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Salud mental
Las Heridas Invisibles
La tercera ola de la pandemia parece estar en una rápida y definitiva caída. Quedan, sin embargo, asuntos no resueltos, duelos que no siguieron su proceso y secuelas psicológicas con las que tendremos que lidiar por largo tiempo.
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Un alto porcentaje de jóvenes presenta problemas de salud mental como consecuencia del confinamiento y el estrés pandémico.
Escribe Giuliana Lévano
Han sido dos años durante los cuales todos hemos estado pendientes de nuestra salud física, protegiéndonos del coronavirus, pero ¿y el costo en nuestra salud mental? “No ha sido solo la pandemia y el miedo al contagio sino también el confinamiento: es decir, hemos vivido dos experiencias límite al mismo tiempo”, dice Rubén Tay, psicólogo clínico y psicoterapeuta de la Clínica de las Emociones.
Las secuelas de este tiempo excepcional las hemos vivido cada uno de distinta forma, según las circunstancias particulares de nuestras vidas. Para muchos (demasiados, en el Perú) significó la pérdida de seres queridos, ya sea del entorno inmediato o de amigos, vecinos y familiares. Fueron duelos no resueltos, vividos a distancia, sin el consuelo de los más cercanos.
“El trabajo de duelo requiere un tratamiento terapéutico y, a veces, farmacológico”, sostiene Rubén
Tay. Y añade: “Debemos aprender a aceptar el duelo, evitar el mecanismo de negación. Nosotros tendemos a minimizar el dolor porque genera trauma. Hay que admitir la pérdida”. (Ver recuadro).
Entender esto y aceptarlo es difícil y requiere tanto un abordaje familiar como individual. “El duelo no resuelto va a dejar huellas en la salud de la población a mediano y largo plazo”, señala
Tay. “El problema es que las políticas de Estado en salud mental no incorporan el trabajo de duelo, tienen un enfoque médico y dejan de lado el aporte de los psicólogos, cuando somos nosotros los que vemos las heridas invisibles que una situación así deja en los individuos”, afirma.
Jóvenes aislados
Los jóvenes y adolescentes se han visto especialmente afectados por esta experiencia inédita.
FOTO: JOSÉ VILCA
El psicólogo clínico y psicoterapeuta Rubén Tay apunta a la necesidad de incorporar a los psicólogos en las políticas estatales de salud mental.
En Lima, el 33 % de los niños y adolescentes tiene problemas de salud mental asociados a la pandemia, de acuerdo a un informe del Ministerio de Salud del año 2020, del que dio cuenta el portal Ojo Público.
Los síntomas más habituales son depresión, ansiedad y retraimiento, pero también peleas con otros integrantes de la familia, incumplimiento de reglas, incapacidad para comprender los sentimientos de los demás y burlas.
Un 25,2 % presenta dificultades de atención.
Esta situación no es exclusiva del Perú. Prácticamente en todo el mundo se ordenó el encierro obligatorio y las consecuencias han sido similares. Consultado por el diario español “El País”, el neurólogo Hernando Pérez apunta a la culpable de muchos de estos problemas de salud mental: la falta de higiene de sueño que llegó aparejada a la pandemia. Desde que los jóvenes no tuvieron obligación de movilizarse cada mañana a clases, sus hábitos de dormir cambiaron: hoy se acuestan más tarde y se levantan más tarde, sociabilizan a través de dispositivos electrónicos, lo que contribuye al insomnio, al aislamiento y a la inactividad.
A estas alturas, la fatiga pandémica agobia a los jóvenes aun más que al principio. Si los padres o cuidadores detectan en ellos signos de desánimo o falta de interés
Las tareas del duelo*
Tras la pérdida de un ser querido hay un período de readaptación al mundo para los dolientes. Esto se llama proceso de duelo, que implica algunas tareas para atravesar el camino de una manera natural.
1ª. tarea. Aceptar la realidad de la pérdida. Esto significa reconocer racionalmente que esa persona no va a volver, y aceptarlo también emocionalmente. En una palabra: asumir la realidad, aunque esta sea dolorosa.
Esta aceptación va desde el lenguaje (hablar de esa persona en pasado) hasta decisiones como qué hacer con sus pertenencias: deshacernos de ellas de inmediato no aligerará el dolor. Es un proceso paulatino y debemos ser conscientes de esto.
