Cantabrica 4 2013

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LA CANTテ。RICA Revista del C.E.P.A. El Astillero

Aテアo IV, nテコmero 4, junio de 2013


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Contenido: SIGNIFICADO DEL CENTRO DE EDUCACIÓN DE PERSONAS ADULTAS A Modo de Editorial. Por Fernando García del Cerro

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¿Qué es la Escuela de Adultos para mí?. Por Ana Mª Mucientes

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El fin no siempre justifica los medios. Por Tomás Suárez

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Mi experiencia en el Centro de Educación de Adultos. Por Ana Ruiz

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Mi escuela de adultos. Por Hortensia Ostolaza

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Algo que no se cómo admitir. Por Mª Ángeles Arratia

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CURIOSIDADES Irse por los cerros de Úbeda. Por Tomás Suárez

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Los gritos de Estentor. Por Geli San Miguel

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¿Sabéis por qué las cebras llevan pijama a rayas?. Por Fernando García del Cerro

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¿Por qué los caracoles llevan su casa a cuestas?. Por Ana Ruiz

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Bando del presidente caracol. Por Montse Gandarillas

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Explicación científica sobre las conchas de los caracoles. Por Tomás Suárez

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RELATOS Historias de un gato y una farola. Por alumnos y alumnas del Taller de Lectura y Escritura

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Aprendiendo de la inocencia de los niños. Por Fernando García del Cerro

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La última Anjana. Por Ana Ruiz, Tomás Suárez y Hortensia Ostolaza

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RECUERDOS Historias alrededor de la lumbre. Por Fernando García Turia

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Un porqué sin respuesta. Por Fernando García del Cerro

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Historias de mi niñez. Por Mª Ángeles Arratia

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Los desechos de una guerra. Por Ana Mª Mucientes

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Recuerdos de una infancia. Por Fernando García del Cerro

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Gracias. Por Hortensia Ostolaza

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NUESTRAS LECTURAS FAVORITAS Inés y la alegría. Campos de fresas. El pan de la guerra. Señora de rojo sobre fondo gris. Entra en mi vida. Ensayo sobre la lucidez. El sí de las niñas. Madame Bovary. Principales obras de Shakespeare. El Mío Cid. Por alumnos y alumnas de ESPA1 y Taller de Lectura y Escritura

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ACTIVIDADES DEL CENTRO Segundo número del periódico “Noticias de la Cantábrica”

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Actividad literaria. Por Ana Mª Mucientes y Tomás Suárez

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Ruta literaria “Peñas arriba”. Por Geli San Miguel

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Ruta literaria por el Oviedo de la Regenta. Por Tomás Suárez

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Portada: Mª Ángeles Arratia Han colaborado en la revista: Mª Ángeles Arratia, Fernando García del Cerro, Fernando García Turia, Montse Gandarillas, Ana Mª Mucientes, Hortensia Ostolaza, Ana Ruiz, Geli San Miguel, Tomás Suárez, alumnos y alumnas de ESPA1 Coordinación de la revista: Javier Arbea, Sandra Maestro, Ana Mª Mucientes y Tomás Suárez

Los coordinadores de la revista La Cantábrica del C.E.P.A. El Astillero no se identifican necesariamente con el contenido de los artículos publicados


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LA PORTADA Amigos todos de la clase de adultos: Me imagino que todos habréis sabido interpretar la portada de la revista. Sobre todo los que tenéis cierta edad. Porque aunque adultos, aqui viene alguno que cuando su madre le ha explicado alguna anécdota, que venía muy bien al momento, él muy resuelto la ha contestado. ¡No me cuentes tu vida, déjame de relatos antiguos! Yo os la he dibujado, que es como poner mi corazón al descubierto. Quisiera que vuestra interpretación fuera tal y como yo he querido mostrárosla en mi dibujo. ¡Yo, niña...! descalza, con mi borriquillo, ayudando a mis padres. ¡Si! no fue ayer. Pero me siento la abuela de la clase. Y estoy orgullosa de poder recordar aquello para valorar esto. ¿Que también lo se valorar? ¡Y mucho! Más que esos nietos míos que no sienten la alegría de poder decir “Que bien vivimos hoy” ¡O hasta hoy! Porque ellos no han notado la diferencia entre el Ayer y el Hoy. Siempre han vivido en positivo, lo cual por vosotros siento orgullo. omo veis, mis piernas deformadas, mi pelo… peino todas las canas que en rni cabeza cogen. Pero no soy capaz de poderos explicar la ilusión que me hace poder haber llegado, hacer lo que en su día no pude. Fui la mayor de cuatro hermanos; cuando no iba a ayudar, tenía que cuidar a alguno de mis hermanos. Mis padres ponían todo el interés en mandarme a la escuela, pero no se podía. Debe ser por eso por lo que quiero tanto a mis profesores, porque ellos ponen todo el interés del mundo en enseñarme (Yo ya no rindo más…) En nombre de todos, gracias profesores por el apoyo y el cariño que nos dais, al intentar hacernos olvidar los muchos años que tenemos. Ir otra vez al colegio no es tener seis años, ¡Gracias! También quiero deciros que ese muelle de Orconera tiene mucho sentido; no fue sólo la empresa que nos daba el pan, sino que cuando no se podía comprar, porque no lo había, daba unos racionamientos una vez al mes, que eran el sustento de muchas familias de trabajadores, y la forma muchas veces de, a cambio de algunos productos, poder comprar cosas muy necesarias. Y no tenían la suerte aquellos pinches, que con catorce años trabajaban en la mina para llevar al hombro los barriles de agua a los cortes donde los obreros sacaban el mineral, de llevar el móvil, ni la maquinita, ni el balón. Y cuando llegaba su cumpleaños no sabían lo que iban a pedir. Eso solo os ha pasado a vosotros (hasta ahora…) queridos nietos. Yo me considero la abuela de muchos, porque soy ya muy abuela. Disfruto del vivir que hasta ahora habéis podido llevar (o quizás hasta ayer ) y para que vuestros padres no tengan que contestar lo que contestaron los míos cuando les dijo la profesora -¿Por qué no mandan a estudiar a su hija? podría hacer magisterio. Hay señora maestra, tomaremos comprarla alpargatas (Y yo presente). Pienso... se quedarían muy tristes, porque los padres siempre han querido lo mejor para sus hijos. Y para ellos ya era un orgullo poderles dar de comer. No miremos atrás, para que siempre podamos recordar las cosas cada vez mejores. Que pasando mi generación, esto pase al olvido y las futuras abuelas cuenten anécdotas cada vez más buenas y bonitas. La abuela del curso 2012-1013, Mª Ángeles Arratia

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SIGNIFICADO DEL CENTRO DE EDUCACIÓN DE PERSONAS ADULTAS A MODO DE EDITORIAL Dicen que la curiosidad mató al gato, pues bien, a mi más que matarme, me llevó a una cosa que solo conocía de oídas: “educación para adultos”. Si a este nombre le sumas el apellido de “Taller de Lectura y Escritura Creativa”, obtenemos una reacción química que desencadena en un volcán de curiosidades e inquietudes. A priori mi intención no iba más allá de pasar unas tardes agradables conversando de libros y poniendo en común textos de nuestra propia cosecha, todo guiado por una profesora, aprendiendo con los comentarios, con las lecturas con los análisis de los libros, pero… ¡cuál fue mi sorpresa cuando todo esto no fue así!. La mayoría de las personas que me rodeaban me sacaban unos años en edad y varios años luz en experiencia vital, sí, es eso que nos va sucediendo mientras nos empeñamos en hacer planes que generalmente no suelen salir, cada libro, cada palabra desembocaba en un exposición constante de vivencias que no hacían más que enriquecer, todo aquello que en el ego humano infinito te piensas que ya sabes, cada texto con el que nos topábamos nos llevaba a compartir algo personal que lejos de ser una mera tertulia iba más allá convirtiéndose en una lección constante. La gente que acude a estos centros, sea cual sea su nombre o el taller al que acudan, son personas claramente curiosas, poseen ese ansia de conocimiento que no se ve limitado por la sociedad en forma de “qué voy a aprender yo a mi edad”, son personas que desde la humildad de la famosa frase “solo sé que no sé nada” saben y quieren aprender, desean completar su conocimiento dando lecciones magistrales a todo aquel que se piense que para aprender la edad es un impedimento o el tiempo, o cualesquiera que sea la excusa que su mente acepte como buena a la hora de no acudir. La única respuesta posible a este hambre de saber es la obligación de saciarlo con todo el conocimiento que la mente requiera y pida, taller de idiomas, de lectura, cursos de ciencias o de letras no importa cuál sea el menú, el hambre del saber es infinito y lo devora todo. La obligación social y moral de saciar esta sed tiene que nacer del propio egoísmo de la sociedad por conocer la historia para no repetir los mismos errores del pasado y en un mundo en el que la historia es digital, global y tremendamente rápida merece la pena que las personas, que en sí mismas tienen la historia escrita en su piel, la cuenten dándoles las herramientas para hacerlo.

