacionalismo en esta secuencia diacrónica. Y como con respecto a la Argen na en los dis ntos momentos de construcción del estado nacional y de la iden dad nacional se generan procesos de inclusión y de exclusión.

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Al analizar detalladamente la generación del 80 podemos decir que se desordena el país en decepción y pesimismo. Estamos en un nuevo viraje conservador, no al cambio pero sí a la tradición. En este marco se construye o se refunda una vez más la iden dad nacional, y en este acto se construyen nuevos mitos acerca de los orígenes de la argen nidad, una vuelta al núcleo difuso en busca de lo autén co. Esta vuelta va a significar mirar hacia nuestro pasado y nuestra historia idealizando estereo pos como el “gaucho” y el “indígena”, -desaparecidos como sujetos- en contraposición al inmigrante anárquico, sujeto real y peligroso. En este retorno a la comunidad de origen difuso está presente el racismo al hacer visible al sujeto que hay que es gma zar y que no integra la comunidad original, "el inmigrante" en un nuevo proceso de “culpabilización de la víc ma”. Una vez más la educación, la escuela normalista de profundo sesgo posi vista es el espacio y el vehículo de homogeneización de los sujetos sociales. La presencia de los higienistas supera los ámbitos propios de su disciplina, desde un lugar de legi mación impuesto por el modelo biologicista imperante, ocupan los espacios de poder. No es casual que Ramos Mejía, médico psiquiatra y seguidor de Gustavo Le Bon, en 1910 ocupe el cargo de director del Consejo Escolar y proponga la “nacionalización” de la educación, es decir suprimir de la Escuela pública todo texto que represente a las culturas extranjeras.

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Ya desde comienzos de siglo, los conflictos sociales como la huelga de inquilinos de 1907 se puede ver un claro ejemplo de racismo que tuvieron a las mujeres como protagonistas: habían sido ellas quienes, armadas con palos y escobas, detuvieron a la policía. Además, a pesar de que no cons tuía un fenómeno masivo, muchas mujeres trabajaban fuera de sus hogares, incluso en ámbitos considerados “poco femeninos”, como los frigoríficos o las cur embres. Al hablar de los derechos polí cos de las mujeres, podemos decir que a comienzos del siglo carecían de hitos relevantes. Las primeras organizaciones feministas argen nas entregaron a Palacios, en 1910, un proyecto de ley, pero recién a par r de 1920 la lucha por el voto femenino se transformó en el obje vo prioritario de estas agrupaciones. En marzo de aquel año, tres agrupaciones feministas decidieron llevar a cabo un simulacro de elecciones en Buenos Aires en el que pudieran intervenir mujeres como electoras y elegidas. Por otro lado, vimos una amplia discusión sobre el alcance de las conductas racistas en Argen na. Mientras algunos sectores sostenían que se trata de comportamientos inofensivos o marginales rechazados por prác camente la totalidad de la población, otros sectores sos enen que el racismo es un fenómeno extendido y expresado de muy diversas maneras. Algunos grupos afirman también que las eventuales conductas racistas en Argen na no se diferencian de las que se presentan en los demás


PROYECTO AMBIENTAL países del mundo, mientras que otros sos enen que el racismo en Argen na ene algunas par cularidades en los modos en que se presenta, relacionadas con la historia, la cultura y los grupos étnicos que interaccionan.

con los paraguayos, con los inmigrantes limítrofes. INFOGRAFÍA 2: ¿Por qué hablamos de una Argen na racista y con males vergonzantes?

“La Argen na, tanto en su historia como en la actualidad, muestra muchas formas de racismo, desde la discriminación de indígenas y africanos y el racismo generalizado contra los «cabecitas negras» hasta el trato dispensado a l o s i n m i gr an t e s p o b r e s d e l o s p aí s e s la noamericanos cercanos. Por otro lado, también hay una conciencia an rracista y grupos, organizaciones y cien ficos que se oponen al racismo co diano.” Teun Van Dijk Ahora bien, ¿qué sucede cuando cambia completamente la situación del empleo en el país? Donde se decía que había exis do un aumento sideral de la inmigración debería decir que hubo un aumento sideral de la desocupación. Lo que ha cambiado no es la can dad de inmigrantes, sino el horizonte laboral de los argen nos. Los argen nos, que nunca habían aceptado trabajar en las condiciones que aceptaban los inmigrantes limítrofes, a fines de los novenes aceptaban trabajar en cualquier condición. Los nuevos procesos de exclusión social (con un notable incremento de la desocupación que agravaba la competencia laboral) convierten esos trabajos en una ma deseable para sectores que estos tenían una mejor posición En síntesis, no es que los inmigrantes empezaran a compe r con los argen nos por los puestos de trabajo, sino que eran los argen nos quienes empezaban a compe r con los inmigrantes por los puestos de trabajo que tradicionalmente ocupaban los inmigrantes. En otras palabras, lo que cambió no fue la inmigración: lo que cambio fue la Argen na. Cuando las consecuencias de ese cambio no eran todavía ideológica y cultural mente asumida, se ins tuyó una nueva frontera: con los bolivianos,