2ª. tarea. Elaborar las emociones y el dolor de la pérdida. Es necesario expresar los sentimientos y, sobre todo, no evitar el sufrimiento. Hay que adecuarse a retomar la vida cotidiana sin su presencia, volver a los lugares relacionados con esa persona cuando sea necesario y darse el tiempo para la reflexión y para estar a solas con uno mismo.
3ª. tarea. Adaptarse a un mundo en el que el fallecido ya no está presente. Tenemos que acostumbrarnos a una nueva forma de entender el mundo: quién soy yo ahora sin esa persona. Es una reconstrucción global en la que nuestros puntos de vista y valores se pueden ver modificados.
4ª. tarea. Recolocar emocionalmente al fallecido. Esta tarea está relacionada con volver a vivir y recuperar la ilusión por el futuro. Significa encontrar un lugar en nuestro mundo psicológico y emocional para la persona que hemos perdido, sin olvidarla ni renegar por su recuerdo, e implica reelaborar nuestro vínculo con ese ser amado que ya no está presente.
*Con información de la Fundación Mario Losantos del Campo.
en sus vidas, deben buscar ayuda profesional. Pero si no han llegado a ese punto, es hora de imponerles hábitos más o menos rutinarios, sobre todo para dormir y levantarse, animarlos a hacer alguna actividad física y mejorar la comunicación con ellos para que expresen sus temores y dificultades en su retorno a la vida de relación con sus pares.
Adultos mayores, las víctimas silenciosas
La sensación generalizada de miedo al contagio, a la enfermedad grave y, eventualmente, a la muerte se hizo más aguda entre los adultos mayores, los más vulnerables frente al coronavirus. “Muchos desarrollaron ataques de ansiedad y de pánico, sobre todo en la primera etapa de la pandemia”, dice Rubén Tay.
Pero hay otras consecuencias más allá de la enfermedad. Una de ellas es la pérdida de sociabilidad: las familias dejaron de reunirse y los propios adultos mayores, al confinarse, perdieron sus redes de contacto con amigos. “Ellos no manejan las alternativas virtuales. La pandemia aceleró el uso de medios electrónicos para resolver asuntos de la vida cotidiana, lo que hizo a los mayores más dependientes de los demás. Pero sobre todo, el miedo a la muerte se hizo más agudo y el aislamiento no ayudó a que pudieran comunicar sus sentimientos”, apunta el psicoterapeuta.
“La pandemia despertó lo mal que nos hemos vinculado como
La nueva normalidad llevó a un acelerado desarrollo de los medios virtuales, lo que vuelve a los adultos mayores más dependientes.
seres humanos”, sostiene Tay. Las familias eran aparentemente funcionales, pero había anomalías en la comunicación entre sus miembros. Ahora somos más conscientes de cómo son esos vínculos. Lo ideal, dice el especialista, es acudir a una terapia grupal que recupere el tejido familiar. Es tiempo de sanar, aunque esta sea una tarea de largo aliento.
El Caballero del Mar
Para Javier Wong los peruanos estamos orgullosos de tener una costa larga y pródiga en especies, pero nos falta la nobleza de nuestros héroes para tratarla con respeto y humildad.
Escribe María Elena Cornejo Fotos: Alberto Távara
No hace exactamente una cocina kilómetro cero, aunque solo necesita un metro cuadrado para cocinar. El espacio que ocupa un wok, una tabla de picar y un mostrador, que también hace las veces de mesita. Siempre ha sido así, desde que a sus 22 años empezó a imitar a su tío Daniel, gran cocinero y fuente de inspiración, generosidad y constancia. El tío
Daniel murió joven y rápido; Javier (huérfano de padre desde los tres años) tuvo que ponerse el mandil del tío y empezar a repetir los platos que tenía acumulados en la retina luego de fungir como su asistente durante algunos años.
No había tiempo para pensar ni dudar. “Mi madre y mis hermanos teníamos que sobrevivir y la cocina fue el medio”, rememora entrecerrando los ojos y bajando la voz casi en un susurro.
