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Desafíos a la integridad académica en la educación en línea: La experiencia de cinco universidades
Entrevistamos a directivos de cinco universidades respecto a los desafíos que han vivido sus instituciones en relación a la educación en línea. Entre los entrevistados, se encuentra Isabella Navarro Grueter, Vicerrectora de Formación Integral de la Universidad de Monterrey; Joaquín Guerra Achem, Vicerrector Académico y de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey; María Teresa Nicolás Gavilán, Vicerrectora Académica y de Innovación Educativa de la Universidad Panamericana, campus México; José Antonio Herrera Jiménez, Rector de la Universidad Vasco de Quiroga y presidente de la Red Juntos por Michoacán y Fernando Purcell Torretti Vicerrector Académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
¿Cuáles son los principales desafíos que en materia de integridad académica ha traído la contingencia?
Isabella Navarro Grueter
El principal desafío de la universidad ha sido mantener la calidad académica de nuestro servicio educativo, que se vio obligado a migrar a la modalidad en línea en un periodo muy corto de tiempo, lo cual ha supuesto un esfuerzo titánico por parte de estudiantes, profesores y personal administrativo. Y como somos conscientes de que no puede haber calidad sin integridad académica, hacer vida una cultura de trabajo honesto e íntegro, ahora en la virtualidad, donde profesores y estudiantes no coinciden en un mismo espacio y momento, ha sido también un reto muy relevante.
Joaquín Guerra Achem
Los desafíos son los mismos que en la situación presencial, pero lo que resalta es la necesidad imperativa de modificar la forma en que hacemos la evaluación para atenuar la tentación de mica. El principal reto es diseñar modelos de evaluación que sean adecuados para el contexto a distancia. No se trata únicamente de poner métodos que vigilen a los alumnos. Siempre serán mejores aquellos procesos de evaluación que promuevan la contribución personal de los alumnos a partir de sus propias ideas.
María Teresa Nicolás Gavilán
Considero que los retos se pueden concretar en dos estrategias. La primera es preventiva-formativa, esta consiste en seguir formando, ahora de modo online, a los alumnos en el tema de la honradez y la integridad. Se pueden integrar a los programas de formación de alumnos una amplia gama de recursos que están disponibles en universo digital. La otra estrategia sería correctiva, esta se centra más en el profesor y busca proporcionar herramientas para detectar con eficacia prácticas contrarias a la integridad académica en los trabajos que le presenten sus alumnos.
José Antonio Herrera Jiménez
La actitud que nos confrontó de inmediato fue en primera persona, es decir, antes de procurar la integridad de nuestros alumnos, debíamos responder con integridad nosotros mismos. No podíamos realizar nuestra labor educativa de la manera tradicional, teníamos que responder con medios a los cuales no estábamos acostumbrados, al menos no a usarlos de manera generalizada. De tal manera que yo me cuestionaba: ¿Qué debemos hacer para dar el servicio educativo con la oportunidad y con la calidad que nuestros alumnos merecen, por depositar la confianza en nosotros? Esto comprende muchas cosas, capacitación adecuada a docentes, medios asertivos de comunicación, nuevas metodologías pedagógicas, promover una cultura de autoestudio y responsabilidad.
Fernando Purcell Torretti
El establecer un marco de confianza entre profesores y estudiantes, creo que ha sido el principal desafío; producto de que, por parte de los profesores, aumentó la sospecha de que habría copias masivas en evaluaciones a distancia. Por parte de los estudiantes, muchos han sentido falta de confianza en su integridad, lo que ha sido resentido. Sumado a esto, el otro gran desafío va de la mano de lograr difundir principios de integridad, que van más allá de la reducción que muchos hacen respecto de si se copia o se plagia en un trabajo o evaluación.
¿Cómo ha manejado su universidad estos desafíos?
Isabella Navarro Grueter
Facilitando los recursos a profesores y estudiantes para poder llevar a buen puerto el período académico, con los altos estándares de calidad y excelencia académica que nos caracterizan. Se han ofrecido webinars e infografías para ayudar a nuestro plantel docente a adaptar el proceso de enseñanza - aprendizaje a la modalidad en línea. Asimismo, se han desplegado campañas en redes sociales y herramientas tecnológicas para favorecer la integridad y desincentivar la deshonestidad. La situación de crisis nos ha llevado a revalorar el compromiso de nuestra comunidad educativa con el aprendizaje y con la cultura de integridad académica.