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En ningún momento debemos caer como sociedad en el error de la creencia de poseer el conocimiento absoluto, y puesto que la sociedad es la suma de un conjunto de individuos, como individuos debemos de pretender crecer constantemente para que la sociedad crezca. Con todo esto tan solo quería recordar y en cierta manera agradecer a todos y cada uno de mis compañeros todo lo que me han enseñado y que la torpeza de mi lenguaje no me deja explicar correctamente, y el lujo que ha significado tenerlos y escucharlos. Decirles a todos aquellos funcionarios de la educación que no son dignos de llamarse maestros, que de vez en cuando da gusto ver que algunas personas se esfuerzan por enseñar en un acto recíproco, con humildad y aprendiendo de los que comparten su aula; gustoso de haber tropezado con una persona que entiende que para enseñar no hace falta subirse en una tarima porque lo primero que se ha de enseñar es que todos estamos a la misma altura, y que las cosas se cuentan mirando a los ojos, y por último decirles a todas las mentes pensantes que el hambre de saber, sea cual sea la edad o nivel de estudios, debe de ser saciado, como deber y obligación hacia aquellas personas que en su momento trabajaron para que los que hoy en día son responsables pudiesen formarse para serlo, se lo deben y una de las cosas que he aprendido, es que si debes, debes de pagar tus deudas. Fernando García del Cerro, Taller de Lectura y Escritura

¿QUÉ ES LA ESCUELA DE ADULTOS PARA MÍ? Definir lo que mi Escuela de Adultos significa para mí es un poco complicado, ya que tiene muchos significados, tanto a nivel cultural como interpersonal. Me remonto a hace cuatro años, cuando comencé mi andadura por estas clases para adultos. Desde ese momento he cursado diversidad de talleres donde me he encontrado profesores extraordinarios, unos educadores que ya quisieran muchos centros contar con ellos para impartir las clases. Soy una persona a la que le ha gustado hacer alguna actividad, o bien estudiar o trabajar. A nivel interpersonal las clases me han servido para conocer gente, aprender muchas cosas y recordar otras que se me habían olvidado. Bajo mi punto de vista creo que todos los cursos que se realizan en la Escuela de Adultos de Astillero están muy bien y son necesarios, sobre todo para la gente que por diversos motivos, no tienen los estudios exigidos para poder trabajar. Si queremos que las personas nos humanicemos más, estas clases son un medio para ello, pues al relacionarnos con los compañeros nos preocupamos de si se encuentran bien o mal y, en cualquier caso, siempre podemos darles una palabra de aliento. Solo me queda gritar: ¡QUE SIGAN LAS CLASES PARA ADULTOS! Ana María Mucientes, Taller de Lectura y Escritura


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EL FIN NO SIEMPRE JUSTIFICA LOS MEDIOS

“Hello ¡Good Afternoon! My name is Tomas. I live in El Astillero. I like English music”. Estas son algunas de las frases que he aprendido a escribir y a pronunciar, con ciertas limitaciones, durante mi asistencia a clases de inglés en el pasado curso. También he aprendido a manejarme mínimamente en las nuevas tecnologías, en el curso de informática, aprendiendo a crear archivos y carpetas y a guardar mis cosas en ellas. También he asistido a las clases de Formación Básica, siempre presididas por una buena armonía y compañerismo entre los alumnos del grupo, en las que nuestra profesora nos da precisas e interesantes explicaciones sobre diversos temas, todos ellos relacionados con las materias que estudiamos. En este punto me gustaría hacer una mención especial a esas personas que en su día no tuvieron la oportunidad de aprender la lectura de la cartilla Rubio o del catón, como nosotros aprendimos. Para mí es motivo de orgullo y de admiración compartir el aula con estos alumnos, todos aquellos que no pudieron estudiar en su niñez, ver cómo

se esfuerzan por aprender y entender lo que en su día no pudieron aprender. Qué puedo decir del taller de lectoescritura, con sus interesantes debates literarios, y sus no menos importantes vivencias personales, reflejadas en las redacciones que, a modo de ejercicio, nos manda nuestra profesora, cargadas todas ellas de sabiduría y nostalgia. Todos los martes nos reunimos una serie de personas que compartimos la afición por la literatura y expresamos nuestros diferentes puntos de vista y opiniones sobre libros leídos en el taller. Estos tipos de talleres ayudan a mantener la memoria en constante actividad y la mente despejada. En las clases de Historia, con sus interesantes contenidos hemos estudiado a un personaje, de comienzos de la Edad Moderna, florentino, pensador, estadista y escritor; se llamaba Nicolás Maquiavelo (1469-1527). Este filosofo escribió sobre una teoría que yo no comparto, no siempre ni en todos los casos: “el fin justifica los medios”. El derecho a la educación y a la cultura son derechos fundamentales y constitucionales alcanzados con sudor y sangre, y a nosotros nos corresponde luchar por ellos, mantenerlos, conservarlos, para transmitírselos a nuestras generaciones venideras. En mi modesto entender, sería una gran irresponsabilidad hacer dejación de unos derechos, que tanto sacrificio y esfuerzo ha costado conseguir, por el capricho, la prepotencia y la incompetencia de los políticos de turno, que viven instalados en la creencia de que la educación es cara. Pues si la educación es cara, ya verán la ignorancia. Tomás Suárez, Taller de Lectura y Escritura


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MI EXPERIENCIA EN EL CENTRO DE EDUCACIÓN DE PERSONAS ADULTAS Hace unos cuantos años, una amiga y yo decidimos acercarnos a la Casa de Cultura de la Cantábrica para informarnos de los cursos para adultos que allí se impartían porque queríamos iniciarnos en la informática. Allí empezó la que sería mi larga relación con este centro. Al principio fui con reticencia, no sabía a lo que me enfrentaba y no estaba muy segura de seguir más allá del primer mes. Pero me equivoqué, no solo superé ese mes, sino que terminado ese curso, inicié otro de Internet y después me apunté a las clases de inglés, donde estuve tres años, y un año más, en francés. Actualmente estoy en el curso de Lectura y Escritura creativa y ya es mi tercer año. Con todo esto quiero decir que mi experiencia en este centro no es solo positiva, sino algo más. Para mí supone una forma de seguir aprendiendo, además de estar en contacto con personas distintas a mí, en edad y en forma de pensar; esto me enriquece, me

aporta numerosas cosas y colma mi necesidad de aprender, permitiéndome compartirlo con los demás. Aquí he encontrado compañeros y profesores que merecen la pena, estos últimos volcados en su trabajo y teniendo que lidiar con personas adultas que a veces son más difíciles de tratar que los niños. En resumen, quiero decir que estoy orgullosa de mi Centro de Adultos, que considero mío. Es un centro necesario. Ya está bien que siempre que hay que recortar y reducir gastos se haga de cosas tan necesarias como la educación. La educación es lo que nos diferencia de los animales, nos salva de la ignorancia y nos da herramientas para defendernos. Una persona sin educación es una persona manipulable, al capricho de los cuatro “iluminados” que nos gobiernan. !!!Arriba la educación!!! Ana Ruiz Pontones, Taller de Lectura y Escritura

MI ESCUELA DE ADULTOS Para mí la escuela de adultos ha significado mucho. En primer lugar, hay un contacto con profesores y el resto de alumnos muy gratificante, pues somos un grupo muy sociable y no hay diferencias, aunque, a veces discutamos, siempre con respeto y tolerancia, ciertos temas. Además, aunque parezca raro debido a nuestra edad, también aprendemos cosas nuevas y recordamos otras que teníamos olvidadas. A mí, personalmente, me gusta todo lo que nos enseñan, sobre todo el Taller de Lectura y Escritura, en el cuál perdemos la noción del tiempo mientras leemos y viajamos a lugares y épocas lejanas. No quiere decir que el resto de las clases no sean atractivas, ¡lo son y mucho, claro que sí! Cada taller es distinto y nos aporta cosas diferentes. Por todo esto pienso que la escuela de adultos nunca debería desaparecer. Es un buen aliciente sobre todo para las personas de cierta edad, como servidora, que con mis años estoy aprendiendo a hacer potencias, que no había hecho en mi vida. ¡Estoy maravillada! Aún tengo muchas ganas de aprender, de mejorar, a pesar de mi edad. Pido a las personas de las que dependan estas clases que no nos quiten este placer de poder seguir con la ilusión de pasar tardes tan agradables y seguir aprendiendo todas estas cosas que nos apasionan. Hortensia Ostolaza, Taller de Lectura y Escritura

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ALGO QUE NO SE CÓMO ADMITIR Había dejado, para la tarde, los deberes que los profesores me habían puesto como tarea en clase. Fui a abrir el cuaderno cuando, en ese momento, recordé lo que había escuchado sobre las nuevas perspectivas de la educación de alumnos adultos. En aquel mismo instante se me cayeron dos lágrimas. Toda la vida la he pasado soñando con la posibilidad de poder aprender a escribir bien, y en este momento, a mis casi 78 años, hace muy poco y por una casualidad, que a continuación quiero explicar, pude conseguirlo.

Días atrás comienzan a correr rumores por Astillero, la gente hablaba de que para el curso que viene nuestras expectativas de continuar aprendiendo estaban en el aire, que querían reorganizar las clases de adultos y, que incluso, algunos talleres podrían desaparecer. Esto me puso muy triste ya que truncaba todas mis ilusiones de aprender lo que no pude aprender en mi niñez por tener que ayudar a mis padres.