Javier fuma su ene cigarrillo del día y entre pitada y pitada se sube y baja el barbijo de manera intermitente. Es incómodo, lo sabemos, yo hago lo propio cada vez que bebo un sorbo de la botella de agua que me ha invitado. “La pandemia nos ha golpeado duro”, confiesa entre preocupado y abatido. El restaurante estuvo cerrado prácticamente dieciséis meses. Luego abrió, cerró, volvió a abrir con aforo limitado y la periódica visita de la Sunat, que ahora controla recibos, facturas y número de comensales.
“No he subido precios por más que el kilo de lenguado está a 150 soles luego de la catástrofe de Repsol”, dice indignado por la incuria de la transnacional. “Qué van a hacer los pescadores”, se lamenta, “qué vamos a hacer los peruanos que tenemos la bendición de un mar maravilloso arruinado por un par de años por lo menos”.
Hay enojo en su voz, pero también nostalgia por un gremio gastronómico sin liderazgo, por gente muy querida que partió sin poder despedirla, como Pedrito Solari, “el maestro de los maestros” y de quien aprendió trucos y secretos para preparar cebiche. Tiene palabras bonitas para Humberto Sato, para Mariano Valderrama, a quien recuerda como un gran comensal, para Liliana Com, de quien alaba su enorme generosidad (“es una persona que se alegra genuinamente con el éxito del otro”), para Monseñor Bambarén, que fue un día con punzadas de dolor en el estómago dispuesto a tomar solo agua y terminó curán-
En foto del recuerdo, con sus entrañables amigos Eric Ripert, a quien considera el mejor cocinero del mundo, y Anthony Bourdain (fallecido hace casi cuatro años).
dose con un cebiche hecho con muña y ruda (“usted manda en su Iglesia y yo en mi restaurante”, lo convenció), y para Eric Ripert, cuya foto con Bourdain comiendo cebiche en su restaurante está colgada en una de las paredes del local. “Para mí Eric es el mejor cocinero del mundo y la mejor persona. Me visita cada vez que viene a ver los cafetales que cultiva en Bagua. Una vez preparó un pescado con granos crocantes de café cuyo sabor conservo en la boca hasta ahora”, dice.
Por Chez Wong, nombre con el que el poeta Rodolfo Hinostroza bautizó el local donde atiende ininterrumpidamente desde 1994, han pasado infinidad de comensales de todo el mundo. Ripert lo comparó con Hiroyoshi Ishida, el templo japonés donde solo se prepara sushi; a otros les recuerda a Sukiyabashi Jiro, el famoso itamae que recibe cada noche ocho comensales en una sola mesa. Lo cierto es que todos buscan el “cebiche perfecto” (que para Wong no existe) y los inspirados saltados de herencia gastronómica china en los que pone todas las verduras que encuentra en el mercado. Por eso nunca un cebiche es igual a otro y un saltado tampoco. No sigue ninguna receta, solo imaginación y creatividad. A veces le agregará frutas (melón, fresas, piña, chirimoya, mandarina); otras, le pondrá especias (canela china, pecanas, tocino, maní, kiwicha, ajo) o líquidos )o qudos diversos (coca-cola, pisco, cervesco, cerveza, salsa de ciruelas). “No hay No hay inventos sino descubrimientos”, sentencia.
Se confiesa omnívoro, come de todo y y la comida criolla le encanta. Durante la pandemia su esposa, Zoila, a, se encargó de la cocicina, como todos los doomingos, además. Es una na chiclayana de sazón maaravillosa. “Ella es la jefa y a y cocina mejor que yo”, dice dice convencido. “Si no fuera era por ella, me habría muerto erto hace tiempo: soy diabético, tico, hipertenso y hace poquito quito me volvieron a operar del r del corazón. En lo único que no ue no le hago caso a mi mujer es er es en dejar el cigarro”, confiesa. fiesa.
Javier está cansado de la de la situación, de las restricciones, ciones, de luchar contra la corriente. riente. Sin embargo, acepta de buen e buen talante tomarse una foto con oto con
"El cebiche perfecto no existe, tampoco sigue ninguna receta, todo es cuestión de imaginación y creatividad, por eso nunca un cebiche es igual a otro".
los tres últimos comensales que lo esperaron pacientemente antes de iniciar nuestra charla. Es un cocinero que se debe a sus comensales. Si no está al mando de los cuchillos, el restaurante no abre. Viaja poco, no más de 4 o 5 días en su rol de representante de la Marca País. También se ausenta una semana al año para ir a Nueva York a cocinar para Médicos sin Fronteras, asociación humanitaria
Javier Wong es Embajador de la Marca País. Hace unos meses reabrió su local luego de estar cerrado varios meses por la pandemia.