Joaquín Guerra Achem
Continuamos impulsando la campaña de integridad académica y la firma digital de nuestro código de integridad académica. Estamos capacitando a los profesores para que ellos puedan generar esquemas de evaluación más adecuados al contexto. Fomentamos con los profesores una actitud más flexible y de empatía, sin que eso signifique sacrificar calidad académica y la excelencia en el proceso educativo.
María Teresa Nicolás Gavilán
Lo principal ha sido pensar en las necesidades, inquietudes y barreras que el alumno enfrenta en el aprendizaje en línea. Mediante distintos departamentos, como el Smart Center, que es un espacio dirigido a los estudiantes, los apoyamos con herramientas y recursos, además de formación y orientación uno a uno en distintas áreas. También apoyamos al profesor con talleres sobre integridad académica, uso de tecnología en línea y recursos tecnológicos, por mencionar algunos.
José Antonio Herrera Jiménez
En primer lugar, como universidad católica, con mucha esperanza y también con audacia, teníamos que confiar en los medios tecnológicos, en el criterio y creatividad de nuestros docentes. Si ellos estaban realmente comprometidos, asumirían la responsabilidad. Decidimos además trabajar en lo siguiente:
1. Inicio de un ambicioso programa de mejora de nuestra calidad académica, adaptándonos a la nueva realidad.
2. Una actitud determinada para garantizar la salud de nuestros estudiantes que se reflejara en acciones y protocolos concretos.
3. Una disminución de costos de todos nuestros servicios educativos, como actitud solidaria ante la gravedad económica que se avecina.
4. Creación de un fondo de ahorro con cuentas individualizadas, para que en la última etapa de estudio los alumnos puedan generar proyectos en su propio beneficio, como generación de productos, empresas e investigación, que puedan ser un impulso para su desarrollo profesional.
5. Transformación de nuestras aulas, realizando un equipamiento tecnológico que permita el uso de videoconferencias, que nos apoyen en la contingencia y que multipliquen el valor académico en clases conjuntas con académicos de otras universidades, líderes sociales, empresarios o actores relevantes que puedan trasmitir su experiencia.
6. Implementación de un programa de promoción y capacitación para la generación de una economía solidaria, con base en el cooperativismo, en función de proponer soluciones alternas basadas en nuestra filosofía, que puedan ser una salida para la dificultad económica que está en camino.
Fernando Purcell Torretti
Hemos intentado trabajar especialmente con profesores, recomendando que se converse sobre integridad en las clases virtuales. Al mismo tiempo, hemos recomedando que en la plataforma Canvas puedan incluirse módulos de integridad. Por otra parte, hemos sugerido una serie de adaptaciones en las evaluaciones, a modo de potenciar los niveles de confianza mutua en torno a las mismas. Con esto nos referimos a evaluaciones sin calificación, otras de carácter grupal y distintas modalidades a distancia. pero también hemos satisfecho requerimientos de profesores, en la línea de disponer licencia de softwares, como Turnitin.
¿Usted considera que con la experiencia que estamos viviendo, cambiará el rol de la integridad académica, específicamente en la educación en línea?
Isabella Navarro Grueter
La respuesta instintiva es contestar que sí, sin embargo, los resultados disponibles de investigaciones no confirman ni niegan un “cambio de rol” de la integridad académica en la educación en línea.
Los factores situacionales se encuentran entre las causas de la deshonestidad académica, pero el factor más relevante y de mayor peso que influencía la deshonestidad académica, o expresado en términos más esperanzadores, la integridad académica, es la percepción que tenemos del comportamiento de los demás y el rechazo social hacia la deshonestidad y la trampa. Si percibimos que los demás se portan bien, haremos lo posible por hacerlo nosotros también. Si rechazamos categóricamente la trampa como un medio para conseguir objetivos, nos portaremos mejor y viceversa.