Yo tuve cuatro hijos. Cuando nació mi segunda hija comencé a escribir un libro. En aquellos momentos tuve que guardar aquellas hojas que con tanto cariño y esmero había escrito en un sitio muy especial ya que, por falta de tiempo, no pude seguir trabajando más en aquel libro. Pasados los años, y con más tiempo libre, volví a intentarlo y lo conseguí. Una de mis hijas me animó a que viniera a la Escuela de Adultos para que leyeran este libro que había escrito con tanta ilusión. Sin pensármelo dos veces cogí mi libreta y aquí me presenté, por cierto, con suerte. Me encontré, en un edificio que no conocía, con un hombre al que le conté mi historia y al que pedí, con mucha ilusión, que lo leyera. Yo le comenté que igual no entendía mi letra, que le iba a costar mucho leerlo por mis faltas de ortografía y por mi mala caligrafía, pero yo quería mejorar, aprender a escribir con buena letra y sin faltas de ortografía. El hombre me preguntó: “¿cuántas paginas tienes escritas?” Yo le contesté que unas doscientas, a lo que él me comentó que tenía mucho mérito por haberlo escrito y me pidió tres meses para leerlo. Vine a casa y se lo conté a mis hijas que me decían: no lo va a entender mama. Yo, sin pensarlo más, le dije a mi nieta de ocho años, que estaba aprendiendo a escribir a ordenador: ¡enséñame por favor! Y así fue como escribí, con mucho esfuerzo, ese libro para que pudieran entenderlo. Aquel hombre, que era por cierto el director del centro, me animó mucho para que fuera a clase. A la semana siguiente, preparé mi estuche, mis cuadernos y comencé a ir a clase. De eso hace un tiempo ya, pero yo no quiero parar, yo quiero seguir aprendiendo, no quiero que me quiten este sueño, esta necesidad que he tenido durante toda mi vida, y que ahora puedo hacer realidad: APRENDER Ángeles Arratia, Taller de Lectura y Escritura


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CURIOSIDADES IRSE POR LOS CERROS DE ÚBEDA A lo largo de lo que llevamos de curso, y en el transcurso y desarrollo de las clases, he escuchado a mi profesora utilizar la expresión: “nos estamos yendo por los cerros de Úbeda”. Por simple y sana curiosidad he querido indagar el origen de esta expresión. La Historia nos cuenta que hacia el año 1233 tuvo lugar una encarnizada batalla a las puertas de la población de Úbeda, entre las huestes cristianas (tropas) y el ejército moro de los Almohades. Al comenzar la batalla desapareció un caballero llamado Alvar Fáñez, apodado el "Mozo" que tendría que haber luchado al lado del rey Fernando III, el Santo. Tras un arduo y cruento enfrentamiento, la victoria se inclinó del lado del ejército cristiano. Pasado el peligro de la lucha, reapareció el "Mozo" y al preguntarle el Rey dónde había estado durante la batalla, éste le contestó que se había perdido por los Cerros de Úbeda. Los Ubedenses, naturales de Úbeda, que es un municipio al norte de la provincia de Jaén declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, mantienen diferentes versiones para justificar los motivos que llevaron al caballero a tan misteriosa desaparición. Unos dicen que fue por amor, otros por cobardía. Por todo ello, cuando alguien divaga, intenta desviar la conversación o simplemente escurrir el bulto, decimos que está yéndose " por los Cerros de Úbeda". Y éste es el origen de esta frase tan popular. Tomás Suárez, Taller de Lectura y Escritura

LOS GRITOS DE ESTENTOR Os contaré la historia de un griego llamado Estentor, conocido en su pueblo por su capacidad de gritar tan alto como cincuenta hombres. Su popularidad se fue extendiendo hasta que llegó a oídos del dios Hermes (en la mitología romana conocido como Mercurio). Este se sintió herido en su vanidad y le retó a un duelo de gritos. Hermes, como era un dios, ganó en el duelo y Estentor reventó como un sapo.

En tiempos de Alejandro Magno, un invento similar a una trompeta con un cuerno amplificador (un megáfono, pero más antiguo), fue bautizado como tubo estentorofónico en honor a este personaje llamado Estentor.

Geli San Miguel, Taller de Lectura y Escritura


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SABÉIS POR QUÉ LAS CEBRAS LLEVAN SIEMPRE PIJAMA A RAYAS? La explicación reside en el origen de los tiempos, más o menos cuando la tierra aún gateaba por el universo. La historia comienza en una tarde de un invierno durante una gran nevada cuando la gallina primigenia, llamada comúnmente “gallina” refujiose de dicha nevada en una cueva. Allí, al fondo de la misma, encontrose con el asno primigenio, conocido comúnmente como “asno”. El asno puso ojitos... la gallina pestañeaba de forma sugerente... y sucedió lo inevitable, retozaron... saltaron lunas y a los nueve meses, dos días y tres horas... surgió de un huevo, que sinceramente costó mucho poner, un precioso ejemplar de caballa blanca hispana-árabe, con unas preciosas alas, había nacido una nueva especie animal a

la que llamaron “Pegaso”. La nieve se fue retirando y Pegasito fue creciendo. Al mirarlo, la gallina decía: Tiene las patitas de su madre- mientras el asno replicaba: -Tiene los ojitos de su padre- Así pasaron los meses. El jamelgo hispano-árabe fue creciendo, correteando por las praderas mientras la temperatura iba subiendo más y más. Pegasus, cada vez más y más acalorado, ya no sabía qué hacer. Bebía agua y buscaba sombra bajo sus alitas, pero tanto calor hacía que sus alas comenzaron a arder y se quemaron por completo. Como seguía teniendo calor, no le quedó más remedio que correr hacia los árboles para buscar sombra. Pero los árboles daban la sombra a cachos, así que Pegasus, sin alitas y muy blanco, se chamuscó a cachos, dando lugar a la primera cebra primigenia, conocida comúnmente como cebra y por eso las cebras llevan pijama a rayas. Fernando García del Cerro, Taller de Lectura

¿POR QUÉ LOS CARACOLES LLEVAN SIEMPRE SU CASA A CUESTAS? Al principio, los caracoles eran simples babosas que estaban expuestas a cualquier accidente. Su cuerpo blando era blanco de golpes, arañazos, etc. Un día, varios animales estaban reunidos a la orilla de un río hablando de su aspecto. El puercoespín estaba orgulloso de sus púas, que le protegían, lo mismo que el elefante con su piel dura como el cuero. El caracol los oía y pensaba, “todos estos animales de una forma u otra están preparados para sobrevivir, sin embargo yo cualquier día puedo perecer bajo la pata de uno de ellos” y pensó que tenía que remediarlo. Ideó un montón de cosas pero ninguna le gustó lo suficiente. Hasta que un día vio como un mono intentaba partir nueces con una piedra y pocas veces conseguía romperlas. Así que se dijo: “esa será mi armadura, lo suficientemente dura por fuera para protegerme y hueca por dentro para meterme en ella y guarecerme”. Se lo ató con dos hierbas sobre el lomo y fue poco a poco acostumbrándose a su nueva casa. Además esta armadura tenía la ventaja de que se podía llevar encima y su dueño no necesitaba quedarse siempre en el mismo lugar. Desde entonces fue evolucionando hasta convertirse en los modernos caracoles, tal y como los conocemos a día de hoy. Ana Ruíz, Taller de Lectura y Escritura


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BANDO DEL PRESIDENTE CARACOL Un día, el rey de los caracoles publicó un bando con el fin de comunicar a sus vecinos la celebración de una reunión en la hermosa huerta de Don Fran Caracolil para hablar sobre las viviendas de los señores de la zona. El pueblo tenía que encontrar una solución al problema de la edificación de suficientes viviendas para todos los vecinos; problema que se agravaba por el uso, por parte de los humanos, de tantos herbicidas, lo que dificultaba encontrar suficiente comida. No encontrando una solución decidieron ir a ver al Rey. El Rey escuchó atentamente los problemas del pueblo y decidió promulgar una nueva ley: todos los contribuyentes del pueblo Caracolil deberán construirse una casa y llevarla a cuestas siempre, así podrán descansar donde encuentren su sustento y no tendrán obligación de volver al lugar donde, antes, tenían sus casas. Los habitantes del pueblo Caracolil estudiaron y discutieron la propuesta del Rey decidiendo, al final, probar la medida. Con el tiempo, todos los caracoles comenzaron a llevar su casa a cuestas. Montse Gandarillas, Taller de Lectura y Escritura

EXPLICACIÓN CIENTÍFICA SOBRE LAS CONCHAS DE LOS CARACOLES En un país del Sur de Europa, cuya representación en el mapa se asemeja a una piel de toro, existen unas entidades mal llamadas Cajas de Ahorros. ¿A qué se dedican dichas entidades? Se dedican a estafar y a engañar a la gente honrada; a financiar aeropuertos sin aviones, vías de ferrocarriles sin trenes, parques temáticos sin gente; también sirven para que sus dirigentes y consejeros cuando abandonan estas entidades, lo hagan llevándose suculentas cantidades de dinero, millones de euros, la moneda maldita. También han servido éstas entidades para arruinar la vida a miles de personas que en su día tuvieron la necesidad de pedir un crédito para pagar su vivienda y, con el tiempo, tuvieron la mala suerte de quedarse sin empleo. Mi reflexión es la siguiente: El caracol es un animal muy inteligente, lleva su casa a cuestas para no tener que acudir a estas entidades a pedir una hipoteca para pagar Tomás Suárez, Taller de Lectura y Escritura su casa.