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En convivencia con Nuestra Casa Común CONCLUSIÓN: A fines del siglo XIX y principios del XX las enfermedades venéreas despertaban fuertes temores social eso «males sociales» que afectaban al cuerpo social e individual por lo que la atención fue puesta en las pros tutas las cuales eran las principales diseminadoras de las afecciones venéreas. El argumento más

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importante impulsado entre 1874 y 1932 fue el tema del control y freno de las venéreas el cual sostenía el sistema reglamentarista en la ciudad de Rosario y consis a en exámenes sanitarios y otras obligaciones para las mujeres que decidían inscribirse como pros tutas. Norma vas regulacionistas sobre cuerpos vistos como díscolos y sobre todo como responsables de la difusión de las venéreas sobre el cuerpo social.


PROYECTO AMBIENTAL La prensa y los médicos de ese entonces se dedicaban a cri car y responsabilizar casi exclusivamente a aquellas que no estaban matriculadas, o que transgredían las normas y eran apresadas por la policía como “clandes nas”, vale indicar que la condición de inscripta o clandes na era muy lábil, también era cierto que los cuerpos de los clientes no eran objeto de ningún po de control exigido por el Estado municipal, como si éstos no fueran agentes de contagio. El denominado sistema reglamentarista, para los abolicionistas, había fracasado en sus

obje vos sanitarios ya que es trecho de miras apuntaba sus dardos solo sobre una de las partes que configuraba la relación sexual: la pros tuta. Este sistema además era injusto porque desconocía la figura del cliente como agente de contagio e instalaba un sistema que daba «falsas seguridades» a los hombres. Estos discu an entre otras la validez y la «seguridad» que podían otorgar los exámenes sanitarios que les prac caban a las pros tutas en el Dispensario, pero esos asuntos no forman parte de este texto. Las venéreas, la sífilis en par cular, concentraban muchos miedos y representaciones diversas propias de una época en la que no se conocían curas defini vas. Para

curar estas enfermedades los tratamientos eran muy largos, caros, casi vitalicios, de allí que en muchos casos los afectados eran víc mas de los que ofrecen soluciones casi milagrosas. La profilaxis y responsabilidad individual eran lo que apuntaban los discursos médicos más que a la profilaxis pública que parecía resolverse con charlas o conferencias sobre educación sexual y casi exclusivamente insis endo en los controles sobre los cuerpos de las pros tutas inscriptas en el registra público. En especial, la sífilis, era vista como un fantasma acechante, que circulaba no solo comportamientos presentes, sino que podía impune derraparse por las generaciones

siguientes. Fuertemente unida al concepto de degeneración muy presente en la prensa y la sociedad de entonces, de enorme circulación y perdurabilidad. ¿La argen na es un país Racista? ¿Por qué? ¿Cuáles son las cosas que deberíamos cambiar y por qué? Si, claramente la argen na es un país racista, esto es porque ha nacido y se ha construido en base a este concepto. Hay inves gaciones las cuales demuestran como la de Rita Segato, que la aplanadora cultura argen na fue la que se edificó en base al pánico sobre la diversidad.

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En convivencia con Nuestra Casa Común La naturalización del racismo hace que estas historias no se tengan en cuenta y que no se asocie con que aún hoy indígenas y afrodescendientes no enen acceso equita vo a la salud. Explica que la población no se indigne ante la muerte de niños y adultos por estas causas. O que, ante el desplazamiento de sus territorios ancestrales por negocios de corporaciones agrícolas y mineras, o de empresas de desarrollos turís cos y “barrios cerrados” la población no sólo no se indigna, sino que incluso lo considera necesario para el “bien común”.

Pero para ver el inicio de todo esto tenemos que hacer un retroceso ya que consideramos que esto comienza cuando se discriminaban a los pueblos indígenas que habitaban desde siempre nuestras erras, pasó después a los esclavos y también encontrábamos a los inmigrantes a los cuales se los hacía trabajar para la Elite Argen na. No fueron solo estos sino muchos ejemplos que se vio reflejado el racismo en Argen na, por ejemplo podemos hablar de las “Campañas militares” que dejaron una gran huella en la historia de nuestro país: como son la “Conquista del Desierto” y la “Campaña del Chaco”. En ese empo las autoridades estaban

