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5. Evacuación

5 Ypequá 25 Ao. Lima

Bajo Grande (Sanja Guazú) 26 San Mauricio 7 Tayí 27 San Pedro 8 Aguayhí 28 San Antonio 9 Mbatachí 29 Santa María 10 Tavapy 30 Parabé

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Tovatinguá Santa Rosa 12 Ao. Tacuary 32 San Patricio

Quiindy San Juan 14 Caapucú (1) San Ramón, Ñacutí, San Luis 15 Caapucú (2) 34 Arroyo Ju

Yaguary

17 Caapucú (3) 35 Del Carmen

Duarte, Pacheco, Centurión,

San Lorenzo

18 Cavañas 19 Tebicuary San Rafael

San Damián, Villalba 37 Comandancia de Encarnación

H: hijuelas (o ramales) |Elaboración propia a partir de ANA, SH, vol. 309, n. 9.

5. Evacuación

En 1865, el vicepresidente de la República, Francisco Sánchez, envío a las autoridades civiles de los pueblos copia de la superior orden emanada el 19 de enero de ese año que prevenía la invasión enemiga en territorio paraguayo. En concreto, todos los pueblos del sur del Tebicuary tenían que desplazarse a la otra banda del río343 . Manuel Antonio Fleytas, jefe de milicias, y Julián Ramos, juez de paz, mayordomo y maestro de posta de Santa María respectivamente acusaron recibo y trasladaron la noticia a los vecinos de Tebicuary.

El decreto, sin embargo, no fue tan firme en principio. “Los interesados” –un aparente rasgo de lenidad– tuvieron la libertad de elegir el lugar de destino entre estas opciones: Caapucú, Quyquyhó, Mbuyapey, Yuty,

343 ANA, SH, vol. 343, n. 13, todas las fojas.

Quiindy y Acahay. Suponemos que con esta orden, el Paso, la Posta y el Puerto de Santa María en el río Tebicuary debieron de quedar desatendidos hasta el final de la Guerra.

Sin embargo, el Semanario de Avisos y Conocimientos Útiles reportó que llegaron al río Tebicuary “con mucha felicidad”, a fines de marzo de 1865, cuatro batallones formados en el campamento de Cerro León que se dirigían a engrosar las filas del Ejército en Encarnación. La crónica que provenía desde San Miguel dio cuenta que “numerosa concurrencia de personas respetables” y “presididas por las autoridades locales” fueron testigos del pasaje del río “a esta parte”344. Teniendo en cuenta la obligación de abandonar los poblados de la ribera izquierda del río, la adjetivación insertada por el reporte puede sonar un tanto exagerada, ¿o acaso era la misma población que salía por la fuerza hacia el lado contrario?

En 1866, Francisco Solano López, en plena Guerra Grande, firmó una orden general de enrolamiento de los habitantes de pueblos situados en la margen izquierda del río Tebicuary, debido al “muy corto número de vecinos trasladados”. Dispuso que los jefes de milicia y jueces de paz de las inmediaciones procedieran a reclutar “todo ciudadano útil”, entre ellos –según las nóminas enviadas por los funcionarios encargados de tal cometido– niños de 7 a 11 años, indígenas, “africanos” y todo hombre medianamente sano para el servicio de las armas345 .

Este llamado a las armas obligatorio en época de guerra también afectó a los maestros de postas. No tenemos datos exactos con respecto a la incidencia del reclutamiento en la jurisdicción del Paso de Santa María. No obstante, podemos colegir que el encargado de la posta de correo debió alistarse en el ejército por extensión del decreto. Un ejemplo es el informe que firmaron el jefe de milicias de Laureles (Misiones), Marcelino Salinas, y otros, el 15 de febrero de 1866, dirigido al vicepresidente de la República en estos términos:

… mas el infrascrito jefe permanece en la misma Capilla con la escolta de vecinos y cinco hombres que le ha sido acordada por el mismo Decreto

344 El Semanario de Avisos y Conocimientos Útiles, sábado 20 de abril de 1865, n. 572, p. 4. 345 ANA, SH, vol. 350, n.3, todas las fojas.

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