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RELATOS HISTORIAS DE UN GATO Y UNA FAROLA Yo vivía en una casita de pueblo, donde los animales eran tan importantes como las personas que residían en la vivienda. Un buen día un hermano que tenía, y que era más pequeño que yo, cuando nos íbamos a la cama, se vino desde su habitación y me dijo: mira, ven a mi habitación y verás cómo debajo de la farola hay un gato rubio, que no hace más que llorar ¿Quieres que bajemos a por él y le dejemos en la cocina bien tapado para que no tenga frío? A mí no me pareció mala idea. Sin saberlo mis padres fuimos. Apoyado en la farola estaba un gato rubio precioso. Al llegar a la cocina, muy en silencio para que nadie se enterara, le dimos un poquito de leche (lo necesitaba, en la farola no había nada de comer). La sorpresa se la llevó mi madre por la mañana cuando se levantó, y vio al gato, le pareció un gato precioso. Tanto le quisimos que iba a buscar a mi madre al autobús que hacía el servicio del pueblo y al lavadero, que eran los sitios que frecuentaba mi madre. Cambiamos de casa, fuimos a un piso, y ese encierro no lo soportó, un día se fue y no volvió, no supimos si no supo volver o no quiso. Mª Angeles Arratia, Taller de Lectura y Escritura

La gata de mi hermano se llamaba Sonia. A Sonia le gustaba trepar por los árboles y las farolas. Un día salió de casa, como muchas veces hacía, pero ese día decidió no volver. Mi hermano se pasó toda la tarde y parte de la noche buscando a Sonia pero no la encontró. Al día siguiente, bien temprano, llamó una vecina para darnos una mala noticia: la gata había aparecido muerta entre el contenedor de basura y la farola. La había atropellado el camión de la basura. Merce, Taller de Lectura y Escritura

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Mientras daba un paseo, me encontré con una amiga a la que hacía mucho que no veía. Nos entretuvimos hablando un buen rato, y sin darnos cuenta, anocheció. Al llegar al pueblo, encontramos encendidas todas las farolas. Esto no dio la vida porque ya no se veía nada. Vimos a un señor de paseo con un perro, el cual se escapó corriendo detrás de un gato. El gato, que era muy astuto, para esquivar al perro se subió a una farola. Como el gato no quería bajarse de la farola, su dueño decidió llamar a los bomberos para que le bajaran usando una de sus escaleras. Los bomberos tenían miedo de que el gato les arañase, así que la maniobra se alargó durante mucho tiempo. Nosotras, por la curiosidad de ver como terminaba aquella "Odisea", nos quedamos contemplando el espectáculo. La historia tuvo un final feliz, ya que consiguieron rescatar al gato. Cuando todo hubo terminado, nos fuimos a casa a descansar. Mª Jesús Rodríguez, Taller de Lectura y Escritura

Pues sí, por mi barrio pulula una buena retahíla de mininos. Los hay grises, marrones, también los hay negros. Los hay gordos, flacos e incluso uno cojo. A uno de ellos le he bautizado con el nombre de calcetines. ¿Por qué? os preguntareis. Os cuento: calcetines es un gato negro, gordo y, un día, observándole me di cuenta que sus cuatro patas son de color blanco, veamos la zona más o menos correspondiente a las pezuñas, de ahí que le bautizara con ese nombre. Calcetines es muy instintivo y muy inteligente, muy tranquilo, y con un sentido horario muy desarrollado. Pues sabe exactamente a la hora en la que estoy metido en faenas de cocinar; se sitúa debajo de mi ventana a ver si le cae algo de comida de la que estoy preparando en esos momentos. Me tiene controlado y sale a recibirme si esta por la zona en ese momento. Ni que decir tiene que, en mi barrio, hay una ausencia total de roedores. En verano las riñas de gatos, amenizan las calurosas noches, dándole al barrio un aire típico y particular. Calcetines es un gato también moderno y muy actualizado y sus horas de ocio y tranquilidad las disfruta tomando el sol sobre el capó de un Opel rojo tuneado. Calcetines pasa de la anticuada farola y le gusta dejar impresas sus huellas en este modelo deportivo, cuestión que, por otra parte, no le debe hacer mucha gracia al dueño del coche. Esta es una historia real que ocurre en mi barrio. Tomás Suárez, Taller de Lectura y Escritura

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Todas las noches salía a tirar la basura al contenedor de enfrente de mi casa y siempre encontraba la misma escena, un gato, de color canela, flaco y sucio, esperando bajo la farola a que yo dejase la bolsa. Alguna vez me había quedado observando detrás del muro para ver lo que hacía y me sorprendía que no tocase la bolsa hasta que yo no me iba, pero en cuanto se encontraba solo atacaba la basura con ganas. Una noche salí como era mi costumbre y no vi al gato, reconozco que me extrañó y me quedé un rato esperando, pero cuando ya me iba a marchar, a la luz de la farola vi algo que no me esperaba: el gato (que era gata) seguida de seis gatitos de apenas unos días. Solo me queda por contar que nunca más volvieron a rebuscar en la basura, ahora viven en mi casa y son unos felinos muy felices. Ana Ruiz, Taller de Lectura y Escritura

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En una calle estrecha del Madrid de los Austrias, cerca de la Plaza Mayor, había unas cuantas farolas, pero solo una era la del gato gris. Esta farola no era ni muy baja ni muy alta, estilo Renacentista. El gato pasaba junto a la farola bastantes horas a lo largo del día y de la noche. Cuando necesitaba hacer sus necesidades se paseaba por la calle de arriba abajo y permanecía un tiempo bajo la farola. La gente que pasaba por esa calle, le llamaban el gato gris que vive en la farola y le consideraban un miembro más de la comunidad. Un buen día le encontraron acompañado de una linda gatita blanca, estuvieron paseando y jugando por tan maravilloso entorno histórico. Al final, esa farola, en lugar de tener un ocupante, pasó a tener dos mininos felices, haciéndose carantoñas y lamiéndose mutuamente. El gato gris y la linda gatita blanca... ¿cómo acabará esta historia?... Ana Mucientes, Taller de Lectura y

Un gato solitario andaba por el barrio, siempre tenía la costumbre de ponerse bajo la farola de su calle, esperando a otros compañeros gatos. Al gato, esa farola le traía buenos recuerdos de su dueño, el cual siempre le sacaba a pasear al parque donde se encontraba la farola. El gato se sentía muy a gusto en aquel lugar, pues le traía gratos recuerdos de cuando era joven y le llevaba su dueño para que jugase con otros gatos. Siempre le gustó aquella farola porque allí conoció a una gatita que fue su gran sueño, y compañera de fatigas y correrías. Fernando García Turia, Taller de Lectura y Escritura Creativa

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APRENDIENDO DE LA INOCENCIA DE LOS NIÑOS La pequeña Lucía subió las escaleras con el ansia de un niño en la mañana de reyes. -¡Papá, papá, date prisa! -increpó a su padre que subía las escaleras con la vigorosidad mermada por los años y por la infinidad de cosas que una niña de ya casi diez años requería -y eso que tan solo es un fin de semanamurmuró para sí mismo mientras Lucía esperaba dando botes enfrente de la puerta. - ¿Has cuidado bien a bolita? - Sí cielo, esta genial y con ganas de verte, se quedó muy triste la última vez que te fuiste. - Lo sé Papá. Yo también me quedé muy triste -Bolita era el gato de la familia Blanco- Estaba viejo y cansado, llevaba en la familia desde antes de que Lucía cruzase el umbral de aquella puerta por primera vez. Apenas terminé de poner la llave, Lucía empujó la puerta y entró como una exhalación directamente al salón donde Bolita descansaba tumbado sobre el sofá. Se abalanzó sobre él, dándole un abrazo enorme. Su papá entró iluminado por la luz de la farola que coincidía en frente de la ventana del salón, dejó caer todas sus cosas y dio la luz, quedándose sin habla... Fernando García del Cerro, Taller de Lectura y Escritura Creativa

LA ÚLTIMA ANJANA LA PEQUEÑA AIA La pequeña Aia, con la ayuda del Trenti volverá a sus orígenes y se olvidará de las malvadas brujas. Supongo que el espejo mágico la transformará en lo que tenía que ser en su vida real, antes de que la Guajona recogiese. Así llegará a ver la pureza real de los ríos, la blancura de la nieve de los picos y las flores en el bosque, la hierba verde donde reposar y juguetear con seres como ella; volvería a reír, como supongo lo hacía antes de ser recogida por la reina de las brujas y el príncipe de alas negras. Al fin crecerá y será reina de un país maravilloso, lleno de luz y color. Podrá disfrutar del sol cada día, y de la luna por la noche, sin tener que vivir siempre en las tinieblas en que vivían las malvadas brujas.

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Y colorín colorado, este cuento se me ha acabado. Hortensia Ostolaza, Taller de Lectura y Escritura


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Aia empezaba a pensar que quizás la historia del Trenti pudiera ser cierta, que todo lo que había contado no fuese fruto de un engaño nada más. Poco a poco fueron adentrándose en la cueva, y a cada paso unos ruidos y gruñidos espeluznantes, empezaron a asustar a Aia ¡Dios mío! Pensó, que peligro nos espera en esta sima, qué será lo que nos depare el destino. De repente, de un agujero en la pared de una roca salió un ser demoníaco, armado con unos colmillos enormes, babeando un liquido viscoso y repugnante ¡Cuidado, que no te toque esa baba, podría fundirte como el sol funde la nieve! -dijo el Trenti. Aia retrocedió y se encaminaron por otro sendero aún más estrecho que el anterior. Del techo y las paredes no cesaban de caer arañas, babosas, ciempiés y toda clase de bichos asquerosos. Llegados a este punto, Aia pensó que no podría continuar y el Trenti, adivinando sus flaquezas, le dijo ¡Recuerda, nunca pienses en volver, o te quedarás para siempre con las brujas! Cuando Aia no podía más, en su mente empezó a imaginar lo que sería llegar al lugar del cual había hablado el ¨Trenti. Y se dijo a si misma ¡Quiero lograrlo! quiero salir de esta oscuridad, no deseo volver con la Guajona y sus brujas, merezco algo mejor, puedo hacerlo, puedo, puedo... De repente, de la nada, apareció un gran espejo que ocupaba casi toda la pared de la cueva. Era lo más hermoso que Aia había visto nunca y entonces supo que era el espejo mágico del que le había hablado el Trenti. Se acercó despacio y al ver su reflejo en la luna del espejo fue como si algo se abriese dentro de ella. Empezó a recordar todo, tomando sentido, era de verdad ¡Ella era la reina de las Anjanas! No podía creer que al fin había despertado de tan largo sueño. Entonces tomó conciencia de lo que debía hacer y, cogiendo al Trenti de la mano, echó a correr hacía la entrada de la cueva donde la lechuza que habían dejado al entrar, huyó despavorida. Se dirigió hacia el palacio de la Guajona, entró como un rayo en el salón donde acababan de celebrar el aquelarre y dirigiéndose a las brujas, que no salían de su asombro al ver a Aia tan decidida y con una mirada que asustaba, empezó a echarlas agua por encima, y como las brujas odiaban lavarse y estar aseadas, empezaron a morir una tras otras. Cuando sólo quedaba la Guajona, Aia le dijo: ¡O te vas de aquí para siempre o correrás la misma suerte que tus brujas! En ese momento, la Guajona se convirtió en lechuza y salió volando por la ventana. De repente, se acabó la noche, salió el sol y con él volvieron las cosas a su sitio; los ríos, los prados, las flores, los animales, todo volvió a ser como Aia recordaba. Al poco tiempo, empezaron a llegar más anjanas, más trentis musgosos, y todo un sinfín de personajes buenos, además de los hombres, mujeres y niños que habían pasado todo ese tiempo en un largo letargo. Ana Ruíz, Taller de Lectura y Escritura