Por esto mismo nos ene que quedar en claro que en la Argen na no sólo hay racismo, sino que se trata de un po variante muy especial: es virulento y se pretende invisible. La primera expresión que se da es la de “no hay negros”. Después viene toda oleada de comentarios como lo son “negros de mierda” y los “negros de alma”. ¿Entonces los argen nos nos contradecimos entre nosotros? Estamos diciendo que no hay negros que todos somos iguales sin importar nuestro color de piel y un montón de frases más que son solo puro discurso. Pero después a vendedores callejeros, personas de una baja clase social o mismo personas que cometen malas acciones se le hacen este po de comentarios.

en completa disputa con estos pueblos y respondían con violencia y muerte a gente inocente que solo luchaba por sus merecidos derechos. A los sobrevivientes de esos pueblos se les prohibió hablar sus lenguas, prac car su espiritualidad y sostener sus sistemas de conocimiento, alimentación y salud. Otro tanto ocurrió con los afrodescendientes que pese a lograr su “emancipación” también vieron proscritas sus historias, lenguas y modos de vida. Q u e d a ro n “ l i b re s ” , p e ro s i n ca p i ta l n i herramientas.

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Ahora conduciendo por el mismo camino, se pone en juego dos conceptos muy liados entre si: Por un lado, como nombramos anteriormente,


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el racismo y por otro la enfermedad. Aunque a simple vista tal vez no se encuentren semejanza entre si, estas dos palabras enen mucho que ver. Un claro ejemplo, hablado anteriormente es la sífilis, una enfermedad venérea que durante estos dos siglos atormento a muchas personas y discrimino a otras más. Aquí entra en juego la pros tución, donde en este periodo las más afectadas y discriminadas por estas crí cas eran las pros tutas ya que al vender su cuerpo por unos billetes de mas, tenían que atravesar este po de enfermedades y discriminación. Este sistema era injusto porque desconocía la figura del cliente como agente de contagio e instalaba un sistema que daba no solo «falsas seguridades» a estas mujeres, sino que a los hombres también. Los medios de comunicación y la prensa, como siempre, no hacía otra cosa que cri car y desmerecer el trabajo de estas mujeres y tratar a esta grave enfermedad de forma discriminada. La pros tución patentada y en especial, la clandes na, eran vistas como focos que irradiaban enfermedad y contaminaban la raza y hablaban también de prác cas, de cuidados profilác cos de los que se conoce algo a través de los médicos o de la prensa. Así y muchos son los ejemplos de racismo y discriminación que irradia nuestro país, por ser diferente, te discriminan, por tu color de piel, te discriminan, por tu trabajo, te discriminan, por tu forma de pensar, te discriminan y por tus condiciones, te

discriminan. Los pensamientos y acciones de algunos ciudadanos enen mucho que decir de lo que somos como sociedad. Las personas tenemos que cambiar, la mente debe cambiar. Como vimos, hay incontables cosas que deberíamos cambiar como sociedad y miles de formas de reconstruir mentes. Por ejemplo, es imprescindible contar con observatorios y órganos autónomos de la sociedad civil, reconocidos y financiados por el Estado, que velen por el contenido y orientación editorial de todos los medios de comunicación respecto de temas como el racismo y los derechos humanos de todos los sectores de la población. También es imprescindible que universidades e ins tuciones de formación de periodistas y comunicadoras/es sociales se esfuercen en asegurar su formación an rracista. No es suficiente con que sea “no racista”, debe ser an rracista y así de esta forma, habría más unión y menos desconformidad entre la población.

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Haciendo un poco de Historia...

El Estado nacional a finales del Siglo XIX y principios del XX Por Abi Zaid, Borrego

Argen na es un país racista desde siempre. Esto empieza cuando se menospreciaba a los indígenas que habitaban nuestras erras, luego llegan los esclavos y por úl mo tenemos a los inmigrantes que trabajaban para la elite, por lo tanto, eran clase baja. Al ser mes zos los indígenas eran llamados “negros” a medida que el empo pasaba este concepto paso a ser usado para la gente de piel morena, negra, mes za, pobres o trabajadores de la elite. Pero si nos ponemos a pensar ¿Por qué está mal ser negro? Porque el estado y la sociedad es muy clasicista entonces como los llamados “negros” hacen el trabajo duro, viven en la pobreza y son parte del populismo pasan a ser discriminados. Esto no solo pasaba en la an güedad, sino que hoy en día está más implementado que nunca ya que por ejemplo a toda la clase baja la llamamos de esa manera. Es muy común hoy en día escuchar cómo se jus fica a las personas por sus malas acciones diciendo “es negro”, Pero nunca vas a escuchar a alguien diciendo por ejemplo “es blanco”. Y no solo pasa con la gente de clase baja sino también Argen na discrimina a inmigrantes. Un gran ejemplo son los chinos, coreanos y japoneses que por no cumplir con los estereo pos que lamentablemente están implementados en esta sociedad, son muy discriminados solo por su diferente rasgo sico. También Argen na es racista en el sen do de la gente con diferente pensamiento religioso, nosotros en la mayoría somos católicos, pero se cri ca mucho a la minoría que son: el protestan smo, el judaísmo, el islamismo, y la religión ortodoxa griega, entre otras. Como ya vimos anteriormente las personas con