En la pared de los recuerdos se condensa su trayectoria: entrevistas que le hicieron, carátulas que le dedicaron, premios que recibió y personajes ilustres que lo visitaron.
internacional que ayuda a víctimas de desastres naturales y humanos. Apoyar, compartir, ayudar, agradecer es parte esencial del ser humano.
No es gratuito que una de las dos paredes de su local tenga fotos de Grau, Bolognesi y Quiñones. A qué se debe ese culto a las Fuerzas Armadas, pregunto intrigada. El culto en realidad es a los valores que representan o deberían representar: caballerosidad, nobleza, disciplina, respeto al adversario, humildad, valentía. “La carta de Grau a su esposa debería ser lectura obligatoria en los colegios”. Poco conocemos a nuestros héroes. Poco queremos al Perú.
Por: Humberto Rodríguez Pastor Por: Humberto Rodríguez Pastor
La comunidad china en Pativilca en Pativilca
Quinta entrega de la serie ocurrencias y Quinta entrega de la serie ocurrencias y situación de las comunidades chinas asentadas situación de las comunidades chinas asentadas en provincias peruanas entre 1850 y 1930. en provincias peruanas entre 1850 y 1930.
Como en muchos distritos de la costa, en el de PatiComo en muchos distritos de la costa, en el de Pativilca impresiona la gran proporción de chinos residenvilca impresiona la gran proporción de chinos residentes según el censo de 1876. Perteneciente entonces tes según el censo de 1876. Perteneciente entonces a la provincia de Chancay, departamento de Lima, la a la provincia de Chancay, departamento de Lima, la población urbana de Pativilca era de 663 habitantes población urbana de Pativilca era de 663 habitantes (20 %) y la rural 2 531 (80 %). Según censo, de los 3 194 (20 %) y la rural 2 531 (80 %). Según censo, de los 3 194 (100 %) habitantes y considerando el criterio “raza”, los (100 %) habitantes y considerando el criterio “raza”, los asiáticos eran 1 960 (61,4 %), indios 436 (13,6 %), mesti-asiáticos eran 1 960 (61,4 %), indios 436 (13,6 %), mestizos 358 (11,0 %), blancos 249 (7,8 %), negros 196 (6,1 %). zos 358 (11,0 %), blancos 249 (7,8 %), negros 196 (6,1 %).
Los asiáticos, como se registró en el censo a los chi-Los asiáticos, como se registró en el censo a los chinos, casi todos se hallaban en las haciendas y su connos, casi todos se hallaban en las haciendas y su condición laboral era la de contratados, culíes o semiesdición laboral era la de contratados, culíes o semiesclavos. Paramonga, por ser la hacienda de mayores clavos. Paramonga, por ser la hacienda de mayores dimensiones, albergaba la más grande cantidad de dimensiones, albergaba la más grande cantidad de trabajadores asiáticos. Otros latifundios del distri-trabajadores asiáticos. Otros latifundios del distrito eran: Carretería, Galpón, Huayto, Upacá y to eran: Carretería, Galpón, Huayto, Upacá y Vega. Conviene retener los nombres Vega. Conviene retener los nombres de estas empresas agrícolas, en de estas empresas agrícolas, en tanto que, seis años antes del tanto que, seis años antes del censo en mención, en ellas se censo en mención, en ellas se produjo el más importante produjo el más importante levantamiento de culíes de levantamiento de culíes de la historia costeña perua-la historia costeña peruana1, tanto como lo fue la na , tanto como lo fue la participación de los culíes participación de los culíes en la Guerra del Pacífico2en la Guerra del Pacífico . .