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Un Trenti, a pesar de ser un ser formado de hojas, musgos y raíces (aunque puede escoger diferentes formas), también es un ser mágico que viaja constantemente, muy deprisa, de aquí para allá; de tanto viajar a veces olvida sus tareas y cometidos. El Trenti recomendó a Aia no salir de la cueva, so pena de retornar al reino de la Guajona, con todo lo que ello conlleva. Y el Trenti aconsejó a Aia ver el sol, el mundo y la vida a través de un espejo mágico. ¿Quizá este invento, fuera un extraño artilugio que en su día dejó olvidado en dicha cueva un personaje de otro mundo que habitara anteriormente en ella? ¿Quizá fuera una de esas televisiones de plasma, puestas tan de moda últimamente? Aia se acomodó dentro de la cueva, la adecentó, y la recorrió para conocer sus rincones. A continuación se puso a mirar a través del espejo mágico, con la lechuza como compañera, que estaba posada sobre el hombro derecho de Aia. Este sería el principio de una larga relación y una buena e intima amistad entre las dos moradoras de la cueva. El espejo mágico les ofrecía paisajes maravillosos de otros lugares presididos por un gran sol en lo alto, grandes montañas y tupidos bosques con variada vegetación, diferentes tonalidades del verde. Se podían apreciar en esta imagen cordilleras montañosas cubiertas de nieve, mares, océanos de un azul impresionante, cielos llenos de nubes sobre un fondo azul, en el que las nubes formaban figuras a veces sugerentes. También veían selvas y ríos en los que los animales pastaban o bebían en las orillas. Veían a personas de diferentes aspectos, viviendo en poblaciones cercanas a estos ríos, y veían transitar y evolucionar a las personas por la vida, y cómo desde niños evolucionaban hasta convertirse en personas mayores. A las dos moradoras de la cueva, estas imágenes que estaban viendo les llenaban de asombro y de admiración, les gustaba lo que estaban viendo. Hasta que, de repente, en el espejo mágico empezaron a aparecer imágenes de hombres enfrentándose a hombres, con todo tipo de armas, hombres ensangrentados, hombres mutilados, hombres muertos tirados en el suelo. Comenzaron a ver artilugios de cuatro ruedas que expulsaban humo por un extraño tubo, empezaron a ver altas chimeneas que igualmente expulsaban por sus bocas un humo negro sin parar, que transformaban el cielo azul y sus esponjosas nubes, en un cielo sucio, gris y opaco. Aparecieron en el espejo mágico imágenes de los mares cubiertos de una capa negra, y los ríos de una espuma blanca bastante sospechosa, había desaparecido el color azul de las aguas que tanta admiración había causado en las moradoras de la cueva. También observaron a través del espejo mágico cómo los bosques ardían, devorados por unas espeluznantes llamas que llegaban a impresionar. Ante estas imágenes tan desoladoras que ofrecía el espejo mágico Aia y Luetiga – este era el nombre que había elegido Aia para dirigirse a su compañera en la cueva – entrecruzaron las miradas y tras comunicación telepática decidieron interrumpir la visión que les ofrecía el espejo mágico, por ser estas visiones inquietantes, desagradables y muy preocupantes. Aia arrinconó el espejo mágico en un rincón de la cueva, abandonado como un trasto viejo y sin utilidad. El tedio y la tristeza se apoderaron de la cueva y de sus moradoras. Aia se vio invadida por la incertidumbre y las interrogantes, y dedicaba su tiempo a reflexionar sobre la conveniencia o no de abandonar la cueva, de volver al reino de la Guajona y cuidar a los aquelarres de las brujas narigudas, que después de todo no eran tan aburridas y tenían su parte interesante. Necesitaba consejo para tomar tan trascedente decisión, y pensó en el Trenti, pero una vez más el Trenti estaba desaparecido y despistado, y cuando le preguntaba a Luetiga sobre qué decisión tomar, esta siempre le respondía con extraños sonidos guturales. Tomás Suárez, Taller de Lectura y Escritura

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RECUERDOS HISTORIAS ALREDEDOR DE LA LUMBRE Recuerdo las historias que me contaban los más ancianos del lugar al abrigo de la lumbre del hogar. En una de ellas, se relataba la historia de un hombre que, debido a las necesidades que pasaba en su pueblo, se fue a Méjico, como tantos otros, para hacer fortuna. Este Señor era bastante atrevido. Como no tenía dinero para el pasaje, en la Coruña se coló y se escondió en un barco, viajando de polizón. Llegó a Méjico y para ganarse la vida y sobrevivir, se dedicó a pasar por la frontera de Estados Unidos ganado de contrabando. Debido a sus actividades ilícitas este

hombre fue procesado por el Gobierno de Méjico, y, paradojas de la vida, este Señor unos años después, regresó a España representando al gobierno de Méjico en la Feria de Campo en Madrid. Este Señor consiguió amasar una de las mayores fortunas de Méjico. Este hombre comentaba que en algunas ocasiones había tenido que disparar a

hombres para salvar su vida o para eliminar aquellos escollos que no le permitían conseguir sus objetivos. Hoy en día financia parte de las elecciones del gobierno Mejicano; es accionista mayoritario de uno de los bancos más importantes, de cadenas de televisión y de cadenas de hoteles. Pero la dicha nunca es completa, por mucho dinero y posesiones que se tenga. Este hombre tuvo cinco hijos, pero sólo tres viven. Los otros dos hijos fueron asesinados en un país tan peligroso como Méjico. Fernando García Turia, Taller de Lectura y Escritura

UN PORQUÉ SIN RESPUESTA Resulta curioso observar, como las circunstancias nos llevaban a entender a personas con más de dos generaciones de distancia y cercanas, o mejor dicho acercadas, por una misma pregunta formulada en una cocina, al amor de una lumbre de leña, en algún rincón de algún pueblo de aquellos, que como decía Cervantes, de cuyo nombre no quiero ni puedo recordar. Todo comenzaba por una pregunta, simple, sencilla y horrendamente abominable, ¿por qué? La respuesta es, aun más sencilla que la pregunta, un encogimiento de hombros, con una mueca de incomprensión alimentada por una profunda reflexión de quizás demasiados años sin respuesta. No supo decirme el porqué, sí sabía cuándo y cómo, y por ahí empezó a contarme.


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Hablaba de trincheras, y guardias nocturnas bajo la lluvia, en el bando equivocado según su parecer, puesto que más tarde me explicaría, con la boca pequeña y más aún después de la batalla del Ebro, que no había bando acertado, sencillamente algunos hombres disparando a otros por motivos que la mayoría no entendían en beneficio de algunos a los que seguramente nunca verían. Pese a esta reservada confesión, que se pudo leer en un alma ya demasiado anciana, ya demasiado cansada, siempre fue admirable la fidelidad a sus ideas, ideas buenas o malas, no lo sé, no soy juez del alma, pero sí fiel a las mismas. Caminábamos desde Reinosa, contaba, con un problema en los pulmones, no recuerdo mucho más que tenía que parar cada tres pasos, que pasaban de estar escondidos a luchar en la batalla del Ebro; antología, épica y cruel según algunos historiadores. Según él, que estuvo allí, fue correr entre viñedos mientras las balas silenciosas galopaban cual dedo de Dios determinando quien viviría y quien moriría, sin darte el beneficio de un adiós, una despedida o una mano amiga que permitiera irte en paz. Caminos llenos de barro y piojos, como él describía; un compañero que se cruzaba por delante y caía, en silencio en mitad de un ruido atronador, y pensaba, esa bala era para mí. Las lágrimas visitaban aquellos ojos ancianos, nublados por el tiempo, dejando salir aquellas heridas que aún no han curado, ni curarán jamás. Lágrimas que recorrían los profundos surcos que el arado del tiempo marcó en su piel, aquel rostro que en mi niñez había visto reír en muchas ocasiones y reñir mis travesuras en otras tantas, ahora lo veía mostrar algo grabado tan hondo en el corazón que hacía demasiado tiempo que no había visto la luz. Era un hombre fuerte, no muy alto, pero demasiado altivo para dejar que el tiempo lo doblase hasta el suelo, donde tarde o temprano acabaremos todos; de manos huesudas y piel arrugada, robusto hasta rozar lo desafiante; cariñoso a su manera, generoso de esa forma que solo los niños aciertan a ver con los ojos de la admiración de tener que mirar a alguien hacia arriba. Aquel hombre, ahora, por primera vez, lloraba; aquellas lagrimas no responderían a mi porqué, no responderían a cómo, ni cuándo, pero sí que respondían a una pregunta con la mala educación que supone responderla con otra, ¿cómo pudo ser aquello, para que aquel hombre, con mayúsculas, más de treinta años después, llorara como rara, muy rara vez se ve llorar a un hombre y como nunca, nunca jamás, se ha de ver llorar a un niño? Si he de decir que me conmovió, no sería acertado. Si tengo que decir que me sorprendió, no sería completo. Hace ya mucho, no recuerdo cuántos años, y aún estoy buscando la palabra adecuada para poder describir la sensación que me produjo aquello, lo único que a día de hoy puedo decir con exactitud, después del tiempo pasado, es que sea donde sea, por religión, poder o dinero, en la guerra, si van hombres vuelven jirones de persona con heridas incurables, y que estés en el bando que estés, nadie, absolutamente nadie, gana. Fernando García del Cerro, Taller de Lectura y Escritura