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PROYECTO AMBIENTAL enfermedades también sufren discriminación por parte de la sociedad, un gran ejemplo son las enfermedades venéreas. Muchas personas son discriminadas no sólo por tener la infección, sino porque se les presuponen prác cas de riego que no se consideran “adecuadas”, como las relacionadas con su sexualidad, su orientación sexual o su iden dad de género. Vincular a la población homosexual, bisexual y transexual con el VIH/SIDA provoca más discriminación cuando lo que realmente provoca la infección por el VIH es el po de prác ca sexual no protegida. Pero ¿Por qué las mujeres pros tuidas son las que comúnmente se contagian de estas? Bueno como se sabe estas enfermedades se trasmiten por medio de relaciones sexuales, como su trabajo es acostarse con hombres que pagan por estar con ellas sin ni siquiera saber de su nombre, las pobres mujeres son some das a este po de hombres que por pasar un “buen rato” dejan a estas mujeres infectadas. Todo esto parte desde lo social, polí co y económico ya que desde un principio la pros tución debería de estar prohibida, aunque esta es ilegal sigue pasando ya que deja mucha plata, hombres de la elite crean lugares clandes nos, secuestran mujeres y tristemente muchas se someten en esto por falta de plata. Y acá es donde me gustaría que prestemos atención, ya que desde lo económico no se debería de llegar al punto donde las mujeres se sometan a ese terrible trabajo solo por llevar un plato de comida a la mesa y quien sabe contraer enfermedades veneras. El racismo es lamentable y se ve en todos lados. No solo exis a la discriminación para los negros, sino que para las mujeres también. Estas desde el comienzo de la historia no disponían de derechos. Podemos ver que estas debían pertenecer bajo la tutela de sus padres hasta los 22 años o hasta su casamiento. Una vez casadas pasaban a estar bajo la tutela de su esposo. Estas no se podían involucrar en asuntos comerciales o

legales sin su consen miento. Lo único que podían hacer era trabajar, pero solo bajo el consen miento de sus tutores y además la plata recaudada debía ser para estos mismos, básicamente no valoraban su trabajo. Las mujeres de la Elite vivían esto de otra manera ya que claramente no necesitaban trabajar, pero de todas maneras tenían que hacer las tareas de la casa. Como ya se sabe la par cipación femenina en la polí ca era nula, ellas mismas de a poco tuvieron que hacerse presentes, organizando agrupaciones femeninas desde 1910. Recién en 1920 estas empezaban a reclamar por su par cipación en la polí ca. De a poco estas de la mano de la lucha fueron formando sus derechos. Hoy en día podemos ver que la mujer sigue siendo discriminada de todas maneras, no solo por hacernos sen r inferiores que los hombres. Sino porque es visto que por ser hombre enen muchas cosas facilitadas un ejemplo claro es en las obras de construcción o los camioneros, a una mujer no la dejan ya que desde siempre se ene un concepto idealizado que las mujeres no servimos para estas cosas, que somos inú les. Pero ¿Alguna vez se les dio la posibilidad de que prueben? La respuesta es no, ya se da por hecho que no sabemos o no podemos. Sinceramente la sociedad machista es racista también. De todas formas, las mujeres y hombres también de hoy en día luchan para que esto cambie y nosotras tenemos fe en que va a pasar. Día a día se nota un leve cambio en la manera de pensar de la sociedad, es claro que en las personas mayores de 40 años es muy di cil de cambiar su forma de ver la sociedad ya que más de la mitad de su vida fue basado en una mirada hacia la sociedad dis nta, no solo con las mujeres, sino que también con las personas que deciden elegir su orientación sexual libremente también. A pesar de todo, las nuevas generaciones estamos haciendo un gran cambio en todo sen do. Luchamos por los derechos y el respeto que cada argen no merece de tener.

