barrio
s n a p s h ots
•
i nsta n t Á ne as
del
b a r r io
Under the Brick Dome
Remembering Mama, Mama Ruth that is
F
or those of us who loved our mothers and for those of you who still have the good fortune of having your mothers close by, in this story I am about to share, you may see your mother no doubt. You may feel compel to voice out loud your own similarities as you read on agreeing with some of the things mothers do. Most of all we know our mother were and are special beings with the strength that goes unmatched. Mama Ruth was a small little woman, not quite 5 feet, however she was 10 feet tall in my eyes. Fun was her modus operandi, that’s all she ever wanted. She was born on a farm in Vineland, New Jersey. Left the farm at age 16 to live with her aunt who owned a candy store en New York City. Mama had many jobs there before she went to Los Angeles, California, at age 24, just to visit with a friend, but she met my father, Joseph at a dance and, well... she never went back East again. Now she had eight children, like so many others in those days, large families were common. I don’t ever remember my mother taking a break to rest. She would work at her job, come home, cook dinner, wash the dinner dishes, iron clothes, pack lunches and not once did she complain. That was just during the week. Weekends consisted of cooking, and playing with us kids. When my four sisters and I got older, we took over the shores, we didn’t Sonya Fe Las Cruces, NM cook however. My father would tell her to teach us to cook and she fired back, “I‘m not going to teach my girls to be someone’s goddamn slave —they‘ll learn to cook when they have too!” That shut my father up; he never mentioned
Bajo el Domo de Ladrillos
Recordando a mamá, más bien, Mamá Ruth
P
ara aquellos que amamos a nuestras madres y para aquellos de ustedes que todavía tienen la suerte de tenerlas cerca, en este relato que estoy a punto de compartir, es posible que, sin duda, vean a sus propias madres. Es posible que se sientan obligados a reconocer en voz alta las simili-
what girls should do ever again. She went to back to work when I was 6 months old. I had four siblings ahead of me, she stayed home with them but when I was born and my three other sisters, I guess she had enough at staying home. She said working away from home was like having a break. continued on next page She enjoyed it
tudes a medida que lee y se siente identificado con algunas de las cosas que hacen las madres. Sobre todo, sabemos que nuestras madres son, o fueron, seres especiales con una fuerza incomparable. La Mamá Ruth era una mujer pequeña, no más de 5 pies de alto, sin embargo, a mis ojos medía diez. La diversión era su modus operandi, es todo lo que siempre necesitó. Nació en una granja en Vineland, Nueva Jersey. Dejó la granja a los 16 años para vivir con su tía —que era dueña de una tienda de dulces en la ciudad de Nueva York. Mamá tuvo muchos empleos allí antes de irse a Los Ángeles, California a los 24 años, solo para visitar a una amiga, pero en un baile conoció a mi padre, Joseph y, bueno... nunca se volvió al Este. Ahora tenía ocho hijos, como tantas en aquellos días, las familias numerosas eran comunes. No recuerdo que mi madre se tomara un momento para descansar. Trabajaba en su empleo, volvía a casa, preparaba la cena, lavaba los platos de la cena, planchaba la ropa, preparaba almuerzos y ni una sola vez se quejaba. Eso era solo durante la semana. Los fines de semana consistían en cocinar y jugar con nosotros los niños. Cuando mis cuatro hermanas y yo nos hicimos mayores, nos hicimos cargo de las rutinas, sin embargo nunca cocinamos. Mi padre le decía a mamá que nos enseñara a cocinar y ella le contestaba: “No voy a enseñar a mis hijas a ser la pinche esclava de algún fulano ¡Aprenderán a cocinar cuando tengan que hacerlo!”. Eso hizo callar a mi padre, quien nunca volvió a mencionar lo que deberían o no hacer las chicas. Volvió a su empleo cuando yo tenía 6 meses. Había tenido ya cuatro hermanos antes de mí, con ellos se quedó en casa pero —cuando yo y mis otras tres hermanas nacimos— creo que ella había tenido suficiente con quedarse en casa. Decía que tra- continúa a la vuelta FEBRUARY/MARCH 2021 Joaquín 19