En sintonía con estos hallazgos de la “economía conductual”, la cultura de integridad de la universidad, orientada a sensibilizar sobre los beneficios de actuar con integridad y de rechazar la deshonestidad, tendrán mayor efecto en el comportamiento de los miembros de una comunidad que el formato en el que se “entregue” nuestro servicio educativo.
Joaquín Guerra Achem
María Teresa Nicolás Gavilán
Esta experiencia como muchas cosas acelerará la transformación de nuestros modelos educativos y métodos de evaluación. Nos llevará a un mayor enfoque en donde no únicamente se valore el conocimiento del alumno, sino se realice una evaluación de la aplicación y del uso de ese conocimiento.
No sé si el rol, o más bien el cómo, porque pienso que seguirán siendo los centros de referencia para la educación o formación de personas. Pero lo que cambiará -está cambiando- es el modo cómo llevarán a cabo esa tarea. Es evidente que deben innovar, ser más dinámicas, enriquecerse con contenidos de otros actores y centrarse en lo más importante: la formación personal de cada estudiante para desarrollar al máximo su talento.
José Antonio Herrera Jiménez
Sí, pero no en los modelos tradicionales de educación en línea, sino en el traslado de ciertas herramientas como apoyo a lo presencial. Esto es la realidad que nos ha confrontado y ante la cual debemos desarrollar rápidamente modelos prácticos de integridad académica.
Fernando Purcell Torretti
Yo creo que cambiará en un sentido amplio y no solo en lo que respecta a la educación en línea. Esto afecta a muchas personas, que en un tiempo limitado regresarán también a las formas de interacción propias de la presencialidad y el tema de la integridad académica de seguro no será visto de igual forma. Hay un desafío mas bien general en estas materias.
¿Cómo pueden las instituciones de educación superior promover ecosistemas educativos virtuales, donde la honestidad sea la norma y la trampa o el engaño la excepción?
Isabella Navarro Grueter
Independientemente del formato contextual del proceso de enseñanza – aprendizaje, es importante desplegar una estrategia intencionada, holística y sostenida para fortalecer la cultura de integridad en la comunidad universitaria, que incluya: responsables de diseñar la estrategia y de ejecutarla, órganos e instancias institucionales que colaboren, normatividad relacionada, profesores ”campeones”, grupos estudiantiles embajadores, programas de capacitación para los diferentes miembros de la comunidad, declaraciones públicas de compromiso institucional, estudios de diagnóstico e implementación y despliegue de recursos tecnológicos.
Desde una perspectiva pedagógica, es preciso adoptar un enfoque centrado en el aprendizaje del alumno y replantear nuestro sistema de evaluación para que esté en sintonía.
Joaquín Guerra Achem
Considero que debemos romper los esquemas tradicionales de evaluación. No podemos seguir usando los mismos métodos de evaluación en ecosistemas virtuales. Necesitamos adaptarlos. Ello, adicional a seguir fortaleciendo la promoción de la integridad académica. Otro elemento muy importante es que los profesores tengan una estructura y actitud más flexible hacia la evaluación y con los alumnos. Considero que los métodos muy rígidos, con poca flexibilidad, generan mayor complejidad en el contexto virtual.
María Teresa Nicolás Gavilán
En la pregunta se contiene parte de la respuesta; debe ser una tarea conjunta de los distintos actores que se articulan en la universidad, por eso me gusta la palabra ecosistema. Desde la Rectoría se debe orquestar una estrategia conjunta con las Escuelas y Facultades, los centros transversales de formación y, en el caso de la UP, con el asesor universitario. Solo con una labor conjunta y centrada en el alumno se logrará el desarrollo de esta competencia o virtud: la honestidad.
José Antonio Herrera Jiménez
Se debe enriquecer la experiencia y generar modelos donde se premie, no la entrega de trabajos o la aprobación de exámenes, sino la adopción de conocimiento, capacidades y competencias. Cada docente debe convertirse en un promotor y testimonio activo de la auto responsabilidad del propio crecimiento, por medio del estudio sincero.