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RESPECTO DE LA CLASE OBRERA Por Olate, Madriñan, Ramirez

El número de horas de trabajo de los obreros del siglo XIX fue muy variable, y sus condiciones laborales muy precarias, en función de la ac vidad desarrollada. En las fábricas la duración de la jornada podía llegar a las quince horas. La duración de ésta fue disminuyendo a lo largo del siglo XIX. Hacia 1870, los obreros trabajaban como media unas doce horas diarias y con pocos días de descanso. Una de los grandes logros de las organizaciones obreras durante todo el siglo XIX y los primeros años del siglo XX fue la jornada de ocho horas de trabajo, seis días a la semana. La mano de obra no solo se trataba de hombres, sino que en esa época trabajaban todos, sin importar las condiciones de trabajo se acoplaban igual. Mujeres y niños cons tuían una buena parte de la mano de obra y en el año 1839, la mitad de la clase obrera estaba cons tuida por mujeres.

especialmente para los obreros cualificados, pero el nivel de vida de los trabajadores con nuó siendo muy bajo. Al trabajador se lo pensaba como un engranaje más de la maquina ya que no importa si no puede trabajar o necesita descansar, si no hay reemplazo se sigue trabajando, porque las maquinas tenían que estar siempre en funcionamiento y durante el mayor empo posible. Así se pensó en la mejor forma para que los trabajadores llegaran rápido y comenzaran a trabajar lo antes posible, consis a en establecer viviendas cerca de las fábricas creando barrios obreros que aumentaron progresivamente y se extendían por los lugares principales de las ciudades.

Hacia fines del siglo XIX, el empleo de menores era muy alto, tanto en las ciudades como en el campo. En 1903, en Buenos Aires, trabajaban 10 922 menores de 16 años y 1197 menores de 14, según los datos de ese entonces.

Las condiciones de las viviendas no se quedaban atrás, calles y pa os estaban muy degradados por el amontonamiento de basuras y desperdicios. Al no haber desagües, las aguas sucias se estancaban. Esa situación, unida a la mala ven lación, aumentaba el peligro de infecciones. El interior de las viviendas era muy pobre, con pocas habitaciones, siendo frecuentes las cocinas y letrinas comunitarias.

Los salarios eran muy bajos y muy ajustados para sa sfacer las necesidades básicas de los trabajadores. El trabajo infan l estaba mucho peor remunerado, lo mismo que el de las mujeres, que percibían alrededor de la mitad del salario de los hombres. A par r de los años cincuenta, los salarios tendieron a subir,

Con el paso de los años, las situaciones de los trabajadores van mejorando. Pero es el día de hoy que en nuestro país sigue exis endo esta explotación de trabajadores y condiciones precarias. Con el paso del empo y junto a la voz de los obreros se producirán más cambios y ventajas para sus vidas y sus condiciones.

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En convivencia con Nuestra Casa Común h ps://view.genial.ly/60c9397e8637b30d68d1 6cb6/interac ve-content-info-derechoshumanos (¡Copiar y pegar el enlace en una página Google y disfrutar!)

dependencia indígena. Pensamos que venimos de razas europeas, de franceses, polacos, etc. El cuál es el principal mito que establecimos. “Argen na no es racista” traduciéndolo no nos hacemos cargo del racismo existente. La palabra NEGRO es inevitable escucharla en nuestra vida co diana, es una manera de generalizar. Es una bolsa donde entran pobres, extranjeros, los que roban, a los que par cipan de movimientos polí cos, a los excluidos, a los marginados, hinchas de futbol, entre otros. Pero no es todo malo, también u lizamos la palabra NEGRO para nombrar a personas de afecto, como si fuera algo lindo. En realidad, es un racismo de segunda calidad.

En la Argen na finalmente podemos decir que existe el racismo. Basta con escuchar la famosa frase “en Argen na no hay racismo, porque aquí no hay negros” para entender el nivel de racismo grave que se presenta en nuestro país, porque muestra lo lindo de que no haya negros y la suerte de no convivir con la diferencia de diversidad, por lo tanto, no presenta cultura racista. Argen no significa porteño y el porteño se considera como blanco, por lo tanto, si hay personas con otras caracterís cas, simplemente no existen o son blanqueadas por la sociedad. En el mejor de los casos los tratamos como si no exis eran y en el peor los tratamos como no argen nos. Muchos polí cos ni estaban enterados que defendían a esta masa de rasgos africanos e indígenas y siguen haciendo polí ca como si ellos no fueran parte. Argen na invisibilizo las raíces negras e indígenas a par r de sus afirmaciones, cuando en realidad más de la mitad de los argen nos enen

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En esa bolsa ya no importa si sos negro, si sos marrón, entra la gente que es “NEGRO DE ALMA” según nosotros quiere decir que no son negros de piel, pero coinciden con las caracterís cas de marginado. Es importante destruir toda esta mitología, porque ningún país puede pensarse y proyectar su futuro sin entender quiénes son sus habitantes y sus ciudadanos, los que deberíamos ser iguales. Hoy en día pareciera que para ser libres hay que ser blancos, muestra que la gente sigue con estos pensamientos, me endo cada vez más gente adentro de la bolsa y muestran que este es un cambio que se va a dar en mucho empo y que poco se habla. No basta solo con cambiar la frase, sino también cambiar la vida de aquellos “NEGROS” que sienten que los miran mal, que los insultan, que en los colegios públicos establecen estos estereo pos en ellos. Esto interviene es sus vidas y los perjudican en lo co diano al no reconocer su verdadera nacionalidad.