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HISTORIAS DE MI NIÑEZ Quisiera escribir una historia que fuera cortita y fácil de entender. Hace muchos años, en un día de febrero ¡de cuyo año no puedo acordarme! llegué con mi madre del campo. Concretamente de sembrar en la zona de arriba de lo que hoy es el parque de la naturaleza de Cabárceno. Íbamos muertitas de hambre y sabíamos que ese día no comeríamos, ya que mi abuela no había podido hacer la comida porque no teníamos leña para cocinar. Mi madre era la encargada de traer la leña y ese día no la había traído. ¡Otro problema más de aquellos tiempos! Pero cuál fue mi sorpresa y la de mi madre, cuando nos encontramos la comida y la mesa preparada. La primera pregunta de mi madre fue: madre ¿cómo se ha arreglado

para encontrar la leña? Pues mira hija, salí a la calle y en el bardal de la huerta me arreglé. Pasaron los días, y un día que amaneció lloviendo y, por lo tanto, al campo no se podía salir, mi madre decidió arreglar algunas cosas que se habían estropeado en casa. Quería cambiar las patas rotas por unas nuevas que había comprado. Pero las patas nuevas no aparecían. Ese día terminó como empezó, lloviendo. El día siguiente también amaneció lluvioso, así que mi madre decidió dar vuelta a toda la casa para encontrar las patas perdidas. Mi abuela, viendo el empeño de mi madre, no pudo guardar silencio por más tiempo, y con lágrimas en los ojos, la dijo: ¡No busques las patas que no las vas a encontrar! ¿Recuerdas aquel día en el que encontrasteis la comida preparada a pesar de que no teníamos leña? Sí que salí a la huerta a buscar algo para encender la lumbre y hacer la comida, pero no encontré nada. De regreso a casa vi las patas y las cogí para utilizarlas como leña. No pensé que fueran tan importantes esas patas. Mi madre se abrazó a ella. Ambas se echaron a llorar mientras que yo no podía resistir mi angustia.

Ángeles Arratia, Taller de Lectura y Escritura

LOS DESECHOS DE UNA GUERRA Cuando terminó la Guerra Civil Española, como suele pasar después una guerra, España quedó destrozada. Las personas que sobrevivieron y que eran de ideas de izquierdas, se vieron obligados a marcharse al exilio, otros se pasaron al bando nacional, los demás fueron encarcelados. En mi casa nunca se ha hablado demasiado de la Guerra, aunque a mi padre le tocó participar, pues en 1939, siendo estudiante de veterinaria en la Facultad de León como pasó en el resto de las Facultades de España- se suspendieron las clases para ir a luchar al frente. Mi padre estuvo en el bando nacional, con el puesto de Brigada de Intendencia, ya que estaba en el tercer curso de la carrera.


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Estuvo destinado en el Norte de León y parte de Galicia. En una ocasión nos contó que enfermó y los de su compañía lo dejaron atrás cuando fueron trasladados a otro lugar. Gracias a su enfermedad, cómo se suele decir en ocasiones ¡volvió a nacer!, ya que al resto de los soldados de su compañía los fusilaron a todos. En otra ocasión le tocó formar parte de un pelotón de fusilamiento, nos comentó que entre la gente que iban a fusilar había un conocido, un estudiante de magisterio y éste le dijo: ¡Apunta bien Mucientes! Eso a mi padre no se le debió de olvidar jamás, ya que yo me enteré de este episodio cuando mi padre tenía unos 90 años y empezaba a perder la cabeza. En esa etapa de la vida en la que te acuerdas más de lo ocurrido hace muchos años que de lo que has vivido en los últimos años. Esto le ocurrió a mi padre; y así me lo contó, llorando; una de las pocas veces que le he visto llorar fue contándome esta historia. Me imagino que en el momento del fusilamiento también sufriría, ya que mi padre, como otros tantos, se vio implicado en una guerra sin comerlo ni beberlo. Les tocó participar y cumplir las órdenes de sus superiores, tanto a los de izquierdas como a los de derechas. En mi opinión nunca debería producirse una guerra, ya que a lo único que llevan es a la destrucción, al hambre, a sufrir penurias y envidias..., sobre todo en el pueblo llano. Por desgracia también hay gente que, a cuenta de ellas, se hacen ricos por la venta del armamento, estraperlo y demás actividades que están asociadas a una guerra. En el caso de la Guerra Civil Española, todavía fue peor, ya que lucharon incluso hermanos contra hermanos, solamente por la ideología que tenía cada uno. Según tengo entendido, los que vivieron la Posguerra en España generalmente lo pasaron bastante mal en cuanto a los alimentos, la falta de muchas cosas, pues a veces aunque tuvieras dinero no había medio de conseguir comida y otros artículos de primera necesidad. En los pueblos por lo menos tenían huertas, gallinas, cerdos, vacas, ovejas… y podían subsistir mejor que en las ciudades. En las ciudades, por lo visto contaban con unas cartillas que las llamaban de racionamiento; con ellas les daban ciertos alimentos al día, por lo menos pan, harina, azúcar, leche, cosas imprescindibles para comer y sobrevivir a duras penas. También he oído a personas que vivieron esta época que dicen que en sus casas eso de comer un huevo para cada uno era un lujo, que lo normal era compartir uno para todos, aunque nos parezca increíble en la sociedad de consumo en la que vivimos ahora. Algunas abuelas recuerdan estos años y guardan los alimentos como si fuesen un tesoro; me imagino que lo pasaron tan mal en aquellos años, que el hambre y la necesidad las marcaron para toda su vida. No me extraña que en la crisis actual los que mejor están sean los hijos de la Posguerra, que con poco dinero se manejan e incluso ayudan a sus hijos. En cuanto a los ideales políticos, yo he dejado de creer en ellos, ya que ahora mismo en España estamos rodeados de ladrones de guante blanco, entre ellos están nuestros dirigentes y los contrincantes, que sólo les interesa el dinero para sus amigos y para sí mismos, sin importar las condiciones en las que esté la gente de a pié. Ana María Mucientes, Taller de Lectura y Escritura


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RECUERDOS DE UNA INFANCIA Mi historia transcurre en un pueblo tranquilo de bellos paisajes y cargado de historia, sucede en Guarnizo.

supuesto que al llegar a casa las collejas que nos daba nuestra respectiva progenitora se oían en toda la escalera.

Mi abuelo me contaba batallitas, pero batallitas que a mí me parecían, y me siguen pareciendo, muy interesantes. Me contaba que allá por año 1925 tomó parte en el desembarco de Alhucemas y participó en la batalla del Rif, combatiendo contra el sanguinario Abd el Crim, jefe musulmán que lideraba a la tropa morisca. Me contaba con mucho detalle cómo en una de las batallas los moros mataron a su caballo, y que uno de sus capitanes se llamaba Francisco Franco Bahamondes. En todos esos acontecimientos históricos estuvo Revenga. Yo nunca me cansaba de oír sus batallas y yo le pedía con bastante frecuencia que me las repitiese.

Más adelante comencé a estudiar con la enciclopedia Álvarez como único libro de estudio, de un tamaño normal, que aumentaba en tamaño a medida que ibas evolucionando en los estudios. Ambas enciclopedias contenían todas las asignaturas que impartíamos durante los diferentes cursos.

Esas historias despertaron mucho mi imaginación y mi afán de curiosidad. Por ello recurrí a los libros y empecé a leer. Los libros de historia y de aventuras se convirtieron en mis favoritos, y Emilio Salgari, Julio Verne, Alejandro Dumas, etc. fueron mis autores preferidos en esa época.

Una infancia sencilla, humilde, sin muchos recursos, pero una infancia feliz. En un próximo capítulo os hablaré de mi juventud.

En mis comienzos a la escuela, el materia escolar era más bien escaso; se limitaba a una pizarra y a un pizarrín, que teníamos que reponer con bastante frecuencia, pues en los recreos dicha pizarra salía mal parada, al liarnos a pizarrazos en alguna disputa. Por

Nota del autor: Revenga es mi abuelo, Jesús Fernández Ruíz, también conocido como Revenga, al haber nacido en la localidad de Revenga del Campo en la provincia de Palencia.

Fernando García del Cerro

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GRACIAS

Colas para adquirir el racionamiento en la postguerra

A mí me tocó vivir en tiempos de mucha necesidad, en los que para comprar el suministro había que utilizar unas cartillas, que decían de razonamiento -y nunca mejor dicho- porque realmente todo estaba racionado. Había que hacer colas para llegar a coger lo poco que te correspondía, incluso el pan. Íbamos a la escuela con poca ropa porque no había más. Nunca nos quejamos por falta de calefacción, porque ni siquiera la conocíamos, éramos felices con lo que teníamos. Los niños jugábamos muchísimo y siempre estábamos alegres, eso sí, a la hora de estar en clase, a mí en particular, me encantaba hacer todo lo que la maestra nos mandaba . En mi casa, mi padre trabajaba en una fábrica que llamaban EL CARBURO, aquí en Guarnizo; pero siendo yo muy niña (tan niña como que tenía cuatro años) tuvo un accidente por el que estuvo 40 días en coma. Lo pasamos muy mal todos, especialmente mi madre que tenía que hacer todo el trabajo de casa y del campo (porque nosotros éramos muy pequeños), a

la vez que iba todos los días al hospital a acompañarlo. Como mi padre estuvo tanto tiempo en el hospital y recuperarse le costó algo más de un año, perdió el trabajo. Así que se pueden imaginar la penuria que todos pasamos. Mi pobre madre trabajó día y noche para poder sacar todo adelante: el campo, la casa, los hijos y atender a mi padre. Por fin, él mejoró y empezó a trabajar en una cantera cerca de casa y un poco más tarde se colocó de caminero en la carretera, lo que nos permitió seguir adelante. A pesar de todo, nunca nos faltó la comida, ni un abrigo, ni unas zapatillas; incluso teníamos unos zapatos para los domingos. Yo admiro mucho a mis padres, sobre todo a mi madre, "lo siento" pero es así. Ella trabajaba sin descanso, cuando llegamos a la edad escolar, para que nunca faltásemos a la escuela. Y esta es un poquito la historia de mi infancia. Quiero despedirme con un recuerdo muy especial para mis progenitores y les mando un abrazo y un montón de besos allá donde estén...