Fernando Purcell Torretti
Con base en el fortalecimiento de la confianza, sustentada en el sentido último de la integridad, que tiene que ver con fortalecer el proceso de aprendizaje, preparar a mejores profesionales y contribuir a la formación de ciudadanos. Si somos capaces de crear ese tipo de cultura, creo que daremos pasos importantes hacia adelante. Esto no implica que haya que dejar de lado las sanciones cuando estas correspondan, pero si solo ponemos énfasis en la integridad desde lo punitivo y los riesgos que se asumen con las faltas, no avanzaremos hacia donde queremos.
¿Tendría algunas recomendaciones concretas a otras universidades para promover una cultura de integridad académica en el marco de la educación en línea?
Isabella Navarro Grueter
Aunque probablemente sea de conocimiento general, no sobra decir que existen muchas herramientas tecnológicas (que validan la identidad de los estudiantes, que bloquean aplicaciones y pestañas, y/o que monitorean a los estudiantes cuando presentan un examen, por mencionar solo algunas) que pueden contribuir a configurar un entorno de aprendizaje en un marco de excelencia e integridad académica para la educación en línea. Habrá que echar mano de ellas para procurar un ecosistema que favorezca la honestidad.
Desde nuestra experiencia en la UDEM, los factores clave para desarrollar esta cultura son: generar sentido de urgencia, promoverlo desde la alta dirección, invertir recursos concretos, comprometer a los profesores, involucrar a los estudiantes, formar redes de apoyo y hacer sinergia con organizaciones de la sociedad civil con misiones afines.
En suma, se pueden hacer muchas cosas, pero me parece indispensable pensar en un cambio de mindset, un cambio de cultura en el que, quienes formamos parte de las comunidades educativas, redescubramos y revaloremos los beneficios de la integridad académica de tal forma que se hagan innecesarios los mecanismos de control y en el que, estudiantes y profesores, libremente y porque nos “da la gana”, nos esforcemos por hacer las cosas de una forma ética.
Y, en sintonía con las respuestas previas, la obligada migración a procurar nuestros servicios educativos en modalidad en línea es, desde mi perspectiva, tan solo un pretexto más para sumarse con decisión a esta cruzada por construir una cultura de integridad académica que tantos beneficios ofrecerá, los más evidentes e importantes, profesionales más competentes y personas más íntegras que, desde su realidad y contexto, transformen nuestra sociedad y la hagan cada vez más humana.
Joaquín Guerra Achem
Seguir fomentando la cultura de la integridad académica acompañada de métodos de evaluación más acordes al contexto virtual. Fomentar una cultura de flexibilidad y empatía hacia los alumnos, y sus situaciones personales y de grupo.
María Teresa Nicolás Gavilán
Sí, cuidar tanto fondo como forma; es decir, continuar promoviendo una cultura de la integridad académica y, al mismo tiempo, considerar qué herramientas van a implementar en todos los cursos online para detectar faltas contra la integridad académica.
José Antonio Herrera Jiménez
Creo que hay que enfocarse en el objetivo y no en los medios; no renunciar a la formación humana de los alumnos. También hay que promover los valores de la integridad académica, establecer los compromisos de alumnos y docentes en el inicio de cada curso, así como ejemplificar con estudios de casos en donde la falta de integridad tenga consecuencias negativas. Me parece que invertir en la formación de la conciencia es lo único que garantiza una actitud pro integridad y durante siglos es lo único que ha funcionado. ¿Por qué habríamos de cambiar ahora? Debemos seguir invirtiendo en la persona independientemente de los modelos
Complementando la respuesta de José Antonio, como muestra de los esfuerzos que la Universidad Vasco de Quiroga está haciendo, se comparte este video: https://www.facebook.com/uvaqoficial/ videos/683017525795507/?vh=e&d=n
Fernando Purcell Torretti
Tal vez el insistir en conversaciones e interacciones con los estudiantes, en donde los docentes puedan compartir qué es lo que piensan sobre la integridad, cómo la ven amenazada y que los alumnos puedan compartir también cómo lo ven desde su punto de vista. A partir de esas conversaciones, se puede fortalecer la confianza y construir una cultura de integridad en la que prime el valor que tiene esta para la enseñanza y el aprendizaje.