PROYECTO AMBIENTAL h ps://view.genial.ly/60bffe827ede540d2143b 4e3/interac ve-content-checklist-visualthinking En toda la película se muestra la lucha constante feminista, permite ver y entender la desesperación de todas las mujeres por querer

trabajar en buenas condiciones y a la vez no perder sus empleos por estos reclamos hacia sus patrones. Para ponernos en contexto las mujeres del siglo XIX dependían casi en su totalidad de un hombre, no podían crear negocios, pedir créditos o realizar cualquier po de transacción financiera en nombre propio, no podían quejarse de malos tratos sobre el matrimonio, no tenían derecho al divorcio y mucho menos del aborto. Cabe mencionar que en el trabajo podían sufrir cualquier po de abusos, ya sea laboral o sobre acoso. Una de cada tres mujeres sufría estos casos y cuando intentaban denunciar no eran escuchadas y muchas veces revic mizadas por las ins tuciones que miran para otro lado y protegen a quienes ejercen la violencia. En esa época predominaba “la mujer de casa”, sumisa ante todos y reina del hogar. Ellas mismas se dieron cuenta que podían tener más derechos de los pocos que ya poseían, se cansaron de sus picas obligaciones, de estar dispuestas siempre a la casa, por lo tanto, este razonamiento les cambio la perspec va de sus vidas y les abrió vías para su acción polí ca y militante.

“Ni Dios, ni patrón, ni marido” resume y deja ver todas las malas condiciones en que se encontraban las mujeres entorno laboral, social y familiar. Se encontraban en el úl mo escalón de la pirámide social, su voz no importaba en ningún lado y menos en sus casas. Permite demostrar la historia del feminismo sufragista, movimientos sin lucha a mano armada como una “resistencia pasiva”. Donde algunas mujeres optaron por vías más ins tucionales y otras, en cambio, decidieron ser escuchadas a través de huelgas. Las mujeres que par cipaban y se unían al movimiento se redescubrían y comenzaban abrir los ojos y aceptar que el hombre no puede ser mayor que la mujer, sino que enen que ser iguales como personas. Estas mujeres que muestra la película establecen discursos en sus periódicos que prome an nuevos y desconocidos horizontes para la humanidad, gana el reconocimiento a la oposición entre hogar y trabajo, maternidad y trabajo asalariado y entre feminidad y produc vidad. No basta con hablar de derechos e igualdad, es necesario llevarlo a la prác ca. Año tras año las mujeres luchan reivindicando los derechos conseguidos y exigiendo aquellos que aún nos faltan. Los derechos que nos han sido negados a lo largo de la historia nos están costando y conocer los nuestros y defenderlos, los que están en las leyes y no se cumplen y los que aún no han sido adquiridos, es nuestro deber. Sigamos luchando y siendo protagonistas ac vas de nuestra historia como lo venimos haciendo las mujeres desde el comienzo, aunque no nos lo hayan contado. h ps://view.genial.ly/60c7ebdfcdf8290d69cb2 3aa/presenta on-presentacion-mujeres

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PARA VER LA PELÍCULA ANALIZDA EN ESTA REVISTA

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LOS RECURSOS NATURALES

Y LA TECNOLOGÍA: FOCO LAS TONINAS Por Favieri Tuzio, la nota fue escrita en 2018

En eso de que por defecto los recursos naturales son de las sociedades que viven dentro del territorio al cual estos pertenecen, para el caso, es men ra.

Toninas, ese espacio turís co an cuado, invernalmente desolado y con altos índices de desempleo, se cierra a las innovaciones del progreso.

Y par mos de una men ra en cuanto a que, si la posibilidad de que esos recursos naturales son trabajados, explotados y d o m i n a d o s p o r e m p re s a s d e ca p i ta l e s extranjeros, mínimamente deberían garan zar una fuente de empleos sustentables, de mejoras de la región que los alimenta y de producciones que fomenten la ac vidad tecnológica, es decir el progreso de los dos mil. Es men ra.