Hortensia Ostolaza, Taller de Lectura y Escritura

Fábrica de carburo (Boo de Guarnizo)


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NUESTRAS LECTURAS PREFERIDAS INÉS Y LA ALEGRÍA Acabo de leer este libro de Almudena Grandes y paso a comentar lo que he sacado en conclusión de esta lectura. La acción transcurre en una época lejana para mí, pero gracias a la memoria de familiares y amigos que sí vivieron entonces, puedo hacerme una idea de lo que pasó en España y las consecuencias que tuvo para las generaciones venideras. Aquella debió ser una época dura, cruel, marcada por el odio y el rencor, donde afloraron los peores instintos de las personas, la envidia, la venganza y todo un conjunto de miserias que propició una de las páginas más negras de nuestra historia. Los llamados “maquis”, o como decía la gente “los que se echaron al monte”, eran soldados republicanos que se negaron a admitir la derrota, una derrota que había sumido a España en la miseria, una derrota que machacaba a los vencidos represaliándoles en cárceles y campos de trabajo, una derrota del cuerpo, pero sobre todo del alma. Por eso los maquis se negaron a entregar las armas, hartos de la opresión; de la humillación de ser llamados a cuarteles para recibir palizas, ellos o sus familias, niños incluso; de arrebatarles lo poco que les quedaba. Uno de los más famosos, y del cual yo oí hablar muchas veces porque era de cerca de mi pueblo, fue El Cariñoso, de Liérganes. Este joven se dedicaba a los negocios que tenía su familia y no había semana que no pasase por el cuartel de la Guardia Civil y recibiese una paliza. En una de esas ocasiones y sabiendo por una prima que iba a ser fusilado, escapó por el ventanuco del calabozo, refugiándose en los montes de Liérganes, San Roque, y Miera. Y ahí empezó su leyenda, siendo uno de los más conocidos junto a Juanín, Bedoya, Tampa, etc.

Durante años se dedicaron a la lucha contra el gobierno, cometiendo robos en fábricas, comercios y personas afines al Régimen. Recibían ayuda de la gente, exponiéndose ésta en muchos casos a la cárcel o al expolio de sus bienes. Hasta bien entrada la década de los cincuenta, estos guerrilleros tuvieron que echarse al monte para luchar por una libertad que todavía tardaría más de veinte años en llegar. Tristemente, la mayoría acabaron muertos y los pocos que sobrevivieron tuvieron que dejar España atrás, en un viaje del que muchos no regresaron y otros lo hicieron demasiado tarde. Ana Ruiz Pontones, Taller de Lectura y Escritura

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CAMPOS DE FRESAS Luciana es una chica que se queda en coma un sábado por tomarse una pastilla de éxtasis. La ingresan en un hospital y tienen que entubarla para mantenerla con vida. Los amigos de Luciana avisan a sus padres para contarles lo que ha ocurrido y para que acudan al hospital. Eloy se enfada con ellos porque le dejaron tomarse la pastilla. Loreto, su amiga, supera su bulimia mientras Luciana está en coma en el hospital. Los amigos de Luciana ayudan a la policía para buscar a los camellos que tienen el antídoto, una pastilla, que permita a Luciana recuperarse y vivir. Los camellos al ver a la policía intentan huir. Poly, uno de los camellos, se resbala y muere en la persecución. Todas las pastillas caen a un alcantarillado en su caída. Por suerte quedó una pastilla, se la dieron a Luciana y ésta pudo despertar del coma, recuperarse y vivir feliz desde entonces. Oscar Pellejero, 1º de ESPA

EL PAN DE LA GUERRA Pavana es una chica de once años que vive en Kabul, capital de Afganistán, durante el gobierno de los talibanes. Cuando su padre es detenido, su familia sin recursos para huir, buscará una solución desesperada: Pavana, que por ser mujer tiene prohibido ganar dinero, deberá disfrazarse de chico. Alumnos de 1º de ESPA

SEÑORA DE ROJO SOBRE FONDO GRIS Este libro es un relato de un hombre mayor que nos cuenta los acontecimientos más importantes sobre la vida de sus hijos y, principalmente, de su esposa Ana. Describe su hermosura y la grave enfermedad que padeció, su deterioro y su muerte. Relata sus sentimientos antes de su muerte y lo solo que se encuentra ahora que Ana no está. Irene Gallo, 1º de ESPA


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ENTRA EN MI VIDA La historia narra la desaparición de una niña que ha sido robada hace muchos años. Su madre no ha dejado nunca de buscarla. Esto le causa una enfermedad y muere. A partir de entonces, es su hermana la que continúa buscándola. Te metes tanto en la historia que parece que estás viviendo la situación con ellos. La historia es un drama, con un final poco feliz en el que, finalmente, encuentran a la hermana.

Alumnos de 1º de ESPA

EL SÍ DE LAS NIÑAS De la lectura del libro hemos sacado las siguientes conclusiones: La madre negocia con el futuro de su hija y con sus sentimientos. Es una madre interesada en tener una vejez serena y sin problemas económicos. Don Diego aporta la madurez y la responsabilidad de sus actos. Es un hombre de buenos sentimientos y de buen corazón. La mujer es utilizada como moneda de cambio, por motivos económicos. El autor denuncia el rol de la mujer en el siglo XIX: obediencia a sus padres y maridos. Rechazo del adoctrinamiento que sufrían las mujeres de la época. Todavía, hoy en día, esto sigue ocurriendo en determinados países y culturas (Reproducción de modelos en los que las mujeres no tienen ni libertad ni derechos).

Alumnos y alumnas del Taller de Lectura y Escritura

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ENSAYO SOBRE LA LUCIDEZ Ensayo sobre la lucidez es una novela escrita por José Saramago. En su día futurista, y hoy de rabiosa actualidad. Es la continuación de la novela Ensayo sobre la ceguera. Es un día lluvioso, día electoral en una ciudad. La mayoría de los electores decide votar en blanco. El gobierno decreta repetir las elecciones una semana después. El voto en blanco aumenta, alcanzando el 83% de los votos. Ante este hecho el gobierno emprende una serie de investigaciones y decisiones autoritarias, represivas e incluso ilegales. Tratan de relacionar la victoria del voto en blanco con la ceguera blanca que había afectado al país cuatro años atrás. La novela es una reflexión sobre el sistema democrático y las actitudes de los gobernantes ante una revolución pacífica, proveniente de un pueblo cansado de la politiquería, en medio de unas elecciones que legitiman la democracia. La parte final de la novela es protagonizada por un comisario de

policía enviado a la ciudad para buscar a los culpables de la presunta rebelión que supuso la victoria del voto en blanco. En este punto aparece la mujer del médico del "Ensayo sobre la ceguera". Tomás Suárez, Taller de Lectura y Escritura

OBRAS DE SHAKESPEARE William Shakespeare nació en Stratford-upon-Avon, en abril de 1564. Fue el tercero de los ocho hijos que tuvo John Shakespeare y Mary Arden. Nació en la calle Henley de Stratford; aunque no sabemos el día exacto de su nacimiento, puesto que solo se hacía el acta de bautismo, el 26 de abril en este caso, por lo que es de suponer que nacería unos días atrás (muchos dicen que fue el 23 de abril). El padre de Shakespeare cayó poco después en desgracia, acusado de comercio ilegal de lana, perdió su posición destacada en el gobierno del municipio. William Shakespeare probablemente cursó sus primeros estudios en la escuela primaria local Stratford Grammar School, en el centro de su ciudad natal, lo que debió haberle aportado una educación intensiva en Gramática y Literatura latinas.

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El 28 de noviembre de 1582, cuando Shakespeare tenía 18 años de edad, contrajo matrimonio con Anne Hathaway de 26, originaria de Temple Grafton, localidad próxima a Stratford. Parece que había prisa en concertar la boda, tal vez porque Anne estaba embarazada de tres meses. Tras su matrimonio, apenas hay huellas de William Shakespeare en los registros históricos, hasta que hace su aparición en la escena teatral londinense. El 26 de mayo de 1583, la hija primogénita de la pareja, Susannah, fue bautizada en Stratford. Un hijo, Hamnet, y otra hija, Judith, nacieron mellizos, fueron asimismo bautizados poco después, Hamnet murió a los 11 años, y solamente llegaron a la edad adulta sus hijas. Hacía 1592 Shakespeare se encontraba ya en Londres trabajando como dramaturgo, y ya era lo suficientemente conocido. Shakespeare falleció el 23 de abril de 1616. Las obras más conocidas de Shakespeare fueron principalmente las trágicas: Romeo y Julieta. Escrita en 1597, narra la vida de dos jóvenes enamorados que a pesar de que sus familias se oponen a su noviazgo, intentan de la mayor forma posible que puedan vivir juntos. No obstante, las presiones acaban causando el suicidio de ambos. Hamlet (principe de Dinamarca). Escrita en 1605, la historia narra el asesinato del rey Hamlet a manos de su hermano Claudio. El hijo del rey, llamado también como su padre, tiene como misión vengar la muerte de su padre a causa de que este se le apareció como un fantasma. El Rey Lear. Escrita en 1605, narra la historia de un rey que, a causa de su edad, ya no puede manejar el reino y decide poner a prueba a sus tres hijas para ver quien merece ser la que lleve el reino. No obstante, éstas se vuelven en su contra por lo que éste solo puede confiar en aquellos fieles del pueblo para poder recuperar su reino.