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1 La rebelión china de Pativilca se publicará en el siguiente 1 La rebelión china de Pativilca se publicará en el siguiente número de número de Integración Nº 63. Integración Nº 63. 2 Cf. Humberto Rodríguez, Cañete: Chinos en la Guerra del 2 Cf. Humberto Rodríguez, Cañete: Chinos en la Guerra del En: Integración Nº 61, p. 19 Integración Nº 61, p. 19 ción que guarda la municipalidad cuando realizaron ción que guarda la municipalidad cuando realizaron trámites para abrir sus establecimientos, imposición o trámites para abrir sus establecimientos, imposición o reclamos por multas, ampliación, etc. reclamos por multas, ampliación, etc.
Los asiáticos mencionados eran parte de una co-Los asiáticos mencionados eran parte de una comunidad mayor que tuvo un hospital-asilo para los ex munidad mayor que tuvo un hospital-asilo para los ex culíes desamparados, que también construyó un pan-culíes desamparados, que también construyó un panteón y un local con características chinas en la fachada teón y un local con características chinas en la fachada y en el techo, que felizmente perdura. Con seguridad y en el techo, que felizmente perdura. Con seguridad hubo fumadero de opio, que duró casi hasta finales hubo fumadero de opio, que duró casi hasta finales del siglo XIX; en 1889 se consideraba que los ingresos del siglo XIX; en 1889 se consideraba que los ingresos anuales que daba el impuesto al opio o mojonazgo era anuales que daba el impuesto al opio o mojonazgo era de 1 000 soles. de 1 000 soles.
Como grupo integrado y bien organizado, a esta Como grupo integrado y bien organizado, a esta comunidad oriental la hallamos donando dinero el año comunidad oriental la hallamos donando dinero el año 1921 por fiestas patrias y al celebrarse el primer cen-1921 por fiestas patrias y al celebrarse el primer centenario de la independencia. Cuatro años después al tenario de la independencia. Cuatro años después al igual que otras comunidades chinas cercanas (Supe y igual que otras comunidades chinas cercanas (Supe y Barranca), y con dinero reunido, cada cual donó dinero Barranca), y con dinero reunido, cada cual donó dinero para los damnificados del Fenómeno del Niño de 1925, para los damnificados del Fenómeno del Niño de 1925, célebre por lo destructivo que fue. célebre por lo destructivo que fue.
Una vez libres de sus patrones, los inmigrantes chi Una vez libres de sus patrones, los inmigrantes chinos se dedicaron al comercio, proceso que también nos se dedicaron al comercio, proceso que también ocurrió en Pativilca. Y no solo en el pueblo. Las ocurrió en Pativilca. Y no solo en el pueblo. Las empresas Sin Chau & Chang Sam, tam-empresas Sin Chau & Chang Sam, también la Hop Wo Kee & Co., tenían bién la Hop Wo Kee & Co., tenían cada cual una tienda de aba cada cual una tienda de abarrotes en la hacienda Pararrotes en la hacienda Paramonga monga3. En 1919, entre los . En 1919, entre los 11 mejores contribuyentes 11 mejores contribuyentes a la municipalidad es-a la municipalidad estaban los comerciantes taban los comerciantes Allón, Achallón y Apón, Allón, Achallón y Apón, mas, por ser analfabetos, mas, por ser analfabetos, ninguno de ellos podía ser ninguno de ellos podía ser parte de la mesa de eleccio-parte de la mesa de elecciones donde se elegía a los nuevos nes donde se elegía a los nuevos miembros del concejo. miembros del concejo. Entre los criadores de ganado porcino, Entre los criadores de ganado porcino, destacó Chang y Cía. y Mang Woo, que tuvieron pro-destacó Chang y Cía. y Mang Woo, que tuvieron problemas en 1903 cuando la municipalidad prohibió este blemas en 1903 cuando la municipalidad prohibió este tipo de crianza en los corrales y huertos del pueblo. tipo de crianza en los corrales y huertos del pueblo. Este mismo concejo municipal tenía como trabajador Este mismo concejo municipal tenía como trabajador permanente a Achón Zuluaga, quien limpiaba cada día permanente a Achón Zuluaga, quien limpiaba cada día el colegio de niños, por lo que recibía una mensualidad el colegio de niños, por lo que recibía una mensualidad regularmente. regularmente.
3 Hay que tener en cuenta que en 1876 el pueblo de Pativilca 3 Hay que tener en cuenta que en 1876 el pueblo de Pativilca tenía 663 habitantes y la hacienda Paramonga, 798. tenía 663 habitantes y la hacienda Paramonga, 798.