A razón de esto… ¿Cómo es que un lugar tan reconocido en la jerga turís ca no ene un lugar de preponderancia en el imaginario colec vo? ¿De qué manera sus playas enormes fueron libradas al azar de grandes empresas constructoras que generaron una avanzada irrefrenable de la marea? ¿Cómo es posible que su envoltura (San Clemente y Santa Teresita) hayan crecido tanto en estos úl mos años y Las Toninas no? La respuesta es siempre la polí ca. A alguien se beneficia de lo siguiente:

Por ende, si los recursos naturales son “compar dos” con empresas de capitales demasiado beneficiadas por este razonamiento, la ecuación no cierra cuando decimos que Las

Las Toninas, ese espacio verde repleto de mar que a veces ronda lo bizarro en algunos

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comentarios de producciones de Pol – Ka y otras, ha sido víc ma de los sucesivos desamparos del clan de intendentes polí co – hereditarios de los De Jesús. Años de una vista gorda que hoy llevan a su máxima expresión las polí cas de abandono. Y cuando hablamos de abandono no solo lo hacemos por sus recursos naturales, sino también por una sociedad pequeña que no vio ni ve los frutos de los supuestos adelantos. Desde los años menemistas que el vacío polí co comenzó a sen rse. En forma gradual, los robos a propiedades, las changas “por lo que se pueda” y la marginalidad social hicieron del abandono una costumbre demasiado naturalizada. Que no haya trabajo es por costumbre. Que no limpien los enormes pas zales, es por costumbre. Que no modifiquen la ayuda social, es por costumbre. Y así el deterioro se volvió una costumbre de carteles que rezan: “si le robaron, busque en los yuyos que siempre guardan las cosas ahí hasta que las pasan a buscar al otro día”. Eso también se volvió una costumbre. Como el no hacer. Las Toninas fue, antes de esa época de los noventas, un espacio auspicioso para veranear.

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Sinónimo de tranquilidad y familia, de pequeño centro que cumplía con las necesidades básicas y de lugareños que se adaptaban fácilmente a la inyección del turismo que se avecinaba a sus costas en temporada. Es decir, los vecinos preparaban con orgullo el veraneo. Hasta incluso se promovían ac vidades como votar “el mejor parque de Las Toninas”, el arte con arena (se realizaban esculturas en la arena) o “la mejor vidriera comercial”. Entonces toda esa sociedad inevitablemente trabaja para mejorar el lugar. Pero luego del desastre de los noventas (y ya entrados en los dos mil) Las Toninas sufrió la debacle de todo aquello. Quedó huérfana de paternalismo polí co y acéfala de poder presente. Al menos en lo que se relaciona al bienestar… Esto úl mo refiere a que en la relación Medio ambiente – Tecnología, Las Toninas le da al mundo una capacidad de conexión irrefutable, le presta sus mares a la globalización y su infraestructura al capital. Su Medio – ambiente produce más dinero que metalurgias locales, fábricas de muebles e incluso el mismo municipio. Pero pocos saben que Las Toninas entrega al mundo la conexión de úl ma


PROYECTO AMBIENTAL generación que interconecta a América con el resto. Internet. La fibra óp ca más u lizada. El 4G. Como asegura una vecina de Las Toninas en la nota de la revista Viva que saldrá publicada este domingo, los beneficios de la fibra óp ca no fueron siquiera la posibilidad de que las Escuelas de la zona tuvieran internet gra s. Mucho menos, esto lo creo yo, computadoras que se puedan conectar. Es preciso realizar una cuenta rápida en base a los costos de dicha obra. Ínfimos en comparación a la ganancia producida por estas costas de Argen na. Entonces se desprende un mundo en el cual el dinero pasa por al lado. Y así, los verdaderos realizadores de tan grande obra de la tecnología no reciben ningún po de progreso. La posibilidad de la u lización de los recursos de Las Toninas, podrían haber generado el probable crecimiento de un pueblo solo recordado cuando alguna campaña polí ca de necesidad lo recuerda. O cuando hay algún robo o bien cuando sus propios vecinos promueven focos grupales que cumplen con la formalidad de cuidarse entre ellos. Algo que ni la misma policía puede garan zar.

pasan desapercibidos. Que no perciben ganancias ni respeto. Que son la resultante de un despojo. Que durante el invierno se las enen que arreglar como pueden para subsis r. Que necesitan de la deuda para poder comer. Que Educan como pueden. Que protegen como pueden. Hasta incluso sufren como pueden. Mientras que por delante de sus narices, capitales de fibra óp ca y dólares llenan los bolsillos de grandes empresarios y polí cos. Todas las preguntas que nos hacíamos al principio, y esta forma tan incorrecta de pensar que está en mi esencia, me hacen ver que las respuestas enen una sola des nataria. La diplomacia polí ca que permite que los negocios que se realizan con los recursos naturales de la Argen na sean la expansión económica de unos pocos sin algún beneficio real para muchos. No se puede regalar nuestro medio ambiente sin pensar en nuestros ciudadanos y ciudadanas. No se puede relegar a quienes debieran ser los verdaderos beneficiados y beneficiadas. Este mundo peca de desigualitario. Pero pervive de la nostalgia. Esperemos que la nota en la revista Viva arroje leña al fuego y surja una nueva inicia va, para que verdaderamente el equilibrio de “compar r” los recursos naturales con la tecnología, tenga un efecto posi vo para la gente.