Otelo. Creada en 1603 consiste en la historia de Otelo, un joven moro que se enamora de una preciosa mujer, hija del senador de Venecia, la rapta y se casan para ser felices. No obstante, Yago, alférez del moro, por una sospecha del pasado, decide hacerle la existencia imposible. Eso causó que sucedan muchos momentos duros hasta tal punto que terminan con el suicidio del joven, aunque antes viendo como Yago va a ser castigado duramente por sus acciones. También en otros géneros tuvo otras grandes obras como “Mucho ruido y pocas nueces”, “El mercader de Venecia” y “El sueño de una noche de verano”

Oscar Pellejero Torres, 2º ESPA


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UN RE CUERD O AL MIO C Buen c ID or c

el llev áis se buen c ñor, orcel lleváis vuestr M ío Cid, a hi d a lguía e vuestr s grand a valen e, tía má s. Pero n i con e llo y la el r ey s paira Alfons s en la o o s lo En vos mano recono vuestr c i ó os vas . su con allos fianza depos itaron . Pero s alistei s de c cayénd astilla o seo s las lág Solo s rimas. e os o c u r r mirar ió lo m hacia as nob lo alto le, y pedi r clem encia. Algún día po d r íais de vuestr mostr a valen ar t ía y no Pero t bleza. an mal a influ que ni encia una se teníai d de a s gua os d i e ron. ¿Y eso ? ¡Que import Si die a! z siglo s desp burga u és, un le s a le a e la h i y se e s toria mocio na y o s adm ira. ¿Cuán tos, h asta e vuestr st o s d a vi da ías, h abrá l contad e ído, o y ad mirad Mío Ci o ? d, solo pido p ara vo s, que si a vivir volvies no die eis, rais ni un pas Qu e v o atrás. uestra s ceni el o r g z as sab ullo ca en stellan se hab o cuan la del: do MIO C ID

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EL CID CAMPEADOR El rey Alfonso envía al Cid a cobrar las rentas al rey moro de Sevilla, éste es atacado por el conde García Ordóñez de Castilla. El Cid, amparado al vasallo moro rey de Castilla, vence a García Ordóñez y allí empieza su odisea. Sus enemigos, a pesar de llevar sus dineros, le ponen en mala situación con el rey y éste le destierra. El Cid reúne a sus vasallos; estos se reúnen con él y dicen adiós a Vivar. El Cid va tristemente llorando. Vio las puertas abiertas, suspiró y mirando hacia lo alto así se puso a expresar lo que sentía ¡Alabado seas señor!, padre que estas en lo alto. Todo esto lo han urdido mis enemigos malvados. El Cid sacudió la cabeza, no nos preocupemos dijo: Alvaz Fañez algún día nos echaran de Castilla a mucha honra, algún día tomaremos estas tierras. El Cid entró en Burgos y las gentes se asomaban a sus ventanas con lágrimas en los ojos. Pero no tenía quien le diera ni hospedaje ni una sed de agua; los enemigos les tenían atemorizados, aunque pensaban que era un gran valiente y que así se lo demostró en sus batidas. Llegó a conquistar todos los terrenos de la parte sur. Mª Ángeles Arratia, Taller de Lectura y Escritura

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ACTIVIDADES DEL CENTRO

Segundo número del periódico “Noticias de la Cantábrica”

Por segundo año consecutivo los alumnos y alumnas de Secundaria para Adultos han elaborado un periódico que recoge una serie de noticias sobre los temas que más les interesan o que más curiosidad despiertan en ellos. Este curso, el periódico ha sido elaborado por el alumnado de 2º de ESPA, y por primera vez le hemos dado un formato digital. En él se recogen noticias distribuidas en cuatro secciones: “Medioambiente”, “Sociedad”, “Deportes” y “Local / Tu entorno”. Para más información, puedes dirigirte a la página web de la revista del centro, o directamente al siguiente enlace del periódico: Revista del Centro: http://revistalacantabrica.blogspot.com.es Periódico: http://estudiantes.elpais.com/periodico-digital/ver/equipo/5066

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ACTIVIDAD LITERARIA El día cuatro de junio tuvimos la gran suerte de contar con la visita de un escritor cántabro, Juan Carlos Corniero Lera. Además de escritor es maestro y nos estuvo contando sus experiencias como profesor, escritor y alumno. Todos los alumnos y alumnas le hicimos diversas preguntas, a las que él contestó amablemente, manteniendo un debate interesante sobre el mundo de la docencia y la literatura. También nos adelantó una pequeña primicia sobre su trabajo literario que saldrá publicado hacia el mes de octubre: "Piedra, Papel, Tijera", libro que promete ser muy interesante y que estamos esperando su salida con verdadera expectación. Si tenemos la oportunidad el curso que viene de seguir participando en este taller, será nuestro primer libro de debate. Agradecer desde este comunicado que compartiera esos momentos tan agradables e invitarle igualmente a que al comienzo del próximo curso venga a hacer la presentación del libro, para poder debatirlo juntos.

Obras destacadas de Juan Carlos Corniero Lera: Aia, la última anjana De rey a príncipe Muñecos de barro La estela de mi voz Cantabria Mística Trilogía poética Héroes, reyes, presidentes y villanos, la historia tal y cómo nos la contaron en EGB En elaboración: Piedra, papel, tijera ( Novela) El Sueño de Zora ( Novela)

Tomás Suárez y Ana Mucientes, Taller de Lectura y Escritura


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RUTA LITERARIA: “PEÑAS ARRIBA”

El sábado 20 de abril varios alumnos del centro de adultos de El Astillero nos dimos un madrugón para acudir medio dormidos, a las 8 de la mañana, al Centro, donde nos esperaba el autobús que nos llevaría a hacer la ruta “Peñas Arriba”. No sabíamos muy bien qué íbamos a ver, pero íbamos animados al ir en grupo y conocernos más o menos todos; además estábamos acompañados por nuestros profesores, Javier y Sandra. La verdad es que el día fue más entretenido de lo que me esperaba, ya que era la primera vez que hacía una excursión en grupo y no sabía muy bien qué esperar. Para mí fue una sorpresa el día tan instructivo y ameno que pasé, sobretodo en la Casona de Tudanca, donde la guía nos explicó muy detalladamente, y con algún cotilleo muy divertido e instructivo, la historia de José María de Cossío y su breve y casual amistad con José María de Pereda. El resto del día hicimos una excursión por toda la zona, visitando lugares pintorescos de la comarca, tales como: el valle de Carmona, el nacimiento del Ebro, Reinosa, etc. También tuvimos alguna paradita para tomarnos un café y comprar algún dulce típico de Reinosa. En fin, fue un día muy agradable y nos quedamos con ganas de repetirlo. Para ver más fotos de esta excursión puedes visitar la página web de la revista del Centro: http://revistalacantabrica.blogspot.com.es/2013/06/ruta-penas-arriba.html

Geli San Miguel, Taller de Lectura y Escritura Creativas


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RUTA LITERARIA: EL OVIEDO DE LA REGENTA Como final de curso, los alumnos y alumnas del curso de “Taller de lectura y escritura creativa” hemos visitado Oviedo con el fin de realizar la Ruta de la Regenta. Previamente habíamos leído el libro de Leopoldo Alas “Clarín” y visto la adaptación televisiva dirigida por Fernando Méndez-Leite y protagonizada, en sus papeles estelares, por Aitana Sánchez Gijón, Juan Luis Galiardo y Carmelo Gómez. Si no habéis visto esta serie, en tres capítulos, la podéis descargar de la siguiente dirección:

http://www.rtve.es/television/la-regenta/


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La heroica ciudad dormía la siesta. El viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el norte.[...] Vetusta, la muy noble y leal ciudad, corte en lejano siglo, hacía la digestión del cocido y de la olla podrida, y descansaba oyendo entre sueños el monótono y familiar zumbido de la campana de coro, que retumbaba allá en lo alto de la esbelta torre en la Santa Basílica. La torre de la catedral, poema romántico de piedra,[...] Leopoldo Alas, Clarín, La Regenta, cap.I

"Parece" ser que Vetusta es Oviedo, así que, el sábado 29 de junio de 2013, fuimos a comprobarlo. ¿La catedral desde cuya torre el Magistral vigilaba la ciudad con su catalejo es la catedral de Oviedo? ¿El palacio de los marqueses de Vegallana, donde el marquesito y Mesía bailaban y bebían, puede ser el Palacio de Velarde, actual Museo de Bellas Artes y antes colegio de las Teresianas? ¿Se puede localizar la capilla del Magistral, Fermín de Pas, en la catedral? El teatro, la casa de Ana, el casino, ¿están allí? Lo comprobamos durante nuestra visita a Oviedo por la Plaza Feijoo, por la Corrada del Obispo, la visita al interior de la Catedral y el posterior recorrido por la plaza de la Catedral –con visita a la estatua de La Regenta–, la calle Mon, el Ayuntamiento, el Fontán, etc.

Plano de Vetusta (Finales del siglo XIX) Según

La Regenta


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REVISTA LA CANTÁBRICA, Nº 4

La revista del CEPA El Astillero en la web Recuerda que puedes encontrar y leer este número de la revista de nuestro centro, y todos los anteriores, en la web. Su dirección es:

http://revistalacantabrica.blogspot.com


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