Como grandes contribuyentes del caudal que representa el municipio, sería lo más justo que tomen parte de las ganancias producidas por una tecnología que incluso desconocen. Y que ni siquiera invita a un bienestar. Porque la marginalidad con núa. Y la vista gorda también. Porque no se mejora la infraestructura, no se invierte en el progreso y no existe una obra pública real. Cuando la gente pasa sus veranos allí muy pocas veces reparan en esto. En esa cues ón tecnológica que, incluso, podría beneficiarlos aún más. De esta forma, en esta relación de los recursos naturales y la tecnología, el balance es nega vo para ese conjunto de personas que

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En convivencia con Nuestra Casa Común

LA REFLEXIÓN ES EL CANAL QUE NOS UNE A ELLA Por Victoria López

La reflexión es lo único que tenemos. El único pedazo que nos salvará de nuestra desdicha cuando la peor pasemos, y tal vez no todos tengamos la capacidad de tenerla. Pero quiénes pueden valorarla la u lizan muy bien, cada segundo, minuto, hora, día, mes, sirve reflexionar, ella será quién nos acompañe en las buenas y en las malas. En los peores y mejores caminos de nuestra vida. No hay un alguien o algo, sino simplemente ella, reflexión, fuerza de voluntad, amor hacia uno mismo. El ser humano se compone de eso, amor hacia la paz, no la paz hacia el amor. Nosotros crearemos la serenidad, y llegaremos a convivir entre nosotros. El día de mañana nadie estará; porque todos estaríamos sin un poco de nuestra reflexión. Nadie allá arriba nos compadecerá y nos hará ver el mundo a través de sus ojos, nadie será quién nos ayude, sino nosotros mismos.

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Simplemente debemos llevarnos por lo que sen mos aquí y ahora, pero si en un futuro todos cambiamos, es porque realmente reflexionamos sobre quién somos, que queremos y que pedimos. Personas que llevan miseria e hipocresía dentro de él, nunca podrán encontrar la reflexión si tampoco pensaron en la empa a hacia el otro. Empecemos a querernos de a poco a nosotros mismos, saquemos a los demás de su miserable vida y llenémosela de serenidad, amor y comprensión. Sino es un abrazo, será una palabra. Si no es una palabra, será un gesto. Y si no es nada de ello, es nuestra presencia. A veces dejamos atrás al otro por verlo ‘perdido’, pero si lo declaramos así ¿Nosotros no estaremos también perdidos? Qué más da que pase por buscar la felicidad en cada una de las personas, mientras tú te ames a mismo respetando al prójimo y a nuestra creadora, la


PROYECTO AMBIENTAL naturaleza, ganaremos la vida que tanto nos merecimos en algún momento. No hay nadie arriba, nadie nos regalará una compasión o un milagro. Nuestra salvación está debajo de nosotros, lo que pisamos con nuestros pies cada segundo. Lo que nosotros no comprendemos que es lo que hay, cuando nuestros ‘pies no están en el suelo’. Ella es quién más merece todo nuestro amor, ella nos dio la vida, ella fue quién nos regala la vida en todo su esplendor, y nos enseña con nuestros ojos lo que tenemos a nuestro alrededor. Cuidemos de la que nos dio la nuestra, a los que tenemos al lado y a loque pisamos cuando estamos despiertos. La reflexión renacerá en algún momento, y ella sabrá que lo logramos. Logramos amarnos a nosotros mismos, ahora a ella. No importa si es uno, o dos, o cien millones, nos acepta con nuestros errores y peores caprichos que soñamos tener.

Ella llora en la penumbra de la luna porque ene miedo y no sabe que le pasará, no sabe si nosotros tendremos la capacidad de tener una reflexión dentro de nosotros para salvarla de lo que cometemos cuando seguimos caminando sin nuestros pies en el suelo. Ella ya te dio todo, ahora falta que nosotros podamos curar sus heridas para vivir en serenidad y armonía. Ella te devuelve hasta cada centavo que tú le des, a veces sin que nosotros le demos algo. Es hermosa, es perfecta. La reflexión es el canal que nos llevará a su eterna vida, donde yaceremos descansando mientras ella mira la penumbra de la luna, sin llorar, sin sufrir. Y cuando todo acabe para nosotros, ella comprenderá que lo mejor que le pudo pasar fueron los soñadores de un mundo perfecto. Buscando el amor de otros hacia la misma y maravillosa Tierra.

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